CUADERNO La globalización QUADERNO Globalizzazione

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Todos juntos Tutti insieme

en favor de a vantaggio
algunos... LA MUNDIALIZACIÓN
DE LA ECONOMíA

LA ORGANIZACIÓN
di pochi... LA MONDIALIZZAZIONE
MUNDIAL DEL COMERCIO
DELL’ECONOMIA
EL MERCADO LABORAL
L’ORGANIZZAZIONE
MONDIALE
DEL COMMERCIO

IL MERCATO
DEL LAVORO

Campaña de Educación para el Desarrollo Campagna di educazione allo sviluppo

realizada con la contribución Realizzata grazie al contributo
Comisión de la Comisión Europea Commissione della Commissione europea
Europea PROYECTO B7/6000 ONG/ED/2000/89/CSR Europea PROGETTO B7/6000 ONG/ED/2000/89/CSR
ICEI Milano • Fundació Pau i Solidaritat Valencia
Cuadernos sobre la Deslocalización
y la Organización Mundial del Comercio ICEI Milano • Fundació Pau i Solidaritat Valencia
Colección dirigida por Franco Borelli Quaderni sulla Delocalizzazione
Colaboración: Alessio Adanti e sull’Organizzazione Mondiale del Commercio
Collana diretta da A. Franco Borelli
Cuaderno n° 1 bajo la dirección de Mauro Migotto collaborazione di Alessio Adanti
Todos juntos a favor de algunos... Traduzione in spagnolo di: Gladia Betancor
Tradución en castellano: Gladia Betancor 2001
2001 Quaderno 1
Tutti insieme a vantaggio di pochi…
Todas las publicaciones de esta colección hacen parte de la campaña de Educación para el Desarrollo a cura di Mauro Migotto
«La globalización y su consecuencias sobre el trabajo y la ocupación en Europa y en el Sur del mundo»
cofinanciada por la Unión Europea (B7-6000 ONG/ED/2000/89/CSR).
Le pubblicazioni di questa collana fanno parte del progetto di Educazione allo Sviluppo
«La globalizzazione e le sue conseguenze sul lavoro e l’occupazione in Europa e nel Sud del mondo»
Plan gráfico y compaginación: Sagp srl Roma cofinanziato dall’Unione Europea (B7-6000 ONG/ED/2000/89/CSR).
Imprenta: @lias, via dei Sabelli 115, Roma, septiembre 2001
Progetto grafico e impaginazione: Sagp srl Roma
Fundació Pau i Solidaritat Stampa: @lias, via dei Sabelli 115, Roma, settembre 2001
Plaça Nàpols i Sicília, 11 46003 Valencia,
Tf. 96 392 16 61 Fax 96 392 46 98 Icei Milano, via E. Breda 54, Tel. 0039/02/25785763
E-mail: pauisolidaritat@pv.ccoo.es Fax: 0039/02/2552270 E-mail: progetti@icei.it Internet: www.solidea.org/ORG/ICEI/ICEI_index.htm
CUADERNO La globalización
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Todos juntos
en favor de
algunos...
LA MUNDIALIZACIÓN
DE LA ECONOMíA

LA ORGANIZACIÓN
MUNDIAL DEL COMERCIO

EL MERCADO LABORAL

Campaña de Educación para el Desarrollo

realizada con la contribución
Comisión de la Comisión Europea
Europea PROYECTO B7/6000 ONG/ED/2000/89/CSR
CUADERNO La globalización
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La Fundación Pau i Solidaritat fue creada por la confederación sindical de CCOO
PV, con la intención de cooperar con organizaciones populares, sindicales y de base
de América Latina y el área mediterránea. La fundación trabaja en dos líneas de ac-
tuación: por una parte participando en proyectos de desarrollo integral y por otra
trasladando a nuestra sociedad el debate sobre el papel de la cooperación de un
nuevo orden internacional.
Pau i Solidaritat-PV apuesta por la Educación para el Desarrollo al considerar que la
consecución de un mundo mas justo pasa por el cuestionamiento de la situación de
privilegio del Norte y la actuación solidaria con los pueblos del Sur.
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LA MUNDIALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA
La globalización:
introducción
DE UN TIEMPO a esta parte, en los medios de comunicación, y no sólo en ellos,
se oye continuamente hablar de “globalización”. Es un tema del que muchas per-
sonas discuten, pero muy pocas saben realmente de qué se trata. Aunque la mayo-
ría de la gente, o casi la mayoría, está convencida de que es algo inevitable, un pro-
ceso gradual y difícil de parar. Por su parte, los medios de comunicación a menudo
nos ofrecen una imagen estereotipada o, en el
mejor de los casos, muy parcial y que, de todas
formas, responde a la imagen que nos quieren
ofrecer quienes defienden esa particular visión
del mundo en el que vivimos y hacia el cual
nos dirigimos.
El resultado es, por tanto, una visión
fragmentaria, propagandística, en parte falsa y
que genera una difusa sensación de impoten-
cia frente a un proceso escurridizo, en gran
parte incomprensible y, sobre todo, ingober-
nable. Muchas personas intentan adaptarse a
esta realidad que cambia continuamente, que
a menudo es imprevisible y que genera cada
vez mayor incertidumbre, al tiempo que las
certezas y conquistas en el campo social, eco-
nómico y político, fruto de años de lucha, van
cayendo una tras otra en casi todas partes,
cuando no se tambalean gravemente. En cam-
bio, otras intentan oponerse, aunque a menu-
do se trata de una oposición que nace de la de-
sesperación, de la exclusión, de la marginali-
dad, de la creciente pobreza o de una visión del
mundo pasada de moda. Raramente, por no decir nunca, tal oposición se mani-
fiesta a través de alternativas serias y concretas al modelo dominante. Por lo gene-
ral, se trata de una resistencia, activa o pasiva, que tiende a conservar lo existente,
es decir, la condición actual (y esto vale sobre todo para los/as trabajadores/as) o
que pretende volver al pasado. Por consiguiente, la globalización termina siendo la
única visión del mundo, la única realidad ampliamente compartida. A lo sumo, se
CUADERNO La globalización LA MUNDIALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA
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trataría únicamente de regularla para evitar que camine sola, como un proceso que
se autoalimenta, y que siga dañando a la mayoría y privilegiando a una minoría,
además de evitar, sobre todo, que convierta a nuestro planeta en un lugar donde
La globalización:
cada vez se viva peor.
Es muy importante conocer un poco mejor la realidad que nos rodea pues
definición
aunque parezca que se encuentra lejos de nuestra vida cotidiana nos condiciona
sobremanera, o podría hacerlo en un futuro cercano sin que nos diéramos cuenta y EL TÉRMINO “globalización” apareció por primera vez en los años ochenta, en
sin saber los motivos. Nos referimos, especialmente, al mercado laboral, que es el los Estados Unidos, e indicaba la creciente interdependencia económica debido
argumento principal de este cuaderno. Conocer mejor la realidad, por lo menos principalmente a un nuevo modo de producción, conocido generalmente como
en sus líneas generales, adquiriendo “deslocalización” (desplazamiento de la producción, total o parcial, al extranjero;
los instrumentos básicos para poder este concepto será ampliamente tratado en nuestro segundo cuaderno), y a la libre
interpretarla (aunque no sea de for- circulación de bienes, capitales e información. Se trata, por tanto, de un neologis-
ma exhaustiva) y poder encontrar mo de origen inglés usado para designar la globalización financiera, es decir, la
con mayor facilidad la información existencia de un mercado mundial
que más nos interesa, significa com- del capital. En un sentido más am- El término “globalización”
prender mejor nuestra situación ac- plio significa que, en base a algu- implica que la empresa no
tual y, de alguna forma, también la nas decisiones estratégicas, las em-
situación futura, pero sobre todo nos presas multinacionales aspiran a está vinculada a un territorio,
permitirá saber cuál es la mejor de- realizar una integración producti- pues su territorio es el mundo,
fensa. va a escala mundial: producción
y que la propia estrategia
Este cuaderno no explica de forma exhaustiva el fenómeno de la globaliza- de un determinado componente
ción, pues se trata de un proceso extremadamente complejo y multifacético. De aquí, de otro allá, ensamblado en productiva se decide
hecho, puede ser interpretado de varias formas, dependiendo del tema o del enfo- otro lugar, etc. En cierta manera, en función de los costes
que que se decida tomar. Por otro lado, es imposible que alguien consiga hacerlo la globalización se contrapone a la
de producción de los
ya que esta dinámica afecta prácticamente a casi todo el mundo, a un número ca- multinacionalización. Este último
da vez mayor de sectores económicos y productivos y a la mayoría de las esferas de término designa a aquellas empre- distintos países
la vida humana. Por lo tanto, las consecuencias de este fenómeno, positivas y ne- sas que, aún estando presentes en
gativas, son muy diferentes según el país y, dentro de cada país, según los distintos varios países, se relacionan principalmente con un estado, por lo general el de ori-
estratos sociales. Además, es imposible prever cuál será su desarrollo futuro, sobre gen. Para las empresas transnacionales, por el contrario, el mundo es un único
todo teniendo en cuenta que sus peores consecuencias se podrían incluso llegar a gran mercado y el objetivo es eliminar cualquier obstáculo a su expansión. El tér-
evitar. En cualquier caso, podemos señalar una serie de líneas generales y las conse- mino “globalización” implica, por tanto, que la empresa no está vinculada a un te-
cuencias más importantes de la globalización, sobre todo en lo que respecta al mer- rritorio, pues su territorio es el mundo, y que la propia estrategia productiva se de-
cado laboral. cide en función de los costes de producción de los distintos países y con miras a
vender un producto en el mayor número posible de mercados. Se pueden atribuir
varios significados a este fenómeno, pero esencialmente es un aumento a escala
mundial de las relaciones entre los distintos sistemas económicos y sociales de las
naciones. El aumento de las interrelaciones depende no sólo del creciente inter-
cambio internacional de mercancías, trabajo y capital financiero, sino también del
aumento de la producción internacional, que en buena medida se debe a las em-
presas multinacionales.
