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El Pentagrama Esotérico
El pentagrama gnóstico es la humana figura con cuatro miembros y una única punta que
es la cabeza y expresa el dominio sobre los elementos y es por medio de él como se
encadena a los demonios del aire, a los espíritus del fuego, a los espectros del agua y
los fantasmas de la tierra.
El pentagrama, elevando sus dos patas inferiores, representa al macho cabrío del
aquelarre, al demonio, a la persona que es esclavo de sus vicios, que no respeta las
leyes de la creación. Por eso se le representa con la cabeza hacia abajo. Es el desorden
en sí. El desequilibrio de sus actos les une en la desesperanza, es una persona que no
tiene dominio sobre su naturaleza inferior y es víctima de sus circunstancias.
Tradicionalmente cuatro de los cinco puntos del pentagrama han sido atribuidos a los
cuatro elementos sagrados: Tierra, Aire, Fuego y Agua, con el quinto punto (El que va
hasta arriba) representando al espíritu:
Tierra: Está representada por la punta inferior izquierda de la estrella y simboliza la
Estabilidad y la Resistencia Física.
Fuego: Está representado por la punta inferior derecha de la estrella, y simboliza el Valor
y el Atrevimiento.
Agua: Está representada por la punta superior derecha de la estrella, y simboliza las
Emociones y la Intuición.
Aire: Está representado por la punta superior izquierda y simboliza la Inteligencia y las
Artes.
Los cuatro elementos también están asociados con los puntos cardinales de la brújula,
por ejemplo, la Tierra está relacionada con el Norte, el Aire con el Este, el Fuego con el
Sur y el Agua con el Oeste, y es a estas direcciones que el pentagrama se dibuja para
invocar o desterrar sus energías requeridas.
La figura que rodea a la Estrella y todos sus componentes es el llamado "Círculo de
Protección" y su interior representa el espacio sagrado.
A lo largo de la historia se ha utilizado el círculo como protección contra los males del
exterior. También llamado "Cículo Mágico" o "Círculo de Poder", es usado
habitualmente en rituales de magia y Wicca.
“Dios es un Círculo que tiene su centro en todas partes, y cuya circunferencia no está
en ninguna”
(Hermes Trismegisto)
Debajo del signo de júpiter, encontramos los ojos del espíritu divino. “El que todo lo ve”,
la vigilancia de dios.
El Ojo de Horus, o Udyat "el que está completo", fue un símbolo de características
mágicas, protectoras, purificadoras, sanadoras, símbolo solar que encarnaba el orden,
lo imperturbado, el estado perfecto. El Udyat es un símbolo de estabilidad.
Según la mitología, Horus era hijo de Osiris, el dios que fue asesinado por su propio
hermano Set. Horus mantuvo una serie de encarnizados combates contra Set, para
vengar la muerte a su padre. En el transcurso de estas luchas los contendientes sufrieron
múltiples heridas, como la mutilación del ojo izquierdo de Horus.
En el ángulo superior del pentagrama, encontramos signo de Júpiter, padre de los dioses
en la mitología greco-romana.
Soberano de los dioses, el más poderoso de todos los habitantes del Olimpo, hijo del
dios Saturno a quien derrocó. Originalmente dios del cielo y rey del firmamento, Júpiter
era venerado como dios de la lluvia, el rayo y el relámpago.
Como protector de Roma le llamaban Júpiter Optimus Maximus (el mejor y más
alto). Como Júpiter era guardián de la ley, defensor de la verdad y protector de la justicia
y la virtud, los romanos identificaban a Júpiter con Zeus, el dios supremo de los griegos,
y asignaban al dios romano los atributos y mitos de la divinidad griega.
El Júpiter de la literatura latina, por tanto, tiene muchas características griegas, pero el
Júpiter del culto religioso romano se mantuvo esencialmente libre de la influencia griega.
Marte era el dios romano de la guerra y su equivalente griego se llamaba Ares. El color
rojo del planeta Marte, relacionado con la sangre, favoreció que se le considerara desde
tiempos antiguos como un símbolo del dios de la guerra. En ocasiones se hace referencia
a Marte como el Planeta Rojo. La estrella Antares, próxima a la eclíptica en la
constelación de Scorpio, recibe su nombre como rival (ant-) de Marte, por ser sus brillos
parecidos en algunos de sus acercamientos.
