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Con el fin de emplear BPM (Buenas Prácticas Manufacturas), se pretende construir la calidad
inocua para el producto que debe estar circulando en el beneficio de empresa y consumidor, ya
que estos vitales en un proceso higiénico sanitario y saneamiento aplicables a toda la cadena
productiva, incluido el transporte y la comercialización del producto. Estos planes y programas
sirven para prevenir, controlar y vigilar todas las operaciones, desde la recepción de las materias
primas hasta la llegada al consumidor final. De esta forma se tiene un manejo completo de las
actividades relacionadas, directa o indirectamente con la elaboración de los alimentos.
Haciendo énfasis a estos procesos y al desarrollo de nuestro producto con un buen plan de BPM a
la infraestructura obtenemos:
Como una iniciativa de acuerdo a la normativa del ministerio de salud (decreto 3075 de 1997) se
busca evaluar las infraestructuras adecuadas utilizadas en el bocadillo de maracuyá teniendo en
cuenta las instalaciones, condiciones del área de elaboración, equipos y utensilios, personal
manipulador del alimento, requisitos higiénicos de fabricación, control de calidad, saneamiento,
almacenamiento, distribución, transporte y comercialización.
Por ende, el Invima mediante los decretos del ministerio de salud da unas pautas o puntos críticos
en cuanto al saneamiento, higiene e inocuidad de la infraestructura mostrada en el siguiente
cuadro