Está en la página 1de 10

Las Políticas Sociales Cátedra: Tecnologías Sociales.

2006

LAS POLÍTICAS SOCIALES 


UNSE
La política social y los derechos humanos
8.1. La meta de la política social: la promoción humana

L a política social en una perspectiva socialcristiana, no es cualquier forma de asumir


desde el Estado la atención de los problemas sociales. Solamente puede llamarse tal a
aquella que se dirige hacia una transformación de la realidad en términos de justicia
social y participación. Por ello la vinculamos con el concepto de promoción humana.
Es el sentido del crecimiento, del desarrollo en humanidad, lo que debe constituir el motor de
la acción del Estado, en un campo del que no es lícito deserte, porque hacerlo implicaría dejar
a las familias libradas a su propia suerte e inermes frente a los vaivenes del mercado.
Entre política social, desarrollo social y derechos humanos hay un vínculo profundo, cuya
ruptura aniquila la equidad y, por lo tanto, afecta significativamente el bien común.
Temas como la educación, el trabajo, la vivienda, la salud, la seguridad social, la acción social
y el desarrollo humano y familiar, hacen a esta visión amplia de la política social, que
constituye un centro objetivo de las políticas públicas, tanto o más significativo que la política
económica.
 
8.2. La salud

La salud es un objetivo prioritario de las políticas públicas. Es uno de los derechos humanos
fundamentales y una responsabilidad indeclinable del Estado democrático. Implica una acción
interdisciplinaria e intersectorial, ya que no puede considerarse tal a la mera ausencia de
enfermedad. Es, en términos de la Organización Mundial de la Salud, un estado de equilibrio
bio-psico-social.
Tiene profundas vinculaciones con la preservación y mejoramiento del medio ambiente.
Un aspecto central de la política sanitaria, es la atención de la salud popular en el medio social
con acciones sustantivamente preventivas –que también se llama atención primaria (APS)- y
el fortalecimiento del hospital público como eje de las prestaciones que requieren
especialización y complejidad.
Canalizar la inversión social, hacia los objetivos prioritarios de promoción de la salud
popular, implica también planificar el gasto en función de las prioridades reales.
Ello requiere regular el mercado farmacéutico, la aparatología médica y la intervención de
operadores privados, que tienen una tendencia significativa a presionar sobre el sector
público, en función de intereses, que no siempre responden al bien común.


Políticas Sociales. Resumen de la cátedra “Tecnologías Sociales” Leonardo Innamorato

1
Las Políticas Sociales Cátedra: Tecnologías Sociales. 2006

Cabe señalar la importancia y significación de los principios de accesibilidad y universalidad


en la cobertura para un Estado que quiera estar a la altura de los objetivos del desarrollo
humano.

8.3. La seguridad social

Es uno de los logros significativos del siglo XX a partir de la lucha de los trabajadores y las
políticas humanistas, tendientes a proteger a la comunidad, frente a los riesgos y las
contingencias sociales.
Entre sus prestaciones más relevantes señalamos: las jubilaciones y pensiones; el salario y los
subsidios familiares; la protección frente a la invalidez y los accidentes de trabajo y la
asistencia a las personas con discapacidad.
Se basa en el derecho adquirido de los seres humanos de ser asistidos en circunstancias
difíciles o en la declinación de las fuerzas físicas en la ancianidad.
Como ninguna otra forma de política social ha sufrido en nuestro tiempo, la depredación de
sus recursos genuinos y las consecuencias del ajuste fiscal.
La democracia cristiana defiende el derecho de todas las personas a la seguridad social y
particularmente reivindica la lucha de los jubilados y pensionados por acceder a un nivel de
jubilación acorde con las necesidades sociales básicas. Por otra parte las personas y las
familias tienen también derecho a una protección adecuada frente a los riesgos sociales y al
salario familiar garantizado por la Constitución Nacional y desnaturalizado por los montos
irrisorios fijados por el Estado y su eliminación para muchos sectores de asalariados.
 
