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Instituto de Estudios Universitarios

Ieu
Área de posgrado
Maestría en “CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN”

CAMPECHE, MEXICO A 20 DE MAYO DE 2022

Quiero iniciar este trabajo crítico con un poco de antecedentes, para dar lugar a lo
que nos apremia “La Sociología hace su aparición como reacción ante el
contractualismo, la fisiocracia y el liberalismo utilitarista ” (Lucas, 1995: 33). A lo
largo de los siglos diversos pensadores han intentado explicar la condición social
del hombre: Platón, Aristóteles, Hobbes, Locke, Rousseau, entre otros. Pero la
sociología, como perspectiva peculiar desde la que observar la sociedad, aparece
propiamente a principios del siglo XIX, momento en el que impera el pensamiento
ilustrado que exalta la razón, la libertad y la igualdad. Es una época en la que la
ciencia y el saber científico sustituyen al saber tradicional considerado irracional y
asociado a la religión y lo supersticioso. La noción de progreso es inherente a
todos los cambios que se producen a todos los niveles. Todo ello genera un clima
generalizado de optimismo y el análisis científico se traslada al ámbito social,
incidiendo en la organización, la política y la economía.
En este contexto de enormes cambios sociales industrialización, urbanización,
progreso científico, mejoras sociales, cambios políticos, etc.se consolida un modo
de pensar que atribuye a la ciencia positiva la posibilidad de mejora y progreso en
todo lo referente a lo social, del mismo modo que había hecho posible el avance
económico. Sin embargo, la Sociología se encarga del estudio de cuestiones que
tienen que ver con lo humano, con el vivir de los hombres y el hacer sociedad y es
por ello que parece no alcanzar la categoría del resto de ciencias positivistas que
emplean el método científico. Al mismo tiempo que su patente cercanía al resto de
ciencias humanistas (filosofía, antropología, ética, política, etc.) impide delimitarla
claramente como ciencia y distinguirla respecto del resto de saberes. De ahí que
“a partir de Montesquieu o de Hume importará explicar la realidad social en
función de sus leyes propias y no de la naturaleza humana ” (Garmendía, 1979:
20). Ahí comienza la separación entre lo social y lo humano que continuará hasta
nuestros días y que hoy es preocupación de algunos de los teóricos de la
sociología y otras disciplinas afines.
Partiendo de esta premisa la educación se ha globalizado y esto es un hecho
innegable. Con todas las ventajas y desventajas que esto supone, el caudal de
información es enorme; es necesario enseñar estrategias vitales que nos ayuden a
pensar, discernir, y discriminar la información masiva. La sociología como ciencia
nos da estas herramientas que nos permite acercarnos al conocimiento real de lo
vivido “La sociología es un saber que debe interesar y que puede apasionar a
cualquier persona, pues se ocupa de analizar y conocer las fibras íntimas de los
elementos de la vida cotidiana en su dimensión esencial de vida en común. Es un
saber que, en cierta manera se ocupa de algo obvio, como son las relaciones
humanas que todos vivimos. No obstante, esta reflexión es precipitada y, por
tanto, falaz. Para el ser humano no se trata simplemente de saber, sino de saber
más. El conocimiento real; si no se considera así, es porque verdaderamente no
hay afán de conocer algo nuevo.” (Rodríguez, Parra y Altarejos, 2003: 15-16).

