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Problemas y opiniones

Alimentos funcionales: beneficios, preocupaciones y desafíos: un documento

de posición del Consejo Estadounidense de Ciencia y Salud1
Clare M. Hasler2
Departamento de Ciencia de los Alimentos y Nutrición Humana y Programa de Alimentos Funcionales para la Salud,
Universidad de Illinois, Urbana, IL 61801

Descargado de https://academic.oup.com/jn/article-abstract/132/12/3772/4712139 por un invitado el 10 de marzo de 2020

RESUMEN Se puede considerar que los alimentos funcionales son aquellos alimentos integrales, fortificados, enriquecidos o mejorados
que brindan beneficios para la salud más allá de la provisión de nutrientes esenciales (por ejemplo, vitaminas y minerales), cuando se
consumen en niveles eficaces como parte de una dieta variada en un regularmente. La vinculación del consumo de alimentos funcionales o
ingredientes alimentarios con declaraciones de propiedades saludables debe basarse en pruebas científicas sólidas, siendo el "estándar de
oro" los ensayos de intervención replicados, aleatorizados y controlados con placebo en seres humanos. Sin embargo, no todos los
alimentos en el mercado hoy que se dice que son alimentos funcionales están respaldados por suficientes datos sólidos para merecer tales
afirmaciones. Esta revisión clasifica una variedad de alimentos funcionales según el tipo de evidencia que respalda su funcionalidad, la
fuerza de esa evidencia y las ingestas recomendadas. Los alimentos funcionales representan una de las áreas más intensamente
investigadas y ampliamente promocionadas en las ciencias de la alimentación y la nutrición en la actualidad. Sin embargo, se debe
enfatizar que estos alimentos e ingredientes no son soluciones mágicas ni panaceas para los malos hábitos de salud. La dieta es solo un
aspecto de un enfoque integral para la buena salud. J. Nutr. 132: 3772–3781, 2002.

PALABRAS CLAVE: ● alimentos funcionales ● declaración medica ● suplementos dietéticos ● fitoquímicos ● bioactivo

Que los alimentos puedan proporcionar beneficios terapéuticos
claramente no es un concepto nuevo. El principio, "Deja que la comida sea tu
medicina y la medicina tu comida" fue adoptado hace 2500 años por
Hipócrates, el padre de la medicina. Sin embargo, esta filosofía de "la comida
como medicina" cayó en relativa oscuridad en el siglo XIX con el
advenimiento de la farmacoterapia moderna. En la década de 1900, el
importante papel de la dieta en la prevención de enfermedades y la
promoción de la salud volvió a ocupar un primer plano.
Durante los primeros 50 años del siglo XX, la atención científica se
centró en la identificación de elementos esenciales, en particular las
vitaminas, y su función en la prevención de diversas enfermedades por
deficiencia alimentaria. Sin embargo, este énfasis en las deficiencias de
nutrientes o la "desnutrición" cambió drásticamente durante la década
de 1970, cuando las enfermedades relacionadas con el exceso y la
"sobrenutrición" se convirtieron en un importante problema de salud
pública. Así comenzó una oleada de directrices de salud pública,
incluida la del Comité Senatorial Selecto (McGovern)Objetivos dietéticos
para los Estados Unidos(1977), el Pautas dietéticas para
estadounidenses (1980, 1985, 1990, 1996, 2000- una publicación
conjunta del USDA y el Departamento de Salud y Servicios Humanos), el
Informe del Cirujano General sobre Nutrición y Salud (1988), el Consejo
Nacional de Investigaciones Dieta y salud (1989) y Gente sana 2000 y
2010 del Servicio de Salud Pública de EE. UU. Todos estos informes
están dirigidos a la política pública y la educación enfatizando la
importancia de consumir una dieta baja en grasas saturadas y alta en
verduras, frutas, cereales integrales y legumbres para reducir el riesgo
de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, cáncer, etc.
osteoporosis, diabetes y accidente cerebrovascular.
Los científicos también comenzaron a identificar componentes
fisiológicamente activos en alimentos tanto de plantas como de animales
(conocidos como fitoquímicos y zooquímicos, respectivamente) que
potencialmente podrían reducir el riesgo de una variedad de enfermedades
crónicas. Estos eventos, junto con un envejecimiento de la población consciente de
la salud, cambios en las regulaciones alimentarias, numerosos avances
tecnológicos y un mercado propicio para la introducción de productos que
promueven la salud, se fusionaron en la década de 1990 para crear la tendencia
que ahora conocemos como “alimentos funcionales”. " Este informe incluye una
discusión sobre cómo se definen actualmente los alimentos funcionales, la solidez
de la evidencia requerida y proporcionada hasta ahora para muchos de estos
productos, las consideraciones de seguridad en el uso de algunos de estos
productos, los factores que impulsan el fenómeno de los alimentos funcionales y,
finalmente, lo que el futuro puede deparar esta nueva categoría de alimentos.
¿Qué son los alimentos funcionales?
Todos los alimentos son funcionales hasta cierto punto porque todos los
alimentos aportan sabor, aroma y valor nutritivo. Sin embargo, los alimentos
ahora se examinan de forma intensiva en busca de beneficios fisiológicos
adicionales, que pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas o optimizar la
salud. Son estos esfuerzos de investigación los que han llevado al interés mundial
en la creciente categoría de alimentos que ahora se reconoce como "alimentos
funcionales". Los alimentos funcionales no tienen una definición universalmente
aceptada. El concepto se desarrolló por primera vez en Japón en la década de 1980
cuando, frente a los crecientes costos de la atención médica, el Ministerio de Salud
y Bienestar inició un sistema regulatorio para aprobar ciertos alimentos con
beneficios para la salud documentados con la esperanza de mejorar la salud de la

1 Financiado por una subvención del American Council on Science and Health. población que envejece en la nación (1 ). Estos alimentos, que pueden llevar un
2 A quién debe dirigirse la correspondencia. Correo electrónico: c-hasler@uiuc.edu. sello especial, son

0022-3166 / 02 $ 3.00 © 2002 Sociedad Americana de Ciencias de la Nutrición. Manuscrito

recibido el 26 de agosto de 2002. Revisión aceptada el 10 de septiembre de 2002.