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CUADERNO La globalización
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Las causas más importantes de la globalización son dos: la enorme reduc-
ción de los costes de transporte y de comunicación que se ha experimentado en los
últimos decenios; la adopción de políticas de liberalización (eliminación de todo
tipo de barreras, también llamada desregulación) de los movimientos internacio-
nales de bienes, servicios y capital (y moneda). La globalización es, por tanto, una
realidad en el mercado de las mercancías, de los servicios y del capital, y a ella han
contribuido la tecnología y las decisiones de la
clase política. En realidad, la globalización no
es un fenómeno completamente nuevo; co-
menzó en los siglos XV y XVI con los grandes
conquistas de españoles y portugueses, pero el
fenómeno actual es muy distinto. Los inter-
cambios entre naciones existen desde hace mu-
chísimo tiempo pero lo que está sucediendo
ahora va más allá de lo que se hubiera podido
imaginar hasta hace unos años. Hoy en día es
posible comunicar inmediatamente con cual-
quier parte del mundo, transferir enormes can-
tidades de dinero, producir y hacer circular
cualquier tipo de producto con mayor facili-
dad y con costes inferiores. También las perso-
nas se mueven más que en el pasado, aunque
la movilidad del capital y de la producción es
mucho mayor.
La globalización, como movimiento
hacia una economía mundial donde las fronte-
ras nacionales pierden cada vez más valor, ha
cambiado el modus vivendi de gran parte de la
población mundial. Bienes producidos por
trabajadores/as vietnamitas en industrias de
propiedad japonesa son vendidos a america-
nos/as que nunca conocerán. Las verduras que
consumen las familias inglesas han sido recogi-
das pocas horas antes por el campesinado Keniata bajo el sol de África. Y así suce-
sivamente. Si las poblaciones inglesas y americanas, por cualquier motivo, dejaran
de consumir estos productos los/as trabajadores/as vietnamitas y keniatas podrían
llegar a perder el trabajo. Esto también es globalización.
La globalización ha adquirido unos rasgos característicos que nos llevan a
pensar que hemos entrado en una nueva era, sobre todo a partir de los años seten-
ta. Tal aceleración ha sido determinada por varios factores, no todos estrictamente
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LA MUNDIALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA
económicos: 1) el progreso técnico que, con sus efectos en los costes del transporte
y de las comunicaciones, ha superado drásticamente las barreras naturales que exis-
tían en los intercambios. 2) la gradual reducción, especialmente en los países alta-
mente industrializados, de las limitaciones a la circulación de bienes y capitales. 3)
el rápido cambio de dirección, en torno a los años ochenta, de las políticas comer-
ciales de numerosos países empobrecidos para abrirse al mundo exterior. 4) a par-
tir de los años noventa, la apertura de las economías ex socialistas a los intercam-
bios internacionales. Pero la globalización no es un fenómeno “natural”, inexora-
ble, sino en gran parte la consecuencia de decisiones políticas concretas.
La globalización se relaciona con toda una serie de fenómenos: el aumento
de la integración comercial, de la movilidad internacional del trabajo y/o del capi-
tal (real o financiero); las distancias (geográficas, lingüísticas, culturales, jurídicas,
etc.) suponen cada vez menos
problema a la hora de decidir En el mundo hay unos 800
dónde localizar las inversiones y millones de personas (Europa,
de adquirir algunos componentes
productivos (por ejemplo, los sal- Japón, América y otras zonas
picaderos de los coches). Se trata, ricas) que usan prácticamente
pues, de un proceso de integra- los mismos productos, conocen
ción de los mercados nacionales
de bienes y capitales, y también las mismas marcas, viven los
de los mercados de intercambio, mismos acontecimientos a
en un único mercado global que
través de la televisión o de la
funciona siguiendo unas reglas
universales. prensa y desean ser servidos
En el mundo hay unos con la misma calidad y rapidez
800 millones de personas (Euro-
pa, Japón, América y otras zonas ricas) que usan prácticamente los mismos produc-
tos, conocen las mismas marcas (y un ejemplo clásico es la Coca Cola), viven los
mismos acontecimientos a través de la televisión o de la prensa y desean ser servidos
con la misma calidad y rapidez. Es decir, que existe una homogeneización o unifor-
midad del gusto: cada producto es realizado con la intención de crear una moda,
para orientar el gusto y la cultura (de consumo, pero también de vida), y se venden
no por lo que valen sino por lo que aparentan: ¿ cuántas veces hemos llegado a com-
prar algo no porque nos sirve realmente sino porque todo el mundo lo tiene?.
En el mismo orden de cosas, la posibilidad de introducirse en mercados en
los que se prevé una tasa de crecimiento superior a la de los países de origen y la
posibilidad de hacer adquisiciones gracias a las privatizaciones o a las reestructura-
ciones son otros de los elementos que conducen a la globalización. La escena de la
acción económica es el “mercado mundial” y el resultado de la acción es la venta
CUADERNO La globalización
1
de productos y servicios en una lógica global. De una noción del producto como
algo fuertemente ligado a su país de origen, de su realización en el mismo lugar
donde había sido proyectado y de la sucesiva exportación a los mercados extranje-
ros, hemos pasado a una visión global donde la producción está distribuida en dis-
tintas partes del mundo (piezas producidas en lugares diferentes, como sucede des-
de hace tiempo, por ejemplo, en la industria automovilística) y donde se intentan
crear productos de categoría mundial y servicios que respondan a un estándar de
nivel mundial en cuanto a precios y calidad: el consumidor/a potencial de Japón,
Estados Unidos o de cualquier otra parte del mundo, pretende que se le sirvan los
mismos productos y con la misma rapidez (Véase el ejemplo de Mac Donald).
La globalización no sólo es económica sino también cultural, y además es
peligrosa: la integración económica mundial uniforma las distintas identidades
culturales, genera un proceso de homogeneización que nos percibe como simples
consumidores, sin diferenciación alguna, dentro de un mercado mundial en el que
se puede comprar de todo (realmente de todo). De todas maneras, en este cuader-
no nos concentraremos en la parte más propiamente económica del fenómeno.
8 9
LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO
La OMC. Un sistema
poco transparente
LA OMC (Organización Mundial del Comercio) se estableció en 1995 en el mar-
co de la Ronda Uruguay, última de una serie de negociaciones promovidas por el
GATT: Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, predecesor de la
OMC, nacido en 1947 con el fin de liberalizar el comercio y promover la integra-
ción económica internacional, sobre todo entre los
países industrializados. El proceso de liberalización
del comercio internacional se inició después de la
Segunda Guerra Mundial, promovido por los Esta-
dos Unidos, no tanto por motivos políticos sino por
miedo a la competencia económica, en primer lugar
de Europa, después de Japón y, por último, de los
Nuevos Países Industrializados - NPI - (especial-
mente asiáticos). Por consiguiente, gracias a la Ron-
da Uruguay los países más enriquecidos consiguie-
ron ahuyentar el peligro que suponían para el mer-
cado mundial algunos competidores fuertes (como
por ejemplo, Taiwan y Corea). Desde distintos sec-
tores se asegura que la OMC es una organización
democrática porque se basa en el consenso de todos
sus miembros (un país, un voto, a diferencia del
Fondo Monetario Internacional y del Banco Mun-
dial en los que el poder decisorio está en manos de
los países industrializados porque son los mayores
contribuyentes) pero en realidad son los países más
enriquecidos los que toman las decisiones más im-
portantes, los demás, o se adaptan o sucumben.
La OMC es muy diferente y mucho más poderosa que el GATT. Este últi-
mo era un acuerdo ad hoc provisional, no era una verdadera organización interna-
cional dotada de poderes efectivos (eran los estados, en su conjunto, los que toma-
ban las decisiones más importantes: si no estabas de acuerdo, no firmabas). Por el
contrario, la OMC y los Acuerdos que incluye son permanentes y poseen legitimi-
dad jurídica ya que han sido ratificados por muchísimos países: la OMC reúne a
134 países y muchos otros desean entrar a formar parte de ella, pero no agrupa a
toda la población mundial visto que entre sus miembros no se encuentra un país
CUADERNO La globalización
1
tan importante como Rusia. El GATT se ocupaba exclusivamente del comercio de
bienes mientras que la OMC incluye, además del viejo GATT, el comercio de ser-
vicios (Acuerdo GATS) y la protección de los derechos de propiedad intelectual
(Acuerdo TRIPs, a través del cual se intenta impedir que los países elaboren inter-
namente productos de imitación de bajo coste, como CDs, bolsos, vestidos, etc.).
