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CONCEPTO DE SUSTENTABILIDAD
En la actualidad, la sustentabilidad es un tema muy popular en los diálogos y
acuerdos entre países y gobiernos; sin embargo, pocos conocen con claridad
cuál es su significado e importancia.
La sustentabilidad es en realidad “un proceso” que tiene por objetivo
encontrar el equilibrio entre el medio ambiente y el uso de los recursos
naturales. La humanidad en su paso por el planeta ha degradado los
recursos naturales de tal forma que actualmente es necesario procurar y
planear concienzudamente el consumo de los mismos para garantizar su
existencia en las generaciones futuras.
Este concepto surge en el año de 1987, cuando la World Commission on
Environment and Development de las Naciones Unidades publicó el informe
“Our common future” (Nuestro futuro en común), que está centrado en la idea
del desarrollo sustentable o sostenible. Sin embargo, este concepto fue
realmente adoptado hasta 1992 por 180 Jefes de Estado, en Río de Janeiro,
durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente y el
desarrollo. En dicha conferencia se acuerdan 27 principios relacionados con
la Sustentabilidad que se materializan en un programa mundial conocido
como Agenda 21.
Existen diferentes enfoques para definir la sustentabilidad, la definición
adoptada por la World Commission on Environment and Development y
formulada en 1987 en el mismo informe Brundtland, “Our Common Future” es
la siguiente:
“El desarrollo sustentable hace referencia a la capacidad que haya
desarrollado el sistema humano para satisfacer las necesidades de las
generaciones actuales sin comprometer los recursos y oportunidades para el
crecimiento y desarrollo de las generaciones futuras.”
Hitos de la Sustentabilidad
En el año 1962 la bióloga Rachel Carson escribe el libro “Primavera
Silenciosa” (Silent Spring). En aquel, se habla de un futuro silencioso y
terrible como consecuencia de la contaminación ambiental.
Para 1970 el Congreso de los Estados Unidos establece la primer
agencia gubernamental dedicada exclusivamente al cuidado del medio
ambiente, la EPA (Environmental Protection Agency).
Dos años después, en 1972, se llevó a cabo la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre Ambiente Humano en Estocolmo, Suecia. En
esta conferencia se sembraron las semillas de aquello que más tarde se
reconocería como sustentabilidad. En ese mismo año también se crea
el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA.
Para 1983, la Organización de las Naciones Unidas crea la Comisión
Mundial de Ambiente y Desarrollo (WCED, World Comisión of
Environment and Development). En esta comisión nacen los informes
para evaluar cualquier acción en la materia mismo que se muestra desde
tres enfoques: el económico, el ambiental y el social.
Finalmente, para 1992 se celebra en Río de Janeiro el Earth
Summit donde se consolida la acción de la ONU en temas
medioambientes y el desarrollo sustentable. En esta conferencia se
acuerdan 27 principios relacionados con la sustentabilidad materializados
en un programa mundial conocido como Agenda 21.
Principio de precaución.
Establece que cuando haya peligro de daño irreversible al medio ambiente,
deben tomarse medidas para proteger el medio ambiente, incluso si existe
incertidumbre científica. Es decir, incluso si la ciencia no puede probar más
allá de una duda razonable de que una acción en particular se lleva a la
degradación del medio ambiente, se deben poner en marcha para evitar
daños al medio ambiente de todos modos. Una de las ventajas de este
enfoque es que hace más fácil para los responsables políticos a favor del
medio ambiente sobre otros intereses.
El principio de equilibrio.
La naturaleza se encuentra en permanente cambio y recomponiendo
equilibrios dinámicos, pero cuando un elemento se pierde o disminuye
mucho, puede ocurrir una ruptura que impida recomponer el equilibrio del
ecosistema y, en consecuencia, producir su colapso. Esto acarreando daños
irreversibles. Por eso este principio significa que el uso humano de un
recurso no debiera rebasar un umbral crítico y el impacto humano no
sobrepasar la capacidad de carga de los ecosistemas.