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Hoy no he venido a cantarles.

Tampoco hoy he venido a litigar ni a defender a un clien|te ante un


estrado o instancia judicial. Hoy, tengo el honor y el placer de compartir esta noche con ustedes el
alumbramiento de mi primer hijo literario: Prometeo revelado.

Este es un Viaje que se inició hace mucho, es más, ni siquiera sabía que estaba inmerso en él hasta
que fue demasiado tarde y llegué a un punto de no retorno…un gozoso punto de no retorno: un
viaje al interior de mí mismo…que, luego de largos años, de largas dudas y temores que fueron
poco a poco superados, de continuas caídas y traspiés, de innumerables obstáculos de todo orden,
me llevaron al que considero el descubrimiento más grande y trascendente de mi vida: al
descubrimiento de MÍ MISMO, de quien era, de qué era (pues quién y qué no son lo mismo) y de
por qué y para qué estaba aquí, en este mundo, en este plano, en este universo, en este
inaprensible tiempo espacio.

Mas luego, descubrí algo no menos asombroso: que, en ese Viaje, ese glorioso Viaje, nos hallamos
inmersos TODOS, todos ustedes los que están presentes aquí en esta deslumbrante noche, el
barrendero que está afuera en las calles, el obrero y el empleado que acuden cada día a su lugar
de trabajo, el contador y el gerente de una empresa, el político, el deportista, el médico, las
madres y los niños, en fin, la Humanidad entera, con la única diferencia de grados, lecciones,
niveles o escuelas.

Y de eso, entre muchas otras cosas, esencialmente trata mi obra, del recordar nuestra verdadera
esencia, nuestro origen y nuestro destino. Nuestro propósito. El sentido y significado profundo de
nuestras vidas, de nuestros actos, de nuestras palabras, de nuestros pensamientos, de nuestros
por qué y para qué, de nuestras causas inmanentes y a diario siempre presentes, aunque por lo
regular no las sepamos ni las conozcamos a ciencia cierta o al menos en toda su inmensa
magnitud, vastedad y alcances.

Vivimos lastimosamente y desde hace mucho dentro de un nefasto y contradictorio paradigma


invertido, aupado y manipulado por el establishment a través de sus instituciones, cultura, prensa
y redes, atrapados, hipnotizados, aletargados, anestesiados por la televisión y las malas noticias,
por lo banal, por lo inmediatista y lo inmediato, cortos de visión, comprensión y pensamiento
crítico, un paradigma eminentemente materialista, dogmático, sea que el dogma provenga de la
religión o de la ciencia, consumista, escapista y hedonista.

En estos momentos de confusión y desorientación sobre nosotros mismos y sobre la información


que recibimos a diario, esta obra sirve como base y guía para encontrar y pensar nuevos
paradigmas y derroteros, no los arcaicos, gastados, vendidos y marketeados caminos que nos han
impuesto hipnótica y subrepticiamente desde el vientre materno.

Es un llamado a la urgente a la toma y al despertar de consciencia, una invitación serena pero


firme a la reflexión, a la toma de responsabilidad de nosotros mismos y de nuestros, actos,
palabras y pensamientos.

También es una guía y una invitación amable a conocernos a nosotros mismos, a


autodescubrirnos, a ir hacia adentro, a despertar del sueño cotidiano, a empoderarnos, a
cuestionar sin remilgos todo lo que se nos ha enseñado desde la escuela, familia y religión como
cierto, como verdadero.
También nos ayuda a saber, entender y comprender que aquello que llamamos Dios no es una
mera idea o ideal, sino una realidad palpitante que habita en todos nosotros y es todos nosotros, a
pesar de lo que lo hayamos olvidado y el sistema haya perpetuado y acentuado a propósito dicho
olvido.

También entenderemos algunas de las causas y cómo funciona el universo y nuestra mente

Y, sobre todo, que existe una verdadera y vasta realidad invisible desconocida más allá de nuestros
sentidos sensoriales y de dónde parte y se origina todo.

También, sin que sea menos importante, que nuestro principio, origen, esencia y destino es
eminentemente espiritual y lleno de propósito.

Y, aún más, el sentido y propósito de encontrar y tener el coraje de seguir nuestro propio camino,
nuestra propia senda, nuestro propio destino, crearlo, enfrentarlo, aceptarlo, afrontarlo.

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