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TEM A 1 .

I N TROD UCCI ÓN A LA CRI M I N OLOGÍ A

1 . N OCI ÓN Y CON CEPTO D E LA CRI M I N OLOGÍ A

La crim inología es una ciencia em pírica e int erdisciplinaria que se ocupa del crim en, del
delincuent e, de la víct im a y del cont rol social del com port am ient o desviado.
Alem ania, KAI SER: El conj unt o ordenado de saberes em píricos sobre el delit o, el
delincuent e, el com port am ient o socialm ent e desviado y sobre los cont roles de est a
conduct a. Los alem anes no cont em plan la figura de la víct im a.
La crim inología aport a un conj unt o de conocim ient os verificables, com probables por el
m ét odo y t écnicas se t rat a de una ciencia em pírica ( se basa en la observación) e
int erdisciplinaria. El obj et ivo es el delit o, el delincuent e, la víct im a y el cont rol social.
1. Acepción rest rict iva, se lim it a a la invest igación em pírica del delit o, personalidad del
aut or y la ej ecución de la pena. Est o produce la cat alogación de los delincuent es.
Est a acepción rest rict iva se cent ra en el est udio del delincuent e sin ent rar en el
cont rol social.
2. Acepción ext ensiva, sí que t iene en cuent a las t ransform aciones del concept o de
delit o, la crim inalización y el cont rol del com port am ient o desviado.
Se ut iliza en 1879 el vocablo de crim inología, el ant ropólogo francés TOPPI N ARD .
Pese a ser el prim ero en ut ilizarlo, es sobre t odo con GAROFALO, a part ir de 1885 hay
ot ros vocablos, en 1792 se habla de psicología crim inal, en 1882 se habló de sociología
crim inal y en 1883 de biología crim inal.
La crim inología nace de la ant ropología, pero t am bién nace de la psicología, de la
biología y de la sociología. A part ir de aquí se crea un núcleo de t érm inos sólidos, será la
ciencia que aglut inará el conocim ient o de t odas est as ciencias. Es una ciencia que t iene un
obj et o claro ( el crim en, del delincuent e, de la víct im a y del cont rol social) . Basándose en el
m ét odo induct ivo fue el que adoct rinó la crim inología.
No hay ninguna suprem acía de una ciencia sobre las ot ras en crim inología. Siem pre se
ha englobado dent ro del derecho.

2 . EL OBJETO D E LA CRI M I N OLOGÍ A: D ELI TO, D ELI N CUEN TE Y CON TROL


SOCI AL.

EL D ELI TO

El delit o es consecuencia de fact ores sociales.


Desde la ant igüedad a det erm inadas conduct as se les at ribuye el t érm ino delit o, con
ello asist im os a una evolución en el concept o de delit o. Lo que sí es obvio es que la
t ipificación de una conduct a com o delit o, ha servido a la sociedad para cont rolar dichos
delit os. Así se puede delim it ar, describir y reprim ir form as de conduct a crim inal. Los
dest inat arios de est os t ipos de conduct as han sido las capas m ás baj as de la sociedad. El
concept o t radicional de delit o ha sido un concept o para la disciplina de esas clases.
El concept o de delit o en crim inología es m uy discut ido, ya que lo que hoy es delit o,
m añana puede no serlo. El Derecho Penal se ocupa del delit o desde el punt o de vist a de las
norm as.
¿Exist e un concept o crim inológico de delit o? ¿El concept o de delit o, en Crim inología
est á supedit ado al concept o de delit o en Derecho Penal?.
En Crim inología cuando se configura el concept o de delit o, est e concept o viene de
m anos de la ciencia del Derecho Penal, es quien est ablece el concept o de delit o. La
Crim inología no puede hablar de delit o si no est á recogido en el Código Penal. Si t rat am os
de sust it uir el concept o j urídico, t endríam os que acudir a ot ros concept os. Una conduct a se
conviert e en delict iva cuando est á t ipificada en el Código Penal com o delit o.
Ni una conduct a desviada es delit o, ni t odo delit o es considerado com o com port am ient o
desviado ( ej . Sociología) .
H ipe r cr im in a lida d Y D e scr im in a liza ción
Se hace necesario regular/ crim inalizar ( nuevas conduct as se conviert en en delit o) ,
com o por ej em plo el derecho que regula el t ráfico rodado. En el nuevo Código Penal
aparecen nuevos delit os com o los de m anipulación genét ica, lesiones al fet o o delit os
cont ra la ordenación del t errit orio. Se incide en la com plej idad del sist em a, sobret odo en
los crím enes económ icos ( de cuello blanco) .
Frent e al proceso de hipercrim inalización asist im os a una descrim inalización, es una
consecuencia lógica de la hipercrim inalización, ya que se ent iende que si aum ent an el
núm ero de conduct as t ipificadas com o delit o, se aum ent an los gest ores de cont rol del
delit o ( j ueces, policía...) est os se verán desbordados. De la m ism a m anera que la sociedad
exige que ciert os delit os se t ipifiquen, la sociedad exige que ciert os crím enes dej en de
serlo.

La cr im in a liza ción de n u e va s con du ct a s


El Código Penal no sólo ha de cent rarse en las conduct as de las clases sociales m ás
desfavorecidas. En ciert as capas sociales la crim inalidad no se not a t ant o ( delincuencia de
cuello blanco) . El llam ado delit o económ ico, la adm inist ración t iene grandes dificult ades
para encont rarlo, hay que t ener en cuent a la indulgencia legislat iva, pero la sociedad
t am bién perm it e est e t ipo de delit os, se adopt a una act it ud pasiva por la fascinación de los
delit os de cuello blanco, son delit os com plej os, esa fascinación viene dada porque est am os
en una sociedad de m at erialism o, de consum o, t odos t ienen un afán de lucro y quieren
t ener una posición privilegiada. El gran problem a en est e t ipo de delit os, es que pese al
daño que producen, t iene un t rat o de favor en m uchos países.
La Crim inología aborda el t em a crim inal desde un punt o de vist a dist int o a la del
Derecho Penal. La función del j urist a es analizar esa conduct a y decidir si es asesinat o,
hom icidio,... La labor del crim inólogo es el análisis de la realidad circundant e que rodea al
delit o, le int eresa el hecho global, la personalidad del aut or, dej ando en un segundo plano
la t ipificación j urist a. El penalist a califica y el crim inólogo analiza.
Ej em plo: Hurt o en grandes alm acenes.
Penalist a: Hurt o.
Crim inalist a: Const it uye una act uación que t iene una explicación de índole
sexual ( Freud) .
Se puede afirm ar que exist e un ám bit o específicam ent e crim inológico en la realidad
crim inal. Tam bién exist e un cam po previo al crim en, un delincuent e recibe el est igm a penal
cuando vulnera una Ley, la Crim inología se adelant a a la com isión del delit o. No sólo act úa
a priori son que t am bién lo hace a post eriori e incluso después del cum plim ient o de la
pena. El Derecho Penal t iene un enfoque norm at ivo, la crim inología est udia la personalidad
del aut or y los círculos sociales próxim os al crim en. Para la Crim inología, el crim en es un
hecho colect ivo, la Crim inología t iene un ám bit o int ernacional, en el sent ido de que est udia
el fenóm eno crim inal m ás allá de las front eras, no queda encorset ada por la legislación de
cada país.

EL D ELI N CUEN TE

La personalidad del delincuent e siem pre ha sido obj et o de invest igación. Son los
fact ores de la personalidad los fact ores fundam ent ales en la génesis del delit o, hace que la
psicología t enga una función im port ant e.
La Crim inología reconoce al delincuent e y dice cóm o se le com bat e. Todos los est udios
se han cent rado en la figura del delincuent e, se ha t rat ado siem pre de buscar la
j ust ificación de la delincuencia en caract eres pat ológicos, se ha buscado algo que
dist inguiese al crim inal del que no lo es.
En 1961 se descubre una m alform ación crom osóm ica ( crom osom a XYY) se cree haber
encont rado la causa de la crim inalidad, sin dej ar de t ener en cuent a las est ruct uras
psicopat ológicas de la crim inalidad.
Del delincuent e se ha hablado m ucho, se ha t rat ado de ret rat ar al delincuent e
físicam ent e, t am bién sus caract eríst icas psíquicas, así se afirm ará que t iene un grado de
neurot icism o, predisposición al riesgo, agresividad espont ánea, im pulsivos, et c...
Después de la I I Guerra Mundial, se pot encia la idea de que la crim inalidad no sólo
responde a la idea de delincuent e, ést e dej a de ser el epicent ro del est udio. Em piezan a
observarse las caract eríst icas sociales com o elem ent os det erm inant es del fenóm eno
crim inal, se sigue observando al delincuent e pero dent ro del ám bit o social com o causa
predom inant e. Se va a observar el com port am ient o socialm ent e negat ivo de los
m arginados, se diferencia la delincuencia de la clase alt a y clase baj a, diferencias ent re
crim inales j óvenes y crim inales adult os y se incide en la crim inalidad fem enina) .
Si t odos los est udios se habían concent rado en el delincuent e, hoy en día se est udia al
delincuent e dent ro de un sist em a.

EL CON TROL SOCI AL

Es el conj unt o de inst it uciones, est rat egias y sanciones sociales, que pret enden
prom over y garant izar el som et im ient o del individuo a los m odelos y norm as com unit arias.
El cont rol social es im port ant e ya que en t oda sociedad hay una lucha ent re el individuo y
la sociedad. La sociedad necesit a ej ercer su dom inio sobre el individuo, así despliega una
gam a de m ecanism os que aseguren la conform idad del individuo a las norm as sociales.
Hay dos t ipos de cont rol social uno de ellos inform al que viene const it uido por la
fam ilia, escuela, t rabaj o, am igos, et c... y a su vez un cont rol social form al const it uido por
policía, la j ust icia, por la adm inist ración penit enciaria...
El cont rol social inform al pret ende, a t ravés de sus agent es, condicionar la conduct a del
individuo a las norm as sociales, pret ende que el individuo int eriorice unas paut as de
com port am ient o que son aprendidas y t ransm it idas de generación en generación, es
cuando un individuo no aprende est as norm as cuando ent ra el cont rol social form al a
t ravés de la coacción.
El cont rol social inform al:
LA FAMI LI A: desde un punt o de vist a cult ural, la fam ilia const it uye un grupo m ínim o
fuert em ent e organizado, est á const it uido por los cónyuges y los descendient es. Se dan
aquí dos t ipos de relación, una relación ent re cónyuges y una relación pat ernofilial, en la
cual la figura del padre sim boliza la aut oridad y la dom inación. Est a dom inación y
superioridad, se t raslada al dom ino de las act ividades económ icas, j unt o con la relación
conyugal, est á la relación de los padres con los hij os, la m adre es el elem ent o fundam ent al
de las relaciones afect ivas, el padre define el st at us fam iliar dent ro de la sociedad, la
m adre com o cent ro educat ivo y disciplinario. Para que est e núcleo funcione uno de los dos
m iem bros t iene que dedicarse a la organización. El hom bre desem peña una gran función,
de est a m anera at rae a la m uj er y se reafirm a su valor personal y su confianza en sí
m ism o. La m adre es el m odelo de disciplina, quiere que sus hij os se conviert an en
ciudadanos t olerant es que se adapt en al m undo adult o. La m adre t iene un gran problem a,
la niña, aprende direct am ent e sus ocupaciones fut uras, pero el niño no encuent ra en el
padre el m odelo, el niño se da cuent a de la valoración int erior de la m uj er, descubre que se
le est á criando com o m uj er, eso explica que ant e el hecho de que el niño observe los
pat rones de conduct a de la m uj er reaccione de m anera violent a cont ra la disciplina de la
m adre. El padre ha perdido la capacidad de figura a im it ar, aparecen ot ras inst ancias
paralelas a la del padre ( colegio, barrio, t .v., am igos...) . El padre llega a ser una figura
abst ract a de aut oridad que para m ant ener su st at us se ha de convert ir en un “ superpadre” ,
eso conlleva que el hij o acept e fácilm ent e t oda form a de aut oridad m ient ras sea
present ada con fuerza. La m adre pasa de ser un ent e am oroso, a planificar la educación de
los hij os, racionaliza sus act it udes y el cariño que ha de dar a los hij os.
No es de ext rañar que en el siglo XX el papel principal de la fam ilia se cent re en la
función ideológica, en la t ransm isión de m odelos de aut oridad. La fam ilia en el siglo XX ha
form ado para la sociedad una serie de individuos que desde la infancia est án som et idos a
la aut oridad fam iliar, que en la época adult a valorarán la aut oridad, la rigidez. Su visión de
la sociedad se regirá con la convencionalidad, se valorará t odo lo m asculino, el poder y el
poder de la propiedad.
Se produce la int olerancia hacia t odos aquellos que no son igualm ent e fuert es y
poderosos, se rechaza t odo lo que es diferent e, la m uj er, las em ociones, la pobreza, s
rechaza la falt a de conocim ient os. De est a m anera la fuerza del padre se realza.
LA ESCUELA: sería la segunda inst ancia de cont rol social inform al, reproduce la m ism a
función aut orit aria, el m aest ro exige una serie de act it udes que han de ser acept adas in
que el alum no pueda em it ir ningún j uicio de desaprobación, si lo hace será rebelde y est o
es peligroso para los dem ás.
PLANO LABORAL: sigue est ando m arcado por la aut oridad, t rascendencia que supone
para el t rabaj ador su em pleo ( salario, posibles ascensos...) . Se j unt an dos punt os, que el
t rabaj ador se sient a út il y la posibilidad de recibir un salario. En el m undo laboral se dan
crit erios de aut oridad, los int ereses de las inst ancias product oras y los int ereses del est ado
van paralelos. Cualquier exigencia laboral, pasa a ser un at aque al orden social, será en
realidad una acción crim inal.
Las m ayores garant ías de éxit o, no pasan por un endurecim ient o del cont rol social
form al, pasan sobret odo m ediant e una adecuada conj unción de las dos inst ancias del
cont rol social, no ha de haber una suprem acía de una sobre la ot ra.

3 . LA VÍ CTI M A

La vict im ología se ha definido en el sim posio, en Jerusalén 1973. En est e sim posio se
definió a la vict im ología com o el est udio cient ífico de la víct im a.
Gulot t a, 1976, ent iende que la vict im ología es la disciplina que t iene por obj et o el
est udio de la víct im a de un delit o, de su personalidad, sus caract eríst icas biológicas,
psicológicas, m orales, sociales y cult urales, sus relaciones con el delincuent e y e papel que
ha desem peñado en la génesis del delit o.
La víct im a siem pre ha sido la gran olvidada, la Crim inología siem pre se ha cent rado en
est udiar al delincuent e, la et ología del crim en, la profilaxis del m ism o, pero en ningún aso a
la víct im a hast a 1973. I ncluso el Derecho Penal, t odo el proceso penal gira alrededor del
delincuent e, pero la víct im a aparece desprot egida cuando ést a necesit a resocialización y
reinserción.
A part ir de la I I Guerra Mundial, se produce la aut oafirm ación de la vict im ología. Esa
desconsideración hacia la víct im a t iene su razón de ser. La víct im a había sido neut ralizada
ya que en m om ent os hist óricos la j ust icia punit iva se realizaba por la víct im a, est a
sit uación se ve superada a part ir del S. XVI I I , cuando aparece el “ I us Puniendi” ( derecho
de cast igar) por part e del est ado. Est o supuso el enj uiciam ient o de los delit os desde el
punt o de vist a de la colect ividad, es cuando la víct im a cae en el olvido.
El delincuent e despiert a sent im ient os de curiosidad, “ ninguna víct im a ha pasado a la
hist oria” .
Los orígenes de est e m ovim ient o se deben a dos aut ores, Von Hent ing ( alem án) y
Mendelsohn ( I sraelit a) . El m érit o de Von Hent ing, es haber explicado de una m anera clara
la relación exist ent e ent re la víct im a y el agresor, habla de “ parej a crim inal” . Es a part ir de
est e concept o que se baraj a la idea de que el hecho crim inal no es m ás que una int eracción
ent re el agresor y la víct im a, hizo clasificaciones de las víct im as, t am bién hizo un est udio
psicológico de ést as.
Mendelsohn hizo t am bién una clasificación y acuñó el t érm ino Crim inología, divide a las
víct im as en 5 grupos.
1. Víct im as t ot alm ent e inocent es, son aquellas víct im as que no han hecho nada para
desencadenar la acción crim inal, son t ot alm ent e aj enas a la act ividad del
delincuent e.
2. Víct im a provocadora, incit a con su conduct a al hecho crim inal.
3. Víct im a por ignorancia, es aquella que da facilidades para su propia vict im ización sin
saberlo.
4. Víct im a volunt aria, pone de m anifiest o una colaboración con el delincuent e
( eut anasia) .
5. Víct im a agresora, hay dos t ipos. Sim uladora, es aquella que acusa falsam ent e.
Víct im a im aginaria, invent a su propia condición de víct im a cuando no se ha
producido ninguna infracción.

