¿Por qué es una problemática social que afecta la Educación a Distancia?

Escasa cobertura:
Cuando hablamos de una escasa cobertura nos referimos a la falta de recursos
para obtener una educación de calidad, donde mucha población colombiana no
puede acceder a una educación de calidad e índole de acuerdo con sus
necesidades como persona; puesto que esta problemática la hemos vivido desde
siempre, teniendo en cuenta que hacia el año de 1.966 la educación superior
manejaba cifras demasiado bajas, donde solo había 25 Universidades oficiales.
En 1.976 según el ICFES ya había 117 Instituciones de educación superior, de
ellas 85 Universidades; por lo cual la educación siempre ha sido una problemática
social y su cobertura nunca ha sido la suficiente para miles de personas que
desean acceder a cualquier tipo de educación y desarrollo; en otras palabras; la
escasa cobertura que son los servicios o bienes no alcanzan el total de una
población debido a las áreas con baja señal por ende colapsan las redes o
simplemente nunca se ha podido acceder a cantidades de usuarios, a saber; que
la cantidad y la calidad de la educación es uno de los desafíos fundamentales que
enfrenta Colombia en su propósito de acelerar el crecimiento económico y ofrecer
mayores posibilidades de bienestar a toda la población.
En contextos de pandemia y la sociedad del conocimiento, se hace evidente y
exigente la educación virtual relacionada al uso de Tecnologías de Información y
Comunicación y así mismo su arduo en la educación a distancia como estrategia
educativa que facilita el manejo de la información y que permite la aplicación de
nuevos métodos pedagógicos enfocados al desarrollo de aprendizajes
significativos, los cuales están centrados en el estudiante y en la participación
activa y la brecha digital, es decir, no todos los estudiantes tienen acceso a las
herramientas tecnológicas para elaborar los trabajos.
Debido a las causas de baja inversión para la educación a distancia y la
implementación de una cobertura eficiente en recursos destinados para personal
y, en general siglo presente.
Falta de acceso a la educación superior

Son múltiples las razones que Tenemos como sociedad para aumentar el acceso
y la calidad en la educación superior. En el mundo se han evidenciado sus
impactos positivos en la reducción de la pobreza, desarrollo satisfactorio de
proyectos de vida, aumento de la equidad social, reducción de brechas sociales,
entre otros. Según el Sistema Nacional de Información de Educación Superior
(SNIES) en el 2019 en Colombia, 2.124.546 jóvenes se inscribieron a diferentes
niveles de educación superior, sin embargo, tan solo 1.001.217 estudiantes fueron
admitidos, es decir, alrededor del 52 % de los jóvenes que aspiran continuar sus
estudios no obtienen la oportunidad. Las cifras muestran como la educación
superior en Colombia es un privilegio que goza solo una parte de la población.
Adicionalmente, las brechas regionales en educación superior son grandes, las
oportunidades se concentran en las grandes ciudades; por ejemplo, de 901
jóvenes en el Amazonas que se inscribieron a un programa de educación superior
en el 2019, fueron admitidos 495, en Chocó de 9.176 solo 5.646, y estas cifras se
replican en cada una de las regiones del país. Millones de jóvenes colombianos,
principalmente vulnerables, están en busca de oportunidades formativas con el
único objetivo de salir adelante, y superar la desigualdad y las múltiples barreras
económicas y sociales con las que conviven.

Sumado a lo anterior, no es posible abordar los problemas educativos del país, sin
reconocer el aumento de las dificultades en la educación que la pandemia ha
traído. El secretario general de las Naciones Unidas usó el término “catástrofe
generacional” para referirse a las consecuencias que ha creado el virus del COVID
a la humanidad en términos no solamente educativos sino también sociales y
económicos. Evitar o corregir al máximo este rumbo desolador, exige redoblar
esfuerzos para que cada vez más jóvenes tengan la posibilidad de acceder a la
educación superior y salir adelante desde las oportunidades legales de progreso
que permiten el conocimiento y las capacidades técnicas, profesionales y
humanas.

Si queremos avanzar en la superación de la pobreza, la violencia y las

inequidades sociales, debemos asegurar el futuro de la educación y un mejor
porvenir para las nuevas generaciones. Esto no se logra con medidas transitorias
sino estructurales, construyendo un pacto de país por una educación pública de
calidad desde la primera infancia hasta la superior para todos los colombianos,
apelando a la corresponsabilidad de los gobiernos, las empresas, la academia y
las familias. Todos en pro de un propósito que trasciende los periodos de gobierno
y los intereses particulares por tratarse de nuestro futuro común. Un futuro que se
delinea con decisiones políticas a favor de la inversión y las oportunidades para el
acceso, la permanencia, la pertinencia y la proyección de la educación superior en
Colombia como motor de equidad y desarrollo.

La ausencia de competencias digitales

Antes de dar la respuesta a la pregunta mencionada anteriormente, debemos

tener claro que son las competencias digitales; son los conocimientos que de
forma general deben tener los ciudadanos para saber emplear eficientemente las
herramientas tecnológicas e integrarse en la sociedad digital en la que vivimos.
La ausencia de las competencias digitales se ha convertido en una problemática
social que afecta la educación a distancia porque a pesar que vivimos en una
sociedad tecnológicamente cambiante, en la que diariamente hay novedades,
cada vez más interactuamos con otros usuarios que se han presentado tantos
cambios muchas personas no se sienten competentes o quizás no hacen siquiera
el intento de actualizarse, aprender para de esta manera sacarle el máximo
provecho a la educación a distancia y mejorar su calidad de vida donde puedan
encontrar una mejor estabilidad económica gracias a una carrera técnica,
tecnológica o profesional, y es por esto que se cohíben de iniciar sus estudios
virtualmente.