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CAPERUCITA RED

Lo que
hizo para
tener éxito
y no dijeron
en su multinivel
Rodolfo Stazzi
A Rodolfo Stazzi lo puedes encontrar y seguir en:

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Tabla de contenidos

INTRODUCCIÓN
EL CUENTO, DONDE TODO COMENZÓ
La Caperucita Roja
La Caperucita Roja, después de matar al lobo
EL MISMO HORIZONTE, NUEVOS CAMINOS
El enfoque que buscó, no el que encontró
Por qué falló caperucita
El descubrimiento de caperucita
El Hacer, la "no estrategia"
Movimiento y Acción
Los Frutos
LAS BASES DEL VEHÍCULO
Ser, tu sustento
Tu mente
Rumbo y Dirección
El mapa
La acción
A.I.D.A.: UN ACERCAMIENTO PROFESIONAL
La atención
El interés
El deseo
El cierre
Caperucita, maestra en prospección
Caperucita, forma de prospectar
Lo que la gente quiere ver y escuchar de Caperucita
LA ESTRATEGIA DE VENDERLE AL CEREBRO:
NEUROMARKETING
Neurocaperucita
Caperucita Roja, la reptil
Neurotransmisores a favor de Caperucita
Atención, Emoción, Recordación
CONCLUSIÓN
INTRODUCCIÓN
¿Qué diría Franz Beckenbauer o Edson "Pelé" Arantes do Nascimento ante lo
avanzado del futbol el día de hoy?
Muchas de estas estrellas comenzaron en canchas de polvo o lodo, con
zapatillas de tela o lona rotos (muchas veces rotos por la falta de recursos) y
una alimentación tan precaria que, en ocasiones nos sorprenderíamos de
cómo llegaron al nivel que conocemos.
Hoy en día, las condiciones son muy distintas pues se han levantado escuelas
o academias de futbol por todo el mundo, las zapatillas vienen con tecnología
incorporada, camisetas que mantienen el calor corporal, canchas que no
forman lodo ni polvo en ninguna condición climática y que, en caso de lluvia,
automáticamente, techos cierran el cielo del estadio, han dado al futbol mayor
fluidez, estrategias tan agudas como de ajedrez, técnicas y jugadas que
muchas veces nos dejan impávidos pensando si realmente es futbol o un
espectáculo mayor.
Comienzo este libro con estos párrafos para dar a entender en qué etapa y
circunstancias se encuentra el multinivel.
Entendiendo que es un negocio sustentado en las relaciones o conexiones con
personas, las tecnologías, las estrategias y jugadas han evolucionado. Las
relaciones jamás cambiaran, pero la forma de "juego", la "vestimenta", el
"campo de juego" y la preparación han variado y seguirán haciéndolo.
Muchos adeptos y "jugadores" de redes de mercadeo dirán que los goles se
pueden introducir hasta sin zapatillas profesionales de futbol o que aun
puedes jugar con las pesadas y duras pelotas de trapo, como lo hicieron los
próceres de este deporte. Sin embargo, usar zapatillas profesionales de futbol
y pelotas aerodinámicas, es mejor, más efectivo y eficaz a la hora de ganar la
copa del mundo.
EL CUENTO, DONDE TODO COMENZÓ
La caperucita roja
Había una vez una adorable niña que era querida por todo aquél que la
conociera, pero sobre todo por su abuelita, y no quedaba nada que no le
hubiera dado a la niña. Una vez le regaló una pequeña caperuza o gorrito de
un color rojo, que le quedaba tan bien que ella nunca quería usar otra cosa,
así que la empezaron a llamar Caperucita Roja. Un día su madre le dijo:
"Ven, Caperucita Roja, aquí tengo un pastel y una botella de vino, llévaselas
en esta canasta a tu abuelita que esta enfermita y débil y esto le ayudará. Vete
ahora temprano, antes de que caliente el día, y en el camino, camina tranquila
y con cuidado, no te apartes de la ruta, no vayas a caerte y se quiebre la
botella y no quede nada para tu abuelita. Y cuando entres a su dormitorio no
olvides decirle, "Buenos días," ah, y no andes curioseando por todo el
aposento."
"No te preocupes, haré bien todo," dijo Caperucita Roja, y tomó las cosas y
se despidió cariñosamente. La abuelita vivía en el bosque, como a un
kilómetro de su casa. Y no más había entrado Caperucita Roja en el bosque,
siempre dentro del sendero, cuando se encontró con un lobo. Caperucita Roja
no sabía que esa criatura pudiera hacer algún daño, y no tuvo ningún temor
hacia él. "Buenos días, Caperucita Roja," dijo el lobo. "Buenos días, amable
lobo." - "¿Adónde vas tan temprano, Caperucita Roja?" - "A casa de mi
abuelita." - "¿Y qué llevas en esa canasta?" - "Pastel y vino. Ayer fue día de
hornear, así que mi pobre abuelita enferma va a tener algo bueno para
fortalecerse." - "¿Y adonde vive tu abuelita, Caperucita Roja?" - "Como a
medio kilómetro más adentro en el bosque. Su casa está bajo tres grandes
robles, al lado de unos avellanos. Seguramente ya los habrás visto," contestó
inocentemente Caperucita Roja. El lobo se dijo en silencio a sí mismo: "¡Qué
criatura tan tierna! qué buen bocadito - y será más sabroso que esa viejita. Así
que debo actuar con delicadeza para obtener a ambas fácilmente." Entonces
acompañó a Caperucita Roja un pequeño tramo del camino y luego le dijo:
"Mira Caperucita Roja, que lindas flores se ven por allá, ¿por qué no vas y
recoges algunas? Y yo creo también que no te has dado cuenta de lo dulce
que cantan los pajaritos. Es que vas tan apurada en el camino como si fueras
para la escuela, mientras que todo el bosque está lleno de maravillas."
Caperucita Roja levantó sus ojos, y cuando vio los rayos del sol danzando
aquí y allá entre los árboles, y vio las bellas flores y el canto de los pájaros,
pensó: "Supongo que podría llevarle unas de estas flores frescas a mi abuelita
y que le encantarán. Además, aún es muy temprano y no habrá problema si
me atraso un poquito, siempre llegaré a buena hora." Y así, ella se salió del
camino y se fue a cortar flores. Y cuando cortaba una, veía otra más bonita, y
otra y otra, y sin darse cuenta se fue adentrando en el bosque. Mientras tanto
el lobo aprovechó el tiempo y corrió directo a la casa de la abuelita y tocó a la
puerta. "¿Quién es?" preguntó la abuelita. "Caperucita Roja," contestó el
lobo. "Traigo pastel y vino. Ábreme, por favor." - "Mueve la cerradura y abre
tú," gritó la abuelita, "estoy muy débil y no me puedo levantar." El lobo
movió la cerradura, abrió la puerta, y sin decir una palabra más, se fue directo
a la cama de la abuelita y de un bocado se la tragó. Y enseguida se puso ropa
de ella, se colocó un gorro, se metió en la cama y cerró las cortinas.
Mientras tanto, Caperucita Roja se había quedado colectando flores, y
cuando vio que tenía tantas que ya no podía llevar más, se acordó de su
abuelita y se puso en camino hacia ella. Cuando llegó, se sorprendió al
encontrar la puerta abierta, y al entrar a la casa, sintió tan extraño
presentimiento que se dijo para sí misma: "¡Oh Dios! que incómoda me
siento hoy, y otras veces que me ha gustado tanto estar con abuelita."
Entonces gritó: "¡Buenos días!," pero no hubo respuesta, así que fue al
dormitorio y abrió las cortinas. Allí parecía estar la abuelita con su gorro
cubriéndole toda la cara, y con una apariencia muy extraña. "¡Oh, abuelita!"
dijo, "qué orejas tan grandes que tienes." - "Es para oírte mejor, mi niña," fue
la respuesta. "Pero abuelita, qué ojos tan grandes que tienes." - "Son para
verte mejor, querida." - "Pero abuelita, qué brazos tan grandes que tienes." -
"Para abrazarte mejor." - "Y qué boca tan grande que tienes." - "Para comerte
mejor." Y no había terminado de decir lo anterior, cuando de un salto salió de
la cama y se tragó también a Caperucita Roja.
Entonces el lobo decidió hacer una siesta y se volvió a tirar en la cama, y
una vez dormido empezó a roncar fuertemente. Un cazador que por
casualidad pasaba en ese momento por allí, escuchó los fuertes ronquidos y
pensó, ¡Cómo ronca esa viejita! Voy a ver si necesita alguna ayuda. Entonces
ingresó al dormitorio, y cuando se acercó a la cama vio al lobo tirado allí.
"¡Así que te encuentro aquí, viejo pecador!" dijo él:"¡Hacía tiempo que te
buscaba!" Y ya se disponía a disparar su arma contra él, cuando pensó que el
lobo podría haber devorado a la viejita y que aún podría ser salvada, por lo
que decidió no disparar. En su lugar tomó unas tijeras y empezó a cortar el
vientre del lobo durmiente. En cuanto había hecho dos cortes, vio brillar una
gorrita roja, entonces hizo dos cortes más y la pequeña Caperucita Roja salió
rapidísimo, gritando: "¡Qué asustada que estuve, ¡qué oscuro que está ahí
dentro del lobo!," y enseguida salió también la abuelita, vivita, pero que casi
no podía respirar. Rápidamente, Caperucita Roja trajo muchas piedras con las
que llenaron el vientre del lobo. Y cuando el lobo despertó, quiso correr e irse
lejos, pero las piedras estaban tan pesadas que no soportó el esfuerzo y cayó
muerto.
Las tres personas se sintieron felices. El cazador le quitó la piel al lobo y se
la llevó a su casa. La abuelita comió el pastel y bebió el vino que le trajo
Caperucita Roja y se reanimó. Pero Caperucita Roja solamente pensó:
"Mientras viva, nunca me retiraré del sendero para internarme en el bosque,
cosa que mi madre me había ya prohibido hacer."
Bueno, creo que hasta ahí ya conocías, ¿no? De hecho, como dato extra
puedo decirte que la historia que conoces no es del todo la original. Esta
versión y la más conocida fue la edición que hicieron, en 1812, los hermanos
Grimm a la historia de Charles Perrault, quien a su vez fue quien recogió la
historia y la plasmo por primera vez en un compilado de cuentos para niños
en el año 1697, que se contaba de manera oral en la época, sin embargo,
Perrault suprimió la escena final donde el lobo invita a Caperucita a consumir
las vísceras de su abuela. Simplemente el lobo se come a Caperucita y no
existe cazador que la salve (el agregado de los hermanos Grimm).
Naturalmente que las moralejas siempre han sido que: No se debe hablar con
extraños y que no hay que desviarse del camino.
Pero yo no escribí este primer capítulo para darte una reseña histórica y las
respectivas reflexiones al respecto, sino para que sepas lo que ocurrió
después de que el lobo fuese asesinado. Así es que pasemos al siguiente
capítulo para contarte lo sucedido.