Marte, hijo de Júpiter y Juno. Fue padre de Rómulo y Remo y protector del pueblo
romano, entre los que gozó de mucha mayor popularidad que entre los griegos. Se le
suele representar joven y fuerte, armado con casco, coraza, lanza y escudo. Le están
consagrados el buitre y el perro y se le hacen sacrificios de gallos y de toros.
Tuvo numerosas aventuras amorosas, de entre las cuales la más famosa es la que
mantuvo con Afrodita, diosa del amor y esposa de Hefesto. De estos amores nacieron
Eros, Anteros y Harmonía. Del resto de sus amores concibió muchos hijos entre los
cuales los más famosos son las Amazonas.
En los pies encontramos el signo de Saturno, símbolo de la magia y de lo material.
Saturno es representado como un anciano con larga y espesa barba blanca, con una hoz
en la mano. Es el emblema del tiempo y lo simboliza como algo muy antiguo que todo lo
destruye y acaba.
Los griegos consideraban el cielo como el más antiguo de los dioses y le daban el nombre
de Urano, homólogo del dios romano Caelus, Caelo o el Cielo. Del firmamento y de la
diosa romana Tellus o antigua Cibeles o la Tierra, hubo dos hijos: Titán y Saturno, de los
cuales el segundo es el menor.
Saturno obtuvo de su hermano mayor Titán el favor de reinar en su lugar pero puso una
condición: «Saturno no debía criar hijos». Se casó con Ops (Rea), con quien tuvo varios
hijos, pero por causa del pacto que había suscrito con su hermano decidía devorarlos.
Ops, ocultó a Júpiter, a Neptuno y a Plutón y los hizo criar en secreto mostrando solo a
su hija Juno. Titán descubrió el engaño y le puso en una cárcel junto con su esposa. Una
vez adulto, Júpiter hizo la guerra a su tío Titán derrotándolo y devolvió el imperio del cielo
a su padre Saturno (el tiempo). Saturno trató de matar a su hijo Júpiter, pero este le
venció y se apoderó del imperio del cielo. Así la dinastía de Saturno y Ops perduró en
detrimento de la de Titán.
El mito concluye con que Saturno quedó reducido a la condición de simple mortal, yendo
a refugiarse al Lacio, donde puso orden entre los hombres y les dio leyes. Otra versión
dice que fue bien recibido por Jano, rey del Lacio.
En la mitología griega, el caduceo fue regalado por Apolo a Hermes. Según el himno
homérico a Hermes y la Biblioteca mitológica del Pseudo-Apolodoro, parece que deben
distinguirse dos báculos, que luego fueron unidos en uno: primero, la vara
de heraldo ordinaria y segundo la vara mágica, como las que otras divinidades también
poseían. Los lazos blancos con los que la vara de heraldo estaba originalmente adornada
habrían sido cambiados por artistas posteriores por las dos serpientes, aunque los
propios antiguos las justificaban bien como vestigio de alguna característica del dios,
bien considerándolas representaciones simbólicas de la prudencia, la vida y la salud. En
épocas posteriores, el caduceo fue adornado también con un par de alas, expresando la
rapidez con la que el mensajero de los dioses se movía de un lugar a otro.
En la mitología romana, esta vara era llevada por los heraldos o mensajeros
como Mercurio. La vara posee dos serpientes entrelazadas, en lugar de las guirnaldas.
De acuerdo al mito, Mercurio vio luchar a dos serpientes y las separó pacíficamente con
el caduceo. Las serpientes dejaron de luchar en el momento y se separaron.
Es una manera en que se denomina el nombre de Dios en el alfabeto griego, donde Alfa
es la primera letra y Omega es la última letra, el que Dios se llame por esas dos letras
recalca que antes de Dios no había ninguno y no habrá ninguno después (Apocalipsis
21, 6).
"Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último". Este versículo claramente muestra
una referencia indisputable a Dios. Sin embargo, esta frase no aparece en los
manuscritos griegos más antiguos (incluyendo el Alejandrino, el Sinaítico y el Códice
Ephraemi Rescriptus). Muchos especialistas y diccionarios aplican este título a Dios.