8.4. La acción social

Es una de las políticas sociales más significativas, en punto a la perspectiva de producir


cambios, fortalecer la calidad de vida y la capacidad organizativa de los sectores populares.
Entendemos por acción social, aquellos programas que promueven la capacitación,
organización y desarrollo de las comunidades, potencian las diversas modalidades de ayuda
mutua, cooperación y autoayuda y dinamizan la solidaridad entre las familias y las
generaciones (socialización de los niños y jóvenes, atención de ancianos) Las políticas de
acción social comprenden también diversas prácticas asistenciales, que implementan
modalidades de ayuda directa a las familias y a la comunidad, frente a situaciones de carencia,
enfermedad o marginación social.
Es un derecho del pueblo, que tiene una dimensión de educación social y otra de promoción
de la capacidad organizativa de las bases. Adecuadamente desarrollada la acción social
favorece una transferencia de poder hacia la comunidad organizada y la satisfacción de
necesidades sociales básicas.
Una modalidad degradada de la acción social es la práctica clientelísta que realizan algunos
sectores políticos vinculados con el oficialismo o los partidos tradicionales, que canjean
recursos de acción social por apoyos electorales, generalmente en las internas partidarias.

2
Las Políticas Sociales Cátedra: Tecnologías Sociales. 2006

En otro plano la acción pastoral de las iglesias, desarrolla también programas de acción social
en el ámbito territorial, con una capacidad de movilización casi tan significativa como la del
Estado.

8.5. El desarrollo humano

Entendemos por desarrollo humano un conjunto de acciones que desarrolla el Estado y


diversos grupos gubernamentales, apuntando hacia diversos actores sociales, cuyas
necesidades, crisis vitales y situaciones problemáticas, requieren la intervención del Estado o
de la comunidad organizada.
En la actualidad el desarrollo humano es un nuevo paradigma que une lo político, lo
económico, lo social y lo cultural, en un conjunto de indicadores sustantivos de la realidad
global, analizada en términos de igualdad, justicia social, participación y progreso cultural.
El desarrollo humano guarda relación directa con una concepción integral de la ciudadanía y
la valoración y el respeto por los derechos de los sujetos sociales significativos, a los que nos
referiremos en el apartado siguiente.
 
8.6. Los sujetos sociales significativos

La política social tiene también como objeto el abordaje público de las situaciones
problemáticas que afectan a los sujetos, que por sus características etéreas, de género u otras
circunstancias especiales requieren de la intervención o de la protección del Estado y de la
sociedad. A estas políticas se la llama también “actor-centradas” y hasta el presente han
tenido una atención que resulta insuficiente en términos de prevención.
 
8.6.1. La familia

La familia es la primera y más significativa de estos sujetos sociales. Es un núcleo social


básico de la sociedad, cuyo fortalecimiento es indispensable para la afirmación de la vida y
del derecho a la identidad. Podría decirse que nada hay tan importante para la existencia
humana que la presencia de un medio familiar afectivo y contenedor.
Las familias tienen derechos que han sido magníficamente expuestos por Juan Pablo II en la
Familiaris Consortio: a ser familia; a una existencia digna; a decidir y participar en plenitud
en la educación de los niños y jóvenes, al trabajo; a un salario que contemple las necesidades
familiares; al acompañamiento técnico en circunstancias difíciles y en los conflictos.
Otro aspecto importante de la familia es su realidad plural. Hay muchos modos de ser familia,
por lo que no debe imponerse un modelo como el único aceptable. En esa pluralidad, que nos
habla de matrimonio, de unión consensual de hecho, reconstituida, de familia monoparental,
adoptiva, extensa, numerosa, nuclear, según las categorías que se utilicen para el abordaje, se
desarrolla la existencia humana. Y esto es lo que debe ser estimulado, promovido y protegido
por la sociedad y el Estado.

3
Las Políticas Sociales Cátedra: Tecnologías Sociales. 2006

En nuestro sistema constitucional la familia ocupa un lugar destacado en la normativa de


fondo. Sin embargo este logro simbólico, no se corresponde con estándares satisfactorios de
calidad de vida familiar para todos los sectores de nuestra comunidad.
Por ello es necesario desarrollar una política social familiar, que la promueva y la asista en
situaciones de conflicto, alto riesgo social, marginación o carencia, situaciones límites, crisis
de identidad, violencia doméstica y otras problemáticas que tienen su origen en las
circunstancias cambiantes de la vida cotidiana.
La orientación y la asistencia a las familias es un derecho que debe ser promovido no
solamente por el Estado sino también por el vasto ámbito no gubernamental, en el que ocupan
un papel significativo la acción pastoral de las iglesias y los equipos de profesionales de la
salud y la educación.
 