La caperucita roja, después de matar al lobo


Luego de la tragedia, Caperucita asimiló que desobedecer es fatal.
En verdad, Caperucita vivía solo con su abnegada madre, quien trabajaba en
una casa haciendo aseo de lunes a viernes, mientras que los sábados y
domingos lavaba y zurcía ropa de gente del pueblo. Vivian una situación muy
estrecha y a veces tenían solo para sobrevivir el día, eso hacía soñar a
Caperucita con un futuro diferente.
Pasaron los días, los meses y los años; Caperucita hacia lo que su madre una
y otra vez le repetía: "Hija querida, no te vuelvas a desviar del camino que te
aconsejo… Obtén buenas calificaciones para que ingreses a una buena
universidad y finalmente, con un título en tu mano, podrás acceder a un
excelente trabajo para ganar un buen sueldo. Eso te dará una buena pensión
para disfrutar de tu vejez".
Caperucita, como ya había pasado por la desagradable experiencia de
desobedecer a su madre, siguió cada uno de los consejos que su madre le
dijo. Su madre se esforzaba a diario por la educación de su hija y Caperucita
se esmeraba por ser la primera de su colegio.
Al salir del colegio e ingresar a la universidad, su madre queda desempleada
y, ante las deudas que le generaban las mensualidades acumuladas, decide
buscar un ingreso extra para ayudar a su madre.
Caperucita busca en el periódico y encuentra un espectacular anuncio:
“Estudiantes a Tiempo Parcial, 400 dólares Extras". Asiste a una reunión en
donde todos saltan, gritan y explican un plan que nunca entendió, pero que la
iba hacer millonaria en 3 meses, tan solo distribuyendo unas canastitas con
pastel y vino. Según la persona que explicaba, no había que preocuparse de
las canastas pues se venden solas, que si tuvieran boca y piernas no era
necesaria la participación de personas en este lucrativo negocio, además, "¿A
quién no le gusta el vino y los pasteles?", decía el expositor, "todo el mundo
necesita una canastita como esta!!!!!".
La verdad es que viendo tanta gente en esa reunión que ganaba tanto dinero,
ella pensaba que era muy difícil que tanta gente se pusiera de acuerdo y cada
vez que se cruzaba con alguien en la calle iba contando millones que se
perdía en vender. Pensaba de donde sacar el dinero para comenzar su negocio
y la única alternativa que tenía era recurrir a algunos ahorros personales y que
su madre le ayudara.
Al llegar a su casa, le cuenta a su madre acerca de la grandiosa idea de
distribuir canastitas con vino y pastel. A su madre le cuesta entender mucho
lo que su hija le dice, pero accede a prestarle la cuota inicial del negocio para
hacerse millonarias en 3 meses.
Gracias a su inversión inicial le enseñaron a hacer llamadas en frio con un
guion que ocupo con todo el mundo, a repartir volantes, a hacer encuestas en
la calle, llamar a amigos, familiares y conocidos para invitarlos a la reunión
también, hizo degustaciones de canastitas, y todo lo que le siguieron
enseñando para conseguir la millonaria posición dentro de la empresa.
Y finalmente, por sus esfuerzos de marketing logró sus ansiados clientes: el
cazador y su abuelita.
En medio de angustias, bajo la atenta mirada de familiares cercanos, con el
ímpetu de atender mejor, pensó en una solución y se sumergió en la búsqueda
de más formas de ayudar a sus clientes, aparte de sus canastitas (sus primeras
ideas de valor agregado).
Mientras tanto, seguía asistiendo a los seminarios intentando afiliar a sus
círculos cercanos, pero estos apenas la venían venir buscaban cualquier
excusa para salir pronto del alcance de Caperucita, pues ella aprovechaba
todas las situaciones de encuentro familiar para hablarles de las maravillosas
bondades del vino y el pastel. No lograba cancelar sus deudas acumuladas
con su casa de estudios, pues lo que lograba ganar lo reinvertía en más
canastitas y en algo que le enseñaron que era una inversión, una imagen de
éxito.
Finalmente, toco fondo su situación, bajo la crisis por la que estaba pasando
su negocio es que decide hacer una pausa y buscar una solución definitiva.
Tras meses de búsqueda comienza a encontrar gente que está teniendo éxito
con otras empresas, pero entiende de inmediato que es la forma en que
desarrollan sus estrategias, formas de llegar a sus clientes y de armar sus
redes de distribución. Caperucita estaba frente a todo un mundo diferente al
que no le había tocado vivir, más profesional, más empático con la esencia
del ser humano, más cercano a ayudar que a convencer.
Comienza a conocer mentores, a entender que vender es un proceso más
largo que llegar y ofertar un producto a cualquiera y que no toda persona que
se le cruzase en su camino debía terminar haciendo su mismo negocio.
Gracias a capacitaciones especificas aprende de sistemas y de segmentación
que le hacen pensar solo en abuelitas enfermas para distribuir sus canastitas y
madres de hijas universitarias para su red de distribución.
Hoy en día tiene casi 50 abuelitas que reciben mes a mes las canastitas de su
propia mano y más de 2500 madres de hijas universitarias en su red de
distribución. Gracias a sus ingresos por sobre las 7 cifras, viaja recorriendo el
mundo con su madre y su abuelita.

EL MISMO HORIZONTE, NUEVOS CAMINOS


El enfoque que buscó, no el que encontró
Caperucita tenía deudas fuertes que arrastraba por la acumulación de
mensualidades impagas de su universidad. Por otro lado, seguían
sobreviviendo con su madre de algunos ahorros que habían quedado gracias a
la liquidación que recibió por despido.
Así es que Caperucita necesitaba encontrar una solución definitiva. Hasta
que, en una madrugada, mientras navegaba por internet, encuentra tres
personas con los que comenzaría un capitulo diferente de su negocio: Juan
Laine, Adrián Olmedo y Luis Font.
Comenzó a digerir cada video, cada libro que publicaban hasta altas horas de
la noche. Conoció al mayor record de ventas de la historia, Joe Girard.
Entendió que, si había un camino técnico, pero con mucha practica a la par. Y
le llamo muchísimo la atención la aparición de tres conceptos sobre los que
debemos desarrollar cualquier proyecto: el Ser, la Visión y el hacer.
Si lo grafico en un ejemplo más tangible, se me ocurre que es parecido a las
partes de un carro.
El chasis y la estructura del carro es la base para el vehículo. Para nuestro
negocio, los principios y valores serán la base sobre la cual fundamos nuestro
negocio. La verdadera intención sobre la que hacemos cada acto con la que
conseguiremos dinero. Allá afuera un sin número de timadores y charlatanes
existen, gente que vive al corto plazo y no entienden de principios y valores.
Pero tú estás leyendo esto porque quieres una base sólida en tu negocio, esa
base te la dan tus principios y valores.
La visión es el motor. Mientras en el automóvil es un motor de cierta
cantidad de caballos de fuerza que transportará una maquinaria que funciona
internamente de forma coordinada, nuestro negocio tiene un motor que le
impulsa a diario a la acción, nuestras razones. Algunos pueden querer darle
bienestar a la familia, otros pasar más tiempo con sus hijos, un grupo
diferente podrá querer un carro lujoso y salir a mostrarlo, otras querrán salir
de shopping, en fin… todas las razones son válidas, pues hay carros con
motores de múltiples caballos de fuerza. Pero debes recordar siempre donde
quieres llegar para saber cuántos caballos de fuerza necesitas. No todos los
motores te sirven para los mismos propósitos, por lo tanto, si tus metas son
altas no debieras tener pocos caballos de fuerza.
La otra parte del carro que es importante es el hacer. ¡Un automóvil no
avanza si no hay un chofer, si existe quien conduzca el transporte o maquina!,
incluso, si lo ves de forma muy general. Para conducir un automóvil, debes
desde aprender las normas del tránsito hasta desarrollar las habilidades
necesarias para controlar cada una de las piezas dentro de la cabina o espacio
del conductor. Tan solo por mencionar una delicada pero tan cotidiana
habilidad, si no sincronizas el retiro del pie del embrague con la presión lenta
y paulatina del acelerador, el automóvil se detiene. En el negocio sucede
exactamente lo mismo, el hacer se refiere a las acciones que debes llevar a
cabo para generar el movimiento del este. Todas y cada una de las
habilidades que es preciso desarrollar para comenzar a tener réditos, algunas
como: saber prospectar, presentar, cerrar y hacer seguimiento; se hacen
cruciales al momento de hacer avanzar este carro.
Esta comenzó a ser la base ideológica de Caperucita. Estaba maravillada ante
estas nuevas ideas y que estaba segura que le iban a sustentar cada una de sus
decisiones en sus ventas y crecimiento de su red de distribución de
canastitas.

