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ENSAYOS CRTICOS La dorada garra de la lectura Lectorasy lectores de novela en América Latina Susana Zanetti BEATRIZ VITERBO ELITORA ‘Susana Zanett ‘Ea dorada gacra de a letura: lectorasy locores de novela on America Latina - aed. 1a aim. Rosario: Beatie Viterbo Beitora, 2010. “448 p.; 2OxLd em. -(Ensayos ertcoe) ISBN 978.950-845-1200 4. Ensayo Argentino. Titulo ‘cpp abs Biblioteca: Ensayos eiticos Tustracion de tapa: Daniel Garcia Primers edieién: agosto 2002 Primera reimpresin: octubre 2010 © Susana Zanetti © Beatriz Viterbo Raitora ‘ww webeatriaviterbo.com.ar InfoBbeatriviterbo com ar Reservados todos Ios derechos. Queda rgurotementeproibids, sin In autoriaacioneseita de los tolares dl sCopyeiphts, bajo Ine ‘clones etableidas onl ley, la repradacton parcial o ttl ds ert sa por euulquler medie!o precedents tnchldes 1a Feprograiia ya ratambentofntrsutice IMPRESO EN ARGENTINA / PRINTED IN ARGENTINA Queda hecho el depésito que proviene ia ley 11728 A Angela y a Aleira Al profesor Gregorio Weinberg en agradecimiento por su coleccion "BI Pavado Argentino 5. La lectura on Maria asa [Novela pr JORGE ISAACS ‘Se et haciendo pr mi cuenta una lujo edetn de ‘bra. Dede af 1" del présino mens mayo en vad libre, 261.60, om fa agence del seer dactor Lasaro Maria Pres, portates det case ‘onaitora, amaras 1912, en fa tone da hor Dionisio Masia 1? elle real, maooro 89 en mt fiein Dichosnereny yo reibire mts suscripctonen 9 gttenen le fomen obtendré et ciemplara 8140." ‘Nuevos libros y nuevos modos de leer ‘oages tambica introduce on su novela la figura de a “li terata’, pero para descalifienr al rival momentsnen de Efrat en el amor de Maria, eu amige Carlos, quion coment “ten- que se ha empeniado Foden ésa que el lector tiene entre manoe~ pa plicitamente valores ecpiritaies de las subjetividades « Juego, ast como singulariza especialmente lor de la lectura Tuego de deslizarla oposieice entre la Lectura ‘entretenimienta, Carlos el encarzade de infor ‘de que Bfratn es poeta y de que Ia lectura habia guiado at descubrimionto de la intensidad y de la significacién dsl ‘amor-'fiscaliza” con sorna la iblioteca de Efrain, pa lui ridieuizado él mismo per el tratamiento dado al epieo Sion el relato” ‘Pero on al brove inventar de los “autores predilectos" 4 Bfrain se edvierte algo mas: control del mismo Teaacs 185 sobre ests biblioteca imaginaria, limitada a un repertora, ‘no solo verosimil sino reapetuors de To socialmente aceptac ‘done hay que olvidar la fexion autobiogeafica clegida para Jn noveln=,rexpaldando la letra de libros “sevios” qu le “Yan & leeturas modermas. Leciuras devotas (Frayesinos, Gristo ante e siglo, la Biblia) junto alas de los casicos ro, ccuperados por ios romanticos, como Calderdny Shakespeare, ‘ademas de Cervantes, y alguns otra quo puede austias a Biramn en la escritura de aun versos (Bla), se lean con {ba democracia en América de Toequevills, materializando in tereses politicos y sociales \Construye una bibliotees “crets ¥ caute con el fin do eleanzar Ia sitorizacion de una Sociedad puntillosa en asuntos ideoldgicos y morales, Fren ‘te ala torpeta del “buen mozo" Carlos se recorta el timide poeta novel, exo es Efrain, on tanto laaacs en esta exhibi. ‘dn excluye también de la biblioteca del adoleccente agus Hos autores de los cuales ex deuder eu Serta (SaintsProvee, Byron, Goethe y Vietor Hugo). Ellos quedan en la sombra, ‘quizés para focslizar el problema de lox meloe solo et Chateaubriand, meneionado en el registro de Carlos rome ln eseritor por el que “tiene furor” Ia prime literata, Es buy no recordar que en la novela se menciona a Byron 36 lado Los misterios de Parte, como obras ltd ts novela representa difieante, companora de Ins areas he. areas femeninas, junto a aficiones masculinas mis vm Blias,ligadas alos intoreses y respomsabilidaden del ambito Ptblico, como evidencia la biblioteca do Efrain y la releccora ue pide el padre durante su enfermedad del Diario Ge Napoteén en Santa Elena (que siempre lo conmovia much imo", p. 108). Con razén Manfred Engelbert ationde sa mencién de esta proferencia como uno de los movies de com sotar el autoritarisme del padre de Etratn: cuando el padre fe repone de su enfermedad bistérica lee el Diane de Napolesn en Santa Elena ~. podemos comprender que tode via std en una fase politica que carresponde alos lderce do 186 Inindopendenci, los cuales. comonzaron reivinicando li Sorady tshareh rnd natn Pero al papier In comenon amaroea con Ia om dad do nasras loctaras, a silesanta Mra sraide or tllas, no ubandona sin embargo la beneficiosa ensesanza de /. lasttimocas Wledae det qunte (2768) de Madame de Goals las Terese fo grange (1790 de Duray:Diminil La nae Tracion hace convivir buenamentedevocin y candor con Ia posin, emo lo uct ha continue oo fd de Tectore de estos lias ol importaniaeoeedida al aratorio Gola bactenda Neato doe nara it ‘como agutl, Slarfa me espercba siempre por la noche ea Solin, conversaba con Emami nadre leyéadole «Sota tighn capitate de Imactor de la Virgen oensenando ore nen aoe niton” (p78) ‘Podomos ler ert sltime cits dentro de Is extetizacion delanaiene pci! ye sna dt mand rral tzatado por las guerras de independencia 7 evils, que aborda alejéndore dol cundra de costumbres vigonts, tn ol dable marco de perdiday posbiidadesabioras de fu. fre para lena yel oto, pre coprustanciadas —r ape tion # Raymond Williams er una estructurn do sentimien {compart ‘Toemos tmbien li concn yveneualded, que Ts so Tes sian delete nn entre no tuna de las sdosiogas do de los domas, eapae de al ‘Apartando tambisn sin confl ctor al virtuoso sneiano Pale: 6 tardes al ponerse cl ol, so sentaba en para elucar con sur relatow 2 sus ni Jos casi adolescontos oyun aos adviorto la Introduccion de ‘Las tardes de fo granja~ pate ser reemplazado por Bfrain fn eocenas préeticaments similares pero encaminadas sl Stprendiaaje dl arto de amar Be cert que estamos ante cl poder evocador de la lecturaon vor. alta, en un ambito peo {aca pero han eambiado le libros In Lecolén de more 187 también el lector y 1 audieneia homes pasado del pad fhe lela asus hija al Teetra compartide entre ada tee, donde quien tee pose un saber que apenas va am ‘mas alla dolos qu eecuchan., Las ediciones destinadas a Hispanoamérica ‘Abroaqut un paréntesis para comentar brevemente emi cicealé por agut esta obra de Me. de Genlls,cuya presen fio ede semi or lo mona, hasta fnee dl Siglo fengo en mis manos un ejemplar de Las tandes dela Sree 4 Law leceiones del pate, editado por entonces-y Ta supe 0, entre otros indicion, por alusionce del prlogo, pues a hay fecha do publicacén” por Garnier en Pars en un vite men én , eneuadernado yon cantes dorados, do unas 490 Dna, convey ae stan cade vento’ Pde vera omo un ben lamado de atension acerca de la necealdad de ender alos aaponitves materiales former del Wore climpeeo, tanto como sls diepoutivos textual que stews aban ru conuin (prélogoe, Fesdmenes recaplluladeren, *ipresione,ilustrecionen, ee), introducids por autores alors inteesados on la sceptacion de aucfert'en merenion yas pataspodian varan otablemente de un mess ose ‘wandb ce trataa de trtortadcidos, cone ent eo "El prologo de Las ares dela gronja propercona bacnos datos acre ds erties comercnes deo tore, t- fin la reprocontacton que ne hacinn de los lectoreehlapano. hablantes. Por una parte justifiea la nueva edicién ae la opularidad sleanzala on el pablio expatel desde le prt thera edicin a priseipion del XIX La nueva trndcelés co @elaa ha ret ara por dos motives Une, brads on in autocensura, mediante la enmienday In expurgecin 4st, snidas sin rodoos como dics de credbilidad dei comfansa due debe darse sl sulla editorial algunos argunnentos de ‘us novellas no correspondian al alten moral que el fom, do dela bra ee propone’ El otew tiene que ver con iss vere 185 Lajas de reducir el tamafo pare aumontar con su amenidad iecttnformativay permiteun precio mas accotbe: ee Uitstanela may atendiglecn austen die en gue cl amar a it etura am deserollande con rapes Tos recursos para sags libres no abundan demasiado De ate odo as Tor “etd fa granja podran eveule: an entre las fomias me ‘ie pudientesy propicar ile y salsdables roformas en el rdetor,navurahnonte inpetuoso yturbulente, de algunos SGvenee, haciendo eu felicidad y ido as personas que les ‘Sage vlymen inci cane peed ‘enpeste ola demands de abras extensoa J do la coneen- ‘Slo de tas ediciones segsn fs eonsumidores buscados, iro todo fs tone ws cuenta qu, eatro fine dal XIX y co Imionaae del XX, el mereado iatiee Tuybaratany de muy divers Ope en ins udades mes mo- sae Ansricn Latina, la eles concentraban una po- Sincun urbane no sole eltabets tno com buenas compoton- aeaeitrectarn, Por la breve doscspeiin del jempler se puede {blocs fdettmente su acceso yesrigido a an sector acomo- indo, me alla de las dclaracioes, relativamenteenganor det Sitar consent de las expesativasy las valoraciones del ire como objeto en el pblien al que ele destinsba Tres presionce de editoresy pablico, junto a os cambios en as datdicns hegemonicas los del gusto interventan en its tansformaciones de novela: latineamerianae cuando =) tiedcearpusgje del folletin al solumen, muchas veces com> ‘onsesuenc del paso dal tempo. Manol Payno habia po ‘Scado EU fintl del diablo ont 1845 7 1846 en Ia Revista Chantfce 9 Literarie como fllein, cays continuacion sey por entsogas on 1648 en s perodiea Hl Beo ue Comercio y this tarde, complet, en uno dels ylimones dela Bibiote- tn Populay Eeonémicaeditada por el imporeante empresa Ge} amo lgnacto Gumplide. Er 1881, la torcera eden pre~ Senta importantes cambios, no solo en cl desenlaco, tambien nelan de public a1 om Sudo una iden do lon races entre To Regemontce 9 io ree. 189 ual, neude Payno a Las veladas de la quinta pars arta In parte agrogada al relat, justificada por los recuerdos fntiles de uno de los personajes que, por el modo de im ucirlo, slojan toda iden de valoracignliteraria para an ver al lector en una posible experiencia eompartida! ‘cuando era muy nin, recuerdo que mi padr alas noches en Ieernoa un Hbea asctito port oss, madame Collin 0 Gervin, lo mismo da ta, es decir, que la interesante Teees Gene guint tondremos también veladas.” ‘Marlene Schmitt analiza estas cuestiones deade le por pectiva do Ia Iectura, atendiendo a lox corten y ajustes retadas por lac presionos del prosonte: “El texto de 1887) presenta coma el resultado dean cansenso estétieo liter Fo: al suprimic la vistosa oscon: Yl adoptar Ine convenciones narrativas ejemplifies ‘Las veledas dela guinea intenta Payno concilar las nuewas fxigencins del realismo’y de verorimilicud con {fel antioundo folletin heroice-romantico para ast satlefacae ‘todos los leetores." Beitores y suscriptores actuaban de onino, dando pie a eautivariog -tenerlos cautivos~ on 1a posibilidades de una neva novela: “La awerte de Arturo que- A ignorada durante mucho tiempo, :Muri6 de su doble he- ida de bala y de amor: Celeste lo condujo ante el trono de Dios? .. Todas estas covas necositan prolijas indagaciones, ‘aie ya'no son de este libro. Entonces publicaré otro libro, fratando de