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Klune El Consumo
de la Magia
1
TRADUCCIÓN:
Klaus Haziel
Jeny82 Thinmellian
Rosmery Lis@35
CORRECCIÓN:
Lelu SD
MAQUETA:
Klaus
FORMATOS:
Pedro
2
Un Deseo A Las Estrellas
Por TJ Klune
Serie Cuentos de Verania 4
3
Nota del Autor
4
Prólogo
La Caída de Verania
5
Y el hombre lo sabía, ¿no? Porque era Morgan de las
Sombras, el Mago del Rey. Pero incluso más que eso, tenía una
barba increíble.
Podría haber sido una vida solitaria, dado que el chico fue
sacado de los barrios bajos a un mundo del cual no tenía ni
idea, pero no tenía que hacerlo solo. Tenía a sus padres y al
rey. Tenía a Morgan. Y también tenía más que eso, después de
que el mago lo enviara al bosque para encontrar algo
inesperado. El chico regresó con un unicornio gay sin cuerno
y un medio gigante, y recibió el nombre de Sam de lo Salvaje.
6
respaldarían siempre que se encontrara en una situación
precaria.
Sam suspiró.
7
nada que ver con el hecho de que el director de correos se riera
de mí el mes pasado en la cena del estado cuando le pedí que
me hiciera un sello por lo espectacular que soy. No tiene
relación alguna.
8
Todos se giraron para mirar a Sam, incluido el recluta con
cabello rubio y ojos verdes y un trasero que parecía que debería
haberse comido un pastel.
9
―¿Por qué lloras en la oscuridad en tu habitación y comes
un pudín cubierto con… eso... es eso tocino? ¿Sam? ¿Estás
llorando en la oscuridad de tu habitación y comiendo un plato
de pudín con tocino?
10
Y en uno de esos días, cuando su corazón dominaba su
mente, se encontró en el Bosque Oscuro.
No era justo.
1
Un proyectil de alta velocidad de pequeño calibre.
11
Fue en la forma en que dormían bajo las estrellas, el fuego
parpadeaba entre ellos, en la que la mirada de Sam se detuvo
en Ryan Foxheart.
12
El phuro vino del desierto con una historia de un destino
escrito en las estrellas, trayendo con ella a un hombre llamado
Ruv, quien dijo que era la verdadera piedra angular de Sam.
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Y luego, solo porque era la forma en que parecía que iba
su vida, fue perseguido por un monstruo serpiente adolescente
llamado Zero Ravyn Fuegodeluna que pensaba que todo era
patético y nadie entendía los graznidos en su alma, o alguna
tontería para la que Sam no tenía tiempo.
Mas apretados.
Myrin.
Y falló.
14
estómago como raíces de un árbol, con cicatrices de rayos y
truenos.
Mama.
Letnia.
Feng.
15
El Gran Blanco le había dicho esto a Sam, incluso antes
que saliera de la ciudad de Lockes. Había retumbado
profundamente en el Bosque Oscuro, advirtiendo a Sam de lo
Salvaje: no estás listo.
En el profundo bosque.
En la oscura naturaleza.
16
Myrin.
Y Morgan.
Él lo sabía entonces.
Aceptó su destino.
RYAN…
17
Pero creo que, tal vez, después de que la ira se haya
desvanecido un poco, lo entendería. Espero que puedas hacer
eso por mí.
No quiero dejarte.
Morgan se ha ido.
Randall se ha perdido.
Solo espera.
Te amo.
18
Sam
Sí.
Y acordó un año.
Kevin
Pat.
19
Leslie.
Zero.
Un día desapareció.
―Sam.
Y entonces…
Luego el puerto.
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Pero al final también cayó.
¿Y Myrin?
Bueno.
21
I: EL BOSQUE OSCURO
22
Capítulo 1:
Rudo Hijodefruta
PERO.
2
Juego de palabras entre las diferentes definiciones de la palabra suck: cuando una
situación es mala y chupar, sorber.
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―No, no puedes. De hecho, esa podría ser la peor
sugerencia que he tenido que escuchar alguna vez.
―Apuntalarme emocionalmente.
Me estremecí.
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asesinato. Sería maravilloso si no fuera tan aterrador. Si
muero bajo circunstancias misteriosas, deberías mirarlo
primero.
Yo resoplé.
―Puedes continuar.
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estamos jodidos, y ninguno de los dos tendrá sexo. ―Me detuve,
considerando―. O rescatará a nuestros seres queridos y
salvará el reino de las garras de los villanos. Porque debería
haber dicho eso primero.
Suspiré.
―Pero…
―Es…
Y empujé.
26
Siete destellos que hicieron eco de mí. Cinco eran oscuros
y fétidos, hirviendo con magia corrupta. Los otros dos
estaban... silenciados, de alguna manera. Me di cuenta que
estaban allí, pero era como una ausencia de luz. Un espacio
oscuro en los remolinos de colores del bosque.
―Al cielo ―le dije en voz baja―. Dile a los demás. Espera
hasta que te dé la orden.
27
que yo quisiera. No sabía lo que íbamos a decir cuando
estuviéramos cara a cara con los que habíamos dejado atrás.
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Esto es lo que era ahora: una serpiente deslizándose.
Llevaba un abrigo largo, el collar volteado alrededor de su
cuello como un imbécil. Su cabello oscuro era más largo, tirado
hacia atrás en una cola de caballo apretada, y tenía una
sonrisa en la cara, con los dientes brillando.
―Venganza ―siseé.
29
―Katya ―gruñó el otro. Un hombre―. Cierra la boca y
déjame manejar esto.
Caleb se rió.
―Déjanos ir.
Caleb parpadeó.
30
―¿Él? ¿Quién, seguro que no te refieres a...? ―Él echó la
cabeza hacia atrás y se rió a carcajadas. Los Oscuros a su lado
parecían desconcertados, moviéndose sobre sus pies como si
no entendieran lo que estaba pasando.
31
reverencia, uno tiende a tener una erección de poder bastante
dura. Sabía que cuando hiciera mi entrada, iba a tener que ser
épica, y que debería tener el mejor eslogan que el mundo haya
conocido. Quería hacer que mis superfans se desmayaran.
―Y te enamoraste.
32
―No me enamoré ―dijo Jerome, limpiándose el sudor de
su frente.
33
―Él te detendrá ―dijo Katya, todavía rebelde―. Tal vez no
con nosotros, no ahora, pero él te detendrá. Myrin fallará. Yo
sé esto. Lo sé porque creo en Sam de lo Salvaje.
Mi magia cantaba.
Caleb sonrió.
Ella temblaba
Me puse de pie.
Y dije:
3
Juego de palabras con las diferentes acepciones de pickle: pepinillo, encurtir, lio, estar
en apuros.
34
una cosa? En cualquier caso, no sé por qué lo usé así. Bonito
lio, incluso. Estoy un poco oxidado al hablar con otras
personas, así que tendrás que perdonarme.
Tosí.
35
―Uh. Nada. Nada. Bueno. Entonces, estamos haciendo
esto de nuevo. Villanos, bla, bla, bla, Katya y Brant, Sam de lo
Salvaje es increíble y maravilloso y tiene nudillos súper
geniales...
―Oh. Lo siento.
36
―Correcto. Katya, ¡vamos! Estás a punto de ser
apuñalada.
37
―Oye. Hola. ¿Cómo estás? Un guantelete, ¿no lo sabías?
Hecho de escamas de dragón. Un regalo.
―¿Cómo...?
Me miró de reojo.
―¿Decidir qué?
Yo fruncí el ceño.
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―Flora Bora Slam, mi madre. ―Apenas tuve que empujar.
Hubo un fuerte chasquido antes que un silencio cayera sobre
el acantilado―. Eh ―dije―. Eso fue más fácil de lo que pensé.
Soy tan bueno en esto.
39
que habían hecho hasta ahora había igualado este nivel de
brutalidad. Nunca antes me habían convertido en piedra, así
que no sabía cómo se sentía. Casi esperaba que los oscuros de
piedra no se dieran cuenta de que se rompían.
40
―Sí ―dije, sumergiéndome en oro y verde―. No deberías
haberme traicionado.
41
Las vides irrumpieron en el suelo bajo sus pies,
envolviéndose alrededor de sus piernas, obligándolo a
arrodillarse.
Oh dioses míos. Esto iba a ser tan genial. Tenía que hacerlo
bien.
42
escribiendo un poema lamentando mi alma negra, que nadie
entiende.
Maldita sea.
43
―¡Me refiero a sus brillos y preciosidades, pequeño
hermano! No su orina. No me gusta el juego de mear. ¡Sam!
Sam. Dile a mi hermanito que no me gusta que me meen.
Bueno, no es que lo haya intentado, así que no puedo decirlo
con seguridad. No importa, Sam. No le digas nada todavía.
Debo explorar más mis problemas antes de poder decidir de
una manera u otra.
Maldita sea.
44
Y sentí que cada uno de ellos palpitaba en mi cabeza.
Entonces rugieron.
Él asintió lentamente.
45
―Posiblemente. Quizás yo también te ayude.
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―Oh hombre ―respiré―. Me encanta abrazar. Señora,
estás en mi lista épica. Aparte de la actuación.
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Capítulo 2:
El Lamento de Sam de los
Dragones
―Agresivo.
48
―Y no es mi culpa que fueras la única cosa a cualquier
distancia en la que podía intentar subirme. Estábamos con un
chico, dos lesbianas y un viejo pedorro. ¿Qué más se supone
que debo hacer, ya que me obligaste a ir contigo?
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―Estoy completamente segura ―dijo Katya. Ella me
miró―. Está bien, un poco segura.
50
Me costaba creerlo, pero lo rechacé. Una cosa a la vez.
―¿Gary y Tiggy?
Brant gimió.
51
hechizado por Sam. Además, Sam, una pregunta, si me lo
permites.
―No.
―No, puedes...
―No.
52
base para su ejército de putas y cortesanas. Lo último que
habían escuchado de Mama fue dos semanas antes, cuando
dijo que no tenían ninguna operación planificada en un futuro
cercano, ya que se estaban quedando sin suministros.
Brant suspiró.
53
―Durante un rescate. De uno de los campos de
esclavitud. Regresó por algunas personas que tuvimos que
dejar atrás y... bueno. Ellos salieron. Él no lo hizo Él los salvó.
54
Suspiré y jalé mi mochila hacia mí. Era pesada, pero no
por mis muchas posesiones. No, GB tenía la impresión que las
cosas materiales no eran propicias para el entrenamiento de
un mago. El hecho de que ese decreto viniera de un dragón,
una especie conocida por acumular cualquier cosa, era casi
ridículo. Pero desafortunadamente para mí, él era serio y solo
me había dejado guardar algunas cosas.
Para Mervin:
No te preocupes
Ryan Foxheart.
Le dije que Ryan era una de las razones por las que había
acudido a él, y nada podía quitarme eso.
Continuó empujando.
Yo empuje en respuesta.
55
Suspiré, luego doblé la nota y la puse cuidadosamente en
mi mochila. Mañana llegaríamos al Campamento HaveHeart y
pronto veríamos a todos los que dejamos atrás. Kevin tenía
razón en que cualquier reacción que tuviéramos no iba a ser
buena. Esperaba que todavía estuvieran felices de verme,
incluso si odiaban mis entrañas. Y ni siquiera quería pensar en
Justin y Ryan como amigos, haciendo aventuras juntos,
luchando codo con codo, recuperando su país. Nos llevaría a
una noche cuando se miraron al otro lado del fuego, y de
repente Ryan le dice a Justin que cometió un error conmigo y
que lo quiere para siempre, y que probablemente ya habrán
adoptado un bebé y lo habrán llamado algo que está de moda
como Mango o Lima Bean, y entonces yo me presentaré y Ryan
dirá: ‘Lo siento, Sam. Te fuiste, y ahora Justin es dueño de mi
corazón y Lima Bean es dueño de mi alma, y estamos felices
trabajando en nuestra granja orgánica y...’
El mío.
El de Morgan.
El de Myrin.
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GB no había dicho nada sobre sus grimorios, solo me
instruyó por mi cuenta.
―Bien, yo sí.
No esperaba eso.
―¿Lo tienes?
―¿Por qué?
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―Y lo hemos estado esperando desde el momento en que
nos fuimos.
―Eso es cierto.
―Ugh.
―¿Correcto?
―¿Quién serías?
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los bordes de mi visión, esos colores brillantes que solo yo
podía ver. Cuando los usaba, cuando los tiraba hacia mí y los
empujaba hacia afuera, siempre había una sensación de fuerza
detrás de ellos, como si estuviera ejerciendo copiosas
cantidades de energía para usarlos.
Un techo, incluso.
Ya no era así.
59
Eso había resonado conmigo por más tiempo. Era una
mierda. Tenía que ser una mierda.
Yo resoplé.
―¿Lo hago?
60
―Por encima de todo, bonito, eres Sam. Cualquier título
que tengas no cambia eso. Tal vez hayas crecido desde la
última vez que te vieron, pero al final, sigues siendo el Sam que
conocen. Eso nunca cambiará.
―Lo sé.
Me encogí de hombros.
―No.
―Sam…
―Por favor.
61
―No fue tu culpa.
Me reí a carcajadas.
―Estúpidos dragones.
62
Sentí su aliento en la parte posterior de mi cuello.
63
―Tenemos que mantenerte en secreto todo el tiempo que
podamos ―me dijo Brant cuando intenté objetar porque podía
manejar un puñado de Oscuros―. Era parte del plan de
contingencia.
―Oh mis dioses. Ellos son los peores. Los amo tanto, que
ni siquiera lo sabes.
Brant tosió.
Katya vaciló.
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―No creía que volviera, ¿verdad?
―Um ―dijo Katya―. ¿Por qué están tan abiertos tus ojos
y por qué siento que mi corazón se está rompiendo?
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bromeando, ninguno es para ti”, ¿y luego se llevaron a todos
los cachorros? ¿Esa mirada?
66
―Oh chico ―dijo Kevin―. No te preocupes, personas que
acabo de conocer y que deberían estar más impresionadas por
mí de lo que realmente estás. Sé cómo manejar esto. ―Se aclaró
la garganta antes de mirarme―. Oye, campeón. Oye. Hola.
¿Qué está pasando en esa cabeza tuya? ¿Eh? ―Golpeó con una
sola garra contra mi frente―. ¿Qué hay de nuevo en los fideos,
mi pequeño garabato? ¿Necesitas tirar la pelota con tu padre?
¿Eh? ¿Es eso lo que necesitas? ¿O sólo necesitas que te follen?
Sí, sólo necesitas que te jodan, ¿no? De acuerdo. Bueno, si
insistes, Baladush y Kaliope pueden esperar aquí...
―Lo sé.
―¿Estamos bien?
67
―Estamos bien.
―Kevin, no es el momento.
―Correcto.
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Ahí, detrás de esas paredes, estaba mi hogar. Mi Rey,
atrapado en las mazmorras.
69
EL PUERTO había sido un centro de comercio para
Verania, una bulliciosa extensión de la Ciudad de Lockes.
Siempre fue un poco más sombrío y apestaba a pescado y sal,
pero era una parte importante de la economía. Barcos de todos
los tamaños navegaban desde tierras lejanas, trayendo
mercancías para comerciar: especias que hacían que el humo
se filtrara por las orejas, telas que se sentían como la caricia
de un amante, alcohol que hacía que uno creyera que uno era
un cantante fantástico y que llevara a uno a deleitar a
cualquiera que estuviera a su alcance con las alegrías de
‘Cheesy Dicks and Candlesticks’, sin importar cuántas veces
el público lo hubiera escuchado antes. (‘¿Por qué Ryan tiene
esa asquerosa mirada de ensueño en su cara cada vez que
escucha esa canción?’ Justin había exigido. ‘Es como si hubiera
sido encantado por una maldita sirena. Y Sam, ¿realmente
tienes que volver a cantarla? Voy a hacerte daño
irreparablemente!’) La gente de la ciudad marítima era de la
clase trabajadora, que se levantaba incluso antes del amanecer
para dirigirse a los muelles, los barcos de pesca zarpaban
mientras que las estrellas de arriba comenzaban a
desvanecerse y una luz aparecía en el este, pasando por los
barcos de los pescadores nocturnos que volvían después de
horas en el mar. Serían recibidos por otros en los muelles,
listos para empacar el botín en hielo y transportarlo a los
mercados del Puerto y de la Ciudad de Lockes.
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de nosotros, y rara vez tenían problemas con la Corona. Aparte
del momento en el que existía la amenaza de una huelga en la
que el Rey había intervenido y mediado, nunca había sabido
que hubiera alguna lucha.
Hablando de eso.
Le sonreí tranquilizadoramente.
―Hipotéticamente.
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―Interesante. Seguimiento hipotético. ¿Qué pasaría si
dicha adolescente fuera la encarnación del mal, y al
erradicarla, el mundo sería un lugar mucho mejor?
Él frunció el ceño.
―¿Todo?
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―Las serpientes se despojan de su piel, pero siguen
siendo serpientes ―repliqué.
―¡Kevin!
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―Soy Sam de los Dragones, regresé con mi gente para
salvarlos de la oscuridad y derrotar al malvado mago Myr…
amigo.... Kevin, ¿qué comiste? Tu aliento es terrible. Dios, es
como el interior de uno de esos baños de descanso en el camino
a Meridian City, donde básicamente es un agujero en el suelo
en el que hacer su negocio. Mis dioses.
74
―Permiso denegado. Por ahora. Espera hasta que nos
acerquemos para ver quién lo hizo. Si fue Lady Tina, entonces
tienes mi permiso. Si no fue así, renegociaremos dependiendo
de quién fue. Tengo la sensación que ya no me gusta mucha
gente aquí.
―Vete a la mierda.
―Entendido.
―¿Todd?
Le sonreí.
Yo ladeé la cabeza.
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―En el bosque. Con este chico. ―Kevin le sonrió. Tenía
muchos, muchos dientes. A los guardias no les gustó mucho
eso.
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―Lo siento ―dije apresuradamente―. No he tenido mucha
interacción humana en mucho tiempo. Estoy un poco oxidado.
También podría haber olvidado las normas sociales. ¿Hacemos
comentarios sexualmente agresivos ahora, o es solo una cosa
del dragón?
Deirdre.
Wanda.
Mary.
Crissy.
Nicole.
Courtney.
Griselda.
77
Las damas del Club de Fans de Ryan Foxheart del Castillo
de Lockes.
―Venganza ―siseé.
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II: EL PUERTO
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Capítulo 3:
Campamento HaveHeart
80
decirle que estaba en medio de una sesión de DP4 con Sam y
su gemelo, más, porque no tengo ningún problema con el
incesto de gemelos, si sabes lo que quiero decir.
4
Doble penetración.
81
con los párpados revoloteando―. Porque juro por los dioses,
cuando leíste esa línea, estaba mojada.
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―Identificando amenazas contra la Corona y sus
ciudadanos, catalogando sus debilidades y luego
eliminándolas.
―¡Nunca! ―gritaron.
―¡Descansen!
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―Estoy seguro que lo es ―dije, igual de suave―. Ojalá
pudiera decir lo mismo. Así lo haré. Qué hermoso debe ser para
ti verme otra vez.
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―Es una relación estable y amorosa que debe
considerarse con reverencia.
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―Bueno, soy un... espera. Espera un momento. Las
mariposas no pueden matar gente. Eso es una estupidez. Eres
una tonta. Todo en ti es una tontería.
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―…Sin quejas, y he recogido los dragones de Verania. Y
cuando entré...
―Gracias.
―¡Oye!
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Dioses, ¿no entiendes la etiqueta del aplauso lento?
―¡Mi error!
Silencio.
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―Guau. Ese no es el look que buscaba. Ya no sé si creo
que tus oídos son atractivos.
Me encogí de hombros.
―Supongo.
Todd parpadeó.
5
Triste.
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―Lo siento. ¡Oh si! Estoy aquí para salvarte y esas cosas.
―¿Sam? ¿Sam?
90
Mis rodillas se sintieron un poco débiles cuando salieron
de la multitud. Me dolía el corazón, pero era un buen dolor.
Estaba en casa.
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ELLOS NO ME dejaron ir por un tiempo.
92
―Con placer. Sam. Te amamos más que cualquier otra
cosa en este mundo. Además, estás castigado.
―¡Oye!
―Ooh, pervertido.
―¡Sam!
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―Castigado ―insistió papá.
Él retumbó felizmente.
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que todos parecían asustados y agotados, desviando sus
miradas tan pronto como los sorprendía mirándome. Como si
yo fuera algo a lo que temer. Algo desconocido. Miraron a Kevin
de la misma manera que él caminaba a nuestro lado, dejando
grandes huellas en la tierra.
95
―Solía ser peor ―dijo mamá mientras me observaba
asimilando todo―. Estamos poniendo las cosas de nuevo
juntas.
Asentí fuertemente.
El resto se desvaneció.
96
―Bueno, no del todo ―agregó mamá a toda prisa―. Una
vez que Lady Tina dejó el Odiamos A Sam Un Montón...
―Sam…
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―No puedo creer que esté escuchando esto. No de ti. Se
supone que ustedes no deben ser así. Se supone que están de
mi lado.
98
Te amé, Sam de lo Salvaje. Incluso entonces. Recuérdalo
cuando el mundo parece oscuro.
99
Uno era rojo, dos eran azules, otro blanco.
100
―Has olvidado cómo ser humano ―dijo Kevin, sonando
divertido cuando la gente gritaba y se dispersaba―. Tienes un
poco de dragón en ti.