El int erés por la vict im ología viene dado por t res fact ores.
* 1 Se perfeccionan y proliferan las encuest as de vict im ización ( encuest as que se
realizan ent re la población general) . En el año 70 hay una proliferación de est as encuest as,
perm it en obt ener dat os reales sobre la población vict im izada. Así dism inuye la cifra negra
de los delit os.
* 2 Fem inist as llam an la at ención sobre la violencia que se dirigía hacia la m uj er.
* 3 Se debe a las aport aciones de la psicología social, que elaborará un conj unt o de
t eorías que serán ut ilizadas para explicar det erm inados com port am ient os y result ados
vict im ológicos. Toda est a fase de consolidación t erm inará con el prim er Sim posio
int ernacional sobre vict im ología en 1973. En 1976 se edit a “ Vict im ología” , ciencia
especializada. En 1980 es cuando se crea la sociedad int ernacional de vict im ología.
La vict im ología se preocupará por las indem nizaciones a las víct im as, elaborar y
ej ecut ar program as de ayuda a las víct im as, realizará est udios para dar una m ayor
com prensión del fenóm eno crim inal, cent rándose en la predisposición vict im aria de
det erm inadas personas, con el fin de elaborar program as de prevención. Con la
clasificación de Mendelsohn se han ido haciendo ot ras m ás elaboradas. Gerardo Landrove,
ofrecerá una clasificación dist inguiendo siet e t ipos de víct im as:
1. Víct im as no part icipant es. La relación ent re el crim inal y la víct im a es irrelevant e ( de
escasa ent idad, poca im port ancia) , t odos los m iem bros de una com unidad son
víct im as pot enciales. Dist ingue así dos grupos:
1.1 Víct im as accident ales, son aquellas colocadas por el azar en el cam ino de
los delincuent es.
1.2 Víct im as indiscrim inadas, no exist e ningún vínculo con el agresor.
2. Víct im as part icipant es, si desem peñan un ciert o papel en la génesis del delit o. Son
aquellas víct im as que om it en las precauciones m ás elem ent ales, facilit ando con ello
la producción de un hecho delict ivo.
3. Víct im as fam iliares. La conducción de las víct im as, pert enecient es a un m ism o grupo
fam iliar, las víct im as pot enciales son: m uj eres, niños y ancianos. Son víct im as
suj et as a m alos t rat os y a abusos sexuales.
4. Víct im as colect ivas. El est ado, la sociedad, em presas... pueden convert irse en
víct im as, su caract eríst ica es que la víct im a es anónim a: delit os financieros, fraudes
al consum idor, delit os inform át icos.
5. Víct im as especialm ent e vulnerables. Hay personas que t endrán una predisposición
en convert irse en víct im as, hay que t ener en cuent a la edad, est ado físico o
psíquico, raza, sexo, t am bién hay ot ros fact ores sociales: posición económ ica, est ilo
de vida, ubicación de la vivienda, cont act o frecuent e o no con grupos m arginales,
t am bién hay fact ores profesionales: cuerpos de seguridad, vigilant es, t axist as,
banqueros, farm acias, prost it ut as, est án m ás suj et os a la vict im ización.
6. Víct im as sim bólicas. La vict im ización se produce con la finalidad de at acar a un
det erm inado sist em a de valores ( ideología, sect a religiosa, fam ilia...) .
7. Víct im as falsas. Hay suj et os que debido a det erm inadas caract eríst icas
psicopat ológicas denuncian un delit o que nunca ha exist ido.
7.1 Víct im a sim uladora. Es conscient e que no se ha producido ningún delit o, lo
único que pret ende es que se produzca un error j udicial.
7.2 Víct im as im aginarias. Cree erróneam ent e haber sido obj et o de una
agresión crim inal.

3. D I FEREN CI A EN TRE: VI CTI M I ZACI ÓN PRI M ARI A, SECUN D ARI A Y


TERCI ARI A.

VI CTI M I ZACI ÓN PRI M ARI A

Es una experiencia individual, direct a de la víct im a en el delit o, est a experiencia


supondrá diversas consecuencias en la víct im a, de índole física, psíquica, económ ica,
social, et c.
Tras la com isión del delit o, los daños que pueda sufrir la víct im a, no sólo pueden ser
daños físicos, sino que t am bién un severo im pact o psicológico. Tras una agresión la víct im a
se sient e im pot ent e con m iedo a que la agresión se repit a ( ansiedad, angust ia o
abat im ient o) , e incluso sent im ient os de culpabilidad con relación a los hechos.
La respuest a de la sociedad no siem pre es solidaria, en el m ej or de los casos
com pasión.

VI CTI M I ZACI ÓN SECUN D ARI A

No es la relación víct im a agresor, sino la relación de la víct im a con el sist em a j urídico


penal.
Eso supone una segunda experiencia, puede ser m ás cruel que la vict im ización
prim aria, porque el cont act o de la víct im a con la adm inist ración de j ust icia, despiert a
sent im ient os de índole variada ( perder el t iem po, m algast ar el dinero, ser incom prendida,
no se le escucha...) . En m uchas ocasiones las víct im as t ienen el sent im ient o de convert irse
en acusada ( delit os de violación) .
La vict im ización secundaria es m ás perniciosa que la prim aria, es el propio sist em a el
que vict im iza a quien solicit a ayuda, j ust icia, prot ección.
No es ext raño que en la Ley 35/ 1995 el 11 de Diciem bre, Ley sobre ayudas y asist encia
a las víct im as de delit os violent os y cont ra la libert ad sexual, se alude a la exposición de
m ot ivos a la vict im ización secundaria. A nivel legislat ivo se cont em pla a part ir de 1985, el
com it é de m inist ros del consej o de Europa, est ablece una serie de recom endaciones:
1. Cuando la víct im a se dirij a a la policía, sea t rat ada de t al form a que no sufra ningún
daño psíquico adicional.
2. Se inform e a las víct im as sobre ayudas m at eriales que puede recibir por part e de la
adm inist ración.
3. Se recom ienda que la víct im a sea int errogada de una m anera cuidadosa y
considerada.
Todo est o ha dado pie a diversos program as. Program as de prevención, asist encia,
reparación y t rat am ient o a las víct im as.
1. Program as de asist encia inm ediat a: est án dirigidos a paliar las consecuencias
prim arias del delit o, los dest inat arios son colect ivos específicos ( ancianos, niños, m uj eres
violadas...) . Suelen correr a cargo de la adm inist ración.
2. Program as de reparación o rest it ución a cargo del propio infract or. Es el infract or
quien m ediant e el pago de una cant idad o la realización de una det erm inada act ividad
t rat ará de corresponder reparando el daño que ha causado. Est e program a se int roduj o en
Gran Bret aña y en EE.UU., en el Código Penal español de 1995, se int roduce est e
program a pero de form a difusa.
3. Program as de com pensación a la víct im a. Es cuando int erviene la adm inist ración
pública ( Ley del 95) . Est á basada en la idea de solidaridad social hacia la víct im a inocent e.
Hay una necesidad de que el est ado asum a unos cost os, que t iene su origen en el fracaso
del est ado en la prevención del delit o.
4. Program as de asist encia a la víct im a t est igo. Dirigidos a la víct im a que ha de act uar
com o t est igo en el proceso penal, se inform a y asesora a la víct im a t est igo y al m ism o
t iem po se la prot ege de la coacción y del posible im pact o negat ivo de los agent es del
cont rol social form al.
El 23 de Diciem bre de 1994, a t ravés de la Ley Orgánica 19/ 1994 ( LO 19/ 1994) es la
Ley sobre prot ección de t est igos y perit os en causas crim inales.
La exposición de m ot ivos de est a Ley pone en evidencia las ret icencias, de
det erm inados ciudadanos a la hora de colaborar con la j ust icia ya que t ienen t em or a las
represalias. Est e t em or es el que conlleva que no se puedan aport ar t est im onios y pruebas
que puedan ser decisivos. Est e sist em a confiere/ ot orga al Juez o t ribunal la apreciación del
riesgo o del peligro, el Art .1 de est a Ley habla de peligro grave, la aut oridad j udicial deberá
de apreciar la gravedad del peligro, para la persona, para los bienes o para la libert ad de
aquella persona que t enga que t est ificar, ascendient es, descendient es, herm anos o
cónyuges, pueden recibir est as m edidas de prot ección. En el Art .2, el Juez inst ruct or una
vez est udiado el caso im pondrá unas m edidas necesarias para preservar la ident idad de los
t est igos y perit os, t am bién preservará su dom icilio, lugar de t rabaj o y profesión.
- en las diligencias no const ará el nom bre, dom icilio, lugar de t rabaj o... del t est igo.
- que la persona no com parezca visualm ent e durant e el j uicio a efect os de cualquier
dom iciliación.
Art .3. Cuerpos y fuerzas de seguridad han de im pedir que se hagan fot ografías, que se
t om e la im agen del t est igo, en el supuest o caso que exist a, deben ret irar el m at erial
fot ográfico. Prot ección policial, si ant es del proceso, durant e o después sigue el peligro
inicial se le prot egerá e incluso se le pueden dar nuevos docum ent os y ayudar
económ icam ent e para, en caso que fuera necesario, cam biar de lugar de t rabaj o e incluso
el lugar de residencia.

En 1995, el 11 de Diciem bre, se aprueba una Ley Orgánica sobre ayudas y asist encia a
las víct im as de delit os violent os y cont ra la libert ad sexual. Est a Ley en la exposición de
m ot ivos, reconoce de una m anera clara el abandono al que la víct im a ha sido som et ida. El
legislador reconoce la vict im ización secundaria. Se pone de m anifiest o que las víct im as
sufren a consecuencia del delit o y que t am bién la víct im a después del delit o puede sufrir
perj uicios económ icos. Reconocen que en el caso de m uert e de la víct im a la fam ilia ha de
sufrir dificult ades económ icas, son en est e caso las capas sociales desfavorecidas las que
m ás sufren.
Est e t ipo de leyes se ha inspirado en el convenio 116 del consej o de Europa ( 1983) . Así
m ism o est a Ley se inspira en la recom endación del consej o de Minist ros de Europa ( 1985) .
Recom iendan que los est ados m iem bros, det erm inados aspect os sobre la posición de la
víct im a en el m arco del proceso penal.
B.O.E. 12- 12- 95.
Est a Ley regulará los delit os violent os y asist encia a las víct im as. Se dej a fuera a los
delit os im prudent es, ya que si se cont em plasen se haría económ icam ent e inviable.
Los delit os suscept ibles de ayuda son m uert e, lesiones corporales o daños a la salud
física o m ent al.
Se est ablece el concept o de beneficiario: direct os, víct im a que no ha fallecido;
indirect os, son t oda una serie de personas que se “ beneficiarán” de la m uert e de la víct im a.
Cuant ía: fij a unas cuant ías m áxim as a las cuales se le aplican coeficient es correct ores
que t endrán en cuent a la sit uación económ ica de la víct im a, el núm ero de personas que
dependen/ dependían de la víct im a, el grado de afect ación sufrido.
Art iculado de la Ley.
Art .1: se especifica qué serán delit os dolosos y violent os y delit os cont ra la libert ad
sexual. Los beneficiarios serán españoles, nacionales de algunos est os europeos, aquellos
que residan en España o aquellas personas que en su t errit orio cont em plan las m ism as
ayudas ( por reciprocidad) .
Art .2: La Ley dist ingue dos t ipos de beneficiarios. 1º En prim er lugar el cónyuge del
fallecido. Segundo la persona que hubiera convivido con el fallecido de form a perm anent e
con análoga relación de afect ividad a la de cónyuge, con independencia de su orient ación
sexual, durant e al m enos dos años ant eriores al m om ent o del fallecim ient o, salvo que
hubieran t enido descendencia en com ún.
2º Los hij os del fallecido siem pre que dependieran económ icam ent e de él. 3º Los hij os,
que no siéndolo del fallecido, siem pre que dependiesen económ icam ent e de él. 4º En su
defect o los padres del fallecido siem pre y cuando dependan económ icam ent e de él.
Dist ribución de la ayuda. 50% al cónyuge y 50% a los hij os, en el supuest o que
cobrasen los padres cobrarían el 50% cada uno.
Serán t am bién beneficiarios a t ít ulo de víct im a indirect a los padres del m enor que
fallezca a consecuencia direct a del delit o. Art . 6.2. La ayuda consist irá únicam ent e en el
pago de los gast os funerarios.
Hay circunst ancias que deniegan o reducen la ayuda: * el com port am ient o del
beneficiario si hubiera cont ribuido direct a o indirect am ent e a la com isión del delit o. * Las
relaciones del beneficiario con el aut or del delit o. * I ncom pat ibilidad con cualquier
indem nización de un seguro privado.
El im port e de la ayuda m áxim a en caso de m uert e son 120 m ensualidades del salario
m ínim o int erprofesional vigent e en el m om ent o de producirse el suceso.

Real Decret o que regula los resarcim ient os por daños a víct im as de bandas arm adas y
acciones t errorist as. RD 673/ 1992 de 19 de Junio. BOE 30 de Junio de 1992 nº 56
pág.22.235. Est e Real Decret o deroga al Real Decret o de 1988.
Se est ablece qué daños son resarcibles ( daños corporales t ant o físicos com o psíquicos,
los gast os m édicos y los daños m at eriales ocasionados en la vivienda habit ual de las
personas físicas com o consecuencia de supuest os de bandas arm adas o elem ent os
t errorist as) . Tam bién se van a resarcir los daños corporales y m at eriales con ocasión del
esclarecim ient o o represión de bandas arm adas o elem ent os t errorist as.
El procedim ient o para que las víct im as puedan requerir el resarcim ient o ha sido
m odificado en 1994 ( 16 de Sept iem bre de 1994 RD 1879/ 1994) .
Los resarcim ient os por daños corporales son com pat ibles con cualquier ot ro t ipo de
resarcim ient o que t uvieran las víct im as. Los t it ulares de derecho de resarcim ient o: en el
caso de lesiones la persona o personas que hayan padecido esas lesiones, en el caso de
m uert e el cónyuge no separado legalm ent e y los hij os siem pre que dependan
económ icam ent e del fallecido, los padres de la persona fallecida cuando dependieran
económ icam ent e de ést a, niet os, herm anos, abuelos. Si no exist iese ninguna de est as
personas, los hij os y los padres que no dependan económ icam ent e de él.
CRI TERI OS. En el supuest o de que se produzca una incapacidad laboral t ransit oria, la
cant idad a percibir es el doble del salario m ínim o int erprofesional diario vigent e en el
m om ent o en el que el afect ado se encuent ra en esa sit uación. En el caso de lesiones,
deform aciones, m ut ilaciones definit ivas, las cant idades son iguales a las que recibiría una
persona en accident e laboral. En el caso de m uert e 120 m ensualidades del salario m ínim o
int erprofesional, adem ás una cant idad fij a de 20 m ensualidades a razón de cada hij o que
dependiese económ icam ent e del padre, adem ás la posibilidad de que se pueda increm ent ar
en un 30% est as cant idades si concurren det erm inadas circunst ancias fam iliares,
laborales,...
Pueden hacerse pagos a cuent a, en est e caso es el gobernador civil, el que puede
reconocer el derecho a la concesión de est as ayudas a cuent a. El plazo para resarcir no es
m uy am plio, el resarcim ient o será sat isfecho en el plazo de un m es, se paga el im port e
t ot al del resarcim ient o en una sola vez.
Los daños m at eriales que se pueden resarcir son t odos aquellos que at añen a la
est ruct ura o elem ent os esenciales de la vivienda habit ual. El im port e del resarcim ient o es
el valor t ot al de la reparación que se realice en la vivienda. El beneficiario ha de j ust ificar la
inversión del dinero recibido, si no lo j ust ifica en el plazo de 12 m eses ha de reint egrar el
dinero recibido con un int erés de dem ora. Si la vivienda est á t ot alm ent e dest ruida, se dará
el valor venal de la vivienda.

Al hablar de víct im a, vict im ología, se hace referencia al papel que desem peñan las
m uj eres y los niños, ya que est os sufren violencia en el ám bit o fam iliar.
El papel de la m uj er viene dado por su indefensión y por el t em or a los m alos t rat os por
part e del hom bre. El gran problem a t radicional para la m uj er ha sido el respaldo de un
gran sect or de la sociedad. Si se une a la indefensión física la int im idad del hogar, no es de
ext rañar que la m uj er aparezca com o una víct im a at ípica, si t enem os en cuent a las
condiciones sociales y religiosas unidas al m at rim onio. Pese al reconocim ient o
const it ucional de la igualdad del hom bre y la m uj er, nadie pondrá en duda la inferioridad
física y social de la m uj er, t odo est o conduce a que nos encont rem os ant e una víct im a
callada, sum isa y t em erosa, víct im a que es incapaz de reaccionar y denunciar los m alos
t rat os por t em or a represalias y por t em or a la desest ruct uración fam iliar, t oda est a
sit uación ha provocado que la m uj er pase de víct im a a vict im aria, est e problem a se ve
agravado con una ausencia t ot al de est adíst icas fiables, no se puede abordar el problem a si
exist e una cifra negra considerable. En el hogar la vida en parej a pasa a ser una vida de
t error, ha sido la sociedad quien ha provocado est a sit uación.
Los niños ant e la carencia t ot al de defensa, no podrán defenderse ni denunciar, a no
ser que no lo haga algún vecino o profesor.

