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Estructura
En el cuento " El hijo", hay un inicio que presenta a los personajes - muy pocos:
un padre y un hijo- en su habitab. Viven en una selva casi tropical. En el norte
argentino, y en verano, como el narrador anuncia desde el comienzo, el calor es difícil
de sobrellevar.
Mientras que la Naturaleza vegetal -y los insectos- parecen desbordar de
energía, de vitalidad, el ser humano se encuentra ante un reto: sobrevivir pese a las
condiciones adversas.
El padre le ha enseñado al hijo a tener normas: por ejemplo, a cumplir con la
palabra. El hijo de trece años debe aprender a vivir en la selva con todo lo que ello
significa (cazar, pescar, cortar malezas, cuidarse de alimañas, protegerse del sol de
mediodía), pero también debe obedecer al padre, que es su maestro, su familia, su
autoridad.
Mientras el padre trabaja en su taller mecánico -parece reparar máquinas, armas-
el hijo está aprendiendo a usar una escopeta cazando pájaros de orilla de río.
Normalmente va con su amigo Juan, pero ese día Juan no está junto a él.
Esta zona del cuento donde el lector conoce a los personajes se llama
presentación.
Por supuesto que con conocer al papá y al chico no basta. Algo debe suceder... y
sucede. Es un evento que aparentemente está dentro de lo esperado: suena un tiro de
la escopeta del chico en la selva.
El padre, experto en armas, reconoce su sonido. Supone que su hijo está cazando.
Y luego se deja llevar por el trabajo, sumido en sus pensamientos y en sus recuerdos.
Pero cuando se da cuenta que el hijo no ha cumplido con la orden paterna "
vuelve a la hora de almorzar", empieza su inquietud. "Y levanta los ojos al monte".
El narrador
Significa que en el texto hay una voz que cuenta la historia, una voz externa, que
no es un personaje.
Por lo tanto, habla de otros, no de sí mismo. Habla en tercera persona: él, el
padre, el hijo, ellos.
Es omni- (todo) -sciente , todo lo sabe. Sabe cómo ha sido el pasado de los
personajes, sabe lo que sucede en distintos puntos espaciales, sabe cómo terminará el
problema.
Pero no lo dice. Porque su función es narrar la historia, que tiene un desarrollo,
por eso va dando la información de a poco, la dosifica, para crear intriga.
Este narrador parece conocer al dedillo Misiones, en Argentina. Es una zona
selvática, aislada del resto del país como lo muestra este mapa:
Es como un dios que sabe todo lo que sucede y lo que sienten y piensan los
personajes.
PERO NO ES EL AUTOR. Se debe distinguir entre AUTOR y NARRADOR. El
autor fue un escritor, un artista, un hombre muy imaginativo que se ganó la vida -
entre otras cosas- escribiendo cuentos y publicándolos en periódicos y revistas. El
autor -Horacio Quiroga- murió en un hospital de Buenos Aires en 1937.
Pero el NARRADOR es una función del texto. Es la voz que cuenta. Así como
hay personajes, hay un ser invisible que habla: es el narrador.
En el cuento El hijo, de Horacio Quiroga, la acción narrada puede resumirse en
pocas palabras: un hombre pierde a su hijo a causa de un accidente de caza. A pesar
de relatarse un hecho único, el cuento alcanza una gran densidad emocional, pues su
verdadero tema es el proceso psicológico mediante el cual el padre toma paulatina
conciencia de que ha sido golpeado por la fatalidad.
La mayor parte del cuento es la descripción minuciosa y rica de las distintas
etapas de ese proceso que comienza en una feliz y confiada espera y concluye en la
patética alucinación final.
Los sucesivos pasos de la acción, se articulan mediante una graduación en el
tono afectivo de las situaciones presentadas, con el objeto de crear el clima emocional
del cuento:
1- Presentación objetiva de un hecho real: padre e hijo se despiden alegremente.
2- La acción se desplaza ahora al punto de vista del protagonista: conocemos su
satisfacción frente a la alegría del hijo, lo vemos reconstruir mentalmente su camino,
complacerse en evocar su imagen, reflexionar acerca de las dificultades que debió
vencer para educarlo según sus principios.
3- Referencia a sus frecuentes alucinaciones: tienen todo el carácter de una
premonición, pero su tono sombrío se diluye mediante la afirmación: "Pero hoy... el
padre se siente feliz, tranquilo y seguro del porvenir,"
4- Segunda presentación objetiva de un hecho real: suena un estampido, que
ubicado en ese preciso punto de la estructura narrativa tiene el poder de instalar a la
tragedia, de manera contundente y real, en el espacio del cuento, destruyendo, no aún
en el ánimo del protagonista pero sí en el del lector, toda esa felicidad expresada en el
párrafo anterior.
5- Referencia a otro elemento de la realidad exterior y objetiva: alusión a la
altura del sol. Breve descripción de la naturaleza en función de señalar el tiempo
transcurrido: ya es el mediodía.
A partir de aquí el relato se limita a narrar los actos que ejecuta el padre (mirar
el reloj, volver por un momento a su tarea y luego la búsqueda desesperada) y a
describir paralelamente su estado de creciente angustia, el cual constituye el núcleo
de significación del cuento.
Aparente desenlace del cuento (alucinación del padre, que cree ver desembocar a
su hijo de un pique lateral), de carácter feliz pero irreal.
Desenlace definitivo: esta vez real pero desdichado, destinado exclusivamente al
lector ( observemos que abandonamos al padre "sonriendo de alucinada felicidad" y
no asistimos a su toma de conciencia final con respecto a la muerte del hijo) .
Luego uno muy lejos, suena un ruido de bala, La Saint-étienne, piensa el padre al
reconocer la detonación, dos palomas menos en el monte.
Luego el padre revisa la hora, las doce, levanta los ojos al monte su niño debería
ya estar de regreso. Pues su niño y él se tenían confianza, el muchacho dijo que
regresaría antes de las doce.
No lo llama en voz, pero su corazón clama a gritos, tan solo de ver a su hijo,
hasta que de pronto se le escapa una voz:
En eso ve a su hijo, camina hacia él, puesto de rodillas rodeándole con los brazos
las piernas de su muchacho, el hijo le acaricia la cabeza.
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Cachorros de Hombre de Horacio Quiroga
Nacionalidad: Uruguay.
El hijo. Tiene trece años, su padre le regalo una escopeta Saint-Étienne calibre
16, cuádruple cierre y pólvora blanca.
Juan, amigo del muchacho, posee un fusil de nueve milímetros, es un regalo del
padre del difunto.
El Hijo” es un cuento que refleja un sentimentalismo paternal intenso. En donde
se manejan tanto vivencias reales como fantasías, con fuertes dosis de tragedia y
fatalismo. Pasando de lo real a lo ficticio sin divagar, describe sólo lo necesario.
El texto recrea con naturalidad una cálida y amorosa relación de Padre - Hijo.
Quiroga muestra la fortaleza que se le escapa a un pobre padre amante de la vida, que
alucinado en una pesadilla, presiente a su hijo en peligro.
Es interesante la forma en que está escrito el cuento, pues lleva al lector a través
de fuertes emociones, que van desde el suspenso a la certidumbre, asando de la
desseperacion al alivio, hasta llegar al final sorpresivo
Comparado a otros grandes cercanos al horror como Edgar Allan Poe, Quiroga
comenzó su carrera literaria ligado a la poesía tanteando los estilos de la época, como
eran el simbolismo o modernismo.
Quiroga murió en Buenos Aires tras suicidarse al conocer que padecía un cáncer
de estómago.