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internet distingue dos roles fundamentales: el estudiante que elige ser autónomo en su aprendizaje y
el docente que se destaca como moderador y guía. "El modelo de enseñanza y formación en línea,
planteado por Salmon (2004, citado en UNED, 2011), describe las competencias que debe
desarrollar un docente-tutor en línea, de manera tal que sea capaz de animar al estudiantes desde el
nivel de "acceso y motivación"; considerar también el momento de "socialización en línea" e
"intercambio de información" hasta la posibilidad de "construcción de conocimientos" y
"desarrollo". En otras palabras, el docente-tutor que es facilitador de los cursos en línea debe
estimar estos cinco niveles de intervención dentro de su función de moderador y facilitador, con el
propósito único de aumentar la interactividad y, por ende, la construcción del conocimiento"
(UNED, 2011, p.35):
Acceso y motivación: deben ser dirigidos a los participantes que realizan las actividades en el curso
en línea.
Socialización en línea: debe promover espacios de comunicación social entre los participantes del
curso en línea.
Manejo e intercambio de información: para promover el autoaprendizaje e interactividad de los
participantes.
Construcción del conocimiento: para el desarrollo de actividades de los participantes y crear
ambientes colaborativos para una mejor asimilación de los contenidos.
Desarrollo del conocimiento: los participantes pueden hacer las tareas propuestas, así como analizar
las experiencias y el logro de la meta del curso: la asimilación del conocimiento (UNED, 2011, pp.
35-38)
El estudiante es un agente activo en su proceso de formación en línea y es responsable de acceder
periódicamente a la plataforma LMS a ejecutar las actividades propuestas. Un estudiante en la
modalidad a distancia y de aprendizaje en línea debe poseer y desarrollar competencias en diversas
disciplinas: es necesaria la habilidad para leer y escribir con base en diferentes objetivos y
estructuras de textos; destrezas de comunicación para realizar actividades asincrónicas dentro de las
plataformas de aprendizaje (LMS); y destrezas tecnológicas que le permitan acceder a los servicios
que se ofrecen (administrar archivos, seguir instrucciones, enviar correos y modificar su perfil)
durante el periodo del curso en línea (Bautista, Borges y Forés, 2006).
el estudiante en línea suele tener gran libertad de acción y un margen de independencia. Esto es una
ventaja indudable sobre todo si tienen responsabilidades familiares y laborales. Sin embargo,
también supone un gran peligro. Por ello, debe organizar su tiempo de conexión y participación en
el aula, organizar su tiempo de estudio personal, organizar el trabajo a lo largo del curso
(actividades, trabajos, plazos de entrega), y armonizar su dedicación como estudiante y el tiempo
dedicado a la familia y al trabajo (2006, p. 38).
La calidad en la formación en línea es definida por Seoane y García (2006) como
En la actualidad, se han creado normas y estándares que permiten evaluar la formación virtual. Es
importante aclarar que un curso virtual de calidad debe tener características y criterios medibles que
puedan dar referencias a los puntos fuertes o débiles de las actividades que se desarrollan en las
aulas virtuales; por ejemplo, el Programa Ingeniería Informática desea "disminuir el número de
consultas no atendidas voluntarias o involuntarias hacia los estudiantes, aumentar la mediación
estudiante-estudiante, docente-estudiante", entre otros criterios que permitan ampliar el
reconocimiento de los cursos y las carreras. La norma UNE 66181 y la Ope ECBCheck son
ejemplos de modelos disponibles en el mercado y utilizados en diversas instituciones de educación
superior.
Las normas UNE 66181 y Open ECBCheck dan referencias de criterios de calidad que cada
organización de educación puede analizar e implementar para tener un modelo que permita la
evaluación continua de sus procesos de enseñanza-aprendizaje.
Esta nueva norma especifica las directrices para la identificación de las características que definen
la calidad de la formación virtual con relación a los potenciales clientes o compradores. La norma
permitirá a los suministradores de formación virtual identificar la calidad de su oferta de una forma
clara y reconocida, y mejorar su comercialización; y a los alumnos y clientes, seleccionar la oferta
formativa que mejor se adecúa a sus necesidades y expectativas. Para ello, establece un sistema de
indicadores de calidad, así como una escala de cinco niveles de calidad para cada uno de los
factores identificados. El estándar está orientado para su aplicación en el caso de la enseñanza
virtual no reglamentada, aunque por su generalidad puede extenderse su uso a otros sistemas
educativos, incluido el universitario, en los que se lleven a cabo acciones de formación virtual, tanto
en modalidad de afirmación, tele formación, o formación mixta (RED, 2008).
Este estándar se basa en normas y tiene cuatro bloques elementales para medir y evaluar los factores
de satisfacción: la información, la empleabilidad, la facilidad de asimilación y la accesibilidad.
Acceso y motivación: deben ser dirigidos a los participantes que realizan las actividades en el curso
en línea.
Socialización en línea: debe promover espacios de comunicación social entre los participantes del
curso en línea.
Manejo e intercambio de información: para promover el autoaprendizaje e interactividad de los
participantes.