satisfaccr completamente la eusiosidad de log famabilisimos suscriptores que han tenido la bondad de re- tibir las entregas de In tereera edicign de EI Fietol del Disblo."" Volvamos ahora s Mri. La novela deja entzeverunalee- sturadntensivard los mismos libros, introduciendo la nost 190 ia por modos de leer que 1a moernidad va haciendo a un He on azn afirma Arcedio Diaz Quifiones “la pall- va ete nontalgia os una politica muy-creativa”™, y ells e& (ina de Tar maneres en que la representaciOn de 1a lectur Jignficcciones fandanentalos dela novela, come ee temantiea don pordida, onuneiada en cuan~ fice gue su eseritura pro- ‘dele dedieatoria y dela ‘de Etta. ns na ai men igi med ote cee ae 7 i recuerdo (In des- cn ay ede ati Los textos edificanteslefdos en vos alta en las bucéliess {elds do la hacienda, comiensos dela lectraadslesent como lo evidencian simplemente los titulos elegides red sitados, armonizan sin reparas con la incipiente lecturs ex tonsiva, a solas 0 compartida por las almas sensibles en ea suerte de “educacion sentimental” que fusions rtd timiento, in Maria el pasaje de uno a otro tipo simula ob decer 9 un ritmo naturel, de In mosencia al edndide juoKe lmoroso, sin riesgos, donde el libro vuelve a onhebrar el afc {t, propiciands nuevos lazes, nuevas familias, pero al min: ‘mo Gempo erotizando fuertemente el vineulo, Eeus nueva Jesturas sin embargo presnuncian una fatal Fepticon del ‘A mediados del siglo XIX en Colombia, el gro, exe tnd to sin inconvenientes de wnos a otros toxtos, pareciera si ‘embargo algo mas radical si nos atenemes, por un parte, a J Tectura Duseada por al mas importante grupo de excels zea rounidos en las tertulias de £1 Mosaieo, quienes nee. rian ala prensa come vehioulo de piezas breves, os actiets los de costumbres,con que alentaban formar el gusto por Ia propio y conformar una literatura nacional, al mismo viet Po que se trarmitfan pattonos do conducta familiares 9 ats isles deseados. Por otra, el moda en que se privilegia Arata nos indica una escenifiescisn de Is productivided de Ia le tura (nica hasta entonces en Hispanoamerics) en muy dks forentes niveles, uno de ellos al constituisne en nucle ‘uspicioso de significaciones de toda la novela, vatiendose do una “mise-en-abime” que rorpalda, y refuerza, loa Bi ‘quedas estéticas do Marfa, alentando sobre todo las reflex. nes acerea de las posibilidades del arte ‘Maa alld de 1a importancia dada a Chateaubriand por a ‘gunas figuras destacadas del ambiente ltererio colombiano (ose Maria Vergara y Vergars, entre otros), Atata, 9 Chateaubriand, sparecen en Maria liberados del coeiereae fl Yentretenimiento"y sin enfatizar Ia lecture vietuosa ni ‘stetizacion del catolicismo, promeviendo una lectura en ef Ambito privado mas mederna y mas libre, pues no ne deft 192 sentir 1a supervisin familiny, dating confinda om ta - eet relraesicemeat cure maenaatoe Soi ate native ian tn roto [ieduloroos, po duga en afirmar que ye no Te atraen las satya oo tna gatos de akan Hee SRPET ales del encanto de lon jvenee gue ae ‘iacon le"travesura® de Le muchacha, quien requiere La ayu da, y el eontactofsic, de Blain para bajar de uns alta pis ars “Ei Gonna ain fer 2ih Gro inp voor ers as asd qn iene an pean som 9 Los bres ulizadoe on Ince para aprendiaj do va tngun eatin goto tontarrlgioso nine al HesoMEt atelcsne yin satcon bspanica en las thes mete ayo ent ide oie yetural om Calombia voter brevementeapuaiada serene Balfere ea salts tevmonioe Se sigaas memonan 7 auibioraie™ Free adaanemente problems ” Conndo Luclane saSerda su feta juemien, merle de tana nomi ool sca San rsea'he lectin tora sleniose ya le, ss aoa consent em ins qu hae Marin en io de eetalbmenclnsten Zax ete det guna, ao te Jers ann Graces dims abencrraje. Mae tarde Meee der ittre dela stra cltara co os nos seitlctaraproibiday singular eure us sodlsetpulos, tact on herie pope de error euane HUG ntatnte on renatade Enea de Pee estan hai ates scent, oro ater dea tien semaine eTown col ayedns advert novedsd 193 do ésta on su émbito cultural, puos descbedece las érdenea del director ~y se expone al ciguiente castigo al distract se con libros ajenos« los de estudio: "Muy decidi por la lecturas amenss, nunca heblaba con esos nifoe de mi alt cidn favorita, porque apenas si tres 0 enatro de entre elles Labriam ofdo mencionar a Rebiagon Crusoe olla Las Incas y Pablo Virginia." La apropiacién de un modelo Las nuevas lecturas,cémplices de la relckén amorose, se inieian en Maria cuando Hoga de Ia eapital Bfvain con sus “estantes eargados de ibros”y con conelinientos que lo con ‘ierten en maestro improvisade de las ninas do fa ease, El escubrimiento del amex, estimlada por la lestura compa. ‘ida, y la inminencia desu fin, se exasperan con la sensual: ddad del roce de la mano o lox eabeliog, con la seduecién de las miradas, ¢on Tos ritmos de Ie mselina (a falda de st traje, por ejemplo, “susuresba tan queda come las brisas de la noche en los rsales demi ventant”, p. 83) tanto come con «lentormo del paieaje del Cauen, constantemente descrip, recorrido, distrutado. Junto com In geogralia y la historta Ingresa, propiciatorio y agorero, Chateaubriand, tambien sgex mediador del deseo "au aliento,roxando mis cabellos ‘trbaron mis explicaciones™ p. 20-, como ti tranefiriera este padre con el quo sf puede enfrentarse para tomer st camino de exeriter americana, los conflietos con ese otto as dre obeceado y autoritario, que Inbrard la ruina amoroea ¥ Js econdmica, y que, ademds, al expulsar a iran de la tie- ra natal lo envia a la muorte. Estamos ante la fetura de inieiacton en ef emor, que modula en la concatenacién de las fceuencias un muevo y refinado arte de amar, que alents se: suramente el éxito de esta fleeion doméstica, on una Hispa ‘oamética donde aan imperaban slgunas concepsiones calo- hiales sobre la coneertacién de los matrimenion 194 Ba dos momentos ae lee + Chateaubriand en la novela En el primero Marta y Ema sncuchan feagmentos de St ge rode erittansmo on la wos de fea, el cual en el presen {ede la cecritura dats recuerdos valore ala mujorletora por su consiilidad, como reveladorn de la poesia, on tanto Eon solo algunot hotabres ls que reeben et don de crear ‘En el oro momento sign cativa te dete morosa -¥ amorosamento- en el episodio de Atala, Cambia el escena’ tio, ahora se le en rnedio dt Ia paradisaca naturalera del ‘Cauca, Mora vuclea de este odo sobre sel eapacoexolico de Atcia, acercando' la experiencia del lector Ia lectura que lleva eabo yal mismo tempo, reeuperondo como propia ls natuvalezs aericann por quien la vivo de core, deepojada de toda extraneca e inudada por lon sentmientos de une Stbjetvidad que fe otorga ana comploje carga simbslica,” Sh un atardecer prodige es sonneraciones de muerte CUsa farde, tarde come los Ge sui pala, engalansda con nubes de fslor de toletay lampot dc oro palido, bella como Berta, Vella y transitaria come fae fata para mi oo") p. 22). Cle unceripia equ al entorao amable de Ta Teetra, ia natura [eis ceeminentemente pais, cuya armonia acompata Is omunicacign eeéticn porque, en si mine, ea belleta, Pa Snjeenvolvente que anda lator extends sin fractoras {Ste nto raraly donde nvivondton don de ‘orev de propiedad de Intra, chatintos sectors ecialos woe buenas vesino’, or eelavas rexpetonos de Ia autor dad instlada on laceata dela sierra” contr patrarcal de in'hacienda conorie. Pero la lus indecisa de euande muers tia preanuncia la feagilidad deena sonatelaign armonio- “Shen camino inexorable cia Is ealminacion de las pordi- as como amuncia el pasaje ontre los frapmentosanterioroe toe de Chateaubriand, que se furiona con la belleva cel Gaven ya de Morse, B texte undo, mediante Ia antcp clon, las sgnifcaciones de ssurtey destiorr en Atala yom Soria esteizendo fwertomente a herotea“Luege ve let ttella desgarradera denpedida de Chactas sobre el sepul- Gro de ta amade, dospedide que tantas reces he areancedo 198 tan sollozo de mi pecho: jDuerme on pax en extranjera tis ra, joven desvonturadal iE recomponsa de tu amor, dt destierro y de tu muerte, quedas abendonada hasta del mi ‘mo Chactas!” Maria, ejande de ofr mi vas, deseubris la fa, Y por lia rodaban graosas lagrimas. Bra tan bella como la ‘reaeién del pocta, yyo la amaba con el amar que él image p21) Oblicuamente tambien ge loo Ia apropiacion y la trans. formacion del modelo acidiendo nuevamente al azo entre ficcion y experionei, eusndo In novela introduce Ia ercucha do otro relato, a euya acconificacion ee le concede mayor ot ppacio qua a Chateaubriand, y que leva al Cauca el deseenlace ‘de une historia de separacion y muerte mds dolorora que la {do Atala (y evidentomonte inspirada en ella). Es la do Sina? y Nay en Africa, y le posterior esclavitud de la muchacha, Inuerta en la "casa de la sierra”, Mae dolorose en canto ‘rraiga on personajes préximos, con lo que ce convivo, ¥ on cuanto al destiorro (del amor y del amor al terrune) La Yolatora trae ala imaginactén infantil de Maria y Efrain ua ‘mundo fabulogo (a tiorra do esas princosas lindas de tus historias", p. 181) de sino ten trgico como el amor futuro de 9 nit ¥ el destine de ese valle que tienen ante sf. “En el tratamiento dela esclavitud el texto ae citcunscribe casi exclusivamente ala pérdida del entrafable espacio na tivo “Aries y al dolor en tierra extranjers, enlarando no solo a Nay y Maria, sine ademas al padre de Efrain y, sobre todo, al mismo Efrain,” El himno centado en el entierro de ‘Nay, eon 6! qu eulmina eu historia, aparece destacado en la narracién como un momento de compenetracién cot los Gmientos de exilio: *Muero sin ver tus montefas / {Oh pa trial donde mi cune / 30 mecio bajo Ios bocques /que cubs vn mi tumba.”