101
lady Tina no se le había dado lo mismo? Estaba un tanto
perdido en la fantasía de revelar su traición a la gente del
Campamento HaveHeart y hacer que cantaran mi nombre y me
organizaran una fiesta en la que Ryan, Justin, Tiggy y Gary
volverían a la mitad. Se lanzaban a mí y sollozaban porque no
me permitirían dejarlos nunca más, y luego le trenzaba el pelo
a Justin, le aplastaba la cara a Tiggy, le permitía a Gary que
me gritara y luego aullaba en mi pecho y luego le daba por el
culo a Ryan.
―¿Perdóname?
102
―Estoy seguro. Apuesto a que son solo buenos
compañeros de cuarto. Se quedan hasta tarde hablando de
todo y nada al mismo tiempo. Y tal vez sus miradas comienzan
a chocar un poco más, y la conversación se desvanece, pero no
es un silencio incómodo, ¿no? Es tenso y crepitante, lleno de
un deseo anónimo, y toserán torpemente, ambos se sonrojarán
porque son vírgenes, y luego Justin estirará su rostro de león
hacia Ryan...
―No hay nada entre ellos ―dijo mamá con firmeza―. Son
amigos y nada más, así que quita ese pensamiento de tu
cabeza ahora mismo. Justin no ve a Ryan así. E incluso si lo
hiciera, Ryan nunca lo haría porque su corazón te pertenece.
Siempre lo ha hecho.
Papá gimió.
103
Una mujer mayor apareció en la puerta. Su cabello
oscuro estaba recogido, más gris que negro ahora. Tenía un
chal envuelto alrededor de sus delgados hombros y brazaletes
que tintineaban en sus muñecas. Ella no se sorprendió al
verme, sus ojos se entrecerraron ligeramente. Tuve que evitar
alcanzarla y darle en la boca. No lo hice, porque un hombre
nunca debe golpear a una dama, a menos que fuera Lady Tina,
porque se lo merecía más que nadie en el mundo.
―Vadoma ―suspiré.
104
―Tal vez incluso la mejor cara ―dijo papá―. Deberíamos
saberlo. Lo hicimos.
Mamá me abrazó.
―Yo también.
105
―Soy un hombre ahora. No puedes simplemente…
¿Acabas de lamer la servilleta? ¿Por qué me la pones en la
cara? ¡Eso es asqueroso!
Yo resoplé.
―Dudas de mí.
106
existencia entera. En la visión demasiado larga de las cosas
que no leíste, creo que estás llena de mierda.
―¡Joshua!
Me encogí de hombros.
107
―Tómalo como quieras. Pero como una amenaza sería
bueno. Me estoy poniendo bastante bueno en eso, al parecer.
¿Cómo está Ruv, por cierto? No he visto a tu Lobo desde que
apuñaló a Ryan en el pecho después de revelar que trabajó
para Myrin.
Silencio. De todos.
Me reí.
108
Cerré mis ojos.
―Mierda.
Suspiré.
―Le crees.
―¿Crees a Ruv?
109
―Semántica. Si ella nunca hubiera venido al Castillo de
Lockes...
Suspiré.
―Yo no...
110
voy a hacer. Los amo a todos. Manténganse a salvo. Regresaré
tan pronto como pueda.
La miré boquiabierta.
111
―No tienes que preguntar ―replicó ella―. Porque te
seguiríamos a cualquier parte. Pero no podemos a menos que
nos lo digas. ¿Sabes lo devastados que estaban Tiggy y Gary?
Sam, te buscaron. Por meses. Más que incluso nosotros.
―Yo no…
Me inquieté.
112
porque ha pecado y ahora busca el arrepentimiento. Sé que no
confías en ellos. Te estoy pidiendo que confíes en mí.
―Los extrañé chicos ―dije con voz ronca―. Solo para que
sepas. Pensé en ambos todos los días. Siempre estuvieron
conmigo.
―Estaba equivocada.
113
―No tengo nada de qué disculparme.
―Vaya gracias.
Maldita sea.
―Yo no lo sabía.
―Y lo dije en serio.
114
―Sin embargo, también has dicho que no eres un asesino.
¿Cuál es?
―Yo no...
―No tendrás una opción, creo. Serán ellos o tú. Él. Los
oscuros. Ruv. Myrin. Has hecho que otros hagan tu trabajo por
ti. Tu gigante. Tu dragón. Tu caballo.
―Detente.
Lo hice.
Ella me ignoró.
115
casa y, de alguna manera, pusiste al dragón del desierto de tu
lado, y todavía no creía que pudieras hacer lo que los dioses te
pedían. Te enfrentaste a Myrin, y sus marcas estaban en tu
piel, y me dije que eras un niño, incapaz de hacer nada en
serio. Tal vez fue el encantamiento puesto sobre mí, pero creo
que no. Creo que eso es lo que realmente sentí.
116
―Todavía eres tonto, chava. Ningún tiempo te curará de
eso.
―¿Los tienes?
―¿Qué?
―Los dragones.
Vadoma asintió.
―Estaré listo.
―¿Qué?
117
que luego me diera cuenta con un lento y creciente horror de
que había pasado un mes.
―Simplemente lo sabía.
―Ahí tienes.
―Me preocupa.
118
―¿Acerca de?
―¿Ya terminaste?
― Lo estabas.
119
La dejé allí en el porche, fumando su pipa. Y mientras me
alejaba, podía sentir su mirada siguiendo cada paso que daba.
―¿De verdad?
―Eres un imbécil.
Se encogió de hombros.
120
Y lo hizo. El suelo del granero estaba cubierto de
secciones de alfombras de color púrpura brillante. Había
docenas de boas de plumas y bufandas colgadas en una pared,
algunas desaparecidas por razones en las que no quería
concentrarme.
―Ugh.
―¿Qué?
Me estremecí.
121
Kevin inclinó la cabeza hacia mí.
―No entiendo.
Lo miré fijamente.
―No entiendo.
―Pero, yo no... ¡se supone que los tesoros son tus cosas
más preciosas!
―Lo sé.
122
―Amigo ―exigí―. Tengo una maldita erección de corazón
ahora mismo, ni siquiera sabes ¡Recógeme porque
necesitamos un abrazo!
―Estarán enojados.
―¿Sí?
123
Él murmuró en respuesta.
―Lo hicimos.
―Incluso sí.
―Lo haremos.
―Momento arruinado.
124
―Llevas mucho tiempo queriendo una cama. De hecho,
no sé si alguna vez te he oído hablar de algo más que esa
misma cosa.
―No me gusta.
Yo resoplé.
Él me sonrió.
125
―susurró Kevin en respuesta―. Y haremos lo que sea necesario
para que ellos nos crean. Porque al final, es posible que
hayamos tenido que dejarlos, pero dejamos nuestros corazones
atrás en su cuidado. Debemos tener la esperanza de que los
mantuvieron a salvo.
Y luego me dormí.
―¿Sam?
―Sí. Así.
―Lo sé.
126
El sol se puso rápidamente. La noche se tragó el día y las
estrellas estallaron en el cielo, el Dragón de David casi cegador.
Me pregunté si él estaba mirando. Si todos los dioses lo hacían.
―Para.
Él lo hizo.
Se atragantó húmedamente.
Suspiré.
―Campamento HaveHeart.
―¿Regresaste?
―Yo…
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―Lo digo en serio, Sam. No te gustará lo que suceda si
llego allí y tú no estás.
―Sam.
―Correcto. No es el momento.
Incliné la cabeza.
―No sé si puedo.
―Sam.
128
Porque después de todo lo que has hecho, susurró Leslie,
mereces tener un momento de felicidad antes que veamos esto
hasta el final.
Y luego yo…
129
Kevin resopló por encima de mí.
130
―Y no sé por qué tengo que saber eso, pero él nos va a
asesinar.
131
Capítulo 4:
Reunidos y Se Siente Tan Bien
132
Cuarto, si tienes un vínculo extraordinario con un
unicornio y resulta que ese unicornio es tu mejor amigo a
quien dejaste en medio de la noche casi un año atrás sin
dejarle siquiera una carta específicamente dirigida a él,
entraran por las puertas de cualquier ciudad en la que podrías
estar quedándote, gritando sobre asesinato y muerte y como si
tuvieran su cuerno, el campamento HaveHeart pasaría a
llamarse Ciudad Gore, porque iba a haber una Ciudad Gore
justo aquí, ¿entiendes, maldito imbécil?
133
usualmente destruía cualquier obstáculo en su camino para
llegar a ellas.
134
combinación interesante cuando me miró de arriba abajo, con
anhelo. No se veía tan diferente a la última vez que lo había
visto. Su delgado y oscuro cabello aún estaba ralo alrededor de
su cabeza, su nariz bulbosa, amable y dulce, a pesar que
acababa de romper la puerta del granero. Llevaba unos
pantalones que le llegaban justo debajo de sus rodillas, y un
chaleco de retazos que mi madre le había hecho unos años
antes para el Día de Todos los Santos, lo cuidó mucho y dijo
que nunca antes había tenido algo tan bonito.
―¿Están posando?
―Tiggy.
―Hola, ¡Sam!
―¿Estás posando?
―Sí.
135
―Oh ―dijo Gary, volteando lentamente a mirarme―. Eso
es correcto.
―¡Amigo!
―¿Qué? Lo estoy.
―¡No es el momento!
―Nunca es el momento.
136
Y lo hacía. Tomó tres grandes pasos adelante, y antes que
pueda reaccionar, fui levantado hacia arriba en sus grandes
brazos y sostenido firmemente contra su pecho. Su corazón
latía rápidamente, y respiraba pesadamente, y me di cuenta
que mi maravilloso amigo temblaba. Mis ojos picaban con
lágrimas mientras lo escuchaba sollozar. Pasé mis brazos
alrededor de su cuello y enterré mi cara en su garganta.
―Hola, Tiggy.
―Hola.
―Te extrañé.
―Ok.
―¿Lo prometes?
137
―Pero si comienzas, lo haré también ―dijo Gary, sus
labios temblaban. La rabia del unicornio comenzaba a
desvanecerse―. Al menos uno de nosotros necesita
permanecer furioso con ellos.
6Es un género pornográfico, práctica de sexo en grupo, dónde los hombres eyaculan
sobre una persona.
138
―Espero que lo hayas hecho ―dijo Gary―. Y si crees que
te dejaré apartarte de mí vista en un futuro, estarías
cometiendo un gran error. Me voy a pegar a ti como el herpes7,
¿me entiendes?
7
Herpes oral y genital es un virus común que provoca llagas en los genitales y la boca.
Puede ser molesto y doloroso.
139
Me atraganté.
Gary suspiró.
―¿Lo estabas?
140
distancia―. Tal vez se salió del negocio y no tengo las
posesiones para volver a abrirla.
141
―Podría haberlo hecho sin esa descripción ―dije a nadie
en particular.
―De hecho.
142
Ryan y Justin se quedaron atrás gritándonos por alguna razón
en la que no tuve tiempo para pensar.
―Oh. Claro. Sip. Umh. Qué te parece eso. Creo que tenía
mucha prisa de llegar aquí y gritarte porque te odio.
―No me odias.
―Un poco.
―Katya y Brant.
143
Me encogí de hombros.
―Amigo, te amo.
―Como un cristal.
Parpadeé.
144
―Nop ―dije precipitadamente―. Estoy totalmente de
acuerdo.
Sonrió dulcemente.
145
como si quisieran que pensáramos que no habían escuchado
cada palabra. Mamá y papá estaban esperándonos en el
porche, Vadoma sentada a su lado, con su pipa entre los
labios. Mis padres se veían aliviados mientras caminábamos
uno al lado del otro, como si esperasen extremidades faltantes
y dientes pateados. Lo que, para ser justos, yo también me
esperaba. Mamá le dijo algo a Vadoma que no pude escuchar,
pero fuese lo que fuese, Vadoma solo movió su cabeza. Madre
suspiró y luego empujó a papá para que se acercaran a
nosotros.
Gary me miró.
146
―Malditos estúpidos mejores amigos ―murmuré―. Los
amo malditamente tanto.
Gary suspiró.
―Lo sé.
8
Galleta dulce.
147
―¿Por qué nadie me está diciendo qué está pasando?
―¿Dijiste qué?
―Ah. ¿Hola?
―Nop.
148
―Sip.
―Nop.
―Sam de…
―Los Dragones.
―Gracias.
―Uh.
―Para…
149
puedo abrir mi boca muy, pero muy grande? Es como si
pudiera destrozar mi mandíbula. Y no me da ningún reflejo
nauseoso.
150
―Oh, nada. Solo haciendo planes para asegurarme que
Ryan me ame por siempre.
151
―No tienes que… ―Pero entonces Gary me empujó hacia
alguien. Antes que me pueda disculpar por el comportamiento
ridículo de Gary, vi contra quién tropecé.
―Bueno, eso es algo que se debe arreglar una vez que los
demás regresen. De hecho, creo que deberías desaparecer.
Mejor aún, ¿por qué no empacas tus cosas ahora así no
tenemos que retrasar lo inevitable?
152
La multitud comenzó a murmurar furiosamente
alrededor mío.
―Acepto mis acciones por lo que fueron ―dijo ella, con voz
calmada―. Cometí errores. Pero como antes, colocas la culpa
sobre otros sin aceptarla tú. ¿Qué hay de tus acciones? ¿Qué
hay de todo lo que hiciste que nos condujo a dónde estamos
ahora?
153
Y sabía lo que significaba.
154
Pero estábamos atados. El uno al otro. Randall había
tenido razón sobre eso. Algo acerca de nosotros había estado
siempre destinado a ser realidad, y el vacío se llenó y creí que
habría una oportunidad que pudiera hacer cualquier cosa que
se me pidiera, si solamente él se mantenía a mi lado.
Me detuve.
Respiré:
155
impecablemente, con cortes de roca roja incrustados en el
metal plateado. Su espada estaba desenvainada y, mientras lo
observaba, pareció casi como si estuviera en cámara lenta, con
su cabello ondulado empujando alrededor de su cabeza, con
los ojos verdes brillantes.
Porque qué.
156
―Terry.
―Sí, Terry.
―Terry.
Gary suspiró.
157
―Oh gracias a los dioses él recordó mis cosas ―dijo
Gary―. Hubiera odiado ver su sangre derramada debajo de mis
cascos.
Terry, por otro lado, era más un misterio. Por lo que había
reunido en las pequeñas piezas que Gary había dejado caer de
vez en cuando, su relación era… contenciosa. Gary había dicho
una vez que deseaba haber consumido a Terry mientras aún
estaban en el útero para evitar que tuviera que lidiar con su
existencia.
158
Me reí porque pensé que estaba bromeando.
Gary jadeó.
159
Pero no lo hicieron, por supuesto. Ellos estaban
esperando para ver lo que iba a pasar tanto como yo.
160
―Lo escucharé, y estoy seguro de que será tan…
exhaustivo como siempre, pero hay asuntos de suma urgencia
que debo atender primero.
Si él me dejaba.
―Sip ―dijo Ryan, una vez más distraído por mí―. Eso
suena… bien.
161
Esto ha tomado casi un año en fabricarse. Juro por los dioses,
Terry, si me arruinas esto, te patearé en la puta úvula9.
9
Campanilla.
Color que varía del verde amarillo al amarillo grisáceo que corresponde a la
10
162
―Solo bésalo ―silbó Deidre―. Necesito verlo.
163
sumamente aburrido, justo como todo lo demás sobre ti, tu
pequeña follada.
Gary jadeó.
164
―A mí me gusta toda la gente ―dijo Tiggy.
―Podrían ser las dos, gatito. Podría ser las dos. Ahora,
vamos. Puedes ayudarme a ignorar a Kevin y también en tratar
de deshacerme de mi hermano. Vamos a pretender que
tenemos una reunión importante a la que asistir, pero en
realidad, el tiempo lo pasaremos contigo diciéndome cuán
165
hermoso soy mientras me alimentas con uvas peladas. Y
cuando digo peladas, me refiero a peladas. Pondré una plaga
en tu cabeza si queda algo de piel. ¿Entiendes?
166
Y eso pesaba sobre mis hombros. Si me hubiese quedado,
las cosas podrían haber sido diferentes.
Me jaló en un abrazo.
167
Se tensó un poco pero no se alejó.
168
Capítulo 5:
Cuando el Caballero Cara
Deliciosa Patea El Trasero De
Alguien.
169
amor por toda la casa? ¿Cómo sus toallas y las toallas de baño
con monograma11 colgando en el baño? ¿O como sus
consoladores con monogramas en la mesa de la cocina después
de un combate todo pegajoso y todavía con rastros de
lubricante, brillando, con semen seco en una corteza escamosa
en el piso? No sabía si podría sobrevivir a sus consoladores con
monograma en la mesa de la cocina con mancha de lubricante
y esperma. Mi corazón se partiría limpiamente en dos.
Soltó mi brazo.
Y esperó.
Dibujo o figura hechos con las iniciales u otras letras del nombre de una persona o
11
170
¡Hola! Te ves bien.
Me encogí de hombros.
171
Comenzó a sacarse su armadura pieza por pieza, el metal
chirriando fuertemente en la silenciosa habitación.
Parpadeé.
―¿No lo estás?
―No.
―Estoy furioso.
Uh-Oh.
Me estremecí.
172
ti, ¿pero sabes lo que siente ser apartado totalmente de ti? Ni
siquiera sabía que podía sentirme de esa manera, como si una
parte de mi corazón hubiese sido arrancada. Soy tu piedra
angular, y me dejaste atrás como si no te importara.
―Lo insinuaste.
173
―Es la cosa más estúpida que he escuchado nunca. GB
es tan viejo que piensa que puede salirse con la suya. Noticia
de último minuto, no lo hace. ¿Pero acaso me escucha al
respecto? Nooooo. Por supuesto que no lo hace. Soy la cosa
más antigua en el mundo, Sam. Puedo hacer lo que quiera, Sam.
Tienes que hacer todo lo que te diga, Sam, porque soy un maldito
bastardo. ―Fruncí el ceño―. Sabes realmente estoy harto de
los dragones. No me pondría triste si toman vuelo y se largan
para nunca volver. Después de haber salvado el día, por
supuesto. Si se van ahora, eso sí apestaría por toda esa cosa
del supervillano.
174
―¿Otra vez?
―Uh, ¿sí?
―Idiota.
175
―Sí. Correcto. Ningún problema. Eso es exactamente
correcto. No me partió por la mitad. Buena cosa que me
conozcas tan bien.
Se rio amargamente.
―¿Qué?
Me encogí de hombros.
176
―¿De algún modo… las pasé? GB fue mentor de Randall
antes de toda la cosa de Myrin, y él hizo lo mismo por mí, sólo
que un poco más… intensivo. Randall solía ser Randall de los
Dragones, y supongo que ese soy yo ahora. GB me dio el
nombre.
Me sorprendí.
177
pensar en nada particularmente impresionante en este
momento porque estoy indignado, pero lo haré. Y recuerda mis
palabras, cuando lo haga, va a sorprender a todo el mundo, y
van a decir, ¡Oh eso es tan formidable! Miren, todos, vean que
genial es con su nuevo nombre que no tiene nada que ver con
Randall.
―Ahhh.
Gemí.
―¡No lo hago!
178
ahora? Parpadea una vez para sí y dos para probablemente, e
iré afuera y la haré morir horriblemente. Al final, todo lo que
quedará será un charco de sangre y cartílagos. Será fantástico.
Él no parpadeó.
―¿Todavía me amas?
No me jodas.
179
Cuando dormía en los bosques oscuros, era el sueño de los
exhaustos, de haber sido agredidos por la magia día tras día,
el Gran Blanco me obligaba a hacer algo de lo que no había
pensado que era capaz. Funcionó, eventualmente, pero me
había pasado factura. Las voces de los dragones, de Morgan,
Randall y de Myrin murmurando alrededor, diciéndome que
debía ser más fuerte, mejor, que iba a fallar, que todos a los
que amaba morirían.
Y cuanto lo amaba.
Seguí.
180
angular, que tú eras un obstáculo en el plan que tenían los
dioses para mí.
―Tu destino.
Suspiré.
Bufé.
181
―Como si eso te hubiera detenido antes.
―¿Qué?
Gruñí.
―Podrías…
182
seguía―. Te prometo, que cuando estuve en el bosque, mirando
las estrellas, no había nada que deseaba más que a ti.
―Eres un idiota.
183
encantaría que lo hagas. Y si no quieres, estaría bien. Bueno,
realmente no lo estaría, y probablemente me sentiría
emocionalmente devastado y tendría que escribir en mi diario,
quiero decir mi grimorio, sobre mis sentimientos con
fragmentos de canciones emo escritas en los rincones con
letras sobre como rompiste mi corazón / por qué comenzamos /
para amar, a mi amor amoroso. Quiero decir, sé que tú y Justin
probablemente tienen consoladores con sus monogramas
adornados con joyas con los que se follan en la mesa de la cena
y…
184
familiaridad. De haber regresado a donde pertenecía. Porque
no importaba lo que haya dicho el Gran Blanco, no importaba
lo que él quisiera que yo crea, Ryan Foxheart era mi piedra
angular. Probaría a GB que puedo valerme por mí mismo.
Haría lo que se me había pedido. Pero él no podía entender que
mientras yo crea en mí mismo, mientras pueda pararme por
mí mismo, no tenía que hacerlo. Tenía gente que me sostendría
cuando comenzara a tambalearme. Tenía a Gary, Tiggy, Kevin,
Justin y al Rey. Tenía a mis padres. A Randall, dónde sea que
estuviese. Y tenía las memorias de Morgan, algo que jamás
podría ser tomado de mí.
A mí mismo.
185
hijo de perra, así que espero que estés bien con terminar hecho
un desastre.
186
―Me ama ―le dije a Ryan y su cadera se movió contra mi
mano―. ¿Ustedes chicos se sentaban frente al fuego y
contaban historias sobre lo mucho que me extrañaban y cuan
vacías sentían sus vidas sin mí?
