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“EN TODAS las épocas y culturas, el cabello dice algo de las personas”, señala una obra de
consulta. No es de extrañar, pues, que la mayoría de la gente se preocupe por tener un pelo
sano y bonito.
¡Despertad! planteó a cuatro estilistas con experiencia algunas de las preguntas más
frecuentes sobre la composición y el cuidado del cabello. Por lo que se ve, el tema no es tan
sencillo como parece.
R.: Cada pelo contiene queratina (una proteína fibrosa) y está enraizado en una depresión del
cuero cabelludo llamada folículo. En la parte más baja del folículo y dotada de abundante
suministro sanguíneo, se encuentra la papila dérmica, productora de un tipo de células que
suben por el folículo y que al adherirse unas a otras forman el pelo.
P.: ¿Es verídica la creencia popular de que el pelo crece más rápido si se corta?
R.: No. Hay quien supone que el cabello se alimenta del cuerpo tal como las ramas de un
árbol lo hacen del tronco; pero la parte visible del pelo es tejido muerto, de modo que el
recorte no repercute en su crecimiento.
R.: El color del pelo está determinado por un pigmento presente en su interior. Según vamos
envejeciendo, las células productoras del pigmento mueren, y en consecuencia salen canas.
Su aparición prematura puede deberse a causas genéticas o a enfermedad; sin embargo,
no es posible que el pelo se vuelva blanco de la noche a la mañana. Se necesita tiempo para
que la cana crezca (a un ritmo de 1,25 centímetros al mes) y se haga visible, pues el proceso
de pigmentación tiene lugar en el folículo.
R.: Pensamos que sí. Dado que el pelo se alimenta de la sangre que recibe bajo el cuero
cabelludo, el hecho de verse sano posiblemente sea reflejo de que tiene un suministro
sanguíneo nutritivo. Ahora bien, si la dieta no es buena o se abusa del alcohol, tal vez se
vuelva débil y quebradizo, puesto que no está bien nutrido. Este trastorno o el de la caída del
cabello pueden ser los primeros síntomas de una enfermedad o de un embarazo.
R.: Sabemos por experiencia que la mayoría de las molestias que conlleva el cuero cabelludo
seco se deben a los lavados demasiado frecuentes. Obviamente hay que lavarse la cabeza
con regularidad, pues, de lo contrario, el sebo capilar (sustancia grasienta que reviste el pelo)
capta polvo y restos de piel que pueden taponar los conductos sebáceos que se abren en los
folículos. Pero como tales aceites naturales también protegen la piel de bacterias nocivas y
retienen la humedad, no ha de lavarse con demasiada frecuencia porque se destruye la capa
protectora del cuero cabelludo, lo que da lugar a diversos trastornos, como el de la
sequedad. Casi todos los expertos recomiendan lavarse la cabeza cuando esté sucia. El
cabello graso requiere hacerlo con más frecuencia que el normal o el seco.
Al enjabonarse, debe masajearse el cuero cabelludo, pues esto elimina las células muertas y
favorece el flujo sanguíneo que nutre el cabello. Hay que enjuagarse bien. Si no nos
aclaráramos las manos después de lavarlas, la piel se resecaría y se agrietaría. De igual modo,
si no nos quitamos por completo el champú, el cuero cabelludo se secará y exfoliará.
R.: Ha de beberse mucha agua y tener una buena alimentación, pues así se hidrata la piel y se
aportan nutrientes al torrente sanguíneo. Debe emplearse un champú suave y masajearse
con regularidad. Hay quienes también utilizan acondicionadores y lociones humectantes para
después del lavado.
Estilos de peinado
El cuidado del cabello y el peinado son formas de expresar la personalidad. A fin de cumplir
con los dictados de la moda, las creencias religiosas e incluso las ideologías sociales y
políticas, la gente se ha recortado, alargado, alisado, rizado, teñido y peinado el cabello de
diferentes maneras. Observe el suyo. ¿Qué dice de usted? Un pelo sano y peinado con gracia
embellece a su dueño y es objeto de admiración.
[Nota]
^ párr. 12 Para más información, véase el artículo “Alopecia. ¿Pérdida normal del cabello?”,
publicado en el número del 22 de abril de 1991 de esta revista.
• Tener una buena alimentación y beber mucha agua contribuirá a reducir la sequedad del
cuero cabelludo
• Los lavados muy frecuentes pueden privar al cuero cabelludo de los aceites protectores