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Reportaje

Violencia contra la mujer en tiempos de pandemia

Registros de violencia contra la mujer durante el covid 19 en Perú, 2020-2021. |


Fuente: Shutterstock

En el Perú, la violencia contra la mujer es una problemática que se viene dando


desde hace décadas. Sin embargo, con el pasar de los años se establecieron
medidas para que los derechos de innumerables féminas puedan ser reconocidos,
de tal manera que se logre contribuir a la erradicación de abusos contra las mujeres.
Muchas de estas han sufrido distintas agresiones tanto físicas, psicológicas y
sexuales, esto ocasionado en su mayoría principalmente por su compañero
sentimental.
Ante ello, el año 2020 trajo consigo diversos problemas en el país, entre ellos la
pandemia del COVID-19, donde se registró un alto porcentaje de denuncias y
homicidios contra mujeres a raíz del confinamiento por el estado de emergencia. En
ese mismo año, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), detalló
que las llamadas a la línea 100 incrementaron en un 97%, en comparación con el
2019. Esto refleja un gran problema en la sociedad, debido al aumento de casos de
violencia contra la mujer. El número total de llamadas fue de 235 791 en el 2020, de
las cuales el 50% fue realizado por la misma víctima y el otro 50% se divide en: el
16% por un familiar, el 13% llamadas anónimas, el 11% realizados por un
apoderado de la agraviada y el otro 11% realizadas por otra persona.
Registro de llamadas a la Línea 100 en el 2020

Definición y tipos de violencia

Según la ONU, la violencia contra la mujer se define como “aquel acto de violencia
que ejerce una persona hacía otra independientemente del género que tenga, la
cual pueda tener como resultado un daño o sufrimiento de cualquier tipo a una
mujer. Existen tres tipos de violencia contra la mujer: físicos, psicológicos, y
sexuales.

La violencia física, según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables


(MIMP), lo define como una acción que ocasiona daños físicos, ya sean golpes,
patadas, empujones, fracturas y mutilaciones a una persona.

En el periodo de enero- diciembre del 2020, los Centros de Emergencia Mujer


(CEM), atendieron 44,125 casos de violencia física a nivel nacional, de los cuales
37,903 (85.9%) de las víctimas fueron mujeres. Lima Metropolitana abarca el mayor
número de casos, con 10, 026 (22.7%). Entre ellos, se pueden encontrar
agresiones, tales como empujones, puñetazos y jalones de cabello. El 70.8% de las
víctimas agredidas cuentan con un rango de edad entre los 18 y 59 años. En
comparación con el 2021, durante el periodo de enero- diciembre, se atendieron 64
805 casos de violencia física a nivel nacional, donde un 86.1% fueron mujeres entre
18 a 59 años de edad. Uno de los departamentos con más casos de agresión fue
registrados en Lima Metropolitana, a lo que informes señalan que un 13 719 (21.2%)
de ataques se asentaron en dicha región.
La violencia psicológica, según el MIMP, es aquella conducta que busca controlar a
una persona contra su voluntad, así como humillaciones y amenazas. Esto puede
traer como consecuencia daños psíquicos.

Es un problema que cada vez está incrementándose en los últimos años, en el


periodo de enero- diciembre del 2020, se registraron 55, 995 casos a nivel nacional,
informa el Centro de Emergencia Mujer (CEM). De lo cuales, 46,643 fueron víctimas
de género femenino y el 63% de ellas, tienen edades entre los 18 y 59 años. Lima
Metropolitana ocupa el primer lugar con 13, 708 casos, lo que representaría un
24,5% del total a nivel nacional. Las agresiones presentadas son gritos, insultos,
desvalorización, humillaciones y rechazo. Otro caso de violencia registrado en
mujeres, el cual es una problemática muy frecuente en el país, es la agresión
psicológica. En esta los atacantes no empleaban la violencia física, sino hacían uso
de palabras hirientes para retener a su víctima. El CEM, atendió 75 894 a nivel
nacional, en el periodo enero-diciembre (2021), donde un total de 83.5 % de
mujeres entre el rango de 18 a 59 años de edad denunciaron este acto. Lima
Metropolitana es una de las regiones con mayores casos de violencia psicológica
con una cifra de 17, 114 que abarca un 22.5% de denuncias.

La violencia sexual comprende cuando una persona obliga a otra o a su pareja a


tener relaciones sexuales sin su consentimiento.