VI CTI M I ZACI ÓN TERCI ARI A

Es una vict im ización del delincuent e, en ocasiones el delincuent e puede convert irse en
una víct im a inst it ucional, en det erm inadas sit uaciones se le puede considerar víct im a de
unas est ruct uras inj ust as, circunst ancias que le llevarán a la com isión del delit o. Est a
m arginación social es debida al int erés de det erm inados grupos dom inant es, con ello
quieren seguir con esa posición de privilegio. Es con est os delincuent es con los que el
est ado ut ilizará t oda su fuerza.
Al hablar de vict im ización t erciaria, se puede pensar que se produce una prim era
vict im ización debido a esas est ruct uras inj ust as, pero una vez que se ent ra en la prisión se
produce la vict im ización penit enciaria, se produce fundam ent alm ent e por el hacinam ient o,
sobrepoblación de los cent ros penit enciarios.
Al claro fact or crim inógeno de la cárcel, habría que añadir que t am bién es un claro
fact or vict im ógeno. Al condenar a un individuo se le condena no sólo a la privación de
libert ad, sino que t am bién se le condena a su propia vict im ización.
La vict im ización carcelaria, dest aca por su crueldad, t rat os vej at orios, dificult ad laboral,
la consecuencia es la ociosidad – el recluso t iene dem asiado t iem po dedicado a la
inact ividad. Pero t am bién hay agresiones sexuales... Ley del t error y Ley del silencio,
exist encia de m afias carcelarias, circulación de drogas... Ant e est a sit uación no es de
ext rañar que el recluso recurra al suicidio o supuest os de anorexia. Hay una pérdida de
int erés, de iniciat iva, de cualquier valor. No es de ext rañar que los individuos est én
dispuest os a m at ar, llegados a est a sit uación exist e una responsabilidad de la
adm inist ración.
La legislación penit enciaria dice que la adm inist ración deberá velar por la vida e
int egridad física de los int ernos, al respect o hay una sent encia del 13 de m arzo de 1989,
en la que condena expresam ent e a la adm inist ración a indem nizar a la viuda de un int erno
con 10 m illones, ya que su m arido fue asesinado por ot ro recluso.
En el aspect o m eram ent e sexual, la agresión no supone la liberación de t ensiones
sexuales, la agresión sexual no es m ás que la conquist a y degradación de la persona. La
int roducción de la visit a ínt im a sólo puede m inim izar el problem a sexual, pero no anularlo
( Art .53) . Las víct im as de est e t ipo de agresiones sexuales t ienen un baj o prest igio dent ro
del m undo carcelario, las víct im as aparecerán com o individuos leves, com o individuos que
no han sabido resist ir com o hom bres las agresiones sexuales de sus com pañeros. Est as
violaciones no son en gran m ayoría denunciadas.
Vict im ización post penit enciaria. Pese a las declaraciones del Art .73 de la Ley
Penit enciaria. El condenado que haya cum plido su pena debe ser plenam ent e reint egrado
com o ciudadano con t odos sus derechos. La realidad es m uy dist int a, la vict im ización
carcelaria concluye cuando el individuo es puest o en libert ad en una sociedad host il, el
individuo encont rará dificult ades para reinsert arse en una sociedad despiadada e
insolidaria. No debe ext rañar que exist a reincidencia, el delincuent e víct im a se ve forzada a
desem peñar un papel de vict im ario.

Para la vict im ología, en el hom icidio hay algo m ás que el act o violent o de m at ar a una
persona, la vict im ología ha puest o de m anifiest o la im port ancia de explorar los rincones de
la m ent e del asesino, hay un gran int erés a la hora de est udiar las relaciones ent re
hom icida y víct im a, t iene ciert am ent e int erés est udiar ese vínculo, ha aport ado t am bién la
necesidad de incluir una nueva disciplina, la vict im ología com prensiva, una disciplina que
abarcase t odos los aspect os de la relación ent re crim inología y vict im ología.
El problem a vict im ológico se ha discut ido desde diferent es enfoques, social y legal. Las
discusiones se han plant eado desde un enfoque económ ico, las indem nizaciones a las
víct im as, pero est o es un aspect o parcial de esa relación com plej a, m ás im port ant e que
hablar de aspect o económ ico, sería analizar ese vínculo ent re los prot agonist as del delit o.
El foco cent ral del est udio sería explicar la form a de cóm o la propia víct im a cont ribuye
a su vict im ización, el observar com o en num erosas ocasiones los papeles ent re crim inal y
víct im a se inviert en, el crim inal se conviert e en su propia víct im a.
Las aport aciones de la psiquiat ría am ericana han sido m uy provechosas – “ no hay
crim inales de nacim ient o” el fenóm eno crim inal se desarrolla hast a que se produce un
hecho que hará que se m at erialice el inst int o crim inal, vem os un papel provocador por
part e de la víct im a.
Si poco se sabe del hom icida, m enos se sabe de la víct im a, ya que am bos act úan
inconscient em ent e, el crim inal m oldea a la víct im a y la víct im a al crim inal.
La Ley j uzga desde un punt o de vist a obj et ivo la relación ent re el suj et o pasivo y el
suj et o act ivo, hay una clara separación ent re am bos suj et os, realm ent e hay una relación
em ocional m uy est recha ent re am bos.

5 . FUN CI ON ES D E LA CRI M I N OLOGÍ A

Hay que plant earse t res pregunt as:


- Finalidad y obj et ivo de los conocim ient os que la Crim inología aport a.
- Papel de la Crim inología y del crim inólogo en nuest ros días.
- Resalt ar la necesidad de que el Ordenam ient o Jurídico recoj a los conocim ient os que
la Crim inología aport a a t ravés de una polít ica crim inal eficaz.

Una de las prim eras funciones de la Crim inología es el conocim ient o cient ífico del hecho
crim inal. El obj et ivo es aport ar conocim ient os sobre el fenóm eno crim inal, est os
conocim ient os deben de t ener la et iquet a de conocim ient os cient íficos, será el equivalent e
a conocim ient o cert ero / fiable.
Es a t ravés del m ét odo de la Crim inología ( m ét odo int erdisciplinario, t écnicas
em píricas) com o se puede reducir el subj et ivism o en est e caso. La Crim inología aport ará un
diagnóst ico cualificado, fiable del hecho crim inal.
No sólo debe ser una aport ación de conocim ient os, sino que ha de ser un conj unt o de
saberes sist em at izado no aislado. El conocim ient o es m ucho m ás que una sum a o
acum ulación de dat os, la Crim inología es el conj unt o ordenado, sist em at izado de saberes
sobre el delit o, delincuent e, víct im a y cont rol social.
Una de sus funciones es ser una cent ral de inform aciones, con la aport ación de la
inform át ica, nadie puede poner en duda de que la crim inología puede convert irse en una
gran cent ral de inform ación. Así podrá aport ar dat os relevant es para el legislador y ciencias
penales.
Pero su obj et ivo no es la recogida de dat os, su función será analizar e int erpret ar esos
dat os con arreglo a una t eoría. Hay que procurar t ener un cuerpo de conocim ient os que se
sust ent e en una t eoría.
Aparece t am bién com o una ciencia práct ica, ha de aport ar soluciones a problem as
concret os, de ahí que se considere una ciencia práct ica que aport a soluciones út iles a los
fines de la policía, legislador, ciencia penal y ciencia penit enciaria.
Se ha m ant enido que la Crim inología debe cent rarse en la lucha o cont rol de la
crim inalidad, no corresponde a la Crim inología esa lucha o cont rol que corresponde a los
poderes públicos. Su función es el saber crim inológico, aport ando dat os para com bat ir el
crim en.
Ot ra de las funciones es la legit im ación o crít ica del cont rol social, en est e sent ido la
Crim inología nunca adopt a una post ura neut ral, la Crim inología o bien defiende un st at us
est ablecido ( Crim inología conservadora) o adopt a una post ura crít ica del orden social, el
t eórico de la Crim inología o bien est á a favor de la sociedad est at alm ent e organizada o
opt a por defender a las m inorías. Aquí se plant ean dos corrient es, la posit ivist a que
m ant iene que el sist em a social es bueno y el delincuent e es m alo, opinan que la pena es
benefact ora o part en de la idea de que el que falla es el sist em a im perant e, el orden social
el delincuent e no es m ás que una víct im a del orden social, la delincuencia es una
consecuencia de lo ant erior, el fin de la pena ha de ser resocializar o reeducar, est a
corrient e es la llam ada del et iquet am ient o.
Lo que se m ant iene con est o es que no se puede ser neut ral. O se es part idario de una
t eoría o de la ot ra.
TEM A 2 . EL “SI STEM A D E LA Cª Y RELACI ON ES CON OTRAS D I SCI PLI N AS

Est a ciencia ut iliza un m ét odo em pírico, est e m ét odo convert irá en im prescindible un
principio de pluridim ensionalidad, los problem as que plant ea la Crim inología nunca deben
ser invest igados desde el punt o de vist a de una de las ciencias que int egra la Crim inología,
cuando decim os que la Crim inología es una ciencia int erdisciplinaria, decim os que est á
com puest a por varias disciplinas, su éxit o pasa porque no haya una suprem acía de una
ciencia con ot ras. Si preponderase una ciencia est aríam os ant e result ados parciales ya que
sólo el problem a se vería desde un enfoque, de t odas esas ciencias no hay suprem acía de
una sobre las dem ás, se t iene que elim inar la barbarie de los especialist as.
El éxit o se obt endrá si hay coordinación ent re los conocim ient os que va a aport ar cada
disciplina.

1 . EL SI STEM A D E LA CRI M I N OLOGÍ A

Considerar cuales son las ciencias que int egran la Crim inología ha sido el gran
problem a. Hay aut ores que m ant ienen que exist e una crim inología general y que exist en
Crim inologías específicas ( psicología crim inal, biología crim inal, sociología crim inal) . Hay
aut ores que afirm an que t endrían que sum arse la crim inalíst ica y la Penología, ot ros
añaden el derecho Procesal Penal.
Hay pues, una lucha ent re dos concepciones de la Crim inología, una enciclopedist a
( am plia) y una m ás rest ringida.
Para la concepción am plia, van a int egrar la Crim inología t odas aquellas disciplinas que
t ienen por obj et o el est udio de las dist int as fases de la realidad crim inal. La concepción
rest ringida plant ea serias dudas sobre det erm inadas disciplinas y m ant iene que la
Penología, crim inalíst ica y profilaxis no deben form ar la Crim inología.
Las disciplinas que int egran la concepción am plia son:
1. D isciplin a s r e la ciona da s con la r e a lida d cr im in a l: Fenom enología crim inal
( aquella ciencia que se ocupa de las form as de aparición de la crim inalidad) ;
Et iología crim inal ( invest iga las causas o los fact ores det erm inant es de la
crim inalidad) ; Prognosis crim inal ( form ula diagnóst icos y pronóst icos sobre el
com port am ient o fut uro y la peligrosidad del aut or) ; Biología crim inal ( Ant ropología
crim inal – est udio de los caract eres físicos y m ent ales part iculares a los aut ores de
delit os y de crím enes – y Psicología crim inal) ; Sociología crim inal ( cont em pla el
delit o com o un hecho social, se subdivide ent res: Geografía crim inal, Ecología
crim inal y Est adíst ica crim inal) .
2. D isciplin a s r e la ciona da s con e l pr oce so: Crim inalíst ica ( es aquella ciencia a
quien corresponde la prevención, persecución y esclarecim ient o del delit o, t iene un
caráct er policial, se divide en Táct ica crim inal – se cent rará en los procesos t écnicos
y psicológicos para descubrir al aut or de un hecho punible – y Técnica crim inal – se
ocupará de las pruebas, int ent ando dem ost rar la veracidad de ciert as pruebas
ut ilizando m ét odos cient íficos- ) el obj et o de la crim inalíst ica es la lucha direct a
cont ra el crim en. Dent ro de la crim inalíst ica encont ram os: Medicina legal,
Toxicología, Fot ografía, Física y Quím ica forense, Dact iloscopia, Pericia caligráfica,
Psicología forense, Técnica de los int errogat orios y Grafología.
3. D isciplin a s r e la cion a da s con la r e pr e sión y pr e ve n ción de l de lit o: Penología
( es la ciencia que t iene por obj et o el est udio de los diversos m edios de represión y
prevención direct a del delit o, sus m ét odos de aplicación y act uación
post penit enciaria) ; Ciencia Penit enciaria ( ciencia que t rat a de la ej ecución de las
penas privat ivas de libert ad) ; Profilaxis crim inal ( asum irá com o fin fundam ent al la
lucha cont ra el delit o, t rat ará de ant iciparse al delit o, sobre t odo en aquellos
fact ores individuales y sociales de cont enido crim inógeno) .
2 . RELACI ÓN D E LA CRI M I N OLOGÍ A CON OTRAS CI EN CI AS

PSI QUI ATRÍ A

Se ocupa de lo psíquicam ent e anorm al, de sus form as de m anifest ación, causas
psíquicas y corporales y de la posibilidad de t rat am ient o físico y m ent al.
La psiquiat ría t iene un cam po de aplicación am plio, se ocupa del fenóm eno crim inal de
una form a m arginal, será un aspect o de los m uchos que est udia la psiquiat ría. Los
crim inales represent an un pequeño porcent aj e.
La aport ación de la psiquiat ría es im port ant e sobret odo en psiquiat ría forense, donde la
aport ación de est os en un proceso penal det erm inará la im put abilidad crim inal.

PSI COLOGÍ A

No puede hablarse de psicología crim inal independient e, debido a la rivalidad ent re


psicología y psiquiat ría, est os han dej ado la Crim inología en un segundo plano.
La psicología t rat a de la vida psíquica y llam ada norm al, t am bién abarca una m ult it ud
de cam pos siendo el cam po crim inal uno de los m uchos que t rat a. La psicología forense
t endrá una aport ación im port ant e no sólo en m at eria penal sino t am bién en m at eria civil.

PSI COAN ÁLI SI S

Se cent ra en el inconscient e hum ano, ha aport ado inform ación sobre la personalidad y
el com port am ient o del delincuent e. Para Freud y sus seguidores el crim en es el result ado
de conflict os psíquicos del individuo. Hay un inst int o prim ario de agresión, las causas
crim inales son daños precoces en el desarrollo de la personalidad debido al alej am ient o de
la m adre por relaciones fam iliares deficient es y por pert urbaciones em ocionales del niño,
falt a de cariño, crueldad, ausencia de orient ación em ocional, frialdad afect iva. Todo est o
producirá que el “ yo” acuda a unas com plej as form as de prot ección.
Dent ro de las aport aciones del psicoanálisis una de las m ás int eresant es es aquella que
ent iende que la sociedad necesit a del delincuent e, el delincuent e no ese m ás que un chivo
expiat orio de las frust raciones y agresividad colect iva. Sociedad agresiva, sancionadora,
que necesit a el cast igo, cuya finalidad es ret ribucionist a.

SOCI OLOGÍ A

El delit o es una vulneración de las norm as sociales, la sociología es im port ant e,


desplaza las t radicionales t eorías biopsicológicas y biológicas. A part ir de la I I Guerra
Mundial las t eorías sociológicas cobran im port ancia.
Se cent rará en t odos aquellos aspect os que van a t ener repercusión en el hecho
crim inal, se m ant endrá por algunos sociólogos ( Durkheim ) que crim inalidad y delincuencia
form an part e de t oda sociedad sana.

ETOLOGÍ A

Ciencia que est udia com parando el com port am ient o anim al y el com port am ient o
hum ano. El error en que los et ólogos caen es el t rat ar de ext rapolar, t odos los
conocim ient os obt enidos de los anim ales al hom bre. No obst ant e es int eresant e cuando
explica fenóm enos com o el m iedo o la agresión, elección de parej a, com port am ient o sexual
de las especies...
3 . RELACI ÓN CON D I SCI PLI N AS QUE SE OCUPAN D EL CRI M EN

D ERECH O PEN AL

Conj unt o de norm as j urídico – posit ivas reguladoras del poder punit ivo del est ado que
definen com o delit os det erm inados presupuest os a los que asignan ciert as consecuencias
j urídicas denom inadas penas o m edidas de seguridad, consecuencias accesorias.
El Derecho Penal aparece com o una ciencia norm at iva ( debe ser) m ient ras que la
Crim inología aparece com o una ciencia del ser. Así el Derecho Penal va a ut ilizar un m ét odo
deduct ivo m ient ras que la Crim inología ut ilizará un m ét odo induct ivo y em pírico.
Est as dos ciencias han m ant enido unas posiciones específicas, lo ciert o es que son
ciencias inseparables. El Derecho Penal debe regular la conduct a hum ana ext erna, así
m ism o prot egerá unos bienes part icularm ent e im port ant es en la vida social, con est o el
Derecho Penal evit ará la aut oj ust icia, al m ism o t iem po el Derecho Penal ej ercerá una
función de garant ía y que no sólo prot egiendo det erm inados bienes relevant es, t am bién
prot egerá al individuo de posibles at aques ilícit os por part e del est ado ( principio de
legalidad Art .25 de la Const it ución) .
El Derecho Penal si prescindiera de la Crim inología se convert iría en una ciencia t eórica
alej ada de la realidad crim inal, llevaría a t ener leyes ineficaces.
A su vez la Crim inología necesit a del Derecho Penal, se delim it a el obj et o de la
Crim inología, t am bién el inicio del est udio de la Crim inología delim it ará que conduct a es o
no delict iva, est o m arcará el obj et o inicial del est udio de la Crim inología.
La prim era dificult ad, es el propio concept o de delit o, decir que la Crim inología es
aquella part e de la ciencia que se ocupa del est udio em pírico del delit o no es decir m ucho,
si no se indica lo que se ent iende por delit o, es el Derecho Penal quien m arca el concept o
de delit o, t am bién es ciert o que la Crim inología no puede lim it arse ni depender de las
cam biant es norm as penales. En un principio t ant o el crim inalist a com o el penalist a est án
subordinados al concept o legal de delit o, el crim inalist a si ha de part ir de ese concept o
legal, en un m om ent o det erm inado puede rechazarlo y de ese m odo proponer cam bios en
las definiciones legales.
Hoy en día se considera que el obj et o de la Crim inología es el est udio de la conduct a
desviada y dent ro de ella t am bién el delit o o la crim inalidad.
La Crim inología t am bién se ocupará del proceso de definición y de la sanción de la
conduct a desviada. A su vez, t odos los conocim ient os que la Crim inología aport a, han de
encont rar su reflej o en el Derecho Penal, ya que el Derecho Penal es el que im pregna el
t ej ido social, im pondrá el cum plim ient o de unas norm as, si la Crim inología no encont rase
est e reflej o, no sería m ás que una ciencia t eórica, no una ciencia práct ica com o és.
Hay una necesidad de que esos conocim ient os se t ransform en o pasen a un m arco
legal, se necesit a una norm at ivización de los conocim ient os crim inológicos. Será la polít ica
crim inal quien enlace est os conocim ient os con el Derecho Penal.

