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Un verano, dos mes después de la última reunión de los valientes caballeros Los Siete Pecados

Capitales, una pareja de una hada de nombre Elaine (la ex santa guardiana de la juventud, actual
princesa hada) y un humano cuyo nombre es Ban (antiguo miembro de la orden de guardines de
esa misma orden) viajaban tranquilamente por numeroso lugares de Britannia, estos habían
emprendido su viaje cumpliendo el deseo de ambos en "viajar y conocer el mundo juntos", ademas
de ser captador de las diferentes cervezas que existirán en todo Britannia (obviamente, idea
sugerida por el parlanchín humano). Los dos disfrutaban de los hermosos paisajes que daban los
numerosos lugares al que visitaban, las diferentes actividades culturales de esos lugares, los
puestos de vendimias, música y artesanías, como tambien las variedad de comidas y bebidas que
ofrecían dichos lugares, pero, especialmente, el cálido sentimiento que sentían los dos al estar
juntos, disfrutando de su mayor sueño, después de veinte años de larga espera..

En medio de su maravilloso viaje, cierto dia la pareja decidió quedarse a descansar por las costas
de Britannia, la hermosa vista de la playa, era lo primero que se podía ver desde lejos. Por capricho
del gran humano pelo plata sugirió amablemente (y también constantemente) irse a bañar a la
playa; la hada no dudó y aceptó dulcemente, a esta le causaba mucha gracia ver a su amado tan
emocionado por irse a bañar al inmenso cuerpo de agua (la verdad su aptitup se asemejaba al de
un infante que veía por primera vez el mar) y eso que la verdad, era ella la que era su primera vez
en conocer tan semejante lugar.

A medio día los dos embarcaron su pequeña excursión a la playa, observaron asombrados tan
maravilloso paraíso, el cálido sol, el inmenso mar con aguas cristalinas, el cielo despejado
luciendo en todo su esplendor el cálido sol, el viento soplando fuertemente, la fina arena jugando
entre los deditos de los pies, y, sobre todo, la bella cara de Elaine observando tan hermoso paisaje
(y, como bono adicional las numerosas preguntas de la simpática hada de que ¿por qué está agua
era tan salada? ¿Por qué las olas son tan furiosas? O ¿Por qué usar ropas tan reveladoras?
Obviamente, todas respondidas de manera graciosa por el humano) Los dos disfrutaron al máximo
el ese día de playa; Después, ambos ya cansados por tanto entretenimiento, se quedaron sentados
en la orilla el hermoso crepusculo que ofrecia el atardecer, los susodichos se encontraban
abrazados hablando de cosas al azar.

Cuando el sol al final se termino de ocultar ambos se fueron caminando tomados de la mano
hasta el alojamiento que habían rentado desde que llegaron temprano a ese mágico lugar.La
pareja del hada y el humano llegaron al dicho lugar, subieron por primera vez a su alcoba para
tomar un calido baño juntos, al rato decidieron bajar a cenar de una vez, para mas tarde
nuevamente subir a su cuarto e ir a descansar para mañana retomar nuevamente su aventura.
La simpática pareja se sentaron a comer en una de las mesa de fondo, pidiendo sus comida y
bebidas (verveza obviamente para Ban), comenzando a charlar animosamente del gran día que
tuvieron juntos.

—¿Sabes Ban?, hoy fue sorprendente bañarse en el gran mar que siempre me contaste -mencionó
Elaine mientras daba un bocado de su comida.

— ¡Me alegro que te haya gustado! -repuso el humano con una gran sonrisa- Y eso que te quejabas
por lo salado del mar -finalizo el hombre con una gran carcajada.

—¡Ban!

—¿Qué? Es verdad -murmuró el mismo- estabas asustada porque decías que el mar te quería
llevar.

— ¡Oye! -gritó avergonzada el hada- ¡Prometimos que no repitiriamos ese conversación!. Además,
tu casi te ahogas y eso que eres más alto que yo -río finalmente la hada.

El humano soltó una carcajada que sorprendió a todos en el establecimiento, las personas se les
quedo viendo sorprendido por la actitud de la pareja, rápidamente la hada pidió disculpa por su
pareja, diciendo que él "alcohol ya le estaba surtiendo efecto".

—¡Hey! También quedamos que eso jamás paso - exclamó el humano tomando otro sorbo de su
bebida.

La hada lo vio detalladamente y solto una risita, le causo mucha gracia la cara que puso Ban que
se había hecho todo un mohín. Ella delicadamente le dio un beso en la frente y le susurró al oído.

—Mi guapo nadador, no te molestes. Prometamos nuevamente no hablar sobre estos "pequeños"
inconveniente de hoy -le extendió la mano- ¿Vale?