Construcción del conocimiento: para el desarrollo de actividades de los participantes y crear
ambientes colaborativos para una mejor asimilación de los contenidos.
Desarrollo del conocimiento: los participantes pueden hacer las tareas propuestas, así como analizar
las experiencias y el logro de la meta del curso: la asimilación del conocimiento (UNED, 2011, pp.
35-38)
El estudiante es un agente activo en su proceso de formación en línea y es responsable de acceder
periódicamente a la plataforma LMS a ejecutar las actividades propuestas. Un estudiante en la
modalidad a distancia y de aprendizaje en línea debe poseer y desarrollar competencias en diversas
disciplinas: es necesaria la habilidad para leer y escribir con base en diferentes objetivos y
estructuras de textos; destrezas de comunicación para realizar actividades asincrónicas dentro de las
plataformas de aprendizaje (LMS); y destrezas tecnológicas que le permitan acceder a los servicios
que se ofrecen (administrar archivos, seguir instrucciones, enviar correos y modificar su perfil)
durante el periodo del curso en línea (Bautista, Borges y Forés, 2006).
el estudiante en línea suele tener gran libertad de acción y un margen de independencia. Esto es una
ventaja indudable sobre todo si tienen responsabilidades familiares y laborales. Sin embargo,
también supone un gran peligro. Por ello, debe organizar su tiempo de conexión y participación en
el aula, organizar su tiempo de estudio personal, organizar el trabajo a lo largo del curso
(actividades, trabajos, plazos de entrega), y armonizar su dedicación como estudiante y el tiempo
dedicado a la familia y al trabajo (2006, p. 38).
En la actualidad, se han creado normas y estándares que permiten evaluar la formación virtual. Es
importante aclarar que un curso virtual de calidad debe tener características y criterios medibles que
puedan dar referencias a los puntos fuertes o débiles de las actividades que se desarrollan en las
aulas virtuales; por ejemplo, el Programa Ingeniería Informática desea "disminuir el número de
consultas no atendidas voluntarias o involuntarias hacia los estudiantes, aumentar la mediación
estudiante-estudiante, docente-estudiante", entre otros criterios que permitan ampliar el
reconocimiento de los cursos y las carreras. La norma UNE 66181 y la Ope ECBCheck son
ejemplos de modelos disponibles en el mercado y utilizados en diversas instituciones de educación
superior.
Las normas UNE 66181 y Open ECBCheck dan referencias de criterios de calidad que cada
organización de educación puede analizar e implementar para tener un modelo que permita la
evaluación continua de sus procesos de enseñanza-aprendizaje.
Esta nueva norma especifica las directrices para la identificación de las características que definen
la calidad de la formación virtual con relación a los potenciales clientes o compradores. La norma
permitirá a los suministradores de formación virtual identificar la calidad de su oferta de una forma
clara y reconocida, y mejorar su comercialización; y a los alumnos y clientes, seleccionar la oferta
formativa que mejor se adecúa a sus necesidades y expectativas. Para ello, establece un sistema de
indicadores de calidad, así como una escala de cinco niveles de calidad para cada uno de los
factores identificados. El estándar está orientado para su aplicación en el caso de la enseñanza
virtual no reglamentada, aunque por su generalidad puede extenderse su uso a otros sistemas
educativos, incluido el universitario, en los que se lleven a cabo acciones de formación virtual, tanto
en modalidad de afirmación, tele formación, o formación mixta (RED, 2008).
Este estándar se basa en normas y tiene cuatro bloques elementales para medir y evaluar los factores
de satisfacción: la información, la empleabilidad, la facilidad de asimilación y la accesibilidad.
PLATAFORMAS LMS.
Entre las más conocidas y populares se encuentran: Moodle, Claroline, Dokeos, Sakai,
Ilias, Atutor.
Plataforma Claroline: Creada por Thomas De Praetere en el año 2001 en la
Universidad Católica de Lovain, es un software de código abierto creado para
administrar cursos y espacios de colaboración a través de la web. Reproducción
libre y gratuita soportada por cualquier sistema operativo. Permite ser
configurada en diferentes idiomas y está integrada con estándares como
SCORM e IMS/QTI para intercambio de contenidos. Permite el manejo de
documentos: .doc, .odt, ppt y pdf, foros, listados de enlaces, grupos, ejercicios
prácticos, agenda, tareas, chats, entre otros.
Plataforma Moodle: (Modular Object Oriented Dynamic Learning Enviroment
o Entorno de Aprendizaje Dinámico Orientado a Objetos y Modular). Creado en
el año 1999 por Martin Dougiamas en la Universidad Tecnológica de Curtin,
herramienta gratuita de código abierto, utilizado como repositorio de objetos de
aprendizaje y también para la ejecución de cursos virtuales. Cuenta con opciones
para la realización de tareas, cuestionarios, talleres, foros, consultas, encuestas,
chat, glosarios, lecciones, etc. Se encuentra disponible en diferentes idiomas y
países. Dispone recursos transmisivos, interactivos y colaborativos, permitiendo
que sea una experiencia didáctica con alto índice de usabilidad.