187
Capítulo 6:
Una Reunión de Mentes
188
iluminaba al verlo, asintiendo o gritando en señal de saludo.
Respondió a todos y cada uno de ellos con una pequeña
sonrisa.
Principalmente.
Me encogí de hombros.
Me frunció el ceño.
189
―No estoy cachondo con la idea de que hagas estallar los
pezones.
―Sam.
―¿Sobre qué?
―¿Vamos12 de nuevo?
Yo lo miré boquiabierto.
―Acabas de…
12
Juego de palabras con acabar, correrse.
190
―Ryan. Deja de concentrarte en tus pensamientos sucios
y sensuales que tienes sobre mí, independientemente de lo
halagador que sea. Estamos tratando de ser serios ahora. El
destino de nuestro país está en juego, y estás siendo
pervertido.
―Ella ha…
―Confío en ella.
―Lo sé. Pero ella dice que no sabía sobre los vínculos de
Ruv con Myrin.
191
―¿Y tú le crees? Ryan, ella podría estar mintiendo...
―¿Confías en mí?
Eso me detuvo.
―¿Qué?
Lo miré de reojo.
Me miró fijamente.
192
―No estoy discutiendo contigo... ¿Confías en mí?
―Sí.
―¿Confías en mí?
―Sí.
―Katya y Brant.
193
―Sarcasmo. Bonito. Lo apruebo. No podía decepcionar a
mis fans.
Se encogió de hombros.
194
―¿No es así? ―preguntó Ryan, arqueando una ceja―.
Porque eso es lo que necesitan que hagas. Sálvalos. Eso es lo
que han estado esperando.
―Lo hicieron.
―Lo hacen.
Se encogió de hombros.
―Probablemente.
Ryan parpadeó.
―¿Eso es todo?
Lo miré de reojo.
Sonreí desenfadadamente.
―Agg.
195
―Ryan, por favor. No delante de mi público adorador.
―Ambos.
***
Estaban esperándonos en una gran carpa cerca de la
entrada a los muelles. El olor a sal en el aire y el sonido de las
gaviotas que gritaban en lo alto me recordaron la forma en que
solía ser el puerto antes que cayera Verania, y me prometí que
volvería a ser así.
196
―Te permitiré socavar mi autoridad si te sometes a mi...
y esos son mis padres que están allí con sus caras de juicio.
Mamá. Papá. Ignoren lo que acabo de decir. Mi virtud está
intacta.
197
Esperé, temiendo qué respuesta me daría, o que sería una
mentira.
Vadoma. Por qué ella tendría que estar aquí con los
demás estaba más allá de mí. Ella podría irse con lady Tina.
198
una doble toma, especialmente cuando vi que estaba dirigida
a mí. Se burló un poco antes de mirar al caballero a mi lado.
Ryan se sonrojó.
199
―Bueno, eso no es sorprendente ―dijo Terry.
Jadeó.
―¿Qué caridad?
―¿Qué?
―¿Protegerlos? Del sol. Los rayos del sol. Sí, los protejo
del sol con mi melena y cola, lo que explica por qué me veo tan
desaliñado como lo hago.
200
―La Casa de Gary para la Juventud Pigmentariamente
Desafiada Donde Finjo Ser Caballeroso, Pero Lo Hago Para
Sentirme Mejor Conmigo Mismo.
―¿Qué demonios...?
―Sí, Sam.
201
―El príncipe tiene razón. Todos ustedes lo están
distrayendo de... oh. Cierto. Estabas hablando de mí. Ahora lo
entiendo. Culpa mía.
202
―Estoy tan en conflicto ―me dijo Kevin―. Por un lado,
siento que debería intervenir. Por otro lado, nunca he estado
tan excitado.
―Asqueroso ―murmuré.
203
a diferencia de la magia del dragón o la magia oscura, esto se
sentía puro y brillante, como si viniera del sol.
204
Y Terry estaba, con una expresión de enfado mezclada
con un respeto de mala gana. Era una mirada extraña, pero a
la que estaba acostumbrado.
205
―Adelante ―dije, asintiendo a Gary―. Hazlo otra vez.
Ponme a prueba.
―Pruébame.
Se negó.
206
―Como dije antes que ocurriera esta farsa ―dijo Justin,
mirándome como si todo fuera mi culpa― como es evidente por
nuestros invitados, la misión fue parcialmente exitosa.
Pudimos localizar al hermano de Gary. Desafortunadamente,
no pudimos encontrar a sus padres.
207
invitar a Sam a hablar sobre su plan para derrotar a Myrin con
los dragones de Verania. Es posible que lo que tengo en mente
ni siquiera sea necesario, pero es mejor prevenir que lamentar.
Sam, por favor.
―Tú, ¿qué?
―Está bien ―le dije―. Mira. Así que. Aquí está el plan.
Paso uno: volver como un rudo. Hecho y hecho. Paso dos: dejar
que todos me adulen a mi regreso y se pongan cachondos
conmigo. Hecho y hecho.
208
―Paso tres: derrotar a Myrin usando los dragones y
golpeando a todos nuestros enemigos y recuperando todo lo
que hemos perdido... de alguna manera. Ese es el trabajo en
progreso, en caso que no puedas decirlo. Y por último, paso
cuatro: vivir felices para siempre. Y también encontrar un
novio a Justin. ―Lo miré con los ojos entrecerrados. ―¿A
menos que ya hayas encontrado un novio? Porque si lo hiciste,
ese tipo de cosas arruina todo mi plan, por lo que deberíamos
ir con lo que quieras hacer. Estoy totalmente de acuerdo con
eso. Estoy tan feliz por ti.
209
pero solo porque es un gilipollas y piensa que es mejor que
todos, lo cual, para ser justos, es más viejo que la basura
literal, así que... ―Nadie parecía muy tranquilo. Tuve que
tratar de hacerlo mejor―. Mira, siempre se me ocurre un plan,
¿verdad? Y siempre están...
Gary tosió.
―Eso puede ser cierto ―dijo Justin―. Pero los riesgos son
mucho más altos de lo que nos hemos enfrentado antes. No se
trata que uno de nosotros sea capturado y los otros están en
el rescate. Esto es sobre la libertad de la gente de Verania. La
ciudad de Lockes se ha convertido en la prisión más grande del
país. Nuestra gente está atrapada.
―Lo sé pero…
―Lo siento.
210
―Bien. ―Miró a los demás en la habitación―. Ahora,
tenemos dos cosas para centrarse en lo que tiene prioridad
sobre cualquier otra cosa: rescatar al Rey y encontrar el cuerno
de Gary.
―Sam.
―Sí, Gary.
Terry resopló.
211
―Lo es. ―Terry estuvo de acuerdo rígidamente―. Los seres
humanos son capaces de entrar en la luz o sucumbir a la
oscuridad. O incluso permanecer firmemente en las sombras.
Los unicornios solo conocen la pureza. Somos incapaces del
mal debido a la claridad de nuestras almas.
Suspiré.
212
―Justin le preguntó a Gary sobre su cuerno ―le dijo
mamá―. Hay una... actuación. Acerca de lo que pasó. Es muy
teatral.
Me encogí de hombros.
―Es una pregunta justa. Por lo que sé, tus cejas niegan
tus habilidades de actuación, lo poco que hay. Eres un hijo del
bosque ahora. Tal vez no recuerdas cómo es la gente.
213
―Me amenazaste con matarme si no me despertaba
durante la tercera semana.
―¡Oye!
214
―….su enfoque debe estar en mí. Pero dada la seriedad
con la que me llevo, ¡dudo que tengas muchos problemas con
eso! ―Se rió con ganas. Nadie más lo hizo―. De todos modos,
mantengan su aplauso hasta el final, y firmaré autógrafos
durante cuatro minutos después. Si vienen a mí en el minuto
cinco, Tiggy los matará.
Tiggy sonrió.
215
―Completamente estúpido ―le susurré de vuelta
mientras lo besaba en la mejilla―. Rómpete una pierna, idiota.
216
Capítulo 7:
Réquiem de Gary:
Una Historia de Angustia,
Redención y Ser Fabuloso
217
compensarlo. Sentí una punzada agridulce en mi pecho, al
escuchar a Morgan decir que dar forma a la magia era algo
frívolo, nada más que un truco de salón. Probablemente estaría
irritado que yo hiciera tal cosa, pero pensé que estaría
orgulloso de lo llena que se veía mi barba. Había sido tan
complejo como eso.
―Hola, Gary.
―Hola, Tiggy.
218
―Ooh ―dijo Gary― ¡Mira! ¡Es una lila! Mi favorita. La
recogeré y me la llevaré de regreso a mi casa, donde finalmente
se colocará en mi melena y todos me dirán lo increíble que me
veo y... ―Dio un paso adelante tartamudeando.
219
―¡No puedo moverme! ―se lamentó Gary―. Soy un
unicornio, un ser de luz pura y sol y arco iris que los chicos
adoran a pesar que generalmente no me gustan porque son
pegajosos y estúpidos y no estaría triste si todos se fueran.
¡Pero oh no! ¡Esta situación en la que me he encontrado no es
ciertamente buena!
220
No me quitarás eso, aunque me hayas drogado para tratar de
hacerme dócil.
221
―¡Era la flor! ―dije salvajemente―. ¡Eso es lo que te
envenenó!
Me estremecí.
―Sí.
―¡Tiggy! Línea.
222
―¿Sabías sobre esto? ―le preguntó Justin a Ryan,
sonando extraordinariamente acusador―. ¿Sabías que habría
canciones?
Merodeé a su alrededor.
223
―No hay nadie que pueda salvarte ―dije, con una sonrisa
terrible en mi cara―. Pronto, no podrás moverte, y te cortaré el
cuerno de la cabeza.
Y alcancé su cuerno.
El de papel.
224
―Oh, dioses míos ―gimió Justin.
225
dramáticos que estábamos siendo, esto no estaba muy lejos de
la verdad. Un día, Gary había sido envenenado e incapaz de
moverse, un hombre parado sobre él, cortando el hueso en su
cabeza, quitándole parte de su identidad. Y había estado solo.
Esto fue antes de mí. Antes de Tiggy. Había estado en el bosque
sin nadie que lo ayudara, y había sido atacado. Él no merecía
tal cosa. Ninguna criatura mágica lo hacía. A pesar que trató
de reírse, trató de poner esta obra como una forma de
sobrellevarla, sabía cómo le había afectado. Fue despojado de
su autonomía y luego asaltado. Le había llevado mucho tiempo
decirme lo que había sucedido, y cuando lo hizo, no había
podido mirarme a los ojos. Tiggy y yo lo retuvimos durante
mucho tiempo después de eso, hasta que nos dijo que a la
mierda, que era un unicornio independiente que no necesitaba
ser mimado.
226
―Yo... he perdido mi cuerno. Ahora desearía no haber
nacido... ―Tomó una gran bocanada de aire.
227
―¡Bravo! ―gritó Kevin―. ¡Bravo! ¡Ha nacido una estrella!
Estamos presenciando el comienzo de una leyenda.
―Bien.
―Tonto.
228
―¿Como un disfraz?
―Sí.
Me frunció el ceño.
Justin suspiró.
―No, está bien. Mira. Tal vez ese fue el caso entonces. Y
tal vez podría haber tenido razón. Los dioses solo saben en qué
tipo de problemas te habrías metido si él te hubiera permitido
hacer lo que quisieras cuando eras más joven.
229
―Bastante lejos ―dije lentamente, sin saber a dónde iba―.
Color de los ojos. Vello facial. Panza cervecera. Pero
reconfigurar a alguien puede doler. No es solo la magia. Estás
cambiando la forma en que se ven.
―Oh chico.
Fruncí el ceño.
230
―Hmmm ―dijo Gary, inclinándose cerca e
inspeccionando cada ceja individualmente―. Si te gusta estar
siempre sorprendida, entonces sí. Eso está mejor. Parece que
acabas de entrar en una fiesta que no sabías que te estaban
preparando.
Le aparté la cara.
―Genial ―suspiré.
231
―Eso fue cruel ―le dije―. Pero no puedo esperar a que
encuentres el amor para ver quién es mejor que yo. Ese tipo
debe ser tan jodidamente genial. ―Fruncí el ceño cuando se me
ocurrió algo―. Pero sólo porque lo encuentres no significa que
ya no puedas ser mi mejor amigo 5eva. Eso es de por vida. Lo
prometiste.
―Es lo mismo.
Justin suspiró.
232
―El hecho es ―dijo Justin suavemente― que no tomé en
consideración lo que pasaste. No puedo imaginar el dolor que
debes haber sentido. Y eso estuvo mal de mi parte. Lo siento y
te pido que un día consideres perdonarme.
233
―¡Oh, día feliz! ¡Chúpate esa, Justin!
―Ese día... Mierda. ―Me froté la cara con una mano―. Ese
día. En la casa de Lockes. Con Caleb. Y Ruv. Y Myrin. ―Miré a
lady Tina, cuyos ojos estaban muy abiertos y temerosos―.
Nunca dije nada porque había otras cosas más importantes en
marcha. ―Como la muerte de mi mentor, pero no dije eso en
voz alta―. Pero así es como estaba atrapado. Por qué no pude
defenderme. Ruv había robado la sangre de dragón de Zero.
Había... símbolos. En un círculo, escrito con la sangre de Zero.
En el momento en que entré, me quedé atascado. Ruv había
tomado algo de Zero y lo había usado como un arma contra mí.
No pude evitar que Ruv... cuando él y Myrin...
234
de menos. Se sentía diferente a lo que había hecho antes, pero
eso tenía sentido. No era la misma persona.
―Oh. Keith.
―Keith.
―Muerto.
235
Justin lo miró de reojo.
―¿Accidental?
Gary sonrió.
―Pisoteado.
236
algo haya sucedido mientras estaba fuera, ese sigue siendo el
caso.
Terry asintió.
237
―Soy tu hijo. Oh, cierto. No tengo cuerno. Aún así.
―Grosero.
Gary suspiró.
238
lastimes. Ni siquiera puedo imaginarme lo que es no tener tu
cuerno.
239
mis costados mientras tomaba un aliento estremecedor―.
¿Terry, fue Randall?
240
―Sí ―dije con voz ronca. Tosí, sacudiendo la cabeza―. Sí.
Yo solo es bueno ¿Ya sabes? Quiero decir, es... es bueno. Eso
es todo.
241
Justin parecía resignado a eso, pero pensé que esperaba
la respuesta.
242
―Es una manera de mantener a los veranianos en línea.
Mientras el Rey siga vivo y razonablemente bien, Myrin puede
amenazar a las personas con dañar a su Rey.
Justin me miró.
Ay. Me lo merecía.
Parecía apenado.
243
para eso. ―Respiró hondo y dejó escapar el aire lentamente―.
Porque vamos a infiltrarnos en el Castillo de Lockes y rescatar
a mi padre.
―¿Tienes un plan?
244
Capítulo 8:
Los Magos Oscuros Pueden
Besarnos El Trasero
Le fruncí el ceño.
245
Tiggy levantó la vista de donde estaba sentado entre sus
escobas, después de haber pasado la última hora
organizándolas en un sistema que solo él entendía.
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―Con Lady Tina y la Brigada Foxy Lady en los campos de
entrenamiento ―dije―. Porque aparentemente quieren ver en
qué han estado trabajando las mujeres, y tal vez, Sam,
deberías descansar un poco porque aún te ves cansado y…
Espera. Puedo ver todo eso de los celos ahora. Maldita sea. Y
ahora que lo pienso, estoy realmente muy celoso. Como si me
estuviera quemando por dentro.
―No he terminado.
―Oh. Claro.
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―Algo así como Lady Tina, ¿verdad? ―preguntó Gary.
Yo parpadeé.
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Gary se puso de pie en una fracción de segundo.
―No te atreverías.
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―Sí ―dije, seguro que sonaba ronco y sensual―. He
pensado en esto una o dos veces.
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Tiggy se atragantó.
Gary se estremeció.
Frunció el ceño.
Me encogí de hombros.
―Nunca.
251
―Aquí vamos ―le dije, inclinándome hacia adelante,
tratando de forzarme a fruncir el ceño, pero mi boca realmente
no entendió bien el mensaje.
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Ryan miró a Kevin cuando el dragón retiró su mano,
antes de volverse hacia mí.
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―Mi tipo favorito de pollo ―respiró Kevin pesadamente.
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Lancé mis manos al aire.
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―Pero no moriste ―susurré mientras abría los ojos.
Sacudió la cabeza.
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―¿No lo somos todos un poco?
―Eso no es justo.
Él suspiró.
No es justo, pensé.
Simplemente no es justo.
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―Muévete ―gruñó Kevin, y supe que sus ojos serían
completamente negros―. Él necesita…
Ryan me besó.
Yo respiré.
Él dijo:
―Sam.
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―¿Qué demonios fue eso? ―exigió Gary detrás de mí.
Me encogí de hombros.
―Principalmente.
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una posibilidad de muerte. Y si no la muerte, entonces la locura.
Averiguaremos qué tan golpeado está tu corazón por el rayo y si
es capaz de ser destrozado en pedazos.
―¿Otros también?
―Sí.
Lo miré de reojo.
―¿Cómo lo sabes?
―No. Sólo…
―Con el grande.
260
―Pero todavía los ayudarás ―dijo Ryan, porque
aparentemente todavía estaba atrapado en eso―. La gente.
Incluso si no crees en ellos.
Yo resoplé.
―Sam.
Yo le fruncí el ceño.
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¡Maldición! Iba a tener que mentir. ¡Mi mayor debilidad!
―¿Qué reunión?
Me rompí.
―Sam…
262
Suspiré y tuve que reconocer que mi dramática salida
estaba arruinada.
***
CUANDO LLEGUÉ al Campamento HaveHeart no estaba
seguro de qué tipo de recepción iba a recibir.
¿Pero ahora?
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chisporroteaban y crepitaban cuando la grasa se secaba.
Había mesas de frutas y verduras, pan en tazones iluminados
a la luz de las velas. Se desplegaron barriles de vino, las tazas
se llenaban y salpicaban mientras las personas se hundían en
la bebida. Se había colocado un escenario junto a las mesas,
rodeado de caballeros que prestaban atención, y sobre él había
un quinteto de músicos, con una alegre melodía que fluía
brillantemente en el aire fresco de la noche. Hombres y mujeres
bailaban, los niños se reían y aplaudían, y todo parecía alegre
y ligero. Me pregunté si esto era para ellos tanto como para mí.
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Hacíamos una gran pareja, mi caballero y yo, y la gente
del Campamento HaveHeart no pudo evitar detenerse y mirar,
como si estuvieran esperando algo. Sí, se reían, cantaban y
bailaban, pero sus miradas seguían dirigiéndose hacia
nosotros, hacia mí, y no sabía qué esperaban de mí. Era una
sensación embriagadora, tener tal dominio sobre todos ellos,
pero era más molesto de lo que parecía. Nunca pedí nada de
esto. Su dolorosa reverencia, estos dragones, Myrin, este
destino. Solo quería vivir mi vida con mis amigos y mi caballero
y ser el mejor mago que podría ser.
Fue suficiente.
265
expuesto y llevaba una blusa campesina de manga
abuchonada, que se parecía más a una gitana de lo que había
visto en ella desde hacía mucho tiempo. Ella tenía grandes
pendientes de argolla y un collar hecho de grandes monedas
de oro.
―Puedo ver por qué tuviste sexo con Justin ―le susurré a
Ryan―. Ese culo, ¿sabes?
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―Maldición, claro que sí.
―Sam.
―Él no lo está.
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―Bueno, sí. Gary me dijo más tarde que quería odiarte.
―¿Qué?
Me encogí de hombros.
Jadeé.
―Voy a noquearte.
268
Justin miró a Ryan, quien frunció el ceño.
Él suspiró.
―Sam.
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―Sí, Justin.
―Dos minutos.
―Diez.
―Uno.
―Cinco.
―Ninguno.
Me encogí de hombros.
270
pero comprendí que no siempre iba a ser así. Yo era, como
Justin señaló con alegría, su mago ahora, lo que significaba
que mi posición estaba a su lado. Tenía un trabajo que hacer
y me iba a asegurar que Justin no se arrepintiera demasiado.
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―Gracias ―dijo, riendo―. Eso es... muy agradable de tu
parte decirlo. Yo, uh... no soy muy bueno en esto. Como estoy
seguro que se puede decir. Mi padre, él... um. Él es genial en
este tipo de cosas. Más que nadie que haya conocido. Me
enseñó todo, y si tengo algún tipo de éxito, si me convierto en
la mitad del Rey que es, entonces sé que es por él.
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persona a quien culpar. Una persona que ha traído su furia
sobre nosotros. Una persona que intenta tomar todo lo que
aprecias. Y su nombre es Myrin.
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Verania vuelva a ser como antes. Y creo que podemos, porque
creo en todos ustedes. Entonces, mientras ahora tenemos la
ventaja de nuestro mago, todos debemos enfrentarnos a la
Oscuridad antes que el país que conocemos y el amor se
convierta en sombras. Recuperaremos lo que es nuestro, se los
prometo. Soy vuestro Príncipe, sí, pero también soy uno de
ustedes. Me han quitado tanto como a ustedes. Y no lo
soportaré más.
Se estremeció un poco.
Yo sonreí.
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―Damas y caballeros, les presento a... Zal el Magnífico.
―Siéntate.
Se encogió de hombros.
Yo lo miré boquiabierto.
―De nada.
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―No presiones.
Yo parpadeé.
―Gracias.
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todos en su vecindad inmediata a la muerte. Su cabello oscuro
estaba recogido en una cola de caballo, y su ropa estaba
polvorienta y desgastada de viajar, como si hubiera estado en
la carretera durante mucho tiempo. Pero tenía esa misma
sonrisa maliciosa en la cara y llevaba el mismo laúd de roble
que había tenido en la taberna.
