Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Manual Volumen2 Web
Manual Volumen2 Web
EDUCACIÓN
EN BIOÉTICA
FUNDAMENTAR
LA BIOÉTICA:
CONOCIMIENTOS,
VALORES Y VISIONES
DESDE AMÉRICA
LATINA Y EL CARIBE
VOLUMEN 2
Publicado en 2022 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 7, place de Fontenoy, 75352 París 07
SP, Francia, la Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO para América Latina y el Caribe, UNESCO Montevideo, Luis Piera 1992, piso 2, 11200
Montevideo, Uruguay y la Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad Universitaria, Ciudad de México, México.
Esta publicación está disponible en acceso abierto bajo la licencia Attribution-ShareAlike 3.0 IGO (CC-BY-SA 3.0 IGO) (http://creativecommons.
org/licenses/by-sa/3.0/igo/). Al utilizar el contenido de la presente publicación, los usuarios aceptan las condiciones de utilización del Repositorio
UNESCO de acceso abierto (www.unesco.org/open-access/terms-use-ccbysa-sp).
Los términos empleados en esta publicación y la presentación de los datos que en ella aparecen no implican toma alguna de posición de parte de la
UNESCO en cuanto al estatuto jurídico de los países, territorios, ciudades o regiones ni respecto de sus autoridades, fronteras o límites.
Las ideas y opiniones expresadas en esta obra son las de los autores y no reflejan necesariamente el punto de vista de la UNESCO ni comprometen a
la Organización.
Editora y editor:
María Luisa Pfeiffer
Camilo Manchola-Castillo
Comité Editorial
Camilo Manchola-Castillo
Constanza Ovalle
Eduardo Rueda
María Luisa Pfeiffer
Silvia Brussino
Volnei Garrafa
FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA:
CONOCIMIENTOS, VALORES
Y VISIONES DESDE AMÉRICA
LATINA Y EL CARIBE
VOLUMEN 2
ÍNDICE
Prólogo____________________________ iv
María Luisa Pfeiffer
Camilo Manchola-Castillo
Fundamentos
El enfoque de los derechos
humanos para la bioética _____________ 9
María Luisa Pfeiffer
La propuesta de una
Bioética de Protección ______________ 66
Fermin Roland Schramm
ii
Bioética Narrativa:
la imaginación como herramienta
de deliberación moral _______________ 76
Camilo Manchola-Castillo
Bioética en clave de
libertad y liberación ________________ 92
Márcio Fabri dos Anjos
AUTORES_________________________136
iii
PRÓLOGO
María Luisa Pfeiffer
Camilo Manchola-Castillo
Editora y editor
Presentamos aquí este segundo tomo del Manual de Educación en Bioética cuya existencia, in-
tencionadamente, genera un gran interrogante. En efecto, en la época en que los libros desapare-
cen, así como las bibliotecas, en que el conocimiento se vuelve cada vez más información y datos,
en que existen cantidades de redes sociales en las que circulan esas informaciones y datos, cientos
de referencias en internet donde miles de autores vuelcan sus trabajos que a poco de ser volcados
desaparecen tapados por nuevos trabajos que los suplantan, ¿qué sentido tiene un manual, un libro
en cuatro tomos compilando contribuciones de expertos/as de la región, con el propósito de con-
tribuir al avance del conocimiento y la reflexión en bioética en América Latina y el Caribe?
Un manual compila conocimientos sobre un tema, en este caso sobre bioética, pero esa es una
definición ambigua, pues la cuestión es el sentido de esos conocimientos; como en cualquier mo-
mento de la historia, la disputa es siempre sobre los sentidos de las palabras y en este caso podemos
discutir la palabra manual. Y lo primero que debemos saber respecto de él es que no es un manual
cualquiera.
En primer lugar, es editado por la UNESCO, lo que nos advierte que su finalidad es educativa,
pero en el mejor sentido de la palabra, lo cual significa que no es un manual que distribuya respues-
tas a problemas cada vez más urgentes en América Latina, sino que por el contrario, genera pregun-
tas y orienta en la búsqueda de sus respuestas, permitiendo el diálogo con auténticas y auténticos
bioeticistas. Y aquí viene una segunda cuestión: no se trata de expertas, expertos o especialistas
cualquiera sino de integrantes de la Red Latinoamericana y del Caribe de Bioética UNESCO, lo
cual da a este manual una identidad liberadora compartida por la Redbioética y la UNESCO. Y hay
una tercera que no es menor, está apoyado por una de las más prestigiosas universidades de Méxi-
co, la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), lo cual garantiza su valor académico.
Este manual tiene un sello de origen que habla de su vocación educadora y fundamentalmente
orientadora a la hora de abordar las problemáticas que día a día enfrentan las y los latinoamerica-
nas y latinoamericanos. Por eso podemos decir, sin equivocarnos, que compila los “filtros” que per-
miten leer los problemas desde dos perspectivas que se unen en los objetivos: la de la Redbioética
y la de la UNESCO. Uno de esos “filtros” es la búsqueda de la paz por medio de la educación, y el
otro la defensa de la dignidad humana simbolizada en la salvaguardia de los derechos del ser hu-
mano. Toda lectura de la realidad, de la información, de los datos, se hace con “anteojos” y pasa por
“filtros” y lo más importante a la hora de enfrentar los denominados “hechos” es conocer el ángulo
de lectura a que nos obligarán esos anteojos y aceptarlo o rechazarlo en función de un objetivo.
Este manual ayuda a reconocer la identidad de los anteojos, la finalidad de los objetivos y da argu-
mentos, razones, testimonios, propósitos para aceptarlos o rechazarlos. Quienes lo coordinamos,
lo escribimos, lo presentamos, no solo reconocemos el valor de las instituciones a la hora de educar
sino que además tenemos en claro qué significa ser parte de la Redbioética UNESCO. Y cada uno
de los textos es testimonio de ello.
No hay recetas en este manual, sino desafíos a pensar una América Latina diferente, libre, respe-
tuosa de la tierra principalmente, de las culturas que la vienen alimentando desde los comienzos de
su historia, de los anhelos de sus habitantes de poder vivir bien, en paz, solidariamente, con justicia.
iv
Para ello, este manual ofrece una reflexión bioética que sin dejar de ser crítica es sobre todo éti-
ca, y desde la exigencia ética juzga sobre el bien y el mal en relación con el peso que las cuestiones
sociales, económicas, políticas, tecnológicas, científicas y culturales tienen sobre la vida, humana y
no humana. La ética o mejor la bioética que pone de relieve el escenario de profunda desigualdad
y el incremento de problemas relativos a la pobreza, la violencia y la discriminación de individuos
y comunidades. Esta reflexión tiene en la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Huma-
nos, aprobada por unanimidad por la Conferencia General de la UNESCO en el año 2005 en París,
un marco normativo que las y los autores y autoras no olvidan ya que representa la respuesta de la
UNESCO a las grandes transformaciones del mundo actual, reclamando el reconocimiento de los
derechos humanos como instrumento adecuado para promover la paz, la libertad y la justicia en
el mundo.
Es para ser fiel a los mandatos de la Declaración que el Programa Regional de Bioética y Ética de
la Ciencia de UNESCO del Sector de Ciencias Sociales y Humanas, con sede en Montevideo, ha
ofrecido publicaciones que, como esta, pueden ser empleadas por quienes desarrollan actividades
educativas. En esa línea se inscribe este manual publicado con la UNAM, que pretende ser una
herramienta imprescindible para la educación en una bioética comprometida con la declaración,
que busca el fortalecimiento de capacidades, la promoción de principios éticos y el debate público
en sociedad. También se orienta a fortalecer el carácter multi, inter y transdisciplinar que es central
al conocimiento bioético, aportando al mismo tiempo una visión desde el territorio que permite
visibilizar la problemática específica que vive la región de América Latina y el Caribe.
A ello se han comprometido las y los autores y autoras de los cuatro tomos del manual y espe-
cialmente las y los de este segundo tomo, en el que buscarán fundamentar la bioética desarrollan-
do conocimientos, valores y visiones precisamente desde América Latina y el Caribe. Se incluyen
trabajos que buscan marcos referenciales contrahegemónicos para señalar esos fundamentos, re-
cogiendo en muchos casos líneas de pensamiento de las filosofías y las pedagogías críticas latinoa-
mericanas. Esta línea de reflexión original que escucha las preguntas que se hacen desde América
Latina y desde allí se responden, ha enriquecido sin duda el marco teórico conceptual de la bioéti-
ca. Muchos de estos aportes no han contado con el necesario reconocimiento a nivel internacional
o por el contrario han sido tomados y copiados sin reportar sus raíces latinoamericanas. Por eso,
este volumen incluirá esas voces que desde la región ofrecen miradas, visiones y propuestas innova-
doras, encarnadas y construidas sobre la historia y la realidad sociopolítica de la región, y que están
inspiradas en sus pensadoras y pensadores así como en otros y otras que desde otras regiones, han
aportado a la construcción de un mirada desde el sur global y desde los derechos humanos.
De esta manera, el libro está dividido en tres secciones: Fundamentos, Visiones bioéticas latinoa-
mericanas y La educación como valor. En la primera, María Luisa Pfeiffer y Aline Albuquerque
nos invitan a reflexionar sobre la importancia que tienen los conceptos y prácticas de los derechos
humanos y de la dignidad humana para la construcción de la bioética.
En la segunda, que hemos denominado “Visiones bioéticas latinoamericanas” y que compone
el grueso de este segundo volumen del Manual, Volnei Garrafa, Fermín Schramm, Camilo Man-
chola-Castillo, Márcio Fabri, Eduardo Rueda y Mónica Heinzmann dan un panorama de la rica
producción bioética de la región. Las llamadas bioéticas de intervención, de protección, narrativa,
de liberación, desde la ecología de saberes y a partir de las víctimas, son explicadas por estas y estos
autoras y autores. Hacen para ello una completa radiografía de cada una de ellas, incluyendo sus
orígenes, propósito y huella latinoamericana, encarnada en su compromiso social y preocupación
con los derechos humanos. Conviene resaltar que en los casos de las bioéticas de intervención y de
protección, los autores que escriben en este volumen son sus mismos creadores.
v
En la tercera, que hemos denominado “La educación como valor”, Diego Fonti lleva la exigencia
de la educación en bioética a su límite preguntándose si se puede enseñar una bioética cuyo único
compromiso sea evitar toda violencia absoluta, injusta y brutal, de un grupo humano sobre otro,
escuchando las voces de las vidas dañadas, negadas, violadas, explotadas; si es posible hacerlo me-
diante la reconstrucción de una práctica deliberativa que incluya las voces de quienes han sufrido
estrago y opresión.
Finalmente, nuestro mayor agradecimiento la UNESCO y la UNAM, por su apoyo irrestricto y
esencial para la publicación de esta obra; al comité editorial, que revisó todos los textos; y, especial-
mente, a quienes hemos convocado para hacer parte de este segundo volumen del Manual de edu-
cación en bioética: Volnei Garrafa, Aline Albuquerque, Eduardo Rueda, Camilo Manchola, María
Luisa Pfeiffer, Roland Schramm, Diego Fonti, Marcio Fabri y Mónica Heinzmann, que han asumi-
do el compromiso de enfrentar los problemas latinoamericanos con abordajes teórico prácticos,
realmente innovadores en muchos aspectos, pero al mismo tiempo situados en la región, tomando
en cuenta enseñanzas ancestrales que reconocen la dignidad de toda vida, humana y no humana.
AGRADECIMIENTOS
Este Manual es el resultado de una colaboración exitosa entre la UNESCO y la Facultad de Medi-
cina de la Universidad Nacional Autónoma de México. Con él se pone de manifiesto la voluntad de
trabajo conjunto y cooperación entre el Sector de Ciencias Sociales y Humanas de UNESCO para
América Latina y el Caribe y el Programa Institucional de Ética y Bioética FACMED y el Campo
de Conocimiento Bioética del Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas, Odonto-
lógicas y de la Salud (PMDCMOS) perteneciente al Posgrado UNAM, a cargo de la Dra. Jennifer
Hincapie Sanchez. Nuestro sincero agradecimiento así al Sr. Director de la Facultad de Medicina,
Dr. Germán Fajardo Dolci, a la Dra. Irene Durante Montiel, Secretaria General de la Facultad de
Medicina, y a la Dra. Jennifer Hincapie Sanchez que hicieron posible la publicación de este trabajo,
en su segundo volumen como el anterior y los posteriores.
Vaya nuestro enorme reconocimiento a las autoras y los autores que han dado generosamente
sus conocimientos, su tiempo y su apoyo para que contemos con esta obra de excelencia. A todas y
todos, nuestro especial agradecimiento.
Un profundo agradecimiento por la desinteresada tarea a las y los miembros del comité edito-
rial: Silvia Brussino (Argentina), Camilo Manchola-Castillo (Brasil Colombia), María Luisa Pfeiffer
(Argentina), Eduardo Ruerda (Colombia), Volnei Garrafa (Brasil) y Constanza Ovalle (Colombia)
y, muy especialmente, a Susana Vidal, idealizadora de este Manual en sus varios volúmenes. El
compromiso de todas y todos ha hecho posible llegar a este punto en tiempos tan complejos.
Finalmente, nuestro sincero agradecimiento a María Noel Pereyra (diseñadora de UNESCO
Montevideo) por su trabajo de diseño y propuesta del concepto general del Manual así como de
este segundo volumen.
vi
Fundamentos
vii
viii
EL ENFOQUE DE LOS DERECHOS HUMANOS
PARA LA BIOÉTICA
1 “El estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida y la atención de la salud, en tanto que dicha
conducta es examinada a la luz de principios y valores humanos”
2 El primun non nocere es considerado históricamente como el principio fundamental de la medicina. (Gracia 1990: 103)
3 Podemos reconocer en este planteo al que realizan Beauchamp y Childress en su obra: Principios de ética médica (1999) que
durante muchos años fue tomada de referencia magistral para la bioética aunque sus autores la hubieran pensado como una
ética médica.
4 Muchos otros, llenos de buenas intenciones se preguntaron si no bastaba con el trabajo hecho por Callahan (2004) de poner
nuevas metas a la medicina.
FUNDAMENTOS
9
como los de la tierra.5 El puente de que habla guerra, la medicina continuó con sus investi-
Potter y que atribuye como misión a la bioética gaciones científicas usando procedimientos no
no es, como se entendió, solo entre médico y siempre respetuosos de la dignidad de aquellos
paciente sino entre el mundo actual y el futuro. sobre los que investigaba. Recordemos que Nu-
Aunque no explícitamente, podemos encontrar remberg queda en la sombra durante casi 20
en los cuestionamientos potterianos a la medi- años hasta que aparece Helsinki en 1964 y que
cina de su tiempo, una advertencia al avance de tampoco Helsinki es escuchada: Tuskegee es
la tecnología sobre las relaciones humanas. Po- una investigación del Servicio de Salud Pública
tter la involucra en su crítica a un mundo que de los EEUU que había comenzado en 1932 y
amenaza destruir toda vida. Sostiene que ni recién es interrumpida 1972 luego de un escán-
ésta, ni la medicina que termina siendo domi- dalo público. Esto obligó a los mismos intere-
nada por el espíritu tecnocientífico del siglo XX sados en investigaciones biomédicas a plantear
y destruye su cercanía con el ser humano como una gran cantidad de problemas que había que
una entidad compleja, son dueños de la vida. encarar para proteger a los sujetos sometidos
a ellas (National Comision… 1979). No fueron
Muchos ponen el origen de la bioética mucho ajenos a esto los laboratorios médicos que ha-
antes de que se comenzara a utilizar el concep- bían multiplicado sus experimentos con me-
to, en el juicio de Nuremberg en 1947,6 donde dicamentos y que fueron los impulsores de los
la comunidad médica y política juzga prácticas comités de ética. La bioética crece entonces en
aberrantes de investigación médica, cometidas paralelo con un único interés: proteger a los en-
por los profesionales de la medicina que inves- fermos de los abusos de la medicina cuyo po-
tigaban en los campos de concentración nazis, der se venía acrecentando gracias a la incorpo-
y del que surge el Código de Nuremberg (Tealdi ración de la tecnología, sea en la clínica como
2016). No sólo los nazis habían experimentado en la investigación, buscando su legitimación
olvidando que trataban con personas humanas, con argumentos éticos falaces.8
lo mismo había sucedido y seguía sucediendo
en otros países, y Nuremberg no fue impedi- La bioética nace en EEUU donde se centraba
mento para ello, sobre todo en los países que el poder científico económico de pos- guerra
aprovecharon el crecimiento tecnológico que buscando proteger y fomentar la salud frente a
había generado la guerra, como los EEUU.7 la aplicación de una tecnología cada vez más
Hasta mucho tiempo después de terminada la desarrollada. De este modo la salud pasa a ser
5 En este sentido Potter recupera las ideas de Leopold que en 1949, en su obra The Land Ethic extiende los límites de la conside-
ración ética hacia los suelos, las aguas, las plantas, los animales o colectivamente: la tierra, al punto de pensar en los derechos
de las piedras. Leopold pretendía cambiar el rol del ser humano: de conquistador de la tierra al de simple miembro y ciudadano
de ella. (Leopold 2007)
6 En el juicio que comenzó en 1946 y culminó en 1947, diecisiete médicos fueron condenados por prácticas aberrantes de in-
vestigación con miles de prisioneros, violando incluso el Código ético de Berlin de 1900 que tenía vigencia en Alemania. Estas
prácticas como pruebas de supervivencia bajo situaciones de hambre, congelamiento, infecciones provocadas y exposición a
gas mostaza, diversas mutilaciones quirúrgicas y actos de esterilización y eugenesia, que fueron probadas documentalmente,
se consideraron crímenes contra la humanidad. Siete de los médicos fueron condenados a la horca: Karl Brandt, Rudolf Brandt,
Karl Gebhardt, Joachin Mrugowsky, Victor Brack, Wolfram Sievers y Waldemer Hoven.
7 El afán del avance de la ciencia fue el argumento que al igual que en Nuremberg permitió sacrificar a unos pocos en beneficio
de la sociedad. Se trataba como se sigue tratando hoy, aunque en menor escala, de grupos vulnerables como pobres, presos,
discapacitados, ancianos, negros e indígenas y pacientes con enfermedades mentales.
8 Argumentos éticos falaces muy trabajados por bioeticistas son por ejemplo los que convalidan el uso de placebo en investiga-
ciones con humanos, existiendo cualquier droga confrontable con la experimentada. El argumento hallado es el del progreso de
la ciencia que va a beneficiar a millones y la facilitación y acortamiento de los experimentos. También se convalida de manera
semejante el doble estándar investigativo usando el argumento de la equidad: hay que igualar los resultados manteniendo el
estándar de atención de los pueblos que se usan como probandos, o dictando pautas que reconocen el doble estándar para los
países subdesarrollados como en la pauta 11 de CIOMS/OMS (2002). Esto se repite en tiempo de pandemia cuando se unifican
fases de investigación, se prueban tratamientos sin consentimiento de los enfermos por su condición de moribundos, o se infecta
a voluntarios sanos para probar vacunas en experimentación porque el mundo lo reclama para volver a la “normalidad” (Tealdi
2006).
10 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
un argumento valioso para el desarrollo bio- pa al planteo de una problemática relativa a la
tecnológico que sobrevino durante la segunda salud fuertemente relacionada con la medicina.
mitad del siglo XX y continúa hasta el presente.
Aunque la bioética latinoamericana ha incor-
Esa bioética que asociaba y sigue asociando porado cuestiones que tienen que ver más con
salud a no enfermedad, es muy parecida a una lo político que con lo sociológico, o con una
ética médica, fue catalogada como ética aplica- ecoética que supera los planteamientos a veces
da por los filósofos y en efecto lo es: una ética triviales de la ecología y sobre todo con críti-
aplicada al ejercicio de la profesión médica en cas a la impronta tecnológica que viene distin-
sus variables clínica e investigativa, una nue- guiendo a la relación con el mundo en el siglo
va ética médica que va incluyendo los nuevos XXI, aún le es difícil plantear una bioética que
avances en biomedicina.9 supere la impronta de la medicalización de la
vida que sufre nuestra cultura. Para ello es ne-
Esta concepción de la bioética fue la domi- cesario acentuar el cuestionamiento serio a la
nante por mucho tiempo en América Latina y tecnología y sobre todo a la biotecnología y la
se hallaba sostenida sobre el principialismo.10 incidencia de estas prácticas en la concepción
Este nace de la aplicación a cuestiones clíni- de las relaciones del ser humano con sus congé-
cas de los principios elaborados por el Infor- neres y con la naturaleza. No sólo es necesario
me Belmont para regular las investigaciones denunciar su abuso sino considerar las viola-
biomédicas. Son T. Beauchamp y J. Childress ciones a los derechos que implica el mero uso
quienes toman a su cargo esa aplicación en su de ciertas tecnologías en todos los aspectos de
obra Principios de ética biomédica (1999) de la vida humana.13
fuerte corte anglo-sajón, centrada sobre la re-
lación médico-paciente. También la casuística La bioética debe ser la alternativa a la biopo-
de Jonsen y Toulmin (1988) que reflexionaba lítica y en ese sentido debe adoptar una acti-
sobre lo particular y fue tomada como referen- tud comprometida frente a cuestiones que de-
cia por algunos bioeticistas latinoamericanos, nominamos políticas, como la justicia en las
es una ética médica. Por su parte, las bioéti- estrategias de gobierno de las comunidades y
cas de intervención de V.Garrafa- D.Porto11 y sobre todo un reconocimiento del alcance de
de protección de F. Shramm y M. Kottow12 en los “saberes” de todo tipo. Porque no se trata
América Latina, que procuraron superar las de ignorar el peso de la medicina en un mun-
relaciones médico-enfermo dando protagonis- do medicalizado, sino de mostrar precisamente
mo a la salud pública y acentuando una lectu- que el ejercicio de la medicina, la definición de
ra sociológica, quedaron presas todavía de la salud o enfermedad, las elecciones terapéuticas
problemática médica. Lo mismo puede decirse e incluso los diagnósticos están traspasados por
de la bioética personalista que desde una pers- decisiones políticas e incluso económicas por
pectiva cristiana sigue abordando cuestiones un lado y sobre entendidos culturales por otro y
asociadas al cuidado médico. Ninguna de estas por ello no se puede ni ignorar ni menospreciar
bioéticas, más allá de su valor particular, esca- todos esos supuestos. Por el contrario, la bioéti-
9 Además de ser una ética médica era selectiva en la elección de las problemáticas reproduciendo la de diferencia 90/10. Hasta
los años 1990, el 10% de las reflexiones en bioética se centraban en problemas generados por el 90% de la carga total de la
enfermedad (Singer 1993).
10 Se llama principialismo a la lectura de la ética médica de Beauchamp y Childress (1999) sustentada sobre cuatro principios que
fueron considerados como rectores para la bioética durante mucho tiempo.
11 La bioética de intervención, inspirada en buena medida por la filosofía y la pedagogía de la liberación, se ha propuesto un acti-
vismo político que brega contra la pobreza y las inequidades, y se sitúa en oposición a la hegemonía del Norte y la explotación
de los “países periféricos”. Distingue entre situaciones emergentes y persistentes (Porto e Garrafa 2005/ Garrafa 2005).
12 La bioética de protección asume la defensa de los desvalidos y vulnerados, presentando un camino de empoderamiento para
los subyugados que requieren apoyo para empezar a ejercer su autonomía y desarrollar un discurso ético propio, sin esperar la
supuesta justicia global que según imaginan los teóricos, vendrá en el futuro ( Kottow 2005/Schramm 2005).
13 En este sentido muchos bioeticistas han olvidado lo escrito por Potter que citáramos al comienzo de este escrito (nota 5), en que
pone como asunto central para pensar un puente hacia el futuro la crítica a la tecnología.
FUNDAMENTOS
11
ca debe entablar una lucha por los significados seguridad en el mundo. Sus fundadores eran
valiéndose de la epistemología, la sociología, plenamente conscientes que para lograrlo era
la historia y sobre todo la semántica para des- preciso garantizar que todos los seres humanos
cubrir los procesos políticos y económicos que disfrutaran plenamente de sus derechos.
la alimentan, y los simbolismos que la asocian
a la vida de los pueblos. Por consiguiente, es Las Naciones Unidas (ONU) empezaron a
necesario redimensionar la bioética sobre todo existir oficialmente el 24 de octubre de 1945,
cuando, siguiendo las exigencias biotecnológi- después de que la Carta fuera ratificada por to-
cas, se analiza la vinculación de las decisiones dos sus miembros fundadores.14 Las personas
humanas con la experimentación biogenética y no debían volver a verse perseguidas por las
con los resultados provenientes de la biología y atrocidades, ni volver a ser víctimas de políti-
la ingeniería genética por ejemplo. Es preciso cas genocidas como las que habían devastado
no olvidar que en este caso y en muchos otros, sociedades de toda Europa. En razón de ello en
una perspectiva enfocada en lo puramente el Preámbulo de la Carta de las Naciones Uni-
científico-técnico es interesada y no cuestiona das se establece que uno de los objetivos de la
los supuestos de la actual civilización sostenida organización mundial será “reafirmar la fe en
sobre la estrecha dependencia de tecnociencia los derechos fundamentales del hombre, en la
y consumo entre otros. Es preciso tener en cla- dignidad y el valor de la persona humana, en
ro que el desarrollo de la biotecnología en todas la igualdad de derechos de hombres y mujeres
sus manifestaciones parece olvidar los aspectos y de las naciones grandes y pequeñas”. Muy
sociales, políticos y económicos que son tan o poco después el 16 de noviembre de 1945 es-
más condicionantes que la genética para la po- tos propósitos comienzan a ponerse en práctica
sibilidad de alcanzar seres humanos solidarios con la creación de la Organización de las Na-
entre sí y con el universo. ciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO) cuya meta fue formulada
como “contribuir a la paz y a la seguridad estre-
DERECHOS HUMANOS chando, mediante la educación, la ciencia y la
cultura la colaboración entre las naciones, a fin
Al momento de referirnos a los derechos hu- de asegurar el respeto universal a la justicia, a
manos es preciso hacer un primer movimiento: la ley, a los derechos humanos y a las libertades
dejar en claro de qué estamos hablando ya que fundamentales que sin distinción de raza, sexo,
esta expresión viene adquiriendo significados idioma o religión, la Carta de las Naciones Uni-
ambiguos. Para ello es importante separar los das reconoce a todos los pueblos del mundo”
derechos humanos de meras fórmulas ideales (UNESCO 1945)
y lograr que pesen en la historia como exigen- Para que la ONU pudiera concretar y definir
cias culturales, lo cual no será posible si no ha- las disposiciones de la Carta de las Naciones
llamos su valor simbólico, sobre todo para los Unidas en materia de derechos humanos debía
pueblos colonizados, sometidos, dominados, elaborarse un instrumento.
tanto política como económicamente que habi-
tan nuestra región. Debido a las posiciones enfrentadas exis-
tentes, la Comisión se planteó inicialmente la
No podemos olvidar que debemos la Decla- elaboración de tres documentos: una Declara-
ración Universal de los Derechos Humanos a ción, luego un Pacto de Derechos Humanos, y
las Naciones Unidas que se crearon como con- por último un documento estableciendo una
secuencia de la Segunda Guerra Mundial. En serie de medidas para la puesta en práctica de
1945, representantes de 50 países se reunieron los dos anteriores. Sin embargo, pronto se vio
en San Francisco en la Conferencia de las Na- que los Estados no estaban dispuestos a asumir
ciones Unidas sobre Organización Interna- compromisos sólidos, por lo que se optó por un
cional, para redactar la Carta de las Naciones objetivo mucho más modesto: elaborar un do-
Unidas: su objetivo era salvaguardar la paz y la
12 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
cumento que consagrase los derechos humanos ve tratados internacionales básicos de derechos
más relevantes. humanos, y el 80 % de ellos ha ratificado al me-
nos cuatro de ellos. En el caso de EEUU si bien
El 10 de octubre de 1948 la Declaración Uni- firmó la declaración nunca la ha enviado al Se-
versal de Derechos Humanos, que constaba de nado para que sea ratificada.15 Eso quiere decir
30 artículos, fue votada por 48 de los 58 miem- que si bien respalda los derechos descritos en el
bros de las Naciones Unidas de ese momento documento, no está comprometido legalmente
(Arabia Saudí, Bielorrusia, Checoslovaquia, a acatarlos.
Polonia, Sudáfrica, Ucrania, Unión Soviética y
Yugoslavia se abstuvieron en la votación y hubo Se puede considerar que los derechos hu-
dos ausentes Honduras y Yemen). Sin embargo, manos tienen vigencia universal en tanto y en
en ese momento el documento no logró ser for- cuanto son expresión fuertemente reconocida
malizado como un tratado internacional obli- por gran parte de los pueblos de la tierra de
gatorio para los estados firmantes, solo era un mandatos éticos como son el respeto a la vida
ideal orientativo para la humanidad. Casi dos y la verdad así como el supuesto de una liber-
décadas después, en 1966, se alcanzó un con- tad absolutamente limitada por la condición
senso internacional suficiente para establecer humana. No se puede hablar de ética fuera de
su obligatoriedad al entrar en vigor el Pacto de ese supuesto y la aceptación de esos valores. De
Derechos Civiles y el Pacto de Derechos Eco- modo que admitiendo esa universalidad, las
nómicos, Sociales y Culturales que asociados a proclamas de derechos humanos han buscado
la primera declaración comprenden lo que se interrelacionarla con otros valores que la dotan
ha denominado Carta Internacional de Dere- de significado a la hora de convertirla en prác-
chos Humanos. El preámbulo de estos dos pac- ticas concretas. La vida a respetar por ejemplo,
tos sostiene “no puede realizarse el ideal del ser no es una vida abstracta sino que está estrecha-
humano libre… a menos que se creen condi- mente asociada a la integridad física mental y
ciones que permitan a cada persona gozar de social, a su desarrollo en un tiempo vivido, a
sus derechos civiles y políticos, tanto como de una trascendencia histórica o religiosa.
sus derechos económicos, sociales y culturales”.
Por ello es necesario plantear el reconoci-
Mientras la primer declaración tomaba en miento de los derechos humanos desde un pla-
cuenta fundamentalmente las libertades indivi- no previo al jurídico. Su aceptación y su uso no
duales, los pactos y declaraciones subsiguientes deben depender de ser admitidos legalmente,
reconocieron con mayor detalle la limitación a tienen vigencia ética más allá de su requeri-
las mismas, pasando a considerar situaciones miento jurídico. Ello no significa desconocer
de vulnerabilidad de los humanos que exigen el valor del derecho jurídico sino darle mayor
a las sociedades y los estados: mayores obliga- consistencia y sentido ético a las declaraciones
ciones con los niños, las mujeres, los pueblos asumidas por gran parte de los países y por
originarios, los discapacitados, los migrantes, consiguiente de sus pueblos. Toda ley debe te-
así como a evitar conductas de los estados y los ner un fundamento ético que la legitime, y los
pueblos definitivamente inexcusables, como el derechos humanos pueden ser considerados
racismo, la tortura y la desaparición forzada de por los pueblos que los han proclamado, como
personas. ese fundamento ético. Es precisamente este re-
conocimiento del valor ético universal de las
Los 190 países que forman hoy parte de la declaraciones el que les permite crear vínculos
ONU, han ratificado al menos uno de los nue- con el derecho internacional y ser reconocidos
15 Los Estados Unidos firmaron el Pacto en 1979 bajo la administración del presidente Carter, pero no están totalmente vinculados
por el mismo hasta que sea ratificado. Por razones políticas, la administración Carter no dio el empuje necesario para la revisión
del Pacto por el Senado, quien debe dar su “consejo y consentimiento” antes que dicho país pueda ratificar un tratado. Los
presidentes Reagan y Busch consideraron que los derechos económicos, sociales y culturales no son realmente derechos sino
que se limitan a objetivos sociales deseables y por lo tanto no deberían ser objeto de tratados vinculantes. Clinton por su parte
no negó la naturaleza de estos derechos, pero tampoco solicitó la ratificación del Congreso, mientras Bush hijo siguió los pasos
de su padre. Esto tampoco cambió con Obama a pesar de sus promesas. Una de las políticas a que obligarían los pactos a estos
gobiernos es a un sistema de salud pública universal.
FUNDAMENTOS
13
como fundamento del mismo. Para juristas no significado desde la biología e inscripto en
como Gross Espiell la doctrina de los derechos un orden político jurídico, seguirán fracasando
humanos de las declaraciones es fuente de de- en su intento de sostener el valor intrínseco de
rechos (Gross Espiell 2006). cada ser humano, es decir su dignidad, y en la
exigencia de que el mismo sea reconocido por
Por ello la cuestión que plantea permanente- las comunidades de todos los tiempos y luga-
mente la bioética no es su reconocimiento jurí- res. Recordemos con Arendt que el nacimiento
dico sino el efectivo y práctico por parte de las es un acontecimiento político no meramente
personas y las instituciones y el modo de evitar biológico. Mantener la vigencia de los derechos
que pasen a formar parte del aparato de los po- humanos no es una decisión jurídica, es alen-
deres estatales que se despliegan para reducir a tar una práctica en que los humanos actúen
los individuos a medidas y cifras que manipula abriendo al sujeto la posibilidad del riesgo, el
la burocracia política; medidas y cifras a las que riesgo que siempre representa la presencia del
la medicina no es ajena como venimos viendo a otro y de lo otro, es abrir a lo diferente, lo múl-
propósito de la pandemia que nos aqueja. Evi- tiple, para encontrarse, para compartir un es-
tar esto es claramente sostener una exigencia pacio común, para asumir una vida cualitativa-
ética frente a una práctica biopolítica, en el sen- mente humana (Pfeiffer 2014). No serán pues
tido que el aparato estadístico y administrativo los aspectos jurídicos los que dinamicen esa
de los poderosos opera de acuerdo al principio práctica, sino reconocer y acoger al desvalido:
de invisibilidad de las víctimas. Por consiguien- esa es la prueba, ese es el compromiso práctico,
te impedir que la apelación a los derechos hu- esa es la praxis política que debe realizar una
manos se convierta en una práctica biopolítica comunidad como tarea. Las teorías tienen en
de dominio en lugar de una apelación ética a la ese tipo de praxis política su corroboración o
igualdad y la independencia, es una de las ta- su rechazo, pues deben reconocer al otro como
reas de la bioética. Esta tarea es, como sostiene igual en derechos para que sean consideradas
Arendt, reafirmar la condición humana que es acordes a la ética. Las teorías no siempre consi-
la vida humana misma (Arendt 2005:35). deran la validez de los derechos, pueden cons-
Por ello afirmamos que el reconocimiento de truir regímenes totalitarios sostenidos por for-
los derechos humanos no pasa solo por lo jurí- mas de vida totalitarias, que rehúsan reconocer
dico. Mucho menos, como se pretende, con la derechos, y esto tiene un origen que es la nega-
asociación de su puesta en práctica con la pre- ción de compartir un espacio común, el acento
servación de la herencia genética por ejemplo. puesto en el individuo y sus deseos. Como dice
En el caso de ciertas prácticas genéticas, como Arendt “El triunfo del individuo despreocupa-
la selección de embriones por ejemplo, de lo do de la vida pública, centrado en sus intereses
que se trata es de asociar el poder del derecho privados y la seguridad de los suyos a cualquier
al de la ciencia (Foucault 2009).16 Si bien es in- precio, constituye una de las bases del totalita-
dudable que podemos plantear, como se suele rismo” (Arendt 2005:211). Podemos dar razo-
hacer al hablar de derechos, una controversia nes de todo tipo para un totalitarismo pero no
sobre los derechos fundamentales de sujetos razones éticas que obligan al reconocimiento
por nacer o nacidos bajo criterios científicos de la igualdad de derechos mediante la praxis
eugenésicos aplicados en su reproducción, responsable. Esto se logra solo cuando se sitúa
como en el ejemplo mencionado, es preciso la esfera política en el ámbito de lo público,
discutir previamente las condiciones en que se donde habitan seres humanos que son iguales
realiza ese planteo, condiciones de la suprema- en su condición de tales pero a la vez diferentes,
cía de los intereses tecnocientíficos sobre los y que mediante la acción y el discurso hacen de
de orden socio-cultural no sólo para los seres la política un asunto común. El asunto común
humanos sino incluso para el planeta. Mien- incluye no sólo al otro humano sino a todo lo
tras los derechos humanos, sigan formando otro que constituye el mundo, la naturaleza, el
parte de las representaciones de un ser huma- cosmos.
16 Este es el fundamento de la crítica de Foucault a la política del siglo XX que se ha convertido en biopolítica en tanto y en cuanto
tiene poder para dar o quitar el derecho a la vida entendido como vida biológica.
14 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
De allí deben nacer los denominados dere- individualismo, el liberalismo y el capitalismo.
chos de cuarta generación que se centran en la El sentido de la vida en el occidente al que per-
vida humana en interacción con todo el siste- tenecemos por influencia histórica, se ha afian-
ma planetario, “pues va más allá de los reque- zado a lo largo de la segunda mitad del siglo
rimientos de protección del individuo y de la XX poniendo como bandera al individuo como
especie humana, instaurando una nueva doc- soporte de la sociedad y a la libertad individual
trina centrada en el geocentrismo ético, ya que y negativa como su estandarte. El individuo
se trata de la vida no ya de la humanidad, sino acual, del siglo XXI, se sostiene sobre la capa-
de la especie humana que hace a la humanidad. cidad de decir no a las costumbres considerán-
En consecuencia, esa interacción no es solo con dolas prejuicios, a las creencias cuestionadas
el ambiente o con la vida humana o con la Pa- por la ciencia, a un pasado siempre aventajado
chamama ; es una interacción del ser humano por el futuro, todo ello representa para él ca-
con toda la diversidad viviente y no viviente y denas que debe romper sin discusión posible.
con su propia naturaleza como especie huma- Asimismo asume como la actitud más valiosa
na” (Villalobos y Palmar 2012). Los derechos a la competencia, que exige ganar a cualquier
humanos no son para ser declamados sino que precio para obtener éxito y fama. La condición
obligan a un compromiso como individuo y que hace posible alcanzar estas conductas que
como sociedad que sus componentes no pue- aseguran su diferenciación e individualidad, es
den evadir, un compromiso voluntario, libre, vivir ignorando la sociedad, concentrándose en
responsable. Pero, las condiciones existentes en su “interior”, su propia vida y futuro, desintere-
la sociedad contemporánea impiden la libertad sándose de la vida política y replegándose en su
pues las sociedades carecen de autodetermina- intimidad (Zaffaroni 2011).17 La modernidad,
ción, imposibilitan la paz pues no hay igualdad en nuestro tiempo, enfrenta al individuo con la
y obstruyen el imperio de la justicia reempla- sociedad lo que deriva en el liberalismo políti-
zándolo por explotación y opresión social, po- co que llega a recuperar el libertarismo como
lítica y económica. La respuesta no es pensar identidad18 y el capitalismo económico donde
que la posibilidad de la lucha por la vigencia de el único protagonista, el actor principal, es el
los derechos humanos y su pleno disfrute es in- “self made man”.19
viable para quienes sufren el subdesarrollo y la
miseria sino acometerla, sobre todo para aque- La convicción de que esa contraposición es
llos que podemos verla en nombre de quienes falaz es la que llevó a un nutrido grupo de bioe-
no pueden más que padecerla. ticistas a asociar, a partir de los años 90, la bioé-
tica con los derechos humanos en América La-
tina. Vemos fortalecerse esa asociación a partir
BIOÉTICA Y DERECHOS HUMANOS del Segundo Congreso de la International Asso-
ciation of Bioethics (IAB), –la más antigua en-
La bioética, así como los derechos humanos tidad científica internacional del área de bioé-
nacen en un contexto cultural marcado por el tica, celebrado en 1994 en Buenos Aires. En el
17 Los términos en que se plantean las soluciones en la historia moderna de occidente tienen que ver con el tratamiento del indivi-
duo, por ej. en la oposición típicamente moderna individuo-sociedad. El individuo no es un ser de carne y hueso sino el titular de
derechos individuales que le aquejan sólo a él, que sólo él puede defender y que están permanente en riesgo por la presencia
del otro que también defiende sus derechos. Esta formulación tiene rasgos asociales y apolíticos (Heler 2000).