Cuando se creó el GATT el comercio mundial estaba dominado por el intercam-
bio de bienes. Desde entonces hasta hoy el intercambio internacional de servicios
se ha vuelto mucho más importante, al igual que el intercambio de ideas (“propie-
dad intelectual”, como marcas y patentes). Aunando estos tres componentes en
una única organización, junto a toda una serie de reglas para la resolución de los
conflictos comerciales, la OMC adquirirá un poder inmenso. Junto al Fondo Mo-
netario Internacional (FMI) y al Banco Mundial, esta organización es la guardiana
del poder económico global que ejercen los países más industrializados. Los prin-
cipios base de la OMC son: 1) prin-
La OMC tiene un poder cipio de la nación más favorecida (no
a la discriminación comercial entre
inmenso. Junto al Fondo los países; 2) principio del trato na-
Monetario Internacional (FMI) cional (no a la discriminación entre
productos/servicios nacionales y pro-
y al Banco Mundial, esta
ductos/servicios extranjeros simila-
organización es la guardiana res); 3) el comercio debe ser cada vez
del poder económico global más libre; 4) las condiciones comer-
ciales deben ser previsibles (armoni-
que ejercen los países
zación); 5) la competencia debe ser
más industrializados leal (los estados no deben intervenir a
favor de sus propios productos/servi-
cios perjudicando los de un país extranjero); 6) es necesario dar privilegios a los pa-
íses más empobrecidos, para que se adapten gradualmente a las nuevas reglas. La
OMC no es grande si la comparamos, por ejemplo, con el FMI: en ella trabajan
permanentemente sólo 600 personas, pero su “agenda” abarca muchísimos aspec-
tos importantes de nuestra vida. A diferencia del GATT, la OMC no se ocupa
únicamente de productos industriales, sino también de agricultura y servicios.
Además, existen los acuerdos sobre las llamadas “barreras técnicas al comercio” y
sobre las “medidas sanitarias y fitosanitarias”. Podrían parecer cuestiones muy téc-
nicas, pero estos dos acuerdos rigen las normas, las reglas y las leyes de todos los
países en materia de protección de la salud pública y de la sanidad de seres huma-
nos y animales, tachando de “barreras técnicas al comercio” a la mayoría de las le-
yes que protegen la salud y el medio ambiente.
Las principales funciones de la OMC son tres: hacer que el comercio se de-
sarrolle con la máxima libertad posible; alcanzar un mayor grado de liberalización
10
LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO
mediante sucesivas negociaciones internacionales; tratar de resolver las controver-
sias comerciales entre los países miembros.
El GATT presentaba las clásicas formas de protección de la soberanía que
se encuentran en casi todos los acuerdos internacionales: para obligar a un país a
respetar un compromiso era necesario obtener el consenso. Los países miembros
del GATT estaban legalmente obligados a respetar sus normas únicamente cuan-
do todos conseguían ponerse de acuerdo sobre casos específicos. Así que, por una
parte, un país podía impugnar las leyes
de otro país miembro ante las comisio-
nes arbitrales y, por otra, la aplicación de
algunas medidas y la aprobación de san-
ciones por incumplimiento necesitaban
el consenso de todos los miembros, in-
cluido el del país enjuiciado. Para mante-
ner la legitimidad del sistema, raramente
los países se oponían a las decisiones que
les afectaban, aunque existía una opción
que servía de freno de emergencia. A di-
ferencia de los decretos del GATT, los de
la OMC son automáticamente vinculan-
tes y no requieren el consenso unánime;
tampoco se necesita para aplicar las san-
ciones. El consenso es primordial sólo
cuando se desea detener una acción. Una
vez que un tribunal de la OMC declara ilegítima la ley de un país, este último tie-
ne que modificarla si no quiere que le sean aplicadas sanciones comerciales. Por
consiguiente, los países más poderosos son los que pueden presentar recurso ante
la OMC. Hasta ahora los tribunales han otorgado casi siempre la razón a la parte
recurrente, pronunciándose en contra de las leyes impugnadas. En muy pocas oca-
siones ha ganado la parte acusada. Casi todas las leyes nacionales en defensa de la
salud, del medio ambiente, de la seguridad alimentaria y de los derechos de los/as
trabajadores/as han sido siempre consideradas barreras al comercio de la OMC.
En el sistema de resolución de las controversias, los documentos de las comisiones
arbitrales pueden circular sólo entre las naciones implicadas, las partes no tienen
las mismas oportunidades a la hora de ser representadas, no se permite la partici-
pación de la ciudadanía y no es posible apelar desde el exterior. Las comisiones ar-
bitrales y la comisión de apelación se reúnen a puerta cerrada y los procedimientos
son siempre reservados. Los actos no se publican, a no ser que el propio gobierno
decida divulgarlos. El carácter privado de los procedimientos no permite a los pro-
motores de las políticas impugnadas obtener la información necesaria para poder
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CUADERNO La globalización LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO
1

replicar. Si un país no está satisfecho con la sentencia de la comisión arbitral, lo la Comisión de la OMC que regula las controversias. Por consiguiente, si una
único que puede hacer es dirigirse a la comisión de apelación. Pero hasta ahora compañía se siente desplazada o se ve perjudicada por la competencia de compañí-
(año 2000) esta comisión ha cambiado la sentencia de la instancia anterior en una as extranjeras o por un gobierno que incumple las reglas de la OMC, primero tie-
sola ocasión. Además, la ciudadanía no tiene ninguna posibilidad de oponerse a las ne que convencer al propio país para que el problema sea presentado ante la
decisiones de la OMC, estén o no estén de acuerdo con la posición de los gobier- OMC. Las grandes multinacionales son las únicas capaces de ejercer fuertes pre-
nos nacionales. Las comisiones arbitrales de la OMC imponen además los plazos siones sobre los gobiernos para que tutelen sus propios intereses. Por ejemplo, las
que tiene que respetar la nación perdedora para acatar la sentencia. Si no se respe- acusaciones hechas por los Estados Unidos a Japón porque limitaba las importa-
ta el plazo la parte ganadora puede solicitar que se lleve a cabo una negociación pa- ciones de películas fotográficas y vídeos, en realidad era la batalla entre Fuji y Ko-
ra pactar una indemnización. Si no se llega a un acuerdo, o no se paga la indemni- dak para conquistar el mercado japonés.
zación, la parte ganadora puede pedirle a la OMC el permiso para imponer san- Los países que ingresan en la OMC se comprometen a respetar todas sus
ciones comerciales. Una vez que estas normas y sólo pueden evitar que éstas se apliquen con el consentimiento unánime
sanciones han sido aplicadas, es posible de todos sus miembros. El órgano para la resolución de las controversias de la
retirarlas sólo si se las condena unánime- OMC es peligroso porque su poder es, al mismo tiempo, ejecutivo y judicial. Re-
mente, lo cual significa que también tie- suelve los litigios a través de la creación de un panel (comité de expertos) formado
ne que estar de acuerdo el país que las ha por tres personas, únicamente de la abogacía y del profesorado de derecho comer-
solicitado. A diferencia del GATT, las cial, en su mayoría insensibles a los problemas del medio ambiente o de la salud
sanciones de la OMC pueden ser aplica- pública. Estos paneles se reúnen a
das en diferentes sectores; ello supone puerta cerrada, no se admite públi- Los países que ingresan
que un país puede adoptar medidas de co, los documentos son reservados
en la OMC se comprometen
represalia contra los productos de secto- y no se aceptan testimonios. Sus
res clave del país que incumple y no sólo decisiones son muy rápidas y, sobre a respetar todas sus normas
contra los productos del sector en cues- todo, inapelables. Los paneles deci- y sólo pueden evitar que éstas
tión. Sin duda, esto supone una carga in- den sobre la base de principios muy
se apliquen con
sostenible para los países empobrecidos concretos. Uno de ellos es el princi-
que no suelen diversificar sus exportacio- pio del “trato nacional” en base al el consentimiento unánime
nes y que, por lo tanto, se encuentran fá- cual no se puede perjudicar a un de todos sus miembros
cilmente a merced de las amenazas de los productor de un país miembro de
demás países. Pero hasta los países más la OMC a favor de un productor del propio país. Parece muy justo pero en reali-
enriquecidos no se salvan por completo dad quiere decir que es imposible negarse a importar el producto con el “pretexto”
de estas medidas rigurosas, aunque pro- que ha sido realizado con trabajo infantil o de obreros/as no sindicalizados/as en
curan no dañarse mutuamente visto que la mayor parte del comercio mundial se condiciones terribles. No se puede protestar si los métodos de elaboración son per-
desarrolla entre estos mismos países y es obvio que no les interesa emprender una judiciales para el medio ambiente o si has perdido el trabajo porque tu empresa no
guerra comercial entre ellos mismos; a lo sumo, cuando existe una discrepancia (y puede hacer frente a la competencia de otros países que exportan los mismos pro-
las hay a menudo) se intenta siempre que las dos partes salgan beneficiadas: yo te ductos para venderlos a menor precio (porque pagan salarios mínimos a su propia
doy algo a ti y tú algo a mi. A diferencia de las comisiones arbitrales, cuyos miem- mano de obra y sus costes de producción son mucho más bajos), o incluso a pre-
bros son nombrados por turno, la comisión de apelación es un organismo perma- cios inferiores a los costes de producción (con lo cual el precio de venta es inferior
nente formado por siete personas que reciben un sueldo de la OMC. Este hecho, a los costes que deben sostener para producirlos). Por lo tanto, un producto es
ya de por sí solo, es un preocupante ejemplo de incompatibilidad, ya que a estas igual a otro y el público no debe saber cómo ha sido elaborado. El día de mañana
personas se les pide que decidan entre dar la razón a las leyes impugnadas o a las le- puede suceder que pierdas el trabajo sólo porque el panel de la OMC ha decidido,
yes de su empleador. Únicamente los estados miembros pueden ser llevados ante por ejemplo, que los microprocesadores para ordenadores realizados en un país
12 13
CUADERNO La globalización
1
asiático a precios bajísimos deben entrar libremente en nuestro mercado (sin aran-
celes e impuestos de entrada). Como resultado, los productos que tú elaboras se
vuelven demasiado caros y tú, como trabajador/a, cuestas demasiado a la empresa.
