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FUENTE: Guillem Sánchez & Eduardo Gallego

EDGAR ALLAN POE

2. OBRA

Los cuentos son la principal aportación de Poe a la literatura universal.


En ellos, su objetivo evidente y más destacable es la originalidad, bien de la idea o de la
combinación de ideas.
La individualidad y la novedad de sus relatos les confieren una cualidad enigmática que no
es fácil de analizar. Sus relatos consisten en situaciones como las de ficción derivada de la
narrativa gótica.
En su obra, Poe combina los elementos líricos con un discurso narrativo en el que plasma la
intensidad de su visión psicológica, dentro de un amplio registro temático en el que no faltan
los elementos sobrenaturales. Esta multiplicidad permite al lector establecer una relación
muy personal con la obra de Poe, eligiendo con qué interpretación prefiere quedarse: desde
la literal a la alegórica, la sobrenatural o la simbólica.
En sus poemas, Poe es un adelantado del simbolismo que unos años más tarde aparecerá
en Francia. Es, pues, un poeta romántico, pero empieza a cerrar la etapa del Romanticismo
y a abrir el paso a nuevos movimientos. Se verá convertido no sólo en modelo, sino también
en ejemplo perfecto del poeta maldito romántico.
Algunos de los relatos fantásticos de Poe, que podríamos calificar de grotescos, son sin
embargo algo más que los otros. Hay quien los ha llamado relatos metafísicos. El nombre
no es desafortunado: trascienden lo meramente físico, pero no se centran en un tema
sobrenatural o al uso en Poe. Son relatos donde se percibe una fascinación por lo
misterioso, en los que se ve la influencia europea, sobre todo de la novela gótica.
Como narrador es un adelantado a su época, al tiempo que un creador de
materiales literarios novedosos que se convertirán en nuevos géneros.
Desarrolla una gran perspicacia psicológica que será fundamental para su apreciación por
los lectores posteriores, al mismo tiempo su análisis de las situaciones terroríficas es tan
minucioso, tan profundo, que alcanza el nivel del símbolo. En cierta manera se trata de una
literatura espiritual, en el sentido de la búsqueda de lo trascendente. Lo que ocurre es
que su espiritualidad no busca respuestas en la religión sino en el dolor, la muerte, la
descomposición y el más allá; en definitiva en lo sobrenatural. Poe es un místico que no
recurre a la revelación divina. Prefiere trabajar como un explorador: se adentra en el alma
humana y de lo que en ella encuentra traza mapas poéticos y narrativos.
Toda la obra de Poe está atravesada por una corriente de interioridad, una obsesión con los
rincones oscuros del subconsciente, conocido en aquel entonces quizás sólo por el
Frankenstein de Mary Shelley (1818).
Poe supo también sacar provecho de todos los recursos a disposición de los escritores,
tales como puntos de exclamación, guiones dobles, itálica, repetición, mayúsculas en las
primeras letras y a veces de toda la palabra, para acentuar el sentido de urgencia de sus
historias góticas.
Casi siempre utiliza un narrador en primera persona. En última instancia, todas sus
historias son sobre claustrofobia, independientemente de si incluyen un espacio
literariamente confinado, una casa más amplia pero sin aire y solitaria, o la prisión
psicológica de la mente dañada de un personaje.
Edgar Allan Poe inventó el género policial, perfeccionó los cuentos de terror y articuló por
primera vez la teoría del cuento moderno y la idea de la poesía pura. Un héroe para
FUENTE: Guillem Sánchez & Eduardo Gallego

Dostoevsky, Baudelaire y Nabokov, Poe nunca ha sido completamente respetado por los
críticos estadounidenses debido a sus dos “defectos”: ser demasiado excéntrico y ser
demasiado popular entre los lectores comunes y corrientes.
Ningún autor se mantiene popular durante 150 años porque sí. Poe es uno de los
autores clásicos de la literatura estadounidense, un maestro del cuento, un mago del poema
corto y un crítico brillante y original. Y el hecho de que guste a lectores de todas las edades
es uno de los mayores méritos de su pluma.

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