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MANUAL DE

EDUCACIÓN
EN BIOÉTICA
FUNDAMENTAR
LA BIOÉTICA:
CONOCIMIENTOS,
VALORES Y VISIONES
DESDE AMÉRICA
LATINA Y EL CARIBE

VOLUMEN 2
Publicado en 2022 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 7, place de Fontenoy, 75352 París 07
SP, Francia, la Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO para América Latina y el Caribe, UNESCO Montevideo, Luis Piera 1992, piso 2, 11200
Montevideo, Uruguay y la Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad Universitaria, Ciudad de México, México.

© Universidad Nacional Autónoma de México / UNESCO 2022

ISBN del volumen II: 978-607-30-6177-3


ISBN de la serie: 978-607-30-4144-7

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Las ideas y opiniones expresadas en esta obra son las de los autores y no reflejan necesariamente el punto de vista de la UNESCO ni comprometen a
la Organización.

Editora y editor:
María Luisa Pfeiffer
Camilo Manchola-Castillo

Comité Editorial
Camilo Manchola-Castillo
Constanza Ovalle
Eduardo Rueda
María Luisa Pfeiffer
Silvia Brussino
Volnei Garrafa

Foto de tapa: rafatrivoro / Pixabay


Diseño Gráfico: María Noel Pereyra (UNESCO Montevideo)
MANUAL DE
EDUCACIÓN
EN BIOÉTICA

FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA:
CONOCIMIENTOS, VALORES
Y VISIONES DESDE AMÉRICA
LATINA Y EL CARIBE

VOLUMEN 2
ÍNDICE

Prólogo____________________________ iv
María Luisa Pfeiffer
Camilo Manchola-Castillo

Fundamentos
El enfoque de los derechos
humanos para la bioética _____________ 9
María Luisa Pfeiffer

Dignidad humana e igualdad


como referencias centrales
de la bioética basada en el
referencial de los
Derechos Humanos _________________ 25
Aline Albuquerque

Visiones bioéticas latinoamericanas


Bioética de Intervención - Una agenda
latinoamericana de re-territorialización
epistemológica para la bioética________ 37
Volnei Garrafa
Eliane Cruz

La propuesta de una
Bioética de Protección ______________ 66
Fermin Roland Schramm

ii
Bioética Narrativa:
la imaginación como herramienta
de deliberación moral _______________ 76
Camilo Manchola-Castillo

Bioética en clave de
libertad y liberación ________________ 92
Márcio Fabri dos Anjos

Una modernidad cosmopolítica:


saberes del Sur y cambio social________102
Eduardo Rueda

Bioética desde las víctimas.


Aportes a partir del
pensamiento de Dussel______________109
Mónica Heinzmann

La educación como valor


¿Se puede enseñar bioética?
Construcción, deconstrucción
y reconstrucción de una relación ______125
Diego Fonti

AUTORES_________________________136

iii
PRÓLOGO
María Luisa Pfeiffer
Camilo Manchola-Castillo
Editora y editor

Presentamos aquí este segundo tomo del Manual de Educación en Bioética cuya existencia, in-
tencionadamente, genera un gran interrogante. En efecto, en la época en que los libros desapare-
cen, así como las bibliotecas, en que el conocimiento se vuelve cada vez más información y datos,
en que existen cantidades de redes sociales en las que circulan esas informaciones y datos, cientos
de referencias en internet donde miles de autores vuelcan sus trabajos que a poco de ser volcados
desaparecen tapados por nuevos trabajos que los suplantan, ¿qué sentido tiene un manual, un libro
en cuatro tomos compilando contribuciones de expertos/as de la región, con el propósito de con-
tribuir al avance del conocimiento y la reflexión en bioética en América Latina y el Caribe?
Un manual compila conocimientos sobre un tema, en este caso sobre bioética, pero esa es una
definición ambigua, pues la cuestión es el sentido de esos conocimientos; como en cualquier mo-
mento de la historia, la disputa es siempre sobre los sentidos de las palabras y en este caso podemos
discutir la palabra manual. Y lo primero que debemos saber respecto de él es que no es un manual
cualquiera.
En primer lugar, es editado por la UNESCO, lo que nos advierte que su finalidad es educativa,
pero en el mejor sentido de la palabra, lo cual significa que no es un manual que distribuya respues-
tas a problemas cada vez más urgentes en América Latina, sino que por el contrario, genera pregun-
tas y orienta en la búsqueda de sus respuestas, permitiendo el diálogo con auténticas y auténticos
bioeticistas. Y aquí viene una segunda cuestión: no se trata de expertas, expertos o especialistas
cualquiera sino de integrantes de la Red Latinoamericana y del Caribe de Bioética UNESCO, lo
cual da a este manual una identidad liberadora compartida por la Redbioética y la UNESCO. Y hay
una tercera que no es menor, está apoyado por una de las más prestigiosas universidades de Méxi-
co, la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), lo cual garantiza su valor académico.
Este manual tiene un sello de origen que habla de su vocación educadora y fundamentalmente
orientadora a la hora de abordar las problemáticas que día a día enfrentan las y los latinoamerica-
nas y latinoamericanos. Por eso podemos decir, sin equivocarnos, que compila los “filtros” que per-
miten leer los problemas desde dos perspectivas que se unen en los objetivos: la de la Redbioética
y la de la UNESCO. Uno de esos “filtros” es la búsqueda de la paz por medio de la educación, y el
otro la defensa de la dignidad humana simbolizada en la salvaguardia de los derechos del ser hu-
mano. Toda lectura de la realidad, de la información, de los datos, se hace con “anteojos” y pasa por
“filtros” y lo más importante a la hora de enfrentar los denominados “hechos” es conocer el ángulo
de lectura a que nos obligarán esos anteojos y aceptarlo o rechazarlo en función de un objetivo.
Este manual ayuda a reconocer la identidad de los anteojos, la finalidad de los objetivos y da argu-
mentos, razones, testimonios, propósitos para aceptarlos o rechazarlos. Quienes lo coordinamos,
lo escribimos, lo presentamos, no solo reconocemos el valor de las instituciones a la hora de educar
sino que además tenemos en claro qué significa ser parte de la Redbioética UNESCO. Y cada uno
de los textos es testimonio de ello.
No hay recetas en este manual, sino desafíos a pensar una América Latina diferente, libre, respe-
tuosa de la tierra principalmente, de las culturas que la vienen alimentando desde los comienzos de
su historia, de los anhelos de sus habitantes de poder vivir bien, en paz, solidariamente, con justicia.

iv
Para ello, este manual ofrece una reflexión bioética que sin dejar de ser crítica es sobre todo éti-
ca, y desde la exigencia ética juzga sobre el bien y el mal en relación con el peso que las cuestiones
sociales, económicas, políticas, tecnológicas, científicas y culturales tienen sobre la vida, humana y
no humana. La ética o mejor la bioética que pone de relieve el escenario de profunda desigualdad
y el incremento de problemas relativos a la pobreza, la violencia y la discriminación de individuos
y comunidades. Esta reflexión tiene en la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Huma-
nos, aprobada por unanimidad por la Conferencia General de la UNESCO en el año 2005 en París,
un marco normativo que las y los autores y autoras no olvidan ya que representa la respuesta de la
UNESCO a las grandes transformaciones del mundo actual, reclamando el reconocimiento de los
derechos humanos como instrumento adecuado para promover la paz, la libertad y la justicia en
el mundo.
Es para ser fiel a los mandatos de la Declaración que el Programa Regional de Bioética y Ética de
la Ciencia de UNESCO del Sector de Ciencias Sociales y Humanas, con sede en Montevideo, ha
ofrecido publicaciones que, como esta, pueden ser empleadas por quienes desarrollan actividades
educativas. En esa línea se inscribe este manual publicado con la UNAM, que pretende ser una
herramienta imprescindible para la educación en una bioética comprometida con la declaración,
que busca el fortalecimiento de capacidades, la promoción de principios éticos y el debate público
en sociedad. También se orienta a fortalecer el carácter multi, inter y transdisciplinar que es central
al conocimiento bioético, aportando al mismo tiempo una visión desde el territorio que permite
visibilizar la problemática específica que vive la región de América Latina y el Caribe.
A ello se han comprometido las y los autores y autoras de los cuatro tomos del manual y espe-
cialmente las y los de este segundo tomo, en el que buscarán fundamentar la bioética desarrollan-
do conocimientos, valores y visiones precisamente desde América Latina y el Caribe. Se incluyen
trabajos que buscan marcos referenciales contrahegemónicos para señalar esos fundamentos, re-
cogiendo en muchos casos líneas de pensamiento de las filosofías y las pedagogías críticas latinoa-
mericanas. Esta línea de reflexión original que escucha las preguntas que se hacen desde América
Latina y desde allí se responden, ha enriquecido sin duda el marco teórico conceptual de la bioéti-
ca. Muchos de estos aportes no han contado con el necesario reconocimiento a nivel internacional
o por el contrario han sido tomados y copiados sin reportar sus raíces latinoamericanas. Por eso,
este volumen incluirá esas voces que desde la región ofrecen miradas, visiones y propuestas innova-
doras, encarnadas y construidas sobre la historia y la realidad sociopolítica de la región, y que están
inspiradas en sus pensadoras y pensadores así como en otros y otras que desde otras regiones, han
aportado a la construcción de un mirada desde el sur global y desde los derechos humanos.
De esta manera, el libro está dividido en tres secciones: Fundamentos, Visiones bioéticas latinoa-
mericanas y La educación como valor. En la primera, María Luisa Pfeiffer y Aline Albuquerque
nos invitan a reflexionar sobre la importancia que tienen los conceptos y prácticas de los derechos
humanos y de la dignidad humana para la construcción de la bioética.
En la segunda, que hemos denominado “Visiones bioéticas latinoamericanas” y que compone
el grueso de este segundo volumen del Manual, Volnei Garrafa, Fermín Schramm, Camilo Man-
chola-Castillo, Márcio Fabri, Eduardo Rueda y Mónica Heinzmann dan un panorama de la rica
producción bioética de la región. Las llamadas bioéticas de intervención, de protección, narrativa,
de liberación, desde la ecología de saberes y a partir de las víctimas, son explicadas por estas y estos
autoras y autores. Hacen para ello una completa radiografía de cada una de ellas, incluyendo sus
orígenes, propósito y huella latinoamericana, encarnada en su compromiso social y preocupación
con los derechos humanos. Conviene resaltar que en los casos de las bioéticas de intervención y de
protección, los autores que escriben en este volumen son sus mismos creadores.

v
En la tercera, que hemos denominado “La educación como valor”, Diego Fonti lleva la exigencia
de la educación en bioética a su límite preguntándose si se puede enseñar una bioética cuyo único
compromiso sea evitar toda violencia absoluta, injusta y brutal, de un grupo humano sobre otro,
escuchando las voces de las vidas dañadas, negadas, violadas, explotadas; si es posible hacerlo me-
diante la reconstrucción de una práctica deliberativa que incluya las voces de quienes han sufrido
estrago y opresión.
Finalmente, nuestro mayor agradecimiento la UNESCO y la UNAM, por su apoyo irrestricto y
esencial para la publicación de esta obra; al comité editorial, que revisó todos los textos; y, especial-
mente, a quienes hemos convocado para hacer parte de este segundo volumen del Manual de edu-
cación en bioética: Volnei Garrafa, Aline Albuquerque, Eduardo Rueda, Camilo Manchola, María
Luisa Pfeiffer, Roland Schramm, Diego Fonti, Marcio Fabri y Mónica Heinzmann, que han asumi-
do el compromiso de enfrentar los problemas latinoamericanos con abordajes teórico prácticos,
realmente innovadores en muchos aspectos, pero al mismo tiempo situados en la región, tomando
en cuenta enseñanzas ancestrales que reconocen la dignidad de toda vida, humana y no humana.

AGRADECIMIENTOS
Este Manual es el resultado de una colaboración exitosa entre la UNESCO y la Facultad de Medi-
cina de la Universidad Nacional Autónoma de México. Con él se pone de manifiesto la voluntad de
trabajo conjunto y cooperación entre el Sector de Ciencias Sociales y Humanas de UNESCO para
América Latina y el Caribe y el Programa Institucional de Ética y Bioética FACMED y el Campo
de Conocimiento Bioética del Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas, Odonto-
lógicas y de la Salud (PMDCMOS) perteneciente al Posgrado UNAM, a cargo de la Dra. Jennifer
Hincapie Sanchez. Nuestro sincero agradecimiento así al Sr. Director de la Facultad de Medicina,
Dr. Germán Fajardo Dolci, a la Dra. Irene Durante Montiel, Secretaria General de la Facultad de
Medicina, y a la Dra. Jennifer Hincapie Sanchez que hicieron posible la publicación de este trabajo,
en su segundo volumen como el anterior y los posteriores.
Vaya nuestro enorme reconocimiento a las autoras y los autores que han dado generosamente
sus conocimientos, su tiempo y su apoyo para que contemos con esta obra de excelencia. A todas y
todos, nuestro especial agradecimiento.
Un profundo agradecimiento por la desinteresada tarea a las y los miembros del comité edito-
rial: Silvia Brussino (Argentina), Camilo Manchola-Castillo (Brasil Colombia), María Luisa Pfeiffer
(Argentina), Eduardo Ruerda (Colombia), Volnei Garrafa (Brasil) y Constanza Ovalle (Colombia)
y, muy especialmente, a Susana Vidal, idealizadora de este Manual en sus varios volúmenes. El
compromiso de todas y todos ha hecho posible llegar a este punto en tiempos tan complejos.
Finalmente, nuestro sincero agradecimiento a María Noel Pereyra (diseñadora de UNESCO
Montevideo) por su trabajo de diseño y propuesta del concepto general del Manual así como de
este segundo volumen.

vi
Fundamentos

vii
viii
EL ENFOQUE DE LOS DERECHOS HUMANOS
PARA LA BIOÉTICA

María Luisa Pfeiffer

LA BIOÉTICA Durante años estas cuestiones fueron cen-


trales a la bioética y en muchos casos siguen
No es posible poner una fecha al nacimiento siéndolo y la discusión tenía razón de ser, pues
de la bioética. Se discute acerca del concepto la tecnología había apartado al médico (funda-
usado por Fritz Jahr a principios del siglo XX y mentalmente al médico) del enfermo y había
más tarde, con mayor precisión por van Rens- que tender un puente entre ambos. Muchos
selaer Potter en su artículo “Bioética: la cien- entendieron así el mensaje potteriano que les
cia de la supervivencia” (1970). El autor de la llegaba por terceros, e incluso comenzaron a
primer Enciclopedia de Bioética (1978), Warren utilizar ciertos conceptos, ciertas perspectivas,
Thomas Reich cuya definición de bioética ha cierta concepción de la bioética que terminó
sido largamente usada1, considera en ella que siendo más dañina que beneficiosa.4 Ya Potter
los fundadores son el Hastings Center y el Ins- había previsto esto cuando empieza a hablar
tituto Kennedy cuando animaron al diálogo in- sistemáticamente de bioética desde una pers-
terdisciplinar entre la medicina, la filosofía y la pectiva más integradora y se pone en guardia
ética. Reich no reconoce en la primera versión recordando sus primeros trabajos y su propó-
de la Enciclopedia a Potter aunque lo hace más sito de no limitarse a las problemáticas médi-
tarde. Sin embargo, muchos ponen a Potter cas sino relacionar las mismas con las ciencias
como el primer mojón del camino. sociales y las ecológicas: “Lo que me interesaba
en ese entonces era el cuestionamiento del pro-
Desde sus orígenes la bioética es asociada greso y hacia donde estaban llevando a la cul-
con la ética médica, incluso el mismo Potter lo tura occidental todos los avances materialistas
hace, a tal punto que muchos se preguntaban si propios de la ciencia y la tecnología. Expresé
desarrollar este saber no era ocioso. De hecho, mis ideas de lo que, según mi punto de vista,
la medicina es y había sido desde siempre una se transformó en la misión de la bioética: un
profesión marcada por la ética y era muy senci- intento por responder a la pregunta que encara
llo recuperar los mandatos de esa ética ponien- la humanidad: ¿qué tipo de futuro tenemos por
do el Primun non nocere hipocrático en primer delante? y ¿tenemos alguna opción?” (Potter
lugar,2 reconociendo que ese mandato supone 1962). El foco era la humanidad presente y fu-
la necesidad de hacer el bien y agregando como tura, una ética de alcance global enfocada sobre
elemento distintivo de la bioética el respeto por los derechos del sujeto como entidad social así
la autonomía del paciente.3

1 “El estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida y la atención de la salud, en tanto que dicha
conducta es examinada a la luz de principios y valores humanos”
2 El primun non nocere es considerado históricamente como el principio fundamental de la medicina. (Gracia 1990: 103)
3 Podemos reconocer en este planteo al que realizan Beauchamp y Childress en su obra: Principios de ética médica (1999) que
durante muchos años fue tomada de referencia magistral para la bioética aunque sus autores la hubieran pensado como una
ética médica.
4 Muchos otros, llenos de buenas intenciones se preguntaron si no bastaba con el trabajo hecho por Callahan (2004) de poner
nuevas metas a la medicina.

FUNDAMENTOS
9
como los de la tierra.5 El puente de que habla guerra, la medicina continuó con sus investi-
Potter y que atribuye como misión a la bioética gaciones científicas usando procedimientos no
no es, como se entendió, solo entre médico y siempre respetuosos de la dignidad de aquellos
paciente sino entre el mundo actual y el futuro. sobre los que investigaba. Recordemos que Nu-
Aunque no explícitamente, podemos encontrar remberg queda en la sombra durante casi 20
en los cuestionamientos potterianos a la medi- años hasta que aparece Helsinki en 1964 y que
cina de su tiempo, una advertencia al avance de tampoco Helsinki es escuchada: Tuskegee es
la tecnología sobre las relaciones humanas. Po- una investigación del Servicio de Salud Pública
tter la involucra en su crítica a un mundo que de los EEUU que había comenzado en 1932 y
amenaza destruir toda vida. Sostiene que ni recién es interrumpida 1972 luego de un escán-
ésta, ni la medicina que termina siendo domi- dalo público. Esto obligó a los mismos intere-
nada por el espíritu tecnocientífico del siglo XX sados en investigaciones biomédicas a plantear
y destruye su cercanía con el ser humano como una gran cantidad de problemas que había que
una entidad compleja, son dueños de la vida. encarar para proteger a los sujetos sometidos
a ellas (National Comision… 1979). No fueron
Muchos ponen el origen de la bioética mucho ajenos a esto los laboratorios médicos que ha-
antes de que se comenzara a utilizar el concep- bían multiplicado sus experimentos con me-
to, en el juicio de Nuremberg en 1947,6 donde dicamentos y que fueron los impulsores de los
la comunidad médica y política juzga prácticas comités de ética. La bioética crece entonces en
aberrantes de investigación médica, cometidas paralelo con un único interés: proteger a los en-
por los profesionales de la medicina que inves- fermos de los abusos de la medicina cuyo po-
tigaban en los campos de concentración nazis, der se venía acrecentando gracias a la incorpo-
y del que surge el Código de Nuremberg (Tealdi ración de la tecnología, sea en la clínica como
2016). No sólo los nazis habían experimentado en la investigación, buscando su legitimación
olvidando que trataban con personas humanas, con argumentos éticos falaces.8
lo mismo había sucedido y seguía sucediendo
en otros países, y Nuremberg no fue impedi- La bioética nace en EEUU donde se centraba
mento para ello, sobre todo en los países que el poder científico económico de pos- guerra
aprovecharon el crecimiento tecnológico que buscando proteger y fomentar la salud frente a
había generado la guerra, como los EEUU.7 la aplicación de una tecnología cada vez más
Hasta mucho tiempo después de terminada la desarrollada. De este modo la salud pasa a ser

5 En este sentido Potter recupera las ideas de Leopold que en 1949, en su obra The Land Ethic extiende los límites de la conside-
ración ética hacia los suelos, las aguas, las plantas, los animales o colectivamente: la tierra, al punto de pensar en los derechos
de las piedras. Leopold pretendía cambiar el rol del ser humano: de conquistador de la tierra al de simple miembro y ciudadano
de ella. (Leopold 2007)
6 En el juicio que comenzó en 1946 y culminó en 1947, diecisiete médicos fueron condenados por prácticas aberrantes de in-
vestigación con miles de prisioneros, violando incluso el Código ético de Berlin de 1900 que tenía vigencia en Alemania. Estas
prácticas como pruebas de supervivencia bajo situaciones de hambre, congelamiento, infecciones provocadas y exposición a
gas mostaza, diversas mutilaciones quirúrgicas y actos de esterilización y eugenesia, que fueron probadas documentalmente,
se consideraron crímenes contra la humanidad. Siete de los médicos fueron condenados a la horca: Karl Brandt, Rudolf Brandt,
Karl Gebhardt, Joachin Mrugowsky, Victor Brack, Wolfram Sievers y Waldemer Hoven.
7 El afán del avance de la ciencia fue el argumento que al igual que en Nuremberg permitió sacrificar a unos pocos en beneficio
de la sociedad. Se trataba como se sigue tratando hoy, aunque en menor escala, de grupos vulnerables como pobres, presos,
discapacitados, ancianos, negros e indígenas y pacientes con enfermedades mentales.
8 Argumentos éticos falaces muy trabajados por bioeticistas son por ejemplo los que convalidan el uso de placebo en investiga-
ciones con humanos, existiendo cualquier droga confrontable con la experimentada. El argumento hallado es el del progreso de
la ciencia que va a beneficiar a millones y la facilitación y acortamiento de los experimentos. También se convalida de manera
semejante el doble estándar investigativo usando el argumento de la equidad: hay que igualar los resultados manteniendo el
estándar de atención de los pueblos que se usan como probandos, o dictando pautas que reconocen el doble estándar para los
países subdesarrollados como en la pauta 11 de CIOMS/OMS (2002). Esto se repite en tiempo de pandemia cuando se unifican
fases de investigación, se prueban tratamientos sin consentimiento de los enfermos por su condición de moribundos, o se infecta
a voluntarios sanos para probar vacunas en experimentación porque el mundo lo reclama para volver a la “normalidad” (Tealdi
2006).

10 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
un argumento valioso para el desarrollo bio- pa al planteo de una problemática relativa a la
tecnológico que sobrevino durante la segunda salud fuertemente relacionada con la medicina.
mitad del siglo XX y continúa hasta el presente.
Aunque la bioética latinoamericana ha incor-
Esa bioética que asociaba y sigue asociando porado cuestiones que tienen que ver más con
salud a no enfermedad, es muy parecida a una lo político que con lo sociológico, o con una
ética médica, fue catalogada como ética aplica- ecoética que supera los planteamientos a veces
da por los filósofos y en efecto lo es: una ética triviales de la ecología y sobre todo con críti-
aplicada al ejercicio de la profesión médica en cas a la impronta tecnológica que viene distin-
sus variables clínica e investigativa, una nue- guiendo a la relación con el mundo en el siglo
va ética médica que va incluyendo los nuevos XXI, aún le es difícil plantear una bioética que
avances en biomedicina.9 supere la impronta de la medicalización de la
vida que sufre nuestra cultura. Para ello es ne-
Esta concepción de la bioética fue la domi- cesario acentuar el cuestionamiento serio a la
nante por mucho tiempo en América Latina y tecnología y sobre todo a la biotecnología y la
se hallaba sostenida sobre el principialismo.10 incidencia de estas prácticas en la concepción
Este nace de la aplicación a cuestiones clíni- de las relaciones del ser humano con sus congé-
cas de los principios elaborados por el Infor- neres y con la naturaleza. No sólo es necesario
me Belmont para regular las investigaciones denunciar su abuso sino considerar las viola-
biomédicas. Son T. Beauchamp y J. Childress ciones a los derechos que implica el mero uso
quienes toman a su cargo esa aplicación en su de ciertas tecnologías en todos los aspectos de
obra Principios de ética biomédica (1999) de la vida humana.13
fuerte corte anglo-sajón, centrada sobre la re-
lación médico-paciente. También la casuística La bioética debe ser la alternativa a la biopo-
de Jonsen y Toulmin (1988) que reflexionaba lítica y en ese sentido debe adoptar una acti-
sobre lo particular y fue tomada como referen- tud comprometida frente a cuestiones que de-
cia por algunos bioeticistas latinoamericanos, nominamos políticas, como la justicia en las
es una ética médica. Por su parte, las bioéti- estrategias de gobierno de las comunidades y
cas de intervención de V.Garrafa- D.Porto11 y sobre todo un reconocimiento del alcance de
de protección de F. Shramm y M. Kottow12 en los “saberes” de todo tipo. Porque no se trata
América Latina, que procuraron superar las de ignorar el peso de la medicina en un mun-
relaciones médico-enfermo dando protagonis- do medicalizado, sino de mostrar precisamente
mo a la salud pública y acentuando una lectu- que el ejercicio de la medicina, la definición de
ra sociológica, quedaron presas todavía de la salud o enfermedad, las elecciones terapéuticas
problemática médica. Lo mismo puede decirse e incluso los diagnósticos están traspasados por
de la bioética personalista que desde una pers- decisiones políticas e incluso económicas por
pectiva cristiana sigue abordando cuestiones un lado y sobre entendidos culturales por otro y
asociadas al cuidado médico. Ninguna de estas por ello no se puede ni ignorar ni menospreciar
bioéticas, más allá de su valor particular, esca- todos esos supuestos. Por el contrario, la bioéti-

9 Además de ser una ética médica era selectiva en la elección de las problemáticas reproduciendo la de diferencia 90/10. Hasta
los años 1990, el 10% de las reflexiones en bioética se centraban en problemas generados por el 90% de la carga total de la
enfermedad (Singer 1993).
10 Se llama principialismo a la lectura de la ética médica de Beauchamp y Childress (1999) sustentada sobre cuatro principios que
fueron considerados como rectores para la bioética durante mucho tiempo.
11 La bioética de intervención, inspirada en buena medida por la filosofía y la pedagogía de la liberación, se ha propuesto un acti-
vismo político que brega contra la pobreza y las inequidades, y se sitúa en oposición a la hegemonía del Norte y la explotación
de los “países periféricos”. Distingue entre situaciones emergentes y persistentes (Porto e Garrafa 2005/ Garrafa 2005).
12 La bioética de protección asume la defensa de los desvalidos y vulnerados, presentando un camino de empoderamiento para
los subyugados que requieren apoyo para empezar a ejercer su autonomía y desarrollar un discurso ético propio, sin esperar la
supuesta justicia global que según imaginan los teóricos, vendrá en el futuro ( Kottow 2005/Schramm 2005).
13 En este sentido muchos bioeticistas han olvidado lo escrito por Potter que citáramos al comienzo de este escrito (nota 5), en que
pone como asunto central para pensar un puente hacia el futuro la crítica a la tecnología.

FUNDAMENTOS
11
ca debe entablar una lucha por los significados seguridad en el mundo. Sus fundadores eran
valiéndose de la epistemología, la sociología, plenamente conscientes que para lograrlo era
la historia y sobre todo la semántica para des- preciso garantizar que todos los seres humanos
cubrir los procesos políticos y económicos que disfrutaran plenamente de sus derechos.
la alimentan, y los simbolismos que la asocian
a la vida de los pueblos. Por consiguiente, es Las Naciones Unidas (ONU) empezaron a
necesario redimensionar la bioética sobre todo existir oficialmente el 24 de octubre de 1945,
cuando, siguiendo las exigencias biotecnológi- después de que la Carta fuera ratificada por to-
cas, se analiza la vinculación de las decisiones dos sus miembros fundadores.14 Las personas
humanas con la experimentación biogenética y no debían volver a verse perseguidas por las
con los resultados provenientes de la biología y atrocidades, ni volver a ser víctimas de políti-
la ingeniería genética por ejemplo. Es preciso cas genocidas como las que habían devastado
no olvidar que en este caso y en muchos otros, sociedades de toda Europa. En razón de ello en
una perspectiva enfocada en lo puramente el Preámbulo de la Carta de las Naciones Uni-
científico-técnico es interesada y no cuestiona das se establece que uno de los objetivos de la
los supuestos de la actual civilización sostenida organización mundial será “reafirmar la fe en
sobre la estrecha dependencia de tecnociencia los derechos fundamentales del hombre, en la
y consumo entre otros. Es preciso tener en cla- dignidad y el valor de la persona humana, en
ro que el desarrollo de la biotecnología en todas la igualdad de derechos de hombres y mujeres
sus manifestaciones parece olvidar los aspectos y de las naciones grandes y pequeñas”. Muy
sociales, políticos y económicos que son tan o poco después el 16 de noviembre de 1945 es-
más condicionantes que la genética para la po- tos propósitos comienzan a ponerse en práctica
sibilidad de alcanzar seres humanos solidarios con la creación de la Organización de las Na-
entre sí y con el universo. ciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO) cuya meta fue formulada
como “contribuir a la paz y a la seguridad estre-
DERECHOS HUMANOS chando, mediante la educación, la ciencia y la
cultura la colaboración entre las naciones, a fin
Al momento de referirnos a los derechos hu- de asegurar el respeto universal a la justicia, a
manos es preciso hacer un primer movimiento: la ley, a los derechos humanos y a las libertades
dejar en claro de qué estamos hablando ya que fundamentales que sin distinción de raza, sexo,
esta expresión viene adquiriendo significados idioma o religión, la Carta de las Naciones Uni-
ambiguos. Para ello es importante separar los das reconoce a todos los pueblos del mundo”
derechos humanos de meras fórmulas ideales (UNESCO 1945)
y lograr que pesen en la historia como exigen- Para que la ONU pudiera concretar y definir
cias culturales, lo cual no será posible si no ha- las disposiciones de la Carta de las Naciones
llamos su valor simbólico, sobre todo para los Unidas en materia de derechos humanos debía
pueblos colonizados, sometidos, dominados, elaborarse un instrumento.
tanto política como económicamente que habi-
tan nuestra región. Debido a las posiciones enfrentadas exis-
tentes, la Comisión se planteó inicialmente la
No podemos olvidar que debemos la Decla- elaboración de tres documentos: una Declara-
ración Universal de los Derechos Humanos a ción, luego un Pacto de Derechos Humanos, y
las Naciones Unidas que se crearon como con- por último un documento estableciendo una
secuencia de la Segunda Guerra Mundial. En serie de medidas para la puesta en práctica de
1945, representantes de 50 países se reunieron los dos anteriores. Sin embargo, pronto se vio
en San Francisco en la Conferencia de las Na- que los Estados no estaban dispuestos a asumir
ciones Unidas sobre Organización Interna- compromisos sólidos, por lo que se optó por un
cional, para redactar la Carta de las Naciones objetivo mucho más modesto: elaborar un do-
Unidas: su objetivo era salvaguardar la paz y la

14 Entre ellos 21 países latinoamericanos.

12 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
cumento que consagrase los derechos humanos ve tratados internacionales básicos de derechos
más relevantes. humanos, y el 80 % de ellos ha ratificado al me-
nos cuatro de ellos. En el caso de EEUU si bien
El 10 de octubre de 1948 la Declaración Uni- firmó la declaración nunca la ha enviado al Se-
versal de Derechos Humanos, que constaba de nado para que sea ratificada.15 Eso quiere decir
30 artículos, fue votada por 48 de los 58 miem- que si bien respalda los derechos descritos en el
bros de las Naciones Unidas de ese momento documento, no está comprometido legalmente
(Arabia Saudí, Bielorrusia, Checoslovaquia, a acatarlos.
Polonia, Sudáfrica, Ucrania, Unión Soviética y
Yugoslavia se abstuvieron en la votación y hubo Se puede considerar que los derechos hu-
dos ausentes Honduras y Yemen). Sin embargo, manos tienen vigencia universal en tanto y en
en ese momento el documento no logró ser for- cuanto son expresión fuertemente reconocida
malizado como un tratado internacional obli- por gran parte de los pueblos de la tierra de
gatorio para los estados firmantes, solo era un mandatos éticos como son el respeto a la vida
ideal orientativo para la humanidad. Casi dos y la verdad así como el supuesto de una liber-
décadas después, en 1966, se alcanzó un con- tad absolutamente limitada por la condición
senso internacional suficiente para establecer humana. No se puede hablar de ética fuera de
su obligatoriedad al entrar en vigor el Pacto de ese supuesto y la aceptación de esos valores. De
Derechos Civiles y el Pacto de Derechos Eco- modo que admitiendo esa universalidad, las
nómicos, Sociales y Culturales que asociados a proclamas de derechos humanos han buscado
la primera declaración comprenden lo que se interrelacionarla con otros valores que la dotan
ha denominado Carta Internacional de Dere- de significado a la hora de convertirla en prác-
chos Humanos. El preámbulo de estos dos pac- ticas concretas. La vida a respetar por ejemplo,
tos sostiene “no puede realizarse el ideal del ser no es una vida abstracta sino que está estrecha-
humano libre… a menos que se creen condi- mente asociada a la integridad física mental y
ciones que permitan a cada persona gozar de social, a su desarrollo en un tiempo vivido, a
sus derechos civiles y políticos, tanto como de una trascendencia histórica o religiosa.
sus derechos económicos, sociales y culturales”.
Por ello es necesario plantear el reconoci-
Mientras la primer declaración tomaba en miento de los derechos humanos desde un pla-
cuenta fundamentalmente las libertades indivi- no previo al jurídico. Su aceptación y su uso no
duales, los pactos y declaraciones subsiguientes deben depender de ser admitidos legalmente,
reconocieron con mayor detalle la limitación a tienen vigencia ética más allá de su requeri-
las mismas, pasando a considerar situaciones miento jurídico. Ello no significa desconocer
de vulnerabilidad de los humanos que exigen el valor del derecho jurídico sino darle mayor
a las sociedades y los estados: mayores obliga- consistencia y sentido ético a las declaraciones
ciones con los niños, las mujeres, los pueblos asumidas por gran parte de los países y por
originarios, los discapacitados, los migrantes, consiguiente de sus pueblos. Toda ley debe te-
así como a evitar conductas de los estados y los ner un fundamento ético que la legitime, y los
pueblos definitivamente inexcusables, como el derechos humanos pueden ser considerados
racismo, la tortura y la desaparición forzada de por los pueblos que los han proclamado, como
personas. ese fundamento ético. Es precisamente este re-
conocimiento del valor ético universal de las
Los 190 países que forman hoy parte de la declaraciones el que les permite crear vínculos
ONU, han ratificado al menos uno de los nue- con el derecho internacional y ser reconocidos

15 Los Estados Unidos firmaron el Pacto en 1979 bajo la administración del presidente Carter, pero no están totalmente vinculados
por el mismo hasta que sea ratificado. Por razones políticas, la administración Carter no dio el empuje necesario para la revisión
del Pacto por el Senado, quien debe dar su “consejo y consentimiento” antes que dicho país pueda ratificar un tratado. Los
presidentes Reagan y Busch consideraron que los derechos económicos, sociales y culturales no son realmente derechos sino
que se limitan a objetivos sociales deseables y por lo tanto no deberían ser objeto de tratados vinculantes. Clinton por su parte
no negó la naturaleza de estos derechos, pero tampoco solicitó la ratificación del Congreso, mientras Bush hijo siguió los pasos
de su padre. Esto tampoco cambió con Obama a pesar de sus promesas. Una de las políticas a que obligarían los pactos a estos
gobiernos es a un sistema de salud pública universal.

FUNDAMENTOS
13
como fundamento del mismo. Para juristas no significado desde la biología e inscripto en
como Gross Espiell la doctrina de los derechos un orden político jurídico, seguirán fracasando
humanos de las declaraciones es fuente de de- en su intento de sostener el valor intrínseco de
rechos (Gross Espiell 2006). cada ser humano, es decir su dignidad, y en la
exigencia de que el mismo sea reconocido por
Por ello la cuestión que plantea permanente- las comunidades de todos los tiempos y luga-
mente la bioética no es su reconocimiento jurí- res. Recordemos con Arendt que el nacimiento
dico sino el efectivo y práctico por parte de las es un acontecimiento político no meramente
personas y las instituciones y el modo de evitar biológico. Mantener la vigencia de los derechos
que pasen a formar parte del aparato de los po- humanos no es una decisión jurídica, es alen-
deres estatales que se despliegan para reducir a tar una práctica en que los humanos actúen
los individuos a medidas y cifras que manipula abriendo al sujeto la posibilidad del riesgo, el
la burocracia política; medidas y cifras a las que riesgo que siempre representa la presencia del
la medicina no es ajena como venimos viendo a otro y de lo otro, es abrir a lo diferente, lo múl-
propósito de la pandemia que nos aqueja. Evi- tiple, para encontrarse, para compartir un es-
tar esto es claramente sostener una exigencia pacio común, para asumir una vida cualitativa-
ética frente a una práctica biopolítica, en el sen- mente humana (Pfeiffer 2014). No serán pues
tido que el aparato estadístico y administrativo los aspectos jurídicos los que dinamicen esa
de los poderosos opera de acuerdo al principio práctica, sino reconocer y acoger al desvalido:
de invisibilidad de las víctimas. Por consiguien- esa es la prueba, ese es el compromiso práctico,
te impedir que la apelación a los derechos hu- esa es la praxis política que debe realizar una
manos se convierta en una práctica biopolítica comunidad como tarea. Las teorías tienen en
de dominio en lugar de una apelación ética a la ese tipo de praxis política su corroboración o
igualdad y la independencia, es una de las ta- su rechazo, pues deben reconocer al otro como
reas de la bioética. Esta tarea es, como sostiene igual en derechos para que sean consideradas
Arendt, reafirmar la condición humana que es acordes a la ética. Las teorías no siempre consi-
la vida humana misma (Arendt 2005:35). deran la validez de los derechos, pueden cons-
Por ello afirmamos que el reconocimiento de truir regímenes totalitarios sostenidos por for-
los derechos humanos no pasa solo por lo jurí- mas de vida totalitarias, que rehúsan reconocer
dico. Mucho menos, como se pretende, con la derechos, y esto tiene un origen que es la nega-
asociación de su puesta en práctica con la pre- ción de compartir un espacio común, el acento
servación de la herencia genética por ejemplo. puesto en el individuo y sus deseos. Como dice
En el caso de ciertas prácticas genéticas, como Arendt “El triunfo del individuo despreocupa-
la selección de embriones por ejemplo, de lo do de la vida pública, centrado en sus intereses
que se trata es de asociar el poder del derecho privados y la seguridad de los suyos a cualquier
al de la ciencia (Foucault 2009).16 Si bien es in- precio, constituye una de las bases del totalita-
dudable que podemos plantear, como se suele rismo” (Arendt 2005:211). Podemos dar razo-
hacer al hablar de derechos, una controversia nes de todo tipo para un totalitarismo pero no
sobre los derechos fundamentales de sujetos razones éticas que obligan al reconocimiento
por nacer o nacidos bajo criterios científicos de la igualdad de derechos mediante la praxis
eugenésicos aplicados en su reproducción, responsable. Esto se logra solo cuando se sitúa
como en el ejemplo mencionado, es preciso la esfera política en el ámbito de lo público,
discutir previamente las condiciones en que se donde habitan seres humanos que son iguales
realiza ese planteo, condiciones de la suprema- en su condición de tales pero a la vez diferentes,
cía de los intereses tecnocientíficos sobre los y que mediante la acción y el discurso hacen de
de orden socio-cultural no sólo para los seres la política un asunto común. El asunto común
humanos sino incluso para el planeta. Mien- incluye no sólo al otro humano sino a todo lo
tras los derechos humanos, sigan formando otro que constituye el mundo, la naturaleza, el
parte de las representaciones de un ser huma- cosmos.

16 Este es el fundamento de la crítica de Foucault a la política del siglo XX que se ha convertido en biopolítica en tanto y en cuanto
tiene poder para dar o quitar el derecho a la vida entendido como vida biológica.

14 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
De allí deben nacer los denominados dere- individualismo, el liberalismo y el capitalismo.
chos de cuarta generación que se centran en la El sentido de la vida en el occidente al que per-
vida humana en interacción con todo el siste- tenecemos por influencia histórica, se ha afian-
ma planetario, “pues va más allá de los reque- zado a lo largo de la segunda mitad del siglo
rimientos de protección del individuo y de la XX poniendo como bandera al individuo como
especie humana, instaurando una nueva doc- soporte de la sociedad y a la libertad individual
trina centrada en el geocentrismo ético, ya que y negativa como su estandarte. El individuo
se trata de la vida no ya de la humanidad, sino acual, del siglo XXI, se sostiene sobre la capa-
de la especie humana que hace a la humanidad. cidad de decir no a las costumbres considerán-
En consecuencia, esa interacción no es solo con dolas prejuicios, a las creencias cuestionadas
el ambiente o con la vida humana o con la Pa- por la ciencia, a un pasado siempre aventajado
chamama ; es una interacción del ser humano por el futuro, todo ello representa para él ca-
con toda la diversidad viviente y no viviente y denas que debe romper sin discusión posible.
con su propia naturaleza como especie huma- Asimismo asume como la actitud más valiosa
na” (Villalobos y Palmar 2012). Los derechos a la competencia, que exige ganar a cualquier
humanos no son para ser declamados sino que precio para obtener éxito y fama. La condición
obligan a un compromiso como individuo y que hace posible alcanzar estas conductas que
como sociedad que sus componentes no pue- aseguran su diferenciación e individualidad, es
den evadir, un compromiso voluntario, libre, vivir ignorando la sociedad, concentrándose en
responsable. Pero, las condiciones existentes en su “interior”, su propia vida y futuro, desintere-
la sociedad contemporánea impiden la libertad sándose de la vida política y replegándose en su
pues las sociedades carecen de autodetermina- intimidad (Zaffaroni 2011).17 La modernidad,
ción, imposibilitan la paz pues no hay igualdad en nuestro tiempo, enfrenta al individuo con la
y obstruyen el imperio de la justicia reempla- sociedad lo que deriva en el liberalismo políti-
zándolo por explotación y opresión social, po- co que llega a recuperar el libertarismo como
lítica y económica. La respuesta no es pensar identidad18 y el capitalismo económico donde
que la posibilidad de la lucha por la vigencia de el único protagonista, el actor principal, es el
los derechos humanos y su pleno disfrute es in- “self made man”.19
viable para quienes sufren el subdesarrollo y la
miseria sino acometerla, sobre todo para aque- La convicción de que esa contraposición es
llos que podemos verla en nombre de quienes falaz es la que llevó a un nutrido grupo de bioe-
no pueden más que padecerla. ticistas a asociar, a partir de los años 90, la bioé-
tica con los derechos humanos en América La-
tina. Vemos fortalecerse esa asociación a partir
BIOÉTICA Y DERECHOS HUMANOS del Segundo Congreso de la International Asso-
ciation of Bioethics (IAB), –la más antigua en-
La bioética, así como los derechos humanos tidad científica internacional del área de bioé-
nacen en un contexto cultural marcado por el tica, celebrado en 1994 en Buenos Aires. En el

17 Los términos en que se plantean las soluciones en la historia moderna de occidente tienen que ver con el tratamiento del indivi-
duo, por ej. en la oposición típicamente moderna individuo-sociedad. El individuo no es un ser de carne y hueso sino el titular de
derechos individuales que le aquejan sólo a él, que sólo él puede defender y que están permanente en riesgo por la presencia
del otro que también defiende sus derechos. Esta formulación tiene rasgos asociales y apolíticos (Heler 2000).
18 El libertarismo es una filosofía política y legal que defiende la libertad del individuo en sociedad, los derechos de propiedad
privada y la asignación de los recursos a través de la economía de mercado (capitalismo de libre mercado), sosteniendo que
la ley debe fundamentarse en la protección de los llamados derechos negativos o individuales. Buscan básicamente revertir el
estado de bienestar moderno. El color amarillo se ha convertido en un ícono libertario.
19 Expresión muy usada, sobre todo en la época de los 50 del siglo pasado y que se asocia al “sueño americano”. Se traduce por
“el hombre que se hace a sí mismo” y proviene de una conferencia de Fredrick Douglas, un líder negro antisegregacionista del
siglo XIX que se autodenominó de esa manera y que es la apología del individuo que surge de un medio pobre y se eleva hasta
los más altos niveles financieros o políticos gracias a su esfuerzo y perseverancia, ignorando el entorno que lo posibilitó. En
América Latina se asocia a trabajar mucho, “lo gané con mi trabajo”, ignorando también los contextos en que el trabajo puede
posibilitar o no una mejora económica.

FUNDAMENTOS
15
“V Encuentro Nacional de Comités de Ética de cerlo para beneficio propio. Las conductas que
la Salud”, bajo el lema: “Bioética y Derechos valoramos son las que tienen justificación ética,
Humanos” realizado en 2001 en Buenos Aires son las que proclamamos como valores: la au-
y en el Sexto Congreso Mundial de Bioética de tenticidad, la honestidad, la transparencia, son
la IAB en Brasilia: “Bioética, interculturalidad los modos de evitar la mendicidad, no hace fal-
y derechos humanos” (2002), termina de afian- ta explicar que el reconocimiento de otro como
zarse la alianza, adquiriendo desde entonces y otro, la dignidad del otro, implica valores como
gracias a la acción de la Red Latinoamericana y respeto, tolerancia, amistad, gratitud.
del Caribe de Bioética (Redbioética) UNESCO
cada vez mayor identidad (Tealdi 2008). Pero estas conductas, en tanto éticas, suelen
ser comprendidas como que solo comprome-
La pregunta, frente a esta relación entre bioé- ten la actitud particular; cuando acudimos a
tica y derechos humanos es por qué seguimos los derechos buscamos salir de esta exigencia
hablando de bio-ética y no de bio-derecho que puede fácilmente comprenderse desde lo
como algunos proponen sugiriendo que los de- individual para convertir estos valores en re-
rechos humanos deben ser considerado como clamos, reivindicaciones sociales. Al hablar de
parte del derecho positivo para que tengan real derechos, la ética pierde cualquier referencia
valor social, ya que sólo el derecho puede gene- abstracta que pueda hacerla inalcanzable, los
rar control social (Casado 2016/Morelli 2010). derechos son mandatos morales, que fueron es-
La primera razón es que la bioética fue pensada tablecidos por la “buena voluntad” de los seres
como una ética, es decir siguiendo mandatos humanos, que responden a decisiones racio-
universales e imperativos ineludibles. Fue y nales libres de la humanidad que los proclamó
sigue siendo pensada y sostenida sobre el re- para sí misma, para reconocerse y valorarse a
conocimiento de la dignidad humana que más sí misma.20 Los derechos humanos afectan a la
allá de su grandilocuencia muchas veces criti- humanidad y obligan a los pueblos en la medi-
cada, marca que todos y cada uno de los seres da en que los aceptan.
humanos valen por igual y que esa igualdad
no tiene que ver con una identidad que anu- Latinoamérica ha sido desde sus orígenes
la las diferencias sino con un reconocimiento coloniales, y continúa siendo, víctima de viola-
que las valoriza. Todos los documentos inter- ción de derechos primarios e incumplimiento
nacionales que de alguna manera son testigos de derechos políticos, económicos y culturales.
de decisiones tomadas por la humanidad en su Frente a esta declaración tácita de que la vida
conjunto y apuntan a propósitos de mejorar la de la mayoría de sus habitantes “no merece ser
vida de todos los habitantes de la tierra, hablan vivida”, frente al reconocimiento fáctico de la
de dignidad, buscan con este concepto que las indignidad de sus pueblos sometidos no solo
naciones, los países, los pueblos, reconozcan el al hambre, la miseria y la discriminación sino
valor de todos y cada uno de los que los com- a gobiernos autoritarios y violentos cómplices
ponen y den la oportunidad de reconocerse va- de los poderes económicos, la bioética tiene un
liosos a cada uno de ellos. solo mandato: instaurar la vigencia de los de-
rechos humanos cuya razón de ser es respetar
La bioética al ser propuesta como ética supo- la dignidad del ser humano. Este mandato sig-
ne la libertad que no es autonomía solamente nifica poner en acto en cada vida la mayor de
sino sobre todo, responsabilidad y solidaridad las exigencias éticas: reconocer la dignidad de
pues obliga al reconocimiento del otro como cada uno y de todos los seres humanos. No de-
tal, y sobreentiende la veracidad que impide el bemos olvidar que el imperativo tiene tres for-
mayor de los modos de usar al otro que es ha- mulaciones, en las dos primeras la medida del

20 Kant, en su ética considera a la buena voluntad como la voluntad libre de cumplir con el imperativo categórico de la razón prácti-
ca que obliga a medir los actos morales con la ley universal que toda la humanidad reconoce como tal como por ejemplo respetar
la vida, buscar la verdad. Aunque los imperativos de la razón no obedecen a fines sino que son válidos por sí mismos, uno por
lo menos, se formula como ley de la razón universal que debe poner al ser humano como fin de los actos, es decir formula un
fin para toda conducta ética sustentada en la razón humana. Esa ley es compartida por todo ser humano, no es individual. (Kant
1785)

16 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
imperativo es la ley natural, pero en la tercera mía, la política, la estética y sobre todo la mo-
la medida es el valor del ser humano como tal ral y van conformando la cultura dominante.
es decir la dignidad del ser humano como tal. La imposición se logra mediante una violencia
no física, disciplinando a los “dominados” me-
Para ello la bioética debe dar un vuelco y evi- diante símbolos, significados y referencias. Es-
tar que debido a su marca de procedencia que tos “no la evidencian y/o son inconscientes de
es la medicina y la relación estrecha que tie- dichas prácticas en su contra, por lo cual son
ne esta con lo jurídico, se cuele en su práctica «cómplices de la dominación a la que están so-
una interpretación de los derechos humanos metidos»” (Bordieu 2002). Esto queda plasma-
corta, limitada, y funcional al poder de turno. do en profesionales, grupos, pueblos, reducidos
Quienes consideran que la tarea de la bioética a la esfera de la ingenuidad, ignorantes de toda
es articular los derechos del paciente y la au- posibilidad crítica.21
tonomía de los sujetos, partiendo del supuesto
de que cuando hablamos de derechos humanos Esta complicidad que para Bordieu es de-
estamos haciendo referencia a cuestiones jurí- terminante en la destrucción de las conquis-
dicas, olvidan su dimensión ética e incluso la tas sociales y dificulta la construcción de una
necesidad de su corolario como acción política. narrativa común en torno a condiciones reales
Pensar en la relación bioética-derechos huma- de igualdad política y social, debiera ser puesta
nos está muy lejos de considerar que los con- de relevancia por la bioética en lugar de, por
flictos que puedan suscitarse en la vida de las lo menos “oficialmente”, repetir y justificar los
personas respecto de la posibilidad de llevarla esquemas y las respuestas de los opresores con
adelante y hacerlo sanamente deban resolverse el mismo nivel de connivencia (Bordieu 2002).
jurídicamente, es decir juridificándolos. No es
raro este deslizamiento puesto que vivimos en Lo que Bourdieu aplica a las relaciones so-
una cultura medicalizada por un lado y judi- ciales de clase se ve muy claramente cuando lo
cializada por otro, las intervenciones jurídica y transponemos al escenario que suele presentar-
médica determinan la vida de los ciudadanos. nos la bioética que es el de los determinantes de
Ello impide que puedan pensarse conceptos la salud, y los protagonistas a la hora de estable-
como por ejemplo autonomía o justicia fuera cerlos y modificarlos. Uno de ellos, quizá el que
de las coordenadas jurídicas y salud fuera del es clave, es la medicina. De modo que para la
quehacer médico. bioética, debiera ser fácil identificar esta violen-
cia simbólica, ya que en la medicina, que es uno
Es por ello que resulta tan difícil para la bioé- de sus tópicos más abordados, históricamente
tica escapar de lo que Bordieu (1996) denomi- ha existido un “dominador” y un “dominado” y
na violencia simbólica. Esta violencia es anali- el primero es habilitado por la cultura y la his-
zada por este autor en relación a la pedagogía toria a serlo. Pero debiera además advertir que
y muestra que la misma es uno de los mayores los violentados realmente no son solo los en-
ejercicios de poder, pues va formando habitus fermos sino toda la sociedad que gradualmente
que “son interiorizados mediante la adopción y sin conciencia de ello va adoptando pautas
arbitraria de principios que se reproducen en la de comportamiento y criterios de legitimidad
práctica y perduran incluso luego de que ha ce- que la convierten en cómplice de esa violencia.
sado la “autoridad pedagógica” (Bordieu y Pas- Citando nuevamente a Bordieu “La gran fuer-
seron 1996:25). El habitus que genera la edu- za de la transmisión de una cultura de clase
cación pero no solo la educación, implica una está en el lograr confundir lo que es necesario
violencia ejercida por un “dominador” sobre con lo que es útil sólo para la clase dominante”
un “dominado” que tiene carácter simbólico y (Bordieu 2002:176) y esto se ve claramente en
que es reproducida por las relaciones sociales. situaciones como la pandemia donde la dueña
Esto, durante años, va formando de forma ar- de la salud es la medicina e incluso una rama
bitraria pero continua habitus que del ámbito de ella como es la epidemiología que habilita al
escolar y académico se extienden a la econo- montaje simbólico de la industria farmacéutica

21 Esta reflexión de Bordieu que no aplica solo a la educación podemos contraponerla a la exigencia de Freire de fomentar una
educación liberadora.