—Vale -le decolvio el gesto con la mano apretándola suavemente- Y para cerrar el trato -Ban
rápidamente le robo un beso de los labios a su novia- este será la forma de cerrar nuestro acuerdo.

Elaine se sonrojo por tal actitud sorpresiva de su acompañante, no era que le molestará, si no por
la gran rapidez de Ban de cambiar el tema, y su capacidad de cambiar el ambiente.

—Pero que linda cara tienes Elaine -interrumpio el humano los pensamientos de la susodicha-
¿Sabes? el tono rojizo en tus mejillas es mi color favorito -concluyo carismático.
Los dos reanudaron sus risas por las palabras del humano que se encontraba en un estado
medianamente de embriaguez...

La nochese encontaba tranquila mientras la pareja terminaba de comer (y Ban de tomar su "última
cerveza", ya que estaba ebrio), todo iba en silencio hasta que en el despacho llegó un gran grupos
de personas cantando y bailando festejando la Boda de unos recién casados de ese lugar. Todos
los que estaban en ese lugar (incluyendo nuestra pareja principal) observaron curiosamente la
gran carabana que acababa de entrar al establecimiento. La pareja de casados eran dos jóvenes
que entraron de últimos agarrados de las manos, la dama era de piel palida, cabellos color rubio
opaco y ojos marrones, vestida con un lindo vestido color blanco, algo sencillo, pero con hermoso
detalles de flores; mientras el caballero, era de piel un poco tostada, de pocos cabellos y ojos color
morado, iba de un traje de color negro, también bastante sencillo, pero con flores de color verde y
morado. La pareja de novios hablaban animosamente hasta donde se sentado a dos mesas de Ban
y Elaine. La hada los vio curiosamente por sus vestimentas y las cosas que hacían los recién
casados. ¿ Con que así se celebran los matrimonios humanos? ¿La boda de mi hermano será igual
de animada?

—¡Ahh! No podían buscar una mesa más lejos -especto Ban soñoliento por la embriaguez.

—¡Ban, no seas grosero! -replicó Elaine- ellos también tienen derecho a divertirse, hoy debe ser su
día sumamente especial.

—El problema no es que se diviertan, el problema es el ruido, hay personas aquí que próximamente
tendrá una resaca.

Elaine lo vio y le regalo una sonrisa, acariciándole la cabeza. (Cuando moderaras un poco más la
bebida, eres un ebrio sin remedio, pero algo gracioso)- pensó Elaine haciéndole cariño a su novio.
Ban solo se dedicó a rescostar un poco la cabeza en la mesa, y seguir recibiendo los mimos de su
amada.

Mientras el gran hombre pasaba un poco la borrachera, la bella hada vio todas las acciones que
hacían los recién casados, como ambos hablaban del futuro con sus amigos, como reían por las
palabras de la mujer hacía su marido, como el hombre peinaba mimosamente a su nueva esposa.
Vio detalladamente que la pareja tenían unos sencillos pero bellos anillos de compromiso, y las
raras vestimentas que llevaban ambos (¿Para casarse tendrán que usar esas ropas especiales?
que curioso) Observo después que a la mesa de esa pareja unos hombres les traían un gran pastel
decorado con las mismas flores que tenían los novios. El hombre se levanto, y ayudo
cuidadosamente a su pareja a levantarse para cortar ese pastel; Entre los dos los cortaron
cuidadosamente, y se los diron mutuamente un bocado, la mujer, al parecer era algo torpe ya que
no le daba el trozo de pastel en la boca a su marido, pues resulta que la mujer era ciega y les
costaba darle el pastel a su esposo, el susodicho solo rió y le dio su trozo a su esposa. Ambas
rieron por tal espectáculo, e inconsciente, Elaine también solto una pequeña risita; por curiosidad
la hada leyó el corazón de ambos para saber como se sentían (ellos verdaderamente se aman y no
les importan sus dificultades o defectos su amor es tierno. Me recuerdan a mi hermano y Diane, no
importan las difilcutades que pasaron, ambos próximamente también se casarían.)

—¡Oh Diosas! ¡Que entrometida soy! -murmuro silenciosamente la hada sonrojada- ¡me he metido
en sus corazones, por capricho!.

Vio si su pareja la había escuchado, pero el humano al parecer se quedo dormido plácidamente
(que lindo es cuando duerme, incluso si es por su borrachera) Elaine cuidadosamente le dio un
casto beso en su mejilla y siguió viendo a la pareja de recién casados. Como último acción que
hizo la pareja, fue dar un discurso a sus acompañantes para luego brindar con sus bebidas. El
hombre fue el que habló.

—Gracias a todos por estar aquí con nosotros amigos -hizo una pausa, y levantó su copa con la de
su esposa- Mugi y Yo siempre le estaremos agradecidos por su buenos deseos.

La pareja hicieron una reverencia antes sus acompañantes y comenzaron a brindar.