(p. 182). La tumba de la esclava preanunct Taide Marfa, cya muerte eonvierte “la cesa do la sierra” ‘on "reeinto fro yolorose a tumba",alorado por el proseripto Efrain (Ya no valveré a admivar dquellos cantos, arespirar faguellos aromas, @ contemplar aquellos paisajes llenos de uz, como en los dias alogres do mi Infancia y en los hermo: 196 sos domi adolescencia: Extrafs habitan hoy a casa de mis padres, p- 90)" Batre Io areaico y lo emergente see Mimouetadinarioe, en un ambiguo puent Trees ttn que pe len yp ol expt lazo entre sn osetia et net ‘Ls Marion ns so confunden en ol espacio social de 18 partan meiando un sentimental edificante, qe Do lectura, opis amas la Tecra de Moria, muna Higpanoa- dl gdnere- So yan rte 7 iau ena de doe ban mae article un codigo amin, cos rat an aiola el noveliata, definiendo las 1égiens do a comer’ Sena seme rotors ie isan de To sensible 2m 197 Marta acon el efecto, La lectura, con su “don? ‘as: impulas ol dosborde sensual del ccerpo Sennease lor con Maria ol mundo amentean, coe ci umerables lectores, de Dario a Neruda, deslizandole coda ‘et sal lacara dolenconia, om luego enna ee zo sin disidencias, pues si privilogiamos estas rignificecier Barece dorontenderae de lo edieante o nete Fe {ransformasiones del siglo XIX en In scone Simaginaria das lagrimas, que abrectrenpecte ae Un tema os ta redefinicign doo time, desde lovre a ab ee Site del aio the farantisa la narracion ent cal vo reponeetoa ea ‘entre ol individuey el mundon nen en 13 ol depo ona praia ye acon, y que la novela calla, ota Reston aug biogrfic,instainda on ia sonelln via catidinag nso" vrimera experiencia de amor era practicamente nueva on Hispancamérica, donde prevaleia sl memoriams te oon ioe peri eran contraparing no 1881) Ge Sar Inte siguficaciones de la lectura ponen en escona un ta. jones dela lectara y dele esceucha ae imbrican eatrechamente con la history ‘ira noinioncntonbatay por ee alo, alo hay entre ir eetna ements y faa Inca incogmatcn que itrodace “eon herrea 198 «dns por aguella Teetura, estaban abrumadas por el presenti ‘niente’, p. 21), En realidad estamos ante una enfermedac hhereditarta redeada del mistario roménties. Si recordamos los mites y metaforas analizados por Sosan Sontag acerea ‘de este tama, nuevamente la novela te inelina hackaconcep- ‘ones netamento romantica, tanto por ol tratamiento to- {slmente espiritualizedo de laenfermedad, como por los res- fos que los sentimientos suronen, La amenaza de muerte ‘que caolleva el mal incurable 4e Maria solo puede atenarse, emorarse, #\ a adolescente modera sus emociones; nica: mente de modo oblicuo la lestura contribuiria a debilitar esa ‘bjetividad amenazada poral exceso, pues si las preserip ones del meédicoy del padre de Efrain imponen a los jove~ nes el control de los sentimiantos, la novela intensifien valor dado a la pasion amorosa, MGs tarde [a narrativa ladinoamericana recurriré moné- tonamente a Ia lectura malscna, con aleances de verdadero Aagelo. Muchas de las novelas publicadas hacia fin del si flo, como mit adelante veremos,lberan del efecto dafino a Marta, quien empezara a convertirce en ol perfil deseado para In mujer americana, aurque a un obispo colombian no ole pase por alto la sencualidad de la noveln de Tsuacs (o- bre tode dels eseena del bass), la mando, sin mas, al Index. En Is compleja carga simbolica de la “lectora enferma’y ‘spice fuerte a partir del otranticismo™, la novela Iatinoa- Imericana muestra un espectra ampli, Si biem muchos ejem- ples contribuyen a la eondera de la lectura descontrolada Eonla simple menclon convencional, en general ingress cum: Dliendo wn papel relovante, muy ligade a fanciones narrati- paca intervenir en In polmiea que hace de [a medina ia encargada de disciplinar los peligrosos desbordes, exp ciolmente fomeninos, que conlleva la aficién a las novelas, ‘Armonia Somers parodia este rol de la medicina en Solo los tlofantes encuentran mandrogora, con euyo analisis lerro fste libro, para revertir Ine sigaificacionae nogativas cobre lectura femenina de flletizes. Pero ademés, tanto en Puig coma en Somers, loemes la rosignificacién moderna del ex: 199 eae en at pasiones y con ele de las metfors sabi le ‘leredad "A medion qu nv senimietos reso to Wuelven aceptablen, dejan’ deter” deniprade Comparandocls con enfermedades temibls. A ort in'ehermedad we trensfora en vehcule se seater txcorvo. La tabereioss pone We manifesto dene oe {Senso Pou al inaividus In niormedad tricone oats ts aubiernquerdy resi El contraste ane sale aatea iss pasiones moderaias vlan cnernas, tine entre nen {nF que tien a reli’ La recuperacién de I péraid lua enfermedad y su tratamiento totalmente espiri- tualigado el relato de la agonia elude corpurizar el deterie ¥o-y estetizado en las fleiones contributan a desrealtea 1a dura realidad cotidiana de la muerte, royeciada en mocsten ovela en universo eimbslien urdide entre esperanaa’y ta talidad, St por una perte lafractura irreparable eulfide por Ja pérdida de ta casa patriareal ee absolute, por otra, em deseniace halla Efrain eonsuelo en cierto modo por Ia snacr. te de Ia adolescente mediante Ia inaginaria waién con [a ausente, Me refer ala eusoBacion dela bode cama una de is posibilidades de recuperacin temnatizadas por Ie novela entre ella y especialmente, Is exeritura de la novela lama, Como los eneuentros las despedidas tambon hala pa ative en la lecturs: “Estaremoe tadael dia juntos: leereaves algo de lo que nos leas cuando extsbas recien venti ¢ 164), dice Marta a Birain el dia anterior asu partida © Lone Ares, De abt en mas la union ae cite ala leccura de carton, fen las cuales la cfusion desplaza las antiguoa reticencias de la adoloacente hacia una eseritura inundada per exe longus, se amoroso que, pareciora, sole pido haber aprendida Ara a. Del intereambio epistalar In novela solo reproduce las fartas de Maria “Todo estd como lo dejaste. lor lfbvos cone festaban, y abierto sobro a mesa el dino que Leste", dies 200 ‘on la primera, pp: 166/167) sls irén puntuando los avan. Stsidela enfermedad hasta convertiree en legado, junto con Ins azucenas, lor vestidas yas trenzas, que propician el ‘Gastisimo deisio® de boda coalareleetura que hacen Brain {yuna lasoria Maria, durante la ultima noche en Ia oscura y {olitariaeasa dela sierra: "Sen6 que Mara era yam eeposa tocb in frente con sus labios suaves como el terciopele de ine Fries de Paes: .. dejéme agpirar un momento su sliento tibioy fragante, pore antonces experé smatilmente que opr: Iniera mis labios eon los surosr sontSse en Ta alfombra, y ‘mientras lefa algunas de las paginas dispersas en ella, te fa sobre la mojlla una de mis manos que pends sobre los lmehadones”(p, 188) Tis pérdida de Ia “casa de la sierra", por el contrario, os luna pérdida abroluta: nose cice précticamente nada de ella fh de las eausas que la provecaron y, por otra parte, en rea lided empuja 4 In muerte. A ese espacio cl expulsado solo puede volver en la rememoraeidn, eonvirtiendo su novela fa Tula en un modelo defabla do la nostelgia de gran eleacis ‘Stuna serie de alusiones bablaban al lector contempors- neo als publieacion dela novela de algo prximo,vivido hacia poco tiempo, Ia narracion amplicha la distancia destres- Fizando la proximidad con lasupresion de las fechas y do los fcontecimlontos ocurridos ~as guerran, por ejemplo tncerrarse on un ambito de eabor aresieb, con reminisce {las biblices, donde naturalvzn y hombres conviven en plo hitud casi tageada, ocultands lor confictos yIes eonsecuen- as nocivas dela autoridad paterns -ruisa econdmica, fas {rocidn del amor de los protagonintar-, indicadores, adomée, do eontentos politicos J aocisles que Smponen cambios pro fndos em Ia clase tereatoniente, \bolicnmente, tales pardidas se cubren con la fa ‘iafanidad dorada del verano imposible de an {lary que deslumbra con ea figas erplendor, por breve tiem po, puee ru transenrso conlla la muerte tan presoate en El motive do las flores mareaites que, sparentements, solo Eomprometen el juego amorceo. De alt que el texte se vu an va obsesivo can la notacién temporal -continuamente apun- talos dias, laa meser, Ins horar~y aimulténeamonte inton sitique y amplifigue la densidad del momento, erieado por Ia ameaaza que enaombrece ilusiones y eaperancas, cone iaadas por lax angedatas soerca de le po: sibilidad de triunfo sabre'el peligro de perder a Maria “el Dedido de mano de Carlos, Incarrera de medicina en Londo ‘ero nada parece motivar Ia pérdida dels “eas de la sierra" Las reflexiones estétias accrca del sentido y de los limi tes dol arte introducidas em Ins ceionalivaciones de la lec- tura también tienen que ver con la recuperacion de ambas pérdides, Dos veces ge datione en Ia eign del olvido, Bn Ia primera, durante Ia lectura de Chatesubriand, Birain con. ‘densa ai mismo tiempo el secreto intransferible del Lazo ‘amoroso y la impoteneia de a eaeritura para expresarlo te: talmente pues en ella se desvanece Ia pudien y discreta voz dde Marfa:"y su acento, sin dejar de tenor aquella musica ‘que Ie era peculiar, co haefa lento y profundo al promunciae palabras suavemente articuladas que en vana probaria e- fordar hoy; porque no he vueleo a eslas, porque pronunels. das por otros labios no son las misma, y enertas en estas péginas aparecerian sin sentido. Perteneeen a otro idioma, el cual Nace muchos aos no viene a mi memoria ni una ‘rave."(p. 20). En la segunda, las lagrimas parecen servi de consuelo alo irecuperable:*Si les que derramo ain, al 7 ‘ordar los dias que precodieron am viaje, pudieran servi ara mojar ests pluma al isteriarlos; si fuera posible solo lina ver, por un instante siquiera, sorprender ami corazon todo lo delorose de su secroto para revelarlo, las Linens que voy a trazar serian bellas para los que mucho han llorado, pero acaso funestaa para mt No nov es dabledeleitarnce pare Fiempre con un pevar amado; coma las del dolor los hore de Dlacer se van." (p. 165. bn eursiva ex ini) ‘Sin embargo, a el tempo huye hacia la nada, hacia ese ‘acto que repara precariamente la eseritura, la eocriturs de Ia novela,yauloeturs, yea separaciin su marca y su sin, l texto se entrega empecinadamente a conjurar estes ras 202 0, deeniénde moroso er momentos onriquesdos, cath {cis sonenidos por mil detal ev sonics da nm ctidienided tfealtenda' Stel rotro 1a vo de Marla se van velviendo inafesoratles al recuerdo, figura cirsta en la novela en tmltipls fragmentor, coy singulorigades itenafian In presencia: Te mirada pep ie siauonidadex de un pie por cl {le fea desizado In ehinsla aj calplenda de lentejas- Tab acai el enn d an Bravos owrpronde ana inguiet ye cuerpo tao ajolos movimfentn dea muslin, "Mtn misma enratgiarecovrepora dialer Ie fatlided dl otra pordida, pero aqui Tsauca varia In perduracion tuediange el ave, Yo al coionso la novela nos encamina ici las signieacione tan imbricadas entre La reeupera ‘iim dla figura de Martay i dol espacie, revividedecontic Siuo en drboles, ris, vallgsy lor maltiples vineones que Somarcaniacacapatlarel a esteblecee un entranabl az> Shire ey In eodueci fomerinn, pero no refed expletar snente a Maria, Aqu se exprasa quo la perdida de esti Toamado puode enjugarse, mediatirada por el tempo, en 9 Fememoracion que hace poabe el arte FERSESISSUT En awe ricer gun lo conti, ‘aren. ‘Syste que outven aie empaidetder porto memore fc toy. 4 202 Notas Solamento on Marfa aleansa el acto de leer est intense dad. Las relaciones intertextuales que tal reprecentanin hace con Ghateeubriand,espcainaato cana a tt Bn an Pa 3 Ban taben de somo posta los mol naa age Sra nc ete or nw inden rode ta it ft én fe tambien ne Sos ma Fe or sles, Mei, Gerace, Bina dora sciteresacnonmercance ecto a i i ncentncamaeney onde naj do un cae Ter eae ubritceimpensadas relecones intertstdalen ean Soe {Svs spa ir ema anes ee somplo, en el Diario de Cabo Haitians « Des Mion ae Sed Soy ml fde tue reining Marti, cuyo rgistrominuciow dels inmediotsann eahens sae neal nee ae HO ee el motivo de la chinels, recién citada, en la de la andaluza. ri Bebe ey pibbl eh nde 205 ane {inde sito Mic, i Coleg de eos 06h gp 38 Sta a cee Mey in imprene, a tadacero Samuel ete rene, tes ican iy Sram ae ed inertia etdeamorens en tacenic aan eae eoubvond ls ean fl abate Tenge see. ‘8 vite de Sutudse Colonia cr enn ‘ela poerovainfluencia dels bre de Gslturs onoicay 183, "lista do laid a is ay rttads pore cries al nov yale emo Solemn nterce sears nee, "Snipe de estore calombnne ue hye ax pier ms sepuramentevnslabas acme tala 206 EE na {Sting La ema foro Boden mt 207 6, La lectura de Maria: Constitueién de un clisico hispanoamericano Ok Maris de Jorge Ieace, ‘ese