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Condimentos para la discusión

Marcelo Ceberio, 2007

● Los cónyuges están más preocupados en decirle al otro, que en escucharlo.


● La pareja es proclive a la escalada.
● Siempre está presente un juego de poderes, del cual uno de los cónyuges saldrá
victorioso.
● Siempre existen las inculpaciones, quejas y críticas acerca del otro.
● Se realizan lecturas lineales que apuntan al otro, y que no involucran a ambos en
una dinámica interaccional.
● Se estructuran supuestos lineales dados como realidades.
● Se expresan descalificaciones en forma de agresión (mediante gritos o ironía).
● Aparecen reproches e inculpaciones sobre sedimentos del pasado.
● Puede aparecer violencia física y verbal.

Qué NO debe hacer un terapeuta de pareja


● No debe restarle importancia a los problemas. No deberá atribuirle su semántica
sino comprender el significado que le atribuyen los integrantes de la pareja.
● No desarrollar una entrevista que se asemeje a un interrogatorio policiaco
● Promover o aceptar explicaciones dormitivas y categorizantes
● No hacer rótulos diagnósticos como parte del punto anterior
● No al abuso de abstracciones. Es necesario hablar de los problemas en concreto, es
decir, traducirlos en acciones para el cambio.
● No usar excesivamente metáforas propias
● No dar explicaciones racionalizantes o intelectualizantes.
● No hacer juicios de valor pero sí indagar cuáles son las atribuciones de valor para
los integrantes de la pareja
● No temer desestabilizar a la pareja. Crear entropía, como maniobra terapéutica, es
una de las vías hacia el cambio.
● No a los debates sobre la vida, o lo que tradicionalmente se dice irse por las ramas.
● No creer que los problemas de los que habla cada cónyuge, son idénticos, es decir,
que hablan de la misma cosa. Cada uno tiene su óptica del problema, que bien
puede coincidir o diferenciarse.
● El terapeuta joven no debe parecer mas sabio de lo que es. Debe dejar de lado la
omnipotencia y no dictar cátedra en la sesión.
● No debe hacer preguntas eruditas, en dirección al punto anterior.
● No debe facilitar ni fomenar que cristalicen luchas de poder.
Qué SI debe hacer un terapeuta de pareja
● Demarcar claramente los objetivos del tratamiento
● Focalizar el o los problemas, cercarlos y trabajarlos específicamente en sucesión o
simultaneidad.
● Enseñar a pensar sistémicamente, de manera circular.
● Hacer comprender que el síntoma es una “denuncia”
● Siempre connotar positivamente, remarcando los recursos del sistema.

Referencia bibliográfica
Ceberio, M. (2007). Se mata a quien se quiere. Los juegos del mal amor. En el baile de la pareja. Trabajo
terapéutico con parejas. Editorial Pax México.

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