Otro principio importante es el de la “nación más favorecida”. Simplemente signi-
fica que hay que conceder un trato igualitario a los productos similares de los dis-
tintos países miembros. O sea, no se puede decir, por ejemplo, que una alfombra
india o pakistaní no la queremos comprar porque ha sido realizada con explota-
ción infantil: una alfombra es una alfombra, no importa dónde y cómo haya sido
producida. Otro principio es el de la “eliminación de las restricciones en materia
de importación y exportación”. Eso quiere decir que, si existe demanda para algu-
nos de nuestros productos, pongamos productos alimenticios, no podemos negar-
nos a exportarlos ni siquiera si nuestro país padece una penuria nacional. Hasta la
fecha, todas las decisiones de la OMC que tenían por objeto aspectos de la salud
pública o del medio ambiente han sido completamente ignoradas.
Hasta ahora han sido presentados más de 170 recursos y un centenar de
ellos han sido resueltos. Los Estados Unidos han presentado querella en 50 de es-
tos casos, intentando apelar por
La OMC regula también todos los medios al principio de
los sectores de la sanidad la liberalización para penetrar los
mercados de los demás países.
y de la educación, que no La OMC es un organis-
son considerados derechos mo ejecutivo y, al mismo tiem-
fundamentales sino mercados po, judicial (secreto) ya que “im-
pone” sanciones y establece cada
día su propia legislación, que no tiene en cuenta los derechos humanos, los acuer-
dos multilaterales sobre el medio ambiente y las distintas convenciones sobre los
derechos laborales. En realidad, la OMC no impone directamente las sanciones si-
no que autoriza al país que ha puesto la denuncia, y posteriormente ganado el jui-
cio, a adoptar medidas de represalia contra el país acusado. Por ejemplo, si el país
que ha ganado el litigio representa un mercado importante en la exportación de
productos del país acusado, el primero, en represalia, puede negarse a importar los
productos del segundo que, por consiguiente, sufrirá graves consecuencias, entre
ellas la pérdida de numerosos puestos de trabajo. Algo parecido podría ocurrirle a
Italia, aunque es poco probable pues, entre otras cosas, forma parte de la Unión
Europea. De seguir así, las legislaciones nacionales, sobre todo en materia de traba-
jo, sanidad, medio ambiente, agricultura e industria, correrán peligro.
Todo esto por lo que respecta al Norte del mundo; en cuanto al Sur la situa-
ción es bien distinta. Se suele afirmar que la OMC es democrática porque en ella
están representados todos los países empobrecidos. Es cierto, pero hay que ver en
qué condiciones. De éstos, sólo 36 tienen embajadores en Ginebra y otros se ven
14
LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO
obligados a compartir las delegaciones. Hay muchísimas actividades simultáneas en
la OMC: negociaciones, comisiones que se reúnen en paralelo. Se necesita personal
para poder estar presente en todo y los países del Sur no disponen de él. El Sur care-
ce de medios para denunciar al Norte o a otros miembros de la OMC. A menudo
tienen que estar muy seguros de poder ganar porque, de lo contrario, el gasto en
viajes y asistencia jurídica es demasiado alto. Por otro lado, la mayor parte de las de-
cisiones las toman los países de la Cuadrilateral (Canadá, Estados Unidos, Unión
Europea y Japón): se reúnen y establecen un acuerdo entre ellos que luego presen-
tan a los demás estados miembros. Además, la mayoría de los países del Sur todavía
está muy endeudada por lo que es muy fácil presionarlos: si no se ajustan a sus deci-
siones, los países enriquecidos les amenazan con reducir los préstamos y las ayudas
internacionales, especialmente a tra-
vés del FMI y del Banco Mundial que
están controlados sobre todo por los
Estados Unidos. Por consiguiente, los
países del Sur han tenido que hacer
muchas concesiones sin obtener nada
a cambio, especialmente en el sector
textil y de la confección (véase el se-
gundo cuaderno).
La OMC regula también los
sectores de la sanidad y de la educa-
ción, que no son considerados dere-
chos fundamentales sino mercados. Si esta línea se llega a aprobar, sobre todo con
el apoyo de los Estados Unidos, estos sectores también se convertirán en un nego-
cio y, por consiguiente, se mercantilizarán, con lo cual cualquiera que no disponga
de medios económicos tendrá que renunciar a la propia salud y educación.
La OMC se ha dedicado a desregular los flujos comerciales y las transaccio-
nes de capital, el comercio en los servicios, los recursos intelectuales, los bienes y las
inversiones. Al finalizar la Ronda Uruguay tres nuevos sectores pasaron a ser con-
trolados por las normas y los principios multilaterales del comercio que ya goberna-
ban los productos industriales desde 1947: la agricultura, el sector textil y el sector
de servicios. El concepto de “acceso a los mercados” y de negociación multilateral
comercial se empezó a ampliar pasando a incluir mucho más de lo que tradicional-
mente se entendía por protección de las fronteras (medidas aduaneras y no aduane-
ras) y terminando por inmiscuirse en las políticas comerciales internas de cada país.
A partir de los acuerdos de la Ronda Uruguay, los países del Sur han dado
libre acceso a las transnacionales y les han cedido el control de sectores vitales co-
mo el sistema bancario, el comercio, los servicios, los recursos intelectuales, las in-
versiones, las riquezas naturales (mineras, petrolíferas, forestales) y la agricultura.
15
CUADERNO La globalización EL MERCADO LABORAL
1

Sin embargo, sólo poco más del 6% del comercio mundial se realiza en base a los
acuerdos del libre comercio; el resto se desarrolla según las reglas de las transnacio-
nales del Norte y de los estados que las protegen. La concentración del capital es
Las consecuencias
impresionante (véase el ejemplo de Microsoft, más rica que muchos países).
En la mayoría de los casos, las ayudas por parte de las principales organiza-
de la globalización
ciones internacionales, como el Banco Mundial, el FMI y las mayores organizacio-
nes financieras internacionales, no se destinan a las naciones o a los pueblos y mu- EN LO QUE RESPECTA al mercado laboral, la globalización se mueve funda-
cho menos a la erradicación de la pobreza, sino a los bancos y a los inversores. La mentalmente en tres direcciones: 1) globalización del comercio: resultado de las
libertad del capital está directamente vinculada a la inconstancia y movilidad pro- distintas negociaciones que se han llevado a cabo durante años en el seno del
vocada por la especulación que puede hacer tambalear la economía de un país (co- GATT. Cualquier bien y/o servicio se comercializa en cualquier lugar del mundo.
mo sucedió en Gran Bretaña y en la Ita- 2) globalización de la producción: es, sobre todo, el resultado del progreso tecno-
lia de principios de los noventa) e incluso lógico. Con el aumento de la “automatización” las empresas han podido prescindir
la de un área entera. de mucha mano de obra especializada (además de muy bien pagada) y desplazar la
La OMC es cada vez más podero- producción especialmente a los países empobrecidos donde la mano de obra es
sa. Hoy en día sus burócratas, por ejem- más barata. A ello ha contri-
plo, tienen poder suficiente para decidir buido también el bajo coste El debate sobre la conveniencia
si la población de California puede inter- de los transportes. 3) globali- o no de incluir entre las
venir para salvar de la destrucción el últi- zación de los mercados fi-
competencias de la OMC la tutela de
mo tramo de bosque virgen que aún que- nancieros: transferencias de
da en ese estado o para prohibir la pre- enormes cantidades de capi- los derechos laborales existe desde
sencia en sus propios alimentos de pesti- tal con fines especulativos hace años, pero finalmente se ha
cidas cancerígenos; y aún más, pueden (no productivos) de una par-
establecer si los países europeos tienen derecho a exigir que en los alimentos que te a otra del planeta. decidido dejar la cuestión en manos
consumen no hayan restos de organismos genéticamente modificados. Natural- Las teorías clásicas so- de la OIT. Pero esta organización, a
mente, la OMC está muy lejos de ser un gobierno mundial, entre otras cosas por- bre la globalización afirman diferencia de la OMC, no tiene poder
que su legitimidad y su poder derivan, en última instancia, del acuerdo entre los que nos llevará al pleno em-
gobiernos miembros, especialmente de los componentes de la Cuadrilateral, y no pleo. La realidad es bien dis- para imponer nada
del simple ciudadano/a que ni siquiera sabe lo que es. tinta. Es cierto que el aumen-
Otra peculiaridad de la OMC es el deseo de armonización, término utiliza- to de las inversiones externas ha generado más empleo en varios países, pero en mu-
do para indicar la substitución de los estándares (de producto, de proceso, sanita- chos otros se ha experimentado un descenso del nivel de empleo como consecuen-
rios, etcétera.) de las distintas naciones por estándares mundiales uniformes, con lo cia de las privatizaciones que han tenido lugar después del “abandono” por parte del
cual las empresas podrían producir mercancías y servicios para un mercado global. estado, en nombre del “liberalismo económico”, de varios sectores económicos.
La armonización ya ha realizado un notable paso hacia delante con la institución El debate sobre la conveniencia o no de incluir entre las competencias de la
de la OMC, que obliga a los gobiernos nacionales o los anima a armonizar sus es- OMC la tutela de los derechos laborales existe desde hace años, pero finalmente se
tándares en sectores como los de la seguridad en el trabajo, la alimentación, las pa- ha decidido dejar la cuestión en manos de la OIT (Organización Internacional del
tentes farmacéuticas, las normativas medio ambientales y el etiquetado de los pro- Trabajo, que forma parte de las Naciones Unidas). Pero esta organización, a dife-
ductos, aunque todavía estamos lejos de la armonización que existe, por ejemplo, rencia de la OMC, no tiene poder para imponer nada. O sea, que tal y como dese-
en la Unión Europea. aban quienes defienden el libre comercio, las cuestiones laborales no deben inter-
Por lo tanto, no hay duda de que en la OMC los intereses comerciales son ferir en el libre comercio, y de hecho no lo hacen. No se ha admitido la propuesta
prioritarios. de imponer sanciones comerciales en respuesta a las violaciones de los derechos la-
16 17
CUADERNO La globalización
1
borales. En efecto, los países empobrecidos se oponen fuertemente porque en ello
ven una clara intención por parte de los países industrializados de proteger sus
propios mercados: con el “pretexto” de no importar las mercancías de los esos paí-
ses porque explotan a los/as trabajadores/as, los países industrializados defienden
sus propias industrias ya que éstas no pueden competir con los productos de bajo
precio de los países empobrecidos.