FUNDAMENTOS
17
que aparece como “salvadora” con una vacuna. involucra a la medicina también lo hace con la
Esta representación da legitimidad a la indus- economía, la política y las relaciones sociales
tria farmacéutica en relación a las prácticas de en general. El resultado fáctico es la violación
cuidado de la salud y las objeciones de la bioé- o al menos la ignorancia no reconocida de los
tica se reducen a quiénes van a recibir primero derechos humanos.
la vacuna. Sería buen momento para recordar
todo el entramado comercial que hay detrás No es posible negar que la bioética necesita
de las vacunas y no solo las vacunas incluso del discurso de las ciencias que miran el acon-
en un momento de pandemia. Las farmacéu- tecer de la vida humana y su relación con la na-
ticas no han dejado de hacer negocios, lo son turaleza, pero lo necesita para retomarlo y mar-
sus convenios “sanitarios” con los gobiernos car el qué hacer desde la justicia, para impedir
y las instituciones internacionales que buscan la explotación implacable de los poderosos. La
obtener alguna “mínima ventaja para sus po- bioética está obligada a poner de relevancia la
blaciones porque los mismos, en realidad, son violencia simbólica de las ciencias a la hora de
convenios comerciales y no sanitarios. No po- conocer las relaciones humanas con los otros y
demos olvidar las componendas comerciales con lo otro, resignificando categorías sociológi-
entre los grandes laboratorios y con interme- cas, antropológicas, ecológicas, políticas y eco-
diarios, el enriquecimiento de quienes juegan nómicas para poder plantear finalmente cómo
financieramente con acciones que se compran y cuándo éstas son justas, cómo y cuándo han
y venden a costa de esperanzas e ilusiones de de ser las orientadoras de la acción política. La
los amenazados por la enfermedad, el secreto bioética no puede olvidar que para que una ac-
industrial para un producto de bien público, las ción pueda ser considerada moral o correcta,
patentes, la responsabilidad ante situaciones de tiene que ser universalizable, de modo que no
escasa seguridad y eficiencia por vacunas que vaya contra el respeto debido a todas y cada una
no cumplen con todos los requisitos de una in- de las personas sino que permita reconocer que
vestigación científica debido a la urgencia entre todos los seres humanos merecen igual consi-
otras muchas formas de violar la confianza que deración y respeto. Esto no puede ser relativi-
debiera darnos la ciencia. zado por ninguna ciencia, es más, todas deben
hacer sus aportes para ratificarlo. Por ello la
La bioética está obligada a proclamar que to- bioética es más que una multidisciplina y tam-
das estas prácticas habituales y quasi naturales bién que una ética aplicada. No puede conten-
en una economía global capitalista, violan el tarse con repetir discursos y consignas que no
derecho a la salud. alcanzan a nadie sino que por el contrario legi-
timan la no acción, y la estrategia hegemónica
Este nivel de complicidad entre dominadores de los consensos significativos dominantes.
y dominados no sólo se ve en el abordaje de la
enfermedad sino de toda la vida, es lo que hoy Frente a un fenómeno como una pandemia
conocemos como la medicalización de la vida es preciso tener en claro que el desorden social
y que vemos operando claramente en una si- que vivimos no es causado por ella y la emer-
tuación de pandemia como la que sufrimos. Es gencia sanitaria, sino que ella hace más visible
esta vida medicalizada la que impide reconocer la ausencia de igualdad en el sentido más pro-
en situaciones como las que vivimos que la me- pio de la palabra. Ella ha levantado el velo que
dicina queriéndolo o sin quererlo es cómplice impedía y aún hoy impide ver la precariedad
de una cultura de muerte ya que los pueblos no en que vive la gran mayoría de las personas ca-
pueden rebelarse contra el crecimiento indus- rentes de lo que tanto se reclama: justicia, soli-
trial y la cultura del consumo que son los que daridad, sustentabilidad. Ha permitido ver que
generan este tipo de enfermedades. Los pueblos lo que denominamos sistemas de salud son en
reclaman vacunas y no cambio de vida. ¿Qué realidad sistemas de atención de enfermos ge-
abordaje que no sea el epidemiológico está ha- nerados por una cultura alienante, que miden
bilitado para tener la palabra en una sociedad la salud con guarismos biológicos, que actúan
medicalizada? En la medicalización de la vida tomando en cuenta estadísticas y no grupos
que es previa a la pandemia pero que la habili- humanos, que niegan la voz de los que recla-
ta y tal vez incluso la promueve, el habitus que man por un derecho a la vida buena o la acallan

18 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
con medicamentos. La bioética permite negar zá de manera irreversible, a nuevas formas de
hoy que el virus sea igualitario, no lo es; que la entender y configurar la vida de los seres hu-
respuesta de los estados sea equitativa, no lo es. manos con consecuencias que no parecen ser
Y podemos sostenerlo porque los desposeídos, previsibles pero que apuntan a beneficiar a los
los marginales, los olvidados y vulnerados de que siempre se benefician y perjudicar a los que
siempre siguen en el mismo lugar, siguen sien- siempre se perjudican. Así, en general, la bioé-
do tratados como si sus carencias fuesen natu- tica se presenta como tecnófila aunque cautelo-
rales y de alguna manera se pudiera paliarlas sa, con una vertiente de entusiasmo que es en
con medidas preventivas pensadas a la medida parte genuina, pero también interesada. Es ver-
de otros y para preservar a esos otros. La pan- dad que el saber de la ciencia ha adquirido una
demia debe ser significada como un terremoto, dimensión que es inmanejable para un ser hu-
debe habilitar el rescate del 60% de la población mano y que está más allá de una comprensión
del planeta para dejarlos en “terreno seguro”, en completa de sus dimensiones, pero eso debe
un lugar en que la vida no deba ganarse sino estimular a la bioética a ejercer su capacidad de
gozarse. El derecho a la vida no puede enten- crítica y no anularla y menos aún impedir la
derse como abandono en la precariedad, como acción para limitar ese desarrollo.
alimentar el hambre de manera mezquina, per-
mitiendo solo la sobrevivencia de los más fuer- La pregunta es si como parece, poner la tecno-
tes a costa de los más débiles; debe evitar todo logía “del lado de los derechos humanos” deja-
condicionamiento al rescate de la miseria. In- ría resuelta la cuestión. Bregar por los derechos
cluso debe ir más allá la bioética, cuestionando humanos es precisamente lo que obliga a cues-
que esa supervivencia de los más fuertes, que tionar los alcances de la tecnología (Schramm y
esa pseudovida arropada por el consumo que Kottow 2001). El mundo futuro que nos ofrece:
se establece como habitus, sea el símbolo de la el reto de una digitalización acelerada de ban-
vida humana. cos de datos, la investigación digitalizada no
sólo en áreas sensibles como la neurociencia
sino en todos los campos del conocimiento, el
TECNOLOGÍA, BIOÉTICA desarrollo de la inteligencia artificial en la me-
Y DERECHOS HUMANOS dicina meliorativa que en la literatura bioética
propone emplear la biotecnología para mejorar
¿Dónde puede abrevar la bioética para que el el nivel moral de la conducta humana, la supe-
discurso de los bioeticistas no sea un simulacro ración intelectual de la máquina hasta llegar al
más en esta época llena de violencia justificada transhumanismo y a la singularidad como al-
por palabras vacías? ¿Cómo evitar que los de- gunos ejemplos, está muy lejano de considerar
rechos humanos sigan siendo invocados en ese al humano como un ser valioso por sí mismo,
juego perverso de la ambigüedad como argu- tan lejos como considerar que toda entidad en
mentos para meras deliberaciones académicas? el mundo y el mundo mismo lo sea. Pero estos
¿Pueden los derechos humanos ser quienes son algunos ejemplos, en realidad lo que debe
interpelen a la bioética convocándola a la re- cuestionar la bioética es el hecho de la cien-
flexión crítica por un lado y la acción transfor- cia hoy, su real influencia en el conocimiento
madora por el otro para mover el estatus quo y a partir de él en la cultura de la explotación
que nos aprisiona? y la injusticia. En realidad cualquier dictamen
acerca de lo que acontece en ese campo nos está
Hoy la bioética enfrenta el hechizo de la enfrentando ya con un mundo indeseable y no
tecnología, Salvulescu y Persson22 ponen a debemos ponerlo en el futuro porque hacerlo
la bioética en el compromiso de juzgar sobre nos desfocaliza de lo que, ya hoy, hace indesea-
decisiones que califican de peligrosas, porque ble al mundo.
algunas de ellas estarán abriendo la puerta, qui-

22 Markus ‘Notch’ Persson, el creador de Minecraft, videojuego que vendió a Microsoft en 2.500 millones de dólares, y que luego
de convertirse en multimillonario confiesa “El problema de tenerlo todo es que te quedas sin razones para seguir intentando, y la
interacción humana se hace imposible debido al desequilibrio”,” Pasar el rato en Ibiza con un montón de amigos y salir de fiesta
con gente famosa, capaz de hacer lo que quiera, y nunca me he sentido más aislado”.

FUNDAMENTOS
19
Sin duda que todas las cuestiones con que que las vidas de las personas sean mejores, y el
tradicionalmente se enfrenta la bioética no mismo deber conlleva la obligación de mejorar
pueden ser dejadas de lado, pero la prioridad la genéticamente” (Salvulescu 2012:210). Estos
tienen otras que deben ser consideradas si pre- son algunos de los principios éticos que men-
tendemos que el ser humano tenga un futuro. ciona Salvulescu aceptando la mejora genética
La bioética debe claramente romper el mito de del ser humano aunque no se detiene a expli-
que ese futuro está necesariamente en manos car qué significa mejora, si, como aclara, ésta
de la tecnología, que es el combo tecno-ciencia no puede ser moral. En efecto, Salvulescu con-
el que tiene la llave de un mundo mejor. En rea- sidera imposible una mejora moral y previene
lidad la tecnología es quien ha generado la po- además que todos esos “beneficios” que nos da-
sibilidad de que el ser humano no tenga futuro ría la genética podrían caer en manos dañinas.
en el planeta tierra ¿por qué cambiaría de rum- Advierte que “El progreso de la ciencia es en
bo? La tecnología no es pensada para favorecer cierto sentido para peor […] y esta parte mala
a los derechos humanos sino como producto se incrementa si se acelera el progreso cientí-
de intercambio comercial, como producción de fico mediante la mejora cognitiva. De manera
riqueza para algunos, como objeto de consumo que mientras no haya mejora moral, es me-
y por ello su primera regla es “siempre un paso jor que no haya mejora cognitiva” (Salvulescu
adelante”, la renovación, la innovación, la nove- 2012:247). Esto que parece contradictorio se
dad, el avance, el “desarrollo” caiga quien caiga sustenta sobre la defensa del derecho a la vida
en el camino. Y su segunda regla es que el pro- prima facie, mientras esa vida mejore la espe-
ducto fascine para que desee ser consumido. cie, permita competir, se adecue a una idea de
amor preestablecida, será la “mejor” genética-
En este camino de recuperar lo valioso de la mente hablando. Para Salvulescu no es posible
tecnología arrancándola de las manos de los establecer cuál vida es mejor a nivel moral pero
negocios, se va desarrollando un mito: que la si a nivel cognitivo y es lo segundo lo que de-
tecnología será tan poderosa como para evitar bemos buscar aunque no garantice lo prime-
la destrucción que implica su incremento. A ro. Debiéramos garantizar conocimientos que
tal punto que autores como Salvulescu recla- eviten el dolor, la muerte, los sufrimientos, los
man una “nueva ética” que se adapte a la tec- límites. Frente a esta oferta de vida podemos
nología y no al revés: “Necesitaremos una ética preguntarnos ¿No es esto buscar entelequias
bien desarrollada para gobernar la creación de producto de la negación de todo lo que carac-
nuevas formas de vida” (Salvulescu 2012:338), teriza al ser humano?
así como “elaborar y desarrollar un complejo
marco normativo” (Salvulescu 2012:340). Así Mientras los derechos humanos sigan siendo
menciona principios éticos que podrían ser considerados prima facie es decir dependientes
adoptados por esa ética como por ejemplo: “es de capacidades y oportunidades y leídos desde
aceptable matar a una persona con el propósito el habitus del consumo como medida del éxi-
de salvar a otra” (Salvulescu 2012:76); “la per- to y la felicidad, y del individuo como medi-
sona que tiene una buena razón para tener el da de la ética, mientras sigan dependiendo de
mejor niño posible está requerida moralmente entelequias abstractas, no podremos preten-
a tenerlo” (Salvulescu 2012:46); “al permitir que der que tengan vigencia como discurso igua-
todos tomen drogas que mejoran el rendimien- lador y justiciero y mucho menos que puedan
to, nivelamos el campo de juego. Eliminamos ser proyectados al planeta para considerar los
los efectos de la desigualdad genética” (Salvu- derechos de los no humanos. Esto no tiene
lescu 2012:117); “vivir mi vida de acuerdo con nada que ver con las argumentaciones ni con
lo que yo pienso que es bueno, no según aquello la forma de los discursos, sino con la elección
que los demás consideran bueno” (Salvulescu de formas de vida, con compromisos que son
2012:169); “debemos utilizar nuestro conoci- siempre personales dentro de una comunidad,
miento creciente en neurociencia para mejorar con coherencia entre lo que se dice y lo que se
la calidad del amor mediante la manipulación hace. El fiel de la balanza que mida la vigencia
biológica” (Salvulescu 2012:210); “el deber de de los derechos humanos debe ser establecido
hacernos más saludables es el deber de hacer por los pueblos, por sus integrantes y no por los

20 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
poderes que gobiernan en democracias signa- ridad para atentar contra el derecho a la vida,
das por el simulacro (Castoriadis 1997/ Pfeiffer a la salud, a la identidad, a la integridad, a la
2018) y no pueden representar a las poblacio- libertad de transitar, opinar, creer. El derecho
nes. Hablamos de los pueblos cuya voz no es a la educación no está por encima del derecho
escuchada porque es silenciada por la robótica, a la identidad, a la creación, a la crítica, a la
los teléfonos celulares, las emisiones de TV y cultura, a la fe. El derecho a la comunicación
radio, los twitter y los memes que van erigien- y la información no puede anular el derecho a
do los habitus. la educación. El derecho a gobernar no puede
aplastar el derecho a disentir pero el derecho a
Se discute sobre qué fundamentar la ética, disentir no puede estar por encima del derecho
pero sea cual fuere su fundamento encontra- a gobernar.
mos coincidencias en todas las posturas éti-
cas en la valoración de la vida y la verdad y en Sinergia es un concepto teológico que es
la exigencia de justicia en los reclamos de los adoptado por la medicina y que obliga a los
pueblos. Los derechos humanos han nacido en componentes de un organismo a apoyarse unos
occidente, pero han sido y siguen siendo adop- en otros para mantener la vida, es en ese senti-
tados y aceptados por la mayoría de los pueblos do que no hay vigencia de derechos humanos
de la tierra porque hacen referencia a valores sino existe sinergia entre ellos.
comunes más allá de las formas que adquieran
a la hora de convertirlos en praxis política. El enfoque de los derechos humanos en bioé-
tica suele ser desestimado recurriendo a crí-
Por ello, frente a la tiranía de la tecnociencia ticas éticas académicas en que se justifica la
actual en manos de un sistema económico-po- insensibilidad ética de las sociedades desde el
lítico sostenido sobre el lucro, los bioeticistas escepticismo o el pragmatismo. Bauman habla
debemos rechazar la fascinación y recordar de esa pérdida de sensibilidad que se manifies-
que los derechos humanos sólo pueden lograr ta como “la negación de aplicar la perspectiva
prácticas liberadoras actuando con una siner- ética a otras personas” (Bauman y Donskys
gia que les permita apoyarse unos en otros. El 2009:49), en que el individuo se desentiende
derecho a la propiedad no puede estar por enci- de los daños, sobre todo sociales, que pueda
ma del derecho a la vida, a la libertad, a la edu- causar su conducta. Vemos como esto ocurre
cación, a un juicio justo, al trabajo. El derecho a en nuestros días con la pandemia, sobre todo
la comida, la vivienda, el abrigo, no puede estar a la hora de pensar en obtener una vacuna:
supeditado al derecho al trabajo y éste al de la los llamados a la solidaridad se estrellan con-
producción. Ninguno de los derechos puede tra realidades insensibles o determinadas por
ser vedado a los niños, las mujeres, los pueblos jerarquías del poder sobre todo económico. La
originarios, los extranjeros, los enemigos po- solidaridad se convierte en un concepto va-
líticos, los discapacitados, los que tienen cos- cío, in-significante, todo el mensaje se dirige al
tumbres y color de piel diferente. El derecho a la individuo en quien se genera el miedo por su
vida no puede ser a la supervivencia para unos propia sobrevivencia. La consecuencia es que
y al despilfarro de recursos para otros, debe es- en vez de buscar sostenerse unos con otros, la
tar en consonancia con el derecho a la igualdad desigualdad económica sigue cada vez más vi-
en el goce de la vida con todas sus aspiraciones, gente y determina una polaridad entre pudien-
goce que debemos dejar de igualar a consumir. tes y desposeídos, que a su vez es instrumen-
No puede ser impuesto por la violencia y la tal en una distribución inequitativa y sesgada
agresión que lo niegan por principio, no puede de riesgos que se convierten en peligros (Beck
ser legitimado por la muerte de algunos para 2006). La respuesta del poder a la demanda de
beneficio de otros. La libertad no es un dere- seguridad es mantener sus privilegios mediante
cho sino un supuesto de los derechos y por ello la violencia, en una cultura medicalizada como
es la garantía del ejercicio de los derechos: del la del siglo XXI la medicina es un instrumento
de informarse y comunicar, del de trasladarse y de esa violencia sostenida por su carácter “cien-
permanecer, del de participar y compartir, del tífico”. Debemos entender que cuando la bioéti-
de proyectar, crear, aprender y enseñar. No se ca acentúa la autonomía del enfermo no puede
puede esgrimir un derecho como el de la segu- darle seguridades sino que lo que hace es esti-

FUNDAMENTOS
21
mularlo a asumir riesgos, los que supone cual- no puede nada solo, que todo lo que haga: su
quier intervención de un humano sobre otro. construcción del presente, su proyección al fu-
Sin embargo habilitamos creer que el médico al turo y su valoración del pasado, sólo puede ha-
“informar” da seguridades al paciente, cuando cerla con otros, entre otros, junto a otros, para
el saber médico no es ni definitivo ni absolu- otros. El reclamo de derechos es posible en tan-
to. Con la pandemia se pone de relevancia esta to y en cuanto se es parte constitutiva de una
contradicción de nuestra cultura que pretende comunidad que tiene obligaciones para con
individuos libres, autónomos que rechazan las sus miembros. La justicia, esa que es columna
cuarentenas por ejemplo pero sometidos a su vertebral de la ética, es la respuesta a una con-
vez a las indicaciones de la medicina, de la epi- dición corporal del hombre que lo hace vulne-
demiología que las propician como única res- rable. Reconocer que todos los seres humanos
puesta “segura”. El derecho a la seguridad es un tienen derechos es reconocer que son parte de
derecho utópico, nada ni nadie puede asegurar una comunidad y que no pueden dejar de serlo
al ser humano que no va a sufrir, no va a morir, por su condición vacilante.
excepto que aceptemos la utopía de un hombre
robotizado, sujeto a un saber sagrado como el Por ello son precisamente los derechos hu-
de la tecnociencia que haga su vida totalmente manos, los que interpelan y convocan a la re-
previsible. flexión crítica desde un campo normativo como
la bioética sobre los supuestos morales en que
Ni la ciencia es sagrada ni los derechos hu- se mueve una cultura. ¿Qué puede aportar la
manos lo son. Debemos quitarles todo rastro bioética en un momento de crisis, de catástrofe
de sacralización, y exigir desde la bioética que o de pandemia? Una aproximación a la com-
sean usados profanamente, que se discuta so- plejidad de la vida humana y sus exigencias
bre ellos que se los modifique y ponga al servi- y necesidades que atañen a una vida sana y a
cio de los pueblos, que se sumen derechos y sa- brindar aportes que permitan mayor coheren-
beres, en tanto y en cuanto nacen de lo humano cia ética a las políticas que buscan promoverla y
y alcanzan a lo humano (Agamben 2005). preservarla sin renunciar a la justicia.

CONCLUSIÓN REFERENCIAS

Recordemos que elaborar un pensamiento AGAMBEN G., 2005. Profanaciones, Adriana


ético que respondiera a deliberaciones sus- Hidalgo, Bs. As..
tentadas por la razón universal y no ignorara ARENDT, H., 2005. La condición humana. Barce-
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recho no es un grito de protesta como podía BOURDIEU, P. y PASSERON, J.C., 1996. La
serlo el de Job, no es un pedido de clemencia Reproducción: Elementos para una teoría
ni un lamento trágico, es un grito de pie no de del sistema de enseñanza (3.a ed.), Popular,
rodillas, es un grito con el que se exige, se recla- Madrid.
ma a la comunidad suplir la indigencia. Es an-
tes que nada una confesión de que el individuo

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24 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
DIGNIDAD HUMANA E IGUALDAD COMO
MANIFESTACIONES CENTRALES DE LA BIOÉTICA
REFERIDA A LOS DERECHOS HUMANOS

Aline Albuquerque

INTRODUCCIÓN cionadas a la medicina, a las ciencias de la vida


y a las tecnologías asociadas cuando aplicadas
En 2005 la UNESCO adoptó la Declaración a los seres humanos, teniendo en cuenta sus
Universal sobre Bioética y Derechos Humanos, dimensiones sociales, legales y ambientales”
en adelante DUBDH. Este documento se cons- (UNESCO, 2005). Para tanto, es importante re-
tituye como un marco normativo sin preceden- gistrar que los conceptos de dignidad humana
tes en la construcción de la Bioética referida a y de igualdad presentan distintos significados,
los derechos humanos - DDHH. La DUBDH, conforme las teorías explicativas de su conteni-
como normativa de principios, conjuga el len- do. Ante esta variedad de acepciones, algunos
guaje de los principios, comúnmente adoptado autores critican las nociones de dignidad hu-
en el campo bioético, con el de los derechos mana (Macklin, 2003) y de igualdad (Bobbio,
humanos y llega a conformar un híbrido nor- 2000), lo que lleva a reflexionar sobre el hecho
mativo ético-jurídico de importancia única. La de que esa imprecisión terminológica sea una
dignidad humana y la igualdad, concepciones traba para su empleo en la prescripción y en
objeto de este artículo, constan en la DUBDH, la deliberación en el campo bioético. Este ca-
en su Artículo 3, que establece: “la dignidad pítulo no tiene como propuesta superar esas
humana, los derechos humanos y las liberta- críticas, sino conceptualizar dignidad humana
des fundamentales deben ser respetados en e igualdad, a partir de elecciones teóricas, a fin
su totalidad”; y en el Artículo 10: “la igualdad de demostrar que de su variedad semántica no
fundamental entre todos los seres humanos en se extrae su inadecuación como valor o princi-
términos de dignidad y de derechos debe ser pio, especialmente en el campo bioético (Fos-
respetada de modo que todos sean tratados de ter, 2020). Igualmente, se parte del presupuesto
forma justa y equitativa” (UNESCO, 2005). De de que esos conceptos son indispensables para
este modo, con fundamento en la DUBDH, la formulación de una Bioética comprometida
se puede afirmar que el respeto a la dignidad con la defensa de una sociedad igualitaria y de
humana y a la igualdad constituyen principios la democracia en todos sus espacios de pene-
primarios (Sánchez, 2006) de la Bioética refe- tración, desde los cuidados en salud hasta la
rida a los DDHH, cuya normativa nodal es la formulación de políticas públicas.
DUBDH. Por lo tanto, esta investigación de cuño teóri-
Siendo así, en este artículo se parte de la con- co se fundamentó en las investigaciones de An-
cepción de que el respeto a la dignidad huma- dorno (2020) y de Albuquerque (2017) sobre
na y a la igualdad consiste en una “proposición dignidad humana, y de Nikolaidis (2015), San-
prescriptiva”, cuyo mandato visa influir sobre el giovanni (2017) y Oppenheim (2004) acerca de
comportamiento ajeno para modificarlo (Bob- la igualdad. Este capítulo está estructurado en
bio, 2003:75). De ese modo, se objetiva demar- tres partes: la primera aborda el concepto de
car conceptualmente la “dignidad humana” y Bioética basada en la referencia a los DDHH;
la “igualdad” y los principios previstos en los la segunda trata de la previsión de la dignidad
Artículos 3 y 10 de la DUBDH, a fin de contri- humana y de la igualdad en los tratados de de-
buir con su aplicación a “cuestiones éticas rela- rechos humanos; y la tercera versa sobre los

FUNDAMENTOS
25
conceptos de dignidad humana y de igualdad, y propugnar soluciones en cuestiones bioéti-
así como acerca del principio del respeto a la cas. En consecuencia, la Bioética basada en los
dignidad humana y a la igualdad, fundamental DDHH, conforme a lo destacado por Tealdi
para todos los seres humanos. (2008:177), consiste en un campo ético-norma-
tivo pautado por el respeto a la moral universal
emanada de las normas de derechos humanos.
LA BIOÉTICA REFERIDA En ese sentido, Hottois (2001) puntúa que la
A LOS DERECHOS HUMANOS referencia a los derechos humanos es un capi-
tal para la Bioética, en la medida en que ofrece
La referencia a los derechos humanos abarca un conjunto de valores y normas compartidas
el conjunto de normativas internacionales acer- por la comunidad internacional. La referencia
ca de tales derechos, la jurisprudencia de las a los DDHH está plagada de elecciones axioló-
Cortes Internacionales, los documentos pro- gicas y reglas morales absolutas, tales como la
ducidos por los órganos encargados de moni- defensa de la democracia y la prohibición de la
torear el cumplimiento de las normativas cita- tortura, respectivamente. Así, al emplearlas en
das, así como las investigaciones teóricas sobre el campo bioético, se adopta manifiestamente
tales derechos. Los derechos humanos, en tan- una posición no neutra sino comprometida en
to expresión normativa, “poseen una cabeza de dirección a la promoción de un tipo de cultura,
Janus volcada al mismo tiempo hacia la moral de sociedad y de Estado. Por otro lado, se reco-
y hacia el derecho” (Habermas, 2001), al tradu- noce que el uso de la referencia a los derechos
cir exigencias éticas socialmente consensuadas, humanos en la Bioética no implica la superpo-
formalizadas en normas jurídicamente institu- sición entre los dos campos, y sí se asume que
cionalizadas. En efecto, los derechos humanos poseen órbitas paralelas expresadas en sus con-
constituyen normas morales, al crear obliga- ceptos, discursos, movimientos y espacios de
ciones morales ampliamente compartidas que lucha (Baker, 2014). La Bioética y los derechos
deben ser respetadas por todos (Pogge, 2005). humanos, como áreas del saber, presentan el
De este modo, los derechos humanos pertene- mismo origen histórico, el final de la Segunda
cen a la categoría general de las proposiciones Guerra Mundial y el juicio a los médicos nazis
prescriptivas, esto es, son enunciados que car- (Annas, 2005). También exponen una serie de
gan en sí mandatos que apuntan a influir sobre puntos de contacto, que especialmente conver-
el comportamiento ajeno para modificarlo. Son gen en valores como los de la dignidad humana
características de las proposiciones prescripti- y de la igualdad, objeto de este capítulo. Sien-
vas (distintas de las descriptivas): a) En cuanto do así, se tiene como objetivo exponer aportes
a la función – modificar el comportamiento; teóricos acerca de la dignidad humana y de la
b) En cuanto al destinatario – la prueba de la igualdad, en tanto acepciones centrales de una
aceptación de la proposición prescriptiva es su Bioética basada en la referencia a los DDHH.
ejecución; c) En cuanto a la valoración – puede Para ello, en el próximo ítem, son abordadas la
ser válida/inválida o justa/injusta, pero no ver- previsión de la dignidad humana y de la igual-
dadera o falsa. Las proposiciones prescriptivas dad en las normativas de derechos humanos.
dan origen a obligaciones o reglas morales y ju-
rídicas (Bobbio, 2003).
LA DIGNIDAD HUMANA Y LA IGUALDAD
De ese modo, la Bioética referida a los DDHH EN LAS NORMATIVAS DE DERECHOS
se sirve de las proposiciones prescriptivas ema- HUMANOS
nadas de sus normativas y de las normativas
bioéticas consolidadas en el lenguaje de los de- La demarcación conceptual, objeto de este
rechos humanos, como la DUBHD, la Declara- capítulo, relativa a la dignidad humana y a la
ción Universal sobre el Genoma Humano y los igualdad en tanto concepciones que respaldan
Derechos Humanos, adoptada por la UNESCO una Bioética referida a los DDHH, implica exa-
en 1997, y la Declaración Internacional sobre minar cómo tales conceptualizaciones se en-
los Datos Genéticos Humanos, también procla- cuentran dispuestas en las normativas de dere-
mada por la UNESCO, en 2004, para analizar chos humanos. Como hay una amplia gama de

26 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
normativas, se optó por tratar las principales manidad y respeto a la dignidad inherente a la
en el ámbito del Sistema ONU y del Sistema persona humana.
Interamericano de Derechos Humanos.
En lo que atañe a la igualdad, el Artículo 2 del
La Declaración Universal de los Derechos PIDCP (ONU, 1966) establece que los Estados
Humanos – DUDH, adoptada por la Organi- se comprometen a respetar y garantizar a todos
zación de las Naciones Unidas – ONU en 1948, los individuos que estén sujetos a su jurisdic-
establece en su Preámbulo el reconocimiento ción los derechos en él previstos, y su Artículo
de la dignidad inherente a todos los miembros 26 establece que todas las personas son iguales
de la familia humana y de sus derechos iguales e ante la ley y tienen derecho, sin ninguna dis-
inalienables (ONU, 1948). De hecho, la DUDH criminación, a igual protección de la Ley. En
tiene como presupuesto la dignidad ontológica cuanto a las previsiones específicas acerca de la
de todos los seres humanos, así como la idea igualdad, el PIDCP (ONU, 1966) y el PIDESC
de igual valor y derechos, al contar en su Artí- (ONU, 1966) cuentan con dispositivos sobre el
culo 1° con la previsión de que todos los seres deber del Estado de asegurar a hombres y mu-
humanos nacen libres e iguales en dignidad y jeres igualdad en el gozo de todos los derechos
en derechos. Además, con relación a la digni- civiles, políticos, económicos, sociales y cultu-
dad humana en dispositivos singulares, abor- rales. En el PIDCP (ONU, 1966) se verifica la
da la existencia conforme la dignidad humana igualdad de derechos y responsabilidades de
cuando trata del derecho a una remuneración los esposos respecto del casamiento, así como
equitativa y satisfactoria; en cuanto a la previ- el derecho de tener acceso, en condiciones ge-
sión de la igualdad concerniente a derechos es- nerales de igualdad, a las funciones públicas de
pecíficos, la DUDH prevé, al tratar del derecho su país. En el PIDESC (ONU, 1966) existe el
de ser juzgado por un tribunal independiente establecimiento del derecho a la educación de
e imparcial, el ejercicio en igualdad de tal de- nivel superior igualmente accesible a todos; el
recho; el derecho de acceso, en condiciones de derecho a un salario equitativo y una remune-
igualdad, a las funciones públicas de su país y a ración igual por un trabajo de igual valor; en
los estudios superiores, en función de su méri- particular, las mujeres deberán tener la garan-
to (ONU, 1948). tía de condiciones de trabajo no inferiores a las
de los hombres y percibir la misma remunera-
En conjunto con la DUDH, el Pacto Interna- ción que ellos por el mismo trabajo, y las mis-
cional sobre Derechos Civiles y Políticos – el mas oportunidades de ser promovidas.
PIDCP y el Pacto Internacional sobre Dere-
chos Económicos, Culturales y Sociales – el De esa manera, se verifica que la previsión de
PIDECS, ambos de 1966, conforman la de- la igualdad legal o ante la ley, que consiste en la
nominada “Carta Internacional de Derechos más básica manifestación jurídica de la igual-
Humanos” (Albuquerque; Barroso, 2020), o dad (Nikolaidis, 2015), está contemplada en el
sea, son las normativas universales de derechos PIDCP. Se registra que la igualdad fue enfatiza-
humanos que consolidan el edificio del Dere- da en ambos documentos tanto para hombres
cho Internacional de los Derechos Humanos. como mujeres en lo que se refiere a todos los
Con relación a la dignidad humana, consta en derechos humanos.
el PIDCP (ONU, 1966) y el PIDESC (ONU,
1966) que los derechos humanos derivan de En la esfera del Sistema Interamericano de
la dignidad inherente a la persona humana. Derechos Humanos, la Convención America-
De ese modo, ambos tratados consideran la na sobre Derechos Humanos, su norma prin-
dignidad humana como el “portal a través del cipal, fija en el Artículo 11, que toda persona
cual el contenido igualitario y universalista de tiene derecho al respeto de su honra y al reco-
la moral es importado al derecho” (Habermas, nocimiento de su dignidad. Asimismo estable-
2011:37). El Artículo 10 del PIDCDP (ONU, ce que toda persona privada de libertad debe
1966) reproduce la inherencia de la dignidad ser tratada con el debido respeto a la dignidad
humana, al establecer que toda persona pri- inherente al ser humano. Con relación a la
vada de su libertad deberá ser tratada con hu- igualdad, su Artículo 24 prevé la igualdad ante
la ley. También prevé como lo hace el PIDCP

FUNDAMENTOS
27
(1966) la igualdad de derechos y la adecuada CONCEPTOS DE DIGNIDAD HUMANA
equivalencia de responsabilidades de los cón- Y DE IGUALDAD ADOPTADOS EN LA
yuges respecto del casamiento así como tam- BIOÉTICA REFERIDA A LOS DDHH
bién el derecho de tener acceso, en condiciones
generales de igualdad, a las funciones públicas
de su país. Concepto de dignidad humana
Se deduce de las normativas señaladas que la
El concepto de dignidad deriva del término
dignidad humana elegida por los órganos pro-
latino “dignitas”, empleado en la antigua Roma
ductores de tales normas es la ontológica, o sea,
para hacer referencia al estatus social que de-
aquella que alude al valor intrínseco de todos
terminada persona ocupaba y al respeto y defe-
los seres humanos simplemente por el hecho de
rencia merecidos en razón de su posición social.
integrar la especie humana (Andorno, 2020),
Dilley y Palpant (2013) indican que la dignidad
consistiendo en una dignidad inherente (Gros
humana se fija en dos concepciones: la del ex-
Espiell, 2005), conforme será desarrollado en
cepcionalismo humano y la del Imago Dei. El
el ítem que sigue. En lo relativo a la igualdad,
excepcionalismo humano condensa la idea de
ésta se desdobla en proposiciones prescrip-
que los seres humanos son superiores a los de-
tivas de tres categorías: a) la de igual valor de
más seres vivos, especialmente en virtud del
todas las personas, que se asemeja a la noción
poder de la racionalidad, y el Imago Dei con-
de dignidad; b) la igualdad como principio que
siste en la acepción de que todos los humanos
impacta sobre todos los derechos humanos, así
reflejan la imagen divina de forma singular en
como sobre el ordenamiento jurídico de los Es-
el orden creado. Entonces, bajo la perspectiva
tados, expresado en la “igualdad ante la ley”;
histórica, aunque la expresión dignidad huma-
c) derecho a ser tratado con igualdad, como
na haya atravesado más de 2.000 años, su ras-
el derecho de acceso a las funciones públicas
go distintivo concierne a la particularidad del
y a la educación superior (Nikolaidis, 2015).
humano con relación a los demás seres vivos
También es importante resaltar que la dignidad
(Calhoun, 2013). A partir del Iluminismo, pre-
humana ontológica se imbrica con la igualdad,
cisamente del pensamiento kantiano, la justifi-
en la medida en que veda cualquier tipo de tra-
cativa teórica de la dignidad humana sufrió un
tamiento desigual basado en la consideración
giro antropocéntrico, pasando a basarse en las
de que determinadas personas, poseen un es-
acepciones kantianas de agencia libre, de racio-
tatus moral superior a la de las demás. Es decir
nalidad y de personalidad, aproximándola a la
veda la concesión de privilegios y también lo
noción de autonomía, como la “capacidad hu-
inverso, o sea, considerar que ciertos grupos o
mana de proyectar posibles cursos de acción” o
personas poseen un valor inferior y en conse-
“autogobierno” (Calhoun, 2013:31). En el siglo
cuencia aceptar su tratamiento deshumano o
XX se produjo la incorporación de la dignidad
degradante (CIDH, 2019).
humana a las normativas de los derechos hu-
La idea de dignidad humana y la de igualdad manos, facilitando la construcción de consen-
entre todos los seres humanos son vectores sos internacionales en torno a tratados y decla-
axiológicos del Derecho Internacional de los raciones, “dado que todos estaban dispuestos a
Derechos Humanos, de manera que la propo- concordar con la posición de que la dignidad
sición prescriptiva resultante, la de que todos humana tiene una importancia central” (Ha-
deben ser tratados con igual respeto y digni- bermas, 2011:32). En la contemporaneidad hay
dad, ocupa un locus singular en el corpus iu- una gama de teorías justificantes de la dignidad
ris internacional (CIDH, 2019), así como en la humana, en ese sentido, Foster (2011) enumera
Bioética basada en el referencial de los DH. A nueve “esquemas taxonómicos” para la digni-
partir de esto, se tiene como foco los conceptos dad humana, basados en las investigaciones de
de dignidad humana e igualdad en el ámbito de David Feldman; Doris Schroeder; Suzy Kill-
la Bioética referida a los DDHH. mister; Andrew Clapham; Niki Bostrom; Luke
Gormally y Mette Lebech; Leon Kass; Deryck
Beyleveld y Roger Brownsword y Ronald
Dworkin.

28 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
A pesar de las variadas teorías sobre la dig- documentos de derechos humanos menciona-
nidad humana en el discurso actual, se consta- dos en este capítulo, como la DUDH, el PIDCP
ta que predominan dos significados: la noción y el PIDESC, los cuales establecen la dignidad
de dignidad ontológica y la de dignidad moral como inherente a todas las personas. La digni-
(Andorno, 2020). La dignidad ontológica sig- dad relacional se traduce en el direccionamien-
nifica el valor que todas las personas tienen por to de la DUBDH a los Estados y en la orienta-
el simple hecho de ser humanas, independien- ción que ofrece para decisiones o prácticas de
temente de cualquier factor o condición perso- individuos, grupos, comunidades, institucio-
nal. La dignidad humana ontológica es estática, nes y empresas públicas y privadas. En lo rela-
no puede ser suprimida o disminuida. La dig- tivo a la dignidad como límite-estatal, el ítem
nidad moral consiste en el valor atribuido a al- “b” del Artículo 2 de la DUBDH instituye que
guien en función de su comportamiento juzga- “los intereses y el bienestar del individuo deben
do moralmente (Andorno, 2020). En la esfera tener prioridad sobre el interés exclusivo de la
del Derecho Internacional de los Derechos Hu- ciencia o de la sociedad” (UNESCO, 2005).
manos, McCrudden (2008) enumera tres ele-
mentos de la dignidad humana: a) la dignidad De este modo, el principio del respeto a la
ontológica, que consiste en el valor intrínseco dignidad humana de la DUBDH emana de dos
de los seres humanos; b) la dignidad relacional, mandatos distintos para Estados y prescripcio-
que es entendida como ese valor intrínseco que nes éticas orientadoras para todos: a) la obli-
debe ser reconocido y respetado por los otros, y gación moral de respetar la dignidad inherente
que formas de tratamiento son inconsistentes o de toda persona y la prohibición de tratamien-
exigidas por el respeto a ese valor intrínseco; c) tos en desconformidad con tal mandato; b)
la dignidad como límite-estatal, en lo que con- los sistemas sociales sirven al individuo y no
cierne a la relación entre el individuo y el Esta- lo contrario. En el campo bioético, el primer
do; o sea, la existencia del Estado se justifica por mandato, en el sentido de que es imperativo
la protección que debe proveer al individuo, no ético el respeto al valor intrínseco de todos los
cabiendo que el individuo sea usado como me- seres humanos sin cualquier distinción, puede
dio para alcanzar finalidades estatales. Este úl- ser desmembrado en otros tres principios, con
timo elemento de la dignidad fue introducido menor nivel de abstracción y mayor de especi-
por las normativas de los derechos humanos, ficidad, a saber: principio del respeto a la per-
adoptadas en los Sistemas Internacionales de sona; principio de la no instrumentalización; y
Derechos Humanos, conforme abordado en el principio de la prohibición de tratamiento hu-
ítem antecedente. millante, degradante o deshumano (Albuquer-
que, 2017). Conforme Albuquerque (2017), el
principio del respeto a la persona impele a la no
Principio del respeto a la dignidad interferencia en el ejercicio de su autonomía,
humana comprendiéndola como la capacidad humana
de escoger planes de vida (Nino, 1989); el prin-
Conforme consta en el Artículo 3 de la cipio de la no instrumentalización que se arti-
DUBDH, el principio del respeto a la dignidad cula con el “Principio del Mero Medio” (Kers-
humana impone una serie de mandatos para tein, 2009) veda la cosificación o el convertir en
los Estados e individuos. En efecto, el principio objeto a la persona por considerarla como un
del respeto a la dignidad humana “prohíbe al medio para alcanzarse un fin o situarla como
Estado disponer de cualquier individuo como objeto y no en tanto sujeto y agente moral; y el
medio para otro fin que él mismo, aunque sea principio de la prohibición de tratamiento hu-
para salvar la vida de muchas otras personas” millante, degradante o deshumano que impone
(Habermas, 2011:29). De esta manera, se puede abstenerse de cualquier tipo de tratamiento que
afirmar que el principio de la DUBDH acoge amenace o viole el respeto de sí, que provoque
los tres elementos de la dignidad citados por intenso sufrimiento físico o psíquico, y le reti-
McCrudden (2008), ontológico, relacional y re a la persona la posibilidad de resistir moral,
límite-estatal. La dignidad humana ontológica psíquica o físicamente a una situación adversa
se encuentra expresada en el preámbulo de los (Albuquerque, 2017). Es importante registrar

FUNDAMENTOS
29
que estos mandatos ético-jurídicos fueron for- En este capítulo, se tiene como objetivo, fun-
jados social e históricamente como un remedio damentado en Oppenheim (2004) y Nikolaidis
contra la “tendencia del ser humano a matar a (2015), exponer de forma sintética las variadas
su prójimo, humillarlo y hacer de eso una glo- concepciones de igualdad y de desarrollar la
ria” (Enriquez, 2015:179). idea de igualdad como principio, para funda-
mentar la aplicación de la DUBDH.
En cuanto al segundo mandato, relacionado
a la dignidad como límite-estatal, este se acopla Por tanto, la igualdad como característica
a la idea de que los individuos no son objetos o personal indica la única característica que es
medios de la sociedad y del Estado para alcan- común a todos los seres humanos: la “natura-
zar fines, aunque sean legítimos. Siendo así, el leza humana”. Esta acepción consiste en una
principio de la primacía de la persona humana descripción y no una afirmación valorativa. La
sobre los intereses de la sociedad y de la ciencia igualdad de tratamiento implica la concesión
(Andorno, 2013), previsto en la DUBDH, con- del mismo beneficio o la incidencia de carga
siste en un desdoblamiento del principio del o responsabilidad a A y a B, por C, aplicando,
respeto a la dignidad humana, particularmente a los mismos, la regla, de modo imparcial. En
en su dimensión límite-estatal. El principio de lo que respecta a las reglas igualitarias de dis-
la primacía de la persona humana sobre los in- tribución, ésas se refieren a cómo serán distri-
tereses de la sociedad y de la ciencia, constan- buios los beneficios o los gravámenes entre los
te de la DUHDB, fue por primera vez previsto individuos (Oppenheim, 2004).
en la Declaración de Helsinki sobre investiga-
ciones involucrando seres humanos, adoptada Las reglas de distribución de beneficios y gra-
por la Asociación Médica Mundial, en 1964. vámenes se fundamentan en algunos criterios
De este modo, el avance científico y biotecno- como: partes iguales para todos, o sea, todos
lógico no consiste en un fin en sí mismo, en los beneficios o encargos serán distribuidos en
la medida en que debe tener como finalidad partes iguales para todos, siendo este el princi-
el incremento del bienestar de los individuos. pio aristotélico de la igualdad numérica. Otro
La dignidad como límite-estatal, por ejemplo, criterio de distribución, también formulado
les impone a los Estados que se abstengan de por Aristóteles, consiste en el criterio de “par-
adoptar legislaciones que permitan el empleo tes iguales a los iguales”, partes de beneficios o
de seres humanos en investigaciones científicas encargos será distribuido a los que comparten
que acarreen daños desproporcionados a los alguna característica en común. Ampliando
sujetos de investigación o no les aseguren el ac- este criterio, se tiene la regla de que el mayor
ceso a los resultados de los beneficios derivados número de personas debe recibir un tratamien-
de las mismas. to análogo cuando se encuentran en circuns-
tancias específicas. La igualdad proporcional
consiste en la distribución de beneficios mayo-
Concepto de Igualdad res a aquellos que más necesitan (Oppenheim,
2004). Con relación a los criterios de distribu-
La igualdad es un término multidimensional ción, Bobbio (2000:300) puntúa que el criterio
y se esparce en una amplia gama de significa- de la necesidad es “el criterio igualitario por ex-
dos, en los campos jurídico, social y económico celencia”, puesto que los seres humanos pueden
y sus correlatos: igualdad jurídica, igualdad so- ser considerados más iguales cuando se consi-
cial e igualdad económica (Nikolaidis, 2015). O dera la cantidad y la calidad de sus necesidades.
sea, el concepto de igualdad puede ser desdo- Cuanto a las teorías de Filosofía Política que
blado en: igualdad de características persona- fundamentan criterios distributivos que tienen
les; igualdad de tratamiento; reglas igualitarias el igualitarismo como paradigma, pueden ser
de distribución; e igualdad de oportunidades resaltadas la Teoría de la Justicia de Rawls, la
(Oppenheim, 2004). La igualdad también pue- Igualdad en Capacidades de Sen en Liberalismo
de ser comprendida como “igualdad moral” Igualitário (Rosas 2008) y A virtude soberana:
(Sangiovanni, 2017), que será tratada en el ítem a teoria e a prática da igualdade, de Dworkin
subsecuente. Esta puede ser entendida como (2002). A pesar de no ser objeto de este capítu-
un principio o un derecho. lo, se indica que Rawls y Dworkin son los prin-

30 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
cipales teóricos de la contemporaneidad sobre toras de igual e intrínseco valor, consiguiente-
la igualdad liberal (Kymlichka 2006). Pasando mente tratadas con igual respeto (Nikolaidis,
a la igualdad de oportunidades, esta implica la 2015). La comprensión de la igualdad como
concesión a todos del mismo punto de partida, un valor moral implica la idea de dignidad hu-
de modo que cada uno por medio de sus habi- mana. Además, la acepción de igualdad moral
lidades personales alcance la posición deseada. consiste en la admisión de que todas las per-
La igualdad de derechos no es suficiente para sonas tienen el mismo estatus moral, del cual
tornar efectiva la igualdad de oportunidades, deriva una serie de derechos, denominados de-
ya que es necesario que los recursos sean dis- rechos humanos.
tribuidos desigualmente para alzar a todos al
mismo nivel de partida (Oppenheim, 2004). El principio del respeto a la igualdad moral de
De este modo, la igualdad de oportunidades se todos los seres humanos se desdobla en man-
entrelaza con la concepción de igualdad sus- datos normativos, que se relacionan a prácti-
tancial, cuya mira consiste en fomentar la ca- cas que consisten en tratamientos desiguales,
pacitación o el perfeccionamiento personal por o inclusive que inferiorizan o deshumanizan al
medio de la eliminación de barreras externas otro. Esas prácticas son categorizadas por San-
impeditivas del desarrollo humano (Nikolaidis, giovanni (2017) en modos de negación de la
2015). igualdad moral, a saber: tratar a alguien como
inferior; crueldad social; inobservancia del res-
peto y del consentimiento. El primero se refiere
Principio del respeto a la igualdad al tratamiento de alguien como inferior que in-
fundamental entre todos los seres volucre por lo menos una de las cinco acciones
humanos en términos de dignidad subsecuentes: tratar a alguien como: a) “ani-
y de derechos mal”, sometiéndolo al control y a la limitación
de un superior, retirándole las características
La DUBDH establece, en su Artículo 10, el humanas de autocontrol y autoconsciencia, lo
principio del respeto a la igualdad fundamen- que puede ser denominado como deshumani-
tal en términos de dignidad y de derechos, que zación; b) “niño”, infantilizándolo con la justifi-
debe ser considerado bajo la perspectiva de la cación de ayudarlo o protegerlo; c) “objeto”, su-
idea de igualdad moral entre todas las perso- primiéndole la subjetividad; d) “instrumento”,
nas. En efecto, la idea de igualdad moral abar- usándolo para cierto fin; e) “sucio”, marcándolo
ca dos prescripciones ético-jurídicas: a) todos por medio de distintos tipos de exclusión, des-
los miembros de la especie humana comparten precio, como proceso de estigmatización. Estos
igualmente la necesidad de tener una vida dig- tratamientos basados en la desigualdad moral
na; b) esta necesidad debe ser universalmente de los seres humanos pueden ser expresados,
reconocida y respetada (Nikolaidis, 2015). Así, por ejemplo, en el tratamiento deshumano y
en lo relativo a la primera prescripción, se cons- degradante de personas con trastornos menta-
tata que los tratamientos negadores de la igual- les; en el paternalismo ejercido en la toma de
dad moral impiden la atención de la necesidad decisiones sobre cuidados en salud; en la des-
de una vida digna, análisis que será objeto de consideración de la voluntad y preferencias de
este capítulo. En cuanto a la segunda prescrip- personas mayores.
ción, la de que esa necesidad debe ser univer-
salmente reconocida y respetada, se traduce en La crueldad social, entendida conforme San-
los derechos humanos en normas universales giovanni (2017), consiste en el uso de la mayor
que den lugar a obligaciones ético-jurídicas de vulnerabilidad de alguien para atacar u obs-
respeto, de protección y de realización de la truir su capacidad para mantener o desarrollar
igualdad moral. su integral sentido del self. Como ejemplo, San-
giovanni (2017) relata el caso de Winterbour-
La igualdad moral se fundamenta en la no- ne, en que los cuidadores fueron grabados abo-
ción de dignidad encapsulada en valor inhe- feteando, ahogando, insultando, empujando a
rente de todos los seres humanos, basada en los residentes vulnerables por las escaleras y
la humanidad común. De esta forma, todas las tirándoles del pelo. La práctica cruel del geno-
personas deben ser reconocidas como deten- cidio presupone una previa estrategia de des-

FUNDAMENTOS
31
plazamiento de nivel moral del grupo víctima, cador moral, transformando procedimientos y
moviéndolo del nivel de la igualdad moral al de tratamientos sin consentimiento, en ilícitos.
la desigualdad, construyendo una nueva visión
del grupo como compuesto por subhumanos. En síntesis, el principio del respeto a la igual-
De esta forma, el proceso de deshumanización dad fundamental de todos los seres humanos
referido también incide en los casos de geno- en términos de dignidad y de derechos, previs-
cidio, por eso, comúnmente las víctimas de to en el Artículo 10 de la DUBDH, desautoriza
genocidio son encuadradas como animales. los tratamientos deshumanizantes, infantiliza-
Las “instituciones totales”, como hospitales psi- dores, así como la transformación en objeto.
quiátricos, casas de cuidados, prisiones, con- En ese sentido, veda la crueldad social y fomen-
ventos y otras, de acuerdo con Goffman (2001), ta el respeto opaco y el consentimiento como
son promotoras de la desigualdad moral. Así, marcadores morales.
destituyen a sus institucionalizados del estatus
moral de humano, en la medida en que descon- CONSIDERACIONES FINALES
sideran sus papeles y lazos sociales previos, lo
que los torna más frágiles a la crueldad.
Las ideas de dignidad humana y de igualdad
El respeto a la persona implica la opacidad son constructos humanos que atraviesan siglos.
con relación al modo de percibirla, siendo un Esas ideas son al mismo tiempo concepciones
“respeto opaco”, o sea, todas las personas deben filosóficas, antropológicas y jurídicas, así como
ser respetadas, independientemente de quienes marcadores sociales y morales de conductas. El
son, lo que hacen, o como piensan. El respeto reconocimiento de que son de ardua precisión
opaco no tiene en cuenta la personalidad o una conceptual no permite mitigar su importancia
interacción íntima, sino modos de conexión en la construcción de una cultura humanista,
con el otro en espacios sociales compartidos, en la que cualquier persona tiene su valor y
evitando la crueldad social y las tentativas de su estatus moral respetado. Los eventos histó-
destruir el sentido del self. Sangiovanni (2017) ricos en que personas fueron consideradas de
indica que una persona mayor con demencia “segunda clase”, “mercaderías”, “cucarachas” o
es merecedora de respeto opaco, o sea, la de- “ratas”, son las mayores tragedias de la huma-
mencia no debe ofuscar su condición primaria nidad. De esta forma, una Bioética basada en
de ser humano, y por tanto, de ser merecedora los DDHH tiene como pilar fundamental las
a igual respeto. Eso no significa desconsiderar ideas de dignidad humana y de igualdad mo-
eventuales fragilidades inherentes a su condi- ral de todos los seres humanos, independien-
ción. En cuanto al consentimiento, ése expresa temente de cualquier condición personal o de
un poder normativo permisivo, transformando comportamiento social. Ese progreso moral
una acción vedada o neutra en permitida. El fue reconocido en la DUBDH, normativa cen-
consentimiento también preserva el sentido del tral de la Bioética basada en los DDHH, que
self, impide la crueldad social y fija un límite a delinea un marco de actuación para los Estados
lo que el otro puede hacer contra nuestra volun- y demás actores sociales. Por eso, este capítulo
tad (Sangiovanni, 2017). En consecuencia, el tuvo como objetivo subrayar que la DUBDH,
consentimiento expreso por una persona adul- en el surgimiento de documentos sobre dere-
ta y con capacidad de decidir puede hacer que chos humanos, concurrió de forma singular
determinada práctica éticamente condenable para inscribir en la historia valores que deben
pueda darse como aceptable, pues expresaría la ser cotidianamente reforzados, pues la posibi-
voluntad y el permiso del individuo. Por otro lidad de su olvido siempre asombrará a la hu-
lado, la adopción de determinadas conductas manidad.
sin el consentimiento acarrea su ilicitud e in-
adecuación ética, estableciendo una frontera Traducción (portugués-español) realizada
moral. Por ejemplo, la integridad corporal del por la Profesora Dra. Beatriz Adriana
paciente apenas puede ser alcanzada por medio Komavli de Sánchez, Universidad del Estado
de su consentimiento, que consiste en ese mar- de Rio de Janeiro (UERJ), Instituto de Letras,
Departamento de Lenguas Neolatinas.
Sector de Español

32 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
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34 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Visiones bioéticas
latinoamericanas

FUNDAMENTOS
35
36 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
BIOÉTICA DE INTERVENCIÓN – UNA AGENDA
LATINOAMERICANA DE RE-TERRITORIALIZACIÓN
EPISTEMOLÓGICA PARA LA BIOÉTICA

Volnei Garrafa
Eliane Cruz

Não tenho caminho novo. 1999; Garrafa y Porto, 2002; Garrafa, 2005a;
O que eu tenho de novo Azambuja y Garrafa, 2015; Garrafa, Martorell
é o jeito de caminhar... y Flor-do-Nascimento, 2016).
(Thiago de Mello -
poeta brasileiro, 1926 - 2022) Esta perspectiva marcadamente estadouni-
dense de la bioética, entonces, centró su aten-
ción en la relación entre los profesionales de la
salud y sus pacientes y entre los investigado-
res y patrocinadores de la investigación y sus
sujetos. En otras palabras, redujo el concepto
INTRODUCCIÓN
de vida -la raíz “bios” de la bioética- al campo
biomédico y biotecnológico. En este contexto,
La Bioética de Intervención (BI) fue gestada sobredimensionó el principio de respeto a la
en la década de 1990. En este periodo, la su- autonomía (referente al “yo” – al individuo),
puesta neutralidad de las ciencias estaba siendo minimizando el principio de justicia (referen-
deconstruida, especialmente debido a la ya en- te al “nosotros” – al colectivo). Esta situación
tonces creciente desigualdad social que había generó, entre otras, una verdadera indústria del
entre los países geográficamente localizados al “consentimiento informado”, como si todas las
norte y al sur del mundo. En este escenario, la personas, de diferentes países y culturas, tuvie-
bioética principialista, pautada en sus cuatro ran el mismo nivel socioeconómico y educativo
principios presumiblemente universales – res- para ejercer libremente su autonomía. En este
peto a la autonomía, beneficiencia, no malefi- sentido, para la Bioética de la Intervención,
ciencia y justicia –, con su modelo accesible y
fácilmente aplicable, reinaba como una espe- (...) lo que ya no pueden aceptar los bioe-
cie de “mantra encantador” -para utilizar una ticistas de los países periféricos - y par-
expresión cuñada por Clouser y Gert (1990)-, ticularmente los latinoamericanos - es la
empezó a recibir críticas. Mientras las críticas creciente despolitización de los conflictos
venidas de los autores del norte se basaban en morales. Lo que sucede con frecuencia es
los problemas relacionados con sus funda- el uso de la justificación bioética como
mentos filosóficos, especialmente con rela- herramienta metodológica que termina
ción a una interpretación errónea de la teoría sirviendo de manera neutra para la lec-
de la moralidad común, autores de los países tura e interpretación de los conflictos, por
periféricos, especialmente de América Latina, dramáticos que estos sean. De esta ma-
centraron sus críticas en la maximización de la nera, se suaviza (e incluso anula, borra)
concepción anglosajona e individualista de la el drama de diversas situaciones de con-
autonomía en detrimiento de la visión más ma- flicto, especialmente en situaciones colec-
cro, colectiva y ampliada de la justicia y de las tivas, que resultan en las más profundas
cuestiones sociales que involucraban la salud distorsiones sociales (Garrafa y Porto,
y la vida de las personas, especialmente aque- 2003, p. 402).
llas más necesitadas (Garrafa, Diniz y Matos,

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


37
Las críticas al principialismo comenzaron a ción temporal sugerida por Manchola-Castillo
estar en la línea de otras corrientes de politi- (2019), con adaptaciones puntuales: “Fase de
zación de las relaciones Sur-Norte y Sur-Sur, gestación de la BI”; “Fase de Nacimiento y De-
considerando la asimetría generada por las di- sarrollo de BI”; y “Fase de Consolidación de BI
ferencias en el desarrollo económico y social, Contemporánea”.
que se manifiestan directamente en el campo
de la producción académica: Un aspecto esencial a señalar desde el inicio
del texto es que la BI sigue básicamente la línea
(...) Muchos han sido los esfuerzos de los conceptual propuesta por la Declaración Uni-
pensadores de la llamada región latinoa- versal sobre Bioética y Derechos Humanos de
mericana por producir un pensamiento la UNESCO – DUBDH (UNESCO, 2005).
propio. Si algunos de ellos no lograron
liberarse de la herencia epistemológica
colonial eurocéntrica, otros, sin embargo, 1. FASE DE GESTIÓN DE LA BIOÉTICA DE
lograron llevar a cabo rupturas epistémi- INTERVENCIÓN
cas más o menos radicales. Evidentemen-
te, para definir el resultado alcanzado, Es en el escenario de las “disciplinas de la so-
pesaron varios factores culturales, socioe- ciedad”, como las definen Feitosa y Flor-do-Nas-
conómicos y políticos, que influyeron en cimento (2015, p. 279) que surge la propuesta
la opción ideológica y la elección del lu- de la BI en la última década del siglo pasado,
gar de enunciación de cada protagonista inicialmente en Brasil, bajo el nombre inicial
(Feitosa y Flor-do-Nascimento, 2015, p. de “Bioética dura” (Hard Bioethics) (Garrafa,
278). 2000).

