Carlos Escaleras Mejía fue un destacado líder popular con
un amplio recorrido en la defensa de los derechos humanos.
Siendo estudiante de educación media se integró en el Frente Estudiantil Revolucionario (FER) a mediados de los años 70. Posteriormente, fue directivo a nivel nacional del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (STENEE) en la década de los 80 hasta su despido, en el gobierno nacionalista de Rafael Leonardo Callejas a inicios de los 90. Además, formó parte de la primera filial del Comité por la Defensa de los Derechos Humanos (CODEH) en Tocoa Colón, integrante de la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán (COPA) y del partido Unificación Democrática (UD), espacios en donde siempre hizo hincapié en la defensa de su territorio y por lo cual gozó siempre de la credibilidad de las comunidades del Aguán. Fue asesinado el 18 de octubre de 1997 en su negocio de lavado de autos en la ciudad de Tocoa. Al momento de su asesinato, Escaleras era candidato a la alcaldía de su ciudad natal por la UD y regresaba del entonces Tribunal Nacional de Elecciones en Tegucigalpa ya que faltaba aproximadamente un mes para realizarse el proceso electoral de ese año. Desde la fecha del crimen contra Escaleras, su familia ha buscado que este caso no quede en el silencio impuesto por quienes ejercen control político y económico en el país. Hasta el momento, solo ha sido condenada una persona: Lucas García Suazo en octubre del año 2002. A pesar de la condena, se continúa en la búsqueda de los autores intelectuales de su asesinato. Ante la lentitud de la justicia hondureña para resolver este caso, el Centro por la Justica y el Derecho Internacional (CEJIL) y el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ) presentaron el 14 de enero de 2002, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la denuncia que responsabiliza al Estado por su asesinato. Carlos Escaleras falleció el 18 de octubre de 1997, en horas de la tarde, cuando fue alcanzado por disparos con arma de fuego, mientras asistía a su empresa de lavado de autos, ubicado en el centro de la ciudad de Tocoa. a mediados de la década de 1990 comenzó a coordinar acciones contra el famoso empresario Miguel Facussé Barjum que pretendía instalar una planta de extracción de aceite de palma cerca del río Guapinol, lo que sería una enorme carga para por lo menos cinco comunidades más algunos vecindarios de Tocoa. En 1997 lideró protestas contra el coronel Aldana, comandante del Batallón de Infantería XV, que, por intereses personales, impidió el acceso al agua a los habitantes de Chapagua, Agua Amarilla, Aguán y otras poblaciones. En agosto de 1997 fue amenazado por el coronel Aldana.2 En 1997 momento Escaleras fue nominado para ser candidato a Alcalde de Tocoa en representación del Partido Unificación Democrática para las elecciones de ese año. Entre los principales sospechosos del asesinato de Carlos Escaleras, estaban Orlando Martínez, Lucas García Alfaro y Óscar Sosa. De ellos, solo Lucas García Alfaro fue condenado a 17 años de prisión, en sentencia de fecha 16 de octubre de 2002. Posteriormente, el entonces ente investigador Departamento General de Investigación Criminal (DGIC) consiguió una declaración jurada del notario público de García Alfaro, en la que señalaba como autores intelectuales del asesinato, a Salomón Martínez, Juan Ramón Salgado, Aldo Augusto Aldana y Miguel Facussé. El Juez Rogelio Clara que conocía de la causa, no admitió esa declaración, como prueba. Miguel Facussé y un ejecutivo de negocios, Irene Castro, fueron acusados y testificaron su participación en los hechos. Blanca Jeannette Kawas Fernández el 16 de enero de 1946 - ibidem, 6 de febrero de 1995) fue una activista del medio ambiente hondureña, conocida por su papel en el rescate de más de 400 especies de flora y fauna de Honduras durante sus últimos años hasta su asesinato.1 El Parque nacional Jeanette Kawas es nombrado en su memoria. A principios de 1990 comenzó su papel de trabajo en la Asociación Hondureña de Ecología. Las actividades Jeannette Kawas y los progresos realizados para preservar 449 especies de plantas, la diversidad de flora y fauna, lagunas costeras, afloramientos rocosos, pantanos, manglares, costas rocosas, playas de arena y selva ubicadas en una franja costera de 40 kilómetros, fueron obstáculos para proyectos empresariales. Kawas realizó actos en contra del gobierno de Carlos Roberto Reina Idiáquez debido al otorgamiento de títulos de propiedad a campesinos y empresarios en las reservas de Punta Sal, hoy llamado Parque nacional Jeanette Kawas. Dos días después de la protesta, el 6 de febrero de 1995, se encontraba en su casa, a las (19:45 horas) 7:45 p.m. Fue asesinada con arma de fuego por dos sospechosos, no identificados en su casa en el Barrio El Centro, en la ciudad de Tela, Atlántida. Entre los sospechosos de asesinato se encuentran el coronel Mario Amaya (conocido como Tigre Amaya), quien se habría reunido con el sargento Ismael Perdomo y Mario Pineda (también conocido como Chapin) en la jefatura de policía de Tela. Como no había interés en los operadores de justicia de Honduras para aclarar las causas del asesinato, el 13 de enero de 2003, el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) de la Compañía de Jesús y el Centro para la Justicia Internacional (CEJIL) enviaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en las que responsabilizaba al Estado de Honduras por el asesinato de Kawas, Carlos Escaleras y Carlos Luna.