8.6.2. La mujer

Es otro de los sujetos significativos de nuestro tiempo histórico. Hay quiénes afirman que una
de las revoluciones más significativas del siglo XX, es la transformación de la condición
social de la mujer, que pasa de un papel de sujeción al machismo, o a un rol protagónico en
todos los campos del quehacer humano.
Todavía persisten formas de opresión de la que es víctima la mujer y otro tanto puede decirse
de su posición relativa en el conjunto social. En términos de desarrollo humano la Argentina
ocupa la posición número 30, entre las naciones del mundo, pero en punto a la valoración de
los derechos de la mujer desciende al puesto número 36.
La Argentina tiene una destacada lucha de las mujeres por la igualdad de sus derechos. En
esta lucha se distinguen los nombres de Eva Perón y Alicia Moreau de Justo, a los que
queremos sumar de una religiosa que gestó uno de los movimientos sociales más
significativos de nuestra historia reciente y continúa luchando por los derechos humanos:
Marta Pelloni.
La democracia cristiana desde su nacimiento como partido ha promovido la participación de
la mujer en la vida política y social y son muchas las compañeras que honran a la DC con su
lucha en los ámbitos políticos, sindicales, docentes, universitarios y culturales.

8.6.3. La niñez

El niño, objeto durante mucho tiempo de políticas de control social, tanto en el plano
educativo, como frente a diversas situaciones de conflicto o crisis, comienza a ser percibido
por el conjunto de la humanidad como un sujeto de derechos.
Así lo establece la Convención Internacional de los Derechos del Niño que sintetiza muchas
décadas de lucha por las valoraciones del niño como ser digno, libre e igual en dignidad y
derechos al mundo adulto. Esta Convención del 20 de noviembre de 1989, ratificada por la
unanimidad del Congreso en nuestro país por ley 23.849, ha quedado definitivamente
incorporada al texto constitucional en 1994.

4
Las Políticas Sociales Cátedra: Tecnologías Sociales. 2006

Todavía tenemos un largo camino a recorrer para adecuar la legislación positiva a los
postulados de la Convención y para que en el plano de las políticas sociales de infancia, se
aseguren derechos tan fundamentales como los de familia, salud, educación, desarrollo
humano, legalidad y defensa en juicio, en relación con las personas menores de 18 años.
La Democracia Cristiana tiene una especial preocupación por el respeto de los derechos del
niño y considera fundamental fortalecer los ámbitos específicos que posibilitan su promoción
integral: la familia, la escuela, los servicios de salud, los ámbitos específicamente dedicados a
la atención de los riesgos sociales de la infancia y de la adolescencia.
Nos preocupan particularmente las situaciones llamadas de alto riesgo, tales como: el
abandono, el maltrato infantil, la situación de calle, la adolescencia en conflicto con la ley, la
maternidad adolescente, la familia migrante, la drogadicción y la problemática de los niños
que viven con VIH-SIDA o con familiares que viven con VIH-SIDA.
 
8.6.4. La ancianidad

Somos una nación en progresivo proceso de envejecimiento, como consecuencia del aumento
de la esperanza de vida y la disminución –que lleva ya varias décadas- de nuestros índices de
natalidad.
El número de personas de más de sesenta años, ya se aproxima a algo más de un 12% de la
población. Nuestro sistema jubilatorio y asistencial está en una grave crisis y como
consecuencia en relación con los ancianos priman los cuadros de insuficiencia de ingresos
para satisfacer las necesidades sociales básicas y la dependencia de las redes familiares.
El sistema requiere una profunda reformulación, a partir de alternativas que potencien la
actividad de asistencia y fortalezcan a la familia en su insustituible rol solidario.
Los ancianos requieren una valoración no solamente simbólica, sino real de su importancia
para el conjunto de la comunidad, lo que exige programas que posibiliten la plena integración
de la ancianidad en la vida social. En este contexto los programas de nutrición, salud y
asistencia geriátricos, los centros culturales y universidades de la tercera edad, los programas
deportivos, recreativos y turísticos, deben ser fortalecidos.
Para ello será necesario generar nuevas alternativas creativas que moderen la incesante
presión de las políticas de ajuste. Estas políticas unidas a las prácticas corruptas de quienes
intentan medrar con el Estado –deteriorando las prestaciones sociales de salud-, han reducido
la calidad de vida de nuestros adultos mayores.
 