Por el título de este capítulo, es necesario Inicialmente Feitosa (2015) aclara que la
aclarar el significado de “epistemología” para palabra “intervención” en el vocabulario con-
la BI. Para ello, se seguirá la interpretación del ceptual de la BI no significa “intrusión”; por el
filósofo mexicano León Olivé, quien la define contrario, la idea de intervención significa para
como la disciplina que analiza críticamente las ella la necesidad de que la ética aplicada (como
prácticas cognitivas, es decir, aquellas prácticas es el caso de la bioética) actúe concretamente
a través de las cuales se generan, aplican y eva- en determinadas situaciones - especialmente
lúan diferentes formas de conocimiento (Olivé, en las más extremas - en el sentido de transfor-
2005). Para el autor, la epistemología es indis- mar una determinada situación de inequidad o
pensable para la ética. Según su interpretación, injusticia.
la bioética y la epistemología se complementan.
Desde sus inicios la BI se ha presentado como
Desde sus inicios, en la década de 1990, la BI una propuesta epistemológica crítica al princi-
se ha dividido didácticamente en tres (3) gran- pialismo y las insuficientes interpretaciones
des partes, una conceptual y dos temáticas: 1. norteñas (especialmente estadounidenses y eu-
Fundamentos de Bioética; 2. Situaciones emer- ropeas) de la realidad registrada especialmen-
gentes en bioética; 3. Situaciones persistentes te en los países periféricos, con relación a las
en bioética. Este capítulo solo se ocupará de la interpretaciones de los conflictos (bio)éticos
primera parte, la parte conceptual. En cuanto a que se dan en ellos y su desenvolvimiento. Esta
las otras dos partes: diferentes temas emergen- nueva propuesta conceptual y práctica propuso
tes (de límites o fronteras del desarrollo cien- una alianza concreta con el lado históricamente
tífico y tecnológico) o persistentes (cotidianos, más frágil y vulnerable de la sociedad, forma-
que se repiten insistentemente desde la anti- lizando “nuevas perspectivas epistemológicas
güedad...) hay varias decenas de artículos pu- basadas en diferentes dilemas” (Garrafa, 2001;
blicados por la BI en la literatura en los últimos 2005a, 2005e; 2012; Garrafa y Porto, 2002;
20 años. 2003a; Porto, 2003b; Garrafa, Cunha y Man-
chola-Castillo, 2018;2020).
Para organizar didácticamente este capítu-
lo se utilizará como referencia una clasifica- Los primeros estudios sobre esta propues-
ta de reinterpretación de la bioética tradicio-

38 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
nal comenzaron a publicarse en la década de 1.1 Justicia, igualdad y equidad
1990, a partir de la construcción de “puentes”
de abordaje más orgánicos entre la bioética y La maximización del principio de autonomía
los temas de las áreas de salud pública y colecti- en el contexto de la bioética principialista ha
va, y para su continuidad, también, con el área transformado el principio de justicia - aunque
social (Garrafa, 1994; 1995; 1996; 1997; 1999; siempre recordado y tenido en cuenta - en un
2000; 2001). Así, la BI incorporó paulatina- complemento de menor importancia; lo indi-
mente nuevas categorías teórico-prácticas al vidual asfixia a lo colectivo, el “yo” desplaza al
campo de la bioética de acuerdo con esta línea “nosotros” a un segundo plano (Garrafa, 2005a;
de reflexión, como las expresadas por Giovanni 2005e):
Berlinguer (1995), en el prefacio del libro “Di-
mensión de la Ética en Salud Pública” (Garrafa, “La teoría principialista se mostró insu-
1995): ficiente para develar, comprender e in-
tervenir en macroproblemas socioeconó-
(...) Este libro representa sustancialmen- micos y de salud colectivos y persistentes,
te el primer intento exitoso de abordar el principalmente relacionados con las po-
tema desde una perspectiva que parte de blaciones menos favorecidas y que consti-
la experiencia de un gran país del Hemis- tuyen la mayoría en el planeta” (Garrafa,
ferio Sur del mundo, rico en movimien- 2012, p. 752).
tos populares y experiencias culturales,
y azotado por la pobreza y por la injus- El principio de justicia acabó significando
ticia, sin estar aprisionado por fronteras para el principialismo clásico, en la práctica
o límites, y, por el contrario, conectando concreta, proporcionalmente lo que represen-
con las tradiciones filosóficas europeas y taba la “promoción de la salud” en el contex-
el debate internacional” (p. ii-iii). to de la salud global de los años 1960, desde la
propuesta preventiva de Leavell y Clark (1976)
Y por Alastair Campbell, después de un viaje hasta la denominada “medicina social”: algo
realizado a Brasil (1998): teórico, aunque indispensable, pero que en
(...) Tuve una visión de lo difícil que debe aquel momento todavía era poco palpable des-
ser sostener un servicio de salud pública de el punto de vista práctico (Garrafa y Man-
con recursos mínimos y problemas agu- chola-Castillo, 2017).
dos de pobreza. Vi el desafío ambiental Así como la sólida base teórica y operativa
causado por la urbanización masiva, que hoy existe para el campo de la promoción
sin una infraestructura adecuada para de la salud se fue construyendo con el tiempo,
soportarlo. En ese ambiente conocí per- es fundamental repensar el principio de justicia
sonas decididas a encontrar una boética en la bioética desde otros referentes, teórica-
que haga una diferencia genuina en la mente más allá de las contradicciones simplis-
salud de sus países y en la calidad de su tas que representa el vínculo directo entre el
desarrollo (Campbell, 1998, p. 1-2). bien y el mal, lo justo y lo injusto, lo correcto
Desde sus inicios, por tanto, incorporando vi- y lo incorrecto, y especialmente entre la inclu-
siones de las ciencias humanas y sociales, la BI sión y la exclusión social. Para ello, es necesa-
ya incluyó en su fase de gestación, en especial, rio buscar diferenciar, sin separar, la visión de
los siguientes referentes, que serán discutidos la justicia de los límites del legalismo jurídico
secuencialmente: justicia, igualdad y equidad; excluyente, objetivando y profundizando la re-
vulnerabilidad; situaciones emergentes y situa- lación existente entre el campo de la bioética
ciones persistentes; alteridad, responsabilidad y la justicia como derecho humano universal
y solidaridad crítica; multi-inter-transdiscipli- (Garrafa y Manchola-Castillo, 2017).
nariedad, complejidad y totalidad concreta. La justicia, como principio indispensable para
el ejercicio de una bioética pluralista, laica y di-
rigida a los derechos humanos universales, exi-
ge con más fuerza un carácter de legitimación

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


39
moral que de legalismo jurídico. En este sen- a la inclusión social en el ámbito conceptual de
tido, más que de obligaciones o deberes, la BI la BI, por tanto, fue resultado natural de la par-
propone hablar de derechos: derechos sociales, ticipación de muchos de sus investigadores en
derechos ciudadanos, derechos de las genera- la lucha por la democratización del país en la
ciones futuras..., en la búsqueda de la (re)cons- búsqueda de mejores condiciones de vida para
trucción de una ética democrática ampliada, la población, especialmente para los más nece-
fundamentalmente pública y colectiva, com- sitados.
prometida con cuestiones básicas indispensa-
bles para la sobrevivencia digna de las mayorías En ese contexto, la BI insiste en discutir la in-
necesitadas de la población del planeta. En esta clusión social, en conjunto con la igualdad y
línea de ideas, temas como la relación entre éti- la justicia, como referencias en la agenda de las
ca y política, o la equidad, el empoderamiento, discusiones éticas, contribuyendo a acercar ese
la liberación y otros, fueron incorporados por campo al tema de la equidad. La bioética in-
la BI a su cuerpo teórico (Garrafa, 2005b). Así, clusiva y social, para ser efectiva, requiere ade-
su propuesta conceptual, particularmente en lo más de preparación acadêmica, también una
que se refiere a la justicia, privilegia el enfoque especie de militancia pragmática y coherencia
de aspectos políticos y sociales, en gran parte histórica, sea este sujeto un estudiante, trabaja-
relegados e incluso olvidados por los enfoques dor de la salud, miembro de un comité de ética,
tradicionalmente presentes en la mayoría de docente o investigador. Incluir la BI en la agen-
los textos académicos publicados por la bioéti- da social es una forma concreta de contribu-
ca internacional (Garrafa, 2006). ción a la construcción de la justicia social, ya
que la bioética se considera, en este contexto,
Lo que brinda humanidad a los seres biológi- un nuevo instrumento, una nueva herramienta
camente reconocidos como humanos es conse- teórica y metodológica con suficiente vigor y
cuencia de un proceso colectivo que se materia- oportunidad para actuar concretamente en la
liza en la continua producción y reproducción construcción de la ciudadanía y de la verdadera
de los significados atribuidos a las prácticas so- democracia, en la lucha contra cualquier forma
ciales. En este sentido, la propuesta de politiza- de exclusión social.
ción de la bioética, fuertemente defendida por
la BI y que tiene a la inclusión social como uno La visibilización de la discusión sobre la
de sus principales referentes, está directamen- equidad, en el mundo occidental, comenzó a
te relacionada con el supuesto de que la acción darse por razones de raza y género, aproxima-
social políticamente comprometida es capaz de damente a mediados del siglo pasado. Más re-
transformar la praxis social (Garrafa, 2005b). cientemente, bajo un enfoque diferente, ha sido
particularmente revivida por discusiones en el
La globalización de la economía mundial, en campo de la salud y la justicia por parte de la
lugar de cerrar la brecha entre ricos y pobres OMS (“Salud para todos en el año 2000”, “In-
en el planeta, ha brutalizado aún más las con- dicadores de Salud para el Milenio” y “Deter-
tradicciones, acentuando los problemas exis- minants Sociales de la Salud”). En estos movi-
tentes. A partir del concepto de ética aplicada mientos, el concepto de equidad fue retomado
propuesto e implementado por los países ricos con fuerza, al menos teóricamente, llegando a
(centrales), el proceso de despolitización de los significar una palabra especial y clave en el con-
conflictos morales va en aumento, por graves texto de la concepción de calidad de vida.
que estos sean.
Básicamente, desde Aristóteles, la equidad
En el caso brasileño, por ejemplo, la cuestión significa la voluntad de reconocer por igual los
de la inclusión social y el acceso a los sistemas derechos de cada uno en función de sus dife-
de salud es parte de la génesis de la organización rencias. Tratar a los iguales y a los desiguales
de la bioética en el país, pues la salud está pre- indiscriminadamente y por igual, es desigual-
sente en la propia Constitución como un dere- dad. La justicia, en este caso, no es atribuir a
cho universal de las personas (Garrafa, Cunha todos lo mismo, como si todos fueran equiva-
y Manchola-Castillo, 2018; Garrafa, Cunha y lentes. La justicia es tratar de manera diferente
Manchola-Castillo, 2020). La referencia directa a las personas que no son iguales (Rawls, 2002).

40 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
La igualdad, por tanto, se entiende como la vidas de los pueblos indígenas y del continente
consecuencia deseada de la equidad, que es el africano que llegaban al continente americano,
punto de partida de la primera. considerados “vidas necesarias” para el progre-
so de Europa (siempre visto como el progreso
La igualdad, entonces, ya no es el punto de y desarrollo del mundo) y, posteriormente, de
partida ideológico y neutral que tendía a anular Estados Unidos (Flor-do-Nascimento y Garra-
las diferencias; para la BI es el punto de llegada fa 2011, p. 293).
de la justicia social, referente de los derechos
humanos en la búsqueda del perfeccionamen- Estos mismos intereses económicos imponen
to de la ciudadanía (Garrafa, Oselka y Diniz, hoy la exclusión y la vulnerabilidad, jerarqui-
1997). El concepto de equidad discutido aquí zando las relaciones sociales y determinando
se refiere a que el Estado proporcione mecanis- “vulnerabilidades derivadas del racismo, del
mos compensatorios para los históricamente sexismo, la xenofobia, la homofobia, el prejui-
menos favorecidos como, por ejemplo, la crea- cio generacional” (Flor-do-Nascimento y Mar-
ción de cuotas para la admisión de personas torell, 2013, p. 426) y transformando la “mano
manifiestamente pobres, negras e indígenas ya de obra excedente”, en “eternos excluidos”. La
utilizadas en varias universidades públicas bra- vulnerabilidad social, de esta forma, se impone
sileñas. “a grupos y segmentos o poblaciones pobres,
quienes, en el ámbito de las naciones o en la
1.2. Vulnerabilidad relación entre ellas, se encuentran alejados de
las condiciones sociales y ambientales que ca-
racterizan uma buena calidad de vida” (Porto y
Este campo de estudios académicos se pre-
Garrafa, 2011, p. 727).
senta también como un campo de resistencia
ante situaciones de exclusión social, problema- Al comparar los conceptos de vulnerabilidad
tizando situaciones de vulnerabilidad, estigma en cinco perspectivas regionales globales de la
y discriminación, entre otros, y exponiendo bioética (estadounidense, europea, latinoame-
los factores que generan individuos más vul- ricana, africana y asiática), Cunha y Garrafa
nerables y discriminados, los “esfarrapados del (2016) encontraron uma cierta integración en-
mundo”, como expresa Paulo Freire (2001). Es tre los diferentes enfoques internacionales: la
fundamental señalar que el notable pedagogo vulnerabilidad es un principio clave para la la
brasileño fue introducido por la BI en el con- bioética, en tanto se base en un proceso perma-
texto reflexivo de la bioética, al incluir entre sus nente de diálogo entre sus diversas perspectivas
referentes conceptuales las entradas liberación, geopolíticas, a partir de un compromiso mutuo
empoderamiento y emancipación en reempla- de superación de las condiciones que mantie-
zo puntual de la autonomía anglosajona, espe- nen a ciertos grupos e individuos que habitan el
cialmente en situaciones de exclusión social planeta em situación de mayor vulnerabilidad
(Garrafa, 2005b).1 que otros. En esa línea, la BI toma su posición
política en defensa de la “banda más débil de
Según la BI “somos vulnerables ante algo que
la sociedad” a través de formulaciones teóricas
nos quita el poder (otra persona, una institu-
que incorporan adicionalmente contenidos de
ción, el Estado, etc.)” (Flor-do-Nascimento y
aplicabilidad social que contribuyen a la cons-
Garrafa, 2011, p. 293). Así, la voracidad del
trucción de procesos libertarios.
capitalismo rentista moderno, que ordena pro-
cesos globalizados de explotación que compro-
meten la soberanía y los intereses mayores de 1.3. Situaciones emergentes y situaciones
los Estados-nación, crea una vida más vulne- persistentes
rable para que ella pueda ocupar el lugar de los
oprimidos. Al inicio del colonialismo moder- La BI, desde sus momentos iniciales, creó
no, las vidas hechas para ser oprimidas eran las originalmente la clasificación de la bioética en

1 En la misma línea relacionada con el trabajo de Freire, otra investigación fue realizada en el Programa de Posgrado en Bioética
de la Universidad de Brasilia (Santos, 2014; Santos, Shimizu y Garrafa, 2014).

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


41
dos grandes campos temáticos de actuación: siones en la salud y la vida de las perso-
la bioética de las situaciones emergentes y la nas y las comunidades; el aborto; la euta-
bioética de las situaciones persistentes (Garra- nasia (Garrafa, 2005c, p. 09).
fa, 1996).
La división original y esquemática del tema
La bioética de las situaciones emergentes se de la bioética en situaciones emergentes y per-
relaciona, según la BI, principalmente con sistentes creada por la BI, proporciona a la dis-
ciplina un modelo simple y factible de organi-
[...] temas que han surgido más reciente- zación sistematizada del estudio de situaciones,
mente y que derivan del gran desarrollo problemas y conflictos que forman parte de su
científico y tecnológico experimentado en agenda aplicada. Su uso ha sido cada vez más
los últimos cincuenta años. Entre estos común -aunque la mayoría de las veces sin el
temas, se pueden mencionar los siguien- debido crédito autoral- ya sea en diferentes tex-
tes: 1) el Proyecto Genoma Humano y tos o incluso en las agendas de organismos in-
todas las situaciones relacionadas con la ternacionales como la UNESCO, por ejemplo.
ingeniería genética, incluyendo la me-
dicina predictiva (que actúa de forma Los interrogantes planteados en situaciones
intervencionista y correctiva/preventiva emergentes y persistentes, por lo tanto, colocan
directamente sobre el embrión, a nivel in- la vida humana y sus conflictos morales y éticos
trauterino) y el uso de terapia con células en el centro de procesos y estudios, que bus-
madre; 2) las donaciones y trasplantes de can el desarrollo de propuestas y resoluciones
órganos y tejidos humanos y animales, de intervención no intrusivas que califiquen la
con todas sus inferencias que se reflejan opción de la BI, para afrontar las demandas so-
en la vida y muerte de las personas en la ciales en favor y defensa de las personas más
sociedad y la relación de todo ello con las necesitadas de apoyo.
“listas de espera” y el papel controlador
y moralizador del Estado; 3) el tema de Así, la BI abandona el paradigma bioético
la salud reproductiva, que pasa por va- tradicional, hegemónico, vertical y jerárquico,
rios capítulos, como la propia fecunda- reemplazándolo por conceptos horizontales,
ción asistida, la selección y disposición plurales y más dinámicos que favorecen “a los
de embriones, la eugenesia (elección del países pobres del sur del mundo […] que sos-
sexo y determinadas características físi- tienen una práctica bioética comprometida con
cas del futuro bebé), las “madres sustitu- los más vulnerables, la ‘cosa pública’ y el equili-
tas”, la clonación, etc. ; 4) temas relacio- brio ambiental y planetario del siglo XXI” (Ga-
nados con la bioseguridad, que son cada rrafa, 2005a, p. 130).
vez más importantes y complejos; 5) la
investigación científica que involucra al 1.4. Alteridad, responsabilidad y solidaridad
ser humano y su control ético... (Garrafa, crítica
2005c, p. 08)
Según la BI, la alteridad es la categoría que
La bioética de las situaciones persistentes,
permite la reflexión y la acción, problematizan-
por su parte, se refiere a cuestiones que “per-
do las situaciones vividas por las personas más
manecen persistentemente desde la antigüe-
vulnerables. Para Flor-do-Nascimento y Garra-
dad” y que Berlinguer (2015) denomina “bioé-
fa (2011), “no se trata de hacer (o decidir) por
tica cotidiana”, incorporando:
los más vulnerables lo que nosotros, en la po-
[...] todas las situaciones que conciernen sición menos vulnerable, creemos más adecua-
a la exclusión social, género, raza, sexua- do, sino de construir, con ellos, un espacio en el
lidad y otras discriminaciones; los temas que las diferencias no son jerárquicas” (p. 296).
de equidad, universalidad y asignación, La alteridad, es decir, mirar al otro, está ínti-
distribución y control de los recursos eco- mamente relacionada con la responsabilidad
nómicos en salud; los derechos humanos y la solidaridad; la proximidad conceptual de
y la democracia en general y sus repercu- estas tres categorías es vista por la BI como un
conjunto orgánico de referencias en cuanto a su

42 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
interpretación y operatividad para el análisis de mayor número posible de personas en los pro-
los conflictos morales. cesos de toma de decisiones; y la discusión de
formas hegemónicas de toma de decisiones po-
La responsabilidad se refiere a las posibili- líticas (Flor-do-Nascimento y Garrafa, 2010).
dades individuales o coletivas de actuación o La idea de “voluntariados orgánicos” incluye
de decisión sobre un campo o trayectoria de propuestas de transformación social basadas
investigación, en actividades clínicas, espacios no solo en el compromiso desinteresado y habi-
de gestión u organizaciones sociales, y debe tual de los grupos tradicionales de voluntarios,
partir de la apropiación de las necesidades so- sino también en el discurso de la militancia y
ciales: “se trata de la responsabilidad que uno las prácticas políticas situadas en el horizonte
debe tener hacia el otro, sobre todo en el su- de la movilización social y que transitan por es-
puesto de que ese otro es siempre vulnerable pacios de protesta, e incluso de confrontación
a nuestras acciones” (Flor-do-Nascimento y cuando fuere necesario (Selli y Garrafa, 2008).
Garrafa, 2011, p. 296). En un contexto amplio,
la BI considera cuatro niveles de responsabili- La referencia de este voluntariado se hace
dad: individual (frente al “otro”); colectiva (de posible desde prácticas solidarias críticas, au-
instituciones frente a grupos de personas o co- tocríticas, transformadoras y militantes. Los
munidades); pública (que trabaja el papel del grupos de voluntariado orgánico alimentan sus
Estado con relación a los/as ciudadanos/as); y acciones políticas y sus procesos de relación en
planetaria (que incluye los temas ambientales) los campos de la justicia y los derechos, de la
movilización y la lucha social, a través de prác-
La solidaridad crítica, por su vez, se relacio- ticas cooperativas, interactivas y socialmente
na con la aceptación de la alteridad, en el sen- comprometidas. Y es en este contexto y en lí-
tido dado por Lévinas (2007), en la que el “yo” nea con las ideas expuestas anteriormente, que
no prescribe el campo de pertenencia y actua- la BI sustenta su defensa de un consecuencialis-
ción del “outro”. Se vincula a la propuesta in- mo solidario: de una solidaridad, equidad y vo-
tercultural de encuentro con una interrelación luntariado descolonizados y transformadores.
equitativa entre personas, saberes y prácticas
culturalmente diferentes. Supone una inte- La perspectiva de que otro mundo es posible,
racción que parte del conflicto inherente a las encuentra en los tres elementos antes mencio-
asimetrías sociales, económicas y políticas del nados una mirada politizada y humana que
poder, que impulsan activamente procesos de puede demarcar con otros límites, también
intercambio que permiten espacios de encuen- más humanos, los campos del pensamiento y
tro entre seres y saberes, significados y prácti- la acción, ya sea en la investigación académica,
cas diferentes (Walsch, 2005). Con ello se bus- en las relaciones sociales o incluso en la pro-
ca reducir la brecha provocada por los juegos pia conducta del Estado, respetando siempre el
de poder hegemónicos (Flor-do-Nascimento y principio de equidad. Apunta, por tanto, a su-
Garrafa, 2011). perar la exclusión y la vulnerabilidad social, ge-
nerando procesos de aplicabilidad de métodos
Esta solidaridad crítica es uno de los caminos cuyo resultado sea la promoción de la calidad
posibles en la búsqueda y conquista del estado de vida humana, contribuyendo directamente
del bienestar, en la línea defendida por Berlin- con reflexiones y acciones en procesos de orga-
guer (1996), especialmente para las personas y nización social efectiva.
colectivos más desfavorecidos y vulnerables de
la sociedad (Selli, 2001; Selli y Garrafa, 2006).
Su construcción puede hacerse efectiva con 1.5. Multi-inter-transdisciplinariedad,
cambios políticos y sociales, entre otras for- complejidad y totalidad concreta
mas, a partir de grupos orgánicos (en el sen-
tido gramsciano...) de programas de volunta- Los contenidos desarrollados por la BI junto
riado orientados hacia la alteridad, a través de: con otras reflexiones producidas a principios
la acción concreta de personas organizadas y del presente siglo por algunos académicos de
comprometidas con transformaciones políticas América Latina generaron consenso en torno a
radicales; la lucha por la inserción creciente del la necesidad de resistir el sometimiento puro y

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


43
simple de los países periféricos al “saber” de los entre ellas: son disciplinas que “dialogan” entre
países ricos en el contexto de la bioética. Estos sí, promoviendo nuevos conocimientos (Ga-
consensos se materializaron de alguna mane- rrafa, 2005a).
ra en la Declaración Universal sobre Bioética
y Derechos Humanos (DUBDH) de la UNES- Según Nicolescu (2000), este es un concepto
CO (2005). En el proceso de construcción y avanzado y dinámico que está, al mismo tiem-
aprobación de la misma, un grupo orgánico de po, “entre”, “a través” y “más allá” de las discipli-
bioeticistas latinoamericanos, reunidos en la nas. La (mono)disciplinariedad, la pluri o mul-
Redbioética -Red Latinoamericana y del Caribe tidisciplinariedad, la interdisciplinariedad y la
de Bioética UNESCO-, actuó inicialmente a tra- transdisciplinariedad, son las cuatro flechas
vés de contactos e intercambio de información de un mismo arco: el arco del conocimiento.
que derivó en la realización de una reunión, en Para Maturana (2000), la transdisciplinariedad
Buenos Aires, que contó con investigadores de es un enfoque que brinda libertad para mirar
12 países de la región. Posteriormente, en las hacia el otro lado, sin ser acusado de pisotear
reuniones celebradas en la UNESCO, en París, donde no se debe.
se promovieron acercamientos y encuentros Se trata, por tanto, desde el inicio de la cons-
con las representaciones diplomáticas latinoa- trucción de la BI, de la proposición de un con-
mericanas –y por extensión con algunas de cepto ampliado y hasta entonces poco utilizado
África y Asia-, a fin de que los artículos de la ci- en el campo de la bioética, debido a la nece-
tada resolución ampliaran el ámbito de análisis sidad de ampliar las miradas sobre la ética de
de la investigación biomédica y biotecnológica, la existencia, considerando todos los ámbitos
incorporando particularmente los aspectos so- que impacten directa o indirectamente en la
ciales, sanitarios y ambientales. promoción de la calidad de vida humana o re-
Desde ese período e incluso antes, la mul- presenten perjuicios para la misma. Es decir,
ti-inter-transdisciplinariedad ya se destacaba “incluir en las intervenciones sobre la salud
entre los hitos iniciales de la BI como funda- contextos provenientes de las ciencias sociales,
mental para su ejercicio (Garrafa, 2005). Con exactas o humanas” (Garrafa, 2012, p. 746).
esta configuración, su: Para Nicolescu (2000), la multidisciplinari-
“(…) orden metodológico y disciplinario dad representa el estudio de un objeto perte-
pasó a recoger y dialogar con referentes neciente a una misma y única disciplina, por
de diversas fuentes, articulados de mane- varias disciplinas a la vez, dando a cada una su
ra de describir, analizar y proponer solu- enfoque; sin embargo, el resultado queda limi-
ciones a los impasses éticos que anteceden tado a un campo disciplinario como estructura
a la salud, en el sentido amplio de la cali- de estudio. La interdisciplinariedad se refiere
dad de vida” (Garrafa, 2012, p. 721). a la transferencia de métodos de una disciplina
a otra; en ese sentido, las disciplinas “dialogan”
Para la BI, la transdisciplinariedad signi- entre sí, profundizando temas desde diferentes
fica una dinámica que va más allá del simple perspectivas e interpretaciones, sin, sin embar-
diálogo entre diferentes disciplinas y métodos: go, generar nuevos saberes transformadores.
significa mirar y reflexionar sobre las diferen- Finalmente, la transdisciplinariedad supera
tes disciplinas, a través de ellas y especialmente las barreras que marcan los límites de las dife-
más allá de ellas. rentes disciplinas, al mismo tiempo que posi-
bilita el intercambio entre ellas, promoviendo
La elección del modelo multi-inter-transdis- nuevos conocimientos. Es un concepto avan-
ciplinario estimula la ruptura del clásico siste- zado y dinámico que está, al mismo tiempo,
ma fragmentado que defiende la mono e inclu- “entre”, “a través” y “más allá” de las disciplinas
so la multidisciplinariedad del saber dentro del (Nicolescu, 2000).
campo de la educación, promoviendo la supe-
ración de las barreras que delimitan las fronte- Muy próximos a los estudios relacionados
ras de las diferentes disciplinas, al mismo tiem- con las propuestas presentadas arriba, existen
po que posibilita un intercambio más orgánico otros dos conceptos introducidos originalmen-

44 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
te por la BI y que complementan a los anterio- ticularmente las variables morales provenien-
res: complejidad y totalidad concreta. La BI tes de las diferentes culturas.
trabaja con complejidad basándose especial-
mente en las ideas del científico francés Edgar El concepto de totalidad concreta, por su
Morin sobre el tema, mientras que la totalidade vez, permite comprender la esencia de la rea-
concreta tiene como referencia al pensador de lidad como un todo estructurado, dinámico
la antigua Checoslovaquia (país que existió en- e interrelacionado, a partir del cual se puede
tre 1918 y 1992), Karel Kosik. comprender racionalmente cualquier hecho o
conjunto de hechos (Kosik, 1976). La episte-
El paradigma de la complejidad permite mología de la totalidad concreta no exige un
vislumbrar las cualidades emergentes de la in- método con el que se pretenda ingenuamente
teracción entre las partes y sus relaciones con alcanzar el conocimiento de todos los aspec-
el todo, proyectándose más allá del modelo tos de la realidad con sus infinitos ángulos y
determinista clásico, al aprehender las nocio- contradicciones, sino que constituye una teo-
nes de desorden, imprevisibilidad, error y caos ría de la realidad y su conocimiento como tal
como promotoras de evolución y transforma- (Garrafa, 1980). Esto es posible, precisamente,
ciones; es un intento de reconectar conteni- porque la realidad es un todo estructurado que
do y conocimiento (Morin, 2001). El tema de desarrolla, crea y transforma -continua y cons-
la complejidad es visto como una vía posible tantemente- el conocimiento de los hechos (o
para cumplir con la difícil tarea de relacionar del conjunto de hechos de una realidad dada), y
un conocimiento fragmentado durante tres si- por tanto, constituye una visión completa y ver-
glos por la creación de la ciencia moderna. Esta dadera de esta realidad (Garrafa, 2005d), que es
propuesta epistemológica posibilita una visión siempre única pero, al mismo tiempo, dialéc-
global del conocimiento, que se perdió con la ticamente múltiple y contradictoria (Garrafa y
compartimentación, con la especialización Cordón, 2009). Según Kosik, la comprensión
(Garrafa, 2005d). de la totalidad incluye no solo los aspectos fe-
noménicos de la realidad y los conflictos que
La complejidad surgió de la necesidad episte- en ella tienen lugar, sino también su esencia; no
mológica de un nuevo marco capaz de romper solo las partes, sino el todo; no solo el hecho
los límites del determinismo y la simplificación en sí, sino los innumerables mandatos (físicos,
(como la de los cuatro principios de la ya tra- sociales, geopolíticos, éticos, etc.) que llevaron
dicional bioética principialista), incorporando a que ese hecho se configurara en la forma en
a un determinado contexto bajo análisis, las que se presenta a los ojos de quien lo lee e in-
diversas probabilidades posibles en la medida terpreta. En otras palabras, las ideas de Kosik
necesaria, para la comprensión de la realidad interpretan la esencia de lo que los principales
en su totalidad y concreción. La BI propone sectores académicos internacionales hoy deno-
incorporar a su reflexión nuevas variables re- minan inter y transdisciplinaridad (Garrafa y
lacionadas, por ejemplo, con la imprevisibili- Azambuja, 2007; 2009).
dad, según el lenguaje complejo hasta enton-
ces poco o nada considerado en el contexto El mundo imaginario de Kosik está represen-
tradicional de la bioética. Siguiendo la ruta de tado por una espiral concéntrica, en un movi-
la complejidad, sabemos que como el cono- miento permanente, donde el final es solo un
cimiento científico es perfectible -es decir, se nuevo comienzo donde todo vuelve a suceder,
encuentra en un constante y dinámico proceso con nuevas facetas, y así hasta el infinito (Ga-
de perfeccionamiento y complementación-, la rrafa, 1980). Esta es la realidad concreta, com-
ciencia no puede definirse por la certeza sino, pleja de percibir, que pocos científicos logran
por el contrario, por la incertidumbre (Morin, comprender en su esencia e integralidad y que
1996), lo que la diferencia de la religión. En esta la BI ha incorporado a su arsenal epistemológi-
línea de pensamiento, para la BI es pertinente co para fundamentar mejor su perspectiva de
que la bioética -como disciplina científica- pase identificar, reflexionar e intervenir en los com-
a utilizar el enfoque de la complejidad para el plejos conflictos morales del mundo contem-
estudio e interpretación de los problemas de poráneo, especialmente aquellos colectivos que
acuerdo con cada situación, lo que incluye par- involucran grandes contingentes de personas

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


45
excluidas de los más elementales beneficios del igualitarias, induciendo políticas de estado mí-
llamado “progreso”. nimas, en una cruzada permanente de exclu-
sión social y destrucción de las democracias.
Asi, la BI trata de no ser negligente ante ca-
minos escarpados y difíciles de recorrer y a los En la lucha por la inclusión, la BI, coherente
que pocos bioeticistas se aventuran, como la con sus referentes de empoderamiento, eman-
pobreza, la exclusión social, la discriminación, cipación y libertación (Garrafa, 2005b), par-
el abandono... Al contrario, se enfrenta a ries- te de un análisis sociopolítico más agudo del
gos, tratando de avanzar incluso con el peligro mundo y sus contradicciones, incorporando a
que representan los diversos laberintos y tram- su praxis el respeto a la pluralidad de interpre-
pas conceptuales que existen en este delicado taciones morales de la realidad, junto con la ne-
campo, no eludiendo el lastre de denunciar cesidad de promover estudios e investigaciones
miserias y dolores incontrolables, de proponer basados en los derechos humanos universales.
intervenciones cuando estas están justificadas
y no ceder a la complicidad pasiva del silencio, El empoderamiento se fortaleció con los es-
de la comodidad y la cobardía. critos del científico indio Amartya Sen, espe-
cialmente después de recibir el Premio Nobel
de Economía. A lo largo de su vasta obra, para
2. FASE DE NACIMIENTO Y DESARROLLO transmitir la idea de empoderamiento, Sen uti-
DE LA BIOÉTICA DE INTERVENCIÓN lizó frecuentemente la palabra libertad, como
en un pasaje en el que refiere que para superar
Los principales referentes que marcaron his- el hambre, la pobreza, las amenazas de destruc-
tóricamente el proceso formal de nacimiento y ción ambiental y otras formas de inequidad, la
crecimiento de la BI son: inclusión social, em- sociedad requiere adoptar una postura de com-
poderamiento, emancipación y liberación; plicidad que fortalezca la idea de libertad (Sen,
corporeidad; las 4P para una práctica com- 2000).
prometida y liberadora; y la presentación de La idea de empoderamiento de los sujetos in-
la estructuración del discurso bioético, que se dividuales, vulnerados como consecuencia del
fundamenta en la comunicación, el lenguaje, la proceso histórico y de la característica cultural
argumentación, el diálogo, la coherencia y el de las sociedades en las que se insertan, permea
consenso; estos se discutirán a continuación. el conjunto social, actuando como elemento
Todos ellos tienen el propósito básico de supe- capaz de amplificar las voces de los segmentos
rar el desafío relacionado con la inclusión so- excluídos, desde el poder de decisión y favore-
cial y la preservación futura de la vida humana ciendo su inserción social. La interpretación
y planetaria con dignidad. del empoderamiento se fundamenta, por tanto,
en la articulación orgánica entre los diferen-
2.1. Inclusión social, empoderamiento, tes grupos de individuos y segmentos, proce-
libertación y emancipación so que, como ya señaló Durkheim (1990), es
el que transforma una mera aglomeración de
Para lograr la justicia y la inclusión social, es individuos en una sociedad.
oportuno invocar el imaginario social en busca
En 2005, la BI alertó sobre la responsabilidad
de nuevas percepciones y perspectivas sobre la
conceptual que representa asociar el empode-
vida y la organización de las sociedades huma-
ramiento con la libertación,2 que surgió de la
nas en ambientes democráticos. En ese sentido,
lectura de la obra del pedagogo brasileño Paulo
es fundamental promover la conquista de este
Freire. Para éste la verdadera libertad no nace
imaginario aún sujeto a las reglas jurídico-ins-
simplemente de una acción o acto que propor-
titucionales opresivas del neoliberalismo que
ciona al individuo el simple derecho, por ejem-
despilfarra las condiciones de vida de las pobla-
plo, de sobrevivir, o ir y venir, sino que significa
ciones, proceso que va en contra de las políticas
algo más profundo, que va más allá: incluye lu-

2 Es necesario advertir que el significado de “libertación” expresada en lengua portuguesa, sobre todo en este caso específico,
es mucho más contundente que en inglés o español. En un capítulo del volumen anterior de esta misma serie promovida por la

46 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
char en contra del “locus” em donde se instalan Al tratar estos tres importantes indicadores,
las fuerzas opresoras que impiden la libertad la BI aporta una entonación articulada a la pra-
(Freire, 1980). Un ejemplo utilizado por Garra- xis libertadora, que impulsa este marco teórico.
fa (2005b) para referirse a la verdadera liber- Preocupada por las necesidades de la sociedad
tación es el relacionado con la concesión de la debilitada por los impactos de la globalización
libertad a los esclavos. La lengua portuguesa económica, que usurpa la calidad de vida hu-
tiene la peculiaridad de relacionar los dos tér- mana, la BI propone una práctica concreta de
minos: liberación y libertación, mostrando que transformación de las situaciones de vulnerabi-
hay una clara diferencia verbal entre la acción lidad social provocadas por las consecuencias
de “libertarse” de algo que oprime y la idea de políticas, económicas y sociales que determi-
una persona siendo simplemente “liberada” nan una sociedad en la que las voces sociales
para realizar una acción determinada.3 son silenciadas por el poder opresivo de los
más fuertes, incluidos los estados totalitarios.
En cuanto a la emancipación, el sujeto eman- Para la BI, el uso de las expresiones libertación
cipado sigue siendo un sujeto libre. Emanci- y empoderamiento –en su raiz e interpetación
pación significa manumisión, independencia, latina- tienen más fuerza histórico-cultural en
libertad, el camino que comienza con la libera- el contexto práctico-aplicado de la bioética que
ción. Solo se emancipan quienes han suprimi- el propio princípio anglosajón del respeto a la
do su dependencia, quienes han logrado el do- autonomia.
minio sobre sí mismos y pueden garantizar no
solo la supervivencia, sino también sus eleccio-
nes en cuanto a los medios para lograr esa su- 2.2. Corporeidad
pervivencia. El poder sobre sí mismo es lo que
otorga la emancipación, haciéndola inmune a Si bien ya estaba suficientemente incorpo-
las fuerzas que buscan su sometimiento, y esto rada en algunos de los artículos iniciales de la
se aplica tanto a las personas como al Estado. BI publicados en 2002 y 2003, la corporeidad
Es en esta concepción que la categoría eman- también se presenta como un indicador teó-
cipación se presta a la BI como herramienta o rico-práctico en el diálogo sobre la existencia
vehículo para dirigir la lucha por la liberación concreta de las personas y los derechos que de-
en su dimensión colectiva (Garrafa, 2005a). ben garantizarse a los cuerpos para la preserva-
ción de la vida. Los impactos de placer y dolor
Sin embargo, la emancipación –a partir de se identifican como marcadores de satisfacción
una determina edad legal y juridicamente re- o descontento, a través de necesidades concre-
querida, por ejemplo- muestra un sentido tas para el mantenimiento de la vida humana.
más jurídico que político, subrayando el reco- La manipulación del placer y el dolor humanos,
nocimiento jurídico-legal de la capacidad de entonces, puede determinar relaciones de po-
decidir. Empero, para que la inclusión social der basadas en la dominación y explotación hu-
(inherente al ciudadano emancipado) refleje mana. Por tanto, la corporeidad constituye una
efectivamente su autonomía, debe ser el resul- base de análisis para la intervención bioética,
tado de una conquista por el derecho a decidir a favor de la calidad de vida humana (Garrafa
y por la posibilidad real de ejercer este dere- y Porto, 2002; 2003a; 2003b; Porto y Garrafa,
cho. No puede resultar de una mera concesión, 2005). El cuerpo es el vehículo primario para
como una dádiva que sin lucha fue ofrecida y la manifestación de la vida. Es él quien está dis-
que, por ello, puede ser tomada a voluntad de puesto y expuesto a las relaciones sociales, al
quien la concedió. equilibrio o desequilibrio ambiental. Es en el
cuerpo de las personas que se:

UNESCO, Manchola-Castilo y Garrafa (2021) advertían a los lectores que la inclusión de la palabra “libertación” en español en
lugar de la palabra correcta “liberación”, no se trataba de un error de revisión gráfica, sino una propuesta de los autores de
empezar a utilizar este neologismo en el lenguaje de Cervantes.
3 El tema de la libertación será tratado en profundidad más adelante, en el capítulo referente a la “Fase contemporánea de con-
solidación de la Bioética de la Intervención”.

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


47
“(...) materializa y sustenta la vida social, al “hombre ilustre” de la llamada clase
en toda y cualquier sociedad, permitien- “alta” (p. 28).
do la existencia de la colectividad, ya que
no hay cuerpo individual que no sea par- La “atracción” del oprimido por el opresor,
te del cuerpo social y, en ese sentido, la descrita por Freire, desnuda las relaciones so-
noción de corporeidad está íntimamente ciales basadas en el orden opresor. Esta es la
ligada a la percepción del yo y la cons- medida que, paradójicamente, se adopta como
trucción de la persona” (Porto y Garrafa, orden social.
2005, p. 116) Porto y Garrafa (2005) también argumentan
El cuerpo manifiesta placer y dolor a partir que a través de la corporeidad es posible me-
de necesidades objetivas y acceso o no a bienes dir los niveles de desigualdad social y actuar
básicos, como alimentación y vivienda. Cuanto en pro de acciones de equilibrio en el sentido
más expuesto a la pobreza y a vivir situaciones de alcanzar condiciones de vida plena. En este
que amenazan su supervivencia, más vulnera- contexto, es fundamental garantizar los dere-
ble se vuelve el cuerpo. Para Porto y Garrafa chos de primera generación que se relacionan
(2005), la corporeidad no se concentra en la con los derechos individuales que garantizan
materia. Por el contrario, la formulación del la supervivencia física y social de los seres hu-
concepto de corporeidad es transdisciplinar y manos. Luego vienen los derechos de segunda
“se basa en el estado del arte de diferentes áreas generación, donde la organización económica
de estudio como la psicología, la psiquiatría, la y social posibilita las condiciones objetivas de
economía y la filosofía” (p. 117). existência. Los autores también mencionan los
derechos de tercera generación, especialmente
Otro campo de análisis identifica el placer o en lo que respecta a la relación humana con el
el dolor como requisitos o marcadores somá- medio ambiente y la preservación de los recur-
ticos para la dominación; es decir, cuando la sos naturales, también conectados con el para-
posibilidad de provocar placer o infligir dolor a digma de la corporeidad.
los demás es la base de las relaciones de poder:
(...) Justificado en su propio ejercicio, el 2.3. Las 4 P para una práctica ética
poder se legitima con el premio y el cas- responsable
tigo, que subyacen en la idea de justicia.
El miedo, la fuerza y el dolor marcan la En sentido contrario a la acción de la mayoría
relación entre explotadores y explotados, de los bioeticistas guiados por el estructuralis-
legalizando el uso social del poder y con- mo burocrático anglosajón, seguidores de re-
dicionando la conducta (Porto y Garra- glas mecánicas establecidas por los paradigmas
fa, 2005, p. 118). del principialismo, la BI propone críticamente
el uso de una estructura diversa de civilidad,
La intensificación de las relaciones sociales en representada por el concepto de “Cuatro Ps”:
las que el más fuerte (“el opresor”) actúa para prevención (de posibles daños y hechos iatro-
aumentar la vulnerabilidad de los más débiles génicos), precaución (ante lo desconocido),
(“los oprimidos”) se expresa claramente en el prudencia (ante avances y nuevos “descubri-
análisis de Paulo Freire (1987): mientos e invenciones”) y protección (de los
[...] en la experiencia existencial del socialmente excluidos, los más frágiles y desa-
oprimido, hay una atracción irresistible tendidos) (Garrafa, 2005a - p. 130).
hacia el opresor. Por su nivel de vida. La prevención es considerada en el campo
Participar en estos patrones constituye biomédico como aquella acción que se anticipa
una aspiración desenfrenada. En su alie- a las probabilidades de daño a la salud median-
nación, quieren, a toda costa, parecerse te la búsqueda de acciones anticipadas, con el
al opresor, imitarlo, seguirle. Esto es es- fin de exigir del agente responsable la adopción
pecialmente cierto para los oprimidos de de medidas tendientes, si no a eliminar, por lo
la “clase media”, cuyo deseo es ser igual menos a minimizar los posibles daños (Garrafa,
Amorim, García y Manchola-Castillo, 2017).

48 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Según Berlinguer (1994), sin embargo, para de la imprudencia, directa o indirectamente
que se llegue a esta circunstancia es necesario relacionada con la bioética: negligencia (falta
tener información y certeza científica sobre las del debido cuidado); imprudencia o temeri-
consecuencias de las acciones, procesos o resul- dad (falta de deliberación); desconsideración
tados. Pero además de la “virtud anticipatoria”, (falta de juicio); e inconstancia (abandono de
la prevención también tiene como incentivos un determinado buen fin). La prudencia está
morales: abolir la diferencia entre un individuo relacionada con el artículo 20 de la Declara-
afectado por una enfermedad y otro individuo ción de la UNESCO sobre Bioética y Derechos
que no está afectado por ninguna enfermedad; Humanos, relativo a la evaluación y gestión de
y reducir los conflictos entre intereses y valo- riesgos. En el ámbito sanitario actualmente se
res personales, que no se armonizan fácilmente habla mucho de imprudencia cuando se pro-
entre sí. En este sentido, la BI propone el uso duce un error profesional o científico (Garrafa,
del marco de prevención en los casos en que los Amorim, García y Manchola-Castillo, 2017).
riesgos sean conocidos y predecibles.
La protección, por su parte, es definida por
La precaución es la adopción de medidas de Schramm y Kottow (2001) como una particu-
protección frente a posibles daños o riesgos larización del principio de responsabilidad, ya
que puedan producir determinados productos que se utiliza en circunstancias de debilidad y
o tecnologías (Leite, Barbosa y Garrafa, 2008). riesgo para las comunidades, es decir, en oca-
Es común utilizar este concepto en relación con siones definidas por Kottow (2005) como de
el medio ambiente, con elementos relacionados vulnerabilidad: “atributo antropológico de
con la prevención de amenazas y la responsabi- todo ser humano” y susceptibilidad al “daño
lidad. Para Andorno (2005), la precaución pue- instalado en grupos sociales e individuos”. En
de entenderse mejor a la luz de la prudencia, otras palabras, el propósito de la protección
como marco para un abordaje más cuidadoso es regular las acciones humanas, prediciendo
de las tecnologías que pueden ser potencial- implicaciones positivas y previniendo posibles
mente peligrosas. En este sentido, la idea de consecuencias negativas. El marco de protec-
precaución es entendida como salvaguardia ción está íntimamente ligado al de vulnerabili-
anticipatoria, aunque no exista el riesgo, sino dad. Hablar de protección en términos de salud
sólo su inminencia, y también cuando no pue- es considerar que, en un momento dado, exis-
da sustraerse la certeza científica absoluta de la tirá un grupo social o individuos aislados en si-
no ocurrencia del daño (Cunha, Pinto, Martins tuación de fragilidad, con necesidad de normas
y Castilhos Jr., 2013). Para la BI, su uso en salud que puedan prevenir daños futuros.
pública también es de gran valor cuando existe
peligro de daño grave o irreversible así como Reforzando este entendimiento, la protec-
falta de certeza científica, ya que la precaución ción puede entenderse como la protección o
tiene que ver con el bienestar y la integridad no cobertura de las necesidades esenciales -en sa-
solo de las personas sino de grandes poblacio- lud, educación, alimentación, vestido, abasteci-
nes. miento de agua, seguridad y vivienda-, artícu-
los indispensables que deben ser garantizados
La prudencia, por su vez, es la virtud intelec- para todas las personas, que por sí solas no po-
tual que aconseja a la sabiduría según Aristóte- drían obtenerlas (Pontes y Schramm, 2004). La
les; tal interpretación proviene de su conexión inclusión del principio de protección en el mar-
con la verdad, el conocimiento y la razón. Está co epistemológico de la BI significa que este
relacionada especialmente con la paciencia y la principio también puede funcionar, como pro-
anticipación y es vista como madre y guía de pone Schramm (2012), como una herramienta
las demás virtudes, señalando que al prudente de reflexión sobre la moralidad de las prácticas
no le caben acciones extemporáneas, inopor- de salud pública, que involucran a poblaciones
tunas, irracionales o repentinas. No es posible de personas susceptibles y vulnerables, y que
identificarla con la prisa, el amateurismo o la implican problemas de justicia en situaciones
improvisación, que caracterizan lo inverso de de escasez de recursos.
la prudencia, es decir, la imprudencia. Hay va-
rias situaciones que forman parte del contexto

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


49
2.4. Estructuración del discurso bioético el desarrollo de políticas públicas, por ejemplo
en la definición de prioridades de salud en la
La BI es, por tanto, una epistemología social, asignación de recursos ante un presupuesto in-
con una mirada que viene del sur del mundo y suficiente.
que tiene como macrorreferencias, entre otras, Racionalidad: reconocimiento de la autori-
la realidad concreta y las necesidades socia- dad de la razón; facultad que consiste en pen-
les. En su camino de construcción, evolución sar coherentemente. Si bien debe admitirse la
y consolidación como bioética libertadora y existencia de verdades intuitivas provenientes
libertaria, utiliza también como marcas inter- directamente del intelecto, más allá del alcance
medias de su trayectoria histórica, la impres- de la percepción sensible, la racionalidad tiene
cindible estructuración de su discurso a partir un papel decisivo en las discusiones, en los de-
de los siguientes elementos: comunicación y bates, evitando que sean estériles, naturalmen-
lenguaje, argumentación, diálogo, coheren- te, en la búsqueda del consenso ético.
cia, consenso y racionalidad (Garrafa y Azam-
buja, 2007; 2009). Llegando al final de este segundo tópico, es
oportuno registrar que:
Comunicación: intercambios con participa-
ción y/o comprensión recíproca; conjunto de […] para reflexionar y enfrentar las epis-
modos específicos que puede asumir la convi- temologías dominantes, se propone que
vencia humana. la responsabilidad y las consecuencias del
proceso de producción de un saber bioéti-
Lenguaje: vocabulario específico utilizado en co operen en dos diferentes dimensiones:
una ciencia, arte o disciplina, que sirve para ex- epistemológica y política. En el ámbito
presar ideas, sentimientos, conductas. epistemológico, a través de la crítica, de-
Argumentación: un argumento es cualquier construcción y reconstrucción del conoci-
razón, prueba, demostración, indicación o ra- miento; en el político, por la reflexión crí-
zón por la cual se intenta probar o refutar una tica de la praxis bioética y por la defensa
tesis, buscando convencer a alguien de la ver- de prácticas que apuestan por la transfor-
dad o falsedad de la misma, pudiendo llegar a mación de la injusta realidad social (Fei-
un acuerdo, inducir a la persuasión o convic- tosa y Flor-do-Nascimento, 2015, p. 279).
ción o dar credibilidad a un tema dudoso. La BI, ya en su etapa cronológica de naci-
Diálogo: intercambio o discusión mediante miento y especialmente en su desarrollo, co-
el lenguaje de ideas, opiniones y conceptos, con menzó a apostar aún más fuerte por el pen-
miras a la solución de problemas; se refiere a samiento crítico. Al articular teoría y práctica
la comprensión, la armonía o el entendimiento -además de su fundamentación teórica y orga-
mutuo entre los debatientes. nización operativa- con la aplicabilidad de sus
hallazgos, pasó a contribuir al fortalecimiento y
Coherencia: orden, conexión o armonía den- organización social. La BI no pretende ser una
tro de un sistema o conjunto de conocimientos, teoría anclada exclusivamente en la comodidad
expresando la conformidad de las proposicio- del espacio académico, sino una praxis de in-
nes a una regla de criterios. Tanto el discurso tervención bioética a favor de la calidad de vida
como las prácticas bioéticas, por tanto, deben humana.
ser coherentes para demostrar armonía y equi-
librio entre la teoría y las acciones a proponer.
3. FASE CONTEMPORÁNEA DE
Consenso: acuerdo entre los miembros de CONSOLIDACIÓN DE LA BIOÉTICA DE LA
una determinada unidad social que se refiere a INTERVENCIÓN
principios, valores, normas u objetivos desea-
dos por la misma, así como a los medios para
Con un fundamento epistemológico en cons-
alcanzarlos. Hay grados de consenso, ya que el
tante construcción y reconstrucción y en con-
consenso absoluto es bastante raro o al menos
sonancia con sus bases conceptuales basadas
poco probable. Juega un papel importante en
en una territorialización geopolítica referencia-

50 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
da al Sur Global, la BI ha ido abriendo caminos de los homosexuales a partir de los 70, el hecho
e incorporando orgánicamente nuevos con- de que una persona sea diferente no significa
ceptos y fundamentos, especialmente a partir que sea desigual o que deba ser tratada des-
de decenas de monografías de especialización, igualmente... En este contexto, entonces, la BI
disertaciones de maestría y tesis doctorales de- asumió desde sus inicios, la firme defensa de la
sarrolladas y defendidas en diferentes médios construcción de diálogos intersexuales, interét-
académicos como por ejemplo el Programa nicos, interraciales, plurales e inclusivos.
de Posgrado en Bioética (PPGBioética) de la
Universidad de Brasilia. Igualmente, en este Para Feitosa y Flor-do-Nascimento (2015), el
período, que se extiende hasta 2021, se publi- pluralismo bioético:
caron casi un centenar de artículos sobre BI en [...] va más allá de la pluralidad de doc-
revistas científicas internacionales indexadas, trinas, como postula el pensamiento
además de conferencias y comunicaciones en bioético occidental: se propone identifi-
congresos, lo que, generó una importante can- car y analizar otras experiencias y teori-
tidad de citas y referencias académicas en todo zaciones de ética de la vida que no son
el mundo, además, naturalmente, de críticas. contempladas por la biopolítica de la his-
En este período de gran fecundidad intelec- toria occidental contemporánea, es decir,
tual se consolidó su acercamiento con las cien- no se limita a la idea de humanidad bio-
cias sociales aplicadas, en especial la antropolo- logizada y universalizada (p. 282).
gía, el derecho, la sociología y el trabajo social. Para la BI, el respeto al pluralismo moral posi-
La valiosa contribución de la antropóloga Rita bilita la creación de condiciones objetivas para
Segato en las discusiones y producciones aca- la crítica y la autocrítica al promover diálogos
démicas con los grupos de investigación de entre “extraños morales” en palabras de Engel-
“Pluralismo Bioético” y “Bioética y Epistemo- hardt (1998), en la búsqueda de la construcción
logía” del Programa de Posgrado en Bioética de de consensos posibles y, sobre todo, permitien-
la Universidad de Brasilia, contribuyó decisiva- do la creación de propuestas de acciones colec-
mente para la construcción e incorporación de tivas más cohesionadas en favor de la mejora de
nuevas categorías teóricas a su caja de herra- la calidad de vida humana. Siguiendo esta línea
mientas de referencia: pluralismo bioético; in- de entendimiento, la BI toma como referente
terculturalidad; colonialidad; imperialismo teórico algunas semillas cosechadas por Sega-
moral; reterritorialización epistemológica; to, como la compleja y difícil diferencia entre
ética de la liberación. pluralismo histórico y pluralismo cultural (y
ético…) en una delicada discusión sobre el in-
3.1. Pluralismo bioético fanticidio indígena (Segato, 2016). Para ella, el
respeto al pluralismo se basa en la idea de que
El pluralismo bioético es una herramienta el Estado debe restaurar el foro étnico origina-
metodológica que reúne diferentes concepcio- rio que garantice el respeto a las deliberaciones
nes de la ética de la vida y el respeto al mismo de las diferentes comunidades morales, devol-
acompaña a la BI desde sus primordios. Entre viéndoles el control de las riendas de su pro-
otros aspectos, el respeto a la pluralidad de pia historia: “(...) es más apropiado hablar de
pensamientos y costumbres amplía la discu- ‘historia’ que de cultura, pues generalmente se
sión sobre la diversidad de reflexiones y pro- invoca la idea de cultura como argumento para
ducciones en los campos académico y social. sacar las costumbres del flujo histórico” (Sega-
Directamente relacionado con este contexto, es to, 2014, pág. 87).
fundamental registrar la importancia de com- La cultura significa una especie de decanta-
prender el significado de “diferencia” en el ám- ción de la experiencia acumulada por un pue-
bito de las ciencias humanas y, por extensión, blo, como resultado de la condensación de un
de la bioética. Como propugnan los movimien- proceso construido históricamente. Es nece-
tos feministas internacionales desde los años sario superar el (falso) dilema de la oposición
1950, movimientos en defensa de la igualdad entre relativismo y universalismo mediante el
de derechos de los negros a partir de los 60 y

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


51
principio de respeto al pluralismo, expuesto En este sentido, la bioética producida en el Sur
arriba. O sea, rechazar la idea de ‘cultura’ como geopolítico del planeta no puede seguir simple-
conjunto de valores cristalizados y ahistóricos mente importando pasiva e acriticamente, sin
y evitar la idea de costumbres sustituyéndola ningun filtro o adaptación cultural, los conte-
por la idea de ‘cuentos’, en plural: las variadas nidos bioéticos originarios del Norte -donde
historias de distintos países y pueblos. Según la la cultura y la moralidad tienen referenciales
importante autora, cada pueblo entrelaza diná- diversos de la realidad sureña-, con aplicación
micamente su cultura con otros pueblos, y cada vertical, directa y simplista en los processos de
pueblo, como unidad, constituye su propia fá- enseñanza-aprendizage, proyectos de investi-
brica de historia. Así, las costumbres –que la BI gación y publicaciones, de conocimientos ex-
aproxima a los conceptos de “moral” y “mora- traños y descontextualizados.
lidad”– cambian en el curso constante de sus
propias deliberaciones internas como conse- En un texto básico elaborado sobre el tema en
cuencia del diálogo fluido y permanente exis- el ámbito de la BI, Rivas-Muñoz, Garrafa, Fei-
tente entre sus miembros. tosa y Flor-do-Nascimento (2015) argumentan
que a la fecha no existe una genuina intercul-
Sin embargo, para que este contexto de respe- turalidad en sentido global, pues su significado
to al pluralismo histórico – adaptado en la BI real va más allá del respeto, la tolerancia y el
a la expresión “pluralismo bioético” propuesta reconocimiento de la diversidad defendidos en
por Segato- se consolide y se haga efectivo, es documentos y eventos internacionales. Para los
fundamental la existencia de un Estado justo autores, ella marca y estimula específicamente
capaz de garantizar los instrumentos jurídicos un proyecto sociopolítico dinámico dirigido a
indispensables para ello. En este sentido, es im- la construcción procesual de nuevas y diferen-
portante la defensa de la autonomía de las dis- tes sociedades, relaciones y condiciones de vida
tintas colectividades y comunidades que con- a partir de las “relaciones y condiciones histó-
forman el actual mundo plural del siglo XXI, ricas actualmente configuradas de domina-
de modo que sus integrantes puedan deliberar ción, exclusión, desigualdad e inequidad, como
libremente sobre sus propias costumbres y vi- tambien de los conflictos que tales relaciones y
siones morales sobre la vida, transformándolas condiciones involucran” (p. 140).
a medida que dialogan con otras colectividades
y culturas, generando nuevas interpretaciones, Tomando también como referencia la in-
en un proceso dinámico pero históricamente terpretación de la interculturalidad de Walsh
respetuoso. (2005; 2008), la BI se plantea como desafío la
necesidad de abordar situaciones de diálogo
entre diferentes culturas desde el concepto de
3.2. Interculturalidad equidad cultural, es decir, considerar las dis-
tintas necesidades a partir de la diversidad que
Para potenciar sus propuestas de acción éti- existe entre diferentes culturas. Este entendi-
ca, la BI incluye también la interculturalidad miento está en línea con las recomendaciones
como uno de sus referentes contemporáneos. de la Declaración Universal sobre Bioética y
La cultura se identifica con símbolos que unen Derechos Humanos (UNESCO, 2015), que se-
a una comunidad, símbolos que están conte- ñala en su preámbulo, entre otros aspectos, que
nidos en el territorio geográfico y geopolítico “la diversidad cultural, como fuente de inter-
donde habitan sus componentes, en la lengua cambio, innovación y creatividad, es necesaria
con que se comunican y en sus modos de orga- para los seres humanos y, en ese sentido, cons-
nización social, a través de la educación, la sa- tituye patrimonio común de la humanidad” (p.
lud, la religiosidad… Es decir, por un conjunto 6).
de situaciones y circunstancias que constituyen
la historia de vida de esa comunidad. El respe- Hace exactamente dos décadas, la UNESCO
to a la interculturalidad sugiere acciones en el elaboró una declaración específica indispensa-
sentido de que se respeten debidamente las di- ble para ser registrada en relación con el tema
versidades culturales. en discusión, la Declaración Universal sobre la
Diversidad Cultural (UNESCO, 2001), la cual

