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Normas Internacionales de Contabilidad
Normas Internacionales de Contabilidad
Definición
Las NIC fueron emitidas en 1973 y se mantuvieron con su nombre hasta el 2001. A partir
de ese año, el IASC fue reemplazado por el IASB. Dicha entidad adoptó las NIC,
ampliando su desarrollo y elaborando interpretaciones, dando lugar a las Normas
Internacionales de Información Financieras (NIIF).
Naturaleza de las reglas de contabilidad prevalecientes
Los principios contables de la “partida doble” fueron establecidos en 1494 por fray Luca
Pacioli (1445-1510).
A una o más cuentas deudoras corresponden siempre una o más cuentas acreedoras por el
mismo importe.
En todo momento las sumas del "debe" deben ser iguales a las del "haber".
El principio de los recursos de un ente es igual al valor de las participaciones que recaen
sobre él.
Los componentes patrimoniales y las causas de sus resultados se representan por medio de
cuentas en las que se registran notas o asientan las variaciones al concepto que representan.
El saldo de una cuenta es el valor monetario de la misma en un momento dado. Este saldo
se modifica cada vez que una operación tiene efecto sobre los componentes que ella
representa.
Las cuentas de pasivo y gasto son deudoras, y las de activo, ganancia y patrimonio neto son
acreedoras.
En toda anotación (asiento), cualquiera sea el número de débitos y créditos, la suma de los
saldos debe ser igual.
En este sentido, se han diseñado un conjunto de normativas que velan de que esto se
cumpla (las NIC, las NIIF y las DNA), las cuales se encargan de áreas particulares del
ámbito contable.
Cuando una empresa aplica la Norma Internacional de Contabilidad (NIC) 18, logra tener
información contable fiable que representa su real situación financiera, adicionalmente sus
ingresos serán reconocidos en la misma forma en que lo realizan las demás empresas tanto
a nivel nacional como internacional. Facilitando la comprensión y comparabilidad de sus
estados financieros en caso de ser requerido, ya que son elaborados siguiendo las mismas
normas y procedimientos contables.
Este órgano también se puede entender como el máximo instrumento de gobierno de una
corporación en el que propietarios y accionistas delegan todas sus funciones.
Desde dicha instancia se toman decisiones que afectan a todos los departamentos y áreas
que conforman la empresa y se marcan las directrices de funcionamiento al equipo
ejecutivo.
Los participantes de esta cúpula directiva deben ser como mínimo tres, que pueden ser
accionistas o no. Sin embargo, la cifra queda supeditada a las disposiciones de los estatutos
de la firma.
En general, las decisiones que se toman en una sociedad son tomadas por el Consejo de
Administración, principalmente, por el presidente y el consejero delegado, que son los que
disponen de los poderes necesarios para ello.
Revisar las cuentas anuales, presupuestos y resultados llevados a cabo por la sociedad.
Convocar a la junta de accionistas para que, en su caso, tome las decisiones pertinentes
sobre asuntos extraordinarios.
Modificar en circunstancias determinadas las condiciones laborales, e incluso cesar a los
miembros que integran la dirección de la entidad y a empleados con niveles salariales
elevados.
Validar la disposición de activos que representen sumas de importancia, así como autorizar
endeudamientos que superen importes ya acordados.
Para que una reunión sea validada, deben concurrir -ya sea de forma presente o
representada- la mitad más uno de los componentes del Consejo de Administración.
Salvo que los estatutos corporativos determinen excepciones, los acuerdos a los que se
llegue se establecen a través de la mayoría absoluta de los consejeros asistentes a la
reunión.
La ley exige que las discusiones y acuerdos del Consejo de Administración queden
registrados en un libro de actas, y estas deben ser firmadas por el presidente y el secretario
del consejo, cargos que nombra el propio órgano.
Un último dato a tener en cuenta es que en las Sociedades Anónimas (S.A.) el puesto de
consejero se puede ejercer hasta un plazo máximo de seis años, mientras que en las
Sociedades Limitadas (S.L.), el tiempo es indefinido.