18 El libertarismo es una filosofía política y legal que defiende la libertad del individuo en sociedad, los derechos de propiedad
privada y la asignación de los recursos a través de la economía de mercado (capitalismo de libre mercado), sosteniendo que
la ley debe fundamentarse en la protección de los llamados derechos negativos o individuales. Buscan básicamente revertir el
estado de bienestar moderno. El color amarillo se ha convertido en un ícono libertario.
19 Expresión muy usada, sobre todo en la época de los 50 del siglo pasado y que se asocia al “sueño americano”. Se traduce por
“el hombre que se hace a sí mismo” y proviene de una conferencia de Fredrick Douglas, un líder negro antisegregacionista del
siglo XIX que se autodenominó de esa manera y que es la apología del individuo que surge de un medio pobre y se eleva hasta
los más altos niveles financieros o políticos gracias a su esfuerzo y perseverancia, ignorando el entorno que lo posibilitó. En
América Latina se asocia a trabajar mucho, “lo gané con mi trabajo”, ignorando también los contextos en que el trabajo puede
posibilitar o no una mejora económica.
FUNDAMENTOS
15
“V Encuentro Nacional de Comités de Ética de cerlo para beneficio propio. Las conductas que
la Salud”, bajo el lema: “Bioética y Derechos valoramos son las que tienen justificación ética,
Humanos” realizado en 2001 en Buenos Aires son las que proclamamos como valores: la au-
y en el Sexto Congreso Mundial de Bioética de tenticidad, la honestidad, la transparencia, son
la IAB en Brasilia: “Bioética, interculturalidad los modos de evitar la mendicidad, no hace fal-
y derechos humanos” (2002), termina de afian- ta explicar que el reconocimiento de otro como
zarse la alianza, adquiriendo desde entonces y otro, la dignidad del otro, implica valores como
gracias a la acción de la Red Latinoamericana y respeto, tolerancia, amistad, gratitud.
del Caribe de Bioética (Redbioética) UNESCO
cada vez mayor identidad (Tealdi 2008). Pero estas conductas, en tanto éticas, suelen
ser comprendidas como que solo comprome-
La pregunta, frente a esta relación entre bioé- ten la actitud particular; cuando acudimos a
tica y derechos humanos es por qué seguimos los derechos buscamos salir de esta exigencia
hablando de bio-ética y no de bio-derecho que puede fácilmente comprenderse desde lo
como algunos proponen sugiriendo que los de- individual para convertir estos valores en re-
rechos humanos deben ser considerado como clamos, reivindicaciones sociales. Al hablar de
parte del derecho positivo para que tengan real derechos, la ética pierde cualquier referencia
valor social, ya que sólo el derecho puede gene- abstracta que pueda hacerla inalcanzable, los
rar control social (Casado 2016/Morelli 2010). derechos son mandatos morales, que fueron es-
La primera razón es que la bioética fue pensada tablecidos por la “buena voluntad” de los seres
como una ética, es decir siguiendo mandatos humanos, que responden a decisiones racio-
universales e imperativos ineludibles. Fue y nales libres de la humanidad que los proclamó
sigue siendo pensada y sostenida sobre el re- para sí misma, para reconocerse y valorarse a
conocimiento de la dignidad humana que más sí misma.20 Los derechos humanos afectan a la
allá de su grandilocuencia muchas veces criti- humanidad y obligan a los pueblos en la medi-
cada, marca que todos y cada uno de los seres da en que los aceptan.
humanos valen por igual y que esa igualdad
no tiene que ver con una identidad que anu- Latinoamérica ha sido desde sus orígenes
la las diferencias sino con un reconocimiento coloniales, y continúa siendo, víctima de viola-
que las valoriza. Todos los documentos inter- ción de derechos primarios e incumplimiento
nacionales que de alguna manera son testigos de derechos políticos, económicos y culturales.
de decisiones tomadas por la humanidad en su Frente a esta declaración tácita de que la vida
conjunto y apuntan a propósitos de mejorar la de la mayoría de sus habitantes “no merece ser
vida de todos los habitantes de la tierra, hablan vivida”, frente al reconocimiento fáctico de la
de dignidad, buscan con este concepto que las indignidad de sus pueblos sometidos no solo
naciones, los países, los pueblos, reconozcan el al hambre, la miseria y la discriminación sino
valor de todos y cada uno de los que los com- a gobiernos autoritarios y violentos cómplices
ponen y den la oportunidad de reconocerse va- de los poderes económicos, la bioética tiene un
liosos a cada uno de ellos. solo mandato: instaurar la vigencia de los de-
rechos humanos cuya razón de ser es respetar
La bioética al ser propuesta como ética supo- la dignidad del ser humano. Este mandato sig-
ne la libertad que no es autonomía solamente nifica poner en acto en cada vida la mayor de
sino sobre todo, responsabilidad y solidaridad las exigencias éticas: reconocer la dignidad de
pues obliga al reconocimiento del otro como cada uno y de todos los seres humanos. No de-
tal, y sobreentiende la veracidad que impide el bemos olvidar que el imperativo tiene tres for-
mayor de los modos de usar al otro que es ha- mulaciones, en las dos primeras la medida del
20 Kant, en su ética considera a la buena voluntad como la voluntad libre de cumplir con el imperativo categórico de la razón prácti-
ca que obliga a medir los actos morales con la ley universal que toda la humanidad reconoce como tal como por ejemplo respetar
la vida, buscar la verdad. Aunque los imperativos de la razón no obedecen a fines sino que son válidos por sí mismos, uno por
lo menos, se formula como ley de la razón universal que debe poner al ser humano como fin de los actos, es decir formula un
fin para toda conducta ética sustentada en la razón humana. Esa ley es compartida por todo ser humano, no es individual. (Kant
1785)
16 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
imperativo es la ley natural, pero en la tercera mía, la política, la estética y sobre todo la mo-
la medida es el valor del ser humano como tal ral y van conformando la cultura dominante.
es decir la dignidad del ser humano como tal. La imposición se logra mediante una violencia
no física, disciplinando a los “dominados” me-
Para ello la bioética debe dar un vuelco y evi- diante símbolos, significados y referencias. Es-
tar que debido a su marca de procedencia que tos “no la evidencian y/o son inconscientes de
es la medicina y la relación estrecha que tie- dichas prácticas en su contra, por lo cual son
ne esta con lo jurídico, se cuele en su práctica «cómplices de la dominación a la que están so-
una interpretación de los derechos humanos metidos»” (Bordieu 2002). Esto queda plasma-
corta, limitada, y funcional al poder de turno. do en profesionales, grupos, pueblos, reducidos
Quienes consideran que la tarea de la bioética a la esfera de la ingenuidad, ignorantes de toda
es articular los derechos del paciente y la au- posibilidad crítica.21
tonomía de los sujetos, partiendo del supuesto
de que cuando hablamos de derechos humanos Esta complicidad que para Bordieu es de-
estamos haciendo referencia a cuestiones jurí- terminante en la destrucción de las conquis-
dicas, olvidan su dimensión ética e incluso la tas sociales y dificulta la construcción de una
necesidad de su corolario como acción política. narrativa común en torno a condiciones reales
Pensar en la relación bioética-derechos huma- de igualdad política y social, debiera ser puesta
nos está muy lejos de considerar que los con- de relevancia por la bioética en lugar de, por
flictos que puedan suscitarse en la vida de las lo menos “oficialmente”, repetir y justificar los
personas respecto de la posibilidad de llevarla esquemas y las respuestas de los opresores con
adelante y hacerlo sanamente deban resolverse el mismo nivel de connivencia (Bordieu 2002).
jurídicamente, es decir juridificándolos. No es
raro este deslizamiento puesto que vivimos en Lo que Bourdieu aplica a las relaciones so-
una cultura medicalizada por un lado y judi- ciales de clase se ve muy claramente cuando lo
cializada por otro, las intervenciones jurídica y transponemos al escenario que suele presentar-
médica determinan la vida de los ciudadanos. nos la bioética que es el de los determinantes de
Ello impide que puedan pensarse conceptos la salud, y los protagonistas a la hora de estable-
como por ejemplo autonomía o justicia fuera cerlos y modificarlos. Uno de ellos, quizá el que
de las coordenadas jurídicas y salud fuera del es clave, es la medicina. De modo que para la
quehacer médico. bioética, debiera ser fácil identificar esta violen-
cia simbólica, ya que en la medicina, que es uno
Es por ello que resulta tan difícil para la bioé- de sus tópicos más abordados, históricamente
tica escapar de lo que Bordieu (1996) denomi- ha existido un “dominador” y un “dominado” y
na violencia simbólica. Esta violencia es anali- el primero es habilitado por la cultura y la his-
zada por este autor en relación a la pedagogía toria a serlo. Pero debiera además advertir que
y muestra que la misma es uno de los mayores los violentados realmente no son solo los en-
ejercicios de poder, pues va formando habitus fermos sino toda la sociedad que gradualmente
que “son interiorizados mediante la adopción y sin conciencia de ello va adoptando pautas
arbitraria de principios que se reproducen en la de comportamiento y criterios de legitimidad
práctica y perduran incluso luego de que ha ce- que la convierten en cómplice de esa violencia.
sado la “autoridad pedagógica” (Bordieu y Pas- Citando nuevamente a Bordieu “La gran fuer-
seron 1996:25). El habitus que genera la edu- za de la transmisión de una cultura de clase
cación pero no solo la educación, implica una está en el lograr confundir lo que es necesario
violencia ejercida por un “dominador” sobre con lo que es útil sólo para la clase dominante”
un “dominado” que tiene carácter simbólico y (Bordieu 2002:176) y esto se ve claramente en
que es reproducida por las relaciones sociales. situaciones como la pandemia donde la dueña
Esto, durante años, va formando de forma ar- de la salud es la medicina e incluso una rama
bitraria pero continua habitus que del ámbito de ella como es la epidemiología que habilita al
escolar y académico se extienden a la econo- montaje simbólico de la industria farmacéutica
21 Esta reflexión de Bordieu que no aplica solo a la educación podemos contraponerla a la exigencia de Freire de fomentar una
educación liberadora.
FUNDAMENTOS
17
que aparece como “salvadora” con una vacuna. involucra a la medicina también lo hace con la
Esta representación da legitimidad a la indus- economía, la política y las relaciones sociales
tria farmacéutica en relación a las prácticas de en general. El resultado fáctico es la violación
cuidado de la salud y las objeciones de la bioé- o al menos la ignorancia no reconocida de los
tica se reducen a quiénes van a recibir primero derechos humanos.
la vacuna. Sería buen momento para recordar
todo el entramado comercial que hay detrás No es posible negar que la bioética necesita
de las vacunas y no solo las vacunas incluso del discurso de las ciencias que miran el acon-
en un momento de pandemia. Las farmacéu- tecer de la vida humana y su relación con la na-
ticas no han dejado de hacer negocios, lo son turaleza, pero lo necesita para retomarlo y mar-
sus convenios “sanitarios” con los gobiernos car el qué hacer desde la justicia, para impedir
y las instituciones internacionales que buscan la explotación implacable de los poderosos. La
obtener alguna “mínima ventaja para sus po- bioética está obligada a poner de relevancia la
blaciones porque los mismos, en realidad, son violencia simbólica de las ciencias a la hora de
convenios comerciales y no sanitarios. No po- conocer las relaciones humanas con los otros y
demos olvidar las componendas comerciales con lo otro, resignificando categorías sociológi-
entre los grandes laboratorios y con interme- cas, antropológicas, ecológicas, políticas y eco-
diarios, el enriquecimiento de quienes juegan nómicas para poder plantear finalmente cómo
financieramente con acciones que se compran y cuándo éstas son justas, cómo y cuándo han
y venden a costa de esperanzas e ilusiones de de ser las orientadoras de la acción política. La
los amenazados por la enfermedad, el secreto bioética no puede olvidar que para que una ac-
industrial para un producto de bien público, las ción pueda ser considerada moral o correcta,
patentes, la responsabilidad ante situaciones de tiene que ser universalizable, de modo que no
escasa seguridad y eficiencia por vacunas que vaya contra el respeto debido a todas y cada una
no cumplen con todos los requisitos de una in- de las personas sino que permita reconocer que
vestigación científica debido a la urgencia entre todos los seres humanos merecen igual consi-
otras muchas formas de violar la confianza que deración y respeto. Esto no puede ser relativi-
debiera darnos la ciencia. zado por ninguna ciencia, es más, todas deben
hacer sus aportes para ratificarlo. Por ello la
La bioética está obligada a proclamar que to- bioética es más que una multidisciplina y tam-
das estas prácticas habituales y quasi naturales bién que una ética aplicada. No puede conten-
en una economía global capitalista, violan el tarse con repetir discursos y consignas que no
derecho a la salud. alcanzan a nadie sino que por el contrario legi-
timan la no acción, y la estrategia hegemónica
Este nivel de complicidad entre dominadores de los consensos significativos dominantes.
y dominados no sólo se ve en el abordaje de la
enfermedad sino de toda la vida, es lo que hoy Frente a un fenómeno como una pandemia
conocemos como la medicalización de la vida es preciso tener en claro que el desorden social
y que vemos operando claramente en una si- que vivimos no es causado por ella y la emer-
tuación de pandemia como la que sufrimos. Es gencia sanitaria, sino que ella hace más visible
esta vida medicalizada la que impide reconocer la ausencia de igualdad en el sentido más pro-
en situaciones como las que vivimos que la me- pio de la palabra. Ella ha levantado el velo que
dicina queriéndolo o sin quererlo es cómplice impedía y aún hoy impide ver la precariedad
de una cultura de muerte ya que los pueblos no en que vive la gran mayoría de las personas ca-
pueden rebelarse contra el crecimiento indus- rentes de lo que tanto se reclama: justicia, soli-
trial y la cultura del consumo que son los que daridad, sustentabilidad. Ha permitido ver que
generan este tipo de enfermedades. Los pueblos lo que denominamos sistemas de salud son en
reclaman vacunas y no cambio de vida. ¿Qué realidad sistemas de atención de enfermos ge-
abordaje que no sea el epidemiológico está ha- nerados por una cultura alienante, que miden
bilitado para tener la palabra en una sociedad la salud con guarismos biológicos, que actúan
medicalizada? En la medicalización de la vida tomando en cuenta estadísticas y no grupos
que es previa a la pandemia pero que la habili- humanos, que niegan la voz de los que recla-
ta y tal vez incluso la promueve, el habitus que man por un derecho a la vida buena o la acallan
18 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
con medicamentos. La bioética permite negar zá de manera irreversible, a nuevas formas de
hoy que el virus sea igualitario, no lo es; que la entender y configurar la vida de los seres hu-
respuesta de los estados sea equitativa, no lo es. manos con consecuencias que no parecen ser
Y podemos sostenerlo porque los desposeídos, previsibles pero que apuntan a beneficiar a los
los marginales, los olvidados y vulnerados de que siempre se benefician y perjudicar a los que
siempre siguen en el mismo lugar, siguen sien- siempre se perjudican. Así, en general, la bioé-
do tratados como si sus carencias fuesen natu- tica se presenta como tecnófila aunque cautelo-
rales y de alguna manera se pudiera paliarlas sa, con una vertiente de entusiasmo que es en
con medidas preventivas pensadas a la medida parte genuina, pero también interesada. Es ver-
de otros y para preservar a esos otros. La pan- dad que el saber de la ciencia ha adquirido una
demia debe ser significada como un terremoto, dimensión que es inmanejable para un ser hu-
debe habilitar el rescate del 60% de la población mano y que está más allá de una comprensión
del planeta para dejarlos en “terreno seguro”, en completa de sus dimensiones, pero eso debe
un lugar en que la vida no deba ganarse sino estimular a la bioética a ejercer su capacidad de
gozarse. El derecho a la vida no puede enten- crítica y no anularla y menos aún impedir la
derse como abandono en la precariedad, como acción para limitar ese desarrollo.
alimentar el hambre de manera mezquina, per-
mitiendo solo la sobrevivencia de los más fuer- La pregunta es si como parece, poner la tecno-
tes a costa de los más débiles; debe evitar todo logía “del lado de los derechos humanos” deja-
condicionamiento al rescate de la miseria. In- ría resuelta la cuestión. Bregar por los derechos
cluso debe ir más allá la bioética, cuestionando humanos es precisamente lo que obliga a cues-
que esa supervivencia de los más fuertes, que tionar los alcances de la tecnología (Schramm y
esa pseudovida arropada por el consumo que Kottow 2001). El mundo futuro que nos ofrece:
se establece como habitus, sea el símbolo de la el reto de una digitalización acelerada de ban-
vida humana. cos de datos, la investigación digitalizada no
sólo en áreas sensibles como la neurociencia
sino en todos los campos del conocimiento, el
TECNOLOGÍA, BIOÉTICA desarrollo de la inteligencia artificial en la me-
Y DERECHOS HUMANOS dicina meliorativa que en la literatura bioética
propone emplear la biotecnología para mejorar
¿Dónde puede abrevar la bioética para que el el nivel moral de la conducta humana, la supe-
discurso de los bioeticistas no sea un simulacro ración intelectual de la máquina hasta llegar al
más en esta época llena de violencia justificada transhumanismo y a la singularidad como al-
por palabras vacías? ¿Cómo evitar que los de- gunos ejemplos, está muy lejano de considerar
rechos humanos sigan siendo invocados en ese al humano como un ser valioso por sí mismo,
juego perverso de la ambigüedad como argu- tan lejos como considerar que toda entidad en
mentos para meras deliberaciones académicas? el mundo y el mundo mismo lo sea. Pero estos
¿Pueden los derechos humanos ser quienes son algunos ejemplos, en realidad lo que debe
interpelen a la bioética convocándola a la re- cuestionar la bioética es el hecho de la cien-
flexión crítica por un lado y la acción transfor- cia hoy, su real influencia en el conocimiento
madora por el otro para mover el estatus quo y a partir de él en la cultura de la explotación
que nos aprisiona? y la injusticia. En realidad cualquier dictamen
acerca de lo que acontece en ese campo nos está
Hoy la bioética enfrenta el hechizo de la enfrentando ya con un mundo indeseable y no
tecnología, Salvulescu y Persson22 ponen a debemos ponerlo en el futuro porque hacerlo
la bioética en el compromiso de juzgar sobre nos desfocaliza de lo que, ya hoy, hace indesea-
decisiones que califican de peligrosas, porque ble al mundo.
algunas de ellas estarán abriendo la puerta, qui-
22 Markus ‘Notch’ Persson, el creador de Minecraft, videojuego que vendió a Microsoft en 2.500 millones de dólares, y que luego
de convertirse en multimillonario confiesa “El problema de tenerlo todo es que te quedas sin razones para seguir intentando, y la
interacción humana se hace imposible debido al desequilibrio”,” Pasar el rato en Ibiza con un montón de amigos y salir de fiesta
con gente famosa, capaz de hacer lo que quiera, y nunca me he sentido más aislado”.
FUNDAMENTOS
19
Sin duda que todas las cuestiones con que que las vidas de las personas sean mejores, y el
tradicionalmente se enfrenta la bioética no mismo deber conlleva la obligación de mejorar
pueden ser dejadas de lado, pero la prioridad la genéticamente” (Salvulescu 2012:210). Estos
tienen otras que deben ser consideradas si pre- son algunos de los principios éticos que men-
tendemos que el ser humano tenga un futuro. ciona Salvulescu aceptando la mejora genética
La bioética debe claramente romper el mito de del ser humano aunque no se detiene a expli-
que ese futuro está necesariamente en manos car qué significa mejora, si, como aclara, ésta
de la tecnología, que es el combo tecno-ciencia no puede ser moral. En efecto, Salvulescu con-
el que tiene la llave de un mundo mejor. En rea- sidera imposible una mejora moral y previene
lidad la tecnología es quien ha generado la po- además que todos esos “beneficios” que nos da-
sibilidad de que el ser humano no tenga futuro ría la genética podrían caer en manos dañinas.
en el planeta tierra ¿por qué cambiaría de rum- Advierte que “El progreso de la ciencia es en
bo? La tecnología no es pensada para favorecer cierto sentido para peor […] y esta parte mala
a los derechos humanos sino como producto se incrementa si se acelera el progreso cientí-
de intercambio comercial, como producción de fico mediante la mejora cognitiva. De manera
riqueza para algunos, como objeto de consumo que mientras no haya mejora moral, es me-
y por ello su primera regla es “siempre un paso jor que no haya mejora cognitiva” (Salvulescu
adelante”, la renovación, la innovación, la nove- 2012:247). Esto que parece contradictorio se
dad, el avance, el “desarrollo” caiga quien caiga sustenta sobre la defensa del derecho a la vida
en el camino. Y su segunda regla es que el pro- prima facie, mientras esa vida mejore la espe-
ducto fascine para que desee ser consumido. cie, permita competir, se adecue a una idea de
amor preestablecida, será la “mejor” genética-
En este camino de recuperar lo valioso de la mente hablando. Para Salvulescu no es posible
tecnología arrancándola de las manos de los establecer cuál vida es mejor a nivel moral pero
negocios, se va desarrollando un mito: que la si a nivel cognitivo y es lo segundo lo que de-
tecnología será tan poderosa como para evitar bemos buscar aunque no garantice lo prime-
la destrucción que implica su incremento. A ro. Debiéramos garantizar conocimientos que
tal punto que autores como Salvulescu recla- eviten el dolor, la muerte, los sufrimientos, los
man una “nueva ética” que se adapte a la tec- límites. Frente a esta oferta de vida podemos
nología y no al revés: “Necesitaremos una ética preguntarnos ¿No es esto buscar entelequias
bien desarrollada para gobernar la creación de producto de la negación de todo lo que carac-
nuevas formas de vida” (Salvulescu 2012:338), teriza al ser humano?
así como “elaborar y desarrollar un complejo
marco normativo” (Salvulescu 2012:340). Así Mientras los derechos humanos sigan siendo
menciona principios éticos que podrían ser considerados prima facie es decir dependientes
adoptados por esa ética como por ejemplo: “es de capacidades y oportunidades y leídos desde
aceptable matar a una persona con el propósito el habitus del consumo como medida del éxi-
de salvar a otra” (Salvulescu 2012:76); “la per- to y la felicidad, y del individuo como medi-
sona que tiene una buena razón para tener el da de la ética, mientras sigan dependiendo de
mejor niño posible está requerida moralmente entelequias abstractas, no podremos preten-
a tenerlo” (Salvulescu 2012:46); “al permitir que der que tengan vigencia como discurso igua-
todos tomen drogas que mejoran el rendimien- lador y justiciero y mucho menos que puedan
to, nivelamos el campo de juego. Eliminamos ser proyectados al planeta para considerar los
los efectos de la desigualdad genética” (Salvu- derechos de los no humanos. Esto no tiene
lescu 2012:117); “vivir mi vida de acuerdo con nada que ver con las argumentaciones ni con
lo que yo pienso que es bueno, no según aquello la forma de los discursos, sino con la elección
que los demás consideran bueno” (Salvulescu de formas de vida, con compromisos que son
2012:169); “debemos utilizar nuestro conoci- siempre personales dentro de una comunidad,
miento creciente en neurociencia para mejorar con coherencia entre lo que se dice y lo que se
la calidad del amor mediante la manipulación hace. El fiel de la balanza que mida la vigencia
biológica” (Salvulescu 2012:210); “el deber de de los derechos humanos debe ser establecido
hacernos más saludables es el deber de hacer por los pueblos, por sus integrantes y no por los
20 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
poderes que gobiernan en democracias signa- ridad para atentar contra el derecho a la vida,
das por el simulacro (Castoriadis 1997/ Pfeiffer a la salud, a la identidad, a la integridad, a la
2018) y no pueden representar a las poblacio- libertad de transitar, opinar, creer. El derecho
nes. Hablamos de los pueblos cuya voz no es a la educación no está por encima del derecho
escuchada porque es silenciada por la robótica, a la identidad, a la creación, a la crítica, a la
los teléfonos celulares, las emisiones de TV y cultura, a la fe. El derecho a la comunicación
radio, los twitter y los memes que van erigien- y la información no puede anular el derecho a
do los habitus. la educación. El derecho a gobernar no puede
aplastar el derecho a disentir pero el derecho a
Se discute sobre qué fundamentar la ética, disentir no puede estar por encima del derecho
pero sea cual fuere su fundamento encontra- a gobernar.
mos coincidencias en todas las posturas éti-
cas en la valoración de la vida y la verdad y en Sinergia es un concepto teológico que es
la exigencia de justicia en los reclamos de los adoptado por la medicina y que obliga a los
pueblos. Los derechos humanos han nacido en componentes de un organismo a apoyarse unos
occidente, pero han sido y siguen siendo adop- en otros para mantener la vida, es en ese senti-
tados y aceptados por la mayoría de los pueblos do que no hay vigencia de derechos humanos
de la tierra porque hacen referencia a valores sino existe sinergia entre ellos.
comunes más allá de las formas que adquieran
a la hora de convertirlos en praxis política. El enfoque de los derechos humanos en bioé-
tica suele ser desestimado recurriendo a crí-
Por ello, frente a la tiranía de la tecnociencia ticas éticas académicas en que se justifica la
actual en manos de un sistema económico-po- insensibilidad ética de las sociedades desde el
lítico sostenido sobre el lucro, los bioeticistas escepticismo o el pragmatismo. Bauman habla
debemos rechazar la fascinación y recordar de esa pérdida de sensibilidad que se manifies-
que los derechos humanos sólo pueden lograr ta como “la negación de aplicar la perspectiva
prácticas liberadoras actuando con una siner- ética a otras personas” (Bauman y Donskys
gia que les permita apoyarse unos en otros. El 2009:49), en que el individuo se desentiende
derecho a la propiedad no puede estar por enci- de los daños, sobre todo sociales, que pueda
ma del derecho a la vida, a la libertad, a la edu- causar su conducta. Vemos como esto ocurre
cación, a un juicio justo, al trabajo. El derecho a en nuestros días con la pandemia, sobre todo
la comida, la vivienda, el abrigo, no puede estar a la hora de pensar en obtener una vacuna:
supeditado al derecho al trabajo y éste al de la los llamados a la solidaridad se estrellan con-
producción. Ninguno de los derechos puede tra realidades insensibles o determinadas por
ser vedado a los niños, las mujeres, los pueblos jerarquías del poder sobre todo económico. La
originarios, los extranjeros, los enemigos po- solidaridad se convierte en un concepto va-
líticos, los discapacitados, los que tienen cos- cío, in-significante, todo el mensaje se dirige al
tumbres y color de piel diferente. El derecho a la individuo en quien se genera el miedo por su
vida no puede ser a la supervivencia para unos propia sobrevivencia. La consecuencia es que
y al despilfarro de recursos para otros, debe es- en vez de buscar sostenerse unos con otros, la
tar en consonancia con el derecho a la igualdad desigualdad económica sigue cada vez más vi-
en el goce de la vida con todas sus aspiraciones, gente y determina una polaridad entre pudien-
goce que debemos dejar de igualar a consumir. tes y desposeídos, que a su vez es instrumen-
No puede ser impuesto por la violencia y la tal en una distribución inequitativa y sesgada
agresión que lo niegan por principio, no puede de riesgos que se convierten en peligros (Beck
ser legitimado por la muerte de algunos para 2006). La respuesta del poder a la demanda de
beneficio de otros. La libertad no es un dere- seguridad es mantener sus privilegios mediante
cho sino un supuesto de los derechos y por ello la violencia, en una cultura medicalizada como
es la garantía del ejercicio de los derechos: del la del siglo XXI la medicina es un instrumento
de informarse y comunicar, del de trasladarse y de esa violencia sostenida por su carácter “cien-
permanecer, del de participar y compartir, del tífico”. Debemos entender que cuando la bioéti-
de proyectar, crear, aprender y enseñar. No se ca acentúa la autonomía del enfermo no puede
puede esgrimir un derecho como el de la segu- darle seguridades sino que lo que hace es esti-
FUNDAMENTOS
21
mularlo a asumir riesgos, los que supone cual- no puede nada solo, que todo lo que haga: su
quier intervención de un humano sobre otro. construcción del presente, su proyección al fu-
Sin embargo habilitamos creer que el médico al turo y su valoración del pasado, sólo puede ha-
“informar” da seguridades al paciente, cuando cerla con otros, entre otros, junto a otros, para
el saber médico no es ni definitivo ni absolu- otros. El reclamo de derechos es posible en tan-
to. Con la pandemia se pone de relevancia esta to y en cuanto se es parte constitutiva de una
contradicción de nuestra cultura que pretende comunidad que tiene obligaciones para con
individuos libres, autónomos que rechazan las sus miembros. La justicia, esa que es columna
cuarentenas por ejemplo pero sometidos a su vertebral de la ética, es la respuesta a una con-
vez a las indicaciones de la medicina, de la epi- dición corporal del hombre que lo hace vulne-
demiología que las propician como única res- rable. Reconocer que todos los seres humanos
puesta “segura”. El derecho a la seguridad es un tienen derechos es reconocer que son parte de
derecho utópico, nada ni nadie puede asegurar una comunidad y que no pueden dejar de serlo
al ser humano que no va a sufrir, no va a morir, por su condición vacilante.
excepto que aceptemos la utopía de un hombre
robotizado, sujeto a un saber sagrado como el Por ello son precisamente los derechos hu-
de la tecnociencia que haga su vida totalmente manos, los que interpelan y convocan a la re-
previsible. flexión crítica desde un campo normativo como
la bioética sobre los supuestos morales en que
Ni la ciencia es sagrada ni los derechos hu- se mueve una cultura. ¿Qué puede aportar la
manos lo son. Debemos quitarles todo rastro bioética en un momento de crisis, de catástrofe
de sacralización, y exigir desde la bioética que o de pandemia? Una aproximación a la com-
sean usados profanamente, que se discuta so- plejidad de la vida humana y sus exigencias
bre ellos que se los modifique y ponga al servi- y necesidades que atañen a una vida sana y a
cio de los pueblos, que se sumen derechos y sa- brindar aportes que permitan mayor coheren-
beres, en tanto y en cuanto nacen de lo humano cia ética a las políticas que buscan promoverla y
y alcanzan a lo humano (Agamben 2005). preservarla sin renunciar a la justicia.
CONCLUSIÓN REFERENCIAS
Esa obligación de reconocer que todos los se- BECK, U., 2006. La Sociedad de riesgo:hacia una
res humanos eran iguales y libres significó una nueva modernidad, Paidós, Barcelona.
advertencia frente a la situación de indignidad BOURDIEU, P. 2002. Pensamiento y acción, Li-
en que se encontraban millones de humanos bros del Zorzal, Buenos Aires.
para quienes esos derechos no existían. El de-
recho no es un grito de protesta como podía BOURDIEU, P. y PASSERON, J.C., 1996. La
serlo el de Job, no es un pedido de clemencia Reproducción: Elementos para una teoría
ni un lamento trágico, es un grito de pie no de del sistema de enseñanza (3.a ed.), Popular,
rodillas, es un grito con el que se exige, se recla- Madrid.
ma a la comunidad suplir la indigencia. Es an-
tes que nada una confesión de que el individuo
22 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
CALLAHAN, D., 2004. Los fines de la medicina, KOTTOW, M., 2004. Por una ética de protección”,
Cuadernos de bioética, Fundació Víctor Gri- Rev.Soc.Int.Bioética, 11, pp. 24-34
fols i Lucá, Barcelona.
LEOPOLD, A., 2007. The land ethic, A sand
CASADO, M., 2016. Bioética y Derechos Hu- county almanac with essays on conservation
manos: sobre la bioética como herramienta from Round River, Ballantine, Nueva York,
para la Democracia, Jus et Veritas, Num. 53, USA. 1948. Traducción de Ricardo Rozzi y
diciembre. Francisca Massardo en Rev.Chil. hist. Nat.,80
(4) Santiago. Disponible en https://scielo.
CASTORIADIS, C., 1997. El avance de la insignifi-
conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pi-
cancia, EUDEBA, Buenos Aires
d=S0716-078X2007000400012
CONSEJO DE ORGANIZACIONES INTERNA-
MORELLI, M., 2010. El concepto del bioderecho
CIONALES DE LAS CIENCIAS MÉDICAS
y los derechos humanos, Vida y ética, año 11,
(CIOMS) y ORGANIZACIÓN MUNDIAL
num 1.
DE LA SALUD (OMS), 2002. Pautas éticas
internacionales para la investigación relacio- NATIONAL COMMISSION FOR THE PROTEC-
nada con la salud con seres humanos, OPS y TION OF HUMAN SUBJECTS OF BIOME-
CIOMS, Ginebra. DICAL AND BEHAVIORAL RESEARCH,
1979. El Informe Belmont. Principios y
FOUCAULT, M, 2009. Vigilar y castigar, Siglo
Guías Éticos para la Protección de los Su-
XXI, Madrid.
jetos Humanos de Investigación, Comisión
GARRAFA, V., 2005. La bioética de intervención y Nacional para la protección de los Sujetos
el acceso al sistema sanitario y a los medica- Humanos de Investigación Biomédica y del
mentos, SIBI: Revista de la Sociedad Interna- Comportamiento, U.S.A.
cional de Bioética, 2005, 14, pp.7-15.
PFEIFFER, M.L., 2014. El bios: vida y potencia su
GRACIA, D., 1990. Primum non nocere. El princi- lugar en la biopolítica y la bioética en CRAG-
pio de no-maleficencia como fundamento de NOLINI, M. (ed), Extraños modos de vida.
la ética médica, Real Academia Nacional de Presencia nietzcheana en el debate en torno
Medicina, ANZOS, Madrid. a la biopolítica, La Cebra, Bs. As. 2014, pp.
67-78.
GROSS ESPIELL, H., 2006. La Declaración Uni-
versal sobre Bioética y Derechos Humanos PFEIFFER, M.L., 2018. ¿Por qué la bioética debe
y las otras declaraciones de la UNESCO en ocuparse de la democracia?, Rev. Redbioética
materia de bioética y genética: su importan- UNESCO, Año 7,1,(17), enero-junio 2018,
cia e incidencia en el desarrollo del derecho pp.54-63. Disponible en https://redbioetica.
internacional en GROSS ESPIELL, H. y GÓ- com.ar/wp-content/uploads/2019/06/Revista-
MEZ SÁNCHEZ Y.M. (ed), La Declaración Bioetica17.pdf
Universal sobre Bioética y Derechos Huma-
PORTO, D. e GARRAFA, V., 2005. Bioética de
nos, Comares, Granada.
intervenção: considerações sobre a economia
HELER, M., 2000. Individuos. Persistencia de una de mercado, Bioética, 13(1), pp.111-23
idea moderna, Ed. Biblos, Bs. As.
REICH, W.T. (ed), 1978. Encyclopedia ob Bioe-
https://redbioetica.com.ar/el-principio-y-el-
thics 1. The Free Press, New York.
fin-de-la-bioetica/
SAVULESCU, J., 2012. ¿Decisiones peligrosas?
JONSEN, A. R. & TOULMIN, S., 1988. The Abuse
Una bioética desafiante, Tecnos, Madrid.
of Casuistry. A History of Moral Reasoning,
University of California Press, Berkeley. SCHRAMM, F.R. y KOTTOW, M., 2001. Bioética
y biotecnología: lo humano entre dos para-
KANT, E., Fundamentación de la metafísica de las
digmas, Acta Bioethica, 7(2). Disponible en
costumbres, 1785.
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=s-
ci_arttext&pid=S1726-569X2001000200007
FUNDAMENTOS
23
SCHRAMM, F.R., 2005. Información y manipula-
ción: ¿cómo proteger los seres vivos vulnera-
dos? La propuesta de la bioética de la protec-
ción, Rev.Brasileira Bioética, 1(1), pp. 18-27.
24 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
DIGNIDAD HUMANA E IGUALDAD COMO
MANIFESTACIONES CENTRALES DE LA BIOÉTICA
REFERIDA A LOS DERECHOS HUMANOS
Aline Albuquerque
FUNDAMENTOS
25
conceptos de dignidad humana y de igualdad, y propugnar soluciones en cuestiones bioéti-
así como acerca del principio del respeto a la cas. En consecuencia, la Bioética basada en los
dignidad humana y a la igualdad, fundamental DDHH, conforme a lo destacado por Tealdi
para todos los seres humanos. (2008:177), consiste en un campo ético-norma-
tivo pautado por el respeto a la moral universal
emanada de las normas de derechos humanos.
