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El urbanismo ecosistémico – Guayaquil

Adrián González Velasco

En la ciudad de Guayaquil se inician procesos de expansión involuntario debido a


al flujo migratorio, que se da porque en ella se producen oportunidades para
mejorar la calidad de vida o superar por poco a su actual situación. Esto debido a
varios problema socio-económicos que sufren las ciudades/estados. Esta
expansión sin programación alguna hace que usuarios se sitúen en espacios
donde no se cumplen los requisitos básicos para poder habitar o tener una vida
digna.

“Dependiendo de la región geográfica, los procesos migratorios encuentran


escenarios planificados, en otros casos, se produce una ocupación informal del
territorio, que a veces coincide con lugares de riesgo y alta vulnerabilidad por
inundaciones, deslizamientos, incendios, etc.” (RUEDA-PALENZUELA, 2019)

“En 2012, el Municipio porteño amplió la poligonal urbana hasta la comuna de


Daular, sitio donde se proyecta construir el nuevo aeropuerto en los próximos
años. Pero el crecimiento de la ciudad hacia el oeste empezó varias décadas
atrás, alrededor de los años setenta del siglo pasado, a raíz de la construcción de
la urbanización Puerto Azul; a esta se han sumado, con el paso del tiempo, otras
ciudadelas cerradas que se han localizado al norte y sur de la vía, a manera de
fragmentos autónomos, dibujando un territorio desestructurado, cuya organización
depende, exclusivamente, de esta arteria vial. La inexistencia de espacios públicos
es notoria, minimizando la necesaria cohesión social, la vida comunitaria —si
existe— se desarrolla en el interior de los conjuntos.” (Teresa Pérez de Mursi)

Los procesos migratorios son masivos, sobre todo en Latinoamérica, África y Asia,
donde se han creado megalópolis de más de 20 millones de habitantes. Los
problemas que se in􀂿eren de este proceso,

“La primera consecuencia es la simplificación de la organización urbana. El


paisaje se puebla de zonas comerciales y residenciales de baja densidad
orientadas al automóvil. La industria ya abandonó los centros urbanos y las
actividades asociadas al conocimiento y la tecnología se sitúan con frecuencia
fuera de la ciudad.” (RUEDA-PALENZUELA, 2019)

Entonces la ciudad al ser dispersa es orientada al automóvil, esto debido a la


organización sectorial como zonas destinadas a comercio, o zonas residenciales.
estas categorizaciones derivan a otras, ya sea en el desarrollo de urbanizaciones
exclusivas y barrios. En los bordes se suele producir una mezcla de usos distintos,
algunos con carácter marginal, que proporcionan territorios desordenados de muy
baja calidad urbana.

“El consumo de suelo, directo e indirecto, a través de las infraestructuras


asociadas al desarrollo, genera un conflicto permanente con los sistemas
agrícolas (en muchas ocasiones, el desarrollo urbano ha ocupado los mejores
territorios agrícolas) y naturales que los fragmentan y los insulariza,
simplificándolos. A esta simplificación se le añaden otras que provienen de los
impactos de uso, explotación inadecuada e impactos contaminantes.” (RUEDA-
PALENZUELA, 2019)

El uso de suelo destinado a la construcción ha crecido tres veces más en un


periodo de 30 años con respecto a toda la historia de las ciudades. Debido a la
impermeabilización del suelo y sellado, las ciudades se ven afectadas por el ciclo
hídrico esto debido a la escasez de espacios o suelo que permiten la
permeabilidad y salida del agua, también afectando a la temperatura del medio
urbano.
“Desde inicios de este año, el Municipio de Guayaquil desarrolló un estudio
para actualizar la ordenanza de Uso de Suelo, puesto que en la ciudad hay
negocios que por años han funcionado en determinado sector, en el que la
mencionada legislación lo impide. Por ejemplo, en Mucho Lote, en el norte de la
urbe, sobre la avenida principal se ubican lubricadoras, lavadoras de carro,
ferreterías, restaurantes y demás que funcionan en viviendas adecuadas como
locales comerciales, cuando allí el uso de suelo es residencial. Mientras, en la
zona céntrica del Puerto Principal, en calles como Luque, Junín, Pedro Moncayo,
Riobamba, Rumichaca, entre otras, funcionan bares, muchos de los cuales fueron
clausurados en enero por el cabildo, pues en el sitio no está autorizada la
naturaleza de esos negocios.” (El Universo, 2020)

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