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AGUA DE VIDA

Cuando tenía nueve años, Rachel Beckwith logró salvar la vida de sesenta mil personas. Sin
embargo, doy por sentado que no habías escuchado absolutamente nada de esa gran hazaña,
verdad? Lamentablemente, los medios de comunicación suelen resaltar cualquier simpleza
que se halle asociada con la política o con la farándula, mientras que los grandes héroes del
mundo pasan desapercibidos ante nosotros.

Poco antes de celebrar su cumpleaños número nueve, Rachel se enteró de que, debido a la
falta de agua potable, millones de niños africanos perecían antes de cumplir los cinco años de
edad. ¿Qué puede hacer una niña por esos niños? La respuesta obvia pudiera ser: Nada! No
obstante, Rachel hizo más de lo que ella misma pudo haber imaginado. Lo primero que
determinó fue unirse a Charity Water y comenzar a recaudar fondos para llevar agua potable a
los niños de África. En la página electrónica de Charity Water publicó este anuncio: «Les pido a
todos mis conocidos que donen dinero para mi campaña en vez de hacerme regalos de
cumpleaños».

Rachel Beckwith no pudo contemplar el cumplimiento de su sueño. Mientras su familia viajaba


por una autopista de Seatle, una colisión de trece vehículos puso fin a la vida de esta niña. Al
enterarse de la noticia, muchos de sus conciudadanos comenzaron a depositar dinero en la
cuenta de Charity Water. Luego se les unió gente de todo el estado de Washington, de toda la
nación y de otros países. Gracias a la campaña iniciada por Rachel, Charity Water recaudó más
de un millón cuatrocientos mil dólares. Actualmente, por la iniciativa de Rachel, más de
sesenta mil personas reciben agua potable y miles de niños se libraron de una muerte segura.

Rachel se empeñó en conseguir agua para satisfacer la sed, una sed física, de miles de
personas. No te preocuparás tú por compartir el «agua de vida» con aquellos que mueren a
causa de su sequía espiritual? Es tarea nuestra proclamar esta invitación: «Y el que tenga sed,
y quiera, venga y tome del agua de la vida sin que le cueste nada» (Apocalipsis 22: 17).
Imitemos a Rachel. No dejemos que el mundo muera sed, démosle el «agua de vida».

#ComparteelAguadeVida #Comparteajesús

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