LA BIOÉTICA REFERIDA En ese sentido, Hottois (2001) puntúa que la
A LOS DERECHOS HUMANOS referencia a los derechos humanos es un capi-
tal para la Bioética, en la medida en que ofrece
La referencia a los derechos humanos abarca un conjunto de valores y normas compartidas
el conjunto de normativas internacionales acer- por la comunidad internacional. La referencia
ca de tales derechos, la jurisprudencia de las a los DDHH está plagada de elecciones axioló-
Cortes Internacionales, los documentos pro- gicas y reglas morales absolutas, tales como la
ducidos por los órganos encargados de moni- defensa de la democracia y la prohibición de la
torear el cumplimiento de las normativas cita- tortura, respectivamente. Así, al emplearlas en
das, así como las investigaciones teóricas sobre el campo bioético, se adopta manifiestamente
tales derechos. Los derechos humanos, en tan- una posición no neutra sino comprometida en
to expresión normativa, “poseen una cabeza de dirección a la promoción de un tipo de cultura,
Janus volcada al mismo tiempo hacia la moral de sociedad y de Estado. Por otro lado, se reco-
y hacia el derecho” (Habermas, 2001), al tradu- noce que el uso de la referencia a los derechos
cir exigencias éticas socialmente consensuadas, humanos en la Bioética no implica la superpo-
formalizadas en normas jurídicamente institu- sición entre los dos campos, y sí se asume que
cionalizadas. En efecto, los derechos humanos poseen órbitas paralelas expresadas en sus con-
constituyen normas morales, al crear obliga- ceptos, discursos, movimientos y espacios de
ciones morales ampliamente compartidas que lucha (Baker, 2014). La Bioética y los derechos
deben ser respetadas por todos (Pogge, 2005). humanos, como áreas del saber, presentan el
De este modo, los derechos humanos pertene- mismo origen histórico, el final de la Segunda
cen a la categoría general de las proposiciones Guerra Mundial y el juicio a los médicos nazis
prescriptivas, esto es, son enunciados que car- (Annas, 2005). También exponen una serie de
gan en sí mandatos que apuntan a influir sobre puntos de contacto, que especialmente conver-
el comportamiento ajeno para modificarlo. Son gen en valores como los de la dignidad humana
características de las proposiciones prescripti- y de la igualdad, objeto de este capítulo. Sien-
vas (distintas de las descriptivas): a) En cuanto do así, se tiene como objetivo exponer aportes
a la función – modificar el comportamiento; teóricos acerca de la dignidad humana y de la
b) En cuanto al destinatario – la prueba de la igualdad, en tanto acepciones centrales de una
aceptación de la proposición prescriptiva es su Bioética basada en la referencia a los DDHH.
ejecución; c) En cuanto a la valoración – puede Para ello, en el próximo ítem, son abordadas la
ser válida/inválida o justa/injusta, pero no ver- previsión de la dignidad humana y de la igual-
dadera o falsa. Las proposiciones prescriptivas dad en las normativas de derechos humanos.
dan origen a obligaciones o reglas morales y ju-
rídicas (Bobbio, 2003).
LA DIGNIDAD HUMANA Y LA IGUALDAD
De ese modo, la Bioética referida a los DDHH EN LAS NORMATIVAS DE DERECHOS
se sirve de las proposiciones prescriptivas ema- HUMANOS
nadas de sus normativas y de las normativas
bioéticas consolidadas en el lenguaje de los de- La demarcación conceptual, objeto de este
rechos humanos, como la DUBHD, la Declara- capítulo, relativa a la dignidad humana y a la
ción Universal sobre el Genoma Humano y los igualdad en tanto concepciones que respaldan
Derechos Humanos, adoptada por la UNESCO una Bioética referida a los DDHH, implica exa-
en 1997, y la Declaración Internacional sobre minar cómo tales conceptualizaciones se en-
los Datos Genéticos Humanos, también procla- cuentran dispuestas en las normativas de dere-
mada por la UNESCO, en 2004, para analizar chos humanos. Como hay una amplia gama de
26 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
normativas, se optó por tratar las principales manidad y respeto a la dignidad inherente a la
en el ámbito del Sistema ONU y del Sistema persona humana.
Interamericano de Derechos Humanos.
En lo que atañe a la igualdad, el Artículo 2 del
La Declaración Universal de los Derechos PIDCP (ONU, 1966) establece que los Estados
Humanos – DUDH, adoptada por la Organi- se comprometen a respetar y garantizar a todos
zación de las Naciones Unidas – ONU en 1948, los individuos que estén sujetos a su jurisdic-
establece en su Preámbulo el reconocimiento ción los derechos en él previstos, y su Artículo
de la dignidad inherente a todos los miembros 26 establece que todas las personas son iguales
de la familia humana y de sus derechos iguales e ante la ley y tienen derecho, sin ninguna dis-
inalienables (ONU, 1948). De hecho, la DUDH criminación, a igual protección de la Ley. En
tiene como presupuesto la dignidad ontológica cuanto a las previsiones específicas acerca de la
de todos los seres humanos, así como la idea igualdad, el PIDCP (ONU, 1966) y el PIDESC
de igual valor y derechos, al contar en su Artí- (ONU, 1966) cuentan con dispositivos sobre el
culo 1° con la previsión de que todos los seres deber del Estado de asegurar a hombres y mu-
humanos nacen libres e iguales en dignidad y jeres igualdad en el gozo de todos los derechos
en derechos. Además, con relación a la digni- civiles, políticos, económicos, sociales y cultu-
dad humana en dispositivos singulares, abor- rales. En el PIDCP (ONU, 1966) se verifica la
da la existencia conforme la dignidad humana igualdad de derechos y responsabilidades de
cuando trata del derecho a una remuneración los esposos respecto del casamiento, así como
equitativa y satisfactoria; en cuanto a la previ- el derecho de tener acceso, en condiciones ge-
sión de la igualdad concerniente a derechos es- nerales de igualdad, a las funciones públicas de
pecíficos, la DUDH prevé, al tratar del derecho su país. En el PIDESC (ONU, 1966) existe el
de ser juzgado por un tribunal independiente establecimiento del derecho a la educación de
e imparcial, el ejercicio en igualdad de tal de- nivel superior igualmente accesible a todos; el
recho; el derecho de acceso, en condiciones de derecho a un salario equitativo y una remune-
igualdad, a las funciones públicas de su país y a ración igual por un trabajo de igual valor; en
los estudios superiores, en función de su méri- particular, las mujeres deberán tener la garan-
to (ONU, 1948). tía de condiciones de trabajo no inferiores a las
de los hombres y percibir la misma remunera-
En conjunto con la DUDH, el Pacto Interna- ción que ellos por el mismo trabajo, y las mis-
cional sobre Derechos Civiles y Políticos – el mas oportunidades de ser promovidas.
PIDCP y el Pacto Internacional sobre Dere-
chos Económicos, Culturales y Sociales – el De esa manera, se verifica que la previsión de
PIDECS, ambos de 1966, conforman la de- la igualdad legal o ante la ley, que consiste en la
nominada “Carta Internacional de Derechos más básica manifestación jurídica de la igual-
Humanos” (Albuquerque; Barroso, 2020), o dad (Nikolaidis, 2015), está contemplada en el
sea, son las normativas universales de derechos PIDCP. Se registra que la igualdad fue enfatiza-
humanos que consolidan el edificio del Dere- da en ambos documentos tanto para hombres
cho Internacional de los Derechos Humanos. como mujeres en lo que se refiere a todos los
Con relación a la dignidad humana, consta en derechos humanos.
el PIDCP (ONU, 1966) y el PIDESC (ONU,
1966) que los derechos humanos derivan de En la esfera del Sistema Interamericano de
la dignidad inherente a la persona humana. Derechos Humanos, la Convención America-
De ese modo, ambos tratados consideran la na sobre Derechos Humanos, su norma prin-
dignidad humana como el “portal a través del cipal, fija en el Artículo 11, que toda persona
cual el contenido igualitario y universalista de tiene derecho al respeto de su honra y al reco-
la moral es importado al derecho” (Habermas, nocimiento de su dignidad. Asimismo estable-
2011:37). El Artículo 10 del PIDCDP (ONU, ce que toda persona privada de libertad debe
1966) reproduce la inherencia de la dignidad ser tratada con el debido respeto a la dignidad
humana, al establecer que toda persona pri- inherente al ser humano. Con relación a la
vada de su libertad deberá ser tratada con hu- igualdad, su Artículo 24 prevé la igualdad ante
la ley. También prevé como lo hace el PIDCP
FUNDAMENTOS
27
(1966) la igualdad de derechos y la adecuada CONCEPTOS DE DIGNIDAD HUMANA
equivalencia de responsabilidades de los cón- Y DE IGUALDAD ADOPTADOS EN LA
yuges respecto del casamiento así como tam- BIOÉTICA REFERIDA A LOS DDHH
bién el derecho de tener acceso, en condiciones
generales de igualdad, a las funciones públicas
de su país. Concepto de dignidad humana
Se deduce de las normativas señaladas que la
El concepto de dignidad deriva del término
dignidad humana elegida por los órganos pro-
latino “dignitas”, empleado en la antigua Roma
ductores de tales normas es la ontológica, o sea,
para hacer referencia al estatus social que de-
aquella que alude al valor intrínseco de todos
terminada persona ocupaba y al respeto y defe-
los seres humanos simplemente por el hecho de
rencia merecidos en razón de su posición social.
integrar la especie humana (Andorno, 2020),
Dilley y Palpant (2013) indican que la dignidad
consistiendo en una dignidad inherente (Gros
humana se fija en dos concepciones: la del ex-
Espiell, 2005), conforme será desarrollado en
cepcionalismo humano y la del Imago Dei. El
el ítem que sigue. En lo relativo a la igualdad,
excepcionalismo humano condensa la idea de
ésta se desdobla en proposiciones prescrip-
que los seres humanos son superiores a los de-
tivas de tres categorías: a) la de igual valor de
más seres vivos, especialmente en virtud del
todas las personas, que se asemeja a la noción
poder de la racionalidad, y el Imago Dei con-
de dignidad; b) la igualdad como principio que
siste en la acepción de que todos los humanos
impacta sobre todos los derechos humanos, así
reflejan la imagen divina de forma singular en
como sobre el ordenamiento jurídico de los Es-
el orden creado. Entonces, bajo la perspectiva
tados, expresado en la “igualdad ante la ley”;
histórica, aunque la expresión dignidad huma-
c) derecho a ser tratado con igualdad, como
na haya atravesado más de 2.000 años, su ras-
el derecho de acceso a las funciones públicas
go distintivo concierne a la particularidad del
y a la educación superior (Nikolaidis, 2015).
humano con relación a los demás seres vivos
También es importante resaltar que la dignidad
(Calhoun, 2013). A partir del Iluminismo, pre-
humana ontológica se imbrica con la igualdad,
cisamente del pensamiento kantiano, la justifi-
en la medida en que veda cualquier tipo de tra-
cativa teórica de la dignidad humana sufrió un
tamiento desigual basado en la consideración
giro antropocéntrico, pasando a basarse en las
de que determinadas personas, poseen un es-
acepciones kantianas de agencia libre, de racio-
tatus moral superior a la de las demás. Es decir
nalidad y de personalidad, aproximándola a la
veda la concesión de privilegios y también lo
noción de autonomía, como la “capacidad hu-
inverso, o sea, considerar que ciertos grupos o
mana de proyectar posibles cursos de acción” o
personas poseen un valor inferior y en conse-
“autogobierno” (Calhoun, 2013:31). En el siglo
cuencia aceptar su tratamiento deshumano o
XX se produjo la incorporación de la dignidad
degradante (CIDH, 2019).
humana a las normativas de los derechos hu-
La idea de dignidad humana y la de igualdad manos, facilitando la construcción de consen-
entre todos los seres humanos son vectores sos internacionales en torno a tratados y decla-
axiológicos del Derecho Internacional de los raciones, “dado que todos estaban dispuestos a
Derechos Humanos, de manera que la propo- concordar con la posición de que la dignidad
sición prescriptiva resultante, la de que todos humana tiene una importancia central” (Ha-
deben ser tratados con igual respeto y digni- bermas, 2011:32). En la contemporaneidad hay
dad, ocupa un locus singular en el corpus iu- una gama de teorías justificantes de la dignidad
ris internacional (CIDH, 2019), así como en la humana, en ese sentido, Foster (2011) enumera
Bioética basada en el referencial de los DH. A nueve “esquemas taxonómicos” para la digni-
partir de esto, se tiene como foco los conceptos dad humana, basados en las investigaciones de
de dignidad humana e igualdad en el ámbito de David Feldman; Doris Schroeder; Suzy Kill-
la Bioética referida a los DDHH. mister; Andrew Clapham; Niki Bostrom; Luke
Gormally y Mette Lebech; Leon Kass; Deryck
Beyleveld y Roger Brownsword y Ronald
Dworkin.
28 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
A pesar de las variadas teorías sobre la dig- documentos de derechos humanos menciona-
nidad humana en el discurso actual, se consta- dos en este capítulo, como la DUDH, el PIDCP
ta que predominan dos significados: la noción y el PIDESC, los cuales establecen la dignidad
de dignidad ontológica y la de dignidad moral como inherente a todas las personas. La digni-
(Andorno, 2020). La dignidad ontológica sig- dad relacional se traduce en el direccionamien-
nifica el valor que todas las personas tienen por to de la DUBDH a los Estados y en la orienta-
el simple hecho de ser humanas, independien- ción que ofrece para decisiones o prácticas de
temente de cualquier factor o condición perso- individuos, grupos, comunidades, institucio-
nal. La dignidad humana ontológica es estática, nes y empresas públicas y privadas. En lo rela-
no puede ser suprimida o disminuida. La dig- tivo a la dignidad como límite-estatal, el ítem
nidad moral consiste en el valor atribuido a al- “b” del Artículo 2 de la DUBDH instituye que
guien en función de su comportamiento juzga- “los intereses y el bienestar del individuo deben
do moralmente (Andorno, 2020). En la esfera tener prioridad sobre el interés exclusivo de la
del Derecho Internacional de los Derechos Hu- ciencia o de la sociedad” (UNESCO, 2005).
manos, McCrudden (2008) enumera tres ele-
mentos de la dignidad humana: a) la dignidad De este modo, el principio del respeto a la
ontológica, que consiste en el valor intrínseco dignidad humana de la DUBDH emana de dos
de los seres humanos; b) la dignidad relacional, mandatos distintos para Estados y prescripcio-
que es entendida como ese valor intrínseco que nes éticas orientadoras para todos: a) la obli-
debe ser reconocido y respetado por los otros, y gación moral de respetar la dignidad inherente
que formas de tratamiento son inconsistentes o de toda persona y la prohibición de tratamien-
exigidas por el respeto a ese valor intrínseco; c) tos en desconformidad con tal mandato; b)
la dignidad como límite-estatal, en lo que con- los sistemas sociales sirven al individuo y no
cierne a la relación entre el individuo y el Esta- lo contrario. En el campo bioético, el primer
do; o sea, la existencia del Estado se justifica por mandato, en el sentido de que es imperativo
la protección que debe proveer al individuo, no ético el respeto al valor intrínseco de todos los
cabiendo que el individuo sea usado como me- seres humanos sin cualquier distinción, puede
dio para alcanzar finalidades estatales. Este úl- ser desmembrado en otros tres principios, con
timo elemento de la dignidad fue introducido menor nivel de abstracción y mayor de especi-
por las normativas de los derechos humanos, ficidad, a saber: principio del respeto a la per-
adoptadas en los Sistemas Internacionales de sona; principio de la no instrumentalización; y
Derechos Humanos, conforme abordado en el principio de la prohibición de tratamiento hu-
ítem antecedente. millante, degradante o deshumano (Albuquer-
que, 2017). Conforme Albuquerque (2017), el
principio del respeto a la persona impele a la no
Principio del respeto a la dignidad interferencia en el ejercicio de su autonomía,
humana comprendiéndola como la capacidad humana
de escoger planes de vida (Nino, 1989); el prin-
Conforme consta en el Artículo 3 de la cipio de la no instrumentalización que se arti-
DUBDH, el principio del respeto a la dignidad cula con el “Principio del Mero Medio” (Kers-
humana impone una serie de mandatos para tein, 2009) veda la cosificación o el convertir en
los Estados e individuos. En efecto, el principio objeto a la persona por considerarla como un
del respeto a la dignidad humana “prohíbe al medio para alcanzarse un fin o situarla como
Estado disponer de cualquier individuo como objeto y no en tanto sujeto y agente moral; y el
medio para otro fin que él mismo, aunque sea principio de la prohibición de tratamiento hu-
para salvar la vida de muchas otras personas” millante, degradante o deshumano que impone
(Habermas, 2011:29). De esta manera, se puede abstenerse de cualquier tipo de tratamiento que
afirmar que el principio de la DUBDH acoge amenace o viole el respeto de sí, que provoque
los tres elementos de la dignidad citados por intenso sufrimiento físico o psíquico, y le reti-
McCrudden (2008), ontológico, relacional y re a la persona la posibilidad de resistir moral,
límite-estatal. La dignidad humana ontológica psíquica o físicamente a una situación adversa
se encuentra expresada en el preámbulo de los (Albuquerque, 2017). Es importante registrar
FUNDAMENTOS
29
que estos mandatos ético-jurídicos fueron for- En este capítulo, se tiene como objetivo, fun-
jados social e históricamente como un remedio damentado en Oppenheim (2004) y Nikolaidis
contra la “tendencia del ser humano a matar a (2015), exponer de forma sintética las variadas
su prójimo, humillarlo y hacer de eso una glo- concepciones de igualdad y de desarrollar la
ria” (Enriquez, 2015:179). idea de igualdad como principio, para funda-
mentar la aplicación de la DUBDH.
En cuanto al segundo mandato, relacionado
a la dignidad como límite-estatal, este se acopla Por tanto, la igualdad como característica
a la idea de que los individuos no son objetos o personal indica la única característica que es
medios de la sociedad y del Estado para alcan- común a todos los seres humanos: la “natura-
zar fines, aunque sean legítimos. Siendo así, el leza humana”. Esta acepción consiste en una
principio de la primacía de la persona humana descripción y no una afirmación valorativa. La
sobre los intereses de la sociedad y de la ciencia igualdad de tratamiento implica la concesión
(Andorno, 2013), previsto en la DUBDH, con- del mismo beneficio o la incidencia de carga
siste en un desdoblamiento del principio del o responsabilidad a A y a B, por C, aplicando,
respeto a la dignidad humana, particularmente a los mismos, la regla, de modo imparcial. En
en su dimensión límite-estatal. El principio de lo que respecta a las reglas igualitarias de dis-
la primacía de la persona humana sobre los in- tribución, ésas se refieren a cómo serán distri-
tereses de la sociedad y de la ciencia, constan- buios los beneficios o los gravámenes entre los
te de la DUHDB, fue por primera vez previsto individuos (Oppenheim, 2004).
en la Declaración de Helsinki sobre investiga-
ciones involucrando seres humanos, adoptada Las reglas de distribución de beneficios y gra-
por la Asociación Médica Mundial, en 1964. vámenes se fundamentan en algunos criterios
De este modo, el avance científico y biotecno- como: partes iguales para todos, o sea, todos
lógico no consiste en un fin en sí mismo, en los beneficios o encargos serán distribuidos en
la medida en que debe tener como finalidad partes iguales para todos, siendo este el princi-
el incremento del bienestar de los individuos. pio aristotélico de la igualdad numérica. Otro
La dignidad como límite-estatal, por ejemplo, criterio de distribución, también formulado
les impone a los Estados que se abstengan de por Aristóteles, consiste en el criterio de “par-
adoptar legislaciones que permitan el empleo tes iguales a los iguales”, partes de beneficios o
de seres humanos en investigaciones científicas encargos será distribuido a los que comparten
que acarreen daños desproporcionados a los alguna característica en común. Ampliando
sujetos de investigación o no les aseguren el ac- este criterio, se tiene la regla de que el mayor
ceso a los resultados de los beneficios derivados número de personas debe recibir un tratamien-
de las mismas. to análogo cuando se encuentran en circuns-
tancias específicas. La igualdad proporcional
consiste en la distribución de beneficios mayo-
Concepto de Igualdad res a aquellos que más necesitan (Oppenheim,
2004). Con relación a los criterios de distribu-
La igualdad es un término multidimensional ción, Bobbio (2000:300) puntúa que el criterio
y se esparce en una amplia gama de significa- de la necesidad es “el criterio igualitario por ex-
dos, en los campos jurídico, social y económico celencia”, puesto que los seres humanos pueden
y sus correlatos: igualdad jurídica, igualdad so- ser considerados más iguales cuando se consi-
cial e igualdad económica (Nikolaidis, 2015). O dera la cantidad y la calidad de sus necesidades.
sea, el concepto de igualdad puede ser desdo- Cuanto a las teorías de Filosofía Política que
blado en: igualdad de características persona- fundamentan criterios distributivos que tienen
les; igualdad de tratamiento; reglas igualitarias el igualitarismo como paradigma, pueden ser
de distribución; e igualdad de oportunidades resaltadas la Teoría de la Justicia de Rawls, la
(Oppenheim, 2004). La igualdad también pue- Igualdad en Capacidades de Sen en Liberalismo
de ser comprendida como “igualdad moral” Igualitário (Rosas 2008) y A virtude soberana:
(Sangiovanni, 2017), que será tratada en el ítem a teoria e a prática da igualdade, de Dworkin
subsecuente. Esta puede ser entendida como (2002). A pesar de no ser objeto de este capítu-
un principio o un derecho. lo, se indica que Rawls y Dworkin son los prin-
30 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
cipales teóricos de la contemporaneidad sobre toras de igual e intrínseco valor, consiguiente-
la igualdad liberal (Kymlichka 2006). Pasando mente tratadas con igual respeto (Nikolaidis,
a la igualdad de oportunidades, esta implica la 2015). La comprensión de la igualdad como
concesión a todos del mismo punto de partida, un valor moral implica la idea de dignidad hu-
de modo que cada uno por medio de sus habi- mana. Además, la acepción de igualdad moral
lidades personales alcance la posición deseada. consiste en la admisión de que todas las per-
La igualdad de derechos no es suficiente para sonas tienen el mismo estatus moral, del cual
tornar efectiva la igualdad de oportunidades, deriva una serie de derechos, denominados de-
ya que es necesario que los recursos sean dis- rechos humanos.
tribuidos desigualmente para alzar a todos al
mismo nivel de partida (Oppenheim, 2004). El principio del respeto a la igualdad moral de
De este modo, la igualdad de oportunidades se todos los seres humanos se desdobla en man-
entrelaza con la concepción de igualdad sus- datos normativos, que se relacionan a prácti-
tancial, cuya mira consiste en fomentar la ca- cas que consisten en tratamientos desiguales,
pacitación o el perfeccionamiento personal por o inclusive que inferiorizan o deshumanizan al
medio de la eliminación de barreras externas otro. Esas prácticas son categorizadas por San-
impeditivas del desarrollo humano (Nikolaidis, giovanni (2017) en modos de negación de la
2015). igualdad moral, a saber: tratar a alguien como
inferior; crueldad social; inobservancia del res-
peto y del consentimiento. El primero se refiere
Principio del respeto a la igualdad al tratamiento de alguien como inferior que in-
fundamental entre todos los seres volucre por lo menos una de las cinco acciones
humanos en términos de dignidad subsecuentes: tratar a alguien como: a) “ani-
y de derechos mal”, sometiéndolo al control y a la limitación
de un superior, retirándole las características
La DUBDH establece, en su Artículo 10, el humanas de autocontrol y autoconsciencia, lo
principio del respeto a la igualdad fundamen- que puede ser denominado como deshumani-
tal en términos de dignidad y de derechos, que zación; b) “niño”, infantilizándolo con la justifi-
debe ser considerado bajo la perspectiva de la cación de ayudarlo o protegerlo; c) “objeto”, su-
idea de igualdad moral entre todas las perso- primiéndole la subjetividad; d) “instrumento”,
nas. En efecto, la idea de igualdad moral abar- usándolo para cierto fin; e) “sucio”, marcándolo
ca dos prescripciones ético-jurídicas: a) todos por medio de distintos tipos de exclusión, des-
los miembros de la especie humana comparten precio, como proceso de estigmatización. Estos
igualmente la necesidad de tener una vida dig- tratamientos basados en la desigualdad moral
na; b) esta necesidad debe ser universalmente de los seres humanos pueden ser expresados,
reconocida y respetada (Nikolaidis, 2015). Así, por ejemplo, en el tratamiento deshumano y
en lo relativo a la primera prescripción, se cons- degradante de personas con trastornos menta-
tata que los tratamientos negadores de la igual- les; en el paternalismo ejercido en la toma de
dad moral impiden la atención de la necesidad decisiones sobre cuidados en salud; en la des-
de una vida digna, análisis que será objeto de consideración de la voluntad y preferencias de
este capítulo. En cuanto a la segunda prescrip- personas mayores.
ción, la de que esa necesidad debe ser univer-
salmente reconocida y respetada, se traduce en La crueldad social, entendida conforme San-
los derechos humanos en normas universales giovanni (2017), consiste en el uso de la mayor
que den lugar a obligaciones ético-jurídicas de vulnerabilidad de alguien para atacar u obs-
respeto, de protección y de realización de la truir su capacidad para mantener o desarrollar
igualdad moral. su integral sentido del self. Como ejemplo, San-
giovanni (2017) relata el caso de Winterbour-
La igualdad moral se fundamenta en la no- ne, en que los cuidadores fueron grabados abo-
ción de dignidad encapsulada en valor inhe- feteando, ahogando, insultando, empujando a
rente de todos los seres humanos, basada en los residentes vulnerables por las escaleras y
la humanidad común. De esta forma, todas las tirándoles del pelo. La práctica cruel del geno-
personas deben ser reconocidas como deten- cidio presupone una previa estrategia de des-
FUNDAMENTOS
31
plazamiento de nivel moral del grupo víctima, cador moral, transformando procedimientos y
moviéndolo del nivel de la igualdad moral al de tratamientos sin consentimiento, en ilícitos.
la desigualdad, construyendo una nueva visión
del grupo como compuesto por subhumanos. En síntesis, el principio del respeto a la igual-
De esta forma, el proceso de deshumanización dad fundamental de todos los seres humanos
referido también incide en los casos de geno- en términos de dignidad y de derechos, previs-
cidio, por eso, comúnmente las víctimas de to en el Artículo 10 de la DUBDH, desautoriza
genocidio son encuadradas como animales. los tratamientos deshumanizantes, infantiliza-
Las “instituciones totales”, como hospitales psi- dores, así como la transformación en objeto.
quiátricos, casas de cuidados, prisiones, con- En ese sentido, veda la crueldad social y fomen-
ventos y otras, de acuerdo con Goffman (2001), ta el respeto opaco y el consentimiento como
son promotoras de la desigualdad moral. Así, marcadores morales.
destituyen a sus institucionalizados del estatus
moral de humano, en la medida en que descon- CONSIDERACIONES FINALES
sideran sus papeles y lazos sociales previos, lo
que los torna más frágiles a la crueldad.
Las ideas de dignidad humana y de igualdad
El respeto a la persona implica la opacidad son constructos humanos que atraviesan siglos.
con relación al modo de percibirla, siendo un Esas ideas son al mismo tiempo concepciones
“respeto opaco”, o sea, todas las personas deben filosóficas, antropológicas y jurídicas, así como
ser respetadas, independientemente de quienes marcadores sociales y morales de conductas. El
son, lo que hacen, o como piensan. El respeto reconocimiento de que son de ardua precisión
opaco no tiene en cuenta la personalidad o una conceptual no permite mitigar su importancia
interacción íntima, sino modos de conexión en la construcción de una cultura humanista,
con el otro en espacios sociales compartidos, en la que cualquier persona tiene su valor y
evitando la crueldad social y las tentativas de su estatus moral respetado. Los eventos histó-
destruir el sentido del self. Sangiovanni (2017) ricos en que personas fueron consideradas de
indica que una persona mayor con demencia “segunda clase”, “mercaderías”, “cucarachas” o
es merecedora de respeto opaco, o sea, la de- “ratas”, son las mayores tragedias de la huma-
mencia no debe ofuscar su condición primaria nidad. De esta forma, una Bioética basada en
de ser humano, y por tanto, de ser merecedora los DDHH tiene como pilar fundamental las
a igual respeto. Eso no significa desconsiderar ideas de dignidad humana y de igualdad mo-
eventuales fragilidades inherentes a su condi- ral de todos los seres humanos, independien-
ción. En cuanto al consentimiento, ése expresa temente de cualquier condición personal o de
un poder normativo permisivo, transformando comportamiento social. Ese progreso moral
una acción vedada o neutra en permitida. El fue reconocido en la DUBDH, normativa cen-
consentimiento también preserva el sentido del tral de la Bioética basada en los DDHH, que
self, impide la crueldad social y fija un límite a delinea un marco de actuación para los Estados
lo que el otro puede hacer contra nuestra volun- y demás actores sociales. Por eso, este capítulo
tad (Sangiovanni, 2017). En consecuencia, el tuvo como objetivo subrayar que la DUBDH,
consentimiento expreso por una persona adul- en el surgimiento de documentos sobre dere-
ta y con capacidad de decidir puede hacer que chos humanos, concurrió de forma singular
determinada práctica éticamente condenable para inscribir en la historia valores que deben
pueda darse como aceptable, pues expresaría la ser cotidianamente reforzados, pues la posibi-
voluntad y el permiso del individuo. Por otro lidad de su olvido siempre asombrará a la hu-
lado, la adopción de determinadas conductas manidad.
sin el consentimiento acarrea su ilicitud e in-
adecuación ética, estableciendo una frontera Traducción (portugués-español) realizada
moral. Por ejemplo, la integridad corporal del por la Profesora Dra. Beatriz Adriana
paciente apenas puede ser alcanzada por medio Komavli de Sánchez, Universidad del Estado
de su consentimiento, que consiste en ese mar- de Rio de Janeiro (UERJ), Instituto de Letras,
Departamento de Lenguas Neolatinas.
Sector de Español
32 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
REFERENCIAS la igualdad y no discriminación. Estándares
Interamericanos, [Versión electrónica]. Re-
ALBUQUERQUE, A., 2017, Dignidade humana: cuperada el 03 de julio de 2020. https://www.
proposta de uma abordagem bioética baseada oas.org/es/cidh/informes/pdfs/Compen-
em princípios, Revista de Direitos e Garantias dio-IgualdadNoDiscriminacion.pdf.
Fundamentais, V.18, No. 3, 111-137.
DE SCHUTTER, O, 2010, International Human
ALBUQUERQUE, A.; BARROSO, A, 2020. Curso Rights, Oxford, Oxford.
de Direitos Humanos, Lumen Juris, Rio de
DILLEY, S., PALPANT, N.J., 2013, Human Digni-
Janeiro.
ty in the Throes? en DILLEY, S., PALPANT,
ANDORNO, R, 2020, Dignity, en EMMERICH, N. N.J.,Human Dignity in Bioethics, Routdlege,
et al.(eds.) Contemporary European Pers- Oxon, pp.3-18.
pectives on the Ethics of End of Life Care,
DWORKIN, R, 2002, A virtude soberana: a teoria
Springer, pp.147-155.
e a prática da igualdade, Nova Fronteira, São
ANDORNO, R, 2013, Principles of International Paulo.
Biolaw, Bruylant, Bruxelles.
ENRIQUEZ, E., Matar sem culpa: algumas re-
ANNAS, G, 2005, American bioethics: crossing flexões sobre os assassinatos coletivos, em
human Rights and health law bounderies, NOVAES, A (org.) Mutações: fontes passio-
Oxford, Oxford. nais de violência, SESC, São Paulo, pp.177-
203.
BAKER, R, 2014, Bioethics and Human Rights, en
TEAYS, W., GORDON, JS., RENTELN, AD. FOSTER, C., 2020, Dignity in Medical Law, en
(ed), Global Bioethics and Human Rights, PHILLIPS, A.M., CAMPOS, Thana C.,
Rowman & Littlefiled, Plymounth, pp.92-101. HERRING, J., Philosophical Foundations of
Medical Law, Oxford, Oxford, pp.151-156.
BOBBIO, N, 2003, Teoria da Norma Jurídica, EDI-
PRO, São Paulo. FOSTER, C., 2011, Human Dignity in Bioethics
and Law, Hart, Oxford.
_________, 2000, Teoria Geral da Política, Cam-
pus, São Paulo. GROS ESPIELL, H, 2005, Ética, bioética y dere-
chos, Bogotá, Temis.
BRASIL, 1966, Decreto nº 592, de 6 de julho de
1992. Atos Internacionais. Pacto Internacio- GOFFMAN, E, 2001, Manicômios, Prisões e Con-
nal sobre Direitos Civis e Políticos, Promul- ventos, Perspectiva, São Paulo.
gação, [Versión electrónica]. Recuperada el
HABERMAS, J, 2011, Um ensaio sobre a Consti-
03 de julio de 2020. http://www.planalto.gov.
tuição da Europa, Setenta, Lisboa.
br/ccivil_03/decreto/1990-1994/D0592.htm.
HABERMAS, J, 2001, A constelação pós-nacional,
BRASIL, 1966, Decreto nº 591, DE 6 DE JULHO
Littera Mundi, São Paulo.
DE 1992.Atos Internacionais. Pacto Inter-
nacional sobre Direitos Econômicos, Sociais HOTTOIS, G, 2001, Bioética y Derechos Huma-
e Culturais. Promulgação, [Versión electró- nos, en TRIANA, J.E. et al, Bioética y Dere-
nica]. Recuperada el 03 de julio de 2020. chos Humanos, Ediciones el Bosque, Bogotá,
http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/decre- pp.150-217.
to/1990-1994/d0591.htm.
KERSTEIN, S., 2009, Treating Others Merely as
CALHOUN, D.H., 2013, Human Exceptionalism Means. Utilitas. v. 21, n. 2.
and the Imago Dei, en DILLEY, S., PALPANT,
N.J.,Human Dignity in Bioethics, Oxon, KYMLICKA, W., 2008, Filosofia Política, Martins
Routdlege, pp.19-45. Fontes, São Paulo.
FUNDAMENTOS
33
or their autonomy. BMJ, Vol. 327, No 7429, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá,
1419–1420. pp.177-1180.
MCCRUDDEN, C., 2008, Human Dignity and UNESCO – ORGANIZAÇÃO DAS NAÇÕES
Judicial Interpretation of Human Rights, The PARA A EDUCAÇÃO, A CIÊNCIA E A
European Journal of International Law Vol. CULTURA, 2005, Declaração Universal sobre
19, No. 4, 655 – 724. Bioética e Direitos Humanos. [Versión elec-
trónica]. Recuperada el 03 de julio de 2020.
NIKOLAIDIS, C, 2015, The right to equality in Eu-
http://bvsms.saude.gov.br/bvs/publicacoes/
ropean Human Rights Law, Routledge, Oxon.
declaracao_univ_bioetica_dir_hum.pdf.
NINO, C, 1989, Ética y derechos humanos, Ariel,
Barcelona.
34 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Visiones bioéticas
latinoamericanas
FUNDAMENTOS
35
36 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
BIOÉTICA DE INTERVENCIÓN – UNA AGENDA
LATINOAMERICANA DE RE-TERRITORIALIZACIÓN
EPISTEMOLÓGICA PARA LA BIOÉTICA
Volnei Garrafa
Eliane Cruz
Não tenho caminho novo. 1999; Garrafa y Porto, 2002; Garrafa, 2005a;
O que eu tenho de novo Azambuja y Garrafa, 2015; Garrafa, Martorell
é o jeito de caminhar... y Flor-do-Nascimento, 2016).
(Thiago de Mello -
poeta brasileiro, 1926 - 2022) Esta perspectiva marcadamente estadouni-
dense de la bioética, entonces, centró su aten-
ción en la relación entre los profesionales de la
salud y sus pacientes y entre los investigado-
res y patrocinadores de la investigación y sus
sujetos. En otras palabras, redujo el concepto
INTRODUCCIÓN
de vida -la raíz “bios” de la bioética- al campo
biomédico y biotecnológico. En este contexto,
La Bioética de Intervención (BI) fue gestada sobredimensionó el principio de respeto a la
en la década de 1990. En este periodo, la su- autonomía (referente al “yo” – al individuo),
puesta neutralidad de las ciencias estaba siendo minimizando el principio de justicia (referen-
deconstruida, especialmente debido a la ya en- te al “nosotros” – al colectivo). Esta situación
tonces creciente desigualdad social que había generó, entre otras, una verdadera indústria del
entre los países geográficamente localizados al “consentimiento informado”, como si todas las
norte y al sur del mundo. En este escenario, la personas, de diferentes países y culturas, tuvie-
bioética principialista, pautada en sus cuatro ran el mismo nivel socioeconómico y educativo
principios presumiblemente universales – res- para ejercer libremente su autonomía. En este
peto a la autonomía, beneficiencia, no malefi- sentido, para la Bioética de la Intervención,
ciencia y justicia –, con su modelo accesible y
fácilmente aplicable, reinaba como una espe- (...) lo que ya no pueden aceptar los bioe-
cie de “mantra encantador” -para utilizar una ticistas de los países periféricos - y par-
expresión cuñada por Clouser y Gert (1990)-, ticularmente los latinoamericanos - es la
empezó a recibir críticas. Mientras las críticas creciente despolitización de los conflictos
venidas de los autores del norte se basaban en morales. Lo que sucede con frecuencia es
los problemas relacionados con sus funda- el uso de la justificación bioética como
mentos filosóficos, especialmente con rela- herramienta metodológica que termina
ción a una interpretación errónea de la teoría sirviendo de manera neutra para la lec-
de la moralidad común, autores de los países tura e interpretación de los conflictos, por
periféricos, especialmente de América Latina, dramáticos que estos sean. De esta ma-
centraron sus críticas en la maximización de la nera, se suaviza (e incluso anula, borra)
concepción anglosajona e individualista de la el drama de diversas situaciones de con-
autonomía en detrimiento de la visión más ma- flicto, especialmente en situaciones colec-
cro, colectiva y ampliada de la justicia y de las tivas, que resultan en las más profundas
cuestiones sociales que involucraban la salud distorsiones sociales (Garrafa y Porto,
y la vida de las personas, especialmente aque- 2003, p. 402).
llas más necesitadas (Garrafa, Diniz y Matos,
Por el título de este capítulo, es necesario Inicialmente Feitosa (2015) aclara que la
aclarar el significado de “epistemología” para palabra “intervención” en el vocabulario con-
la BI. Para ello, se seguirá la interpretación del ceptual de la BI no significa “intrusión”; por el
filósofo mexicano León Olivé, quien la define contrario, la idea de intervención significa para
como la disciplina que analiza críticamente las ella la necesidad de que la ética aplicada (como
prácticas cognitivas, es decir, aquellas prácticas es el caso de la bioética) actúe concretamente
a través de las cuales se generan, aplican y eva- en determinadas situaciones - especialmente
lúan diferentes formas de conocimiento (Olivé, en las más extremas - en el sentido de transfor-
2005). Para el autor, la epistemología es indis- mar una determinada situación de inequidad o
pensable para la ética. Según su interpretación, injusticia.
la bioética y la epistemología se complementan.
Desde sus inicios la BI se ha presentado como
Desde sus inicios, en la década de 1990, la BI una propuesta epistemológica crítica al princi-
se ha dividido didácticamente en tres (3) gran- pialismo y las insuficientes interpretaciones
des partes, una conceptual y dos temáticas: 1. norteñas (especialmente estadounidenses y eu-
Fundamentos de Bioética; 2. Situaciones emer- ropeas) de la realidad registrada especialmen-
gentes en bioética; 3. Situaciones persistentes te en los países periféricos, con relación a las
en bioética. Este capítulo solo se ocupará de la interpretaciones de los conflictos (bio)éticos
primera parte, la parte conceptual. En cuanto a que se dan en ellos y su desenvolvimiento. Esta
las otras dos partes: diferentes temas emergen- nueva propuesta conceptual y práctica propuso
tes (de límites o fronteras del desarrollo cien- una alianza concreta con el lado históricamente
tífico y tecnológico) o persistentes (cotidianos, más frágil y vulnerable de la sociedad, forma-
que se repiten insistentemente desde la anti- lizando “nuevas perspectivas epistemológicas
güedad...) hay varias decenas de artículos pu- basadas en diferentes dilemas” (Garrafa, 2001;
blicados por la BI en la literatura en los últimos 2005a, 2005e; 2012; Garrafa y Porto, 2002;
20 años. 2003a; Porto, 2003b; Garrafa, Cunha y Man-
chola-Castillo, 2018;2020).