52 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
menciona que “(...) la cultura está en el centro minos tanto para los pueblos indígenas y
de los debates contemporáneos sobre la iden- afrodescendientes como para la población
tidad, la cohesión social y el desarrollo de una en su conjunto (Feitosa y Flor-do-Nasci-
economía basada en el conocimiento” (p.01). mento, 2015, p. 279).
Además, afirma que: “el respeto por la diver-
sidad de culturas, la tolerancia, el diálogo y la En este contexto, la importancia de la crea-
cooperación, en un clima de entendimiento ción de la BI como un movimiento de insurgen-
mutuo, son garantías para la paz y la seguridad cia epistemológica nacido y desarrollado desde
mundiales” (p. 01). América Latina y el hemisferio sur geopolítico
del sistema-mundo es resaltada por los autores
La interculturalidad, así, es una herramienta arriba mencionados de la siguiente manera:
que garantiza la equidad cultural, posibilitan-
do el desarrollo de procesos dialógicos para la En el siglo de las disciplinas de la so-
construcción de consensos. Para la búsqueda ciedad, solo existen cuatro teorías ori-
de soluciones a los conflictos éticos, su pro- ginadas en suelo latinoamericano que
puesta teórica es buscar alcanzar un punto abs- atravesaron en sentido contrario la gran
tracto de neutralidad en el que -en la medida frontera, es decir, la frontera que divide al
de lo posible- todos los actores involucrados en mundo entre el Norte y el Sur geopolíticos,
el proceso coincidan de alguna manera, a partir y lograron impacto y permanencia en el
de la profundización de la democracia para que pensamiento del mundo […] Son: la Teo-
no haya ninguna forma de sumisión. logía de la Liberación, la Pedagogía del
Oprimido, la Teoría de la Marginalidad
Constituye, por tanto, una “idea fuerza” que que fractura la Teoría de la Dependencia
pasó a hacer parte esencial del proyecto de y, más recientemente, la perspectiva de
construcción permanente de la Bioética de la Colonialidad del Poder. Dos años an-
Intervención (Rivas-Muñoz, Garrafa, Feitosa tes de la producción de este artículo (en
y Flor-do-Nascimento; 2015). Como quedó 2013), durante una reunión de estudio
manifiesto desde sus primórdios, esta BI tiene del grupo de investigación sobre plura-
entre sus fundamentos más importantes una lismo bioético, Rita Segato, coordinadora
agenda permanentemente abierta para recibir de este grupo, expresó el entendimiento
de las diferentes experiencias y culturas, nue- de que, tras la teoría de la colonialidad
vas resignificaciones y atualizaciones, seimpre del poder formulada por Aníbal Quijano,
que estén ética, conceptual y geopoliticamente la BI apareció como la principal novedad
justificadas. en el campo del pensamiento latinoame-
ricano (Feitosa y Flor-do-Nascimento,
3.3. Colonialidad 2015, p. 279-280).
La BI politiza el tema de los impactos de la
Nacida en América Latina, la colonialidad colonialidad en la situación de vida de las po-
forma parte del panorama de la BI que en su blaciones de los países periféricos en este perío-
tesis doctoral Feitosa (2015) denominó insur- do histórico actual denominado “modernidad”,
gencia epistêmica. Para el autor, en estudio en articulación especialmente con otros auto-
complementar: o (2015): res de la región latinoamericana y caribeña. En
esta línea de reflexión, Flor-do-Nascimento y
[...] la insurgencia epistémica es enten-
Garrafa (2010; 2011), tomando como referen-
dida como un proceso constante de cons-
cia conceptos de Walter Mignolo (2005) sobre
trucción de nuevas estrategias y diferen-
la crítica a la modernidad y sobre la “coloniali-
tes formas de praxis, es decir, de creación
dad del saber”, refuerzan que en la visión capi-
de mecanismos para pensar, reflexionar
talista esta ”modernidad” puede ser interpreta-
y actuar juntos en la confrontación de las
da como la construcción de una nueva imagen
epistemologías dominantes. Esta insur-
del mundo -ordenada, racional, predecible y en
gencia epistémica contribuye a repensar
constante progreso- que en el campo de los es-
perspectivas y paradigmas teóricos y po-
líticos (y) ha ayudado a trazar nuevos ca-

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


53
tudios de la colonialidad se denomina “modo de la vida (…), sino en una afirmación
de interpretación eurocéntrico”: médica, religiosa, económica y política
que, articulada con otras afirmaciones,
(...) Eurocéntrico, por tener en Europa y estratifica estratégicamente las vidas
en sus proyecciones en los Estados Unidos para dominar mejor algunas” (p. 293).
(USA) el eje de comprensión del proceso
moderno, no solo en Europa (y USA), Entonces, como resultado de este perverso
sino en el mundo entero. Debido a esta proceso dinámico que construyó la moderni-
imagen, todo lo que no es moderno no es dad, “el colonialismo se fue, pero la coloniali-
civilizado, es decir, está atravesado por la dad permanece”, con América Latina siendo
marca de la barbarie, la marginación, la actualmente colonizada sin la existencia de una
subalternidad. Lo local es, en este contex- sola metrópoli como referente.
to, menor, marginal, bárbaro, subalterno.
Lo local está desplazado desde el centro; [...] Ahí reside uno de los efectos más per-
se ve ligado a lo retrógrado, con lo que versos de la colonialidad: no existe un Es-
hay que educar, mejorar, desarrollar, tado-nación concreto a quien culpar de
para llegar al ideal/global (p. 290). los excesos e injusticias que cobran vidas
en nombre del progreso en el mundo glo-
Flor-do-Nascimento (2010) acuñó oportuna- balizado. Es el propio mundo globaliza-
mente la expresión “Colonialidad de la Vida”, do, entidad a la vez concreta y ultraabs-
que se sumó al arsenal conceptual de la Teoría tracta, el responsable de la colonialidad
de la Colonialidad creada por el filósofo perua- actual, que se generó en otro tiempo y en
no Aníbal Quijano (1992, 2000), y se refuerza y otras circunstancias (Flor-do-Nascimen-
amplifica en los estudios de Rita Segato (2013). to y Garrafa, 2011, p. 293).
Esta expresión se sumó a la expresión central
de estos estudios, que es la “Colonialidad del En este sentido, la BI se dio a la tarea de de-
Poder”, que coexiste con la “Colonialidad del nunciar y romper con el mito de la imagen co-
Saber” en el contexto de los llamados estudios lonizada de la vida, imagen que se establece a
decoloniales, ya que “saber” y “poder” se com- través de diferentes formas de imperialismo:
plementan en los países periféricos desde la político, económico, moral, biomédico... El
época colonial, siendo el segundo generalmen- desafío de ofrecer reflexiones y alternativas a
te una rama del primero. los problemas persistentes en el hemisferio Sur
exigen de la BI –y de toda bioética políticamen-
La “Colonialidad de la Vida”, entonces, pasó a te comprometida– una relación lúcida, crítica y
formar parte del contexto conceptual de la BI, abierta con los instrumentos teóricos que vie-
siendo interpretada como una situación que: nen del Norte (Flor-do-Nascimento y Garrafa,
2010). El objetivo de este enfoque de coloniali-
“(...) genera un proceso que autoriza dad utilizado por la BI, por lo tanto, es utilizar
a pensar que unas vidas son más im- críticamente:
portantes que otras [...] y esto se utiliza
como pretexto para prácticas violentas (...) el pensamiento desde el Sur, para el
contra las sociedades [...] la pobreza es a Sur, por el Sur, con la apropiación críti-
la vez tolerada y perseguida en nuestra ca de herramientas conceptuales prove-
sociedad” (Flor-do-Nascimento y Garra- nientes de diferentes lugares, incluido el
fa, 2011, p. 292-293). Norte, pero siempre con la perspectiva de
que las herramientas conceptuales que se
Para Flor-do-Nascimento y Garrafa (2011), construyeron allí –al menos las hegemó-
llamar a los países periféricos y explotados nicas- esconden las trampas de la colo-
“países en vías de desarrollo” es una de las for- nialidad (Flor-do-Nascimento y Garrafa,
mas de pensar e interpretar el fenómeno de la 2011, p. 294).
colonialidad. Según ellos:
En otras palabras, si bien la BI está perma-
“(...) la colonialidad de la vida no se basa nentemente abierta al diálogo con epistemo-
en una concepción meramente biológica logías de otras latitudes, aprovechando el co-

54 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
nocimiento históricamente acumulado, no desarrollo de insumos básicos y protección de
renuncia –en palabras de Flor-do-Nascimento la salud. La esencia de tal desigualdad está di-
(2010)– a filtrar críticamente aspectos que son rectamente relacionada con los tratados inter-
(o no son...) de interés para la composición de nacionales de libre comercio basados en acuer-
su arsenal conceptual. dos unilaterais sobre propriedad industrial
(patentes), que reducen dramáticamente la ca-
3.4. Imperialismo moral pacidad de los países periféricos de ofrecer ac-
ceso adecuado a medicamentos y vacunas para
sus ciudadanos, especialmente los socialmente
La inclusión de la expresión imperialismo
excluidos y, por lp tanto, más necesitados. Todo
moral en la gramática referencial de la BI se
esto es una señal clara de la presencia de lo que
inició en 2008, con la publicación de esta en-
la BI denomina imperialismo moral, situación
trada en el “Diccionario Latinoamericano de
que se opone al respeto al pluralismo moral, o
Bioética” (Tealdi, 2008), y de un artículo am-
sea, una situación de violenta desigualdad que
pliado publicado en una revista científica el si-
transforma a los ciudadanos en vasallos, per-
guiente año (Garrafa y Lorenzo, 2009). Su uso
sonas cuya autonomía es frágil o inexistente,
en el campo de la bioética se refiere a hechos
estando siempre bajo el control de alguien más
contemporáneos de imposición de diferentes
poderoso (Garrafa y Prado, 2001, 2007; Garra-
formas de presión, coerción o incluso normas
fa, 2014).
morales de determinadas culturas, regiones
geopolíticas y naciones, sobre otras culturas, LA BI identifica dos tipos de imperialismo
regiones o países. moral: directo e indirecto (Garrafa, 2008). La
forma directa es aquella en la que los países ri-
Su significado es amplio y en el contexto de
cos (centrales) ejercen activamente su presión
la BI se acerca especialmente a las categorías
sobre los más pobres (periféricos) con el ob-
“respeto al pluralismo moral” y “colonialidad”,
jetivo de imponer sus intereses económicos y
aunque también puede relacionarse con si-
morales, modificando, por ejemplo conceptos
tuaciones más amplias como la hegemonía, el
internacionales relacionados con la investiga-
mercado, el capitalismo, el subdesarrollo... Por
ción com seres humanos. Son conocidos los
regla general, en términos de teoría política, el
intentos de los países ricos desde el inicio del
imperialismo significa la expansión violenta de
siglo XXI de cambiar substancialmente parte
un Estado para someter otros territorios a su
del contenido histórico de la Declaración de
influencia o poder directo e incluso a diferen-
Helsinki en lo que se refiere, entre otros pun-
tes formas de explotación económica, en detri-
tos, a “flexibilizar los patrones éticos” para las
mento de otros estados o pueblos subyugados
investigaciones clínicas (Lie, Emanuel, Grady y
(Bobbio, Matteucci y Pasquino, 2004).
Wendler, 2004). Muchos autores denominaron
Un ejemplo flagrante de esta afirmación fue criticamente a esa situación “doble estándar”, o
la desigual producción y distribución a nivel sea, el establecimiento de un patrón ético para
mundial de vacunas, medicamentos y sumi- control de los estudios clínicos para los países
nistros esenciales para controlar la epidemia ricos y otro, más “flexible”, para los países po-
de H1N1 en 2009 y la pandemia de Covid-19 bres. La BI, en su línea dura de resistencia críti-
a partir de 2020. Mientras que los países ricos ca, llama a esto simplemente “aflojamiento” de
lograron acumular un excedente de 3-4 dosis los estándares clínicos deseables de seguridad y
per cápita, los países periféricos de África, por ética (Garrafa, 2011; Garrafa, 2014).
ejemplo, tardaron casi dos años en llegar a me-
El imperialismo moral indirecto, a su vez,
nos del 20% de sus poblaciones completamente
se lleva a cabo -entre otras formas- a través de
vacunadas.
acciones educativas preliminares desarrolladas
Las presiones económicas y políticas para la a través de la de personas y organizaciones de
aceptación de tales “acuerdos”, con disposicio- estos países, obviamente vulnerables a acciones
nes que siempre se imponen por parte de los como las arriba mencionadas. Los componen-
países centrales, aumentan la brecha que los se- tes de estos grupos, debidamente “convenci-
para de las naciones periféricas en materia de dos”, pueden convertirse, en el mediano y largo

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


55
plazo, en elementos decisivos para el control mónicas permanentes en la búsqueda de nue-
nacional de los comités y órganos guberna- vos elementos teórico-prácticos que permitan
mentales que tomarán en el futuro decisiones una instrumentación más aguda a los bioeti-
en áreas de interés público y colectivo, como cistas de la región e incluso del hemisferio sur
por ejemplo, en el campo de la investigación geopolítico del mundo.
clínica, frente a nuevos medicamentos, vacu-
nas e insumos biomédicos (Hellmann, Garrafa, Para la BI y sus creadores, ha llegado el mo-
Schlemper Jr y Bittencourt, 2015). mento de que los estudiosos e investigadores en
bioética, que viven y trabajan en países perifé-
ricos, empiecen a mirar los problemas de sus
3.5. Reterritorialización epistemológica países con ojos propios y no con ojos venidos
de otras latitudes; y, en especial, de que inter-
El contexto territorial y político en el que se preten y busquen la solución a sus problemas
inserta la BI y desde donde fue creada es el de la con el propio cerebro y no con cerebros ajenos
“periferia del sistema-mundo capitalista”, como a la realidad vivida en sus hábitats cotidianos.
señalan Feitosa y Flor-do-Nascimento (2015).
Así como las cuatro teorías que la precedieron Así, la reterritorialización epistemológica
-Teología de la Liberación, Pedagogía del Opri- propuesta por la BI para la disciplina bioética,
mido, Teoría de la Marginalidad y Coloniali- posibilita a sus actores, especialmente del sur -a
dad del Poder-, partir de herramientas concretas y geopolítica-
mente apropiadas- liderar las acciones necesa-
(…) la BI pretende romper las fronteras rias para transformar la realidad donde viven,
regionales y constituirse como una pers- en busca de una vida mejor y más sostenible,
pectiva bioética libertadora, rebelándose justa para las mayorías de la población, espe-
contra la imposición de saberes bioéticos cialmente para los más necesitados y excluidos
producidos en los países centrales, para de los beneficios del desarrollo científico y tec-
consolidar definitivamente su proceso de nológico.
territorialización (p. 280).
La idea antihegemónica de reterritorializar
Con esta orientación, la BI se enfrenta a la conceptualmente la bioética en el contexto
colonialidad del saber, del poder y de la propia internacional desde los países periféricos del
vida humana en América Latina, expresando Hemisferio Sur geopolítico del planeta, refun-
la necesidad de dejar constancia de su concep- da las reducidas bases principialistas de la dis-
ción de reterritorialización epistemológica de ciplina hasta hace unos años restringida a lo
la misma bioética desde: biomédico, ampliando el alcance desde un bios
que dirije sus acciones a la vida humana en su
[...] reflexiones de resistencia a la pers-
sentido más amplio. A estas alturas del siglo
pectiva dominante de romper las fronte-
XXI, con tanto conocimiento científico histó-
ras regionales en su proceso de territoria-
ricamente adquirido y acumulado, restringir la
lización epistemológica. De esta forma,
interpretación de la causalidad de los procesos
la BI va ocupando un lugar relevante en
de salud y enfermedad a cuestiones meramente
la arena bioética y consolidándose como
biológicas, significa simplemente mantener los
una importante teoría del pensamiento
pies en un pasado ya superado.
latinoamericano actual [...] en perma-
nente articulación e interacción con las
epistemologías insurgentes del Sur (Fei- 3.6. Ética de la liberación
tosa y Flor-do-Nascimento, 2015, p. 283).
El propósito del presente tópico es desarrollar
En otras palabras, el proceso de reterrito- argumentos que justifiquen la inclusión Ética
rialización epistemológica de la BI, ya reite- de la Liberación en la composición de los refe-
radamente expresado desde el inicio de este renciales fundamentales utilizados actualmen-
capítulo, significa un movimiento dinámico y te en la sustentación teórica de la BI. La idea
transformador que no solo crea, sino que in- de esta inclusión fue madurada después de la
corpora bases conceptuales críticas y antihege- publicación de un estudio crítico presentado

56 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
sobre la BI por la filósofa argentina Adriana (...) emancipación integrada en un proce-
Arpini (2016), para la cual no existe justifica- so inmensamente más complejo, siempre
ción para no incluir conceptualmente a la Éti- también material, corporal , cultural, de
ca de la Liberación dentro del sustento teórico contenidos, que tiene movimientos auto-
de la BI, una vez que su praxis - preocupada rregulados, con intervenciones (el resal-
centralmente com las injusticias sopciales - ya tado es nuestro) auto-conscientes de dis-
trabaja hace muchos años con criterios y prin- cursividad crítica, y cuya materialidad
cípios materiales universales en el ejercício de llamamos de ‘liberación’ (...) Proceso his-
sus decisiones y acciones. De acuerdo con la tórico de liberación de sujetos socio-histó-
autora, frente una realidad opresora, la BI cla- ricos, que tienen memoria de su pasado,
ramente advierte: de sus gestas de liberación ya acontecidas
(...) que tienen proyectos y programas
(...) la necesidad del “compromiso” con los de realización futura (...) que definen su
demás y con la posibilidad de transfor- estrategia, sus tácticas, sus métodos de
mar los contextos desfavorables. Compro- lucha para ‘transformar’ (...) la realidad
miso que conlleva una “responsabilidad” social y subjetiva de cada sujeto viviente
ética y social de trabajar por un mundo humano, teniendo como instancia últi-
más justo, solidario y humano, donde los ma crítico-práctica a las víctimas de su
“condenados de la tierra” (Fanon, 1968) específico nivel de intersubjetividad (a la
sean tratados como sujetos capaces de mujer en el género, a las razas de color en
autonomía, libres de cualquier determi- la discriminación racial, a la vida huma-
nación que les impida “ser más” (p. 15). na en la tierra ante los sistemas formales
Arpini (2016) critica el uso del utilitarismo económico-tecnológicos de destrucción
por parte de la BI, argumentando que Jeremy ecológica, etc. (Dussel, 2009, p. 537).
Bentham y John Stuart Mill -a pesar de haber Lo que Dussel expuso en otras palabras en la
entendido que solo con la socialdemocracia y obra antes citada, es en realidad una introduc-
una legislación económica adecuada se podía ción a la formulación histórica de la tesis 11 de
alcanzar la felicidad, y no con una legislación Marx sobre Feuerbach (1956): “Los filósofos
colonial que beneficiaba a las minorías gober- han solo ‘interpretado’ (interpretiert) el mun-
nantes en detrimento de las mayorías sometidas do de diferentes maneras; de lo que se trata es
a la miseria- inclusive logrando con sus ideas de transformarlo’ (verandern)” (p. 537). Según
favorecer la ruptura del viejo “lazo colonial”, Dussel: “Dicho discurso no puede sino ser una
terminaron favoreciendo la creación de nuevos filosofía práctica (...) en sentido estricto, una
lazos, ahora de raíz neocolonial. También argu- ‘Ética de Transformación’ no reformista, una
menta que en el actual mundo globalizado de la Ética de Liberación” (p. 538). Para él, la tradi-
posguerra fría, la mayoría de la humanidad que ción del marxismo occidental, desde Lukács,
vive en la periferia “sufre el efecto traumático se ha desviado hacia la ontología, la crítica, la
de una estructura ético-económico-política in- ideología, la estética, la política, etc., pero nun-
justa” (p. 21). ca intentó desarrollar una ética como “filoso-
En esta línea, Arpini defiende el uso de la Éti- fía primera y práctica” que analizara critérios
ca de la Liberación como una alternativa con- y principios capaces de sustentar la necesaria
sistente y coherente para sustentaron a la BI. La “transformación del mundo” desde la voz y el
autora desarrolla su argumento a partir de la sufrimiento de sus víctimas.
idea de Enrique Dussel (2009) de un “proceso Esto último es lo que la Ética de la Liberación
histórico de liberación”. Dussel sostiene que la viene intentando desde la década de 1960, y
discusión sobre la liberación no debe centrar- que la BI, con algunos contratiempos y mal-
se en la felicidad, sino en la “infelicidad” de las entendidos, viene intentando construir desde
víctimas, sus miserias, sus tormentos, su bruta- finales de la década de 1990. Tanto la “Ética de
lización... Este proceso no puede ser visto como la Liberación” propuesta por Dussel, como la
una mera emancipación ilustrativa, sino como “Teología de la Liberación” sembrada en Amé-
una: rica Latina desde la década de 1960 por secto-

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


57
res progresistas de la Iglesia Católica, juegan cidad para liberarse de la sumisión. Al definir
un papel central y creciente en el proceso de estos polos, Paulo Freire (1987) identifica la
territorialización epistemológica de la BI y de oposición entre el cautiverio, o la privación del
reterritorialización conceptual de la bioética. derecho a elegir, y la libertación, que según él
significa el verdadero ejercicio de la autonomía.
Entre las principales características de am- Así, Freire refuerza que los sujetos sociales son,
bas, ya francamente incorporadas por la BI, se eminentemente, actores políticos, cuya acción
incluye la politización de las variadas situacio- puede tanto mantener como transformar el sta-
nes de vulnerabilidad que viven las poblacio- tu quo.
nes marginadas del desarrollo socioeconómico
globalizado por la “modernidad”. Pero también La categoría libertación, por tanto, revela las
la construcción militante de acciones concre- diferentes posiciones de poder existentes y per-
tas que puedan contribuir a la superación de mite asumir una posición en el juego de fuerzas
las situaciones de exclusión social propias de para la inclusión social. La utilización de esta
los países periféricos. En el contexto de la BI, categoría en la BI pretende señalar en qué di-
según Feitosa y Flor-do-Nascimento, se trata rección debe conducirse la lucha política para
entonces de incluir en el ámbito conceptual de garantizar tal libertad (Garrafa, 2005b). Freire
la bioética: es particularmente agudo cuando critica el pre-
ciosismo académico y su nefasta consecuencia:
(...) una referencia utópica liberadora la asepsia moral, que constituyen obstáculos a
que se traduce en una bioética de la vida la liberación. También cuando registra que su
cotidiana basada en la ética de la libera- punto de vista sobre todas estas cuestiones es
ción, tal como la define Dussel: la Ética el de los “esfarrapados del mundo”, el punto de
de la Liberación no pretende ser una fi- vista de los excluidos (Freire, 2001).
losofía crítica para las minorías, ni para
tiempos excepcionales de conflicto o revo- En una de sus construcciones teóricas más
lución. Es una ética cotidiana, desde ya a contundentes en defensa de lo que denomina “la
favor de las inmensas mayorías de la hu- banda más débil de la sociedad”, la BI, siguien-
manidad excluidas de la globalización, do la pedagogía de la indignación propuesta
en la presente “normalidad” histórica por Freire (2000) y recordando a los “condena-
vigente. Asumiendo una posición de po- dos de la tierra” registrados por Frantz Fanon
litización de los conflictos morales, la BI (1968), propone substituir en el contexto de la
defiende que la preocupación primordial bioética el principio anglosajón de autonomía
de la bioética de los países pobres es en- por los principios universales de “libertación”
frentar los dilemas éticos persistentes. Por y “empoderamiento”. Armados con estos ins-
eso, opta por el lado frágil de la sociedad trumentos teórico-prácticos de acción social y
y propone luchar contra toda forma de política transformadora, los ciudadanos libres
opresión y por la promoción de la justi- de cualquier forma de presión externa indesea-
cia, teniendo como referencia el principio ble serán, entonces, verdaderamente libres para
de equidad (Feitosa y Flor-do-Nascimen- tomar las decisiones que consideren histórica-
to, 2015, p. 281). mente más apropiadas para sus vidas.
En uno de los escritos básicos que fundaron
la BI en su fase de maduración y consolidación, 4. CONSIDERACIONES FINALES
tomando como referencia a Paulo Freire, Ga-
rrafa (2005b) señaló que la idea de liberación Como se indicó al inicio de este capítulo, él
implica más que el simple reconocimiento de trata únicamente de la parte teórico-concep-
la existencia del poder, como es entendido en tual de la BI. Para facilitar su comprensión, el
el contexto del empoderamiento. En la com- estudio se dividió didácticamente en tres fases,
prensión freireana, la liberación señala, necesa- etapas o momentos definidos de su desarrollo.
riamente, el lugar donde se instalan las fuerzas De cada una de estas fases fueron incorpora-
capaces de forzar a las personas al sometimien- das las categorías o referencias más utilizadas
to y la fragilidad, manifestadas por su incapa- en ese momento histórico, recordando una vez

58 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
más que la BI se propone someterse permanen- cendientes- no es suficiente para contener su
temente a un proceso dinámico de constantes insaciable hambre de lucro y poder.
revisiones, ajustes y reconstrucciones. Cohe-
rentemente, la BI busca seguir lo recomenda- Al mismo tiempo, la miseria y la exclusión
do en el artículo 26 de la Declaración Univer- social a su alrededor no dejan de crecer. A pe-
sal sobre Bioética y Derechos Humanos de la sar de que la pandemia del Covid-19 se ha co-
UNESCO (2005) -documento central en su brado casi seis millones de vidas en el planeta
trayectoria, como ya se mencionó- que trata de hasta finales de 2021, las 20 personas más ricas
la íntima “interrelación y complementariedad aumentaron su fortuna solo ese año en cerca de
de los principios” y las categorías teóricas por un 30% (el equivalente a casi 500 mil millones
ella utilizadas. de dólares) como consecuencia del despegue
de las bolsas de valores y del mercado inmo-
Estas tres fases con sus respectivos marcos biliario. Adicionalmente, el perfil de estos 20
teóricos que configuran su epistemología fue- multimillonarios es impactante: nada menos
ron las siguientes: 1) Fase de gestación de la que 18 son hombres y solo dos son mujeres,
BI: justicia, igualdad y equidad; vulnerabili- mostrando una evidente situación discrimina-
dad; situaciones emergentes y situaciones per- toria en cuanto a la participación de las mujeres
sistentes; alteridad, responsabilidad y solidari- en este “selecto” grupo. Casi 2/3 partes de este
dad crítica; y multi-inter-transdisciplinariedad, grupo (13 personas) son ciudadanos estadou-
complejidad y totalidad concreta; 2) Fase de nidenses. La tecnología es hoy el sector que ci-
nacimiento y desarrollo de la BI: inclusión menta la fortuna de ocho (8) de las 20 personas
social; empoderamiento, liberación y emanci- más ricas del planeta (Fariza, 2022).
pación; corporeidad; las 4P para una práctica
comprometida y libradora: prevención, pre- Por otro lado, la explotación unilateral des-
caución, prudencia y protección; y la estruc- controlada y criminal de los recursos natura-
turación del discurso bioético: comunicación, les planetarios como el agua, los bosques, las
lenguaje, argumentación, diálogo, coherencia riquezas minerales, la biodiversidad, en fin, de
y consenso; 3) Fase contemporánea de conso- todo lo que forma parte del ecosistema terres-
lidación de la BI, que concluye especialmente tre (recursos que son finitos, es decir, que un
con la justificación de la inclusión central de la día terminarán...), está agotando nuestra mora-
Teoría de la Colonialidad y la Ética de la Libe- da terrenal. El resultado es que en este mismo
ración entre sus referentes teóricos: el pluralis- breve lapso de dos décadas que abrió el siglo
mo bioético; interculturalidad; colonialidad; XXI, el mundo periférico pobre comenzó a mi-
imperialismo moral; reterritorialización epis- grar furiosamente hacia el mundo central rico
temológica; ética de la liberación. en busca de condiciones de vida mínimamente
humanas para sobrevivir al hambre y la mise-
El siglo XXI, que emergió lleno de esperanza, ria. La globalización propuesta por el modelo
ha demostrado que el planeta tierra ha decidi- económico-social supuestamente “ganador”
do marchar por caminos tortuosos y peligro- del siglo passado - el capitalismo rentista-, sim-
sos, quizás sin retorno. A pesar de este cuadro plemente fracasó. Su propuesta original, nunca
dramático, el modelo de concentración del cumplida, fue dotar al mundo de un vigoroso
capital en el mundo contemporáneo en vez de crecimiento económico-industrial a través de
mejorar, empeoró. ¡Y mucho! La concentración la organización de parques tecnológicos y otras
de ingresos que hoy se encuentra en las multi- empresas. Su propósito era que los beneficios
millonarias cuentas en dólares de una minoría del proceso de desarrollo “democrático” pudie-
de privilegiados y escondidas en bancos de du- ran ser compartidos por los habitantes de todo
dosa reputación en paraísos fiscales repartidos el planeta en una generosa distribución de lo-
por el planeta, es prueba de estas contundentes gros y conlllevar felicidad. Sin embargo, nada
afirmaciones. El modelo de vida ostentoso y de eso sucedió. Por el contrario, la avalancha
derrochador construído por los dueños de esas desenfrenada de migrantes humanos, espe-
fortunas -que darán existencias acomodadas y cialmente de países africanos y asiáticos hacia
ociosas a innumerables generaciones de des- Europa, y de las naciones de Centroamérica, el
Caribe y Sudamérica hacia los Estados Unidos

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


59
de América, está compuesta por la “banda más Traducción (portugués-español) realizada por
débil de la sociedad” relatada por la BI, que for- Camilo Manchola-Castillo, Cátedra UNESCO
ma parte de los “malditos de la tierra” denun- de Bioética de la Universidad de Brasilia.
ciados por Frantz Fanon.
Es por fuertes razones como las menciona-
das que, desde sus inicios, la BI ha centrado sus REFERENCIAS
fuerzas en el pensamiento crítico. Al articular
la teoría y la práctica - es decir, su fundamen- ANDORNO, R., 2005. The precautionary princi-
tación teórica y organización operativa- con la ple: a new legal standard for a technological
aplicabilidad de sus hallazgos, pasó a contribuir age. Journal of International Biotechnology;
al fortalecimiento de organizaciones sociales 1(1):11-19.
reactivas, ya fueran integradas por estudiantes,
ARPINI, A., 2016. Para una fundamentación de
investigadores o trabajadores. Además de cons-
la Bioética de Intervención Aportes desde la
tituir un conjunto orgánico de reflexiones cien-
ética de la liberación latinoamericana. Revista
tíficamente construidas, la BI no es una teoría
Redbioética/UNESCO; 13(1):12-23.
acomodada en el confort del espacio académi-
co; al contrario, desde sus primordios se expone AZAMBUJA, LEO.; GARRAFA, V., 2015. A teoria
permanentemente a la revisión pública y crítica da moralidade comum na obra de Beau-
de sus referenciales, estando siempre abierta a champ e Childress. Revista Bioética (Online);
las correcciones de rumbo y ajustes que acadé- 23:634-644.
micos, prácticos y socialmente necesarios.
BERLINGUER, G., 1994. Bioética da prevenção.
Constituyéndose como una epistemología Revista Bioética; 2(2):01-04.
del sur, la BI propone, entre otras iniciativas,
formular propuestas contrahegemónicas apli- BERLINGUER, G., 1995. Apresentação. In: GA-
cables a la realidad, con el objetivo de: cons- RRAFA, V. Dimensão da Ética em Saúde Pú-
truir prácticas y acciones concretas a favor de blica. São Paulo: Faculdade de Saúde Pública
las personas socialmente frágiles; politizar los da USP/Kellogg Foundation.
procesos de movilización social a través del BERLINGUER, G., 1996. Ética da saúde. São Pau-
empoderamiento, libertación y emancipación lo: Hucitec.
de las personas y grupos de población orga-
nizados; horizontalizar la relación entre los BERLINGUER, G., 2015. Bioética cotidiana. 2ª.
profesionales de la salud y los pacientes en el Edição. Brasília: Editora UnB.
campo biomédico, reforzando la defensa de la
BOBBIO, N.; MATTEUCCI, N.; PASQUINO, G.,
salud como un derecho de todos y un deber del
2004. Dicionário de política. Brasília: Editora
Estado; además de fomentar la independencia
da Universidade de Brasília.
de los diferentes comités de bioética y reforzar
la protección de los sujetos de investigación. CAMPBELL, A., 1998. President’s Column. IAB
News; 7 (Spring): 1-2.
Comprometiéndose con persistencia y vigor
académico con el “vivir”, más allá del simple CLOUSER, D.; GERT, B., 1990. A critique of pri-
“existir”, la BI apuesta por la existencia plena de ciplism. Journal of Medicine and Philosophy.
las personas como derecho humano universal. Chicago; 15(2):219-236.
Al compartir las principales categorías teóricas
que componen su caja de herramientas episte- CRUZ, E.A., 2020. Bioética de Intervenção,
mológicas, la disposición histórica utilizada en Movimentos Sociais e Políticas Públicas de
la presentación de los diferentes temas identifi- Saúde – a Construção da Política Nacional
ca la relación visceral de la BI con la promoción de Assistência Farmacêutica (PNAF). Tese de
de la inclusión social. doutoramento; orientador: V. Garrafa. Uni-
versidade de Brasília; Programa de Pós-Gra-
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60 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
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64 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
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VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


65
LA PROPUESTA DE UNA
BIOÉTICA DE PROTECCIÓN

Fermin Roland Schramm

INTRODUCCIÓN GENERAL guren- como “principio pre-filosófico” (Aran-


guren, 1997: 30) desde los poemas homéricos,
La idea de pensar y proponer una posible que, en realidad, remitirían a “dos ‘éticas’ dis-
Bioética de Protección, y el intento de formular tintas”. En la Ilíada, donde los héroes “son casi
y realizar un proyecto en el campo de la salud exclusivamente combatientes”, ese rol lo cumple
a partir del concepto primordial de protección, la guerra (pólemos), entendida como “guerra
surge hace unos veinte años en América Latina, abierta, convertida en una segunda naturaleza”,
específicamente en Brasil y Chile. Ese proyecto constituyendo “el horizonte donde se proyecta
puede ser visto como un producto que comen- todo lo que se hace”. En la Odisea, por el con-
zó a ser construido en el año 2000 durante mi trario, el héroe Ulises, “personaje y narrador al
estadía en la Escuela de Salud Pública de la Uni- mismo tiempo (...) articula la vida y la historia”
versidad de Chile para efectuar mis estudios de y ocupa, específicamente, también el lugar de
post-doctorado con el Profesor Miguel Kottow. “huésped”, de “mendigo” e inclusive de “aman-
Siendo así, la propuesta explícita de formular el te”. Lo que se tiene en cuenta es que esta poli-
proyecto de una Bioética de Protección puede semia del término ética emerge del tratamiento
ser vista como algo reciente. dado al “material” constitutivo del ethos por la
palabra mitopoiética (Lledó, 2002: 18-19).
Sin embargo, la idea implícita de una ética
aplicada con este posible sentido “protector” Siendo así, se podría decir que el “clima” del
puede ser considerada antigua, situada, en par- que nació la ética griega, “fue preparado por
ticular, en la cultura de la Grecia Antigua cuan- la poesía”, pues “la reflexión moral de los poe-
do se pasó del imaginario mitopoiético al pen- tas elaboró en Grecia aquellos conceptos fun-
samiento filosófico, sin que hubiera una ruptura damentales que deberían servir a los filósofos
entre ellos. En particular, esto ocurre cuando para la interpretación del mundo” (Abbagnano,
las narrativas manifestaron “la dimensión plu- 1993:8).
rifuncional de la composición mítica, cuya na- En esta “articulación” entre vida e historia, re-
rratividad responde a la exigencia ineludible de presentada por el personaje de Homero, el con-
mediar simbólicamente experiencias radicales cepto de ethos marca la prehistoria de la ética
no pensables de otra forma, que se estructuran griega, cuando el ethos, de acuerdo con su pro-
con relación a situaciones de frontera, a condi- bable primer significado, indicaba inicialmen-
ciones de desafío, a pasos enigmáticos”, deve- te la “morada” de los animales, la “residencia”
lando “el lado oscuro de la ‘palabra’” (Camuri, donde ellos se encontraban y eran criados. Por
2006: 7493). El cuento mitopoiético también se lo tanto, implicaba también la necesidad de un
puede ver como “un modelo, no ideal, aunque “abrigo”, o una “guarida” que debía protegerlos
prescriptivo, del universo”, pues “al colocársele contra amenazas externas, siendo, en seguida,
fuera del juicio y de la verificabilidad, él consti- aplicado esto a los humanos con el sentido de
tuye indiscutiblemente el único modo correcto “lugar donde se habita”. Esto ampliará la ex-
de concebir el universo” (Caprettini & Ferraro, tensión del sentido del concepto de ethos, vol-
1982: 421). viéndolo cercano al sentido de “casa” (oikos), y
En este sentido, el significado de un ethos haciendo que el ethos pudiera volverse “patria”
“protector” ya existiría -de acuerdo con Aran-

66 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
para un individuo o un pueblo (Chantraîne, lugar concreto donde la ética es constitutiva de
1977 : 407-408). la “ciudadanía” o -si queremos– donde la ética
se vuelve condición necesaria para la existencia
De hecho, la palabra ética es entendida, ini- concreta de auténticos “ciudadanos”. En resu-
cialmente, con una función meramente “adje- men, dicho con las palabras de Ricardo Ma-
tiva, es decir, como cualidad de una acción, y liandi: considerado en “su facticidad norma-
para poder responder a la cuestión de si una ac- tiva”, el ethos “remite siempre a determinados
ción o un modo de ser pueden ser vistos como códigos de normas [o a] sistemas de valores [o
“éticos” o no” (Ferrater Mora, 1999: 1141). a] concepciones sobre lo que es moral y lo que
Parece, por lo tanto, pertinente afirmar que no es” (Maliandi, 2004: 22).
uno de los posibles puntos de partida para jus- En el campo en construcción de la bioética,
tificar el sentido arcaico de “protección” -que la propuesta de una Bioética de Protección fue
aquí atribuimos a la ética- es la relación semán- pensada, en particular, como una alternativa
tica entre ethos y protección y que eso puede al principialismo norteamericano elaborado
ser corroborado por lo menos filológicamen- por Beauchamp y Childress (Beauchamp &
te. Sin embargo, esta interpretación puede ser Childress, 1979). Fue entendida como ética
vista como insuficiente, sobre todo desde un aplicada a los conflictos y dilemas morales no
punto de vista fenomenológico, esencialmente tanto de la relación médico-paciente y de la
interesado con la pertenencia de un concepto emergente biomedicina (que fue inicialmente
a un mundo de “fenómenos” y constitutivo de el campo de aplicación escogido por el princi-
su horizonte de sentido, como pretende ser el pialismo), sino teniendo como objeto el cam-
caso, aquí examinado, del concepto de ética, po de la salud pública, por considerar que sus
vinculado al significado de protección. conflictos no eran debidamente abordados por
Pero este vínculo constituye una condición el modelo estándar principialista (Schramm &
de posibilidad para el surgimiento de otro vín- Kottow, 2001). De hecho, el modelo-estándar, o
culo, aquel entre ética y política, como es de he- “mantra” como fue también llamado (con una
cho el caso de la filosofía griega, por lo menos cierta dosis de ironía) el principialismo (Kuhse,
desde los Sofistas, Sócrates, Platón y Aristóte- 1995: 345), ya estaba siendo cuestionado desde
les. De hecho, desde entonces, se puede enten- los años 90. Se lo juzgaba como uno de los mo-
der la polis como indisociable del ethos, pues la vimientos culturales incapaces de responder a
polis se vuelve el lugar de la existencia concreta nuevas situaciones conflictivas concretas, por
del ethos, con toda su conflictividad inherente lo tanto, fue progresivamente acompañado por
(o estructural); algo probablemente todavía re- movimientos más interesados en la solución de
lacionado con el imaginario mitopoiético ho- problemas empíricos que en problemas esen-
mérico que, como vimos, consideraba al ethos cialmente teóricos, como era, de hecho, el caso
indisociable del pólemos (“lucha”, “guerra”). del modelo principialista (Callahan, 2003).
Con eso, el ethos, entendido como fenómeno En un segundo momento, el posible dominio
social inscrito en la polis, se vuelve indisociable de aplicación de la Bioética de Protección fue
de un conjunto de actitudes prácticas, o actos, extendido, en particular incluyendo las prácti-
como las decisiones (o los hábitos), que, a su cas que se dan en el mundo de la vida entendi-
vez, eran vistas como vinculadas a las condicio- do como un todo interrelacionado. Este todo
nes ambientales (oikos) y, también, como indi- está conformado también por otros seres vivos
sociables de los usos, de los comportamientos y y por el propio ambiente natural, a su vez mo-
de las convicciones morales. O sea, el conjun- dificados por el mundo humano. En la medida
to formado por el ethos, vinculado al pólemos, en que las acciones humanas transforman ese
al oikos y a la polis, puede ser visto como un mundo son susceptible de evaluación moral,
sistema complejo, que posee una conflictivi- debido a la propia transformación de la práxis
dad intrínseca. Sus subconjuntos contribuyen humana en la edad de la vigencia conjunta de la
también al correcto funcionamiento del tipo de biotecnociencia, de la biopolítica y del biopo-
convivencia ofrecido no solamente por el oikos, der -sin olvidar la emergente virtualización del
sino sobre todo por la polis, entendida como saber-hacer- en el contexto de la globalización

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


67
(Pontes & Schramm, 2004; Schramm, 2008; conflictos morales involucrados por las “prác-
Schramm, 2009a; Schramm, 2009b; Schramm, ticas humanas que pueden tener efectos sig-
2010). En este sentido, la bioética, entendida nificativos irreversibles sobre los seres vivos y,
como la vertiente de la ética aplicada a las prác- en particular, sobre individuos y poblaciones
ticas que se dan en el mundo vivido (o Gaia, humanas, considerados en sus contextos eco-
que en la mitología griega significaba “Madre lógicos, biotecnocientíficos y socioculturales”
Tierra”), puede ser definida, en el plano ana- (Schramm, 2005: 23), y que intenta construir
lítico, como una reflexión crítica y, en el plano convergencias en principio capaces de mane-
práctico, como una propuesta normativa. Am- jarlos y, en lo posible, resolverlos (Maliandi,
bos planos se refieren a la conflictividad estruc- 2010).
tural inscrita en la práxis humana, pero que, en
la evaluación del sociólogo Pierre Bourdieu, Dicho de otra forma, la Bioética de Protección
representaría aún algo no pensado por las cien- puede ser vista como una caja de herramien-
cias sociales (Bourdieu, 2003). Concretamente, tas conceptuales, argumentativas y normativas
las acciones susceptibles de un análisis ético y que: (1) “se ocupa de [describir y comprender
las prescripciones normativas decurrentes in- los conflictos] de la manera más racional e im-
volucran por lo menos dos tipos de actores so- parcial posible“; (2) “se preocupa por resolver-
ciales en interrelación y, por lo tanto, inscritos los, proponiendo [herramientas normativas
en una relación que es también de poder. adecuadas] para proscribir comportamientos
considerados incorrectos y prescribir aquellos
Esta interrelación es constituida por: considerados correctos”; y (3) “gracias a la co-
rrecta articulación entre (1) y (2), [proveer]
a. agentes morales, que pueden ser medios [prácticos] capaces de proteger sufi-
considerados como los autores de los cientemente a los involucrados en tales conflic-
actos y que son, por lo tanto, en prin- tos, garantizando cada proyecto de vida com-
cipio, responsables por ellos y por sus patible con los demás” (Schramm, 2005:124).
consecuencias de la calidad de vida
de los destinatarios (individuos y/o Como ya vimos, el proyecto de una Bioética
poblaciones); de Protección surgió, inicialmente, de la nece-
sidad de pensar una herramienta distinta al tra-
b. pacientes morales, que ocupan, en esta dicional principialismo bioético, considerado
relación, el lugar de los destinatarios demasiado abstracto y limitado por ser esen-
de las prácticas de los primeros y que cialmente identificado con la ética biomédica
pueden ser vistos, en determinadas si- y reservado a ella. Ella surgió, por lo tanto, con
tuaciones, no solamente como genéri- el objetivo de tener una caja de herramientas
camente vulnerables (como son todos más adaptada a los conflictos morales concre-
los seres vivos y mortales), sino como tos que surgen, en particular, en el campo de
efectivamente vulnerados. Este puede la salud pública y preocupada por las posibles
ser el caso, cuando tales pacientes no soluciones, llamadas “protectoras”. Es decir por
poseen ningún tipo de “empodera- pretender dar amparo a poblaciones de vulne-
miento” capaz de enfrentar las conse- rados y susceptibles incapacitados de enfrentar
cuencias negativas de las prácticas de la adversidad con sus propios medios o con la
los primeros, ni la asistencia necesaria asistencia gubernamental (o de otros dispositi-
por parte del Estado o de otro disposi- vos efectivos).
tivo que les de amparo (como aquellos
desarrollados, por ejemplo, en organi- En el intento de justificar la pertinencia y la
zaciones comunitarias). legitimidad del uso de la expresión “Bioética de
Protección”, abordaremos, a continuación, su
Un intento de lidiar con las situaciones con- genealogía y su conceptuación más detallada.
flictivas que implican destinatarios vulnerados,
y que viven en estas condiciones de desamparo,
es aplicar las herramientas de la que llamamos
Bioética de Protección. Esta se aplicaría a los

68 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
BIOÉTICA DE PROTECCIÓN: GENEALOGÍA que la genealogía de la bioética tiene relación
Y CONCEPTUACIÓN con la propia historia moderna del concepto de
protección, entendiéndola como una función
Toda propuesta de una nueva caja de herra- social primordial, elaborada a partir del surgi-
mientas o, simplemente, de una nueva expre- miento del Estado Moderno y que es el resul-
sión o nuevo término para dar sentido a un as- tado de un pacto social establecido explícita-
pecto preocupante de lo real que llama nuestra mente (o por lo menos implícitamente) entre
atención, tiene siempre una historia. Esta se gobernantes y gobernados. La función esencial
conforma con presupuestos, conceptos involu- de la protección consiste en dar amparo a los
crados y posibles relaciones pertinentes entre ciudadanos bajo su responsabilidad, es decir:
lenguaje, pensamiento y realidad, que debe ser en “protegerlos”. Y eso, tanto contra daños na-
explicitada. A continuación será presentada turales que pueden afectar negativamente sus
una rápida genealogía y una introducción al vidas, como contra daños sociales (e interper-
análisis conceptual, aplicadas a la expresión sonales) resultantes de la conflictividad (o vio-
Bioética de Protección. lencia) existente entre los ciudadanos (Kottow,
2008).
Genealogía En particular, en la Edad Moderna, se espe-
cifica un sentido del concepto de protección
Si pensamos en una posible genealogía del gracias a la posibilidad de adjetivación moral
concepto de protección aplicado a un tipo de del concepto de Estado, en la expresión “Estado
conflictividad como puede ser aquella que se Protector”. Esto nos remite al surgimiento del
da en el campo de la salud pública, se puede Estado Social, conocido también como Esta-
decir que la historia de la relativamente joven do Asistencial o Estado de Bienestar (Welfare
bioética tiene que ver con la propia historia del State), cuya tarea sería la de “proteger un es-
concepto de protección. tándar mínimo de renta, alimentación, salud,
vivienda, y educación, garantizadas a cualquier
Hasta hace poco asociábamos la fecha de na- ciudadano como un derecho político, no como
cimiento de la bioética, con la utilización del caridad” (Wilensky, 1975:1).
neologismo bioethics en 1970 por el oncólogo
Van Rensselaer Potter (Potter, 1970), para indi- De hecho, la práctica de la “protección social”
car la necesidad de un campo interdisciplinar puede ser entendida en sentido
formado por las “dos culturas” formadas por
las ciencias de la vida y las ciencias humanas.
1. minimalista, como (1) asistencia a in-
dividuos y poblaciones que “por las
Pero recientemente esa fecha fue transportada
razones más variadas –una discapaci-
a los años 20 del siglo XX, cuando Fritz Jahr
dad física o psíquica, una incapacidad
habría creado el neologismo alemán Bio-ethik
debido a la edad, o inclusive una situa-
para indicar el imperativo relativo a las “obliga-
ción social desastrosa– son colocados,
ciones morales frente a los seres humanos y to-
provisionalmente o definitivamente,
das las formas de vida” (Jahr, 2011). Parece, por
fuera del régimen común de los inter-
lo tanto, que la bioética pensada por Jahr hu-
cambios sociales, y en particular son
biera anticipado la extensión “global” del cam-
incapaces de responder a sus necesida-
po de las preocupaciones morales de la bioética
des”
formulada posteriormente por el propio Potter
(Potter, 1988). Sin embargo, a nuestro enten- 2. maximalista, como “seguridad social
der, existe una diferencia relevante entre las dos generalizada para el conjunto de la po-
propuestas, pues Potter la concebía como una blación” y consistente en sistemas de
forma de saber interdisciplinar, mientras que seguros contra los principales riesgos
Jahr no lo hacía de esta forma explícitamente sociales (enfermedad, accidentes, des-
(Schramm, 2011). empleo, etc.) (Castel, 2006:901).
Sin entrar aquí en el mérito de este aspecto Por eso –destaca Castel- cuando hablamos
específicamente historiográfico, se puede decir de “protección social” surge el problema de

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


69
saber si “ella debe direccionarse, preferencial- rramientas para ser aplicada a la conflictivi-
mente, a los ‘más desposeídos’ para otorgarles dad moral de sociedades “donde prevalece la
ayudas mínimas” –como parece dar a enten- pobreza, el subdesarrollo, la dependencia y la
der el sentido minimalista referido a pacientes falta de poder” (Kottow, 2007:10) –como es la
vulnerados, o si debe “concernir a todos [esfor- condición humana de la mayoría de la pobla-
zándose] de asegurar al conjunto de los ciuda- ción de América Latina– es producto de un
danos las condiciones de su independencia so- cuestionamiento constante de la larga historia
cial”– como en el sentido maximalista (Castel, del colonialismo (inclusive cultural) imperante
2006:901). en la región. Eso creó las condiciones de po-
sibilidad para cuestionar también modelos y
Como vimos en la Introducción, la propues- contenidos culturales –como son los modelos
ta de una Bioética de Protección surgió his- normativos creados para intentar resolver la
tóricamente a partir de una reflexión sobre la conflictividad– venidos de otra parte, como fue
moralidad de las prácticas en salud pública, (y todavía es parcialmente) el modelo princi-
que involucran poblaciones de susceptibles y pialista. Este surgió para analizar la conflictivi-
vulnerados, y que implican problemas de jus- dad ética involucrada en la investigación cien-
ticia en situaciones de escasez de recursos (Ko- tífica en seres humanos y, posteriormente, fue
ttow, 1999), lo que puede ser visto actualmente ampliado para referirse a la conflictividad en el
como uno de los casos más conflictivos de la campo biomédico como un todo, pero dejando
bioética sanitaria. En particular, el contexto del afuera todo aquello que no se refiriera a indivi-
surgimiento de esta propuesta es, inicialmente, duos y a relaciones interpersonales, o sea, sin
aquel de la reflexión bioética desarrollada en contemplar la conflictividad en el campo de la
América Latina, con sus problemas y conflic- salud colectiva y, más en general, la conflictivi-
tos aparentemente específicos, y que pueden dad referente a los animales y el ambiente, que
ser indicados por el término integral “injusticia se volvieron también objeto de la Bioética de
sanitaria”. Esta “injusticia sanitaria” puede tam- Protección.
bién ser extendida, progresivamente, a otras re-
giones del mundo, e incluso ser justificada por De hecho, después de la primera formulación
la actual situación de crisis globalizada, la cual como propuesta de una Bioética de Protección
implica inter alia la posibilidad del desmonte entendida como ética aplicada a los conflictos
progresivo del Estado de Bienestar y de la pro- y dilemas morales de la salud pública, que se
gresiva falta de cobertura de las necesidades de refieren tanto a individuos como a poblaciones
la población, inclusive en salud. Esto ocurre a (pero sin entrar en la controversial cuestión
pesar de que esta cobertura ya haya sido ad- biopolítica de las especies (Schramm, 2009a)),
quirida en el pasado, y que parece haber vuelto hubo, en un segundo momento, la propuesta
actualmente, debido a la actual pandemia re- de extender su campo de pertinencia. Esta ex-
presentada por la COVID-19. En resumen, la tensión acordaba con la visión “global” potte-
herramienta llamada “Bioética de Protección” riana de la bioética (Potter, 1998), para poder,
surge teniendo en cuenta, inicialmente, las es- en principio, incluir todas las prácticas que se
pecificidades de los llamados países “en desa- dan en el mundo de la vida como un todo, y
rrollo” que por definición no cuentan con un eso de acuerdo con las exigencias de la ética
dispositivo asistencial eficiente de protección. animal y de la ética ambiental consistentes en
De manera que se puede decir que la versión “proteger” el bienestar animal y el ambiente.
maximalista de la Bioética de Protección pue- En otros términos, el universo de referencia de
de, en principio, ser aplicada a los conflictos y la Bioética de Protección se volvió el mundo
dilemas morales emergentes en el ámbito de vivido formado por los humanos, los otros se-
la salud pública en general y que surgen de las res vivos y el ambiente natural considerándolo
contradicciones paradójicas de la propia globa- un todo, modificado a su vez, por las acciones
lización, entendida como condición que puede, humanas en la edad de la vigencia de la bio-
en principio, concernirnos a todos. tecnociencia transformadora de los fenóme-
nos y procesos vivos, de la transformación de
De hecho, la idea de una posible “Bioética la política en biopolítica y de la emergencia de
de Protección”, entendida como caja de he-