8.6.5. Las personas con discapacidad

La realidad que afecta a las personas con discapacidad está signada por la desprotección, la
vulneración de derechos y la discriminación. Es una de las áreas de la política social que
requiere de una acción afirmativa de parte del Estado.
Esta problemática tiene, a nuestro juicio, cuatro aspectos que deben ser encarados:

5
Las Políticas Sociales Cátedra: Tecnologías Sociales. 2006

a)    La integración social de las personas con discapacidad que requiere de esfuerzos
específicos por parte del Estado y de la comunidad organizada para superar estadios de
prejuicio y discriminación.
b)    La cooperación con las familias en las tareas de asistencia, educación y promoción
humana de las personas con discapacidad,
c)    La generación de políticas efectivas de empleo que garanticen la igualdad de
oportunidades respecto de las personas con discapacidad,
d)    La superación de las barreras arquitectónicas, en los distintos espacios urbanos y en los
medios de transporte. Por último cabe resaltar la necesidad de apoyar la significativa acción
comunitaria que desarrollan diversas organizaciones no gubernamentales, tanto de padres de
discapacitados, cuanto de instituciones solidarias.
 
8.6.6. La juventud

Los jóvenes son protagonistas necesarios en los procesos de transformación social.


Constituyen la apertura hacia nuevos horizontes, tanto como un indispensable recambio en las
funciones dirigentes en el ámbito político, social y cultural.
La juventud importa en la democracia cristiana desde tres perspectivas:
a)  Como movimiento que integra el diseño organizacional del partido:
La Juventud Demócrata Cristiana es una rama principalísima del PDC, que participa en todos
los órganos de conducción partidaria por derecho propio. Para nosotros los jóvenes no deben
ser objetos de la manipulación de dirigentes con mayor experiencia. Deben ser protagonistas
necesarios del cambio y la renovación de las estructuras políticas, en paridad de condiciones
con los otros sectores partidarios.
b)  Como sujeto de políticas sociales:
En la perspectiva de la política social la juventud es un área temática definitivamente
incorporada a la agenda social y política. Son aspectos claves de una política de juventud la
capacitación dirigente, el voluntariado y la promoción de la expresión juvenil (comunicación
social, teatro, música, cine, video, artes visuales, etc.)
c) Como miembro de movimientos sociales significativos. También es necesario promover la
participación de los jóvenes en el movimiento sindical, en el movimiento estudiantil y en
otros espacios públicos y comunitarios.
 
8.6.7. Los marginados urbanos y rurales

En una política social centrada en los actores sociales y a partir de la concepción cristiana de
la opción por los pobres, es necesario que el Estado desarrolle una acción afirmativa de los
derechos de aquellas familias afectadas por situaciones de extrema pobreza. Nuestra
población urbana y rural marginada, que supera en los cálculos más optimistas el 20% de la
población, constituye una afrenta a nuestra concepción del desarrollo humano y un
desconocimiento de los derechos humanos.

6
Las Políticas Sociales Cátedra: Tecnologías Sociales. 2006

Reivindicamos la necesidad de asumir la pobreza extrema con un desafío a la imaginación y a


la solidaridad de los técnicos de nuestras universidades, para que se gesten políticas de
empleo y otras de cooperación solidaria, superadoras de las formas extremas de la miseria que
hoy nos agobian como realidad nacional.
 
8.6.8. Las comunidades aborígenes

Los pueblos originarios de América, que desarrollan su existencia en el territorio de nuestro


país, a pesar, de ser los verdaderos “dueños de la tierra” y más tarde beneficiarios de normas –
muchas veces incumplidas- que regulan su accesibilidad a la propiedad y al crédito, viven en
las peores condiciones de marginación de que se pueda tener noticia. Las comunidades
aborígenes tienen derecho a la tierra, a la cultura, a la lengua y la educación bilingüe, a su
propio culto, al respeto por su identidad cultural originaria, a la ayuda necesaria para su
desarrollo y promoción, consagrado por el artículo 75 de la Constitución Nacional.
La democracia cristiana ha tenido siempre en sus plataformas, expresiones de reconocimiento
pleno de los derechos de los pueblos originarios y su derecho a ser tratados a partir de su
identidad política y cultural y no como objeto de medidas meramente asistencialistas.