blanco en ef dia rao ‘defas haclendas celeste ‘teat ve iamoviicaron ‘que non hi llvar do puro, Pablo Neruda, Memorial ds Ina Ne dla fuerza porsuasiva de a nostalgia impulea modos de sa leetares? gCémo se entrams con al resonte de lo perdido, cn exa suerte de paraiso sma ‘nario del que nose gulere ealircuando hemos dado vuelta ls ‘lima pagina de una novela, cass prolongacién de In mano tgue de Pronte se vacia? El reeustdo de eve taxte "que not hao Horar de puros” restituys la doble nostalgia: pola ino: ceneta perdida de las primeras leeturas y por la reeupera. dn imposible de soda lectura primera. (Solo se lee una vez.) Pero el memorial anuda redss de otra jerarquta. Supone lempre la escritura -el libre, el manifiesto, el aegato. tanto como supone una finalidad y el despliegue de lo colee 1ivo, a sabiendas de sus enganos “le hacionda celeste yu fandcar mentiros. ‘Neruda priviegia un recotte del nosotros, la idea de una comunided lestora que se recomocisy ee Yeconoce en la in tnidad de la aforansa: usta marea de dentidad enreizada en 1 pasado en el cual se lige nos recuerdos en Tugar de ftroe, ae tejen inajosy se acumen vituales, coremonies, 20 fonstruyen mites... Y ge olvida. Agut el Memorial recurre a Tnfueraa oacura e indeleble del rite de infelacion ex el diel ‘asaje a la madurez de a comunidad ala que representa la 209 chilena, 1a amoricana~ ta letra de Marta, Rs a nica en 1a ‘que se detiene al rememorer su formacién Pablo Noveda, el posta consagrado y de netas eleccioner ideologicas, que no vacila en rubriear con su gesto el imaginario plasmado por ‘38 historia sentimoatal, parqueeligeenvalvertaen el aliento frail de la nostalgia por la perdida lectura sdolescente, que) noha eejado en ejercieie de persuasion ‘Siguiendo con el tema del eapitulo anterior y con mi inte ‘és en la novela como género literarie predilecto de los lee- fares modernos, prefiero detenerme en la euestion de los ea cos hispanoamericanos y revisar esmo fue leida Morte para, convertiree on una obea firme del cation, ya que haste ne hhace mucho se la podia incluir eon comodided en Ts low pardmetros sefalados por Julio Ramos cundo iniia el and lisls de "Nuestra Amerien" de dase Marti "ise texto ha pa sade sor ~mas que una representaciin de América Latina ‘ana cifra inmediata en que monas discordastee de la cultura latinosmerieana, desde distintos dngulos y posiciones poll: tens, ‘reconocen’ au identidad, sa es, por clerto, una pos bie definicion del texto elasic: wn aconteeimiento discursive ‘que en la historia de aus lecturas ~bocradas las condiciones, pecifieas de su producciéa~ ssume tin enorme poder referencial; un texto que, instivueionalizado, pied ese ca raicter de acontecimiento diseontinuo y es leido en funcion ela presencia inmediata del mundo representado.”” Alrespecto vuclve a decir que soria dif sostener la exis- tencia de un eanon e6lide, afianznda en un proceso histories dde duracion pertinente, por una parte y, por otea, con una sostenida proyeccion en América Latina’y fuera de ella, de ‘manera de volver erofble ay Iegitinidad.” El testimonio de Mariano Picén Salas cuando rememora su amistad con el teconamista Alborto Adrian y los ates de formacion compar ‘dos como estudiantes en Ia Caracas de 1920 nos habla de Jn recepeion tard y dificil por parte de ls éites -no ya del pblico en goneral-, directamente de lae obras importantes ‘devan pate Latinoamericano on oto: "Por esos das legaron & 210 Caren ls brs amarilo dee cles La Ctra A enti, dicigidn por dos® Iogenteros, que nos permitieron {Etinoarseriesnamenta, varies muchachos, conocer} apre Sharia teat hse agli naloge amt tta'Venenueia por In geograia, pu convertir sus pampas tm qranjas,vencer el dosiono ¥ ntuarse decdidamente en Tine de vida ders, ane hon ns proentarn ‘on au propa lengua y en Inngitacion desu eseenaro bisto- Fico vos papables, aquellos hombres que, como Sarmien {oy Alberaly ne habian sign para noscttos, haste eso mo- Iento, sino prdceresHenos de adjetvan™ En euanto ene Tamos la frogmentarisy ematien sreulaeidn de obras que, Como eas, potrian peasarwe recomendables on euanta ox Deriencia esttieny cultural, se culo enaegida le neces End de un enfoque particulesiando del complejo sistema do erclusiopes mptiente ‘La emorgencia de un ceasivo aevorde acerca de es0s “ex tosfo autores dignon de ace prosorvador J "preservados {calferentes modas por las nsteuctones so largo del Siem po forma pete de un “icin”, en el sentido de Bourdieu, Thucho mas palpable en este caso que en otras experionsias Calero Por eras ne rane bastante idente gua cour do los oclamesy prorectas de Alfoneo Reyes y Pedro Honrques Urenay con el tasfondo del arelismo, ode Ane fel Raney Octavio Par, ente otros, ol ineremente dole pro- {Ecign ya lecture literariasaftanzaron las literaturas na- ‘Gonales, on elias e concentraron las Tuehas tne duras por Ie articalacion selective de los logados 9 del eanen, aunque tne limes aos debarnorreconocer que se ha 19 profun- isando el desaloe del stodio de le ceratara nacional —e hicpancamericans- en la escuela secanderla, donde, por lo menos en Argentina, hablar logrado imponerse desde 1937 Una postergacion que no alo india el desinterés por ese ‘alorqus Julio Orage le axigaba a Ie iteratura propia Ia {radian lterara nos prow de una experiencia imagina- He‘Comun, ln iteratora nacional pos hace Letores peevlia- eos ex decir, individuce eapeticns), sin tambien Ta nd. ferencia (yor lo menos) de las inatituciones del estado fren teal acceso a experioncias entéticas Guay sino lea proporcia nna la escuela, es posible que e prive de las « un alco nf mero de ciudadanos. Y esta es otra cucstign que debe tane 0 presente cuando se seSalan excluslones, La lectura de la novela de Isaacs nes permite seguir ol desarrollo de su consagracién y observar doade alt los a tates del proceso, Hay que apuintar, en primer lugar, te no dificil encontrar la menciin de Marfa desde su public cidn hasta las primeras déeadas del siglo XX entre flletin 4 famosas novelas europoas (en las hispanoamericanas pre ficamento solo aparecen las obras nacionales) dentro del Perlorio de laciuras de los personajes, generalmente feme- hinos. En BI hombre de hierro (1907) Blanco Fembona lain. cluye en un breve inventario de novelas, sin dudas para él Drestigiosas y en buena medida en acuerdo con st para descalificar la triviaizacign y ax advestir sobre el tra. tamiento de la suya: “La madre, dona Josefa de Linares, equerucla y reyordeta siete arrobas de carne grase~, dest aforada lectora de novelas, tenfaen Ia memoria una biblio. teca de novelistas, y a todo mundo le encanteaba parecide con las heroinas y los héroes de ous lecturas; para dena do ofa, una mujer desenvuelta era una Nand: un nvare Grandet, el de Balzac; un buen obispo, Monsefior Bienvent. do, el de Hugo, En su mundo zeal, como en su imaginacidn, sxistian: Clarisa Harlowe, Ana Karenina, Marta, Goriot, Jorge Auriapa, Dona Perfocta y Pepita Jiménes."* Otras ve. fs (miichas) se condena expresemente el entyetenimiento ‘aracteristico del art culinario, egin Indefine Jause", como ssucede en £1 doctor Bebé (1918) de Joes Rafael Pocaterta con la leetora que, si bien prefiere ala Maia de Efraim’, ‘nfrasea on la hlatoria banal de "una herotna raptada por bandidos"* La fecionalizacion de su lectura en general involucra segments urbanes de las clases medias hasta com 1mienz0s del 00, pero de ahi en més Ins estenificaciones oct ren también en pueblitos o en éreas rorales, donde muchas 212 ‘ruunizan para articular y dar proyeccion a la literatura 213 lectura y de los modos de leer. Ha tendo numerosas ed clones y eriticas slo large del siclo XIX 9 XX quicds sola comparable con Facundo de Sarmiento, con a diferencia de {ue a esto lo leyeron “fuera del cteulo de recepeionchilens 5 vloplatense- pocos hispanoamericanos hasta ins primers Séeadan de! 900. Si atendemos a odo ol mundo hispanshablante, viene bien ta ita de Miguel de Unamuno: Quien no consce on Hspena la novela Marta, desloge Isaac, quo os acasola aovela anoamericana que mat ediciones ha elcanaado en nuestra pateia™ En 1976 el Instituto Caro y Cuervo contabilizaba 164 ed jones de Maria en espanol, ralisades om Chile, Argenting, ‘Uruguay, Cuba y, por supuert, en Colombia, ademas de Ea pay Fars, tecordemos, or etre part, que Marfa fue ed {da por peimora ver direetamente en libro, no en flletta como era habitual en Amériea Latina y ue conocid un ito inmediatoy sostenida por ediciones prdstcamente constam tes: Desde iempranc hallo diferentes canales de creulecign, mpliados por los medias que ofrece el nuove silo: fue le vada al cine en cuatro oportunidades, partir de 1918, 9 forao telenovela en 1978. En el ato 100% se la pode ver‘en Une do los canalesretransmisores de Buen Aiton, oh on Ho clave para este tipo de programas." Es muy’ concede ‘ders la efrencia de namo leaaes Juste Serta en 1889 Sobre Ia repereusion de au novelas *Uoted sabe que en Mest Go se han hecho ediciones de arf, 9 as hechas en Tose ‘és pafses de Hispancamérica, win contar cet (por Mex 0), pasa de veinticinen Uftasdatorconviorten a Maria présticamente en un ejem- lo asi nico por sus posibiidades de intervoncion en a Vida social hispanoamericans, ea pars contibuir a reflar las eonductas en la vida privada yn la constitucidn delat familias, sea para tramar espacioe imaginatives de recone. clinlento identitario.o bem, 7 pasa tmushag veces, pare Ihe troducir las disputas sobre in exieteneia de una lterstara ispanoamericana 9 pare interven en ls eoncepeaes es au cas del momento, Svhyoisa siempre a1 obra canénien Ineienar aan epi pvahaena nent pra reeset betata de defitir queen ate y que ese ico. 1STapongn Ele suyugn stv css tctore ) Testoradon ‘SGonledibies pare sneararexinscussuones, puceto ah {EBM dcensreuoralmenteen silencio, al sega lependo © Seta cersael lito que sw entiende por hieratara, Som toda las peraclones comp jas a indagar sn supine oe ‘agunter aceon e To ete, preguntas gue tien la is Tpeindatsroapelin do Mors au fama halevado steric {eri mopar acres dolar siguiieniones en ques ap0y6 Shaastentde Tocarayseatanco de interpreta que simbolian- Say quate sible Ie novela de Tsaes Itinerarios de lecturas, Creo quedaberfamos onmnreraerton leetores dente dl atte, sonaderade por dean Marie Goslemonty od beVtehbjccoleciv data atria sobre sus Lectura, tnt ae set lente curtural tersondidn como plitien y toil) senda une historia mise de acontecimientos valoizados auigsutie te nentan heresere, ave poderos mame sees canine clonituciral de ann sociedad nacional ave rrviscen ontenosotrot demi modo excl nombres Staley monomentor ety ‘ Barnet cate enfoqve poets pensarte en cémo jucge Martes gut sentide pdeton nerbutra 5uinrode aioe otiscs Crile (183), prmer tomo de las memorins Geocae Vanconecon,ecritace st io ego ou abrame- $e2Pyearetn como candiatos la presidente de Msn om $905 Part ay de dans de Spin lay sobre el peso de ‘tron tate ola imagen que tos atebiogafos construyen ger tae retoma.al Tnwrpretar esme en cicha obra atoncibebtorgn "uno renee nacional a su persona rd'gie’* mediante uns somemorasn que “prosura fon Stes anor gradual em la memoria colectve™™ Ale 215 ordar