70 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
dispositivos de biopoder: un todo situado en el regulan la investigación biomédica desde que
contexto indicado por el término globalización se volvieron explícitos los abusos cometidos
(Schramm, 2008). por científicos y médicos contra individuos y
poblaciones, que se volvieron objetos de inves-
Volviendo al análisis conceptual tigación tanto en países bajo regímenes autori-
tarios como en países que se autodenominaban
democráticos en el siglo XX (Jonsen, 1998).
Como vimos también en la Introducción, las
raíces conceptuales de la Bioética de Protección Siendo así, el campo de aplicación de un
pueden ser encontradas en la propia semántica “principio de protección” podría ser visto tam-
de la polisémica palabra griega ethos. Esta pa- bién como el cubierto por el “principio de vul-
rece haber tenido, en el origen, el significado nerabilidad”, considerado como el principio
de “guarida” (inicialmente referida a animales que “prescribe, como fundamento de la ética,
y enseguida a humanos) y, posteriormente, de el respeto, la preocupación y la protección del
“morada” (humana), que se vuelve inseparable otro y de la vida en general, con base en la veri-
del oikos (“casa” y, enseguida, “familia”), adqui- ficación universal de la fragilidad, de la finitud
riendo, también en una época posterior, los sig- y de la mortalidad de los seres” (Kemp & Rend-
nificados de “costumbre”, “hábito” y “carácter”. torff, 2003: 687). Sin embargo, la identificación
Se pasa, por lo tanto, de un sentido muy amplio entre principio de protección y principio de
–referido a sistemas y ambientes- a sentidos vulnerabilidad es problemática, y eso porque la
más restrictos, referentes a los individuos y sus extensión del campo semántico de los dos prin-
características. Fue refiriéndonos al primer sig- cipios no es exactamente la misma: la “Bioética
nificado de la palabra –“guarida” (que tiene una de Protección” no se refiere a personas y pobla-
relación de sinonimia con “protección”)- que la ciones genéricamente “vulnerables” (como pa-
Bioética de Protección pudo ser pensada como rece indicar el “principio de vulnerabilidad”),
una herramienta cuya función práctica sería sino a las que están concretamente “vulnera-
“proteger” individuos y poblaciones humanas, das”. Esta distinción es relevante no solamente
así como otros seres vivos, contra amenazas desde el punto de vista lógico de separar una
que pueden afectarlos de forma significativa, potencialidad (vulnerabilidad) de una efectivi-
inclusive amenazando sus existencias y hasta dad (vulneración), sino también desde el punto
destruirlas. de vista ético para evitar que el acto de proteger
sea confundido con alguna forma de paterna-
De hecho, aunque el término “protección” to-
lismo, que es una actitud rechazada por la bioé-
davía no hubiera sido explícitamente asociado
tica secular en general.
a la palabra “bioética” –por ejemplo, haciendo
referencia a un “principio de protección”-, ya En particular, la Bioética de Protección puede
existía efectivamente en el léxico de la ética ser vista como una caja de herramientas -teó-
aplicada (por ejemplo, referido a la investiga- ricas y prácticas– para poder comprender la
ción involucrando seres humanos en el campo conflictividad en la salud pública, describir los
de la biomedicina) desde por lo menos la pu- conflictos de intereses y de valores involucra-
blicación del famoso Reporte Belmont (USA, dos en ella, e intentar resolverlos. Pero teniendo
1979), que es también la fuente de donde en su en cuenta las asimetrías existentes entre quien
momento, surgiría el principialismo. La pala- tiene los medios –y el poder (indicado por el
bra “protección” aparece explícitamente en el término empowerment o “empoderamiento”)-
texto del reporte y en la propia autodenomina- que lo capacitan para tener una calidad de vida
ción del grupo que redactó el Reporte, aunque por lo menos razonable, y quien efectivamente
esté aún limitado allí, en lo esencial, a la protec- no los tiene. Por eso, en los casos de conflic-
ción individual. tos entre “empoderados” y “no empoderados”,
los conflictos solo pueden ser resueltos “prote-
Además, la Bioética de Protección tiene algu-
giendo” a los afectados “no empoderados”, pues
nos antecedentes institucionales, como el Códi-
estos no poseen los medios necesarios para
go de Nuremberg (1947) y las varias versiones
protegerse solos, ni los suministrados por un
de la Declaración de Helsinki (1964-2004), que

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


71
Estado protector, contra amenazas y daños que tender referirse a sujetos y poblaciones de vul-
perjudican su calidad de vida y sus existencias. nerados, incapaces de defenderse solos y nece-
sitando, por lo tanto, medidas protectoras, la
Bioética de Protección parte, sí, del presupues-
PERTINENCIA Y LEGITIMIDAD to de la asimetría en términos de empodera-
DE LA BIOÉTICA DE PROTECCIÓN miento entre protector y protegido para poder
justificar la oferta de protección sin incurrir
Aunque el término “protección” sea intuitiva- en prácticas paternalistas cuestionables. Ade-
mente bastante comprensible, la propuesta de más, por pretender ser una vertiente de la ética
asociar conceptualmente “bioética” y “protec- “aplicada”, y sin desconocer la importancia de
ción” no es objeto de consenso, aun entre los la reflexión sobre la conflictividad, la Bioética
investigadores que propusieron inicialmente de Protección tiene también una preocupación
una Bioética de Protección para enfrentar la genuina con el aspecto práctico. Este puede
conflictividad en el campo de la salud pública. manifestarse en el sentido normativo (que pue-
de eventualmente compartir con el derecho y
Esta falta de consenso no proviene de su re-
el bioderecho): en el sentido de proponer me-
ferente principal –que es la justicia sanitaria
didas concretas para proteger concretamente
en situaciones de escasez de recursos (Kottow,
a los desamparados, dándoles los medios para
1999) o la moralidad de las acciones en salud
salir de la condición de vulneración.
pública en general (Kottow, 2007)–, referidas al
mundo de desiguales, de sin poder que requie- De hecho, la cuestión de la pertinencia, o no,
ren soporte y amparo (Kottow, 2008). Deriva del uso de la expresión “Bioética de Protección”
más bien de una sospecha –que es siempre un parece quedar abierta, inclusive para el propio
presupuesto del análisis crítico –sobre la propia autor de la crítica, a su uso, pues él volverá a
pertinencia y legitimidad del uso del término utilizar la nomenclatura “Bioética de Protec-
“Bioética de Protección”. ción” en una entrada de enciclopedia, pero sin
definirla ulteriormente. Esto parece dejar la
Es en este sentido que uno de los autores de la
cuestión del sentido y de la aplicabilidad de la
propuesta inicial de una Bioética de Protección
expresión en suspenso, permitiendo mantener-
(Kottow, 2007) la consideró, posteriormen-
nos “en el plano de una reflexión que invita al
te, como una “nomenclatura insatisfactoria”
libre ejercicio de una práctica protectora” (Ko-
porque no reconocería suficientemente que la
ttow, 2007:199).
bioética es una “ética aplicada persistentemen-
te inmersa en asimetrías entre agentes y afec- De cualquier manera, la pertinencia y la le-
tados” (Kottow, 2007:13). Siendo así, sería más gitimidad de la Bioética de Protección depen-
apropiado “hablar de una protección bioética derán de las posibilidades de su uso en casos
en el sentido de desarrollar una óptica de res- concretos de conflictividad, es decir, de su apli-
guardo a través de la cual la bioética reflexiona cabilidad en la comprensión de los conflictos
sobre las prácticas sociales de su incumbencia” morales involucrados en el campo de las prácti-
(Kottow, 2007:223). O, entonces, de una “ética cas en salud, del trato con los animales y de las
de protección” situada “más allá de la bioéti- relaciones con el ambiente natural y sus trans-
ca” y preocupada con la desigualdad, es decir, formaciones de origen humano.
que “abandona el terreno de la reflexión y se
consagra a la acción”, reconociendo “las necesi-
dades reales de seres humanos existentes, para CONSIDERACIONES FINALES
los cuales no hay consuelo en la filosofía, sino
solamente en la asistencia” (Kottow, 2008:165). Como intentamos mostrar, las expresiones
“Bioética de Protección” (Schramm) –o “ética
Tales críticas ciertamente parten de una preo- de protección bioética” (Kottow)- pretenden en
cupación genuina de aplicabilidad de las herra- principio indicar un mismo tipo de herramien-
mientas de la Bioética de Protección, teniendo ta, que sea capaz de abordar la conflictividad
en cuenta la propia crisis del principialismo en salud pública a partir de varios presupuestos
aquí ya mencionada. Pero, en realidad, al pre- como que los programas sanitarios solo pue-

72 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
den ser considerados legítimos si tienen como valores fundamentales de las sociedades secu-
objetivo la asistencia, o protección de las perso- lares y democráticas en las que, en principio,
nas y de las poblaciones por parte del Estado; vivimos: el derecho al ejercicio de la autonomía
que, para lograr la aceptación democrática de personal, por lo menos cuando esta puede ser
sus políticas como legítimas, deben proteger ejercida sin perjudicar de manera significativa
a los ciudadanos bajo su responsabilidad por los derechos de los otros.
contrato; o dicho de manera más precisa, que
tanto de jure como de facto deben proteger a los Además, considerando todavía la falta de con-
ciudadanos bajo su responsabilidad por con- senso sobre el uso de la denominación “Bioéti-
trato, aunque no siempre lo hagan de facto. ca de Protección”, se puede intentar construir
puntos de convergencia, que, según Maliandi,
Pero considerando la falta de consenso so- son constitutivos –junto a la característica in-
bre el sentido y el uso de la expresión “Bioética trínseca de la conflictividad- del propio ethos.
de Protección”, una de las maneras de evitar el En ese sentido, “los conflictos son una forma
riesgo de incomprensión consiste en distinguir de interrelación sui generis” porque “establecen
dos tipos de “protección”. Así se puede consi- relaciones en el modo de la divergencia” y por-
derar una Bioética de Protección estrito senso que en el ethos existirían también “factores an-
(y que corresponde mutatis mutandi al adjetivo ticonflictivos” que se manifiestan en el “orden”,
“minimalista” utilizado anteriormente) y una en la “organización” y en la “sistematización”.
Bioética de Protección lato senso (o “maxima- En resumen: el consenso es posible debido a
lista”). La primera referida a los actos que tie- la existencia, en el propio ethos, de lo “contra-
nen el propósito de proteger a personas y po- rio de los conflictos”, que es la “concordancia”
blaciones que no tienen condiciones suficientes o “armonía” y que “inhibe la conflictividad”,
para realizar sus proyectos de vida razonables pues “[lo]s conflictos establecen relaciones en
y legítimos –y que constituyen el grupo de los el modo de la divergencia [como] la armonía lo
susceptibles y vulnerados– y la segunda refe- hace en el modo de la convergencia” (Maliandi,
rente a un campo más amplio de posibles “pa- 2010:24).
cientes morales”, como pueden ser los animales
sencientes, pero probablemente también otros En particular, considerando la vertiente
seres vivos, inclusive sistemas vivos (como extensa (o lato sensu) de la Bioética de Pro-
los ecosistemas y el propio planeta Tierra), lo tección, se puede ver en esta, una manera de
que aproximaría a la Bioética de Protección encarar que “la cuestión de la relación de los
lato senso a la bioética global ya propuesta en humanos con la naturaleza será probablemente
1988 por VR Potter. De hecho, esta extensión la más crucial de este siglo”, pues los problemas
de campo parece pertinente y legítima, por lo ambientales se volvieron “un sujeto de debate
menos si partimos de la premisa ética de que público a nivel planetario” y porque “se volvió
existen intereses colectivos y “ecológicos” que difícil continuar creyendo que la naturaleza es
no pueden ser subsumidos, sin más, a intereses un dominio totalmente separado de la vida so-
de individuos, grupos de individuos, corpora- cial” (Descola, 2011: 77-78).
ciones, naciones, regiones y especies. En resumen, en su sentido amplio (o lato
Por otro lado, la Bioética de Protección stricto sensu), “proteger” debería referirse en princi-
sensu no puede aplicarse a individuos y pobla- pio al mundo vivo como un todo, teniendo en
ciones que logran enfrentar su condición exis- cuenta que los problemas que podemos llamar
tencial de vulneración con sus propios medios “ambientales” o “ecológicos” se relacionan con
o con los medios ofrecidos por las instituciones nuestra “casa común” (y que podrá serlo de las
existentes y actuantes. En caso contrario –como generaciones futuras). Recordemos lo que ya
ya vimos también– la Bioética de Protección se los filósofos griegos indicaban con los términos
volvería sinónimo del sospechoso y criticado oikos y ethos: aunque las dos palabras juntas tu-
paternalismo tradicional (como el vigente en vieran un sentido más amplio que aquel que vía
la relación médico-paciente tradicional y que de regla, le damos hoy en día, implicaba lo que
es objeto de preocupación de la ética biomédi- entendemos hoy como “el hábitat de los seres
ca), lo que sería contradictorio con uno de los vivos” y “el modo o forma de vida” humana en

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


73
general. Con eso, se establecía, probablemen- CAMURI, G., 2006. Mito. In: Enciclopedia filosó-
te por primera vez, una proximidad semántica fica (Dir. V. Melchiorre). Milano: BOMPIA-
entre lo que denominamos “ambiente” y “ética”, NI, V. 8, pp.7492-7507.
anticipando, por lo tanto, lo que aquí conside-
CAPRETTINI, G.P., FERRARO, G., 1982. Mythos/
ramos como el campo de la Bioética de Protec-
logos. In: Enciclopedia (Dir. R. Romano).
ción lato sensu.
Torino: Giulio Einaudi, V. 15, pp. 420-433.
Concluyendo, este sentido primitivo de “pro-
CASTEL, M., 2006. Protection sociale. In: Mesure
tección”, atribuido al ethos, fue parcialmente re-
S, Savidan P, organizadores. Le dictionnaire
cuperado por el fundador de la bioética como
des sciences sociales. Paris: PUF; pp. 901-3,
la conocemos hoy: VR Potter que, ya en 1970
p. 901.
(Potter, 1970), concebía la bioética como saber
interdisciplinar y como ciencia de la sobrevi- CHANTRAÎNE, P., 1977. Dictionnaire etymologi-
vencia. Es decir, como una forma de saber-ha- que de la langue grecque. Histoire des mots.
cer que debería ser también una forma de “sa- Paris: Kliencksieck.
biduría” (que también nos remite al griego:
phronesis) o “prudencia”, capaz de asegurar la DESCOLA, P., 2011. L´écologie des autres. L´an-
preservación de la biósfera, razón por la cual el thropologie et la question de la nature. Ver-
autor considerará, años después, la necesidad sailles: Ed. Quae ; pp. 77-78.
de una “bioética global” capaz de enfrentar la FERRATER MORA, J., 1999. Ética. In: ID. Diccio-
moralidad de las relaciones que los humanos nario de Filosofía. Barcelona: Ed. Ariel, V. 2,
establecen con el medio ambiente, es decir, con pp.1141-1149.
la naturaleza, a la cual también pertenecen,
aunque continúen transformándola –para bien JAHR, F., 2011. Ensaios em Bioética e Ética 1927-
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VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


75
BIOÉTICA NARRATIVA:
LA IMAGINACIÓN COMO
HERRAMIENTA DE DELIBERACIÓN MORAL

Camilo Manchola-Castillo

La bioética narrativa es cada vez más traba- La primera ola de bioética narrativa usa la na-
jada por las ventajas que plantea para la deli- rrativa de manera procedimental para, a partir
beración moral. Así, localizar narrativamente de relatos como películas, obras de teatro, cua-
conflictos y dilemas permite encontrar más y dros, novelas y canciones, entre otros, motivar
mejores vías para resolverlos. Sin embargo, la resolución de conflictos morales siguiendo
persisten dudas relativas a la operatividad de ciertos moldes. En esta ola la bioética narrativa
la narración o, en otras palabras, al papel que se ha equiparado a una ética narrativa referi-
la narrativa juega efectivamente en la resolu- da a la medicina y se ha conectado con las hu-
ción de los conflictos y dilemas morales. Este manidades médicas, casi que exclusivamente,
documento parte de esa problemática, presenta defendiendo una concepción del ser humano
la bioética narrativa y propone a la imagina- como homo sapiens. Además de eso, esta pri-
ción como articulación de la acción, narración mera ola ha tenido un direccionamiento a la
y contextualización. Inicialmente será tratado acción, usando el relato (audiovisual, normal-
este tema, para después relacionarlo con la de- mente) para conducir a la deliberación moral
liberación moral, punto central de la bioética (Chambers, 1999; Baldwin, 2016; Domingo y
narrativa. Para terminar, serán presentadas al- Feito, 2013).
gunas consideraciones finales.
En cuanto a la segunda ola de la bioética na-
rrativa, la narrativa no se usa de manera proce-
LA BIOÉTICA NARRATIVA dimental, sino que se hace una reflexión episte-
mológica sobre la narración a partir de autores
La narrativa ha sido usada en bioética por como Ricoeur (1984) o Nussbaum (1997). En
lo menos desde la década de 1980 (Manchola, esta segunda ola se consideran, de esta mane-
2017), cuando se advirtió que podía ser utiliza- ra, asuntos como la polifonía y la autoría para
da como herramienta para promover decisio- motivar la reflexión sobre conflictos morales.
nes morales más informadas. En ese sentido, En esta ola se define la bioética narrativa no ya
desde esa época se apostó por una bioética que, como una ética narrativa referida a la medicina
usando la narrativa, permitiera reflexionar so- o las humanidades médicas, sino a diversas dis-
bre los conflictos morales a los que la bioética ciplinas como la sociología y la lingüística, des-
esperaba responder de alguna manera, y posi- tacándose una epistemología de la narración
bilitara una observación y deliberación cuida- (Bakhtin, 1981). A diferencia de la primera ola,
dosa considerando los diversos actores, inte- esta segunda ola tiene un direccionamiento ha-
reses y alternativas relacionados con cualquier cia la reflexión, considerando no solo la narra-
conflicto moral. Así, en estos casi 40 años de ción, sino la hermenéutica propia de esta na-
historia, la bioética narrativa ha recorrido un rración en conexión con la deliberación moral,
camino desde una naturaleza eminentemente y viendo al ser humano como homo narrans.
procedimental hacia una más reflexiva y com- Sobre la tercera ola de la bioética narrativa,
prometida socialmente. Su división en olas pre- ella pretende ir más allá de las olas primera y
tende explicar este recorrido. segunda, al proponer una aproximación pro-
cedimental y también epistemológica para la
narrativa, a través de una nueva categoría: las

76 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
historias vistas como producción del ser hu- no es necesariamente clara. Para hacerlo, se
mano, que considera un homo historicus. La recurrirá a La Poética (1974) de Aristóteles, pe-
tercera onda de la bioética narrativa conside- queño libro sobre tragedia, comedia y epopeya
ra a las historias como diferentes a los relatos escrito en el siglo IV antes de Cristo. Conviene
y las narraciones, en cuanto define a las histo- aclarar que la poesía en esa época era el len-
rias como dispositivos vivos (aunque los relatos guaje en el que se escribía la literatura; así, por
tienen esta naturaleza, las narraciones carecen poética o poesía, se entendía la forma dialógica
de ella) que tienen el potencial de motivar re- de Platón, y las formas narrativas de dramati-
flexión y síntesis vital (un potencial que si bien zación características del teatro griego antiguo,
las narraciones tienen, los relatos no); se en- también conocido como verse drama.
tiende esta síntesis vital como la generación
de historias para el abordaje de los conflictos También vale la pena aclarar, antes de comen-
morales y, más que eso, para promover la justi- zar el análisis propio de este capítulo, que la pa-
cia social, a través de un diálogo amplio entre labra poética aún hoy engloba un significado
diversas áreas del conocimiento. Es importante amplio. En palabras de la prologuista del libro
decir que esta tercera ola tiene una caracterís- de Audre Lorde (2003: 15) “La palabra poética
tica esencial: defiende decididamente una posi- va más allá del placer estético y puede surgir
ción moral clara, que milita por la defensa de la donde otros lenguajes se callan: en esos lugares
dignidad humana, la igualdad, la equidad y la íntimos del yo donde se forman los temores,
justicia social. silencios y esperanzas, y que constituyen para
Lorde reservas de creatividad y poder. La pala-
Además de considerar a las historias, la terce- bra poética puede destilarlas y, a partir de ahí,
ra onda narrativa también propone la construc- convertirlas en ideas y en acción”.
ción de historias más allá de las historias, de la
forma en que escritores latinoamericanos del Una vez aclarado eso, es importante decir
boom literario de América Latina lo hicieron, que se ha escogido a La Poética en este pun-
especialmente a través del realismo mágico. to, porque en ella Aristóteles ya presentaba una
Así, como Gabriel García Márquez, Eduardo interesante conexión entre la narración -deno-
Galeano, Julio Cortázar y Jorge Amado (Man- minada por él “imitación” y representada por
chola y Garrafa, 2019) crearon nuevas historias tragedias, comedias e incluso pinturas y dan-
con base en historias de la realidad social con zas-, la acción -que Aristóteles asocia con agen-
el propósito de promover justicia social a par- tes que son “buenos” o “malos”, “virtuosos” o
tir de la literatura, y muy especialmente como “viciosos”-, y la contextualización -relacionada
Orlando Fals-Borda (2001) y Alfredo Molano con las “variaciones” y “diferencias de los obje-
(2015) lo hicieron también para promover es- tos que esas narraciones representan”-.
tos a partir de la vida real con las comunidades, El capítulo II de ese libro de Aristóteles mues-
esta tercera onda defiende la construcción de tra claramente lo que antes se ha dicho:
historias más allá (trans) de las historias para
defender la dignidad humana, reclamar condi- “Los objetos que los imitadores represen-
ciones más justas para todos los seres humanos tan son acciones, efectuadas por agentes
y proponer cambios en el sistema económico y que son buenos o malos (las diversidades
político que contribuyan a mejorar las condi- del carácter humano, casi siempre deri-
ciones ambientales. van de esta distinción, pues la línea entre
la virtud y el vicio es la que divide a toda
la humanidad) y los imitan mejores o
¿ACCIÓN, NARRACIÓN Y peores de lo que nosotros somos, o seme-
CONTEXTUALIZACIÓN? jantes, según proceden los pintores. Así
Polignoto representaba a sus personajes
Para tocar el tema de la imaginación como superiores a nosotros, Pausón, peores, y
articulación de acción, narración y contextuali- los de Dionisio eran tales como nosotros.
zación, hace falta antes discutir la relación exis- Es claro que cada uno de los tipos de imi-
tente entre estos últimos tres elementos, pues tación a que me he referido admitirá es-

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


77
tas variaciones, y ellas diferirán entonces Siguiendo con esta obra de Aristóteles y con
de acuerdo con las diferencias de los ob- la importancia que ella tiene para hilar los tres
jetos que representan. Aun en la danza, elementos presentados, es importante resaltar
el arte de tocar la flauta y la lira, tales el énfasis que el autor da a la acción dentro de
diversidades son posibles, y también su- la narración -imitación-. Al hablar de la poe-
ceden en las partes sin nombre que em- sía, por ejemplo, Aristóteles dice que tanto los
plea el lenguaje, la prosa o el verso sin versos yámbicos como los heroicos están direc-
armonía como sus medios; los persona- tamente conectados con la acción, pues buscan
jes de Homero, por ejemplo, son mejores representar, ya fuera o acciones viles, o accio-
que nosotros; los de Cleofón se hallan a nes nobles. Naturalmente, en el caso de la imi-
nuestro nivel, y los de Hegemón de Taso, tación mediada por el teatro, lo mismo pasaría
el primer autor de parodias, y Nicocares, con la comedia -yambos- o la tragedia -epope-
que escribió la Diliada, se hallan por de- yas-.
bajo de este modelo. Lo mismo es cierto
del ditirambo y del nomos; los personajes Con respecto a la tragedia, y una vez más con
pueden representarse en ellos con la di- el objetivo de mostrar la estrecha relación que
ferencia ejemplificada en los cíclopes de para Aristóteles tenían narración y acción, con-
Timoteo y Filoxeno. Esta diferencia es viene citar el siguiente trecho del capítulo VI,
también la que distingue a la tragedia y donde Aristóteles habla de acción y de narra-
la comedia; ésta pinta a los hombres peo- ción dramática, aseverando por un lado, que:
res de lo que son, aquélla, mejores que los “una tragedia, en consecuencia, es la imitación
del presente”. de una acción elevada y también, por tener
magnitud, completa en sí misma; enriquecida
Vale la pena detenerse un poco en la imita- en el lenguaje, con adornos artísticos adecua-
ción -o narración-, para decir que para Aristó- dos para las diversas partes de la obra”, y por
teles era una parte constitutiva del ser humano, otro, que la tragedia es “presentada en forma
y además, el origen mismo del arte y del apren- dramática, no como narración, sino con inci-
dizaje, al que este autor denomina como la la- dentes que excitan piedad y temor, mediante
bor más placentera al que el ser humano podría los cuales realizan la catarsis de tales emocio-
dedicarse. El siguiente aparte así lo demuestra: nes” (capítulo VI).
“Es evidente que el origen general de la Es ahora importante tocar el tema de la con-
poesía se debió a dos causas; cada una textualización, otro de los tres elementos iden-
de ellas parte de la naturaleza humana. tificados en este capítulo. La clave se encuentra
La imitación es natural para el hombre en la diferenciación que Aristóteles hace entre
desde la infancia, y esta es una de sus historia y tragedia: mientras que para él la his-
ventajas sobre los animales inferiores, toria narra cosas contingentes, eventos particu-
pues él es una de las criaturas más imi- lares (constituyéndose en una forma de narrar
tadoras del mundo, y aprende desde el ciertamente contextualizada), la tragedia tiene
comienzo por imitación. Y es asimismo el fin de promover verdades morales universa-
natural para todos regocijarse en tareas les. Sin embargo, es evidente en Aristóteles que
de imitación. La verdad de este segun- aun así, los autores de las tragedias griegas na-
do punto se muestra por la experiencia; rraron con un propósito claro: desde una con-
aunque los objetos mismos resulten pe- textualización particular llegar a un mensaje
nosos de ver nos deleitamos en contem- universal; por esta razón, Aristóteles dijo que la
plar en el arte las representaciones más tragedia es moralmente más verdadera que la
realistas de ellos, las formas, por ejemplo, historia. Esto es también evidente si se leen las
de los animales más repulsivos y los cuer- referencias particulares que estos autores ha-
pos muertos. La explicación se encuentra cían a personas históricas, eventos históricos, y
en un hecho concreto: aprender algo es el modo en el que estos eventos transformaban
el mayor de los placeres no sólo para el las acciones de estas personas en acciones que,
filósofo, sino también para el resto de la de hecho, podrían haber sucedido.
humanidad”.

78 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Así, aunque la tragedia pone énfasis en la na- adelante, en su obra, Aristóteles reiteraría esto
rración dramática y la historia en los persona- al introducir otra categoría: el reconocimiento.
jes, esta última tiene solo un valor contingente,
mientras la primera transforma historias con- Al respecto, Aristóteles afirma, al hablar de
tingentes en narraciones dramáticas que con- la peripecia, que ella “suscitará ora piedad o
tienen un mensaje moral universal. Entonces, temor, que son las (re)acciones (emocionales)
la contextualización en Aristóteles reside en que la tragedia está preparada para represen-
que para él los autores trágicos (Sófocles, Es- tar, y que servirán asimismo para provocar el
quilo, Eurípides) utilizan personas y eventos fin feliz o desdichado. El reconocimiento, en tal
históricos (Guerra de Troya, vidas de Pericles, caso, por tratarse de personas, puede ser sólo
Agamenón, Menelao, Odiseo), y en el hecho de la de una parte a la otra, pues la segunda ya es
que él usa eventos y personas históricas, cam- conocida, (5) o bien las partes quizá tengan que
biando (contextualizando) frecuentemente la descubrirse” (capítulo XI). Al final del capítu-
narración de la historia hacia una narración lo XXII, el autor cierra diciendo “No necesito
dramática en forma de tragedia. decir más sobre la tragedia y el arte de la re-
presentación por medio de la acción” (capítulo
El siguiente trecho da cuenta de la importan- XXII).
cia que la acción tiene para Aristóteles, inclusi-
ve por encima de la narración: Con la ayuda de Aristóteles queda pues clara
la conexión existente entre acción, narración
“La tragedia es en esencia una imitación y contextualización. Se ve que, si bien no apa-
no de las personas, sino de la acción y la rente, hay una estrecha relación especialmente
vida, de la felicidad y la desdicha. Toda entre narración y acción y que ella está no solo
felicidad humana o desdicha asume la contextualizada en la implementación de esas
forma de acción; el fin para el cual vivi- narraciones (sean ellas pinturas, obras de tea-
mos es una especie de actividad, no una tro, poemas, etc.) sino en lo que ellas pueden
cualidad. El protagonista nos da cualida- producir como (re)acciones (emocionales) en
des, pero es en nuestras acciones lo que el público al que están dirigidas, produciendo
hacemos donde somos felices o lo contra- la catarsis y el reconocimiento.
rio. En un drama, entonces, los persona-
jes no actúan para representar los carac- Es importante notar que la herencia aristoté-
teres; incluyen los caracteres en favor de lica ha sido retomada por los más importantes
la acción. De modo que es la acción en especialistas en narrativa. A continuación se
ella, es decir, su fábula o trama la que hace un breve recuento de los argumentos que
constituye el fin o propósito de la trage- los expertos contemporáneos en narrativa es-
dia, y el fin es en todas partes lo principal. bozan para continuar defendiendo la relación
Aparte de esto una tragedia es imposible cercana entre narrativa y acción. J. Lázló (2008:
sin acción, aunque puede haberla sin ca- 2), por ejemplo, dice que soñamos en la narra-
rácter. (...) Subrayarnos que la tragedia tiva, soñamos en la narración, recordamos, an-
es ante todo una imitación de la acción, y ticipamos, esperamos, desesperamos, creemos,
que es sobre todo por la acción que imita dudamos, planificamos, revisamos, criticamos,
a los agentes actuantes”. construimos, aprendemos, odiamos y amamos
por la narrativa.
Del anterior fragmento se desprende el ele-
mento catártico, al decir que “es en nuestras Por su lado, R. Barthes (1966) argumentaba
acciones lo que hacemos donde somos felices o que la narración y la acción están íntimamente
lo contrario”. Este es un punto importante para relacionadas y son omnipresentes y universa-
Aristóteles, y muestra que el tipo de acción al les, pues el discurso narrativo tiene como pro-
que quiere conectar la narración no es apenas piedad característica el contener descripciones
a la acción que está siendo vivida por el agente de acción. Además, trayendo a este autor de
que actúa dentro de la imitación, sino fuera de nuevo, es importante recordar que el discurso
ella, es decir, a la (re)acción del espectador. Más narrativo o la narrativa no se limita a novelas,
cuentos o mitos, sino que involucra toda clase

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


79
de conversaciones, incluyendo las que los seres Se ve, así, la importancia que tiene la narrativa
humanos tienen en su día a día. Según László para la misma sobrevivencia del ser humano.
(2008: 78), en situaciones que involucran ac-
ciones, el modo narrativo es la herramienta Pero es importante tocar un poco más el tema
mental para crear sentido, de tal manera que se de las vías de acción. Los autores expertos en
crean las condiciones para un mundo racional. narrativa afirman que la narración está íntima-
mente ligada con la acción porque ella permea
En el mismo sentido opinaron J. Austin, pri- la vida diaria de las personas, de tal modo que
mero, y Searle, después, cuando trataron de los los acontecimientos asumen forma de histo-
llamados “actos” de habla, o en otras palabras, ria, con inicio, nudo y desenlace, pues de otro
de enunciaciones que constituían, en sí mis- modo sería imposible que las personas encon-
mas, relaciones entre interlocutores. El título traran sentido en sus experiencias diarias.
del libro de Austin (1966), ¿Cómo hacer cosas
con palabras?, resume muy bien esta premisa, Es interesante destacar que, aunque desde
al mostrar que el uso del lenguaje implica un perspectivas diferentes (una más científica, po-
compromiso con el entorno, y de este modo, sitivista, lingüística y gramatical (Dijk (1977),
traduce intenciones, propósitos, finalidades e Austin (2005), Searle (2001), y otra más herme-
intereses. De otra manera, un acto de habla tra- néutica, contextual y holística (László (2008),
duce acciones. Wittgenstein (2001), Bakhtin (2016), Domingo
y Feito (2013), Baldwin (2016)) los expertos
El discurso narrativo no solo involucra un en narrativa reconocen la íntima relación en-
conjunto de proposiciones que un hablante tre narración y acción. Thiele (2006) también
quiere transmitir, sino las intenciones de ese resalta la relación entre narrativa y acción al
hablante y las reacciones de su receptor (ver los decir que la narrativa por sí misma permite la
niveles elementales de los actos de habla pro- creación de coherencia histórica y temporal,
puestos por J. Searle (2001). Aquí, entonces, permitiendo entender la acción e inclusive jus-
la relevancia y la completitud de esas proposi- tificarla (2006: 222), y además que los marcos
ciones es considerada y, por tanto, la narrativa narrativos no solo son esenciales porque dan
funciona un modelo de experiencia, teniendo razón a la acción, sino porque permiten evaluar
una función práctica (Dijk 1977: 286). Y esto esas acciones (2006: 223).
aplica igualmente para las narrativas de fic-
ción, una vez que ellas constituyen actos de ha- Finalmente, es interesante rescatar que la
bla que tienen la intención de buscar sentido narrativa estimula la intuición para que esta
(Lázló, 2008: 24). tome acción disciplinada, razón por la cual la
creación e interpretación de narrativas puede
La anterior constatación es soportada por va- ser vista como el elemento fundacional de la
rios académicos hoy en día, de los que László es civilización (Thiele 2006: 257), pues en la au-
un importante exponente. Este autor, de hecho, sencia de una configuración narrativa a la que
afirma que la narrativa (entendida por él como estemos emocionalmente dispuestos, las verda-
“un relato de acontecimientos que involucra al- des que animan nuestras vidas se mantendrían
guna coherencia causal o temporal” (2008: 1)) rancias y planas (Thiele 2006: 266).
es tan central y activa en la vida de los seres
humanos que la forma en la que la gente cuenta Una vez lo anterior ha sido argumentado, es
sus historias está directamente relacionada con momento de tocar el tema de la imaginación
sus identidades y construcciones de mundo como elemento articulador de la narración, la
(contraportada). acción y la contextualización. A continuación
será eso lo que se discutirá.
László inclusive dice que el objetivo último de
la narrativa es producir coherencia de la vida
que actuamos de tal manera que podamos, al
contar historias, encontrar sentido en nuestra
vida, y diseñar posibles vías de acción (2008: 3).

80 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
LA IMAGINACIÓN COMO penderá “de la capacidad de dichas políticas
ARTICULACIÓN DE ACCIÓN, para conformar intervenciones relevantes que
NARRACIÓN Y CONTEXTUALIZACIÓN muestren respeto por las personas reales y las
PARA LA BIOÉTICA NARRATIVA empoderen, y que no se limiten a ser un simple
reflejo del sesgo o de la tendenciosidad de las
El fundamento sobre el que el método pro- élites intelectuales” (Nussbaum 2012: 15).
puesto en este capítulo está basado –la imagi- Eso queda aún más nítido, cuando se ve que
nación como articulación de acción, narración el libro en su totalidad parte de la historia de
y contextualización- se encuentra naturalmen- vida de una mujer, Vasanti, y que es sobre esa
te en la relación explicada en el anterior apar- historia que toda una contrateoría de desarro-
tado, argumentado por Aristóteles y expertos llo económico (la teoría de las capacidades) es
contemporáneos. Está faltando, sin embargo, el fundamentada, defendida y desarrollada. En
elemento relacionado con la imaginación y la palabras de Nussbaum: “por todo el mundo hay
acción MORAL, relativa a la bioética narrativa. personas que se esfuerzan en llevar unas vidas
Para eso, serán trabajados los desarrollos traí- humanamente dignas. (...) Estas personas nece-
dos por Martha Nussbaum, quien también to- sitan enfoques teóricos que puedan ayudarles
mando como referencia a los filósofos griegos, en sus esfuerzos” (Nussbaum 2012: 18). Agre-
en particular Aristóteles, habla de la existencia ga Nussbaum que son necesarias teorías “que,
simultáneamente de una “Imaginación Mo- cuando menos, susciten un debate público lla-
ral” (1990) y de una “Imaginación Narrativa” mando la atención sobre su situación; de lo que
(1997). no tienen necesidad alguna es de enfoques que
Debe comenzarse diciendo que para M. Nuss- oculten esos afanes y sacrificios o que acallen
baum el tema de la narrativa, la acción y la ima- la discusión y la crítica” (Nussbaum 2012: 19).
ginación es relevante y está íntimamente rela- Sobre estas narrativas, Nussbaum dice que
cionado con la moral (ética). De ahí, que hable permiten que “el enfoque (tenga) sobre los de-
explícitamente de una imaginación moral y de más la ventaja de que formula una pregunta
una imaginación narrativa en dos de sus obras que las personas de verdad como Vasanti tam-
más centrales: “Cultivating Humanity” (1997), bién se preguntan y se responden: ningún en-
“Love’s Knowledge” (1990) y “Crear Capacida- foque que haga algo así puede ser acusado de
des” (2012) (inicialmente será esta última obra ser un mero constructo occidental” Nussbaum
abordada). Es importante, sin embargo, decir 2012: 101), aunque aclara que “los argumentos
que las narrativas a las que esta filósofa se refie- que sirven de respaldo (...) no están basados
re no están relacionadas exclusivamente con la simplemente en relatos y ejemplos: utilizan
literatura o las “imitaciones” a las que Aristó- también nociones (como la dignidad humana o
teles se refería -aunque, claro, hace uso de ellas la de capacidad) y argumentaciones filosóficas
cuando, por ejemplo y a menudo, incorpora las abstractas” (Nussbaum 2012: 102).
obras de Charles Dickens dentro de su argu-
mentación (Nussbaum 1990: 32-3)-. También dice Nussbaum, a propósito de las
narrativas, del componente social de las mis-
Lo anterior queda claro en el prólogo de su mas, de la acción moral, y de la imaginación,
libro “Crear capacidades” -definidas como las que los relatos y las narrativas desempeñan
respuestas a la pregunta ¿qué es capaz de hacer un papel eminentemente educativo y que los
y de ser una persona? (Nussbaum 2012: 40) - primeros “ayudan a que (se) preste atención
en donde textualmente asegura que: “pero, por a una mayor variedad de problemas y temas;
encima de todo, este libro intenta situar el en- cultivan además la imaginación, produciendo
foque (de las capacidades) dentro del contex- un reconocimiento de la igualdad de condición
to narrativo de las vidas humanas mostrando humana de personas cuyas vidas son normal-
hasta qué punto la perspectiva aquí explicada mente ignoradas por las élites privilegiadas”
cambia realmente la apreciación que los dise- (Nussbaum 2012: 102). La autora agrega que
ñadores de (las) políticas tienen de esas vidas” “los ejemplos clarifican también la argumen-
(Nussbaum 2012: 14), y que esa narración de- tación teórica al mostrar la manera exacta en

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


81
que dos posturas difieren entre sí” (Nussbaum sentido podría entenderse también su concep-
2012: 103). to de heteroglosía (discursos y narrativas otros/
as) y polifonía (multivocalidad, narrativas que
En ese mismo sentido opina László, para compiten), pues dan cabida a la esfera pública
quien las narraciones personales y colectivas, de las narrativas. Así, las narrativas existen solo
ya sea a partir de fuentes orales históricas o en en los espacios públicos como tragedias, come-
forma escrita -porque llevan formas organiza- dias, pinturas, danzas. Ellas son, así, mediado-
tivas y carácter fenoménico de experiencias- res culturales que alimentan representaciones
hacen accesibles los cambios históricos y onto- sociales en las comunidades en las que circulan
genéticos en la construcción de la identidad y (2006: 100).
permiten así un estudio científico de la evolu-
ción cultural (2008: 183). A propósito de esta función pública, László
(2008) trae interesantes ejemplos respecto a la
Pero es conveniente decir algunas palabras formación de narrativas relativas a la guerra en
más respecto al componente social de las narra- diferentes países afectados por ella. Una vez que
tivas. László refuerza la relevancia de la narra- las narrativas involucran explicaciones causales
tiva como acción social diciendo que la omni- de las acciones, este autor observa cómo las na-
presencia de la narrativa se explica por el hecho rrativas difieren entre países, por ejemplo, en
de que los relatos narrativos están incrustados temas como el Holocausto. En este mismo sen-
en esa acción. Los acontecimientos se vuelven tido escriben J.H. Liu y T. Atsumi (2008), cuan-
socialmente visibles a través de narrativas, y las do proponen usar narrativas para analizar la
expectativas hacia eventos futuros son, en su historia y resolución del conflicto entre China
mayor parte, fundamentadas por ellos (2008: y Japón. Esto también se repite en temas como
2), resaltando que nuestras historias no son el folclor, o las costumbres propias de cada na-
meramente nuestras propias narrativas -perso- ción. Queda manifiesta, una vez más, la impor-
nales o verbales-, sino que se refieren a la ex- tancia pública o social de las narrativas.
periencia común cultural y social representada
en las historias comunes o los marcos de la his- M. Bamberg (2008) camina en la misma vía,
toria. Por eso, cada sociedad tiene sus propias al resaltar el rol funcional que las narrativas
historias históricamente cristalizadas (2008: 8). tienen en los procesos de construcción inte-
ractiva de significado, diciendo que lo que, al
Esta importancia social de la narrativa tam- final, hacen las personas cuando cuentan una
bién tiene que ver: con que es ella la que encar- historia (su historia) es abonar el terreno para
na los recuerdos culturales cargados de emo- la creación de construcciones de significado
ciones necesarios para mantener la identidad sociales, que solo tendrán éxito en la medida
grupal; con que el conocimiento relativo a la en que resulten significativas para las personas
vida social está organizado por la lógica de la involucradas. Otro punto interesante levantado
narrativa y se comunica en historias (László por este autor se relaciona con el papel que las
2008: 84); y con que las personas crean histo- narrativas tienen en reestructurar o reescri-
rias porque quieren entender su mundo, y tam- bir relatos sociales tradicionales, una vez que
bién compartirlo con otros. Así, el sentido de muestra el carácter vivo y dinámico (activo) de
la comunidad y la identidad social están arrai- esas narrativas.
gados en las narrativas; dice Thiele que incluso
el anclaje social de nuestros recuerdos aparen- Una vez profundizado ese componente so-
temente más individualistas tiene lugar con la cial de las narrativas, es importante retomar su
ayuda de narrativas (2006: 99). componente educativo; Nussbaum agrega que,
en su enfoque, tendrá necesariamente que lle-
Lo anterior también fue destacado, según varse a la creación de una educación que edu-
Thiele, por Bakhtin, quien resaltó la función pú- que en las emociones, permitiendo la creación
blica e intersubjetiva de la narrativa, al definirla de una “psicología política” (2012: 211) que
no como una habilidad individual para contar permita a los seres humanos entender que por
historias, sino más bien como un transporta- detrás de sus capacidades están sus emociones.
dor público de experiencias humanas; en este Al hablar de esas emociones, discute también

82 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
la importancia que tiene hacer una reflexión -Nussbaum dice que “las diez capacidades son
sobre el altruismo, “la compasión y el respeto” componentes importantes de la idea de una
(2012: 213), todo en la concepción de las narra- vida acorde con la dignidad humana” (2012:
ciones como medios educativos. 100) - y de derechos humanos (2012: 98); ade-
más, este abordaje, mientras defiende que el ser
Dice textualmente Nussbaum sobre la impor- humano es un fin en sí mismo (2012: 55), ataca
tancia de contar historias que “para hablar con fuertemente al utilitarismo, tildando a su crea-
propiedad sobre las emociones humanas se re- dor, como individuo con imaginación limitada
quiere experiencia en la vida de las personas, -aprovecha en este punto, que John Stuart Mill
haber leído mucho sobre toda una serie de difi- lo llamaba de esa misma forma- (2012: 74).
cultades humanas, y estar dotados de un grado
inusual de intuición y comprensión tanto del Otro punto que es esencial mencionar es
sufrimiento como de la alegría” (2012: 214-5). que dentro de las diez capacidades centrales
que Nussbaum defiende en su enfoque, está
Hay en esa obra de Nussbaum otros elemen- presente una relacionada con la imaginación,
tos y relaciones de la narrativa muy interesan- y que la autora llama “sentidos, imaginación y
tes, que dejan ver lo que esta autora entiende pensamiento” y define como “poder utilizar los
por ella, que deben ser citados antes de entrar sentidos, la imaginación, el pensamiento y el
en el tema de la imaginación moral y narrativa. razonamiento, y hacerlo ‘de un modo verdade-
Su aseveración en cuanto a que “la narración de ramente humano’, un modo formado y cultiva-
relatos o historias nunca es neutra; el narrador do por una educación adecuada (...) para la ex-
siempre dirige nuestra atención hacia ciertos perimentación y la producción de obras y actos
elementos del mundo” (2012: 34) es un ejemplo religiosos, literarios, musicales” (2012: 53).
de esos elementos.
Siguiendo con el tema de las capacidades,
Ya sobre las relaciones, llama mucho la aten- Nussbaum lo aprovecha para introducir la fi-
ción que Nussbaum relaciona a la narrativa con losofía moral en la economía del desarrollo,
desarrollo humano, búsqueda por la igualdad mostrando así, una vez más, la relación entre
y reivindicaciones sociales y económicas, por narrativa, imaginación y acción moral -y so-
medio de lo que denomina capacidades hu- cial-. Al hacerlo, dice la autora, espera que los
manas. Y esto es interesante porque dota a las economistas encargados del área tengan que
narrativas de acción, específicamente de ac- preguntarse “acerca de las normas éticas y los
ción social y educativa. De hecho, no hace otra criterios mínimos de justicia” (2012: 99), por
cosa cuando asevera que “todas las naciones medio del uso del método, inspirado en Aristó-
(...), albergan multitud de esforzadas historias teles y Sócrates, de Rawls, denominado “equili-
individuales de aspiración a llevar unas vidas brio reflexivo”.
humanamente dignas y en todas se viven y se
desarrollan luchas por la igualdad y la justicia” Tal como lo explica Nussbaum, el equilibrio
(2012: 35). reflexivo tiene el objetivo de “alcanzar la clari-
dad con respecto a la estructura de los propios
A lo anterior, la autora agrega que “una de juicios morales en el ámbito de la justicia so-
las tareas que corresponde a una sociedad que cial”, pero “no a través de individuos que ac-
quiera promover las capacidades humanas más túan en solitario, sino mediante el debate de
importantes es la de apoyar el desarrollo de las interlocutores que deliberan al más puro esti-
capacidades internas” (2012: 40) y que ese de- lo socrático” (2012: 100). Agrega la autora que
sarrollo se dará “ya sea a través de la educación, como J. Rawls, ella concibe sus argumentos
de los recursos necesarios para potenciar la sa- desde un carácter esencialmente socrático, ape-
lud física y emocional, del apoyo a la atención lando al interlocutor para que reflexione sobre
y el cariño familiares, de la implantación de un lo que está implícito en la noción de dignidad
sistema educativo, o de otras muchas medidas” humana y de una vida que sea acorde con aque-
(2012: 41). lla (2012: 99), al pedir al interlocutor que pien-
Cobran también especial importancia en este se en que ciertos modos de vida que muchos
enfoque las nociones de dignidad (2012: 73) seres humanos están obligados a llevar no son

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


83
plenamente humanos, pues no están a la altura entender los sentimientos, pasiones, opciones y
de su dignidad (2012: 100). emociones que, a menudo, están involucrados
en los dilemas morales. Porque, de acuerdo a
Siguiendo con la primacía que Nussbaum da esta autora, nuestro interés por la literatura se
a la imaginación, sea para pensar en mundos convierte en uno por descubrir (al ver y sentir
posibles de otros seres humanos, o para con- lo que de otro modo se percibe) qué posibili-
siderar cómo sería vivir una vida digna, es im- dades (y trágicas imposibilidades) nos ofrece la
portante hablar de lo que ella denomina, en vida, lo que espera y teme por nosotros (1990:
otro de sus libros, “Love’s Knowledge”, la ima- 171).
ginación moral (1990), tomando como referen-
cia una novela de Henry James. Sobre esa acción y decisión morales, es esen-
cial traer lo que la autora coloca como intro-
Al respecto, la autora comienza diciendo, ducción del capítulo titulado “Rational animals
nada más y nada menos, que el trabajo de la and the explanation of action” de su libro The
imaginación moral es de alguna manera como Fragility of Goodness (1986), en cuanto a que
el trabajo de la imaginación creativa, especial- preguntas del tipo “¿hasta qué punto y de qué
mente la del novelista, por lo que es esencial es- manera el mundo impacta sobre nosotros
tudiar esta analogía y ver cómo es más que una cuando intentamos vivir de una manera va-
simple analogía (1990: 147). De otro modo, la liosa? ¿Hasta qué punto somos criaturas que,
autora propone estudiar por qué esta concep- como las plantas, dependen pasivamente de lo
ción de atención y visión moral encuentra en que está fuera de nosotros en el mundo de la
las novelas su articulación más apropiada. Más naturaleza? ¿Hasta qué punto somos seres in-
aún: por qué, según esta concepción, la novela telectuales puramente activos como el alma de
es en sí misma un logro moral, y la vida bien los diálogos de Platón? ¿Y qué es, para un ser
vivida es una obra de arte literario (1990: 148). humano, la mejor manera (la más digna) de
Pero para entender las implicaciones profun- existir?”, significan claramente un relato de la
das que tiene la analogía planteada por Nuss- acción humana (1986: 264).
baum en ese capítulo del libro en mención, es Nussbaum relaciona este relato de la acción
necesario entender la dimensión que ella le en- humana, como era de esperarse, con lo pro-
trega a la literatura. En otras palabras, si para puesto por Aristóteles, quien, según ella, desa-
ella la imaginación creativa -especialmente la rrolla y extiende un entendimiento sobre el va-
presente en las novelas- es equiparable a la ima- lor y la acción, mientras argumenta un cuadro
ginación moral, vale la pena preguntarse cuál de las causas de la acción que nos permite ver
es el valor de esas novelas o, de otro modo, de nuestra necesidad ante el mundo no como ene-
la literatura. miga, sino como el corazón mismo de nuestro
Agrega la autora que una de las cosas que valor ético (1986: 264). Agrega Nussbaum lue-
hacen la literatura más profunda y más cen- go que claramente hay una conexión estrecha
tral que un juego complejo, como el ajedrez o entre un relato de acción y la evaluación ética
el tenis, y que nos llevan a maravillarnos por de las personas y sus vidas (1986: 265).
su compleja belleza, es que habla (1990: 170) y Volviendo a la analogía que Nussbaum pro-
que habla sobre nosotros, sobre nuestras vidas, pone en Love’s Knowledge (1990), es también
sobre nuestras elecciones y emociones, sobre evidente cuando en otro aparte de este libro
nuestra existencia social y sobre la totalidad de defiende que la teoría literaria ha perdido sus
nuestras conexiones (1990: 171). límites con la filosofía moral, acercándose ine-
Leyendo lo anterior queda claro que la analo- vitablemente a pensar e intentar resolver pre-
gía que propone Nussbaum no solo es poderosa, guntas sobre justicia, distribución, bienestar,
sino que abre enormes posibilidades a la imagi- realismo y relativismo moral, naturaleza de la
nación moral. Ella muestra que la imaginación razón, concepto de persona, emociones y de-
moral -mediada, claro, por la narración- pue- seos (1990: 169), o inclusive, sobre cómo debe-
de, de hecho, ser un dispositivo para la acción y ría el ser humano vivir, pregunta central en la
decisión morales. Que ella puede dar cuenta de bioética, que Nussbaum argumenta puede ser

84 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
respondida de una manera más rica y amplia de la literatura se dirigen a preguntas del lector
gracias a la imaginación (1990: 190). relativas a cómo se debe vivir (1990: 198).
También en ese mismo sentido va la propues- Sumado a lo anterior, debe decirse que Nuss-
ta de Nussbaum por establecer un diálogo entre baum ve en la crítica literaria una oportunidad
teoría ética y teoría literaria. Para esta autora, sin igual de aprendizaje, pues ella -si adecuada-
la teoría literaria puede mejorar la autocom- mente realizada- propone lecturas contextuali-
prensión de la teoría ética, confrontándola con zadas, interrelacionadas, sistémicas, integrales
una concepción o concepciones distintivas de y complejas. Para esta autora, si una crítica li-
diversos aspectos de la vida ética humana, rea- teraria es hecha apropiadamente, entonces ella
lizada en la forma más apropiada para su ex- no se lleva a cabo juzgando frases particulares,
presión (1990: 191). o incluso personajes particulares, sacados del
contexto de la obra como un todo, sino pregun-
La autora defiende que ese diálogo es nece- tándose “¿Qué sentido de la vida se expresa en
sario, además, porque la lectura que la filosofía este trabajo como un todo?” (1990: 233).
moral hace de los problemas que analiza -ta-
les como cuidados médicos, aborto, libertades Además de tener ese primero objetivo, el ca-
fundamentales- está empobrecida por concep- pítulo de la autora también, y especialmente,
ciones de racionalidades absolutas, que pue- se dedica a demostrar que la creatividad y la
den ser informadas por el mundo imaginario moralidad son ambas elementos que pueden
y creativo presente en las narraciones. Agrega ser trabajados a través de la imaginación en di-
Nussbaum que, aunque no sea una tarea que versas situaciones y por diversos individuos, no
vaya a ser valorada, vale la pena intentar esta- necesariamente mediadas por novelas o textos
blecer ese diálogo, pues la “delicadeza y recep- literarios, pero sí siempre centrados en la pre-
tividad” de la narración podría “tocar” la racio- gunta “¿Cómo deberíamos vivir?” (1990: 232).
nalidad “utilitarista y basada en el moralismo
religioso” que domina a las sociedades actuales Ese último presupuesto es central para la ar-
(1990: 193). gumentación de lo que se encontrará en la se-
gunda parte de este capítulo, pues deja ver no
Citando a Henry James, la autora dice que solo que la imaginación tiene un rol esencial
vale la pena intentarlo, jugársela por esa ima- en la acción y decisión moral, sino además, que
ginación, por luchar contra el obtusismo y el ella NO se restringe al uso de novelas u otras
fracaso de la percepción, o recordando lo di- “imitaciones” para operar ese rol, pues la ima-
cho por James, por crear el registro, a pesar de ginación, de hecho, opera en la vida real de las
cualquier otro aspecto, para imaginar, en una personas. Eso, se ve, concuerda perfectamente
palabra, lo honorable, el caso producible, pues con lo defendido por esta misma autora, como
para James el mejor ejemplo de esa creación es ya fue mencionado, en su libro Crear Capaci-
el uso público o cívico de la imaginación (1990: dades.
193). Y esto se conecta con lo que Nussbaum
defiende al decir que podríamos aspirar, para Nussbaum termina aseverando, tomando las
un futuro, a ese grado de amor (imaginación), palabras de James de nuevo, que no hay mejor
aunque perplejo, cada vez más, sobre la natu- modo para mostrar el compromiso (moral) de
raleza de ese amor y su relación con los otros cada persona que el de crear, imaginar, narrar
amores, y con la vida misma (1990: 193). escenarios, pues solo de ese modo es posible
operar cambios significativos, tanto en la vida
Así, se entiende por qué Nussbaum dedica de quien los imagina, como en las vidas de
un capítulo titulado “Literature and the Moral quienes están alrededor suyo (1990: 165). Una
Imagination” a demostrar que a través de la lite- vez más, la autora reitera algo que defiende en
ratura, especialmente las novelas, es posible de- el libro Crear Capacidades.
sarrollar acciones y decisiones morales, pues la
teoría literaria contemporánea debería preocu- A este último respecto conviene mencionar
parse también por las formas en que las obras que Nussbaum confiere fuerza al discurso, a
las palabras, por lo que defiende a la narración
como herramienta idónea para la toma de ac-

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


85
ciones y decisiones. Dice esta autora que mu- del IV, fueron los poetas los más importan-
chos tipos de discursos nos presentan imágenes tes maestros éticos (1986: 124). Concluye este
de nosotros mismos, tratando de comunicar al- asunto con la ayuda de lo que, según Platón,
guna verdad sobre lo que realmente somos o hizo que Sócrates rechazara la palabra escrita,
una imagen del interior de nuestras almas hu- relativo a que la filosofía de verdad, como Só-
manas (1990: 245). crates la veía, es la búsqueda comprometida de
cada uno por la sabiduría, donde lo que impor-
Sobre el alma, una noción recurrente en ta no es solo la aceptación de ciertas conclu-
Nussbaum, la autora dice que está directamen- siones, sino también seguir un cierto camino
te relacionada con la forma en la que el ser hu- hacia ellas. De otro modo, no solo se trataba del
mano construye su discurso para transmitir contenido correcto, sino de que ese contenido
determinadas verdades sobre esa alma, espe- fuera logrado como resultado de un real ejerci-
cialmente lo que respecta a su naturaleza. Dice cio de comprensión (1986: 125-6).
Nussbaum que ya sea que se aproximen a no-
sotros con rayos de sol o con puñales, necesita- Siguiendo esta línea socrática, Nussbaum
mos luz o movimiento violento para mostrar lo hace énfasis en la importancia moral que tie-
que somos (1990: 244). ne considerar los relatos, discursos y diálogos
en su totalidad, pues nuestra comprensión del
La autora agrega que saber la respuesta a pre- diálogo como un todo requiere artes socráticas,
guntas como “¿nuestras almas son transparen- una vez que la enseñanza sobre las reglas que
tes u opacas?, ¿cómo entramos en contacto con guían nuestra vida, y sobre su costo exige la
otras almas humanas?, ¿cómo llega un alma a claridad, la dureza y la flexibilidad del examen
la verdad?, ¿qué elementos promueve e impide socrático y, por lo tanto, no la vanidad de la ex-
la comprensión?, ¿cuál es el tema o el conteni- hibición sofística (1986: 128).
do de las verdades más importantes sobre el ser
humano?, y ¿en qué clase de actividad consiste Pero la autora no para ahí, pues llega a decir
saber ese contenido?” involucra una historia que las palabras expresan lo que ella denomi-
o relato, a través del cual el alma es, entonces, na el “conocimiento del corazón” (1990: 262),
contada (1990: 245). o Love’s Knowledge conectado con la importan-
cia que tiene hablar de las emociones, y direc-
La autora, en otra de sus obras “The Fragility tamente con el rol que se confiere a ellas en el
of Goodness” (1986), continúa con la reflexión enfoque de capacidades, o en la denominada
sobre el alma. Usando las críticas platónicas a psicología política que, como se ha menciona-
la tragedia, afirma que los diálogos platónicos do, propone.
revelan la auto-conciencia del alma, pues en su
época no existía la distinción entre discurso fi- Hasta aquí se ha hablado de la “imaginación
losófico y literario. Esto llama especialmente la moral” que Nussbaum defiende. Hace falta,
atención, pues muestra que el relato filosófico sin embargo, y como se dijo al principio de
o ético, no se distanciaba del relato literario, en este aparte dedicado al tema de la imagina-
el que se daba cuenta histórica o biográfica de ción, tocar la “imaginación narrativa” de la que
una vida. Para Nussbaum era natural en la cul- también habla esta autora. Para eso, se usarán
tura griega suponer que los textos (discursos) básicamente las categorías, definiciones y con-
de muchas clases diferentes significaban educa- ceptos explicados por ella en su capítulo “The
ción en sabiduría práctica (1986: 123). Narrative Imagination” de su reconocido libro
Cultivating Humanity ya mencionado (1997).
Complementa lo anterior la autora, diciendo
que los razonamientos de Platón no son fruto Nussbaum comienza diciendo que debemos
de una estructura o plan de cuestiones éticas; cultivar en nosotros mismos una capacidad
sino que se discuten en el curso de la realiza- de imaginación comprensiva que nos permi-
ción de otro tipo de tarea, la tarea de la inves- ta comprender los motivos y las opciones de
tigación histórica (1986: 124). Como si fuera personas diferentes a nosotros, viéndolas no
poco, Nussbaum recuerda que es importante como ajenas, sino compartiendo sus proble-
tener en cuenta que, en el siglo V y principios mas y posibilidades con nosotros (1997: 84). Y