Por qué falló caperucita


Ante toda esta nueva realidad que estaba viviendo, con prospectos nuevos
cada día, generando ventas de forma periódica y sistemática y atrayendo a
mas madres con hijas en la universidad a su red de negocios, a la vez seguía
viendo personas que llegaban a la mitad de la carrera y tiraban la toalla.
No dudo en absoluto que quien ingresa al multinivel o mercadeo en redes, lo
haga con la mejor intención. Creo firmemente que los negocios (negarse al
ocio) se generan, en un principio, por un valor innato del ser humano, ayudar
al prójimo.
Sin embargo, luego de tener este deseo, comienzan a influir múltiples
factores que van torciendo o fortaleciendo nuestro "automóvil" en su viaje
respectivo: Educación del individuo, cultura, dominio de la ansiedad, valores
familiares y quizás un par que se me quede en el tintero. Nunca es el dinero
un factor que tuerza o fortalezca nuestro negocio y si te percatas son aspecto
o ámbitos que tienen que ver más con el piloto o chofer que razones más
ligadas al carro que conduzca.
Mira, te doy un ejemplo más tangible, teniendo claro lo parecido que es
nuestro negocio a un automóvil: Si manejas un Ferrari, pero no tienes idea de
esta coordinación entre embrague y acelerador o bien no tenías la conciencia
ética de dejar pasar a un ciclista que pasaba por tu lado mientras tu querías
acelerar; esos son aspectos que están lejos de ser responsabilidad de un carro
ultra veloz. Volteemos el ejemplo e imaginemos que en tus manos está el
volante de un automóvil Lada, pero tu nombre lo vamos a cambiar y, tan solo
por este capítulo (no te entusiasmes), te llamaras Michael Schumacher. Ahora
Michael (disculpa que te tutee), si te pongo a competir con el carro Ferrari y
el piloto que te describí, ¿crees que ganaras?. Lo más probable es que ganes.
Si estás viendo donde es la gran falla, ¿no? Un pobre desarrollo en el Ser y el
Hacer.
Al reflexionar, Caperucita concluía que los problemas que determinan el
fracaso están en torno a la poca perseverancia, falta o nula información y
poca preparación. Empero, ella veía una muy disminuida preparación en el
Hacer. Se reconoce muy perseverante, con altos valores y principios, pero
nadie le había enseñado de prospección, los pasos para presentar su propuesta
y como relacionarla con el problema de su prospecto, de cierres suaves y
finalmente de tipos de seguimientos.

El descubrimiento de caperucita
Todos deseamos dinero. TODOS. Aun en los peores días de escasez
Caperucita siempre tuvo la oportunidad de engañar o mentir, pero siempre
tenía presente que es su elección como lo lograr y con qué intenciones ayudar
a quien le busca por ayuda. Ella sabía que existen responsabilidades y
algunas muy serias, frente a las que en muchas ocasiones rompió en llanto
por la presión que significaban.
Cuando comenzó la nueva fase de su negocio, más profesional y con mayor
información acerca del Hacer, comprendió la importancia de la preparación y
el tiempo que requiere y que si quería volverse una verdadera profesional
debía tener presente que "lo gratis no es bueno, ni que lo bueno no es gratis".
A Caperucita Roja también la incentivaron a saltar sobre una silla, le dijeron
que el producto "se vendía solo", que lo único que hay que hacer es hablar
con la gente, que si se tomaba más fotos con los líderes avanzaría más rápido
en el plan de compensación y un sin fin de "consejos para el éxito". Pero fue
ella quien decidió apartarse del rebaño y armarse de un camino diferente. Ella
entendió que pese a que tenía colección de fotos con "lideres pilotos de otros
carros", pero no sabía cómo manejaban sus carros y QUE HACEN para
manejarlos con pericia, es muy difícil conseguir su éxito.
¿Cuál fue tu último libro de ventas?, ¿A cuántos cursos de ventas has
asistido?, ¿Tienes algún mentor o coach que te esté capacitando en ventas?
No quiero menospreciar a las capacitaciones de tu empresa, pero créeme que
las de caperucita Roja solo trataban acerca de los productos, como se usan,
los efectos y una pincelada acerca de cómo "perseguir" a tu círculo cercano,
como hacer encuestas y repartir volantes.
Gracias a que Caperucita cargaba una perseverancia de hierro, buscó en un
sin fin de fuentes hasta masticar el éxito por la vereda que ella quería. Así fue
como entendió de prospección, presentación, cierres, seguimiento, estrategia.
Y a través de la practica constante y perfeccionada, la pericia fue
acercándose.
Te advierto que mientras tus habilidades vayan mejorando y tus resultados
aumentando, querrás aumentar tu visión. Si antes querías solo pasar unas
horitas con tus hijos, gracias al aumento de tu ingreso, podrás pagarle a
alguien para que te supla en algunas funciones y poder pasar más tiempo con
tus hijos. Todo, gracias al aumento de tu HACER. Pero cuidado, Caperucita
repartía desde 100 y aumentó a 500 volantes diarios. A ese aumento no me
refiero, sino al alcance de su efectividad. Para eso es necesario desarrollar
habilidades. Caperucita aumento la efectividad de su Hacer y su economía
también. Ahora ya su visión se expandía mes a mes y ya no soñaba solo con
pagar las deudas sino con casa propia y conocer el mundo.

El Hacer, la "no estrategia"


Una de las primeras lecciones que aprendió Caperucita, fueron las
operaciones básicas de la venta:
Prospección
Presentación
Cierre
Seguimiento
En cada una de ellas podemos usar ciertos instrumentos y estrategias según la
situación o quien tengamos en frente. Pero y ¿Si eres tu quien se auto sabotea
y no cree poder lograrlo? TODOS, absolutamente todos podemos alcanzar la
cima en el multinivel que estamos. Todos tenemos el potencial de ser grandes
Networkers o Multiniveleros, pero está en tu mente la primera clave para
comenzar tu carrera, creerlo. Luego de créelo debes comportarte como un
profesional en tu rubro, desde que te levantas hasta que te acuestas, es decir,
si eres un cirujano plástico y aún usas Ether para anestesiar a tus pacientes,
estamos hablando que eres un cirujano poco profesional. Tratar con seriedad
a tu profesión implica estar completamente al día en cada una de las áreas que
comprende y las nuevas que aparezcan. Eso genera confianza y seguridad, el
primer paso para convertir un prospecto en cliente. Caperucita, esto lo
asimiló con facilidad, pues estando tanto tiempo realizando un negocio con
resultados más cercanos a un hobby que a una profesión, vio de inmediato
que eran sus herramientas y disposición frente al cliente o prospecto las que
estaban fuera de foco.
Caperucita estaba atoradísima en sus primeras presentaciones y, déjame
decirte, que es completamente normal. El miedo es la suma de falta de
información y falta de experiencia. Incluso, la primera fase de su negocio fue
un muy buen colchón de experiencias (no de información) que ayudó
grandemente a perder el miedo, pero no sabía lo que hacía.
Sin embargo, ¿cómo romper esa barrera de amateur y dar el paso a desarrollar
grandemente nuestro potencial y adquirir de forma tangible nuestras metas
(visión)? Por desgracia, ante esta pregunta, lo que los uplines de Caperucita
respondían una y otra vez era: ¡¡¡¡mantén tus metas claras y define bien tus
objetivos, eleva tu actitud, motivación y entusiasmo y estarás listo para
emprender tu negocio!!!!
¿Y si tu negocio es pilotar aviones?... ¡Da lo mismo, no complejices tu
negocio, esto debe ser simple!, así es que entra a la cabina y haz volar esa
máquina. ¡Tu puedes!, tienes la actitud correcta, sientes la grandeza en tus
manos, tienes tus metas declaradas y empapelaste tu habitación con cada una
de ellas. Alrededor tuyo todos gritan eufóricamente y saltando con mucha
algarabía: ¡Siiii... tu puedes hacerlo!
Entras a la cabina, miras el tablero lleno de perillas, botones, interruptores,
teclas...
… ¿qué sucederá con todos esos pasajeros que están atrás de ti, todos
sentados con sus cinturones puestos y listos para embarcarse hacia sus
rumbos? Probablemente estamos frente al comienzo de un gran desastre,
¿cierto?
Esto es lo mismo que sucede en el ambiente del multinivel con frecuencia. Y
fue la base para tocar fondo en la experiencia de Caperucita. Sin desarrollo de
habilidades, sin los resultados como esperabas, se van generando un cúmulo
de experiencias negativas que van erosionando cada una de las ideas
aceptables que tenías del multinivel. Los más valientes, siguen intentándolo,
pero como creyeron que era el producto que no se vendía, saltaron de una
empresa a otra y se van convirtiendo en los "nómades" del multinivel, pues
este mes están promocionando un producto de una empresa, el próximo mes
están intentando comerciar (muchas veces a la misma gente) otro producto y
así sucesivamente.
Recuerda que el piloto de aviones pagó cierta suma de dinero para poder
aprender a pilotar aviones profesionalmente. ¿Cuánto has invertido tú en
ventas?
En nuestro rubro no existe universidad o instituto que eduque a la gente para
convertirse en Networker. Copia lo que hizo Caperucita; busca de forma
concentrada a tus mentores, conócelos, investígalos para ver si se empatan
con tu Ser. Para Caperucita, no era importante tan solo que su caja
registradora sonase a diario, sino qué hizo para que sonara, a cuantos ayudó
de forma profesional. Por eso es importante que observes que hacen tus
mentores para que suene su caja registradora.