¿Acaso se deciden en Pekín los salarios italianos? ¿ Se decide en Pekín o Tú-
nez el nivel de protección de los/as trabajadores/as o el nivel de la seguridad social
de la ciudadanía italiana? Esta pregunta es sólo una de las muchas otras cuestiones
y preocupaciones que surgen en relación a la globalización y que son objeto de
amplio debate. Se teme que los salarios de los países industrializados disminuyan y
que se menoscaben las condiciones generales de trabajo a causa de la competencia
de los países donde la mano de obra es muy barata.
No es nada sencillo responder a esta pregunta y no
se pueden hacer previsiones, pero es muy probable
que esta situación (si no en término de salarios, por
los menos en término de mayor desempleo) se lle-
gue a presentar en algunos sectores (como el textil
y el de la elaboración de datos) y en algunas catego-
rías de trabajo (sobre todo con baja especialización
y escasa formación).
La categoría de trabajo que se considera más
expuesta a las desventajas de la globalización es la
de las personas menos cualificadas de los países in-
dustrializados. Esto parece natural en un contexto
en el que una de las mayores novedades es la apari-
ción de países de nueva industrialización atraídos
hacia el mercado global por las fuerzas globales de
integración económica. En este caso, la afirmación
de que los salarios italianos (de los sectores menos
cualificados) se fijan en Pekín está justificada. En
realidad, estos/as trabajadores/as no sólo compiten con la masa laboral china sino
también con la tunecina, la alemana o la española: la integración internacional
amplía la capacidad de reclutamiento de mano de obra, pero comprime los sala-
rios y el empleo.
Si se llegan a liberalizar todos los sectores (los más variados, desde joyas y
juguetes a productos derivados del papel y de la madera), no sólo nos arriesgamos
a destruir los recursos de la tierra, sino también a eliminar muchísimos puestos de
trabajo en los países enriquecidos. Por ejemplo, la flota pesquera de la región de
Apulia, o de otras zonas de Italia, podría tener serios problemas con la liberaliza-
18
EL MERCADO LABORAL
ción de las importaciones de pescado de los países del norte de África; las indus-
trias textiles del Centro Norte y las fábricas de calzado del Sur de Italia podrían
verse obligadas a cerrar como consecuencia de la fuerte competencia de los países
asiáticos, sobre todo China. Los países industrializados piden ahora a voces que se
abran los mercados de los países del Sur a sus productos, cuando ellos no han he-
cho otra cosa que proteger sus propios mercados. Los países de la Unión Europea,
por ejemplo, durante mucho tiempo han protegido (y lo siguen haciendo) su agri-
cultura y su sector textil (muy protegido también en los Estados Unidos). Esto ha
permitido frenar las importaciones de productos de bajo precio procedentes del
resto del mundo, conservando de tal manera el empleo en estos sectores. Si los
mercados llegan a abrirse del todo, muchas personas trabajadoras se verán en serios
apuros, sobre todo las de baja especialización y escasa formación.
Unas pocas grandes compañías transnacionales, que no se comportan en ré-
gimen de competitividad, controlan la mitad de las exportaciones. Las multinacio-
nales y transnacionales desarro-
llan una tercera parte de la pro- Si los mercados llegan
ducción mundial y las dos terce-
a abrirse del todo, muchas
ras partes del comercio mundial.
Es significativo que la cuarta par- personas trabajadoras se verán
te, o más, del comercio mundial en serios apuros, sobre todo
esté en manos de las multinacio-
las de baja especialización
nales. Por lo tanto, estas empresas
no dependen de las condiciones y escasa formación
nacionales: pueden elegir entre los
países con un mercado laboral, impuestos, leyes locales e infraestructuras más renta-
bles. Los efectos sobre el mercado laboral son importantes, no sólo por las conse-
cuencias directas de sus líneas políticas sino por las indirectas, especialmente la dura
competencia a la que se ve sometida la pequeña producción. Piénsese, por ejemplo,
en los grandes centros comerciales que en muchos de los casos han hecho desapare-
cer al pequeño comercio. Es fácil de entender, entonces, por qué las transnacionales
ejercen tanta presión en las negociaciones internacionales y están tan interesadas en
la liberalización del comercio. Hoy en día estas grandes potencias económicas tie-
nen capacidad suficiente para condicionar la política de los estados, y no sólo de los
más pequeños y empobrecidos. Ello provoca inmediatamente un desmantelamien-
to parcial o total, cuando no el freno, del estado social, con graves repercusiones en
el bienestar y en las perspectivas de trabajo de la mayoría de la población afectada.
La liberalización indiscriminada favorece sólo a los países más fuertes.
El peso de la empresa capitalista, financiera y comercial aumenta. El volu-
men cotidiano de las transacciones en los mercados mundiales de cambio exterior,
sobre todo a nivel puramente especulativo, ha alcanzado cifras astronómicas, equi-
19
CUADERNO La globalización
1
valentes al PIB (Producto Interior Bruto, suma de la riqueza producida por un pa-
ís en un año) de un país tan grande como Francia. Las transacciones financieras no
tienen fines productivos y, en valor, superan con mucho al comercio mundial de
bienes. Esta economía financiera virtual posee el poder terrible de destruir la eco-
nomía real subyacente: un inversor importante, movido sólo por el deseo de obte-
ner mayores ganancias, puede invertir una fuerte suma de dinero en una industria
determinada de cualquier país y después irse de repente cuando ya no le interesa,
dejando sin trabajo a muchas personas. Esto ha sucedido sobre todo en América
Latina, pero podría suceder también en otras partes del mundo, aunque difícil-
mente en un país enriquecido. El nivel y la importancia económica de la clase tra-
bajadora del sector de la industria disminuye progresivamente.
En los nuevos mercados laborales las figuras clásicas del trabajo asalariado y
del empleo fijo se concentran en un porcentaje cada vez menor de población. La
reforma de las instituciones del welfare (estado de bienestar) para obligar a las per-
sonas pobres a aceptar cualquier tipo de trabajo disponible, la eliminación de la
contratación salarial y de otros controles sobre la renta y la apertura de la econo-
mía nacional al libre comercio global no regulado han sido las políticas neolibera-
les fundamentales de los años ochenta y noventa en todo el mundo. En todos los
casos, la labor principal del libre mercado ha sido la desregulación del mercado la-
boral. El modelo dominante es el del mercado laboral estadounidense, con sus al-
tos niveles de movilidad, la tendencia hacia la baja de los salarios y el bajo coste del
trabajo. En esta visión, el papel de los sindicatos como órganos de mediación entre
los/as trabajadores/as y el mercado se ha visto modificado y debilitado. La Nego-
ciación Colectiva ha dado un bajón y ha disminuido considerablemente el poder
de los sindicatos en el proceso productivo (véase con detalle en el segundo cuader-
no). Las nuevas tecnologías, factor importantísimo en el proceso de globalización,
han llevado a la total desaparición de profesiones enteras. Piénsese, por ejemplo,
en la informatización de los bancos y de algunas partes del proceso productivo en
muchos sectores manufactureros.
El aumento del trabajo con contrato externo ha reducido a una pequeña
cantidad la fuerza de trabajo permanente de las compañías modernas: el resto son
sólo colaboraciones y trabajo temporal, sin ninguna seguridad. Los estados están
emprendiendo una batalla de desregulación competitiva con el fin de disminuir el
peso de los impuestos y del gasto público. ¿ El resultado?. La sanidad ya no es gra-
tuita, o por lo menos, no como antes; muchos/as trabajadores/as están mal paga-
dos/as y podrían verse sin trabajo de un día para otro; dentro de poco ya no queda-
rá más dinero para pagar las pensiones (a no ser que se firmen contratos privados de
pensiones) y la jubilación llegará cada vez más tarde (siempre que eso sea posible).
El aumento de la llamada “flexibilidad” en el mercado laboral en Italia, y en mu-
chos otros países industrializados, se debe en gran parte al conjunto de procesos que
20
EL MERCADO LABORAL
se conocen con el nombre de globalización. Flexibilidad que, fundamentalmente,
significa mayor libertad de despidos; un número cada vez menor de contratos fijos;
un crecimiento exponencial de los contratos de trabajo temporal o “alquilado”; me-
nor seguridad en el trabajo y un aumento de la movilidad laboral, que te obliga a
cambiar continuamente de trabajo, con lo cual se hace cada vez más necesaria una
formación continua que las instituciones escolares y universitarias no pueden ofre-
cer y que, claramente, no está al alcance de la mayoría. El resultado principal de es-
ta competición global es la crisis de las economías sociales de mercado, el aumento
de las desigualdades entre países enriquecidos y empobrecidos, y también entre los
distintos sectores sociales de un mismo país.
Los Estados Unidos, el país más
poderoso y enriquecido del mundo, es
también el país que presenta en su inte-
rior las mayores desigualdades entre
personas ricas y pobres y, visto que la li-
beralización de los mercados llevada a
cabo por la OMC se inspira en el mo-
delo americano, es así como probable-
mente acabarán todos los países del
mundo, incluido el nuestro. El “mode-
lo europeo” de protección social se basa
en los siguientes fundamentos: garantía de asistencia sanitaria básica para toda la
ciudadanía; el estado es garante de las relaciones generacionales en el ámbito del
sistema de pensiones; tutela económica de las personas discapacitadas, desemplea-
das y en condiciones de pobreza.