sus lecturas edolescentespareciora Vasconcelos ape lar, como modo de conseidacion del provectsSolscede toe Molloy,a a reseritura de Maria para modelos sa heceabar tion del mor es deci aeude nun milo us tenses onsidera compartde por un buen numers de er han asf como ala trama do otror modeles pera sogulaghan figura su tent, entre ello, ede Totnes Cone oa ahr redivivo pone en eacena Ia “hiblitece roman’ pecan fom a “acontecimiento” dela lecture de Bl gens eleven sfsm do Chateaubriand, y luego, conta leclonos ref cipula de Campeche, on ata de las cuales Ine sie nee la novela de Isaacs roeseribiondo praticamenta sisoe neat 0 del episodio en quo Efrain le Atala a Masia hecho ge que fue la Marte de Jorge Isaacs el motivo noel fetes emi primera inquiotud amorooa en relacln con foes Loyendo on vou alta algunas deine piginas soonest desenlace iagic, ne Interrumpo ele pong Io gee ‘elaban sor. Cootinué yo conta lecturaconiofeasee at ‘on entrecortads in pensar ya en el entoy er earbonin ucla fara viva, de or bien tirade» ectva de Goulemont, hay que tener en stentala densidad signtentiva quo Maria uc saquiohondy lambien a partir de in imagen contvurdn pr lngee see Apovade on sl scogo autobiogrétice que dial teste Lees 426 en un cone de sombras fo vacates entre vite Hane {ura, misteriose operacion solo expresahle porte eee trtntion mina (Wo he ent le emotion dem Hire ofa rane a alguna de sus amigos antes dela publcceéa to Maria: iho sentird el pablice!"), Esto noleimpia nares sr sobre In pintura corecta dl retrata de Mere wasn 40 en el asapcio dela leyenda sobre el peronsners ra Yertirs en uno da ios protaipos del esentor ron aatien Panoamericano (‘el eaaller elas lgrimat ener nae he deconfictivos avatares personsles-auisantamiier nares anforma una imagen de cansagracon pooe vite net es toncesen Hispanosméria. Sogun nos cuenta Rivers 9 Ge 216 blico “eectrizado", por Isancs mas que i ve ‘asi parvorsan, ya que Marta dista mucho de In Iiteratra i hmeren atin" ‘ ‘ ‘Se colia apuntar que Marfa aparecié el mismo afo que El loa'del spoquoao mundo’, see universe arcaéco, ¥ aroddiea nueva eriticn ait de Marta as guerras de independenctay ln ‘trastrocado la sociedad hispanoamericar ere ae ‘ones de trabajo, el exilio y, también el imperative, [pare wn are propo oda lls proentas ena nareieg inmovilizadas” “por el aricar mentiroso” del poome de lio dé a ease dela terra” ol Paraiou es del feet usc. El dosarraigo la atravieea: Io han vivide nacacne, Sualidad ¢ inocencia, al mismo tiempo que sabemos que v «lla, flextonando las significaciones hacia lo tragice, do en variables histérieas -los velados rey foruda a provienen de el destierro 9 la 218 ‘muerte en consonancia con Jestinos més humildes, sin que {al sino haya afeetado negativamente el porventr de los: {ares que de ese poder dependian. La hacienda patriareal alentaba, amparabe sin perjudicar, modelos de conducta y de trabajo; aunque arafiando un poca la superficie trégil femergian las contradiceones y los conflictos con hebilidad ‘oncentrados en el amor frustrado, come nestalgioso palia tivo en que anclaba la reslided amenszante. El riesgo de orrumbe de estos patrones scondmices, scialesy privados, la palpacién misma del derrumbe, hiere los modas de per ‘bie las transformaciones operadas en Jos siglos XEX y 3X En buena parte do este reco"ido, la lectura de Maria eha- bilitaba o bien justificaba im modelo que al mismo tempo aba eonsuelo 2 su pardidao fundamento «Is rita de la ‘modernidad. Por agus tamb én se echo a andar ou éxito de Los modos de leer Maria Lo que na deben hacer tas nits ‘Bnamorarse defn ecto) lor buena moss Pregunter fo que na les importa ‘Barlare de lor pobree ‘Tomar navie pare peso el Pato. Prefer el dinero la educa. ‘beer novelas naturalist, BY Diario usrad (1999) odriamos decir quo, en términos generales, Mario apa- eve on Ia eritiea yen la representacion de i Tectura, sabre todo a partir de las dltimes decadae del XIX, donde doe pers: pectivas, que se condensarin finslmento en Ia lecture ado. Iescente, nstitucionalizadapor la escuela durante décadas, ‘Una de ellas le endilga expacida diciplinante frente m Is leotura danina de novelag asturalistae doeadentes, y aun fe Ins vanguardins postericres: es um modelo de candivctn no individual y social a seguir, que surge de una imagen femes nina y de familia propia, americana. ‘Muchas veces con ol atributo de fundadora de la novela ‘ispanoamericana, Intra posiciénrubrien sus valores este ticos como un modo de intarvenir en la discuslonesidealis fica, iterarias, eulturales, sobre La novela moderna oa teratura hispanoamericana, presentes, por ejemplo, eh el anilisiv de Meyer Minnomann, obficuamente opuesto al de ‘Sommer, a partir del examen de las implicaciones del uso en ‘Maria del recurso dela "mite en ablme” en la conformation ‘un public lector competante estétieamente:“Aei ex come fen Marfa de Jorge Isaacs se enlazan la produecidn de ons Slusidn de realidad con un afém artistico ambicionado. Bate fan presupone ol deepliegue de una inatitucién propiomen- te literaria on le cultura hispanoamerieans de In epoca 0 por lo menos, la proyeecion de su pesibilidad sobre el publ fo enfocado, BI hecho de que Teascs no conciba st novela ‘como vehteulo portador de mensajes politienso sociales, sino como una obra de fleidn realistay al mismo Uemipo eaten tosamente literaria, puede intergretarse como un primer ‘paso en Hispancamérica hacia una concepcion que, favor de In astonom(a del discurso Iiterari, lo desvincula de Sus funciones tradicionalae de sar un mode de expresion destnn do principalmente a tomar parte en la contienda poltica "= Dos anedotas nos heblan del aposo que pude haber brn. dado Marta para convalidar fomentar la literatura amet tana, y desde ella, la nacional. Em México, luego de publicar- In en folletin, « partir de diciembre de 1871, los eseritores iis respotadoe respaldan la edicign en libra de Bl Federa lista, con juicios Iaudatorios de Justo Sierra, Guillermo Pric- to, Francisco Sosa y otros. Bn Buenos Aire, el éxito teh ‘ia iniciada eee mismo eno con dos ediciones en felletin,tes- timoniado por elgunes notas en Ia prensa, sirvié part que Tamovela de Isaacs terclare en las diskdeneiae de igarae im portantes de la elite cultural argentina, a raz de Ia arma én de José Manel Estrada en el prilogo a ln edicion do ‘Marfa doi878, de que ella era capat de suplirs la novela 220 ‘acm’ LP tte eam Grane fone ema cn Rovecupt no slo faite le nnteriale coipletos para de “mpollasen’ 10 que presuponia Ia existencia dea gallina” eer eeencuadte deberes let 1s leis de Rubén Dario aa lterariahispanoomericena d cana de au tiempo y del pasado, st someterl a aus elecciones estéticas, on los ne aah ovela de Isaacs ~en La Nacional én Mitre por su dfusion (dos generacones amereanes ne aye Presentables alt 0s aes Ls Morta del eslomblano orge teases a rara excapcGn""),dosentendiéndane dc at eis lita emit a ee Se sido mexinna de Mara (1088) en be Ldeoed aang “una novela cursi preferida por las clases medina”. seo Aue, d¢ encuentro de identidad cultural fabulado por Joxt Ses ah a Angel editado en los Bstados Unidos. La alude en alunos {omunidad hiepanoamerieana, solazéndose por momentosen 7 pastoral idilica del “pequeno mundo" de portance 222 presumiblemente afiorado, similar a Ia ilasoria armonia de EI Parasao, en hallar en la disereta y obediente Maria on ‘deal femenine; yen poner Is novela on mano de wno de lot personajes para que au leetura fayorenca el nicio del amor Upescena atleselona dos novelas americanas, Amelfa y Ma: Pia, como fandamento do une tradiciOn lterarin prop, pero Ta funeiGn narrativa que le otorgs puede entenderse como una clta, sobre todo, de In mpvela de Tsanes, en 1a cual ata reemplaza a Chateaubriand, Como Marta, Lueta Jerez propone usos del ociofemenino, pero va mas alla al incluir ala mujor en ol campo dol arte y fen el mundo del trabajo. Como Maria, pone en eseena la bi- bliowea imaginaria, eonvirewindola en ol centro de un hogar altamente ettetizade, presidido maternalmento per la tua de la Mignon de Goethe, cuya presencia se reitera en el sjemplar do Withelm Meister entrogedo como obsequie amo- 040. Un "eldsico univers dees padres, qusent objeto casi dnico, una joya por la riqueza rfinada de 1 ‘undernacioa, acentda fa promineneia de au Teccién -una fctitud reverencial Ilamativa en in autor come Mart que hha dejado on muchas paginas testimonies de su entusiasme ante las ediciones baratae quo hacian pocib tee. nologia industrial, leccion sin embargo inoperente tanto ‘como el resguardo prometide por Ia magnolia que protege el hhogar con eu copiosofollae, om euanto atondomos & la histo ria narra Tia Iectura (xe trata siompre de lo que considers el autor vat tira”, aniversel « americana) no ee responsable del *mal dol siglo", do ese deseo moderno encarnado en Ia clta Lueta deres, deseo que re interroga mediante un saber fal arte que hace a un lado l de a medicina con el cual el ‘naturalismo garantizaba els novela, Estas figuras modernas del deseo, y el riesgo que cntranan, co vinculan con los modos do laor Marfa'en las novelas de entresigles, oponiéndole a le de los novelistas ‘modernos, especialmente franeeres, naturalistas y decaden 220 tes, responsables, con el desarrollo de la gran urbe y el oa ‘opolitismo, de la falta de frenos morales en los jovenes de tun desorden exasperado por la falta de autoridad pater ‘ssumida muchas veces por el médico encargalo dt “eaneae? 1 Jectura. A los diagndsticoreacaleiriantes sequian rome dias similares, como las del médico de Atma de nthe (B91) de Manuel 7 Podesta'a una loctora de Maria. “Bah! La misma historia de siempre: leen novelas de la manana a ie poche, y luego languidecen porque hadio ae las robs o port fue no Hega el ideal que so han forjado en forms de gelan, ble. Atl se educa hoy alas mujeres, Apostarfa s que es una literata, (Hierro ¥ duchas, en ven de posta romanticismo!"