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Y es a partir de 1936, que las primeras organizaciones fabriles aparecen, con sindicatos
de pequeñas fábricas de textiles, y se fueron sumando a las distintas Federaciones
Obreras, quienes son la base fundamental de la Confederación Sindical de Trabajadores
de Bolivia.
Con un golpe de estado, los oligarcas anulan las elecciones generales y Urriolagoitía se
hace del poder el año 1950. Y el primero de mayo de ese año, se produjo una de las
más grandes concentraciones en la ciudad de La Paz, otras ciudades, así como en el
campo y las minas, contra la dictadura, llegando a su cúspide en una combativa protesta
nacional el 17 de mayo, vanguardizada por los trabajadores fabriles y mineros, quienes
convocaron a la huelga general indefinida, sumándose los ferroviarios, bancarios,
universitarios, comerciantes y otros sectores del campo; donde se conformó el “Comité
de Coordinación” con la finalidad de UNIFICAR LA LUCHA y conducir las
movilizaciones. Cuál era su pliego petitorio:
La garantía a las actividades sindicales,
La revisión de la política laboral adoptada por el gobierno,
La reincorporación de 200 trabajadores de la fábrica de vidrios,
El incremento salarial.
Esos oligarcas golpistas, nunca se dieron cuenta hasta la fecha que la sangre
revolucionaria corre por nuestras venas, el amor nuestra patria, el compromiso con
nuestros recursos naturales, por nuestras familias, con la Unidad del Pueblo, siempre
venceremos a la derecha conspiradora.
En estas luchas no debemos olvidarnos de personajes del sindicalismo Fabril que fueron
parte de la historia, como:
Esa historia ha estado también presente en la gestión 2019 donde Bolivia enfrento la
interrupción del orden constitucional, sufrimos represión policial, militar y de grupos
paramilitares, persecución política por fiscales y jueces instrumentalizados, despido
injustificado de trabajadores fabriles. Produciéndose una grave ruptura social en medio
de un discurso de odio, racista, y discriminación, donde la corrupción fue lo que
caracterizo, a los golpistas, quienes solo paralizaron la inversión pública,
manifestándose en obras varadas previstas para el sector fabril.
En este día expreso mis respetos a todos los trabajadores fabriles a nombre del
vicepresidente y todo el gabinete de ministros, comprometiéndonos a impulsar con
mayor fuerza el proceso de reconstrucción de la economía boliviana y seguir luchando
junto a ustedes contra toda amenaza a la producción industrial boliviana, como es el
contrabando, revalorizando nuestra producción nacional y un fuerte impulso a la
sustitución de importaciones, la industrialización de nuestras materias primas.
También quiero llegar con mis felicitaciones a los fabriles afiliados en los nueve
departamentos y resaltar su desenvolvimiento político, a quienes quiero dar buenas
noticias, como parte de nuestros compromisos con la familia fabril:
En sus 69 años de vida orgánica, quiero decirles hermanas y hermanos, FELIZ DÍA DEL
TRABAJADOR FABRIL, SIEMPRE DIGNOS Y REVOLUCIONARIOS.