3772
 ALIMENTOS FUNCIONALES
ahora reconocido como Alimentos para uso sanitario específico (FOSHU).3
En julio de 2002, casi 300 productos alimenticios habían recibido el
estatus de FOSHU en Japón.
En los Estados Unidos, los alimentos funcionales no tienen tal identidad
reguladora. Sin embargo, varias organizaciones han propuesto definiciones
para esta nueva categoría de alimentos. En 1994, la Junta de Alimentos y
Nutrición de la Academia Nacional de Ciencias definió los alimentos
funcionales como "cualquier alimento o ingrediente alimentario modificado
que pueda proporcionar un beneficio para la salud más allá de los nutrientes
tradicionales que contiene" (2). El Instituto Internacional de Ciencias de la
Vida los define como “alimentos que, en virtud de la presencia de
componentes fisiológicamente activos, brindan un beneficio para la salud
más allá de la nutrición básica” (3). En un documento de posición de 1999, la
Asociación Dietética Estadounidense definió los alimentos funcionales como
alimentos que son "enteros, fortificados, enriquecidos o mejorados", pero lo
que es más importante, establece que dichos alimentos deben consumirse
como ". . . parte de una dieta variada de forma regular,
Otro término que a menudo se usa indistintamente con los alimentos
funcionales, aunque es menos favorecido por los consumidores, es
"nutracéuticos", un término acuñado en 1991 por la Fundación para la
Innovación en Medicina para referirse a casi cualquier componente bioactivo
que brinde un beneficio para la salud. En un documento de política de 1999,
Zeisel (5) distinguió astutamente los alimentos integrales de los
componentes aislados derivados de ellos en su siguiente definición de
nutracéuticos: “aquellos suplementos dietéticos que entregan una forma
concentrada de un presunto agente bioactivo de un alimento, presentado en
una matriz no alimenticia y utilizado para mejorar salud en dosis que
exceden las que se pueden obtener de la comida normal ”.
Varios factores son responsables de que este sea uno de los
3 Abreviaturas utilizadas: AMD, degeneración macular relacionada con la edad; CHD,
enfermedad cardíaca coronaria; CLA, ácido linoleico conjugado; DHA, ácido docosahexaenoico;
DSHEA, Ley de Educación y Salud de Suplementos Dietéticos; EGCG, (-) - epigalocatequina-3-
galato; EPA, ácido eicosapentaenoico; FDAMA, Ley de Modernización de la Administración de
Alimentos y Medicamentos; FOSHU, Alimentos para uso sanitario específico; GAO, Oficina de
Contabilidad General; HPFS, estudio de seguimiento de profesionales de la salud; NLEA, Ley de
educación y etiquetado nutricional.
3773
FIGURA 1 El esquema de la FDA de
acuerdo científico significativo publicado en el
documento de orientación del 22 de diciembre de 1999
(7). Este esquema diferencia la “evidencia emergente”
de la izquierda (por ejemplo, estudios en animales e in
vitro, estudios humanos no controlados) de los datos
de la derecha que representan un “consenso” e incluye
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evidencia aceptada por los organismos científicos
federales responsables de las recomendaciones de
salud pública. Por lo tanto, la fuerza de la evidencia de
una relación entre la enfermedad y la dieta se fortalece
a medida que uno se mueve de izquierda a derecha en
el esquema.
las áreas de investigación más activas en las ciencias de la nutrición en la
actualidad: 1) un énfasis en la investigación médica y nutricional sobre las
asociaciones entre la dieta y los componentes de la dieta y los beneficios
para la salud, 2) un entorno regulatorio favorable, 3) el fenómeno del
autocuidado del consumidor, y 4) rápido crecimiento en el mercado de
productos para la salud y el bienestar.
Criterios para una ciencia sólida
Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos, la
dieta juega un papel en 5 de 10 de las principales causas de
muerte, incluida la enfermedad coronaria (CHD), ciertos tipos
de cáncer, accidente cerebrovascular, diabetes (no
dependiente de insulina o tipo 2) y aterosclerosis. . El patrón
dietético que se ha relacionado con estas principales causas de
muerte en los Estados Unidos y otros países desarrollados se
caracteriza por ser relativamente alto en grasas totales y
saturadas, colesterol, sodio y azúcares refinados y
relativamente bajo en grasas insaturadas, cereales, legumbres
y frutas. y vegetales. Un conjunto de investigaciones
acumuladas sugiere ahora que el consumo de ciertos
alimentos o sus componentes fisiológicamente activos
asociados puede estar relacionado con la reducción del riesgo
de enfermedades (6). La gran mayoría de estos componentes
proceden de plantas; sin embargo,
Las afirmaciones que relacionan el consumo de alimentos funcionales o
ingredientes alimentarios con resultados para la salud requieren evidencia
científica sólida y un acuerdo científico significativo. La Administración de
Alimentos y Medicamentos (FDA) describió los criterios para un "acuerdo
científico significativo" en un documento de orientación publicado el 22 de
diciembre de 1999 (7). Como se resume en el esquema que se muestra en
Figura 1, existe una clara discrepancia entre "evidencia
emergente" (caracterizada por estudios in vitro o en animales, estudios en
humanos no controlados y evidencia epidemiológica inconsistente) y
"acuerdo científico significativo". Para llegar a tal acuerdo se requiere el
apoyo de un cuerpo de evidencia consistente y relevante proveniente de
epidemias clínicas bien diseñadas.
3774 HASLER

estudios miológicos y de laboratorio, y opiniones de expertos de un cuerpo
de científicos independientes. Las afirmaciones sobre los beneficios para la
salud de los alimentos funcionales deben basarse en pruebas científicas
sólidas, pero con demasiada frecuencia solo las llamadas “pruebas
emergentes” son la base para comercializar algunos alimentos funcionales o
sus componentes.tabla 1 categoriza una variedad de alimentos funcionales
de acuerdo con el tipo de evidencia que respalda su funcionalidad, la fuerza
de esa evidencia y los niveles de ingesta recomendados.
Alimentos funcionales de origen animal
Probablemente, la clase de componentes fisiológicamente activos
derivados de productos animales más intensamente investigada son los
ácidos grasos (n-3), que se encuentran predominantemente en pescados
(9), y recientemente, la FDA autorizó el uso de DHA y ácido araquidónico
para su uso en fórmulas para bebés a término (10). Se han realizado
cientos de estudios clínicos que investigan los efectos fisiológicos de los
ácidos grasos (n-3) en afecciones crónicas como cáncer, artritis
reumatoide, psoriasis, enfermedad de Crohn, disfunción cognitiva y
enfermedad cardiovascular (11), con el beneficio para la salud mejor
documentado siendo su papel en la salud del corazón. Un metaanálisis
reciente de 11 ensayos controlados aleatorios sugiere que la ingesta de
ácidos grasos (n-3) reduce la mortalidad general, la mortalidad por
infarto de miocardio y la muerte súbita en pacientes con cardiopatía
coronaria (12).
Las Pautas Dietéticas de la Asociación Americana del Corazón de
2000 recomiendan dos porciones de pescado graso por semana para
un corazón sano (13), y la FDA autorizó una declaración de propiedades

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grasos como el salmón, el atún, la caballa, las sardinas y el arenque (8). Los
dos ácidos grasos primarios (n-3) son el ácido eicosapentaenoico (EPA; 20: 5)
y el ácido docosahexaenoico (DHA; 22: 6). El DHA es un componente esencial
de los fosfolípidos de las membranas celulares, especialmente en el cerebro
y la retina del ojo, y es necesario para su correcto funcionamiento. El DHA es
particularmente importante para el desarrollo de estos dos órganos en los
bebés.
saludables calificada en los suplementos dietéticos que vinculan el
consumo de ácidos grasos EPA y DHA (n-3) a un reducción del riesgo de
enfermedad coronaria (14). El reclamo calificado dice:"El consumo de
ácidos grasos omega-3 puede reducir el riesgo de enfermedad
coronaria. La FDA evaluó la evidencia y determinó que, aunque existe
evidencia científica que respalda la afirmación, la evidencia no es
concluyente ".Se autorizó una reclamación "calificada" debido a ciertos