POLÍ TI CA CRI M I N AL

Pret ende la exposición sist em át icam ent e ordenada de las est rat egias, t áct icas y m edios
de sanción social para conseguir un cont rol ópt im o del delit o. Propondrá y det erm inará
reform as del sist em a vigent e, crit icando aquellas inst it uciones que se consideran
polit icocrim inalm ent e inadecuadas o int olerables.
Su razón de ser es la renovación del Derecho Penal, reform a de la adm inist ración de
j ust icia y reform a del sist em a de penas. Polít ica crim inal y reform a del Derecho Penal son
sinónim os.
La Polít ica crim inal es el puent e necesario ent re el saber em pírico y la concreción
norm at iva que es el Derecho Penal, la polít ica crim inal busca y pone en práct ica los m edios
y las form as m ás adecuadas para hacer eficaces los fines del Derecho Penal. Est a eficacia
se va a conseguir cuando la polít ica crim inal le indique cuales son las m et as a las que el
Derecho Penal debe aspirar, a su vez la polít ica crim inal est ablecerá los lím it es que el
Derecho Penal no puede t raspasar en la aplicación y form ulación de las norm as.
Polít ica crim inal t am bién es est rat egia penal, para que ello sea posible, la polít ica
crim inal necesit a en prim er lugar un conocim ient o adecuado de la realidad social y
hum ana, quien aport ará esos conocim ient os será la Crim inología.
La polít ica crim inal o bien est ablece una int erpret ación de la realidad o bien una
reform a del sist em a posit ivo, para ello la polít ica crim inal no sólo t endrá en cuent a la
función del Derecho Penal, sino que t endrá en cuent a el dat o crim inológico. La solución al
problem a crim inal, lo que va a exigir es una coordinación del enfoque crim inológico, el
polít ico crim inal y el penal.
1. La Crim inología va a aport ar el núcleo e conocim ient os em píricos sobre el delit o, el
delincuent e, la víct im a y el cont rol social del com port am ient o desviado. Est a fase de la
Crim inología es lo que se llam a el m odelo explicat ivo.
2. La polít ica crim inal será el m odelo decisional, t ransform ará la inform ación que le
proporciona la Crim inología, en opciones alt ernat ivas y program as cient íficos. Decide qué
com port am ient os deben ser crim inalizados o descrim inalizados.
3. El Derecho Penal será el m odelo inst rum ent al u operat ivo, va a concret ar las
opciones previam ent e adopt adas por la polít ica crim inal, las t ransform ará en el lenguaj e
del derecho, les dará la form a de norm as j urídicas generales y obligat orias.
Ninguno de est os t res m odelos pueden separarse, han de operar conj unt am ent e, no se
puede ni se debe prescindir de ninguno de ellos.
TEM A 3 : M ÉTOD OS Y TÉCN I CAS D E I N VESTI GACI ÓN CRI M I N OLÓGI CA

El m ét odo que crim inólogos y j urist as van a ut ilizar, serán m ét odos sust ancialm ent e
dist int os. Los cient íficos de la Crim inología ut ilizarán un m ét odo basado en la observación y
en la experim ent ación, est o es lógico ya que la Crim inología es una ciencia em pírica que
ut iliza un m ét odo induct ivo.

1 . M ÉTOD OS Y TÉCN I CAS

No exist e un m ét odo unit ario y propio de la Crim inología, nos vam os a encont rar con
diversos m ét odos y diversas t écnicas de invest igación. Lo que det erm inará que la
Crim inología se decant e por un m ét odo u ot ro será la nat uraleza del obj et o est udiado y el
fin de observación.
Exist una int erdependencia m ét odo – obj et o según el obj et o de est udio, deberá
corresponder un m ét odo apropiado, si lo que se pret ende es est udiar el crim en, se va a
im poner un enfoque conduct ual, int eresa en est e caso explicar el paso al act o, que es lo
que desencadena que se produzca el act o. Pero si lo que nos int eresa es el análisis del
crim inal, prim ará un enfoque clínico, y si lo que pret endem os es el est udio de la
crim inalidad en conj unt o, prem iará un enfoque est adíst ico.

TÉCN I CAS D E I N VESTI GACI ÓN EN PARTI CULAR

Se caract erizan por ser un gran núm ero: est adíst icas, biológicas ( est udios genét icos) ,
biot ipológicas, ant ropológicas, psicológicas, m édicas, sociológicas, crim inalíst icas, clínicas,
biográficas, docum ent ales, bibliográficas y psiquiát ricas.

El m é t odo e st a díst ico.

1. Se puede est ablecer una dist inción ent re est adíst icas de m asas o de series. 1º Las
prim eras abarcarán la t ot alidad de la act ividad crim inal de una población. 2º las
est adíst icas de series se cent ran exclusivam ent e en un núm ero rest ringido de casos.
2. En segundo lugar podem os hablar de est adíst icas est át icas o dinám icas, las prim eras
serán aquellas que se van a ceñir en cont em plar el obj et o de reposo ( en un m ism o periodo
de t iem po analizarán el obj et o de un m odo est át ico) . La est adíst ica dinám ica cont em plrá la
crim inalidad en m ovim ient o, analizará las oscilaciones de la crim inalidad durant e un
período det erm inado.
3. En t ercer lugar exist en dos t ipos de est adíst icas de creación nort eam ericana.
I nform es de aut odenuncia y est udios de vict im ización. Aparecen porque en realidad las
est adíst icas reflej an la crim inalidad regist rada, se escapan t odos aquellos delit os que no
han sido denunciados. Est os dos t ipos de est adíst ica recogerán la cifra negra. Los “ Self-
report er scovey” van a posibilit ar el cálculo del núm ero de infract ores m ient ras que los
“ Vict im at ion st udies” recogerán el volum en global y la nat uraleza de las acciones delict ivas
durant e un período.
Exist e una cifra negra de crim inalidad no regist rada ya que hay una gran cant idad de
hechos delict ivos que no const an ya que la víct im a no hizo la denuncia correspondient e,
ot ras veces puede pasar que la víct im a present e la denuncia pero que no se abra
invest igación o que la invest igación arroj e un result ado diferent e al esperado.
García Pablos: “ Ni t odo delit o t rasciende, ni t odo delit o conocido se denuncia, ni t odo
delit o denunciado se persigue, ni t odo delit o perseguido se cast iga ni t oda condena
im puest a se cum ple” .
Las t asas oficiales de la crim inalidad est án m uy por debaj o de las t asas reales. Es
precisam ent e est o lo que los inform es de aut odenuncia y los est udios de vict im ización
pret enden conocer la posible part icipación del encuest ado en act os delict ivos.
I n for m e s de a u t ode n u n cia : proporcionan una visión com plet a y m at izada de la
verdadera dist ribución de la delincuencia dent ro de la sociedad, con ello se obt endrá
inform ación sobre la personalidad del aut or, inform ación sobre los m odos de com isión del
delit o, act it udes y opiniones del infract or, frecuencia con que se com et en esos act os, t asa
de crim inalidad j uvenil...
Pero los act os que aport a no son fiables, ya que hay individuos que inform an sobre
delit os de escasa im port ancia, ot ras exagerarán o ocult arán la realidad, est os inform es son
fiables pero hay que t ener en cuent a est os punt os.
En cu e st a s D e Vict im iza ción: aport arán dat os que provienen de las víct im as de
delit os, saber si se denunció o no el hecho delict ivo, relación ent re víct im a y agresor,
m odus operandi de la agresión y la frecuencia de vict im ización...
Est as encuest as surgen en EE.UU. en la década de los 60. En España em piezan a
realizarse en 1978. Los result ados t am bién se han de analizar con rigurosidad ya que habrá
ocasiones en la que la víct im a exagera o fingirá haber sido víct im a de m ás delit os de los
que en realidad es víct im a.
CONCLUSI ONES:
 La prim era conclusión es que el crim en no es pat rim onio de una clase social.
 El hom bre part icipa en m ás act ividades delict ivas que la m uj er, las t asas de
crecim ient o de la crim inalidad fem enina van en aum ent o.
 Los adult os com et en crím enes m ás graves que los j óvenes.
 La crim inalidad j uvenil se encuent ra m ás difundida de lo que afirm an las est adíst icas
oficiales.
 Los j óvenes son hoy víct im as del delit o en proporción superior a las personas
m ayores.
 Se pone de m anifiest o un fracaso del cont rol penal del crim en, est o obedece a una
pluralidad de fact ores, no puede individualizarse en concret as inst ancias de cont rol,
es un fracaso generalizado.
 Se observa que exist e una cifra negra de m ayor proporción en delit os leves frent e a
los graves.

Por razón de las fuent es, las est adíst icas se pueden dividir en est adíst icas policiales,
que se verán reflej adas en las m em orias de la Dirección General de la Policía; j udicial,
est adíst icas fiables que ofrecen una im agen cercana a la realidad, se elaboran m ediant e los
dat os que aport an t odas las com isarías de España. Así m ism o est án las est adíst icas que
recoge la Guardia Civil en el Bolet ín est adíst ico de la Dirección General de la Guardia Civil.
Est adíst icas j udiciales: se pueden dividir en t res apart ados. 1º las m em orias de la
fiscalía del Tribunal Suprem o, inform arán sobre la evolución de la crim inalidad y sobre el
m ovim ient o de las causas durant e el año en cuest ión. 2º Mem orias del consej o general del
poder j udicial. 3º Est adíst icas j udiciales de España, son las que elabora el I nst it ut o
Nacional de Est adíst ica.
Est adíst icas penit enciarias: aparecen en el inform e general de la Dirección General de
inst it uciones penit enciarias.

TÉCN I CAS D E I N VESTI GACI ÓN

1º . Reconocim ient os m édicos. Exist e una gran cant idad de m ét odos para un
reconocim ient o m édico ( análisis, observaciones neurológicas...) .
2º . Exploración, t iene un cont enido am plio, opera en el cam po de la psiquiat ría
para invest igar el caráct er psicopat ológico de la per sonalidad del individuo.
3º . Ent revist a, m enos am biciosa que la ant erior, no requiere por part e del
ent revist ador unos det erm inados conocim ient os psiquiát ricos o crim inológicos.
4º . Cuest ionario, dirigido a grandes m uest ras y sondeos de opinión.
5º . Observación, va a act uar com o com plem ent o de la exploración. Se van a
analizar det erm inadas parcelas del m undo psíquico y social del individuo, ofrece un
caráct er m ás delim it ado que la exploración.
6º . Discusión de grupo, se va a ut ilizar para el análisis y la t erapia de la
personalidad, quien t am bién va a requerir por part e de la persona que la lleve a cabo una
sólida form ación psiquiát rica y psicológica, versada sobret odo en psicot erapia.
7º . Experim ent o, consist e en la provocación de una sit uación de hecho, se
provocará art ificialm ent e una sit uación. Podem os dist inguir ent re experim ent os de
laborat orio, t endrem os por un lado un grupo experim ent al y un grupo de cont rol. Am bos
serán observados y analizados en una sit uación art ificial: experim ent o de cam po, el análisis
y observación se llevará a cabo en un hábit at nat ural.
8º . Test psicológicos, const it uyen el m edio m ás rápido por part e de los psicólogos
para det erm inar la personalidad de un individuo.
9º . Mét odos de m edición, se pret ende llegar a diferenciaciones cuant it at ivas, se
pret ende la cuant ificación del fenóm eno, se ut ilizará la escala.
10º . Mét odos sociom ét ricos, invest igarán las relaciones cam biant es de cada uno de
los m iem bros de un grupo o de una com unidad, invest igando la frecuencia o int ensidad de
det erm inadas relaciones elem ent ales.
11º . Mét odos longit udinales, se refieren a los est udios de casos y biografías
crim inales. Se pret ende desvelar, analizar la hist oria del aut or y de su hecho, para ello se
va a analizar la vida y experiencias del individuo.
12º . Est udios de seguim ient o, pret enden exam inar la evolución del individuo
durant e un período det erm inado de t iem po, est a evolución se hará desde parám et ros
psiquiát ricos y psicológicos.
13º . Est udios paralelos invest igaciones con grupo de cont rol, est os est udios
invest igarán con fines com parat ivos y con el fin de descubrir la et iología ( causa) del delit o.
Exam inar grupos de no delincuent es de caract eríst icas hom ogéneas. Se observará la
influencia que pueda t ener la carencia m at erna durant e la infancia.
TEM A 4 : EVOLUCI ÓN H I STÓRI CA D EL PEN SAM I EN TO CRI M I N OLÓGI CO

1 . ORÍ GEN ES D E LA CRI M I N OLOGÍ A

Cualquier m anifest ación desde los orígenes de la hum anidad, siem pre se ha vist o
reflej ada en la lit erat ura, el t eat ro, la poesía...
En la m it ología griega hay una sucesión de conduct as crim inales divinizadas ( Zeus:
encuadra en la t ipología lom brosiana – represent a al crim inal nat o hom icida) . En Egipt o
dest aca por ser un país pionero en m at eria de ident ificación crim inal y por ser el gran
precursor de la m edicina forense. China ( 1122 a.C.) se im ponía la pena proporcional, las
ideas de la prevención ya aparecen en el S.VI a.C.
Plat ón se adelant a en varios siglos a las t eorías am bient alist as, ya que sost enía que el
crim en era product o del m edio am bient e, pobreza, m iseria, eran agent es provocadores
fundam ent ales. Arist ót eles est ableció una relación clara ent re configuración del cuerpo y
facult ades m ent ales ( era fisonom ist a) , coincide con Plat ón en los elem ent os provocadores,
pero sost iene que los delit os m ás graves no se com et en para obt ener lo necesario sino lo
superfluo.
En el S.XI I I Tom ás de Aquino, en m at eria crim inal m ant iene una post ura am bivalent e,
ya que defiende la idea de la predisposición, pero t am bién defiende la idea del libre
albedrío, sost iene que exist e una t endencia al m al pero t am bién exist e una aut onom ía a la
volunt ad.
La Crim inología ya exist ía hace siglos, exist e desde que exist e el crim en. La época en
que se produce una proliferación de est udios crim inológicos en el S.XV que coincide con el
florecim ient o de la m edicina legal. Hay aut ores com o Tom ás Moro ( represent ant e del
pensam ient o ut ópico) hast a aut ores com o C.Beccaria ( represent ant e de la filosofía
polít ica) . Los ilust rados franceses Volt aire, Rousseau, Mont esquieu y t erm inando por los
pioneros de la ciencia penit enciaria J.Howard y J.Bent ham .
Todos ellos realizaron aport aciones fundam ent ales en el cam po de la Crim inología, será
a part ir del S.XI X, cuando se producirá la consolidación de la Crim inología com o ciencia
aut ónom a, coincidirá con la aparición del posit ivism o crim inológico ( Lom broso, Ferri,
Garofalo) va a buscar las causas del crim en ut ilizando m ét odos cient íficos.
A finales del S.XI X se produce el auge de la sociología crim inal de la m ano de Tarde y
Durkheim , t rat ó de dem ost rar que el crim en ponía de relieve la norm alidad est ruct ural del
delit o dent ro de la est ruct ura de la sociedad, el delincuent e es un ser norm al, no difiere
sust ancialm ent e del rest o de la población.
En Europa no consiguió int roducirse con fuerza, ya que se era m uy reacio a abandonar
t est biológicos const it ucionales. En EE.UU. hay una t ot al ident ificación ent re crim inología y
sociología, se ot orgará escasa im port ancia a las explicaciones biológicas.

2 . ETAPA PRECI EN TÍ FI CA D E LA CRI M I N OLOGÍ A

Es una et apa ant erior al posit ivism o, llega hast a el S.XI X.


