kuzu El té de sus raíces ya aparece descrito en libros antiguos de medicina china como antipirético (para bajar la fiebre), antidiarreico, sudorífico y antivomitivo. También lo recomendaban para la rigidez y el dolor de garganta, y para el sarampión que se resistía a brotar.
En libros más recientes aparece como un agente desintoxicante del
alcohol y para eliminar la adición. Las investigaciones occidentales sobre el kuzu de los últimos treinta años han dado la razón a los chinos en este punto, porque contiene isoflavonas como la daizeína y la daizcina, que ayudan a eliminar los síntomas de la abstinencia.
Podéis usar el kuzu para tratar problemas en el pulmón, el intestino
grueso, el hígado y la vesícula biliar, en especial para hígados sobrecargados e intestinos débiles. Es un remedio excelente para las mucosas respiratoria y digestiva. Así, según explica la bioquímica Olga Cuevas en su libro El equilibrio a través de la alimentación, el kuzu sirve para:
Descargar el hígado: hepatitis, cirrosis, alcoholismo
Regenerar la flora intestinal y neutralizar el exceso de tóxicos de los intestinos Gripes Alergias con rinitis Desinflamar los intestinos: diarreas, colitis, tifus, Crohn, salmonelosis Asma, bronquitis Para reducir la fiebre En procesos infecciosos Problemas de la piel Falta de memoria o de capacidad de análisis; depresión, Alzheimer