86 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
complementa luego con que las diferencias de Lo anterior es trascendente porque mues-
religión, de género, de raza, de clase y de nacio- tra que la narrativa, sumada a la imaginación,
nalidad dificultan la tarea de la comprensión, puede hacer no solo que los seres humanos se
pues configuran no solo opciones prácticas de pongan en los zapatos de otros con los que es-
las personas sino también sus propias entrañas, tán discutiendo un conflicto moral, sino que
sus deseos, pensamientos y maneras de mirar el además lleguen a sentir lo que la injusticia
mundo; y en este punto, para facilitar la com- social puede producir, llevándolos a defender
prensión, las artes desempeñan un papel vital una sociedad más equitativa e igualitaria. Se-
(1997: 85). gún Nussbaum, gracias a la imaginación na-
rrativa llegamos a ver cómo las circunstancias
Lo anterior muestra cómo la imaginación es dan forma a las vidas de los que comparten con
una herramienta que podría dar enormes sub- nosotros algunas metas y proyectos generales;
sidios a la bioética, pues el tipo de diferencias al tiempo que vemos que las circunstancias no
que es mencionado por la autora es precisa- solo configuran las posibilidades de acción de
mente el que se encuentra en el centro de los las personas, sino también sus aspiraciones y
procesos de toma de decisiones y acciones en deseos, esperanzas y miedos (1997: 88).
la bioética. De otro modo, si esa imaginación
empática de la que habla Nussbaum fuera uti- Pero por si lo anterior fuera poco, también
lizada en la bioética, con certeza la mayoría de Nussbaum muestra que esta imaginación na-
los dilemas y conflictos morales con los que rrativa implica acción, cuando concluye dicien-
el área lidia serían mejor abordados. Llama la do que entender cómo una historia de estereo-
atención, además, que la autora ve en las artes tipos puede afectar la autoestima, los logros y el
un vehículo propicio para el desarrollo de esa amor de las personas, nos permite hacer juicios
imaginación narrativa. más informados sobre asuntos relacionados
con acciones afirmativas y educación (1997:
Ahora, sobre las artes -entre las que se en- 88).
cuentran, entre otras, la música, el baile, la
pintura, la escultura y la arquitectura-, una vez Como es común en su obra, la educación ter-
más volviendo a su enfoque de capacidades mina teniendo un papel central también en la
-que ya ha sido mencionado en este trabajo-, imaginación narrativa. De hecho, Nussbaum
Nussbaum dice que ellas cultivan capacidades defiende que es solo por medio del esfuerzo
de juicio y sensibilidad, pues juegan un papel en la construcción de una educación apropia-
esencial en dar forma a nuestra comprensión de da -sea por intermedio de un currículo o de la
la gente que está alrededor de nosotros (1997: crianza- que esa imaginación narrativa y moral
86). Se debe llamar la atención, sin embargo, puede tener cabida y desarrollo en la vida de los
al hecho de que de todas las artes, Nussbaum seres humanos.
resalta la literatura, pues según ella es especial-
mente rica. Para argumentarlo, toma un pasaje Llega a argumentar la autora que cuando un
de La Poética en el que Aristóteles dice que la li- niño y un padre comienzan a contar historias
teratura muestra no solo algo que ha sucedido, juntos, el niño está adquiriendo capacidades
sino el tipo de cosa que podría llegar a suceder morales esenciales (1997: 89), y que la narra-
(1997: 89). ción de historias permite mostrar que el otro
es complejo y profundo, con diferencias impor-
Siguiendo por esta vía que resalta la impor- tantes y una intimidad digna de ser respetada.
tancia de la narrativa dentro de las demás ar- En estos diversos sentidos, la imaginación na-
tes, Nussbaum dice que ella es especialmente rrativa es una preparación esencial para la inte-
esencial porque tiene el poder de hacernos ver racción moral (1997: 90).
las vidas de personas diferentes a nosotros con
algo más que el interés casual de los turistas, Se ve así que para Nussbaum la imaginación
es decir, con participación y comprensión, e in- narrativa está íntimamente ligada con la mora-
clusive, con rabia ante las negativas de visibili- lidad, y con la capacidad para tomar decisio-
dad que caracterizan a nuestra sociedad (1997: nes y acciones morales. El siguiente paso que
88). da la autora consiste en ligar esta imaginación

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


87
narrativa y moral con la acción, especialmente, antes de Cristo-, la autora dice que eran fiestas
con la compasión. Hablando todavía del tema cívicas durante las cuales se paraban todas las
de la educación -crianza-, Nussbaum dice que demás funciones cívicas, y todos los ciudada-
a medida que los niños procesan hechos com- nos se reunían. Los dramas fueron evaluados
plejos en su imaginación, ejercitan la empatía, rutinariamente tanto por su contenido moral
que implica el reconocimiento de que el otro, y político, como por sus otras características.
de alguna manera similar a uno mismo, ha su- Las tragedias familiarizaban al joven ciudada-
frido algún dolor o desgracia significativa de tal no con las cosas malas que pueden suceder en
manera que no es o no es totalmente culpable una vida humana, haciendo que el significado
por eso (1997: 90-1). del sufrimiento y las pérdidas que lo inspira-
ban fueran totalmente claros para el espectador
Siguiendo con el rol que la imaginación jue- (1997: 94). Al fin y al cabo, concluye, un papel
ga en la compasión, Nussbaum agrega que la central del arte es desafiar la sabiduría y los va-
compasión requiere un conjunto altamente lores convencionales (1997: 99).
complejo de habilidades morales, incluyen-
do la capacidad de imaginar lo que es estar en Nussbaum cierra su capítulo sobre la imagi-
el lugar de otra persona (lo que comúnmente nación narrativa proponiendo la inclusión de
llamamos empatía) (1997: 90) y también, que la compasión dentro del currículo como una
requiere algo más: el sentido de que nosotros agenda política, defendiendo que es necesaria
también somos vulnerables a caer en desgracia. por cuanto hace que los seres humanos se co-
Para responder con compasión, debemos estar muniquen mejor, diriman sus dilemas y con-
dispuestos a considerar que el otro que sufre flictos de una manera más racional y lleguen a
podría ser nosotros mismos (1997: 91). tener un entendimiento del otro que propicie
una sociedad más respetuosa de la diversidad,
Tomando lo escrito por J. Rousseau, Nuss- la justicia social, la igualdad y la equidad (1997:
baum continúa afirmando que una educación 100-10).
basada en la imaginación puede superar las ba-
rreras de nacionalidad, raza, orientación sexual, Aprovecha también para responder a los crí-
género, por lo que es urgente cultivar la base de ticos que dicen que lo que propone es una des-
la compasión a través del ejercicio ficticio de la contextualización del arte y la narración (1997:
imaginación, pues si bien no podemos cambiar 102), que su propuesta va exactamente en la di-
de raza u orientación sexual, sí podemos ima- rección contraria, es decir, en la búsqueda por
ginar lo que sería ser de una raza u orientación politizar y contextualizar las obras de arte, sean
diferente y, sobre todo, los placeres, riesgos o ellas narraciones, pinturas u obras de teatro,
dolores que esto implicaría (1997: 92). por medio de una aproximación interdiscipli-
nar (1997: 109).
Volviendo una vez más al impacto social que
tendría asumir una imaginación compasiva También toma la oportunidad Nussbaum
como herramienta para la toma de acciones y para colocar que es muy preocupante que den-
decisiones morales, Nussbaum dice que una tro del área de la narración se esté defendien-
sociedad que quiere fomentar el trato justo de do una postura que, bajo el aparente deseo
todos sus miembros tiene fuertes razones para de aceptar la diversidad humana, cuestione la
fomentar un ejercicio de imaginación compa- posibilidad de una empatía que nos lleve fuera
siva que cruce las fronteras sociales, o por lo de nuestro grupo (1997: 107) y argumenta que
menos trate de hacerlo. Y esto significa preocu- solo un miembro de un grupo oprimido parti-
parse por la literatura (1997: 93). cular puede escribir bien o, tal vez, incluso leer
bien, la experiencia de ese grupo (1997: 109),
Siguiendo esta línea argumental, Nussbaum pues es esta la completa negación de la ima-
llega a decir que la tragedia, como narración, ginación. Esto se conecta perfectamente con
en la antigua Grecia, no era vista como una ex- lo defendido por Thiele, para quien el juicio
periencia apenas estética, sino profundamente práctico se funda en el conocimiento narrativo
política, social y moral. Al hablar de los festi- (2006: 267).
vales que se celebraban por entonces -siglo V

88 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
En este punto conviene dar unas palabras más Thiele además afirma que las narrativas que
a la relación existente entre narrativa y delibe- fomentan el pensamiento representativo y el
ración moral, una vez que la metodología com- juicio no son meras cronologías de aconteci-
plementaria que espera proponerse tiene a esos mientos, sino almacenes de ejemplos. Agrega
dos elementos dentro de sus componentes más que los ejemplos, ficticios o históricos, nos per-
importantes. Para hacerlo, es relevante traer a miten “ir de visita”, ver y sentir imaginariamen-
Thiele (2006), quien defiende que además de te los contornos de otros puntos de vista sin
la razón, es esencial considerar la intuición y que seamos obligados por la lógica o la razón
la emoción –mediadas por la narración- para a aceptarlos o rechazarlos. Así, los ejemplos
construir deliberaciones morales. son de narraciones que nos permiten ejercitar
la persuasión en medio de experiencias comu-
Los argumentos de este autor pasan por la nes y opiniones dispares. Dice Thiele que la
filosofía y, especial e interesantemente, por la validación a través de ejemplos proporciona la
neurociencia, que está validando cada vez más solución más convincente al problema de cómo
el uso de las narrativas para el desarrollo de me- asuntos particulares pueden ser juzgados sin
jores deliberaciones morales. Según el, un nú- subsumirlos bajo reglas. En conclusión, nues-
mero creciente de los estudios empíricos más tros juicios resultan buenos o malos, en gran
avanzados, es decir aquellos que investigan la parte, dependiendo de cuáles ejemplos, cuáles
neurofísica del cerebro, no conduce en direc- narraciones, los informan (2006: 47-8).
ción al determinismo biológico o al reduccio-
nismo craso, sino que afirman la importancia Thiele inclusive dice que la razón puede, y
de la (auto-) conciencia como un proceso na- debe, desempeñar un papel en cada relato,
rrativo y confirman nuestra habilidad creativa pero siempre estando al servicio del significa-
para interactuar con entornos internos y exter- do narrativo (2006: 49) y que el juicio redime
nos (2006: ix). un mundo trágico y transitorio de fenómenos
a través de relatos narrativos que distinguen
Haciendo eco de los enunciados de polifonía entre lo correcto y lo incorrecto, lo digno y lo
y heteroglosía de Bakhtin, Thiele admite que indigno, lo significativo y lo sin sentido. De he-
la narrativa es la más adecuada herramienta cho, llega a decir que esta capacidad de juicio
para alcanzar deliberaciones morales apropia- nuestra (derivada de la imaginación y narra-
das, una vez que una pluralidad de narraciones ción) es la que engendra nuestra propia digni-
compite por nuestra lealtad. Para juzgar bien dad humana (2006: 51).
frente a esta contextualización inherente y con-
testabilidad esencial, se requiere de perspicacia
y valor moral y político (2006: 12). CONSIDERACIONES FINALES
Para soportar su propuesta, Thiele dice que
la narrativa nos permite aprender tanto de los Ha quedado claro hasta ahora que la imagi-
buenos como de los malos juicios de los demás nación actúa efectivamente como articulación
y que la narrativa facilita el cultivo del juicio de acción, narración y contextualización y, que
porque ella, como la experiencia directa, con- al hacerlo, da operatividad a la narración o, en
duce a la cognición implícita y al aprendizaje otras palabras, permite demostrar el papel que
basado en el afecto. La relación entre la narrati- la narrativa juega en la resolución de los con-
va y el juicio se establece más a fondo median- flictos y dilemas morales. En este sentido, y res-
te estudios empíricos que identifican la base catando las palabras de Thiele, la consciencia
neurológica para una comprensión narrativa de sí mismo es una narración creada por el pro-
del yo. Dice también Thiele que la lucha con el pio ser humano que, al necesitar dar un sentido
papel cambiante y duradero de la narrativa es a su existencia, crea una historia coherente que
crucial para entender la naturaleza del yo y el le permita estar vivo.
destino del juicio en la sociedad contemporá- Sería, así, la ausencia o falta de coherencia de
nea (2006: 15). esta narración (por una inadecuada transposi-
ción con la de otros, por ejemplo), la que daría
origen a psicosis y problemas mentales (esto se

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


89
conecta muy bien con los reveladores resulta- na, al proveer una herramienta crucial para el
dos que ha tenido la Terapia de Diálogo Abier- enlace social (2006: 219).
to –intervención basada predominantemente
en diálogos con pacientes psiquiátricos con Para finalizar con Thiele, conviene traer a co-
trastornos psicóticos, evitando al máximo el lación que este autor, recordando lo dicho por
uso de fármacos- en Finlandia (2003)). Dice el P. Ricouer, en términos de tiempo y espacio,
autor que el mapeamento neuronal se entiende declara que las narraciones son tajadas de es-
mejor como un relato narrativo de la experien- pacio-tiempo del tamaño de una mordedura,
cia vivida, al constituir una historia silenciosa y que los seres humanos cortan y digieren (2006:
sináptica y que esta habilidad narrativa es una 220) y que al cortar espacio-tiempo en trozos,
“obsesión” para los humanos en el sentido de y al asegurar que estas tajadas están vinculadas
que, filogenéticamente y ontogenéticamente, por causa y propósito, la narrativa nos permite
constituye nuestro ser (2006: 205). digerir un mundo diverso y dinámico y evaluar
sus componentes (2006: 222).
Siguiendo con Thiele, este autor afirma que
los neurocientíficos hoy consideran que las na- Este capítulo fue producto de posdoctorado,
rrativas actúan como una especie de pegante financiado por la Capes, realizado en el
que genera coherencia en las vidas de los seres Programa de Posgrado en Bioética de la
humanos. Ellas permiten, así, que la hermenéu- Universidad de Brasilia, Brasil, e incluye partes
tica que construye sentido en cada ser humano de la tesis doctoral desarrollada en la misma
se desarrolle y conduzca a la creación de un “sí institución por el autor.
mismo” significativo. Uno de esos científicos,
M. Gazzaniga, es traído por Thiele, para argu-
mentar que es constantemente establecida una
narrativa corriente de nuestras acciones, emo-
ciones, pensamientos y sueños, que puede ser REFERENCIAS
vista como el pegamento que unifica nuestra
historia y crea nuestro sentido de ser agentes ARISTÓTELES, 1974. Poética. García Yebra V,
racionales, al traer a nuestra bolsa de instintos editor. Madrid: Gredos.
individuales la ilusión de que somos algo dis-
AUSTIN, J.L., 2005. How to Do Things With
tinto de lo que somos, y construir teorías sobre
Words. 2nd ed. Harvard University Press,
nuestra propia vida y narraciones de nuestro
editor. Cambridge.
comportamiento pasado que impregnan nues-
tra conciencia (2006: 206). BAKHTIN, M., 1981. The Dialogic Imagination:
Four essays. University of Texas Press, editor.
Thiele dice claramente que las narraciones
Austin.
no son simplemente poderosas herramientas
empleadas por el homo faber para facilitar sus BALDWIN, C., 2016. Narrative Ethics. In: ten
navegaciones mundanas, sino que él es el pro- Have H, editor. Encyclopedia of global bioe-
ducto de una forma narrativa de ser. Ontoló- thics. Amsterdam: Springer, p. 1–10.
gicamente hablando, dice Thiele, nos cuentan
historias para crear nuestras vidas; de hecho, BAMBERG, M., 2008. Twice-Told-Tales: Small
si asumimos conscientemente el papel de na- Story Analysis and the Process of Identity
rradores, lo hacemos solo en la medida en que Formation. In: Sugiman T, Gergen K, Wag-
esta identidad asumida refleja la realidad más ner. W, Yamada Y, editors. Meaning in Action
profunda de una existencia construida narrati- Constructions, Narratives and Representa-
vamente (2006: 218). Además de eso, este autor tions. Japan: Springer, p. 183–204.
habla que es comprensible la importancia cen- BARTHES, R., 1966. Introduction à l’analyse struc-
tral de la tradición oral para todos los pueblos turale des récits. Commun Année. 8(1):1–27.
primitivos, pues la narratividad era el medio
original y principal de la adquisición y reten- CHAMBERS, T., 1999. The Fiction of Bioethics.
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VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


91
BIOÉTICA EN CLAVE
DE LIBERTAD Y LIBERACIÓN

Márcio Fabri dos Anjos

La bioética en clave de libertad y liberación SIGNOS DE UNA BIOÉTICA


podría sugerir el desafío específico de defender QUE SE LIBERA
la causa de los sujetos humanos vulnerables o
vulnerados. Pero aquí buscamos mostrar una La bioética moderna surgió moviéndose en
dimensión epistemológica de la propuesta de la un proceso de descubrimiento de su alcance y
Bioética para que el pensamiento bioético sea su fundamento epistémico. La historia reciente
capaz de seguir el movimiento existencial de la ha comprobado que los importantes conceptos
vida, sin ataduras a sistemas y estructuras es- éticos formales de autonomía y deber, corona-
táticas. Implica la libertad de postular razones dos por Kant, han contribuido decisivamente
y procedimientos para vivir bien en sociedad, a establecer criterios éticos en la libertad de
donde quizás se inserta más claramente la in- acción de los individuos. Pero el desarrollo
negable demanda de prácticas en defensa de científico a través del aumento de las inciden-
los vulnerables y vulnerados. Implica la cues- cias éticas en la vida en sociedad mostró que
tión fundamental de la libertad de los propios el pensamiento ético aún tenía un largo cami-
sujetos que piensan y proponen la Bioética. De no por recorrer. La Segunda Guerra Mundial
hecho, no hay Bioética sin referencia a sujetos (1939-1945) fue, en cierto modo, un espejo que
concretos que la elaboran en condiciones de colocó a la humanidad frente a la urgente ne-
cierta libertad con respecto a sus contextos. cesidad de repensar los parámetros éticos de
Estas afirmaciones pueden considerarse hi- la vida moderna. El uso de armas nucleares de
pótesis introductorias para explorar un arduo destrucción, el exterminio étnico selectivo y el
problema, que naturalmente no se resuelve del abuso de seres humanos como instrumentos
todo en estas pocas páginas. Y, sobre todo, sería desechables para la experimentación científica,
contradictorio, aunque fuera a través de mu- entre otros, fueron la gota que colmó el vaso de
chos libros, pretender proponer formas que en- lo abominable y el grito urgente de posiciones
cuadren la libertad. Pero la vigilancia constante éticas.
parece imprescindible para que el pensamiento En la conocida historia de los pasos que de-
bioético pueda persistir en su servicio de ins- rivaron de ella como cuna de la Bioética mo-
tancia crítica en medio del rápido proceso de derna, es de destacar que la reflexión bioética
transformaciones culturales, sin ser dominado moderna surge acompañada del desarrollo
por él. Entre los objetivos de esta breve exposi- tecnocientífico y sustentada por las llamadas
ción, buscamos ofrecer algunos elementos para ciencias humanas, en particular por una antro-
mantener viva la conciencia de esta tarea crítica, pología existencialista, fenomenológica, polí-
atentos a los cambios en sus contextos y hasta tico-sociológica, y otras corrientes filosóficas
qué punto estos cambios pueden dominar a los igualmente valiosas (Hottois, 2008). Esta ob-
propios sujetos que piensan y enseñan la Bioé- servación es importante porque en el fermento
tica. Como método, volveremos a leer algunos de las ciencias humanas hay un impulso vital
conceptos establecidos en el área, que parecen para que la Bioética busque persistentemente
provocadores para el tema. Para no perder el interpretar y eventualmente volver a proponer
foco en el objetivo de este capítulo, reconoce- formas éticas de actuar a través de prácticas
mos de antemano los innumerables aportes no tecnológicas.
mencionados que ayudan a esclarecer cada uno
de los temas que se abordarán.

92 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Esta fuga de liberación es bastante clara en guiños históricos parecen suficientes para ver
el paso de la Bioética como ética biomédica li- signos de una bioética en movimiento, en su
derada por Hellegers y sistematizada con éxito forma de pensar y proponer.
por Beauchamp & Childress (1971) y la Bioé-
tica interdisciplinaria propuesta por VR Pot- Sin embargo, parece inevitable preguntarse si
ter (1971), con desarrollos posteriores de este estos vuelos de Bioética no serían transitorios.
autor en Bioética Global y Bioética Profunda. ¿Aún no ha encontrado un punto de descanso
La bioética se fue abriendo paulatinamente al o una misión cumplida de cara a un período
entendimiento de que está en juego la supervi- crítico de la humanidad? En un evento inter-
vencia planetaria, pasando por importantes re- nacional, el testimonio de un congresista me
laciones clínicas, pero inserta en el abultamien- pareció emblemático al respecto. Decía él que,
to mayor de sistemas y opciones sociopolíticas. en su contexto del hemisferio norte, la Bioéti-
ca había perdido su función porque todos sus
El fermento de libertad que impulsa la bioé- problemas estaban siendo resueltos por dispo-
tica se puede encontrar en diferentes formas sitivos deontológicos y legales. Esto sugiere que
en diferentes contextos mundiales. Pero aquí una Bioética eficiente desaparece cuando se al-
recordamos sus particularidades en América canzan los objetivos contextuales. ¿Terminaría
Latina y el Caribe, donde la Bioética se encuen- así su función y dejarían de tener sentido sus
tra provocada por enormes desigualdades so- vuelos de libertad y liberación? Veamos algu-
ciales, y ha logrado pensar en teorías que las nos fundamentos a este respecto.
analizan y prácticas alternativas en la búsqueda
de la equidad. En este sentido, la teoría de la
dependencia, los aportes de Paulo Freire (1987: LA BIOÉTICA MÁS ALLÁ DE
38), la Teología de la Liberación, la Bioética de LA ESTABILIDAD SISTÉMICA
la Protección (Kottow, 2012; Schramm, 2017) y
la intervención (Bottle, 2005), y el análisis del El flujo de reflexiones (bio) éticas hacia nor-
poscolonialismo (Bonici, 2012) han sido par- mas, leyes y costumbres es una condición ne-
ticularmente significativos. Este fermento de cesaria en toda organización social. El desafío
liberación en la Bioética llamó la atención por surge a medida que las normas se establecen y
tratarse de la primera revisión del trabajo clási- son incuestionables, mientras que los proce-
co sobre ética biomédica, para lo cual se solici- sos de vida a los que se refieren son mutables
tó un aporte latinoamericano. y cambiantes. Así, se vuelven fácilmente ana-
crónicos y sin fundamentos para actualizarse
Presentada bajo el título La bioética en cla- u organizarse ante nuevas situaciones. El estu-
ve de liberación (Anjos, 1994), esta contribu- dio de H. Fürst (2018) sobre la contribución de
ción argumentaba sobre el contexto social más la bioética al derecho judicial brasileño, en el
amplio y complejo, sin el cual el principialis- ordenamiento jurídico de las cuestiones éticas
mo biomédico era insuficiente para conducir derivadas de la ortotanasia, puede ayudar a es-
la Bioética. A este paso le siguió uno más in- clarecer este punto. Su estudio muestra cómo
tegral y se llevó a cabo con el congreso de la el Derecho buscó en la Bioética la iluminación
IAB - Asociación Internacional de Bioética, que no tenía para discernir sobre cuestiones
organizado en Brasilia bajo la coordinación de existenciales. Y comprueba que mientras las
V. Garrafa y L. Pessini, con el tema “Bioética: leyes en general son puntos de llegada para es-
Poder e Injusticia” (Garrafa y Pessini, 2003). El tablecer normas sobre el vivir en sociedad, la
impacto internacional de este congreso parece Bioética asume la tarea de reflexionar y propo-
haber provocado que otros contextos reinter- ner sobre el vivir en movimiento existencial en
preten un pensamiento bioético muy centrado todas sus direcciones y sentidos. De esta forma,
en las relaciones interpersonales, basado en las la Bioética, lejos de estar subsumida por el De-
autonomías individuales. A continuación, cabe recho, es un socio necesario en el ámbito jurí-
destacar el encuentro de la Bioética con el me- dico.
dio ambiente, hogar común de todas las socie-
dades y seres de nuestro planeta, concepto ya Por otro lado, toda moral social corre el ries-
utilizado por Fritz Jahr en 1927. Estos breves go constante de crear a su alrededor un círculo

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


93
de autodefensa y blindaje a través del cual las macía sobre los seres, competidor de los dioses,
normas, leyes y buenas costumbres se vuelven según mitologías antiguas.
incuestionables y se convierten en un proceso
de reproducción endógena. Ante esta posibili- Esta fascinación por el conocimiento como
dad, E. Dussel (1982) propuso una interesante poder y dominio es particularmente impor-
distinción entre ética y moralidad, para señalar tante para comprender la libertad de los agen-
dos momentos de la experiencia ética, el que se tes de la bioética en el pensamiento occidental
piensa y se propone, y el que se vive coheren- moderno. El conocimiento de las cosas por sus
temente. Pero advierte sobre el riesgo de que la esencias predominó en el período medieval,
necesaria actualización de la normatividad mo- pero en los tiempos modernos se desplaza para
ral se haga simplemente con criterios y valores acentuar el poder del sujeto pensante sobre
fundamentados en costumbres establecidas. Y los objetos como seres extensos y materiales,
así se convierte en una moral intrasistémica, según Descartes. Con fuertes críticas a la uti-
pensada y elaborada, pero que se autojustifica lidad de los conceptos universales a través del
sin consistencia ética, precisamente porque está conocimiento a través de las esencias, el monje
cerrada sobre sí misma (Dussel, 1986: 43-44). pensante G. Ockham en el siglo XIV propuso
y llamó a la ciencia moderna la nueva forma
La salida de esta telaraña que encierra la bioé- de conocimiento a través del estudio e interpre-
tica dentro de su propia construcción requiere tación de los fenómenos. Este foco puesto en
abrirse al ‘otro’, al diferente que no está contem- las particularidades de los seres representó una
plado en la totalidad establecida. revolución en el conocimiento centrada en el
dominio, la manipulación y la creación de ins-
trumentos. Y no tardó en situarse a los propios
SUJETOS HUMANOS sujetos pensantes, sus cuerpos y mentes como
Y LA LIBERTAD DE UNO MISMO objetos de análisis. La densa evolución de este
proceso histórico que llega a nuestro tiem-
La antigüedad socrática ya situaba el conocer- po, y que apenas cabe en grandes volúmenes
se a sí mismo como un desafío fundamental del (Hottois, 2008), sirve aquí para enfatizar que
conocimiento. Las características particulares el pensamiento bioético se mueve en busca de
del ser humano se mencionan sintéticamente a respuestas al desafío inmemorial que es fun-
través del concepto de sujeto (Elia, 2010). Este damental para todo saber que comienza por el
término, por su etimología, significa lo que está “saberse”, conocer a uno mismo en un sentido
debajo o subyacente y escapa a la primera per- amplio.
cepción, que captura solo lo que está arriba o
subyacente, objetivo. Este carácter genérico En este sentido, el sueño del sujeto pensan-
del concepto fue considerado totalmente inútil te de dominar los objetos encuentra su crisis
por algunos filósofos, porque es inespecífico y en las verificaciones del propio conocimiento
presupone explicaciones. De hecho, el término científico sobre cuánto está la subjetividad hu-
sujeto debe complementarse con adjetivos, y mana dividida y evolutiva, porque se encuentra
en algunos idiomas significa un tema o tema en una inevitable red de interacciones con otros
de estudios y conversaciones. Pero su uso para seres humanos y no humanos. Se puede decir
el ser humano está consagrado en referencia a que esta crisis es trágica cuando las ciencias
su capacidad cognitiva, considerada específica humanas y exactas verifican cómo las dispu-
para percibir realidades, interpretar y dar sen- tas de poder y dominio entre sujetos humanos
tido a sus percepciones y llegar al fondo de las convierten sus subjetividades en el resultado de
cosas. una gran construcción social con innumerables
interferencias externas. También trágico cuan-
La asunción de un solo ser dotado de razón do analizan cómo la potenciación de subjeti-
cognitiva, inventiva y creadora, capaz de crear vidades produce un nuevo hábitat humano de
seres mentales - ens rationis - inventar instru- incertidumbres e inseguridades, como veremos
mentos, penetrar en la constitución de otros se- más adelante.
res, induce un impulso constante por la supre-

94 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
La complejidad de la condición humana así cial de cada categoría en las interacciones. La
develada en tiempos “posmodernos” (Lyotard, pandemia de Covid-19 es un ejemplo drástico
1986; Harvey, 1992) lleva a los pensadores a de este potencial, por una parte, amenazante,
entender la muerte del sujeto de esta manera pero por otra, revelador de la red vital de rela-
(Hearthfield, 2006). Pero tal muerte presupone ciones sin las cuales la supervivencia humana
una concepción de un sujeto único e inmuta- es imposible. Las pruebas de laboratorio mues-
ble, que no se verifica si se percibe la persisten- tran en nuestros días con precisión cuánto de
cia de los sujetos en la interacción constante la vida animal humana, o no, depende de la asi-
que los transforma (Foucault 2006). milación de componentes minerales y la coe-
xistencia con otros organismos para sobrevivir.
En este sentido, tres horizontes sugeridos por
Xavier Zubiri (Neves, Bernardes, Costa, 2020: Esta referencia genérica es suficiente para su-
10-11) pueden servir de síntesis en las fases gerir distintos niveles de la interactividad entre
históricas de la evolución del conocimiento seres y, en particular, en lo que afecta al ser hu-
denominado occidental: el horizonte del pen- mano y a los contextos de su libertad moral. En
samiento helénico en el que todo se mueve, y este contexto, se percibe la exigencia ética de
donde se mueve busca la inmutabilidad en las reconocer el sistema más grande, denominado
esencias; el horizonte moderno de creación y entorno del que dependen los seres humanos
producción, en el que la inteligencia humana se y en el que interactúan de manera interdepen-
entusiasma con lo que hace; el horizonte cada diente, ya que no son los únicos actores. Lo
vez más exigente para reconocer la estrecha in- trágico está en no reconocerlo; al contrario, la
teracción o imbricación entre seres humanos y solución para evitar la tragedia comienza con la
no humanos. La conocida expresión de Ortega disposición para un reconocimiento de inter-
y Gasset (1967: 52) registra la respuesta moder- dependencia constructiva.
na a la pregunta sobre quién es el ser humano
en su existencia: “Yo soy yo y mis circunstan- Precursor de la Bioética moderna en este sen-
cias. Y si no las salvo, no me salvaré a mí”. tido, Fritz Jahr en 1927 (Sass, 2007) entendió la
Bioética por la estrecha relación que une a la
Estos breves extractos sugieren que el ho- humanidad con el mundo biológico principal-
rizonte de la libertad para pensar en Bioética mente vegetal. Pero hace mucho más tiempo
requiere que el ser humano sepa integrarse e que las mitologías ancestrales como nuestras
interactuar con otros seres humanos y no hu- culturas amerindias resisten aún hoy en per-
manos. De las formas de actuar en estas rela- cibir a la Tierra como la gran Madre - Pacha-
ciones depende la existencia o muerte del ser mama - de todos los vivientes. Gaia, la diosa
mismo con su libertad. Veamos a continuación fecunda de la mitología griega responsable de
algunos elementos que componen el conjunto la vida en la Tierra, encuentra reinterpretacio-
más amplio de sujetos humanos. nes actuales en la literatura ética sobre la pro-
tección ambiental (Boff, 2015), así como en el
conocimiento científico moderno (Lovelock,
RECONOCER LO HUMANO 2006: 3-22).
INTERDEPENDIENTE CON
LOS NO HUMANOS De todas maneras, el lugar ético del ser hu-
mano con su capacidad cognitiva de interfe-
Aquí se trata de aclarar aspectos básicos de la rencia persiste como un tema central. La na-
interacción entre seres, para comprender en ella rrativa de sabiduría transmitida por los mitos
la libertad moral humana. Vale la pena partir que asigna al ser humano la misión de respeto
de la distinción resumida entre tres categorías y protección, cobra sentido en los tiempos ac-
genéricas: humanos, con sus representaciones tuales ante la evidencia sobre los beneficios de
e instrumentos; animales no humanos; mine- la vegetación al favorecer la biodiversidad, las
rales. Cada una de estas categorías se puede condiciones climáticas, la preservación de las
subdividir mentalmente en tres subcategorías: fuentes de agua, e incluso para la psique huma-
Individual - Colectiva - Organizacional. Las na. Pero estos beneficios se vuelven más claros
subcategorías sugieren la estructura y el poten- cuando se ven amenazados y perdidos por las

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


95
diferentes devastaciones de los seres, incluidos Revolución Francesa (1789) reivindica la li-
los humanos, en el Planeta que somos. La gra- bertad sociopolítica de sus ciudadanos. Fue
vedad del juego político económico actual en la un punto de ruptura con moralidades regidas
“civilización del carbono” (Bensaude-Vincent, por la heteronomía o normatividades impues-
2018: 129), los impactos climáticos letales, tas a los individuos de diferentes formas. Sch-
las políticas de devastación de los bosques, la neewind, en su voluminosa obra La invención
producción de contaminantes ambientales, el de la autonomía, aclara el largo camino histó-
abuso de plaguicidas, la contaminación de las rico que precedió a la conceptualización de la
fuentes de agua y las reservas de agua ya no son autonomía en la filosofía moral de Kant. En la
solo signos, pero una amenaza real de un co- presentación de la obra en la edición brasileña,
lapso de las condiciones de vida en el planeta se explica que el título “invención” está toma-
en unas pocas décadas. do de la inspiración kantiana del término de
Leibnitz (erdacht) traducido al inglés como in-
La encíclica papal Laudato Sì en lenguaje ventado, porque Kant buscaba respuestas a la
secular llamó la atención mundial por la fuer- cuestión de la libertad en moralidad y autogo-
za y claridad con que muestra la Tierra como bierno, dada la moral predominante fundada
“nuestra casa en común”, los vínculos de la ac- en la autoridad externa. A través de la reflexión,
ción humana con “los gemidos de la hermana descubrió la “autonomía” como un nuevo con-
tierra, que se unen a los gemidos de las perso- cepto para responder a lo que buscaba (Sch-
nas abandonadas por el mundo, con un lamen- neewind, 1999: 14).
to que exige un cambio de rumbo” (Papa Fran-
cisco, 2015). Las desigualdades sociales y la En el estudio crítico de Schneewind, el autor
devastación ambiental son como las dos caras explica desde el principio que para Kant:
de la misma moneda. Sin decirlo, esta visión de
la ecología integral sugiere alargar aún más a la La gran filosofía moral no proviene fun-
bioética global diseñada por Potter. damentalmente de preocupaciones que
surgen con la filosofía misma. Proviene
El horizonte de la libertad moral, por tanto, de estar involucrado con serios problemas
apunta a una necesidad vital de reconocerse in- sobre la vida personal, social, política y
terdependiente en este macro sistema vital. Lo religiosa. Cómo cambian estos problemas
contrario es una actitud suicida cuyos signos [... y] Cuando observamos cómo estos
quedan dramáticamente expuestos. Ante esta cambios han afectado a nuestros prede-
encrucijada, surge la pregunta sobre el alcance cesores, podemos esperar tener claridad
de la autonomía moral humana. sobre relaciones similares que nos afectan
(Schneewind, 1999: 18).
AUTONOMÍA Y LIBERTAD MORAL Sugiere así que la autonomía en la concep-
ción kantiana se afirma en referencia a situa-
La relación inseparable entre autonomía y li- ciones y contextos que varían en el tiempo, y
bertad comprende dos dimensiones importan- que la autonomía es un postulado formal de la
tes a considerar: teórica o formal y práctica o responsabilidad moral, pero que se da dentro
experiencial. de las limitaciones del vivir. En otras palabras,
la afirmación formal de la autonomía, núcleo
a) Reinterpretación teórica de la autonomía - de la responsabilidad moral, asume el conjun-
La autonomía moral de los sujetos humanos es to de limitaciones de los sujetos morales que la
uno de los principales pilares de la bioética mo- experimentan, con el fin de orientarse adecua-
derna. Formulado por Kant (1724-1804) como damente en la evaluación ética de prácticas y
un postulado de la razón, establece el vínculo conductas. Frente al postulado de la autonomía
inexorable entre la moralidad y la autonomía formal se encuentra el límite de la autonomía
del sujeto, y exige en la práctica jamás tratar al real, vivida por sujetos morales autónomos si-
otro como simple medio o instrumento. La fi- tuados en el uso de sus libertades.
losofía moral de Kant es parte de la evolución
histórica de Occidente, que en la época de la

96 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Estas declaraciones pueden representar una dos, enfatiza que la cúspide de la dominación
decepción para quienes están descontentos con se muestra cuando los oprimidos adoptan, para
esta dimensión relacional de las autonomías ellos y sus ideales, la lógica del opresor. Y tam-
morales. Pero esta concepción ya es habitual al bién que el arduo camino hacia la libertad re-
reconocer gradualidades en las responsabilida- quiere una disposición interior e inserción re-
des morales, según el grado de libertad real de lacional. “Nadie libera a nadie, nadie se libera a
que gozan los sujetos concretos. Vale recordar sí mismo: los hombres se liberan en comunión”
cómo avanza la investigación sobre las estruc- (Freire, 1987: 52).
turas constitutivas de la conciencia humana y
los procesos electivos de los sujetos morales. En definitiva, se elaboró formalmente el im-
Muchos de sus resultados ya se están utilizan- portante concepto moral de autonomía para
do a gran escala a través de algoritmos para garantizar la libertad moral de los sujetos en
inducir elecciones automatizadas que parecen sus contextos concretos. La autonomía moral
autónomas. descarta la heteronomía, es decir, la imposición
externa de normas ajenas a la razón; pero no
b) Vulnerabilidad de las Autonomías sobe- desconoce las fragilidades de los sujetos en sus
ranas - La autonomía moral es una expresión contextos existenciales, ni tampoco prescinde
justa de la dignidad humana, es un derecho so- de la obediencia a los criterios de la razón. En
cial y un requisito ético esencial para las más las prácticas vivenciales de la vida en sociedad,
diversas formas de relaciones humanas. Por la ambivalencia del ejercicio de la libertad se
otro lado, no se puede ignorar que el principio verifica de manera invasiva a las libertades de
ético de autonomía se confunde con tenden- otros sujetos. Queda por preguntarse si esta
cias graduales en la afirmación de los sujetos desobediencia a la razón no sería también una
soberanos para superponer las exigencias de expresión de libertad, o cuál sería entonces la
sus subjetividades en prácticamente todas las base consistente para la autonomía moral.
formas de relación. Incluso en el ámbito clíni-
co, la estela de la mercantilización de la salud
como bien privado deja lugar a una “medicina ESPÍRITU DE LIBERTAD EN BIOÉTICA
de los deseos” (De Marchi y Anjos, 2018: 142-
164; Kettner, 2008: 97-108) bajo la insistente La desobediencia a las exigencias de la razón
demanda de los pacientes o clientes; y la asis- que vinculan la autonomía moral con el respeto
tencia sanitaria profesional corre el riesgo de a la autonomía de los demás, demostración del
transformarse en un bien de consumo. ser humano capaz del bien y del mal, fue reco-
nocida por Kant como un problema para el qué
La vulnerabilidad de las autonomías apare- no encontraba una explicación racional:
ce directa o indirectamente en estudios como
J. Baudrillard (1981) sobre representaciones Así como nos es imposible señalar la cau-
simbólicas; L. Dumont (1987; Stolcke, 2001: sa de una propiedad fundamental perti-
7-37) sobre el surgimiento del individualismo nente a nuestra naturaleza, también so-
moderno; Lipovetsky (1989) al nombrar la “era mos absolutamente incapaces de explicar
del vacío” orquestada por el individualismo; Z. por qué en nosotros este mal ha corrom-
Bauman (1993) sobre un entorno social que pido directamente la máxima suprema,
carece de fundamentos comunes para la ética. aunque este mal sea enteramente nuestro
H. Arendt (1951; 1998), a través de la singula- acto (Kant 1794: 99).
rización; y M. Foucault (1982: 777-795; 2001)
Él reconoce ahí dos “principios”, del bien y del
a través de la subjetivación - conceptos evalua-
mal; y dice que es necesario luchar por “libe-
dos por L. Quintana (2012: 50-62) - se refieren
rarse del dominio del principio del mal” al que
al proceso por el cual los sujetos individuales y
“el ser humano está constantemente expuesto”,
colectivos son llevados a adoptar como propios
y para preservar su propia libertad, constante-
los principios e ideologías del poder en la vida
mente amenazada, es necesario que esté siem-
política, estrategia ampliamente utilizada por
pre dispuesto a la lucha” (Kant, 1794: 225). La
el populismo político. Paulo Freire, maestro
filosofía moral de Kant se desarrolló de hecho
internacional de la pedagogía de los oprimi-

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


97
a lo largo de su vida, pasando en particular por El conjunto del pensamiento de Lévinas so-
las tres “Críticas” de la razón pura (1781), la bre la conciencia moral contiene muchos otros
razón práctica (1788) y la facultad del juicio elementos (Susin, 1989: 27-109), pero de sus
(1790); y en Religión dentro de los límites de la agudas observaciones, lo que nos interesa aquí
simple razón (1784); y esto muestra cómo Kant es su planteamiento de que la conciencia moral
reconoció que estaba enfrentando un tema que comienza con la sensibilidad hacia el otro, con-
necesitaba estar más investigado (Guyer, 2021: sagrando la alteridad como una salida nece-
15-44). saria, como uma conciencia para liberarse del
encierro en la totalidad del yo. La conciencia
Para explicar esta experiencia ambivalente de moral no nace de un conocimiento que posee
la libertad interior, J. Nabert (1881-1960), un datos e informaciones, sino que es el resultado
pensador francés instigado por el problema de un con-nacimiento con el “otro” donde se
kantiano de salvar a la libertad de acción entre genera la vida. El conocimiento moral subsiste
el deber de la razón y el querer de la voluntad, a través de la sabiduría que combina el sabor en
sostiene que la libertad resulta de un “proceso el vivir, con el trabajo científico.
de espiritualización” elaborado por la concien-
cia en la coordinación de las razones y la vo- Estas reflexiones sugieren la necesidad de
luntad: “si la libertad no puede buscarse ni en pensar la libertad o autonomía moral en Bioé-
un límite de las leyes, ni en el dinamismo del tica a través de un constante “proceso de espiri-
pensamiento racional, debe buscarse en una tualización” de la conciencia en la construcción
actividad del espíritu que es la conciencia” (Na- y elección de caminos generalmente tortuosos
bert, 1924: XII). entre el bien y el mal. Es un hecho que la men-
ción del espíritu en los tiempos modernos ha
La búsqueda de respuestas a estas pregun- encontrado un ruido epistémico en el supuesto
tas implica una crítica de la antropología de de que una mención al espíritu pueda reducir
Kant en la evolución del pensamiento moder- la conciencia moral a espiritualidades religio-
no. Aprovechando de las críticas de Heidegger sas basadas en creencias y no en razones; y esto
(1927/2006) que veía cómo, por la primacía de sería naturalmente una contradicción con la
la razón sobre las experiencias emocionales y autonomía moral de la razón.
afectivas del vivir, la propuesta kantiana disocia
el ser y el viviente, Lévinas lleva adelante esta La revolución del conocimiento científico
crítica al argumentar sobre la prioridad que en Occidente encontró razones bien fundadas
surge de la sensibilidad humana, de ser corpó- para romper con las creencias religiosas, parti-
reo, que en su vivir depende de contactos si- cularmente debido a sus influjos por regímenes
tuados con otros seres con los que convive en políticos teocráticos. Esta ruptura, denomina-
el mundo. De esta manera, “la sensibilidad está da secularización, favorece la concepción de
antes que la conciencia” que nace de la sensi- que las opciones espirituales pertenecen al ám-
bilidad y en consecuencia puede ser refinada bito privado. Jünger Habermas (2007), filósofo
por la razón y el conocimiento científico. La de la Escuela de Frankfurt, en un análisis críti-
inversión de este orden somete al ser viviente co de la secularización, ofreció tres argumentos
a “con-sentir” siempre delante de una razón, y para decir que ahora estamos en una sociedad
alimenta el prejuicio de que el sentimiento y las post-secular: porque las creencias religiosas
emociones son villanos que pervierten a la ra- son un hecho sociológico influyente que no
zón. También genera una conciencia de subje- puede ser ignorado; porque ofrecen elementos
tividad desplazada desde la interioridad del ser que las ciencias no captan; porque muchos ele-
para la exterioridad del tener. En este punto, mentos de ambos son idénticos o convergentes,
pregunta Lévinas “¿el conocimiento occidental solo expresados en diferentes idiomas.
no es una secularización de la idolatría?” (Lévi-
nas, 1974: 100-110), una religión de culto laica Esta convergencia es más profunda que a pri-
o secularizada sumisa a un ídolo, con una con- mera vista, ya que las ciencias también gene-
ciencia cuya mirada “traicionando su codicia, ran creencias. Thomas Kuhn (2000: 111-116),
simplemente anticipa el gesto de la mano” (Lé- al discutir el cambio de paradigma, apunta a
vinas, 1976: 101-109). las creencias (beliefs) generadas por el conoci-

98 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
miento científico como un camino necesario de un desenlace catastrófico para el bienestar en
la revolución científica, que se da precisamente la Tierra, si persisten las prácticas devastadoras
por el cambio de creencias en busca de mayor del medio ambiente y no comprometidas con
confiabilidad, o creencias más consistentes. La el bienestar común. Por lo tanto, en un sentido
confianza es el mismo punto de convergencia totalmente secular, el entorno espiritual mere-
de las creencias científicas que de las creencias ce especial atención en la Bioética en busca de
religiosas, con la diferencia en las razones que libertad y liberación.
la sostienen; y las dos partes ayudan una a la
otra en la búsqueda de este punto en común Como consideración final, se puede apreciar
(Anjos, 2010). Al mismo tiempo, abrirse para que la Bioética no puede volverse estática en
discutir sus razones es un desafío tanto para las una sociedad compleja en constante mutación,
creencias religiosas como para las comunida- sino que le toca aprender del pasado y seguir
des científicas (Bensaude-Vincent, 2000: 208) y colaborando con conceptos creativos, críticas y
ambas tienen que luchar por la libertad frente propuestas a favor de la bien ejercitada libertad
a la presión de los intereses (Anjos, 2019: 157- moral, de la que depende el bienestar de la Hu-
185). manidad.

Las creencias religiosas y científicas se en-


cuentran por ende siempre frente a encrucija- REFERENCIAS
das donde la elección del horizonte de la con-
fianza es el resultado de la libertad del espíritu, y ANJOS, M.F., 1994, Bioethics in a liberationist
de ese horizonte elegido resultan las elecciones key, en DuBose; Edwin R.; Hamel, Ron.;
por caminos o medios. D. Lécourt, por ejem- O’Connell, Laurence J. (Org.). A Matter of
plo, a través de la filosofía concluye que para la principles? Ferment in U.S. Bioethics, Trinity
supervivencia de la propia sociedad: Press International, Valley Forge, USA, pp.
130-147.
“lo que importa es que cada uno reco-
nozca en sí mismo la parte que pertenece ANJOS, M. F., 2010, Um novo discurso religioso,
a los demás. Todo lo que va en la direc- en PESSINI, L.; SIQUEIRA, J. E.; HOSSNE,
ción de este reconocimiento favorece, en W. S., (Org.), Bioética em Tempos de Incerte-
la práctica y en la teoría, una dinámica za, Edições Loyola, São Paulo, pp. 325-339
transindividual, no digo interindividual, ANJOS, M.F., 2019, Interesses Religiosos da
que es la única que puede enfrentar los Política e Interesses Políticos da Religião, en
efectos deletéreos del aislamiento de los ANJOS, M.F.; ZACHARIAS, R. (Orgs.), Ética
individuos” (Kahn y Lécourt, 2007:34). entre Poder e Autoridade, Editora Santuário,
H. Arendt también defiende la filosofía de Aparecida, Brasil, pp. 157-185
que la espiral de violencia en la sociedad sólo ARENDT, H., 1951, The Origins of Totalitaria-
puede superarse “mediante la voluntad de per- nism, Harcourt-Brace, New York, USA.
donar y ser perdonados, de hacer promesas y
cumplirlas” (Arendt, 1981: 257). Son conclu- ARENDT, H., 1981, A Condição Humana, Forense
siones que apuntan a la trascendencia, un paso Universitária/ EDUSP São Paulo, Brasil.
de uno mismo hacia una alianza solidaria con
ARENDT, H., 1998, The Human Condition. Chi-
el “otro” en la búsqueda del bienestar en co-
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los sujetos salgan de sí mismos, que se liberen BAUDRILLARD, J.,1981, Simulacres et simulation,
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Las prácticas destructivas de la historia hu- BAUMAN, Z., 1993 Postmodern ethics. Blackwell
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VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


101
UNA MODERNIDAD COSMOPOLÍTICA:
SABERES DEL SUR Y CAMBIO SOCIAL

Eduardo Rueda

Que estamos viviendo en un tiempo de cri- 1. SOCIEDAD DEL RIESGO Y SOCIEDAD


sis profundas es hoy un lugar común. Que este POSTSECULAR
tiempo exige transformaciones de fondo en
nuestros modos de existencia parece evidente
a la vista de i) los efectos potenciales del cam- 1.1. La sociedad del riesgo
bio climático y otros fenómenos relacionados
como las pandemias de origen zoonótico, el Una “nueva figura” va deshaciendo los con-
extractivismo, la multiplicación y dispersión de tornos de la vieja sociedad industrial clásica: la
sustancias químicas en el aire, el agua y el suelo, sociedad del riesgo (Beck 1998: 16). A exponer
la deforestación, etc.; y ii) la desigualdad e ines- los argumentos que justifican esta idea dedica
tabilidad democrática crecientes en el mundo. Ulrich Beck su obra más innovadora. La nue-
Quisiera, en este trabajo, reflexionar sobre la va figura social constituye, según nos explica,
naturaleza del cambio de época que estamos una continuación y a la vez una ruptura con la
experimentando globalmente para, posterior- vieja figura. Continuación porque la sociedad
mente, reivindicar el papel renovador que, en del riesgo es el resultado de procesos de mo-
relación con los desafíos de este tiempo, están dernidad en los que, por vía reflexiva, se res-
llamados a jugar los saberes del Sur. Para ello quebrajan los “elementos constructivos de una
avanzaré en dos pasos. En el primero, quisiera tradicionalidad industrial-inmanente” (cienti-
retomar, de manera apenas panorámica, la ca- ficismo, confianza en el progreso, democracia
racterización del cambio de época ¾sociedad nacional, comprensión de la sociedad según el
del riesgo¾ que se desprende del trabajo de Ul- esquema de clases, grupos raciales y partidos);
rich Beck agregando a ella un elemento crucial ruptura, porque constituye una reconfigura-
sobre el que Habermas ha hecho hincapié en sus ción de las formas de vida comparable a la que
textos de los últimos años: el postsecularismo. ocasionó la reforma protestante, el descubri-
En el segundo, quisiera, contra este diagnóstico miento de un “nuevo mundo” y el renacimiento
sociológico de los desafíos propios del tiempo (Beck 1998: 20).
en que vivimos, examinar las particularidades
del camino emancipatorio que se propone des- “En la modernidad avanzada ¾escribe Beck¾
de los saberes del Sur. Este nuevo camino, que la producción social de riqueza va acompañada
presentaré bajo la categoría de modernidad sistemáticamente por la producción social de
cosmopolítica, entraña apuestas ético-políticas riesgos” (1998: 25). Esto ha traído como conse-
largamente anheladas (por mayor redistribu- cuencia que, en el norte global, el debate sobre
ción económica y social, y por reconocimiento las alternativas para resolver el problema de la
cultural y político) y, a la vez, transformaciones miseria material haya sido sustituido por el de-
epistémicas y éticas más amplias. bate sobre las alternativas para mitigar, trasla-
dar o compensar los riesgos. La situación en el
Sur global es más compleja. La urgencia de evi-
tar efectos potencialmente graves para la vida (a
escala planetaria) y para las generaciones pre-
sentes y futuras, como los derivados del cambio
climático o la minería de metales, sumada a la
urgencia de planificar alternativas para sofocar
la pobreza creciente, ha resultado en un incre-

102 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
mento de las contradicciones sociales. En un qué debería tener importancia” (Douglas
ambiente saturado de riesgos, los ciudadanos 1996: 35).
exigen transparencia y equidad en la distribu-
ción ya no solo de bienes materiales (vivienda, De un modo inédito, estas diversas configu-
escuela, ingreso) sino de las cargas y medidas raciones del riesgo han estimulado, por encima
de protección disponibles para enfrentarlos. La de diferencias de clase, o geopolíticas, o de par-
pandemia por Covid 19 lo ha dejado ver con tido o profesión, que definieron, a menudo al
claridad: mientras los empresarios y asalaria- interior de las fronteras nacionales, las formas
dos han insistido en la necesidad de “abrir la de agregación ciudadana en la modernidad in-
economía” los salubristas públicos y defensores dustrial clásica, el desarrollo de nuevas fuerzas
de derechos han insistido en la necesidad de sociales de cambio:
mantener “el distanciamiento social” hasta que “En el caso límite amigos y enemigos, el
las tasas de vacunación alcancen a la mayoría este y el oeste, arriba y abajo, la ciudad
de la población. Ambas demandas han resulta- y el campo, negro y blanco, sur y norte
do, como se sabe, difíciles de equilibrar. están expuestos a la presión igualadora
Los riesgos constituyen así un catalizador po- de los riesgos civilizatorios que se poten-
tente de contradicciones sociales. A menudo, cian [...] y que obligan a la humanidad
estas contradicciones se amparan en descrip- a unirse ante tales autoamenazas” (Beck
ciones naturalistas ¾sustancias que se nom- 1998: 29).
bran y se calculan, estadísticas, mapas y cifras Efectivamente, frente al cambio climático,
que establecen los potenciales de daño¾ que la pandemia y la inestabilidad democrática en
tienen “un significado completamente diferen- todo el mundo, se movilizan ciudadanos de
te para personas diferentes de acuerdo con la las más diversas procedencias (territoriales,
edad, el sexo, los hábitos alimenticios, el tipo sociales, culturales) en procura de un cambio
de trabajo, la información, la educación, etc” estructural. La dispersión global de los riesgos
(Beck 1998: 32). Los riesgos se establecen en el hace imposible, por otra parte, escapar de ellos.
saber de ellos, “y sólo en el saber pueden ser Ni el control, privado o estatal, de los medios
transformados, ampliados o reducidos, drama- de producción, ni la acumulación de bienes ga-
tizados o minimizados, por lo que están abier- rantizan la seguridad. Aunque los privilegios de
tos en una medida especial a procesos sociales clase ayuden a disminuir los daños potenciales
de definición” (Beck 1998: 28). El modo en que que ciertos riesgos cargan ¾ya sea por que fa-
diversos grupos ciudadanos procesan y produ- cilitan el acceso a servicios sanitarios de alta
cen un saber del riesgo depende entonces de los calidad, a alimentos “orgánicos”, o a viviendas
valores e intereses que tengan por prioritarios. rurales o suburbanas alejadas de la contamina-
Es sociológicamente evidente, por ejemplo, que ción¾ los riesgos, al seguir tendencialmente un
frente a un proyecto extractivo los saberes de patrón global de dispersión, ocasionan un efec-
riesgo de la empresa minera y de los defensores to igualador que estrecha “los caminos priva-
ambientales difieren sustancialmente. El saber dos de huida y las posibilidades de compensa-
del riesgo asume así formas conflictivas que ción” (Beck 1998: 42). Bajo estas circunstancias
reflejan la simbiosis entre valores y epistemes, “estar afectado y no estarlo no polariza como
entre intereses y “hechos”: poseer y no poseer” (Beck 1998: 42). En su di-
“No se trata sólo de que cada aproxima- námica de propagación, tarde o temprano, los
ción [a la evaluación de riesgos] no con- riesgos regresan a los ricos y a los poderosos,
siga dar una respuesta definitiva [sobre colocando bajo la misma bóveda de amenaza a
la cuestión de su aceptabilidad], sino que culpables e inocentes, a burguesía y proletaria-
está predispuesta a representar intereses do. Este efecto igualador compromete la salud
particulares y a recomendar soluciones y, a su vez, sustrae la ganancia. Piénsese, por
individuales. Por consiguiente, la elección ejemplo, en las muertes prematuras ocasiona-
de un método [de evaluación] es una de- das por el Covid 19 o el agotamiento de los sue-
cisión política que conlleva un mensaje los que ha resultado de su sobreexplotación: en
específico sobre quién debería mandar y ambos casos las pérdidas alcanzan a los ricos