El pensam ient o ut ópico: Tom ás Moro será el represent ant e fundam ent al de est e
pensam ient o, desarrolla su labor a finales del S.XV, principios del XVI , aport a a la
Crim inología la t esis de la conexión del crim en con la est ruct ura de la sociedad, el crim en
responde a una serie de fact ores. El fact or que Tom ás Moro dest aca es el económ ico,
dest acando la pobreza. Crit icó abiert am ent e la dureza y la desproporción de los cast igos,
abogaba por una labor prevent iva por part e del est ado, pensaba que los poderes públicos
t enían que est ablecer los m edios necesarios para que el delincuent e pudiese sat isfacer, con
su t rabaj o a la víct im a a t ít ulo de com pensación.
En est a época aparece la fisionom ía, est á cent rada fundam ent alm ent e en la idea de la
personalidad del hom bre, su m ent e y su em ocionalidad, t odo ello se reflej a en los rasgos
faciales en sus expresiones. La fisionom ía cobrará im port ancia en el S.XVI de la m ano de
Della Port a ( it aliano) , est o no im pide que se pueda hablar de ant ecedent es fisionom ist as
ant eriores. La fisionom ía se ha ut ilizado sobret odo en el ám bit o j udicial.
El verdadero im pulsor de la fisionom ía fue Lavat er con su obra “ l´ Art . De connoit re les
hom m es par la physionom ie” 1820. Realiza una descripción de los hom bres de m aldad
nat ural. Mant iene que t odo aquello que acont ece en el alm a se m anifiest a en el rost ro, la
belleza o la fealdad de la cara t iene j ust a recom pensa con la bondad o m aldad de su
espírit u. Est ablece una correlación ent re det erm inadas cualidades del individuo y los
órganos o part es de su cuerpo.
Las aport aciones de la fisionom ía puede ser una aport ación út il pero peligrosa, ya que
se t rat a de reconocer por signos evident es, ext ernos la cualidad o no del crim inal, se ha
t rat ado de buscar qué elem ent os visibles det erm inan quién es o no es un crim inal.
Est e aut or ha servido de punt o de enlace ent re fisionom ía y frenología ( cranología) se
desarrolla en el S.XI X, los frenólogos part en de la idea de que la cabeza es la part e m ás
noble del cuerpo. Gall ( 1810) “ Las funciones del cerebro” , t raza un m apa cerebral
dividiéndolo en 38 regiones donde residirán las facult ades aním icas del individuo, y t razará
a su vez 27 organizaciones cerebrales en las que Gall creyó haber encont rado un inst int o
hom icida. Sost uvo que el crim en es debido a un desarrollo parcial y no com pensado del
cerebro, est o produciría una hiperfunción de det erm inado sent im ient o.

3 . LA FI LOSOFÍ A POLÍ TI CA D E LA I LUSTRACI ÓN

En est a t apa dest aca la im port ant e aport ación de los precursores de la filosofía de las
luces, Beccaria y Manuel de Lardizabal, unirá a est os aut ores la lucha cont ra el
absolut ism o, cont ra las penas crueles y desproporcionadas, en general t odo aquello
relacionado con el Ant iguo Régim en.

CH ARLES BECCARI A

Escribe en 1774 “ Des delit t i e delle pene” ( De los delit os y de las penas) . Est a obra
supone un alegat o, denuncia cont ra la pena de m uert e, la t ort ura y en general cont ra la
desproporción ent re los delit os com et idos y los cast igos aplicados. Crit ica ferozm ent e la
irracionalidad, la arbit rariedad y la crueldad de las leyes penales y procesales del S.XVI I I .
Part e de la idea de Rousseau del cont rat o social, ext rae el principio de legalidad, sólo el
legislador puede dict ar leyes, ya que sólo el legislador puede dict arlas al represent ar a
t odos los hom bres que han acordado el cont rat o social. El obj et ivo social que surge de est e
cont rat o es lograr la felicidad de los hom bres, est o quiere decir que el legislador debe
t ender a evit ar los delit os m ás que a cast igarlos. Para ello, se requiere que las leyes no
sean t an discrim inat orias y que adem ás ahonden en el aspect o educat ivo. El m ás seguro,
m ás difícil m ét odo para evit ar los delit os es perfeccionar a educación.
La pena inút il at ent a cont ra la j ust icia, at ent a cont ra las bases m ism as del cont rat o
social, propugna que las penas sean ciert as, pront as y desproporcionadas. Est as penas
serán m ás eficaces que la pena dura y cruel.
La pena es necesaria para prevenir nuevos delit os, es el sent ido de que “ El fin de las
penas no es at orm ent ar y afligir a un ent e sensible ni deshacer un delit o ya com et ido, el fin
no es ot ro que im pedir al reo causar nuevos delit os, causar daños a los ciudadanos, y
ret raer a los dem ás de la com isión de ot ros delit os” .
Propone:
1. Que las leyes sean claras y sim ples.
2. Que haya un predom inio de la libert ad y la razón sobre el oscurant ism o.
3. Que haya un funcionam ient o ej em plar de la j ust icia, libre de corrupciones.
4. Que haya recom pensas al ciudadano honrado.
5. Aboga por una elevación de los niveles cult urales y educat ivos del pueblo.
J. BEN TH AM

En el plano penológico o penit enciario est á la figura de J. Bent ham ( finales del S.XVI I I ,
principios del XI X) es el precursor m ás em inent e de los sist em as penit enciarios, dest aca
por su obra “ Trat ado de la legislación civil y penal” , t rat ará t em as fundam ent ales de la
ciencia penal com o delit o, delincuent e y pena.
Aport a la idea del panópt ico, es un edificio circular de varios pisos con celdas, con
vent anas grandes, en est e edificio habrá en el cent ro una t orre de vigilancia que perm it irá
la observación de t odas y cada una de las celdas de la prisión.
Bent ham t uvo gran t rascendencia en España, fue el aut or m ás leído, t raducido,
int erpret ado y cit ado, ya que a su concepción penit enciaria est ablece t res reglas con el fin
de m ej orar el régim en penit enciario.
Propone.
1. Regla de la dulzura, elim inación de sufrim ient os corporales.
2. Regla de la severidad.
3. Regla de la econom ía, t rat ar de evit ar gast os innecesarios.

La finalidad de la prisión es reform ar y corregir a los presos, con el fin de que al salir en
libert ad no const it uyan una desgracia para el condenado y para la sociedad.
Se not a en su obra la idea de la escuela clásica “ en el delit o lo fundam ent al no es el
delincuent e, sino el hecho” . El aut or es secundario “ cualquiera es capaz de com et er un
delit o, no hay diferencias ent re el crim inal y el que respet a la Ley, salvo el hecho” .

JOH N H OW ARD

Con John Howard ( S.XVI I I ) com ienza para la ciencia penit enciaria una nueva era. Hace
una reform a de t odo el sist em a penit enciario, en 1776 escribe “ El est ado de las prisiones
en I nglat erra y Gales” . Est a obra m arcará el inicio de la reform a. Pret ende buscar los
m ales, subsanarlos, es el m ot or que im pulsó los m ovim ient os de reform a en el ám bit o
penit enciario. Abogaba por el aislam ient o dulcificado, por la necesidad del t rabaj o en la
prisión, por la inst rucción m oral y religiosa, adecuada higiene y alim ent ación y sobre t odo
por una racional clasificación de los penados.
Con él nace la corrient e penit enciaria que va a revolucionar el m undo de las prisiones
haciéndolas m ás hum anas y cuyo fin sea la reform a del penado.
Su gran m érit o es que se at rae la at ención sobre el delincuent e olvidado, en la
concepción del delit o lo fundam ent al era el hecho con Howard el delincuent e cobrará la
im port ancia que m erece.

M ON TESQUI EU

“ El espírit u de las leyes” est ablecerá la división de las leyes, en m at eria crim inal aboga
por la desaparición de la t ort ura y la prevención del delit o. Las leyes t ienen que evit ar el
delit o y prot eger al individuo.

VOLTAI RE

Defenderá el principio de legalidad, se m ost rará cont rario a las det enciones arbit rarias,
supresión de la t ort ura, abolición del procedim ient o secret o, adecuación de las penas con
los delit os, unidad de la legislación y rest ricción del arbit rio j udicial. Era una época en la
que los j ueces podían condenar a penas graves por un hecho insignificant e.
Los j ueces han de ser los esclavos de la Ley, no sus árbit ros. Est o supone el
som et im ient o de los j ueces a la Ley y la necesidad de que los j ueces m ot iven sus fallos,
que expliquen el cont enido y j ust ificación de su sent encia.
ROUSSEAU

“ El cont rat o social” ( 1762) , obra en la que est e aut or part e del principio de que el
hom bre es bueno. Ent iende que la sociedad es la que perviert e al hom bre, cada hom bre
realiza su libert ad obedeciendo a las leyes.
Para Rousseau el delincuent e vulnera el pact o social, el propio delincuent e se
aut om argina de la sociedad civil que debe cont em plarle com o un rebelde.

M AN UEL D E LARD I ZABAL Y URI BE

Fue el prim er aut or español en crit icar las leyes penales vigent es en España. No sólo
crit icó, sino que t am bién su crít ica fue const ruct iva al proponer diversas m odificaciones de
la Ley penal buscando con ello la j ust icia.
Se opuso en det erm inados aspect os a los ilust rados franceses, pero en ot ros est uvo de
acuerdo com o en la defensa del principio de legalidad de los delit os y las penas.
“ Discurso sobre las penas” 1782. Recogerá el principio de legalidad, diciendo: Sólo las
leyes pueden decret ar las penas de los delit os y est a aut oridad debe residir únicam ent e en
el legislador.
No es en m at eria penal donde dest acó, se cent ró en el est udio y análisis de las penas.
En m at eria de delit o, hará una clasificación recogiendo los t ipos de delit o.
1. Delit os cont ra la religión
2. Delit os cont ra las cost um bres
3. Delit os cont ra la t ranquilidad.
4. Delit os cont ra la seguridad pública o privada.

En m at eria de Derecho Penal aport a proposiciones que hoy en día parecen t ot alm ent e
evident es, pero en el S.XVI I I no lo eran, com o la no penalización de los act os int ernos,
habrá delit o sólo a part ir del inst ant e en que se realicen algunas acciones ext eriores.
Propugna que la pena se im ponga exclusivam ent e a la persona que ha com et ido el delit o,
no puede im ponerse pena alguna a persona dist int a del que haya com et ido el delit o. Tiene
que producirse un daño o un perj uicio, y que est e daño se haya causado volunt ariam ent e
con m alicia o culpa, ya que falt ando est os dos elem ent os no hay m oralidad ( volunt ariedad)
en las acciones hum anas, por lo t ant o no hay im put abilidad.
El fin de las penas para Lardizabal es algo confuso, ya que ent iende que uno de los
fines es el ej em plo, es la seguridad de los ciudadanos, es la salud de la república, adem ás
la pena t iene un fin correccionalist a, sirve de escarm ient o, sirve para reparar el perj uicio
causado.
Pensando así, invit a al legislador a que las penit enciarías no em peoren su sit uación.
Ot ro de los principios que aport a es el de proporcionalidad, las penas cum plen su fin,
son út iles, siem pre y cuando guarden proporción con el delit o com et ido, cuant o m ás grav e
sea el delit o, m ayor será la pena, las penas m ás graves y duras se reservarán para delit os
graves que pert urben la sociedad y la religión.
Las penas pueden recaer sobre la vida, el cuerpo, la honra y sobre los bienes. ( Pena
capit al, penas corporales, penas infam ant es, penas pecuniarias) , dice que la pena de
m uert e es un m edio eficaz, aunque dice que no debe ser usada con frecuencia, se m uest ra
cont rario a las m ut ilaciones y los azot es, sólo deben im ponerse por delit os denigrant es.
4 . LA ESCUELA CLÁSI CA

Defenderá unas ideas cont rarias a la escuela posit iva. Defiende ant e t odo la idea del
hom bre com o un ser libre, racional e igual, defiende la idea del libre albedrío ( aut onom ía
de la volunt ad) , est o supone que el hom bre t iene capacidad de decisión, capacidad de
aut odet erm inación, el hom bre no est á suj et o a det erm inism os, no est á suj et o a fuerzas
divinas. Part iendo de est a idea, para los clásicos no hay diferencias ent re el hom bre
delincuent e del que no lo es, el hom bre elige librem ent e su carrera crim inal.
Su obj et o de est udio: prescindirá del est udio del delincuent e, se cent rarán en el hecho.
Post u la dos de la e scu e la clá sica .
 Norm alidad del delincuent e, no exist en diferencias cualit at ivas ent re el
delincuent e del que no lo és.
 I rracionalidad del crim en, el crim en es un act o irracional e incom prensible y a
que el hom bre con su libert ad y capacidad de decisión no ha sabido elegir el
cam ino que m ás le convenía.
 Est ablecen una prioridad del hecho sobre el aut or, el delincuent e sólo aparecerá
com o el suj et o act ivo del delit o y no se le prest ará m ayor at ención.
 Explicación sit uacional del hecho delict ivo, el crim en es consecuencia d un m al
uso de la libert ad, t odos los ciudadanos son crim inales en pot encia porque t odos
son libres.
 Tienen un enfoque react ivo del problem a crim inal. La aport ación penológica ha
sido su m ayor éxit o, fundam ent an la legit im ación y delim it ación del cast igo.
Sacan conclusiones sobre el cuando, el cóm o y el porqué se cast igan los delit os.
 Aport ación en el ám bit o de la polít ica crim inal, donde la escuela clásica sí
legit im a el uso sist em át ico del cast igo com o inst rum ent o del cont rol del crim en.

5 . ESTAD Í STI CA M ORAL ( ESCUELA CARTOGRÁFI CA)

Va a ser el punt o de enlace ent re la escuela clásica y la escuela posit iva.


Lo caract eríst ico es que no se va a ocupar del delincuent e com o ser individual ni se va
a ocupar de la et iología ( causas) del crim en. Se ocupará del delit o com o un hecho social,
m agnit ud colect iva, fenóm eno de m asas, ut ilizará m ét odos cuant it at ivos,
fundam ent alm ent e la est adíst ica.
No les int eresa el delincuent e personalizado sino el m edio, no est udiarán las causas del
delit o sin sus form as de aparición, frecuencia, dist ribución y repart os, volum en, evolución y
dinám ica.

QUETELET

“ I nvest igaciones sobre las penas y el crim en en las diferent es edades” .


“ Física social” .
Est e aut or analizará las est adíst icas referent es a t odos los asesinat os que se
com et ieron en Francia ent re 1826 y 1831. Llega a las siguient es conclusiones:
 El crim en es un fenóm eno social, de m asas no un acont ecim ient o individual.
 El crim en es una m agnit ud asom brosam ent e regular y const ant e. El crim en se
repit e con una precisión m ecánica, es product o de leyes sociales que el
invest igador debe descubrir y analizar.
 Norm alidad del delit o desde un punt o de vist a est adíst ico, el delit o es un
fenóm eno social, inevit able, necesario y const ant e. Se puede com parar la t asa
anual de delit os con la de nacim ient os o defunciones. Cualquier sociedad ha de
pagar est e t ribut o.
 Mét odo adecuado para la invest igación, para él es el m ét odo est adíst ico.
Hay un aspect o curioso, es la relación ent re el delit o y fact ores com o la sit uación
geográfica, el analfabet ism o, la m iseria o el clim a. Del crim en ext rae sus “ Leyes t érm icas” .
1. Observa que en invierno se com et en m ás delit os cont ra el pat rim onio que en
verano.
2. Los delit os cont ra las personas suelen com et erse en verano.
3. Los delit os sexuales suelen com et erse en prim avera.

Est as leyes no deben ent enderse com o influencia “ cosm ot elúrica” , sus leyes t érm icas,
no son t ales, las est aciones del año producen un cam bio en el “ m odus vivendi” del hom bre,
est o producirá que se com et an m ás unos delit os que ot ros.

6 . ESCUELA POSI TI VA

Luchará cont ra el delit o, aport ando cient ificidad a las causas del delit o. La escuela
clásica cent raba su est udio en el hecho y en el cast igo y en la lucha cont ra el Ant iguo
Régim en. Los posit ivist as cent rarán su est udio en la figura del delincuent e, en m at eria
polít ica, prot egerán el nuevo orden burgués indust rial.
El m ét odo, se produce una subordinación de los fenóm enos sociales a las inflexibles,
inm ut ables leyes de la nat uraleza, se cent rarán en la observación com o pilar del análisis de
su est udio.
La pena exist irá com o conservador del orden social, m ediant e el cast igo se prot ege el
orden social. A su vez el cast igo cum ple una función de prevención especial, enfocada a la
figura del delincuent e.
Les int eresa la fenom enología, est ablecerán t ipologías delincuenciales, clasificaciones,
t ipos, caract eríst icas de delincuent es...
Los posit ivist as defienden la desigualdad de los hom bres, porque ent ienden que el
crim inal responde a anom alías heredit arias, orgánicas, psíquicas. Los clásicos creían en el
libre albedrío, los posit ivist as serán det erm inist as, rechazan la idea de la libert ad hum ana.
Con est as t eorías el Derecho Penal ocupará un segundo plano, incluso cuest ionan su
ut ilidad, las decisiones j udiciales, la regulación de los delit os, para ellos no influye en
aum ent o o dism inución de delit os.