Según los relatos, Jesús, ya resucitado, se aparece a José para entregarle el Grial y
ordenarle que lo lleve a la isla de Britania. Siguiendo esta tradición, autores posteriores
cuentan que el mismo José usó el cáliz para recoger la sangre y el agua emanadas de
la herida abierta por la lanza del centurión en el costado de Cristo y que, más tarde, en
Britania, estableció una dinastía de guardianes para mantenerlo a salvo y escondido. La
búsqueda del Santo Grial es un importante elemento en las historias relacionadas con el
Rey Arturo (el Ciclo Artúrico o Materia de Bretaña) donde se combinan la
tradición cristiana con antiguos mitos celtas referidos a un caldero divino.
El cetro, es el bastón de los patriarcas, la vara de Moisés que debe ser levantada.
También representa a la columna vertebral que comienza en la cabeza y se desliza con
sus vueltas hasta la parte baja del cuerpo. De lo sublime a lo más mundano.
El cetro simboliza también el eje del mundo; de tal modo, el soberano que lo porta se
constituye a sí mismo como eje rector.
El cetro es recto, indica que el patriarca mantiene su forma de ser a resguardo de las
incitaciones y trampas que encuentra en el entorno en el cual reside. Desde que sale
hasta la hora que retorna no se contagia de los modos perversos.
Si está dirigido hacia arriba, representa el Elemento Masculino y el Fuego Divino; si está
dirigido hacia abajo, representa el Elemento Femenino y las Aguas de la Materia (el doble
triángulo significa las seis direcciones del espacio, la unión y fusión del espíritu puro con
la materia).
Es un símbolo que muestra a un animal con forma de serpiente o dragón que engulle su
propia cola y que conforma, con su cuerpo, una forma circular. El uróboros simboliza el
ciclo eterno de las cosas, también el esfuerzo eterno, la lucha eterna o bien el esfuerzo
inútil, ya que el ciclo vuelve a comenzar a pesar de las acciones para impedirlo.
Son las cuatro figuras que traducidas literalmente significan YHVH, Siendo este vocablo
la forma de pronunciación más antigua. YHVH es el nombre de Dios.
Yod significa arrojar o lanzar, que es una función que se le confía a la mano. Expresa el
amor y la dedicación que se le presta al prójimo o a otra cosa. Representa una persona
inclinada en actitud de plegaria, con esperanza. Las rodillas sobre el suelo pero con el
corazón dirigido hacia el cielo.
Yod está asociada al signo de Virgo. Signo de tierra regido por Mercurio. El símbolo de
Virgo es una Virgen, que representa la pureza. El virgo típico es de naturaleza inquisitiva,
práctica y meticulosa.
La letra Yod ( )יestá relacionada con el décimo arcano, la “Rueda de la Fortuna”. Tiene
similitudes simbólicas con las runas Ur y Thorn. La rueda de la fortuna no es la “fortuna”
simplemente. En Roma, Fortuna es la divinidad del destino, símbolo del azar, de lo
caprichoso y de lo arbitrario que a veces se imponen en la existencia. Ella es implacable
e indiferente a las consecuencias del azar que provoca. A menudo ella está representada
con un una gran rueda y con un velo que cubre sus ojos, para indicar que el azar de la
fortuna es ciego. Más adelante se la asociará con la diosa egipcia Isis, diosa del amor y
la sabiduría, la que prodiga fecundidad, entonces tomará el sentido de la diosa de la
suerte y la prosperidad.
Hei es la letra del aliento vital, de la comunicación a través de los cinco sentidos, del
dominio de los cuatro elementos (aire, fuego, agua, tierra), de la protección contra las
dificultades, del centro de gravedad de todas las cosas, del instante presente.
Hei se puede traducir como una Ventana abierta al Mundo y representa la plegaria de un
ser humano, con los brazos elevados hacia el cielo en actitud de adoración, expresando
la alegría y también el desarraigo. El nombre de la letra Hei no reconoce una etimología
precisa. Su forma evoca un peine o una horquilla, constituida de un mango y de tres
dientes que permiten sujetar o desenredar los cabellos (la energía).
La letra Hei también hace alusión a una onomatopeya, que expresa un sentimiento
espontáneo de alegría, de asombro o de desarraigo. También puede ser interpretado
como un grito de triunfo que manifiesta una liberación o un cambio de estado natural.
