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Facultad de filosofía y humanidades

Carrera: Pedagogía en música


Fecha: 13/04/2022
Asignatura: Etnomusicología y Educación
Profesor: Jacob Rekedal
Estudiante: Sebastián Pradenas

¿Qué es la etnomusicología?

Para responder tal interrogante parece pertinente abordar los orígenes y el contexto en el que nació
dicho concepto, así como analizar la evolución de este con el paso del tiempo. A pesar de que la
etnomusicología nace como una disciplina como tal durante la década de 1950, su origen se
remonta a mediados del siglo XIX, periodo en el que Europa y Estados Unidos despertó un especial
interés por el estudio comparativo de músicas de culturas no occidentales y de sociedades
consideradas, en ese entonces, “primitivas”.
Estos estudios proliferaron enormemente gracias a dos grandes innovaciones: el fonógrafo de
Thomas Edison y la introducción del concepto de Cent por parte de Alexander Ellis (Myers, 2001).
Esto propició el nacimiento de la musicología comparada, disciplina predecesora de la
etnomusicología, la que buscaba el estudio comparativo de las músicas a través del método
científico. Esto marca un importante precedente en el origen de la etnomusicología moderna, puesto
que estas herramientas fueron fundamentales para la investigación musical y el posterior
replanteamiento acerca del interés comparativo en el campo de la música, derivado del sesgo
evolucionista imperante en la época.

Además de la musicología comparada, es de suma importancia tener en consideración ciertas


tendencias que influyeron de forma directa o indirecta en el nacimiento y/o desarrollo de esta la
etnomusicología. Entre ellas, cabe destacar el nacionalismo y el exotismo, componentes importantes
que incentivaron la curiosidad por las culturas propias y ajenas, además de generar el ambiente
propicio para el desarrollo del folklore y la etnografía (Cámara de Landa, 2016).
En esa misma línea, cabe mencionarla incidencia que el creciente nacionalismo en Europa de
mediados del siglo XIX y principios del siglo XX en el interés por el folklore europeo, debido a la
búsqueda de identidad por parte de las diferentes naciones, que se nacen de forma reciente bajo el
concepto de nación moderna y requerían la cohesión de los pueblos que las constituían. Para este
fin, resaltar la historia y elementos en común se tornó prioritario, lo que impulsó la investigación de
la música folklórica europea.
Es importante reflexionar acerca del nacionalismo en Europa como ideología de tendencia
evolucionista, puesto que en este es posible encontrar la idea de competencia por demostrar la
superioridad de una cultura por sobre las demás. A pesar de lo nefasto de esta idea, es durante este
contexto en el que se cimenta el camino hacia la etnomusicología moderna. En este ámbito, cabe
destacar a los compositores húngaros Béla Bartók y Zoltán Kodaly, quienes realizaron una
importante recopilación de música folklórica húngara a través del trabajo de campo, método de
investigación principal de los etnomusicólogos hasta la actualidad.
Otro factor importante que impulsa el nacimiento de la etnomusicología como disciplina moderna
es el Exotismo, que se origina a partir de la curiosidad y la atracción de los músicos europeos por
músicas de culturas no occidentales. Este afán derivó en la incorporación de elementos de aquellas
músicas consideradas “exóticas” a las obras de compositores de la música docta europea, tales
como Claude Debussy e Igor Stravinsky. Pese al impulso que generó la tendencia exotista en el
estudio de música no europea, en dicha mirada subyace un sesgo etnocentrista, pues, la idea de
percibir elementos del lenguaje musical de sociedades ajenas como exóticos, revela el cómo los
europeos consideraban la estética de su propia música como un estándar paradigmático en el
mundo.

También es determinante para la constitución de la etnomusicología como disciplina es el triunfo


paulatino del relativismo cultural en las ciencias sociales, que hasta mediados del siglo XX se
encontraban dominadas por un darwinismo social. Esto fue posible gracias a que, a través del
método científico y sus innovaciones, presentes desde el nacimiento de la musicología comparada,
y los replanteamientos acerca de conceptos y las metodologías de investigación vigentes. Esto
conllevó un cambio de mirada hacia las demás culturas, al desaparecer de forma progresiva los
juicios de valor acerca de sociedades ajenas y la ampliación de la cantidad de factores a la hora de
analizar música de una cultura ajena.
En base a esto, etnomusicología moderna, tales como Alan Merriam, Mantle Hood, entre otros,
realizaron publicaciones en las ofrecen posibles definiciones de esta, además de sugerir métodos de
investigación y campos de los debería abordar la disciplina. Cabe destacar, que, a partir de este
punto, es posible notar consenso en que para lograr la delimitación del campo de estudio
etnomusicológico es necesario un constante replanteamiento acerca de qué es música. Es
particularmente notable la definición ofrecida por Blacking (2006), en la que se refiera a la música
como sonido humanamente organizado.
Esta definición, aparentemente sencilla, revela un cambio de paradigma en el análisis musical,
puesto que es sumamente amplia e incorpora a cabalidad la de idea de relativismo en la música; no
existe comparación entre las músicas producidas por diferentes culturas, en contraste con la
musicología comparada. También, a través de esto, es posible reflexionar acerca de la paradoja que
existe en esta forma concebir la música; vale decir, que, a pesar del intento por definir la música en
una cantidad limitada de palabras, este planteamiento sugiere que hay tantas definiciones de música
como sociedades existan.
Dicho esto, es posible inferir que el campo de estudio de la etnomusicología no se delimita solo a la
música, sino que también considera la cultura la que es producida. Para Blacking (2006) no es
posible comprender la música fuera del contexto en el que es creada y ejecutada. Este planteamiento
es revelador en cuanto al rol del etnomusicólogo; no es suficiente comprender teóricamente las
formas musicales de las culturas estudiadas, sino que es imperativo experimentarlas de forma
empírica, es decir, desde el interior de la sociedad estudiada.
A pesar de que el concepto de etnomusicología es relativamente nuevo, y, que, a través del tiempo
ha sufrido transformaciones, es posible observar las bases de esta como un campo interdisciplinario
orientado entendimiento de culturas a través de la experiencia empírica del investigador como
miembro de la sociedad estudiada; a través de la interpretación musical, composición,
improvisación o cualquier práctica que sea considerada como musical por dicha sociedad, con el
objetivo conocer en profundidad su funcionamiento, y así, cumplir un rol educacional y
transformador en relación a la diversidad cultural. Cabe mencionar que, debido a la naturaleza
dúctil y amplia de la etnomusicología, es, a juicio personal, poco probable que una definición
individual logre captar a cabalidad la extensión del término, sin embargo, cada intento consciente
por definirla permite el descubrimiento de nuevas perspectivas que, que potencialmente, podrían
conformar parte de las consideraciones de estudio en un futuro.

Bibliografía.

Myers, H. (2001) Etnomusicología. Madrid: Editorial Trotta, S.A.


Cámara de Landa, E. (2016) Etnomusicología. Tercera edición, Madrid: EDICIONES DEL ICCMU
Blacking, J. (2006) ¿Hay música en el hombre?. Madrid: Alianza Editorial, S. A.

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