CH ESARE LOM BROSO

Era m édico y ant ropólogo, escribió una obra que m arcaría el inicio de unas nuevas
t eorías sobre la crim inalidad “ El hom bre delincuent e” .
La m ás célebre clasificación de crim inales es la de Lom broso.

1. D e lin cu e n t e n a t o que él hace girar sobre la idea de at avism o. El delincuent e nat o


es aquel que present a t oda una serie de anom alías, est igm as de origen at ávico o
degenerat ivo.
El delincuent e nat o es un ser at ávico product o de la regresión a et apas prim it ivas de
la hum anidad, es un ser hipoevolucionado, com o consecuencia de un genuino salt o at rás
heredit ario. Est as t eorías t ienen su explicación ya que es cuando aparecen las ideas de
Darwin.
Lom broso descubre en 19872 en un cráneo la exist encia de una foset a en la zona
occipit al m edia, est a foset a es un est igm a de franca regresión propia de los vert ebrados
inferiores. Al descubrir est o, ent iende que ha encont rado aquello que j ust ifica t oda su
t eoría de la regresión a épocas prim it ivas, señalará t odas las caract eríst icas psíquicas y
físicas que el delincuent e nat o t endrá.
1. Frent e diviza. 11. Cinism o.
2. Gran desarrollo de los póm ulos. 12. Vanidad.
3. Gran ilosidad. 13. Crueldad.
4. Orej as en form a de asa. 14. Afán vengat ivo.
5. I nsensibilidad al dolor. 15. I m pulsividad.
6. I nsensibilidad al color. 16. Tendencia al fuego.
7. Frecuent e noncinism o. 17. Tendencia a las orgías.
8. Mayor robust ez de los m iem bros izquierdos 18.Uso frecuent e del argot .
9. I nsensibilidad afect iva. 19. Tat uaj es obscenos.
10. Falt a de rem ordim ient os. 20. ...

2. D e lin cu e n t e loco m or a l. Dice que es una especie de idiot a m oral que no puede
elevarse a com prender el sent im ient o m oral, o por la educación, esa se est acionó en la
práct ica.
Son indiferent es afect ivos, y cuando ent ran en colisión con la Ley, la indiferencia se
t ransform a en odio, venganza, ferocidad, en la convicción de t ener derecho a hacer el
m al. Dest acan por:
1. Corpulencia física.
2. Ast ucia.
3. Precocidad sexual.
4. Perversión afect iva.
5. I nt eligencia nat ural int act a.
6. Suele ser delincuent e desde la infancia a la pubert ad.

3. D e lin cu e n t e e pilé pt ico. Es un delincuent e violent o y agresivo serán los


delincuent es que com et an delit os gravísim os sin experim ent ar ningún t ipo de
rem ordim ient o.

4. D e lin cu e n t e loco.
Delincuent e loco alienado.
Delincuent e loco alcohólico.
Delincuent e loco hist érico.

5. D e lin cu e n t e oca sion a l, no es aquel que busque la ocasión para delinquir, es aquel
que se sient e at raído por el delit o, o bien cae en el delit o por razones insignificant es.

6. de lin cu e n t e pa sion a l, es aquel que com et e el delit o t eniendo com o subst rat o la
dolencia de alguna pasión.

Trat a de int egrar el at avism o, m orbo y epilepsia. Lom broso observa que el delincuent e
carece de sent im ient o m oral debido a la regresión en et apas ant eriores, regresión por un
lado no evolución por ot ro. Observó est a falt a de evolución en los epilépt icos, precisam ent e
por est o es porque da una explicación del crim en, es una causa int erna.
Tam bién escribió ot ra obra “ La m uj er delincuent e” . Analizó m uchos cráneos de
m uj eres, lo que le perm it ió llegar a la conclusión de que est a son present an grandes
diferencias con los hom bres, pero sí que equipara a las m uj eres con los niños. Si el
delincuent e nat o es com o un niño, reacciona de form a infant il, se es not ablem ent e cruel, la
m uj er se asem ej a al delincuent e.
Adem ás est ablecerá un paralelism o ent re la prost it ut a y el ser at ávico, concluye que
ent re las prost it ut as el t ipo de delincuent e nat o es el m ás difundido y frecuent e. La
prost it ut a es la represent ación genuina de la crim inalidad, ya que la prost it ut a le falt a
sent ido m at ernal.
Lom broso t am bién hizo m ención de la influencia am bient al y social, en el crim en, hast a
el punt o que cit ó en num erosas ocasiones a Quet elet .
Est ableció que si consideram os en el hom bre su t endencia al delit o, observam os que
depende de su organización, de la educación que ha recibido, de las circunst ancias, no
t iene ningún problem a en adm it ir la int errelación ent re fact ores am bient ales y fact ores
endógenos. Llega a int errelacionar el físico con las est aciones, const at a que en invierno se
com et en m ás crím enes, en enero se producen m ás falsificaciones y est afas.
La crim inalidad será el result ado de t odos est os fact ores, la nat uraleza aport ará la
m at eria prim a y la sociedad el m arco adecuado. Da im port ancia a las condiciones
m et eorológicas, la raza, densidad de población, alcohol, fact ores educat ivos y económ icos.
En lo referent e a la clase social observa que la crim inalidad violent a se da en las capas m ás
baj as de la sociedad, m ient ras que los delit os de fraude son m ás propios de las clases
acom odadas.
Dist inguirá dos t ipos de crim inalidad, una at ávica, es la que corresponde a los
verdaderos crim inales, aquellos fat alm ent e predispuest os al crim en y por ot ro lado una
crim inalidad evolut iva que es la que viene definida por la Ley, est a crim inalidad evolut iva
no es propiam ent e delincuent e, por lo que falt a la resist encia a las t ent aciones
am bient ales.
La pena: es cont rario a la ret ribución y a la venganza, el fin de la pena es prot eger el
orden social, en casos ext rem os, puede aplicarse la pena de m uert e.
PARA LOMBROSO EL DELI NCUENTE NACE Y NO SE HACE.

EN RI CO FERRI

Era sociólogo, es el segundo aut or en im port ancia de la escuela posit iva. “ Los nuevos
horizont es del Derecho Penal y del Derecho Procesal” .
“ Sociología crim inal” . Con est a obra Ferri será considerado el padre de la sociología
crim inal. Para él los fact ores sociales van a ser fundam ent ales en la explicación de hechos
crim inales.
La psicología posit iva dem ost ró la no exist encia del libre albedrío, no es m ás que una
ilusión subj et iva, con est a post ura, es obvio que Ferri sea det erm inist a, t odo est á
predest inado.
Respect o de las leyes penales y su escasa incidencia, Ferri hablará de “ sat uración
crim inal” , const at ará que en un det erm inado m edio social, baj o ciert as condiciones
individuales o sociales se com et e un det erm inado núm ero de delit os.
La pena: No es la venganza ni es el cast igo, sino que su fin es la defensa de la
sociedad, de acuerdo con el grado de peligrosidad del aut or, la sanción ha de aj ust arse a
las caract eríst icas individuales, apreciadas caso a caso. Acept ación de la individualización
de la pena, y acept ación de la sent encia indet erm inada. La pena no es absolut am ent e
eficaz si no es dura, no im plica una dism inución de delit os. Lo im port ant e será la adopción
de sust it ut ivos penales.
El crim en responde a una dinám ica propia, o lo que se t iene que procurar es una
progresiva elim inación de los fact ores crim inógenos.
MÁS I MPORTANTE QUE EL CASTI GO SERÁ LA PREVENCI ÓN.

GAROGALO

Dest acará por ser j urist a, de sus m érit os fue el haber sido el aut or que acuñó el
t érm ino Crim inología, el m érit o principal ha sido el saber divulgar los post ulados
posit ivist as con una gran capacidad de sínt esis y m oderación.
Crit ica que posit ivism o se haya cent rado exclusivam ent e en la figura del delincuent e en
det rim ent o del delit o. Ese abandono del delit o hace que Garofalo defina que es delit o. Part e
de un concept o de delit o nat ural, ent iende que delit o o act o crim inal es aquel que va en
cont ra de los sent im ient os de piedad, en cont ra de los sent im ient os de probidad
( honradez) . Siendo delincuent e aquella persona que carece de est os sent im ient os.
Para Garofalo no puede dividirse delit o y delincuent e.
Coincide con Lom broso con la idea de anom alía psíquica o m oral, pero para Garofalo no
es pat ológica, sino una variación psíquica t ransm isible por vía heredit aria.
Los fact ores sociales t ienen escasa relevancia si part e del principio de la exist encia de
condicionant es o valoraciones heredit arias, el com ponent e m edioam bient al ocupa un
segundo lugar.
Est ablecerá una t ipología de delincuent es, dist inguirá:
1. Asesinos.
2. Delincuent es violent os.
3. Ladrones.
4. Crim inales lascivos ( degenerados) .

Para Garofalo sólo será crim inal el asesino.


La pena: Garofalo fue cont racorrient e, se m uest ra com o un abiert o part idario de la
pena de m uert e, com o elim inación de t odo aquel que pert urbe la convivencia social.
Part e de la idea de la exist encia de selección nat ural de las especies, en est e proceso se
condena a m uert e a t odo aquel que no se adapt e al m edio. “ La sociedad com o cualquier
ent e nat ural debe elim inar a aquellos que por su conduct a crim inal dem uest ran que no
est án adapt ados a la vida civilizada” .

7 . EL POSI TI VI SM O CRI M I N OLÓGI CO EN ESPAÑ A

Hay cuat ro et apas perfect am ent e diferenciadas.


1. Grandes t rabaj os sobre aspect os delict ivos crim inológicos en España. Gran
profusión de obras sobre bandolerism o, secuest radores, delit os de sangre...
2. Franquism o, de escasa significación en m at eria crim inológica.
3. Et apa im port ant e donde se escribirán grandes obras por españoles exiliados
en Sudam érica.
4. Se inicia en 1976,... hast a la act ualidad.

D ORAD O M ON TERO

Rechazó el Derecho Penal represivo, aboga por las t esis correccionalist as, lo
fundam ent al es el delincuent e por un lado y el cast igo ent endido com o corrección y
resocialización del delincuent e. Para llegar a ese fin hay que proceder a un análisis de la
personalidad del delincuent e, análisis personalizado y psicológico que descubra las causas
por las que un individuo ha com et ido un hecho crim inal. Causas que harán que un individuo
m odifique su conduct a ant isocial. Al delincuent e no hay que at ribuirle lo que m erece, sino
lo que necesit a. La gravedad pasará a un segundo plano, t endrá escasa incidencia el t ipo
de delit o, lo fundam ent al será una labor pedagógica que enseñe al delincuent e a vivir en
sociedad.
Part e del principio de que el delincuent e es un ser desvalido, necesit ado de prot ección,
la pena no es el m edio adecuado para encauzar su conduct a fut ura, lo im port ant e será la
adopción de m edidas de t ut ela y de prot ección.
El Derecho Penal t iene que convert irse de represivo en prevent ivo, de punit ivo en
correccional. Será det erm inant e la sent encia indet erm inada ( la no lim it ación t em poral del
t rat am ient o) .
Mont ero no pret ende hacer Crim inología si no que por equivocación hará pedagogía
correccional.
Hay crim inales necesit ados de prot ección, pero realm ent e no son esas personas que
Mont ero reivindica, son ideas ut ópicas.
RAFAEL SALI LLAS

Ut ilizó m ét odos sociológicos y psicológicos para dar una explicación et iológica y


cient ífica de la crim inalidad, aparece com o un defensor de la sent encia indet erm inada,
part idario de la prevención. Concedió im port ancia al m edio, dest acando la idea de at avism o
y degeneración de Lom broso, recalcando la idea de ent orno social, es el que m oldea la
figura del delincuent e.
La raíz prim aria en la génesis del delit o serán disfunciones físicas, pero la raíz est á en
el m edio social. El crim inal es product o del m edio.
En 1903 Salillas crea la escuela de la Crim inología en Madrid.

CON STAN CI O BERN ALD O D E QUI ROS

Escribió en 1898 ” Las nuevas t eorías de la crim inalidad” correspondiendo con la


prim era et apa de la evolución hist órica, al igual que los aut ores ant eriores, escribirá obras
relacionadas sobre el bandolerism o andaluz, est udiará los baj os fondos, la prost it ución,
siem pre con una visión ant ropológica y sociológica del crim en.

8 . POSI TI VI SM O CRI M I N OLÓGI CO Y “LUCH A D E ESCUELAS”

Hubo una gran polém ica ya que surgieron diversas corrient es crim inológicas en I t alia,
Francia y Alem ania.
Est os aut ores consideran que no se t rat aba de escuelas sino de direcciones, corrient es,
m ovim ient os que no llegan a consolidarse com o escuelas. No circunscrit as
geográficam ent e. A raíz de los post ulados de est as escuelas, han quedado t razadas las
direct rices fundam ent ales del pensam ient o crim inológicos hast a la prim era m it ad del S.XX.

A. Escu e la Fr a n ce sa de Lyon. Cont raria a esos plant eam ient os lom brosianos.
No dan una explicación ant ropológica del crim en y considera que cualquiera que fuesen
las circunst ancias individuales, ést as se doblegan hast a los fact ores ext ernos o
am bient ales.
El m áxim o represent ant e es Lacassagne. Su t esis: Las sociedades t ienen los crim inales
que m erecen.
Est a escuela m ant iene que el crim inal “ es com o el m icrobio o el virus hast a que
encuent ra el adecuado caldo de cult ivo y que hace germ inar y reproducirse” .
* Fact ores que conform an la et iología del crim en:
1. I ndividuales: son de poca relevancia, suponen una m era predisposición del
crim en y no son una fat al det erm inación del crim en.
2. Fact ores sociales: condiciones económ icas ( pobreza, m iseria...) est os fact ores
son t rascendent ales, son los verdaderos desencadenant es del crim en.
Hace una dist inción im port ant e ent re m edio urbano y rural.
Ot ro aut or, Aubry dice que el crim en es un “ virus” que necesit a unas condiciones
adecuadas para m ult iplicarse.

B. Te or ía psicosocia l de Ta r de . At acó las t eorías de Lom broso. En su t eoría


considera que la crim inalidad no es un fenóm eno ant ropológico sino social,
gobernado por la im it ación. “ Todos los act os im port ant es son ej ecut ados baj o el
im perio del ej em plo” . La im it ación, para él, es esencial para la vida social. Dice que
es un conj unt o de seres que se im it an los unos a los ot ros y que el crim en no es
aj eno a la m oda y a la im it ación. El crim inal dice que es un im it ador y la principal
crít ica que se le hace se cent ra en el hecho de considerar que la im it ación, la m oda,
puede explicar cóm o se t ransm it e un hábit o pero no por qué se produj o. Dice que la
sociedad m ism a es la últ im a responsable del crim en, pues el individuo se lim it a a
im it ar, los buenos o m alos ej em plos de la sociedad.
C. Escue la de M a r bur go. El m áxim o represent ant e es Von Liszt . Alem án. Da m ayor
im port ancia a los fact ores ext ernos y el delit o “ es un acont ecim ient o de la vida
social” . Cont rario a las t esis lom brosianas y a las de Tarde. Considera que el delit o
es el result ado de la idiosincrasia del infract or en el m om ent o del hecho y de las
circunst ancias que rodeaba al infract or en ese det erm inado m om ent o.
Hay t res causa sdel crim en.
- Defect os de la personalidad.
- Déficit del proceso de socialización.
- Bancarrot a en la j ust icia penal que incide en el crecient e increm ent o de las
t asas del crim en y de reincidencia. Si la j ust icia penal no funciona se est á creando
reincidencia.

D. Escu e la de la D e fe n sa Socia l. Nació en Francia. Movim ient o de polít ica crim inal
que considera que la lucha cont ra el crim en es la principal t area de la sociedad.
El Derecho Penal t iene que prot eger la sociedad. Para la aplicación de la Ley penal se
exige evit ar t odo concept o m et afísico. Quiere evit ar los concept os: pena, volunt ad,...
y pret ende invest igar cuales son las m edidas que harán que el Derecho Penal cum pla
la función de prot eger la sociedad int ernacional. Est a sociedad para la defensa social
aparece en la I I Guerra Mundial. Tiene dos represent ant es: F. Gram át ica, defiende la
idea de la defensa social; Marc Ancel, defiende o da m ayor im port ancia a la
personalidad del aut or.
Post ulados principales: una lucha realist a cont ra la crim inalidad a la que persigue,
pero no con inst rum ent os j urídicos adopt an una nueva act it ud hacia el delincuent e y
defienden la polít ica crim inal de signo hum anit ario, no cast igar si no resocializar a los
delincuent es. No im poner penas, sino m edidas prevent ivas, educat ivas y curat ivas,
de acuerdo con la personalidad del aut or.
Propugnan una polít ica crim inal de cort e hum anit ario.
TEM A 5 . ORI EN TACI ON ES BI OLÓGI CAS Y EXPLI CACI ON ES BI OLÓGI CAS D EL
H ECH O CRI M I N AL

1 . CORRI EN TES BI OLÓGI CAS

Son las que m ayor parecido t ienen con las ideas propuest as por Lom broso, ya que
part en de que el delincuent e es “ dist int o” del no delincuent e. Y es en est e fact or de
diferenciación donde reside el porqué del hecho crim inal. Fact or biológico que dist ingue al
delincuent e del no delincuent e. Cent ra sus est udios en la búsqueda de un t rast orno que
supone un cont rapunt o de las t esis am bient alist as, ya que en el S.XVI I I el francés Gall que
est udió las prot uberancias y ot ras irregularidades de los cráneos del recluso, en busca de
una anorm alidad que explique su post ura, m ás t arde con la escuela posit iva, Lom broso con
el at avism o m oral. El crim inal es un ent e apart e, un ser dist int o. Y a part ir de aquí las
explicaciones post eriores dicen que est as fases biológicas, son las que van a influir.
El m ét odo experim ent al, que aplican al cam po de la conduct a hum ana basada en la
observación de m asas y del individuo.

