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“El aborto”

En la actualidad, el aborto es un tema concurrente en distintos debates sociales. En muchos


países latinoamericanos, donde se habla sobre la despenalización del aborto, se han
provocado discusiones referentes a esta temática en el ámbito religioso, ético, moral y por
supuesto, legal.

Al ser este un tema tan controvertido se han originado bandos de ideales, entre quienes hay
los que defienden la vida de los individuos “no natos” ante aquellos que voluntariamente
recurren al aborto; mientras que otras personas, defienden el pleno derecho de la mujer para
decidir -desde su propia individualidad- hacer con su cuerpo lo que le plazca. No obstante,
quienes defienden esta última postura pasan por alto que la decisión de abortar no solo
repercute a la mujer, sino también a otro individuo que depende de ella.

Antes de entrar de lleno sobre lo que el aborto implica, debemos tener en claro qué es.
Según el Médico Gineco-Obstetra Enrique Guevara (2015), el aborto se define como la
“interrupción del embarazo” antes de las veintidós semanas de gestación o antes que el feto
alcance los quinientos gramos de peso. El mismo puede ser espontáneo o inducido.

Para el primero de estos FIGO (1999), nos dice que el embarazo se ve interrumpido sin el
empleo de medicamentos o intervención quirúrgica, después de la implantación y antes de
que el producto de la concepción sea viable de manera independiente. La frecuencia de este
tipo de aborto oscila entre el 15%-25% de las mujeres, pudiendo ocurrir por causas diversas
como: anormalidades cromosómicas, hormonales, inmunológicas, infecciosas, entre otras.

Para el segundo caso, el aborto inducido consiste en la interrupción del embarazo mediante
el empleo de medicamentos o intervención quirúrgica, después de la implantación y antes
de que el producto de la concepción se viable de manera independiente. Este tipo de aborto
de acuerdo a la OMS (1992), puede ser inseguro o seguro, en dependencia del
procedimiento aplicado.

El aborto inducido inseguro, se refiere al procedimiento que busca plantar fin a un


“embarazo no deseado”, realizado por personas que carecen de las aptitudes necesarias o en
un ámbito en el que no se cumplan los mínimos criterios médicos. En contraposición el
aborto inducido seguro, es un procedimiento médico o quirúrgico llevada a cabo por un
profesional, capacitado con los medios necesarios y en un ámbito médico adecuado. Este
implica un riesgo extremadamente bajo para la mujer.

En los países donde el aborto inducido es ilegal, este representa un problema para la salud
pública, con una serie de consecuencias en el entorno físico, psíquico y económico de las
familias. A razón de esto, quienes en estos países acuden al aborto es de forma insegura.
Por tal motivo, quienes buscan despenalizar el aborto es para solucionar un “problema de
salud pública real”, en donde las mujeres que deciden practicar el aborto se ven en riesgo
de sufrir afecciones como: hemorragias, inflamación pélvica, esterilidad e inclusive
“muerte materna”.

La OMS (2015), nos presenta datos estadísticos que sugieren que cada minuto en el mundo
ocurren 105 abortos, 35 abortos inseguros y una muerte materna cada tres minutos.
Anualmente toman lugar 41 millones de abortos inducidos. Más de la mitad de estos en
países en vías de desarrollo, generalmente en forma precaria. A la vez, más de 70,000 de las
585,000 muertes maternas anuales son en consecuencia de abortos inseguros.

En América Latina y el Caribe suceden una media de 5,000 muertes maternas por aborto y
800,000 hospitalizaciones por aborto al año. Estas cifras demuestran que dicha región,
cuenta con el porcentaje más alto (21%) a nivel mundial. Por todo esto, movimientos
sociales y políticos en latinoamericana tienen el objetivo de despenalizar el aborto para
acabar con esta problemática.

Para cumplir este objetivo deben sí, establecer bases que realmente puedan solventar esta
situación. Para ello, deben obligatoriamente instaurar programas de educación sexual y
mejorar la cobertura y eficacia de los programas de la planificación familiar. No puede ni
debe presentarse una realidad, que al despenalizar el aborto este pueda ser ejecutado
libremente y sin control alguno.

Tras todo lo abarcado, podemos ponernos a pensar “si despenalizar el aborto requiere
grandes inversiones para centros médicos calificados y programas de educación sexual ¿por
qué no invertir en pro a detener de lleno la incitación del aborto?”

Quienes están en contra del aborto inducido, defienden la vida del individuo “no nato”, bajo
justificaciones morales, éticas y científicas. El Dr. Ricardo Cruz (1980), concluye que los
conocimientos biológicos y de la genética humana apuntan a que la individualidad genética
del ser humano es única, y que su identidad bilógica se determina a partir del “comienzo de
la vida”.

El indiscutible inicio de la vida toma lugar a través de la concepción y unión de gametos de


los progenitores, y termina cuando este muere “dentro o fuera del útero”. Que el feto tenga
vida, presupone que es poseedor en todo momento de su propia individualidad e identidad.
Por ende, a como propone John Rawls (1971), todo individuo sin importar las
circunstancias o condiciones de vida, por el hecho de ser humano es parte ya de una
sociedad, en la cual se le debe proporcionar un ambiente en el que sea tratado como igual,
tanto en derechos como oportunidades.

La legalización del aborto es un claro “atentado” contra la vida de personas, que merecen
ser libres porque así lo dicta su naturaleza. Hans Jonas (1979), proponía que los individuos
tiene el deber moral de asumir las consecuencias de sus actos, previendo siempre que estos
no perjudicarán la preservación de la vida sobre el mundo.

En conclusión, se puede evidenciar como el aborto es un tema polémico, sobre todo cuando
se habla de legalizarlo para culminar con una problemática real. Sin embargo, legalizar el
aborto es una clara infracción ante la propia dignidad humana. El verdadero problema, es
que sucedan abortos completamente voluntarios, que tientan con la vida de futuras
generaciones “activas”. El aborto no es un tema que deba salir de discusión, pues realmente
implica aspectos fundamentales de la constitución social e individual.

Referencias Bibliográficas

Guevara Ríos, E. (14 de Julio de 2015). Aborto.


https://www.mpfn.gob.pe/escuela/contenido/actividades/docs/4044_2015_07_14_co
mplicaciones_aborto.pdf
Universidad Centroamericana. (2017). Ética. (Ed.2) Managua: Facultad de Humanidades y
Comunicación.

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