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UNIVERSIDAD TEGNOLOGICA DESANTIAGO (UTESA)

SISTEMA CORPORATIVO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

TITULO

TAREA SEMANA 1

PRESENTADO POR

WARLYN JOSE JIMENEZ LORA

MATRICULA

2-17-1568

ASIGNATURA

MEDICINA FAMILIAR

GRUPO

03

PRESENTADO A

DRA. ELIZABETH PAULINO

REPUBLICA DOMINICANA

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS


BASE Y FUNDAMENTOS DE LA PRÁCTICA DE LA MEDICINA
FAMILIAR

Con la declaración de “Alma Ata” (1978), nacieron varios hechos importantes, entre
ellos la definición de “Atención Primaria de la Salud (APS)”, la cual se reconoció
como el cuidado esencial de la salud basado en métodos prácticos, científicamente
sólidos y socialmente aceptables; y tecnologías universalmente accesibles para los
individuos y las familias de la comunidad. La medicina familiar es la especialidad
médica efectora de la APS, su propósito es el cuidado primario de la familia y no el
individuo; es la especialidad clínica que se ocupa del mantenimiento y la resolución
de los problemas de salud frecuente en los individuos, familias o comunidades,
independientemente de la edad, el sexo, órgano o sistema afectado. El médico de
familia es el profesional primariamente responsable de proveer atención integral y
continua a cualquier individuo que busca atención médica a través de sus servicios.

En la atención médica primaria, se conoce como “primer contacto” a la puerta de


entrada del paciente al sistema de servicios de salud. La accesibilidad es la principal
característica estructural para un buen funcionamiento de cualquier sistema de
atención primaria. Otro término que se debe conocer en este contexto es la
continuidad, esto se refiere a en qué medida los pacientes ven al mismo médico a lo
largo del tiempo. Cuando hablamos de cuidados longitudinales nos referimos a que
la práctica se centra en la persona y no en la enfermedad.

La accesibilidad es el esqueleto de la atención primaria, la continuidad y


longitudinalidad en los cuidados son los músculos y tendones que logran la
estabilización de la estructura. La provisión de cuidados integrales significa articular
lo más posible, idealmente en un solo efector, las intervenciones orientadas a la
promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, la curación, la paliación, la
rehabilitación y el apoyo físico, psicológico y social a los individuos.
El médico de familia debe estar preparado para trabajar en equipo, delegando en
otros profesionales de la salud, el cuidado de ciertos pacientes, o algunas
intervenciones en determinados pacientes cuando sea apropiado, ya que la
colaboración y el trabajo en equipo son indispensables para la medicina familiar. La
medicina familiar enfrenta los problemas de salud de los individuos en el ámbito de
su entorno familiar, sus redes sociales y culturales y las circunstancias en las que se
desenvuelven su vida y su trabajo.

Existen diferentes tipos de atenciones, entre ellas: atención episódica: no hay


continuidad en la relación médico-paciente, aunque el paciente haya sido
anteriormente, no se trata de un paciente regular. Cuando hablamos de atención
especializada: nos referimos a la continuidad y al hecho de que el paciente es regular,
pero solo se dispensa una parte de su atención.

El médico de familia de acuerdo con el perfil que adopte en su práctica, tiene que
adquirir muchas destrezas. Debe tener capacidad resolutiva de problemas
indiferenciados en el contexto de una relación personal continua con los individuos,
las familias y su contexto social, así como destreza en la identificación de riesgos y
en la detección temprana de las enfermedades.

La prevención de las enfermedades, las lesiones y de cualquier otro problema de


salud es uno de los principios prioritarios de la práctica del médico de familia. A
pesar de la importancia que tiene para evitar la aparición de las enfermedades antes
de su inicio, o para detectarlas cuando aún es posible tratarlas tempranamente con
menores complicaciones y costos; la prevención ha sido siempre poco enseñada,
poco respetada y muy mal pagada, por lo que los incentivos para ponerla en práctica
efectiva fueron escasos hasta ahora.
MEDICINA CENTRADA EN EL PACIENTE

La relación médico-paciente, y en particular la entrevista médica, dejaron de ser


disciplinas empíricas que surgían solo de la puesta en práctica de los conocimientos
médicos de las escuelas de medicina, siendo todo esto facilitado con el
reconocimiento de los derechos humano, donde se enfoca el trato igualitario sin
discriminar la lengua, religión, edad… Existen cuatro modelos primordiales del trato
médico-paciente, estos son:

Paternalista: asegura que el paciente sea el receptor de las intervenciones que


contribuyan a su salud y bienestar. Con este fin, el médico emplea sus conocimientos
y habilidades para determinar la situación médica del paciente, su estadio, la o las
pruebas diagnósticas y el tratamiento más adecuado para curarlo o aliviarlo.