8.6.9. Los migrantes argentinos y latinoamericanos

Nuestro país ha sido y es una comunidad de conformación aluvional, fruto de sucesivas


oleadas migratorias, lo que significa que detrás de casi todos los argentinos hay un pasado
inmigrante. Las primeras entre 1860 y 1930, correspondieron a la gran migración europea,
que tuvo un rebrote antes y después de la Segunda Guerra Mundial. La segunda comienza con
la migración interna de los años 40 y se prolonga en las migraciones latinoamericanas, que se
perduran en nuestros días.
También, con menor significación hemos recibido otras migraciones como la sirio-libanesa, la
armenia y la de diversos países orientales (japoneses, coreanos, etc.)
Nuestro país afronta el desafío de continuar con una política de puertas abiertas “a todos los
hombres de buena voluntad que quieran habitar el suelo argentino” o admitir ciertas actitudes
xenófobas y racistas, que rechazan a los migrantes latinoamericanos, sin reparar que ya un
porcentaje significativo de los argentinos tiene este origen.
Una sociedad abierta y democrática, debe ser generosa en su actitud hacia quienes han llegado
a nuestra tierra, en búsqueda de un porvenir.
Los demócratas cristianos, sin dejar de tener en cuenta la necesidad de una adecuada
regulación de las corrientes migratorias, reafirmamos nuestra vocación concreta de
integración latinoamericana y por ende, de apertura hacia los hermanos de la América Latina.

7
Las Políticas Sociales Cátedra: Tecnologías Sociales. 2006

8.7. Los temas desafíos

Llamamos temas desafíos a circunstancias nuevas, que definen el escenario social y la agenda
de cuestiones socialmente significativas. Nos referimos a temas como el SIDA, la
drogadicción, la violencia social y doméstica, la adolescencia en conflicto, la discriminación,
etc.

8.7.1. La discriminación

Discriminar es negar en el otro la condición humana. Es juzgar a los otros, no desde la


condición de iguales sino desde la condición de excluidos, marginados, rechazados.
Constituye uno de los problemas morales más serios del mundo contemporáneo, ya que
reemplaza la dignidad humana, por prejuicios o racionalizaciones variadas: la seguridad
nacional, la superioridad de la raza, la valoración social, la religión, las diferencias culturales
o étnicas.
En una perspectiva humanista y cristiana, ninguna razón o argumento puede oponerse al
principio de la igualdad esencial de los seres humanos, que surge tanto del desarrollo ético de
toda la humanidad –como construcción social y jurídica- como de nuestra condición de seres
hechos a imagen y semejanza de Dios Creador y partícipes de su dignidad esencial.
La discriminación debe ser derrotada sobre la base del desarrollo de una cultura de los
derechos humanos.
Porque se asienta sobre los valores y las actitudes que se practican en el ámbito de la vida
cotidiana.
La democracia cristiana rechaza todas las formas de discriminación y se compromete a luchar
contra los fundamentalismos y todas las expresiones de intolerancia.

8.7.2. La exclusión social

Es una de las cuestiones mas serias de esta década final del siglo XX, superior en sus
consecuencias a la marginación.
Excluir significa negar a otro conscientemente, el derecho a tener derechos. Y esto es lo que
está ocurriendo en diversas partes del mundo, con los pobres, con los extranjeros, con los
diferentes.
La exclusión social tiene formas crueles de manifestarse. Algunas de las cuáles son antiguas
en la historia de la humanidad, pero hoy se desarrollan con una resonancia nueva: limpieza
étnica, gatillo fácil, escuadrones de la muerte, ejecución de niños, hombres y mujeres de la
calle, hambruna.
Frente a los nuevos desarrollos tecnológicos, los pobres, serían no funcionales al sistema. Por
ende hay quienes propugnan su eliminación en una suerte de neomaltusianismo cruel de
nuestro tiempo.

