Según Lips, T.

(1903) indica que: Cuando hablamos de empatía trata de la imitación que

algunas personas hacen de otras (posturas, formas de comportarse y expresiones faciales), nos
referimos a un concepto relativamente nuevo. Desde entonces, el concepto se ha extendido y
han surgido varias definiciones para explicar esta capacidad natural, que comparten con otros
mamíferos, como chimpancés, elefantes, ballenas y delfines, de sentir y reaccionar
solidariamente ante el dolor.

La primera mención al concepto empatía fue realizada por Robert Vischer (1847-1933) en su
tesis doctoral (1873), en su tesis doctoral (1873), utilizando el termino alemán Einfühlung,
“Sentirse dentro de”. Este Termino fue promovido por Theodore Lips (1851-1914). Según su
teoría de las relaciones, percibir las emociones de otras personas nos hace sentir de la misma
manera. La investigación cerebral actual apoya su teoría. La empatía es primordial hoy porque
previene la violencia y hace que las personas se preocupen por el bienestar de los demás.
Cuanto más empática sea la persona, más comprenderá y ayudará a los demás, y es menos
probable que se utilice la violencia como medio de resolución de conflictos porque tendrá en
cuenta los puntos de vista y los sentimientos de la otra persona. De hecho, la empatía es
esencial para nuestro crecimiento moral y nuestra existencia porque nos permite comprender
cómo se sienten y existen los demás en un contexto social. Nadie se siente cómodo estando
solo y no sobrevivirá sin poder interactuar con los demás. Por eso tenemos la capacidad de
ponernos mental y emocionalmente en el lugar de los demás. Podemos entendernos y
ayudarnos, pero al mismo tiempo ser capaces de tratarnos con satisfacción, por lo que
tenemos el beneficio evidente de evitar la soledad y el aislamiento.