Informativo: el objetivo es que el médico provea al paciente de toda la información


relevante y que este seleccione o elija las intervenciones médicas que desea. Con
este fin, el médico le informa sobre su estado de salud, las posibles intervenciones
diagnósticas y terapéuticas, la naturaleza de estas intervenciones y los riegos o
beneficios probables asociados con ellas, así como el grado de incertidumbre al
respecto.

Interpretativo: apunta a resolver las necesidades de acuerdo con sus valores y


significados. El médico no da indicaciones al paciente, solo ayuda a comprender los
valores.

Deliberativo: apunta a ayudar al paciente a determinar y elegir los mejores valores


relacionados con la salud que puedan satisfacer o resolver determinada situación
clínica. Con este fin, el médico debe delinear la información esta situación y luego,
ayudar a elucidar los diferentes valores implícitos en las distintas opciones
PROBLEMAS VASCULARES FRECUENTES

Hay evidencia creciente y consenso en los últimos años de que las prioridades en la
prevención de las enfermedades cardiovasculares deben centrarse en los pacientes
con enfermedad arterial ya establecida de cualquier localización y en aquellos con
alto riesgo de padecer un evento. Se ha desarrollado también el concepto de
“equivalente coronario” o “equivalente vascular” que incluye a las personas con alta
probabilidad de padecer un evento agudo en los próximos diez años, diabéticos de
larga evolución y mal control, daño de órgano blanco, o ambas entidades.

Una de las principales alteraciones, es la aterosclerosis, es un proceso patológico


complejo que afecta diferentes arterias. Se produce mediado por la acumulación de
lípidos, proteínas y células inflamatorias en la íntima arterial y da lugar a la
formación de placas que pueden obstruir las arterias, ya sea por acumulación
progresiva, por formación de trombos, o por ambas características.

La prevención a nivel poblacional, se enfoca en incentivar la actividad física, evitar


el tabaquismo, disminuir el sedentarismo y reforzar los hábitos alimentarios
saludables. Estas son consideraciones generales que ya que existen factores de
riesgos específicos que requieren un trato más centralizado.

Cuando hablamos de factores de riesgo cardiovascular nos referimos las


características que tiene el individuo que se asocian con la presencia de enfermedad
cardiovascular. Esta asociación no excluye la presencia de enfermedad en ausencia
de estos factores, ni tampoco garantiza que los sujetos de alto riesgo la desarrollen.
Aquellas personas que se asocian varios factores de riesgo tienen una situación de
riesgo global alto, aunque la intensidad de cada factor por separado no parezca muy
importante. El objetivo de las intervenciones en individuos expuestos a alto riesgo
de desarrollar enfermedad cardiovascular es reducir este riesgo
La hipertensión arterial es uno de los principales motivos de consulta médica y de
prescripción farmacológica en todo el mundo. Su prevalencia en la población general
es alta y ronda el 25 al 30% de la población adulta. Existen diferentes métodos para
medir la presión arterial, entre ellos tenemos: método auscultatorio, métodos
oscilométricos…

El tratamiento gira entorno a disminuir la morbimortalidad asociada con la TA


elevada. La decisión sobre cuando y como el tratamiento de la HTA no se debería
tomar solo de acuerdo con el valor de las cifras de la TA, sino también sobre la base
de la presencia o ausencia de daño de órgano blanco. El tratamiento de la HTA
consta de dos estrategias: el tratamiento no farmacológico, basado en la
modificación de los estilos de vida y el tratamiento farmacológico.

El tratamiento farmacológico ha sido diseñado teniendo en cuenta los riesgos de


esta condición y los beneficios de reducir la TA. Por supuesto, el inicio del
tratamiento farmacológico no debe disminuir el énfasis en el cumplimiento de las
medidas no farmacológicas. Aquí encontramos los diuréticos (fármacos de elección
en el inicio de la terapia farmacológica), los betabloqueantes, los inhibidores de la
enzima convertidora de angiotensina (IECA), bloqueantes de los receptores de la
angiotensina II (BRAII), bloqueantes cálcicos (BC), alfabloqueante, bloqueantes
centrales y bloqueantes periféricos.

El tratamiento no farmacológico gira entorno a la educación del paciente y no la


inclusión de fármacos dentro del paciente, entre las herramientas utilizadas en este
método tenemos: la reducción del peso, la restricción de la sal en la dieta, la
disminución del consumo de alcohol y el aumento de la actividad física; todos estos
producen efectos beneficiosos sobre la TA, por lo que se deben indicar y alentar
siempre.

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