―¡Sí!
Le fruncí el ceño.
―¿Qué vas a hacer? Oh, dioses míos, no, por favor, no…
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―Ustedes son tan vergonzosos ―murmuró Terry.
―Ryan... ayúdame.
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Gary se puso de pie altísimo junto a Tiggy, moviendo
innecesariamente su melena.
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entonces tengo una gran noticia para ti. El Asombroso Elixir
del Dr. Troy para la Depresión, el Estreñimiento y la
Defenestración. Solo un sorbo y tu vida será brillante, tus
intestinos estarán apretados y podrás dormir toda la noche. El
Asombroso Elixir del Dr. Troy para la Depresión, el
Estreñimiento y la Defenestración. Cómpralo hoy. ―Bajó la voz
y habló rápidamente―. El Doctor Troy está bajo decreto real de
revelar que él no es un médico de verdad, nunca ha estado en
la escuela de medicina, y hace el elixir en su choza en el
bosque. No debe ser consumido por chicos, mujeres
embarazadas o, en realidad, por cualquier persona que no
quiera correr el riesgo de aprender lo que se siente verter sus
entrañas hacia afuera por cada orificio disponible. Se le puede
dar a los animales, pero tenga en cuenta que los volverán locos
y te atacarán hasta que no seas más que un montón de huesos,
cartílago y arrepentimiento.
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―¡Tu perra! Si no estuviera ya sentado para escuchar el
desastre que saldrá de la boca del bardo, estarías muerto. ¿Me
escuchas, Haversford? Muerto.
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―Siiii ―dijo Zal, completamente afectado―. Un público
difícil. Siguiendo adelante Gary y Tiggy me dijeron que nuestro
salvador había regresado después de una larga y ardua
ausencia, y eso es algo que tenía que ver por mí mismo. ―Me
sonrió mientras me agitaba, tratando de mover el culo gordo
de Terry―. ¡Sam! Qué adorable de tu parte hacer una
aparición. Las cosas ciertamente han cambiado desde la
última vez que nos conocimos. Una vez estabas en una
búsqueda para salvar a un príncipe, y ahora tienes la tarea de
salvar al mundo. Hablando de un ascenso. ¿Cómo te sientes
esta noche?
―Oh no ―gemí.
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con un pueblo muy dulce y orgulloso.
A él miramos y rezamos.
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de los cuales se puede volver a hablar,
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―Ni siquiera estoy haciendo nada ―le dije bruscamente.
La multitud rugió.
Zal sonrió.
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―Eso no es una erección para ti ―le dije a Terry―. Es para
Ryan.
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trataron. Pero te necesitan, Sam. Casi tanto como yo. Porque
sin ti, hemos perdido. Cree en mí, porque siempre he creído en
ti, incluso cuando estaba más enojado.
―Pero no lo harás.
―No lo haré.
―Porque me amas.
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―Necesito que hables con ellos. A nuestra gente. Ellos
necesitan saber de ti. Necesitan saber que los perdonas.
―¿Y si no lo hago?
―¿Hablar o perdonar?
Lo miré de reojo.
Él resopló.
―Yo no…
―Lo diré.
―¿Decir qué?
―¿Qué cosa?
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―Ya sabes. La cosa.
Jadeé.
―¿Vas a…?
―Bueno... no.
―Entonces cállate.
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―¿Tengo que hacer la cosa? ―gimió Justin.
Me encogí de hombros.
―Tú te lo pierdes.
Yo le sonreí.
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―Grosero. Además, necesito tu ayuda. Tengo que dar un
discurso que inspirará a generaciones, y acabo de darme
cuenta que tengo un miedo sorprendente a hablar en público.
Necesito que me ayudes a superar ese miedo, y también
escribas un discurso conmigo.
Me miraron boquiabiertos.
Yo parpadeé.
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―Si ayuda, siempre estoy desnudo.
―No...
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campamento―. Verdaderamente. Y como ahora sé a quién
culpar por Cursis pollas y candeleros, estoy aún más
agradecido por su presencia.
La multitud aplaudió.
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para mirarme, como si no pudieran creer que un sonido así
pudiera provenir de un ser humano.
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―Bueno, este es un buen lugar para comenzar.
Despacio.
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Ellos rugieron en respuesta.
Me moví un poco.
Grosero.
Buen comienzo.
Siempre él.
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Les dije:
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―No me... gusta. La palabra. Destino. Porque significa
que no tengo opción. Que mis decisiones no importan. Que
todo lo que he hecho en mi vida ha sido preordenado por
poderes superiores, moviéndome como una pieza de ajedrez a
través de un tablero. Que lo que soy, en lo que me he
convertido, quedó grabado en piedra mucho antes que fuera
un pensamiento consciente.
La multitud suspiró.
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llevó a nuestros amigos y nuestras familias. Una vez, él fue
bueno. Y amable. Era amado. Pero se dejó enredar en las
sombras y eligió un camino que llevó al oscurecimiento de su
magia. Fue detenido, una vez. Por un tiempo. Pero él volvió y
tomó y tomó y tomó de todos nosotros. Y yo corrí.
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una promesa hecha que no cumplí. Debería haber hecho más.
Debería haber sido mejor. Debería haber... bueno, ¿sabes qué,
amigo? Puedo ver totalmente lo que vas a hacer, así que
deberías parar ahora mismo. Estoy siendo súper emocional
aquí, derramando mi corazón y mi mierda, y no estoy de humor
para los chanchullos que estás por probar. Y fíjate cómo dije
intentarlo. Porque si das un paso más, te patearé el culo como
no lo creerías.
300
―Maldita sea ―le dije―. ¿Sabes lo difícil que fue ser tan
profundo? Quiero decir, estaba derramando mi alma en este
escenario. ¡Ni siquiera me gusta hablar en público! Y el
Príncipe acababa de llamarme su mejor amigo 5eva, e iba a
destrozar a mi novio más tarde, y sería una buena noche para
todos nosotros...
Ryan suspiró.
301
¡Gary! ¡Tiggy! ¡Detenme antes que mate a cada parte de su
cuerpo!
―De nada.
302
Chasqueé mis dedos, y la piedra se arrastró hacia arriba,
cubriendo su boca. Pensé en acercarla a su nariz, pero no lo
hice.
303
Capítulo 9:
Siempre Confiésate Antes de
un Gangbang
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deshacerme de ese culo o de esos bíceps, así que eso fue todo―.
Y hay pasarelas en las alcantarillas. En realidad, no vamos a
estar caminando en... nada.
―Pero el olor...
305
Pero cuando se decidió que Lady Tina sería el cuarto
miembro de nuestro grupo, tanto Ryan como Justin en
acuerdo, hice lo único que podía.
Er. Masculina.
306
Pero éramos prácticamente irreconocibles. Todo gracias a
mí.
Gruñí.
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esta noche. Enloquece, Haversford, y mete tu trasero en la
maldita alcantarilla antes que te apuñale en la garganta.
―Mierda. Bueno.
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de mi control. La gente podría haberse lastimado sin haberlo
merecido.
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―Eso fue por decir no al sexo y asegurarte, como un
imbécil, que pudiéramos dormir bien anoche. ¿No sabes nada
de misiones peligrosas? Se supone que debes tener sexo para
afirmar tu vida antes de irte.
Me burlé.
―No soy…
Me empujó un poco.
―Sam.
―Lo prometo.
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Antes de seguir, miré hacia el cielo nocturno, las estrellas
brillando intensamente.
311
y la luz se disparó hacia adelante, dejando un rastro delgado
detrás de ella.
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―Sam me cubrirá las espaldas, tal como sé que tú
cuidarás la suya. Es mi mago. Él... Sam, quita esa mirada de
tu cara. No nos abrazaremos en este momento, así que ni
siquiera lo pienses.
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Y de alguna manera me había acostumbrado al olor. Por
lo menos, la bilis en mi garganta se había ido, y podía respirar
un poco más profundo. De vez en cuando pasábamos una
abertura por encima de nosotros, la luz de la luna descendía e
iluminaba el camino por delante.
314
Se encogió de hombros.
Ryan se estremeció.
315
―Creo que esto es todo ―dijo, entrecerrando los ojos.
Podíamos ver parches de cielo más allá de los edificios que se
avecinaban, y las estrellas se estaban desvaneciendo en un
azul más claro. No teníamos mucho tiempo antes que la
Ciudad despertara a lo que fuera ahora. Como mínimo, asumí
que habría Oscuros en las calles. Necesitábamos apurarnos.
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Antes que pudiera alcanzar su espada y darme una
justificación a Flora Bora Slam, Justin intervino:
Justin me miró.
―¿Qué mapa?
317
―Tal vez. O tal vez hiciste lo que debías hacer. No importa
ahora, Sam. Lo hecho, hecho está. Lo único que importa en
este preciso momento es llegar a mi padre.
―¿Dónde?
―Una vez que todo esto esté dicho y hecho y haya salvado
a Verania de las garras del mal, te buscaré un novio, así
cuando tengas momentos especiales e íntimos, estaré allí para
interrumpirlos como un imbécil.
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―Buena suerte con eso ―murmuró―. Porque no me
importa… ¿qué pasa?
Apenas lo oí.
Era…
319
―Te volviste y me saludaste. Sólo una vez. Y luego te
fuiste.
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Ryan nunca vino conmigo, más inclinado a olvidar el
pasado y centrarse en el futuro, pero estaba bien con eso. Solo
éramos diferentes de esa manera.
321
Se veía igual que el día que me fui. Sí, regresaba a los
barrios bajos a menudo, pero nunca me atreví a venir aquí,
seguro que perdería mi deseo que de alguna manera se había
hecho realidad. Había sido parte de algo más grande que yo, y
estaba convencido qué, si regresaba aquí, todo lo que me
habían dado se desvanecería como si fuera un sueño.
―No entiendo.
322
Caminé por la calle, los otros detrás de mí. La puerta de
la choza estaba cubierta de flores y notas, y mientras las leía,
me preguntaba si merecía tanta fe, tanta fe y veneración.
―¿Estás listo?
323
―NECESITAS dormir un poco ―dijo Ryan. Estaba tendido
en el suelo en mi antigua habitación, con la cabeza apoyada en
su mochila. La luz del sol comenzaba a filtrarse a través de los
listones de la choza, y sabía que la habitación se calentaría
más tarde. Estaba ocupado mirando una colección de rocas
apiladas en la esquina―. Vamos a tener que estar lo más
descansados posible.
Yo resoplé.
―Sí. Raro.
Me encogí de hombros.
―¿Qué?
―¿Por qué?
324
―¿Verdad? Y mírame ahora. Coleccionen piedras, niños,
porque un día llegarán a acostarse con un caballero y harán
magia y vivirán aventuras.
Él rio.
―Ven acá.
Él resopló.
Él suspiró.
―¿Lo era?
325
―El tiempo lo dirá, Sam. Pero lo creo. Vamos a salir de
esto. Me niego a creer que los villanos ganen al final. Se
levantan, pero también lo hacen los héroes. Y nos
defenderemos hasta que no nos quede nada. Porque eso es lo
que somos.
326
únicas personas que deberían haber salido a las calles eran los
mismos Oscuros.
―Por muy actual que sea eso ―dijo Lady Tina con los
dientes apretados― ¿tal vez podrían callarse por ahora? No
vamos a ser exactamente los únicos en las calles.
―¡Paren!
327
Todos nos congelamos en la acera.
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―Merle ―espeté.
Jadeé.
―¿Qué?
―Qué decepcionante.
El Oscuro se estremeció.
El Oscuro suspiró.
329
―Él era esta pequeña cosita. Mi papá lo consiguió para
mí. Por mi cumpleaños. Tengo problemas con mi padre, ya
sabes, problemas muy arraigados que probablemente nunca
superaré, pero ese día pensé que tal vez iba a estar bien. Pero
resultó que no era un gatito en absoluto. Verás, yo estaba
prácticamente ciego en ese momento, aún no me habían
colocado gafas, y resultó que mi gatito era en realidad una rata.
―Eso es... um. Eso es super triste. Oh, tú. Bueno. Bueno.
Está bien.
―No me digas.
―Sí.
Le di un puñetazo en la nuca.
330
―Hijo de puta ―aullé, estrechando mi mano contra el
dolor penetrante―. ¿De qué está hecha tu cabeza? ¿Hueso?
―¿Acabas de golpearme?
331
―¡Ja! ―le grité―. No puedes tocarme.
332
Así que la puerta principal estaba fuera.
¿Pero una entrada lateral? ¿Tal vez una utilizada por los
caballeros para entrar y salir del castillo en su camino a los
campos de entrenamiento?
333
incluso viéndome así. Jugaré el papel para el que Gary dice
que nací, el novato con los ojos abiertos que se topa con un
grupo de hombres rudos y tiene su inocencia devorada en un
gangbang, ¿sabes qué? Realmente debería dejar de escuchar a
Gary. Y voy a hacer eso. Empezando mañana. ¡Oigan,
muchachos grandes!
Le pestañeé.
334
El Oscuro Tres se rió cruelmente. Tenía los dientes
torcidos y amarillentos, y olía a queso muy viejo.
No lo fue.
335
―Sí, exactamente. La granja. Era una granja de monjes
Donde los monjes... cultivaban. Y um, ¿me adoptaron? Sí, me
adoptaron después que me encontraran en el bosque cuando
era niño, y me acogieron. Trabajé en su granja y me mantuve
puro y sin mancha porque quería asegurarme que
permanecía... intacto y guardándome para el hombre que
amaba. ―Lamí mis labios―. O tal vez cuatro hombres que
conocí en un camino oscuro cerca de un castillo.
336
―Dulce melaza ―respiré mientras se acercaban―. Puede
que no haya pensado en esto por completo. Y antes que
pudieran alcanzarme, grité―: ¡Espera!
337
estar? Será como tratar de forzar tu puño en un agujero de
ratón.
Asintió furiosamente.
338
―Oh, la alegría en mi apretado, apretado culo no tiene
límites. Estoy todo estremecido. Estoy temblando de necesidad
y, todos ustedes están huyendo. Genial. Fantástico. Bueno, no
me siento usado. ―Miré la espalda de los Oscuros en retirada
mientras corrían por la carretera. Pronto desaparecieron de la
vista.
―¿Qué? ―pregunté.
Justin dijo:
Tina dijo:
Ryan dijo:
339
―¿Qué? Podría haberlo hecho. Soy genial en todo lo que
hago.
340
Sus cejas parecían no estar de acuerdo conmigo.
Le besé la mejilla.
La puerta no explotó.
Sacó la llave.
Suspiramos
341
Capítulo 10:
¿Incluso Te Levantas,
Hermano?
No era sino que dije: ―Sí, sí, claro ―mientras miraba una
pintura de un mago oscuro que tiraba a un niño en un foso
mientras los otros oscuros vitoreaban a su alrededor.
342
mazmorras. Y si no lo estaba, pido que se lleve al artista que
cree que puede pintar mejor que yo.
―¡Sam!
Lo miramos fijamente.
343
―Dije, es un poco demasiado... ―Y luego me encontré con
alguien que venía de un pasillo a mi izquierda.
Parecía confundida.
344
Ella asintió y se giró, obviamente queriendo alejarse de
nosotros lo más rápido posible.
―¿Mi señor?
―El Rey.
―¿Está protegido?
―¿Cuántos?
345
―Sí, Su Alteza.
―¿Qué?
―Mantenlos a salvo.
Me burlé.
―Voy a...
346
Si las miradas pudieran matar, toda la línea de sangre de
Lady Tina habría sido borrada en ese mismo momento, a pesar
de estar impresionado casi a regañadientes.
347
nuestras antiguas habitaciones, y me estremecí al pensar lo
que les había pasado y quién se quedaba en la casa que Ryan
y yo habíamos construido para nosotros mismos.
―Oye.
―¿Lo prometes?
Caleb Marlowe.
―¿Adónde vas?
348
Justin dijo, inclinando su cabeza deferentemente, y
odiaba verle tratando a Caleb con cualquier signo de respeto,
no importa cuán falso sea.
―Llegaron tarde.
―Sí.
―Sí, señor.
349
―Craven. ¿Todavía respira? Que... desafortunado. Pero
supongo que obtiene resultados, por poco ortodoxo que sea el
método. Bueno, entonces te dejo con ello. Recuerda, si alguien
se pasa de la raya, vienes a mí.
―¿Todo bien?
Suspiré al verlas.
350
que una vez habían sido desde que Myrin había llegado al
poder.
Agité la cabeza.
―Para mí.
Les creí.
Parpadeé.
Sonrió.
351
―¿Qué? Vale, sin mencionar lo conveniente que es, pero
¿cómo demonios no lo sabía?
Suspiré.
―Su jardín secreto. Ahí es donde está, ¿no? Por eso ella…
maldita sea. No me lo esperaba. Bien jugado. Estoy un poco
molesto porque todos lo sabían y yo no, pero aún así. Buen
trabajo con eso.
352
LOS TRONOS estaban como siempre, el del Rey más
grande que el del Príncipe. Myrin no los había quitado.
Probablemente disfrutaba de la ironía de alguien como él
sentado en un lugar destinado a alguien que gobernaba con
una mano amable y gentil.
353
se extendían a nuestro alrededor, espinas que pinchaban, el
perfume de las flores muertas, enfermizo, dulce y empalagoso.
Ryan conocía el camino a la parte secreta del jardín, pero
nunca había visto a Justin allí, así que me sorprendió un poco
encontrarlo guiando el camino con confianza. Por supuesto, yo
tampoco sabía lo de la entrada secreta, así que tal vez Justin
había estado allí más de lo que yo pensaba.
―¿Sabía qué?
354
en ello―. Donde sintió que estaría más cerca de ti. Lo sabía,
creo. Que te irías.
Agité la cabeza.
355
Intenté pasar por delante de Ryan, pero me cogió por el
brazo. No traté de deshacerme de él. Estaba furioso, pero no
quería desquitarme con él. Sólo pensaba en mí.
―Lo sé.
―Y él creyó en ti.
Me dejó ir.
Seguí a Justin.
356
La base estaba rodeada de las flores más brillantes,
azules y verdes y rojas y doradas y rosadas, la última de las
cuales me recordaba los zapatos puntiagudos que sobresalían
de debajo de las túnicas de colores brillantes.
La placa decía:
357
No sabía qué decir. ¿Lamento haberte fallado? Ojalá
hubiera sido más fuerte. Ojalá nunca hubieras venido por mí
ese día a los barrios bajos. Nada parecía ni remotamente
adecuado para el nudo enredado en mi pecho. Él me amaba
como yo lo amaba a él.
358
―Así que, esto es divertido.
Ryan sonrió.
Su sonrisa se amplió.
359
tampoco me gustan las arañas, así que él puede ir primero y
asustar a todos y asegurarse de que no nos muerdan y nos
maten.
Justin gimió.
13
Juego de palabras con los diferentes significados de la palabra suck apestar / sorber
/ chupar.
14
Rey al que me gustaría follar del inglés King I’d Like to Fuck.
360
Ryan nos miró fijamente a los dos antes de darse la vuelta
y empezar a descender.
Justin lo siguió.
HABÍA arañas.
361
Justin no estaba bromeando cuando dijo un camino.
Sentí como si hubiéramos descendido durante horas, aunque
sabía que ese no era el caso. Las escaleras eran largas y
sinuosas, y parecían moverse por el castillo escondido tras las
murallas. Juré que nos encontramos con otras puertas, pero
Justin no nos dejó parar para estudiarlas, diciendo que
teníamos que seguir moviéndonos antes que se nos acabara el
tiempo. Lo llamé aguafiestas, y Ryan le dijo que no podía
apuñalarme, y seguimos bajando.
―¿Incluso a ti?
―Si sólo hay un par de ellos, eso quiere decir que son más
numerosos. Ellos...
Esperé.
Nada.
Decidí ayudar.
362
Pero Justin no respondió. En vez de eso, estaba mirando
otra puerta cubierta de telarañas y sombras, la llama de la
antorcha parpadeando a lo largo de la piedra.
Temniță
Parpadeé.
363
―Literalmente se traduce en calabozo ―dijo Justin,
frunciendo el ceño a la puerta―. Creo. Pero no parece que haya
una manija.
364
Todavía nada.
―¿Sam?
―Sí, Justin.
―¡Oye!
Suspiré.
365
―Actúas como si esto no te excitara ―susurró Justin
mientras yo me alejaba de la puerta.
Justin resopló.
366
Ryan me miró fijamente.
Le sonreí dulcemente.
―Te amo.
No pasó nada.
367
Capítulo 11:
El Rey y Yo
368
Me levanté lentamente, tratando de mantener el oro y el
verde a raya. En el momento en que lo dejé salir, en el momento
en que llamé a mi magia, Myrin sabría que estaba aquí, y
estaríamos jodidos.
―¿Estás seguro?
369
A menudo me encuentro con túnicas ondulantes y con una
apariencia intimidante.
Fruncí el ceño.
370
―¿Quién eres tú? ―preguntó Justin.
Y yo lo supe.
Haré lo que pueda, pero él será más fuerte que yo. Debes
hacer lo correcto, Sam de lo Salvaje. Debes hacer lo que sea
necesario, incluso si tu corazón se está rompiendo.
371
Me devolvió el abrazo.
Pero no importaba.
Estaba aquí.
Estaba vivo.
―Alguien me dijo una vez que todos saben que los abrazos
deben durar al menos un minuto. Sólo han pasado treinta
segundos.
―Inteligente, eso.
―Uh-huh. ¿Y ahora?
372
Eventualmente me alejé pero mantuve mis manos en sus
codos.
Me encogí de hombros.
― No es nada.
Me frunció el ceño.
Se acabó el momento.
