Nombre: María Isabel Lozano Becerro

Crítica social encubierta detrás del rechazo a la mujer en Don Quijote de la Mancha

“Yo sigo otro camino más fácil, y a mi parecer el más acertado, que es decir mal de la

ligereza de las mujeres, de su inconstancia, de su doble trato, de sus promesas

muertas, de su fe rompida y, finalmente, del poco discurso que tienen en saber colocar

sus pensamientos e intenciones que tienen.” (1: 51; 520)

El tema de la posición e imagen de la mujer en la sociedad del XVII se ve reflejado en

la mayoría de historias secundarias que son contadas por diferentes personajes a lo

largo de toda la obra, mostrándonos así Cervantes que las mujeres tenían muy mala

imagen y estaban muy limitadas a los estereotipos tanto de imagen como de

pensamiento de la sociedad. Sin embargo, dentro de estas historias Cervantes añade

pequeños detalles de queja social que pueden pasar desapercibidos pero que ponen de

manifiesto la intención del escritor de criticar estos cánones y normas impuestos por

la sociedad.

En la cita introductoria de este ensayo podemos ver como al final de su relato Eugenio

hace patente que detesta a las mujeres y las culpa de las desgracias de todos los

hombres, incluido el mismo. Pero si nos fijamos con más detalle, vemos como inicia

esta serie de adjetivos despectivos afirmando que él ha tomado el camino más fácil.

Estos son los pequeños detalles con los que Cervantes introduce su crítica social, pues

todos estaremos de acuerdo en que lo más fácil es culpar a otros de la tragedia propia,

así en la sociedad los hombres culpan a las mujeres de todos sus males, para no tener

que cargar con la culpa y así evitar ese martirio propio.

Otro ejemplo claro de esto que acabamos de hablar lo encontramos un poco más atrás

en esta misma historia “Guardábala su padre y guardábase ella, que no hay candados,

guardas ni cerraduras que mejor guarden a una doncella que las del recato propio.” (1:
51; 516). En esta cita se presenta también a la mujer como responsable de todo lo que

le pase, pues es ella la que debe guardarse, por lo que si le pasara algo malo en

términos físicos sería culpa suya por no haberse guardado bien. Sin embargo, como en

el caso anterior, también podemos encontrar aquí una crítica, pues Eugenio nos está

afirmando al principio que ella se guarda y, sin embargo, consiguen aprovecharse de

ella e incluso el propio Eugenio afirma al final de la obra que la culpa de sus males. Y

es la repetición de muchas “incoherencias” de este tipo las que nos hacen pensar que

para Cervantes son estas las que convierten en coherente su crítica a las pautas que la

sociedad de la época ponía a mujeres.