TABLA 1
Solidez de la evidencia para los alimentos funcionales actualmente en el mercado de EE. UU.1,2

Recomendado
cantidad o
Bioactivo Fuerza de frecuencia de
Comida funcional componente Beneficio para la salud Tipo de evidencia evidencia consumo Situación regulatoria

Margarinas fortificadas Esterol vegetal y Reducir total y LDL Ensayos clínicos Muy fuerte 1,3 g / d para Declaración de salud

ésteres de estanol colesterol esteroles

1,7 g / d para
estanoles
Psyllium Fibra soluble Reducir total y LDL Ensayos clínicos Muy fuerte 1 g / día Declaración de salud

colesterol
Soja Proteína Reducir total y LDL Ensayos clínicos Muy fuerte 25 g / día Declaración de salud

colesterol
Productos de avena integral - - Glucano Reducir total y LDL Ensayos clínicos Muy fuerte 3 g / día Declaración de salud

colesterol
Jugo de arándano Proantocianidinas Reducir el tracto urinario Pequeño número de Moderar 300 ml / día Comida convencional
infecciones ensayos clínicos
Pescado grasoso (n-3) Ácidos grasos Reducir TG, reducir Ensayos clínicos; Fuerte 2 / semana Declaración de propiedades saludables calificada

enfermedad del corazón epidemiológico para la dieta

muertes cardíacas y estudios suplementos
fatal y no fatal
miocárdico
infarto
Ajo Organosulfur Reducir total y LDL Ensayos clínicos Moderar 600 a 900 mg / día Comida convencional o
compuestos colesterol suplemento dietético
Té verde Catequinas Reducir el riesgo de ciertos Epidemiológico Débil para Desconocido Comida convencional
tipos de cancer moderar
Espinaca, col rizada, Luteína / zeaxantina Reducir el riesgo de envejecimiento Epidemiológico Débil para 6 mg / día Comida convencional o
hojas de berza macular relacionado moderar suplemento dietético
degeneración
Tomates y Licopeno Reducir el riesgo de próstata Epidemiológico Débil para Diario Comida convencional
procesado cáncer moderar
productos de tomate
Cordero, pavo, ternera, CLA Reducir el cáncer de mama In vivo e in vitro Débil Desconocido Comida convencional
lácteos estudios
Crucífero, Glucosinolatos, Reducir el riesgo de ciertos Epidemiológico Débil 3 o más Comida convencional
verduras indoles tipos de cancer porciones / semana

Lácteos fermentados Probióticos Apoyar la salud gastrointestinal, In vivo e in vitro Débil Diario Comida convencional o
productos aumentar la inmunidad estudios, limitados suplemento dietético
Datos clinicos