Utilidades no distribuidas
Las utilidades retenidas son la parte de los dividendos obtenidos por una empresa que no se
reparten entre sus socios o accionistas. Las utilidades retenidas corresponden a las
utilidades o dividendos de la empresa que permanecen en la empresa, esto es, no se
reparten entre sus socios o accionistas.
Al finalizar el año, las empresas suelen hacer un balance de las ganancias obtenidas durante
el año y toman la decisión de repartirlas entre sus socios o bien, dejar todo o una parte para
financiar otros objetivos entre los que se encuentran:
Financiar crecimiento.
Pueden ser una fuente de financiamiento relevante que no implica costos en intereses
bancarios y otros gastos relacionados (comisiones, etc.). Cuando se utilizan de manera
adecuada, pueden aumentar el valor de la empresa en el corto plazo.
También son consideradas como una medida del valor y estabilidad de una empresa. A
mayor cantidad de utilidades retenidas es un reflejo de que ha funcionado bien en el tiempo
y que es probable que un futuro cercano pague dividendos a sus socios o accionistas.
Se calculan restando a los ingresos los gastos (obteniendo así la ganancia neta). Luego, se
restan los dividendos efectivamente pagados a los accionistas. El saldo restante serán las
utilidades retenidas.
Cuando las empresas son nuevas, generalmente no obtienen utilidades por lo que sus
ganancias netas, al igual que sus utilidades retenidas son cero.
Reserva legal y otras reservas
Reserva legal: Esta imposición de la ley solo alcanza a las sociedades de responsabilidad
limitada y a las sociedades anónimas. Se trata de un 5% de los beneficios obtenidos. La
reserva legal “… constituye una garantía de los acreedores, para reforzar su prenda,
protegida de la escasez del capital social. Estos fondos no pueden ser distribuidos ni
utilizados por los accionistas”1. Esto significa que de los beneficios netos obtenidos por la
sociedad, debe ser separado el 5% hasta que exista, en dicha reserva, el 10% del valor del
capital social.
- Reserva estatutaria: Son reservas opcionales previstas no por ley, sino por los estatutos
sociales para cubrir aquellas provisiones que los socios consideran necesarias para una
adecuada gestión fiscal de las operaciones de la sociedad. Los estatutos determinarán su
monto y la modalidad de su constitución. Cuando se prevean en los estatutos, tienen
carácter obligatorio y alcanzan a los resultados de todos los ejercicios.
- Reservas excepcionales: Son las dispuestas por una asamblea para aplicarse a los
resultados de ese ejercicio. Pueden disminuir el monto a distribuirse o sustituir
íntegramente esta distribución.
Luego de realizar todas estas deducciones, obtenemos los beneficios netos del ejercicio
social, a los cuales se le pueden dar los siguientes destinos o aplicaciones:
- Distribuirlos:
- En numerario;
- En especie.
A - Distribuirlos
En principio los beneficios no deben ser distribuidos, más que después del cierre del
ejercicio, luego de la aprobación de las cuentas y la fijación exacta de los dividendos por
parte de la asamblea.
La asamblea no puede delegar su facultad de decidir sobre la repartición o no de los
dividendos; empero, luego de decidir que estos sean repartidos, puede otorgar mandato al
consejo de administración o al gerente, según el caso, sobre la fecha de esta repartición.
Esta delegación puede fundamentarse en dos hipótesis:
Los estatutos pueden establecer que los administradores realicen la distribución durante el
transcurso del ejercicio siguiente2, en este caso, luego de la asamblea establecer la
procedencia o no de la repartición, por mandato estatutario les correspondería a los
administradores el determinar el momento cuando se distribuyan los beneficios.
Es el impuesto que grava toda renta, ingreso, utilidad o beneficio, obtenido por personas
físicas, sociedades y sucesiones indivisas, en un período fiscal determinado. Base Legal:
Título II Ley 11-92 d/f 16/05/1992 y sus modificaciones.