Movimiento y Acción
Cualquiera puede ser un maestro en cualquier área que se proponga. Ser
maestro en multinivel implica ser un grande en las ventas directas y un
campeón de la estrategia en el multinivel.
¿Por qué muchos se estancan? La verdad es que cuando nos detenemos a
observar demasiado es que perdemos toda noción de nuestras metas. Si
quieres ser un grande del fútbol, debes practicar hasta el cansancio como
chutear un balón y colocarlo dentro del arco. Día y noche, desde todas las
posiciones de la cancha, pues chutear y anotar es la base de ganar un partido
de fútbol. Puedes estudiar teóricamente que chutear con borde interno del pie
la zona centro inferior del balón, hará que la trayectoria del balón sea hacia
arriba, pero si no llevas eso a la acción, jamás podrá ser un grande del fútbol.
En nuestro negocio de multinivel de caperucita, pasa exactamente lo mismo,
pero relacionarse con otros es la base fundamental. Es crucial estar generando
contactos, moviéndose en la cancha (cualquier lugar donde exista gente),
llevando a un siguiente nivel las relaciones humanas y conseguir la afinidad,
confianza y seguridad. Hoy existen los avances científicos que nos dan el
conocimiento de entender cómo funciona una mirada, un gesto, una elevación
de tono. Existe la literatura que nos lleva de la mano para entender la forma
precisa de expresarnos para llamar la atención y transmitir un mensaje
preciso. Nicholas Boothman fue uno de los escritores que introdujo a
Caperucita en esta materia, para luego seguir investigando temas que rodean
la PNL y el Neuromarketing.
La intención final que debes tener presente no es una simple relación con
otros, sino Prospectar. La prospección no es más que obtener información,
para investigar y analizar si es candidato para tu propuesta de negocios o
productos. Desafortunadamente algunas empresas de multinivel difunden el
concepto de prospectar como una forma de ofrecer a cualquier persona un
producto o servicio.
Si te vuelves un maestro de la prospección, podrás vender con más
efectividad. Si vendes con más efectividad, afiliar será de tu dominio.

Los Frutos
En la primera fase del negocio de Caperucita, tuvo siempre presente lo que le
repetían sus uplines: "háblales a todo el mundo de tu producto y oportunidad,
no debes discriminar a nadie pues todos merecen ver tu oportunidad". En esa
etapa, aun Caperucita no tenía noción de prospección ni formas de filtrar a los
interesados.
Cuando llego a lo más profundo de su situación conoció de números claves
que debes tener claros a la hora de salir a presentar, justamente para saber
direccionar tu presentación.
De un 100% de los prospectos a los que les estás presentando tu propuesta o
productos, habrá un 20% que serán tus clientes si o sí. Esta primera porción
de personas siempre les encantará tu presentación, no interesa como la
hiciste, te comprarán si les respondes todas las inquietudes de forma que
cierres con facilidad la venta.
Luego encontrarás un 60% de personas que no están del todo convencidos de
obtener tus servicios, patrocinaje o tus productos. Siempre encontrarás este
tipo de personas que no les gusta tomar de frente decisiones o que prefieren
analizar bastante cada determinación, así es que es completamente natural,
sin embargo, es aquí donde debe hacerse presente una nueva habilidad más,
la Persuasión. Nuestra protagonista desarrolló esta habilidad y fue ganando
paulatinamente un porcentaje importante para acrecentar sus ventas y, por lo
tanto, de afiliar a más gente a su negocio. Insisto, si tienes más ventas, te
darás cuanta como podrás afiliar más. Una franquicia de McDonald’s podrá
abrir más franquicias si solo si el local genere ventas, tu negocio es igual.
Persuadir no implica convencer, sino más bien dar las razones precisas para
que tu prospecto obtenga más afinidad, seguridad y confianza en que tú estás
enfocado en ayudarle a resolver sus problemas y no en obtener el dinero de
su bolsillo, como lo haría cualquier charlatán. Charlatán es aquel que
simplemente diserta frente a un público sin grandes preocupaciones. Pero tú
no eres un charlatán, sino un Networker que está enfocado en ayudar, en dar
la seguridad a quien tienes en frente de que tú eres a quien necesita para
resolver sus inconvenientes.
Mostrar resultados (si es de familiares tuyos es mucho mejor), ofertar una
garantía o incluso un reembolso y, finalmente, una amistad son pruebas
claves que generan movimiento de tu prospecto a cerrar un negocio contigo.
Es justamente en esto último en lo que debes convertirte, en un amigo muy
cercano para obtener la mejor información de sus problemas y poder ayudarlo
de forma más certera.
Si dominas la persuasión, cerrar negocios será un tema de menor importancia
para ti. Si tienes una empresa con un buen producto y buen servicio, tendrás
mejores apoyos en lo que pararte en tu presentación. Averigua si existe algún
protocolo de devolución de productos y cuanto es el plazo máximo para este,
pues esos son datos que ayudan a detectar una buena empresa de multinivel.

LAS BASES DEL VEHÍCULO


Ser. Tu sustento
Los valores y principios serán los elementos de tu Ser que sostendrán en esta
conformación de tu negocio. Serán la base que sostendrá tanto en los
momentos de fracasos como en los momentos de bonanza y éxitos.
Para ver lo que sucedía en la cabeza de Caperucita Roja, evoquemos lo que
nos enseña Stephen Covey en su libro "Los 7 hábitos de la gente altamente
efectiva":
Los principios son verdades profundas, fundamentales, verdades clásicas,
denominadores comunes. Son hebras estrechamente entretejidas que
atraviesan con exactitud, consecuencia, belleza y fuerza la trama de la vida.
La ética del carácter se basa en la idea fundamental de que hay principios que
gobiernan la efectividad humana, leyes naturales de la dimensión humana que
son tan reales, tan constantes y que indiscutiblemente están allí como las
leyes de la gravitación universal en la dimensión física.
Es decir, mientras los valores nos rigen de forma interna y los principios de
manera externa y como es llevado un valor a la práctica, es como marcamos
nuestros parámetros para movernos dentro de nuestro negocio. Te doy un
ejemplo para darte más claridad: si un valor de Caperucita es la honestidad,
un principio de ella puede derivar en no robar ni corromper; si Caperucita es
respetuosa, otro principio que se puede derivar de ella es que no hostiga ni
persigue para venderte un producto.
Gracias a nuestros principios y valores es que jerarquizamos y escogemos
nuestras decisiones y prioridades. Los principios no son estáticos, son
completamente perfectibles pues la realidad cambia, sin embargo, tus valores
como la Honestidad y el Respeto son las guías que te marcarán tu cancha de
juego. En base a cada una de las cosas que nos interesan (de acuerdo a la
situación y época) es que estableceremos nuestras preferencias de acciones y
determinaciones.
Hay que trabajar profundamente en los valores, pues tu coherencia como ser
humano está a prueba en cada instante, por siempre. El líder implícito que
está en tu interior, según lo que nos explica en sus libros John Maxwell, debe
ser íntegro en todo momento. Si es honesto en su trabajo, lo debe ser en su
hogar. Mientras mayor integridad alcances como ser humano, más seguidores
estarán encantados de seguir tus pasos.
Pero recuerda que tienes en tus manos el poder de escoger en qué líder deseas
convertirte. Adolf Hitler lo demostró y nos lo deja claro en su carta redactada
en 1919, donde nos expone todo su odio hacia los judíos. Más de dos décadas
después de esta carta llega su apogeo en el poder. Esto último, ¿gracias a su
odio?... mmm no, su coherencia. Fue un líder negativo, pero coherente.
Entiendo perfectamente que quizás no matarías siquiera una mosca, sin
embargo, quieres liderar gente en tu red de mercadeo, prometiéndoles casas,
viajes, cifras de múltiples ceros, pero que aún tú mismo no obtienes. Yo creo
que alguien que promete enseñar inglés y no saber siquiera que significa
"hello", se denomina: Fraude. Quieres enseñar a prospectar y vender, cuando
tu última inversión fue la adquisición de la entrada al evento de tu compañía,
lo siento, un negocio requiere de mayor preparación.
Tus principios saldrán de la solidificación de estos valores. Aún tu negocio
esté en su estación de invierno o verano, tus principios (sustentados en los
valores) serán inquebrantables. Sobre estos principios es que florecerán tus
habilidades, es decir, un cerrajero podrá tener la habilidad de abrir cualquier
puerta, sin embargo, sus principios y valores no le permiten abrir la de una
bóveda de un banco.
Si bien es cierto, Caperucita Roja provenía de una familia donde le edificaron
valores con raíces bien profundas, en los comienzos de su negocio, en la
primera fase, cuando no tenía los resultados, fueron puestos a prueba y sobre
estos, una cantidad de principios según las situaciones fueran presentándose.
Gracias a esta solidez como persona, generó una atractiva confianza hacia sus
prospectos y este magnetismo le daba mayor confianza a ella misma. Cuando
comenzó a ver luz en su negocio, comenzó a cosechar en forma de avalancha
los resultados, pues como líder tenía generado un chasis y una estructura
sólida, sobre el cual armar su automóvil con sus demás partes.

