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Símbolo para componentes electrónicos con riesgo de daño por ESD (izquierda) y equipos
protegidos contra electrificación (derecha)
La descarga electrostática (conocido por sus siglas en inglés ESD) es un fenómeno
electrostático que hace que circule una corriente eléctrica repentina y momentáneamente
entre dos objetos de distinto potencial eléctrico; como la que circula por un pararrayos tras
ser alcanzado por un rayo.
El término se utiliza generalmente en la industria electrónica y otras industrias para
describir las corrientes indeseadas momentáneas que pueden causar daño al equipo
electrónico.
Principales causas
Para comprender el proceso de formación de dicha corriente hay que considerar que un
cuerpo cualquiera está formado por un número indeterminado de moléculas ligadas entre sí
por fuerzas de atracción y repulsión que les permite sostenerse en equilibrio sin que entren
en contacto. Sabemos que el electrón es la más pequeña cantidad de agente eléctrico, la
partícula elemental de electricidad negativa. Sabiendo que dichos electrones tienen una
estabilidad precaria en el átomo y pueden abandonar su órbita a consecuencia de cualquier
choque, roce, frotadura, conmoción nuclear, fricción y otras muchas circunstancias.
Si tenemos en cuenta que el cuerpo humano actúa como "positivo" y los electrones
"negativos" que, además dos cuerpo" de sentido opuesto se atraen, comprenden por que se
produce una descarga en el dedo cuando se toca la extremidad de un objeto metálico,
excelente conductor eléctrico, cargado con electrones cuya virtud consiste en acumularse en
las partes extremas o periféricas de las materias.
Como por otra parte, la elevación de temperatura favorece al desprendimiento de
electrones, o mejor dicho, la electrización, el roce de las nubes entre si o el de las capas de
aire seco, así como los roces de frenos y correas del coche, incrementan considerablemente
la tribo-electricidad.
Este tipo de electricidad estática es la principal causa de las descargas electrostática (ESD),
la cual se genera a menudo a través de la electrificación de contactos eléctricos o la
separación de cargas eléctricas que ocurre cuando dos materiales hacen contacto y después
se separan. Los ejemplos de este tipo incluyen caminar sobre una alfombra, descender de
un coche, o quitar algunos tipos de empaquetados de plástico. En todos estos casos esta
fricción entre dos materiales de distintos da lugar a la electrificación, creando así una
diferencia de potencial eléctrico que puede conducir a un acontecimiento de descarga.
Otra causa del ESD es la inducción electrostática. Esta puede ocurrir cuando un objeto
eléctricamente cargado se pone cerca de un objeto conductor aislado de tierra. La presencia
del objeto cargado crea un campo electrostático que crea cargas eléctricas distribuidas por
la superficie del otro objeto. Aún cuando la carga electrostática neta del objeto no haya
cambiado, ahora tendrá regiones de exceso de carga positivas y negativas. Un
acontecimiento de ESD puede ocurrir cuando el objeto entra en el contacto con una
trayectoria conductora. Por ejemplo, las regiones cargadas en las superficies de Unicel de
tazas o de bolsos plásticos pueden inducir un potencial en componentes sensibles próximos
de ESD mediante el fenómeno de inducción electrostática y la descarga puede ocurrir si el
componente se toca con una herramienta metálica.
Fenómenología
Automovilistas y pasajeros conocen de sobra los efectos del fenómeno "ESD" que
se produce cuando tocan las extremidades de la puerta o del maletero, con la punta
del capó o del ángulo de cualquier montante de la carrocería. Aunque la potencia de
dicha descarga sea débil y carezca de peligrosidad, el sujeto es sensible a su
manifestación. Se han dado casos excepcionales de automovilistas que, estando
cargados sus cuerpos de electricidad estática, han cogido la manguera de
combustible en la estación de servicio y al ir a introducir el surtidor en el depósito,
se ha desencadenado una chispa electrostática que acabó por incendiar la manguera.
Para evitar ese suceso tan peligroso, es recomendable que antes de repostar,
toquemos una superficie metálica (como la puerta de nuestro coche) para
descargarnos de electrostática.
Cualquiera que sean las distintas formas de receptividad humana, las reacciones son
de impotencia. Ante esta serie de hechos, los más precavidos, prudentes o afectados
compran pequeñas cintas que incorporan generalmente hilos conductores metálicos,
y las colocan en la parte trasera del vehículo, para que por ahí se pueda desprender
la electricidad estática. En términos sucintísimos despejados de todo cientifismo, la
electricidad estática es más bien tribo-electricidad, o sea, electricidad producida por
contacto, roce, fricción o frotadura (del griego "tribein", frotar). Su existencia es
conocida desde la más lejana antigüedad y la medicina la utiliza desde hace dos
siglos para cuidar el sistema nervioso.
De todos modos, cualquier persona que tenga cabello largo puede apreciar, cada vez
que lo hace, como la frotadura del peine atrae los cabellos. Otro ejemplo muy
conocido es el de la piel de los gatos que produce tribo-electricidad cuando se pasa
los dedos sobre ella: por su actitud, el animal manifiesta claramente la realidad del
fenómeno. En un coche no faltan las fuentes de tribo-electricidad: "ferodos" o
pastillas de los frenos en fricción con disco o tambores y correas de
ventilador/alternador, para citar solamente las dos principales, lo que aclara de paso
por qué el chillido de estos órganos no tiene a menudo aparentemente o
comprobable justificación. Este ruido es fruto de la sobrecarga electrostática.
Normativa
Hay varias normativas usadas actualmente, que incluyen las normas europeas EN 100015,
EN61340-5-1, y la norma americana ANSI/ESD 20:20.
La EN 61340-5-1 ha superado ahora a la EN 100015, y es el estándar principal en Europa.
la ANSI/ESD 20:20 se utiliza principalmente en Norteamérica. Los fabricantes que todavía
usan la EN10015 deben ponerse al día con la EN 61340-5-1 tan pronto como les sea
posible.