Como consecuencia de los grandes cambios que se esperan en la estructura
demográfica, del desempleo, del aumento de los trabajos atípicos y precarios, del
crecimiento de la figura del trabajo irregular, de la consistente evasión fiscal y del
escaso control de los movimientos de capital, en la mayoría de los países europeos
la conservación de los actuales niveles de prestación social y de las actuales condi-
ciones de acceso a la misma se verán comprometidas. La evolución del sistema de
protección social en los países europeos se verá además influenciada por el proceso
de integración económica y financiera, y por la rigidez impuesta por el proceso de
integración monetaria. Unos procesos que nosotros/as, simples ciudadanos/as, no
podemos controlar ni prever.
Mejor conocido como globalización mundial de la economía, este nuevo
modelo económico impone vínculos supranacionales que restan poder legal y prác-
tico a los estados, que ya no pueden subordinar la actividad comercial a otros obje-
tivos políticos. Por lo tanto, a través de este modelo se trata de abolir la responsabi-
lidad y el poder decisorio de las naciones sobre cuestiones como la seguridad ali-
21
CUADERNO La globalización
1
mentaria, las medicinas o los vehículos de motor, o sobre el uso y la preservación de
su propio territorio, su agua, sus minerales o recursos naturales; y todo en nombre
de la completa libertad para producir y comercializar cualquier cosa en cualquier
parte del mundo. Abolir las leyes nacionales y las fronteras económicas para incre-
mentar la movilidad del capital y el “libre mercado” (que en gran parte está en ma-
nos de las multinacionales) ha beneficiado a empresas como American Express,
Cargill, Union Carbide, Shell, Citicorp y otros colosos de la economía global, pero
no de igual manera a los/as trabajadores/as, donde quiera que se encuentren.
Los derechos laborales, que deberían haberse incluido en la Ronda Uru-
guay, fueron totalmente excluidos porque limitaban el comercio global. Por el
contrario, se fortaleció el derecho del capital a
ser invertido en cualquier sector y en cualquier
país, sin límite alguno. En cierta manera, las
grandes empresas hacen que los países empo-
brecidos se vean abocados a una especie de “es-
calada hacia abajo”, y todo para beneficiarse de
unos costes salariales más bajos, unos impues-
tos más ligeros y unos estándares más
permisivos en cuanto a la polución del
medio ambiente. Es evidente quiénes
ganan y quiénes pierden: por ahora,
pierde quien trabaja, quien consume y
las comunidades de todo el mundo, so-
bre todo las más pobres, mientras que
triunfa el gran capital en su búsqueda de
beneficios a corto plazo. A menudo las
comunidades que ya han sufrido el cie-
rre de algunas fábricas y la reducción de
la base productiva se enfrentan a una es-
pecie de chantaje, extremadamente efi-
caz, que las obliga a hacer todo lo posible para no perder más puestos de trabajo,
pues saben perfectamente que tales amenazas siempre se han cumplido en los paí-
ses empobrecidos, y ahora también cada vez más en los países enriquecidos.
Se discute muchísimo sobre los posibles efectos de la globalización en el
mercado laboral de los países del Norte. No es nuestra intención exponer aquí la
cuestión de forma exhaustiva, sino únicamente los aspectos más destacados, te-
niendo en cuenta además que es un tema extremadamente complejo y difícil de
prever. Se teme que los salarios y los distintos beneficios de que goza la clase traba-
jadora en el Norte estén disminuyendo a causa del dumping social de los países
empobrecidos, o sea, de la exportación por parte de estos países de productos que
22
EL MERCADO LABORAL
se venden a precios más bajos respecto a los productos equivalentes de los países
enriquecidos porque la mano de obra que ellos utilizan cuesta poquísimo y los de-
rechos de los/as trabajadores/as no son respetados; esto vale sobre todo para los
bienes que necesitan mucha mano de obra, como por ejemplo los productos texti-
les. En los países enriquecidos, la figura del/la obrero/a está desapareciendo o está
cambiando rápidamente. Su trabajo se realiza cada vez más en los países en vías de
desarrollo donde el salario es más bajo lo que permite, eso dicen, sacar provecho de
la propia ventaja competitiva, que consiste en ofrecer fuerza de trabajo de bajo cos-
te para producciones con alta intensidad de mano de obra.
La declaración de los ministros de la OMC en Singapur (diciembre de
1996), firmada por los Estados Unidos y por otros 131 gobiernos, rezaba: “...Re-
chazamos el uso de los estándares laborales
con fines proteccionistas y coincidimos en La práctica de suprimir
que las ventajas relativas de algunos países, los puestos de trabajo
especialmente de los países en vías de desa- “excedentes” después
rrollo con bajo coste salarial, no deban ser
cuestionadas...”. Hoy por hoy es muy nor- de una fusión produce
mal transferir al extranjero (“deslocalizar”) un aumento vertiginoso
incluso las profesiones más rentables, como
de los valores bursátiles,
planificación, gestión administrativa y pro-
gramación de ordenadores (sobre todo a pa- pero le acompaña un
íses como la India). Generalmente se despla- descenso del empleo
zan dos tipos de empleo: los trabajos móvi-
les y bien pagados, como los que están relacionados con la elaboración de datos y
la programación de ordenadores, y los trabajos de bajo contenido salarial de los
sectores financiero, suministros, servicios a las empresas e incluso contratación de
directivos. Por ejemplo, un hospital periférico de Washington ha transferido su ar-
chivo vía módem a Bangalore, en India, donde el sueldo medio anual es de 3000$
contra los 25.000$ de los EEUU. Otro ejemplo, aunque existen muchos más, es el
de los procesadores para ordenadores IBM: inicialmente la producción se localiza-
ba en los Estados Unidos y en Europa Occidental, pero con la expansión se des-
plazó a países con mano de obra barata; en Asia, el desplazamiento de una zona a
otra puede reducir a la mitad los costes de ensamblado de los procesadores.
Varias empresas textiles italianas, japonesas y coreanas han invertido en
Bangladesh, donde se producen vestidos, además de otros productos, en condicio-
nes terribles y donde el trabajo infantil está a la orden del día. Además, los acuer-
dos de la Ronda Uruguay favorecen la frenética fusión de las empresas. La práctica
de suprimir los puestos de trabajo “excedentes” después de una fusión produce un
aumento vertiginoso de los valores bursátiles, pero le acompaña un descenso del
empleo. Entre los efectos principales del acuerdo GATS (Acuerdo General sobre el
23
CUADERNO La globalización
1
Comercio de Servicios) tenemos, sobre todo, la oleada de fusiones entre empresas
del sector terciario. La OMC sostiene que el GATS es el más importante acuerdo
mundial sobre inversiones puesto que no trata sólo del comercio transfronterizo si-
no también de todos los sistemas posibles para prestar un servicio, y entre ellos el
derecho a establecer una presencia comercial en el mercado de la exportación. Pre-
sencia comercial significa que los proveedores de servicios tienen derecho a pene-
trar los mercados de los otros estados miembros de la OMC aumentando la com-
petencia y, eventualmente, englobando las empresas nacionales.
Uno de los motivos por los que la OMC tiene fama de actuar a favor de las
grandes multinacionales y en perjuicio del empresariado local se encuentra preci-
samente en el hecho que sus normas se adaptan más a las primeras que a las segun-
das. Muchas de las nuevas disposiciones
de la Ronda Uruguay promueven opor-
tunidades que no están al alcance de las
pequeñas empresas: por ejemplo, dirigir
las telecomunicaciones de un país extran-
jero, fundar instituciones bancarias en el
exterior, trasladar plantas enteras de pro-
ducción, adquirir empresas extranjeras o
comercializar a escala mundial un pro-
ducto para el que se necesita la tutela de
los derechos sobre la propiedad intelec-
tual en todo el mundo. Si los consideramos en su conjunto, los acuerdos de la
Ronda Uruguay trazan un sistema de comercio que se adapta perfectamente a las
grandes empresas globales, pues disponen de los recursos necesarios para trasladar
la producción y ofrecer mercancías y/o servicios a varios mercados al mismo tiem-
po. La prueba está en la cantidad de privilegios y protecciones que han sido otor-
gadas a las empresas y no así a las comunidades y a la clase trabajadora. Por ejem-
plo, los nuevos derechos de propiedad de las empresas globales han sido estableci-
dos y amparados por los acuerdos TRIPs, TRIMs y GATS. Por el contrario, de los
derechos de los/as trabajadores/as nunca se habla, a no ser para considerarlos ba-
rreras comerciales que pueden ser impugnadas con arreglo a las normas de la
OMC. En el mismo orden de cosas, está categóricamente prohibido conceder un
trato preferente a los países donde se reprimen los derechos laborales.