Tu Mente
Recuerda que todo sucede en primer lugar ahí, en tu mente. Si no tienes bien
organizada tu mente, es imposible organizar tu oficina y luego tu familia. Los
cambios deben ser rotundos en tus creencias.
En Latinoamérica heredamos un miedo al éxito de épocas de la "conquista" y
debemos estar claro que tener éxito es bueno, es un destino que debemos
escoger por que vinimos a ser felices y plenos. Tener mucho dinero es un
aspecto de la plenitud y el éxito, pero no es la cima. Si obtenemos un
comportamiento positivo, un lenguaje corporal, oral, gestual de éxito,
estaremos en camino de conseguir cada uno de nuestros objetivos.
En una entrevista le preguntaron cómo se convirtió en el mejor boxeador que
ha vivido y el respondió: “Porque yo lo dije”. ¡Es así de simple!
Simplemente, una bomba. Solo con esa frase, me queda claro cómo eran sus
golpes.
Tan solo con esa actitud puedes ver claramente que, aunque este lloviendo
afuera, con profundas crisis económicas, o a punto de perder la pelea puedes
derribar un mundo de obstáculos.
Ya que hablamos de obstáculos, es preciso observar que la reinvención es una
característica crucial al momento de sacar tu negocio adelante. ¡Es cierto que
puedes tener éxito en condiciones específicas, pero sobretodo hoy! (cuando
se necesitan un par de años para ver como las estructuras de los sistemas
cambian sus formas y hasta sus fondos), hay que saber que los caminos que te
llevaron a obtener los laureles de hoy, no se mantendrán estáticos. Tener
presente que deberás tener una plasticidad mental elástica y maleable hará
que te mantengas en la cima. Si reniegas a esta característica, no te
preocupes, Kodak, Siemens, Blockbuster, Remington, PanAm, Viceroy y
tantas otras Q.E.P.D, también renegaron esta característica.
Si mantienes una forma de pensar más maleable a las distintas realidades que
se nos van presentando en los mismos puntos geográficos, deberás manejar la
certeza de que con tus habilidades obtendrás buenos resultados. Una certeza
del mismo nivel de Muhamed Ali. Él tenía un conjunto de características que
determinaban su Actitud frente a cada oponente.
La actitud es la forma en cómo te manejas y escoges sentirte. Puedes escoger
embragarte en un problema como también escoger resolverlo con positivismo
y determinación hasta encontrar la(s) vía(s) de escape. Tu postura frente a
cada obstáculo debe ser tan positiva como para tener la certeza de llegar a tus
ansiadas metas.
Dentro de tu misma mente, también es natural que aparezca el desánimo. Este
se desarrolla ante la falta de habilidades y metas, es decir no sabes cómo
hacer y no hay visión. Veámoslo de la siguiente forma: Eres jugador de
futbol, pero de barrio, de los que juegan los fines de semana para pasarla bien
con los amigos. Te colocas de delantero y pase que recibes, intentas disparar
al arco, pero sale hacia arriba o fuera de la cancha, nunca donde tú quieres.
Tus compañeros se te burlan, después de tantos errores, tienen solo una idea,
sacarte de la cancha. Toda esta situación es muy lógica, pues. No has
desarrollado habilidades pues tus metas tus metas no son gran incentivo para
practicar y mejorar, tú vas solo a pasarla bien, nada más. Pero sustituyamos
tu objetivo de tan solo pasarla bien con los amigos los fines de semana, pues
ahora tu meta es jugar en el Manchester United. ¿Cuánto tiempo comienzas a
practicar? ¿Y si durante tus disparos, fallas?, ya no es un gran problema
porque entiendes dónde quieres llegar y sabes que tu nivel es deplorable, sin
que nadie te lo diga comprendes que necesitas practicar y mucho. El
escenario mental cambia completamente.
Caperucita tenía una gran visión: Pagar cada una de sus deudas y dejar de
vivir en las estrechas condiciones que vivía con su madre. Mientras más
desarrollaba sus habilidades (hacer), mas metas podía alcanzar (visión). Hoy
viaja por el mundo con su madre y abuelita.
Gracias a idea que desarrolle en el párrafo anterior, entiendes el concepto de
expansión mental. Pero la mente de Caperucita no se expandió de milagro o
con un tronar de dedos, se amplió aprendiendo. Ella tuvo la humildad para
aprender y no dejar de aprender nunca, es lo que nos mantiene en
movimiento como a cualquier ser vivo. Quien se detiene en aprender, deja de
descubrir y, por lo tanto, de vivir. En este caso, dejar de aprender puede
generar muerte de tu negocio. Las pesas ayudan a aumentar los músculos, así
como el aprendizaje amplió la mente de Caperucita. Mientras más aprendes
(información llevaba a la práctica), mayores pesos podrás levantar.

Rumbo y Dirección
"Lo único peor a no tener vista es no tener visión" - Hellen Keller
Al leer esto Caperucita Roja, le quedaba clarísimo por qué estaba con tantas
deudas y en una muy estrecha situación económica. Ella ya sabía lo que es la
Visión, pero ni ella ni su madre la tenían, tan solo su única meta siguiente era
la próxima deuda que pagar y luchaba todos los días por reunir lo necesario
para esa "meta". En ese momento es cuando decide hacer de esto una carrera
profesional e investigar cada uno de los recovecos que no ha podido ver.
Tener claro lo que quieres para 2, 4 y 8 años generan objetivos y metas
tangibles, una mayor claridad del rumbo y dirección que necesitas tomar.
Ayuda a generar un mapa claro y te enfrenta a la mayoría de las
características que no tengas y desde ya, sabes que tendrás que desarrollar.
Por eso es que, si es bueno soñar, sin embargo, si no creas acción, es una
simple ilusión. Ahí es donde la radical diferencia entre visionar y soñar. Por
eso la Visión es considerada un don, pero que hay que desarrollar. Si tienes
visión, deberás saber lo que eres, lo que debes hacer para alcanzar lo que
quieres.
Caperucita debió reconocer que después de tanto tiempo, no lograba lo que
quería (visión), a través de su hacer. Su motor del carro nunca desapareció,
solo modificó la forma en que manejaba su automóvil (negocio).
Su visión fue su chispa para volver a la carrera con estrategias, modos
diferentes y más profesionales para conducir y tomar decisiones.
¿Existió desánimo? Sí, claro que pasó por desánimo, pero gracias a su visión
clara y precisa, no bajó los brazos, no tiró la toalla, no abandonó su barco;
por el contrario, hizo una pausa, examinó las partes del automóvil y con las
mejoras específicas, volvió a la carrera.

El Mapa
Mientras Caperucita escuchaba un audio de desarrollo personal, en una
sección del mismo el orador dice lo siguiente: "Imagina un mapa en tus
manos, pero un mapa físico. Imagina que deseas viajar desde tu país a la
Antártica. Al sur de América del Sur.
¿Ves claramente todos los accidentes geográficos que debes sortear?"
Por eso debes escribir en un papel tus objetivos y metas. Este acto te va a dar
de inmediato todos los obstáculos que debes sortear, tanto los del terreno
mismo, como las cualidades que te faltan para llegar al destino.
Apenas hizo esta reflexión, Caperucita hizo una lista de todas las
características de ella y del terreno, apoyada en ciertos parámetros:
• Identifica Problemas.
• Identifica Conocimiento y Habilidades que careces.
• Identifica Personas y Grupos que puedan ayudarte
• Identifica una Fecha Límite.
• Crea una Agenda de Trabajo para lograr tu meta.
Caperucita Roja mantenía deudas cercanas a los 9500 usd. Escribió una larga
lista de obstáculos que ella pensaba existían, sin embargo, luego de
reflexionarlos se percató que 1/3 de ellos eran más miedo y trampas mentales.
Teniendo claros los inconvenientes para llegar a sus objetivos, comenzó a
desarrollar soluciones. Muchas de las soluciones eran tan simples como
practicar con repetición.
Comenzó a buscar mentores, personas que tenían la información que ella
estaba buscando. Grupos y personas donde apoyarse sin obtener rechazo de
estas "locas" ideas de profesionalizar su carrera de Networker.
Poco a poco su negocio comenzó a elevarse a mejores niveles de efectividad,
apoyada en: conocimiento, experiencia y un buen producto para llevar al
mercado.
La Acción
Las ventas son, finalmente la forma de llevar todo este "automóvil" a la
realización y producción. Sin embargo, Caperucita cayo en cuenta que, si no
generaba cambios rotundos en "su forma" de vender, jamás se volvería
profesional. Pues las ventas pueden volverse la carrera mejor pagada para
alguien que tenga poca preparación, siempre y cuando estés dispuesto a
generar esa preparación desde tu "hoy".
Las ventas son un proceso y las lecciones que Caperucita recibió en su
primera fase, eran todo lo contrario: "hablarle a todo el mundo apenas
tuvieras la oportunidad de mostrarle". Su perspectiva acerca de hacer esto
más profesional se hacían más reales.
De entre las estrategias que encontró, AIDA fue la primera que conoció. Un
modo de proceso de ventas que ayudan a generar cierres suaves, si respetas
cada uno de sus pasos. No es para nada mágico, no es un botón secreto, las
objeciones seguirán apareciendo, pero será tu forma de acercamiento a tu
prospecto, la diferente.
La sigla AIDA significa Atención, Interés, Deseo y Acción. Este proceso de 4
pasos te ayuda a generar la Atención hacia ti, generar Interés en lo que
presentas, crear Deseo en tu producto y la Acción final de venta del mismo.
De esa forma guías a tu prospecto de manera progresiva y suave hacia la
venta. Si existe alguna detención en el proceso, no puedes seguir.
A.I.D.A.: UN ACERCAMIENTO PROFESIONAL
La Atención
Es en estos momentos donde Caperucita ponía a prueba todo su potencial y
energía. Todo su entusiasmo y positivismo tenía que verse reflejado en su
semblante, sus gestos su comportamiento, modo de saludar y caminar. Su
buena imagen y empatía debían estar enfocados en atender los más mínimos
detalles que le expresan sus prospectos.
Todos nosotros nos vemos atraídos por lo que nos apela, atañe y concierne
directamente a nosotros mismos, en primer lugar; sea positivo o negativo.
Pero, existen estrategias que te pueden ayudar a conseguir la atención de tu
prospecto y que las puedes incluir dentro de tu particular forma de obtener
atención:
Un obsequio, sorteo o promoción son estrategias que captan atención por que
otorgan un beneficio.
Frases y hechos que reflejen una realidad y un beneficio, algo como: "El vino
hace feliz a la gente. Las abuelitas siempre necesitan de compañía grata y
alegría. Pero hay un grupo particular de abuelitas de este pueblo que siempre
están felices, pues se juntan una vez por semana a conversar, contar chistes y
cantar, mientras beben vino y comen pastel de Caperucita Roja".
También el agradecimiento y el elogio de corazón atrae atención de tu
prospecto. El reconocimiento de una trayectoria o un resultado es enaltecedor
y, si es genuino, puedes conseguir atención y mucha empatía, la puerta de
entrada para la amistad.
El Interés
Para poder generar mayor atracción de parte del prospecto a la presentación
de Caperucita, ella lograba descubrir un problema de su prospecto.
Todos captamos una atención casi hipnotizada cuando estamos frente a la
resolución de un problema personal. Cuan más involucrado estemos en el
problema y de más importancia sea, mayor atención prestaremos a la
resolución.
Pero, ¿Cómo descubrir lo que le aqueja a la gente? Y más aún, ¿Cómo lograr
que reconozca la existencia del problema? Sobre la base de una postura
cercana, de confianza y con mucha empatía, Caperucita generaba un
ambiente de apertura para recoger respuestas acerca de los gustos, lo que le
desagrada al prospecto, sus sueños, metas y objetivos, miedos,
inconvenientes y convicciones. Ella por todos los medios intentaba obtener
esos datos e ir cercando un problema, dejando que su prospecto concluyera su
obstáculo o necesidad.
Pareciera algo simple y si, lo es. Lo que no es, es fácil y requiere de práctica.
Disparar un balón al arco es bastante simple, pero no es fácil en medio de un
partido y corriendo. Requiere de práctica.