―El rey.
373
―Gracias, cariño. Eres mi persona favorita aquí, porque
todos los demás apestan. ―Entonces fruncí el ceño a Randall―.
¿Qué estás haciendo aquí?
Se encogió de hombros.
Aplaudí.
Él suspiró.
Lo ignoré.
―¿Qué?
374
―Los Oscuros ―dijo Randall lentamente―. Ya me he
ocupado de ellos.
―¿Papá?
375
―Tus ojos están húmedos.
―Uh-huh.
―¿Está aquí?
Me sonrió.
Me eché a llorar.
376
―Ha sido un día muy largo ―dijo Ryan, que vino a pararse
a mi lado―. Y un año aún más largo. ―Levantó su mano con
un puño sobre su pecho y se inclinó profundamente―. Mi Rey.
Randall dijo:
377
Todavía estaba llorando cuando pateé a los dos oscuros
inconscientes en la cara.
El Rey asintió.
378
―¿Por qué?
El Rey parpadeó.
―Papá ―dijo.
379
Randall recogió un paquete que no había notado antes de
cerca de la puerta de la celda. Abrió la parte superior y empezó
a cavar a través de ella, murmurando en voz baja sobre la
incompetencia de los que le rodeaban, pero tenía una gran
afición por él, así que lo dejé ir.
―Eso es...
―Pero...
―Sam.
380
―¿No puedes chuparnos a través de tu agujero mágico?
―le pregunté. Entonces―: Dioses, uno pensaría que mi
redacción mejoraría a medida que envejezco. Qué
decepcionante.
Fruncí el ceño.
Le sonreí.
381
―No podemos olvidar a Lady Tina ―dijo Justin―. Nos está
esperando cerca de la entrada del jardín secreto.
Nos movimos.
382
Había voces fuera del pasillo que conducía de vuelta al
jardín.
Randall gimió.
―¡Escuché eso!
―Eso no es...
383
Me frunció el ceño, pero me dejó pasar.
384
―No hay nada de qué preocuparse. Nadie puede meterlo
en el Castillo Lockes sin que nosotros lo sepamos.
De Morgan.
Y de Ruv.
―Señor, si me permite.
―¿Sí?
385
―Oh mis dioses ―me quejé―. Los villanos monologan
incluso cuando hablan entre ellos? Son los peores.
386
―Sí. Totalmente perdido. Como si estuviera en el castillo,
y luego no supiera dónde estaba y me diera la vuelta, y de
repente aquí estoy. Sólo... de pie aquí. Contigo.
Se rió.
―Bill.
―Sí. Ese soy yo. Soy Bill. Bill el... Oscuro. Caballo. ¡Sí! Bill
el Caballo Oscuro. Ese es mi nombre de mago. Porque soy
malvado. Igual que tú. ¡Malditos sean, héroes! ¡Te odio tanto!
―Sí. Ese soy yo y toda esta situación. Ja, ja, ja. Incómodo.
387
Extendió una mano hacia mí.
Le estreché la mano.
Se rió.
―Gracias. Lo intento.
388
―Estás tocando el hito. Lo has estado desde que te
encontré.
―Sí, es....
Él esperó.
Agité la cabeza.
―No es nada.
Respiré profundamente.
―Supongo.
389
―Lo conocía. Tal vez no tan bien como otros podrían decir.
Pero me paré ante él. Lo miré a los ojos. Y no tenía ni idea de
quién era yo. o de lo que era capaz. ―Suspiró y me sonrió con
tristeza―. Es curioso cómo funciona eso. Una de las personas
más poderosas del mundo, y fui capaz de engañarlo. Yo
estaba... asustado. Ese día. Nervioso, aunque no pude
demostrarlo. Tenía un papel que interpretar.
Lo miré fijamente.
―Suenas... liberal.
390
Estaba muy sudoroso. No ayudó que Ruv tuviera toda la
razón.
391
―Fascinante. Sam regresa, y ahora esto. Él los inspira.
El Oscuro dudó.
―Bah ―se mofó Ruv―. Dudo mucho que pueda hacer algo
así.
―Te irá bien aquí, creo. No dejes que te pille en este lugar
otra vez. ¿Me entiendes?
Asentí.
Respiré aliviado.
392
Y luego grite un poco cuando metió la cabeza entre los
arbustos.
Luego se fue.
―¿Nosotros olemos?
393
―Tenemos a mi padre, ¿no? Lo considero un éxito,
incluso si olemos a mierda.
Se encogió de hombros.
―Oye, ¿Justin?
―Sí, Sam.
―Desafortunadamente.
394
―…y luego pagaré a una prostituta enferma para que
frote su herpes en su cepillo de dientes y vea cómo se cepilla
los dientes...
395
Las escaleras estaban vacías mientras descendíamos
hacia las profundidades del castillo, trazando nuestro camino
de vuelta hacia Lady Tina. Tenía una pequeña esperanza de
que hubiera huido o hubiera sido capturada, o simplemente
hubiera sido borrada de la existencia, pero eso resultó ser falso
cuando doblamos la esquina y la encontramos esperando
donde la habíamos dejado.
Randall gimió:
―Sam.
396
―Al menos no convirtió tu nariz en un pene ―le dijo
Randall.
―No creo que el grupo de hombres con los que Sam se iba
a prostituir y que hizo que corrieran a la iglesia haya regresado.
Se encogió de hombros.
397
―¡Papá!
―Sam.
Me detuve.
Respiré profundamente.
Y exploté.
398
lento, y en todo lo que podía pensar era en destruir todo lo que
me rodeaba, haciendo que el Castillo de Lockes cayera sobre
él. Esto era lo más cerca que había estado desde que me quitó
a Morgan, y tenía que pagar. Por todo.
―¡Sam!
399
―Nunca te pedí que me salvaras, cariño.
Myrin se estremeció.
Él se estremeció.
―¡Aguanta!
400
Capítulo 12:
Las Monjas que Cometen Robo
a Mano Armada, son el Mejor
Tipo de Monjas.
401
―Tonto.
402
―¡Kevin! ¡No es el momento!
―Nunca lo es.
403
alejarme de dicho árbol a un ritmo lento mientras mis tripas
iban saliendo de mí.
―Oye ―dije―. Eso es… bueno. Tal vez fue un poco de más.
―¿Todo bien?
404
―¿Recién es martes? Oh. La. Peor. Semana. De. Todas.
405
al borde de la multitud. Me encontré con la mirada de Vadoma
cuando hablé de Ruv, y por una vez, ella fue la primera en
apartar la mirada.
Tiggy me sonrió.
406
―Bien. ―Y luego―: Es realmente bueno volverte a ver.
―Acerca de…
―Seguro.
―¿De veras?
―No.
407
Dudaba altamente de ello. Para comenzar, él debería
tener un corazón.
ÉL DIJO:
408
Él no esperó mucho.
―Estoy sorprendido.
―¿Acerca de?
Oh, mierda.
―Lo olvidé.
―Lo hiciste.
―¿Pero?
Randall asintió.
Suspiró.
15 Sudario,
de la palabra latina sudarium, significa en su origen un lienzo o pañuelo que sirve para cubrirle el rostro a las
personas muertas y demostrarles sus respetos.
409
―¿Quién lo tenía? ¿Y dónde?
―¿Acaso importa?
Lo miré.
―¿Y si se negaban?
―Por la fuerza.
―¿Cómo?
410
―¿Por qué?
―¿Lo haces?
Sonrió un poco.
―Mentira.
411
―Ugh ―grazné―. Yo quería ser Sam el Magníficamente
Sorprendente o Sam el Mejor Mago de Todos los Tiempos, pero
GB dijo que eran estúpidos y que sería Sam de los Dragones,
o me comería.
―Lo hizo.
―También el tuyo.
―Maldición.
Lo miré fijamente.
Él movió su cabeza.
412
―Dioses ―susurré―. ¿Qué tipo de villano sería capaz de
fugarse de Verania con el cuerno de Gary? Quiero decir, pensar
en lo malvados que deben haber sido, en lo ruin y nefastos…
―Eran monjas.
―Monjas.
Asintió.
―Dijiste qué.
413
―Aparentemente estas monjas no eran exactamente del
tipo piadoso, y financiaron sus viajes cometiendo robos a mano
armada.
Suspiré.
Se encogió de hombros.
Lo miré boquiabierto.
414
―¿Por qué no usaste tu agujero mágico?
Se encogió.
415
―Sí ―dijo―. Myrin. Gracias por el discurso.
Y luego él dijo:
―¿Qué?
416
mágicos. Y a pesar que se pronunciaron públicamente contra
los Oscuros, tenían cierto respeto por ellos. Porque aún tenían
magia cuando la mayoría de los demás no. Myrin fue su gran
decepción. Y él lo sabía.
―¿Qué cambió?
―Me conoció.
Randall se rio.
―No entiendo.
417
prosperar. Después que todo cambiara, luego que Myrin cayera
en las sombras, los Oscuros se refugiaron en el bosque, y
aquellos que seguían el camino de la luz eligieron
simplemente… alejarse, más allá de las fronteras de Verania.
Al final, solo había unos cuantos de nosotros.
Asintió.
418
Una emoción retorcida recorrió a lo largo de mi piel, y me
moví en mi asiento.
―¿Cómo regresaste?
Asentí.
―Morgan…
Randall resopló.
419
opción. Podía haber continuado mi educación con él, o podía
haber elegido a Myrin. Hice mi elección. No he visto al Gran
Blanco desde entonces. Y no puedo decir que no tomaría la
misma decisión si tuviera que volver a pasar por todo otra vez.
Por todo eso perdí, por todo lo que Myrin ha hecho, lo amé una
vez. Y él me amó también. Tal vez pude haber hecho más para
intentar salvarlo, pero… no sé si hubiese importado. No ahora.
―Sonrió tristemente―. Ese es el precio a pagar por vivir una
vida tan larga, Sam. Tienes tiempo de fijarte en todos tus
errores.
Y dudé.
―Yo…
―Desvío.
―¿Y ahora?
420
―Ahora parece casi sin límites.
―No lo haré.
Me desplomé en la silla.
Asentí.
―¿Los abriste?
421
―Él lo odia, ¿no es así?
Yo sonreí.
―Bastante.
―¿Por qué?
―¿Qué?
―Dolía mucho.
―El de Morgan.
―Sip.
―¿Y el de Myrin?
―Demasiada rabia.
―¿No lo haces?
―No.
―¿Por qué?
422
―Eso no fue una petición, Sam.
―Sam.
Lo miré.
―Las pruebas.
Pestañeo.
―Incluso entonces.
423
―Hay una parte que no recuerdo. Cuando estaba en el
bosque. Es como… un sueño. Mientras más trato de removerlo,
más difícil se vuelve.
Sonreí débilmente.
―No lo…
Moví mi cabeza.
424
―A los confines de la tierra. A un lugar donde el fuego y
el hielo se encuentran a lo largo de grandes bloques congelados
y el suelo se divide y la lava se derrama. Lo dejé ahí, pero sabía
que sería un arreglo temporal. Que al final, lo retrasaría hasta
su regreso. Era la única cosa que podía hacer para
conseguirnos más tiempo. Pero él era más fuerte de lo que
esperaba, y no le tomó mucho tiempo encontrar su modo de
regresar a Verania.
―Sí.
Le creí.
425
aclarar mi mente. Que tenía que olvidar. Mis amigos. Mi
familia. Mi piedra angular. ―Me reí amargamente―. Era un
arma de los dioses, después de todo. Y aquí estaba, lejos de
casa, saturado de magia, tanto que pensaba que mi alma se
rompería, preparándome para hacerle frente a un hombre que
había tomado tanto de todos nosotros. ¿Y qué elección tenía
yo? Si los dioses querían que Myrin desapareciera, entonces
sucedería. Si querían que yo lo detenga, entonces lo haría. En
su lugar yo era un peón en el tablero, una pieza que sería
movida de cuadrado en cuadrado, y era un juego.
―Estabas molesto.
Suspiré.
Él respiró bruscamente.
426
Verania. Me quedé porque era amado, y los amo. Y eso es algo
que los dioses no pueden entender. Que el Gran Blanco nunca
podrá entender, por todo ese odio hacia las piedras angulares.
Que la magia no importa, nada de esto importa, si tienes que
ir solo.
―¿Y accedió?
427
―Le sonreí burlonamente. Soy Sam de los Dragones.
¿Crees realmente que dejaría que algo como eso me detenga?
Lo dijiste tú mismo. Mi magia se siente sin límites. Y es lo que
extiende mi vida. Lo que el Gran Blanco no se dio cuenta fue
que al enseñarme el control, para aprovechar todo lo que
estaba saliendo de mi corazón, me dio las herramientas para
hacerlo yo mismo. Morgan y tú siempre me dijeron que yo era
el mago más poderoso en una era. No sé si eso es verdad. Pero
tengo el suficiente poder en mí para detenerlo de seguir
extendiendo mi vida. Soy un mago, Randall. Pero envejeceré,
tal como mis padres. Como el Rey. Y Justin. Y Ryan.
Envejeceremos juntos. Y uno de nosotros cruzará el velo antes
que el otro, y es sabido que pronto volveremos a estar juntos
otra vez.
Se veía abrumado.
Me encogí de hombros.
Me reí.
428
―Ellos se tendrán a sí mismos. Y una vida de recuerdos.
Porque una vida vivida es una vida con recuerdos, no importa
cuán larga o corta sea. Myrin ha olvidado eso. El Gran Blanco
también. Pero yo no. Viviré mi vida lo mejor que pueda. Voy a
patear el trasero de algunos villanos, voy a remover alguna
mierda, y luego voy a vivir, Randall. Y nadie, ni tú, ni el Gran
Blanco, ni los dioses, pueden decir otra cosa. Controlo mi
propio destino. Mi camino podrá haber estado escrito en
piedra, pero las piedras se desmoronan, y algunas veces
tenemos que hacer nuestro camino a través de ellas.
Me miró.
Me encogí de hombros.
16
Diminutivo de hermano.
429
La piel bajo su ojo comenzó a temblar.
Le fruncí el ceño.
430
―Sip ―suspiré soñadoramente―. Puedes poner cosas ahí,
créeme lo he hecho.
Me miró fijamente.
431
―Sé que si se diera la oportunidad él lo haría otra vez. Y
otra vez. Y otra vez, ya que más que cualquier otra cosa, él
creía en ti. Creía que el bien siempre conquistaría al mal, que
la luz siempre alejaría a las sombras. Él hizo una elección ese
día, Sam. Te eligió a ti. Y pienso que siempre lo haría.
Y luego se marchó.
Yo…
432
―Porque estoy listo.
Él rumió su disconformidad.
―Oh, claro. Lo hago. Todas las seis mil. Pero solo por el
bien de esta conversación, ¿qué advertencia en específico?
433
―Que todavía eres capaz de corrupción.
Parpadeé.
―Sam.
Se mofó.
Él bufó.
434
―Te llevarán a tu ruina. Serás cegado debido a él.
―No soy Randall ―dije, ¿ya que no era ese el quid del
asunto? ¿No era eso lo que GB intentaba probar?― Y Ryan no
es Myrin. Él va a estar furioso conmigo, y lo aceptaré, pero sé
que estaremos bien. Él me ama, y yo lo amo. Y si a ti o a los
dioses no les gusta, pueden cagarse es sus estúpidas caras.
Le sonreí.
435
―Sí, escuché tu advertencia, por el amor de dios. Vamos.
Dilo. Dilo. Dilo…
―Puedes irte.
No lo haría.
No lo haría.
436
pensé que estuviera listo para ver lo que Morgan había escrito
al final de su Grimorio y estaba agradecido que Randall no me
hubiera dirigido a ello.
Sam…
437
dentro de ti hasta que se convierta en una lucha. Sabía de ti,
Sam. Pero no quién eras hasta el día que nos conocimos. El chico
que eras. El hombre en el que te convertirías. Debo decir sin
ninguna duda que tú excediste cada una de mis expectativas.
Eres cálido, amable, impetuoso, ridículo, y tan lleno de vida que
apenas podía quitar mis ojos de ti.
Espera.
Estoy en camino.
El mundo lo necesita.
Yo lo necesito.
Yo…
438
Y ALLÍ, En la casa vacía, incliné la cabeza y lloré.
439
Capítulo 13:
El Cuerno del Unicornio
―¿Todo bien?
Me encogí de hombros.
Me miró.
440
―Probaste mi paciencia hoy. Pienso que se me está
permitido.
Tenía un punto.
―Precisamente.
441
―Nada podría pasar.
―Supongo.
―Está eso.
Randall suspiró.
442
sentido magia como esta, tan impoluta y limpia. El hecho que
perteneciera a Gary era casi increíble, dado que tendía a gritar
mi nombre mientras era estimulado en el trasero por un
dragón.
―Oh no ―suspiré.
443
(Casi siempre hacía cosas de las que me arrepentía luego.)
―Tal vez no pensé esto tan bien como creía ―dijo Randall
frunciendo las cejas.
Y Gary no decepcionó.
Suspiré.
Suspiré pesadamente.
444
todos estos años que conozco a Gary, aprendí que si querías
que pasara o no, los unicornios tendían a sorprenderte.
445
porque pensaron en ti al azar el otro día y querían saber cómo
estabas
―Lo juras.
18
Alemán: Salud.
446
―Sí, gatito. De verdad. ¡Lo que significa que alguien en
este campamento lo ha tenido escondido de mí, en
consecuencia me ha traicionado! Y tendré mi venganza.
―Sam ―graznó.
447
Pero antes que pudiese embestirme con su considerable
peso (algo que aprendí a nunca decirlo en su cara, por miedo a
la castración), otra voz se alzó:
1Laanafilaxia es una reacción alérgica grave que se produce ante una sustancia alérgena, que puede ser un medicamento, un
compuesto químico, veneno de animales o plantas, alimentos, etc.
448
―Pero… mi cuerno ―gimoteó Gary.
449
conseguiría que Terry y Justin tuvieran una cita en la que se
enamoraran y tuvieran lo que supuse que sería sexo entre
especies asqueroso y tierno cuando Ryan dijo:
Justin suspiró.
―Ok, Gary ―dijo Terry―. Por qué no dejamos que Sam nos
explique la razón por la que él tiene tu cuerno, y si es por algún
motivo inofensivo, entonces fantástico. Si no lo es, entonces
podemos pisotearlo hasta la muerte.
450
por la que sostienes mi cuerno antes que te quite la vida…
quiero decir, así puedo oírte como el amigo que soy.
―Umh ―dije.
Esperaron.
Miré a Randall.
―¡Randall lo tenía!
451
―¿Por qué eres así?
Me miró socarronamente.
452
―¿Sus caderas? ¿Estás fuera de tu jodida y rota mente?
¿Y cuándo demonios me dijiste que estabas intentando
juntarlo con Justin?
Fruncí el ceño.
―¿Podemos?
―¡Cállate, Kevin!
453
―Gary, tú sabes que yo no te ocultaría tu cuerno. Amigo,
en realidad me estoy excitando un poco con la idea de que lo
recuperes. No te lo ocultaría.
454
―Te amo con o sin cuerno ―dijo Kevin―. Y también, me
gusta poner cosas dentro de ti.
Gary parpadeó.
Justin graznó.
―¿Tú sabes?
―Pegamento.
455
―Pegamento. Solo pégalo.
Tiggy sonrió.
Randall suspiró.
―Bueno, sip.
―Confía en mí.
456
Rayos de luces de colores comenzaron a salir del cuerno
y chocaron en mi mano, goteando hasta el piso. Hice una
mueca al sentir la consistencia espesa.
20
Chartreuse o cartujo es un color que puede variar del verde amarillo al amarillo grisáceo, es claro y de
saturación variable.
21
La caléndula es un color amarillo-naranja. Lleva el nombre de la flor del mismo nombre.
457
―¿Todavía es posible para mí regresar a las mazmorras?
―preguntó el Rey.
458
caliente contra mi cara. Apreté los dientes y me aferré a mi
vida.
El viento cesó.
La magia se desvaneció.
Solté el cuerno.
459
―Santa mierda ―dijo Ryan desde algún lugar detrás de
mí.
―¿Yo? ―preguntó.
460
―Sí, tú. ¡No estás admirando mi glorioso ser!
―Oh, no ―dije.
―¿Disculpa?
461
tendría que ser a escondidas, y recordaríamos aquel tiempo
que pasamos juntos antes que lo traicionara al delatarlo por
cobrar una recompensa ofrecida por su paradero. Me sentiría
mal por ello, estoy seguro, y cuando testificara en su contra en
la corte, lloraría confesando cómo me sentía cuando lo
ayudaba a escapar, y que mi conciencia no me dejaba dormir
por las noches sabiendo que un asesino caminaba por las
calles debido a mí.
―Qué ―dije.
462
Parpadeé.
―Regrésalo.
―No.
―Gary.
―Sam.
Volteé a mirarlo.
463
―Ley de Criaturas Mágicas. Ellos son protegidos de
cualquier daño, pero hay una sub cláusula que les permite
tomar venganza si sus sentimientos son lastimados, siempre
que no terminen quitando una vida. Pensaba en cambiarla,
pero luego Gary me recordó que la mayoría de las criaturas
mágicas son emocionalmente maduras y no buscan venganza.
Balbuceé.
―Kevin ―chaqueé.
464
Ryan estaba gritándole órdenes a sus caballeros, algo que
nunca me hartaría de ver. Justin estaba empujando a su padre
hacia la parte posterior del campamento, aunque el Rey estaba
protestando arduamente, diciendo que él era el Rey, maldita
sea, y que podía pelear si así lo quería.
―¿Tiggy aplasta?
465
A la distancia, tres figuras se acercaban a caballo a gran
velocidad, polvo levantándose detrás de ellos. Una tormenta
parecía que los perseguía.