8
Las Políticas Sociales Cátedra: Tecnologías Sociales. 2006

La exclusión social constituye una forma emergente de violencia y violación de los derechos
humanos. Requiere su rechazo en plenitud, por parte de los que nos consideramos humanistas
y demócratas, en todo el mundo.

8.7.3. La drogadicción

Las adicciones forman parte de las más graves situaciones problemáticas de nuestro tiempo.
Constituyen una situación de mercado alimentado ilícitamente y un elemento corruptor de la
sociedad y. al mismo tiempo, es además una forma de autodestrucción, estrechamente ligada
con desarrollos culturales.
Luchar contra la drogadicción es un problema que tiene una faz jurídica, política y social
vinculada con la necesidad de combatir el tráfico de drogas y una faz preventiva psico-social,
vinculada con la necesidad de proteger al conjunto de la comunidad y abordar el tratamiento
de las personas afectadas.
Es un tema que constituye un desafío para las organizaciones políticas democráticas, que
deben combatirla en su capacidad corruptora y destructiva, sin confundir el enemigo. Los
adictos son víctimas del tráfico y como tales deben ser ayudadas y protegidas. Confundir
prevención con represión es negar la connotación humana y social del tema.

8.7.4. El SIDA

El SIDA constituye un problema social complejo. Es una enfermedad transmisible con


características particulares y de una inusual extensión y gravedad. Asume las proporciones de
una pandemia que inicialmente se expresa en la cero- positividad del HIV, en forma a-
sintomática. Sin embargo, hoy existen nuevas perspectivas capaces de prolongar la vida a los
enfermos o retrasar la aparición de la enfermedad. NEGATIVIDAD
Es decir que las personas que viven con HIV-SIDA pueden tener una muy prolongada sobre-
vida e incluso una curación definitiva.
Ello acentúa la necesidad de superar prejuicios y abordajes erróneos, para evitar injustas
discriminaciones y precauciones de resultado nulo, innecesario y que en ocasiones
manifiestan crueldad hacia otros seres humanos.
Las medidas preventivas están vinculadas con conductas que es necesario inducir en todos los
sujetos que conforman una comunidad, ya que todos estamos en situación de riesgo.
La discriminación de las personas que viven con HIV-SIDA, debe ser rechazada como una
actitud violatorio de los derechos humanos de toda la sociedad.
Deben protegerse especialmente a este respecto: los derechos del niño, de la familia y de los
pacientes.
Son necesarias también medidas de política social que permitan contar con los recursos
necesarios para la investigación científica, la prevención y el tratamiento de los pacientes, a
partir de los principios de gratuidad y universalidad en la atención.

9
Las Políticas Sociales Cátedra: Tecnologías Sociales. 2006

8.7.5. La adolescencia en riesgo

En nuestro tiempo histórico ha surgido un nuevo protagonista social: el adolescente que se ve


visiblemente afectado por los cambios culturales, morales y sociales de nuestro tiempo. Es al
mismo tiempo gestor y víctima de nuevos escenarios y problemáticas sociales entre las que se
destacan la maternidad adolescente, la violencia urbana y el conflicto con la ley.
La maternidad adolescente es en algunos centros urbanos una realidad en crecimiento. Se
estima que un 25% de los partos son de adolescentes menores de 17 años (Gran Buenos
Aires) La adopción de medidas de educación sexual, educación para el amor, fortalecimiento
de la familia, apoyo a la madre en conflicto y prevención del abandono, constituyen, en este
tema, las bases de una política social eficaz.
La violencia social es una característica de nuestra realidad urbana. De ella, en su forma
institucionalizada, la adolescencia es víctima en el maltrato policial y judicial o, en su forma
extrema, por el extendido uso del gatillo fácil. Por último los adolescentes en conflicto con la
ley, deber ser tratados en el marco de una política social y judicial, que valore y respete sus
derechos fundamentales y su condición de sujetos que requieren medidas educativas, de
promoción y preventivas, que no pueden agotarse en el encierro o en la represión.

__________
Examen final del 14/07/06
Nota: 7
Profesora: Lic. Mafalda Jiménez de Agüero y Lic. Santiago Comán
Alumno: Leonardo Innamorato

10

También podría gustarte