—¡¡Por Mugi y Meru!! -vociferó un hombre levantando su cerveza.

—¡Que viva! -respondieron los demás, comenzando a beber.

Elaine por seguir la corriente, levantó el restante del tarro de cerveza donde estaba tomando Ban y
dio un gran trago (¡Amargo! -pensó la hada- ¿Como Ban no se quema las papilas gustativas con
esta bebida?) Esta soltó una risa recordando la primera vez que tomo una cerveza con Ban. La
hada al final, termino tomándose toda la cerveza.

Luego está siguió viendo a los recién casados de la otra mesa, pero, de repente paró en seco
haciéndose una pregunta a ella misma en voz alta.

—¿Que pensará Ban de las nupcias? -dijo la susodicha soltando un hipo, por los tan repentinos
tragos de cervezas que tomo (No puedo creer que me embriague con menos de una botella de
cerveza. ¡Mi tolerancia al alcohol es extremadamente bajo!)
—Es verdad, jamás me pregunte ¿que pensaba Ban de contraer nupcias? -manifesto la hada en voz
baja recostandose sobre la mesa como su pareja, dando la cara con el mismo; rápidamente su
expresión facial cambió de una sonrisa a una especie de mueca de nostálgica.

—No, nunca habiamos hablad sobre eso; para nosotros ya es magnífico estar los dos juntos para
siempre, además, este tipos de cosa se ven demasiado complicadas y engorrosas. Pero,-hizo una
pausa, por un bostezo- es lindo esa cosa de festejar nuestra unión. Con todo los detalles bonitos,
como las ropas, la fiesta, y compartir con nuestros amigos... Bueno, en estos momentos, que los
amigos esten juntos era difilcutoso por el hecho, de que ellos ya tenian sus propios pendientes; mi
querido hermano y Sir Meliodas estaban planificando sus propias bodas (bueno, mi hermano. Ya
que el capitan esta de luna de miel con Elizabeth)

—Es cierto que Ban, no me ha propuesto matrimonio como los demás, pero, nosotros somos un
caso algo especial, el simple hecho de que siempre ambos nos sacrificmos muchas veces por el
otro, era el acto más hermosos de compromiso que pudimos haber hecho -salieron unas pequeñas
lagrimas de sus bellos ojos color ámbar, recordando los dolorosos sucesos que habían pasado
juntos-sus grandes mimos conmigo, las tantas formas de que Ban ha declarado su amor por mi a
cuatro vientos ante todos, y -poso su mano en su frente moviendo algunos mechones rebeldes- la
bella forma de que nos entregamos en cuerpo y alma para consumar nuestro amor -sus mejillas se
tornaron un poco carmesí recordando claramente las numerosas veces que los dos se entregaban
a la pasión.

— Es cierto, estoy siendo malagradecida, Ban me ha dado mucho más que esas cosas materiales,
me ha dado su amor infinito, los más importante de todo -la pequeña rubia bostezo y cerró sus
ojos- No me importa si nunca hacemos ese rito como lo harán los demás, nosotros ya tenemos lo
más importante, A-amor puro y eterno.

Finalmente la hada cayó en los dulces brazos de Morfeo, quedando serenamente dormida junto a
su amado humano.

—¡Ja! Con que esos son los deseos de mi hada favorita. Eres todo un hermoso enigma Elaine-rió
por lo bajo el humano que estaba a su lado.

Lo que ella no se percató, fue que su gran amado, nunca se había quedado dormido, estaba
consiente escuchando cada oración de la enternecedora discusión con ella misma sobre su
relación, en realidad solo tenía los ojos cerrados para reponer sus fuerzas y compostura por la
embriaguez. Después, con el máximo cuidado se separó de ella, se desperezo estirándose, se
levanto, y con delicadeza tomo a su amada cargándola como una princesa (eso eres, cariño, una
hermosa princesa hada, que a pesar de ocultar su alas para no llamar la atención de los demás,
ella es y será la hada más hermosa de todo el planeta) se dirigio hacía su alcoba predeterminada
en el establecimiento rentado.

— Mi amada Elaine -dijo dándole un fugaz besó en los labios, para luego reírse un poco al ver la
cara sonrojada de la susodicha- si eso eran tu deseos ¿Por que no me los cuentas? Aún eres muy
tímida, Si eso son tu sueños más profundos, yo haría de todo para complacerlos incluso las
necedades de la mujer que me trae loco desde hace veinte años.

Finalmente el humano de dos metros con diez centímetros subió las escaleras, cuando llegó a su
alcoba vio como atras de el la pareja de recien casados tambien subian por las escaleras con
cuidado, para que la joven esposa ciega subiera sin caerse. Cuando abrió la puerta vio a la pareja
pasar mientras hablaban sobre un importante asunto que tenia que hacer la mujer, mientras su
esposo la escuchaba con una sonrisa.