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


103
sin que para ello hayan tenido que perder sus míticamente articuladas. Según su punto de
posesiones. vista, las sociedades modernas pueden capitali-
zar nuevos aprendizajes si se toman en serio los
Paralelamente, la expansión de los riesgos ha aportes potenciales que estas fuentes pueden
significado el cuestionamiento, epistémico y ofrecer a la deliberación pública. Si las socieda-
político, a la modernización. Para muchos gru- des modernas se toman en serio este potencial,
pos ciudadanos, que hoy se amplían significa- desmarcándose del laicismo y del cientificismo
tivamente, es la modernización, pensada como propio de una sociedad secularista, no solo de-
proceso histórico de progreso indefinido, la jarían de rechazar, por “anticientíficos”, los re-
responsable de los riesgos que hoy han alcanza- latos míticos de las religiones o de los pueblos
do todo el globo. En ese marco, tales grupos se originarios del mundo, sino que podrían apro-
preguntan por las reconfiguraciones que deben piarlos para alimentar la búsqueda de respues-
sucederse en las subjetividades ciudadanas y en tas práctico-políticas y existenciales (Haber-
la esfera política para encaminar las transfor- mas 2008). Para ello tendrían que asumir los
maciones que sean necesarias para domesticar ciudadanos, y no solo los representantes tradi-
socialmente este llamado “progreso”. cionales de tales relatos, la tarea de traducir, de
un modo que pudiera enriquecer el lenguaje y
1.2. La sociedad postsecular los sentimientos públicos, sus contenidos re-
flexivos y estéticos.
La caracterización que hace Beck de las trans-
Esta tarea normativa, así planteada por Ha-
formaciones que la sociedad del riesgo com-
bermas, tiene su correlato empírico en la revi-
porta en el saber, el alcance y rol de la política,
talización pública de propuestas emancipado-
la naturaleza de las expectativas y contradiccio-
ras que, al juzgarlas por sus contenidos, a la vez
nes sociales, y la legitimidad del progreso, re-
que quieren desmarcarse de la modernización
quiere, para consolidar el cuadro completo de
industrial, procuran la restitución de la auto-
la época en la que vivimos, de un elemento que
ridad epistémica, ética y estética de discursos,
ha sido abordado no por Beck sino por J. Ha-
y formas de práctica social, propias de cosmo-
bermas en sus textos de los últimos años. Me
visiones ancestrales e, incluso, religiosas. Es lo
refiero al postsecularismo.
que pasa, por ejemplo, con los colectivos vega-
Según Habermas (2005) un elemento distin- nos, animalistas y neochamanistas en muchas
tivo de la modernidad tardía sería, frente a la ciudades del mundo.
llamada por Beck modernidad industrial clá-
Tras este vistazo sobre las reconfiguraciones
sica, su carácter no antirreligioso. De acuerdo
sociales que, bajo la presión de los riesgos y del
con su punto de vista, tanto i) el debilitamiento
postsecularismo, van tomando lugar, tenemos
de la autoridad de la ciencia moderna ¾ante la
un cuadro en el que los elementos centrales de
conciencia pública creciente sobre el acopla-
la modernidad clásica, a saber, la univocidad y
miento inevitable entre intereses, discursos y
autoridad del saber científico; la contracción de
artefactos científico-técnicos¾ como ii) la rei-
la política al Estado-nación; el laicismo como
vindicación, por parte de muchos grupos ciu-
clave de comunicación y aprendizaje social para
dadanos, de los contenidos estético/espirituales
la toma de decisiones; la idea de progreso; y el
de diversas tradiciones (indígenas o religiosas)
esquematismo de clase, raza o partido, expe-
como guía para el diagnóstico de las patolo-
rimentan quiebres profundos. Estos quiebres,
gías del capitalismo y la realización de una vida
que definen, por así decir, otro tiempo, y que se
auténtica, hacen imposible seguir pensando el
suman, particularmente en el Sur, a problemá-
proyecto de la modernidad como un proyecto
ticas sociales persistentes como la desigualdad
secularista o, dicho más ampliamente, antimí-
y el déficit democrático, han dado bríos a nue-
tico o antirreligioso. En la modernidad postse-
vas propuestas ético-políticas. En el siguiente
cular, el aprendizaje social, sostiene Habermas,
apartado quisiera explorar las propuestas que
no puede cerrar puertas a las posibilidades in-
se movilizan hoy desde los saberes del Sur.
terpretativas que eventualmente ofrezcan las
religiones tradicionales o las cosmovisiones

104 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
2. SABERES DEL SUR Y EMANCIPACIÓN ginarios las estrellas y las piedras, el rio y la
montaña, el cuerpo y los animales, los pensa-
América Latina ha sido testigo, especialmen- mientos individuales y las plantas o cristales,
te en la última década, de cosmoéticas y cos- revelan un pensar que lo entreteje todo y en el
mopolíticas que aparecen bajo denominacio- que cada parte es a la vez expresión y agente
nes como Sumaq Kawsay o Sumaq Qamaña, o de ese pensar. Naturaleza y cultura no están, en
como Ley de Origen, o que se sugieren al usar esta visión, separados. Así lo ven, por ejemplo,
los nombres ancestrales del territorio común: los Mamos (autoridades espirituales) del pue-
Abya Yala o Amerrikúa. Su relevancia se obser- blo Kogui:
va no solo “Nosotros como pueblo hablamos del pa-
“en las transformaciones de los lenguajes dre Kalashe, ese es el padre que ordenó
mismos de la emancipación en diversos todos los bosques, todas las montañas,
movimientos indígenas y populares en que dejó ordenado con agua y con bos-
América Latina, que han encontrado que, entonces nosotros aquí en la Sierra
nuevas formas de articular lo cultural y hablamos de pensar el camino de Kalas-
lo político, lo particular y lo comunitario, he. El hermano mayor le coloca muchas
la memoria y el futuro, en abierta resis- cosas al bosque: cómo se ve, si está seco
tencia a la globalización son sus estilos de el palito, la hojita si está o no y le coloca
consumo, prácticas extractivas y lengua- todo, y así va aprendiendo nuestra hu-
jes políticos subordinados a hegemonías manidad a dividir el pensamiento, mien-
tecnocráticas” (Rueda 2016). tras que nosotros hablamos de lo general
de las cosas. Todo Kalashe es todo lo que
También se observa en procesos de configu- mueve el viento, entonces el padre Kalas-
ración política como los de Ecuador y Bolivia he es el padre de árbol, del bosque seco,
que han hecho elevado al rango de derechos verde, rojo o azulito, siempre vivimos
constitucionales los derechos de la madre tie- trabajándoles en las normas del padre
rra. Por otra parte, los lenguajes que propone Kalashe, el líder espiritual de la natura-
han alcanzado numerosos colectivos juveniles leza” (Rueda y col., 2020).
urbanos que, a partir suyo, articulan procesos
creativos, acciones solidarias, re-encantamien- El segundo rasgo, ligado al primero, consiste
tos de lo ambiental, rituales comunitarios y en reconocer al cosmos como sujeto de dere-
prácticas educativas-en-territorio, que animan chos, es decir, como entidad que exige recono-
procesos de subjetivación alternativos a, y pug- cimiento y cuidado (Gudynas 2009). Por ello, la
nantes con, las formas dominantes de cons- naturaleza reacciona, reclama, participa, guía,
trucción identitaria centradas en el consumo aconseja; no es mera pasividad (De la Cadena
y el individualismo competitivo (Rueda 2021). 2015). La pandemia, por ejemplo, constituye
una expresión de esta agencia cosmopolítica:
Son las cosmovisiones ancestrales de los pue- “Hemos hablado con varias personas que nos
blos originarios del continente las que alimen- dicen que esta enfermedad es de la Naturaleza,
tan estas búsquedas emancipatorias y prácti- y de alguna manera responde por hacerle tanto
cas sociales. Como tales, estas cosmovisiones daño a la tierra, como a los ríos, el agua, el aire”
ofrecen conocimientos sobre formas alternati- (Ramos 2020).
vas de habitar el mundo. Al ofrecer respuestas
sobre cómo vivir este saber exhibe dos rasgos Estos dos rasgos distintivos de los saberes del
principales. El primero consiste en el de reco- Sur explican sus coincidencias y divergencias
nocer como objeto de conocimiento a un cos- con los idearios emancipadores que se movi-
mos sentipensante y no inerte, es decir, a un lizan desde diversos frentes ético-políticos. Al
cosmos en el que se manifiesta un pensamiento reparar en ellas, el contenido ético-político que
y una sensibilidad, en el todo y en las partes, movilizan los saberes del Sur puede reconocer-
y que, por tanto, no es jamás mera materiali- se con claridad.
dad insensible. En contraste con la concepción
occidental predominante, para los saberes ori-

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


105
En su alcance, las propuestas cosmopolíticas Y han visto cómo los saberes androcéntricos
del Sur coinciden con los anhelos redistributi- han arrasado sus territorios. Sin embargo, no
vos del movimiento obrero o campesino. Pero comparten con dicho enfoque su extremo con-
rechazan, para satisfacer estos anhelos, cual- textualismo, según el cual toda cosmovisión no
quier estrategia que erosione los derechos de, es más que una mera construcción, un mero
y deberes hacia, la madre tierra en cada terri- punto de condensación de relaciones de saber/
torio particular. Del mismo modo, se alinean poder. Por el contrario, para los pueblos origi-
con las luchas por la garantía efectiva, para to- narios son los mitos de origen los que permi-
dos, de los derechos fundamentales, así como ten descifrar progresivamente un pensamiento
con la importancia del enfoque diferencial en Universal que es, por principio, pensamiento
la planeación y ejercicio de la política pública. unimúltiple de libertad (Eliade 1994).
Pero rechazan, al privilegiar la vida en relación
y el cuidado del territorio, concebido como en- En sus coincidencias y distancias con estos
tidad física y metafísica al que está entretejida frentes ético-políticos, estos saberes del Sur
la comunidad, el individualismo consumista y abren el camino de una modernidad cosmopo-
materialista hacia el que fácilmente se deslizan lítica. En ese camino, se encuentran, como se
las democracias liberales. indicó, con los ideales de la modernidad nor-
mativa encarnados en las fórmulas de una de-
Este rechazo no implica, sin embargo, coinci- mocracia deliberativa radical y derechos ciuda-
dencia plena con una posición comunitarista. danos plenos e, incluso, con los instrumentos
Aunque convergen con ésta en la importancia modernizadores orientados a darles a aquellos
del bien colectivo y de las virtudes como cla- poder vinculante como las Cartas Constitucio-
ves para un buen vivir, y en que la vida plena nales. Pero, como ya se sugirió, su propuesta no
requiere de marcos comunitarios ética y es- se detiene únicamente en los ideales de la jus-
piritualmente ricos, no comparte con ella su ticia. Los saberes del Sur apuestan también por
incapacidad para reconocer y acoger, como ofrecer nuevas claves de autorrealización dis-
los pueblos originarios han hecho durante si- tintas a las del individualismo neoliberal con-
glos en sus relaciones mutuas, diversos modos sumista y competitivo. Es esa apuesta, la que
y lenguajes posibles de habitar el mundo con une la justicia a la vida plena, la que se refle-
plenitud. ja en las propuestas del Buen vivir, del Sumaq
Kawsay o Sumaq Qamaña. Para el buen vivir,
Esta apertura, inherente a un pensamien- justo y pleno, es necesario desaprender enton-
to que reconoce la diversidad de los pueblos, ces lo hasta ahora aprendido. Aprender a ver
las lenguas, los rituales, las formas de alimen- el mundo no como una “necrópolis gigante”
tación, los territorios, etc., como expresiones (Jonas 2000) sino como un Cosmos sentipen-
distintas de un cosmos que es, en sí mismo, sante e integrado. Aprender, así, que el cuerpo
unimúltiple (uno en medio de numerosos es territorio y el territorio es cuerpo, que el rio
colectivos naturales y sociales, y de espacios es pensamiento y el pensamiento es rio, que los
geográficos distintos) no llega a fundirse del caminos estelares son también los caminos del
todo, tampoco, con el pensamiento que radi- tiempo. Que los humanos son parte de la tren-
caliza la contingencia de todo pensar o de toda za de la existencia, y que los mitos de origen
identidad, como ocurre con el feminismo po- son relatos de libertad pues hablan de claves
sestructuralista. De éste acoge su sensibilidad para la emancipación colectiva y, además, para
para diagnosticar, examinando los dispositivos descubrir, en nuestra intimidad, la libertad de
que enlazan denominaciones, instituciones, participar creativamente del pensamiento cós-
jerarquías y prácticas sociales, las patologías mico. Y aprender, en ese vínculo, a cuidar de
de la sociedad patriarcal/capitalista. Los pue- la tierra y sus criaturas abriéndose al diálogo
blos originarios, como las mujeres, han vivido, constructivo para perfeccionar, con otros, las
efectivamente, bajo las más crueles prácticas, a propias prácticas del buen vivir-en-un-territo-
menudo naturalizadas, de desprecio, despojo, rio (Rueda 2017). Estos son los aprendizajes so-
abuso e indolencia. Han tenido que ocultar sus ciales que la modernidad cosmopolítica apues-
lenguas. Han tenido que resistir creativamente ta por encauzar.
ante la cruz patriarcal del blanco evangelizador.

106 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Estos sentidos que quiebran las lógicas ins- BIBLIOGRAFÍA
trumentalistas y reestablecen un orden de
cuidado, son los que, desde el Sur, quieren BECK, U., 1998, La Sociedad del Riesgo: Hacia una
movilizarse para activar formas de “postdesa- nueva modernidad, Paidós, Barcelona.
rrollo”, como las llama Escobar (2011). En su
impulso, la modernidad cosmopolítica abre la DE LA CADENA, M., 2015, Earth Beings. Ecolo-
posibilidad para que surjan formas de articula- gies of Practice Across Andean Worlds, Duke
ción incluso con aquellos para quienes la tierra University Press, Durham.
no sigue siendo sino un “universo de materia DE SOUSA SANTOS, B., 2006, Conocer desde el
muerta” (Heller 1995): “In the term cosmopo- Sur. Para una cultura política emancipatoria,
litical, cosmos refers to the unknown consti- Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias
tuted by these multiple, divergent worlds and Sociales UNMSM, Programa de Estudios
the articulations of which they could eventually sobre Democracia y Transformación Global,
be capable” (Stengers 2005: 995). Esta articu- Lima.
lación, que Boaventura de Sousa (2006) llama
“ecología de saberes”, permitiría aumentar la DOUGLAS, M., 1996, La Aceptabilidad del Riesgo
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puede continuar considerándose irracional; en GUDYNAS, E., 2009, El Mandato Ecológico. Dere-
un mundo en el que el progreso, desacredita- chos de la naturaleza y políticas ambientales
do, ya no puede articular una utopía común; en la nueva constitución, Ediciones AbyaYala,
en un contexto en el que la emancipación ya Quito.
no resuelve su propósito ni en el control de los HABERMAS, J., 2005, Entre Naturalismo y Reli-
medios de producción ni en el de las meras gión, Paidós, Barcelona.
garantías sociales y políticas; en una sociedad
colocada bajo una bóveda de amenaza de la HABERMAS, J., 2008, La voz pública de la reli-
que es imposible huir, el Sur global ofrece un gión. Una respuesta a las tesis de Paolo Flores
camino que a la vez que contribuye a profun- d’Arcais, Claves de la Razón Práctica, 180,
dizar el ideario emancipador de la modernidad Madrid, 4-6.
clásica (democracia radical, principalmente
HELLER, A., 1995, Biopolítica. La modernidad y
local; derechos ciudadanos plenos) la obliga a
la liberación del cuerpo, Península, Barcelo-
distanciarse de las lógicas instrumentalistas e
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individualistas que se enquistaron durante su
fase industrial avanzada, ubicándola dentro de JONAS, H., 2000, El Principio Vida: Hacia una
un marco de cuidado del mundo que apunta no biología filosófica, Trotta, Madrid.
solo a la sustentabilidad sino a la autorrealiza-
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108 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
BIOÉTICA DESDE LAS VÍCTIMAS.
APORTES A PARTIR DEL
PENSAMIENTO DE DUSSEL

Mónica Heinzmann

“Nuestro mundo es un mundo de víctimas, de desafío la propuesta de este capítulo es indagar


personas excluidas que constituyen una nueva en los campos de comprensión y las posibili-
edición aumentada y refinada de Auschwitz. dades que nos ofrece el gran acervo del pensa-
Los excluidos constituyen el gran relato de miento crítico latinoamericano, reconociendo
nuestro tiempo. Sin embargo, sobre ellos se también sus limitaciones.
extiende un espeso velo de silencio, peor aún,
de encubrimiento, con la intención de negar su Desde su llegada a Latinoamérica, el encuen-
existencia, al mismo tiempo que se generaliza tro de la bioética con los problemas para la
una cultura de indiferencia” (Sobrino, 2001) vida de las comunidades asediadas por el de-
sarrollo capitalista y las políticas neoliberales
que generan inequidad, explotación, despojo
e injusticia, influyó en la apertura de su cam-
INTRODUCCIÓN po de estudio y de su praxis hacia una bioética
social. En este sentido se habla de una etapa de
Inmersos en la era de los grandes progresos reconstrucción o recreación de los fundamen-
científicos y tecnológicos que modifican sus- tos (Mainetti, 2007: 40). La realidad latinoame-
tancialmente las dinámicas y hasta la duración ricana exige una bioética que defienda el bien
de la vida, debemos reconocer que si conside- común, la justicia y la equidad, además de los
ramos los progresos de la medicina, la huma- derechos individuales y sociales.
nidad ha crecido y desarrollado innumerables
Actualmente la fuerza del pensamiento social
recursos tecnocientíficos. Pero también cons-
impregna la bioética latinoamericana. Concep-
tatamos que no ha progresado en la misma
tos y exigencias claves como equidad, inter-
medida en la reflexión ética sobre los mismos
culturalidad y respeto por la diversidad están
ni sobre las consecuencias que esos desarrollos
adquiriendo un lugar preponderante en las ex-
tienen en las cuestiones que atañen a la vida.
presiones y campos de acción de la disciplina.
La evidencia incontestable de un mundo lleno
Existen diversos trabajos de recreación de los
de inequidades y de pobres, dan cuenta de esta
fundamentos y de la praxis bioética, y las ca-
realidad. (Francisco, 2015). Podemos hablar
racterísticas comunes son la preocupación por
con razón de una deuda ética global y es allí
las desigualdades e inequidades y sus conse-
entonces donde la bioética tiene su lugar y la
cuencias, la exigencia de justicia y solidaridad
posibilidad de contribuir a “salvarle” la vida –y
y una actitud comprometida. Desde esta acti-
la actualidad– a la ética (Fonti, 2015).
tud y sus resultantes, que Kottow define como
Con esa motivación comenzamos nuestra “actitud confrontacional”, se fue consolidando
búsqueda, conscientes que la tarea de la bioé- una bioética de compromiso tanto individual
tica es también la de aportar a la construcción como social, que adquirió diversos matices en
de un nuevo discurso crítico y comprometido, los países de Latinoamérica y el Caribe. (Kot-
que no solo analice y explore la realidad, sino tow, 2005).
que ofrezca formas de intervención en ella pro-
Si bien la actitud confrontacional y compro-
poniendo los caminos correctos para su trans-
metida caracterizó los desarrollos y modelos
formación (Vidal, 2010: 85). Asumiendo ese
teóricos que se consolidaron en la Bioética La-

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


109
tinoamericana, mostrando su plasticidad como En este marco se sitúa nuestro trabajo, bus-
disciplina y la multiplicidad en sus vertientes, cando el aporte del pensamiento crítico de
nos encontramos ante una realidad compleja algunos autores relevantes de Latinoamérica
y muy vasta en cuanto a problemas involucra- que pueden ayudarnos en la comprensión del
dos, que exige mantener el pluralismo y la di- contexto, así como en la postulación de nue-
versidad en sus desarrollos y fundamentos. vos principios y cursos de acción para la pra-
xis bioética contemporánea. Compartimos con
Aún con los avances en el campo de la fun- Luis Justo que llegó “el momento de radicalizar
damentación y con la incorporación de ins- las críticas y replantear el sentido mismo de las
trumentos normativos extraordinarios como ideas de ciencia, salud, desarrollo, investiga-
la Declaración sobre Bioética y Derechos hu- ción y su significado para nuestra región. En
manos de UNESCO del 2005, que se fueron fin, parece haber llegado el tiempo de escuchar
incluyendo en las legislaciones, se siguen en- otras voces/voces otras”. (Justo, 2012: 10)
contrando aspectos problemáticos que requie-
ren nuevos enfoques, así como nuevos son los
sujetos y colectivos que demandan respuesta. LAS REALIDADES DEL CONTEXTO.
“Y si aceptamos que reconocer las limitaciones COLONIALIDAD
significa empezar por admitir y ver la situación
de sufrimiento y carencia de condiciones ele- América Latina constituye un escenario es-
mentales para la vida y el desarrollo humano, pecial en el contexto mundial, posición com-
se vuelve plausible la necesidad de postular un partida por algunas regiones del continente
ulterior marco de principios que impliquen africano y de Asia. Su relevancia está dada por
emancipación y liberación” (Dussel, 1998: 27). las enormes reservas de biodiversidad y de ex-
Si reconocemos que los problemas emer- presión de bienes de la naturaleza, a la que no
gentes de nuestro tiempo, atraviesan las situa- consideramos “recursos” naturales ni fuente
ciones de vidas individuales y se manifiestan de materias primas (Taddei, 2009).1 Desde la
como nunca antes de modo transversal, invo- época de la conquista, América Latina se cons-
lucrando a grandes comunidades humanas, la tituyó para el mundo en proveedor de bienes
actual agenda de la bioética deber incluir los de la naturaleza, hoy muchos transformados
conflictos sociales y socio-ambientales que en commodities. La dependencia, el capitalis-
emergen e impactan de manera directa en la mo y la globalización consolidaron un proceso
vida y la salud de las poblaciones. En ese com- que constituyó un modelo predatorio, que está
plejo escenario cobran relevancia, junto a los en la raíz de la crisis ambiental sin preceden-
derechos humanos, los derechos de la tierra y tes que vivimos en la región. Este proceso se
de la humanidad y el aporte de las tradiciones caracterizó por el despojo por usurpación y
culturales ancestrales, que nos ayudan a valo- desposesión de tierras, recursos y territorios y
rar bienes, acciones y procedimientos legiti- la implementación masiva de proyectos extrac-
matorios de las opciones públicas, políticas y tivistas a gran escala, a manos de corporacio-
morales, tanto para los presentes como para los nes transnacionales. Y en el ámbito intelectual
futuros. la globalización también pretende cooptar el
pensamiento a la hegemonía del mercado.
Al mismo tiempo no podemos dejar de ob-
servar cierta insuficiencia o limitación de las En el contexto del pensamiento latinoame-
éticas hasta ahora propuestas, y también que ricano, se cuestiona al así llamado “occidente”,
“una consecuencia de esta insuficiencia es que globalista, capitalista y a su influencia y domi-
la misma fue muchas veces connivente con el nación en lo político, económico y cultural en
ocultamiento de reclamos y la opresión de im- la construcción de un nuevo orden mundial,
portantes segmentos sociales. Se vuelve nece-
sario pensar una bioética desde y para aquello 1 La conceptualización de la naturaleza como algo radical-
que queda a menudo al margen de los sistemas mente separado y externo al hombre, fue la puerta abierta
y del reconocimiento institucional” (Fonti, que permitió la implementación de sistemas productivos
2014: 64). basados en su explotación ya desde los tiempos de la co-
lonia (Taddei, 2009).

110 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
liderado inicialmente por las potencias eco- PENSAMIENTO LIBERACIONISTA
nómicas centrales, pero cada vez más por las Y ÉTICA DE LA LIBERACIÓN (EDL)
potencias transnacionales de corporaciones y
financistas. Lo que se conoce como pensamiento libera-
La influencia de la colonialidad, emergente cionista latinoamericano surge “en el esfuerzo
del colonialismo en su modelo hegemónico de por filosofar desde las necesidades –priorita-
poder, atraviesa temporal y espacialmente al riamente sociales y políticas– de esta región
colonialismo histórico y mantiene muchas de geocultural y con el horizonte del proyecto que
sus estructuras de explotación, control y domi- lleva por nombre más abarcador y aceptable:
nación gracias a “una lógica oculta tras el dis- nuestra América” (Cerutti Guldberg, 2003: 31).
curso de la salvación, el progreso, la moderni- En este marco, elegimos algunas de las ideas
zación y el bien común” (Mignolo, 2007: 32). de Enrique Dussel, uno de sus principales ex-
Incluso en la actividad bioética, el mecanismo ponentes y representante de lo que él mismo
de la colonialidad es también verificable como llama “Transmodernidad”, como perspectiva
estrategia de dominación, ocurre por ejemplo epistemológica decolonizadora. Dussel es autor
cuando se imponen normativas éticas en el de una propuesta ética original, en la cual jun-
campo de la investigación en seres humanos to a la denuncia y la crítica al sistema, propone
desarrolladas en países centrales y manipula- un nuevo entramado de principios éticos. Su
das a favor de los intereses de las corporaciones objetivo es cimentar una praxis liberacionis-
farmacéuticas por sobre el interés y los dere- ta, cuyo fin último es lograr una vida buena en
chos de las personas de países periféricos y en comunidad. Dussel denuncia al sistema impe-
situación de vulnerabilidad (Pfeiffer, 2004). rante que impone parámetros a todo el planeta.
La cultura dominante, sustento del neolibera-
El giro descolonial implica una forma de pro- lismo y de la globalización, se presenta incluso
ducción de sentido que remite a la experiencia como la que puede definir qué es el bien y qué
generada por la diferencia colonial. Las diver- es mal, qué es humano y qué es correcto, y has-
sas construcciones que se inscriben en el pro- ta cuáles son las condiciones y posibilidades de
yecto descolonial conducen a la recuperación realización social o individual. La realidad de la
de aquellas “categorías negadas” propias del exclusión hace necesaria una nueva ética, con
pensamiento y la praxis social de la periferia, validez universal y capaz de dar una respues-
desde los distintos niveles constitutivos del ta material, en la perspectiva de ser efectiva y
ejercicio de la colonialidad: poder (político y factible. Si la ética, y en particular la bioética,
económico), saber (epistémico, filosófico, cien- pueden contribuir a la exigencia urgente por la
tífico y estético-discursivo) y ser (subjetividad supervivencia humana, la crisis ecológica pro-
y construcción de la alteridad). La descolonia- vee el mejor ejemplo, ya que la conciencia ética
lidad como línea de pensamiento, colectivo de de la humanidad y sus dinámicas consecuentes
acciones y urdiembre de saberes, “parece impo- se enfrentan a los efectos devastadores del ca-
nerse como una necesidad ética y política para pitalismo bio-tecnológico. “La ética deviene en
las ciencias sociales latinoamericanas” (Castro el último recurso de una humanidad en peli-
Gómez, 2007: 21). gro de auto-extinción” (Dussel, 1998: 568). Ella
se presenta como “actualización de una tradi-
El patrimonio cultural y epistémico latinoa- ción milenaria que se contrapone al cinismo
mericano con tradiciones ancestrales, manifes- del capitalismo globalizador, quien se pretende
taciones y diversidades, mantiene un perenne el máximo exponente de la ciencia y la razón,
flujo de reflexiones y saberes. En esa línea y en siendo en verdad una decadencia ética, irracio-
esa tradición se inscribe la necesidad de pro- nal e insensible al dolor de las víctimas”. (Dus-
yectos alternativos, inclusivos y descoloniales, sel, 1998: 635)
también para la bioética.
En su intento de atravesar el discurso de la
modernidad, Dussel se sitúa en lo que nos está
dejando su agotado paradigma en sus expre-
siones culturales, económicas y geopolíticas:

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


111
las víctimas de la globalización y la exclusión. los nuevos movimientos sociales y socioam-
“Al negar la inocencia de la Modernidad y al bientales que luchan en pos de reivindicaciones
afirmar la Alteridad de “el Otro”, negado antes de diversos tipos pero especialmente ambien-
como víctima culpable, (se nos) permite des- tales y de género. El propósito y la razón de la
cubrir por primera vez la “otra-cara” oculta y ética de Dussel está en sostener, fundamentar
esencial a la Modernidad: el mundo periférico y legitimar esas luchas “(…) pudiendo dar una
colonial, el indio sacrificado, el negro esclaviza- cierta orientación desde criterios y principios
do, la mujer oprimida, el niño y la cultura po- éticos, en la cotidianidad, para el ejercicio de
pular alienadas, etcétera (las víctimas de la Mo- la praxis de liberación desde las víctimas, de
dernidad) como víctimas de un acto irracional normas, acciones, microestructuras, institu-
(como contradicción del ideal racional de la ciones o sistemas de eticidad, sin deber esperar
misma Modernidad)” (Dussel, 2005: 49-50). el tiempo de las revoluciones cuando estas son
imposibles.” (Dussel, 1998: 13)
Se trata de “pensar desde el sufrimiento de
las víctimas” donde lo importante no sería la Es importante destacar la diferencia entre
experiencia compasiva del sufrimiento y el emancipación, que atañe a ejercer los derechos
consiguiente empuje utópico para superarlo, que ya se tenían, y “liberación” que significa al-
sino sobre todo la posibilidad de ejercer el de- canzar un estado que nunca se tuvo. La “praxis
recho a la diferencia frente a cualquier proyecto de liberación” para Dussel, es la que deconstru-
universalista, desde la defensa de los derechos ye un sistema injusto, y crea un nuevo sistema y
de las minorías marginadas y de los excluidos el paradigma de la liberación constituye el tema
por los poderes hegemónicos (Beorlegui, 2004: de una nueva filosofía, que mundializa la re-
700). flexión crítica y se hace presente en los lugares
que conforman el Sur epistemológico y geopo-
Si bien la Ética de la Liberación se publicó lítico. (Dussel, 2016: 203)
en 1998, mantiene su actualidad. Lo que para
Dussel se inscribe en el fin de la “Modernidad”, La referencia a “liberación” tiene diversas crí-
tiene particular resonancia en este tiempo de ticas y objeciones. Sin embargo, aún cuando
crisis del Antropoceno que vivimos, en el senti- hay quienes sostienen que la liberación debiera
do geológico y biológico, entendiéndolo como ceder el lugar, que es el momento de acciones
el tiempo en el que la humanidad y su carga funcionales, reformistas y posibilistas, Dussel
sobre la tierra se convirtieron en una fuerza de plantea precisamente la necesidad de una éti-
impacto mayor. ca de la liberación desde las víctimas, desde los
pobres, desde la exterioridad y la exclusión. Lo
Dussel reconoce que “nos encontramos hace “en medio del terror de una espantosa mi-
ante el hecho masivo de la crisis de un ‘siste- seria que aniquila buena parte de la humanidad
ma-mundo’ que comenzó a gestarse hace 5000 de fines del siglo XX junto con la incontenible y
años y que se está globalizando hasta llegar al destructiva contaminación ecológica del plane-
último rincón de la Tierra, excluyendo, para- ta Tierra” (Dussel, 1998: 15).
dójicamente, a la mayoría de la humanidad”
(Dussel, 1998: 11). El fenómeno de las mayo- El enfoque dusseliano es ético-político y se
rías excluidas del sistema y víctimas del mismo, sustenta en una construcción pluri-principial.
se profundizó en este siglo con nuevas carac- En la primera parte de su EDL del 98, expone
terísticas: el drama de los migrantes y las víc- los fundamentos para una ética crítica: el mo-
timas de catástrofes naturales, de pandemias y mento material, el formal y la factibilidad. En la
sistemas extractivistas depredadores, que afec- segunda, explica el trabajo crítico de la ética, a
tan sobre todo a las poblaciones más pobres y través de aquellos principios que fundamentan
ya vulneradas del planeta. las prácticas liberadoras: crítica ética al sistema
vigente desde las víctimas, validez antihegemó-
En este contexto observamos la emergencia nica de la comunidad de víctimas y el principio
de colectivos de víctimas, que se organizan y liberación. También utiliza en su construcción
constituyen comunidades críticas. Estas comu- la distinción de “momentos”, que aportan se-
nidades de víctimas se ven caracterizadas por cuencialidad al entramado.

112 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Descontando los riesgos y limitaciones de El revalorado principio de la corporalidad
cualquier esfuerzo de síntesis, presentamos al-
gunos aspectos de la EDL, que consideramos Dussel propone como descripción inicial del
aportes valiosos a la bioética latinoamericana. principio material y universal de la ética: el
El momento material de la ética o primer “principio de la corporalidad, como “sensibili-
principio dice que “El fin primero de todo acto dad”, que contiene el orden pulsional, cultural
ético es la producción, reproducción y desarro- valorativo, (hermenéutico-simbólico) de toda
llo de la vida humana, concreta de cada sujeto norma acto, microfísica estructural, institución
ético, en comunidad”. La ética de la liberación o sistema de eticidad“. (Dussel, 1998: 140).
es una ética de la vida y lo es desde la perspec- La corporalidad se constituye en un enun-
tiva de todas las vidas, en especial desde la pre- ciado normativo de verdad práctica y con pre-
cariedad de la vida y el riesgo de perderla, des- tensión de universalidad. La corporalidad es
de el lugar de la vida amenazada, vulnerada: el nuestro modo de ser y estar en el mundo, nos
ámbito de las víctimas. Dussel plantea esta de- permite estar en relación con todo lo que exis-
nominación analógica (metafórica) para los di- te, con los demás y con lo demás. Es expresión
versos frentes de lucha por el reconocimiento. elemental de la vida y condición de toda otra
“No hay ningún sistema de vida que no tenga experiencia humana, antecede todo horizonte
víctimas, siempre habrá oprimidos dentro del cultural, axiológico o simbólico, y se muestra
sistema o excluidos, fuera del sistema”. (Dus- como realidad elemental (Dussel, 1998: 119).
sel, 1998: 375). Para Dussel las víctimas son un
“otro en algún aspecto negado-oprimido... y Asumir entonces la materialidad negada de
afectado-excluido” (Dussel, 2011: 417) ese otro los cuerpos ya sometidos a los intereses del
respecto al que lo niega, oprime o excluye tam- mercado, significa plantear un punto de parti-
bién es otro para quien como intelectual debe da que condensa aspectos emocionales y cog-
pensarlo como protagonista de la vida humana nitivos, con la finalidad de la preservación de
en comunidad, y por ello debe tomarlo como la vida. Esa materialidad, permite afirmar que
compromiso ético, debe hacerse responsable de antes que un problema de organización del dis-
esos muchos que son oprimidos o negados y la curso, se trata del problema ya acontecido del
forma en que esto se produce. daño causado o en ciernes como lo es la vida
amenazada. (Fonti, 2017b: 76)
Si un sistema ético parte de la vida de los ex-
cluidos, oprimidos, perdedores, desde las víc- La vida humana en su corporalidad es el
timas –entendiendo que son víctimas porque modo en que se manifiesta la realidad del ser
fueron puestos en esa condición por otros-, ético. La negación del cuerpo en favor de un
podemos afirmar que comprende a todas las alma descorporalizada, desde el dualismo de
vidas. Y si concebimos esas vidas como cuer- los griegos (cuerpo-alma) hasta la ética kantia-
pos: de pobres, de niños desnutridos, de mu- na (cuerpo-conciencia) se afianzó en el pasado
jeres golpeadas, de negros, de indios, de enfer- en contra del cuerpo. A esta tradición dualista,
mos, entonces ese punto de partida no tiene Dussel opone una tradición de pensamiento
excepciones, pero sí tiene prioridades: los des- que concibe la restitución del cuerpo, desde la
cartados del sistema imperante. Una bioética, tradición semita-musulmana hasta las neuro-
basada en un sistema ético que prioriza a las ciencias contemporáneas.
víctimas, a los excluidos, a los muchos colec- La corporalidad se muestra como un espacio
tivos que demandan reconocimiento frente a significativo para un tipo de conciencia relacio-
una cultura que los descarta contribuiría a con- nal más holística. Más radical que el concepto
solidar una perspectiva crítica hacia los siste- de persona, el cuerpo aparece como criterio
mas que excluyen y discriminan y una apertura mínimo de localización en un único esquema
a repensar sea los contenidos que las praxis de espacio-temporal. No se trata entonces de un
la disciplina. segundo elemento (cuerpo como correspon-
diente inferior del alma, como en Descartes)
sino un referente único con implicancias físicas

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


113
y psíquicas (Fonti, 2017: 55). Es en el cuerpo de la sensibilidad, los sistemas de opresión no
las víctimas donde se manifiesta la afectación recurren simplemente a la conciencia sino a
de los sistemas de opresión. Desde esa perspec- la coaptación de la corporalidad colonizando
tiva buscamos una reinterpretación del senti- la sensibilidad y domesticando el deseo entre
do de reconocimiento y universalidad. Es en el otras dimensiones de la vida humana. “La sola
cuerpo que se sufre, se enferma, se es tortura- conciencia crítica es impotente ante un gusto
do, violentado, son las del cuerpo las deman- colonizado” (Asselborn, 2009: 51)
das no atendidas por los actores sanitarios; es
el cuerpo el que no tiene abrigo o carga con los
pesos del agobio y el hambre, o donde se pade- EL TEMA DE LAS VÍCTIMAS.
cen las consecuencias de las fumigaciones y de LA MEMORIA Y LOS DERECHOS
la contaminación. Es el cuerpo del otro que me
manifiesta su vida y su realidad. Pensar desde Para adentrarnos en la caracterización de esta
la corporeidad como fuente de criterios para la propuesta, es necesario partir desde el recono-
bioética permitiría que esta sea no solo solida- cimiento responsable de los diversos sujetos
ria sino liberadora. involucrados en las decisiones bioéticas, y en
particular desde la perspectiva de quienes han
La idea de corporalidad es fundamental in- sido y son víctimas de sistemas, de modelos de
cluso para entender los mismos derechos hu- producción y explotación y hasta de institucio-
manos: los derechos del hombre corporal son nes, donde no solo se vieron afectados sus de-
los auténticamente humanos. Para Hinkelam- rechos sino también sus cuerpos y su subjetivi-
mert (1998) los derechos sin cuerpo, de las per- dad. “Reconocer que existen víctimas y que las
sonas meramente jurídicas son los derechos del víctimas no pueden desarrollar su vida ni parti-
propietario. Los derechos humanos son dere- cipar en las discusiones de un modo simétrico,
chos específicos del ser humano, un ser natural nos pone en la obligación de una visión crítica,
y corporal, que incluye las perspectivas emo- que conlleve además a deconstruir y recons-
cionales, relacionales, psicológicas, culturales, truir las normas, cuestionar las instituciones,
espirituales y trascendentes con todas impli- los marcos de pensamiento y las biopolíticas
cancias. que condujeron a esa opresión” (Alessio, 2012).
Cabe mencionar aquí la necesaria inclu- Han sido las víctimas quienes impulsaron las
sión de la perspectiva estética, constitutiva de principales conquistas de derechos. “Son las
la corporeidad humana y la relativa al ámbito víctimas, cuando irrumpen en la historia, las
sintiente –percepción, intuición, emoción, me- que crean lo nuevo” (Dussel, 1998: 495). Lo que
moria… - reclamada no solo desde el horizonte la víctima añade al conocimiento de la realidad
liberacionista, sino también desde otras cons- es la visión del lado oculto o, mejor dicho, del
trucciones paradigmáticas, como el buen vivir lado ocultado, silenciado y privado de signifi-
o los nuevos desarrollos de la medicina que cación.
atañen a la influencia de lo emocional en los
procesos de salud y enfermedad. Y se incluyen “La ética del siglo XXI en adelante, tiene
también todas las proyecciones que constitu- que hacerse siguiendo el ejemplo del ángel
yen lo humano y exigen derechos, el derecho de la historia, de Paul Klee: con la mirada
a vivir corporalmente como humano, con las puesta en las víctimas del tiempo. Si reti-
dimensiones biológicas, relacionales, afectivas, ramos la mirada del dolor de las víctimas
creativas, místicas, religiosas y todas las que dejamos de alimentar el pensamiento que
dan sentido a la vida configurada en un tiem- nutre la verdadera ética… el pensamien-
po y un espacio. Desde esta mirada, la bioética to ético que propugnamos quiere hacerlo
como la pensamos desde América Latina, se mirando, o mejor, dejándose mirar e in-
vería enriquecida por la estética y la reflexión terpelar por las víctimas que produce la
sobre otras dimensiones vitales. No es suficien- barbarie de la civilización. Pensar desde
te la conciencia crítica, es necesario rescatar el el dolor de las víctimas produce una ver-
cuerpo. No hay liberación de las conciencias dadera revolución ética. Surge una ética
(subjetivas o intersubjetivas) sin liberación de que no tolera la presunta imparcialidad

114 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
ni formalismo de las éticas comunicati- ye en un ‘criterio fundamental’ que permitiría
vas ni del liberalismo rawlsiano. Se sitúa ‘trascender’ los espacios culturales particulares
en la sociedad, en la relación con el otro, y que serviría como principio crítico, como
la víctima, que interpela desde su mirada fundamento ético, tanto al interior de las cul-
y sienta ya desde el inicio la responsabili- turas como en el proyecto inter-cultural. (Zie-
dad como primer paso ético que induce a linski, 2013: 103).
cargar con su suerte. En la respuesta a la
interpelación del otro nace la libertad y
no antes”. (Mardones, 2003: 7). ¿PUEDEN LAS VÍCTIMAS
SER SUJETO ÉTICO?
En esa tradición se inscriben innumerables
situaciones y colectivos que llegan a nuestros Sabemos que la ética como filosofía práctica
días con matices diversos. Los grandes protago- ha mirado el comportamiento humano desde
nistas, tanto de la opresión como de las reivin- las virtudes, los valores, los principios, el bien,
dicaciones en nuestra América, son las mujeres la justicia. El sujeto ético para ese horizonte
y los indígenas. La presencia de las mujeres en de valores y principios solo puede ser un in-
el universo de las memorias activas otorga ca- dividuo humano libre, racional e idealmente
racterísticas ineludibles que nos alcanzan con pensante. Ante esta constatación, la pregunta
una matriz emblemática e incluso cálida. Una que nos cuestiona es: ¿dónde quedan los otros
figura paradigmática es la mujer que no pue- humanos, dónde quedan los vulnerados, mar-
de olvidar a sus hijos, que mantendrá viva su ginados, descartados, los oprimidos? ¿Acaso
memoria siempre; porque para ella la respon- estos son solo receptores de la acción benefac-
sabilidad no es siquiera racional, ni crítica ni tora, solidaria o caritativa de los libres, los capa-
convencional; está en su cuerpo, en su ser, que ces? Al enfocarnos en las víctimas como sujeto
se hace cargo de la vida. Nos vuelven las imá- ético se mueve el “desde dónde” en la praxis
genes icónicas de las madres de Plaza de Mayo y el pensar ético. Pensar desde el sufrimiento,
y de las que cuidan la memoria de los muertos desde el dolor, desde la marginalidad, sitúa la
de los atentados a la AMIA en Argentina, las reflexión ética en un lugar muy preciso, donde
que gritan y reclaman en Palestina, en Israel, todos están involucrados; porque el sustrato y
en Guatemala, en México, las que manifies- el umbral para la reflexión y la praxis ética no
tan en el pueblo armenio, en Afganistán, en la excluirá a nadie, incluye a todos, aún a quienes
India, en el Congo… y la lista no termina. No no están en condiciones de ser interlocutores
se trata allí de vengar nada, sino de cuidar lo racionales, ni miembros de las mesas de discu-
irrecuperable, y por eso mismo indestructible. sión porque ni siquiera se los considera sujetos
Es también poner el cuerpo por el otro, gratui- morales. (Heinzmann, 2019: 64).
dad del amor, otro sentido de justicia que cues-
tiona la justicia instituida. (Rabinovich, 2003: Ocuparse de las víctimas como sujeto ético
70). Es allí que la perspectiva de las víctimas es un planteo fuerte y complejo, en primer lu-
se abre desde la memoria, la comprensión y la gar para la misma ética. Cuando las víctimas
incorporación de otros sentidos que desfondan acceden a espacios de discusión “su planteo
la racionalidad y la crítica, e incluyen nuevos no es teórico sino carnal, no es una mera po-
horizontes éticos, que reclaman sensibilidad, sición ideológica, es un clamor existencial, es
intuición, solidaridad, fraternidad, relaciona- un grito de indignación” expresado desde un
lidad. Otros paradigmas, esos que se adeuda espacio-tiempo en que se identifica un daño
todavía nuestra humanidad. insoslayable. (Fonti, 2017: 51).

La memoria histórica de las víctimas consti- Esto significa detectar y priorizar el daño
tuye también el “ethos” propio de los derechos producido por toda acción e institución, pero
humanos. Reconocerlo nos acerca un primer al mismo tiempo dejar aparecer la pregunta
criterio de universalización de los mismos. La deontológica: ¿Por qué y desde dónde estoy
“experiencia trágica” de la guerra y el avasalla- moralmente obligado? ¿Puedo estarlo desde
miento de la dignidad humana, está plasmada un planteo meramente racional? ¿Acaso debe-
en la memoria de las víctimas, que se constitu- mos ser samaritanos para vivir éticamente? ¿La

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


115
ética entonces quedaría en ese caso destinada LA PROPUESTA DEL BUEN VIVIR
únicamente a quienes asumen una conducta
o una actitud de vida caritativa, compasiva o Una consideración particular merece el enun-
religiosa? ¿Se puede plantear desde una visión ciado de la EDL cuando propone que quien
“humanista” la posibilidad de que las víctimas actúa éticamente debe (como obligación) pro-
se constituyan en un “sujeto ético”? Es cierta- ducir, reproducir y desarrollar auto responsa-
mente más que la propuesta de “discriminación blemente la vida concreta de cada ser humano,
positiva” para con los sectores menos favoreci- en una comunidad de vida desde una vida bue-
dos en la ética de Rawls. Significa asumir en el na cultural e histórica (…) Que se comparte
discurso la protección proactiva de intereses, y pulsional y solidariamente teniendo como re-
ante todo de corporalidades en sentido amplio. ferencia última a toda la humanidad. (Dussel,
¿Qué tipo de consecuencias supone asumir 1998: 140). La expresión de Dussel abre la pre-
esta perspectiva? ¿No se podría pensar que las gunta sobre qué se entiende por “vida buena”.
víctimas asumen un rol de universal concreto, Cuestionamiento necesario y promisorio, que
en tanto su particularidad no sólo es señal del nos permite vincular la propuesta planteada
daño operado dentro de un sistema, sino ade- por la EDL con otras construcciones desde el
más representación de un mal en estado de ex- pensamiento latinoamericano, como la del
pansión? (Fonti, 2017b: 77). Habermas afirma “buen vivir”, en sus expresiones regionales,
que la indignación ante situaciones injustas se suma kausay, suma qamaña, que promueven
apoya en un contenido cognitivo, por lo que la un nuevo enfoque a la realidad de vivir y vivir
reacción negativa frente a las víctimas como en comunidad. (Farah, 2011). Esta vinculación
motor de reconocimiento y acción ética no es podría acercar una actualización situada a la
algo ajeno a la racionalidad (Habermas, 1996: propuesta ética liberacionista.
66), sin embargo pareciera que esa racionali-
dad no alcanza. El buen vivir es una construcción paradig-
mática y constituye una genuina alternativa
Si los sistemas dominantes son insuficientes histórica en este crucial periodo histórico del
para alcanzar consensos válidos, la propuesta mundo (Quijano, 2010). Promueve un cam-
de Dussel consiste en dar lugar a los excluidos bio de paradigma, porque genera una ruptura
del sistema, en un nuevo ejercicio consensua- epistemológica con el pensamiento occidental
dor, con vistas a conformar una nueva etici- hegemónico. A diferencia del capitalismo que
dad, en la que los excluidos se conviertan en pone al capital como centro referencial y del
partícipes y protagonistas en el trabajo por los socialismo que coloca al ser humano en el cen-
intereses comunes. Este paso comportaría para tro, el buen vivir tiene como centro referencial
quienes se involucran, un proceso de “hacerse “a la vida”, pero no en términos genéricos ni in-
cargo de la realidad” a la par de quienes la su- dividuales, sino “la vida en relación” de todos
fren en sus cuerpos, y de responder por el otro, los seres, o podríamos decir también una rela-
ese al que vulneraron sus derechos, generando ción armoniosa entre los seres humanos indi-
un compromiso ético que supera la solidaridad vidual y colectivamente y con la naturaleza. Es
y que tiende a transformaciones estructurales y una alternativa orientada a rehacer la vida so-
de justicia auténtica, donde quienes son o fue- cioambiental a partir de la solidaridad humana
ron víctimas deben participar como iguales en y con la naturaleza, en todas las dimensiones
un nuevo momento, un nuevo orden político. de la existencia social, que incluye el cuestiona-
Dussel alude a ese nuevo orden como la rebe- miento a las ideas convencionales de progreso
lión de los pueblos oprimidos y excluidos de la y desarrollo, la descolonización de los saberes y
periferia con un nuevo postulado: Alteridad, otra ética para reconocer y asignar valores. Se
Solidaridad, Liberación (Dussel, 2006: 179). resignifica el conocimiento popular y la aper-
tura a la diversidad para poder encontrar otros
saberes y se preconiza una ruptura epistemo-
lógica con el pensamiento occidental hegemó-
nico, hacia una “ecología de saberes”. (Souza
Santos, 2010: 55). También aquí, los grandes

116 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
protagonistas en estas dimensiones son las mu- y contextual en pos de restaurar las asimetrías
jeres y los indígenas. entre los ámbitos comprometidos y generar
mejor convivencia.
Este “buen vivir” se aparta del ethos occi-
dental en varios sentidos. Su objetivo no está Con respecto a la figura del bioeticista, se
en asegurar “mejor vida”, sino en construir una piensa en un actor social que puede contribuir,
vida buena para todos los miembros de la co- no solo en las clásicas cuestiones del quehacer
munidad, a través de los medios y herramien- bioético de las relaciones sanitarias, sino tam-
tas que posibiliten mejor convivencia, inte- bién en las situaciones que atañen a lo público, y
rrelación, interacción en armonía, los acentos se verifican en los movimientos sociales, las or-
están en lo comunitario y la relacionalidad. Los ganizaciones territoriales y colectivos ambien-
fundamentos incluyen otra relación con la na- talistas. Éste debiera ser una persona formada
turaleza, que tiene derechos, comprende la jus- en bioética que pueda acercarse a la realidad,
ticia ambiental, y entiende la integralidad de la analizarla y hacerse cargo responsablemente de
vida y la salud de la tierra como una sola salud. participar, orientando argumentativa y prácti-
En esa línea de praxis y pensamiento, el lugar camente las decisiones bioéticamente influyen-
y la defensa del bien común y de los bienes co- tes que tengan impacto en lo social y público.
munes se presentan asociados a los derechos Esto no desconoce que “haya dilemas de índole
humanos (Petrella 2009). privado que reclaman la pertinencia bioética,
pero afirma la necesidad, a la hora de plantear
políticas públicas, de mostrar que las mismas
CONSECUENCIAS METODOLÓGICAS tienen siempre incidencia en lo privado, y que
Y PRÁCTICAS lo privado requiere de modos de legitimación y
protección públicos” (Fonti, 2015: 190).
Si aceptamos que las víctimas pueden tener
un lugar en nuestro horizonte bioético y que Surge aquí el planteo por el reconocimiento
los más perjudicados y vulnerados por nues- y la legitimidad de estos profesionales. Proba-
tras acciones depredadoras tienen algo para blemente “la representación existencial garan-
decirnos y contribuir a nuestros modos de tiza que las voces representadas tengan una
hacer bioética en el presente latinoamericano, mayor legitimidad ‘material’ que va más allá
ese aporte podría marcar una nueva etapa de de la sola representatividad de índole formal”
compromiso con la realidad de la comunidad (Fonti, 2015: 191) y esto significará algún tipo
planetaria. Lo haría desde una perspectiva bio- de identificación “existencial” con la realidad
céntrica, donde la bioética, además de ser un en cuestión.
método de deliberación y diálogo, una discipli-
na de estudio, un conjunto de normativas para CÓMO APLICAR LA PERSPECTIVA
la promoción y exigencia de derechos, podría DESDE LAS VÍCTIMAS EN UNA
ser una herramienta concreta de transforma- SITUACIÓN CONCRETA
ción, epistémica, pragmática y cultural. Y tam-
bién podría incluir el aporte de un tipo nuevo
de bioeticista comprometido. Nuestra realidad latinoamericana nos mues-
tra una problemática socioambiental compleja,
Desde el enfoque metodológico esta pers- caracterizada por procesos productivos de tipo
pectiva puede acercar nuevos elementos de predatorio, extractivistas, de acumulación por
análisis, principios, valores y herramientas que desposesión y devastación de territorios, bie-
incluyen: resignificar la perspectiva de la cor- nes comunes y comunidades. Este tipo de ma-
poralidad y la bioestética, los derechos de las triz productiva dio origen a multiplicidad de
personas en relación con los de la naturaleza, conflictos socioambientales, que potenciaron
la justicia ambiental entramada con la social, las luchas ancestrales por la tierra, de la mano
y el enfoque ecocéntrico y relacional. También de los movimientos indígenas y campesinos; así
aportaría alternativas tendientes a empoderar a como el surgimiento de nuevas formas de mo-
los excluidos, acompañar los procesos de mo- vilización y participación social y ciudadana,
vilización y acción a nivel social, legal, político centradas en la defensa de los bienes naturales,

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


117
la biodiversidad y el ambiente. Constituyen un abortos, de trastornos reproductivos, endócri-
nuevo fenómeno social en nuestra América. Y nos, inmunológicos, neurológicos, y aumento
a su vez, tenemos que reconocer que la cues- de prevalencia de tumores en las poblaciones
tión ambiental se fue convirtiendo en el nuevo afectadas (Heinzmann, 2011). Los estudios epi-
campo de batalla para los derechos humanos y demiológicos y clínicos se suman a los recla-
que estas situaciones conforman el nuevo esce- mos de las organizaciones y de los pobladores
nario de guerra a los pueblos pobres2. de pueblos fumigados y, no obstante las reco-
mendaciones de documentos internacionales
Nos enmarcamos en la situación de crisis ci- que insisten en la importancia y aplicación del
vilizatoria, dominada por la ruptura de la rela- Principio Precautorio; las políticas de nuestros
ción armoniosa entre hombre - sociedad y na- países mantienen una posición favorable al
turaleza y sus consecuencias. Podríamos tomar modelo productivista extractivista en conni-
en consideración para el análisis ético bioéti- vencia con las corporaciones transnacionales
co varios de los problemas socioambientales que las promueven.
vinculados a las intervenciones extractivistas,
como la megaminería o los desmontes sistemá- Con esta breve caracterización de la reali-
ticos y la deforestación con destrucción de la dad se destaca con evidencias que la vida está
biodiversidad y las poblaciones originarias o los amenazada, la vida de la comunidad biótica y
sistemas de producción agroindustrial. Se ana- la salud global. Y que hay víctimas: personas y
lizará esta última por nuestra vinculación terri- ecosistemas, afectados por sistemas impuestos
torial: República Argentina. Observamos resul- e injustos. Es insoslayable también que las vícti-
tados ambiguos de este tipo de producción en mas no son solo las vinculadas territorialmen-
nuestra región: riqueza y miseria, renta y enfer- te, lo somos todos de alguna manera, cuando
medad, cultivo y deforestación. Por otra parte, tomamos agua contaminada y consumimos ali-
el sistema agroindustrial es el principal factor mentos con venenos de fumigaciones. Lo que
responsable de la desaparición y fragmenta- afecta a una parte de la comunidad biótica, tar-
ción de hábitats, la degradación de suelos, de de o temprano repercute sobre las demás, todos
bosques y praderas y de la pérdida de biodiver- estamos interconectados.
sidad del planeta. Sus efectos y consecuencias
involucran una crisis de sustentabilidad e irra- Es un dilema ético que denota creciente com-
cionalidad en el uso de bienes comunes con im- plejidad porque son muchas las perspectivas
pacto ambiental sostenido, que incluyen el uso involucradas, diversos los actores, los intereses,
indiscriminado de agua y suelo, la destrucción las controversias y los derechos a tutelar, así
de ecosistemas, la pérdida de biodiversidad, la como evidentes los daños, los afectados y las
expulsión de comunidades campesinas de sus víctimas. Es allí donde nos preguntamos ¿Cuál
territorios, el riesgo inherente al bienestar de es la posibilidad de la bioética que conocemos y
futuras generaciones, la manipulación genéti- heredamos de ofrecer líneas de análisis y discu-
ca con incorporación de cultivos transgénicos, sión para dirimir tales cuestiones? Es probable
los efectos de la explotación depredadora de la que ni el principialismo ni el personalismo ni
tierra, el uso de agroquímicos para sostener un otras éticas como las discursivas ofrezcan to-
tipo de producción de alta rentabilidad econó- das las herramientas necesarias. Y estas cues-
mica, y los daños en la salud de las personas tiones manifiestan las limitaciones de muchas
sometidas a fumigaciones. perspectivas clásicas ante realidades que so-
brepasan los problemas de la ética biomédica.
El uso de agroquímicos muestra con crecien- Las mismas éticas discursivas requieren de un
tes evidencias efectos nocivos sobre la vida y paso previo que suele no verificarse en situacio-
la salud ambiental y humana (Avila Vázquez, nes de problemáticas ambientales: el reconoci-
2016). Las comunidades y las publicaciones miento previo y el respeto por los involucrados,
científicas siguen alertando y destacando ma- así como el discernimiento de los intereses en
yor riesgo de malformaciones congénitas, de juego, antes de acceder a la mesa de diálogo.