Para organizar didácticamente este capítu-
lo se utilizará como referencia una clasifica- Los primeros estudios sobre esta propues-
ta de reinterpretación de la bioética tradicio-
38 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
nal comenzaron a publicarse en la década de 1.1 Justicia, igualdad y equidad
1990, a partir de la construcción de “puentes”
de abordaje más orgánicos entre la bioética y La maximización del principio de autonomía
los temas de las áreas de salud pública y colecti- en el contexto de la bioética principialista ha
va, y para su continuidad, también, con el área transformado el principio de justicia - aunque
social (Garrafa, 1994; 1995; 1996; 1997; 1999; siempre recordado y tenido en cuenta - en un
2000; 2001). Así, la BI incorporó paulatina- complemento de menor importancia; lo indi-
mente nuevas categorías teórico-prácticas al vidual asfixia a lo colectivo, el “yo” desplaza al
campo de la bioética de acuerdo con esta línea “nosotros” a un segundo plano (Garrafa, 2005a;
de reflexión, como las expresadas por Giovanni 2005e):
Berlinguer (1995), en el prefacio del libro “Di-
mensión de la Ética en Salud Pública” (Garrafa, “La teoría principialista se mostró insu-
1995): ficiente para develar, comprender e in-
tervenir en macroproblemas socioeconó-
(...) Este libro representa sustancialmen- micos y de salud colectivos y persistentes,
te el primer intento exitoso de abordar el principalmente relacionados con las po-
tema desde una perspectiva que parte de blaciones menos favorecidas y que consti-
la experiencia de un gran país del Hemis- tuyen la mayoría en el planeta” (Garrafa,
ferio Sur del mundo, rico en movimien- 2012, p. 752).
tos populares y experiencias culturales,
y azotado por la pobreza y por la injus- El principio de justicia acabó significando
ticia, sin estar aprisionado por fronteras para el principialismo clásico, en la práctica
o límites, y, por el contrario, conectando concreta, proporcionalmente lo que represen-
con las tradiciones filosóficas europeas y taba la “promoción de la salud” en el contex-
el debate internacional” (p. ii-iii). to de la salud global de los años 1960, desde la
propuesta preventiva de Leavell y Clark (1976)
Y por Alastair Campbell, después de un viaje hasta la denominada “medicina social”: algo
realizado a Brasil (1998): teórico, aunque indispensable, pero que en
(...) Tuve una visión de lo difícil que debe aquel momento todavía era poco palpable des-
ser sostener un servicio de salud pública de el punto de vista práctico (Garrafa y Man-
con recursos mínimos y problemas agu- chola-Castillo, 2017).
dos de pobreza. Vi el desafío ambiental Así como la sólida base teórica y operativa
causado por la urbanización masiva, que hoy existe para el campo de la promoción
sin una infraestructura adecuada para de la salud se fue construyendo con el tiempo,
soportarlo. En ese ambiente conocí per- es fundamental repensar el principio de justicia
sonas decididas a encontrar una boética en la bioética desde otros referentes, teórica-
que haga una diferencia genuina en la mente más allá de las contradicciones simplis-
salud de sus países y en la calidad de su tas que representa el vínculo directo entre el
desarrollo (Campbell, 1998, p. 1-2). bien y el mal, lo justo y lo injusto, lo correcto
Desde sus inicios, por tanto, incorporando vi- y lo incorrecto, y especialmente entre la inclu-
siones de las ciencias humanas y sociales, la BI sión y la exclusión social. Para ello, es necesa-
ya incluyó en su fase de gestación, en especial, rio buscar diferenciar, sin separar, la visión de
los siguientes referentes, que serán discutidos la justicia de los límites del legalismo jurídico
secuencialmente: justicia, igualdad y equidad; excluyente, objetivando y profundizando la re-
vulnerabilidad; situaciones emergentes y situa- lación existente entre el campo de la bioética
ciones persistentes; alteridad, responsabilidad y la justicia como derecho humano universal
y solidaridad crítica; multi-inter-transdiscipli- (Garrafa y Manchola-Castillo, 2017).
nariedad, complejidad y totalidad concreta. La justicia, como principio indispensable para
el ejercicio de una bioética pluralista, laica y di-
rigida a los derechos humanos universales, exi-
ge con más fuerza un carácter de legitimación
40 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
La igualdad, por tanto, se entiende como la vidas de los pueblos indígenas y del continente
consecuencia deseada de la equidad, que es el africano que llegaban al continente americano,
punto de partida de la primera. considerados “vidas necesarias” para el progre-
so de Europa (siempre visto como el progreso
La igualdad, entonces, ya no es el punto de y desarrollo del mundo) y, posteriormente, de
partida ideológico y neutral que tendía a anular Estados Unidos (Flor-do-Nascimento y Garra-
las diferencias; para la BI es el punto de llegada fa 2011, p. 293).
de la justicia social, referente de los derechos
humanos en la búsqueda del perfeccionamen- Estos mismos intereses económicos imponen
to de la ciudadanía (Garrafa, Oselka y Diniz, hoy la exclusión y la vulnerabilidad, jerarqui-
1997). El concepto de equidad discutido aquí zando las relaciones sociales y determinando
se refiere a que el Estado proporcione mecanis- “vulnerabilidades derivadas del racismo, del
mos compensatorios para los históricamente sexismo, la xenofobia, la homofobia, el prejui-
menos favorecidos como, por ejemplo, la crea- cio generacional” (Flor-do-Nascimento y Mar-
ción de cuotas para la admisión de personas torell, 2013, p. 426) y transformando la “mano
manifiestamente pobres, negras e indígenas ya de obra excedente”, en “eternos excluidos”. La
utilizadas en varias universidades públicas bra- vulnerabilidad social, de esta forma, se impone
sileñas. “a grupos y segmentos o poblaciones pobres,
quienes, en el ámbito de las naciones o en la
1.2. Vulnerabilidad relación entre ellas, se encuentran alejados de
las condiciones sociales y ambientales que ca-
racterizan uma buena calidad de vida” (Porto y
Este campo de estudios académicos se pre-
Garrafa, 2011, p. 727).
senta también como un campo de resistencia
ante situaciones de exclusión social, problema- Al comparar los conceptos de vulnerabilidad
tizando situaciones de vulnerabilidad, estigma en cinco perspectivas regionales globales de la
y discriminación, entre otros, y exponiendo bioética (estadounidense, europea, latinoame-
los factores que generan individuos más vul- ricana, africana y asiática), Cunha y Garrafa
nerables y discriminados, los “esfarrapados del (2016) encontraron uma cierta integración en-
mundo”, como expresa Paulo Freire (2001). Es tre los diferentes enfoques internacionales: la
fundamental señalar que el notable pedagogo vulnerabilidad es un principio clave para la la
brasileño fue introducido por la BI en el con- bioética, en tanto se base en un proceso perma-
texto reflexivo de la bioética, al incluir entre sus nente de diálogo entre sus diversas perspectivas
referentes conceptuales las entradas liberación, geopolíticas, a partir de un compromiso mutuo
empoderamiento y emancipación en reempla- de superación de las condiciones que mantie-
zo puntual de la autonomía anglosajona, espe- nen a ciertos grupos e individuos que habitan el
cialmente en situaciones de exclusión social planeta em situación de mayor vulnerabilidad
(Garrafa, 2005b).1 que otros. En esa línea, la BI toma su posición
política en defensa de la “banda más débil de
Según la BI “somos vulnerables ante algo que
la sociedad” a través de formulaciones teóricas
nos quita el poder (otra persona, una institu-
que incorporan adicionalmente contenidos de
ción, el Estado, etc.)” (Flor-do-Nascimento y
aplicabilidad social que contribuyen a la cons-
Garrafa, 2011, p. 293). Así, la voracidad del
trucción de procesos libertarios.
capitalismo rentista moderno, que ordena pro-
cesos globalizados de explotación que compro-
meten la soberanía y los intereses mayores de 1.3. Situaciones emergentes y situaciones
los Estados-nación, crea una vida más vulne- persistentes
rable para que ella pueda ocupar el lugar de los
oprimidos. Al inicio del colonialismo moder- La BI, desde sus momentos iniciales, creó
no, las vidas hechas para ser oprimidas eran las originalmente la clasificación de la bioética en
1 En la misma línea relacionada con el trabajo de Freire, otra investigación fue realizada en el Programa de Posgrado en Bioética
de la Universidad de Brasilia (Santos, 2014; Santos, Shimizu y Garrafa, 2014).
42 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
interpretación y operatividad para el análisis de mayor número posible de personas en los pro-
los conflictos morales. cesos de toma de decisiones; y la discusión de
formas hegemónicas de toma de decisiones po-
La responsabilidad se refiere a las posibili- líticas (Flor-do-Nascimento y Garrafa, 2010).
dades individuales o coletivas de actuación o La idea de “voluntariados orgánicos” incluye
de decisión sobre un campo o trayectoria de propuestas de transformación social basadas
investigación, en actividades clínicas, espacios no solo en el compromiso desinteresado y habi-
de gestión u organizaciones sociales, y debe tual de los grupos tradicionales de voluntarios,
partir de la apropiación de las necesidades so- sino también en el discurso de la militancia y
ciales: “se trata de la responsabilidad que uno las prácticas políticas situadas en el horizonte
debe tener hacia el otro, sobre todo en el su- de la movilización social y que transitan por es-
puesto de que ese otro es siempre vulnerable pacios de protesta, e incluso de confrontación
a nuestras acciones” (Flor-do-Nascimento y cuando fuere necesario (Selli y Garrafa, 2008).
Garrafa, 2011, p. 296). En un contexto amplio,
la BI considera cuatro niveles de responsabili- La referencia de este voluntariado se hace
dad: individual (frente al “otro”); colectiva (de posible desde prácticas solidarias críticas, au-
instituciones frente a grupos de personas o co- tocríticas, transformadoras y militantes. Los
munidades); pública (que trabaja el papel del grupos de voluntariado orgánico alimentan sus
Estado con relación a los/as ciudadanos/as); y acciones políticas y sus procesos de relación en
planetaria (que incluye los temas ambientales) los campos de la justicia y los derechos, de la
movilización y la lucha social, a través de prác-
La solidaridad crítica, por su vez, se relacio- ticas cooperativas, interactivas y socialmente
na con la aceptación de la alteridad, en el sen- comprometidas. Y es en este contexto y en lí-
tido dado por Lévinas (2007), en la que el “yo” nea con las ideas expuestas anteriormente, que
no prescribe el campo de pertenencia y actua- la BI sustenta su defensa de un consecuencialis-
ción del “outro”. Se vincula a la propuesta in- mo solidario: de una solidaridad, equidad y vo-
tercultural de encuentro con una interrelación luntariado descolonizados y transformadores.
equitativa entre personas, saberes y prácticas
culturalmente diferentes. Supone una inte- La perspectiva de que otro mundo es posible,
racción que parte del conflicto inherente a las encuentra en los tres elementos antes mencio-
asimetrías sociales, económicas y políticas del nados una mirada politizada y humana que
poder, que impulsan activamente procesos de puede demarcar con otros límites, también
intercambio que permiten espacios de encuen- más humanos, los campos del pensamiento y
tro entre seres y saberes, significados y prácti- la acción, ya sea en la investigación académica,
cas diferentes (Walsch, 2005). Con ello se bus- en las relaciones sociales o incluso en la pro-
ca reducir la brecha provocada por los juegos pia conducta del Estado, respetando siempre el
de poder hegemónicos (Flor-do-Nascimento y principio de equidad. Apunta, por tanto, a su-
Garrafa, 2011). perar la exclusión y la vulnerabilidad social, ge-
nerando procesos de aplicabilidad de métodos
Esta solidaridad crítica es uno de los caminos cuyo resultado sea la promoción de la calidad
posibles en la búsqueda y conquista del estado de vida humana, contribuyendo directamente
del bienestar, en la línea defendida por Berlin- con reflexiones y acciones en procesos de orga-
guer (1996), especialmente para las personas y nización social efectiva.
colectivos más desfavorecidos y vulnerables de
la sociedad (Selli, 2001; Selli y Garrafa, 2006).
Su construcción puede hacerse efectiva con 1.5. Multi-inter-transdisciplinariedad,
cambios políticos y sociales, entre otras for- complejidad y totalidad concreta
mas, a partir de grupos orgánicos (en el sen-
tido gramsciano...) de programas de volunta- Los contenidos desarrollados por la BI junto
riado orientados hacia la alteridad, a través de: con otras reflexiones producidas a principios
la acción concreta de personas organizadas y del presente siglo por algunos académicos de
comprometidas con transformaciones políticas América Latina generaron consenso en torno a
radicales; la lucha por la inserción creciente del la necesidad de resistir el sometimiento puro y
44 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
te por la BI y que complementan a los anterio- ticularmente las variables morales provenien-
res: complejidad y totalidad concreta. La BI tes de las diferentes culturas.
trabaja con complejidad basándose especial-
mente en las ideas del científico francés Edgar El concepto de totalidad concreta, por su
Morin sobre el tema, mientras que la totalidade vez, permite comprender la esencia de la rea-
concreta tiene como referencia al pensador de lidad como un todo estructurado, dinámico
la antigua Checoslovaquia (país que existió en- e interrelacionado, a partir del cual se puede
tre 1918 y 1992), Karel Kosik. comprender racionalmente cualquier hecho o
conjunto de hechos (Kosik, 1976). La episte-
El paradigma de la complejidad permite mología de la totalidad concreta no exige un
vislumbrar las cualidades emergentes de la in- método con el que se pretenda ingenuamente
teracción entre las partes y sus relaciones con alcanzar el conocimiento de todos los aspec-
el todo, proyectándose más allá del modelo tos de la realidad con sus infinitos ángulos y
determinista clásico, al aprehender las nocio- contradicciones, sino que constituye una teo-
nes de desorden, imprevisibilidad, error y caos ría de la realidad y su conocimiento como tal
como promotoras de evolución y transforma- (Garrafa, 1980). Esto es posible, precisamente,
ciones; es un intento de reconectar conteni- porque la realidad es un todo estructurado que
do y conocimiento (Morin, 2001). El tema de desarrolla, crea y transforma -continua y cons-
la complejidad es visto como una vía posible tantemente- el conocimiento de los hechos (o
para cumplir con la difícil tarea de relacionar del conjunto de hechos de una realidad dada), y
un conocimiento fragmentado durante tres si- por tanto, constituye una visión completa y ver-
glos por la creación de la ciencia moderna. Esta dadera de esta realidad (Garrafa, 2005d), que es
propuesta epistemológica posibilita una visión siempre única pero, al mismo tiempo, dialéc-
global del conocimiento, que se perdió con la ticamente múltiple y contradictoria (Garrafa y
compartimentación, con la especialización Cordón, 2009). Según Kosik, la comprensión
(Garrafa, 2005d). de la totalidad incluye no solo los aspectos fe-
noménicos de la realidad y los conflictos que
La complejidad surgió de la necesidad episte- en ella tienen lugar, sino también su esencia; no
mológica de un nuevo marco capaz de romper solo las partes, sino el todo; no solo el hecho
los límites del determinismo y la simplificación en sí, sino los innumerables mandatos (físicos,
(como la de los cuatro principios de la ya tra- sociales, geopolíticos, éticos, etc.) que llevaron
dicional bioética principialista), incorporando a que ese hecho se configurara en la forma en
a un determinado contexto bajo análisis, las que se presenta a los ojos de quien lo lee e in-
diversas probabilidades posibles en la medida terpreta. En otras palabras, las ideas de Kosik
necesaria, para la comprensión de la realidad interpretan la esencia de lo que los principales
en su totalidad y concreción. La BI propone sectores académicos internacionales hoy deno-
incorporar a su reflexión nuevas variables re- minan inter y transdisciplinaridad (Garrafa y
lacionadas, por ejemplo, con la imprevisibili- Azambuja, 2007; 2009).
dad, según el lenguaje complejo hasta enton-
ces poco o nada considerado en el contexto El mundo imaginario de Kosik está represen-
tradicional de la bioética. Siguiendo la ruta de tado por una espiral concéntrica, en un movi-
la complejidad, sabemos que como el cono- miento permanente, donde el final es solo un
cimiento científico es perfectible -es decir, se nuevo comienzo donde todo vuelve a suceder,
encuentra en un constante y dinámico proceso con nuevas facetas, y así hasta el infinito (Ga-
de perfeccionamiento y complementación-, la rrafa, 1980). Esta es la realidad concreta, com-
ciencia no puede definirse por la certeza sino, pleja de percibir, que pocos científicos logran
por el contrario, por la incertidumbre (Morin, comprender en su esencia e integralidad y que
1996), lo que la diferencia de la religión. En esta la BI ha incorporado a su arsenal epistemológi-
línea de pensamiento, para la BI es pertinente co para fundamentar mejor su perspectiva de
que la bioética -como disciplina científica- pase identificar, reflexionar e intervenir en los com-
a utilizar el enfoque de la complejidad para el plejos conflictos morales del mundo contem-
estudio e interpretación de los problemas de poráneo, especialmente aquellos colectivos que
acuerdo con cada situación, lo que incluye par- involucran grandes contingentes de personas
2 Es necesario advertir que el significado de “libertación” expresada en lengua portuguesa, sobre todo en este caso específico,
es mucho más contundente que en inglés o español. En un capítulo del volumen anterior de esta misma serie promovida por la
46 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
char en contra del “locus” em donde se instalan Al tratar estos tres importantes indicadores,
las fuerzas opresoras que impiden la libertad la BI aporta una entonación articulada a la pra-
(Freire, 1980). Un ejemplo utilizado por Garra- xis libertadora, que impulsa este marco teórico.
fa (2005b) para referirse a la verdadera liber- Preocupada por las necesidades de la sociedad
tación es el relacionado con la concesión de la debilitada por los impactos de la globalización
libertad a los esclavos. La lengua portuguesa económica, que usurpa la calidad de vida hu-
tiene la peculiaridad de relacionar los dos tér- mana, la BI propone una práctica concreta de
minos: liberación y libertación, mostrando que transformación de las situaciones de vulnerabi-
hay una clara diferencia verbal entre la acción lidad social provocadas por las consecuencias
de “libertarse” de algo que oprime y la idea de políticas, económicas y sociales que determi-
una persona siendo simplemente “liberada” nan una sociedad en la que las voces sociales
para realizar una acción determinada.3 son silenciadas por el poder opresivo de los
más fuertes, incluidos los estados totalitarios.
En cuanto a la emancipación, el sujeto eman- Para la BI, el uso de las expresiones libertación
cipado sigue siendo un sujeto libre. Emanci- y empoderamiento –en su raiz e interpetación
pación significa manumisión, independencia, latina- tienen más fuerza histórico-cultural en
libertad, el camino que comienza con la libera- el contexto práctico-aplicado de la bioética que
ción. Solo se emancipan quienes han suprimi- el propio princípio anglosajón del respeto a la
do su dependencia, quienes han logrado el do- autonomia.
minio sobre sí mismos y pueden garantizar no
solo la supervivencia, sino también sus eleccio-
nes en cuanto a los medios para lograr esa su- 2.2. Corporeidad
pervivencia. El poder sobre sí mismo es lo que
otorga la emancipación, haciéndola inmune a Si bien ya estaba suficientemente incorpo-
las fuerzas que buscan su sometimiento, y esto rada en algunos de los artículos iniciales de la
se aplica tanto a las personas como al Estado. BI publicados en 2002 y 2003, la corporeidad
Es en esta concepción que la categoría eman- también se presenta como un indicador teó-
cipación se presta a la BI como herramienta o rico-práctico en el diálogo sobre la existencia
vehículo para dirigir la lucha por la liberación concreta de las personas y los derechos que de-
en su dimensión colectiva (Garrafa, 2005a). ben garantizarse a los cuerpos para la preserva-
ción de la vida. Los impactos de placer y dolor
Sin embargo, la emancipación –a partir de se identifican como marcadores de satisfacción
una determina edad legal y juridicamente re- o descontento, a través de necesidades concre-
querida, por ejemplo- muestra un sentido tas para el mantenimiento de la vida humana.
más jurídico que político, subrayando el reco- La manipulación del placer y el dolor humanos,
nocimiento jurídico-legal de la capacidad de entonces, puede determinar relaciones de po-
decidir. Empero, para que la inclusión social der basadas en la dominación y explotación hu-
(inherente al ciudadano emancipado) refleje mana. Por tanto, la corporeidad constituye una
efectivamente su autonomía, debe ser el resul- base de análisis para la intervención bioética,
tado de una conquista por el derecho a decidir a favor de la calidad de vida humana (Garrafa
y por la posibilidad real de ejercer este dere- y Porto, 2002; 2003a; 2003b; Porto y Garrafa,
cho. No puede resultar de una mera concesión, 2005). El cuerpo es el vehículo primario para
como una dádiva que sin lucha fue ofrecida y la manifestación de la vida. Es él quien está dis-
que, por ello, puede ser tomada a voluntad de puesto y expuesto a las relaciones sociales, al
quien la concedió. equilibrio o desequilibrio ambiental. Es en el
cuerpo de las personas que se:
UNESCO, Manchola-Castilo y Garrafa (2021) advertían a los lectores que la inclusión de la palabra “libertación” en español en
lugar de la palabra correcta “liberación”, no se trataba de un error de revisión gráfica, sino una propuesta de los autores de
empezar a utilizar este neologismo en el lenguaje de Cervantes.
3 El tema de la libertación será tratado en profundidad más adelante, en el capítulo referente a la “Fase contemporánea de con-
solidación de la Bioética de la Intervención”.
48 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Según Berlinguer (1994), sin embargo, para de la imprudencia, directa o indirectamente
que se llegue a esta circunstancia es necesario relacionada con la bioética: negligencia (falta
tener información y certeza científica sobre las del debido cuidado); imprudencia o temeri-
consecuencias de las acciones, procesos o resul- dad (falta de deliberación); desconsideración
tados. Pero además de la “virtud anticipatoria”, (falta de juicio); e inconstancia (abandono de
la prevención también tiene como incentivos un determinado buen fin). La prudencia está
morales: abolir la diferencia entre un individuo relacionada con el artículo 20 de la Declara-
afectado por una enfermedad y otro individuo ción de la UNESCO sobre Bioética y Derechos
que no está afectado por ninguna enfermedad; Humanos, relativo a la evaluación y gestión de
y reducir los conflictos entre intereses y valo- riesgos. En el ámbito sanitario actualmente se
res personales, que no se armonizan fácilmente habla mucho de imprudencia cuando se pro-
entre sí. En este sentido, la BI propone el uso duce un error profesional o científico (Garrafa,
del marco de prevención en los casos en que los Amorim, García y Manchola-Castillo, 2017).
riesgos sean conocidos y predecibles.
La protección, por su parte, es definida por
La precaución es la adopción de medidas de Schramm y Kottow (2001) como una particu-
protección frente a posibles daños o riesgos larización del principio de responsabilidad, ya
que puedan producir determinados productos que se utiliza en circunstancias de debilidad y
o tecnologías (Leite, Barbosa y Garrafa, 2008). riesgo para las comunidades, es decir, en oca-
Es común utilizar este concepto en relación con siones definidas por Kottow (2005) como de
el medio ambiente, con elementos relacionados vulnerabilidad: “atributo antropológico de
con la prevención de amenazas y la responsabi- todo ser humano” y susceptibilidad al “daño
lidad. Para Andorno (2005), la precaución pue- instalado en grupos sociales e individuos”. En
de entenderse mejor a la luz de la prudencia, otras palabras, el propósito de la protección
como marco para un abordaje más cuidadoso es regular las acciones humanas, prediciendo
de las tecnologías que pueden ser potencial- implicaciones positivas y previniendo posibles
mente peligrosas. En este sentido, la idea de consecuencias negativas. El marco de protec-
precaución es entendida como salvaguardia ción está íntimamente ligado al de vulnerabili-
anticipatoria, aunque no exista el riesgo, sino dad. Hablar de protección en términos de salud
sólo su inminencia, y también cuando no pue- es considerar que, en un momento dado, exis-
da sustraerse la certeza científica absoluta de la tirá un grupo social o individuos aislados en si-
no ocurrencia del daño (Cunha, Pinto, Martins tuación de fragilidad, con necesidad de normas
y Castilhos Jr., 2013). Para la BI, su uso en salud que puedan prevenir daños futuros.
pública también es de gran valor cuando existe
peligro de daño grave o irreversible así como Reforzando este entendimiento, la protec-
falta de certeza científica, ya que la precaución ción puede entenderse como la protección o
tiene que ver con el bienestar y la integridad no cobertura de las necesidades esenciales -en sa-
solo de las personas sino de grandes poblacio- lud, educación, alimentación, vestido, abasteci-
nes. miento de agua, seguridad y vivienda-, artícu-
los indispensables que deben ser garantizados
La prudencia, por su vez, es la virtud intelec- para todas las personas, que por sí solas no po-
tual que aconseja a la sabiduría según Aristóte- drían obtenerlas (Pontes y Schramm, 2004). La
les; tal interpretación proviene de su conexión inclusión del principio de protección en el mar-
con la verdad, el conocimiento y la razón. Está co epistemológico de la BI significa que este
relacionada especialmente con la paciencia y la principio también puede funcionar, como pro-
anticipación y es vista como madre y guía de pone Schramm (2012), como una herramienta
las demás virtudes, señalando que al prudente de reflexión sobre la moralidad de las prácticas
no le caben acciones extemporáneas, inopor- de salud pública, que involucran a poblaciones
tunas, irracionales o repentinas. No es posible de personas susceptibles y vulnerables, y que
identificarla con la prisa, el amateurismo o la implican problemas de justicia en situaciones
improvisación, que caracterizan lo inverso de de escasez de recursos.
la prudencia, es decir, la imprudencia. Hay va-
rias situaciones que forman parte del contexto
50 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
da al Sur Global, la BI ha ido abriendo caminos de los homosexuales a partir de los 70, el hecho
e incorporando orgánicamente nuevos con- de que una persona sea diferente no significa
ceptos y fundamentos, especialmente a partir que sea desigual o que deba ser tratada des-
de decenas de monografías de especialización, igualmente... En este contexto, entonces, la BI
disertaciones de maestría y tesis doctorales de- asumió desde sus inicios, la firme defensa de la
sarrolladas y defendidas en diferentes médios construcción de diálogos intersexuales, interét-
académicos como por ejemplo el Programa nicos, interraciales, plurales e inclusivos.
de Posgrado en Bioética (PPGBioética) de la
Universidad de Brasilia. Igualmente, en este Para Feitosa y Flor-do-Nascimento (2015), el
período, que se extiende hasta 2021, se publi- pluralismo bioético:
caron casi un centenar de artículos sobre BI en [...] va más allá de la pluralidad de doc-
revistas científicas internacionales indexadas, trinas, como postula el pensamiento
además de conferencias y comunicaciones en bioético occidental: se propone identifi-
congresos, lo que, generó una importante can- car y analizar otras experiencias y teori-
tidad de citas y referencias académicas en todo zaciones de ética de la vida que no son
el mundo, además, naturalmente, de críticas. contempladas por la biopolítica de la his-
En este período de gran fecundidad intelec- toria occidental contemporánea, es decir,
tual se consolidó su acercamiento con las cien- no se limita a la idea de humanidad bio-
cias sociales aplicadas, en especial la antropolo- logizada y universalizada (p. 282).
gía, el derecho, la sociología y el trabajo social. Para la BI, el respeto al pluralismo moral posi-
La valiosa contribución de la antropóloga Rita bilita la creación de condiciones objetivas para
Segato en las discusiones y producciones aca- la crítica y la autocrítica al promover diálogos
démicas con los grupos de investigación de entre “extraños morales” en palabras de Engel-
“Pluralismo Bioético” y “Bioética y Epistemo- hardt (1998), en la búsqueda de la construcción
logía” del Programa de Posgrado en Bioética de de consensos posibles y, sobre todo, permitien-
la Universidad de Brasilia, contribuyó decisiva- do la creación de propuestas de acciones colec-
mente para la construcción e incorporación de tivas más cohesionadas en favor de la mejora de
nuevas categorías teóricas a su caja de herra- la calidad de vida humana. Siguiendo esta línea
mientas de referencia: pluralismo bioético; in- de entendimiento, la BI toma como referente
terculturalidad; colonialidad; imperialismo teórico algunas semillas cosechadas por Sega-
moral; reterritorialización epistemológica; to, como la compleja y difícil diferencia entre
ética de la liberación. pluralismo histórico y pluralismo cultural (y
ético…) en una delicada discusión sobre el in-
3.1. Pluralismo bioético fanticidio indígena (Segato, 2016). Para ella, el
respeto al pluralismo se basa en la idea de que
El pluralismo bioético es una herramienta el Estado debe restaurar el foro étnico origina-
metodológica que reúne diferentes concepcio- rio que garantice el respeto a las deliberaciones
nes de la ética de la vida y el respeto al mismo de las diferentes comunidades morales, devol-
acompaña a la BI desde sus primordios. Entre viéndoles el control de las riendas de su pro-
otros aspectos, el respeto a la pluralidad de pia historia: “(...) es más apropiado hablar de
pensamientos y costumbres amplía la discu- ‘historia’ que de cultura, pues generalmente se
sión sobre la diversidad de reflexiones y pro- invoca la idea de cultura como argumento para
ducciones en los campos académico y social. sacar las costumbres del flujo histórico” (Sega-
Directamente relacionado con este contexto, es to, 2014, pág. 87).
fundamental registrar la importancia de com- La cultura significa una especie de decanta-
prender el significado de “diferencia” en el ám- ción de la experiencia acumulada por un pue-
bito de las ciencias humanas y, por extensión, blo, como resultado de la condensación de un
de la bioética. Como propugnan los movimien- proceso construido históricamente. Es nece-
tos feministas internacionales desde los años sario superar el (falso) dilema de la oposición
1950, movimientos en defensa de la igualdad entre relativismo y universalismo mediante el
de derechos de los negros a partir de los 60 y
52 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
menciona que “(...) la cultura está en el centro minos tanto para los pueblos indígenas y
de los debates contemporáneos sobre la iden- afrodescendientes como para la población
tidad, la cohesión social y el desarrollo de una en su conjunto (Feitosa y Flor-do-Nasci-
economía basada en el conocimiento” (p.01). mento, 2015, p. 279).
Además, afirma que: “el respeto por la diver-
sidad de culturas, la tolerancia, el diálogo y la En este contexto, la importancia de la crea-
cooperación, en un clima de entendimiento ción de la BI como un movimiento de insurgen-
mutuo, son garantías para la paz y la seguridad cia epistemológica nacido y desarrollado desde
mundiales” (p. 01). América Latina y el hemisferio sur geopolítico
del sistema-mundo es resaltada por los autores
La interculturalidad, así, es una herramienta arriba mencionados de la siguiente manera:
que garantiza la equidad cultural, posibilitan-
do el desarrollo de procesos dialógicos para la En el siglo de las disciplinas de la so-
construcción de consensos. Para la búsqueda ciedad, solo existen cuatro teorías ori-
de soluciones a los conflictos éticos, su pro- ginadas en suelo latinoamericano que
puesta teórica es buscar alcanzar un punto abs- atravesaron en sentido contrario la gran
tracto de neutralidad en el que -en la medida frontera, es decir, la frontera que divide al
de lo posible- todos los actores involucrados en mundo entre el Norte y el Sur geopolíticos,
el proceso coincidan de alguna manera, a partir y lograron impacto y permanencia en el
de la profundización de la democracia para que pensamiento del mundo […] Son: la Teo-
no haya ninguna forma de sumisión. logía de la Liberación, la Pedagogía del
Oprimido, la Teoría de la Marginalidad
Constituye, por tanto, una “idea fuerza” que que fractura la Teoría de la Dependencia
pasó a hacer parte esencial del proyecto de y, más recientemente, la perspectiva de
construcción permanente de la Bioética de la Colonialidad del Poder. Dos años an-
Intervención (Rivas-Muñoz, Garrafa, Feitosa tes de la producción de este artículo (en
y Flor-do-Nascimento; 2015). Como quedó 2013), durante una reunión de estudio
manifiesto desde sus primórdios, esta BI tiene del grupo de investigación sobre plura-
entre sus fundamentos más importantes una lismo bioético, Rita Segato, coordinadora
agenda permanentemente abierta para recibir de este grupo, expresó el entendimiento
de las diferentes experiencias y culturas, nue- de que, tras la teoría de la colonialidad
vas resignificaciones y atualizaciones, seimpre del poder formulada por Aníbal Quijano,
que estén ética, conceptual y geopoliticamente la BI apareció como la principal novedad
justificadas. en el campo del pensamiento latinoame-
ricano (Feitosa y Flor-do-Nascimento,
3.3. Colonialidad 2015, p. 279-280).
La BI politiza el tema de los impactos de la
Nacida en América Latina, la colonialidad colonialidad en la situación de vida de las po-
forma parte del panorama de la BI que en su blaciones de los países periféricos en este perío-
tesis doctoral Feitosa (2015) denominó insur- do histórico actual denominado “modernidad”,
gencia epistêmica. Para el autor, en estudio en articulación especialmente con otros auto-
complementar: o (2015): res de la región latinoamericana y caribeña. En
esta línea de reflexión, Flor-do-Nascimento y
[...] la insurgencia epistémica es enten-
Garrafa (2010; 2011), tomando como referen-
dida como un proceso constante de cons-
cia conceptos de Walter Mignolo (2005) sobre
trucción de nuevas estrategias y diferen-
la crítica a la modernidad y sobre la “coloniali-
tes formas de praxis, es decir, de creación
dad del saber”, refuerzan que en la visión capi-
de mecanismos para pensar, reflexionar
talista esta ”modernidad” puede ser interpreta-
y actuar juntos en la confrontación de las
da como la construcción de una nueva imagen
epistemologías dominantes. Esta insur-
del mundo -ordenada, racional, predecible y en
gencia epistémica contribuye a repensar
constante progreso- que en el campo de los es-
perspectivas y paradigmas teóricos y po-
líticos (y) ha ayudado a trazar nuevos ca-
54 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
nocimiento históricamente acumulado, no desarrollo de insumos básicos y protección de
renuncia –en palabras de Flor-do-Nascimento la salud. La esencia de tal desigualdad está di-
(2010)– a filtrar críticamente aspectos que son rectamente relacionada con los tratados inter-
(o no son...) de interés para la composición de nacionales de libre comercio basados en acuer-
su arsenal conceptual. dos unilaterais sobre propriedad industrial
(patentes), que reducen dramáticamente la ca-
3.4. Imperialismo moral pacidad de los países periféricos de ofrecer ac-
ceso adecuado a medicamentos y vacunas para
sus ciudadanos, especialmente los socialmente
La inclusión de la expresión imperialismo
excluidos y, por lp tanto, más necesitados. Todo
moral en la gramática referencial de la BI se
esto es una señal clara de la presencia de lo que
inició en 2008, con la publicación de esta en-
la BI denomina imperialismo moral, situación
trada en el “Diccionario Latinoamericano de
que se opone al respeto al pluralismo moral, o
Bioética” (Tealdi, 2008), y de un artículo am-
sea, una situación de violenta desigualdad que
pliado publicado en una revista científica el si-
transforma a los ciudadanos en vasallos, per-
guiente año (Garrafa y Lorenzo, 2009). Su uso
sonas cuya autonomía es frágil o inexistente,
en el campo de la bioética se refiere a hechos
estando siempre bajo el control de alguien más
contemporáneos de imposición de diferentes
poderoso (Garrafa y Prado, 2001, 2007; Garra-
formas de presión, coerción o incluso normas
fa, 2014).
morales de determinadas culturas, regiones
geopolíticas y naciones, sobre otras culturas, LA BI identifica dos tipos de imperialismo
regiones o países. moral: directo e indirecto (Garrafa, 2008). La
forma directa es aquella en la que los países ri-
Su significado es amplio y en el contexto de
cos (centrales) ejercen activamente su presión
la BI se acerca especialmente a las categorías
sobre los más pobres (periféricos) con el ob-
“respeto al pluralismo moral” y “colonialidad”,
jetivo de imponer sus intereses económicos y
aunque también puede relacionarse con si-
morales, modificando, por ejemplo conceptos
tuaciones más amplias como la hegemonía, el
internacionales relacionados con la investiga-
mercado, el capitalismo, el subdesarrollo... Por
ción com seres humanos. Son conocidos los
regla general, en términos de teoría política, el
intentos de los países ricos desde el inicio del
imperialismo significa la expansión violenta de
siglo XXI de cambiar substancialmente parte
un Estado para someter otros territorios a su
del contenido histórico de la Declaración de
influencia o poder directo e incluso a diferen-
Helsinki en lo que se refiere, entre otros pun-
tes formas de explotación económica, en detri-
tos, a “flexibilizar los patrones éticos” para las
mento de otros estados o pueblos subyugados
investigaciones clínicas (Lie, Emanuel, Grady y
(Bobbio, Matteucci y Pasquino, 2004).