El Deseo
Con mucha habilidad, Caperucita, como si hubiera hecho un libreto (algo que
no dista de la verdad), iba generando el deseo de obtener sus canastitas o bien
su propuesta de negocios.
Ella se enfocaba en mostrar y mezclar los diferentes problemas con sus
soluciones o las que proporcionaba su producto. Hacia calzar como
"rompecabezas" o puzle toda la información que recogió en el paso anterior
con su propuesta personal, lo que ella como Caperucita ofrece.
Bajo simples demostraciones, explicaba paso por paso su producto,
desarmándolo, preparándolo, haciendo degustación y generando la
participación del prospecto. Si idea, en este pasaje del "deseo", estaba
enfocada en generar sentido de pertenencia del producto y/o solución. Pero a
la vez, creaba ansiedad y miedo de perder la solución, en caso de que el
prospecto pensara en objetar.
Durante la creación del deseo, explicaba de manera detallada, pero expedita,
lo que hace el producto, como funciona y los servicios que le acompañan
(garantía, duración, fechas de entrega, etc.). Era la ocasión donde ella hablaba
de las ventajas de tener su producto y por sobre las competencias (sin
nombrarlas), obviamente también la desventaja de no tenerlo.
Nunca vendía una marca, los ingredientes o la formula XYZ obtenida
secretamente por la abuelita de Tutan Kamon. Ella tenía un enfoque preciso
sobre cada uno de los beneficios para el prospecto, las múltiples soluciones y
lo que podría generar en la vida del prospecto sin tener el inconveniente
presente.
Para preparar el cierre, Caperucita generaba unas 15 preguntas donde sabía
que las respuestas serian positivas y de esa forma, desarrollar un ambiente
más esperanzador y más dirigido a pensar en la intención de su producto o
propuesta que en posibles objeciones.

El Cierre
Este paso, de forma jerárquica es el de menor importancia, aunque tú no lo
creas así. Este paso es la consecuencia de los anteriores, específicamente del
Interés y Deseo que lograste transmitir e inspirar.
Te doy un ejemplo expedito: Si eres hombre y tienes una cita con una chica
para llevarla al cine. La fuiste a buscar, cuidando tu apariencia y postura, le
abriste la puerta, conversaste temas de interés para ella en el trayecto, y ella
sonreía cada vez que tu opinabas. Al llegar, le preguntas si quería algún
comestible para durante la película, luego del cine la llevaste a casa y…
finalmente le tomas la mano y te despides aproximando tus labios a dos
centímetros de los de ella… ¿Es probable que te voltee la cara? ¡Pues nooo!
¡Tienes grandes probabilidades de convertir el gol!
¡En AIDA es lo mismo, la última etapa es la consecuencia de un proceso que
comienza desde que “vas a buscar a la chica” !, hasta que se genera el pedido
u orden de compra.
¡Sin embargo, aunque parezca irrisorio, en la primera fase del negocio de
Caperucita, le incentivaban a hablarle a todo el mundo de tu producto! Es
como querer darles un beso a todas las chicas con tan solo un: "Hola, como
estas, soy fulano"… muack; y plaff, la cachetada.
En esta etapa, Caperucita termina de exponer y ya lanzó sus preguntas de pre-
cierre, solo hay 2 puntos de vista en el área de gol: Los del prospecto, quien
sigue en su cabeza evaluando si realmente solucionaras su(s) problema(s), las
ventajas y desventajas de comprar o no y si es necesario obtener tu producto
ahora; y, por otro lado, el punto de vista de Caperucita, quien estima que el
cliente debe hacer la compra y debe darle las razones suficientes para que sea
ahora.
Aquí es donde ella controla su ansiedad, por mucho que al otro día deba
pagar cuotas de su universidad o su madre no haya hecho sus tres comidas,
para no generar presión alguna sobre el futuro cliente y no establecer lejanía.
¿Cómo lo hacía? Controlando su postura y generando preguntas de cierre.
Ella, en su interior, mantenía una profunda confianza en lo que ofrecía, a tal
punto de pensar que es irresistible para su prospecto.
Generaba preguntas que creaban limites o aseveraciones de adelanto, tales
como:
"de qué color va a querer el producto?, tenemos café, negro y burdeo".
"que método de pago le acomoda, tarjeta de crédito o efectivo?".
"a nombre de quien genero la orden?"
Manteniendo un manejo de estas preguntas tanto lo que dice y como lo dice,
Caperucita mejoró progresivamente sus resultados.

