COMENTARIO SOBRE LA LEY MURCIANA 10/2018 DE 29 DE NOVIEMBRE DE

ACELERACIÓN DE LA TRANSFORMACIÓN DEL MODELO ECONÓMICO

REGIONAL PARA LA GENERACIÓN DE EMPLEO ESTABLE DE CALIDAD EN LO
QUE SE REFIERE A LA GESTIÓN DE ÁREAS EMPRESARIALES.

Se justifica la regulación en que la normativa existente en materia de gestión y

desenvolvimiento de áreas empresariales resulta insuficiente en tanto que no
concreta los mecanismos de participación de los actores sociales e
institucionales en el hecho complejo del mantenimiento, conservación,
reposición y ampliación de infraestructuras en estos parques empresariales, y
en que se pretende ampliar el ámbito de gestión a servicios de valor añadido
para la mejora de la competitividad de las empresas y del desarrollo
económico de la Región.

El sistema que articula la norma gira en torno a dos elementos: las

Comunidades de gestión de áreas industriales (CGAI) y el Convenio de esta
entidad con la entidad urbanística actuante (normalmente el Ayuntamiento).

Las CGAI se configuran Entidades Urbanísticas Colaboradoras previstas

en la propia normativa urbanística murciana que obligatoriamente agrupan a los
propietarios del suelo industrial con el fin de que realicen la conservación de las
urbanizaciones y el mantenimiento de los servicios públicos.

Se contemplan el traslado de esta carga en dos supuestos:

1. Cuando lo contemple el planeamiento urbanístico de iniciativa

en función de los resultados del informe de sostenibilidad económica que
incorpore
2.- Cuando lo decidan voluntariamente los propietarios afectados.
En ambos casos el traslado de la carga a los propietarios es limitado en
el tiempo y con previsión expresa de la contribución del Ayuntamiento en
función de lo que determine el informe de sostenibilidad económica.

Por otro lado, se contempla la suscripción de un convenio con el

Ayuntamiento en el que se concreten las obligaciones públicas y privadas en lo
que se refiere a conservación de la urbanización y servicios básicos,
exigiéndose la concreción de las obligaciones de ambas partes con referencia
al estudio económico-financiero correspondiente.

En cuanto a servicios avanzados, se posibilta que la Comunidad los

desarrolle, en régimen de derecho privado y se contempla la incorporación de
empresarios no propietarios.

La valoración del sistema previsto en esta Ley ha de ser positiva dado

que:

1.- Se prevé la creación de una entidad que agrupe a los propietarios (CGAI)
como entidad urbanística de conservación, por lo que se fundamenta en una
marco regulatorio estable y conocido.
2.- Aunque la constitución de dicha entidad, con traslado de la carga de
conservación y mantenimiento de servicios a los propietarios, puede ser
impuesta desde el poder público, se limita al caso de planes de iniciativa
privada y a un concreto periodo temporal. Además, dicha decisión ha de
fundamentarse en el estudio e sostenibilidad económica que justifique
convenientemente el traslado de cargas municipales a los propietarios.

3.- Se regula un sistema en el que la CGAI se cree de forma voluntaria

mediante convenio con el Ayuntamiento para la conservación y mantenimiento
de servicios básicos con clara previsión de la contribución pública en base al
citado estudio de sostenibilidad.

4.- Se prevé también la posibilidad de que la CGAI gestione servicio de valor

añadido, incluida la seguridad, en régimen de derecho privado.

5.- Posibilita la incorporación de empresarios no propietarios.

La fórmula tiene limitaciones claras en cuanto que los servicios de valor

añadido se gestionarán en régimen de derecho privado y solo contribuirán a los
mismos los empresarios de forma voluntaria. También incorpora
determinaciones cuestionables como las mayorías de la propiedad exigidas
para entender que existe voluntad de establecer el sistema que entendemos
insuficientes.

No obstante, en función de lo señalado, cabe concluir que la ley murciana

articula un sistema coherente de colaboración público-privada que contribuirá a
la mejora de las áreas empresariales.