Wendler, 2004). Muchos autores denominaron
Un ejemplo flagrante de esta afirmación fue criticamente a esa situación “doble estándar”, o
la desigual producción y distribución a nivel sea, el establecimiento de un patrón ético para
mundial de vacunas, medicamentos y sumi- control de los estudios clínicos para los países
nistros esenciales para controlar la epidemia ricos y otro, más “flexible”, para los países po-
de H1N1 en 2009 y la pandemia de Covid-19 bres. La BI, en su línea dura de resistencia críti-
a partir de 2020. Mientras que los países ricos ca, llama a esto simplemente “aflojamiento” de
lograron acumular un excedente de 3-4 dosis los estándares clínicos deseables de seguridad y
per cápita, los países periféricos de África, por ética (Garrafa, 2011; Garrafa, 2014).
ejemplo, tardaron casi dos años en llegar a me-
El imperialismo moral indirecto, a su vez,
nos del 20% de sus poblaciones completamente
se lleva a cabo -entre otras formas- a través de
vacunadas.
acciones educativas preliminares desarrolladas
Las presiones económicas y políticas para la a través de la de personas y organizaciones de
aceptación de tales “acuerdos”, con disposicio- estos países, obviamente vulnerables a acciones
nes que siempre se imponen por parte de los como las arriba mencionadas. Los componen-
países centrales, aumentan la brecha que los se- tes de estos grupos, debidamente “convenci-
para de las naciones periféricas en materia de dos”, pueden convertirse, en el mediano y largo
56 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
sobre la BI por la filósofa argentina Adriana (...) emancipación integrada en un proce-
Arpini (2016), para la cual no existe justifica- so inmensamente más complejo, siempre
ción para no incluir conceptualmente a la Éti- también material, corporal , cultural, de
ca de la Liberación dentro del sustento teórico contenidos, que tiene movimientos auto-
de la BI, una vez que su praxis - preocupada rregulados, con intervenciones (el resal-
centralmente com las injusticias sopciales - ya tado es nuestro) auto-conscientes de dis-
trabaja hace muchos años con criterios y prin- cursividad crítica, y cuya materialidad
cípios materiales universales en el ejercício de llamamos de ‘liberación’ (...) Proceso his-
sus decisiones y acciones. De acuerdo con la tórico de liberación de sujetos socio-histó-
autora, frente una realidad opresora, la BI cla- ricos, que tienen memoria de su pasado,
ramente advierte: de sus gestas de liberación ya acontecidas
(...) que tienen proyectos y programas
(...) la necesidad del “compromiso” con los de realización futura (...) que definen su
demás y con la posibilidad de transfor- estrategia, sus tácticas, sus métodos de
mar los contextos desfavorables. Compro- lucha para ‘transformar’ (...) la realidad
miso que conlleva una “responsabilidad” social y subjetiva de cada sujeto viviente
ética y social de trabajar por un mundo humano, teniendo como instancia últi-
más justo, solidario y humano, donde los ma crítico-práctica a las víctimas de su
“condenados de la tierra” (Fanon, 1968) específico nivel de intersubjetividad (a la
sean tratados como sujetos capaces de mujer en el género, a las razas de color en
autonomía, libres de cualquier determi- la discriminación racial, a la vida huma-
nación que les impida “ser más” (p. 15). na en la tierra ante los sistemas formales
Arpini (2016) critica el uso del utilitarismo económico-tecnológicos de destrucción
por parte de la BI, argumentando que Jeremy ecológica, etc. (Dussel, 2009, p. 537).
Bentham y John Stuart Mill -a pesar de haber Lo que Dussel expuso en otras palabras en la
entendido que solo con la socialdemocracia y obra antes citada, es en realidad una introduc-
una legislación económica adecuada se podía ción a la formulación histórica de la tesis 11 de
alcanzar la felicidad, y no con una legislación Marx sobre Feuerbach (1956): “Los filósofos
colonial que beneficiaba a las minorías gober- han solo ‘interpretado’ (interpretiert) el mun-
nantes en detrimento de las mayorías sometidas do de diferentes maneras; de lo que se trata es
a la miseria- inclusive logrando con sus ideas de transformarlo’ (verandern)” (p. 537). Según
favorecer la ruptura del viejo “lazo colonial”, Dussel: “Dicho discurso no puede sino ser una
terminaron favoreciendo la creación de nuevos filosofía práctica (...) en sentido estricto, una
lazos, ahora de raíz neocolonial. También argu- ‘Ética de Transformación’ no reformista, una
menta que en el actual mundo globalizado de la Ética de Liberación” (p. 538). Para él, la tradi-
posguerra fría, la mayoría de la humanidad que ción del marxismo occidental, desde Lukács,
vive en la periferia “sufre el efecto traumático se ha desviado hacia la ontología, la crítica, la
de una estructura ético-económico-política in- ideología, la estética, la política, etc., pero nun-
justa” (p. 21). ca intentó desarrollar una ética como “filoso-
En esta línea, Arpini defiende el uso de la Éti- fía primera y práctica” que analizara critérios
ca de la Liberación como una alternativa con- y principios capaces de sustentar la necesaria
sistente y coherente para sustentaron a la BI. La “transformación del mundo” desde la voz y el
autora desarrolla su argumento a partir de la sufrimiento de sus víctimas.
idea de Enrique Dussel (2009) de un “proceso Esto último es lo que la Ética de la Liberación
histórico de liberación”. Dussel sostiene que la viene intentando desde la década de 1960, y
discusión sobre la liberación no debe centrar- que la BI, con algunos contratiempos y mal-
se en la felicidad, sino en la “infelicidad” de las entendidos, viene intentando construir desde
víctimas, sus miserias, sus tormentos, su bruta- finales de la década de 1990. Tanto la “Ética de
lización... Este proceso no puede ser visto como la Liberación” propuesta por Dussel, como la
una mera emancipación ilustrativa, sino como “Teología de la Liberación” sembrada en Amé-
una: rica Latina desde la década de 1960 por secto-
58 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
más que la BI se propone someterse permanen- cendientes- no es suficiente para contener su
temente a un proceso dinámico de constantes insaciable hambre de lucro y poder.
revisiones, ajustes y reconstrucciones. Cohe-
rentemente, la BI busca seguir lo recomenda- Al mismo tiempo, la miseria y la exclusión
do en el artículo 26 de la Declaración Univer- social a su alrededor no dejan de crecer. A pe-
sal sobre Bioética y Derechos Humanos de la sar de que la pandemia del Covid-19 se ha co-
UNESCO (2005) -documento central en su brado casi seis millones de vidas en el planeta
trayectoria, como ya se mencionó- que trata de hasta finales de 2021, las 20 personas más ricas
la íntima “interrelación y complementariedad aumentaron su fortuna solo ese año en cerca de
de los principios” y las categorías teóricas por un 30% (el equivalente a casi 500 mil millones
ella utilizadas. de dólares) como consecuencia del despegue
de las bolsas de valores y del mercado inmo-
Estas tres fases con sus respectivos marcos biliario. Adicionalmente, el perfil de estos 20
teóricos que configuran su epistemología fue- multimillonarios es impactante: nada menos
ron las siguientes: 1) Fase de gestación de la que 18 son hombres y solo dos son mujeres,
BI: justicia, igualdad y equidad; vulnerabili- mostrando una evidente situación discrimina-
dad; situaciones emergentes y situaciones per- toria en cuanto a la participación de las mujeres
sistentes; alteridad, responsabilidad y solidari- en este “selecto” grupo. Casi 2/3 partes de este
dad crítica; y multi-inter-transdisciplinariedad, grupo (13 personas) son ciudadanos estadou-
complejidad y totalidad concreta; 2) Fase de nidenses. La tecnología es hoy el sector que ci-
nacimiento y desarrollo de la BI: inclusión menta la fortuna de ocho (8) de las 20 personas
social; empoderamiento, liberación y emanci- más ricas del planeta (Fariza, 2022).
pación; corporeidad; las 4P para una práctica
comprometida y libradora: prevención, pre- Por otro lado, la explotación unilateral des-
caución, prudencia y protección; y la estruc- controlada y criminal de los recursos natura-
turación del discurso bioético: comunicación, les planetarios como el agua, los bosques, las
lenguaje, argumentación, diálogo, coherencia riquezas minerales, la biodiversidad, en fin, de
y consenso; 3) Fase contemporánea de conso- todo lo que forma parte del ecosistema terres-
lidación de la BI, que concluye especialmente tre (recursos que son finitos, es decir, que un
con la justificación de la inclusión central de la día terminarán...), está agotando nuestra mora-
Teoría de la Colonialidad y la Ética de la Libe- da terrenal. El resultado es que en este mismo
ración entre sus referentes teóricos: el pluralis- breve lapso de dos décadas que abrió el siglo
mo bioético; interculturalidad; colonialidad; XXI, el mundo periférico pobre comenzó a mi-
imperialismo moral; reterritorialización epis- grar furiosamente hacia el mundo central rico
temológica; ética de la liberación. en busca de condiciones de vida mínimamente
humanas para sobrevivir al hambre y la mise-
El siglo XXI, que emergió lleno de esperanza, ria. La globalización propuesta por el modelo
ha demostrado que el planeta tierra ha decidi- económico-social supuestamente “ganador”
do marchar por caminos tortuosos y peligro- del siglo passado - el capitalismo rentista-, sim-
sos, quizás sin retorno. A pesar de este cuadro plemente fracasó. Su propuesta original, nunca
dramático, el modelo de concentración del cumplida, fue dotar al mundo de un vigoroso
capital en el mundo contemporáneo en vez de crecimiento económico-industrial a través de
mejorar, empeoró. ¡Y mucho! La concentración la organización de parques tecnológicos y otras
de ingresos que hoy se encuentra en las multi- empresas. Su propósito era que los beneficios
millonarias cuentas en dólares de una minoría del proceso de desarrollo “democrático” pudie-
de privilegiados y escondidas en bancos de du- ran ser compartidos por los habitantes de todo
dosa reputación en paraísos fiscales repartidos el planeta en una generosa distribución de lo-
por el planeta, es prueba de estas contundentes gros y conlllevar felicidad. Sin embargo, nada
afirmaciones. El modelo de vida ostentoso y de eso sucedió. Por el contrario, la avalancha
derrochador construído por los dueños de esas desenfrenada de migrantes humanos, espe-
fortunas -que darán existencias acomodadas y cialmente de países africanos y asiáticos hacia
ociosas a innumerables generaciones de des- Europa, y de las naciones de Centroamérica, el
Caribe y Sudamérica hacia los Estados Unidos
60 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
CUNHA, G.; PINTO, C.C.; MARTINS, S.; CAS- entre bioética de intervenção e colonialidade.
TILHOS Jr., A.B., 2013. Princípio da pre- Saúde Soc. São Paulo; 20(2):287-299.
caução no Brasil após a Rio-92: impacto
ambiental e saúde humana. Ambiente & FLOR-DO-NASCIMENTO, W.; MARTORELL,
Sociedade; 16(3):65-82. L.B., 2013. A bioética de intervenção em
contextos decoloniais. ver. bioét. (Impr.); 21
CUNHA, T.R.; GARRAFA, V., 2016. Vulnerability: (3):423-31.
a key principle for global bioethics? Cambri-
dge Quarterly Healthcare Ethics; 25(2):197- FREIRE, P., 1980. Conscientização – Teoria e prá-
208. tica da libertação: uma introdução ao pen-
samento de Paulo Freire. 3a ed., São Paulo:
DURKHEIM, É., 1990. As regras do método Moraes.
sociológico. São Paulo, Companhia Editora
Nacional. FREIRE, P., 1987. Pedagogia do Oprimido. 17ª ed.
Rio de Janeiro: Paz e Terra.
DUSSEL, E., 2009. Ética de La liberación en la
edad de la globalización y de la exclusión. FREIRE, P., 2000. Pedagogia da indignação. Cartas
Madrid: Editorial Trotta. 6ª. Edición. pedagógicas e outros escritos. São Paulo:
Editora UNESP.
ENGELHARDT JR., H.T., 1998. Fundamentos da
bioética. São Paulo: Ed. Loyola. FREIRE, P., 2001. Pedagogia da Autonomia. São
Paulo: Paz e Terra.
FANON, F., 1968. Os condenados da terra. Rio de
Janeiro: Civilização Brasileira. GARRAFA, V., 1980. Marco conceitual – a totali-
dade concreta. In: Tommasi AF & Garrafa V.
FARIZA, I., Los más ricos del mundo aumentan Câncer Bucal. São Paulo: Editora Medisa; pp.
un 30% su patrimônio en el último año. El 33-58.
País (España). In: Other News - Voces en
contra de la corriente; 3 de enero 2022. GARRAFA, V., 1994. Bioética, saúde e cidadania.
Humanidades; Universidade de Brasília;
FEITOSA, S.F., 2015. O processo de territoriali- 9(4):342-351.
zação epistemológica da Bioética de Inter-
venção: por uma prática bioética libertadora. GARRAFA, V., 1995. Dimensão da Ética em Saúde
Tese de Doutoramento; orientador: V. Garra- Pública. São Paulo: Faculdade de Saúde Pú-
fa. Brasília - Programa de Pós-graduação em blica da USP/Kellogg Foundation.
Bioética; Universidade de Brasília. GARRAFA, V., 1996. Bioética da situações per-
FEITOSA, S.F.; FLOR-DO-NASCIMENTO, W., sistentes e das situações emergentes. Frag-
2015. A bioética de intervenção no contexto mentos de Cultura (Universidade Católica de
do pensamento latino-americano contem- Brasília);21:51–52.
porâneo. Rev. bioét. (Impr.). 23(2):277-84. GARRAFA, V., 1997. Bioética, salud y cidada-
FLOR DO-NASCIMENTO W., 2010. Por uma nia. Salud: Problema y Debate (Argentina);
vida descolonizada: diálogos entre a Bioética 9(16):26-33.
de Intervenção e os estudos sobre a coloniali- GARRAFA, V., 1999. Ética y Salud Pública: el tema
dade. Tese de Doutoramento; orientadora: R. de la equidad y una propuesta bioética dura
Segato. Brasília - Programa de Pós-graduação para los países periféricos. In: Actas de las V
em Bioética; Universidade de Brasília. Jornadas Argentinas y Latinoamericanas de
FLOR-DO-NASCIMENTO, W.; GARRAFA, V., Bioética de la Asociación Argentina de Bioé-
2010. Nuevos diálogos desafiadores desde el tica; Mar del Plata.
sur: colonialidad y Bioética de Intervención. GARRAFA, V., 2000. Bioética Fuerte - Una pers-
Revista Colombiana de Bioética; 5(2):23-37. pectiva periférica a las teorías bioéticas
FLOR-DO-NASCIMENTO, W.; GARRAFA, V., tradicionales. Conferencia. 3er. Congreso de
2011. Por uma Vida não Colonizada: diálogo FELAIBE – Federación Latinoamericana de
Instituciones de Bioética. Panamá.
GARRAFA, V., 2005c. Introdução à Bioética. Rev. GARRAFA, V.; CORDÓN, J.A., 2009. Determi-
Hosp. Universitário UFMA; 6:09-13. nantes sociais da doença. Saúde em Debate,
33(83): 388-396.
GARRAFA, V., 2005d. Multi-inter-transdisciplina-
riedad, complejidad y totalidad concreta en GARRAFA, V.; CUNHA, T.R.; MANCHO-
Bioética. In: Garrafa, V.; Kottow, M.; Saada, LA-CASTILLO, C., 2018. Access to health-
A. (coords). Estatuto epistemológico de la care - A central question within Brazilian
Bioética. México: UNAM/Unesco; pp. 67- 86. Bioethics. Cambridge Quarterly of Healthca-
re Ethics. 27:431-439.
GARRAFA, V., 2005 e. De una bioética de princí-
pios a una bioética interventiva crítica y so- GARRAFA, V.; CUNHA, T.R.; MANCHO-
cialmente comprometida. Revista Argentina LA-CASTILLO, C., 2020. Ensino da ética glo-
de Cirurgia Cardiovascular; 3(1): 99-103. bal: uma proposta teórica a partir da Bioética
de Intervenção. Interface (Botucatu) [online];
GARRAFA, V., 2006. O novo conceito de Bioética. Vol. 24, e190029.
In: Garrafa, V.; Kottow, M.; Saada, A. (orgs.):
Bases conceituais da bioética. São Paulo: Edi- GARRAFA, V.; DINIZ, D.; MATOS, D.G., 1999.
tora Gaia/Unesco; pp. 19-23. Bioethical language and its dialects and
idiolects. Cadernos de Saúde Pública;
GARRAFA, V., 2008. Moral imperialism (verbete). 15(Sup.1):35-42.
In: Tealdi, J.C. (dir.) Diccionario Latinoame-
ricano de Bioética. Bogotá: Unesco/Universi- GARRAFA, V.; LORENZO, C., 2008. Moral
dad Nacional de Colombia; pp. 535-536. imperialism and multi-centric clinical trials
in peripheral countries. Cad. Saúde Pública;
GARRAFA, V., 2011. International research. In: 24(10):2219-2226.
Chadwick, R.; Tem-Have, H. (Eds.). The
SAGE handbook of health care ethics. SAGE, GARRAFA, V.; MANCHOLA-CASTILLO, C.,
London, Los Angeles; pp. 342-355. 2017. Releitura crítica (social e política) do
conceito de justiça em bioética. Revista de
GARRAFA, V. Bioética. 2012. In: Giovanella L.; Direitos e Garantias Fundamentais; 18(3):11-
Escorel, S.; Lobato, L.V.C.; Noronha, J.C.; 30.
Carvalho, A.I. (orgs.): Políticas e Sistemas de
62 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
GARRAFA, V.; MARTORELL, L.B.; LEITE, DF.; BARBOSA, PFT; GARRAFA, V., 2008.
FLOR-DO-NASCIMENTO, W., 2016. Críti- Auto-hemoterapia, intervenção do Estado e
cas ao principialismo em bioética: perspec- bioética. Rev Assoc Med Bras; 54(2): 183-8.
tivas desde o Norte e desde o Sul. Saúde Soc.
São Paulo; 25(2):442-451. LÉVINAS, E., 2007. Ética e Infinito. Lisboa:
Edições 70; pp. 89–93.
GARRAFA, V.; OSELKA, G.; DINIZ, D., 1997.
Saúde pública, bioética e equidade. Bioética; LIE, R.K.; EMANUEL E.; GRADY, C.; WENDLER,
5(1):27-33. D., 2004. The standard of care debate: the De-
claration of Helsinki versus the international
GARRAFA, V. PRADO, M.M., 2001. Mudanças consensus opinion. J Med Ethics; 30:190-3.
na Declaração de Helsinki: fundamentalismo
econômico, imperialismo ético e controle so- MANCHOLA-CASTILLO, C., 2019. Da fun-
cial. Cadernos de Saúde Pública, 17:1489-96. damentação à intervenção: uma proposta
metodológica (narrativa!) para a Bioética de
GARRAFA, V.; PRADO, M.M., 2007. Alterações Intervenção. Conferência. XI Ciclo Anual de
na Declaração de Helsinque – a história con- Conferências Internacionais em Bioética da
tinua. Revista Bioética; 15 (1): 11-25. UnB. Programa de Pós Graduação em Bioéti-
ca, Universidade de Brasília, Brasília, DF; 30
GARRAFA, V.; PORTO, D., 2002. Bioética, poder
de agosto de 2019.
e injustiça: por uma ética de intervenção. O
Mundo da Saúde; 26(1):06-15. MANCHOLA-CASTILLO, C.; GARRAFA, V.,
2021. Enfoques participativos latinoamerica-
GARRAFA, V.; PORTO, D., 2003a Intervention
nos para la educación educación en bioética.
bioethics: a proposal for peripheral countries
In: Vidal, S. (coord..). La agenda curricular en
in a context of power and injustice. Bioethics;
bioética; abriendo horizontes. Montevideo/
17(5-6):399-416.
México: Unesco/UNAM; pp. 3-11.
GARRAFA, V.; PORTO, D., 2003b. Bioética, poder
MARX, K., 1956. La miséria de La filosofia. III, 7.
e injustiça: por uma ética de intervenção. In:
Tradução para o espanhol; 1970, p. 668.
Garrafa V., Pessini L. (Orgs.): Bioética, Poder
e Injustiça. São Paulo: Edit. Loyola/Sociedade MARTORELL, L.B., 2015. Análise crítica da
Brasileira de Bioética; pp. 35-44. Bioética de Intervenção: um exercício de
fundamentação epistemológica. Tese de dou-
HELLMANN, F.; GARRAFA, V.; SCHLEMPER JR,
torado; orientador: V. Garrafa. Universidade
B. R.; BITTENCOURT, S., 2015. The Fogarty
de Brasília; Programa de Pós-Graduação em
Training Program in Low- and Middle-Inco-
Bioética.
me Countries: International Research Ethics
Education or Moral Imperialism? Archives of MATURANA, H., 2000. Transdisciplinaridade e
Medical Reseatch 46(6): 515-516. cognição. In: Nicolescu, B. (org.). Educação
e transdisciplinaridade. Brasília: Unesco; pp.
KOSIK, K., 1976. Dialética do Concreto. Rio de
83-114.
Janeiro: Editora Paz e Terra.
MIGNOLO, W.D., 2005. A colonialidade de cabo
KOTTOW, M., 2005. Bioética de proteção: consi-
a rabo: o hemisfério ocidental no horizonte
derações sobre o contexto latino-americano.
conceitual da modernidade. In: Lander, E.
In: Schramm, F. R.; Rego, S.; Braz, M.; Palá-
(org.). A colonialidade do saber: eurocentris-
cios, M. (Orgs.). Bioética: riscos e proteção.
mo e ciências sociais - perspectivas Lati-
Rio de Janeiro, UFRJ; Fiocruz, pp. 29-44.
no-americanas. Buenos Aires: CLACSO; pp.
KOTTOW, M., 2005. Bioética y biopolítica. Revista 33-49.
Brasileira de Bioética; 1(2):110-121.
MORIN, E., 1996. Ciência com consciência. Rio de
LEAVELL, H.R.; CLARK, E.G., 1976. Medicina Janeiro: Bertrand Brasil.
preventiva. McGraw-Hill do Brasil.
MORIN, E., 2000. Defende a desfragmentação
do conhecimento e a união entre a ciência
MORIN, E., 2001. A religação dos saberes – o SCHRAMM, F.R., 2012. É pertinente e justifica-
desafio do Século 21. Rio de Janeiro: Bertrand do falar em bioética de proteção? In: Porto,
Brasil. D.; Garrafa, V.; Martins, G.Z.; Barbosa, S.N.
(orgs.). Bioéticas, poderes e injustiças - 10
NICOLESCU, B. (org.)., 2000. Educação e trans-
anos depois. Brasília: CFM/Cátedra Unesco
disciplinaridade. Brasília, Unesco; pp. 83-114.
de Bioética da UnB/SBB; pp. 132-142.
OLIVÉ, L., 2005. Epistemología en la ética y en las
SCHRAMM, F.R.; KOTTOW, M., 2001. Princi-
éticas aplicadas. In: Garrafa V.; Kottow, M.;
pios bioéticos en salud pública: limitaciones
Saada, A. (coords). Estatuto epistemológico
y propuestas. Cadernos de Saúde Pública;
de la bioética. México: UNAM/Unesco; pp.
17:949-956.
133-159.
SEGATO, R., 2013. La crítica de la colonialidad en
PONTES, C.A.; SCHRAMM, F.R., 2004. Bioética
ocho ensayos y una antropología por deman-
da proteção e papel do Estado: problemas
da. Buenos Aires: Prometeo Libros.
morais no acesso desigual à água potável.
Cadernos de Saúde Pública; 20(5):1322-1323. SEGATO, R.L. 2014. Que cada povo teça os fios de
sua história: o pluralismo jurídico em diálogo
PORTO, D.; GARRAFA, V., 2005. Bioética de
didático com legisladores. Brasília: Direito.
intervenção: considerações sobre a economia
UnB; 1(1): 65-92.SEGATO, R. 2016. Una
de mercado. Revista Brasileira de Bioética;
paradoja del relativismo - El discurso de la
13(1):111-123.
antropología frente a lo sagrado. In: Gorvach,
PORTO, D.; GARRAFA, V., 2011. A influência da F.; Rufer, M. (eds.). El archivo, el campo.
Reforma Sanitária na construção das bioéti- Interdisciplina y producción de la evidencia.
cas brasileiras. Ciência & Saúde Coletiva; 16 México: UAM.
(Supl. 1):719-729.
SELLI, L., 2001. Bioética, Solidariedade critica
QUIJANO, A., 1992. Colonialidad y moderni- e voluntariado orgânico. Tese de Doutora-
dad-racionalidad. In: BONILLO, H. (Comp.). do; orientador: V. Garrafa. Universidade de
Los conquistados. Bogotá: Tercer Mundo: Brasília; Programa de Pós-graduação em
Flacso; pp. 437-449. Ciências da Saúde - Área de Concentração
em Bioética.
QUIJANO, A., 2000. Colonialidad del poder y
clasificación social. Journal of World-Systems SELLI. L.; GARRAFA, V., 2005. Bioética, solidarie-
Research. Santa Cruz, 11(2):342-386 (Special dade crítica e voluntariado orgânico. Revista
issue). de Saúde Pública; 39(30): 473–478.
RAWLS, J., 2002. Uma teoria de justiça. São Paulo: SELLI, L.; GARRAFA, V., 2006. Solidariedade
Martins Fontes. crítica e voluntariado orgânico: outra possi-
bilidade de intervenção societária. História,
RIVAS-MUÑOZ, F.; GARRAFA, V.; FEITOSA, Ciências, Saúde–Manguinhos; 13(2):239–251.
S.F.; FLOR-DO-NASCIMENTO, W., 2015.
Bioética de intervención, interculturalidad SEN, A., 1999. Democracia como um valor uni-
y no-colonialidad. Saúde Soc. São Paulo, versal. [internet]. Disponível em: http://da-
24(1):141-151. gobah.com.br/wp-content/uploads/2016/07/
SEN-Amartya-1999.-Democracia-co-
SANTOS, I.L. 2014., A (bio)ética universal na obra mo-um-valor-universal.pdf
de Paulo Freire. Tese de doutorado; orien-
tador: V. Garrafa. Universidade de Brasília; SEN, A., 2000. Desenvolvimento como liberdade.
Programa de Pós-Graduação em Bioética. São Paulo, Companhia das Letras.
64 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
UNESCO - ORGANIZAÇÃO DAS NAÇÕES
UNIDAS PARA A EDUCAÇÃO, A CIÊNCIA
E A CULTURA. 2001. Declaração Universal
sobre a Diversidade Cultural. Paris: Unesco.
66 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
para un individuo o un pueblo (Chantraîne, lugar concreto donde la ética es constitutiva de
1977 : 407-408). la “ciudadanía” o -si queremos– donde la ética
se vuelve condición necesaria para la existencia
De hecho, la palabra ética es entendida, ini- concreta de auténticos “ciudadanos”. En resu-
cialmente, con una función meramente “adje- men, dicho con las palabras de Ricardo Ma-
tiva, es decir, como cualidad de una acción, y liandi: considerado en “su facticidad norma-
para poder responder a la cuestión de si una ac- tiva”, el ethos “remite siempre a determinados
ción o un modo de ser pueden ser vistos como códigos de normas [o a] sistemas de valores [o
“éticos” o no” (Ferrater Mora, 1999: 1141). a] concepciones sobre lo que es moral y lo que
Parece, por lo tanto, pertinente afirmar que no es” (Maliandi, 2004: 22).
uno de los posibles puntos de partida para jus- En el campo en construcción de la bioética,
tificar el sentido arcaico de “protección” -que la propuesta de una Bioética de Protección fue
aquí atribuimos a la ética- es la relación semán- pensada, en particular, como una alternativa
tica entre ethos y protección y que eso puede al principialismo norteamericano elaborado
ser corroborado por lo menos filológicamen- por Beauchamp y Childress (Beauchamp &
te. Sin embargo, esta interpretación puede ser Childress, 1979). Fue entendida como ética
vista como insuficiente, sobre todo desde un aplicada a los conflictos y dilemas morales no
punto de vista fenomenológico, esencialmente tanto de la relación médico-paciente y de la
interesado con la pertenencia de un concepto emergente biomedicina (que fue inicialmente
a un mundo de “fenómenos” y constitutivo de el campo de aplicación escogido por el princi-
su horizonte de sentido, como pretende ser el pialismo), sino teniendo como objeto el cam-
caso, aquí examinado, del concepto de ética, po de la salud pública, por considerar que sus
vinculado al significado de protección. conflictos no eran debidamente abordados por
Pero este vínculo constituye una condición el modelo estándar principialista (Schramm &
de posibilidad para el surgimiento de otro vín- Kottow, 2001). De hecho, el modelo-estándar, o
culo, aquel entre ética y política, como es de he- “mantra” como fue también llamado (con una
cho el caso de la filosofía griega, por lo menos cierta dosis de ironía) el principialismo (Kuhse,
desde los Sofistas, Sócrates, Platón y Aristóte- 1995: 345), ya estaba siendo cuestionado desde
les. De hecho, desde entonces, se puede enten- los años 90. Se lo juzgaba como uno de los mo-
der la polis como indisociable del ethos, pues la vimientos culturales incapaces de responder a
polis se vuelve el lugar de la existencia concreta nuevas situaciones conflictivas concretas, por
del ethos, con toda su conflictividad inherente lo tanto, fue progresivamente acompañado por
(o estructural); algo probablemente todavía re- movimientos más interesados en la solución de
lacionado con el imaginario mitopoiético ho- problemas empíricos que en problemas esen-
mérico que, como vimos, consideraba al ethos cialmente teóricos, como era, de hecho, el caso
indisociable del pólemos (“lucha”, “guerra”). del modelo principialista (Callahan, 2003).
Con eso, el ethos, entendido como fenómeno En un segundo momento, el posible dominio
social inscrito en la polis, se vuelve indisociable de aplicación de la Bioética de Protección fue
de un conjunto de actitudes prácticas, o actos, extendido, en particular incluyendo las prácti-
como las decisiones (o los hábitos), que, a su cas que se dan en el mundo de la vida entendi-
vez, eran vistas como vinculadas a las condicio- do como un todo interrelacionado. Este todo
nes ambientales (oikos) y, también, como indi- está conformado también por otros seres vivos
sociables de los usos, de los comportamientos y y por el propio ambiente natural, a su vez mo-
de las convicciones morales. O sea, el conjun- dificados por el mundo humano. En la medida
to formado por el ethos, vinculado al pólemos, en que las acciones humanas transforman ese
al oikos y a la polis, puede ser visto como un mundo son susceptible de evaluación moral,
sistema complejo, que posee una conflictivi- debido a la propia transformación de la práxis
dad intrínseca. Sus subconjuntos contribuyen humana en la edad de la vigencia conjunta de la
también al correcto funcionamiento del tipo de biotecnociencia, de la biopolítica y del biopo-
convivencia ofrecido no solamente por el oikos, der -sin olvidar la emergente virtualización del
sino sobre todo por la polis, entendida como saber-hacer- en el contexto de la globalización
68 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
BIOÉTICA DE PROTECCIÓN: GENEALOGÍA que la genealogía de la bioética tiene relación
Y CONCEPTUACIÓN con la propia historia moderna del concepto de
protección, entendiéndola como una función
Toda propuesta de una nueva caja de herra- social primordial, elaborada a partir del surgi-
mientas o, simplemente, de una nueva expre- miento del Estado Moderno y que es el resul-
sión o nuevo término para dar sentido a un as- tado de un pacto social establecido explícita-
pecto preocupante de lo real que llama nuestra mente (o por lo menos implícitamente) entre
atención, tiene siempre una historia. Esta se gobernantes y gobernados. La función esencial
conforma con presupuestos, conceptos involu- de la protección consiste en dar amparo a los
crados y posibles relaciones pertinentes entre ciudadanos bajo su responsabilidad, es decir:
lenguaje, pensamiento y realidad, que debe ser en “protegerlos”. Y eso, tanto contra daños na-
explicitada. A continuación será presentada turales que pueden afectar negativamente sus
una rápida genealogía y una introducción al vidas, como contra daños sociales (e interper-
análisis conceptual, aplicadas a la expresión sonales) resultantes de la conflictividad (o vio-
Bioética de Protección. lencia) existente entre los ciudadanos (Kottow,
2008).
Genealogía En particular, en la Edad Moderna, se espe-
cifica un sentido del concepto de protección
Si pensamos en una posible genealogía del gracias a la posibilidad de adjetivación moral
concepto de protección aplicado a un tipo de del concepto de Estado, en la expresión “Estado
conflictividad como puede ser aquella que se Protector”. Esto nos remite al surgimiento del
da en el campo de la salud pública, se puede Estado Social, conocido también como Esta-
decir que la historia de la relativamente joven do Asistencial o Estado de Bienestar (Welfare
bioética tiene que ver con la propia historia del State), cuya tarea sería la de “proteger un es-
concepto de protección. tándar mínimo de renta, alimentación, salud,
vivienda, y educación, garantizadas a cualquier
Hasta hace poco asociábamos la fecha de na- ciudadano como un derecho político, no como
cimiento de la bioética, con la utilización del caridad” (Wilensky, 1975:1).
neologismo bioethics en 1970 por el oncólogo
Van Rensselaer Potter (Potter, 1970), para indi- De hecho, la práctica de la “protección social”
car la necesidad de un campo interdisciplinar puede ser entendida en sentido
formado por las “dos culturas” formadas por
las ciencias de la vida y las ciencias humanas.
1. minimalista, como (1) asistencia a in-
dividuos y poblaciones que “por las
Pero recientemente esa fecha fue transportada
razones más variadas –una discapaci-
a los años 20 del siglo XX, cuando Fritz Jahr
dad física o psíquica, una incapacidad
habría creado el neologismo alemán Bio-ethik
debido a la edad, o inclusive una situa-
para indicar el imperativo relativo a las “obliga-
ción social desastrosa– son colocados,
ciones morales frente a los seres humanos y to-
provisionalmente o definitivamente,
das las formas de vida” (Jahr, 2011). Parece, por
fuera del régimen común de los inter-
lo tanto, que la bioética pensada por Jahr hu-
cambios sociales, y en particular son
biera anticipado la extensión “global” del cam-
incapaces de responder a sus necesida-
po de las preocupaciones morales de la bioética
des”
formulada posteriormente por el propio Potter
(Potter, 1988). Sin embargo, a nuestro enten- 2. maximalista, como “seguridad social
der, existe una diferencia relevante entre las dos generalizada para el conjunto de la po-
propuestas, pues Potter la concebía como una blación” y consistente en sistemas de
forma de saber interdisciplinar, mientras que seguros contra los principales riesgos
Jahr no lo hacía de esta forma explícitamente sociales (enfermedad, accidentes, des-
(Schramm, 2011). empleo, etc.) (Castel, 2006:901).
Sin entrar aquí en el mérito de este aspecto Por eso –destaca Castel- cuando hablamos
específicamente historiográfico, se puede decir de “protección social” surge el problema de
70 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
dispositivos de biopoder: un todo situado en el regulan la investigación biomédica desde que
contexto indicado por el término globalización se volvieron explícitos los abusos cometidos
(Schramm, 2008). por científicos y médicos contra individuos y
poblaciones, que se volvieron objetos de inves-
Volviendo al análisis conceptual tigación tanto en países bajo regímenes autori-
tarios como en países que se autodenominaban
democráticos en el siglo XX (Jonsen, 1998).
Como vimos también en la Introducción, las
raíces conceptuales de la Bioética de Protección Siendo así, el campo de aplicación de un
pueden ser encontradas en la propia semántica “principio de protección” podría ser visto tam-
de la polisémica palabra griega ethos. Esta pa- bién como el cubierto por el “principio de vul-
rece haber tenido, en el origen, el significado nerabilidad”, considerado como el principio
de “guarida” (inicialmente referida a animales que “prescribe, como fundamento de la ética,
y enseguida a humanos) y, posteriormente, de el respeto, la preocupación y la protección del
“morada” (humana), que se vuelve inseparable otro y de la vida en general, con base en la veri-
del oikos (“casa” y, enseguida, “familia”), adqui- ficación universal de la fragilidad, de la finitud
riendo, también en una época posterior, los sig- y de la mortalidad de los seres” (Kemp & Rend-
nificados de “costumbre”, “hábito” y “carácter”. torff, 2003: 687). Sin embargo, la identificación
Se pasa, por lo tanto, de un sentido muy amplio entre principio de protección y principio de
–referido a sistemas y ambientes- a sentidos vulnerabilidad es problemática, y eso porque la
más restrictos, referentes a los individuos y sus extensión del campo semántico de los dos prin-
características. Fue refiriéndonos al primer sig- cipios no es exactamente la misma: la “Bioética
nificado de la palabra –“guarida” (que tiene una de Protección” no se refiere a personas y pobla-
relación de sinonimia con “protección”)- que la ciones genéricamente “vulnerables” (como pa-
Bioética de Protección pudo ser pensada como rece indicar el “principio de vulnerabilidad”),
una herramienta cuya función práctica sería sino a las que están concretamente “vulnera-
“proteger” individuos y poblaciones humanas, das”. Esta distinción es relevante no solamente
así como otros seres vivos, contra amenazas desde el punto de vista lógico de separar una
que pueden afectarlos de forma significativa, potencialidad (vulnerabilidad) de una efectivi-
inclusive amenazando sus existencias y hasta dad (vulneración), sino también desde el punto
destruirlas. de vista ético para evitar que el acto de proteger
sea confundido con alguna forma de paterna-
De hecho, aunque el término “protección” to-
lismo, que es una actitud rechazada por la bioé-
davía no hubiera sido explícitamente asociado
tica secular en general.
a la palabra “bioética” –por ejemplo, haciendo
referencia a un “principio de protección”-, ya En particular, la Bioética de Protección puede
existía efectivamente en el léxico de la ética ser vista como una caja de herramientas -teó-
aplicada (por ejemplo, referido a la investiga- ricas y prácticas– para poder comprender la
ción involucrando seres humanos en el campo conflictividad en la salud pública, describir los
de la biomedicina) desde por lo menos la pu- conflictos de intereses y de valores involucra-
blicación del famoso Reporte Belmont (USA, dos en ella, e intentar resolverlos. Pero teniendo
1979), que es también la fuente de donde en su en cuenta las asimetrías existentes entre quien
momento, surgiría el principialismo. La pala- tiene los medios –y el poder (indicado por el
bra “protección” aparece explícitamente en el término empowerment o “empoderamiento”)-
texto del reporte y en la propia autodenomina- que lo capacitan para tener una calidad de vida
ción del grupo que redactó el Reporte, aunque por lo menos razonable, y quien efectivamente
esté aún limitado allí, en lo esencial, a la protec- no los tiene. Por eso, en los casos de conflic-
ción individual. tos entre “empoderados” y “no empoderados”,
los conflictos solo pueden ser resueltos “prote-
Además, la Bioética de Protección tiene algu-
giendo” a los afectados “no empoderados”, pues
nos antecedentes institucionales, como el Códi-
estos no poseen los medios necesarios para
go de Nuremberg (1947) y las varias versiones
protegerse solos, ni los suministrados por un
de la Declaración de Helsinki (1964-2004), que
72 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
den ser considerados legítimos si tienen como valores fundamentales de las sociedades secu-
objetivo la asistencia, o protección de las perso- lares y democráticas en las que, en principio,
nas y de las poblaciones por parte del Estado; vivimos: el derecho al ejercicio de la autonomía
que, para lograr la aceptación democrática de personal, por lo menos cuando esta puede ser
sus políticas como legítimas, deben proteger ejercida sin perjudicar de manera significativa
a los ciudadanos bajo su responsabilidad por los derechos de los otros.
contrato; o dicho de manera más precisa, que
tanto de jure como de facto deben proteger a los Además, considerando todavía la falta de con-
ciudadanos bajo su responsabilidad por con- senso sobre el uso de la denominación “Bioéti-
trato, aunque no siempre lo hagan de facto. ca de Protección”, se puede intentar construir
puntos de convergencia, que, según Maliandi,
Pero considerando la falta de consenso so- son constitutivos –junto a la característica in-
bre el sentido y el uso de la expresión “Bioética trínseca de la conflictividad- del propio ethos.
de Protección”, una de las maneras de evitar el En ese sentido, “los conflictos son una forma
riesgo de incomprensión consiste en distinguir de interrelación sui generis” porque “establecen
dos tipos de “protección”. Así se puede consi- relaciones en el modo de la divergencia” y por-
derar una Bioética de Protección estrito senso que en el ethos existirían también “factores an-
(y que corresponde mutatis mutandi al adjetivo ticonflictivos” que se manifiestan en el “orden”,
“minimalista” utilizado anteriormente) y una en la “organización” y en la “sistematización”.