Lo miré.
Le sonreí.
466
―¿Yo sexo estúpido?
―Oscuros ―dijo.
467
―Algo debió haber sucedido ―dijo Ryan, sacando su
espada, ya que era incapaz de ser ese tipo de hombre sin tener
alguna arma en sus manos.
Liberé mi brazo.
―Espera, Sam…
468
―Él solo está molesto porque cree que estás posponiendo
lo inevitable.
469
Se veía como si fuera a discutir, pero luego miró sobre su
hombro detrás de Moise y Letnia y vio a las sombras
persiguiéndolas, Oscuros usando magia para correr mucho
más rápido de lo que cualquier humano era capaz. Ella golpeó
sus tacones a los costados del caballo, urgiéndolo a acelerar.
Ellos lo miraron.
470
―Maldita sea ―murmuré―. ¿Tenías que decirlo de esa
manera?
―Pero es la verdad.
471
―Y yo soy uno de los dragones mencionados ―habló
Kevin, mostrando sus dientes―. El más bello, por cierto.
Fruncí el cejo.
―Lo sé. Por favor no le digas que dije eso. Ella me asusta.
El musculoso dijo:
Asentí simpáticamente.
22
Es un arma en forma de vara alargada o pértiga, generalmente hecha de madera.
472
―Guau ―dije―. Eso es… eso es lindo.
―Para nada.
―¡Oye!
473
El Oscuro robusto frunció el ceño.
―¿Una elección?
Asentí sabiamente.
474
―Oh, Brad. Brad, Brad, Brad. No suenas como si fueras
a hacer la mejor elección.
475
de ellos, una ola de tierra se levantó chocando con la bola de
fuego, la que escupió y silbó antes de caer. La tierra regresó al
suelo, pero ya era muy tarde para ellos.
Kevin ayudaba, así como lo hacían los otros, pero aún así
venía desde dentro de mí.
Levanté mi mano.
Tomó segundos.
Apenas sudé.
476
Bajé mi mano.
23
Los hercios o Hertz (Hz) son una unidad de frecuencia para medir ondas y vibraciones
electromagnéticas.
477
―Qué diablos… ―intenté decir, pero se convirtió en un
graznido estrangulado cuando su lengua entró en mi oído y
mis ojos se pusieron en blanco.
Oh. Oh.
478
―Eso es lo que haces cuando los perros están calientes y
abotonados.
―Esta noche.
Asentí furiosamente.
24
En el original, juego de palabras con pissed (molestar) y piss (mear, miccionar).
479
Cuando volvió a hablar, su voz era más baja―. Sabes que tengo
una manía con ese tipo de cosas.
―¿Han terminado?
―Esto es impresionante.
―¿Puedes moverlo?
Él suspiró.
480
―Ohh, ¿es una mamada? Y si lo es, la siguiente pregunta
es. ¿Estás usando dentadura postiza? Te aseguro que esas dos
cosas están relacionadas, te lo explicaré luego.
―¡No! ―el robusto Oscuro lloró―. ¡No nos dejes con ellos!
¡Qué si comienzan a atacarse con sus bocas otra vez!
Pobre tipo.
481
Capítulo 14:
Cortando la Cabeza de la
Serpiente
482
―Es algo reciente ―dije a la ligera―. Bienvenida al
Campamento HaveHeart. ―Sus labios temblaron―. Lo
disfrutas demasiado.
Me encogí de hombros.
Él frunció el ceño.
―¿Tengo? ¿Qué?
―¿Lo conseguí?
483
―Sí. No. No, ¿hay algo en tus dientes? Um. Entonces.
―¡Esto es tu culpa!
―¡Hola Sam!
―Hola, Tiggy.
―¿Oscuros?
Sacudí mi cabeza.
―Estas diferente.
484
Moishe me estaba mirando, con la cabeza ladeada, el
cabello rubio plateado colgando en mechones alrededor de su
rostro.
―¿Perdón?
Mago.
―Muchas cosas.
―¿Tienes un punto?
485
―Ya lo has dicho. Me preocupas.
Randall suspiró.
486
―¿Si? ―preguntó.
Gary jadeó.
487
―¡Gary monologando ahora!
―¡Traidor!
―Ugh. Bien
488
Cruzó los brazos sobre el pecho, mirando hacia afuera.
Ella le sonrió.
489
―Letnia ―dijo Mamá―. Creo que estoy abrumada por la
emoción. Con su permiso.
―Fuimos traicionados.
El Rey suspiró.
Letnia resopló.
Justin dudó.
490
―¿Entonces la gente de la Ciudad de Lockes es más
importante que la de Meridian City?
Y lo empeoró.
491
absolutamente poco éticas e ilegales, por no mencionar
imposibles. Y escuchan, porque no conocen nada mejor. Estos
Oscuros, han... perdido su camino. Y no solo por los caminos
que tomaron en la magia. Sino porque se propagan. Como una
enfermedad, difundiendo noticias falsas sobre la Corona o sus
magos.
Bueno, mierda.
492
está sucediendo, y eres bienvenido a estar en mi presencia,
¿ahora qué vas a hacer?’ Y a eso digo: Todavía estoy trabajando
en eso. ―Fruncí el ceño―. Maldita sea. ¿Por qué siempre tengo
que decir la verdad cuando intento mentir con tópicos
tranquilizadores?
Suspiré.
―Soy... volátil.
Ella parpadeó.
493
―No. Absolutamente no voy a volverme Oscuro. ¿Me has
visto? Sería el peor villano. Como desde, siempre.
―Pero…
494
del Rey. Pero yo... le fallé. Me convencí que volverme solitario
era la única forma de lidiar con mi dolor. Debería haberlo
hecho de otra manera. Pero no lo hice, y las cosas cambiaron.
―Él sonrió con tristeza―. Y entonces Vadoma se le acercó y le
dio una razón. Lo condujo, y aunque a Morgan le dolió mucho
saber que Sam estaba en los barrios bajos, todavía se tomaba
en serio su papel. El día que él... El día en el callejón cuando
Sam exhibió por primera vez su propensión a la magia fue,
creo, el mejor día de su vida.
Fui por ella, pero Ryan me contuvo. Por suerte para ella.
495
―No ―dijo Letnia―. Él necesita escuchar esto. Si es el
elegido, necesita saber lo que sus acciones nos han traído.
―Ella se levantó de la pared, dejó caer su cigarro y lo aplastó
bajo el tacón de su bota. Gary la miraba como asesino, pero le
sacudí la cabeza, sabiendo que ella no debería ser la primera
persona que apuñalara con su cuerno ahora que lo había
recuperado. Necesitaba guardar ese honor para alguien
verdaderamente despreciable―. Te fuiste, Sam de lo Salvaje.
Morgan murió por ti, y aunque tenías el poder de traerlo de
regreso, no lo hiciste. Todos los que murieron a causa de Myrin
podrían haber sido traídos de vuelta, pero en su lugar
desapareciste y sufrimos. Puede que no hayamos estado tan
cerca de Morgan como tú, pero aún sentimos su pérdida. Él no
te pertenecía. Pertenecía a Verania. A todos. Todos nos
afligimos. Especialmente después de lo que luego pasó. Pero
nos quedamos y luchamos para salvar nuestros hogares. Sin
ningún mago de nuestro lado. Porque los dos magos que
podrían habernos ayudado se habían ido. ―Ella escupió en el
suelo a mis pies―. Piensa en los que están sufriendo ahora y
sabe que depende de ti.
Hacerla callar.
Silenciarla.
O…
O nada.
496
Pero ella nunca podría ser tan dura conmigo como yo lo
fui conmigo mismo.
―Bien ―dijo.
―¿Disculpa?
497
Ella se encogió de hombros.
―Eres un arma.
498
en algo parecido a la leyenda. Y ahora que has regresado, hay
grandes expectativas.
―¿Por qué?
Randall suspiró.
499
eran negros. Lo he visto. Y me ayudó a darme cuenta que a
veces, es la magia que no usamos lo que nos hace poderosos.
―Me halagas.
Gary le sonrió.
―¿Conoces a Naag?
500
Sacudí mi cabeza.
La miré fijamente.
501
―Lo hicieron.
Mamá suspiró.
502
―¿De qué? ―pregunté confundido.
503
ninguna posibilidad de vencer a los Oscuros. La Resistencia
será destruida incluso antes que salga del Campamento
HaveHeart. Pero si nos enfrentamos a Myrin, si lo derrotamos,
entonces los Oscuros no tendrán a nadie que los lidere. Y se
dispersarán como cucarachas a la luz. Ojalá.
―Ugh.
Negative Ned: Se dice de una persona que, por muy positiva que sea la atmósfera,
25
504
―Él no está hablando de mí, per se. Se refiere a los
estúpidos Grimorios.
505
él... Sam es su antítesis. Su contrapunto. No lo ve en términos
de bien y mal. Los dioses le habrán dado las mismas
herramientas que le han dado a Sam. Olvidamos, creo, que
Myrin también tiene un destino. Queda por ver quién llegará a
buen término.
Le sonreí descaradamente.
Luego:
506
―Simplemente no lo entiendes, ¿verdad?
―¿Entender qué?
―No entiendo.
507
Dejó de pasearse y se quedó mirando.
―¿Cómo lo sabes?
Me frunció el ceño.
―¿De verdad crees que los dioses hicieron que tus padres
te quisieran más que a nada en el mundo? ¿Que obligarían a
Kevin, Tiggy y Gary a dar sus vidas por ti si fueran llamados a
hacerlo? Los dioses no hicieron que Morgan quisiera ayudarte
a convertirte en lo mejor que podrías ser. No hicieron de Justin
tu mejor amigo 5eva. No hicieron que el Rey confiara en ti para
convertirte en su mago. ―Su aliento se enganchó en su
pecho―. Y seguro que no me hicieron amarte. Lo hice por mi
cuenta. Ese fui yo. Yo lo hice. Y lo volvería a hacer, Sam. Y otra
vez. Y otra vez. Pero llevas tu maldita máscara. No sé lo que
estás pensando realmente. Cuál es tu plan. Lo que vas a hacer.
Todo lo que sé es que parece que tienes un deseo de muerte.
Me reí amargamente.
508
―¿No? Porque estás actuando descuidadamente con todo.
Los Oscuros fuera del castillo. Myrin en Mashallaha. Joder,
Justin y Kevin incluso antes que supiéramos que era Kevin
Él parpadeó.
―Yo no…
―No es lo mismo.
509
―¿No? Acabas de decir que Gary, Tiggy y Kevin darían la
vida por mí si se lo pidieran. Y tal vez tengas razón. Porque son
mis amigos y yo haría lo mismo por ellos. Darías tu vida por el
Rey y Justin, porque eres un caballero. Y ese es tu trabajo. Es
tu juramento, Ryan. Te comprometiste con ellos. Y yo...
―Negué con la cabeza―. Tienes tu juramento. Y yo tengo el mío.
Es solo un poco más... cósmico.
―¡Oye!
Lo miré de reojo.
―Sí.
510
―Ni mierda, Sam. Pero una piedra angular no se trata de
magia. No se trata de cuál de nosotros es un mago y puede
hacer cosas imposibles. Se trata de tú y yo y todo lo que somos.
Eres mi hogar, Sam. Eso es lo que es una piedra angular. Estoy
a salvo contigo. Estoy completo por tu culpa. Estoy enamorado
de ti y te admiro. Te fuiste y no sabía qué hacer. No sabía quién
debía ser.
―Ryan…
Asentí lentamente.
―Eres estúpido.
Le fruncí el ceño.
―No. Hables.
511
contigo, aunque la mayoría de ellas no te merecen. Te
traicionaron, te expulsaron, te odiaron, y aún así regresaste.
Para ellos. Para nosotros. Para mí. Porque sabías que era lo
correcto. No puedo decir que entenderé por qué te fuiste
cuando lo hiciste, pero sé que tuviste tus razones. Y esperé.
¿De acuerdo? Esperé, y deseé, y ahora estás aquí. Pero sigues
usando esa maldita máscara, y no puedo soportarlo. Soy yo,
Sam. Tu piedra angular. No lo hagas. No lo hagas. No conmigo.
―Estoy... asustado.
―Lo sé.
Se rio en silencio.
―Me gusta cómo suena eso. Es... espera. ¿Qué? Sam, vas
a vivir muchísimo más tiempo que yo si salimos de esto. Va a...
Él se apartó.
―¿Qué hiciste...?
512
―Está bien, mira ―le dije―. Tal vez deberíamos haber
hablado de esto, pero demonios, me imaginé que, siendo tú la
piedra angular, ya era algo así como el resto de nuestras vidas.
Quiero decir, te amo y tú me amas, ¿verdad? Y yo... ―Suspiré―.
En el desierto. En el camino a Mashallaha, pedí un deseo a las
estrellas. Yo quería ser mortal. Como tú. Y mis padres. Y Justin
y el Rey. Quería envejecer contigo hasta que los dos tengamos
el pelo pegado a las orejas y estemos frunciendo el ceño a todos
los jóvenes que están arruinando a la sociedad con sus ideas
extremadamente liberales para poder casarse con sus
hermanastras o cabras o algo así.
Yo fruncí el ceño.
―No lo sé. Me distraje por ser viejo y aún más caliente que
el sol, y eso llevó a las cabras y...
―Sam. Concéntrate.
513
―Lo hice yo mismo.
―¿Qué? ―susurró.
―Sam.
Le sonreí temblorosamente.
514
Ser besado por él. Ser sostenido por él. Ser amado por él―.
¿Estás seguro? ―preguntó, a pesar que no dejó de besarme.
―Randall se enojará.
―¿Le dijiste?
Le sonreí.
Él frunció el ceño.
515
Me miró boquiabierto.
516
sucediera, Ryan Foxheart siempre sería un poco imbécil), y me
empujé hacia arriba. Me arrastré hasta el borde de la cama y
me senté sobre mis talones. Extendí la mano y tracé la cicatriz
con un dedo. Era gruesa y desigual pero blanca, del color de
algo que ya había sanado. No era muy grande, y me sorprendió
el hecho que algo tan insignificante podría haber llevado a algo
tan devastador.
517
Jadeó mientras se mantenía erguido, las caderas
temblando como si quisiera follarme la cara. La saliva ya
estaba goteando por mi barbilla mientras lo mojaba lo más
posible. Me atragantó cuando intenté llevarlo más lejos, fuera
de práctica después de haber estado lejos por tanto tiempo.
Salí y respiré hondo.
―Sam.
518
mí, desde la primera vez que estuvimos juntos en el Castillo de
Lockes hasta la última vez en Meridian City antes que todo se
fuera al infierno. Estaba un poco delirante al pensar en él,
después de haber pasado tanto tiempo apartándolo de mi
mente.
―Eso está bien, Sam, oh, eso es tan bueno, mírate, mira
qué tan bien lo estás tomando, lo estás haciendo tan bien ―y
gemí ante los elogios, y sentí como un rayo se arqueaba por mi
columna vertebral.
519
Estaba parado encima de mí, casi completamente
desnudo, fuerte, lleno de cicatrices y vivo, y estaba vestido
delante de él, tomando lo que él me daba. No había otro lugar
donde quisiera estar. Todo lo demás podría esperar. Verania
podía esperar. Me lo gané. Me dolían la garganta y la
mandíbula cuando él gruñó y se retiró, jadeando por encima
de mí. Sus ojos estaban vidriosos mientras me miraba,
trazando su pulgar sobre mi labio inferior.
Lo hice.
520
pero mantuvo la derecha en su mano, tirando de ella contra su
pecho, girando su cabeza y besando el hueso de mi tobillo.
―¿Sí?
Le sonreí.
―¿Cuál?
―Idea, ¿eh?
Asentí rápidamente.
521
―¿Es cierto? Veamos si puedo entender algunas de ellas.
¿Qué tal aquí, por ejemplo? ―Él se inclinó ligeramente hacia
adelante, enganchando mi pierna sobre su hombro, sus labios
y barba raspando contra mi rodilla.
Tragué.
522
recordó mi magia. Su nariz chocó con mis bolas, su aliento
contra mi perineo, y estaba listo para salir de mi piel cuando
sentí la parte plana de su lengua contra mi culo, lamiéndome
las bolas.
―Detente ―gruñó.
―Pero…
―¿Lo entiendes?
―Jódete.
523
mis piernas alrededor de su cuello cuando lo sentí golpear
contra mi agujero mojado. Apreté sus dedos y él gruñó como si
le hubieran quitado el aliento.
Me miró fijamente.
―Sí.
Él frunció el ceño.
524
―Claramente. Siempre quedará grabado en mis
recuerdos, porque amigo, tu charla sucia es un trabajo de
primera. Pero es lindo cómo crees que estás a cargo.
―Eres ridículo.
525
― Sabía que cuando volvieras te quejarías de mí por no
tenerlo ―dijo secamente―. Fue una de las primeras cosas que
agarré.
Parpadeé.
Parecía presumido.
―Suena correcto.
―Oh, lo sé.
Lamí su palma.
526
Hacía mucho tiempo que no me encontraba en esa
posición. Cuando uno está en el medio del Bosque Oscuro
rodeado de dragones y siendo golpeado por la magia, uno no
encuentra mucho tiempo para tocarse. Y si estaba siendo
honesto, no podía recordar si alguna vez me la había sacudido
en el bosque.
Él resopló.
―Eres un idiota.
―Muy romántico.
527
―Son dos dedos. No es mi mano Dioses, Sam, estás
actuando como si te estuviera fisteando.
528
―Soy un maldito mago ahora. Lo haré cuando quiera.
529
mientras me follaba profundamente, mi nombre en sus labios,
mi polla rozando contra la piel de su estómago.
530
Había estado a punto de quedarme dormido, y me tomó
un momento analizar sus palabras.
―Oh. Eso.
―No me gustó.
Besé su pecho.
Resopló.
―Sam.
Suspiré.
―¿Verdad?
531
―¿Qué tan cerca estabas?
―¿Qué?
Sacudí mi cabeza.
―Sam.
―No lo creo.
532
Pasé la punta de un dedo por su hueso de la cadera.
―¿Cómo eso?
―¿Valió la pena?
―¿No?
―Nah.
533
―Oh, Dios mío.
―Sam ―gimió.
Y pedí un deseo.
Por favor. Por favor. Por favor déjame tener esto. Déjame
tener estos momentos todo el tiempo que pueda.
534
535
Capítulo 15:
Randall y el Gran Blanco
―SHH.
―Tiggy es gracioso.
―Shh.
536
Incapaz de ignorarlos más, abrí los ojos.
―¡Estaba reprimido!
―¡Qué!
537
sacaron los sesos literalmente de la cabeza, tengo mi cuerno
otra vez, y ahora puedo responder por las amenazas.
―Lo recuerdo.
―Se ve bien.
538
Abrí los ojos de nuevo.
―Hola, Tiggy.
539
―Por supuesto que estuviste despierto todo el tiempo y no
hiciste nada para rescatarme.
Lo adoraba.
540
―Bien, la siguiente.
Lo miré de reojo.
No parecía impresionado.
―Gracias, Ryan.
―¡Maldita sea!
541
mirándome de arriba abajo. Lo cual, dado que tenía ojos
pequeños, tomó mucho más tiempo de lo que cabría esperar.
―Gracias.
―Y también mi cara.
―Jódete.
542
―¿Qué están haciendo aquí? Oh.... Oh, no.
―¿Sí, mi amor?
543
―Tengo mis maneras ―dijo Gary simplemente, como si no
fuera la criatura más repugnante del mundo.
544
―De hecho ―dijo Dimitri―. Aunque debo admitir que
estoy confundido acerca de por qué nos han convocado. ―Se
giró y voló frente a Randall. Cruzó sus pequeños brazos sobre
su pequeño pecho, y si no hubiera sido por su polla cayendo
por todo el lugar y el hecho que había tratado de tener un trío
con Justin y conmigo, lo habría arrullado por ser tan
pequeño―. Randall. ¿Te importaría explicar? Te dije antes que
las hadas no nos involucramos en las peleas de hombres.
Randall resopló.
―Soy consciente.
545
―Sí, bueno, es… había circunstancias atenuantes que me
obligaban a una…
546
―Te golpearé en tu carita ―gruñó Ryan.
―No veo por qué tengo que estar aquí para esto ―le dije―.
No quiero ver las cosas más antiguas que conozco peleando
entre sí.
547
―¿Por qué ahora?
―Sí, Sam.
Me encogí de hombros.
―Bueno.
Él parpadeó.
―¿Qué?
548
―Necesitamos advertir al campamento ―dijo Justin―.
Para que la gente no se asuste cuando los dragones de repente
desciendan sobre nosotros.
Resoplé.
549
―No tienes espacio para hablar sobre problemas, amigo.
Toda tu existencia es esencialmente una locura.
550
―Por supuesto.
―Basta.
551
―¡VIENEN LOS DRAGONES! ¡NO TE ASUSTES! NO
COMEN...
Suspiré.
―Sí.
552
bajando por mi columna hasta que rodearon mi corazón
golpeado por un rayo. Kevin era el más fuerte. Sí, todos
habíamos pasado un año prácticamente en la mente del otro,
pero Kevin era... diferente. Encajaba con nosotros aquí.
Después de él estaba Zero Ravyn Fuegodeluna, el monstruo
dragón serpiente emo adolescente que actuaba como si tuviera
cuervos en su alma, pero solo quería alguien a quien amar
mientras cultivaba sus árboles y sus flores. El pulso y el hilo
de Zero eran tan rojos como sus escamas, ardiendo bajo el sol
del desierto. Luego venían los pulsos azules, el aleteo de las
plumas. Pat y Leslie, los dragones de nieve apareados que una
vez nos habían perseguido a Randall y a mí al borde de un
acantilado como su forma de ver si yo era digno de su tiempo.
