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Trastorno que tiene una evolución crónica o recurrente, que no produce una pérdida de contacto
con la realidad como las psicosis y que se manifiesta principalmente por la presencia de angustia o
ansiedad. Se trata de un rasgo caracterial que puede acompañar al sujeto durante toda su vida, de
gravedad muy variable, desde grados leves y controlables que son la mayoría hasta situaciones
gravemente incapacitantes que pueden llegar a precisar hospitalización.
Se presupone que los factores ambientales tienen un papel predominante en este tipo de
enfermedad.
El término neurosis fue acuñado por William Cullen para aquellas enfermedades nerviosas que
cursaban sin fiebre y sin lesiones de los órganos.
Causas
Tipos de neurosis
Neurosis de angustia
Neurosis fóbica
Neurosis obsesivo compulsivo
Neurosis neurasténica
Neurosis depresiva
Neurosis de despersonalización
Neurosis hipocondriaca
Neurosis histérica
Neurosis de tipo conversivo
Neurosis de tipo disociativo
El tratamiento de base de la neurosis es psicológico pero, según su nivel de gravedad, puede ser
necesario un tratamiento combinado de psicoterapia y tratamiento farmacológico.
El tratamiento farmacológico tiene un papel de apaciguador de los síntomas agudos, cuando estos
sobrepasan el umbral de sufrimiento personal, y como corta fuegos, ya que los síntomas agudos
actúan como potenciadores de las interpretaciones neuróticas.
Neurosis y psicosis
Mientras que la neurosis es un conflicto entre el Yo y el Ello para no querer saber algo de la
realidad psíquica, la psicosis es un conflicto directo entre el Yo y la realidad efectiva, es decir, se
concluye o reniega el Yo del mundo exterior.
Es vital indicar que ambas afecciones, tienen en común lo siguiente: se originan por una
frustración del deseo infantil; pero la gran diferencia es que, en la psicosis, el Ello domina al Yo y
lo aliena de la realidad exterior. De allí, que surjan los delirios y las alucinaciones sustentados por
holofrases y neologismos singulares que pasan a tener el estatuto de “cosas”.
En la psicosis, ocurre una ruptura del yo con el mundo exterior, a causa de un rechazo y
desmentida total de la realidad, por ser esta contraria a la satisfacción inmediata de la libido.
Dicha ruptura, permite la retirada del Yo ante el exterior, generando una nueva elaboración
sustitutiva a través de las alucinaciones en función de los deseos inconscientes, como si se tratara
de un sueño perpetuo indistinto del mundo perceptivo.