En la actualidad la relación de las ciencias ha ido cada día evolucionando, es por


ello que el nacimiento de la Sociología, junto con otras Ciencias ha permitido
conocer el desarrollo de la sociedad industrializada, basta conocer la idea que
planteaba Augusto Comte en la corriente filosófica positivista , considerada como
el gran medio para encontrar las leyes del mundo experimental.
Comte examina el estado de las ciencias y comprueba que su dominio se ha
extendido desde las matemáticas a la biología, pasando por la realidad física,
astronómica y química. Todas esas realidades han sido susceptibles de múltiples
conocimientos por la aplicación de un método científico-positivo, que había
obtenido sus últimos éxitos en la biología (L. de Ferrari, 1973: 81) Por su parte, el
sociólogo francés Emile Durkheim fue heredero de la filosofía positivista. Con
Comte compartió una visión elitista, al considerar que sólo unas cuantas personas
podrían comprender la orientación de la fuerza productiva sobre la sociedad. Otra
concordancia con el “padre de la Sociología ” fue considerar al conocimiento
científico como el único que puede orientar el progreso social. Una diferencia con
Comte fue su concepción sobre la acción social, más ligada en éste con un
aspecto negativo. Durkheim consideró dos dimensiones para lo que él también
comprendía como fuerza colectiva: una positiva y una negativa. Productos de la
fuerza colectiva positiva resultaban la libertad y la educación moral, mismas que
se deberían desarrollar bajo el derecho civil, mientras que la fuerza colectiva
negativa estaba relacionada, entre otros elementos, con sacrificios y privaciones y
debía regirse por el derecho penal (Lutz, 2010).
Con base a estas dos posturas de sociólogos de las escuelas francesas podemos
darnos cuenta que Durkheim tenía una visión evolutiva de la educación en Francia
a diferencia de en cuanto a Comte se centraba a la tarea de mejorar a la sociedad
y por ende creía que se necesitaba una reforma social , sin embarco considero
que ambos pasaban por alto que a medida que el tiempo cambia, la sociedad igual
lo hace juntamente con sus leyes, reglas y normas, como comparación a estas
ideas se encuentran las diversas constituciones establecidas dentro de las 7 leyes
ante el enfrentamiento de la revolución francesa, misma que destruyó el viejo
sistema social y político surgiendo nuevas leyes e ideas sociales.
Por otro lado teníamos las ideas sociales de los que pertenecían a la escuela
Alemana y Estadunidense.
Uno de los pensadores más influyentes dentro de las Ciencias Sociales es el
filósofo y economista alemán Carlos Marx, de quien queremos ondear uno de sus
pensamientos Social de Marx el cual establecer que el devenir social es producto
de la acción humana, consciente o no de que todo lo existente en la sociedad es
consecuencia de decisiones tomadas por individuos concretos y materiales, es el
punto nodal del materialismo histórico. Entre sus aportes a la sociología se
destaca el concepto de la lucha de clases, donde Marx establece que las personas
en sociedad se dividen en clases y observa que la historia de la humanidad es una
historia de enfrentamientos entre grupos antagónicos.
Para definir concretamente lo que cada escuela buscaba a través de sus
diferentes corrientes podemos darle crédito a esta simple, pero concisa, definición
que Anthony Giddens (2006) ofrece en su manual Sociología la cual podría
servirnos: La sociología es el estudio de la vida social humana, de sus grupos y
sociedades. Es una empresa cautivadora y atrayente, al tener como objeto nuestro
propio comportamiento como seres sociales.
De acuerdo a este análisis crítico de diversos autores inmersos en las ciencias
sociales, podemos generalizar que la Sociología es la ciencia que se ocupa del
estudio de la realidad social. Su unidad de análisis es la sociedad y los individuos
en ellas. La Sociología observa, analiza e interpreta el conjunto de estructuras y
relaciones que se halla en toda sociedad dentro de un determinado contexto
histórico y busca conocer el conocimiento científico real de cada individuo,
partiendo desde el área educativa.
BIBLIOGRAFÍA

Durkheim, E. (1975). Durkheim, E. Sociología y educación, Barcelona, Conmar


Color
Lutz, B. (2010). La acción social en la teoría sociológica: una aproximación.
Argumentos, UAM-X, México, Nueva época, Año 23, No. 64. Recuperado de:
www.scielo.org. mx/pdf/argu/v23n64/v23n64a9.pdf
Marx, Karl, Sociología y filosofía social, Barcelona, Ediciones Península, 1968.

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