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Geoffrey Leech. Principles of pragmatics. Capítulo 3.

(Traducción realizada por


Dafne Carp, con supervisión de la cátedra)

Capítulo 3

Formalismo y funcionalismo
“Porque el uso puede casi cambiar el sello de la naturaleza.” (Hamlet, Acto III, escena IV) “La

Forma permanece, la Función nunca muere.”

(Wordsworth, “Ther River Duddon”)

En tanto son dos enfoques distintos de la lingüística, formalismo y funcionalismo


tienden a asociarse con diferentes perspectivas sobre la naturaleza del lenguaje.

a) Los formalistas (como, por ejemplo, Chomsky) tienden a considerar al lenguaje


principalmente como un fenómeno mental. Los funcionalistas (como, por
ejemplo, Halliday) tienden a considerarlo principalmente como un fenómeno
social.
b) Los formalistas tienden a explicar los universales lingüísticos como provenientes
de una herencia genética lingüística común a la especie humana. Los
funcionalistas tienden a explicar esos universales como derivados de la
universalidad de los usos a los que el lenguaje es sometido en las sociedades
humanas.
c) Los formalistas se inclinan por explicar la adquisición del lenguaje por parte de
los niños en términos de una capacidad propiamente humana para aprender el
lenguaje. Los funcionalistas se inclinan por explicarla en términos del desarrollo
de las necesidades y habilidades comunicativas del niño en la sociedad.
d) Ante todo, los formalistas estudian el lenguaje como un sistema autónomo,
mientras que los funcionalistas lo estudian en relación con su función social.

A primera vista, los dos enfoques se oponen por completo. No obstante, cada
enfoque presenta un considerable grado de verdad. Para tomar un punto en el que
difieren: sería tan ingenuo negar que el lenguaje es un fenómeno psicológico como
negar que es un fenómeno social. Cualquier explicación equilibrada del lenguaje
tiene que atender ambos aspectos, los aspectos “internos” y “externos” del lenguaje.
Para decirlo de modo más general, mi conclusión será que la aproximación correcta
al lenguaje es tanto formalista como funcionalista.

3.1 Explicación formal y funcional

El enfoque en el que me baso ha sido resumido en la página 6:

P.6: LAS EXPLICACIONES GRAMATICALES SON PRINCIPALMENTE FORMALES;


LAS EXPLICACIONES PRAGMÁTICAS SON PRINCIPALMENTE FUNCIONALES.
Este postulado se superpone con el de la página 3 (§2.3). En la medida en que
las reglas gramaticales son convencionales, la teoría o el modelo de gramática que
las explique será formal. En la medida en que los principios de la pragmática
general están motivados u orientados hacia objetivos, la teoría que los explique será
funcional.

En líneas generales, una teoría gramatical formal como la gramática


transformacional (Chomsky 1965: 15-18) define al lenguaje como un conjunto de
oraciones. Estas oraciones tienen significados (sentidos) y pronunciaciones, y por
eso, en efecto la gramática debe definir un conjunto de correspondencias (mappings)
por medio de los cuales los sentidos particulares se unen con pronunciaciones
particulares (Chomsky 1965:15-18). El nivel central de la sintaxis, donde cada
oración es representada como una serie de palabras o formantes, es un componente
esencial de esta proyección (mapping) compleja. Por lo tanto, se asumen tres niveles
de representación (semántico, sintáctico y fonológico), y esta distinción en tres
niveles queda justificada porque entre ellos hay muchas proyecciones (mappings).
Además de las reglas de proyección (mapping), hay reglas de buena formación que
especifican qué es una representación bien formada o gramatical en cada nivel.

Este tipo de modelo intenta representar lo que los hablantes nativos


implícitamente saben acerca de sus lenguas. Los hablantes nativos de español1, por
ejemplo, saben que la oración Esa chica se lava a él mismo2 está semánticamente
mal formada (no tiene sentido); que El bolso fue robó un ladrón3 está
sintácticamente mal formada; que /dva/ y /xlep/ son secuencias no fonológicas en
español (pero sí en polaco); que Es posible que no todos los platos estén rotos y
Algunos de los platos pueden no haber sido rotos4 pueden expresar el mismo
sentido, que Juan vio a un hombre con un largavistas5 es ambiguo entre dos lecturas
“Juan tenía un largavistas a través del cual vio a un hombre” y “Juan vio a un
hombre que tenía un largavistas”. Una teoría formal tiene que explicar muchísimos
hechos de esta clase, y brindar así una explicación a nuestro conocimiento
lingüístico en forma de un conjunto de reglas y categorías que determinan la forma
de las representaciones lingüísticas en diferentes niveles. Los requisitos para esta
teoría, como para cualquier teoría, son la consistencia, el poder predictivo, la
simplicidad y la necesidad de dar cuenta de los datos. Es en este sentido formal que
una teoría de este tipo explica la realidad del conocimiento del hablante sobre su
lengua.

La explicación en pragmática va más allá y aun así es, de alguna manera, un


modo más débil de explicación. Es débil porque los principios de la pragmática

1
En el original, se presentan ejemplos similares para el inglés. Reproducimos los ejemplos originales en
las sucesivas notas (Nota de la traductora).
2
En el original, That girl washed himself.
3
En el original, The purse was stole a burglar.
4
En el original, It is possible that not all the plates were broken y Some of the plates may not have been
broken.
5
En el original, We need more public schools.
imponen limitaciones más débiles al comportamiento del lenguaje que las reglas de
la gramática: los principios solo pueden ser predictivos en un sentido probabilístico.
Por otro lado, una explicación pragmática responde a la pregunta “¿Por qué?” en un
sentido que va más allá de los objetivos de las teorías de la gramática formal.
Explica que X ocurre en vez de Y porque X es más adecuado al modo en que el
lenguaje funciona como un sistema comunicativo. La explicación formal siempre
dejará algo sin explicar y, por lo tanto, si una explicación funcional está disponible,
no debemos dudar en usarla. Debe añadirse que el predominio del enfoque
formalista en el estudio del lenguaje hasta el presente derivó en intentos
inapropiados de hacer encajar los fenómenos pragmáticos en teorías gramaticales
(ver §3.5). Por consiguiente, el funcionalismo puede emplearse para compensar una
balanza que se ha inclinado en favor del formalismo.

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