Está en la página 1de 5

Julieth Sofía Cárdenas Velandia

Kristine Nicole Cortes Holguín

AFROCOLOMBIANIDAD

Había una vez un niño, de piel negra, tenia unos 3 años, en


su casa nunca le falto el amor ni la atención

Pero nunca le explicaron que la vida no era fácil de


afrontar, nunca le dijeron que la opinión de los demás era
algo realmente doloroso, pero era un niñito, claramente no
iba a entender por qué le decían eso.

Llego un lunes, era un día cualquiera, pero eras un día muy


especial para aquel niño, ya que era su primer día de
escuela, donde podía por fin hacer amigos y distraerse,
podría aprender nuevas cosas, era mucha la emoción del
niño que no reprocho al levantarse de la cama como siempre
lo hace
¡Hijo! Despiértate – le grita la mamá

- El niño sale rápidamente del cuarto dando saltos y


con una gran sonrisa en su rosto –

Ya estoy despierto mamá – le dice el pequeño


¿Por qué estas tan feliz? – le dice su mama al ver la
emoción de su hijo – ¿ya quieres hacer amiguitos?

¡Claro! – le responde el niño con un gran brillo en sus ojos

- La madre se fue con su hijo para arreglarlo y llevarlo


al jardín
l llegar todos miraron raro al niño, el no entendía el
porqué, pero, independientemente de esto el seguia
con una gran sonrisa y un hermoso brillo en sus ojos
La madre al notar esto, se dio cuenta de lo que iba a
pasar, pero no le presto tanta atención
Simplemente dijo

“ten un buen día pequeño” – y le dio un beso en la frente

El niño se fue al jardín dando pequeños saltos, entro y se


acomodó, sentía miradas realmente extrañas pero como
antes no le prestó atención
Paso el tiempo y era el momento de salir al receso

Quiero hacer amigos – se dijo a si mismo-

Se fue con unos niños que estaban jugando y pidió jugar

¡¡Aléjate!! – le responde uno –

Pero, ¿qué fue lo que hice? – dice este con una cara de
confusión-
No queremos estar con gente negra, así que vete – le
vuelve a decir el niño con una cara de fastidio –

¿Está mal que sea negro? – se pregunta

Pasaron los años y siempre lo molestaban por su color de


piel, por lo tanto, no tenia amigos, si se acercaban a el era
para pedirle tareas o algún favor

Poco a poco su sonrisa desapareció y el brillo de sus ojos se


desvaneció

El creció, tenia unos 16 años y ya estaba en el último año


del colegió

Todos tenían sus grupos de amigos, jugaban, salían

Pero el, el todo el tiempo estaba solo

Se ponía audífonos y se perdía en sus pensamientos

Hola – le dice una persona –

¿Que necesitas? – le pregunta el chico

No vengo a pedirte algo, me llamo Lorena – le dice la niña


mientras le brinda una cálida sonrisa –
Soy Samuel – le responde

¿Por que estas solo? – pregunta Lorena

La pregunta aquí es, ¿quién de ustedes va a querer estar


con alguien como yo?

No comprendo, ¿Qué quieres decir? – confundida-

ALEJATE DE ESE NEGRO LORENA – le grita alguien


desde el otro extremo del salón –

A esto me refiero, es mejor que te vayas – le dice samuel


sin expresión alguna, después de todo ya estaba
acostumbrado a esos tratos –

No sean ridículos – grita la niña – ¿no ven que es una


persona igual que nosotros?, también tiene sentimientos

No por tener un color de piel distinto al de nosotros lo


hace menos, respeten – termina de hablar y se sienta –

¿Por qué te dejas decir esas cosas tan feas?, tienes que
hacerte valorar,
y a partir de hoy ya no vas a estar solo porque siempre voy
a estar contigo, porque no por ser de color de piel distinto
pertenecemos a mundos diferentes -dice la niña
decidida-

Gracias – le responde el niño- nunca me habían defendido –


le responde este con una gran sonrisa y con el brillo en sus
ojos que hace arto no tenia-

También podría gustarte