™ Lucie Jeres en eambio pane en excena Ia ventajas tanto come los recaudon ante valores cocisen pelt, teas y étieoe, que deben atender los hispanoamerieanor ei su camino hacia ls modernidad, pero soln pela al melodra ‘a para prevenir sobre ol descontrol de la pasion arora itustrandota sin atiner eon los modos de eltenanla el cam, bio de titulo es indicative, aunque sin eludit sus efecton Alestructores on 1a familia y Ia comunided. Pero a medida que avanca el tiglo XX se ¥a circunseri Diendo » Maria a una aconesjable lecfura de inciacion ave sin embargo, casi munca logra frenar las contaminaclanes estéticas y morales ~on Zogoibi (1926) de Enrique Larter, ‘incluso ls estancia argentina, reservorio de prenuntos Fale es nacionales anténticos hasta hacia poco, incluso ella, aba dona en la fantasia del narrador modos de leer y leceoras Aue alimentaban los signas distintives ttadicionatos de oa clase. El libro barato, comprado al paso en las estaciones del forrocarril, invade pellgrosamente los eapacios vedados hasta no hacia mucho tiempo m la leeiura indiserininade zis novela francesa, In sentimental ool folletine extendida al grocero tratamiento del ibro. Alli tambien se Sdeworene sos relatos que pasan a modelar las subjetividadea de mus ieres y hombres, para empujarlas al desquicio* sungue to davis parpadee ia luz céndida que llumina cl descubrimion to dol amor, de ia mano de Marta (“Parectanle ahora saa 2a sceeles,o8 clos stants tao esos xomentoey an ionendy at ecpeoronetneabeinesctprosoeees ea Sie Loeriaa pees remtnton enaee enero a ee aaa am tatencioes aimee ante y deogerradora historia de Maria y Brain, que la bi- Ee dren tanta opine”), na Shr le hin uni nL mais armel au autor Manel Geer, emputad dordosonepeones na onalata ligadas a enaclan tradicional y spants tania dtc dee Wtrsary nec yo ro: ash apeeraheade ot donee ep Argento deo oder ar Silva atts ttreeue Mars Slemenie pre far cer Slaau tt onesies eae conde overs mess {thepundlstomente libro one Fracturas y reconfiguraciones de las tradiciones rencion sionalizcin de Marta prdcticamente no se encwentra en ls novelas yaletines dal XIX que prsile ‘lon la representacion do aebiton rarales y de pequesos frcblos, donde convergen dveridad de prétiens elturat Ken popatares ysradcontes,poveniontor do sectoes bevefogenees, en ru mayors tetrad, para plantear i tuestionce que vengo cxponieado. El paro de Im aventura folletnesea yeu nbrcacl onl otGianidedreyional en Gnampllo mapa decostambre, nilonycroenelns, donde I hecian'geconstruye eu la divas experioncincultral de lo Tracional popula, bien podria volver inverosimal la lee tra Mart, on elite asoncn no rete aoe i loa reogos de homogensiar la experiencia iterarias spancamerianae,Pienso agi en novela como Zot baw. Sider de Ri the Gases Se aonel Payment ores {importantes efmploe poebles™ feta puntualaacion se abroa dforentasaguntos, uno de Jos euslesconducea Int sroveracione de Angel ama sobre In gran fragmentation en la produce iteraria latinoame 225 ricana, que obtura las posibilidades de concebiria come wn {odo homogéneo, ya que rurge de una rocedad divide on slaves y propos portadores y ereadores de diferentes ou tultaras on cuales su vez generan poblica nn laton fesun de comunieactén entre of Rana ext planteda due aga Tos estatuton que fandamentarian hablar de una literatura ‘spano 0 Intinoamericane, dentro den proceso en el cual Seberian ontretejrse tae diveren tndionseculturses, 06 desir, so ombarea en una empresa que on Ins wltimes deen: das se nn encaradotsistiendo en os hetorogeneida cule ral en In neceridad de Savestiger el modo on que pera on Ioedicuraoe que de tel heterogeneidad provienen tanto coma ‘nos que sobre clase consiruyen.™ Les tradicionee de lee: {ra tdemds, se van ensamblando de modo diferente en cada risa, Podenos pentar entonces on una trame do protogémenoe cms toy stat, ne os ole ancia de lo lestores y In letura tanto com ta edcion distribucién del impreso ha ganade terreno en las invest Z faclones de low Utimoy aaos Algunae do else tempera Ine preocupaciones de Angel Rams, enol sentido de que bien mieatran la constitnidn de ui mereado, con dcigu dado ignfieativas entre lon ditints contro, on ecu #0 Aiveoiiean fo ircuitosy Ta ofera cultural sn clausurar Ins fecturas, dan eventa al misma flempo de Ine conta ones yeruses que tion ala cultorsltrada yaa popu Iar--més evidentor on nivles nacionalesy regionals, mis Aificle de sfirmar mecinicamente ra los Sopbitoshiepano™ “morieano y latincamerican®. Dichos eruces maze, d has intoracione, mas alld de Ia igmorancia de os reche Som entre Ia sata cultura” y ins formas populares, sujet 8 In'historia de concapeioneseststican,idovlorcas¥ cultura, vidoncian tamtien ipreqnacionesamalgemas tanto tn in formas de soclabilldad como en las express alt. tales, l mismo tempo que setdan en resrietasioneaore- tonstruceiones identitaiasdifciler de anallear a se ‘marta sin culdado sdivsiones sociosconomiee. 226 Bn relacin con esto y comomarea para tratar los juicios criticos las fceionalizacionce do Marta en la Argontina (lulere introducie say suscintaments dos aportes insosla ables para nuestro tema: Bl dscurso erlolista en. la forma- ion de la Argentina moderna (1968) de Adolfo Prieto y EI Inperto de los sentinientos (1985) de Beatriz Sarto, “Antes do soncentrarse en suobjeta, la literatura eiollista, Priato trata el maps de leeturadel poriodo entre 1880 1910, cuando la incipiente madernisaciin y Ia creencia ferviente fenlas posibilidedes de bienester y de ascenso social que tras tin buen aprendizaje de la letura y de la eseritura habia, inerementado notablemente el pablico. La investigacion se tletene en eomprobar como la prensa, el folletin sentimen- faly Ia literatura criollista enmareaban tres campos do lee thra earacteriaados por ua numero tan alto de letores que tventajaban eémodamente a ls literatura consuimida por los Sectores cultivades ~mientras la edicion normal de un libro tra do 800 sjemplares, as ediciones baratas de folletines ¥ fe novelas podian llegar a ures 10.000, y se comercializa- bam por fuera de las bocas de expendio tradicionales.* Los textos erlllistas atrajeron el consumo masivo de sectores populares heterogencos, cnt ellos a una vasta poblacign Ainmigrantes fen 1914, fecha de edicion de La mecstra hhormal constitu el 48%) que aliments con esa loctura sus basquedas de integrecién, del mismo modo que lo hacta Ia poblacion nativa que migraba a Included, empujada por los Rhruptos cambios de modos de vida y e trabajo en Ta Tan Ta pampeana, Beta literatura relaoonada eon literatura {de cordcly con expresionea semejanten en otras 4rcas Lati- Roamerieanes-, que re entroncabs con In gauchesca, espe- alimente con In obra de Jose Hornindez “Bl gaucho Marin ‘Fierro (18472) habia vendido e1 eeis aos 48.000 ejemplaros, fxico que decidié una primere edicion de 20.000 ejemplares {de La vuelta de Martin Fierro (1878) encuentra en los folletines de Eduardo Gutierrez, aparecidos primero en Le Patria Argentino, eepecialmeste en Juan Moreira, un texto ‘tdelizador de esa produceiencrollista yal mismo tiempo, oer un reforente de primora magaitud on la constituein de la Tierature argentina a medida que avanza el siglo XX, sea por Inzosintortextuales, ea por las polemieas en el campo {toloctualsoorsa dla pertinensia deni incuign on lla * Prieto d los efectos de esa produceiGn: “Es en el ‘espacio do la naciente culture populer donde fo sigos del ‘olin se ofecen con una abundancia que logs eae ala Sstutasion,y donde también se adviert un empaje, tna tens perature emotional, un poder de plasmasion que sleanza Inclusive a Bjar une galerta de poe que sale del universe di papel para incorporarse ain fencia dela vida eotdiana ‘a califiar cn aus termines propio, divoreos gosto yae+ {itudon de a conductacolectiva Ni anion nh deapues, aie ‘turn argentina, en enalgulera de sus nvele,logré seme. ante poder de plastoacin.* Hl exibe do In Sargeotinisacion”y de Ion planes edestic vorno fue nficlonte para tranguiizar ala grape de poder Tradleionales ante le emergonea de estos nuove actors on ‘lambito dela politica del trabajo dea cltura, Los pelt gras olos beneficion, del proceso hallaban wn campo sinh. {ic de sgoiicaion on los dneuracepreocupados po aiden {dad cacionaly los modes de vide propos, los cuales, como = de eeporan,cotan presenter, de una manera ode oir, on Dpracticaments todas las novelas hasta deapuc dela prime. a guerra mundial, evand las expectativan de progreso de Tostnuvon acctore ban sunjado ya on el desarrollo de una lane media que encuentra una ofarta muy amplia on el er. aud, por ln diversidad de titles, temas interes y Ia ‘ultipicacion de los eilclones barataa expats ance! 0 BSempers)y nacionates “hla Biblioteca de ka Nacion, en que me detendré on el capita siguento, a agrogen suchas gras inportantes por Tas grandes tiradas 9 por la programacton de aus coleesi- ten, como i editorial Tor (1912) 9 Claidad (2022), as des. {inidas espociicamento obras naclonaiey como La Calta ‘a Argentina (1918), drigida por Jose Ingoniere, y la Bi Stiotee Argentina (1915) de Ricardo Rojont Comionsan tam: 208 bidn a adguirir cada ver mayor prosoncia las biblioteras po- ‘unleipales, de partidos politices, de clubes ¥ so po que contribuyan al teido denusvas redes sociales y ala Formacion de lectoradosdiversos, ieiden en los valores sln- bolieorstorgados al libro y ala cultura letrada si bien, se- fs Ias Investigaciones, “a pesar de la proiforacién de Lat biblitecas, los testimonios de I letura distan de ser abru- mnadores”" Pero ya estamos ex él ambito do Ins historias harradas por Bl juguete robjose (1926) de Roberto Arlt, que trataré on el eapttulo ocho, y par La traicton de Rita Hayworth (1968) de Manuel Pu_g, con que concluye éste ‘Tigres de papel Wo no ere en nade, paro let Mienles Santa 3 me amsrt Fula covotrme 7 i conte ol scenic dm ate libro mo tabla hecho recuperar fof. Yel Confer me cntets que mofo asombroba poraie ‘muchos portenst te hobian dicho fo misma Manus! Gaver, Bots Ia novela y la historia De confosin en confesidn Manuel Gélves se complace con los efectos pindosos de eu nartativa en 1930, focha de edi dn de Ia novels citada en ol epigrafe. Re hata Tograde mucho antes, si bien aentads a veees por el escin- alo las polemicas como eam La macsira normal (810%, ten Je cual Maria abee las Tepresentacionos de la lectura, hhablendo ya perdido su viru de serve de feeno al desborde ela sensualidad femenina, de inducle ala valoracign de lo propio, dela literatura a de modor de vida tradicionales: Son Fentos nacionales los eneargados de extes dos ultimas fun- ‘Clones en Ia novela de Gale 229 Como para despaiar cualquier resquiclo al malentendide, cl narrador fuerza a Ia protagonista a dejar en claro la ina lided pedagogies, disciplinante, de La macstra normal sl preguntarse ";Por qué caen las mujeres?" a responder eon fa fabula de eu propia vida. Blextravio, in embargo, tene sleanece mayores en exa sociedad aluvional sin rusmbe, de ‘dentidad enajenada como eonsecueacia de pol(tcas liberar los equlvocadas que han puosto on rieegola tutela adecuada para esos pilares de Ia nacign al nito, la mujer, el paeblo-, Tas tres figuras fundamentales dele mitologia deeimonsnica, condensadas aqui on le dogradacién do la imagen mas idea lizada de lainserci de la mujer en el trabajo, la de In mer. tra, cuys enfda os resultado de Ia ensefanaa laiea y del ae Jamento del entoliciomo, ‘Bl encargedo de certifiear con argamentos Iapidarios los avatares del rolato, Gabriel Quiroga, alter ego dol autor”, fustenta como calvacion dela literature y Ia ealtara nacio: nales el volverse ~replegarse-, sdentrarse en el terrtorio argentino, cayas raeas'yfundamentos se eneventraban ain al respuardo de la “literatura de mulatos" de inmigrantes, ‘que se habjan apoderado vertiginosamente del ltoral. La novela funciona tomo adverteneia del avanee de esa verda- ara epidemia hasta el interior de genuinas tradiciones de familia y religion En Bl diorio de Gabriet Quiroge habia rechazado Galvez Ia literatura crolista do consumo masive a partir de estig: mati2ar el "moreirismo'." Ahora, en La meesira normal, lesconfa totalmente de las eompetencias generadas por Ia Tectura de la novela sentimental y en ella Maria), que c= bria Ia apeteneia de lectura de un may ampliolectorado ‘menino, fs convertia on actividad eotidiana e Iba aseguran- do destrezas a ese nuevo publica