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01 2016 Inter Mom Cort Decaje Articulo
01 2016 Inter Mom Cort Decaje Articulo
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Este artículo viene impulsado por una “discusión” en el trabajo sobre si se ha de considerar una
interacción entre el cortante y el momento a la hora de calcular vigas de hormigón (zonas B). La
respuesta es SI y lo vemos reflejado en una demanda “extra” de armadura longitudinal debido al
cortante. Hemos visto que es un concepto que no suele estar muy claro y queremos abordarlo
aquí.
Como ya bien sabemos, tanto la EHE-08 como el EC-2 adoptan el modelo de la celosía para
calcular la resistencia a cortante de una viga con armadura de cortante. Difieren entre ellas en
como considerar la contribución del hormigón debido al efecto viga (calculado de forma
empírica usando una de las fórmulas derivadas de Zsutty) que continua actuando en las vigas al
mismo tiempo que el mecanismo de bielas y tirantes de la celosía. Independientemente de cómo
consideremos la aportación del hormigón en el cálculo de la resistencia a cortante con armado,
hay un efecto derivado de usar el modelo de celosía, que es el aumento de la demanda de
armado longitudinal debido al cortante. Veamos este punto en detalle.
Sabemos que en una sección de hormigón existirá por cálculo una armadura longitudinal que
estará ya en tensión para resistir la ley de flectores (asociada a la ley de cortantes). Si
estudiamos el modelo de bielas propuesto por las normativas para el cálculo a cortante vemos
que la componente longitudinal de las tensiones diagonales de compresión del hormigón debe
ser contrarrestada con una fuerza de tracción (adicional a la obtenida por el cálculo a flexión) en
la armadura longitudinal.
Vamos a ver cómo podemos considerar de forma sencilla esta “tracción extra” en nuestra
armadura longitudinal derivada del cálculo a cortante usando el modelo de bielas. Tomando
momentos en el punto 0 de la siguiente figura obtenemos:
Interacción cortante-flector en hormigón. El “decalaje” www.Prontubeam.com
Si admitimos que el hormigón también aporta resistencia al cálculo (aunque según el EC-2 en el
método de bielas de inclinación variable considera nula esta contribución):
Al final este aumento de momento en la sección se puede tener en cuenta simplemente mediante
la realización de un decalaje de la ley de momentos hacia el lado más desfavorable, es decir,
buscando aumentar la solicitación de la sección por flexión. Este decalaje o desplazamiento
viene dado por la siguiente expresión (teniendo en cuenta el desarrollo de Taylor de primer
grado de la relación entre momento y cortante en una distancia Sd):
Tradicionalmente se usaba un canto útil para realizar el decalaje en vez de la fórmula propuesta
arriba. A continuación se muestra un ejemplo de cómo se realiza el decalado de la ley de
momentos para tener en cuenta este efecto de demanda adicional de armadura longitudinal. Se
Interacción cortante-flector en hormigón. El “decalaje” www.Prontubeam.com
puede ver que el decalado se realiza de tal forma que la ley de momentos aumente en todo
momento. Es interesante fijarse que en un apoyo intermedio este decalado conlleva que la
armadura a momentos negativos se extienda en mayor longitud.
Es verdad que, como norma general, se suele disponer el mismo armado a flexión en toda la
viga, por lo que, si diseñamos así, no tenemos que tener en cuenta este efecto excepto para
calcular la longitud de anclaje, que SI hay que considerarlo (especial atención en apoyos
intermedios en vigas continuas).
Espero que esta breve explicación pueda ser útil y que despeje las dudas de varios ingenieros.
Recomiendo leer la tesina de la ref. [1] sobre la interacción flexión-cortante-axil en piezas de
hormigón armado.
¿Diseñáis las vigas buscando el ahorro de armado adaptándoos a la ley de momentos (en
este caso decalada) o disponéis la misma cantidad de armado en toda la viga? Comentad
vuestras opiniones en el apartado de comentarios un poco más abajo.
Interacción cortante-flector en hormigón. El “decalaje” www.Prontubeam.com
Referencias / Bibliografía:
[4] Park, R., Paulay, T. Estructuras de Concreto Reforzado. Editorial Limusa, México D.F.,
1979.