El último hilo era el más brillante. No por nuestra conexión,
sino porque era el ser vivo más antiguo del mundo conocido, y
estaba hecho de magia. El Gran Blanco era un dragón, pero
era diferente. Kevin era un conducto, ayudando a dirigir mi
magia. Pat y Leslie eran caminantes de sueños. Zero podría
cultivar sus bosques. Esa era su magia. Sus dones
553
dijo que no estaba listo, lo sabía. Cuánto sabía todavía era un
misterio. No sabía si podía ver el futuro. No sabía si realmente
era un dios. El mundo supuestamente había sido construido
sobre su espalda. No sabía si eso era cierto, pero no por falta
de intentarlo.
26
Juego de palabras con correrse.
554
Eso no es algo que necesiten saber, dijo la otra luz azul
con brusquedad.
Oh, dijo una luz azul. Qué lindo para él. Apuesto a que los
dos están encantados. Ya era hora, dijo la otra luz azul.
¿Ves? Te dije que era una blandita. Una lesbiana por fuera,
pero nada más que pelusa en el interior.
―Vienen ―dije.
555
Dimitri revoloteó frente a él, mirando a Ryan con
curiosidad.
―Sí. No ¿Quizás?
556
Zero disminuyó la velocidad cuando se acercó, y pude
sentir un pulso bajo de incertidumbre, como si fuera tímido,
de todas las cosas, así que me adelanté y le sonreí.
―Hola, amigo.
―Oh, chico.
557
―Mantén tu depravación para ti mismo ―le advertí a
Kevin―. Zero no necesita ser corrompido.
27
Size queen: Una reina de tamaño es un tipo que le gusta el pene masivamente grande.
558
Todos volvieron la cara hacia el cielo, excepto Randall.
Tenía esa mirada gruñona que a veces tenía cuando, por
ejemplo, su antiguo mentor estaba volando por encima.
―Eso no va a suceder.
559
Esperé.
Yo dije:
560
Randall dijo:
―Bastante.
GB miró en mi dirección.
561
―Grosero ―le dije―. Pero también es bastante cierto.
GB parpadeó lentamente.
―Qué.
562
―Oh hombre ―respiré―. No deberías haber dicho eso.
Estás tan muerto y ni siquiera lo sabes. Ryan! ¡Apuñálalo en
el ojo y muéstrale que nadie habla de mi piedra angular de esa
manera!
28
En jerga se refiere a mostrarle el culo.
563
―Di algo. Odia las piedras angulares. Eres una piedra
angular. Ergo, te odia. Debes mostrarle lo equivocado que está
y lo genial que eres.
―No lo harás.
564
―Me arrepiento de todo sobre ti ―le gruñó GB a Randall.
―¡Suficiente!
565
―Quejas ―retumbó GB, ladeando su cabeza
excepcionalmente grande―. Reduces la traición de un aprendiz
a una queja. ¿Quién te crees que eres, humano?
―Pero…
―No.
―Yo solo…
566
―No.
Suspiré.
El labio de GB se curvó.
―Sí.
567
―― Como la masa.
―Dimitri.
―Sí, antiguo.
―Basta.
―Sí, antiguo.
―¿Qué?
568
―Myrin. ¿Puede ser traído de vuelta de las sombras?
―¿Pero?
―Lo amabas.
―Lo hice.
―Lo era.
―Y se apartó de ti.
―Sí.
―Morgan.
569
―¿Eso es todo?
Randall suspiró.
GB pareció desconcertado.
―¿Verdaderamente?
―Sí.
Randall dudó.
―No.
―Sí.
570
―Mas les vale ―susurró Gary―. No se puede ser viejo y
decrépito y hablar de cosas malas de su pasado y perdonarse
sin abrazarse después.
―Sí.
―Crees en él.
No hubo dudas.
―Sí.
―¿Porque?
571
he conocido. Él es la mejor parte de todos nosotros. Y me siento
honrado de estar en su presencia.
―Sorprendente, ¿no?
―Lo hice.
―¿Tienes un plan?
―Yo no...
Justin suspiró.
―Sí.
572
―Incluso cuando eras niño, tenías esa misma expresión
de mal humor en tu cara cuando te sorprendían mostrando tu
corazón. Siempre me pareció lo más entrañable.
―Papá, no estoy…
―Papá.
―Eso espero.
Silencio. Luego:
―¿Cómo lo sabes?
573
―¿Qué?
574
Capítulo 16:
Los Tres Grimorios
575
―Puede salirse de tus manos si lo dejas ―me dijo una vez
Morgan de las Sombras, poco después de haber venido al
Castillo de Lockes―. Puede ser algo difícil de manejar,
creciendo más allá de tu control.
―¿Lo prometes?
―Lo prometo.
SAM.
Pronto, Sam.
Te lo prometo.
Y entonces terminará.
576
Lo vi dormir durante mucho tiempo.
Ahora sé por qué. Pienso que tal vez jugó un papel en todo
lo que vino después o tal vez no lo hizo. Tal vez Myrin siempre
tuvo la intención de quedar atrapado en la oscuridad. Tal vez
ese era su destino.
UN GRAN AVANCE.
577
1½ tazas de ajenjo molido
1setas kontashi
Fantasmas, dicen.
No puedo.
Me vio, creo.
Él realmente me vio.
578
Él se había ido, después de eso.
LO HICE.
RANDALL HA REGRESADO.
Él sonrió.
No es él mismo.
No lo es.
579
GLANDUR PASO más allá del velo.
No le creí.
580
―Tú puedes hacer esto . ―Me reprendió suavemente―. Lo
sé, yo creo en ti.
Gracias, Anya.
FUE RAPIDO, al final, fue rápido. Ella sonrió. Ella cerró los
ojos.
El fin.
581
Lo sentí.
Brutal. Salvaje.
Pero.
No me sentí... oscuro.
582
Por su bien.
Y por el de Randall.
―Pero...
Él sonrió.
Él lo hará bien.
Desde el desierto.
583
Vadoma, y ella habló de una profecía.
SU NOMBRE es Sam.
Es un buen nombre.
No estoy de acuerdo
Tal vez si solo... pudiera hablar con él. Con sus padres. Yo
podría...
ME HAN convocado.
Él se mostró
Qué… maravilloso.
584
ÉL HABLA y habla y habla.
―Estoy preocupado.
―¿Acerca de?
GARY Y Tiggy
Realmente inesperado.
Sam de lo Salvaje.
585
Es un buen nombre.
Pero todavía….
Me pregunto…
SU PIEDRA ANGULAR.
Maldita sea.
ÉL ES amado
586
Pero él sonríe más de lo que lo he visto antes.
ÉL ESTÁ ENFADADO.
Si solo nosotros…
Lo asusto.
587
Desearía que las cosas fueran... diferentes.
MYRIN.
No te dejaré.
SAM…
La magia lo es todo.
588
Él no puede hablar en una lengua humana.
LO ODIO tanto.
589
Mi vida será larga. Apenas he empezado a raspar la
superficie.
Yo le creo.
LAS PRUEBAS.
No eran nada.
Él es…
Arrogante.
Irritante.
Es exasperante.
590
Tengo trabajo que hacer.
¿Cuándo se irá?
DESCANSO HOY.
Espera.
Él no es...
No puede...
Oh, no.
591
¿Y sí…?
No.
No significa nada.
Obviamente.
Es espeluznante.
No te arrepentirás, dice.
592
No, yo digo.
No y no y no.
Si solo él supiera.
Ese gilipollas.
ÉL ES MI piedra angular.
Él es mi piedra angular.
Él es mi piedra angular.
593
seguro que los elfos probablemente dicen lo mismo de nosotros,
pero siempre han sido del tipo superior. No es como si hubiera
muchos alrededor.
Es una... chispa.
Y se reúne...
El Gran Blanco.
O Myrin.
Cómo se atreve.
No es como si...
YO…
Dioses
594
―¿POR QUÉ no puedes confiar en que yo sepa lo que estoy
haciendo? ―le pregunté al Gran Blanco hoy y en mi cabeza,
tengo una imagen de un niño gateando en sus manos y rodillas.
Mensaje recibido, alto y claro.
No está equivocado.
Pero él no entiende.
Dioses, lo amo.
Su rabia.
Su furia.
No esperaba eso.
595
OH, ¿QUÉ hay en un nombre?
Es... apropiado.
No sé porque.
Tengo un aprendiz.
596
MORGAN ES... brillante. Inquisitivo. Estudioso. Enfocado
Espero grandes cosas de él.
MYRIN se ha ido.
597
Podría haber jurado que Myrin le dijo algo, pero no vi mover
sus labios El rey salió de esto un momento después.
Pesadillas.
Odio mentirle.
El hombre gritó.
598
Una hora después, el hacha del verdugo estaba
ensangrentada, y eso fue todo.
Tomé su mano.
Él besó mi mejilla.
Él dijo:
FUE Myrin.
Fue Myrin.
Fue Myrin.
Fue...
―Lo hago.
599
―¿Entonces por qué?
―No.
―Te amo.
―Lo sé.
―Entonces lo siento.
Dioses.
Mi corazón.
Cómo duele.
Podríamos...
No no no.
Si no ...
600
Tendré que matarlo
Él me rogó.
Contención.
Compresión.
Tal vez…
ESTÁ HECHO.
Está encerrado.
601
Pero sus ojos se aclararon.
En el fondo de mi mente.
Castillo Freesias.
Es mi última esperanza.
602
(LAS SIGUIENTES páginas son ilegibles, cubiertas con
símbolos irreconocibles, algunas han sido arrancadas.)
PUEDO respirar.
SU NOMBRE es Sam
ÉL ES UN gilipollas
No.
603
No, no podemos hacer eso.
ES MYRIN.
Tenaz. Siempre.
YO PODRÍA….
El velo es atravesado.
Y Sam ...
604
Él no sabe que lo sé.
Yo podría….
Lo habían subestimado.
605
¿Por qué de hecho?
Barreras.
No era ilimitado.
¿Y si yo pudiera...?
Me sobresalté un poco.
―Pensando.
―¿Acerca de?
―Cosas mágicas.
―Suena complicado.
―Tal vez.
―¿Necesitas ayuda?
No me dejes nunca
―Tú también.
606
narices y rodillas chocando. La vela chisporroteaba, las
sombras bailaban a lo largo de sus brillantes ojos.
Él dijo:
Yo resoplé.
―Autosacrificio.
Yo dudé.
―No lo haré.
―Bastante.
607
―Tú eres tan tonto.
Yo fruncí el ceño.
―¿Qué?
Y Sam...
608
El más breve de los pensamientos, pasó por mi mente.
Entonces me acordé de la verdad de todas las cosas, Myrin
había elegido su camino y continuará en él, no importa lo que
hiciéramos. Y me di cuenta que la muerte es definitiva, Sam, la
muerte es el fin. Es la limpieza de la vida, la ruptura de los
grilletes. Es un final. No puedes corregir ese final, aunque te esté
doliendo el corazón.
―¿Lo haces?
―Sí.
―Está bien.
―¿Esta bien?
Se encogió de hombros.
―Está bien.
Él lo hizo.
609
―Sólo un vistazo ―dije―. Unas pocas páginas. Luego me
voy a la cama, ya he leído una parte, verdad? Sólo un poco
más.
Me levanté de la cama.
610
Casi se sentía... húmeda.
―Hmm.
―Piensas eso.
611
―Y tu prosa es un poco extravagante para mi gusto.
Él sonrió tristemente.
―Sí.
―Sí.
―Tengo un plan.
Su sonrisa se desvaneció.
612
― Siempre que has dicho esas palabras, siempre las he
temido porque normalmente significaban que algo terrible iba
a pasar.
―¿Funcionará?
Le sonreí burlonamente.
613
Capítulo 17:
La Traición
―Te escuché.
―¿Todavía lo haremos?
―Sí, Tiggy.
―Eres estúpido.
―¡Oye!
614
y te dijo que si te movías un centímetro más, estarías castigado
por el resto de tu vida natural?
Le fruncí el ceño.
615
―Yo creo en ti.
―Aww.
―No tengo uñas ―dijo Gary―. Así que debería estar bien.
Puedo soportar un poco de tortura
―Me dolió.
616
los planes establecidos por dicho mago, por mucho que se
quejara para aportar pruebas de lo contrario.
Como un imbécil.
―Vamos a estar bien ―dije, más para todos que para mí,
ya que estaba absolutamente convencido de que esto iba a
funcionar―. Ya verás. Quiero decir, si lo piensas, incluso si
algunas de mis ideas han sido menos que estelares, todavía
estamos vivos por el momento, ¿no?
Le fruncí el ceño.
617
―Eh, probablemente. Pero ya sabes lo que siempre digo.
Muere joven, deja un cadáver apuesto que la gente
probablemente querrá que lo embalsamen y lo coloquen en
una exhibición de arte bastante morbosa dentro de uno de esos
museos estériles a los que la gente acude y que pretenden
entender exactamente lo que el artista intentaba decir porque
los hace sentir profundos.
618
―¿Alguna vez descubrimos por qué él y Gary a veces
piensan que son tus padres? ―preguntó Ryan―. O es una de
esas cosas que aceptamos como un hecho y no tratamos de
mirar demasiado porque no tiene sentido.
619
―Oh dioses míos ―murmuré―. Gary, cállate.
―¡Kevin!
Me guiñó un ojo.
―Papá te tiene.
620
―¡Hola! ―Llamé a los oscuros, desesperadamente
tratando de mantener el control de la situación, porque esta
era la idea más estúpida que había tenido―. ¿Sabes quién soy?
Me quedé boquiabierto.
621
―Eres un caballero ―le dije, dándole palmaditas en el
hombro de metal―. Todos se ven iguales.
Ryan suspiró.
―¡Espera!
Todos me miraron.
―Oh. Claro. Hola! Sí, hola. Tienes razón, soy yo. Sam de
los Dragones. Pero no estoy aquí por la razón que crees.
Maldito Terrance.
622
―Sí, Sam ― dijo―. Como dijo mi marido, ¿qué quieres
decir?
Maldito Terrance.
623
―¡Me he vuelto hacia el otro lado! ―grité.
Silencio.
Un silencio auténtico.
―Sí ―dije.
624
―Eso. Bueno, ni siquiera tú podrías convencerme con tus
suculentas artimañas. Me he convertido en Oscuro, y eso es
todo lo que hay que hacer.
―¿Mi suculento qué? Ryan, ¿has oído eso? Cree que soy
suculento.
625
―¡Ja, ja, ja, ja! Me gustaría verte intentarlo, hombre
gigantesco. ¡Ya basta de hablar! ¡Contemplen la fuerza de Sam
de los Dragones!
626
Maldito Terrance. Era mi mayor enemigo. Después de
Lady Tina, Myrin, Ruv, Caleb y Vadoma. Tendría mi venganza.
―En todos los sentidos ―dijo Kevin con esa misma voz
plana―. Podrías hacerme cosas y yo no podría resistirme. Soy
tu marioneta sexy.
Tiggy gritó:
627
visión. Mi vida está pasando ante mis ojos. La pasé de
maravilla en este mundo. Vaya, hubo un tiempo en el que fui
un pequeño tropezón y me encontré perdiendo mi virginidad
con un centauro rudo llamado Douglas Von Snapperstein.
Tenía unos bíceps tan maravillosos que me hicieron sentir
seguro mientras saqueaba mi agujero virgen. Y luego está la
vez que me encontré comiendo ketchup caliente por primera
vez y me di cuenta de que la gente que abre los condimentos y
luego los devuelve a la despensa en vez de a la nevera son
esencialmente equivalentes a los que cometen crímenes de
guerra. Y luego estaba la vez que yo...
―Cae. Abajo.
628
―Te destruiré ―dijo Ryan, sacando su espada y
haciéndola brillar en un círculo practicado. La hoja captó la
luz del sol, y me habría excitado mucho si no fuera tan imbécil
y no estuviera fingiendo que lo traicioné―. Y luego traeré de
vuelta a mi único amor verdadero del borde de la oscuridad.
629
Excepto Terrance. Terrance, que ya había pasado a
Vadoma en mi lista de enemigos, miró a mis amigos en el suelo
antes de decir:
―Correcto.
―Eso es verdad.
Lo miré fijamente.
―Yo no...
―Pero...
630
Los oscuros me miraban con el ceño fruncido,
perturbados.
Ellos esperaron.
631
Papá, ¿por qué no puedes amarme tal como soy? Y él dijo: Eres
demasiado manso y suave para que yo te ame... Ojalá
hubiéramos tenido un hijo que importara.
Tragué.
―Y... ¡así que sí! Quería decirles que era malo, pero cada
vez que veía a un mago oscuro, había un montón de gente a
mi alrededor y no podía romper mi tapadera.
632
―Gracias, Terrance ―dije tan uniformemente como
pude―. Esperaba que me lo preguntaras. Había sido seducido
por el amor. Verás, tengo una piedra angular. Él me amaba, y
yo lo toleraba, pero él usó ese amor en mi contra, y yo me sentí
atraído hacia la luz. Esa vez en Mashallaha cuando peleé con
Myrin, Ryan acababa de decirme lo mucho que me amaba, y
que yo era lo mejor de su mundo, y que no creía que podría
seguir adelante sin mí, y que si lo dejaba, probablemente se
acostaría y moriría.
Terrance asintió.
Me estremecí.
633
―Acabo de tener escalofríos ―dijo el primer Oscuro―.
¿Alguien más tuvo escalofríos? Porque lo hice.
―¡Saqueo y pillaje!
― ¡Caos en general!
634
Me reí malvadamente con ellos, porque eso era lo que uno
hacía cuando se hacía pasar por un Mago Oscuro.
Ya tenía esto.
635
nosotros. Podía ver a los oscuros reunidos en la entrada del
castillo y me preguntaba si Myrin ya sabía de mi llegada. No
había hecho nada para proteger mi magia desde que nos
quedamos fuera de la ciudad. Si era tan poderoso como yo
pensaba y tan conectado a mí como los dioses decían, entonces
pensé que él habría sabido que yo estaba aquí.
636
―Muy malvado ―repitió lentamente―. ¿Y cómo sucedió
esto?
Me encogí de hombros.
―Sí ―dije.
―Más o menos.
637
―Bien ―dijo Caleb lentamente―. ¿Pero por qué aquí? ¿Por
qué ahora?
638
Le entrecerré los ojos.
Ruv.
Me encogí de hombros.
639
―Eso pasa, supongo. Pero oye, tal vez no quiera tener que
repetirme una y otra vez. Entonces, ¿por qué no se nos une
Myrin para que pueda decir esto una sola vez? ―Me mofé de
Ruv―. Además, no creo que responda ante alguien como tú.
Quiero decir, eres lindo y todo, con tu sucia magia callejera,
pero creo que es hora de que los adultos hablen, ¿no?
No le gustó mucho.
640
Pero no, no había visto su traición hasta que fue
demasiado tarde. Me tenía allí. Pero no podía dejar que eso me
distrajera. No cuando…
Nadie se movió.
― Si me permites.
641
Myrin se parecía mucho a Morgan. La misma barba y la misma
complexión. La misma cara. Pero fueron los ojos los que
causaron la disonancia, los ojos que se sintieron a un paso de
distancia. Los de Morgan siempre habían sido cálidos y
amables, teñidos de exasperación y alegría. Los de Myrin eran
fríos y calculadores, desconcertantes, ya que no parecía
parpadear.
642
Capítulo 18:
La Muerte Viene por Ti
No dije nada.
Su sonrisa no vaciló.
643
fui yo quien traicionó a Morgan. Fui yo quien traicionó a
Randall. ―Sacudió la cabeza con pesar―. ¿Pero qué pasa
cuando me traicionaron?
Me encogí de hombros.
Sacudió la cabeza.
644
―Sí ―dijo lentamente―. Dices que eres un villano.
―¿Por qué?
―Porque lo quería.
645
―Lo hace ser un objetivo más fácil.
―Exactamente.
―No te creo.
Bien, mierda.
―Eso apesta.
Él suspiró.
646
mí. Eres insignificante. Tienes dragones, sí. Y una magia difícil
de manejar. Pero dime, Sam. ¿Qué me detendría, aquí y ahora,
de quitártelo?
―Consumir. Mi magia.
Su agarre se apretó.
―¿Repítelo?
―Lo leí.
―¿Qué?
―Tu Grimorio.
―¿Tú qué?
647
―Oh. Correcto. Tu Grimorio. Sí, tío, todos leen los
detalles. No sé si alguna vez conociste al monstruo dragón
serpiente, pero tienen mucho en común. Todo es Oscuro esto
y Oscuro aquello y nadie me entiende en absoluto.
―Y cómo es eso.
―¿Tú?
Asentí.
―Yo.
―Sigue.
―Morgan. Randall.
Se burló.
―¿Eso es todo?
―La profecía.
648
―Sí.
―¿Cuándo?
―Sigue.
―Y eso te molesta.
649
mí mismo, no siempre fui una buena persona. Fui mezquino y
vengativo. Yo podía ser un gilipollas. Y estaba enojado, aún
estaba tan malditamente enojado, por haberme convertido en
este paria, expulsado por las mismas personas que ahora se
acurrucaban con aquellos a quienes amaba como si no hubiera
pasado nada. Me fui a hacer lo correcto, a hacer lo que se
esperaban de mí, solo para volver y encontrar a Vadoma con
mis padres, a Lady Tina sonriéndole a Ryan y Justin, al lado
de ellos, como si ella perteneciera allí. No era justo. Nada de
eso era justo.
―Y luego te traicionaron.
650
―No sabes cómo se sintió eso. Intenté mostrarles una
forma diferente. Intenté mostrarles cuál era la verdad de todo
eso. Que había diferentes caminos en la magia. Que nada
estaba escrito en piedra.