Visto que las empresas no están obligadas a respetar las normas más funda-
mentales en materia de derechos humanos y de trabajo se asiste a una despiadada
“tendencia hacia la baja” de las condiciones laborales y de los niveles salariales. El
país que puede garantizar los costes de producción más bajos “gana”, en el sentido
que la producción será desplazada a su territorio, en cambio las personas de ese pa-
ís “pierden”, pues a menudo se ven forzadas a trabajar en condiciones inhumanas
24
EL MERCADO LABORAL
con un salario mínimo; y pierde también la clase trabajadora de los países compe-
tidores, entre ellos el nuestro (el tema se tratará con más detenimiento en el segun-
do cuaderno). Las empresas nacionales que respetan los estándares laborales y me-
dio ambientales serán expulsadas del mercado. Los salarios de los países industria-
lizados caerán en picado y las industrias nacionales podrían verse obligadas a redu-
cir los costes del trabajo para hacer frente a la competencia. Pero un buen un día,
incapaces de competir con el salario medio de un dólar al día de China o de los 3-
4 dólares/día de México, podrían decidir desplazarse a otros lugares generando así
desempleo. No podemos saber hasta qué punto llegará todo esto, pero sabemos,
por ejemplo, que en Italia ya está teniendo lugar en el sector textil, del calzado y
otros. Estimulados por las empresas, que ahora tienen mayor libertad para despla-
zarse allá donde la producción es
más rentable, los países empo- El Consejo para la Resolución
brecidos que pueden ofrecer sa-
de las Controversias de la OMC
larios más bajos y menores medi-
das restrictivas en lo que se refie- puede ser usado para atacar
re al medio ambiente y a la segu- las leyes que salvaguardan
ridad compiten entre sí.
a los/as trabajadores/as, pues
Puesto que no existe un
código mínimo de comporta- las identifica como barreras
miento para poder acceder a un técnicas al comercio
nuevo mercado, los países ni si-
quiera respetan los estándares básicos. Es más, las empresas pueden castigar a los
países que intentan promover los derechos laborales y la protección del medio am-
biente trasladando la producción a otro lado.
Las normas de la OMC prohiben por lo general hacer distinciones en base
a los “Métodos de Producción y Procesado” (PPMs, en inglés), es decir, en base a
aspectos que nada tienen que ver con el producto. Los PPMs son descritos como
sistemas para la valoración de los productos no según sus características físicas o el
uso final que tendrán, sino en base al proceso de fabricación. La prohibición de
discriminar siguiendo tal criterio hace casi imposible obligar a los gobiernos y a las
empresas a respetar los derechos humanos. Estas, y otras disposiciones, hacen que
las leyes sobre suministros que anteponen las consideraciones de tipo medio am-
biental o social, o prohiben la adquisición de mercancía que se produce violando
las convenciones sobre el trabajo y sobre los derechos humanos, sean consideradas
incompatibles con las reglas de la OMC. Por último, el Consejo para la Resolu-
ción de las Controversias de la OMC puede ser usado para atacar las leyes que sal-
vaguardan a los/as trabajadores/as, pues las identifica como barreras técnicas al co-
mercio. Las medidas previstas por la OMC (Acuerdos TRIMs, sobre las medidas
de inversión relacionadas con el comercio) promueven la creación de áreas donde
25
CUADERNO La globalización
1
se trabaja para la exportación: son zonas económicas especiales (1) donde las gran-
des empresas importan de las empresas extranjeras aliadas todos los componentes
necesarios y pagan salarios mínimos a los/as trabajadores/as que ensamblan los
productos para su posterior exportación a los países enriquecidos. La fuerza laboral
que trabaja en estas fábricas de ensamblado reciben un sueldo mísero mientras que
las multinacionales venden sus productos a precios muy altos. Un ejemplo clásico
es el de los zapatos de deporte Nike, que se venden a más de cien dólares cuando
los/as trabajadores/as que los fabrican ganan en una hora solamente unas pocas li-
ras. Al mismo tiempo, las personas que han sido despedidas de las fábricas que se
han deslocalizado al extranjero, por lo general encuentran otro trabajo pero con
salarios más bajos. Por ejemplo, en las Zonas Francas cercanas a la frontera mexi-
cana (las llamadas industrias maquiladoras) los/as trabajadores/as reciben un suel-
do que ni siquiera supone el mínimo necesario para vivir.
En las maquiladoras el conjunto de géneros de primera necesidad (comi-
da, gas, alquiler, electricidad, transportes, agua y frigoríficos), en 1998, costaba
54$ a la semana. La paga media neta semanal por persona era de 55,77$. Por lo
tanto, el restante 1,77$ debía cubrir los gastos de instrucción, ropa, cuidados mé-
dicos y otras necesidades. La creación de estas áreas con bajo coste salarial (en las
que las empresas inversoras gozan de todo tipo de facilidades) está fomentada por
una combinación de normas de la OMC. Estas normas prohiben la adopción de
una serie de medidas que, por el contrario, los gobiernos deberían tomar para ga-
rantizar la tutela de los derechos laborales y para diversificar más la producción.
Además, los esfuerzos de los gobiernos para hacer que se respeten estos derechos
(como el derecho a reunirse en sindicatos y la posibilidad de negociar para obtener
salarios y condiciones de trabajo mejores) se ven normalmente “compensados” con
el traslado de la producción de estas empresas a otros países menos “sensibles” a las
exigencias de los/as trabajadores/as.
Las multinacionales y las Zonas Francas no sólo son dañinas para las perso-
nas que trabajan en ellas, sino también para la fuerza de trabajo de los países in-
dustrializados. Por ejemplo, la Custom Trim, empresa canadiense que produce re-
puestos para automóviles y en la que, hasta hace unos pocos años, trabajaban
1.300 personas hoy cuenta con 187 empleados. Fue adquirida por una multina-
cional americana que desplazó la producción a las maquiladoras mexicanas donde
el salario medio es de 0.71$/hora, contra los 12$/hora de Canadá. Alrededor de
unos 2.100 talleres de maquiladoras de México producen material electrónico,
componentes para coches, productos químicos, muebles, maquinaria de vario ti-
po, etc. Desde mediados de los años ochenta, su número se ha cuadruplicado. Al-
rededor de unas 550 mil personas trabajan en las maquiladoras, que en un 90%
(1) Estas Zonas Económicas Especiales se conocen también con el nombre de Zonas Francas.
26
EL MERCADO LABORAL
son de propiedad estadounidense. Este tipo de instalaciones no se encuentran sólo
en México sino también en otros países como Nicaragua.
A partir más o menos de la segunda mitad de los años setenta, con la con-
solidación del proceso de globalización, empezaron a evidenciarse algunas tenden-
cias negativas en el mercado laboral de los países industrializados: el estancamiento
del nivel medio de los salarios reales; el progresivo declive del salario de los/as tra-
bajadores/as menos cualificados/as respecto al las
personas más cualificadas, con el consiguiente au-
mento de las diferencias en las retribuciones sobre
todo en los EEUU y en Inglaterra; la presencia de
tasas de desempleo muy elevadas entre los secto-
res laborales menos cualificados, especialmente en
la Europa continental. Estas tendencias a menu-
do han sido interpretadas como la consecuencia
de la cada vez más escasa demanda de trabajo no
cualificado respecto al trabajo cualificado. A este
cambio en la demanda no correspondió una ade-
cuada expansión de la oferta. En países como Ita-
lia este fenómeno, junto a las iniciativas de los go-
biernos y de los sindicatos tendentes a frenar las
diferencias salariales, ha generado mayor desem-
pleo (en un mercado laboral como el italiano en
el que, por lo menos hasta hace unos pocos años,
las autoridades intentaban mantener el nivel de
los salarios, la disminución de la demanda de trabajo se reflejaba inevitablemente
en un aumento del desempleo; en cambio, cuando el mercado laboral es más flexi-
ble, los salarios bajan).
Un factor que ha incidido mucho en la aparición de este fenómeno es la
presencia de un progreso tecnológico cuyo objetivo es el ahorro del trabajo no cua-
lificado: por ejemplo, piénsese en la introducción de los Cajeros Automáticos y de
otros servicios informatizados, y no sólo en los bancos, que han eliminado toda
una serie de actividades que anteriormente eran realizadas por el ser humano. Pero
no hay que olvidar que globalización y progreso tecnológico son fenómenos que
están muy ligados. De hecho, la competencia de los países en los que la mano de
obra cuesta poco no puede explicar por sí sola el aumento del desempleo entre los
sectores de población poco cualificados ya que el comercio entre los países menos
industrializados y los países industrializados es muy poca cosa comparado con el
que existe entre los países industrializados entre sí y que, además, el fenómeno de
la deslocalización todavía se limita a algunos sectores y países. Otra explicación
que se suele dar es la del continuo aumento del flujo migratorio desde los países
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CUADERNO La globalización
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empobrecidos hacia los países enriquecidos. Pero no siempre es así. Por ejemplo,
en Italia, las personas inmigrantes realizan trabajos que la gente en Italia ya no
quiere hacer (por ejemplo, en las empresas constructoras del Norte); por tanto, las
Conclusiones
empresas contratan la fuerza de trabajo inmigrante no sólo porque cuesta poco si-
no porque no encuentran otra mano de obra disponible.