1 Los alimentos que tienen una declaración de propiedades saludables aprobada por la FDA (ésteres de esterol / estanol, avena, psyllium, soja) generalmente están respaldados por dos docenas o más de ensayos clínicos
publicados bien diseñados. Por ejemplo, la petición de declaración de propiedades saludables de la soja contenía -40 ensayos clínicos, mientras que solo hay unos pocos ensayos clínicos sobre el jugo de arándano y las
infecciones del tracto urinario.
2 TG, triglicéridos; CLA, ácido linoleico conjugado; GI, gastrointestinal.
 ALIMENTOS FUNCIONALES
preocupaciones de seguridad con respecto al consumo de altos niveles de
ácidos grasos (n-3), que incluyen: 1) aumento de los tiempos de sangrado; 2)
mayor riesgo de accidente cerebrovascular hemorrágico; 3) la formación de
productos de oxidación biológicamente activos a partir de la oxidación de
ácidos grasos (n-3); 4) aumento de los niveles de colesterol LDL; y5)
Reducción del control glucémico entre personas con diabetes. La FDA
concluyó que el uso de suplementos de ácidos grasos (n-3) es seguro,
siempre que la ingesta diaria de EPA y DHA de los suplementos no supere los
2 g / d (14).
Otra clase de componentes derivados de animales biológicamente
activos que ha recibido una atención creciente en los últimos años son los
probióticos. Definido como"microorganismos viables que son beneficiosos
para la salud humana ” (15), los beneficios para la salud de los probióticos se
han considerado desde el cambio de siglo, cuando el microbiólogo
Metchnikoff, ganador del premio Nobel, postuló por primera vez que las
bacterias del ácido láctico contribuían a la longevidad de los campesinos
búlgaros (16). Se cree que una amplia variedad de microorganismos vivos
puede contribuir a la salud humana, aunque la evidencia proviene
principalmente de estudios en animales. Además de numerosas cepas de
Lactobacillus acidophilus, otras cepas de lactobacillus se están incorporando
en productos alimenticios funcionales ahora en el mercado, incluyendo L.
johnsonii La1, L. reuteri, L. GG, y
L. casei Shirota. Un resumen del estado científico reciente sobre los
probióticos del Instituto de Tecnólogos de Alimentos resumió el apoyo
científico para el uso terapéutico y / o preventivo de estos ingredientes
funcionales para diversos problemas de salud, incluido el cáncer, la
función del tracto intestinal, la función inmunológica, las alergias, la
salud del estómago y la salud urogenital. , reducción del colesterol e
hipertensión (17). La revisión enfatiza que el éxito futuro de los
probióticos requerirá un fuerte apoyo de los científicos médicos y de la
nutrición y que los estudios que documentan estos efectos en humanos
son limitados.
Más recientemente, los esfuerzos de investigación se han centrado en los prebióticos,
es decir, ingredientes alimenticios no digeribles que afectan de forma
beneficiosa al huésped al estimular selectivamente el crecimiento y / o
la actividad de una o un número limitado de bacterias beneficiosas en
el colon, mejorando así la salud del huésped (18). Los prebióticos
incluyen carbohidratos de cadena corta como los fructooligosacáridos y
la inulina, que ingresan al colon y sirven como sustratos para las
bacterias endógenas del colon. Más reciente aún es el concepto de
"simbióticos", que son mezclas de probióticos y prebióticos que afectan
de manera beneficiosa al huésped mejorando la supervivencia y la
implantación de suplementos dietéticos microbianos vivos en el tracto
gastrointestinal, estimulando selectivamente el crecimiento y / o
activando el metabolismo. de una o un número limitado de bacterias
promotoras de la salud y, por lo tanto, mejorando el bienestar del
huésped (18).
Otro ingrediente no vegetal que ha sido objeto de mayores esfuerzos de
investigación en los últimos años es el ácido linoleico conjugado (CLA). Este
componente, que fue identificado por primera vez como un potente agente
antimutagénico en la carne molida frita por Pariza y sus colaboradores (19),
es una mezcla de formas estructuralmente similares de ácido linoleico (cis-9,
ácido trans-11 octadecadienoico). El CLA está presente en casi todos los
alimentos, pero se encuentra en cantidades particularmente grandes en
productos lácteos y alimentos derivados de animales rumiantes (20). Por
ejemplo, la carne de res cruda contiene de 2,9 a 4,3 mg de CLA / g de grasa,
mientras que el cordero, el pollo, el cerdo y el salmón contienen 5,6, 0,9, 0,6
y 0,3 mg de CLA / g de grasa, respectivamente, y los productos lácteos
contienen de 3,1 a 6,1 mg de CLA / g de grasa (21). La inhibición de la
carcinogénesis mamaria en animales es el efecto fisiológico más
ampliamente documentado del CLA (22), y también hay evidencia emergente
de que el CLA puede disminuir la grasa corporal y aumentar la masa
muscular tanto en modelos de roedores (23) como en humanos (24). aunque
no todos los estudios en humanos han sido positivos a este respecto.
También hay evidencia preliminar de que el CLA puede aumentar la
densidad ósea en modelos animales (25).
3775
Alimentos funcionales de origen vegetal
Se han investigado numerosos alimentos vegetales o ingredientes
fisiológicamente activos derivados de plantas por su papel en la prevención
de enfermedades y la salud. Sin embargo, solo un pequeño número de estos
ha tenido documentación clínica sustancial de sus beneficios para la salud.
Un número aún menor ha superado el riguroso estándar de “acuerdo
científico significativo” requerido por la FDA para la autorización de una
declaración de propiedades saludables, que se discutirá con más detalle a
continuación. Los alimentos vegetales actualmente elegibles para llevar una
declaración de propiedades saludables aprobada por la FDA incluyen avena
soluble (--glucano) fibra (26), fibra soluble de cáscara de semilla de psyllium
(27), proteína de soja (28) y margarina fortificada con esterol y éster de
estanol (29).
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Algunos alimentos de origen vegetal o componentes alimentarios
actualmente no tienen declaraciones de propiedades saludables aprobadas,
pero tienen una investigación clínica creciente que respalda sus posibles
beneficios para la salud y, por lo tanto, se describirían como con evidencia
moderadamente sólida. Estos incluyen arándanos, ajo, nueces, uvas y
chocolate y se analizan brevemente a continuación.
Los arándanos han sido reconocidos desde la década de 1920 por su
eficacia en el tratamiento de infecciones del tracto urinario. Un ensayo
clínico histórico (30) confirmó este efecto terapéutico en un estudio bien
controlado en el que participaron 153 mujeres ancianas. Investigaciones más
recientes han confirmado que los taninos condensados (proantocianidinas)
en el arándano son el componente biológicamente activo y previenenE. coli
de adherirse a las células epiteliales que recubren el tracto urinario (31). Una
nueva investigación preliminar sugiere que las propiedades antiadherentes
del arándano también pueden proporcionar otros beneficios para la salud,
incluso en la cavidad bucal (32).
Ajo (Allium sativum) se ha utilizado durante miles de años para una
amplia variedad de fines medicinales; sus efectos probablemente se
atribuyan a la presencia de numerosos componentes orgánicos de
azufre fisiológicamente activos (p. ej., alicina, sulfuros alílicos) (33). Se
ha demostrado en estudios clínicos que el ajo tiene un efecto moderado
en la disminución de la presión arterial (34), mientras que un conjunto
creciente de datos epidemiológicos sugiere una relación inversa entre
el consumo de ajo y ciertos tipos de cáncer (35), particularmente del
estómago (36). Esto último puede deberse en parte a la capacidad del
ajo para inhibir la actividad deHelicobacter pylori (la bacteria que causa
las úlceras). Sin embargo, el efecto clínico mejor documentado del ajo
se refiere a su capacidad para reducir el colesterol en sangre. Un
metanálisis de 13 ensayos doble ciego controlados con placebo (37)
indicó que los componentes del ajo (10 mg de aceite destilado al vapor
o 600-900 mg de ajo en polvo estandarizado) redujeron
significativamente el colesterol total en comparación con el placebo en
un 4-6%. Sin embargo, la Agency for Healthcare Research & Quality (38),
que examinó ensayos controlados aleatorios de al menos 1 mes de
duración, concluyó que, aunque los ensayos clínicos muestran varios
efectos prometedores, modestos y a corto plazo de la suplementación
con ajo sobre los factores lipídicos y antitrombóticos , “Los efectos
sobre los resultados clínicos no están establecidos. . . " Es probable que
esto se deba a la falta de coherencia entre los estudios en el tipo de
preparación utilizada y el diseño general del estudio.
Aunque los alimentos con alto contenido de grasas no se han considerado
tradicionalmente como "saludables para el corazón" (a excepción de los pescados
grasos), se está acumulando evidencia sobre los beneficios cardiovasculares de
una variedad de frutos secos, cuando forman parte de una dieta baja en grasas
saturadas y colesterol (39). Los ensayos clínicos, que han examinado
específicamente el efecto de las almendras sobre los lípidos en sangre, han
encontrado que estos frutos secos reducen significativamente el colesterol total en
un 4-12% y el colesterol LDL en un 6-15% (40,41). Más recientemente, una revisión
de la Oficina de Investigación de Ciencias de la Vida de seis ensayos de
intervención clínica con nueces demostró consistentemente disminuciones en el
colesterol total y LDL que deberían reducir el riesgo de cardiopatía coronaria (42).
3776
A fines de la década de 1970, los investigadores notaron que los
residentes en ciertas áreas de Francia, que eran ávidos bebedores de vino
tinto, tenían menos enfermedades cardíacas que otras poblaciones
occidentales a pesar de que consumían más grasas en su dieta. Esta
observación desencadenó numerosas investigaciones sobre la denominada
“paradoja francesa” (43) y la investigación posterior confirmó la presencia de
altas concentraciones de polifenoles antioxidantes en las pieles de las uvas
tintas. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que en varios estudios se ha
demostrado que el consumo moderado de cualquier bebida alcohólica, por
ejemplo, cerveza, vino o licores destilados, reduce el riesgo de enfermedad
cardíaca en poblaciones seleccionadas (44).
Para aquellos que deseen abstenerse de consumir alcohol, los ensayos
clínicos recientes demuestran que el jugo de uva también puede ejercer
efectos beneficiosos similares a los del vino tinto porque ambos son ricos en
compuestos antioxidantes fenólicos. Se ha demostrado que el consumo de
jugo de uva reduce la agregación plaquetaria (45).
Otro alimento que es fuente de polifenoles y que apenas se está
comenzando a investigar por sus posibles beneficios para la salud del
corazón (46) es el chocolate. El chocolate contiene flavonoides
(procianidinas), que pueden reducir el estrés oxidativo sobre el colesterol
LDL. En un ensayo clínico reciente en el que participaron 23 sujetos que
consumían una dieta complementada con chocolate y cacao en polvo que
proporcionaban -466 mg de procianidinas / día, el tiempo de oxidación del
colesterol LDL aumentó en un 8% en comparación con los sujetos que
consumían una dieta estadounidense normal (47).
Se están acumulando datos epidemiológicos sobre los beneficios
para la salud de varios alimentos funcionales adicionales o
componentes alimentarios de origen vegetal, incluido el té (catequinas),
el licopeno de los tomates, en particular los productos de tomate
cocidos y / o procesados, y los carotenoides luteína y zeaxantina de los
vegetales de hojas verdes.
El efecto del consumo de té verde o negro sobre el riesgo de cáncer
(48) ha sido objeto de numerosos estudios. Los estudios en
animales muestran consistentemente que el consumo de té verde
reduce el riesgo de varios tipos de cánceres. Hasta ahora, solo
unos pocos estudios han evaluado los efectos del té negro. El té
verde es particularmente abundante en componentes polifenólicos
específicos conocidos como catequinas (49). Las principales
catequinas en el té verde son (-) - epicatequina, (-) - epicatequina-3-
galato, (-) - epigalocatequina y (-) - epigalocatequina-3-galato
(EGCG) (50). Una taza (240 ml) de té verde elaborado contiene hasta
200 mg de EGCG, el principal componente polifenólico del té verde.
Aunque 100 estudios epidemiológicos han examinado el efecto del
consumo de té sobre el riesgo de cáncer, los datos son contradictorios
(51). Un estudio reciente (52) en el que participaron 26.311 residentes
de tres municipios del norte de Japón no encontró asociación entre el
consumo de té verde y el riesgo de cáncer gástrico. Actualmente se
están llevando a cabo ensayos clínicos de fase I en el MD Anderson
Cancer Center (Houston, TX) en colaboración con el Memorial Sloan-
Kettering Cancer Center en Nueva York sobre la seguridad y eficacia de
consumir el equivalente a -10 tazas de té verde por 30 casos de cáncer.
pacientes con tumores sólidos avanzados.
Los tomates y los productos derivados del tomate también se están
investigando por su papel en la quimioprevención del cáncer y son únicos
porque son la fuente dietética más importante de licopeno, un carotenoide
no provitamina A que también es un potente antioxidante (53). Una revisión
exhaustiva de 72 estudios epidemiológicos (54) encontró una asociación
inversa entre la ingesta de tomate o la concentración plasmática de licopeno
y el riesgo de cáncer en un sitio anatómico definido en 57 de los 72 estudios
revisados (79%); en 35 de estos estudios, las asociaciones inversas fueron
estadísticamente significativas. Ningún estudio indicó un mayor riesgo con el
aumento del consumo de tomate o los niveles sanguíneos de licopeno.
Además, la reducción del riesgo para aproximadamente la mitad de todos
los estudios revisados fue del 40% (es decir, una estimación del riesgo
relativo de 0,6). Los cánceres de próstata, pulmón y estómago mostraron la
asociación inversa más fuerte
HASLER
ciaciones, mientras que los datos sugirieron cánceres de
páncreas, colon y recto, esófago, cavidad oral, mama y cuello
uterino.
La mayoría de los ensayos clínicos en curso que involucran el licopeno y
la prevención del cáncer se enfocan en el cáncer de próstata, en gran parte
porque un estudio de 1995 (55) que involucró a 47,000 participantes del
Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud (HPFS) seguido de 1986
a 1992 encontró que -10 porciones / semana de salsa de tomate, tomates,
jugo de tomate o pizza podría reducir el riesgo de cáncer de próstata en un
35%; El cáncer de próstata avanzado (es decir, tumores más agresivos) se
redujo en un 53%. Más importante aún, de las 46 frutas y verduras
evaluadas, los productos de tomate fueron los únicos alimentos que se
asociaron con un riesgo reducido de cáncer de próstata. Los datos de
seguimiento adicionales del HPFS hasta 1998 respaldaron aún más la
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observación anterior de que el licopeno reduce el riesgo de cáncer de
próstata y, más específicamente, encontraron que la ingesta de salsa de
tomate (2 porciones / semana) se asoció con una reducción del 23% en el
riesgo de cáncer de próstata (56). El efecto protector de los productos de
tomate puede resultar de la capacidad del licopeno para acumularse
selectivamente en la glándula prostática, quizás cumpliendo una función
antioxidante en ese órgano (57). Esta hipótesis fue reforzada por un estudio
reciente que encontró que los hombres con adenocarcinoma de próstata
localizado habían reducido significativamente el daño oxidativo del ADN de
la próstata después del consumo de comidas a base de salsa de tomate que
contenían 30 mg de licopeno durante 3 semanas (58).
Otro carotenoide que ha recibido atención recientemente por su papel
en la reducción del riesgo de enfermedades es la luteína, el pigmento
principal de la mácula del ojo (un área de la retina responsable de la visión
más nítida). Más específicamente, la investigación se centra en el papel de la
luteína en la salud ocular debido a su capacidad para neutralizar los
radicales libres que pueden dañar el ojo y al prevenir la fotooxidación. Por lo
tanto, las personas que tienen una dieta alta en luteína pueden tener menos
probabilidades de desarrollar degeneración macular relacionada con la edad
(DMAE) (59,60) o cataratas (61,62), las dos causas más comunes de pérdida
de la visión en adultos. Debido a la creciente evidencia del papel de la luteína
en la salud ocular, ahora están apareciendo en el mercado suplementos que
contienen este carotenoide. Sin embargo, existe cierta preocupación, que la
luteína en forma de suplemento puede no proporcionar el mismo beneficio
que la luteína que se encuentra naturalmente en los alimentos (63). En
marzo de 2000, el National Eye Institute de los NIH emitió una declaración
sobre la luteína y su papel en la prevención de enfermedades oculares (64):"
Las afirmaciones sobre una asociación entre la luteína y la salud ocular
deben abordarse con precaución. Los posibles beneficios de la luteína en el
ojo siguen siendo inciertos ".La declaración indica que hay poca evidencia
científica directa en este momento para respaldar la afirmación de que
tomar suplementos que contienen luteína puede disminuir el riesgo de
desarrollar AMD o cataratas. Sin embargo, la posibilidad de que la luteína
pueda reducir el riesgo de enfermedades oculares relacionadas con
oxidantes claramente justifica más investigaciones. Buenas fuentes de
luteína son las verduras de hoja verde como la espinaca (7,4 mg / 100 g) y el
repollo cocido (14,4 mg / 100 g).
Aunque aún no está respaldado por datos clínicos o
epidemiológicos, la evidencia de estudios in vitro e in vivo (en animales)
respalda los beneficios preventivos del cáncer de los lignanos de linaza
(65), los limonoides de los cítricos (66) y varios fitoquímicos de vegetales
crucíferos, incluidos los isotiocianatos e indoles. (67). Con respecto a
este último, los brotes de brócoli se comercializan actualmente como
un suplemento dietético, destacando la posible acción preventiva del
cáncer de un supuesto componente fisiológicamente activo, el
sulforafano, y como un alimento que contiene altos niveles de
sulforafano. In vitro e in vivo, se ha demostrado que este componente
es un potente inductor de las enzimas desintoxicantes de fase II en el
hígado. Tales enzimas aceleran la inactivación de sustancias tóxicas y,
por lo tanto, aceleran su eliminación.
 ALIMENTOS FUNCIONALES 3777

