El miedo a hablar en público puede ser, en muchos casos, incapacitante. En otras
palabras, puede afectarnos en nuestro día a día interfiriendo en las actividades de la vida cotidiana y limitándonos. Este fenómeno también puede ser conocido como glosofobia.
¿ES EL MIEDO MALO?
No, y si, hay dos tipos de miedo, racional e irracional. El miedo racional es aquel que se da por instinto de supervivencia, mientras que el miedo irracional, se presenta en forma de miedo al fracaso, al éxito, al rechazo, a los riesgos, entre otras cosas, este tipo de miedo te bloquea, es el miedo que es considerado malo.
¿QUÉ ES EL MIEDO A HABLAR EN PÚBLICO?
La fobia a hablar en público, también conocida como glosofobia, ocurre cuando una persona tiene un temor intenso y no racional a hablar delante de otras personas. En el caso de que sea incapacitante, es decir, que afecte a la vida diaria de la persona, puede considerarse que se trata de una fobia social. En muchas ocasiones se trata de un trastorno de ansiedad y en muchos casos ocurre dentro del trastorno denominado fobia social o del pánico escénico.
EL PÁNICO ESCÉNICO Y SUS SÍNTOMAS
Algunos de los síntomas que se puede experimentar si se tiene miedo a hablar en público son: Se suda en exceso o sientes como remueve el estómago. Tienes temblores o incluso notas que te pones colorado/a. Sientes que te faltar la respiración, tienes la voz temblorosa o te entra el pánico. Tienes miedo a que los demás te noten que estás nervioso o nerviosa. A la hora de hablar en público tienes miedo a quedarte en blanco o a que no te salgan las palabras. Presentas ansiedad anticipatoria, preocupándote horas o incluso días antes de tener que exponerte a hablar en público. Evitas hablar en público, aunque esto suponga un problema o estés perdiendo oportunidades por el hecho de no hacerlo. FACTORES INTERNOS Y EXTERNOS QUE MODULAN EL MIEDO Es importante tener en cuenta que hay diferentes factores, tanto internos como externos, que modulan el miedo y que contribuyen de una manera u otra a la aparición y el mantenimiento de este. Los factores más comunes son los siguientes: FACTORES INTERNOS. Son aquellos que están asociados con nosotros mismos. Es decir, aquellos factores que pueden ser modificados por nosotros mismos. Alto perfeccionismo. Cuanto mayor sea el perfeccionismo mayor será también la probabilidad de tener miedo a hablar en público. Pensar que tenemos que llegar a alcanzar la perfección o que todo lo tenemos que hacer de manera impecable puede acarrearnos este problema. Autoexigencia. Relacionado con lo anterior, cuanta mayor sea la exigencia hacia nosotros mismos, mayor probabilidad también de tener glosofobia. Creer que se debe tener éxito y que si no se tiene las cosas serán horribles es el origen de ello. Experiencia previa. Por lo general, cuantas más veces hayamos hecho algo similar, mayor probabilidad tendremos de hacerlo sin miedo. Aun así, si hemos tenido alguna mala experiencia previa también podría ser decisiva. Grado de control sobre la exposición. Si podemos controlar ciertos factores como, por ejemplo: la iluminación, la cantidad de público, etc. nos sentiremos más cómodos porque podremos adaptar la situación a nuestras necesidades. Baja autoestima e inseguridad. La baja autoestima y la inseguridad también pueden hacer que desarrollemos este miedo. Al fin y al cabo, si no nos vemos seguros de algo podemos empezar a temerlo o evitarlo. Factores externos Se trata de todos aquellos factores que no podemos modificar y que no dependen de nosotros. Como, por ejemplo, los siguientes: Cantidad de público. Características del público. Características del lugar.
¿CÓMO PUEDES SUPERAR EL MIEDO A HABLAR EN PÚBLICO?
Organización: si organizas todo aquello que tienes que decir, estarás
mucho más relajado y tranquilo. Es importante mantener orden en tu mente y pensamientos para conseguir concentrarse mejor y, con ello, estar más seguro de lo que vas a decir y aumentar la confianza en ti mismo. Controla el tema: Es importante que te encuentres seguro con el tema que tienes que exponer. Por ello, es recomendable que leas sobre ello, que te prepares y que recopiles toda la información necesaria. Eliminar el miedo al rechazo: intenta eliminar todos los pensamientos negativos que tengas en el momento de realizar tu presentación en público. Piensa que tu audiencia está ahí para escuchar aquello que has preparado para contarles. Visualiza un resultado positivo y el éxito de tu discurso estará garantizado. No te límites a memorizar palabras: memorizar todas y cada una de las palabras de tu presentación no es una buena idea, ya que si olvidas algo te bloquearás. Lo ideal es tener en la mente los puntos clave, entenderlos y poner ejemplos para que tu audiencia también pueda tener todo claro. Involucra a tu audiencia: los discursos ya hace algún tiempo que han pasado de ser un monólogo a ser una conversación, en la que el interlocutor hace preguntas y los asistentes intervienen y aportan su opinión. Se trata de entretener a la audiencia, hacerles sentir partícipes de ese momento y generar interacción. Practicar, practicar y practicar: preparar tu discurso con antelación es la clave del éxito. Escríbelo y ensaya varias veces antes de que llegue el gran momento. Esto te aportará confianza, tranquilidad y te ayudará a mantener el control durante la presentación. Relajación: Antes de la exposición también puedes practicar técnicas de respiración y relajación con el objetivo de detener la activación propia de la ansiedad.
El miedo a hablar en público tiene consecuencias
Si se siente miedo a la hora de hablar en público o no se han desarrollado las habilidades necesarias para ello, se pueden perder oportunidades profesionales. Y para nosotros que estamos en la universidad, quizá lo pasemos mal con las presentaciones ante el resto de la clase, una buena presentación oral puede marcar la diferencia.
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