2 Global Witness dice que cada 48 horas es asesinado un activista que lucha contra el extractivismo minero, petrolero, forestal y
el agronegocio y que LATINOAMÉRICA lidera esa lista. https://www.globalwitness.org/es/

118 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Ante las diversas líneas de fundamentación protagonismo en las conquistas de derechos.
existentes, incluir la mirada desde las víctimas, Lo podemos constatar en algunos logros en po-
asumiendo la influencia del pensamiento li- líticas ambientales resultado de las luchas co-
beracionista latinoamericano y las ideas de la lectivas en nuestro medio3 y en Latinoamérica4.
construcción del “buen vivir”, pueden contri-
buir no solo para ampliar el campo de estudio y Este cambio de paradigma permitiría enri-
la profundización de los fundamentos sino a la quecer a la bioética, no solo con características
construcción de una praxis bioética más inclu- críticas, sino también apelando a la memoria,
siva, descolonizadora y comprometida. a la sensibilidad, al sentido, se vuelve una ética
cálida, responsable, relacional y solidaria. In-
cluye el cuidado, el respeto y la responsabilidad
LOS APORTES POSIBLES PARA por la vida en todas sus expresiones y por ende
EL PRESENTE DE LA BIOÉTICA reclama otra racionalidad, la participación de
Y ALGUNAS CRÍTICAS otros saberes y la reconsideración de los dere-
chos, humanos y también los de la naturaleza,
El aspecto más innovador en relación con las en pos de una verdadera justicia social y am-
demás propuestas éticas contemporáneas es un biental.
cambio de paradigma, que siguiendo a Dussel, Desde este enfoque se resignifica la perspecti-
toma como punto de partida y principio ma- va de la corporalidad: es en el cuerpo donde la
terial a la vida humana como tal, y para otor- víctima es afectada, el cuerpo se enferma, sufre
gar mayor materialidad, a la vida amenazada y reporta los daños. Los daños no discriminan,
y victimizada. Es una ética de la vida desde la los cuerpos son afectados por igual en cual-
perspectiva de todas las vidas. Una bioética, quier condición social en que se encuentren,
fundada en un sistema que prioriza a las víc- cuando no pueden desarrollar la vida que es-
timas será una bioética comprometida y sin peran ante un modelo de desarrollo impuesto.
discriminaciones en sus contenidos ni en sus
metodologías. Una Bioética desde las víctimas se basa en un
principio material fuerte, con una doble ver-
Es una posición bioética crítica, desde la de- tiente: por un lado su perspectiva biocéntrica,
nuncia hacia lo que impide el desarrollo de la que incluye y privilegia a las víctimas y a su vez
vida humana plena, buena, y en comunidad, y asume que la vida buena es el ideal de una vida
hacia las consecuencias de la globalización, del humana realizada, pero también afirma que la
orden impuesto por el mercado y la conniven- condición material de una vida así, incluye ne-
cia de sistemas, leyes y organismos que debie- cesariamente la integridad de la comunidad de
ran proteger a las personas y no lo hacen. los seres vivos, por lo que es también ecocéntri-
Desde el reconocimiento del otro como víc- ca y relacional.
tima, surge la corresponsabilidad, el tomarla Esta construcción incluye la figura de quien
a cargo ante el sistema, de criticarlo en tanto se capacita para acompañar el proceso de con-
y en cuanto causa dicha condición, y de desa- cientización, denuncia y crítica, y los recorri-
rrollar praxis de superación de las situaciones dos hacia la recuperación de las condiciones
de opresión y exclusión. Todos estamos invo- de vida humana, buena y digna: un bioeticista
lucrados porque las consecuencias de los daños comprometido. Permitiría la ampliación del
ambientales no discriminan, pero las víctimas campo perteneciente a la bioética a todo aspec-
son quienes alertan, sensibilizan y desde donde to relacionado a la vida y su desarrollo, inclui-
surgen colectivos organizados y tienen especial dos los aspectos más elementales y a menudo

3 https://puntoapunto.com.ar/efecto-monsanto-legislatura-ya-debate-nueva-ley-ambiental-provincial/
4 Las Guerras del Agua y del Gas en Bolivia, las movilizaciones indígenas y campesinas contra la expansión de las concesiones
petroleras y mineras en Ecuador, Perú, Guatemala, El Salvador y México; los plebiscitos ganados contra la privatización del agua
en Uruguay, las luchas de los movimientos campesino-indígenas contra la expansión del ‘modelo sojero’ en el Chaco Sudame-
ricano, las luchas contra los monocultivos forestales y las pasteras de celulosa, contra las represas hidroeléctricas y las grandes
explotaciones de la minería química a cielo abierto.

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


119
olvidados: la vida amenazada y victimizada y El enfoque “desde las víctimas” plantea una
su hábitat, la biosfera, y las complejas relacio- bioética inclusiva, plural, que sostenga las di-
nes e interacciones que constituyen la trama o versidades y se comprometa con la realidad y la
comunidad de vida. Y podría aportar además promoción de la integralidad de la vida y la sa-
al camino hacia una “estrategia epistemológi- lud de la tierra como una Sola Salud. Tomando
ca” para construir una racionalidad ambiental, en cuenta que el inmenso crecimiento tecnoló-
donde la relación entre los dilemas humanos, gico y biotecnológico de la humanidad, “no es-
éticos y técnicos y las consecuencias ambienta- tuvo acompañado de un crecimiento humano
les sean encarados como aspectos mutuamente en responsabilidad, en valores y en conciencia”
relacionados (Leff, 1994: 72). (Francisco, 2015: LS105) se abre una nueva eta-
pa para reflexionar sobre lo que hacemos y para
En este trabajo quedan pendientes varios as- hacernos las preguntas pertinentes, individual
pectos a desarrollar, tales como: la articulación y colectivamente. La realidad que vivimos, en
de los derechos humanos con los derechos de contexto de pandemia, sindemia y deslegitima-
la naturaleza, que ponen en discusión la misma ción de valores establecidos, nos alerta y recla-
noción de derecho y que abren a la incorpora- ma una nueva hora para la bioética.
ción de otros enfoques disciplinares, y también
la relación entre universal y particular/cultural
en la producción de normatizaciones, donde la REFERENCIAS
corporalidad y la noción de daño establecido,
como base material sólida, pueden adquirir es- ALESSIO, J., FONTI, D. HEINZMANN, M., 2012.
pecial relevancia. Hacia una reformulación del paradigma bioé-
tico. En León Correa, F. (ed.), 2012 Bioética
Global y debates al inicio y fin de la vida en
CONCLUSIONES Latinoamérica. 20 años de FELAIBE. (p. 35
- 43) Santiago de Chile: Fundación Ciencia
Esta propuesta intenta ofrecer una construc- y Vida - FELAIBE - Sociedad Chilena de
ción ampliada para la bioética en Latinoamé- Bioética.
rica, desde el enfoque de la ética liberacionista
de E. Dussel donde destacamos su perspectiva ASSELBORN, JC., CRUZ, GR, PACHECO OP.,
material, centrada en la vida, desde la inclusión 2009. Liberación, Estética y Política. Aproxi-
de todas las vidas y en especial desde el ámbito maciones filosóficas desde el sur. Córdoba:
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praxis y el perfil de los bioeticistas.
CASTRO-GÓMEZ, S, GROSFOGUEL, R., (comp.)
• Extender las prerrogativas básicas de 2007. El giro decolonial: reflexiones para una
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122 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
La educación
como valor

VISIONES BIOÉTICAS LATINOAMERICANAS


123
124 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
¿SE PUEDE ENSEÑAR BIOÉTICA?
CONSTRUCCIÓN, DECONSTRUCCIÓN
Y RECONSTRUCCIÓN DE UNA RELACIÓN

Diego Fonti

A primera vista, la pregunta del título pare- dos racionales frente a los dilemas morales en
ce baladí. Tenemos sólidos materiales acadé- torno a las decisiones sobre la vida, que invo-
micos, reconocidas instituciones educativas y lucran técnicas y conocimientos científicos;
una nutrida oferta de formaciones curricula- pero está integrado por sujetos atravesados por
res, que responden a ese interrogante por vía historias personales y creencias, que marcan
afirmativa. Sin embargo, cuando consideramos sus comprensiones de los datos y argumentos.
el problema detenidamente, asoman enseguida Ese sesgo marca toda interacción con otros ar-
algunos problemas significativos. En primer lu- gumentos y discursos. Además del sesgo, hay
gar aparece el vínculo entre el saber y el poder, otro rasgo determinante que constituye a los
ya que las instituciones, contenidos y modos de sujetos: la finitud y la vulnerabilidad, sobre la
enseñanza siempre responden a una compren- que se estudia y argumenta bioéticamente, no
sión política del asunto, y ésta a su vez a una sólo caracterizan a los casos de análisis sino a
consolidación de relaciones económicas, cultu- los propios sujetos que enseñan, estudian y ar-
rales y simbólicas. Cada política tiene su peda- gumentan. Este lugar subjetivo de la bioética
gogía y cada pedagogía responde a una políti- no puede ser suplido por alguna abstracción
ca, lo que lleva a interrogar sobre la supuesta argumentativa, ni mucho menos puede ser
universalidad y legitimidad con que se confi- neutralizado por un supuesto sujeto racional
guraron los contenidos y argumentos a la base sin compromisos. No hay sujetos sin atributos,
de nuestros procesos educativos. No se trata que aprenden neutralmente la aplicación ideas
cuestionar irresponsablemente y sin atender a universales para casos paradigmáticos.
las consecuencias de la crítica, sino en vista de
superar las injusticias y daños operados por los Así aparece una doble dificultad cristalizada
supuestos vigentes. en la idea de “imposibilidad de enseñar”, que
por motivos distintos han identificado Kant y
En segundo lugar, en tanto fuentes suyas, hay el psicoanálisis. Kant (2012: 258) afirmaba que
otro aspecto característico de las humanidades no se puede enseñar filosofía sino a filosofar,
en general y de la filosofía en particular que se porque en filosofía no hay un “contenido” que
extrapola a la bioética: así como no existe el pueda incorporarse incrementalmente – al
“mejor” libro de filosofía (el más completo y ac- modo de las ciencias –, que garantice el ejerci-
tualizado, capaz de otorgar a quienes estudian cio de la razón crítica de indagar los límites y la
el conocimiento definitivo que supere las ideas justificación de las afirmaciones. Por su parte,
erróneas del pasado, como podría suceder en Freud (1991: 249) y Lacan (2008: 203) afirma-
algunas ciencias empíricas), tampoco tenemos ban que al igual que gobernar y psicoanalizar,
un texto bioético que sea capaz de presentar educar es imposible, porque hay un momento
de modo acabado su conocimiento. Antiguas subjetivo que roza la innombrable angustia de
ideas pueden renovar su valor, y nóveles mo- la finitud individual, que ningún discurso pue-
das volverse inviables. Y finalmente, en tercer de elaborar, conceptualizar y trasmitir. Aquí
lugar, aparece una característica muy vinculada tenemos en escena la tensión de la educación
con las múltiples discusiones sobre las creen- en bioética: necesitamos practicar un oficio –
cias, ideologías y cosmovisiones. La bioética es trasmitir ideas, usar un vocabulario, hablar ar-
un campo discursivo, donde se buscan acuer- gumentativamente – mediante su mismo ejer-

LA EDUCACIÓN COMO VALOR


125
cicio, sabiendo al mismo tiempo que quienes campo bioético no carece de iniciativas en ese
entramos en ese vínculo estamos atravesados sentido. Aquí cabe una alusión al pasado inme-
por una experiencia, común y al mismo tiempo diato, por el modo transversal cómo la preocu-
singular, que implícitamente acompaña todos pación por la educación apareció en numerosas
nuestros discursos, contenidos y argumentos, conferencias del VIII Congreso Internacional
y a la vez siempre escapa de ellos. O sea, con de la Red Bioética UNESCO (2021) y en las
Kant sabemos que ningún contenido agota la jornadas preparatorias previas. Pero no es un
formación en el uso crítico del razonamiento, tema nuevo, ya que ha estado en el centro de las
y por el psicoanálisis sabemos que nuestra sin- instituciones y comunidades vinculadas con la
gularidad siempre nos marca, aunque huye de bioética desde sus inicios. Los diversos modos
conceptos y razonamientos universales. Esa ta- de comprensión de la bioética y de agencia pú-
rea imposible es al mismo tiempo imprescindi- blica de las interacciones de los sujetos – perso-
ble, ya que la vida en común y la ética para una nales o colectivos – que integran sus ámbitos,
convivencia o cohabitación con otras personas siempre se establecieron en una relación epocal
diversas en contextos deteriorados (cf. Illich entre lo político, lo epistémico y lo educativo.
1978; Butler 2017: 103), nos exigen participar Aunque no es algo nuevo en la historia del pen-
de un modo de discusión pública que involucra samiento, sí tiene algunas características parti-
saberes, razonamientos y discursos, que por li- culares debidas tanto a lo específico del campo
mitados que sean configuran la matriz misma bioético como a otras cuestiones coyunturales,
de lo que debemos educar en bioética. Co- características visibles en diversas presentacio-
rresponde, entonces, una reflexión sobre ellos, nes del mencionado Congreso y que serán par-
para pensar cómo abordamos pedagógicamen- te de estas consideraciones.
te la legitimidad de nuestras decisiones, de las
normas universalizadoras y su vínculo con el A continuación se propone, primero, una
modo singular en que cada quien vive nuestra breve descripción de cómo se construyó la
finitud compartida. relación entre educación y bioética. Este será
un punto de partida para deconstruir luego
La noción de autorreflexión crítica ha estado tres núcleos que caracterizan esta relación: la
al origen de la filosofía moderna. Fue conside- cuestión epistémica con sus cuestiones de le-
rada como lo característicamente emancipa- gitimación y jurisdicciones; la cuestión peda-
torio de la noción moderna de conocimiento gógica con sus perspectivas y posibilidades; y
y fue puesta a la base de todo el proyecto filo- finalmente la cuestión subjetiva de las personas
sófico por pensadores como Habermas (1990: involucradas. Cada uno de estos tres aspectos
201). También se la consideró el momento de- proveerá los insumos para una propuesta que
finitorio de todo proceso educativo, en tanto reconstruya un rol de la educación en la bioé-
la “concientización” en educación integra las tica como una práctica política en estas condi-
responsabilidades personales con las colecti- ciones contemporáneas.
vas, supera las primeras etapas de la concien-
cia ingenua y mágica (que acepta lo dado como
inmutable, o reconoce que hay una injusticia HISTORIA DE UNA CONSTRUCCIÓN:
en juego pero sin identificar correctamente sus SUPUESTOS Y EVOLUCIÓN
causas, y por ende no dirige su reacción contra
los verdaderos orígenes de la estructura injus- La construcción del campo educativo en
ta), y logra una conciencia crítica (Freire 1971: bioética no puede separarse de la historia de las
43). Ambas vertientes de la autoconciencia, publicaciones, declaraciones, documentos, ins-
epistémica y sociopolítica, son insoslayables tituciones y leyes relacionadas con sus temas de
para una educación emancipatoria. interés. Más aún, como se retomará sobre el fi-
nal de este texto, existe una progresiva amplia-
En este sentido, la revisión de las propias ción del campo bioético que lleva nuevamente
prácticas, de nuestros supuestos tácitos, de las a pensar sus límites y la legitimidad de sus in-
pretensiones de validez de nuestras afirmacio- tervenciones. Pero lo importante en primer lu-
nes, etc., es una tarea que ha de acompañar toda gar es identificar cómo esas prácticas, discursos
práctica educativa como parte de su oficio. El

126 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
y dispositivos configuraron las grandes líneas manuales de acompañamiento espiritual me-
de los “currículos” sobre los que se asentaron dievales y de etiqueta médica modernos, tene-
los modelos educativos de la bioética. Éstos no mos una larga secuencia de discursos que nor-
solamente incluyen textos, conceptos, metodo- man las prácticas sanitarias y las orientan con
logías discursivas y supuestos implícitos, sino principios. Pero las barbaries del s. XX opera-
también una serie de intereses y finalidades. das sobre la vida de individuos y poblaciones,
Siempre conviene ver en estas construcciones así como los nuevos desafíos por los avances
quién hace qué, para quiénes y para qué. Toda tecnocientíficos, obligaron a repensar esos pro-
decisión y recorte conlleva supuestos que con- blemas desde un razonamiento más allá de las
viene poner en evidencia, no porque sean inad- fronteras de la biomedicina y su sistema educa-
misibles, ya que toda interacción humana – in- tivo. Surgen nuevos temas y se actualizan anti-
cluida la educación – los implica, sino porque guas preguntas. Las tradicionales metodologías
es importante evitar la noción de mera neutra- de argumentación moral, sobre todo la antigua
lidad u objetividad en las decisiones. prudencia con el apoyo casuístico, y la deonto-
logía y el razonamiento a partir de principios,
Trabajos expertos en educación han dedi- se ven implantados en el vivificante suelo de los
cado gran atención a la conformación del cu- problemas sanitarios concretos. A partir de la
rrículum como pieza clave para investigar las década de 1960 se vuelve cada vez más claro
prácticas educativas (Stenhouse 1991). El cu- que no se trata de un capítulo de la formación
rrículum no es sólo el recorte formal de conte- médica sino que se está frente a preguntas que
nidos, sino que es un término polisémico que configuran un campo interdisciplinario con
incluye también experiencias, decisiones sobre características propias. La creación del Has-
los problemas a atender, y otros múltiples fe- tings Center (1969) y su Hastings Center Re-
nómenos educativos que configuran un cam- port con énfasis en la investigación; la funda-
po y generan una reflexión disciplinar de sus ción del Kennedy Institute of Ethics (1971) y
propios miembros (Bolívar 2008: 132-134). En su incidencia en la Encyclopedia of Bioethics;
esta perspectiva es interesante analizar cómo se pero también en paralelo las publicaciones de
seleccionaron contenidos y se establecieron las V. R. Potter, la sucesiva publicación de Declara-
direcciones de la educación en bioética. Es útil ciones e Informes nacionales e internacionales
identificar las líneas principales del currículum sobre cuestiones como investigación, consenti-
que se consolidó desde inicios de la década de miento, autonomía, confidencialidad, etc., fue-
1970 por el impulso de la bioética anglosajona, ron pilares de esta construcción. Sus objetivos
fue recibido en buena parte del mundo, Lati- múltiples incluían la elaboración de acuerdos y
noamérica incluida, y a partir de mediados de principios que fueran capaces de brindar una
la década de 1990 fue revisado críticamente en respuesta éticamente justificable a los desafíos
vistas de un modelo capaz de integrar los as- clínicos y de investigación en el marco de las
pectos invisibilizados o negados por su contex- prácticas tecnocientíficas, políticas y económi-
to de origen. cas, y a partir de ellos, la formación de aquellos
La bioética es impensable sin el anteceden- profesionales involucrados en esas prácticas.
te de los sucesivos códigos y modelos de ética Hay que analizar también el rol de los suje-
médica. Muchos de sus problemas, de los va- tos involucrados en la relación educativa, en
lores asumidos, e incluso de los principios de particular en la enseñanza. Al lado de personas
razonamiento, surgen de esa larga tradición. El expertas en ciencias relacionadas con la salud
límite del beneficio y el principio de no dañar, no sólo hubo desde el inicio filósofos y juris-
la confidencialidad y la veracidad, la extensión tas, sino también – y es algo que habitualmente
de la voluntad de los sujetos involucrados en subraya la literatura experta – teólogos (OHB
la relación sanitaria, fueron algunos de esos te- 3). Su énfasis no sólo estuvo en la inserción de
mas centrales, y su trasmisión y aplicación de- nociones provenientes de sus tradiciones, sino
liberativa a los casos fue a menudo un capítulo también en sumarse a las posiciones filosóficas
relevante en la educación médica. Desde la lite- que criticaban cierto exceso operado por la fi-
ratura hipocrática hasta los códigos posteriores losofía analítica y la metaética, en detrimento
a la segunda guerra mundial, pasando por los

LA EDUCACIÓN COMO VALOR


127
del planteo normativo y del análisis de proble- su enseñanza. Además “el foco está menos en
mas bioéticos concretos. simplemente indoctrinar estudiantes en com-
portamientos y actitudes, y más en incentivar-
Es imposible resumir aquí la multiplicidad de les a pensar sobre los principios éticos y vir-
rasgos contextuales que incidieron en las prác- tudes que apuntalan esos roles profesionales y
ticas bioéticas, incluidas las educativas, pero responsabilidades”.
sí se pueden presentar algunas características
transversales propias del marco de origen. En- El desarrollo de la bioética influye así en el
tre las principales tenemos: una noción “ato- modelo educativo: se exponen las bases teó-
mista” (Taylor 1991: 58s) del sujeto autónomo ricas de la bioética y los métodos de análisis
e individual a la base de toda relación; un con- ético, la reflexión sobre las situaciones, el re-
texto institucional y contractual, en el que se conocimiento de particularidades que inciden
dan las relaciones entre individuos, pacientes y en los problemas bioéticos, etc. El consenso
profesionales de la salud, o sujetos de investiga- pedagógico incluye la integración de conteni-
ción e investigadores; la normatividad deonto- dos teóricos y casos. Al mismo tiempo la Ency-
lógica como finalidad de las deliberaciones, en clopedia afirma que hay menos consenso sobre
tanto más allá de la casuística apuntan a aplicar quién debe enseñar, si filósofos, teólogos, pro-
los principios al caso o, en su defecto, a generar fesionales de cada área, o un equipo interdisci-
principios admisibles para futuros casos aná- plinario (EB 306). Finalmente se subrayan los
logos; la convivencia de prudencia casuística y factores que muestran la necesidad de educar
deontología deductiva; la progresiva judiciali- en bioética con una base en la deliberación, que
zación de las relaciones sanitarias; y finalmente sea capaz de identificar también las particulari-
el marco “liberal” de las comprensiones simbó- dades de cada sector profesional de la salud: la
licas o religiosas de la moral, que permite la co- autonomía de las profesiones de la salud y las
existencia de decisiones inspiradas por cosmo- dificultades debidas a una limitada autoridad
visiones diversas mediante cierta neutralidad en la toma de decisiones; la alteración de las re-
o abstención del poder público respecto de las laciones de profesionales y pacientes a partir de
mismas y de la discusión entre ellas. agentes que dominan tecnologías particulares
y los problemas que se derivan de ello; y las in-
Un documento que plantea el modelo educa- equidades surgidas de los avances y costos, que
tivo para esa bioética de modo expreso es la En- la bioética cuestiona en el caso de su inmorali-
cyclopedia of Bioethics. En sus ediciones suce- dad, para promover políticas justas y equitati-
sivas la entrada “Educación en bioética” casi no vas (EB 307).
tiene cambios. Si bien se incorporan unas pocas
cuestiones “holísticas” de la bioética al modo Hay que subrayar también que la elaboración
que la caracterizaba Potter, la mayor parte de progresiva de los tres principios (respeto por
la entrada está dirigida a cuestiones de la éti- las personas, beneficencia y justicia) a partir del
ca de las profesiones de la salud, y destina sólo Informe Belmont, significó el inicio de una se-
las últimas páginas al análisis de la educación rie de investigaciones e institucionalizaciones.
bioética en particular. Afirma que se operó con Ellas incluyeron las prácticas educativas, que
la bioética un paso de la enseñanza del código analizaron las derivas y aplicaciones de los mis-
de lo que se debe o no se debe hacer, como lis- mos, algo patente en la evolución del “respeto
ta de obligaciones y lealtades profesionales, al por las personas” hacia el “respeto por la auto-
análisis ético de los documentos y desarrollos nomía”. Se incorporó en la elaboración teórica
en el campo bioético. Considera que se dio así y su exposición pedagógica la interacción con
un “creciente consenso” en la educación bioé- otros campos vinculados (derecho, sociología,
tica (EB 306). Así, actualmente los códigos de psicología). Y sobre todo se consolidaron dos
ética “reflejan principios éticos básicos y virtu- grandes modos de relación educativa en el seno
des relevantes para la práctica profesional”. Los del mismo paradigma. Por un lado, el modelo
principios específicos para las interacciones y proveniente de la antigua tradición prudencial
las virtudes que caracterizan las conductas se y la noción general de virtud, y su incidencia
consolidan como criterios transversales en los en la formación de profesionales. Por otro lado,
documentos bioéticos y devienen fuentes para la formación en la tradición deontológica que

128 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
parte de los principios y los utiliza como herra- daría severamente limitada, como la vida y la
mienta que ha de enseñarse para la aplicación a identidad, la integridad y la libertad, la salud y
los casos. En clave pedagógica tenemos así una el bienestar (Tealdi 2002).
transferencia de conocimientos pero con un fin
claramente definido de aplicación pragmática, La Declaración Universal proveyó un marco
no alejado de las intenciones de la casuística en normativo a estas valoraciones, reubicando los
la que estaban formados algunos de sus autores principios y virtudes en la base ontológica de
originales. la vulnerabilidad, en el horizonte axiológico de
la integridad y en la orientación político-eco-
El modelo consolidado a partir de este vínculo nómica de la solidaridad. Esto conlleva una re-
entre un tipo de conocimiento y una estructura visión importante de las decisiones educativas,
de decisiones éticas posibles, enmarcado en un algo que puede también identificarse en otro
sistema moral y político con algunas caracte- documento insoslayable, el Diccionario Lati-
rísticas formales y deontológicas definidas, co- noamericano de Bioética. En él leemos que la
menzó prontamente su expansión a otras lati- atención a las historias personales en el análisis
tudes, incluida América Latina (Mainetti 2011 bioético indica atender la inserción personal
y 2019). Su influencia se sintió particularmente en el contexto social, al mismo tiempo que la
en los ámbitos que compartían algunas de las pluralidad de racionalidades y valoraciones en
características de su contexto de origen, y fue juego (DLB 260). Implica recuperar los mejores
en ellos donde también se replicaron los mo- aspectos de las tradiciones que confluyeron en
delos educativos, textos de referencia, fuentes nuestro contexto, incluidos los modelos con-
de consulta, etc. Pero el impulso pedagógico temporáneos de deliberación procedimental en
interactuó aquí con discursos críticos prove- busca de consensos legítimos y la universaliza-
nientes de fuentes diversas, lo que llevó a una ción progresiva de derechos y garantías (DLB
reformulación de la comprensión misma de la 270).
bioética, sus materiales y procesos educativos.
No es aquí el lugar para enumerar las princi- El Diccionario describe cuatro modelos edu-
pales líneas críticas elaboradas desde América cativos: la imposición doctrinal que a partir de
Latina, que son analizadas en otros capítulos de una comprensión determinada se aplica de-
este manual, pero sí afirmar que desde finales ductivamente a los casos; el modelo liberal en-
de los años ´90 e inicios de los 2000 se consta- focado en garantizar prerrogativas individuales
ta una preocupación por hacer interactuar los y evitar incidencias ajenas en las decisiones; el
principios y aportes de la bioética recibida con modelo deliberativo procedimental, concen-
algo muy sensible para la historia latinoameri- trado en formular las condiciones de legitimi-
cana, los Derechos Humanos. La Declaracón dad para el consenso universal; y el modelo hi-
Universal sobre Bioética y Derechos Humanos percrítico enfocado en el análisis de los modos
de 2005 fue un hito en este sentido. de consolidación del poder (DLB 271s). La en-
trada del Diccionario se decanta por el modelo
Los principales modelos de aprendizaje y deliberativo, donde “el concepto de razón no
razonamiento deliberativo – principialismo, está centrado en el sujeto aislado, como ocu-
casuística, procedimentalismo – tenían una se- rre en el modelo liberal, ni en cosmovisiones
ria dificultad en incorporar las características trascendentes del modelo doctrinal, sino en lo
del contexto económico, político y social de que resulta de las argumentaciones expresadas
las comunidades a las que se dirigían (Tealdi libremente por todos los involucrados en una
2002). Los Derechos Humanos emergen como comunidad discursiva” (DLB 272).
un instrumento capaz, al mismo tiempo, de
garantizar los derechos que se quería proteger Pero conviene tanto analizar los aportes po-
en los discursos bioéticos heredados, pero con sibles de los demás modelos (ya que cada uno
el objetivo de reconocer las (legítimas) parti- está mostrando aspectos que atraviesan la sub-
cularidades comunitarias, las cosmovisiones y jetividad de quienes deliberan), como analizar
modos de vida. Al mismo tiempo formulan los también los límites del propio procedimiento
valores, requisitos materiales y garantías, sin deliberativo. Porque la educación incluye tam-
los cuales cualquier realización humana que- bién aspectos como el acceso a la deliberación

LA EDUCACIÓN COMO VALOR


129
misma en condiciones opresivas donde esto no piezas de un saber, para eventualmente pensar
se da por sentado, la materialidad mínima exi- alternativas.
gible para garantizar los Derechos Humanos,
y el reconocimiento de sujetos y comunidades Esta aproximación metodológica, junto a la
en condiciones ya vulneradas de vida cuando mencionada multiplicidad de procedencias de
hay una consolidación ideológica que anula o los discursos a la base de los documentos y la
reprime la conciencia política. formación en bioética, conlleva ante todo la
atención a cuáles pudieron imponerse, cuáles
asumieron roles que no competen a lo que se
ELEMENTOS PARA UNA podría justificar como campos propios de in-
DECONSTRUCCIÓN tervención, y cuáles fueron relegados aunque
portan un valor discursivo que no fue tenido
El término “deconstrucción” es tomado aquí en cuenta. El oficio educativo incluye esa tarea
en un sentido instrumental, a partir de dos as- de atención en paralelo con la presentación y
pectos metodológicos provenientes de las obras las estrategias para adquirir el ejercicio virtuo-
de Derrida y Foucault. Por un lado, se señala so de esas prácticas y los conocimientos conso-
con la deconstrucción el análisis textual y cues- lidados. Un ejemplo puede ser el modo en que
tionamiento de la historia de los conceptos, la educación en bioética adoptó un enfoque
identificando el modo cómo constituyeron un notablemente centrado en cuestiones biomédi-
discurso sobre algo presente y disponible, mos- cas (con especial incidencia de algunas de sus
trando los límites de ese señalamiento a la vez especialidades en desmedro de otras), a pesar
que las posibilidades todavía vigentes en lo que de la presencia coetánea del enfoque integral
fue negado o dejado de lado. Derrida analiza proveniente de Potter. Otro ejemplo puede ser
cómo los textos entretejen sentidos, estable- el rol de los discursos religiosos, también pre-
cen un centro y dejan al margen posibilidades sentes desde los orígenes de la bioética, cuando
y diferencias a partir de privilegiar un térmi- en la interacción legítima con otras disciplinas
no sobre otro (Derrida 1989: 30, 40). Por otro excedían sus propios límites en un contexto
lado, Foucault indaga cómo las formaciones moderno de deliberación, laico y pluralista.
discursivas dependen de archivos, pero tam- Y un último ejemplo es el modo en que la in-
bién cómo aparece un saber en la interacción serción en la discusión bioética de cuestiones
de cuerpos teóricos y prácticas (discursivas o estructurales como la pobreza y la opresión, la
no), y complementa ese análisis “arqueológico” injusta estructura económica de las relaciones
de las condiciones de posibilidad de un discur- sanitarias y la falta de acceso a las condiciones
so con el “genealógico” de las condiciones de básicas para la salud, pueden ingresar en un en-
su funcionamiento (Foucault 1970: 53s). Como foque de Derechos Humanos que revise crítica-
suele suceder con algunos términos, la historia mente el modelo bioético tradicional.
de sus efectos excede largamente el proyecto Para este momento deconstructivo se pue-
inicial de quienes los acuñaron, cobra vida pro- de enfocar en primer lugar lo epistemológico
pia por el uso en otros contextos y con otros desde una perspectiva inmanente a los conoci-
fines. Así es que, evitando la exégesis de estos mientos, para identificar cuál es el interés que
autores pero siguiendo ambas líneas en vista de les habita y orienta sus métodos y validacio-
esta indagación acerca de la consolidación edu- nes. Se mencionó con anterioridad el término
cativa en bioética, cobra interés el análisis de de educación crítica y emancipatoria. Aquí se
las prácticas discursivas y los documentos, los abren dos caminos en el vínculo inmanente de
márgenes y huellas de lo ausente, las decisiones los conocimientos: sus pretensiones de validez
sobre lo central y lo periférico, como mecanis- a la luz de sus intereses, y el modo cómo cada
mo crítico para abordar esa historia, sus deci- uno permite o no un proceso liberador. Se pro-
siones, inclusiones y exclusiones. Ambas asu- duce así una interesante interacción entre el
men la posibilidad de reconocer las diferencias desencubrimiento de las consolidaciones de los
que la lógica del pensamiento anuló, excavando discursos y la pregunta por los intereses que ba-
los sedimentos que consolidaron en épocas su- saron los modos de legitimar los conocimien-
cesivas los términos y los constituyeron como tos. Habermas reúne las ciencias en tres grupos,

130 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
cada uno orientado por un interés particular. proceso educativo, ambas educan activamente
Las ciencias empírico-analíticas indagan la rea- y son educadas.
lidad desde el funcionamiento instrumental,
y sus formulaciones legales están orientadas Pero además de esta relación inmanente de
por el interés en la aplicación, manipulación y los intereses en los diversos conocimientos y
predicción. Las ciencias hermenéuticas parten la relación entre los sujetos, también se pueden
de las formas concretas de vida, guiadas por el indagar las relaciones “trascendentes”, en tanto
interés en facilitar la comunicación intersub- se supera el discurso al interior de las discipli-
jetiva e interpretación mutua. Finalmente, el nas y se estudia la interacción entre los cono-
conocimiento guiado por el interés emancipa- cimientos, y entre éstos y otras instituciones.
torio implica la autorreflexión y revisión de los Educativamente esto es valioso para evitar no
intereses y mecanismos de los diversos conoci- solo el prevaricato entre disciplinas sino tam-
mientos (Habermas 1990: 198ss). La educación bién entre otros discursos y configuraciones
en bioética no puede prescindir de esta vuelta sociales. Ha sido característico de las visiones
reflexiva sobre los discursos y disciplinas que la totalitarias y fundamentalistas (o en el caso la-
configuran, para estudiar cómo se dieron esos tinoamericano, integristas), la eliminación de
intereses, cómo asumieron o excedieron los lí- límites entre discursos e institucionalizaciones
mites de sus campos y métodos, y cómo se re- como la política, la ética, la ciencia, la jurispru-
lacionaron con las instituciones, producciones dencia, la doctrina religiosa, etc. (Lübbe 1986:
culturales y modos de relación económica. 326). Aquí la bioética en su discurso educativo
puede poner de sobreaviso y analizar crítica-
También en esta línea epistemológica hay mente esas vinculaciones y posibles excesos.
que pensar el análisis desde las periferias de
los centros, desde el revés de las instituciones Un segundo enfoque para la deconstrucción
consolidadas y los sujetos de saber socialmente es partir de las perspectivas y posibilidades
consagrados. La educación emancipadora, en que se fomentaron o limitaron en la relación
este sentido, no es sólo la autorreflexión sino la pedagógica. El estudio de los materiales y la
toma de posición en perspectiva de lo dañado adquisición de competencias previstas en los
o negado por la historia de los discursos aca- programas de formación (capacidades argu-
démicos y las instituciones científicas, en este mentativas, razonamiento a partir de datos y
caso de bioética. Aquí aparece un ingreso al valores, etc.), no puede limitar los otros aspec-
saber “establecido” de esos otros saberes por- tos de la relación educativa. Entre ellos está el
tados por sujetos que habitualmente no entra- análisis de la historia misma de la configura-
ban en el discurso. Ciertamente la bioética ya ción del campo bioético, la contextualización
había hecho algo análogo, por ej. en lo relati- de los resultados, y la indagación de los límites
vo al principio de autonomía y la voz subjetiva del modelo mismo vigente a partir de la De-
del paciente frente al paternalismo tradicional, claración. Esto conlleva mostrar, por ej., que
pero aquí sucede otra cosa, estructural para la las posibilidades de los Derechos Humanos
relación educativa. En el sentido de Freire, la como modelo, o la intervención de la bioética
emancipación implica un tipo de educación en cuestiones tales como las discusiones se-
“en la que educadores y educandos se hacen xogenéricas, ambientales y económicas en ge-
sujetos de su proceso, superando el intelectua- neral, tampoco pueden devenir un algo dado
lismo alienante, superando el autoritarismo sin más, sino que deben darse en constante
del educador bancario, supera también la falsa revisión sobre sus pretensiones de validez, los
conciencia del mundo” (Freire 1994). No sólo compromisos tácitos de sus supuestos, los lími-
se critica la reducción al objetivismo o la trans- tes de sus afirmaciones, etc. Sucede que, por un
formación del conocimiento en contenidos que lado, nunca se está exento de las raíces euro-
se “cargan” por fuerza en una cuenta “bancaria”, céntricas y colonialistas del saber, lo “abismal”
sino que además se señala que en la relación en términos de De Sousa (2010: 29ss), pero por
educativa hay una co-configuración subjetiva, otro tampoco se puede prescindir de los apor-
en la que ambas partes se vuelven sujetos del tes que esos conocimientos e instituciones pue-
dan hacer respecto de garantías y previsiones
necesarias.

LA EDUCACIÓN COMO VALOR


131
En este sentido, en la conferencia inaugural pesar de la importancia de esta vuelta crítica
del mencionado Congreso de UNESCO, Boa- sobre sí y sobre el conocimiento para advertir
ventura De Sousa Santos señala dos límites del sus límites, a pesar de la separación necesaria
conocimiento científico moderno. Por un lado, para tomar distancia y ver estas realidades en
la reducción de todo problema a una cuestión perspectiva, se da en la relación educativa otra
técnica, excluyendo los aspectos éticos o políti- experiencia subjetivamente definitoria. Levinas
cos. Y por otro, la supuesta neutralidad que im- (2009: 178) afirma que en tanto la vida se abre
pediría una valoración o el planteo de intereses. al pensamiento se da la “enseñanza”. Pero debi-
No solo son falsos estos supuestos, sino además do al lazo que se da entre todo ser humano, o
son indeseables porque su convalidación dis- sea la respuesta-responsable a la convocatoria
cursiva ha conducido a ocultar las valoraciones de otro, esa enseñanza tiene un rasgo particu-
efectivamente implícitas en las decisiones. Es- lar. En quien enseña, el maestro, la maestra, se
tos supuestos y aquellos requisitos, por contra- da la “coincidencia de la enseñanza y del que
dictorios que sean, son parte de las caracterís- enseña”, la unidad de palabra y persona. Hay
ticas estructurales del “pensamiento abismal”. a la vez una especie de comunidad y de tras-
Ahora bien, esto no significa desconocer los cendencia de los sujetos, que desfasa las for-
aspectos que pueden servir de modo emanci- mas clásicas de la enseñanza dialógica. No es
patorio, siempre que sean tomados desde otra que quien enseña porte un saber superior, una
perspectiva y según otros fines comunes. Ex- asimetría que efectivamente pueda darse en as-
poner de qué lado están los conocimientos, qué pectos puntuales de conocimientos específicos.
intereses se representan, desde qué perspecti- Sino que Levinas se refiere a la relación misma,
vas se abordan, es también un acto cognitivo porque quien enseña “dona un vínculo con un
y valorativo. Son otros conocimientos válidos, punto que el alumno no puede recobrar, pero
otros saberes, que deben complementar, limitar a partir del cual puede pensar” (Levinas 2009:
e incluso dirigir el conocimiento científico a la 185). Hay una figura de alteridad que caracte-
hora de la relación educativa. riza a ambas partes de la relación, que ninguna
interacción comunicativa termina de superar.
Finalmente tenemos la cuestión del sesgo Siendo así cada parte maestra, en tanto quien
subjetivo, que como se describió al inicio está enseña y quien aprende significan ambos una
caracterizado por la doble característica del alteridad preñada de sentidos únicos, entonces
sesgo por la conformación histórica del suje- su trascendencia porta un sentido irrecupera-
to (que puede provenir de múltiples fuentes, ble que sólo se hace presente como enseñanza
pero que influye en el modo cómo se compren- en la presencia de esa otra persona.
de, analiza y valoran las informaciones y dis-
cursos) y de su estructural finitud vulnerable
(que subyace a toda deliberación por el lazo, no HACIA UNA RECONSTRUCCIÓN
siempre visibilizado, entre la singularidad de
quien delibera y las singularidades afectadas de A partir de los propios análisis de la decons-
los casos, y que por ende produce tensiones en trucción puede darse el paso a una reconstruc-
la toma de decisiones). En esto se da la necesi- ción, en el sentido que se impondrá la pregun-
dad de una auto-deconstrucción, que sea capaz ta sobre cómo establecer una justificación de
de indagar los sesgos a menudo sin fundamen- las afirmaciones una vez realizado su análisis,
to de las propias posiciones, no porque deban cómo se dará el vínculo subjetivo y cómo se es-
ser eliminadas las creencias u organizados de tablecerá la comunicación en esta práctica a la
modo neutral los valores, sino porque un pri- vez imposible e imprescindible. Si hubiera que
mer paso es reconocer sus efectos en nosotros, adoptar un criterio desde dónde pensar esa jus-
en el modo como aceptamos o rechazamos ar- tificación, puede pensarse en la conferencia ra-
gumentos, encontramos selectivamente confir- dial del 18 de abril de 1966 de Theodor Adorno,
maciones, etc. (Mercier 2017, Massolo 2021). cuando afirmaba que la primera exigencia de
El momento de autodeconstrucción es siem- cualquier proyecto educativo es pensar cómo
pre necesario y siempre inacabado. No sólo por evitar que Auschwitz se repita. Auschwitz apa-
la dificultad de identificar los sesgos. Es que a rece como sinécdoque de toda violencia absolu-

132 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
ta, injusta y brutal, de un grupo humano sobre no se suple sólo con normatividad. Tampoco
otros. Y a partir de los juicios y del Código de la competencia en la deliberación en procesos
Nuremberg podemos pensar también la histo- normativos es suficiente para que ingresen las
ria de la bioética como una respuesta a Adorno. voces, requisitos materiales y vidas dañadas en
Aunque con la historia posterior hemos tenido la discusión. El análisis del poder tiene un vín-
que admitir también que la barbarie no conoce culo con las voces de quienes han sufrido estra-
exclusivismos y que tiene otras múltiples mani- go y opresión, no sólo por vía de indicar cómo
festaciones de larga data. se ejerció ese poder, sino mediante el análisis
de las formas de resistencia y construcción con-
Junto a este criterio se impone también la tra-hegemónica a partir de su propio poder. Y
pregunta por lo pragmático o factible de la esto es también parte de la educación en el ar-
educación en bioética, ya no en los dos sentidos gumento moral.
planteados al inicio de este trabajo, sino en un
sentido político ligado a las prácticas educativas Para una reconstrucción de la práctica deli-
efectivas. O sea, no sólo la conciencia de que berativa parecen imprescindibles las subjetivi-
ningún contenido agota la educación en bioéti- dades de quienes están involucrados, incluidas
ca sino que se requiere un análisis reflexivo del tanto aquellas atravesadas por una compren-
uso mismo de la racionalidad en el proceso, ni sión de la historia de la bioética como aquellas
tampoco sólo la admisión de que hay un punto que “no saben” los contenidos de esa historia,
subjetivo insoslayable donde finalmente toda aunque sí están atravesadas por sus efectos. Y
universalidad encuentra su límite (y su origen). por ende saben hablar desde esa posición. Los
Se puede agregar una tercera imposibilidad a múltiples saberes, incluidos los subjetivos, han
partir del problema de la “decadencia del argu- de ingresar en una relación política, con todos
mento moral”, formulado por Rita Segato en la los riesgos de la misma. Hay que destacar que
conferencia de cierre del Congreso menciona- De Sousa reconoce las dificultades para conse-
do. A partir de su análisis social y de experien- guir esa “ecología de saberes”, y a la necesidad
cias históricas concretas, Segato afirma que la de un “pensamiento de transición”. Podemos
“razón humanitaria” del argumento moral ha pensar también en una “mediación” de saberes,
entrado en un descrédito que lo vuelve inope- que sin buscar una unidad superior pueda ser
rante. Más allá de las discusiones posibles sobre capaz de establecer una interacción entre mo-
la interpretación de qué sea lo “moral”, es im- dos de comprender el mundo a menudo estan-
portante reconocer que efectivamente hay una cos, y al mismo tiempo sostener perspectivas
insensibilidad que los argumentos no logran valorativamente definidas.
romper y que ello es parte de la experiencia so-
cial contemporánea. Los cuatro modelos educativos en bioética,
que se formulan en el Diccionario otorgando
Es frente a esto que la posible reconstrucción una preeminencia al modelo procedimental
no sólo ha de atender los núcleos develados en deliberativo, señalan aspectos que deben ser
el momento deconstructivo, sino también los reconocidos. El rol que tienen los valores sim-
aspectos subrayados por el pragmatismo y el bólicos para las personas con compromisos re-
principio de factibilidad de la filosofía de la li- ligiosos o cosmovisivos, que están a la base de
beración. Por un lado el pragmatismo que tenía su comprensión del mundo y marcan muchas
por finalidad subordinar la filosofía a la cons- veces la aplicación educativa a sus decisiones; la
trucción práctico-política de un modelo de importancia de las garantías individuales gene-
ciudadanía democrática, y por ende entendía radas en los sistemas liberales; la legitimación
la educación como parte de un programa po- por vía procedimental y discursiva en un siste-
lítico. Y por el otro el principio de factibilidad ma de simetría intersubjetiva guiado por el me-
(Dussel 1998: 243, 457) que en vista de la vida jor argumento; y la necesaria revisión crítica de
y salud negadas de los sectores vulnerados, in- las relaciones de poder que consolidaron his-
troduce en la discusión los bienes concretos tóricamente lo que cada sistema admite como
como efectivizaciones de la justicia y los con- legítimo, generando así efectos de verdad; ofre-
vierte en la materia misma del oficio educativo. cen en cada caso una perspectiva valiosa para la
La sensibilidad dañada que Segato encuentra formación bioética. Al mismo tiempo, el oficio

LA EDUCACIÓN COMO VALOR


133
de presentar estas facetas no puede mostrarlas FOUCAULT, M., 1970, El orden del discurso, Tus-
neutralmente, sino a la luz de sus efectos, par- quets, Barcelona.
ticularmente de las vulneraciones efectivas, las
FREIRE, P., 1971, Pedagogía del oprimido, Siglo
subjetividades no reconocidas, etc. Esto no qui-
XXI, Buenos Aires.
ta la práctica discursiva del consenso, pero sí
reubica los pesos y quita neutralidad. FREUD, S., 1991, “Análisis terminable e intermi-
nable”, Obras completas XXIII, Amorrortu,
Los aportes logrados por la bioética, en parti-
Buenos Aires, pp. 211-254.
cular la progresiva extensión del modelo de de-
rechos humanos como horizonte también edu- GRANJA CASTRO, J., 2003, “Foucault y Derrida
cativo, son aportes notables. Pero eso no puede en torno al pensamiento de la diferencia”,
llevar a tomar ese modelo como un fin acabado. Revista Educación y Pedagogía, XV, 37, 2003,
Por eso, así como con el resto de los modelos en pp. 235-246.
bioética, es necesario revisar cada palabra, cada
saber, cada institucionalización, para encontrar HABERMAS, J., 1990, Conocimiento e interés,
su valor pero también desmontar críticamente Taurus, Madrid.
su posibles taras injustas o coloniales, así sea en ILLICH, I., 1978, La convivencialidad, Ocotepec,
dispositivos tan relevantes como la autonomía Morelos.
y los derechos humanos (pensemos en la revi-
sión crítica de Taylor a la primera y de Esposito KANT, I., 2012, “Nachricht von der Einrichtung
a los segundos). Y el lugar desde donde mejor seiner Vorlesungen in dem Winterhalben-
pueden identificarse esas taras es el del saber jahre, von 1765-1766”, en LEE, S.-K., POZZO,
de las vidas dañadas, para que la educación y R., SGARBI, M., VON WILLE, D. (eds.), Phi-
el conocimiento recuerden que han de ser “el losophical Academic Programs of the Ger-
respaldo intelectual de los que en su realidad man Enlightenment. Frommann-Holzboog,
misma tienen la verdad y la razón, aunque sea a Stuttgart, pp. 287-300.
veces a modo de despojo, pero que no cuentan
LACAN, J., 2008, El Seminario de Jacques Lacan.
con las razones académicas que justifiquen y le-
Libro 17, Paidós, Buenos Aires.
gitimen su verdad y su razón” (Ellacuría 1999:
226). LEVINAS, E., 2009, Parole et silence et autres con-
férences inédites au Collège philosophique,
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LA EDUCACIÓN COMO VALOR


135
AUTORES
Aline Albuquerque. Investigadora visitante en el Instituto Bonavero
de Derechos Humanos de la Universidad de Oxford. Posdoctorado
en Derechos Humanos en la Universidad de Essex. Doctorado en
Ciencias de la Salud en la Universidad de Brasilia/Universidad
de Zurich. Profesora del Programa de Posgrado en Bioética de la
Universidad de Brasília (UnB). Miembro del Consejo Directivo de la
Redbioética UNESCO. Abogada de la Unión en Brasil. Directora del
Instituto Brasilero de Derecho del Paciente. Coordinadora-General del
Observatorio Derechos de los Pacientes del Programa de Programa
de Posgrado en Bioética de la UnB. Autora de los libros: Manual de
Derecho del Paciente, Derechos Humanos de los Pacientes y otros.

Eliane Cruz. Doctora en Bioética. Coordinadora Nacional del Grupo


Sectorial de Salud del Partido de los Trabajadores de Brasil (PT)
a partir de 2017. Investigadora de la Fundación Oswaldo Cruz. Ex
Secretaria Ejecutiva del Consejo Nacional de Salud, Ministerio de
Salud de Brasil (2003-2008).

Márcio Fabri dos Anjos. Doctor en Teología, licenciado en Filosofía,


especializado en Bioética; Profesor emérito de Pont. Univ. Cat. São
Paulo (Brasil); profesor y coordinador de estudios de posgrado en
Bioética en C.Univ. S.Camilo (2006-2020), S.Paulo, Brasil; asesor de
doctorado (Accademia Alfonsiana de T.Moral, Roma, Italia); presidente
de la Sociedad Brasileña de Teología y Ciencias de la Religión
(1991-1998); vicepresidente de la Sociedad Brasileña de Bioética
(2009-2012); profesor y director en el Instituto São Paulo de Estudios
Superiores (Brasil, 1976-2020); miembro de la Cámara de Bioética del
Consejo Médico del Estado de São Paulo (Brasil, 2002-2018); actual
miembro del Comité de Bioética del Hospital Sirio Libanés (Brasil);
editor asistente académico en Editora Ideias e Letras, São Paulo,
Brasil.

Diego Fonti. Doctor en Filosofía por la Albert-Ludwigs Universität


Freiburg, Alemania. Profesor Investigador del Conicet y de la
Universidad Católica de Córdoba, Argentina.

Volnei Garrafa. PhD. Coordinador de la Cátedra Unesco/Programa


de Posgrado en Bioética (Especialización, Maestría y Doctorado)
y Director del Centro Internacional de Bioética y Humanidades
- Universidad de Brasilia; Director de Asuntos Internacionales -
Redbioética Unesco; Director - International Association for Education
in Ethics (IAEE); Presidente - Capítulo Latinoamericano de la Sociedad
Internacional de Bioética (SIBI); Miembro del International Bioethics
Committee de la Unesco (IBC) en el período 2010-2017.

136 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Mónica Heinzmann. Vive en Argentina. Es Médico y bioeticista.
Magister en Medicina Vascular (Universidad de Milán) y en
Bioética (Universidad Nacional de Córdoba UNC). Trabaja en el
Dpto. Cardiovascular del Sanatorio Allende, Córdoba. Es docente
e investigadora en Bioética en las facultades de Ciencias de la
Salud y Filosofía de la Universidad Católica de Córdoba. También
en la Maestría en Bioética de la UNC. Fue profesora invitada en la
Escuela de Filosofía, UNA (Costa Rica) y en cursos de la Redbioética
UNESCO. Colabora con foros y redes ecologistas y ambientalistas
latinoamericanas. Es Miembro de la Redbioética UNESCO, del
Capítulo Argentino de dicha Red, de FEIB y de la UCCSNAL. Publicó
artículos, capítulos y libros en temas de Bioética: derechos humanos,
investigaciones, alimentos, conflictos socioambientales y salud y
aportes del pensamiento latinoamericano a los fundamentos de una
bioética situada. Se considera educadora, militante y promotora de las
cuestiones relacionadas a la salud, la vida y la biodiversidad.

Camilo Manchola-Castillo. Profesional en Relaciones


Internacionales y Estudios Políticos, Magíster en Educación y Doctor
en Bioética por la Universidad de Brasilia, profesor del Programa de
Postgrado en Bioética de la Universidad de Brasilia, y miembro del
comité ejecutivo de la Redbioética de la UNESCO. Investiga temas
relacionados con la bioética narrativa, y la interfaz entre bioética,
educación, relaciones internacionales y salud pública.

María Luisa Pfeiffer. Doctora en Filosofía por la Universidad


Sorbonne (París). Docente de pregrado y posgrado en las áreas de
Filosofía, Ética y Bioética de la Universidad de Buenos Aires, Litoral,
Nordeste, Lanús, Quilmes, de Cuyo, y La Plata de Argentina y de las
Universidades El Bosque y Libre de Colombia, U. de Brasilia y San
Carlos de Guatemala. Miembro de varias asociaciones nacionales
e internacionales de Bioética, ex presidenta y actual Coordinadora
de Relaciones Sociales e Institucionales de la Redbioética UNESCO,
Coordinadora del Portal de la Red Bioética de la UNESCO, editora de la
Revista Redbioética UNESCO.

Eduardo Rueda. PhD. en Filosofía de la Universidad del País


Vasco y Médico cirujano de la Pontificia Universidad Javeriana.
Miembro del International Bioethics Committee IBC UNESCO. Actual
Presidente de la Red Latinoamericana y del Caribe de Educación en
Bioética REDLACEB. Miembro fundador de la Red Internacional de
Bioderecho. Director de la Red para la formación ética y ciudadana
REDETICA. Coordinador del Grupo de Trabajo en Filosofía Política del
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO (2013-2019).
Exdirector del Instituto de Bioética de la Universidad Javeriana (2013-
2019). Profesor de postgrado Universidad Nacional de Colombia y
Universidad Externado de Colombia. Actual Presidente del Comité de
ética en investigación de la Asociación Colombiana para el avance de
la ciencia.

AUTORES
137
Roland Schramm. Nacido en 1948 en Zúrich, Suiza. Licenciado
en Letras (Universidad de Ginebra, 1974). Maestría en Semiología
(Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, EHESS, París,
1978); Doctorado en Salud Pública de la Escuela Nacional de Salud
Pública de la Fundación Oswaldo Cruz (ENSP/FIOCRUZ, 1993)
y Post-Doctorado en Bioética (Universidad de Chile, Santiago,
2001). Investigador Titular de Ética Aplicada y Bioética de la ENSP/
FIOCRUZ. Profesor Responsable de las disciplinas ‘Filosofía de la
Ciencia’ del Programa de Postgrado stricto sensu en Salud Pública
(PPGSP) y ‘Bioética: conceptos, teorías y métodos’ del Programa
Interinstitucional de Postgrado stricto sensu PPGBIOS. Miembro
fundador de la Sociedad Brasileña de Bioética y miembro de la Red
Latinoamericana de Bioética.

138 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO
para América Latina y el Caribe
UNESCO MONTEVIDEO
Luis Piera 1992, piso 2 (Edificio MERCOSUR)
Montevideo 11200
Tel. (598) 2413 2075
Uruguay

montevideo@unesco.org
www.unesco.org/montevideo

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