“Acompañamiento a docentes de primer grado del estado de Yucatán”
Es importante mencionar que, al iniciar el ciclo escolar, los estudiantes
inscritos en el primer año de la escuela mencionada compartían, en su mayoría, una educación escolarizada prácticamente inexistente y un rezago educativo generalizado debido al cierre de escuelas a causa de la pandemia por Covid-19 y al poco acceso a servicios de comunicación que tiene la comunidad, lo cual dificultaba el contacto entre docentes y estudiantes.
A partir del inicio de clases presenciales, se efectuaron distintas actividades
puntuales sugeridas en las sesiones de capacitación, entre las que se destacan las siguientes:
El trabajo con el nombre propio a lo largo del curso, utilizando fichas
adheribles, listas visibles en el aula, reconocimiento de las letras que lo componen, identificación de nombres de compañeros, etc. La presentación del alfabeto escolar en fichas pegadas de forma visible en el aula La aplicación del diagnóstico de lectoescritura en distintas etapas del curso. La elaboración y uso del “Cuaderno de palabras” por alumno. La elaboración y uso del “Pasaporte de lecturas” por alumno La elaboración y consulta de un “horario de clases” El trabajo con las actividades recurrentes “Tiempo de leer” y “Tiempo de escribir” de forma semanal, entre otras.
Asimismo, es necesario resaltar que, desde el inicio del curso, se abordaron
los temas y actividades recurrentes del libro de texto Lengua Materna. Español y se tomaron en consideración las sugerencias e información presentadas en el libro Lengua Materna. Español Para el Docente, en el que se promueve la enseñanza de la lectoescritura como un proceso enriquecedor, construido en conjunto y de acuerdo con elementos reales y significativos y no como un elemento meramente decodificador de palabras a través de sílabas.
Los resultados después de llevar medio curso escolar de forma presencial
son positivos y esperanzadores, un 20% del grupo (5 alumnos) se encuentran en la etapa alfabética, es decir, ya leen y escriben palabras y oraciones de forma autónoma y comprensible; al menos un 28% de los pupilos (7 alumnos) se encuentran en la etapa silábico-alfabética; el 36% del grupo (9 alumnos) es posible situarlo en el nivel silábico y, finalmente, el 16% de los educandos (4 alumnos) aún se mantienen en el nivel pre-silábico.
Tomar en cuenta que, al inicio de curso, al menos el 52% del grupo se
encontraba en el nivel pre-silábico y únicamente 3 estudiantes (12%) eran silábico- alfabéticos, el resto del grupo, un 36%, se encontraban en el nivel silábico. Como es visible, la gran mayoría de educandos han tenido un avance durante el curso, en mayor o menor medida, recordando que en muchas ocasiones las situaciones familiares, contextuales, de salud o socioeconómicas juegan un papel importante en el aprovechamiento académico de los pupilos. Se espera continuar y afianzar el aprendizaje de la lectoescritura en los estudiantes en el siguiente grado escolar.