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HAY ALGUIEN AQUÍ QUE DESEA SERVIR AL SEÑOR

JESUCRISTO.
Mateo 11:7-11

1. DIOS USA A QUIEN ÉL LLAMA, NO A LOS QUE SE ENVÍAN


POR SÍ SOLOS.
“Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.
Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que
todos creyesen por él.
No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz” Juan 1:6-8.
_No es malo desear servir a Dios; lo malo es hacerlo por motivos diferente
de agradar al Señor y servir a su pueblo. Debemos saber cuáles son los
motivos de nuestro corazón.
_El problema es que hay quienes están en el liderazgo por su propio
deseo, o por el deseo de los demás. No están porque Dios los ha levantado,
sino sólo por gusto, por popularidad, por conveniencia.
_Dios desaprueba a los que no ha enviado a estar en el liderazgo. “Me dijo
entonces Jehová: Falsamente profetizan los profetas en mi nombre; no los
envié, ni les mandé, ni les hablé... Por tanto, así ha dicho Jehová sobre los
profetas que profetizan en mi nombre... con espada y con hambre serán
consumidos esos profetas. Y el pueblo a quien profetizan será echado en las
calles de Jerusalén por hambre y por espada, y no habrá quien los entierre a
ellos...y sobre ellos derramaré su maldad.” Jer.14:14-16
_El líder debe tener, ante todo, una clara conciencia de su vocación
divina, y debe estar plenamente convencido de que Dios lo ha llamado a
servir, para confiar en la bendición del Señor. “Doy gracias al que me
fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome
en el ministerio.”1 Ti 1:12.
¿Crees que Dios te está llamando a servirle?
¿Cómo lo sabes?
¿Cómo va tu vida íntima con el Señor?
¿Estás creciendo a semejanza del Señor para ser de influencia espiritual
sobre los demás?
2. DIOS USA A QUIEN ESTÁ DISPUESTO A DESGASTARSE PARA
ÉL, NO A LOS QUE PREFIEREN LA COMODIDAD.
Este vino... para dar testimonio de la luz... no era la luz... (Jn. 1:7-8) Él era
antorcha que ardía y alumbraba... (Jn. 5:35)
_Todos quieren brillar, sin desgastarse; quieren ser como una lámpara
eléctrica y no como una antorcha que para brillar debe consumirse.
_Quieren logros importantes, pero no quieren sufrir, invertir su tiempo,
dinero, energías. Se cuidan demasiado. Consideran el sacrificio como
fanatismo.
_Quieren vivir extensamente, y no intensamente. No significa que serán
irresponsables en el uso de sus fuerzas, tiempo, dinero, etc., sino que están
dispuestos a dar todo, a echar la carne al asador, a entregarse por completo, sin
reservas al servicio del Señor.
_Dios usa a quienes no estiman su vida tan preciosa que no estén
dispuestos a entregársela. Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo
preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el
ministerio que recibí del Señor Jesús... (Hch. 20:24)
¿Estás dispuesto a pagar el alto costo de servir a los demás por Cristo?
El Señor mismo nos advierte que hay que considerar el costo.

3. DIOS USA A QUIEN ESTÁ DISPUESTO A GLORIFICAR A DIOS,


NO A LUCIRSE ANTE LOS DEMÁS. Vosotros mismos me sois testigos de
que dije: “Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él”. El que
tiene a la esposa es el esposo; pero el amigo del esposo, el que está a su lado
y lo oye, se goza grandemente de la voz del esposo. Por eso, mi gozo está
completo. Es necesario que él crezca, y que yo disminuya. (Jn. 3:28-30)
_En el mundo se dice que: "Las alturas marean". "El poder corroe".
Muchas personas sencillas han mostrado su verdadera identidad al estar en
una posición importante. No es el poder, ni las alturas lo que hacen a una
persona cambiar. El liderazgo como cualquier otra circunstancia tan sólo
muestra lo que hay en el corazón de alguien.
_Dios mira con desagrado a los líderes que buscan lucirse, que buscan el
reconocimiento, la honra, la fama, renombre, etc. de los demás, y no
buscan glorificarlo sólo a él. Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré
mi gloria...(Isa. 42:8). Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se
sentó en el tribunal y les arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de
Dios, y no de hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no
dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos. (Hch. 12:21-23).
_Un líder de Dios es aquel que tiene como fin último el conducir a la gente
al Señor, no hacia él. Es aquel que logra que la gente siga al Señor y no a él
mismo. Que no se cree indispensable. Se considera reemplazable por alguien
mejor. Que está dispuesto a reconocer humildemente a otro mejor que él.
¿Deseas que la gente vea y admire al Señor y no a ti?
¿Necesitas que la gente te reconozca?
¿Hay un gozo sincero cuando la gente tiene puesta su confianza en el
Señor más que en ti?

4. DIOS USA A QUIENES DESEAN SERVIR A LOS DEMÁS, NO A


LOS QUE QUIEREN SER SERVIDOS. Entonces Jesús, llamándolos, dijo:
—Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que
son grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero entre vosotros no será así, sino
que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, el que
quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del
hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en
rescate por todos. (Mateo 20: 25-28)
_Jesús se puso como el mejor ejemplo: no vino a ser servido, sino a
entregarse por nosotros. Su ministerio estuvo enfocado en las personas:
sanar, enseñar, liberar, dar descanso, etc.
_Los líderes cometen varios errores lamentables al dirigir a la gente:
a. La hacen de menos
b. La manipulan
c. Son insensibles
d. Evitan o impiden el desarrollo de los demás. Esto lo hacen por temor a ser
desplazados, y representa el motivo principal de los conflictos entre líderes
_El líder de Dios edifica a las personas y no edifica sus propios sueños
utilizando a la gente. Hay una gran diferencia entre dos palabras que se
confunden a menudo: manipular y motivar. Manipular es movernos juntos
para MI beneficio. Motivar es movernos juntos para NUESTRO beneficio.
_El buen líder escucha a la gente atentamente, para descubrir sus
necesidades; no hace que la gente sólo escuche lo que el quiere lograr.
_Finalmente, el líder cristiano es un ejemplo digno de seguir. Sed
imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo. 1 Co. 11.1

CONCLUSIÓN
A pesar de haber una carencia de líderes piadosos que conduzcan al
pueblo de Dios, es únicamente él el autorizado para enviar a gente a
dirigir a su rebaño. La obra de Dios se hace a la manera de Dios; no como
nosotros creemos. El liderazgo en la obra de Dios es diferente del mundo
en todos los aspectos: motivos, propósitos, resultados, tiempos, etc. Por
eso, debemos primeramente buscar ser el tipo de persona que Dios pueda
utilizar, que seamos material moldeable en sus manos. Aprendamos más a
conocer cómo Dios ha actuado levantando hombres y mujeres piadosas
para guiar a su pueblo.

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