lector que él mismo Galvez intentaba eastivar -on au doble sentide- con exe género ¥ con une historia tambien sentimental. Desech, al admo- nlzarlo, ese campo de lectura que snalize Healris Sarlo en EL imperio de los sntimientos, constituido por quienes en ‘muy allo numero lefan los novelines de petiodicdad conti 230 ‘nus de Las colesciones La novela semanal o La novela del ‘dia, cuyas tiradas podien sleanzar los 200,000 ejemplares En un pucbito perdido dela provincia de La Rioja, 1a rnormalista Raselda lee y relee Ie novela de Tsaaes: “En Tos ‘veranos, alganas amiges que pataban en aquel ugar le pres {aban novelas, Le entusiasmaban la tristes, 1 que hactan Norar. —c¥ qué novela la hizo lorar més? —iAh! Maria, de Jorge Isaacs. La habia leido eiatro voces. La primera ves, ‘cuando estaba en Ia escuela. Siempre se aeordaba de aque: Ie larga coche que paa® en vela hasta coneluir el Kbro jGuénto habia loradol ¥ sonrcia recordando para si qu, ai feabar a ultima paging, best las tapas del volumen ¥ que flespus se durmid con el libro sontea et pecho. Tavo un sae- bo pocties, donde era la hereina do unos amores Aleageaciadismos hasta que terminé su vida devorada por los tigres en una selva Tantdstica (p. 123). ‘Leer, pasar la noche en velaloyendo fli ylorando. Pucs- ta-en escena dela extrata maria do la Lectura: bro stra 'b, comparte el lecha ye acurcuca on el cuerpo que se {ona -en la lectura, en el sueto hasta ser dovorado por el tigre de papel. No se trata ya:de qué se lee sino de Ie pose para hacerlo, pues aqui pareciera que cl soporte se corporiza Incitande a la promisculdad ea que puede desbordar la lee tura a sclas,reforzada ademas por las provoeativas image: hee de cuadros, grabados o fropagandas reproducidas de Continuo por Ia'prensa y sl impreso. Bn el “sueno postico™ premonitorioy amenazonte (sniestra¢ inesperada enzoba- {ion dela naturales paradisiaca del Causa), el igre cazado por Efrain eo verge -consustanciado con al narrador~ para Cenaurar (por Ins consecuendias) una emocign demasiado transferida a lo corporal ‘Ea lactars impertinente desvanece 1a reeomendada: Mo: ‘ia deja de ser apropindn para cualquier lector, 9 la cance Ta come lectura adolesconte porlos modos incorrectos de leer lay de leer, sea porque te ha comprometido en demasta al ‘Sherpa, sea porque no se saben apreciar aus valores este aa 205 y morales, si bion estamos ante una adolescente Poeblerina carente de capital social y de una biblioteca pro- Pi, con aptitudes sin embargo que deberian gerantizar sux ‘studios roqulares do magistorie. Es mie, parciera volver se peligrosa, porque si pronto cae Raselda en esos “textos de Is felictnd” analizados por Beatriz Sarlo prometedores de ‘amor dicha como los fllotines de Carlota Braomé, que poco eapués entusineman a Rareldo, es In ingemua Maria quien esencadena el arrobamiento en la loctura malzans, #9s0- renela materna y el medio, la escuela norm: Aesprevenida de le inexperta. Bs un estigma, sell zo In fatalidad anclada en sus estrechos vinculos eon la n0- ‘ela, en cuanto género iterario predilectoyliberado de con- ‘ol: el “nombre de novela" y"la vida de novela” da Raselda y tras personajes entrafian signficaciones desgraciadas yt bien de bovarismo ua porcopeién de Ja quo solo wnoe pocos se salvan. Sin dar respiro al lector, el didactismo de Galvez fatten lx nasratig con hitorine de aljenncion de lo propio Aesaflando al fantasma del fracaso de la novola misma de La mcesira normal en el empeno por emular a su modelo, Madame Bowery de Flaubert SI por una parte la pasiva y seneual Raselda cae en las reder engasiosas del seductor Solis pobre, hijo natal, nor ‘malisia j lector como ella, este aspirante 4 ercrtor lop tin embargo superar momentdneamtente el “materialise aprondido en la prestigioea escuela pabliea (iaica) de Phrand.* Pero no en lector snexperto sina desvindo por des rreglos de eonducta. Lee de a Tatoe y distratdamonte lo Aaconsejable: Mis monteas (1895) de Jongsin V. Gonzalex le babrian descubierte loa valores soterrad en lo provinel no, capaces de curar su tubercalesis (aparentomonte frato| de'ou sencualidad lienciosa) y sus devancas esteticas hacia lo“afrancesads" 232 En cambio Raselda y la mayerta de las mujeres de Is no- vela, que povesn el habite de leer, enearnan lo que Nora Catell llama *meatalided felletinenca", es decir, son repre> Sententes de una actitud inmadura ante la cultura, propia dela heroine decimonGnies: ax contiderada, la "mala loctu- yn realidad la “Lectura irrspetuosa", reside no solo en labandono dela sensbilidad fomenina adecuada, sino tam- bign en reduetr le que se lne nana identificacion suporfiial ‘quo diluye laejorarguiasIiterarins” Si bien no escapan a Este incapacided eseritoresy lctores aptos, 1a novela pone fenboca de las docentes la descalificacin de i lectura feme- hina,"! para introdur ol acvrso de Gabriel Quiroge ( las ‘eas de Manuel Gélves)sobrola faneion formativa que de- betta cumplir en la educacién Ia literatura argentina (re Dresentada sobre todo por Marin Fierro la gaucheses, tanto Pome por un eseritorcontempocaneo, seguramonte Leopoldo Lugones): “Se haeta indispensable ineviearles que la litera~ tuna era un "valor tan Feal como el trigo y el ganado. De ese ‘ado se combatia el mater {el pais. Adomds convent enatiar aloe nies como en rues tros paisaies, en nuestra historia, en auestra vida, habla Inagnifico elementos literarie, una materia prima tan rica 4 virginal como no la posefa ta, ver ningin pats del mundo.” ip. 204, La bastardilla es mia) La tutela del mentor tambs Ieatantocomo la sinateria pina” “virginal” cobre la cual se hhabian asontado las bates del nuevo pacto econémico de los liberates deede los ochonta. No asumir la primera persona La mis divine de todas Manuel Pate ‘Manuel Puig echa por tisera el miserabilismo de Manuel Gaver quien, como propictarlo de una vor narrativa infali 233 be, jaya las diorencinn com carencinn y Tas altriduds fond dftrenclan™ Gamo on etrasbovelas euyat, £0. (re Clone Rte Heyworth G96 focalina eh ibro dade elector $ desde allt deapiog,biperblisdndale, ml pos sobee la ‘anta”, sobre la buena manta de ‘a destrons lon ojo, allmenta al “comelibros”, enous, secunda la seduccién amorosa.™ ve Estamos en los aso aeventa, cuando efectivamente 1a cultura de masas ha trancermado las modalidades Ge acer ‘arse lo inprese Ella a su-vex so neveria sabre lan oie nifleaciones gue se quieren dar, eepecialmente al Mbro, euans ‘ds eee inserta eto relates on rasou do naseesensoopele tes etéticon,sstectnmente elacionndne' om arts cam eit ‘I popart yl camp, ambos straveredos por las tensiones {entre ow valores eoncedidos annie clters’ yin cealtara sxiattr goa compe fnstan of ttle allemaal fe Zan a dans reapuerta desde ella Detras de ose natrador Sispuesto a-no ansmir In primera persons, Manvel Psi eealatesial ited espe as oibtnr da mela a tomo la jerarqus, Voces y personajes ancnimoe de case medi definidos por sobrenombres ¥ por aus role fr fs sofa, Sein alia dan cou aa yn arraten Sor tonoey tu estilo la novela, on tanto Stan, neprods en, y en su capaci liad para re-erear as fables, los {Savon oe gestures de wn eedicter moseade de conauine gue tha mulipicado la oferta alterando as dvielones de gusto ange Se ee, y #0 dice que se ha letdo mucho en La traicién de ita Hoyiorth, Tarnlen ee eecrlbe: dari, cars, compo. tlcones literariag, andnine, énadernos Gs peseamtents; Se quiere ar artista Los personajes se spoderan del "arte Ge contar, de volver a contar Mbremonte fo eid ola visto, Sesignficando la fruicgn estdtca, Las converasciones de ‘Toto sobre tus letras de Chejoy ode Thomas Mann con La Pionista slterona,cuyae fantasies de artista fracasada eon {a buen indie sobre el tratamiento dal tems, ponsn eo es cena une de ae vas tralcionaen do“ 204 tor" através de sn contacto con os modelos de Ia alt litera. tura, La novela puede enfoearse desde esta cuestion, sobre todo si ce atiende ala flexion auenbfografiea presente en ella “José Luis de Diego vuelve ainterpretarla como una sntl- novela de aprendizaje, atenta alas implicaciones entee gé- here literanio y gesero sexaal, cita el episodio en que ermine, Ia pionista, deja de lado Le montana majtea por (Que lacazobia empezar una ncvela tan larga.™ Me intere ‘Sen aul los lazos que pueden sstablecerse con Solo los ele- Janes encuentran mandragore de Armonia Somers, consi- {ferade at final dol libro, la cual tambien pareciera apartar~ fevdela novela de Mann, ejemplo ovidente de Is “alta litera- fara” contempornes, acereancose a Puig por sus concepeio- hnes acerca del poder del ate ya través de elas, por el po: fier dado al mismo tiempo al bovarismo ya la libertad del Tector,recurtiend, extrctameate on el caso de Somers, ala productividad del flletn. Puig mas bien elige un *lasico” Rispanoamericano que ha alesnzado wna lecturs masiva tntre los chismes, las habladurias yIes conversaciones ano- ‘dinas de dldloges ineoneluson corroidos por los silencio, ‘Maria atravieas con pie firme la fabrica de suetos y de este: Teotipos medelizados por el cine de Hollywod, por Fadioeeetroaboloros de lau dscadas del treinta y cuarenta, {nun pueblo argentino de la rrovinela de Buenos Aives Pabloy Virginia Los hermanos Karamazov, Bt hombre que rie, Marionelo, Loe miserable, comparten con Marta esta {ninersiGn hasta confundiree ann el falletin como esos gran tee relatos decimonSnicos,pe= los que asoma algsin elésico {nobjetable -Komeo y Julieta ie Shakespeare. Puig retoma ‘os textos cononiondes sobre td par sus ingumerables ee- ores, maa que por las institucones (eunque To hayan sido), prescntandeloe ya completamante spropiados por el const hho masivo, resguardados adonds por las biblioveens pabli fas, las cuales no bam perdido sw rol de distribuidoras de Tectura (los personajes no cesan de valerse de ellas), pero Solocome reservorios msdea. 