inación del cuerpo (68). Sin embargo, la comercialización de alimentos
convencionales como suplementos dietéticos ha generado
controversias, como se verá más adelante.
Consideraciones de seguridad
Aunque existe evidencia de que ciertos alimentos funcionales o ingredientes
alimentarios pueden desempeñar un papel en la prevención de enfermedades y la
promoción de la salud, las consideraciones de seguridad deben ser primordiales.
Recientemente se han planteado preocupaciones sobre la seguridad, en particular con
respecto a la adición aparentemente indiscriminada de productos botánicos a los
alimentos. Una plétora de barras, bebidas, cereales y sopas "funcionales" se están
mejorando con ingredientes botánicos, algunos de los cuales pueden representar un
riesgo para ciertos consumidores. Los problemas de seguridad relacionados con las
las siguientes recomendaciones sobre la seguridad de los alimentos
funcionales:
● Desarrollar y promulgar regulaciones u otras orientaciones para la
industria sobre la evidencia necesaria para documentar la seguridad
de los nuevos ingredientes dietéticos en los suplementos dietéticos.
● Desarrollar y promulgar reglamentos u otras orientaciones para la industria
sobre la información relacionada con la seguridad requerida en las
etiquetas de los suplementos dietéticos y los alimentos funcionales.
● Desarrollar un sistema mejorado para registrar y analizar
informes de problemas de salud asociados con alimentos
funcionales y suplementos dietéticos.
Un entorno regulatorio favorable