Este tipo de violencia, a comparación del físico y psicológico, se presentan en


menor magnitud, sin embargo, no dejan de ser cifras muy preocupantes. En el
periodo enero- diciembre del 2020, el CEM reportó y atendió 13, 843 casos de
violencia sexual en nuestro país, de los cuales en Lima Metropolitana se registraron
3856 casos (27.9%). El 69.2% de las víctimas son menores de edad, que
comprenden las edades entre los 0 y 17 años. Las agresiones que hubo en los
casos son violaciones, actos contra el pudor y hostigamiento sexual. Luego en el
2021, con un total de 22, 456 casos atendidos por los CEM a nivel nacional, con
94.5% de mujeres denunciantes, donde increíblemente las edades de aquellas
mujeres mayor agredidas comprende desde los 0 a 17 años de edad con un 69.6%
según las estadísticas. Lima Metropolitana es el primer departamento en presentar
desastrosos números de ataques sexuales con cifras de 6 000 casos atendidos, lo
que abarca un total de 26.7% de denuncias.

Exponentes ante la violencia

Una de cada tres mujeres es golpeada y forzada a mantener relaciones sexuales


desde su infancia hasta más allá de su adultez. Según estudios de la OMS indican
que la violencia ejercida en mujeres es la forma más común de ser provocada por
parte de la pareja sentimental de toda fémina en el mundo.
Asimismo, se tiene de conocimiento que la violencia física es el acto mayor
recurrente en las víctimas puesto a que son vulnerables a una defensa, ya que su
agresor tiene control de ellas y muchas veces impide una reacción. Por otro lado, se
encuentra la violencia sexual, el cual es un problema de salud pública, ocupando el
segundo lugar en denuncias diarias, de tal manera que afecta a diferentes niveles
de la sociedad, ya que se provoca una violación a los derechos humanos contra las
mujeres.
La psicóloga Daniela Viera Cruz señala que los abusos con mayor frecuencia que
presentan las afectadas son la violencia física, psicológica y sexual, abarcando en
acusaciones la física, la cual busca dañar el cuerpo de la mujer. Seguidamente está
la sexual cuyos actos van desde la penetración forzada, presión social y la
intimidación a la fuerza física.

Aquella mujer que es víctima de estos actos, usualmente tiene en mente salir de su
zona de confort, pero son retenidas y aceptan quedarse en ese lugar, muchas veces
por los hijos, solo preguntándose cómo pueden actuar o qué deben hacer para huir
de su agresor.
Viera indica y se dirige en primer lugar a la sociedad, mencionando que antes de
que la víctima tome la valentía de poder realizar una denuncia, sean todos capaces
de enfrentar y retener un accionar de agresión si se produce en nuestra presencia,
dejar de ser “cómplices” y convertirse en “agentes de cambio”. Para que la afectada
consiga retirarse de ese punto de maltratos, se le tiene que dejar en claro que no
está ni estará sola, ya que la denuncia lo puede realizar de manera verbal o escrita,
detallando todos los hechos vividos, los cuales violaron sus derechos humanos y
como mujer que le pertenece, es así como la violentada puede dar a conocer al
Ministerio Público para recibir apoyo.

Por consiguiente, se encuentra también la violencia psicológica, pues desde una


perspectiva clínica el maltrato psicológico puede producir consecuencias tan graves
como el físico, sin embargo, este no produce un impacto social y hace que la
afectada tarde mucho en pedir ayuda, ya que minimiza su situación. La violencia
psicológica, se ejerce principalmente, a través de la manipulación y control
emocional, reflejando diversas actitudes por parte del agresor como la hostilidad.
A esto, se suma la opinión de la psicóloga Daniela Viera, manifestando que este tipo
de violencia se manifiesta con reproches, culpabilización, desvalorización, insultos,
amenazas, aislamiento y hasta control económico, afectando los estados de ánimo
de la mujer. Las principales consecuencias ante estos casos son que, al manipular
los estados de ánimo de la víctima, esta tendrá baja autoestima, la cual la volvió
dependiente de su agresor, aceptando las humillaciones como parte de su vida, esto
muchas veces por miedo al abandono, ansiedad y depresión.