Caperucita, maestra en prospección


La base del éxito de la venta directa se basa en la prospección y es justamente
donde la gran mayoría de vendedores y networkers caen rotundamente.
Numerosas capacitaciones recibió Caperucita donde una y otra vez se
recalcaba que todo el mundo debía saber que ella distribuye sus canastitas
con vino y pastel y que a todo el mundo hay que hablarle de las bondades del
producto, los ingredientes x, y, z, obtenidos de los cultivos de los campos de
Finlandia, que iban a lograr darle más juventud al cuerpo, etc., etc., etc.
Sin embargo, este es un enfoque diferente pues en la etapa de prospección se
indaga, se obtiene información de quien(es) tengo en frente para luego
evaluar si califica para mostrarle una solución a algún problema que nuestra
protagonista pueda cubrir.
Puedes ser muy bueno presentando o generando los cierres mas suaves, sin
embargo, si no sabes prospectar, no te vuelves un maestro en obtener
información, no podrás presentarle, ni cerrar a nadie.
Caperucita Roja vio la prospección como una técnica tan simple e inofensivo
como cotizar (al revés, por supuesto), es decir, la acción de: buscar, mirar y
explorar. Así, ella veía esta tarea tan inofensiva que la dominaba de manera
magistral. En vez de comparar y explorar precios para adquirir, ella buscaba e
investigaba para pedir una cita, si en quien tenía al frente veía un futuro
cliente. Por eso es que prospectar está más cerca de ser una operación de
obtención de datos que de dar datos.
Pero, tan solo recopilar datos no lo es todo, hay que prestar mucha atención a
lo que dice tu prospecto. Ella desarrolló con mucho esfuerzo la habilidad de
escuchar. Porque lo hacemos a diario, una tarea cotidiana que siquiera
entendemos siempre lo que oímos. Escuchar implica recolectar datos e
interrelacionarlos para obtener conclusiones elaboradas respecto al futuro
cliente. Prestarle atención y escuchar en el sentido más extenso del término,
también implica observar gestos, actitudes y modos de expresión. Esos datos
dan mayor profundidad a la lectura de Caperucita y, lo más importante, es
que ella lograba colocarse en la situación del prospecto, obteniendo mayor
empatía. Una verdadera conexión de Ser Humano.
Las grandes marcas como la Coca Cola lo hacen a diario. Estas compañías
prospectan a nivel general en tv, radios, revistas, periódicos, letreros y otros
medios masivos. Las embotelladoras generan inversiones de marketing para
prospectar con supermercados y tiendas a través de los mismos medios,
asistencia a la comunidad, patrocinios de equipos locales, promociones y
publicidad en la tienda barrial, apoyo con elementos gráficos, obsequios,
sorteos y elementos que ayudan a nivel más cercano al consumidor.
Pero, finalmente, en la base inferior está el vendedor, quien en la mayoría d
los casos esperan a que lleguen o se acerquen los prospectos, pero no hay un
espíritu personal para buscar y generar prospectos.
La venta directa fracasa en primer lugar por falta de prospección. Esta, más
que una actividad, debe ser una forma de pensar.
Hoy por hoy, a través de internet, con redes sociales, mercadeo móvil y
embudos de marketing es mucho más fácil desarrollar una prospección sin
invadir a cualquier persona, sino acercándose a quienes realmente están
interesados en la oferta.
Pero la mayoría, entre ellos Caperucita en sus primeros años, fracasa por no
saber el propósito real de la prospección. Dan mucha información y luego
intentan vender de inmediato. La prospección es para obtener datos de tu
prospecto, para crear una relación y generar confianza.
La gente rechaza la presión, el hostigamiento y al vendedor. Si ocupas
cualesquiera de estas posturas, es lógico que se aparten de ti. Relaciónate,
adquiere confianza antes de ofrecer cualquier cosa.
Por desgracia este marketing de persecución se ha trasladado a las redes
sociales, hostigando a contactos, invadiendo muros e invitando a gente que ni
siquiera llevan más de 5 minutos de conocerse. Eso no relaciona ni menos
genera ventas, sino que aleja.
Caperucita, forma de prospectar
En las redes de Mercadeo, si no asocias no creces. Para incrementar tu
ingreso hay que aumentar la calidad de personas que hacen lo mismo que tú,
por eso el desarrollo de saber a quién asociar es una habilidad imprescindible
para tu red de mercadeo y será igual a crecer y expandirse.
Si Donald Trump te llama para una reunión donde te explicará cómo vender
cubitos de hielo en la Antártica, ¿asistes? Lo más probable es que sí. Sin
embargo, Caperucita no comprendía esto en un principio, pues ella no
inspiraba confianza, seguridad ni afinidad. Ella no entendía que, en el
momento de exponer, lo único que puede palpar el prospecto es al exponente
y que por eso Caperucita se vuelve primordial ante el prospecto.
Por otro lado, pese a que no hay lazos creados, tampoco mostraba acierto
efectivo en lo que decía pues se enfocaba en vender la oportunidad, mostrar
el plan de compensación y en las personas exitosas de la empresa.
El prospecto, en cambio, quiere saber más de quien le expone, si él puede
hacer lo que le presentan, si es verdad, si quien tiene al frente es confiable o
si lo van a engañar.
Cuando Caperucita comprendió esto último, cambió su estrategia y se enfocó
en su historia personal, de donde viene, sus obstáculos, enfrentamientos en la
vida y superaciones, donde se encuentra hoy, su plan de trabajo hacia sus
metas personales y sus resultados. Trabajó en como impactar mejor para
generar más entusiasmo, confianza y mayor identificación con su historia.
No son importantes tus ingresos, sino el camino que deseas tomar para llegar
a tus metas, tanto a corto y largo plazo. Lo que se realiza en una presentación
puede ser interesante, pero lo que no es relevante al momento de tomar una
decisión.
Lo que la gente quiere ver y escuchar de Caperucita
Durante el curso de Liderazgo Avanzado de Juan Laine, Caperucita aprendió
lo que la gente realmente quiere ver: consecuencia, competencia y servicio.
La consecuencia, ya subrayada por John Maxwell, genera personas confiables
y creíbles. Una sola columna entre lo que se dice, hace, y siente.
El prospecto quiere ver tú competencia, quiere notar un desarrollo amplio de
tus habilidades en las ventas y un paulatino crecimiento y desarrollo personal.
Cuando el prospecto, por otro lado, no ve que generas servicio, el riesgo de
desconexión también existe. Enseñar la importancia y técnica de prospectar,
presentar, asociar y ser exponente ejemplar de estas, es un paso tremendo
para dar convicción, firmeza y autoridad en el área de ventas.
El ser humano tiene una barrera natural contra el vendedor, en especial el
latino tiene una especial distancia. Porque se le asocia con la charlatanería e
incluso, la timación.
Tan solo, evoca cuando ingresas a una zapatería y nos abordan con un
simple: "muy buenos días, ¿le puedo ayudar?". Pese a que no es una frase
muy amenazante, con frecuencia respondemos con un: "no, gracias, estoy
solo mirando", o algo semejante. Es la barrera natural contra la que luchó una
y otra vez Caperucita, pues nunca le mostraron formas sutiles de acercarse a
un prospecto y solo tenía en su cabeza "ofrecer el producto a todo el mundo".
Sin embargo, ella aprendió un camino diferente para acercarse a los
prospectos sin generar esa distancia. Los hechos siempre son irrefutables:
afuera está lloviendo, tenemos una profunda crisis, el niño es inquieto. Son
aseveraciones que describen algo que sucede. Los beneficios son hechos,
pero que nos entregan una ventaja. El camino que ocupó Caperucita Roja
generaba como resultado mayor curiosidad e interés que el rechazo que
recibía en un principio. Ella ocupaba el siguiente formato:
HECHO + HECHO + BENEFICIO
Por ejemplo:
1) A todos nos cuesta un mundo ganarnos la vida honradamente.
2) La mayoría de la gente no está aprovechando los medios digitales para
salir de la crisis económica.
3) Pero hay un pequeño grupo de personas que están saliendo adelante
gracias al uso intensivo de Google y Facebook.

LA ESTRATEGIA DE VENDERLE AL CEREBRO:


NEUROMARKETING
Neurocaperucita
Con el pasar del tiempo, Caperucita con el cumulo de experiencias que
cargaba, se comenzó a estancar. De alguna manera aparecieron nuevas
marcas de canastitas con diferentes productos en su interior, por otro lado,
aun sentía que seguía haciendo ciertas cosas de forma amateur. Ok, está bien,
ya sabía que hay que captar Atención, generar Deseo, Interés y Acción, sin
embargo, el cómo generar cada uno de estos pasos es lo que aun generaba de
manera "instintiva".
Durante una conferencia que dictó Jurgen Klaric, fue que Caperucita le
encontró sentido a todo lo que en su cabeza estaba dando vueltas. "¿Te has
preguntado por qué la gente compra comida para perros?" Fue una de las
grandes interrogantes que se respondieron e la conferencia. Pues simplemente
analizar y concluir que la gente trata a sus mascotas como un integrante más
de la familia y que tras ese concepto hay que tratar a los perros como si
fueran completamente humanos, fue lo que revolucionó a Caperucita.
El neuromarketing, entender profundamente como desarrollar valor agregado
a los productos para cubrir mejor las necesidades de la gente, se acoplaba
completamente al concepto de ventas que tenía. Como conocer a sus
consumidores y conectarse más que comunicarse es lo que buscaba... generar
una relación más estrecha.
La idea no era simplemente buscar prospecto, sino entregar algo de ella
misma, algo inigualable y que generara valor, que otorgara un sello exclusivo
de Caperucita. Ya no vendía solo "algo", sino que entregaba valor. La meta,
nuevamente, le proponía volver a subir su nivel, pero ahora para entender que
a quien hay que venderle es a la mente, a través del toque sutil pero profundo
a los sentidos e instintos del ser humano con palabras, formas y gestos que el
ser humano de manera inconsciente comprende.
Caperucita necesitaba salir de la zona de confort en la que había caído, con el
mejor ímpetu de dejar de ser vendedora y pasar a ser una educadora o, mejor
aún, una mentora de calidad, generando así algo mucho más grande, un
cambio de mentalidad en la gente.

Caperucita Roja, la reptil


La verdad es que Caperucita ya había desarrollado una gran capacidad de
escucha, que es el comienzo para ser una gran vendedora y, luego, mentora.
Pero la estructura que generó Paul D. Mc Lean le dio una mayor comprensión
de lo que escuchaba a diario de sus prospectos.
Mc Lean dijo (hoy, bastante cuestionada su teoría, pero que nos sirve para
comprender el funcionamiento del cerebro) que la mente está compuesta por
3 cerebros: el Cerebro Reptil, que nos da la decisión de compra instintiva, las
razones fundamentales para sobrevivir; el Cerebro Límbico, que nos otorga
decisiones emocionales, captadas a su vez por nuestros cinco sentidos y
finalmente, el Cerebro Córtex o Racional, la zona de nuestro cerebro
diseñada para dar sentidos y argumentos a través de los cuales se nos
expresamos, muchas veces en completa oposición a la información que
contienen los otros tres.
Si los tres nos entregan información acerca de nuestro futuro cliente, ¿a cuál
debemos dirigirnos con más enfoque? La respuesta está en el primero que
leímos, el Cerebro Reptil. Este no sabe de razones ni emociones, solo actúa
cuando hay estímulos lo suficientemente fuertes para hacerlo, sin pedir
permiso alguno a los otros dos e, incluso, aniquilarlos. Instintos como
"aceptación de la tribu", "conseguir al proveedor o protector", "control,
dominación y conquista", "seguridad", "reto y reconocimiento" son algunos
de las razones básicas que mueven al reptil que todos tienen dentro, sin
importar la edad y el sexo. Tan solo es necesario descubrir que instintos
cubre tu producto, según la persona que tengas en frente, para mencionar
tácitamente los beneficios de comprarte.
Luego de obtener el lenguaje para hablarle al reptil, el siguiente es el
emocional, para lo cual es ideal tener tres escenarios: el primero donde refleje
sensaciones de agresividad, rebeldía y libertad; el segundo donde la
emocionalidad hable de sentirse inteligente o intelectual y un tercer panorama
emocional donde se manifieste sentirse único y diferente.
Esta estructura es más estimulante para el cerebro, pero es necesario tener un
orden específico, una fórmula que nos ayude a generar la acción. Para esto,
Caperucita aplicaba una mezcla de tres pasos: Atención, Emoción y
Recordación y así activar de manera estratégica los tres cerebros.
Para conseguir el primer paso, fácilmente aplicaba el mismo paso que en
AIDA, a través de comentarios con Hechos y Beneficios. Entonces, es que
lanzaba su siguiente comentario para asociar emocionalmente a su producto,
con ella y su servicio o empresa. Finalmente, es necesario anclarse a los
instintos, tras generar el problema, mencionar como le va a servir tu producto
y servicio, es decir, el instinto que cubrirá.
En el caso de Caperucita, ella ofrecía su propuesta de negocios anclando a los
instintos profundos de protección de una madre ante la educación de sus hijos
y proporción de bienestar.
Todo esto contrasta con las estructuras de venta racionales y parlamentos que
se usan para todos los clientes o prospectos de cliente.

