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v=UstyLfotDA4

El consentimiento resulta de la acción de acordar, de ponerse de acuerdo, expresando una


voluntad coincidente a la propuesta, para accionar en conjunto, o permitiendo que se realice la
acción. Puede usarse en nuestra vida cotidiana, sin efectos legales, por ejemplo: “Mi papá me
ha dado su consentimiento para quedarme a dormir en tu casa” “Tengo el consentimiento de
mi novia para irnos juntos de vacaciones”

El consentimiento, por otra parte, no es válido cuando se consigue a través del uso de la
fuerza o intimidación, o cuando se detecta un error grave en la apreciación de los hechos.
Para el ámbito del derecho, el consentimiento se entiende como la voluntad manifiesta (ya sea
de carácter tácito o expreso) de un mínimo de dos individuos para aceptar y reconocer
obligaciones y derechos de diversa índole.

Respecto a un contrato, el consentimiento es la conformidad que las partes involucradas


expresan en relación a sus contenidos. Claro que para que el consentimiento sea válido desde
el punto de vista jurídico, es necesario que se cumplan ciertos requisitos. El sujeto, como
primer punto, debe tener capacidad de obrar (por eso, en muchos casos los menores de edad
y los discapacitados mentales no pueden dar consentimiento).

Si una persona da consentimiento, significa que está de acuerdo en hacer algo íntimo con
otra persona. Cuando decimos “algo íntimo”, puede ser desde agarrarse de las manos hasta
tener sexo o cualquier cosa que se quiera hacer.

Cualquier contacto o actividad sexual sin consentimiento se llama agresión; por eso es tan
importante tener un acuerdo verbal claro de antemano. ¡Puede ser simple! No te preocupes si
no estás familiarizad@ con el consentimiento y cómo trabaja, porque la idea básica es
realmente simple. El problema es que no hablamos de él lo suficiente, entonces es normal
sentirse un poco insegur@ e incómod@ al principio.

Todo lo que tienes que hacer es asegurarte de que amb@s estén en la misma página antes
de hacer algo físico. La clave es nunca asumir que hay consentimiento.

En vez, l@s dos deben dar su consentimiento hablado y su lenguaje corporal y sus acciones
deberían reflejar eso. Bueno, ¿y cómo pregunto? Algunas personas se preocupan de que
asegurarse de tener consentimiento va a ser embarazoso y que va a arruinar e lmomento, lo
cual está lejos de la verdad.

Lo que puede pasar es que sea una experiencia mucho más positiva y natural porque l@s dos
van a estar content@s y pueden comunicar abiertamente lo que quieren. Así se ve el
consentimiento: Obtén consentimiento cada vez No está bien asumir que una vez que tu
pareja consiente a una actividad, inmediatamente significa que está consintiendo a lo mismo
en el futuro.

Ya sea la primera o la centésima vez, una relación casual, una relación donde hay
compromiso o aún durante el matrimonio, nadie está obligad@ a dar consentimiento solo
porque lo han hecho en el pasado.

Una persona puede decidir parar cualquier actividad en cualquier momento, aún si ha estado
deacuerdo al principio. Sobre todo, cada persona tiene derecho sobre su propio cuerpo y de
sentirse cómod@ de cómo lo usa, sin importar lo que haya sucedido en el pasado.

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