―No.
651
¿Sabes lo que le pasa a la mente de un mago que pierde su
piedra angular, Sam?
652
Yo le sonreí.
―Te creo.
―¿Qué dijiste?
Me miró fijamente.
Uh-oh.
653
―Me temo que debo hacerlo.
Kevin resopló.
Me encogí de hombros.
654
―Tu piedra angular, Sam.
―¿Mi lealtad?
Mierda.
655
Hubo un latido de silencio, y luego Tiggy y Gary
explotaron, luchando contra el agarre de Kevin.
656
―No ―replicó Gary―. Esto es sólo un juego, ¿verdad? Un
truco. Esta bromeando. Él no... Kevin, ¿por qué diablos estás
haciendo esto?
Sonreí levemente.
Asentí.
Me preocupa.
¿Sobre qué?
657
No sabemos cuánto de eso fue real. ¿Cuánto estabas tú o
los dioses o Ruv jugando con todos nosotros?
Se cumpliría.
Yo ya lo había sufrido.
658
Su pierna izquierda pateó una vez. Dos veces.
Myrin.
―¿De verdad?
―Sí.
659
―Oh, Sam. Si tan solo Morgan pudiera verte ahora y en
todo lo que te has convertido. Si te sirve de consuelo, estoy
seguro que le dará la bienvenida a Ryan con los brazos abiertos
cuando cruce el velo. Pueden llorar lo que han sido juntos.
Y lo hice.
Mi cabeza palpitaba.
Pero me arrastré.
660
Ruv me miró con los ojos muy abiertos al lado del cuerpo
de Ryan. Se tambaleó hacia atrás, cayendo al suelo, apoyado
en los codos.
Ahí.
Y dije:
Myrin parpadeó.
―Un niño.
661
Apenas podía respirar. Tuve que forzar las palabras.
―Un día, este chico fue al bosque ―le dije con los dientes
apretados―. Le dolía el corazón y estaba triste.
―¿Qué estás...?
Silencio.
Entonces:
―Mientes.
662
El sudor goteaba por mi frente.
―No. No lo hago.
―No sabes de lo que soy capaz ―le dije―. Porque hay una
cosa que has olvidado una y otra vez.
663
―¿Y eso que sería?
Le sonreí burlonamente.
Ahora.
Caleb.
Ruv.
Y Myrin.
664
Los dioses susurraban acerca de él.
Pensó: No es justo.
No es justo.
No es justo.
Se los regrese.
665
Ellos me lo habían quitado. Los borraría a todos. Mata a
cada uno de ellos y devuélveme mi amor sin dejar nada más
que cenizas a mi paso.
Ellos morirían.
Bajé mi mano.
Yo dije:
―Kevin. Vuela.
666
―Amigo, eres un maldito cliché. Vete a la mierda y muere.
Grande, grande.
―Oh, sí.
Justin gimió.
―Nosotros no...
667
La tapa de la tienda de mando de Justin se abrió. Ryan
entró, frunciendo el ceño. Miró a Randall, a Justin, al Rey, antes
de finalmente fijarse en mí.
Justin suspiró.
Yo le sonreí.
668
―No soy tú ―repliqué―. Algo que me has recordado una y
otra vez. No me voy a volver Oscuro.
―¿Cómo lo sabes?
―Porque no lo haré.
Randall suspiró.
Me encogí de hombros.
El Rey sonrió.
669
―Por supuesto que sí. Por favor, no dejas de sorprenderme.
Me gustaría que todos saliéramos vivos de esto. Quiero ver las
maravillas que todos ustedes lograrán.
―Incluido matarme.
Tragué saliva.
―Correcto.
670
―Ese es el plan. Sacó la mierda de ti. Y de Myrin. Es más,
de lo que he hecho antes. Esperemos que le fría el cerebro y
salve el tuyo.
Él me miró fijamente.
Yo le sonreí.
No pude mirarlo.
29
Es decir, en latín.
671
―Estás hablando de potencialmente matar gente.
―Lo sé.
―Y no soy un soldado.
Parecía frustrado.
―También lo sé.
―Probablemente.
672
―Oooh, sexo fantasmal. Pon tu ectoplasma sobre mi...
Resoplé delicadamente.
―Sí, me di cuenta.
SAM,
Sam
Sam
SAM
673
Gemí mientras abría los ojos. Mi visión era borrosa y mi
cabeza estaba latiendo.
―Hola ―dije.
―No es agradable.
―Yo…
674
―¡Soy tan increíble! ―canté, sentándome rápidamente. Lo
que fue una mala idea, ya que me golpeé la cara contra la suya.
675
―¿Te asusta? ¡Moriste, idiota!
―¡Me mataste!
Me alejé de Ryan.
Y miró a su alrededor.
676
superficie. Los Oscuros encerrados en el interior se habían
salvado de mi ataque.
Pero…
Yo parpadeé.
―¿Qué demonios?
―¿Se acabó?
―Yo…
677
Sam
Levanté la cabeza.
―No ―respiré.
Sam
678
barba había sido parcialmente quemada, los extremos se
enroscaban ennegrecidos. Un corte en su mejilla goteaba
sangre sobre su barbilla. Estaba respirando pesadamente,
pero estaba vivo.
―Qué demonios…
―¿Qué?
―Corre.
679
Capítulo 19:
A Casa Otra Vez
680
―Está bien, ¡así que podría estar un poco enojado!
681
―Pensé que la tenías… ¡No estoy hablando de tomarlo de
frente, Sam! Necesitamos salir de aquí.
Y luego me golpeó.
―Kevin.
―¿Qué?
682
―Maldito chiflado ―gruñó―. Venga. Encontraremos otra
manera.
―Los tugurios.
Él frunció el ceño.
683
Con renovada determinación, Ryan dejó de intentar
avanzar hacia el norte y se dirigió a los barrios pobres. Mi
cuerpo estaba débil y cansado, correr por nuestras vidas no
estaba ayudando. No me sentía tan agotado como después de
las sirenas de arena o incluso cuando me enfrenté a Myrin en
Mashallaha. Por supuesto, no era la misma persona que había
sido en ese entonces, pero aún así. No podía hacer lo que había
hecho…
…sin… consecuencias….
¿Por qué?
684
Es lo que quería hacer desde el principio. Yo tenía el poder
dentro de mí. Pude haber terminado todo de una sola vez.
Nunca más los Oscuros podrían lastimar a los que amaba.
Habría sido mi decisión...
Randall suspiró.
―¿Acerca de?
Tragué saliva.
―Tres.
Él parpadeó.
―¿Tres? ¿Quiénes?
―Morgan y tú.
―Correcto. ¿Y?
―Y Myrin.
685
Frágil. Todavía tenía esa chispa en sus ojos que había atraído
a Morgan hacia ella. Pero había llegado su hora. Y Morgan había
hecho las paces con eso. Estaba a su lado cuando ella respiró
por última vez. Cuando cruzó el velo. Él la lloró. Celebró su vida.
Pero no se perdió a sí mismo.
Él resopló.
686
Parecía sorprendido. Luego frunció el ceño y sacudió la
cabeza.
―Lo sé.
―No lo haré.
687
―¿Por qué nos querría aquí? ―jadeó Ryan, empujándome
por un camino oscuro justo cuando las primeras gotas de
lluvia caían del cielo oscuro.
―Mira.
―Aquí es donde...
688
―Oye ―dijo mientras se alejaba―. ¿Recuerdas cuando me
pediste que me casara contigo?
Me encogí de hombros.
―Eso creo.
―Sí.
Me frunció el ceño.
Toqué su mejilla.
689
―Vamos a ser tan felices, solo espera y...
―Que adorable.
690
―Tal vez ―Ryan estuvo de acuerdo―. Pero no soy solo un
caballero.
―¿No?
691
Él no se movió Ni siquiera podía decir si él estaba
respirando.
Yo…
―Sam.
Él ladeó la cabeza.
―No.
Él rió.
Él sonrió.
692
―No va a suceder ―le dije en voz baja―. No ganarás.
―Estás monologando.
Pareció sobresaltado.
―¿Perdóname?
Me reí ásperamente.
Su mirada se estrechó.
Le sonreí burlonamente.
693
brazo y se envolvió alrededor de mi corazón, el verde y el dorado
brillaron contra la electricidad azul que rodaba a través de mí.
Me moví más rápido que nunca, como si fuera un rayo,
golpeando a Myrin antes que él siquiera pudiera...
Él dijo:
Él dijo:
694
―¿Cómo haces para que tus ojos cambien de color? ¿Qué
es esto?
Los sentía.
Ellos dijeron:
695
Capítulo 20:
Un Destino de Dragones
Me senté.
Me levanté lentamente.
Lo recordé todo.
696
Pasé a través de los árboles.
―Tu eres ―me dijo una vez― quien eliges ser. Es tan
simple como eso, pequeño. Y estoy aquí para ayudarte a tomar
la decisión correcta, porque creo en ti más de lo que nunca he
creído en nadie.
Ahora lo hacía.
Porque ser una fuerza para el bien era mucho más difícil
que ser una para el mal.
697
Vieja bruja, dijo la luz de la izquierda dulcemente. Lo
amas tanto como yo. Nos pertenece. Le pertenecemos. Así son
las cosas.
―GB.
Estás cerca.
―¿De qué?
Del final. Pero me temo que no será tan simple como crees.
Tu corazón está en conflicto. Tu alma está fracturada.
Tragué fuertemente.
698
―No voy a…
―¿Quién?
―Idiota ―murmuré.
699
No puedo esperar para irme a dormir y poder ignorarlos a
todos durante cien años, dijo Zero con un resoplido.
700
jamás enfrentarse a mí de nuevo, porque yo era Sam de los
Dragones, y tenía cinco almas de dragones diferentes dentro
de mí. Podría atraparlos aquí y ellos no podrían…
701
Myrin se levantó del suelo. Estaba de pie sobre sus
piernas temblorosas, con un brazo alrededor de su costado.
Estaba jadeando ligeramente, con el pelo colgando alrededor
de su cara.
Me encogí de hombros.
―Eso parece.
702
salió de mis manos golpeando a Myrin en el pecho. Él se cargó,
las venas de su cuello sobresalieron mientras su cabeza se
inclinaba hacia atrás, con la mandíbula desencajada,
relámpagos saliendo de su boca y crujiendo en el aire sobre él.
Conduje la corriente eléctrica que venía de mí, un momento a
través del claro y al siguiente justo enfrente de él. Mi puño
estaba electrificado cuando lo llevé hacia atrás para
descargarlo en su pecho. Hubo una explosión de brillante
energía azul mientras volaba y aterrizaba con un choque
devastador. El rayo se alejó de él a través de la hierba, dejando
marcas de quemaduras que agrietaban la tierra como las
marcas en mi pecho.
Sonrió débilmente
Lo miré fijamente.
703
todo, Sam. Porque hiciste lo que tenías que hacer para
conseguir ventaja. Como yo lo hice.
Sam.
No, Sam.
¡No lo escuches!
704
Eso no es verdad.
Tú eres más.
705
―Porque destello intensamente… como las estrellas.
―Sí.
―Sí.
Empezó a golpear.
Le sonreí.
706
―Oh, Myrin. Ahí es donde te equivocas. Porque lo haría.
Y lo haré.
Mi orden mundial.
No, Sam.
707
No desafiar. Salvar.
Tratamos de salvarte.
Y yo…
―¿Sam?
Giré la cabeza.
Reí.
708
esto. Nunca esto. No puedes rendirte. No puedes. No lo
permitiré. ¿Y sabes por qué?
Lo solté todo.
709
Myrin dio un grito ahogado cuando fue arrojado por el
claro, aterrizando de espaldas con un estruendoso golpe,
hierba y tierra amontonándose a su alrededor.
710
―¿Estás bien? ―le pregunté en voz baja.
―Sí, ¿tú?
―Sí.
711
―Si estás pensando que es el Dragón de David, el dios
que prácticamente empezó todo este lío y es un estúpido
imbécil, entonces sí. Es quién crees que es.
Sacudí la cabeza.
712
… algo vibró justo debajo de la punta de mis dedos. Fue
benevolente y dulce, y me sorprendió que se dirigiera a mí.
―No lo entiendo.
―Los Oscuros.
―Sí.
―Sí.
―Sí.
713
―La tuviste ―dijo el Dragón Estelar―. Podrías haber
hecho caso omiso a todo esto. Ignorar tu destino. Ignorar a tus
dragones. Permitir que Verania cayera en la oscuridad.
―Y así fue.
―Eh ―dijo.
Resoplé.
714
Comandante Caballero Ryan Foxheart. Y tú eres muy grande.
Y hecho de estrellas.
Ryan gimió.
―Sí.
715
―Apesto ―dijo Ryan antes de taparse la boca con su
mano.
―Siempre.
Fruncí el ceño.
716
―Así es ―dijo el Dragon Estelar―. Todas esas elecciones,
desde el principio, condujeron a este momento. Eres como eres
gracias a ellas. Por la gente con la que te rodeas. Por la fuerza
que siempre ha estado dentro de ti. ―Él asintió hacia las luces
que se arremolinaban a nuestro alrededor―. Y la gente de
Verania también ha tomado sus elecciones. Muchos de ellos se
alejaron de ti. Te reprendieron. Te rechazaron. Podría decirse
que lucharon contra ti. Pero la gente a menudo teme lo que no
entiende, y Sam, estaban asustados. Pero incluso ahora, están
pidiendo a las estrellas que vuelvas a salvo con ellos. Todos
ustedes son criaturas tan complejas, capaces de tener las luces
más brillantes y las noches más oscuras. Tu Príncipe dijo que
la esperanza es un arma. Y lo que ves ante ti, es a tu gente
tomando las armas en tu nombre. En nombre de la esperanza.
En nombre de Sam de los Dragones.
―¿Pero?
717
―Lo sé. Morgan me enseñó eso.
―Sí.
―¿De verdad?
718
Levantó al mago Oscuro del suelo. Myrin no se resistió.
Sus miembros colgaban entre garras hechas de estrellas.
Eventualmente, se desvaneció.
No lo dudé.
―Deseo…
719
El cielo estaba despejado, la tormenta había pasado. Las
estrellas brillaban, el Dragón de David era la más brillante de
todas.
Myrin.
Se había ido.
Suspiré aliviado.
―Cállate.
Sacudió la cabeza.
Él resopló.
720
―Y todo eso. Tal vez necesitas que te recuerde que fui yo
quien evitó que te convirtieras en un villano psicópata.
Le sonreí.
Oh, joder.
Parpadeó.
Lo miré furioso.
721
momentos son extraordinariamente raros, y una vez vistos, no
puedes dejar de verlos.
Y Tiggy.
Montando a Kevin.
―Aaahhhggg.
722
luego mataste a Ryan, sólo para traerlo de vuelta a la vida en
una trama tan ridícula?, tu cerebro debería ser muy estudiado
después que mueras para descubrir por qué estás tan
trastornado. ―Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras
Randall se deslizaba de su espalda, murmurando que no
quería ser parte de esto.
―Oh, no ―dije.
723
―¡Lo siento! ―gemí―. Pensé que, si lo sabían, nunca me
dejarían hacerlo.
―¡Oye! ¡Funcionó!
Parpadeó.
724
―¡Alto! ¡Todos ustedes!
―Sam.
―Yo….
―¿Está hecho?
725
―¿Y tú estás bien?
―Estoy bien.
Estuvo bien.
De lo mejor, en realidad.
―Sí.
726
―¿De qué estás hablando ahora?
Parecía confundido.
―No puedo...
Y nos fuimos.
727
desaparecerían en el Bosque Oscuro. Si no lo hacían, bueno.
Nos encargaríamos de ellos entonces.
Todos nosotros.
Nada.
Casi nada.
Oí el trinar de un pájaro.
Di un paso adelante.
Nada.
Caí.
Entonces…
728
Era como si tuviera once años, de pie en un callejón de
los barrios bajos, después de haber convertido a un grupo de
adolescentes imbéciles en piedra.
Porque dijo:
Él dijo:
―Sam, mírame.
―No sé si puedo.
―¿Por qué?
―Tengo miedo.
―¿De qué?
729
―Es real ―dijo―. El Dragón Estelar me habló de tu deseo.
Que vino de las profundidades de tu corazón. Y yo... me dieron
a elegir.
―¿Tú estabas..?
―Sí, pequeño.
730
Epílogo:
Un Deseo A Las Estrellas
731
estábamos, e incluso de alguna forma, inhibió la magia de
Gary. Su cuerno era inútil.
732
Jeffrey se sonrojó, su pezuña delantera derecha rozando
en la tierra. Si él no fuera un imbécil malvado, pensaría que
este mitad hombre/mitad caballo, era guapo. Y estaba… no.
No, no, no.
Lo miré.
733
―¿Por qué estás vestido así? ―preguntó Jeffrey,
mirándome de arriba a abajo―. Parece un poco extraño estar
tan elegante y salir al bosque para ayudar a tu amigo a
encontrar un ligue.
Jeffrey palideció.
Gary sonrió.
734
lleva rímel. Ciertamente, no quería comprar un boleto de ida a
Gore City, viendo que ahora era un destino viable.
735
podrías simplemente dejarnos ir, ¿eh? Juro que no dejaré que
Tiggy te aplaste.
―¿De verdad?
736
―Oh. Bueno. Yo solo… pensé que habría más resistencia.
―Sí, está bien ―le dije―. Creo que estoy harto de esto. Me
gustaría ser rescatado ahora mismo
737
―Sabes ―dijo Gary― para alguien que recientemente
derrotó a un malvado mago y salvó al mundo, todavía necesitas
ser rescatado mucho.
Me encogí de hombros.
738
―¿Qué?
―Mmm… ¿sí?
―Esta… ¿bien?
¿Y yo?
739
Solo… me quedé asombrado, como lo había hecho desde
el día que lo encontré en los jardines. Habían pasado cuatro
meses desde el enfrentamiento con Myrin y todavía no podía
superar el hecho de que Morgan estaba aquí, vivo, que había
elegido la vida, a Verania, a nosotros, a mí, por encima de
cruzar el velo.
―Oh niña ―le dijo Gary a Jeffrey―. Estás listo para eso
ahora.
740
―Morgan de las Sombras ―chilló Jeffrey.
Yo estaba indignado.
741
―Tiggy no quería formar parte de esto. Sólo me importan
mis asuntos. Vestirme. Contar escobas. Entonces Sam y Gary
dicen: ‘Tiggy, tienes que hacer cosas malas’. Tiggy no quería
hacer cosas malas. Pero los quiero, así que lo hice.
―¡Tiggy! ―grité.
―¡TIGGY APLASTAR!
742
Tiggy corrió hacia Jeffrey, tiró un gran puño hacia atrás,
listo para volar.
¿No?
743
Estaba mejorando.
A él no parecía importarle.
744
―Lo eres ―dijo, apretando mi mano―. El mejor, en
realidad.
Sonreí cabizbajo.
745
Porque su tiempo se había acercado.
746
―Y fuiste tan valiente como sabíamos que podías ser
―dijo el Gran Blanco.
Zero me miró.
747
Mi sonrisa tembló un poco.
Asintió.
―¿Qué pasó?
748
―Oh. Uh, supongo. Sólo estaba... pensando. Sobre lo
agradecido que estoy.
―¿Por?
Me encogí de hombros.
―Todo.
749
―Es un buen decreto, Sam.
Y seguimos caminando.
750
mujeres para que se unieran a sus filas a partir del próximo
verano.
Me arrepentía de todo.
751
crédito de mi enamoramiento! Lo lamentaras, ¿me oyes? Lo
lamentaras.
Parpadeé.
752
―No puedo evitar sentir que algo de esto es culpa nuestra
―le dijo mamá a papá.
753
Estaba Todd, el de las orejas adorables. Había traído una
cita, y me sorprendió ver que era William, el hombre con el que
había intentado emparejar a Justin hace tanto tiempo, quien
nos había hecho llamarlo Señor. Me recordé a mí mismo de
felicitar a Todd por el collar de cuero que llevaba alrededor de
su cuello y de preguntarle cuáles eran sus límites.
754
No estaba equivocado, pero, aún así. Que imbécil.
La multitud titubeó.
Los ignoré.
Me quedé atónito.
755
Randall estaba de pie cerca del Rey, sus cejas finalmente
habían roto la última de las defensas de su rostro, librando
ahora la batalla final por el control de su cabeza. Me frunció
el ceño, probablemente ya planeaba reprenderme por mi
tardanza. Morgan estaba a su lado, pareciendo divertido. Y
sólo porque pude, lo miré con asombro, aún sin creer del todo
que estuviera aquí.
―Hola.
―¿Todo bien?
Asentí.
756
Randall aclaró su garganta.
Fruncí el ceño.
―¿Estás bien?
Parpadeé rápidamente.
757
sonríen desde las alturas, su gracia alivia lo que queda de
dolor. Hemos recuperado nuestro país, gracias en gran parte
a los hombres que hemos reunido hoy aquí.
Joder, sí.
Randall dijo:
La gente rió.
758
―Sí ―dijo Ryan inmediatamente.
―Diablos, sí ―solté.
Nadie habló.
759
Me aseguré de ver quién era para poder pedirle al Rey que
lo decapitara más tarde.
Perfecto.
Respiré aliviado.
Y entonces:
Silencio.
Silencio.
Me sonrió.
―¡Vil traidor!
760
―A mí también, querido. Realmente es una cosa mágica
entre dos personas.
Y así lo hice.
¿Pero Ryan?
761
¿Y sabes qué?
Fin
762
Nota del Autor
No puedo permitirlo.
763
Volveré a Verania algún día. Por ahora, tengo otras
historias que quiero contar.
No puedo esperar.
TJ
764
T. J. Klune Un Deseo A
Las estrellas
765