Sin duda la globalización ha repercutido negativamente en los/as trabaja-
dores/as escasamente cualificados/as de los países industrializados, a causa tam- HABRÁ QUE ESPERAR A que las normas de la Ronda Uruguay se cumplan en
bién de la desindustrialización (progresiva disminución del nivel de empleo en el todos sus aspectos antes de poder evaluar los efectos económicos a medio y largo
sector manufacturero) de muchas áre- plazo (si bien una evaluación rigurosa de las consecuencias no será tarea fácil). De
La tendencia a la baja as, y es muy probable que la situación todas maneras, las líneas de orientación que hasta ahora se han evidenciado no
de los salarios y de los empeore. Por lo tanto, el nivel nacio- presagian nada bueno. Desde que se creó la OMC el mundo no ha conocido el
nal de los salarios es lo que determina crecimiento y las mejoras de las condiciones de vida que prometían sus promoto-
estándares de trabajo que
la “competitividad” entre los países (o res, todo lo contrario. Sin embargo, todavía es pronto para hacer un balance, aun-
promueven las compañías por lo menos incide bastante). Por que sólo sea provisional, ya que los acuerdos para la eliminación de las barreras co-
que invierten y los países ejemplo, en la industria textil de Ban- merciales prevén un período de realización bastante largo, de unos cuantos años,
gladesh, la paga media por hora, en así que los efectos más importantes podrán verse más adelante. Sea como sea, las
que intentan atraer a las 1995, era de 0.2$, de 0.35$ en China diferencias en el nivel de riquezas entre un país y otro y dentro de cada país se es-
empresas, se ve también y de 0.4$ en Indonesia y Vietnam. En tán acrecentando rápidamente. A pesar del aumento general de la productividad,
favorecida por el firme los países industrializados era veinte ve- en muchos países los salarios no han subido.
ces superior. Las cifras económicas nos presenta un cuadro
apoyo de las fuerzas La tendencia a la baja de los sala- de la situación bastante triste pero reflejan sólo
del mundo financiero rios y de los estándares de trabajo que uno de los aspectos de la cuestión.
promueven las compañías que invierten Igualmente importante, aunque menos
y los países que intentan atraer a las empresas, se ve también favorecida por el fir- conocido, es el papel de protagonista que juega
me apoyo de las fuerzas del mundo financiero. la OMC en el deterioro de las políticas de inte-
Las 15 corporaciones más importantes del mundo tienen una renta bruta rés público para la protección del medio am-
superior al PIB de más de 120 países. Las 500 compañías más grandes controlan el biente, de la salud, de la seguridad y del trabajo.
70% del comercio mundial. El aumento de las limitaciones al poder impues-
La liberalización de las importaciones, que en el último decenio se han vis- tas por la Ronda Uruguay a los gobiernos que desean mantener normativas de inte-
to multiplicadas por diez, es sólo uno de los factores que, a partir de los años rés público se concreta a través de un sistema de comisiones internas de la OMC. Es-
ochenta, han ejercido una presión cada vez mayor en el sector industrial europeo. tas comisiones tienen la facultad de juzgar la conformidad de las leyes de un país.
La producción está descendiendo y la productividad del trabajo está aumentando Desde su nacimiento, la OMC siempre ha considerado barreras ilegítimas al comer-
mucho más rápidamente que la media del sector manufacturero. El resultado para cio todas y cada una las políticas legislativas examinadas y, por lo tanto, era necesario
la UE ha sido la pérdida de 639.000 puestos de trabajo en el período 1988-94, abolirlas o modificarlas. Muchos países, sobre todo empobrecidos, cuyas leyes han si-
que corresponde a casi el 30% del total de puestos de trabajo que se han perdido do declaradas ilegítimas, o a los que la OMC simplemente ha amenazado con llevar
en la industria de la manufactura. Italia también se ha visto afectada, si bien menos a juicio, han abolido o cambiado sus normativas. Naturalmente, cuanto más enri-
que los demás países. No se sabe exactamente en qué medida la creación de la quecido y poderoso es un país, menos obligado está a modificar su legislación (aun-
OMC ha influido en los procesos de superfusión y reestructuración que han teni- que en varias ocasiones los EEUU se han visto obligados a reformar algunas leyes).
do lugar en estos años en muchas multinacionales y en el fuerte impacto que éstas Los Estados Unidos, algunos países más y eminentes personajes han declara-
han tenido en el mundo laboral. do que el libre comercio, tutelado por la OMC, nunca ha deteriorado la soberanía
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CUADERNO La globalización
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nacional ni los mecanismos para la protección del medio ambiente, de la sanidad, de
la alimentación y que, por el contrario, ha propiciado un crecimiento económico sin
precedentes, un aumento de los ingresos de las familias y la creación de prósperas so-
ciedades de consumo. En todos los países del mundo, representantes comerciales y
las propias jefaturas de gobierno repiten las mismas promesas a los parlamentos y al
pueblo. La realidad es muy diferente, es más, la situación parece que empeora pro-
gresivamente, pero todos siguen sosteniendo que el libre comercio es la mejor receta.
A decir verdad, el libre comercio, en el sentido estricto de la palabra, no existe; existe,
si acaso, el comercio dominado por las grandes multinacionales y por los países enri-
quecidos. Si algún día existiera un verdadero comercio libre, los únicos que sacarían
partido de él serían, de todas formas, las grandes empresas y los países más fuertes y
poderosos, aunque eso no implicaría que la población de estos países se beneficiase:
quien es pobre y sin recursos seguiría perdiendo. Por un lado, los países industrializa-
dos, sobre todo los EEUU, presionan para que se sigan liberalizando los mercados y
los intercambios, y por otro, temiendo la competencia de los países empobrecidos,
debido especialmente al bajo coste de la mano de obra, intentan proteger (en perjui-
cio de esos mismos países) los sectores más sensibles de sus economías para evitar que
aumente el desempleo en sus respectivos estados. Por tanto, llevamos años enfren-
tándonos a una seria contradicción.
Hasta ahora los países industrializados han conseguido proteger sus econo-
mías y el empleo (no del todo) mientras intentaban penetrar los respectivos merca-
dos de unos y otros y los de los países empobrecidos. Los países industrializados se-
guirán adelante por este camino hasta que tengan el suficiente poder político y eco-
nómico para hacerlo, pero una situación como ésta no podrá durar por mucho tiem-
po: si realmente los mercados llegaran a abrirse por completo, con lo cual bienes, ser-
vicios, ideas y personas pudiesen circular libremente, estos países sufrirían conse-
cuencias negativas que, en su mayoría, a menos que no se adoptasen medidas ade-
cuadas (difícilmente realizables, aunque el mercado laboral sea la principal preocupa-
ción de los países industrializados), afectarían a los sectores menos cualificados, em-
pobrecidos y débiles, en fin, a quiénes ya están en la marginación y en desventaja.
Hay quien afirma que la globalización ha repercutido sólo de formal margi-
nal en el mercado laboral de los países industrializados, pero la creciente precarie-
dad y el aumento del desempleo entre los sectores poco cualificados, a causa de la
mayor integración económica que se ha experimentado en estos años y del progreso
tecnológico, es un hecho. Por consiguiente, la globalización es un fenómeno que,
más allá de las cifras y los datos, está cambiando las costumbres de un planeta ente-
ro. Hasta hace unos años, por ejemplo, era muy difícil que un trabajador de Ivrea
comprendiera que las dificultades por las que estaba atravesando el sector y la posi-
bilidad de verse sin empleo se debían a una línea de producción análoga abierta en
una remota ciudad india donde sus colegas trabajan 18 horas al día a cambio de un
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CONCLUSIONES
salario mínimo. Hoy en día todo está muy claro y los/as trabajadores/as de Ivrea se
ven obligados a competir no sólo con la remota ciudad india, sino también con las
de Singapur, Tailandia, Malasia y Ucrania que, además de un bajo coste laboral,
presentan las características propias de un nuevo capitalismo dinámico y triunfante
capaz de poner en entredicho antiguas riquezas y privilegios consolidados. La
ONU, y por consiguiente la OIT, está perdiendo cada vez más importancia frente
al poder de las instituciones de Bretton Woods. La OMC es la única institución in-
ternacional con poder para sancionar. La liberalización y la libre circulación de bie-
nes, servicios, capital y personas se han convertido en términos sin valor, y la noción
de interés público cada vez tiene menos sustancia y significado: parece como si se
tuviera que adaptar a la realidad de la globalización y no a la inversa.
La globalización, repetimos, no es en absoluto un fenómeno natural porque
la economía no es una fuerza o un proceso que puede caminar solo. Hay que regu-
larla, y eso es justo lo que no quieren quienes defienden la liberalización total. Es
cierto que la globalización presenta algunos aspectos positivos, al menos en potencia,
y no son pocos o de poco importancia. Entre ellos citamos: 1) la facilidad de comu-
nicaciones y de contacto interpersonal, incluso con personas que se encuentran muy
lejos de nosotros. Pero mayor cantidad de información no equivale a mayor calidad.
No sabemos cuál es la información que nos sirve y, en ocasiones, cuál es más o me-
nos atendible. Estamos invadidos por una cantidad de información impresionante,
pero cada vez se hace más difícil manejarla y filtrarla. Además, la información y los
conocimientos avanzan a gran velocidad y, por lo tanto, se necesita una formación
continua: ya no es suficiente lo que se ha estudiado en el colegio o en la universidad;
hay que ponerse al día continuamente, de lo contrario podemos vernos excluidos,
sobre todo de este nuevo mundo laboral tan variable. 2) mayor facilidad de transpor-
tes. En los últimos cincuenta años, Europa y otras partes del mundo se han visto
enormemente beneficiadas con el aumento del comercio: a partir de 1960 el comer-
cio mundial se ha visto multiplicado por quince y la producción mundial se ha cua-
druplicado. Pero esta mayor riqueza no se ha repartido de forma equitativa y ha cau-
sado daños al medio ambiente. Quienes defienden la globalización sostienen que ge-
nerará crecimiento económico y prosperidad para todo el mundo. Sin embargo,
existen millones de personas en el planeta que no han obtenido ninguna ventaja de
la globalización y que, al contrario, han sido dañadas. Especialmente, los pequeños
agricultores y las pequeñas empresas de los países empobrecidos tienen que hacer
frente a la despiadada competencia de las grandes multinacionales, mientras que los
gobiernos que intentan protegerlos son acusados de querer socavar el “libre comer-
cio”. La globalización será todo lo positiva que se quiera porque aumenta la eficacia y
proporciona un número infinito de oportunidades, no sólo económicas, sino tam-
bién culturales; sin embargo, al menos por ahora, la globalización ha beneficiado
enormemente a una minoría y perjudicado (o dañado) a la mayoría.
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