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hierbas son complejos y el tema de la interacción entre las hierbas y los medicamentos ha
recibido una atención cada vez mayor. Un ejemplo es la hierba de San Juan, una hierba
popular utilizada para tratar la depresión leve. El extracto de Hypericum de la hierba de
San Juan aumenta significativamente la actividad metabólica del citocromo P del hígado
450. Esta enzima inactiva varios medicamentos y, por lo tanto, se esperaría que
disminuyera sus niveles y actividades en el cuerpo. Se ha demostrado que el consumo de
hierba de San Juan causa disminuciones concomitantes en las concentraciones
plasmáticas de teofilina, ciclosporina, warfarina y etinilestradiol / desogestrel
(anticonceptivos orales) (69). Estos datos llevaron a la FDA a emitir un aviso de salud
pública sobre la hierba de San Juan en febrero de 2000, al igual que las autoridades
canadienses. En los Estados Unidos, algunos grupos de consumidores han presionado a
la FDA para detener la venta de 75 alimentos funcionales mejorados con hierba de San
Juan, así como las siguientes hierbas adicionales: guaraná, gotu kola, ginseng, ginkgo
biloba, equinácea, kava kava y espirulina. . También en 2000, la Oficina de Contabilidad
General (GAO) publicó un informe que planteaba preocupaciones sobre la seguridad de
ciertos alimentos funcionales (70). El informe de la GAO declaró que la FDA “no ha
desarrollado regulaciones ni ha proporcionado orientación a las empresas sobre el tipo
de información relacionada con la seguridad que debería incluirse en las etiquetas de los
alimentos funcionales y los suplementos dietéticos. La ausencia de dicha información de
seguridad representa un riesgo de seguridad significativo para algunos consumidores ".
En junio de 2001, la FDA emitió cartas de advertencia a la industria alimentaria sobre el
uso de "ingredientes nuevos" como la hierba de San Juan en alimentos convencionales
(71). La GAO ha hecho la FDA emitió cartas de advertencia a la industria alimentaria sobre
el uso de "ingredientes nuevos" como la hierba de San Juan en los alimentos
convencionales (71). La GAO ha hecho la FDA emitió cartas de advertencia a la industria
alimentaria sobre el uso de "ingredientes nuevos" como la hierba de San Juan en los
alimentos convencionales (71). La GAO ha hecho
En 1990, 1994 y 1997 se produjeron tres cambios importantes que
afectaron la difusión de información a los consumidores sobre la relación
entre la dieta y la salud en las reglamentaciones alimentarias. El primero de
ellos es la Ley de Educación y Etiquetado Nutricional de 1990 (NLEA). La NLEA
permite declaraciones en las etiquetas de los alimentos que caracterizan la
relación de cualquier alimento o componente alimentario con una
enfermedad o condición relacionada con la salud. Estas "declaraciones de
propiedades saludables" deben ser aprobadas previamente por la FDA antes
de su uso. Según la NLEA, el Congreso ordenó a la FDA que revisara 10
relaciones dieta-enfermedad, ocho de las cuales finalmente se aprobaron
como declaraciones de propiedades saludables (verTabla 2).
La NLEA también permite la autorización de nuevas declaraciones de
propiedades saludables después de la presentación de una petición a la FDA. Sin
embargo, debido a la complejidad y los gastos involucrados en el proceso de
petición, hasta julio de 2002, sólo cinco declaraciones de propiedades saludables
adicionales han sido aprobadas bajo NLEA en respuesta a las peticiones de la
industria alimentaria (Tabla 3).
Para acelerar el proceso de aprobación de declaraciones de propiedades
saludables y, por lo tanto, acelerar la disponibilidad de mensajes de salud para los
consumidores, el Congreso promulgó la Ley de Modernización de la FDA (FDAMA)
en 1997. Esta legislación agiliza el proceso de aprobación previa de la FDA al
permitir el uso de las llamadas "declaraciones autorizadas" en etiquetas de
alimentos como declaraciones de propiedades saludables. Dichas declaraciones
deben ser publicadas por ciertos organismos gubernamentales de EE. UU.
Responsables de la protección de la salud pública, como los NIH, los Centros para
el Control y la Prevención de Enfermedades o la Academia Nacional de Ciencias.

TABLA 2
Relaciones dieta-enfermedad obligadas a ser revisadas por la FDA bajo la NLEA y actualmente aprobadas como declaraciones de propiedades saludables1

Relación dieta-enfermedad Reclamación modelo

Calcio y osteoporosis El ejercicio regular y una dieta saludable con suficiente calcio ayudan a los adolescentes y adultos jóvenes
Las mujeres blancas y asiáticas mantienen una buena salud ósea y pueden reducir su riesgo de
osteoporosis.
Sodio e hipertensión Las dietas bajas en sodio pueden reducir el riesgo de hipertensión, una enfermedad
asociado con muchos factores.
Grasa dietética y cáncer El desarrollo del cáncer depende de muchos factores. Una dieta baja en grasas totales puede reducir
el riesgo de algunos cánceres.
Grasas saturadas dietéticas y colesterol y coronario. Si bien muchos factores afectan las enfermedades cardíacas, las dietas bajas en grasas saturadas y colesterol
enfermedad del corazón puede reducir el riesgo de esta enfermedad.
Productos de cereales, frutas y verduras que contienen fibra Las dietas bajas en grasas ricas en fibra que contienen cereales, frutas y verduras pueden
y cancer Reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer, una enfermedad asociada con muchos factores.
Frutas, verduras y productos de cereales que contienen fibra, Dietas bajas en grasas saturadas y colesterol y ricas en frutas, verduras y cereales
fibra particularmente soluble y enfermedad coronaria Los productos que contienen algunos tipos de fibra dietética, particularmente fibra soluble, pueden
reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, una enfermedad asociada con muchos factores.
Frutas y verduras y cáncer Las dietas bajas en grasas ricas en frutas y verduras pueden reducir el riesgo de algunos tipos de
cáncer, una enfermedad asociada a muchos factores.
Defectos congénitos del folato y del tubo neural Las dietas saludables con una cantidad adecuada de folato diario pueden reducir el riesgo de una mujer de tener una
niño con un defecto congénito del cerebro o de la médula espinal.