—¡Hey! -articulo Ban, llamando la atencion de la otra pareja- Felicidades por su compromiso, de
parte de mi novia y mía.

—¡Gracias! -dijo en unísono las pareja de nombre Meru y Mugi.

— Feliz noche a ustedes -dijo la mujer exaltada.

-Gracias -replico Ban, cerrando seguidamente la puerta de su habitación- Al parecer ese par tendrá
una noche muy divertida -solto una risa sonora.

Vio como Elaine, a pesar de su escandalosa risa no se despertó, la recostó en la cama (menos
mal que está dormida o si no me reñiria por imprudente) le quitó los zapatos, aflogo un poco su
ropa y la termino arropándola con el cobertor de la cama. Él se sentó en el pequeño balcón de la
habitación, visualizando la luna que estaba casi llena.

—Bueno mañana, tendremos un día algo ajetreado -habló con el mismo mientras se quitaba los
zapatos y ropas para irse a dormir.

—Bella Elaine mañana te daré unos regalos, que jamás olvidarás.

♥♥♥♥♥♥♥♥♥

El sol había salido (más bien, estaba en el punto máximo de su esplendor, ya que era de medio día)
la simpática hada apenas se estaba despertando, le dolía levemente su espalda y cabeza.Estos
dolores consecuencias por dos razones, una que cuando estuvo en la playa llevo una insolación
por pasar tanto tiempo en el mar, y la segunda su gran borrachera de anoche.

—¡Vaya pero que resaca! Soy horrible para la bebida -rió Elaine al recordar lo de ayer.

Busco con la mirada a su novio pero no lo encontró, estaba sola en esa pequeña habitación, pero,
se detuvo al ver un bello vestido semi largo, sin mangas y de color rosa pálido, además, una
especie de cintillo de grandes flores color fucsia colgado en la ventana. Se extraño porque ese no
estuvo ayer cuando llegaron o ¿Si?. La hada se paró, se lavo la cara con la tetera llena de agua que
estaba en una pequeña repisa de madera, se acomodo el pelo y se acerco así el vestido. Lo toco
como si fuera la pieza más fina de seda que jamás había existido.

—Es bellísimo, ¿Cuando Ban lo traería?

Escuchó como la puerta de su habitación se abría estrepitosamente, esto alarmó a la hada, pero
luego se tranquilizo al escuchar la simpática voz de su amado.

— ¡Oh! ¡Miren quien despertó! - Exclamó Ban carismaticamente.

—B-ban -la princesa hada se quedo sin palabras al ver a su amado; este vestía de un traje color
rojo oscuro, con unos zapatos que le hacían juego, en el traje llevaba una pequeña flor que era de
color fucsia, como el del vestido, y con el cabello levemente acomodado.

—¿Que paso princesa~♪? -canturreo el humano alegre- ¿Te he dejado sin habla?.

—¿D-de donde sac-caste e-so? -tartamudeo la rubia.

—¡Estas ropas las alquile a un hombre por un día completo! Es impresionante que la camisa me
que de bien, por mi altura, pero estos pantalones -señalándolos a los mismo- me quedan un poco
cortos.

La hada solo se le quedó observando con la cara más de confusión que podía hacer ¿Desde
cuando a él le gusta usar ese tipo de ropas? Si el me contó que incluso cuando el Rey Baltra
condecoraron a todos Los siete Pecado Capitales, uso las mismas ropas de siempre. ¿Por que tan
elegante? ¿Que se le habrá ocurrido está vez?

Ban, por su parte, le causaba la cara de su novia, estaba totalmente roja como un pequeño tomate
(Es tan linda verla así) Entonces para llamar su atención se le acerco le di un beso en la frente y se
inclino hasta su oído y susurro.

—Elaine, ponte ese vestido, hoy vamos a salir a unos lugares especiales.
Ella inmediatamente reaccionó y asintió enérgicamente. Al humano le causo aun más gracias ver
como la hada se aceleró en arreglarse, para el gran día que le tenía preparado para hoy. De repente
la rubia paró en seco y lo voltio a ver, esta acción sorprendió al humano.

—¡¡BAN!! -gritó la rubia.

— ¿Dime querida? -preguntó el humano extrañado.

La hada floto hacía él y le dio un sorpresivo beso profundo en sus labios. Cuando se separó Ban la
miró sorprendido y a la vez ligeramente sonrojado.

—El traje te hace lucir sexy -Sentencio finalmente la hada para reanudar el proceso de vestirse.

El solo suspiró por las palabras dichas por su amada, ella se reia mientras estaba leyendo el
corazón del susodicho (eres tan linda Elaine).

Ya había pasado un rato, la pareja de la hada y el humano ya alistados, bajaron al despacho para
salir a pasear por el lugar

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