BI OLOGÍ A CRI M I N AL

Engloba una serie de ciencias. Se habla t am bién de ant ropología crim inal basada en el
aspect o corporal de la persona. Engloba psicología crim inal y t am bién la sociología
crim inal: delit o com o hecho social.

AN TROPOLOGÍ A CRI M I N AL

BERTTI LLON : ant ropom et ría: m ediciones del cuerpo. Aut or que se dedicó a m edir las
part es del cuerpo hum ano con 11 m edidas dist int as. Con est e sist em a unido a la fot ografía
del delincuent e se ut ilizará com o m edio de ident ificación.
Ot ra aport ación será la que ut ilizando un m ét odo est adíst ico, se realizan ediciones
precisas, viables y reproducibles.
Con t odo est e sist em a de m ediciones se int ent ará acabar con la t eoría Lom brosiana, ya
que los ant ropom et rist as llegarán a la conclusión de que exist e una proclividad delict iva
present e en t odo ser hum ano, capaz de det erm inar en ciert as circunst ancias que una
persona se conviert a en crim inal.
El nivel int elect ual es la fuent e prim era del delit o.

GORI N G: com parará presidiarios con grupos de cont rol no presidiarios, llegando a la
conclusiión de que no hay diferencias represent at ivas, así el delincuent e at ávico no exist e.

H OOTON : sost endrá que los crim inales son nat urales, que est án dest inados al crim en
por t aras heredit arias, llevan en su int erior signos de deficiencia.
Llegó a la conclusión que los crim inales est aban degenerados. La única m anera d at aj ar
la crim inalidad es la eugenesia y el cont rol de la reproducción.
Mant uvo que las m edidas corporales de los delincuent es eran inferiores a las de los no
delincuent es, lo asociaba a la inferioridad m ent al.

KRETSCH M ER: “ Biot ipología” . Elabora una t ipología delict iva que aún perdura hoy en
día. Dist ingue:
1. lept osom át ico, caract erizado por t ener el cuerpo alargado y delgado, la cabeza
pequeña y la nariz punt iaguda.
2. At lét ico, gran desarrollo del esquelet o y m usculat ura, t órax y cabeza grande.
3. Pícnico: abdom en prom inent e, cabeza redonda y ancha, t endencia a la
obesidad.
4. Displát ico, present a caract eríst icas m uy exageradas de cualquiera de los grupos
ant eriores.
5. Esquizot ínico, present a una const it ución lept osom át ica, pero con un
t em peram ent o int rovert ido.
6. Ciclot ínico, personas ext rovert idas, de const it ución pícnica.
7. Viscoso, const it ución at lét ica, oscila ent re el lept osom át ico y el pícnico pero son
t ranquilos y pasivos.

GLUECK: Se cent ró en los est udios com parat ivos, est udiando gem elos, est udiaron 500
j óvenes en un grupo crim inal por un lado y en el ot ro un grupo de cont rol. Ext raj eron
det erm inadas conclusiones.
- 60,1% de delincuent es parecían com o individuos proclives a act os
violent os, a su vez insensibilidad e inest abilidad em ocional.
Cobran im port ancia los est udios procedent es de la endocrinología, se ha t rat ado de
explicar el com port am ient o hum ano crim inal de m anera específica, com o un
com port am ient o debido a procesos horm onales endocrinos pat ológicos. La conduct a
crim inal es debido a disfunciones de secreción int erna.
Dest acan cuat ro aut ores, Pende, Vidoni, Dit ullio ( it alianos) y Ruiz de Funez ( español) .
Son aut ores de principio de siglo.
El punt o de part ida de la disfunción horm onal, esa disfunción t endrá una gran influencia
sobre el t em peram ent o y el caráct er del individuo. Est a disfunción puede influenciar en el
desarrollo de la delincuencia. Ent ienden que las glándulas de secreción int ernas,
relacionadas con el sist em a nervioso veget at ivo, est án ligadas a la vida inst int ivo afect iva.
De eso se derivarán relaciones m ás o m enos ext ensas ent re las funciones endocrinas y
el caráct er. Relaciones ent re la const elación horm onal individual y la crim inalidad.

D I TULLI O ent enderá que las glándulas endocrinas int ervienen en la crim inogénesis,
por la const it ución m ism a del individuo. Est e aut or adelant ará que la const it ución de los
crim inales est á baj o la dependencia de su sist em a horm onal, de su sist em a endocrino.
Muchos aut ores han querido const at ar la disfunción glandular con un t ipo de
com port am ient o crim inal.
Respect o a la crim inalidad fem enina, han sido m uchos los est udios que han querido
dem ost rar que la m uj er ha com et ido un alt o porcent aj e de delit os durant e el período
cat am eñal.
Una t eoría endocrim inológica est á condenada al fracaso, ya que m uchas personas
t ienen disfunciones y no por ello son crim inales.
La escuela biológico – posit ivist a cont iene:
1. El int erés se cent ra hacia el act or y su com port am ient o.
2. Crim inales y no crim inales se diferencian por sus condiciones biológico –
ant ropológicas.
3. Est os fact ores biológico – ant ropológicos son los que det erm inan el com port am ient o
individual.

Est e t ipo de t eorías son apropiadas para apoyar, j ust ificar ideologías reaccionarias,
t ot alit arias, racist as.
Si la t eoría biológico – posit ivist a se adecúa, puede ser ut ilizada para legit im ar
det erm inados int ereses.

GEN ÉTI CA

EXN ER: ent enderá que si la predisposición det erm ina de m anera decisiva la evolución
de la personalidad y el delit o es una ext eriorización de esa personalidad, no se puede
rest ar im port ancia a la influencia de la m asa heredit aria del fact or heredit ario. No por eso
ent iende que el fact or heredit ario sea det erm inant e.
El delit o, para él, es siem pre una reacción a im presiones am bient ales, los influj os
heredit arios y los influj os am bient ales no se pueden desenredar.
No exist e la predisposición al delit o. Puede exist ir en det erm inadas personas debido a
rasgos heredit arios o genét icos un desarrollo direccional hacia el delit o. Est e desarrollo
direccional puede dism inuirse o aum ent arse m ediant e la acción t ant o de circunst ancias
int ernas com o ext ernas.
Ni el desarrollo direccional ni el m undo circundant e pueden por sí m ism o, llevar a una
persona al delit o. Se rechaza una t eoría puram ent e biológica y t am bién se rechaza una
t eoría sociológica, los dos fact ores est án int errelacionados, provocando el hecho crim inal.
El delit o es un concept o j urídico que varía dependiendo del t iem po y el lugar.
Se observa que la m ayoría de los est udios se cent ran en: se han hecho est udios sobre
fam ilias crim inales, gem elos, adopción y est udios sobre crom osom as.
Genealogías de delincuent es: se hace un seguim ient o sobre la
descendencia de una part e o línea. Se dej a a part e el influj o de ot ros
fam iliares. El gran inconvenient e es que suelen encont rarse sobre una
fam ilia concret a.
Est udios de gem elos: hay que dist inguir ent re gem elos univit elinos y
bivit elinos.

LAN GE: buscó gem elos univit elinos, cuyo padre era crim inal, si la m asa heredit aria es
un fact or decisivo, y la disposición crim inal exist e en uno de los herm anos, lo lógico será
que el ot ro t am bién t enga esa predisposición. De los diversos t rabaj os realizados se
desprende que el com port am ient o de am bos es igual. Hay que añadir que los dos
herm anos vivían casi siem pre baj o las m ism as circunst ancias ext ernas.
En el supuest o de los gem elos bivit elinos, al no t ener la m ism a herencia, pero sí el
m ism o m edio, y si ést e es decisivo, deberían m ost rarse t am bién en ellos las m ism as
m anifest aciones que los univit elinos, pero est o no es así, de ello se deduce la im port ancia
de la carga heredit aria.

CH RI STI AN SEN : se est udiaron t odos los gem elos nacidos en Copenague ent re 1881 –
1910. Logró est udiar 3586 parej as de gem elos, de est os encont ró 799 con ant ecewdent es
en alguno de sus gem elos. Encont ró una m ayor concordancia crim inal ent re gem elos
univit elinos que ent re bivit elinos.
De est e est udio ext rae que cuant o m ás com ún sea la delincuencia en un área
geográfica, m enos genét icam ent e det erm inada est á. Con est o t odo parece det erm inar que
la conduct a delict iva m anifest ada en un m edio no delincuent e est á m ás fuert em ent e
det erm inada por la genét ica m ient ras que la conduct a delict iva est á det erm inada por el
am bient e.
Tam bién se realizaron est udios sobre adopción, se com pararon los padres biológicos
con los hij os que han “ cedido” en la adopción y a su vez con los padres adopt ivos. Si la
adopción se produce inm ediat am ent e después del nacim ient o, la influencia de los padres
biológicos es biológica no am bient al, al est ar est os dos fact ores separados se pueden
evaluar la relat iva influencia de est os dos fact ores.

CROW E: est udió 41 m uj eres que habían est ado en un reform at orio ent re 1925 y 1953,
est as m uj eres habían t enido 52 hij os que habían sido adopt ados, est os hij os t enían ent re
15 y 45 años en el m om ent o del est udio, est os 52 hij os fueron com parados por un grupo
de cont rol ( niños adopt ados) t eniéndose en cuent a variables com o sexo, raza, religión, ...
Se observó que 8 adopt ados del prim er grupo t enían ant ecedent es penales, m ient ras que
el grupo de cont rol, sólo dos present aban ant ecedent es penales.
Los est udios sobre m alform aciones genét icas. En 1961 se publica el descubrim ient o de
SAN D GERB, presencia de una m alform ación crom osóm ica consist ent e en que los varones
present aban una Y de m ás.
En 1965 una aut ora inglesa PATRI CI A JACOBS, invest igaba en los cent ros
penit enciarios y descubre que num erosos reclusos present an est a anom alía crom osóm ica
XYY. Jacobs observa las caract eríst icas de est as personas, observando que son m ás alt os
que el t érm ino m edio, que la m ayoría son pert urbados m ent ales, y adem ás suelen ser
aut ores de delit os violent os cont ra las personas o cont ra la propiedad.
Jacobs dice que los individuos que present an est a anom alía son violent os, peligrosos y
con propensión al crim en. No puede afirm arse que quien t iene est a anom alía sea peligroso
o violent o ya que las pruebas se realizaron en cent ros penit enciarios.
A nivel polít ico crim inal y j urisprudencial, una m ism a anom alía supuso que se dict aran
dos sent encias dist int as: * * 1968, Aust ralia, aut or de asesinat o, se le absuelve del m ism o
por present ar la anom alía XYY; * * 1968, Francia, se condena a un individuo a la pena de 7
años de prisión, por present ar la anom alía XYY.

2 . EXPLI CACI ON ES PSI COPATOLÓGI CAS D EL H ECH O CRI M I N AL

Desde los inicios de la hum anidad, y principalm ent e desde los prim eros est udios
realizados en m at eria crim inal, se observa que la sociedad ha pret endido siem pre at ribuir
al delincuent e anorm alidades psíquicas com o causa de su com port am ient o.
Pero es sólo a part ir del siglo XI X cuando em pieza a dist inguirse ent re delincuent e y
enferm o m ent al, cont em plando a ést e últ im o com o cualquier ot ro enferm o.
Es indudablem ent e la psiquiat ría la disciplina m ej or predispuest a a explicar el
com port am ient o delict ivo com o product o o expresión de pat ologías del psiquism o hum ano.
Gracias a sus valiosas aport aciones hoy ya no cabe m ant ener que el delincuent e sea un
loco o que la locura genere necesariam ent e crim inalidad.
Dent ro de la psicopat ología m erece especial at ención el concept o de psicopat ía, sobre
el cual cent rarem os nuest ro est udio.
Desde que en 1809 PI N EL describió la “ m anie sans delire” ( m anía sin delirio) puede
decirse que exist e un concept o diagnóst ico aplicable a aquellas personas cuya conduct a
ent re frecuent em ent e en conflict o con la sociedad.
El t érm ino psicopat ía fue int roducido por prim era vez en 1891 por KOCH con el
obj et ivo de designar una nueva cat egoría psiquiát rica relacionada con los t rast ornos de
personalidad en general.
Pero para la doct rina m ayorit aria, fue KRAEPELI N quien en 1896 definiera la
personalidad psicopát ica. Com o señala GOPPI N GER, a part ir de ent onces el problem a de
los psicópat as es el problem a fundam ent al de la Crim inología.
Est e aut or no es el único que m ant iene est a post ura puest o que GARRI D O GUZM AN
señala igualm ent e que “ ent re los problem as m ás espinosos y difíciles con los que hoy se
enfrent an los est udiosos de la Crim inología, del Derecho Penal y Penit enciario, de la
Psicología y la Psiquiat ría se encuent ran los plant eados por las personalidades anorm ales o
psicopát icas en su relación con la crim inalidad. Pese al form idable avance que las ciencias
ant ropológicas han experim ent ado en est os últ im os años, las psicopat ías cont inúan siendo
uno de los capít ulos m enos logrado de la clínica psiquiát rica” .
Exist en innum erables definiciones del t érm ino “ psicopat ía” y de la “ personalidad
psicopát ica” , dest acando principalm ent e la de SCH N EI D ER quien considera psicópat as “ a
aquellos hom bres que sufren por su anorm alidad, o por cuya anorm alidad sufre la
sociedad” . No obst ant e, est a “ anorm alidad” no nos debe inducir a error, puest o que, com o
señala VALLEJO- N AGERA en el lenguaj e cient ífico se t iende a aplicar “ psicopat ía” al
enferm o psíquico y sabem os que por definición el psicópat a no es el enferm o m ent al.
Por ot ra part e, la et iología inciert a del síndrom e psicopát ico ha det erm inado que el
t érm ino personalidad psicopát ica, t al y com o se viene ut ilizando por la psiquiat ría no pueda
ser diagnost icado obj et ivam ent e, sino que, por el cont rario, a su diagnosis suele llegarse
por vía de exclusión. Ello ha det erm inado que un am plio sect or doct rinal haya negado el
caráct er cient ífico al t érm ino psicópat a afirm ando que se t rat a de un concept o
om nicom prensivo o m ás bien de un " “ caj ón de sast re" .
Ant e t al falt a de precisión, la m oderna Psiquiat ría, especialm ent e la nort eam ericana, ha
cargado el acent o en el aspect o sociológico, poniendo con ello de m anifiest o la im port ancia
de los fact ores sociales y cult urales que influyen en la conduct a dirigida cont ra la norm a,
sust it uyendo el t érm ino psicópat a por el de sociópat a.
Pese a la denom inación, com o subraya VALLEJO- N AGERA, los sínt om as son los
m ism os: “ com ienza ant es de los 15 años, con hurt os en casa, m ent iras reit eradas,
falsificación de las not as en la escuela, act os de vandalism o, vagabundeo, fugas de casa,
cont act o con el alcohol y las drogas, pendencias, expulsión de escuela, act ividad sexual
prom iscua, precoz y violent a y cualquier form a de delincuencia infant il. En general,
violación de las norm as de conduct a en el hogar y frent e a la sociedad” .
Del m ism o m odo que los expulsan de la escuela y colegios ocurre después en los
em pleos, o los abandonan sin t ener previst o ot ro. Uno de los rasgos t ípicos “ es act uar por
las apet encias en el m om ent o present e sin t ener en cuent a las consecuencias” .

El aut or it aliano D I TULLI O( 1967) señala los t ipos psicópat as que present an un
int erés crim inológico:
1. Los hipert ím icos descom pensados, exagerados y exuberant es de sent im ient os con
agit ación excesiva e hiperact ividad, de com port am ient o inest able, poca reflexión y a
m enudo inm oralidad, t odo ello unido a la carencia de profundidad de pensam ient o,
de lógica y de crít ica, cont ienen t endencia a las est afas y a las peleas.
2. Los lábiles de hum or, que represent an bruscas variaciones endot ím icas, con
acciones repent inas e im previst as: descont ent os, agit ados, im pacient es y con
reacciones brut ales: fugas, deserción, vagabundeo, pirom anía, clept om anía.
3. Los hist riónicos, de am bición desm esurada, que em plean t odos los m edios para
llegar a su fin. Present an varios t ipos: los excént ricos, los fanfarrones, los
m it óm anos, y los fant asiosos. Especialm ent e est os dos últ im os t ipos t ienen
t endencia a com et er act os fraudulent os de t oda especie.

Muy frecuent em ent e, a nivel clínico se ha denom inado psicópat as a t odos los individuos
que m uest ran conduct a ant isocial. Se ha est ablecido la dist inción de t res t ipologías
delict ivas psicopát icas: la prim aria, la secundaria y la subcult ural.