1 FDA, Administración de Drogas y Alimentos; NLEA, Ley de educación y etiquetado nutricional.

3778 HASLER

TABLA 3
Declaraciones de propiedades saludables aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos a raíz de las peticiones presentadas por la industria alimentaria

Componente alimenticio Declaración de propiedades saludables aprobada

Alcoholes de azúcar y caries dental
Alimentos que contienen fibra de avena integral
productos y enfermedades coronarias
Alimentos que contienen fibra de psyllium y
enfermedad coronaria
Proteína de soja y enfermedad coronaria
Esteres de esterol / estanol vegetal y coronario
El consumo frecuente de alimentos con alto contenido de azúcares y almidones como bocadillos entre comidas puede promover la
decaer. El alcohol de azúcar [nombre del producto] que se usa para endulzar este alimento puede reducir el riesgo de
caries dental.
Las dietas bajas en grasas saturadas y colesterol que incluyen fibra soluble de avena integral pueden reducir
el riesgo de enfermedad cardíaca.
Las dietas bajas en grasas saturadas y colesterol que incluyen fibra soluble de la cáscara de la semilla de psyllium pueden
reducir el riesgo de enfermedad cardíaca.
Las dietas bajas en grasas saturadas y colesterol que incluyen 25 gramos de proteína de soja al día pueden reducir
el riesgo de enfermedad cardíaca. Una porción de [nombre del alimento] proporciona 6.25 gramos de proteína de soja. Esteroles
vegetales: alimentos que contienen al menos 0,65 gramos por porción de esteroles vegetales, consumidos dos veces al día.

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enfermedad del corazón con las comidas para una ingesta diaria total de al menos 1,3 gramos, como parte de una dieta baja en grasas saturadas y
colesterol, puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca. Una porción de [nombre del alimento] proporciona_gramos de
ésteres de esteroles de aceite vegetal.
Ésteres de estanol de plantas: alimentos que contienen al menos 1,7 gramos por porción de ésteres de estanol de plantas, ingeridos
dos veces al día con las comidas para una ingesta diaria total de al menos 3.4 gramos, como parte de una dieta baja en grasas
saturadas y colesterol, puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca. Una porción de [nombre del alimento]
proporciona_gramos de ésteres de estanol de plantas.

Los fabricantes de alimentos que tengan la intención de utilizar declaraciones
autorizadas como declaraciones de propiedades saludables deben notificar a la
FDA al menos 120 días antes de comercializar un producto que lleve la declaración;
Entonces, es responsabilidad de la FDA prohibir o modificar la declaración dentro
de ese plazo. Si la FDA no responde, la afirmación puede utilizarse tal como se
envió. Hasta la fecha, se han autorizado dos declaraciones de propiedades
saludables bajo FDAMA (Cuadro 4).
El tercer y probablemente más importante (y controvertido) cambio en las
regulaciones alimentarias fue la aprobación de la Ley de Educación y Salud de
Suplementos Dietéticos de 1994 (DSHEA). Esta ley regula los suplementos
dietéticos como alimentos, no como aditivos alimentarios, definiéndolos como
“vitaminas, minerales, hierbas u otros ingredientes botánicos, aminoácidos u otras
sustancias dietéticas para uso del hombre para complementar la dieta
aumentando la ingesta dietética total, incluidos los concentrados , metabolitos,
constituyentes, extractos o cualquier combinación de los anteriores ". A diferencia
de las declaraciones de propiedades saludables, que requieren la aprobación
previa de la FDA después de un "acuerdo científico significativo" sobre una relación
dieta-enfermedad después de una revisión de la "evidencia disponible
públicamente", los suplementos dietéticos pueden llevar las llamadas
declaraciones de "estructura / función" sin aprobación previa de la FDA, poniendo
así la carga de la prueba de seguridad y eficacia en la FDA. Tales afirmaciones son
aquellas que:1) describir la función de un nutriente o ingrediente dietético
destinado a afectar la estructura o función en los seres humanos;2) caracterizar el
mecanismo documentado por el cual un nutriente o ingrediente dietético actúa
para mantener dicha estructura o función; 3) describir el bienestar general del
consumo de un nutriente o ingrediente dietético; o4) reclaman un beneficio
relacionado con una enfermedad clásica por deficiencia de nutrientes y la
prevalencia de dicha enfermedad en los Estados Unidos. Los fabricantes que
utilizan declaraciones de estructura / función en las etiquetas de los productos
deben simplemente notificar a la FDA dentro de los 30 días posteriores a la
comercialización del producto que muestra el
afirmar. El siguiente descargo de responsabilidad debe acompañar al
reclamo:“Esta declaración no ha sido evaluada por la Administración de
Drogas y Alimentos. Este producto no está destinado a diagnosticar, tratar,
curar o prevenir ninguna enfermedad ".La FDA ha recibido varios miles de
notificaciones de reclamos de estructura / función de suplementos dietéticos
desde la aprobación de la DSHEA. Ejemplos de afirmaciones de estructura /
función incluyen "ayuda a mantener un sistema inmunológico saludable"
para los suplementos dietéticos que contienen equinácea y "mantiene los
niveles de colesterol que ya están en el rango normal" para un producto
combinado que contiene aceite de pescado, aceite de linaza y ajo. Las
afirmaciones de estructura / función también pueden aparecer en alimentos
convencionales sin mostrar la exención de responsabilidad que debe
aparecer en los suplementos dietéticos. Cuando se utilizan en alimentos
convencionales, las declaraciones deben incluir una indicación de cómo el
nutriente en cuestión afecta la estructura o función del cuerpo.
Por lo tanto, desde principios de la década de 1990, debido a la acción del
Congreso, que algunos creen que ha impuesto serias limitaciones a la FDA, la
tendencia nacional ha sido hacia la flexibilización de los requisitos para la
fundamentación científica de los mensajes relacionados con la salud en muchos
alimentos y artículos relacionados con los alimentos.
Rápido crecimiento en el mercado de productos para la
salud y el bienestar.
Debido a la oportunidad de hacer declaraciones en las etiquetas de los
alimentos relacionadas con los beneficios para la salud de los alimentos
funcionales, no es sorprendente que las principales empresas estén interesadas en
desarrollar dichos alimentos para el mercado de la salud y el bienestar.
Una encuesta reciente de 38 directores de investigación de las principales
empresas de alimentos realizada por el Instituto de Tecnólogos de Alimentos
clasificó los esfuerzos de investigación en el desarrollo de alimentos considerados

TABLA 4
Declaraciones de propiedades saludables autorizadas por la FDA bajo la Ley de Modernización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de 1997

