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Imaginario social.

La noción de imaginario social se refiere al conjunto de significaciones por las cuales un


colectivo –un grupo-una institución-una sociedad –se instituye como tal. Para conformarse
como colectivo no solo es necesario que éste construya sus formas de relaciones sociales y
materiales, que defina sus formas contractuales, sino también que instituya sus
significaciones subjetivas. Éstas van a estipular en una sociedad lo permitido, lo valorado,
lo prohibido, lo bueno, lo malo, lo bello y lo feo (pensar en el ideal de belleza actual, o de
éxito).

Una sociedad es un sistema de interpretación del mundo, pero también de construcción e


invención. Al instituirse como tal inventa significaciones imaginarias que son producciones
de sentido organizador ya que son condición de representatividad de aquello que esa
sociedad puede darse.
Castoriadis se pregunta : que es lo que mantiene unida a una sociedad? Se responde: es el
proceso por el cual se instituye como totalidad. La institución de normas, valores y de las
significaciones imaginarias que dan forma a la materia prima humana.
La institución produce individuos que son a su vez quienes van a estar en condiciones de
reproducir la institución de la sociedad.
La urdimbre de significaciones orienta y dirige la vida de esos individuos: Dios, polis,
ciudadanos, nación, estado, etc. Se enlazan a significaciones que son imaginarias porque no
corresponden a elementos estrictamente reales, sino que están dadas por invención o
creación, y son sociales porque solo existen en tanto objeto de participación de un ente
colectivo.
Esta noción de imaginario no es equiparable a la de Lacan como especular, o copia de, lo
ilusorio o ficcional. Se trata para Castoriadis de capacidad imaginante, social histórica, de
figuras formas, imágenes-
En síntesis: producción de significaciones colectivas.

Castoriadis diferencia entre:


Imaginario social efectivo (instituído): Conjunto de significaciones que consolidan lo
establecido, en donde los universos de significaciones operan como organizadores de
sentido de los actos humanos, estableciendo líneas de demarcación de lo lícito e ilícito,
permitido prohibido, etc. Los mitos sociales en tanto cristalización de sentido son una pieza
clave en el sostenimiento de lo instituído ya que el mito para Castoriadois es un modo por
el cual la sociedad catectiza como significación el mundo, es decir, algún sentido posible
para los individuos. (mito :mujer=madre)

Imagiunario Social radical(instituyente): Lo histórico social no inventa de una vez para


siempre sus significaciones imaginarias, el desorden social se despliega cuando aparecen
nuevos organizadores de sentido y en consecuencia, nuevas prácticas sociales. Esto da
cuenta de aquellos deseos que no quedan anudados al poder y por lo tanto desdisciplinan
los cuerpos, deslegitiman instituciones, y en algún momento instituyen una nueva sociedad.
Este aspecto instituyente del imaginario social es importante ya que da cuenta de las líneas
de fuga que los deseos posibilitan en relación al disciplinamiento social y establece la
relación entre imaginario social, deseo, producción de transformaciones sociales, con el
Poder.
Tomando como centro el Poder, ubicando su naturaleza social podremos interrogar la
inscripción de sus dispositivos no solo en la organización de la sociedad, sino también su
inscripción en la subjetividad de hombres y mujeres, a través de, por ej, tecnologías
sociales de manipulación , fomentar el temor, la esperanza, etc. No solo se trata del poder a
nivel macro, sino fundamentalmente de los micro poderes.

Hablar del dispositivo del poder es una manera de poner en descubierto tres elementos
básicos que hacen que el poder funcione:
-la fuerza o violencia
-el discurso del orden
-imaginario social

El discurso del orden es el espacio de la racionalidad, del conocimiento, leyes, moral,


filosofía, incluso de la religión. Es el espacio de la legitimación del sistema por vía de
enunciados normativos y reglas de justificación. Pero los dispositivos del poder exigen
como condición de funcionamiento y de reproducción, además, prácticas extra discursivas.
Éstas refieren a resortes mitológicos, emblemas, rituales y cualquier otro mecanismo por el
cual se hable a las pasiones y, en consecuencia, se disciplinen los cuerpos. Este universo de
significaciones hace al poder marchar, logrando que los miembros de una sociedad enlacen
y adecuen sus deseos al poder. Mas que a la razón el imaginario social apela a las
emociones, a los sentimientos y a la voluntad. Suministra esquemas repetitivos y crea
marcos preceptúales desde donde se mira la realidad.