Bioética de Protección lato senso (o “maxima- En resumen: el consenso es posible debido a
lista”). La primera referida a los actos que tie- la existencia, en el propio ethos, de lo “contra-
nen el propósito de proteger a personas y po- rio de los conflictos”, que es la “concordancia”
blaciones que no tienen condiciones suficientes o “armonía” y que “inhibe la conflictividad”,
para realizar sus proyectos de vida razonables pues “[lo]s conflictos establecen relaciones en
y legítimos –y que constituyen el grupo de los el modo de la divergencia [como] la armonía lo
susceptibles y vulnerados– y la segunda refe- hace en el modo de la convergencia” (Maliandi,
rente a un campo más amplio de posibles “pa- 2010:24).
cientes morales”, como pueden ser los animales
sencientes, pero probablemente también otros En particular, considerando la vertiente
seres vivos, inclusive sistemas vivos (como extensa (o lato sensu) de la Bioética de Pro-
los ecosistemas y el propio planeta Tierra), lo tección, se puede ver en esta, una manera de
que aproximaría a la Bioética de Protección encarar que “la cuestión de la relación de los
lato senso a la bioética global ya propuesta en humanos con la naturaleza será probablemente
1988 por VR Potter. De hecho, esta extensión la más crucial de este siglo”, pues los problemas
de campo parece pertinente y legítima, por lo ambientales se volvieron “un sujeto de debate
menos si partimos de la premisa ética de que público a nivel planetario” y porque “se volvió
existen intereses colectivos y “ecológicos” que difícil continuar creyendo que la naturaleza es
no pueden ser subsumidos, sin más, a intereses un dominio totalmente separado de la vida so-
de individuos, grupos de individuos, corpora- cial” (Descola, 2011: 77-78).
ciones, naciones, regiones y especies. En resumen, en su sentido amplio (o lato
Por otro lado, la Bioética de Protección stricto sensu), “proteger” debería referirse en princi-
sensu no puede aplicarse a individuos y pobla- pio al mundo vivo como un todo, teniendo en
ciones que logran enfrentar su condición exis- cuenta que los problemas que podemos llamar
tencial de vulneración con sus propios medios “ambientales” o “ecológicos” se relacionan con
o con los medios ofrecidos por las instituciones nuestra “casa común” (y que podrá serlo de las
existentes y actuantes. En caso contrario –como generaciones futuras). Recordemos lo que ya
ya vimos también– la Bioética de Protección se los filósofos griegos indicaban con los términos
volvería sinónimo del sospechoso y criticado oikos y ethos: aunque las dos palabras juntas tu-
paternalismo tradicional (como el vigente en vieran un sentido más amplio que aquel que vía
la relación médico-paciente tradicional y que de regla, le damos hoy en día, implicaba lo que
es objeto de preocupación de la ética biomédi- entendemos hoy como “el hábitat de los seres
ca), lo que sería contradictorio con uno de los vivos” y “el modo o forma de vida” humana en
74 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
LLEDÓ, E., El mundo homérico. In: História de la puestas. Cadernos de Saúde Pública, 17(4):
ética (Ed. V.Camps). História de la ética, v. 1; 949 – 956.
2002, pp. 16-34.
USA. 1979. The National Commission for the
MALIANDI, R., 2004. Ética: conceptos y proble- Protection of Human Subjects of Biomedical
mas, 3ª Ed. Corrigida e aumentada. Buenos and Behavioral Research. Ethical Principles
Aires: Editorial Biblos. and Guidelines for the Protection of Human
Subjects of Research. The Belmont Report
------------. 2010. Ética convergente. Fenomeno-
[on line], Washington. Disponible: http://
logía de la conflictividad. Buenos Aires: Las
www.nih.gov:80/grants/oprr/belmont.htm.
Cuarenta.
WILENSKY, H.L., 1975. The Welfare State and
PONTES, C.A., SCHRAMM, F.R., 2004. Bioética
Equality. Structural and Ideological Roots of
da proteção e papel do Estado: problemas
Public Expenditures. Berkeley: University of
morais no acesso desigual à água potável.
California Press.
Cadernos de Saúde Pública, 20 (5): 1319-27.
Camilo Manchola-Castillo
La bioética narrativa es cada vez más traba- La primera ola de bioética narrativa usa la na-
jada por las ventajas que plantea para la deli- rrativa de manera procedimental para, a partir
beración moral. Así, localizar narrativamente de relatos como películas, obras de teatro, cua-
conflictos y dilemas permite encontrar más y dros, novelas y canciones, entre otros, motivar
mejores vías para resolverlos. Sin embargo, la resolución de conflictos morales siguiendo
persisten dudas relativas a la operatividad de ciertos moldes. En esta ola la bioética narrativa
la narración o, en otras palabras, al papel que se ha equiparado a una ética narrativa referi-
la narrativa juega efectivamente en la resolu- da a la medicina y se ha conectado con las hu-
ción de los conflictos y dilemas morales. Este manidades médicas, casi que exclusivamente,
documento parte de esa problemática, presenta defendiendo una concepción del ser humano
la bioética narrativa y propone a la imagina- como homo sapiens. Además de eso, esta pri-
ción como articulación de la acción, narración mera ola ha tenido un direccionamiento a la
y contextualización. Inicialmente será tratado acción, usando el relato (audiovisual, normal-
este tema, para después relacionarlo con la de- mente) para conducir a la deliberación moral
liberación moral, punto central de la bioética (Chambers, 1999; Baldwin, 2016; Domingo y
narrativa. Para terminar, serán presentadas al- Feito, 2013).
gunas consideraciones finales.
En cuanto a la segunda ola de la bioética na-
rrativa, la narrativa no se usa de manera proce-
LA BIOÉTICA NARRATIVA dimental, sino que se hace una reflexión episte-
mológica sobre la narración a partir de autores
La narrativa ha sido usada en bioética por como Ricoeur (1984) o Nussbaum (1997). En
lo menos desde la década de 1980 (Manchola, esta segunda ola se consideran, de esta mane-
2017), cuando se advirtió que podía ser utiliza- ra, asuntos como la polifonía y la autoría para
da como herramienta para promover decisio- motivar la reflexión sobre conflictos morales.
nes morales más informadas. En ese sentido, En esta ola se define la bioética narrativa no ya
desde esa época se apostó por una bioética que, como una ética narrativa referida a la medicina
usando la narrativa, permitiera reflexionar so- o las humanidades médicas, sino a diversas dis-
bre los conflictos morales a los que la bioética ciplinas como la sociología y la lingüística, des-
esperaba responder de alguna manera, y posi- tacándose una epistemología de la narración
bilitara una observación y deliberación cuida- (Bakhtin, 1981). A diferencia de la primera ola,
dosa considerando los diversos actores, inte- esta segunda ola tiene un direccionamiento ha-
reses y alternativas relacionados con cualquier cia la reflexión, considerando no solo la narra-
conflicto moral. Así, en estos casi 40 años de ción, sino la hermenéutica propia de esta na-
historia, la bioética narrativa ha recorrido un rración en conexión con la deliberación moral,
camino desde una naturaleza eminentemente y viendo al ser humano como homo narrans.
procedimental hacia una más reflexiva y com- Sobre la tercera ola de la bioética narrativa,
prometida socialmente. Su división en olas pre- ella pretende ir más allá de las olas primera y
tende explicar este recorrido. segunda, al proponer una aproximación pro-
cedimental y también epistemológica para la
narrativa, a través de una nueva categoría: las
76 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
historias vistas como producción del ser hu- no es necesariamente clara. Para hacerlo, se
mano, que considera un homo historicus. La recurrirá a La Poética (1974) de Aristóteles, pe-
tercera onda de la bioética narrativa conside- queño libro sobre tragedia, comedia y epopeya
ra a las historias como diferentes a los relatos escrito en el siglo IV antes de Cristo. Conviene
y las narraciones, en cuanto define a las histo- aclarar que la poesía en esa época era el len-
rias como dispositivos vivos (aunque los relatos guaje en el que se escribía la literatura; así, por
tienen esta naturaleza, las narraciones carecen poética o poesía, se entendía la forma dialógica
de ella) que tienen el potencial de motivar re- de Platón, y las formas narrativas de dramati-
flexión y síntesis vital (un potencial que si bien zación características del teatro griego antiguo,
las narraciones tienen, los relatos no); se en- también conocido como verse drama.
tiende esta síntesis vital como la generación
de historias para el abordaje de los conflictos También vale la pena aclarar, antes de comen-
morales y, más que eso, para promover la justi- zar el análisis propio de este capítulo, que la pa-
cia social, a través de un diálogo amplio entre labra poética aún hoy engloba un significado
diversas áreas del conocimiento. Es importante amplio. En palabras de la prologuista del libro
decir que esta tercera ola tiene una caracterís- de Audre Lorde (2003: 15) “La palabra poética
tica esencial: defiende decididamente una posi- va más allá del placer estético y puede surgir
ción moral clara, que milita por la defensa de la donde otros lenguajes se callan: en esos lugares
dignidad humana, la igualdad, la equidad y la íntimos del yo donde se forman los temores,
justicia social. silencios y esperanzas, y que constituyen para
Lorde reservas de creatividad y poder. La pala-
Además de considerar a las historias, la terce- bra poética puede destilarlas y, a partir de ahí,
ra onda narrativa también propone la construc- convertirlas en ideas y en acción”.
ción de historias más allá de las historias, de la
forma en que escritores latinoamericanos del Una vez aclarado eso, es importante decir
boom literario de América Latina lo hicieron, que se ha escogido a La Poética en este pun-
especialmente a través del realismo mágico. to, porque en ella Aristóteles ya presentaba una
Así, como Gabriel García Márquez, Eduardo interesante conexión entre la narración -deno-
Galeano, Julio Cortázar y Jorge Amado (Man- minada por él “imitación” y representada por
chola y Garrafa, 2019) crearon nuevas historias tragedias, comedias e incluso pinturas y dan-
con base en historias de la realidad social con zas-, la acción -que Aristóteles asocia con agen-
el propósito de promover justicia social a par- tes que son “buenos” o “malos”, “virtuosos” o
tir de la literatura, y muy especialmente como “viciosos”-, y la contextualización -relacionada
Orlando Fals-Borda (2001) y Alfredo Molano con las “variaciones” y “diferencias de los obje-
(2015) lo hicieron también para promover es- tos que esas narraciones representan”-.
tos a partir de la vida real con las comunidades, El capítulo II de ese libro de Aristóteles mues-
esta tercera onda defiende la construcción de tra claramente lo que antes se ha dicho:
historias más allá (trans) de las historias para
defender la dignidad humana, reclamar condi- “Los objetos que los imitadores represen-
ciones más justas para todos los seres humanos tan son acciones, efectuadas por agentes
y proponer cambios en el sistema económico y que son buenos o malos (las diversidades
político que contribuyan a mejorar las condi- del carácter humano, casi siempre deri-
ciones ambientales. van de esta distinción, pues la línea entre
la virtud y el vicio es la que divide a toda
la humanidad) y los imitan mejores o
¿ACCIÓN, NARRACIÓN Y peores de lo que nosotros somos, o seme-
CONTEXTUALIZACIÓN? jantes, según proceden los pintores. Así
Polignoto representaba a sus personajes
Para tocar el tema de la imaginación como superiores a nosotros, Pausón, peores, y
articulación de acción, narración y contextuali- los de Dionisio eran tales como nosotros.
zación, hace falta antes discutir la relación exis- Es claro que cada uno de los tipos de imi-
tente entre estos últimos tres elementos, pues tación a que me he referido admitirá es-
78 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Así, aunque la tragedia pone énfasis en la na- adelante, en su obra, Aristóteles reiteraría esto
rración dramática y la historia en los persona- al introducir otra categoría: el reconocimiento.
jes, esta última tiene solo un valor contingente,
mientras la primera transforma historias con- Al respecto, Aristóteles afirma, al hablar de
tingentes en narraciones dramáticas que con- la peripecia, que ella “suscitará ora piedad o
tienen un mensaje moral universal. Entonces, temor, que son las (re)acciones (emocionales)
la contextualización en Aristóteles reside en que la tragedia está preparada para represen-
que para él los autores trágicos (Sófocles, Es- tar, y que servirán asimismo para provocar el
quilo, Eurípides) utilizan personas y eventos fin feliz o desdichado. El reconocimiento, en tal
históricos (Guerra de Troya, vidas de Pericles, caso, por tratarse de personas, puede ser sólo
Agamenón, Menelao, Odiseo), y en el hecho de la de una parte a la otra, pues la segunda ya es
que él usa eventos y personas históricas, cam- conocida, (5) o bien las partes quizá tengan que
biando (contextualizando) frecuentemente la descubrirse” (capítulo XI). Al final del capítu-
narración de la historia hacia una narración lo XXII, el autor cierra diciendo “No necesito
dramática en forma de tragedia. decir más sobre la tragedia y el arte de la re-
presentación por medio de la acción” (capítulo
El siguiente trecho da cuenta de la importan- XXII).
cia que la acción tiene para Aristóteles, inclusi-
ve por encima de la narración: Con la ayuda de Aristóteles queda pues clara
la conexión existente entre acción, narración
“La tragedia es en esencia una imitación y contextualización. Se ve que, si bien no apa-
no de las personas, sino de la acción y la rente, hay una estrecha relación especialmente
vida, de la felicidad y la desdicha. Toda entre narración y acción y que ella está no solo
felicidad humana o desdicha asume la contextualizada en la implementación de esas
forma de acción; el fin para el cual vivi- narraciones (sean ellas pinturas, obras de tea-
mos es una especie de actividad, no una tro, poemas, etc.) sino en lo que ellas pueden
cualidad. El protagonista nos da cualida- producir como (re)acciones (emocionales) en
des, pero es en nuestras acciones lo que el público al que están dirigidas, produciendo
hacemos donde somos felices o lo contra- la catarsis y el reconocimiento.
rio. En un drama, entonces, los persona-
jes no actúan para representar los carac- Es importante notar que la herencia aristoté-
teres; incluyen los caracteres en favor de lica ha sido retomada por los más importantes
la acción. De modo que es la acción en especialistas en narrativa. A continuación se
ella, es decir, su fábula o trama la que hace un breve recuento de los argumentos que
constituye el fin o propósito de la trage- los expertos contemporáneos en narrativa es-
dia, y el fin es en todas partes lo principal. bozan para continuar defendiendo la relación
Aparte de esto una tragedia es imposible cercana entre narrativa y acción. J. Lázló (2008:
sin acción, aunque puede haberla sin ca- 2), por ejemplo, dice que soñamos en la narra-
rácter. (...) Subrayarnos que la tragedia tiva, soñamos en la narración, recordamos, an-
es ante todo una imitación de la acción, y ticipamos, esperamos, desesperamos, creemos,
que es sobre todo por la acción que imita dudamos, planificamos, revisamos, criticamos,
a los agentes actuantes”. construimos, aprendemos, odiamos y amamos
por la narrativa.
Del anterior fragmento se desprende el ele-
mento catártico, al decir que “es en nuestras Por su lado, R. Barthes (1966) argumentaba
acciones lo que hacemos donde somos felices o que la narración y la acción están íntimamente
lo contrario”. Este es un punto importante para relacionadas y son omnipresentes y universa-
Aristóteles, y muestra que el tipo de acción al les, pues el discurso narrativo tiene como pro-
que quiere conectar la narración no es apenas piedad característica el contener descripciones
a la acción que está siendo vivida por el agente de acción. Además, trayendo a este autor de
que actúa dentro de la imitación, sino fuera de nuevo, es importante recordar que el discurso
ella, es decir, a la (re)acción del espectador. Más narrativo o la narrativa no se limita a novelas,
cuentos o mitos, sino que involucra toda clase
80 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
LA IMAGINACIÓN COMO penderá “de la capacidad de dichas políticas
ARTICULACIÓN DE ACCIÓN, para conformar intervenciones relevantes que
NARRACIÓN Y CONTEXTUALIZACIÓN muestren respeto por las personas reales y las
PARA LA BIOÉTICA NARRATIVA empoderen, y que no se limiten a ser un simple
reflejo del sesgo o de la tendenciosidad de las
El fundamento sobre el que el método pro- élites intelectuales” (Nussbaum 2012: 15).
puesto en este capítulo está basado –la imagi- Eso queda aún más nítido, cuando se ve que
nación como articulación de acción, narración el libro en su totalidad parte de la historia de
y contextualización- se encuentra naturalmen- vida de una mujer, Vasanti, y que es sobre esa
te en la relación explicada en el anterior apar- historia que toda una contrateoría de desarro-
tado, argumentado por Aristóteles y expertos llo económico (la teoría de las capacidades) es
contemporáneos. Está faltando, sin embargo, el fundamentada, defendida y desarrollada. En
elemento relacionado con la imaginación y la palabras de Nussbaum: “por todo el mundo hay
acción MORAL, relativa a la bioética narrativa. personas que se esfuerzan en llevar unas vidas
Para eso, serán trabajados los desarrollos traí- humanamente dignas. (...) Estas personas nece-
dos por Martha Nussbaum, quien también to- sitan enfoques teóricos que puedan ayudarles
mando como referencia a los filósofos griegos, en sus esfuerzos” (Nussbaum 2012: 18). Agre-
en particular Aristóteles, habla de la existencia ga Nussbaum que son necesarias teorías “que,
simultáneamente de una “Imaginación Mo- cuando menos, susciten un debate público lla-
ral” (1990) y de una “Imaginación Narrativa” mando la atención sobre su situación; de lo que
(1997). no tienen necesidad alguna es de enfoques que
Debe comenzarse diciendo que para M. Nuss- oculten esos afanes y sacrificios o que acallen
baum el tema de la narrativa, la acción y la ima- la discusión y la crítica” (Nussbaum 2012: 19).
ginación es relevante y está íntimamente rela- Sobre estas narrativas, Nussbaum dice que
cionado con la moral (ética). De ahí, que hable permiten que “el enfoque (tenga) sobre los de-
explícitamente de una imaginación moral y de más la ventaja de que formula una pregunta
una imaginación narrativa en dos de sus obras que las personas de verdad como Vasanti tam-
más centrales: “Cultivating Humanity” (1997), bién se preguntan y se responden: ningún en-
“Love’s Knowledge” (1990) y “Crear Capacida- foque que haga algo así puede ser acusado de
des” (2012) (inicialmente será esta última obra ser un mero constructo occidental” Nussbaum
abordada). Es importante, sin embargo, decir 2012: 101), aunque aclara que “los argumentos
que las narrativas a las que esta filósofa se refie- que sirven de respaldo (...) no están basados
re no están relacionadas exclusivamente con la simplemente en relatos y ejemplos: utilizan
literatura o las “imitaciones” a las que Aristó- también nociones (como la dignidad humana o
teles se refería -aunque, claro, hace uso de ellas la de capacidad) y argumentaciones filosóficas
cuando, por ejemplo y a menudo, incorpora las abstractas” (Nussbaum 2012: 102).
obras de Charles Dickens dentro de su argu-
mentación (Nussbaum 1990: 32-3)-. También dice Nussbaum, a propósito de las
narrativas, del componente social de las mis-
Lo anterior queda claro en el prólogo de su mas, de la acción moral, y de la imaginación,
libro “Crear capacidades” -definidas como las que los relatos y las narrativas desempeñan
respuestas a la pregunta ¿qué es capaz de hacer un papel eminentemente educativo y que los
y de ser una persona? (Nussbaum 2012: 40) - primeros “ayudan a que (se) preste atención
en donde textualmente asegura que: “pero, por a una mayor variedad de problemas y temas;
encima de todo, este libro intenta situar el en- cultivan además la imaginación, produciendo
foque (de las capacidades) dentro del contex- un reconocimiento de la igualdad de condición
to narrativo de las vidas humanas mostrando humana de personas cuyas vidas son normal-
hasta qué punto la perspectiva aquí explicada mente ignoradas por las élites privilegiadas”
cambia realmente la apreciación que los dise- (Nussbaum 2012: 102). La autora agrega que
ñadores de (las) políticas tienen de esas vidas” “los ejemplos clarifican también la argumen-
(Nussbaum 2012: 14), y que esa narración de- tación teórica al mostrar la manera exacta en
82 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
la importancia que tiene hacer una reflexión -Nussbaum dice que “las diez capacidades son
sobre el altruismo, “la compasión y el respeto” componentes importantes de la idea de una
(2012: 213), todo en la concepción de las narra- vida acorde con la dignidad humana” (2012:
ciones como medios educativos. 100) - y de derechos humanos (2012: 98); ade-
más, este abordaje, mientras defiende que el ser
Dice textualmente Nussbaum sobre la impor- humano es un fin en sí mismo (2012: 55), ataca
tancia de contar historias que “para hablar con fuertemente al utilitarismo, tildando a su crea-
propiedad sobre las emociones humanas se re- dor, como individuo con imaginación limitada
quiere experiencia en la vida de las personas, -aprovecha en este punto, que John Stuart Mill
haber leído mucho sobre toda una serie de difi- lo llamaba de esa misma forma- (2012: 74).
cultades humanas, y estar dotados de un grado
inusual de intuición y comprensión tanto del Otro punto que es esencial mencionar es
sufrimiento como de la alegría” (2012: 214-5). que dentro de las diez capacidades centrales
que Nussbaum defiende en su enfoque, está
Hay en esa obra de Nussbaum otros elemen- presente una relacionada con la imaginación,
tos y relaciones de la narrativa muy interesan- y que la autora llama “sentidos, imaginación y
tes, que dejan ver lo que esta autora entiende pensamiento” y define como “poder utilizar los
por ella, que deben ser citados antes de entrar sentidos, la imaginación, el pensamiento y el
en el tema de la imaginación moral y narrativa. razonamiento, y hacerlo ‘de un modo verdade-
Su aseveración en cuanto a que “la narración de ramente humano’, un modo formado y cultiva-
relatos o historias nunca es neutra; el narrador do por una educación adecuada (...) para la ex-
siempre dirige nuestra atención hacia ciertos perimentación y la producción de obras y actos
elementos del mundo” (2012: 34) es un ejemplo religiosos, literarios, musicales” (2012: 53).
de esos elementos.
Siguiendo con el tema de las capacidades,
Ya sobre las relaciones, llama mucho la aten- Nussbaum lo aprovecha para introducir la fi-
ción que Nussbaum relaciona a la narrativa con losofía moral en la economía del desarrollo,
desarrollo humano, búsqueda por la igualdad mostrando así, una vez más, la relación entre
y reivindicaciones sociales y económicas, por narrativa, imaginación y acción moral -y so-
medio de lo que denomina capacidades hu- cial-. Al hacerlo, dice la autora, espera que los
manas. Y esto es interesante porque dota a las economistas encargados del área tengan que
narrativas de acción, específicamente de ac- preguntarse “acerca de las normas éticas y los
ción social y educativa. De hecho, no hace otra criterios mínimos de justicia” (2012: 99), por
cosa cuando asevera que “todas las naciones medio del uso del método, inspirado en Aristó-
(...), albergan multitud de esforzadas historias teles y Sócrates, de Rawls, denominado “equili-
individuales de aspiración a llevar unas vidas brio reflexivo”.
humanamente dignas y en todas se viven y se
desarrollan luchas por la igualdad y la justicia” Tal como lo explica Nussbaum, el equilibrio
(2012: 35). reflexivo tiene el objetivo de “alcanzar la clari-
dad con respecto a la estructura de los propios
A lo anterior, la autora agrega que “una de juicios morales en el ámbito de la justicia so-
las tareas que corresponde a una sociedad que cial”, pero “no a través de individuos que ac-
quiera promover las capacidades humanas más túan en solitario, sino mediante el debate de
importantes es la de apoyar el desarrollo de las interlocutores que deliberan al más puro esti-
capacidades internas” (2012: 40) y que ese de- lo socrático” (2012: 100). Agrega la autora que
sarrollo se dará “ya sea a través de la educación, como J. Rawls, ella concibe sus argumentos
de los recursos necesarios para potenciar la sa- desde un carácter esencialmente socrático, ape-
lud física y emocional, del apoyo a la atención lando al interlocutor para que reflexione sobre
y el cariño familiares, de la implantación de un lo que está implícito en la noción de dignidad
sistema educativo, o de otras muchas medidas” humana y de una vida que sea acorde con aque-
(2012: 41). lla (2012: 99), al pedir al interlocutor que pien-
Cobran también especial importancia en este se en que ciertos modos de vida que muchos
enfoque las nociones de dignidad (2012: 73) seres humanos están obligados a llevar no son
84 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
respondida de una manera más rica y amplia de la literatura se dirigen a preguntas del lector
gracias a la imaginación (1990: 190). relativas a cómo se debe vivir (1990: 198).
También en ese mismo sentido va la propues- Sumado a lo anterior, debe decirse que Nuss-
ta de Nussbaum por establecer un diálogo entre baum ve en la crítica literaria una oportunidad
teoría ética y teoría literaria. Para esta autora, sin igual de aprendizaje, pues ella -si adecuada-
la teoría literaria puede mejorar la autocom- mente realizada- propone lecturas contextuali-
prensión de la teoría ética, confrontándola con zadas, interrelacionadas, sistémicas, integrales
una concepción o concepciones distintivas de y complejas. Para esta autora, si una crítica li-
diversos aspectos de la vida ética humana, rea- teraria es hecha apropiadamente, entonces ella
lizada en la forma más apropiada para su ex- no se lleva a cabo juzgando frases particulares,
presión (1990: 191). o incluso personajes particulares, sacados del
contexto de la obra como un todo, sino pregun-
La autora defiende que ese diálogo es nece- tándose “¿Qué sentido de la vida se expresa en
sario, además, porque la lectura que la filosofía este trabajo como un todo?” (1990: 233).
moral hace de los problemas que analiza -ta-
les como cuidados médicos, aborto, libertades Además de tener ese primero objetivo, el ca-
fundamentales- está empobrecida por concep- pítulo de la autora también, y especialmente,
ciones de racionalidades absolutas, que pue- se dedica a demostrar que la creatividad y la
den ser informadas por el mundo imaginario moralidad son ambas elementos que pueden
y creativo presente en las narraciones. Agrega ser trabajados a través de la imaginación en di-
Nussbaum que, aunque no sea una tarea que versas situaciones y por diversos individuos, no
vaya a ser valorada, vale la pena intentar esta- necesariamente mediadas por novelas o textos
blecer ese diálogo, pues la “delicadeza y recep- literarios, pero sí siempre centrados en la pre-
tividad” de la narración podría “tocar” la racio- gunta “¿Cómo deberíamos vivir?” (1990: 232).
nalidad “utilitarista y basada en el moralismo
religioso” que domina a las sociedades actuales Ese último presupuesto es central para la ar-
(1990: 193). gumentación de lo que se encontrará en la se-
gunda parte de este capítulo, pues deja ver no
Citando a Henry James, la autora dice que solo que la imaginación tiene un rol esencial
vale la pena intentarlo, jugársela por esa ima- en la acción y decisión moral, sino además, que
ginación, por luchar contra el obtusismo y el ella NO se restringe al uso de novelas u otras
fracaso de la percepción, o recordando lo di- “imitaciones” para operar ese rol, pues la ima-
cho por James, por crear el registro, a pesar de ginación, de hecho, opera en la vida real de las
cualquier otro aspecto, para imaginar, en una personas. Eso, se ve, concuerda perfectamente
palabra, lo honorable, el caso producible, pues con lo defendido por esta misma autora, como
para James el mejor ejemplo de esa creación es ya fue mencionado, en su libro Crear Capaci-
el uso público o cívico de la imaginación (1990: dades.
193). Y esto se conecta con lo que Nussbaum
defiende al decir que podríamos aspirar, para Nussbaum termina aseverando, tomando las
un futuro, a ese grado de amor (imaginación), palabras de James de nuevo, que no hay mejor
aunque perplejo, cada vez más, sobre la natu- modo para mostrar el compromiso (moral) de
raleza de ese amor y su relación con los otros cada persona que el de crear, imaginar, narrar
amores, y con la vida misma (1990: 193). escenarios, pues solo de ese modo es posible
operar cambios significativos, tanto en la vida
Así, se entiende por qué Nussbaum dedica de quien los imagina, como en las vidas de
un capítulo titulado “Literature and the Moral quienes están alrededor suyo (1990: 165). Una
Imagination” a demostrar que a través de la lite- vez más, la autora reitera algo que defiende en
ratura, especialmente las novelas, es posible de- el libro Crear Capacidades.
sarrollar acciones y decisiones morales, pues la
teoría literaria contemporánea debería preocu- A este último respecto conviene mencionar
parse también por las formas en que las obras que Nussbaum confiere fuerza al discurso, a
las palabras, por lo que defiende a la narración
como herramienta idónea para la toma de ac-
86 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
complementa luego con que las diferencias de Lo anterior es trascendente porque mues-
religión, de género, de raza, de clase y de nacio- tra que la narrativa, sumada a la imaginación,
nalidad dificultan la tarea de la comprensión, puede hacer no solo que los seres humanos se
pues configuran no solo opciones prácticas de pongan en los zapatos de otros con los que es-
las personas sino también sus propias entrañas, tán discutiendo un conflicto moral, sino que
sus deseos, pensamientos y maneras de mirar el además lleguen a sentir lo que la injusticia
mundo; y en este punto, para facilitar la com- social puede producir, llevándolos a defender
prensión, las artes desempeñan un papel vital una sociedad más equitativa e igualitaria. Se-
(1997: 85). gún Nussbaum, gracias a la imaginación na-
rrativa llegamos a ver cómo las circunstancias
Lo anterior muestra cómo la imaginación es dan forma a las vidas de los que comparten con
una herramienta que podría dar enormes sub- nosotros algunas metas y proyectos generales;
sidios a la bioética, pues el tipo de diferencias al tiempo que vemos que las circunstancias no
que es mencionado por la autora es precisa- solo configuran las posibilidades de acción de
mente el que se encuentra en el centro de los las personas, sino también sus aspiraciones y
procesos de toma de decisiones y acciones en deseos, esperanzas y miedos (1997: 88).
la bioética. De otro modo, si esa imaginación
empática de la que habla Nussbaum fuera uti- Pero por si lo anterior fuera poco, también
lizada en la bioética, con certeza la mayoría de Nussbaum muestra que esta imaginación na-
los dilemas y conflictos morales con los que rrativa implica acción, cuando concluye dicien-
el área lidia serían mejor abordados. Llama la do que entender cómo una historia de estereo-
atención, además, que la autora ve en las artes tipos puede afectar la autoestima, los logros y el
un vehículo propicio para el desarrollo de esa amor de las personas, nos permite hacer juicios
imaginación narrativa. más informados sobre asuntos relacionados
con acciones afirmativas y educación (1997:
Ahora, sobre las artes -entre las que se en- 88).
cuentran, entre otras, la música, el baile, la
pintura, la escultura y la arquitectura-, una vez Como es común en su obra, la educación ter-
más volviendo a su enfoque de capacidades mina teniendo un papel central también en la
-que ya ha sido mencionado en este trabajo-, imaginación narrativa. De hecho, Nussbaum
Nussbaum dice que ellas cultivan capacidades defiende que es solo por medio del esfuerzo
de juicio y sensibilidad, pues juegan un papel en la construcción de una educación apropia-
esencial en dar forma a nuestra comprensión de da -sea por intermedio de un currículo o de la
la gente que está alrededor de nosotros (1997: crianza- que esa imaginación narrativa y moral
86). Se debe llamar la atención, sin embargo, puede tener cabida y desarrollo en la vida de los
al hecho de que de todas las artes, Nussbaum seres humanos.
resalta la literatura, pues según ella es especial-
mente rica. Para argumentarlo, toma un pasaje Llega a argumentar la autora que cuando un
de La Poética en el que Aristóteles dice que la li- niño y un padre comienzan a contar historias
teratura muestra no solo algo que ha sucedido, juntos, el niño está adquiriendo capacidades
sino el tipo de cosa que podría llegar a suceder morales esenciales (1997: 89), y que la narra-
(1997: 89). ción de historias permite mostrar que el otro
es complejo y profundo, con diferencias impor-
Siguiendo por esta vía que resalta la impor- tantes y una intimidad digna de ser respetada.
tancia de la narrativa dentro de las demás ar- En estos diversos sentidos, la imaginación na-
tes, Nussbaum dice que ella es especialmente rrativa es una preparación esencial para la inte-
esencial porque tiene el poder de hacernos ver racción moral (1997: 90).
las vidas de personas diferentes a nosotros con
algo más que el interés casual de los turistas, Se ve así que para Nussbaum la imaginación
es decir, con participación y comprensión, e in- narrativa está íntimamente ligada con la mora-
clusive, con rabia ante las negativas de visibili- lidad, y con la capacidad para tomar decisio-
dad que caracterizan a nuestra sociedad (1997: nes y acciones morales. El siguiente paso que
88). da la autora consiste en ligar esta imaginación
88 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
En este punto conviene dar unas palabras más Thiele además afirma que las narrativas que
a la relación existente entre narrativa y delibe- fomentan el pensamiento representativo y el
ración moral, una vez que la metodología com- juicio no son meras cronologías de aconteci-
plementaria que espera proponerse tiene a esos mientos, sino almacenes de ejemplos. Agrega
dos elementos dentro de sus componentes más que los ejemplos, ficticios o históricos, nos per-
importantes. Para hacerlo, es relevante traer a miten “ir de visita”, ver y sentir imaginariamen-
Thiele (2006), quien defiende que además de te los contornos de otros puntos de vista sin
la razón, es esencial considerar la intuición y que seamos obligados por la lógica o la razón
la emoción –mediadas por la narración- para a aceptarlos o rechazarlos. Así, los ejemplos
construir deliberaciones morales. son de narraciones que nos permiten ejercitar
la persuasión en medio de experiencias comu-
Los argumentos de este autor pasan por la nes y opiniones dispares. Dice Thiele que la
filosofía y, especial e interesantemente, por la validación a través de ejemplos proporciona la
neurociencia, que está validando cada vez más solución más convincente al problema de cómo
el uso de las narrativas para el desarrollo de me- asuntos particulares pueden ser juzgados sin
jores deliberaciones morales. Según el, un nú- subsumirlos bajo reglas. En conclusión, nues-
mero creciente de los estudios empíricos más tros juicios resultan buenos o malos, en gran
avanzados, es decir aquellos que investigan la parte, dependiendo de cuáles ejemplos, cuáles
neurofísica del cerebro, no conduce en direc- narraciones, los informan (2006: 47-8).
ción al determinismo biológico o al reduccio-
nismo craso, sino que afirman la importancia Thiele inclusive dice que la razón puede, y
de la (auto-) conciencia como un proceso na- debe, desempeñar un papel en cada relato,
rrativo y confirman nuestra habilidad creativa pero siempre estando al servicio del significa-
para interactuar con entornos internos y exter- do narrativo (2006: 49) y que el juicio redime
nos (2006: ix). un mundo trágico y transitorio de fenómenos
a través de relatos narrativos que distinguen
Haciendo eco de los enunciados de polifonía entre lo correcto y lo incorrecto, lo digno y lo
y heteroglosía de Bakhtin, Thiele admite que indigno, lo significativo y lo sin sentido. De he-
la narrativa es la más adecuada herramienta cho, llega a decir que esta capacidad de juicio
para alcanzar deliberaciones morales apropia- nuestra (derivada de la imaginación y narra-
das, una vez que una pluralidad de narraciones ción) es la que engendra nuestra propia digni-
compite por nuestra lealtad. Para juzgar bien dad humana (2006: 51).
frente a esta contextualización inherente y con-
testabilidad esencial, se requiere de perspicacia
y valor moral y político (2006: 12). CONSIDERACIONES FINALES
Para soportar su propuesta, Thiele dice que
la narrativa nos permite aprender tanto de los Ha quedado claro hasta ahora que la imagi-
buenos como de los malos juicios de los demás nación actúa efectivamente como articulación
y que la narrativa facilita el cultivo del juicio de acción, narración y contextualización y, que
porque ella, como la experiencia directa, con- al hacerlo, da operatividad a la narración o, en
duce a la cognición implícita y al aprendizaje otras palabras, permite demostrar el papel que
basado en el afecto. La relación entre la narrati- la narrativa juega en la resolución de los con-
va y el juicio se establece más a fondo median- flictos y dilemas morales. En este sentido, y res-
te estudios empíricos que identifican la base catando las palabras de Thiele, la consciencia
neurológica para una comprensión narrativa de sí mismo es una narración creada por el pro-
del yo. Dice también Thiele que la lucha con el pio ser humano que, al necesitar dar un sentido
papel cambiante y duradero de la narrativa es a su existencia, crea una historia coherente que
crucial para entender la naturaleza del yo y el le permita estar vivo.
destino del juicio en la sociedad contemporá- Sería, así, la ausencia o falta de coherencia de
nea (2006: 15). esta narración (por una inadecuada transposi-
ción con la de otros, por ejemplo), la que daría
origen a psicosis y problemas mentales (esto se
90 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
DIJK, T., 1977. Studies in the Pragmatics of Dis- RICOEUR, P., 1984. Hermenéutica y psicoanálisis.
course. Amsterdam: Mouton. Buenos AIres: Ediciones La Aurora.
DOMINGO, T., FEITO, L., 2013. Bioética narrati- SEARLE, J., Actos de habla. Cátedra, editor. Ma-
va. Madrid: Escolar y Mayo. drid; 2001.
FALS-BORDA, O., 2001. Participatory (Action) SEIKKULA, J., OLSON M. 2003. The Open Dialo-
Research in Social Theory: Origins and Cha- gue Approach to Acute Psychosis: Its Poetics
llenges. In: Reason P, Bradbury H, editors. and Micropolitics. Fam Process. 42(3):403–
Handbook of Action Research: Participative 18.
Inquiry and Practice. London: Sage. p. 27–37.
THIELE, L.P., 2006. The Heart of Judgment: Prac-
LÁZLÓ, J., 2008. The Science of Stories: An Intro- tical Wisdom, Neuroscience, and Narrative.
duction to Narrative Psychology. London: Cambridge: Cambridge University Press.
Routledge.
WITTGENSTEIN, L., 2001. Philosophical Investi-
LIU, J., ATSUMI, T., 2008. Historical Conflict and gations. London: Blackwell Publishing.
Resolution between Japan and China: Deve-
loping and Applying a Narrative Theory of
History and Identity. In: Sugiman T, Gergen
K, Wagner W, Yamada. Y, editors. Meaning in
Action Constructions, Narratives and Repre-
sentations. Japan: Springer, p. 327–44.