Relación dieta-enfermedad Reclamación modelo

Potasio, presión arterial y accidente cerebrovascular. Las dietas que contienen alimentos que son buenas fuentes de potasio y bajos en sodio pueden reducir
el riesgo de hipertensión arterial y accidente cerebrovascular.
Granos integrales, enfermedades cardíacas y cáncer Dietas ricas en alimentos integrales y otros alimentos vegetales y bajas en grasas totales, grasas saturadas,
y el colesterol puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y ciertos cánceres.
 ALIMENTOS FUNCIONALES
Se espera que sea saludable mucho antes de los esfuerzos de
investigación dirigidos hacia la seguridad alimentaria, o hacia el
desarrollo de alimentos orgánicos o bajos en grasas (72). De
manera similar, la Encuesta sobre las 100 principales
investigaciones y desarrollo de la revista Food Processing de 2001
(73) identificó los alimentos funcionales / nutracéuticos como una
de las principales categorías de alimentos a la que dedicar
esfuerzos de investigación y desarrollo durante los próximos cinco
años. Esto no es sorprendente, dado que durante la década de
1990, la industria de alimentos saludables (que abarca alimentos
funcionales, alimentos enriquecidos, suplementos, alimentos
orgánicos y suplementos dietéticos) tuvo aumentos de ventas de
-10-20% / año. Aunque el tamaño del mercado de alimentos
funcionales es difícil de cuantificar porque muchos de los datos
incluyen otros tipos de productos relacionados con la salud, según
una encuesta reciente, el mercado de alimentos funcionales de EE.
UU. Se estima actualmente en - $ 18.5 mil millones (74).
El fenómeno del autocuidado del consumidor
Numerosas encuestas realizadas durante la última década han
indicado que un número cada vez mayor de consumidores asume una
mayor responsabilidad por su propia salud y bienestar, y que recurren
cada vez más a su dieta para poder hacerlo. La tendencia de los
consumidores a ver el "armario de cocina como el botiquín" se
identificó inicialmente como una tendencia líder en la industria
alimentaria en 1994 (75). Este fenómeno de "autocuidado" sigue siendo
una de las principales tendencias de los consumidores en la actualidad
(76).
El décimo informe anual de tendencias del consumidor del Instituto de
Comercialización de Alimentos y la Revista de Prevención encontró que el 76% de los
consumidores está muy de acuerdo o en su mayoría en que comer de manera saludable
es una mejor manera de controlar las enfermedades que los medicamentos (77).
El envejecimiento demográfico del siglo XXI seguirá alimentando
este fenómeno de autocuidado. Los mayores de 50 años aumentarán
en un 48% en comparación con el 16% para el grupo de edad de 13 a 24
años durante la próxima década. Sin embargo, es de mayor
importancia el crecimiento en el número de individuos
- 65 años. Para 2035, -70 millones de personas estarán en este grupo de
edad (78). Con un aumento continuo en la edad general de la población, las
enfermedades crónicas del envejecimiento como las enfermedades
cardíacas, el cáncer, la osteoporosis, la enfermedad de Alzheimer y la
degeneración macular relacionada con la edad, entre otras, son inevitables,
lo que impone una enorme presión sobre el costo de la atención médica. .
Los costos anuales totales del tratamiento de enfermedades crónicas en los
EE. UU. Se han estimado en $ 659 mil millones. Las estrategias de atención
médica preventiva, incluidos los enfoques nutricionales, podrían ahorrar
hasta $ 60 mil millones en costos anuales de atención médica. El interés de
los consumidores en el autocuidado y la insatisfacción con el sistema de
salud actual seguirá siendo un factor principal que motivará las decisiones
de compra de alimentos de los consumidores.
El futuro de los alimentos funcionales
Actualmente, una amplia investigación está dirigida a aumentar nuestra
comprensión de los "alimentos funcionales". Los institutos de investigación
académicos, gubernamentales y privados de todo el mundo están dedicando
esfuerzos sustanciales para identificar cómo los alimentos funcionales y los
ingredientes alimentarios pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas
u optimizar la salud, reduciendo así los costos de atención médica y
mejorando la calidad de vida de muchos consumidores. Una disciplina
emergente que tendrá un efecto profundo en los esfuerzos futuros de
investigación y desarrollo de alimentos funcionales esnutrigenómica, que
investiga la interacción entre la dieta y el desarrollo de enfermedades
basándose en el perfil genético de un individuo (79). Interesar
3779
en nutrigenómica se incrementó enormemente con el reciente
anuncio de que se disponía de un borrador de la secuencia
completa del genoma humano. En febrero de 2001, Ventor y sus
colegas anunciaron la secuencia completa del genoma humano
(80). Este avance tecnológico podría eventualmente hacer factible
adaptar una dieta al perfil genético específico de un individuo. La
nutrigenómica tendrá un efecto profundo en los esfuerzos futuros
de prevención de enfermedades, incluido el futuro de la industria
de alimentos funcionales.
Otra tecnología que tendrá una gran influencia en el futuro de los
alimentos funcionales es la biotecnología (81). Entre los ejemplos recientes
de cultivos derivados de la biotecnología que tienen un enorme potencial
para mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo se incluyen
el arroz dorado y el arroz enriquecido con hierro (82). Estos granos están
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diseñados genéticamente para proporcionar niveles mejorados de hierro y-
-caroteno que, a su vez, podría ayudar a prevenir la anemia por deficiencia
de hierro y la ceguera relacionada con la deficiencia de vitamina A en todo el
mundo. En el futuro, otros alimentos enriquecidos con otras sustancias
nutritivas o no nutritivas pueden incluso ayudar a prevenir enfermedades
crónicas como enfermedades cardíacas, osteoporosis o cáncer (83). La
aceptación de la biotecnología por parte de los consumidores (actualmente
un problema importante en Europa) será importante si se quiere aprovechar
el potencial de esta poderosa metodología.
Conclusión
Aunque muchos alimentos funcionales pueden ser prometedores para la salud
pública, existe la preocupación de que la promoción de los alimentos funcionales y
las afirmaciones de estructura / función no se basen en pruebas científicas
suficientemente sólidas. También existe confusión sobre las afirmaciones
aplicadas a los alimentos y las aplicadas a los suplementos dietéticos. Con la
adición a los alimentos de ingredientes que generalmente se encuentran solo en
suplementos dietéticos, tal confusión ha aumentado. Aunque las declaraciones
sobre los posibles beneficios para la salud de los alimentos funcionales o los
ingredientes alimentarios deben comunicarse de manera eficaz a los
consumidores, las diferencias entre las declaraciones de propiedades saludables y
las declaraciones de estructura-función también deben abordarse de manera más
amplia para permitir que los consumidores comprendan las diferencias en las
bases científicas de tales declaraciones. .
Cualquier beneficio para la salud atribuido a los alimentos funcionales
debe basarse en criterios científicos sólidos y precisos, incluidos estudios
rigurosos de seguridad y eficacia. Se deben comunicar claramente las
interacciones con otros componentes de la dieta y las posibles interacciones
adversas con los agentes farmacéuticos. Los consumidores deben darse
cuenta de que los alimentos funcionales no son una "fórmula mágica" ni una
panacea para los malos hábitos de salud. No hay “alimentos” buenos y
malos, solo patrones dietéticos buenos y malos. Por lo tanto, deben
desconfiar de muchos de los beneficios promovidos o implícitos de estos
alimentos, y deben darse cuenta de que no existe una reglamentación
coherente o aplicación de las reglamentaciones existentes en el área de los
alimentos funcionales. La dieta es solo un aspecto de un enfoque de estilo de
vida integral para la buena salud, que debe incluir ejercicio regular, evitar el
tabaco, reducir el estrés, mantenimiento de un peso corporal saludable y
otras prácticas positivas para la salud. Solo cuando se abordan todos estos
problemas, los alimentos funcionales pueden convertirse en parte de una
estrategia eficaz para maximizar la salud y reducir el riesgo de
enfermedades.
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