Los tres trazos de Hei indican la marca del mundo a venir y simbolizan los tres modos
que tiene el alma para manifestarse: el pensamiento, la palabra y la acción.
Hei está asociada al signo de Aries. Signo de Fuego regido por Marte, su símbolo es el
carnero. Entre sus rasgos típicos están el valor, el liderazgo, el ímpetu y el entusiasmo.
La correspondencia cabalística entre la letra Hei ( )הy el Tarot es el quinto arcano, el
“PAPA” y la letra equivalente en el abecedario español es la letra H. En el camino del
Tarot, después de haber estabilizado la etapa material y financiera, el “Papa” necesita
de la trascendencia, y se apoya en los conocimientos filosóficos y religiosos. Así,
concierne a la moralidad, a la trascendencia y al equilibrio.
(VAV), es actividad.
Vav simboliza el arte de armonizar las cosas entre sí. Es el elemento que permite crear,
fabricar y construir. Vav representa un clavo, que sirve para fijar algo, o un tarugo
utilizado para realizar un ensamblaje. Indica todo lo que vincula las cosas y las personas
entre sí, ligándolas y unificándolas para darle una nueva forma. La letra Vav es la
creación, la atracción, el magnetismo, la fertilización, el sentimiento, la afección y el
deseo que atrae dos seres entre sí. Por eso también se la relaciona con el sexo y los
afectos. Es un nexo de unión, un incentivo, una sugerencia y una tentación.
En otro orden, Vav también representa la clavija de un instrumento musical, que regula
las cuerdas para que puedan expresarse en armonía. Es la vibración interior de la que
resulta una transformación y también la perseverancia.
Vav es lo que permite que dos sustancias reaccionen y se transformen produciendo una
nueva sustancia. En la química es un catalizador que produce una reacción de diferentes
factores. Vav significa literalmente un gancho y simboliza la comunicación. Es el lazo
primordial que une el espíritu y la materia, el cielo y la tierra. Pero su forma representa el
sexo masculino.
Vav está asociada con el número 6. Según la cábala el mundo fue creado en seis días y
en seis direcciones (los cuatro puntos cardinales, el zenit y el nadir). Cabalísticamente el
número 6 simboliza la armonía, la distinción y la unión entre el Creador y lo creado, el
macrocosmos y la radiación. Este número tiende a restaurar sin cesar las relaciones e
impide las rupturas con el fin de establecer una cierta armonía entre las cosas. Pero esta
acción no debe ser confundida con la estabilidad, puesto que es un movimiento insistente
(y a veces un cambio permanente) en búsqueda de la armonía.
Vav está asociada al signo de Tauro. Signo de Tierra. Tauro está regido por Venus, y su
símbolo es el Toro. Entre sus rasgos típicos figuran la lealtad, la creatividad y la
obstinación.
La letra vav ( )וtiene como correspondencia cabalística el sexto arcano mayor, “Los
Enamorados” y en el sentido adivinatorio se asemeja principalmente a la 15ª runa “Eolh”,
que representa los innumerables peligros y tentaciones que desvían la atención del
viajero y del curioso. En sonido equivale a la letra española V. Un gancho o lazo es lo
que liga dos cosas o dos personas. Algo que se hace y se deshace para volverse a hacer.
Está asociado a las ideas de prueba, dudas, incertidumbre, elección… Es el mismo
vector que crea las contradicciones entre los dos polos de la dualidad que crea la
atracción entre ellas para conformarlos con la unidad esencial.
(HEI), está repetida como la cuarta letra del Tetragramaton. Aquí se manifiesta
como el resultado de las primeras tres letras actuando como una sola. Principio
del TODO; también expresado en el Kybalion e indica la manifestación de la
forma.
Al lado izquierdo del caduceo de mercurio se encuentran las letras hebreas KAF-TAV-
RESH, se traduce como Kéter (Corona - 1ª Efera de la Cábala Judía), se refiere al
anciano de los días, el pensamiento espiritual, la reflexión y asimilación, la vida
transitoria.