A partir de los aportes de Castoriadis sobre IS se pueden pensar los mecanismos que
permiten a los mitos sociales lograr su eficacia en el disciplinamiento social.

En primer lugar operan por la repetición incesante de sus narrativas: por diferentes
focos de enunciabilidad (publicidad, escuelas, familia, leyes) se reproducen argumentos que
instituyen , por ejemplo, lo femenino y lo masculino en nuestra sociedad.
En segundo lugar instituyen universos de significaciones de formas molares, es decir,
totalizantes, esencialistas. Ej: Sobre lo que debe ser una mujer o un hombre. Esto opera en
dirección a la violencia simbólica, anulando lo diverso, invisibilizando diferencias de
sentido y sobre todo, la construcción histórico social de esas significaciones esencializadas.
En tercer lugar opera por deslizamientos de sentido que vuelven equivalentes cuestiones
muy diversas, Ej mito mujer = madre, que no es lo mismo que decir que para ser madre se
necesita ser mujer.
También instituyen exaltaciones y negaciones, sus narrativas pondrán en un espacio
superlativo ciertos aspectos de una realidad y denegarán o invisibilizarán otros.
Fundamentalmente se invisibiliza toda contradicción entre realidad y mito.

Estos mitos sociales instituyen un “real” que es vivido por los actores sociales como una
realidad objetiva y por lo tanto organiza los lazos sociales, es decir, intitucionalizan tanto
las relaciones materiales como las subjetivas de las personas. Prescriben como deben ser,
desde los contratos hasta las relaciones sentimentales. Son una verdadera fuerza material
del campo social.
En síntesis: en estilos narrativos que recurren a la naturalización y atemporalidad, los mitos
sociales obtienen su eficacia simbólica.

Entonces el imaginario social efectivo nos habla de los mitos sociales y el imaginario
radical de la producción de utopías.

Ámbos términos dicen de las luchas por la conservación y transformación de una sociedad,
que se lleva a cabo en guerras y en lo político -económico, pero que tienen su frente
también en lo simbólico.

Los dos aspectos del IS(instituído e instituyente) están en permanente tensión, conviven y
no implican un criterio valorativo, lo radical no necesariamente es positivo y viceversa.

De la noción de imaginario social a la noción de imaginario grupal


La cuestión radica en indagar sobre los procesos de producción, circulación y apropiación
de significaciones imaginarias en un colectivo restringido.
¿Cómo se construye ese algo en común en un pequeño grupo? Está allí la posibilidad de
localizar el plus grupa.? Cómo instituye sus consensos?
Las significaciones imaginarias hablan del mito, la ilusión y la utopía, además de las
redes identificatorias y transferenciales.
A partir de esta localización, será importante para la coordinación grupal indagar si la
producción de consensos implicaría, para ese grupo, algún tipo de violentamiento de las
singularidades o una manera de acordar para armar algún punto de significación
homogénea o para la acción. Analizar la manera en que cada integrante participa desde su
sentido singular, desde su propia implicación, en una significación colectiva. No todo
consenso violenta y ahí es donde cobra particular relieve la figura del coordinador. Un
lugar desde donde habilite las condiciones para un movimiento desde el universo de las
significaciones a la singularidad del sentido. Dado que la naturalización es uno de los
mayores resortes de la eficacia simbólica de los mitos sociales, se tratará de abrir
interrogación sobre las naturalizaciones que circulan en ese grupo. Problematizar lo obvio.

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