Neurotransmisores a favor de Caperucita


Para darte una visión general del ámbito neuronal, te mencionaré tres
neurotransmisores, pero no olvides que si buscas en internet encontrarás
muchos más y su forma de estimulación.
Serotonina: este neurotransmisor genera sensaciones de bienestar y regula el
estado de ánimo. Sentir que no se está solo, que se puede recibir de los demás
y uno puede colaborar también (principio de reciprocidad) son pilares de base
para generar liberación de serotonina.
Endorfina: esta sustancia está muy relacionada con la tranquilidad y la
desaparición de un dolor físico o sicológico. A través de hábitos o rituales
nuevos se puede apaciguar el dolor y llevar al ser humano a una zona de
mayor confort para generar una gran cantidad de endorfina.
Dopamina: la estimulación y por sobretodo la sensación de logro o alcance de
una meta (así sea pequeña), hacen que se generen experiencias de placer para
el cerebro. Esto deriva en un ímpetu por el cerebro a repetir la experiencia.
Caperucita aprendió muy claro que el cerebro no busca algo más para
comprar, sino algo más para vivir. No solo un nuevo uso de algo, sino una
nueva experiencia. Por lo tanto, ella mostraba los mismos productos, pero
con nuevas formas de uso, problemas nuevos que Caperucita descubrió que
su producto resuelve. De esa manera, generando sorpresa, novedad y
experiencias inesperadas el cerebro de su futuro cliente soltaba gran cantidad
de noradrenalina.
Cuando tenía en frente a su prospecto, ella siempre lograba hacer sentir bien,
inteligente y hasta audaz a la persona. La verdad es que esto siempre fue
innato en ella, pero al entender de neuromarketing, lo generó de manera
intencionada, dejando atrás tecnicismos del producto para dar a entender
razones, valores agregados y generar una mayor aproximación con el
prospecto, a través de un lenguaje más empático. De esta forma, el prospecto,
al entender razones, valores, beneficios y justificaciones inteligentes, se
siente inteligente por sí mismo, teniendo una lluvia de dopamina en su
cabeza, generada por el placer y recompensa de la compra.
Pero siempre existen las dudas y preguntas. Sin embargo, nuestra
protagonista, en vez de tomarlas como una sensación de poca recepción,
generaba las condiciones de respiro y repetición de formas variadas para que
el prospecto digiera la nueva información. La acetilcolina se libera cuando la
mente aprende y se adapta a un nuevo concepto. Justamente, eso es lo que
desea el nuevo prospecto, adaptación a nuevas formas y usos, pero si es una
mujer y aún le explicas con números, cantidades y normas, es poco probable
que digiera lo que le muestras y es fácil que se desconecte. Caperucita tenía
más éxito por su lenguaje más descriptivo de las acciones que de las
características: "tendrá más rapidez de conexión", "podrá enfermarse menos y
tener más tiempo libre para disfrutar con sus hijos", "obtendrá mejor
productividad en su casa".
Finalmente, déjame graficarte como Caperucita lograba estimular la
producción de endorfinas. Debido a que estas apoyan la disminución del
dolor (físico o sicológico), los errores, problemas, inconvenientes o
situaciones adversas eran los perfectos amigos de Caperucita. Ella los usaba
para rememorar el dolor que más tarde ella misma solucionaría, aún el dolor
provenga de una mala experiencia con su mismo producto (con otro
vendedor). Las abuelitas, en sus reuniones periódicas, no tenían nada fácil,
rápido y de agrado para consumir mientras transcurría la reunión; más aún
cuando la(s) anfitriona(s) tenían trastos que lavar, luego de la reunión. Pues
Caperucita les sacaba de ese problema, sirviendo en cada reunión sus
canastitas con vinos y pasteles de diversos sabores. El escuchar: "no se
preocupen, déjenmelo a mí, yo solucionaré cada inconveniente que tengan
respecto a los bebestibles", genera un alivio a nuestras mentes, con una fuerte
liberación de endorfinas... y eso, Caperucita lo aprendió.
Atención, Emoción, Recordación
Este esquema es muy parecido a AIDA, sin embargo, el enfoque de AER es
mayormente en los instintos y emociones con una forma más clara de
tocarlos. Ambos son completamente mezclables, pues puedes pasar todos los
pasos de AIDA apelando a emociones y recuerdos de instintos.
Lo que quiero que veas es que Caperucita comenzó, de forma muy natural, a
generar el proceso de ventas con más sutileza, generando conexión y
hablándole al reptil con más habilidad que en sus inicios, pues con la
propuesta de AER, no se habla un lenguaje diferente al de AIDA sino más
dirigido al subconsciente de nuestras mentes.
Hay que comprender que todos somos diferentes ante cualquier producto y
proceso de ventas que deseamos desarrollar. Si quieres hablarle a una mujer
con hijos, no puedes hablarle de la misma manera que una mujer ejecutiva
soltera y sin hijos, como también ocupar los mismos argumentos que usas
con hombres universitarios de veintidós años u hombres mayores de sesenta y
tres años, jubilados. A todos debes analizarlos, a todos debes descubrir su
instinto reptil y su miedo para elaborar tu discurso para posicionarte como su
solución.
Para el ejemplo ocuparemos a una madre divorciada, con 2 hijos, uno en
colegio y el otro en la universidad (el segmento de Caperucita para presentar
la oportunidad de negocio), con poco tiempo y recursos limitados. El instinto
a cubrir es la Libertad y la Trascendencia. Y sus miedos son no poder darles
una buena educación a sus hijos y el poco tiempo que pasa con ellos, sin
disfrutar sus etapas.
Atención: Muchas madres de hoy tienen que defenderse solas para sacar
adelante a sus hijos. Pero, por desgracia, hay muchos hijos que deben
madurar rápido y pasar muchas horas solos, mientras sus padres trabajan.
Afortunadamente hay un grupo de mamás de nuestro barrio que están
trabajando muy duro y saliendo adelante, compartiendo con sus hijos en la
casa (observa: dos hechos y un beneficio. AIDA).
Emoción: Todos los días doy gracias por conocer a madres empresarias que
han logrado edificar sus sueños con mucho esfuerzo y sin perder de vista el
objetivo de pasar más tiempo con sus hijos y obtener iguales o mejores
ingresos de los que perciben.
Créame que intento ponerme en sus zapatos y, quizás, lo inquietante que
puede ser a veces no saber que están haciendo sus hijos cuando usted está
laborando duro en su trabajo.
Recordación: Muchas de ellas no salían de vacaciones junto a sus hijos en los
últimos 5 años, pero hoy en día, gracias al cumplimiento de ciertas metas,
todas han logrado en su primer año vacacionar en la playa que ellas
escogieron con sus hijos. Si usted me permite explicarle cómo hacerlo con mi
ayuda, podrá obtener las mismas metas (en esta última frase, nuevamente
AIDA, Acción).
De esta forma, "mezclando" ambas fórmulas, obtenemos una manera más
conectada con cada Ser Humano. Pero ojo, esta información es una
herramienta de doble filo, pues si prometes ayudar, enseñar y mentorear para
cumplir una meta específica, pero no desarrollas nada de lo que mencionaste,
tu prospecto no solo odiará tu empresa o la industria, sino que tú serás el
primero en la lista antes que los otros. Estoy consciente que, si suceda, pues
muchos persiguen el dinero fácil sin medir consecuencias, pero luego de este
sobre aviso espero que tomes el verdadero peso de convertirte en un
profesional del mercadeo en redes y no caigas en los viejos vicios de la
industria, jugando con los sueños de tus prospectos y asociados. Esto último
tiene nombre, se llama fraude, conseguido a través de la manipulación. Por lo
tanto, espero que ocupes este "cuchillo" para preparar exquisitos guisos de
carnes y no para matar.
CONCLUSIÓN
Muchas veces veo que personas tienen deseos de querer las metas y objetivos
que ven en otros: un carro lujoso, viajar por más de 20 países, una casa
grandiosa en un terreno verde y amplio, la aniquilación de la pobreza y el
hambre, la paz y tranquilidad, en fin, cualquier meta. Sin embargo, no todos
quienes desean, quieren de manera feroz, al punto de "pagar" el costo en
energías y dedicación. Todos buscan el botón mágico o el secreto, el atajo, la
manera fácil... y de cierta manera, es hasta lógico pues el cerebro siempre
quiere ahorrar energía, le gusta no esforzarse para evitar el estrés y consumir
energía en su medida justa. El problema es que gracias a ese "ahorro", no nos
expandimos como seres humanos y, por consiguiente, no hay merecimiento
de ese gran deseo.
Caperucita obtuvo el éxito gracias a esa expansión, al aprendizaje que obtuvo
de cada caída y derrota. El éxito, dicen, no es más que la suma de eso,
derrotas. Tiene más que ver con dejar caer cosas, en el camino, para darle
espacio a nuevas experiencias, información y energía. Así sea la paz mundial
u obtener más dinero, siempre debes soltar para poder obtener. Si Caperucita
no hubiera decidido optar por otros rumbos (lo que tenía sus manos, de
manera inmediata), otras creencias o nuevos paradigmas, no habría asimilado
la nueva experiencia.
No hay mejor manera de aprender que ser derrotado y sufrir la derrota.
¿Cuándo aprendiste más, cuando estabas feliz y alegre por la vida o cuando
sufriste y no quedaba más remedio que experimentar otra forma? Siempre el
Ser Humano aprende con el sufrimiento, pues eso nos expande y, con toda la
emoción del momento, queda tatuado en nuestro Ser.
Te invito a tomar el mismo esquema de Caperucita Roja en el multinivel, el
camino descubrir y actuar hacia nuevas formas que ayuden realmente a otros
Seres Humanos a ir más allá del dinero y el carro lujoso, porque "dinero sin
expansión es de pobre duración". Es decir, la prolongación de ideas y de
metas es igual a una fuente inagotable de recursos para cualquiera sea el
objetivo.

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