92 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Esta fuga de liberación es bastante clara en guiños históricos parecen suficientes para ver
el paso de la Bioética como ética biomédica li- signos de una bioética en movimiento, en su
derada por Hellegers y sistematizada con éxito forma de pensar y proponer.
por Beauchamp & Childress (1971) y la Bioé-
tica interdisciplinaria propuesta por VR Pot- Sin embargo, parece inevitable preguntarse si
ter (1971), con desarrollos posteriores de este estos vuelos de Bioética no serían transitorios.
autor en Bioética Global y Bioética Profunda. ¿Aún no ha encontrado un punto de descanso
La bioética se fue abriendo paulatinamente al o una misión cumplida de cara a un período
entendimiento de que está en juego la supervi- crítico de la humanidad? En un evento inter-
vencia planetaria, pasando por importantes re- nacional, el testimonio de un congresista me
laciones clínicas, pero inserta en el abultamien- pareció emblemático al respecto. Decía él que,
to mayor de sistemas y opciones sociopolíticas. en su contexto del hemisferio norte, la Bioéti-
ca había perdido su función porque todos sus
El fermento de libertad que impulsa la bioé- problemas estaban siendo resueltos por dispo-
tica se puede encontrar en diferentes formas sitivos deontológicos y legales. Esto sugiere que
en diferentes contextos mundiales. Pero aquí una Bioética eficiente desaparece cuando se al-
recordamos sus particularidades en América canzan los objetivos contextuales. ¿Terminaría
Latina y el Caribe, donde la Bioética se encuen- así su función y dejarían de tener sentido sus
tra provocada por enormes desigualdades so- vuelos de libertad y liberación? Veamos algu-
ciales, y ha logrado pensar en teorías que las nos fundamentos a este respecto.
analizan y prácticas alternativas en la búsqueda
de la equidad. En este sentido, la teoría de la
dependencia, los aportes de Paulo Freire (1987: LA BIOÉTICA MÁS ALLÁ DE
38), la Teología de la Liberación, la Bioética de LA ESTABILIDAD SISTÉMICA
la Protección (Kottow, 2012; Schramm, 2017) y
la intervención (Bottle, 2005), y el análisis del El flujo de reflexiones (bio) éticas hacia nor-
poscolonialismo (Bonici, 2012) han sido par- mas, leyes y costumbres es una condición ne-
ticularmente significativos. Este fermento de cesaria en toda organización social. El desafío
liberación en la Bioética llamó la atención por surge a medida que las normas se establecen y
tratarse de la primera revisión del trabajo clási- son incuestionables, mientras que los proce-
co sobre ética biomédica, para lo cual se solici- sos de vida a los que se refieren son mutables
tó un aporte latinoamericano. y cambiantes. Así, se vuelven fácilmente ana-
crónicos y sin fundamentos para actualizarse
Presentada bajo el título La bioética en cla- u organizarse ante nuevas situaciones. El estu-
ve de liberación (Anjos, 1994), esta contribu- dio de H. Fürst (2018) sobre la contribución de
ción argumentaba sobre el contexto social más la bioética al derecho judicial brasileño, en el
amplio y complejo, sin el cual el principialis- ordenamiento jurídico de las cuestiones éticas
mo biomédico era insuficiente para conducir derivadas de la ortotanasia, puede ayudar a es-
la Bioética. A este paso le siguió uno más in- clarecer este punto. Su estudio muestra cómo
tegral y se llevó a cabo con el congreso de la el Derecho buscó en la Bioética la iluminación
IAB - Asociación Internacional de Bioética, que no tenía para discernir sobre cuestiones
organizado en Brasilia bajo la coordinación de existenciales. Y comprueba que mientras las
V. Garrafa y L. Pessini, con el tema “Bioética: leyes en general son puntos de llegada para es-
Poder e Injusticia” (Garrafa y Pessini, 2003). El tablecer normas sobre el vivir en sociedad, la
impacto internacional de este congreso parece Bioética asume la tarea de reflexionar y propo-
haber provocado que otros contextos reinter- ner sobre el vivir en movimiento existencial en
preten un pensamiento bioético muy centrado todas sus direcciones y sentidos. De esta forma,
en las relaciones interpersonales, basado en las la Bioética, lejos de estar subsumida por el De-
autonomías individuales. A continuación, cabe recho, es un socio necesario en el ámbito jurí-
destacar el encuentro de la Bioética con el me- dico.
dio ambiente, hogar común de todas las socie-
dades y seres de nuestro planeta, concepto ya Por otro lado, toda moral social corre el ries-
utilizado por Fritz Jahr en 1927. Estos breves go constante de crear a su alrededor un círculo
94 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
La complejidad de la condición humana así cial de cada categoría en las interacciones. La
develada en tiempos “posmodernos” (Lyotard, pandemia de Covid-19 es un ejemplo drástico
1986; Harvey, 1992) lleva a los pensadores a de este potencial, por una parte, amenazante,
entender la muerte del sujeto de esta manera pero por otra, revelador de la red vital de rela-
(Hearthfield, 2006). Pero tal muerte presupone ciones sin las cuales la supervivencia humana
una concepción de un sujeto único e inmuta- es imposible. Las pruebas de laboratorio mues-
ble, que no se verifica si se percibe la persisten- tran en nuestros días con precisión cuánto de
cia de los sujetos en la interacción constante la vida animal humana, o no, depende de la asi-
que los transforma (Foucault 2006). milación de componentes minerales y la coe-
xistencia con otros organismos para sobrevivir.
En este sentido, tres horizontes sugeridos por
Xavier Zubiri (Neves, Bernardes, Costa, 2020: Esta referencia genérica es suficiente para su-
10-11) pueden servir de síntesis en las fases gerir distintos niveles de la interactividad entre
históricas de la evolución del conocimiento seres y, en particular, en lo que afecta al ser hu-
denominado occidental: el horizonte del pen- mano y a los contextos de su libertad moral. En
samiento helénico en el que todo se mueve, y este contexto, se percibe la exigencia ética de
donde se mueve busca la inmutabilidad en las reconocer el sistema más grande, denominado
esencias; el horizonte moderno de creación y entorno del que dependen los seres humanos
producción, en el que la inteligencia humana se y en el que interactúan de manera interdepen-
entusiasma con lo que hace; el horizonte cada diente, ya que no son los únicos actores. Lo
vez más exigente para reconocer la estrecha in- trágico está en no reconocerlo; al contrario, la
teracción o imbricación entre seres humanos y solución para evitar la tragedia comienza con la
no humanos. La conocida expresión de Ortega disposición para un reconocimiento de inter-
y Gasset (1967: 52) registra la respuesta moder- dependencia constructiva.
na a la pregunta sobre quién es el ser humano
en su existencia: “Yo soy yo y mis circunstan- Precursor de la Bioética moderna en este sen-
cias. Y si no las salvo, no me salvaré a mí”. tido, Fritz Jahr en 1927 (Sass, 2007) entendió la
Bioética por la estrecha relación que une a la
Estos breves extractos sugieren que el ho- humanidad con el mundo biológico principal-
rizonte de la libertad para pensar en Bioética mente vegetal. Pero hace mucho más tiempo
requiere que el ser humano sepa integrarse e que las mitologías ancestrales como nuestras
interactuar con otros seres humanos y no hu- culturas amerindias resisten aún hoy en per-
manos. De las formas de actuar en estas rela- cibir a la Tierra como la gran Madre - Pacha-
ciones depende la existencia o muerte del ser mama - de todos los vivientes. Gaia, la diosa
mismo con su libertad. Veamos a continuación fecunda de la mitología griega responsable de
algunos elementos que componen el conjunto la vida en la Tierra, encuentra reinterpretacio-
más amplio de sujetos humanos. nes actuales en la literatura ética sobre la pro-
tección ambiental (Boff, 2015), así como en el
conocimiento científico moderno (Lovelock,
RECONOCER LO HUMANO 2006: 3-22).
INTERDEPENDIENTE CON
LOS NO HUMANOS De todas maneras, el lugar ético del ser hu-
mano con su capacidad cognitiva de interfe-
Aquí se trata de aclarar aspectos básicos de la rencia persiste como un tema central. La na-
interacción entre seres, para comprender en ella rrativa de sabiduría transmitida por los mitos
la libertad moral humana. Vale la pena partir que asigna al ser humano la misión de respeto
de la distinción resumida entre tres categorías y protección, cobra sentido en los tiempos ac-
genéricas: humanos, con sus representaciones tuales ante la evidencia sobre los beneficios de
e instrumentos; animales no humanos; mine- la vegetación al favorecer la biodiversidad, las
rales. Cada una de estas categorías se puede condiciones climáticas, la preservación de las
subdividir mentalmente en tres subcategorías: fuentes de agua, e incluso para la psique huma-
Individual - Colectiva - Organizacional. Las na. Pero estos beneficios se vuelven más claros
subcategorías sugieren la estructura y el poten- cuando se ven amenazados y perdidos por las
96 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Estas declaraciones pueden representar una dos, enfatiza que la cúspide de la dominación
decepción para quienes están descontentos con se muestra cuando los oprimidos adoptan, para
esta dimensión relacional de las autonomías ellos y sus ideales, la lógica del opresor. Y tam-
morales. Pero esta concepción ya es habitual al bién que el arduo camino hacia la libertad re-
reconocer gradualidades en las responsabilida- quiere una disposición interior e inserción re-
des morales, según el grado de libertad real de lacional. “Nadie libera a nadie, nadie se libera a
que gozan los sujetos concretos. Vale recordar sí mismo: los hombres se liberan en comunión”
cómo avanza la investigación sobre las estruc- (Freire, 1987: 52).
turas constitutivas de la conciencia humana y
los procesos electivos de los sujetos morales. En definitiva, se elaboró formalmente el im-
Muchos de sus resultados ya se están utilizan- portante concepto moral de autonomía para
do a gran escala a través de algoritmos para garantizar la libertad moral de los sujetos en
inducir elecciones automatizadas que parecen sus contextos concretos. La autonomía moral
autónomas. descarta la heteronomía, es decir, la imposición
externa de normas ajenas a la razón; pero no
b) Vulnerabilidad de las Autonomías sobe- desconoce las fragilidades de los sujetos en sus
ranas - La autonomía moral es una expresión contextos existenciales, ni tampoco prescinde
justa de la dignidad humana, es un derecho so- de la obediencia a los criterios de la razón. En
cial y un requisito ético esencial para las más las prácticas vivenciales de la vida en sociedad,
diversas formas de relaciones humanas. Por la ambivalencia del ejercicio de la libertad se
otro lado, no se puede ignorar que el principio verifica de manera invasiva a las libertades de
ético de autonomía se confunde con tenden- otros sujetos. Queda por preguntarse si esta
cias graduales en la afirmación de los sujetos desobediencia a la razón no sería también una
soberanos para superponer las exigencias de expresión de libertad, o cuál sería entonces la
sus subjetividades en prácticamente todas las base consistente para la autonomía moral.
formas de relación. Incluso en el ámbito clíni-
co, la estela de la mercantilización de la salud
como bien privado deja lugar a una “medicina ESPÍRITU DE LIBERTAD EN BIOÉTICA
de los deseos” (De Marchi y Anjos, 2018: 142-
164; Kettner, 2008: 97-108) bajo la insistente La desobediencia a las exigencias de la razón
demanda de los pacientes o clientes; y la asis- que vinculan la autonomía moral con el respeto
tencia sanitaria profesional corre el riesgo de a la autonomía de los demás, demostración del
transformarse en un bien de consumo. ser humano capaz del bien y del mal, fue reco-
nocida por Kant como un problema para el qué
La vulnerabilidad de las autonomías apare- no encontraba una explicación racional:
ce directa o indirectamente en estudios como
J. Baudrillard (1981) sobre representaciones Así como nos es imposible señalar la cau-
simbólicas; L. Dumont (1987; Stolcke, 2001: sa de una propiedad fundamental perti-
7-37) sobre el surgimiento del individualismo nente a nuestra naturaleza, también so-
moderno; Lipovetsky (1989) al nombrar la “era mos absolutamente incapaces de explicar
del vacío” orquestada por el individualismo; Z. por qué en nosotros este mal ha corrom-
Bauman (1993) sobre un entorno social que pido directamente la máxima suprema,
carece de fundamentos comunes para la ética. aunque este mal sea enteramente nuestro
H. Arendt (1951; 1998), a través de la singula- acto (Kant 1794: 99).
rización; y M. Foucault (1982: 777-795; 2001)
Él reconoce ahí dos “principios”, del bien y del
a través de la subjetivación - conceptos evalua-
mal; y dice que es necesario luchar por “libe-
dos por L. Quintana (2012: 50-62) - se refieren
rarse del dominio del principio del mal” al que
al proceso por el cual los sujetos individuales y
“el ser humano está constantemente expuesto”,
colectivos son llevados a adoptar como propios
y para preservar su propia libertad, constante-
los principios e ideologías del poder en la vida
mente amenazada, es necesario que esté siem-
política, estrategia ampliamente utilizada por
pre dispuesto a la lucha” (Kant, 1794: 225). La
el populismo político. Paulo Freire, maestro
filosofía moral de Kant se desarrolló de hecho
internacional de la pedagogía de los oprimi-
98 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
miento científico como un camino necesario de un desenlace catastrófico para el bienestar en
la revolución científica, que se da precisamente la Tierra, si persisten las prácticas devastadoras
por el cambio de creencias en busca de mayor del medio ambiente y no comprometidas con
confiabilidad, o creencias más consistentes. La el bienestar común. Por lo tanto, en un sentido
confianza es el mismo punto de convergencia totalmente secular, el entorno espiritual mere-
de las creencias científicas que de las creencias ce especial atención en la Bioética en busca de
religiosas, con la diferencia en las razones que libertad y liberación.
la sostienen; y las dos partes ayudan una a la
otra en la búsqueda de este punto en común Como consideración final, se puede apreciar
(Anjos, 2010). Al mismo tiempo, abrirse para que la Bioética no puede volverse estática en
discutir sus razones es un desafío tanto para las una sociedad compleja en constante mutación,
creencias religiosas como para las comunida- sino que le toca aprender del pasado y seguir
des científicas (Bensaude-Vincent, 2000: 208) y colaborando con conceptos creativos, críticas y
ambas tienen que luchar por la libertad frente propuestas a favor de la bien ejercitada libertad
a la presión de los intereses (Anjos, 2019: 157- moral, de la que depende el bienestar de la Hu-
185). manidad.
100 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
KETTNER, Matthias (Org.), 2009, Wunscherfü- QUINTANA, Laura. Singularización política
llende Medizin. Aerztliche Behandlung im (Arendt) o subjetivación ética (Foucault): dos
Dienst von Selbstverwirklichung und Lebens- formas de interrupción frente a la adminis-
planung, Campus Verlag, Frankfurt am Main, tración de la vida, en Revista de Estudios
Deutschland. Sociales, año 2012, n. 43. Bogotá, pp. 50-62
KETTNER, Matthias, 2008, The authority desi- SANTOS, Th., 2020, Teoria da Dependência: ba-
re in medicine, en DÜWELL, M.; REH- lanço e perspectivas, Insular Livros, Florianó-
MANN-SUTTER, C.; MIETH, D. The Con- polis, Brasil.
tingent Nature of Life: Bioethics and Limits of
Human Existence. Springer, London, UK, pp. SASS H-M., 2007, Fritz Jahr’s 1927 concept of
97-108. bioethics. Kennedy Institute of Ethics Journal,
vol. 17 no. 4, Georgetown, pp. 279-295.
KUHN Th. S. 2003, O caminho desde a estrutura,
Editora Unesp, São Paulo. SCHNEEWIND, J. B., 1998, The Invention of Au-
tonomy: A History of Modern Moral Philoso-
KUHN Th., 2000, The road since structure, Univ. phy. Cambridge Univ.Press, Cambridge USA
of Chicago Press, Chicago, USA. (A Invenção da Autonomia. Uma história da
filosofia moral moderna, Editora Unisinos, S.
LÉVINAS, E., 1974, Totalité et Infini, Éd. Martinus
Leopoldo, Brasil, 1999)
Nijhoff, La Haye, France.
SCHRAMM, R. A bioética de proteção: uma
LÉVINAS, E., 1976, Sécularisation et faim, en
ferramenta para a avaliação das práticas
Archivio di Filosofia anno 1976, vol. 4, Roma,
sanitárias?, Revista Ciência da Saúde Coletiva
pp. 101-109.
año 22 no. 5, Rio de Janeiro, pp. 15-31, DOI:
LYOTARD, J-F., 1986, A condição Pós-moderna, 10.1590/1413-81232017225.04532017 - KOT-
Edit. José Olympio, São Paulo. TOW M. 2012, From Justice to Protection. A
Proposal for Public Health Bioethics, Sprin-
LIPOVETSKY, G., 1989, A era do vazio. Ensaio ger Ed., New York.
sobre o individualismo contemporâneo, Ed.
Relógio d’Água) Lisboa. STOLCKE, V., 2001, Gloria o maldición del indi-
vidualismo moderno según Louis Dumont.
LOVELOCK, J. E., 2006, The Gaia Hypothesis, en Revista de Antropologia, año 2001, vol. 44 nº
PRETTY, J. (ed.), Environment - Thinking 2 São Paulo, p. 7-37, https://doi.org/10.1590/
and knowing about Environment and Nature, S0034-77012001000200001
Sage Editions, London pp. 3-22.
SUSIN, L. C., 1989, A consciência moral como
NABERT, J., 1924, L’expérience intérieure de la li- consciência primeira, en GUARESCHI, P. A.;
berté, Presses Universitaires du France, Paris. SUSIN, L. C. Consciência Moral Emergente,
Editora Santuário, Aparecida, pp. 27-109,
NEVES, M.V.; BERNARDES, M.S.; COSTA, V.S.,
2020, Xavier Zubiri: Interfaces. Editora Ideias
e Letras, São Paulo.
Eduardo Rueda
102 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
mento de las contradicciones sociales. En un qué debería tener importancia” (Douglas
ambiente saturado de riesgos, los ciudadanos 1996: 35).
exigen transparencia y equidad en la distribu-
ción ya no solo de bienes materiales (vivienda, De un modo inédito, estas diversas configu-
escuela, ingreso) sino de las cargas y medidas raciones del riesgo han estimulado, por encima
de protección disponibles para enfrentarlos. La de diferencias de clase, o geopolíticas, o de par-
pandemia por Covid 19 lo ha dejado ver con tido o profesión, que definieron, a menudo al
claridad: mientras los empresarios y asalaria- interior de las fronteras nacionales, las formas
dos han insistido en la necesidad de “abrir la de agregación ciudadana en la modernidad in-
economía” los salubristas públicos y defensores dustrial clásica, el desarrollo de nuevas fuerzas
de derechos han insistido en la necesidad de sociales de cambio:
mantener “el distanciamiento social” hasta que “En el caso límite amigos y enemigos, el
las tasas de vacunación alcancen a la mayoría este y el oeste, arriba y abajo, la ciudad
de la población. Ambas demandas han resulta- y el campo, negro y blanco, sur y norte
do, como se sabe, difíciles de equilibrar. están expuestos a la presión igualadora
Los riesgos constituyen así un catalizador po- de los riesgos civilizatorios que se poten-
tente de contradicciones sociales. A menudo, cian [...] y que obligan a la humanidad
estas contradicciones se amparan en descrip- a unirse ante tales autoamenazas” (Beck
ciones naturalistas ¾sustancias que se nom- 1998: 29).
bran y se calculan, estadísticas, mapas y cifras Efectivamente, frente al cambio climático,
que establecen los potenciales de daño¾ que la pandemia y la inestabilidad democrática en
tienen “un significado completamente diferen- todo el mundo, se movilizan ciudadanos de
te para personas diferentes de acuerdo con la las más diversas procedencias (territoriales,
edad, el sexo, los hábitos alimenticios, el tipo sociales, culturales) en procura de un cambio
de trabajo, la información, la educación, etc” estructural. La dispersión global de los riesgos
(Beck 1998: 32). Los riesgos se establecen en el hace imposible, por otra parte, escapar de ellos.
saber de ellos, “y sólo en el saber pueden ser Ni el control, privado o estatal, de los medios
transformados, ampliados o reducidos, drama- de producción, ni la acumulación de bienes ga-
tizados o minimizados, por lo que están abier- rantizan la seguridad. Aunque los privilegios de
tos en una medida especial a procesos sociales clase ayuden a disminuir los daños potenciales
de definición” (Beck 1998: 28). El modo en que que ciertos riesgos cargan ¾ya sea por que fa-
diversos grupos ciudadanos procesan y produ- cilitan el acceso a servicios sanitarios de alta
cen un saber del riesgo depende entonces de los calidad, a alimentos “orgánicos”, o a viviendas
valores e intereses que tengan por prioritarios. rurales o suburbanas alejadas de la contamina-
Es sociológicamente evidente, por ejemplo, que ción¾ los riesgos, al seguir tendencialmente un
frente a un proyecto extractivo los saberes de patrón global de dispersión, ocasionan un efec-
riesgo de la empresa minera y de los defensores to igualador que estrecha “los caminos priva-
ambientales difieren sustancialmente. El saber dos de huida y las posibilidades de compensa-
del riesgo asume así formas conflictivas que ción” (Beck 1998: 42). Bajo estas circunstancias
reflejan la simbiosis entre valores y epistemes, “estar afectado y no estarlo no polariza como
entre intereses y “hechos”: poseer y no poseer” (Beck 1998: 42). En su di-
“No se trata sólo de que cada aproxima- námica de propagación, tarde o temprano, los
ción [a la evaluación de riesgos] no con- riesgos regresan a los ricos y a los poderosos,
siga dar una respuesta definitiva [sobre colocando bajo la misma bóveda de amenaza a
la cuestión de su aceptabilidad], sino que culpables e inocentes, a burguesía y proletaria-
está predispuesta a representar intereses do. Este efecto igualador compromete la salud
particulares y a recomendar soluciones y, a su vez, sustrae la ganancia. Piénsese, por
individuales. Por consiguiente, la elección ejemplo, en las muertes prematuras ocasiona-
de un método [de evaluación] es una de- das por el Covid 19 o el agotamiento de los sue-
cisión política que conlleva un mensaje los que ha resultado de su sobreexplotación: en
específico sobre quién debería mandar y ambos casos las pérdidas alcanzan a los ricos
104 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
2. SABERES DEL SUR Y EMANCIPACIÓN ginarios las estrellas y las piedras, el rio y la
montaña, el cuerpo y los animales, los pensa-
América Latina ha sido testigo, especialmen- mientos individuales y las plantas o cristales,
te en la última década, de cosmoéticas y cos- revelan un pensar que lo entreteje todo y en el
mopolíticas que aparecen bajo denominacio- que cada parte es a la vez expresión y agente
nes como Sumaq Kawsay o Sumaq Qamaña, o de ese pensar. Naturaleza y cultura no están, en
como Ley de Origen, o que se sugieren al usar esta visión, separados. Así lo ven, por ejemplo,
los nombres ancestrales del territorio común: los Mamos (autoridades espirituales) del pue-
Abya Yala o Amerrikúa. Su relevancia se obser- blo Kogui:
va no solo “Nosotros como pueblo hablamos del pa-
“en las transformaciones de los lenguajes dre Kalashe, ese es el padre que ordenó
mismos de la emancipación en diversos todos los bosques, todas las montañas,
movimientos indígenas y populares en que dejó ordenado con agua y con bos-
América Latina, que han encontrado que, entonces nosotros aquí en la Sierra
nuevas formas de articular lo cultural y hablamos de pensar el camino de Kalas-
lo político, lo particular y lo comunitario, he. El hermano mayor le coloca muchas
la memoria y el futuro, en abierta resis- cosas al bosque: cómo se ve, si está seco
tencia a la globalización son sus estilos de el palito, la hojita si está o no y le coloca
consumo, prácticas extractivas y lengua- todo, y así va aprendiendo nuestra hu-
jes políticos subordinados a hegemonías manidad a dividir el pensamiento, mien-
tecnocráticas” (Rueda 2016). tras que nosotros hablamos de lo general
de las cosas. Todo Kalashe es todo lo que
También se observa en procesos de configu- mueve el viento, entonces el padre Kalas-
ración política como los de Ecuador y Bolivia he es el padre de árbol, del bosque seco,
que han hecho elevado al rango de derechos verde, rojo o azulito, siempre vivimos
constitucionales los derechos de la madre tie- trabajándoles en las normas del padre
rra. Por otra parte, los lenguajes que propone Kalashe, el líder espiritual de la natura-
han alcanzado numerosos colectivos juveniles leza” (Rueda y col., 2020).
urbanos que, a partir suyo, articulan procesos
creativos, acciones solidarias, re-encantamien- El segundo rasgo, ligado al primero, consiste
tos de lo ambiental, rituales comunitarios y en reconocer al cosmos como sujeto de dere-
prácticas educativas-en-territorio, que animan chos, es decir, como entidad que exige recono-
procesos de subjetivación alternativos a, y pug- cimiento y cuidado (Gudynas 2009). Por ello, la
nantes con, las formas dominantes de cons- naturaleza reacciona, reclama, participa, guía,
trucción identitaria centradas en el consumo aconseja; no es mera pasividad (De la Cadena
y el individualismo competitivo (Rueda 2021). 2015). La pandemia, por ejemplo, constituye
una expresión de esta agencia cosmopolítica:
Son las cosmovisiones ancestrales de los pue- “Hemos hablado con varias personas que nos
blos originarios del continente las que alimen- dicen que esta enfermedad es de la Naturaleza,
tan estas búsquedas emancipatorias y prácti- y de alguna manera responde por hacerle tanto
cas sociales. Como tales, estas cosmovisiones daño a la tierra, como a los ríos, el agua, el aire”
ofrecen conocimientos sobre formas alternati- (Ramos 2020).
vas de habitar el mundo. Al ofrecer respuestas
sobre cómo vivir este saber exhibe dos rasgos Estos dos rasgos distintivos de los saberes del
principales. El primero consiste en el de reco- Sur explican sus coincidencias y divergencias
nocer como objeto de conocimiento a un cos- con los idearios emancipadores que se movi-
mos sentipensante y no inerte, es decir, a un lizan desde diversos frentes ético-políticos. Al
cosmos en el que se manifiesta un pensamiento reparar en ellas, el contenido ético-político que
y una sensibilidad, en el todo y en las partes, movilizan los saberes del Sur puede reconocer-
y que, por tanto, no es jamás mera materiali- se con claridad.
dad insensible. En contraste con la concepción
occidental predominante, para los saberes ori-
106 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Estos sentidos que quiebran las lógicas ins- BIBLIOGRAFÍA
trumentalistas y reestablecen un orden de
cuidado, son los que, desde el Sur, quieren BECK, U., 1998, La Sociedad del Riesgo: Hacia una
movilizarse para activar formas de “postdesa- nueva modernidad, Paidós, Barcelona.
rrollo”, como las llama Escobar (2011). En su
impulso, la modernidad cosmopolítica abre la DE LA CADENA, M., 2015, Earth Beings. Ecolo-
posibilidad para que surjan formas de articula- gies of Practice Across Andean Worlds, Duke
ción incluso con aquellos para quienes la tierra University Press, Durham.
no sigue siendo sino un “universo de materia DE SOUSA SANTOS, B., 2006, Conocer desde el
muerta” (Heller 1995): “In the term cosmopo- Sur. Para una cultura política emancipatoria,
litical, cosmos refers to the unknown consti- Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias
tuted by these multiple, divergent worlds and Sociales UNMSM, Programa de Estudios
the articulations of which they could eventually sobre Democracia y Transformación Global,
be capable” (Stengers 2005: 995). Esta articu- Lima.
lación, que Boaventura de Sousa (2006) llama
“ecología de saberes”, permitiría aumentar la DOUGLAS, M., 1996, La Aceptabilidad del Riesgo
sabiduría de prácticas diversas orientadas a la según las Ciencias Sociales, Paidós Studio,
salud plena humano/planetaria. Madrid.
108 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
BIOÉTICA DESDE LAS VÍCTIMAS.
APORTES A PARTIR DEL
PENSAMIENTO DE DUSSEL
Mónica Heinzmann
110 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
liderado inicialmente por las potencias eco- PENSAMIENTO LIBERACIONISTA
nómicas centrales, pero cada vez más por las Y ÉTICA DE LA LIBERACIÓN (EDL)
potencias transnacionales de corporaciones y
financistas. Lo que se conoce como pensamiento libera-
La influencia de la colonialidad, emergente cionista latinoamericano surge “en el esfuerzo
del colonialismo en su modelo hegemónico de por filosofar desde las necesidades –priorita-
poder, atraviesa temporal y espacialmente al riamente sociales y políticas– de esta región
colonialismo histórico y mantiene muchas de geocultural y con el horizonte del proyecto que
sus estructuras de explotación, control y domi- lleva por nombre más abarcador y aceptable:
nación gracias a “una lógica oculta tras el dis- nuestra América” (Cerutti Guldberg, 2003: 31).
curso de la salvación, el progreso, la moderni- En este marco, elegimos algunas de las ideas
zación y el bien común” (Mignolo, 2007: 32). de Enrique Dussel, uno de sus principales ex-
Incluso en la actividad bioética, el mecanismo ponentes y representante de lo que él mismo
de la colonialidad es también verificable como llama “Transmodernidad”, como perspectiva
estrategia de dominación, ocurre por ejemplo epistemológica decolonizadora. Dussel es autor
cuando se imponen normativas éticas en el de una propuesta ética original, en la cual jun-
campo de la investigación en seres humanos to a la denuncia y la crítica al sistema, propone
desarrolladas en países centrales y manipula- un nuevo entramado de principios éticos. Su
das a favor de los intereses de las corporaciones objetivo es cimentar una praxis liberacionis-
farmacéuticas por sobre el interés y los dere- ta, cuyo fin último es lograr una vida buena en
chos de las personas de países periféricos y en comunidad. Dussel denuncia al sistema impe-
situación de vulnerabilidad (Pfeiffer, 2004). rante que impone parámetros a todo el planeta.
La cultura dominante, sustento del neolibera-
El giro descolonial implica una forma de pro- lismo y de la globalización, se presenta incluso
ducción de sentido que remite a la experiencia como la que puede definir qué es el bien y qué
generada por la diferencia colonial. Las diver- es mal, qué es humano y qué es correcto, y has-
sas construcciones que se inscriben en el pro- ta cuáles son las condiciones y posibilidades de
yecto descolonial conducen a la recuperación realización social o individual. La realidad de la
de aquellas “categorías negadas” propias del exclusión hace necesaria una nueva ética, con
pensamiento y la praxis social de la periferia, validez universal y capaz de dar una respues-
desde los distintos niveles constitutivos del ta material, en la perspectiva de ser efectiva y
ejercicio de la colonialidad: poder (político y factible. Si la ética, y en particular la bioética,
económico), saber (epistémico, filosófico, cien- pueden contribuir a la exigencia urgente por la
tífico y estético-discursivo) y ser (subjetividad supervivencia humana, la crisis ecológica pro-
y construcción de la alteridad). La descolonia- vee el mejor ejemplo, ya que la conciencia ética
lidad como línea de pensamiento, colectivo de de la humanidad y sus dinámicas consecuentes
acciones y urdiembre de saberes, “parece impo- se enfrentan a los efectos devastadores del ca-
nerse como una necesidad ética y política para pitalismo bio-tecnológico. “La ética deviene en
las ciencias sociales latinoamericanas” (Castro el último recurso de una humanidad en peli-
Gómez, 2007: 21). gro de auto-extinción” (Dussel, 1998: 568). Ella
se presenta como “actualización de una tradi-
El patrimonio cultural y epistémico latinoa- ción milenaria que se contrapone al cinismo
mericano con tradiciones ancestrales, manifes- del capitalismo globalizador, quien se pretende
taciones y diversidades, mantiene un perenne el máximo exponente de la ciencia y la razón,
flujo de reflexiones y saberes. En esa línea y en siendo en verdad una decadencia ética, irracio-
esa tradición se inscribe la necesidad de pro- nal e insensible al dolor de las víctimas”. (Dus-
yectos alternativos, inclusivos y descoloniales, sel, 1998: 635)
también para la bioética.
En su intento de atravesar el discurso de la
modernidad, Dussel se sitúa en lo que nos está
dejando su agotado paradigma en sus expre-
siones culturales, económicas y geopolíticas:
112 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Descontando los riesgos y limitaciones de El revalorado principio de la corporalidad
cualquier esfuerzo de síntesis, presentamos al-
gunos aspectos de la EDL, que consideramos Dussel propone como descripción inicial del
aportes valiosos a la bioética latinoamericana. principio material y universal de la ética: el
El momento material de la ética o primer “principio de la corporalidad, como “sensibili-
principio dice que “El fin primero de todo acto dad”, que contiene el orden pulsional, cultural
ético es la producción, reproducción y desarro- valorativo, (hermenéutico-simbólico) de toda
llo de la vida humana, concreta de cada sujeto norma acto, microfísica estructural, institución
ético, en comunidad”. La ética de la liberación o sistema de eticidad“. (Dussel, 1998: 140).
es una ética de la vida y lo es desde la perspec- La corporalidad se constituye en un enun-
tiva de todas las vidas, en especial desde la pre- ciado normativo de verdad práctica y con pre-
cariedad de la vida y el riesgo de perderla, des- tensión de universalidad. La corporalidad es
de el lugar de la vida amenazada, vulnerada: el nuestro modo de ser y estar en el mundo, nos
ámbito de las víctimas. Dussel plantea esta de- permite estar en relación con todo lo que exis-
nominación analógica (metafórica) para los di- te, con los demás y con lo demás. Es expresión
versos frentes de lucha por el reconocimiento. elemental de la vida y condición de toda otra
“No hay ningún sistema de vida que no tenga experiencia humana, antecede todo horizonte
víctimas, siempre habrá oprimidos dentro del cultural, axiológico o simbólico, y se muestra
sistema o excluidos, fuera del sistema”. (Dus- como realidad elemental (Dussel, 1998: 119).
sel, 1998: 375). Para Dussel las víctimas son un
“otro en algún aspecto negado-oprimido... y Asumir entonces la materialidad negada de
afectado-excluido” (Dussel, 2011: 417) ese otro los cuerpos ya sometidos a los intereses del
respecto al que lo niega, oprime o excluye tam- mercado, significa plantear un punto de parti-
bién es otro para quien como intelectual debe da que condensa aspectos emocionales y cog-
pensarlo como protagonista de la vida humana nitivos, con la finalidad de la preservación de
en comunidad, y por ello debe tomarlo como la vida. Esa materialidad, permite afirmar que
compromiso ético, debe hacerse responsable de antes que un problema de organización del dis-
esos muchos que son oprimidos o negados y la curso, se trata del problema ya acontecido del
forma en que esto se produce. daño causado o en ciernes como lo es la vida
amenazada. (Fonti, 2017b: 76)
Si un sistema ético parte de la vida de los ex-
cluidos, oprimidos, perdedores, desde las víc- La vida humana en su corporalidad es el
timas –entendiendo que son víctimas porque modo en que se manifiesta la realidad del ser
fueron puestos en esa condición por otros-, ético. La negación del cuerpo en favor de un
podemos afirmar que comprende a todas las alma descorporalizada, desde el dualismo de
vidas. Y si concebimos esas vidas como cuer- los griegos (cuerpo-alma) hasta la ética kantia-
pos: de pobres, de niños desnutridos, de mu- na (cuerpo-conciencia) se afianzó en el pasado
jeres golpeadas, de negros, de indios, de enfer- en contra del cuerpo. A esta tradición dualista,
mos, entonces ese punto de partida no tiene Dussel opone una tradición de pensamiento
excepciones, pero sí tiene prioridades: los des- que concibe la restitución del cuerpo, desde la
cartados del sistema imperante. Una bioética, tradición semita-musulmana hasta las neuro-
basada en un sistema ético que prioriza a las ciencias contemporáneas.
víctimas, a los excluidos, a los muchos colec- La corporalidad se muestra como un espacio
tivos que demandan reconocimiento frente a significativo para un tipo de conciencia relacio-
una cultura que los descarta contribuiría a con- nal más holística. Más radical que el concepto
solidar una perspectiva crítica hacia los siste- de persona, el cuerpo aparece como criterio
mas que excluyen y discriminan y una apertura mínimo de localización en un único esquema
a repensar sea los contenidos que las praxis de espacio-temporal. No se trata entonces de un
la disciplina. segundo elemento (cuerpo como correspon-
diente inferior del alma, como en Descartes)
sino un referente único con implicancias físicas
114 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
ni formalismo de las éticas comunicati- ye en un ‘criterio fundamental’ que permitiría
vas ni del liberalismo rawlsiano. Se sitúa ‘trascender’ los espacios culturales particulares
en la sociedad, en la relación con el otro, y que serviría como principio crítico, como
la víctima, que interpela desde su mirada fundamento ético, tanto al interior de las cul-
y sienta ya desde el inicio la responsabili- turas como en el proyecto inter-cultural. (Zie-
dad como primer paso ético que induce a linski, 2013: 103).
cargar con su suerte. En la respuesta a la
interpelación del otro nace la libertad y
no antes”. (Mardones, 2003: 7). ¿PUEDEN LAS VÍCTIMAS
SER SUJETO ÉTICO?
En esa tradición se inscriben innumerables
situaciones y colectivos que llegan a nuestros Sabemos que la ética como filosofía práctica
días con matices diversos. Los grandes protago- ha mirado el comportamiento humano desde
nistas, tanto de la opresión como de las reivin- las virtudes, los valores, los principios, el bien,
dicaciones en nuestra América, son las mujeres la justicia. El sujeto ético para ese horizonte
y los indígenas. La presencia de las mujeres en de valores y principios solo puede ser un in-
el universo de las memorias activas otorga ca- dividuo humano libre, racional e idealmente
racterísticas ineludibles que nos alcanzan con pensante. Ante esta constatación, la pregunta
una matriz emblemática e incluso cálida. Una que nos cuestiona es: ¿dónde quedan los otros
figura paradigmática es la mujer que no pue- humanos, dónde quedan los vulnerados, mar-
de olvidar a sus hijos, que mantendrá viva su ginados, descartados, los oprimidos? ¿Acaso
memoria siempre; porque para ella la respon- estos son solo receptores de la acción benefac-
sabilidad no es siquiera racional, ni crítica ni tora, solidaria o caritativa de los libres, los capa-
convencional; está en su cuerpo, en su ser, que ces? Al enfocarnos en las víctimas como sujeto
se hace cargo de la vida. Nos vuelven las imá- ético se mueve el “desde dónde” en la praxis
genes icónicas de las madres de Plaza de Mayo y el pensar ético. Pensar desde el sufrimiento,
y de las que cuidan la memoria de los muertos desde el dolor, desde la marginalidad, sitúa la
de los atentados a la AMIA en Argentina, las reflexión ética en un lugar muy preciso, donde
que gritan y reclaman en Palestina, en Israel, todos están involucrados; porque el sustrato y
en Guatemala, en México, las que manifies- el umbral para la reflexión y la praxis ética no
tan en el pueblo armenio, en Afganistán, en la excluirá a nadie, incluye a todos, aún a quienes
India, en el Congo… y la lista no termina. No no están en condiciones de ser interlocutores
se trata allí de vengar nada, sino de cuidar lo racionales, ni miembros de las mesas de discu-
irrecuperable, y por eso mismo indestructible. sión porque ni siquiera se los considera sujetos
Es también poner el cuerpo por el otro, gratui- morales. (Heinzmann, 2019: 64).
dad del amor, otro sentido de justicia que cues-
tiona la justicia instituida. (Rabinovich, 2003: Ocuparse de las víctimas como sujeto ético
70). Es allí que la perspectiva de las víctimas es un planteo fuerte y complejo, en primer lu-
se abre desde la memoria, la comprensión y la gar para la misma ética. Cuando las víctimas
incorporación de otros sentidos que desfondan acceden a espacios de discusión “su planteo
la racionalidad y la crítica, e incluyen nuevos no es teórico sino carnal, no es una mera po-
horizontes éticos, que reclaman sensibilidad, sición ideológica, es un clamor existencial, es
intuición, solidaridad, fraternidad, relaciona- un grito de indignación” expresado desde un
lidad. Otros paradigmas, esos que se adeuda espacio-tiempo en que se identifica un daño
todavía nuestra humanidad. insoslayable. (Fonti, 2017: 51).