Keter, "Corona", ()כתר, es la primera esfera del Árbol de la Vida de la cábala, Kéter se
sitúa en una posición central superior del árbol. Es la Corona. Y el potencial puro de las
manifestaciones que acontecen en las otras dimensiones. Representa la propia esencia,
atemporal y libre. Es la génesis de todas las emanaciones canalizadas por las otras
esferas. Y la Luz Superior generadora de todo el movimiento de la creación. Se puede
considerar como el momento cero, la creación en potencia, pero no expandida. Una
interesante asociación sería compararla con el tiempo de Planck, del Big-Bang. En el
hinduismo, se entiende como Brahma, el principio vital de todas las formas de energía (y
de vida, consecuentemente).
Características de KETER
ARCÁNGEL: Metratón
VIRTUD: Realización.
VICIO: --------
Al lado derecho del caduceo de mercurio se encuentra las letras hebreas PE-TAV-RESH,
que se traducen como Patar refiriéndose al verbo, a la palabra de Dios, a la acción, el
mundo interior del hombre y símbolo de la expresión. Es el intérprete de los textos y de
los sueños.
Ambos, el Patar y el Kéter, hacen referencia a las cuatro ciencias ocultas: Cábala, Magia,
Alquimia, y Medicina oculta. Además del dominio del amor y el odio.
En sentido general, El SOL es la representación del padre, del esposo, del amante y de
la autoridad masculina; pero también de nuestra luz interior, esa energía que nos empuja
hacia el cumplimiento de nuestro destino, hacia el camino de nuestra realización personal
y social. Representa el epicentro de nuestro SER, nuestra referencia espiritual. La huella
de nuestro ADN, el que origina nuestra fuerza vital y nuestro potencial creador en busca
de nuestros ideales.
Este astro marca la amplitud de conciencia, desde lo más limitado e infame, hasta lo más
elevado y espiritual. Es la esencia imperecedera e inmutable del hombre, aun cuando la
persona a veces no sea consciente de su verdadera individualidad.
La Luna crea la ilusión que proviene de todo lo perecedero (formas), frente a la esencia
solar de todo lo que existe. Es el apego y unión a la Tierra, aunque poco a poco levanta
su cabeza, y sin perder su base terrestre sirve de intermediario moldeable para la
realización de la eterna individualidad representada por el Sol. Es capaz de crear
mediante el sentimiento un puente o equilibrio entre lo terrestre y lo celeste.
Los símbolos más habituales que representan gráficamente a la luna son la media luna
como unos cuernos de vaca (considerada “nave de luz en el mar de la noche”); las diosas
lunares controlan y tejen el destino y por esta razón a veces se la simboliza como la
araña en el centro de su tela; un hombre viejo y decrépito puede simbolizar la luna
menguante.
El segundo es conocido como el Dios Astado, para representar la energía masculina del
Dios. El hijo y consorte de la Diosa. Señor del Bosque, de las bestias y de todo lo que es
libre y salvaje.
Los signos de Venus y Mercurio. Unidos representan el masculino y femenino que todo
hombre y mujer tienen. Alegorizan el hermafrodita.
Al cumplir los quince años, Hermafrodito abandonó a sus niñeras y se dispuso a recorrer
las tierras griegas. Era tan bello como su divina madre, aunque no había heredado de
ella el ardor amoroso. Ante los encantos femeninos y las perspectivas de aventuras,
tímidamente bajaba los ojos y se retiraba.
Pero un día no consiguió huir. Andaba por una soleada región cuando el calor excesivo
lo hizo buscar un lago para refrescarse. Ignorante de la trampa que lo esperaba, el hijo
de Mercurio y Venus se desnudó y se zambulló en las límpidas aguas.
La ninfa Salmacis, espíritu de aquel lago, paseaba por las cercanías y no tardó en ver al
joven. La visión del hermoso cuerpo despertó en ella la más intensa pasión. Se desnudó
también y se deslizó ágil y graciosamente en las aguas cálidas. Hizo todo lo posible por
conquistar al joven, pero este se resistía. Desesperadamente, la ninfa lo enlazó
fuertemente y suplicó a los dioses que nunca más lo sacaran de sus brazos, diciendo:
“¡Te debates en vano, hombre cruel! ¡Dioses! Haced que nada pueda jamás separarlo
de mí ni separarme de él”.
Los divinos inmortales atendieron a sus pedidos y los dos cuerpos quedaron, desde
entonces, reunidos en un único ser, de doble sexo.