Análisis del ser docente.

Cada día se presenta y presentará como un reto para el docente, pues en el salón
de clases y fuera de él, encontraremos una variedad de personalidades,
comportamientos, formas de crianza, habilidades, talentos, discapacidades, entre
muchas más, que pondrán a prueba nuestra capacidad docente y humana para
tratarlas, cada detalle nos ayudará a ser mejores docentes, en la medida de
nuestro esfuerzo y deseo de hacer bien las cosas. Como docentes nos
convertimos en esa persona especial a la que varios quieren imitar, por ser quien
les da ese calor y amor que no reciben en casa, o que está acostumbrado a tener,
y una o la otra razón que sea, nos motiva a ser mejor las cosas, todo para esas
personitas con las que pasaremos largas horas del día, cinco días a la semana y
aproximadamente 36 semana en el año. Desde la preparación para ser docentes,
estamos con la disposición de aprender canciones infantiles, dinámicas rompe
hilo, a usar tecnología que no conocemos, técnicas que no me enseñaron durante
el estudio, a servir como enfermera (o), psicólogo, amigo y mucho más, saber que
puedo sacrificar una o varias horas de clase, por una conversación que ayudara al
niño a comprender detalles del desarrollo humano que enfrenta en ese momento.
Ser docente es la mejor profesión de todas, pues todas las demás profesiones
pasan por las manos de un educador, el primer maestro y al que seguimos con su
ejemplo es Jesús.

Como quiero ser recordada(o), pues como el/la maestra(o), que le dio la mejor
enseñanza, esa que le formó es su vida, personal y profesional, y que puede
entonces pasar a sus hijos, solo así y con el compromiso de todos, podremos
hacer un cambio en nuestra sociedad.