DESCUBRA SU NUEVO VOCABULARIO EN JESÚS

Hoy estudiaremos Colosenses 3:8 “Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira,
enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca”.

Estoy seguro que ahora mismo tu vocabulario no es el que Dios desea para cada uno de sus hijos;
lo primero que debes hacer es revisar es el lenguaje que tienes y saber que Dios es el más
interesado que comiences a hablar como un verdadero hijo de Dios.
(Efesios 4:29) “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, si no la que sea buena para
la necesaria edificación, a fin de dar gracias a los oyentes”.

Nuestras palabras como hijo de Dios para edificarnos a nosotros mismos y para que sea
edificación para otros, nuestro lenguaje debe ser sin murmuraciones chismes y críticas, el señor
reprocha esa actitud. (Filipenses 2:14, 15) “Haced todo sin murmuraciones y con tiendas, para
que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación
maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”.
Hagamos pues de nuestra conversación y nuestra palabra algo agradable y edificante sabiendo
que Dios eso lo toma en cuenta, Mateo 12:36,37 “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa
que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás
justificado, y por tus palabras serás condenado”.

LENGUAJE QUE NO LE AGRADA A DIOS

- Las palabras corrompidas: (Efesios 4:29) “Ninguna palabra corrompida salga de nuestra
boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracias a los oyentes
“. Cuáles son esas palabras corrompidas son las que dañan la moral y las buenas costumbres,
son aquellas que llevan un mensaje negativo, destructivos a los oyentes; por ejemplo, los
chistes de doble sentido, calumnias, expresiones de envidia entre otros. Ese tipo de lenguaje
produce destrucción y ese es el propósito de Satanás.
(Juan 10:10) “El ladrón no viene si no para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que
Tengan vida, y para que la tenga en abundancia”.

- Las palabras deshonestas: son las que poseen un lenguaje de infidelidad, deslealtad, falta
de moral. Esto va en contra del principio bíblico.

(1 Tesalonicenses 4:6) “que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano”. Ejemplo

cuando alguien hace comentarios inadecuados que llevan un lenguaje negativo en contra de otra
persona.
Hablar mal de un tercero se visualiza la infidelidad y la deslealtad si usted no le gusta algo de
algún hermano o amigo vaya a la persona y con mucho amor dígaselo ¡pero nunca por las
espaldas!;

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 - Las malas palabras: son las que muchos emplean para referirse a una persona o cosa
pronunciando incorrectamente el lenguaje referido, allí se pronuncia palabras ordinarias e
insolentes, trayendo malestar al oyente que tiene buenas enseñanzas cristianas. Ejemplo
cuando utilizan la palabra vaina para referirse a persona u objetos en lugar de llamarlos
por su nombre;
- Las palabras groseras: ¿que son las palabras groseras? Es ser descortés, ordinario, tosco;
es la actitud de alguien que no tiene educación, que asume una posición agresiva y
negativa hacia los demás, utilizando malas palabras para referirse a su prójimo.

EL LENGUAJE QUE LE AGRADA A DIOS

Las palabras que edifican: Efesios 5:19 “hablando entre vosotros con salmos, con himnos y
canticos espirituales, cantando y alabando al señor en vuestros corazones”.
Utilizar palabras que edifiquen al oyente es de gran bendición y provecho porque muchas
personas querrán hablar contigo. Como cristiano debes aprender a ser fiel en todo, hasta como
hablas.
(Filipenses 4:8) “Por verdadero, todos los honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable,
todo lo que es de buen nombre;
Si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.

Los hijos verdaderos de Dios se conocen por la honestidad fidelidad y compromiso con Dios y su
prójimo, una de las cosas que debes aprender es llamar a todos por su nombre; si no conoces a
alguien que tiene un sobre nombre o apodo pregúntale su verdadero nombre empieza a
llamarlos correctamente. Recuerda que en el lenguaje de Dios se encuentra la serenidad,
amabilidad, atención y educación. Jesucristo fue un gran ejemplo para que nosotros le sigamos.
Ahora que eres cristiano estas llamado solo a bendecir y ese lenguaje maldiciente, negativo y
agresivo ya no debe estar en tu vida (Mateo 5:44) “Pero yo os digo ama vuestro enemigo,
bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os persiguen”. Como hijo de Dios es
necesario que tengas un lenguaje diferente que agrade al Sr. Y a los oyentes, un lenguaje que
produzca cambios dentro y fuera del hogar.

Repita esta oración en voz alta

Señor, en este día te pido que me ayudes a cambiar mi manera de hablar no quiero tener ese
lenguaje destructivo y negativo ayúdame a ser bendición para otros. Que de mi boca no salga
palabras de maldición para nadie, señor tú me llamaste solo para bendecir y no maldecir,
tampoco para decir palabras que no te graden, limpia mis labios con tu sangre Amen.

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