3a difiell no pensar estas obras Come “foletinizedas® en la nevela por sl modo en que son 235 leidas (salvo sie reviert ose revisa I oxporione turn del folletin donde las celebraciones dl camp? sible ave se nae fallen Maria, “la més divina de todas", surge como la predict, como't te la iborara del respado que, entre los anos trl tay euarenta ~cvandeteanscurre a historia do La aicion a Rta Hayrthe rei con motive del enonatio del at imlento de Teaaca, respaldo que congela In productvidad eau lectura eon el Homenaje oil abedino Ge las inatita- Sine pares du nani um ayo Mori re say, por sjomplo, una ordenansa ministerial dispuse qu 2 las escuelas piblieas lor maestovecxplicaran le signif ‘icin continental de Ia obra, en tanto en Buenos Aire, Ta {apa do le muy difandida revista para nitos Biller pre: Sentabs n una nena leyendolay lorande, ‘ero desde Ia pucria entornada por donde escucha Puig, “Maria es eoneagrada porque ha police yencer aurea une rival inesporada Rit Heyworth, na “avita linda pero que hace traiiones”(p. 88), en ua reiato de traicionesy frase. lone atidinan: La nuper-star de elywood, eae fons “historias son alimentoincosente dea experiencia, hab Aisparadores do susan y modelizadorca de les ebjetos de eseo, eomparte al mito cn ui Mara que acompat sin Schresaltos las diversas practicaseultsroles masivas, don. de se disuelve le dob lestora que veniamoe considersadoy ermanece ol priviegio de a lectura femenina, ‘Nohay en La ‘vain de Rita Hayworth lectaras dept ‘as “se Juega mas bien con tales tmpoviciones. be lectara sana prctica ablerta a La consicucion de ls sentdos do tn text no as recanstracltn),signos de itineraries eu jetivoren Tos eusles no te deseaita in lectura ingetun, Ni lectara ersnea de un objeto estitic, ni lceion de coudueta Se pliega abediente as fabtacionés quo muy diveroa lee foras hacen do su historia, «ln identiicacones yal Hasta gue provoca como a la fancién de intermediaria smorosn @ Serconvierte on resguarde dela calds, con un éxito buscade Ade lees Yes pos Thablande dela persistente potencis dal 296 ‘en vano por quicnes la auspiciban como modelo de moral itiening i bien Ta novela do Pusg flectonalien ls este tipos de como lw sid Ilda Mario, tendo a ropresentar 6] eet del drama amerose ool finai trdgio en mus lectores, Shas queale muchacha inoeonte. AB procede también en Ins Sura lecturam fesionalizadns com elorto detalle como Montana y Romeo y Juliet (en este caso se trata de una ‘opectadora), Boro sobre tod se etoge la letura ireveren: ‘chia leetura que se manifests» través do uno fabulacion tin libre de la idewtifcaciones que Tega a tergiversar La tnfermedad de Maria ¢.su asta relaeion con rain, alfa Alone ficconaliza un lector rebelde a laa imposiiones de {historia nerrada para accra cofnele con, para eal an, In propia historia compenséndols ("La pobre Celia era ‘uniima, pre cuando la atend en el hospital ya no habia fade que hacer dleate Maria’, Pagui? Muere también tubwrculosa"-p188) con iagineias que tuercen les des- tinostrdgleos Ge Marans, de Romeo y Sulit. Serf fel pensar aeatoeaatoriaes como subliterarios” o-hubculturales. Son mis ben residuaice, y ou ue, deci mente muy presente en tanovela, no ae distancia de lade {in Teco: conn, con pocecempotonciaiteraria,exyas lec {uravae hace df denominar “trivvles™. Tampoce serio {aro de un woo adaptative, fo un ejemplo de uso dessiado ‘amo lo plensa Michel de Corton con técticas enfrenta Gr alo proviso para los connumidores; ee mas, opera Jus famente con la ropes, on law entereotios, pero tas Limndo en la novedad dela mensiay de las interationes Irelos productores de bienerrimbolies 9 cus rocopiores en Sleomplajoy dindinico entrtejdo en el cual se perfilan, Snir etree actores, industria eleural y las insituciones Ettamce frente a uaa apeladin al erreno comin deo ete rozeneo en tanto constitativ de lon artefacts atisten,e8 {Shaldo como una activa simulteneidad deo emergente y 10 fonda en una formasioncaltral en la que go alogan Tos eta redutores do "y ls praetor con que se visualiza~ Indominante ‘Se podria pensar también en una valoracién de la letura 4 partir de Ia preferencia de Albert Thibaudet par el termi. to lieu en lugar de lectewr,valiéndose de la Fecuperacion dal sontide que la Lectura tenia en Don Quijote "le liseur de Fomans est-devenue le viveur de romans et le viveur de Fomans est devenue le vivour dela prope vie, male de la vie leat, de celle que demandait a étre accouchée par un effort heroigue."” Este modo de leer se pereibe tambien en el tra tamiento de Romeo y Julieta, similar al de Marta, aunque en a novela se aclava que la bra de Shakespeare ae ha vs- toenel teatro y en el ene, en la version de Cukor. En buena amedida ambas se entraman con el relate de Toto de la pel ula Bi ron Ziegfeld. Sin desatendor a imposiciones de verosimilitud ( a lee tor dela novela, quien podria seguir esas represenéaciones dela lecturn por Ia difusin de dichas ubras), demas de la Pertinencin porlo sentimental y su apertura al melodrama, te podria pensar que so oscogid a Romeo y Julieta y 9 Maria poral eruce ya complejo de estos doa "lasicos” con un objeto Aecididamente kitsch como es la pelicula mencionada, Pero fl esfuerzo heroieo senalade por Thibaudet solo es posible fagut en tanto supervivencia en un mundo slienado y autor tario, en el eval los dramas aletargados por las tarens do- méstieas y por los chismee se vuelven melodramas al emp. to de las novelas sentimentales y de las pelicula. Los con- fietos y frustraciones buscan atajos en el bovarlemo, tan biga en la evasion ola onsonacin, atajoe que no leanzan a lamortiguar Ia amenara del olvdo, porque leet @ ir al cine Supone siempre eonversar sobre ello, cantar, sorteando asi, aunque procariamente, los lugares comunes y les Banalidades de In conversacion, Situaciones sin salide, aclodramaticamente vividar, derivan en la ideallascién de Ia tragedia, esa oxprosion de la mas alta literatura que to: ddavia se puede imaginar on el infeliz final de Ia modest Marianefa de Pérez Galdos:"Marianela en un poze donde ne la encontraron mas y a comiaron las ratas salvaje. mejor tun poto, que si te colgds do un érbol perdida de Ia pampa 238 hay ojos de pélaroe, de glondrnas que pasan,y on el mar tedec gas no eran os poe sgaiers para dari" (p. 195) CCorramos ahora Marfa, y co ella una de nuestras“eran- novelas pero para falas al.eaptulo quiero recordar tas roflaiones de Dumningue in Capra aobro ol canon y Ia Mica al canon, Claro ue enfecaos dese muestra historia {itelectuat, reapecto de cla etvenca cast ritual” de que Ia CSonapacin el ann contain In perinensade we bea. Suetel camino es encaramarse on un canon alternalva, Jebrescntativo porque diswelve las exclusions, en ver do Sfontar ala dacusien sobre su necesidady pertinence tanto sre ina valorea quo ineluc', yal so que de lo canonice Haleven los sites sen ellasnesteas mismos. Por ots parte, ha dado poubiidades a evos planteosy reylontoos de estan cutiones a trabajo de recopilacion 7 “dicgn de textos poco asconbles practicamente ignoredoa Sra muy divers leetores Tel actividad ha puesto a depo Pijgaen lay altimas decades In prodwecign de figuras de felovancia primordial, como, asiism, Loe cambids e185 erprotacioncs de ls lasoe ener ol poder yTosaseureos, htrelina muchas direceiopes cbaresdas pot Ios etudios cule furulos ole quiero valid mis aftrmactones con los apor- toe de dog entleag do vgalieai, “Simon Rodriguez B) Tomine enue le histrteylafcein’, Domingo Miltans fala, entre ros ejomples de aarecda envergadura, que las Shras de Simon Rodrigues acanzaren ediion venezolana Slin tn 1964, en tanto ube quo oxperar hasta 1979 para ‘lve de sus obras somplatns, A su Sez, on “El parnaso ala nacion orelertoner # ropésito de Ta violencia de In iEcturny el simulacro™ HugeAchugar, retomando ideas ex: sas on Er lice on nan mete oa releears nprencinible decde perspectives actuales los nexos en Uae! poder el sisearse dels momoria~ do las tradiciones etectoras" La tradivion por otra parte, bucca representa hha continuidad truco de ur proceso de selceiones 5 nu 239 vas selocrionos- auatentadn on el deseo que surge de rela: ‘lones aacinlen coneretas 'Y no ex menos importante el hecho de que, con distinta intensidad en los diferentes ambitos de América Latine, por cierto con el trasfondo de los problemas de ls wosiodad en au fonjunto, la euestion del eanen noe diluye, impone dieeu- irl, repensarlo porque en distintas instancias navioneles ‘est presente; interact eatética y eulturalmente on medio de situacionos eambiantes, on buena medida ineditas, de un determinado campo intelectual, del mercada y Tos medion de ‘omunicacion mesivos. Beatriz Sarlo trae eltoma « primer plano al reflexionar sobre la signifieacién de nuestro discur- {fo eritico on las précticns simbllicas,colocandose en el te. reno inseguro, pero deisivo, dela enerucijada a atravesar, Desechando antagonismos estérles,reviea la funcién port tiva de los estudios culturales ante las tensiones y conte. tos propios de Is estena publica de lo ultimos aa on Ame: ries Latina fla transician domocrétien, lor profundos eam- bios teenologicos, los nwevos mapas de miseria, ete) 9, em ‘una dimensién més general, regresa ala funcion social del critic literarioy ela tarea que especificamente le compete, por ello irrenunciable, de progunterse sabre “el lugar de La literatura” y sabre fos valores axtéticoe, en una realidad como ls actual, mareada por definitivas tranaformaciones en los todos de ser de eseritura y lectura ~"Se sale que nos esta. ‘mos maviendo hacia y dentro de Ia videoesfera y que eles. pacio piblieo y los escenarios paliticns publices pueden ser considerados hoy una arens eleetronica™® El eaton no esa de rondar todas estas cuestionos. Desde una posicion sii las, también Ottmar Bete, en “Heterogeneidad cultural ho. mogeneidad teorica’, vuelve « In foncign simbelica y social dea literatura, y desde all al trabajo del eriticn: "La liters ‘tara dists mucho de cer condenada necesariamonte aun lus Ker periférico on las actusles dixcasiones de las nuevas teo. Fias culturaler: deseentrada y detcentrante, contiene y reclabora un saber que va mas alla del de lo especialistas ‘Susaber y eu enbidnrte son otros" 240 Notas ‘ie Gr “entazo de Chie Low. 2004; {alc eneva de 1009 Maras Pics Sten, ya vvende en Santiago rn ata npras “ut ana marendocantinenals Pedro Berane Brees Res, ptr, Hoo Bons, Gerad Fonds de Guitars Heonemies, 08% 8p. 990 Sure oe ea ones en Pretignt dealers 22 woe pierce Sine teens, Coreten Foster ilo pee sal ae et rd al sgl 30 or tsp AR a0 de are me eet titinds e ibon octeelte a ear tm aes Soe eee mecca eee Rr 2 Niguel Gotan Sas rier Moe OA "Bae Revita Al. 1 aida 19818 {Paaeconlstnea apn part dese aes ge halan reside ai to yearn el ent euler caeniadgra gue pata Sve ganja" So arias ‘Efrain arancn de vu alma diclada geodon de dolor sere las eiqias heen pao et atin Datputtaa interne, tome tas Tonge oatary and Popes Hafele. Liters mesionna del ove fn de siglo St 28 marc ha aie uri In ‘ode Nader by nba psoas ‘els ela ere infrmac ackrs aoe Speen ‘eRe en 180 fecha de cn al Drctorars del aerate - aida Rare Gurren ioambitn« Bugeni Gambeceres 245 Pe Bon reer a, 9 Jin" Gpiby poe cont dels prima grande gor et topo or Lene ry miner gue SEL ie at ence tte aan 26 a tric de ta Hayworth ee gaclticn 1 ts de ere, Pare Galimar 1990 ‘dina 806 9 4, ‘Homan ain oe iclyen om Betre Casal Stephan, Jui EE Scene mm im 2ar enemas Site ceeine Shore ee Pree aun eaten oe eo pk sate ae eet eeet eee ite ame memes sea mare {ctmeuutran manager aerpra nachos matessseseetepates PE teat crete gear eee docenan al aie, pertnae le Dab xo peek EEG NSIS te se le ne Soros ane sempre sees Pend rt Indice Prlogo «11 1. La trama de Lectura y egcritara on BI lazarito de ciegos ‘caminantes de Alonso Carrié de In Vandera 19 2, Carmen Arviagada, una lectcra romdntica 61 8. Layendo en ol XIX 107 4. Modelos exteanjeros y literatura nacional 145 6. La lecture en Marta 185 6. La lectura de Marfa: constitacién de un elésico hispanc- fmerieana 200 7. Un archive 249 8. La bibliatees, entre traicionesy lecturas errénens 285 9, La escuela de la ats posa: Ifgenio de Teresa de la Parra 10, Las leesiones de loetura en El Siglo de fas Luses «255 41, Lectura y reeseritura en Morirds lejor de José Emilio Pacheco 298 12, La dovada garra dela lestura: Solo los clefantes encun: tran mandrégora de Armonia Fommers 417 495 Sete do mpi eo ect 2010

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