Como último punto, existen casos de mujeres violentadas que retoman la relación
con sus agresores. Esto debido a que el agresor y la víctima mantuvieron una
relación afectiva o de convivencia. Para la víctima este no es un desconocido o un
enemigo atacante, sino que es alguien con quien en un momento compartieron una
vida cotidiana antes de los episodios tormentosos de agresión.
La especialista Viera Cruz, comentó sobre lo mencionado, para tratar de especificar
a detalle del por qué muchas mujeres maltratadas suelen retomar dicha relación
tóxica, y lo que señala es que esa acción tiene un nombre poco conocido por la
sociedad. Se trata del síntoma de Estocolmo el cual hace que una ansiedad
generalizada haga que la mujer se vuelva dependiente emocional de su agresor, es
claramente un trastorno de ansiedad por separación.

Acciones del estado

En el 2018, se creó la Coordinación Nacional de Fiscalías Especializadas de


Violencia contra la Mujer, con el objetivo de fortalecer el trabajo fiscal contra los
agresores. Las denuncias en las distintas comisarías alcanzaron los 503 410 casos
ese mismo año. Con un promedio 50 341 denuncias mensuales o, para ser más
específicos, 1 651 denuncias diarias. Ante esta problemática se han capacitado a
596 fiscales para cubrir estos casos, en sus capacitaciones se han desarrollado
distintas formulaciones de estrategias y mecanismos de trabajo para sus
investigaciones. Por otra parte, se han brindado canales de atención para las
víctimas, como números de Whatsapp para recibir las denuncias correspondientes y
también, se ha implementado el Módulo de Citas Fiscales (CITAF), que consiste en
una entrevista virtual entre la víctima y el fiscal que le está dando seguimiento a su
caso. ¿Qué tan capacitado está el personal para atender este tipo de llamadas?
Están muy capacitados, ya que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables,
a través del Programa Nacional Aurora capacita al personal de los CEM para
enfrentar esta problemática. Además, se trabaja en conjunto con el Ministerio del
Interior para establecer una relación de colaboración y apoyo mutuo en estos casos.

Entrevista a la víctima L.V.S.C

L.V.S.C. es una joven de 25 años. A los 20 años fue víctima de violencia física y
psicológica por parte de su ex pareja.

¿Sufriste de maltratos en tu infancia?


No, mis padres siempre fueron muy cariñosos y preocupados por mí desde
pequeña.

¿Por cuánto tiempo fuiste violentada por tu ex pareja?


Por casi dos años y medio.

¿Cómo se comportaba él contigo antes de la relación?


Al principio se presentó como una persona cariñosa, cada vez que teníamos la
oportunidad de estar juntos se portaba muy atento conmigo.
¿Intentaste comunicarte con las autoridades para denunciar a tu agresor?
Tenía mucho miedo de denunciarlo, porque siempre me amenazaba con matarme si
le contaba a un familiar, conocido o si llamaba a la policía, por eso, por un largo
tiempo, no lo pude denunciar.

¿Recibiste ayuda por parte de especialistas?


Sí, actualmente estoy en terapia psicológica, llevo ya casi ocho meses.

Y después de esto, ¿cómo te enfrentas a una nueva relación?


Por el momento, no busco estar en una relación. Estoy yendo al psicólogo para que
me ayude a mejorar y poder sentirme bien conmigo misma, después de todo lo que
pasó con mi agresor.

¿Qué otras medidas se están tomando para ayudar a las víctimas?

Se conversó con Fernanda Montañez que es asistente del Ministerio de la Mujer y


Poblaciones Vulnerables, en el cual indica que “el MIMP está trabajando en la
ampliación de la red de Centros de Emergencia Mujer (CEM) y en la capacitación de
personal de las Fiscalías Especializadas en violencia contra la mujer.
Las mujeres tienen a su disposición la línea 100, programa implementado en el
2006 cuya finalidad es atender y brindar atención personalizada a mujeres
afectadas por hechos de violencia, en el cual pueden denunciar a sus agresores y
serán atendidos por profesionales capacitados como especialistas y/o psicólogos.
“Están muy capacitados, ya que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables,
a través del Programa Nacional Aurora capacita al personal de los CEM para
enfrentar esta problemática, la respuesta que brindan es inmediata y eficaz, es de
vital importancia que las mujeres llamen y también hagan sus denuncias
correspondientes, aunque una gran parte no lo hace ya sea por vergüenza o miedo
por parte de sus agresores. También trabajamos en conjunto con el Ministerio del
Interior para establecer una relación de colaboración y apoyo mutuo en estos
casos”; afirma Fernanda Montañez. Además, indica que las llamadas que reciben a
diario varían, pero se tienen un aproximado de 500 casos diarios que se atienden.
Esto incrementó debido al confinamiento por la pandemia del COVID-19 que hubo
en el 2020.

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