La memoria histórica de las víctimas consti- Esto significa detectar y priorizar el daño
tuye también el “ethos” propio de los derechos producido por toda acción e institución, pero
humanos. Reconocerlo nos acerca un primer al mismo tiempo dejar aparecer la pregunta
criterio de universalización de los mismos. La deontológica: ¿Por qué y desde dónde estoy
“experiencia trágica” de la guerra y el avasalla- moralmente obligado? ¿Puedo estarlo desde
miento de la dignidad humana, está plasmada un planteo meramente racional? ¿Acaso debe-
en la memoria de las víctimas, que se constitu- mos ser samaritanos para vivir éticamente? ¿La
116 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
protagonistas en estas dimensiones son las mu- y contextual en pos de restaurar las asimetrías
jeres y los indígenas. entre los ámbitos comprometidos y generar
mejor convivencia.
Este “buen vivir” se aparta del ethos occi-
dental en varios sentidos. Su objetivo no está Con respecto a la figura del bioeticista, se
en asegurar “mejor vida”, sino en construir una piensa en un actor social que puede contribuir,
vida buena para todos los miembros de la co- no solo en las clásicas cuestiones del quehacer
munidad, a través de los medios y herramien- bioético de las relaciones sanitarias, sino tam-
tas que posibiliten mejor convivencia, inte- bién en las situaciones que atañen a lo público, y
rrelación, interacción en armonía, los acentos se verifican en los movimientos sociales, las or-
están en lo comunitario y la relacionalidad. Los ganizaciones territoriales y colectivos ambien-
fundamentos incluyen otra relación con la na- talistas. Éste debiera ser una persona formada
turaleza, que tiene derechos, comprende la jus- en bioética que pueda acercarse a la realidad,
ticia ambiental, y entiende la integralidad de la analizarla y hacerse cargo responsablemente de
vida y la salud de la tierra como una sola salud. participar, orientando argumentativa y prácti-
En esa línea de praxis y pensamiento, el lugar camente las decisiones bioéticamente influyen-
y la defensa del bien común y de los bienes co- tes que tengan impacto en lo social y público.
munes se presentan asociados a los derechos Esto no desconoce que “haya dilemas de índole
humanos (Petrella 2009). privado que reclaman la pertinencia bioética,
pero afirma la necesidad, a la hora de plantear
políticas públicas, de mostrar que las mismas
CONSECUENCIAS METODOLÓGICAS tienen siempre incidencia en lo privado, y que
Y PRÁCTICAS lo privado requiere de modos de legitimación y
protección públicos” (Fonti, 2015: 190).
Si aceptamos que las víctimas pueden tener
un lugar en nuestro horizonte bioético y que Surge aquí el planteo por el reconocimiento
los más perjudicados y vulnerados por nues- y la legitimidad de estos profesionales. Proba-
tras acciones depredadoras tienen algo para blemente “la representación existencial garan-
decirnos y contribuir a nuestros modos de tiza que las voces representadas tengan una
hacer bioética en el presente latinoamericano, mayor legitimidad ‘material’ que va más allá
ese aporte podría marcar una nueva etapa de de la sola representatividad de índole formal”
compromiso con la realidad de la comunidad (Fonti, 2015: 191) y esto significará algún tipo
planetaria. Lo haría desde una perspectiva bio- de identificación “existencial” con la realidad
céntrica, donde la bioética, además de ser un en cuestión.
método de deliberación y diálogo, una discipli-
na de estudio, un conjunto de normativas para CÓMO APLICAR LA PERSPECTIVA
la promoción y exigencia de derechos, podría DESDE LAS VÍCTIMAS EN UNA
ser una herramienta concreta de transforma- SITUACIÓN CONCRETA
ción, epistémica, pragmática y cultural. Y tam-
bién podría incluir el aporte de un tipo nuevo
de bioeticista comprometido. Nuestra realidad latinoamericana nos mues-
tra una problemática socioambiental compleja,
Desde el enfoque metodológico esta pers- caracterizada por procesos productivos de tipo
pectiva puede acercar nuevos elementos de predatorio, extractivistas, de acumulación por
análisis, principios, valores y herramientas que desposesión y devastación de territorios, bie-
incluyen: resignificar la perspectiva de la cor- nes comunes y comunidades. Este tipo de ma-
poralidad y la bioestética, los derechos de las triz productiva dio origen a multiplicidad de
personas en relación con los de la naturaleza, conflictos socioambientales, que potenciaron
la justicia ambiental entramada con la social, las luchas ancestrales por la tierra, de la mano
y el enfoque ecocéntrico y relacional. También de los movimientos indígenas y campesinos; así
aportaría alternativas tendientes a empoderar a como el surgimiento de nuevas formas de mo-
los excluidos, acompañar los procesos de mo- vilización y participación social y ciudadana,
vilización y acción a nivel social, legal, político centradas en la defensa de los bienes naturales,
2 Global Witness dice que cada 48 horas es asesinado un activista que lucha contra el extractivismo minero, petrolero, forestal y
el agronegocio y que LATINOAMÉRICA lidera esa lista. https://www.globalwitness.org/es/
118 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Ante las diversas líneas de fundamentación protagonismo en las conquistas de derechos.
existentes, incluir la mirada desde las víctimas, Lo podemos constatar en algunos logros en po-
asumiendo la influencia del pensamiento li- líticas ambientales resultado de las luchas co-
beracionista latinoamericano y las ideas de la lectivas en nuestro medio3 y en Latinoamérica4.
construcción del “buen vivir”, pueden contri-
buir no solo para ampliar el campo de estudio y Este cambio de paradigma permitiría enri-
la profundización de los fundamentos sino a la quecer a la bioética, no solo con características
construcción de una praxis bioética más inclu- críticas, sino también apelando a la memoria,
siva, descolonizadora y comprometida. a la sensibilidad, al sentido, se vuelve una ética
cálida, responsable, relacional y solidaria. In-
cluye el cuidado, el respeto y la responsabilidad
LOS APORTES POSIBLES PARA por la vida en todas sus expresiones y por ende
EL PRESENTE DE LA BIOÉTICA reclama otra racionalidad, la participación de
Y ALGUNAS CRÍTICAS otros saberes y la reconsideración de los dere-
chos, humanos y también los de la naturaleza,
El aspecto más innovador en relación con las en pos de una verdadera justicia social y am-
demás propuestas éticas contemporáneas es un biental.
cambio de paradigma, que siguiendo a Dussel, Desde este enfoque se resignifica la perspecti-
toma como punto de partida y principio ma- va de la corporalidad: es en el cuerpo donde la
terial a la vida humana como tal, y para otor- víctima es afectada, el cuerpo se enferma, sufre
gar mayor materialidad, a la vida amenazada y reporta los daños. Los daños no discriminan,
y victimizada. Es una ética de la vida desde la los cuerpos son afectados por igual en cual-
perspectiva de todas las vidas. Una bioética, quier condición social en que se encuentren,
fundada en un sistema que prioriza a las víc- cuando no pueden desarrollar la vida que es-
timas será una bioética comprometida y sin peran ante un modelo de desarrollo impuesto.
discriminaciones en sus contenidos ni en sus
metodologías. Una Bioética desde las víctimas se basa en un
principio material fuerte, con una doble ver-
Es una posición bioética crítica, desde la de- tiente: por un lado su perspectiva biocéntrica,
nuncia hacia lo que impide el desarrollo de la que incluye y privilegia a las víctimas y a su vez
vida humana plena, buena, y en comunidad, y asume que la vida buena es el ideal de una vida
hacia las consecuencias de la globalización, del humana realizada, pero también afirma que la
orden impuesto por el mercado y la conniven- condición material de una vida así, incluye ne-
cia de sistemas, leyes y organismos que debie- cesariamente la integridad de la comunidad de
ran proteger a las personas y no lo hacen. los seres vivos, por lo que es también ecocéntri-
Desde el reconocimiento del otro como víc- ca y relacional.
tima, surge la corresponsabilidad, el tomarla Esta construcción incluye la figura de quien
a cargo ante el sistema, de criticarlo en tanto se capacita para acompañar el proceso de con-
y en cuanto causa dicha condición, y de desa- cientización, denuncia y crítica, y los recorri-
rrollar praxis de superación de las situaciones dos hacia la recuperación de las condiciones
de opresión y exclusión. Todos estamos invo- de vida humana, buena y digna: un bioeticista
lucrados porque las consecuencias de los daños comprometido. Permitiría la ampliación del
ambientales no discriminan, pero las víctimas campo perteneciente a la bioética a todo aspec-
son quienes alertan, sensibilizan y desde donde to relacionado a la vida y su desarrollo, inclui-
surgen colectivos organizados y tienen especial dos los aspectos más elementales y a menudo
3 https://puntoapunto.com.ar/efecto-monsanto-legislatura-ya-debate-nueva-ley-ambiental-provincial/
4 Las Guerras del Agua y del Gas en Bolivia, las movilizaciones indígenas y campesinas contra la expansión de las concesiones
petroleras y mineras en Ecuador, Perú, Guatemala, El Salvador y México; los plebiscitos ganados contra la privatización del agua
en Uruguay, las luchas de los movimientos campesino-indígenas contra la expansión del ‘modelo sojero’ en el Chaco Sudame-
ricano, las luchas contra los monocultivos forestales y las pasteras de celulosa, contra las represas hidroeléctricas y las grandes
explotaciones de la minería química a cielo abierto.
120 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
CERUTTI GULDBERG, H., MAGALLÓN, M., tos de la Bioética. Buenos Aires. La Crujía.
2003. Historia de las ideas latinoamericanas Parmenia.
¿disciplina fenecida? México: Juan Pablos/
UACM HABERMAS, J., 1996. Conciencia moral y acción
comunicativa, Barcelona, Península
DUSSEL, E., 1998. Ética de la Liberación en la
edad de la globalización y la exclusión. Ma- HEINZMANN, M., 2011. Alimentación, produc-
drid: Editorial Trotta. ción de alimentos y consecuencias para la
salud humana. Reflexiones bioéticas desde la
DUSSEL, E., 2006. 20 tesis de política. México: perspectiva médica del cuidado de la vida. En
Siglo XXI. Fonti, D., Stauber, J. C. (eds.) (2011) Hybris,
estudios interdisciplinarios sobre ambiente y
DUSSEL, E., 2016. 14 tesis de Ética, hacia la esen-
producción de alimentos. (p. 141-161.) Cór-
cia del pensamiento crítico. Madrid: Editorial
doba EDUCC
Trotta.
HINKELAMMERT, F.J., 1998. El proceso de Glo-
FARAH, H., I., VASAPOLLO, L., (comp.) 2011. Vi-
balización y los derechos humanos: la vuelta
vir bien: ¿Paradigma no capitalista?. Bolivia:
del sujeto. Pasos, 70(2da época), 29-35.
Plural ed cides-umsa.
JUSTO, L., 2012. Bioética latinoamericana y
FONTI, D, HEINZMANN, M., 2014. Bioética
caribeña. Hacia un giro descolonial. Revista
Social: Un aporte de la bioética a las con-
Redbioética/UNESCO, 2(6), 9-10.
troversias socio ambientales. Cuestiones de
Población y Sociedad, 4 (4),p 63-72. KOTTOW, M., 2005. Bioética prescriptiva. La fa-
lacia naturalista. El concepto de principios en
FONTI, D., HEINZMANN, M., ALESSIO, J., 2015.
bioética. En Garrafa, V.; Kottow, M. &Saada,
El bioeticista público: Hacia un modelo alter-
A. (Coord.) (2005) Estatuto epistemológico
nativo de intervención social para la bioética
de la Bioética. (p. 1-29). México: Universidad
latinoamericana. Documentos y presentacio-
Nacional Autónoma de México. Red latinoa-
nes del VIII Congreso latinoamericano de
mericana y del caribe de Bioética Unesco.
Ciencia y Religión 2015, p. 178-192.
LEFF, E., 1994. Ecología y capital. Racionalidad
FONTI, D., 16 de mayo de 2015. Salvar la vida de
ambiental, democracia participativa y desa-
la bioética. La Voz del Interior. Recuperado
rrollo sustentable. México: Siglo XXI.
de http://www.lavoz.com.ar/opinion/sal-
var-vida-bioetica MAINETTI, J.A., PÉREZ, M.L, 2007. Los dis-
cursos de la Bioética en América Latina. En
FONTI, D, STAUBER, JC, HEINZMANN, M,
Pessini, L., de Paul de Barchifontaine, C.,
2017. Bioética y conciencia de las víctimas.
Lolas, F. (Coord.). (2007), Perspectivas de la
En Razón, lenguaje y reconocimiento en
Bioética en Iberoamérica. (p. 35 - 44). Santia-
América Latina. EDUCC Córdoba, p 49-62.
go de Chile: Centro Universitario São Camilo
FONTI, D., HEINZMANN, M., STAUBER, J.C., - Programa OPS/OMS. .
2017b. Poner el cuerpo. La bioética pensada
MARDONES, J.M., REYES MATE, R., (eds) 2003.
desde las víctimas y la crisis ambiental Revis-
La ética ante las víctimas. Barcelona: Ed.
ta RevistaRedbioética UNESCO; Montevideo;
Anthropos Rubí.
V.1 p. 73 - 80
MIGNOLO, W., 2007. La idea de América Latina.
FRANCISCO. Vaticano Laudatio si’. May 24 de
Barcelona: Gedisa.
2015. Obtenido de http://w2.vatican.va/con-
tent/francesco/es/encyclicals/documents/pa- PETRELLA, R., 2009. Los bienes comunes, patri-
pa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si. monio de la Humanidad. Agenda Latinoa-
html mericana, 2009. Recuperado de http://www.
servicioskoinonia.org/agenda/archivo/obra.
HEINZMANN, M., 2019. Desde las Víctimas.
php?ncodigo=653.
Aportes para una revisión de los fundamen-
122 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
La educación
como valor
Diego Fonti
A primera vista, la pregunta del título pare- dos racionales frente a los dilemas morales en
ce baladí. Tenemos sólidos materiales acadé- torno a las decisiones sobre la vida, que invo-
micos, reconocidas instituciones educativas y lucran técnicas y conocimientos científicos;
una nutrida oferta de formaciones curricula- pero está integrado por sujetos atravesados por
res, que responden a ese interrogante por vía historias personales y creencias, que marcan
afirmativa. Sin embargo, cuando consideramos sus comprensiones de los datos y argumentos.
el problema detenidamente, asoman enseguida Ese sesgo marca toda interacción con otros ar-
algunos problemas significativos. En primer lu- gumentos y discursos. Además del sesgo, hay
gar aparece el vínculo entre el saber y el poder, otro rasgo determinante que constituye a los
ya que las instituciones, contenidos y modos de sujetos: la finitud y la vulnerabilidad, sobre la
enseñanza siempre responden a una compren- que se estudia y argumenta bioéticamente, no
sión política del asunto, y ésta a su vez a una sólo caracterizan a los casos de análisis sino a
consolidación de relaciones económicas, cultu- los propios sujetos que enseñan, estudian y ar-
rales y simbólicas. Cada política tiene su peda- gumentan. Este lugar subjetivo de la bioética
gogía y cada pedagogía responde a una políti- no puede ser suplido por alguna abstracción
ca, lo que lleva a interrogar sobre la supuesta argumentativa, ni mucho menos puede ser
universalidad y legitimidad con que se confi- neutralizado por un supuesto sujeto racional
guraron los contenidos y argumentos a la base sin compromisos. No hay sujetos sin atributos,
de nuestros procesos educativos. No se trata que aprenden neutralmente la aplicación ideas
cuestionar irresponsablemente y sin atender a universales para casos paradigmáticos.
las consecuencias de la crítica, sino en vista de
superar las injusticias y daños operados por los Así aparece una doble dificultad cristalizada
supuestos vigentes. en la idea de “imposibilidad de enseñar”, que
por motivos distintos han identificado Kant y
En segundo lugar, en tanto fuentes suyas, hay el psicoanálisis. Kant (2012: 258) afirmaba que
otro aspecto característico de las humanidades no se puede enseñar filosofía sino a filosofar,
en general y de la filosofía en particular que se porque en filosofía no hay un “contenido” que
extrapola a la bioética: así como no existe el pueda incorporarse incrementalmente – al
“mejor” libro de filosofía (el más completo y ac- modo de las ciencias –, que garantice el ejerci-
tualizado, capaz de otorgar a quienes estudian cio de la razón crítica de indagar los límites y la
el conocimiento definitivo que supere las ideas justificación de las afirmaciones. Por su parte,
erróneas del pasado, como podría suceder en Freud (1991: 249) y Lacan (2008: 203) afirma-
algunas ciencias empíricas), tampoco tenemos ban que al igual que gobernar y psicoanalizar,
un texto bioético que sea capaz de presentar educar es imposible, porque hay un momento
de modo acabado su conocimiento. Antiguas subjetivo que roza la innombrable angustia de
ideas pueden renovar su valor, y nóveles mo- la finitud individual, que ningún discurso pue-
das volverse inviables. Y finalmente, en tercer de elaborar, conceptualizar y trasmitir. Aquí
lugar, aparece una característica muy vinculada tenemos en escena la tensión de la educación
con las múltiples discusiones sobre las creen- en bioética: necesitamos practicar un oficio –
cias, ideologías y cosmovisiones. La bioética es trasmitir ideas, usar un vocabulario, hablar ar-
un campo discursivo, donde se buscan acuer- gumentativamente – mediante su mismo ejer-
126 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
y dispositivos configuraron las grandes líneas manuales de acompañamiento espiritual me-
de los “currículos” sobre los que se asentaron dievales y de etiqueta médica modernos, tene-
los modelos educativos de la bioética. Éstos no mos una larga secuencia de discursos que nor-
solamente incluyen textos, conceptos, metodo- man las prácticas sanitarias y las orientan con
logías discursivas y supuestos implícitos, sino principios. Pero las barbaries del s. XX opera-
también una serie de intereses y finalidades. das sobre la vida de individuos y poblaciones,
Siempre conviene ver en estas construcciones así como los nuevos desafíos por los avances
quién hace qué, para quiénes y para qué. Toda tecnocientíficos, obligaron a repensar esos pro-
decisión y recorte conlleva supuestos que con- blemas desde un razonamiento más allá de las
viene poner en evidencia, no porque sean inad- fronteras de la biomedicina y su sistema educa-
misibles, ya que toda interacción humana – in- tivo. Surgen nuevos temas y se actualizan anti-
cluida la educación – los implica, sino porque guas preguntas. Las tradicionales metodologías
es importante evitar la noción de mera neutra- de argumentación moral, sobre todo la antigua
lidad u objetividad en las decisiones. prudencia con el apoyo casuístico, y la deonto-
logía y el razonamiento a partir de principios,
Trabajos expertos en educación han dedi- se ven implantados en el vivificante suelo de los
cado gran atención a la conformación del cu- problemas sanitarios concretos. A partir de la
rrículum como pieza clave para investigar las década de 1960 se vuelve cada vez más claro
prácticas educativas (Stenhouse 1991). El cu- que no se trata de un capítulo de la formación
rrículum no es sólo el recorte formal de conte- médica sino que se está frente a preguntas que
nidos, sino que es un término polisémico que configuran un campo interdisciplinario con
incluye también experiencias, decisiones sobre características propias. La creación del Has-
los problemas a atender, y otros múltiples fe- tings Center (1969) y su Hastings Center Re-
nómenos educativos que configuran un cam- port con énfasis en la investigación; la funda-
po y generan una reflexión disciplinar de sus ción del Kennedy Institute of Ethics (1971) y
propios miembros (Bolívar 2008: 132-134). En su incidencia en la Encyclopedia of Bioethics;
esta perspectiva es interesante analizar cómo se pero también en paralelo las publicaciones de
seleccionaron contenidos y se establecieron las V. R. Potter, la sucesiva publicación de Declara-
direcciones de la educación en bioética. Es útil ciones e Informes nacionales e internacionales
identificar las líneas principales del currículum sobre cuestiones como investigación, consenti-
que se consolidó desde inicios de la década de miento, autonomía, confidencialidad, etc., fue-
1970 por el impulso de la bioética anglosajona, ron pilares de esta construcción. Sus objetivos
fue recibido en buena parte del mundo, Lati- múltiples incluían la elaboración de acuerdos y
noamérica incluida, y a partir de mediados de principios que fueran capaces de brindar una
la década de 1990 fue revisado críticamente en respuesta éticamente justificable a los desafíos
vistas de un modelo capaz de integrar los as- clínicos y de investigación en el marco de las
pectos invisibilizados o negados por su contex- prácticas tecnocientíficas, políticas y económi-
to de origen. cas, y a partir de ellos, la formación de aquellos
La bioética es impensable sin el anteceden- profesionales involucrados en esas prácticas.
te de los sucesivos códigos y modelos de ética Hay que analizar también el rol de los suje-
médica. Muchos de sus problemas, de los va- tos involucrados en la relación educativa, en
lores asumidos, e incluso de los principios de particular en la enseñanza. Al lado de personas
razonamiento, surgen de esa larga tradición. El expertas en ciencias relacionadas con la salud
límite del beneficio y el principio de no dañar, no sólo hubo desde el inicio filósofos y juris-
la confidencialidad y la veracidad, la extensión tas, sino también – y es algo que habitualmente
de la voluntad de los sujetos involucrados en subraya la literatura experta – teólogos (OHB
la relación sanitaria, fueron algunos de esos te- 3). Su énfasis no sólo estuvo en la inserción de
mas centrales, y su trasmisión y aplicación de- nociones provenientes de sus tradiciones, sino
liberativa a los casos fue a menudo un capítulo también en sumarse a las posiciones filosóficas
relevante en la educación médica. Desde la lite- que criticaban cierto exceso operado por la fi-
ratura hipocrática hasta los códigos posteriores losofía analítica y la metaética, en detrimento
a la segunda guerra mundial, pasando por los
128 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
parte de los principios y los utiliza como herra- daría severamente limitada, como la vida y la
mienta que ha de enseñarse para la aplicación a identidad, la integridad y la libertad, la salud y
los casos. En clave pedagógica tenemos así una el bienestar (Tealdi 2002).
transferencia de conocimientos pero con un fin
claramente definido de aplicación pragmática, La Declaración Universal proveyó un marco
no alejado de las intenciones de la casuística en normativo a estas valoraciones, reubicando los
la que estaban formados algunos de sus autores principios y virtudes en la base ontológica de
originales. la vulnerabilidad, en el horizonte axiológico de
la integridad y en la orientación político-eco-
El modelo consolidado a partir de este vínculo nómica de la solidaridad. Esto conlleva una re-
entre un tipo de conocimiento y una estructura visión importante de las decisiones educativas,
de decisiones éticas posibles, enmarcado en un algo que puede también identificarse en otro
sistema moral y político con algunas caracte- documento insoslayable, el Diccionario Lati-
rísticas formales y deontológicas definidas, co- noamericano de Bioética. En él leemos que la
menzó prontamente su expansión a otras lati- atención a las historias personales en el análisis
tudes, incluida América Latina (Mainetti 2011 bioético indica atender la inserción personal
y 2019). Su influencia se sintió particularmente en el contexto social, al mismo tiempo que la
en los ámbitos que compartían algunas de las pluralidad de racionalidades y valoraciones en
características de su contexto de origen, y fue juego (DLB 260). Implica recuperar los mejores
en ellos donde también se replicaron los mo- aspectos de las tradiciones que confluyeron en
delos educativos, textos de referencia, fuentes nuestro contexto, incluidos los modelos con-
de consulta, etc. Pero el impulso pedagógico temporáneos de deliberación procedimental en
interactuó aquí con discursos críticos prove- busca de consensos legítimos y la universaliza-
nientes de fuentes diversas, lo que llevó a una ción progresiva de derechos y garantías (DLB
reformulación de la comprensión misma de la 270).
bioética, sus materiales y procesos educativos.
No es aquí el lugar para enumerar las princi- El Diccionario describe cuatro modelos edu-
pales líneas críticas elaboradas desde América cativos: la imposición doctrinal que a partir de
Latina, que son analizadas en otros capítulos de una comprensión determinada se aplica de-
este manual, pero sí afirmar que desde finales ductivamente a los casos; el modelo liberal en-
de los años ´90 e inicios de los 2000 se consta- focado en garantizar prerrogativas individuales
ta una preocupación por hacer interactuar los y evitar incidencias ajenas en las decisiones; el
principios y aportes de la bioética recibida con modelo deliberativo procedimental, concen-
algo muy sensible para la historia latinoameri- trado en formular las condiciones de legitimi-
cana, los Derechos Humanos. La Declaracón dad para el consenso universal; y el modelo hi-
Universal sobre Bioética y Derechos Humanos percrítico enfocado en el análisis de los modos
de 2005 fue un hito en este sentido. de consolidación del poder (DLB 271s). La en-
trada del Diccionario se decanta por el modelo
Los principales modelos de aprendizaje y deliberativo, donde “el concepto de razón no
razonamiento deliberativo – principialismo, está centrado en el sujeto aislado, como ocu-
casuística, procedimentalismo – tenían una se- rre en el modelo liberal, ni en cosmovisiones
ria dificultad en incorporar las características trascendentes del modelo doctrinal, sino en lo
del contexto económico, político y social de que resulta de las argumentaciones expresadas
las comunidades a las que se dirigían (Tealdi libremente por todos los involucrados en una
2002). Los Derechos Humanos emergen como comunidad discursiva” (DLB 272).
un instrumento capaz, al mismo tiempo, de
garantizar los derechos que se quería proteger Pero conviene tanto analizar los aportes po-
en los discursos bioéticos heredados, pero con sibles de los demás modelos (ya que cada uno
el objetivo de reconocer las (legítimas) parti- está mostrando aspectos que atraviesan la sub-
cularidades comunitarias, las cosmovisiones y jetividad de quienes deliberan), como analizar
modos de vida. Al mismo tiempo formulan los también los límites del propio procedimiento
valores, requisitos materiales y garantías, sin deliberativo. Porque la educación incluye tam-
los cuales cualquier realización humana que- bién aspectos como el acceso a la deliberación
130 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
cada uno orientado por un interés particular. proceso educativo, ambas educan activamente
Las ciencias empírico-analíticas indagan la rea- y son educadas.
lidad desde el funcionamiento instrumental,
y sus formulaciones legales están orientadas Pero además de esta relación inmanente de
por el interés en la aplicación, manipulación y los intereses en los diversos conocimientos y
predicción. Las ciencias hermenéuticas parten la relación entre los sujetos, también se pueden
de las formas concretas de vida, guiadas por el indagar las relaciones “trascendentes”, en tanto
interés en facilitar la comunicación intersub- se supera el discurso al interior de las discipli-
jetiva e interpretación mutua. Finalmente, el nas y se estudia la interacción entre los cono-
conocimiento guiado por el interés emancipa- cimientos, y entre éstos y otras instituciones.
torio implica la autorreflexión y revisión de los Educativamente esto es valioso para evitar no
intereses y mecanismos de los diversos conoci- solo el prevaricato entre disciplinas sino tam-
mientos (Habermas 1990: 198ss). La educación bién entre otros discursos y configuraciones
en bioética no puede prescindir de esta vuelta sociales. Ha sido característico de las visiones
reflexiva sobre los discursos y disciplinas que la totalitarias y fundamentalistas (o en el caso la-
configuran, para estudiar cómo se dieron esos tinoamericano, integristas), la eliminación de
intereses, cómo asumieron o excedieron los lí- límites entre discursos e institucionalizaciones
mites de sus campos y métodos, y cómo se re- como la política, la ética, la ciencia, la jurispru-
lacionaron con las instituciones, producciones dencia, la doctrina religiosa, etc. (Lübbe 1986:
culturales y modos de relación económica. 326). Aquí la bioética en su discurso educativo
puede poner de sobreaviso y analizar crítica-
También en esta línea epistemológica hay mente esas vinculaciones y posibles excesos.
que pensar el análisis desde las periferias de
los centros, desde el revés de las instituciones Un segundo enfoque para la deconstrucción
consolidadas y los sujetos de saber socialmente es partir de las perspectivas y posibilidades
consagrados. La educación emancipadora, en que se fomentaron o limitaron en la relación
este sentido, no es sólo la autorreflexión sino la pedagógica. El estudio de los materiales y la
toma de posición en perspectiva de lo dañado adquisición de competencias previstas en los
o negado por la historia de los discursos aca- programas de formación (capacidades argu-
démicos y las instituciones científicas, en este mentativas, razonamiento a partir de datos y
caso de bioética. Aquí aparece un ingreso al valores, etc.), no puede limitar los otros aspec-
saber “establecido” de esos otros saberes por- tos de la relación educativa. Entre ellos está el
tados por sujetos que habitualmente no entra- análisis de la historia misma de la configura-
ban en el discurso. Ciertamente la bioética ya ción del campo bioético, la contextualización
había hecho algo análogo, por ej. en lo relati- de los resultados, y la indagación de los límites
vo al principio de autonomía y la voz subjetiva del modelo mismo vigente a partir de la De-
del paciente frente al paternalismo tradicional, claración. Esto conlleva mostrar, por ej., que
pero aquí sucede otra cosa, estructural para la las posibilidades de los Derechos Humanos
relación educativa. En el sentido de Freire, la como modelo, o la intervención de la bioética
emancipación implica un tipo de educación en cuestiones tales como las discusiones se-
“en la que educadores y educandos se hacen xogenéricas, ambientales y económicas en ge-
sujetos de su proceso, superando el intelectua- neral, tampoco pueden devenir un algo dado
lismo alienante, superando el autoritarismo sin más, sino que deben darse en constante
del educador bancario, supera también la falsa revisión sobre sus pretensiones de validez, los
conciencia del mundo” (Freire 1994). No sólo compromisos tácitos de sus supuestos, los lími-
se critica la reducción al objetivismo o la trans- tes de sus afirmaciones, etc. Sucede que, por un
formación del conocimiento en contenidos que lado, nunca se está exento de las raíces euro-
se “cargan” por fuerza en una cuenta “bancaria”, céntricas y colonialistas del saber, lo “abismal”
sino que además se señala que en la relación en términos de De Sousa (2010: 29ss), pero por
educativa hay una co-configuración subjetiva, otro tampoco se puede prescindir de los apor-
en la que ambas partes se vuelven sujetos del tes que esos conocimientos e instituciones pue-
dan hacer respecto de garantías y previsiones
necesarias.
132 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
ta, injusta y brutal, de un grupo humano sobre no se suple sólo con normatividad. Tampoco
otros. Y a partir de los juicios y del Código de la competencia en la deliberación en procesos
Nuremberg podemos pensar también la histo- normativos es suficiente para que ingresen las
ria de la bioética como una respuesta a Adorno. voces, requisitos materiales y vidas dañadas en
Aunque con la historia posterior hemos tenido la discusión. El análisis del poder tiene un vín-
que admitir también que la barbarie no conoce culo con las voces de quienes han sufrido estra-
exclusivismos y que tiene otras múltiples mani- go y opresión, no sólo por vía de indicar cómo
festaciones de larga data. se ejerció ese poder, sino mediante el análisis
de las formas de resistencia y construcción con-
Junto a este criterio se impone también la tra-hegemónica a partir de su propio poder. Y
pregunta por lo pragmático o factible de la esto es también parte de la educación en el ar-
educación en bioética, ya no en los dos sentidos gumento moral.
planteados al inicio de este trabajo, sino en un
sentido político ligado a las prácticas educativas Para una reconstrucción de la práctica deli-
efectivas. O sea, no sólo la conciencia de que berativa parecen imprescindibles las subjetivi-
ningún contenido agota la educación en bioéti- dades de quienes están involucrados, incluidas
ca sino que se requiere un análisis reflexivo del tanto aquellas atravesadas por una compren-
uso mismo de la racionalidad en el proceso, ni sión de la historia de la bioética como aquellas
tampoco sólo la admisión de que hay un punto que “no saben” los contenidos de esa historia,
subjetivo insoslayable donde finalmente toda aunque sí están atravesadas por sus efectos. Y
universalidad encuentra su límite (y su origen). por ende saben hablar desde esa posición. Los
Se puede agregar una tercera imposibilidad a múltiples saberes, incluidos los subjetivos, han
partir del problema de la “decadencia del argu- de ingresar en una relación política, con todos
mento moral”, formulado por Rita Segato en la los riesgos de la misma. Hay que destacar que
conferencia de cierre del Congreso menciona- De Sousa reconoce las dificultades para conse-
do. A partir de su análisis social y de experien- guir esa “ecología de saberes”, y a la necesidad
cias históricas concretas, Segato afirma que la de un “pensamiento de transición”. Podemos
“razón humanitaria” del argumento moral ha pensar también en una “mediación” de saberes,
entrado en un descrédito que lo vuelve inope- que sin buscar una unidad superior pueda ser
rante. Más allá de las discusiones posibles sobre capaz de establecer una interacción entre mo-
la interpretación de qué sea lo “moral”, es im- dos de comprender el mundo a menudo estan-
portante reconocer que efectivamente hay una cos, y al mismo tiempo sostener perspectivas
insensibilidad que los argumentos no logran valorativamente definidas.
romper y que ello es parte de la experiencia so-
cial contemporánea. Los cuatro modelos educativos en bioética,
que se formulan en el Diccionario otorgando
Es frente a esto que la posible reconstrucción una preeminencia al modelo procedimental
no sólo ha de atender los núcleos develados en deliberativo, señalan aspectos que deben ser
el momento deconstructivo, sino también los reconocidos. El rol que tienen los valores sim-
aspectos subrayados por el pragmatismo y el bólicos para las personas con compromisos re-
principio de factibilidad de la filosofía de la li- ligiosos o cosmovisivos, que están a la base de
beración. Por un lado el pragmatismo que tenía su comprensión del mundo y marcan muchas
por finalidad subordinar la filosofía a la cons- veces la aplicación educativa a sus decisiones; la
trucción práctico-política de un modelo de importancia de las garantías individuales gene-
ciudadanía democrática, y por ende entendía radas en los sistemas liberales; la legitimación
la educación como parte de un programa po- por vía procedimental y discursiva en un siste-
lítico. Y por el otro el principio de factibilidad ma de simetría intersubjetiva guiado por el me-
(Dussel 1998: 243, 457) que en vista de la vida jor argumento; y la necesaria revisión crítica de
y salud negadas de los sectores vulnerados, in- las relaciones de poder que consolidaron his-
troduce en la discusión los bienes concretos tóricamente lo que cada sistema admite como
como efectivizaciones de la justicia y los con- legítimo, generando así efectos de verdad; ofre-
vierte en la materia misma del oficio educativo. cen en cada caso una perspectiva valiosa para la
La sensibilidad dañada que Segato encuentra formación bioética. Al mismo tiempo, el oficio
134 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
MERCIER, H., 2017, “Confirmation bias—Myside
bias”, en Pohl, R.F. (Ed.), Cognitive illusions:
Intriguing phenomena in thinking, judgment
and memory, Routledge/Taylor & Francis
Group , Hove-New York, pp. 99-114.
136 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Mónica Heinzmann. Vive en Argentina. Es Médico y bioeticista.
Magister en Medicina Vascular (Universidad de Milán) y en
Bioética (Universidad Nacional de Córdoba UNC). Trabaja en el
Dpto. Cardiovascular del Sanatorio Allende, Córdoba. Es docente
e investigadora en Bioética en las facultades de Ciencias de la
Salud y Filosofía de la Universidad Católica de Córdoba. También
en la Maestría en Bioética de la UNC. Fue profesora invitada en la
Escuela de Filosofía, UNA (Costa Rica) y en cursos de la Redbioética
UNESCO. Colabora con foros y redes ecologistas y ambientalistas
latinoamericanas. Es Miembro de la Redbioética UNESCO, del
Capítulo Argentino de dicha Red, de FEIB y de la UCCSNAL. Publicó
artículos, capítulos y libros en temas de Bioética: derechos humanos,
investigaciones, alimentos, conflictos socioambientales y salud y
aportes del pensamiento latinoamericano a los fundamentos de una
bioética situada. Se considera educadora, militante y promotora de las
cuestiones relacionadas a la salud, la vida y la biodiversidad.
AUTORES
137
Roland Schramm. Nacido en 1948 en Zúrich, Suiza. Licenciado
en Letras (Universidad de Ginebra, 1974). Maestría en Semiología
(Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, EHESS, París,
1978); Doctorado en Salud Pública de la Escuela Nacional de Salud
Pública de la Fundación Oswaldo Cruz (ENSP/FIOCRUZ, 1993)
y Post-Doctorado en Bioética (Universidad de Chile, Santiago,
2001). Investigador Titular de Ética Aplicada y Bioética de la ENSP/
FIOCRUZ. Profesor Responsable de las disciplinas ‘Filosofía de la
Ciencia’ del Programa de Postgrado stricto sensu en Salud Pública
(PPGSP) y ‘Bioética: conceptos, teorías y métodos’ del Programa
Interinstitucional de Postgrado stricto sensu PPGBIOS. Miembro
fundador de la Sociedad Brasileña de Bioética y miembro de la Red
Latinoamericana de Bioética.
138 MANUAL DE EDUCACIÓN EN BIOÉTICA. VOLUMEN 2 - FUNDAMENTAR LA BIOÉTICA: CONOCIMIENTOS, VALORES Y VISIONES DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO
para América Latina y el Caribe
UNESCO MONTEVIDEO
Luis Piera 1992, piso 2 (Edificio MERCOSUR)
Montevideo 11200
Tel. (598) 2413 2075
Uruguay
montevideo@unesco.org
www.unesco.org/montevideo