La descripción clínica de la psicopa t ía pr im a r ia se debe principalm ent e a CLECKLEY


en 1976. Est e aut or considera com o caract eríst icas m ás im port ant es las siguient es:
at ract ivo superficial y buena int eligencia; ausencia de delirios y ot ros signos de
pensam ient o irracional; ausencia de nerviosism o y de m anifest aciones psiconeurót icas;
inform alidad; falsedad e insinceridad; incapacidad para experim ent ar vergüenza o
rem ordim ient o; conduct a ant isocial irracional; falt a de j uicio y dificult ad para aprender de
la experiencia; egocent rism o pat ológico e incapacidad para am ar; pobreza en las
principales relaciones afect ivas; pérdida específica de int uición; poca respuest a a las
relaciones int erpersonales; conduct a desagradable y exagerada, a veces con consum o de
alcohol; am enazas de suicidio raram ent e consum adas; vida sexual im personal, frívola y
poco est able; dificult ad para seguir cualquier plan de vida.

En el segundo grupo, los psicópa t a s se cu n da r ios, est aría form ado por aquellos
individuos que a pesar de present ar conduct as ant isociales lo hacen com o consecuencia de
algún t rast orno em ocional; su hist oria, respuest a a los t rat am ient os y pronóst ico son
t ot alm ent e dist int os de los del psicópat a prim ario. Son capaces de m ost rar culpa y
rem ordim ient o, así com o de est ablecer relaciones afect ivas con los dem ás. A est os
individuos t am bién se les ha denom inado psicópat as neurót icos.

El t ercer grupo, los psicópa t a s su bcu lt u r a le s est aría form ado por aquellos individuos
de caract eríst icas de personalidad “ norm ales” que pert enecen a una subcult ura delincuent e
y que son perfect am ent e capaces de m ost rar lealt ad, sent im ient os de culpa y de est ablecer
relaciones afect ivas dent ro de su subcult ura; su conduct a ant isocial sería debida
principalm ent e a variables de t ipo am bient al.
Es necesario precisar que aunque es frecuent e hallar individuos con las caract eríst icas
del psicópat a prim ario ent re los delincuent es, puede hallarse t am bién personalidades
psicopát icas ent re los no delincuent es.
En lo relat ivo al porcent aj e de psicópat as, es desalent ador el observar la falt a de
crit erios unificados en lo concernient e al diagnóst ico. Así, SUTH ERLAN D y CRESSEY
not an que el diagnóst ico de la personalidad psicopát ica no es ni uniform e ni obj et ivo; un
individuo puede ser considerado psicópat a por un psiquiat ra y no serlo por ot ro, según las
ideas preconcebidas de quien lo analiza. Ello es debido j ust am ent e a la falt a de clarificación
sobre el t em a en su definición y clasificación, así, según se adopt e una definición u ot ra o
se considere válida una clasificación u ot ra, se ent enderá que un individuo present a o no
una personalidad psicopát ica. Reina, pues, en est a cuest ión una falt a t ot al de rigor
cient ífico.
SUTH ERLAN D relat a que según los bolet ines de los cent ros penit enciarios de Nueva
York y Massachuset t s, aproxim adam ent e un 10% de los crim inales allí llevados son
clasificados com o personalidades psicopát icas ent re los delincuent es int ernados. En la
época ent re los años 1919 y 1929, un 88.3% de t odos los crim inales que ent raron en la
cárcel de I llinois fue clasificado com o psicópat as. De est as divergencias deduce Sut herland
que est as diferencias se deben m ás bien a concept os psiquiát ricos dist int os que a una
diferent es est ruct ura de la personalidad de los crim inales. Por lo dem ás Sut herland cree
observar que en los est ablecim ient os penit enciarios, en los que son psiquiat ras quienes
diagnost ican a los crim inales, hay algo así com o una t endencia general a hacer aum ent ar el
porcent aj e de aquellos reclusos considerados com o psicópat as.

Para GOPPI N GER, en m uchos caos, la personalidad psicopát ica es sim plem ent e
deducida del delit o com et ido o del género de vida llevado. Para est e aut or, por
consiguient e, habrá que m irar las publicaciones sobre porcent aj es de personalidades
psicopát icas ent re los crim inales con gran escept icism o.
Al respect o se aconsej a acudir al int eresant e art ículo de Garrido Guzm án “ psicopat ías,
crim inalidad y t rat am ient o penit enciario” ( Cuadernos de Polít ica Crim inal nº 33- 1987) .

Com o señala GARCÍ A PABLOS, la experiencia parece dem ost rar que la m ayor part e
de los infract ores de la Ley son - sorprendent em ent e – norm ales, desde el punt o de vist a
psíquico: el problem a, a m enudo, consist e no en que det erm inados individuos se hallen m al
com puest os e inadapt ados, sino en que se encuent ran bien dispuest os y adapt ados pero a
la vida y a los valores crim inales.
TEM A 6 . EL M OD ELO “PSI COSOM ÁTI CO”: EXPLI CACI ON ES PSI COAN ALÍ TI CAS
D EL CRI M EN

1 . EL M OD ELO “PSI COLÓGI CO”: TEORÍ AS CON D UCTI STAS

Se ha t rat ado de explicar en base a un inst int o prim ario de agresión.

ORÍ GENES DEL PSI COANÁLI SI S

A finales del S.XI X, con est udios sobre hist eria y neurosis. Dest acar a JAN ET com o el
prim ero en ut ilizar la hipnosis. Decir t am bién que el efect o de la cat arsis, consist e en la
liberación de ideas que est án relegadas en el inconscient e. SI GM UN D FREUD com ienza a
explorar el inconscient e y los inst int os inhibidos, así com o a desarrollar la t eoría de la
neurosis.
Principales aport aciones del psicoanálisis: en principio debem os dist inguir ent re:

* Con scie n t e : es una región psíquica en la que las percepciones que provienen del
m undo ext erior, del propio cuerpo o m ent e, se hacen conscient es. Lo conscient e es
acept ado y reconocido por el suj et o en el m om ent o que se realiza.
* Su bcon scie n t e : son t odos aquellos sucesos, procesos y cont enidos m ent ales que son
capaces d alcanzar o llegar a la consciencia si se realiza un esfuerzo para concent rar la
at ención. Una de las funciones del subconscient e es m ant ener una barrera regresiva que
consum e anhelos, deseos, para evit ar el desagrado y ret rasar la descarga inst int iva; pero
al m ism o t iem po t iene que lograr que la energía m ent al concuerde con las exigencias
ét icas, con los valores m orales de la sociedad.
* I n con scie n t e : es la sum a t ot al de t odos los cont enidos m ent ales o de los procesos
que quedan fuera de la consciencia y que al m ism o t iem po son incapaces de llegar a ella
debido a una cont rafuerza que es lo que se llam a represión. Est os cont enidos m ent ales
inconscient es son im pulsos o deseos que result an inacept ables, am enazadores o
repugnant e para el propio suj et o desde un punt o de vist a ét ico o int elect ual. Ant e est os
deseos exist e una represión, pero pese a ella, int ent arán llegar a la consciencia y a cada
int ent o corresponderá una represión de los m ism os. Est o puede llevar a un conflict o,
apareciendo incluso sínt om as neurót icos.

La inconsciencia nunca puede llegar a hacerse conscient e, salvo en cont adas ocasiones:
Cuando la censura est á dom inada por la aparición de sínt om as psiconeurót icos; Cuando
nos relaj am os ( por ej em plo, en el sueño) ; Cuando se engaña al inconscient e.
Freud realiza ot ra dist inción: “ El Ello” , “ el yo” y “ el super yo” .
 El ello es la zona m ent al donde residen los procesos psíquicos m ás prim arios y los
im pulsos inst int ivos.
 El yo es un est rat o superior al ello y es el encargado de organizar esos inst int os:
t area de aut oconservación.
 El super yo, es una part e de la personalidad que t iene com o m isión form ar la
consciencia, los ideales. Se form an en una edad t em prana, asum iendo el m odelo de
una persona con la que el niño se sient e ident ificado y que suele ser el padre.

Para los psicoanalist as el crim en sería consecuencia bien de un fracaso en la


int eriorización de las norm as y valores convencionales ( t riunfando el ello) , o bien de una
m ala est ruct uración del yo que es incapaz de cont rolar las fuerzas inst int ivas del ello y a su
vez de las exigencias del super yo.
Est o hace que Freud est ablezca un paralelism o ent re neurosis y crim inalidad, ya que los
com port am ient os responden a unos m ism os procesos.
La neurosis es el proceso psíquicos del inconscient e, producido por un acont ecim ient o,
sea norm al o t raum át ico, vivido m uy profundam ent e de m odo que le produce un choque de
t al fuerza que se fij a en el m odo inconscient e en el m om ent o en que sucede. En est e
m om ent o, para Freud, el inconscient e no evoluciona t ant o y hay una regresión al pasado.
Freud observa que el pacient e ignora porque realiza ciert os act os y el porqué de su
neurosis. La neurosis se form ará com o sust it ución de algo que no se ha llegado a
m anifest ar en el ext erior de t al m odo que procesos psíquicos se han vist o int errum pidos o
pert urbados en su curso, ello ha obligado a que perm anezcan en el inconscient e debido a la
represión.
Freud aport ó el int erés por la vida m ent al subconscient e que t om ará la fuerza y energía
en el inst int o sexual y en un inst int o agresivo. En el individuo lucharán dos inst int os
cont rapuest os por una part e una fuerza posit iva, básicam ent e sexual, y por ot ra part e una
fuerza negat iva, de dest rucción que es el inst int o de m uert e.
En el aspect o sexual, Freud dist inguió cinco et apas en el desarrollo de la libido: oral,
anal, fálica, lat ent e y genit al. Son las que det erm inarán la fij ación del individuo en una fase
o est adio ant erior. Est o puede det erm inar qué t ipo de com port am ient o delict ivo realizará
un suj et o.
El com plej o de Edipo: Freud se basó en una figura de la m it ología griega. Edipo asesinó
a su padre y m ant uvo relaciones con su m adre. El com plej o de Edipo no es m ás que las
relaciones que se est ablecen ent re el niño y uno de sus padres, siem pre del sexo opuest o,
est a relación es una relación en la que si el niño se enam ora t endrá una gran rivalidad,
host ilidad hacia el progenit or del m ism o sexo, corresponde con la et apa fálica ( 2 –5 años) .
El niño busca un obj et o en el que deposit ar t odo su am or. Se est ablecerá un t riángulo, niño
que sient e un enam oram ient o con su m adre, relación violent a de celos hacia el padre, es
una et apa cargada de ansiedad, de sent im ient o de culpa ya que el enam oram ient o hacia la
m adre, el niño t em e la reacción violent a del padre, reacción que supondría en la m ent e del
niño la cast ración. Algunos cuadros pat ológicos son la m ala superación del concept o de
Edipo.
CRÍ TI CA AL PSI COANÁLI SI S: no aport a conocim ient os verificados ni cient íficos, son
t eorías que se basan en hechos indem ost rables.

Hay ot ros psicoanalist as que piensan que la delincuencia es debida a una pront a
separación de la m adre, en est e sent ido se realizaron est udios observando lo siguient e: se
com paró un grupo reducido de delincuent es con ot ro de no delincuent es y se observó que
en el prim er grupo 17 de los 44 habían vivido una separación de la m adre de 6 o m ás
m eses durant e los prim eros cinco años de su vida y que t enían una incapacidad para
est ablecer relaciones int erpersonales: se deduj o que esa experiencia infant il fue un
poderoso fact or crim inógeno.

AD LER ent iende que exist e un sent im ient o de inferioridad, am bición de poder y un
sent im ient o de com unidad que van a det erm inar la conduct a hum ana.
JUN G part e de la idea del inconscient e colect ivo y t rat a de explicar guerras, act os
violent os, at rocidades com et idas por la hum anidad... t rat a de explicarlo a t ravés de la idea
de inconscient e colect ivo com o un conj unt o de vivencias de la hum anidad acum uladas a lo
largo de la hist oria.
E.FROM ent iende que el hom bre occident al es un ser inseguro, angust iado y adem ás
dependient e de la aprobación aj ena, lo que produce una incapacidad de am ar, incapacidad
en la t om a de decisiones, en definit iva es un individuo dispuest o a dest ruirlo t odo.
CONCLUSI ÓN: no exist e una t eoría psicoanalít ica única, sino diversas hipót esis, la
m oderna doct rina relega a un segundo plano ese inst int o prim ario de agresión, el t riunfo
del ello y la idea de sent im ient o de culpa inconscient e de origen idílico. Es decir, t odos los
elem ent os fundam ent ales del psicoanálisis pasan a un segundo lugar. Pese a t odo han
cont ribuido a un m ej or conocim ient o del hom bre y lo han conseguido a t ravés de est os
m ecanism os inconscient es que t odos poseem os. Problem a añadido es que sus t eorías no
son observables.
2 . M OD ELO PSI COLÓGI CO

Psicología es aquella ciencia que est udia la vida psíquica del individuo y en el ám bit o
crim inológico es im port ant e porque da a conocer una pluralidad de t eorías al respect o.

organicist a  El organism o será el responsable del act o crim inal con lo cual exist e una
Num erosas explicaciones t eóricas conceden m ucha im port ancia al organicism o ( t eoría

personalidad crim inal) .


El hecho que los suj et os relacionados con el crim en present en gran sim ilit ud con su

( t eorías am bient alist as  la sociedad será en últ im a inst ancia la culpable del crim en, la que
am bient e social explica porqué aparecen ot ras t eorías que se basan en el m edio am bient al

genera la figura del delincuent e) .

TEORÍ A CON D UCTI STA

Achacan la et iología del crim en exclusivam ent e a fact ores ext ernos, est ím ulos y
refuerzos porque ent ienden que las paut as de la conduct a habit ualm ent e at ribuidas a
fact ores int ernos pueden inducirse, elim inarse y reest ablecerse m odificando las influencias
ext ernas del m edio.
La m ayor part e de los hechos delict ivos const it uyen conduct as adquisit ivas, que se
adquieren, en esa adquisición no se requiere ningún t ipo de t écnica especial, lo que va a
int eresar es el porqué algunos individuos no inhiben ciert as conduct as que son socialm ent e
inhibidas.
Aparece com o la consecuencia de fallos o deficiencias en el condicionam ient o del
proceso de socialización.
EYN SEN CK: el com port am ient o social se adquiere a t ravés de un proceso de
condicionam ient o en el aprendizaj e de las conduct as de socialización, el niño aprende a
inhibir las respuest as ant inorm at ivas m ediant e el est ablecim ient o de una serie de
repuest as em ocionales condicionadas ant e est ím ulos asociados a la conduct a ant isocial.
Com o result ado de est e aprendizaj e, los act os ant isociales se verán asociados con un
est ado aversivo de m iedo producidos por el cast igo. Serán los m iedos condicionados los
que van a const it uir un freno a la conduct a ant isocial. El niño no llevará a cabo una
conduct a que ha sido previam ent e cast igada. La falt a de socialización ocurre en individuos
a los que les alt a la habilidad para adquirir respuest as condicionadas en general.

TEORÍ A D EL APREN D I ZAJE SOCI AL

Es una variant e del conduct ism o, m uy próxim a a las t eorías sociológicas del
aprendizaj e por t ransm isión cult ural.
Consideran que la adquisición de las paut as, m odelos crim inales se producen m ediant e
el aprendizaj e evolut ivo que descarga en la observación e im it ación del com port am ient o
crim inal ent re ot ros.
FREUD en “ Psicopat ología de la vida m oderna” dice que son m eros act os o palabras
fallidas, lapsus; cada act o t iene una explicación, las t eorías del aprendizaj e se oponen a las
psicoanalist as, que sost ienen que m uchos act os obedecen al inconscient e.
Punt os de est a t eoría:
- Casi t oda la conduct a es aprendida.
- Las leyes que gobiernan est e aprendizaj e pueden conocerse y m edirse.
- Tant o la conduct a norm al com o la anorm al, se adquieren m ediant e los m ism os
m ecanism os norm ales de aprendizaj e. El crim en represent a un conj unt o de act os
aprendidos por el individuo.
BAN D URA part e de la idea que el suj et o no nace violent o, sino que lo aprende a t ravés
de las vivencias diarias, de la int eracción con los dem ás. Un elem ent o que avala est a t eoría
es el acuerdo, por part e de los psicólogos, en la no conveniencia de que los niños vean
program as violent os en la t elevisión, ya que cont em plan com o ot ros individuos consiguen
alcanzar obj et ivos m ediant e la violencia, e incluso son recom pensados. Si un niño asocia
violencia con recom pensa es fácil que aprenda a act uar violent am ent e.
Los fact ores biológicos y psicológicos pueden predisponer al individuo, pero el fact or
definit ivo de las t endencias crim inales se debe al ent orno socio – am bient al.
En la conduct a ant isocial será m uy im port ant e el aprendizaj e en base a m odelos, no
solo se aprende en base a recom pensas y cast igos sino t am bién de lo que e observa en
ot ros m iem bros de la com unidad, y así las respuest as punibles pueden aprenderse “ viendo
lo que les pasa a los ot ros” , se aprende, se adquiere una experiencia propia a t ravés de los
éxit os y equivocaciones que observam os.
El cast igo produce una inhibición de posibles conduct as cuando com probam os las
consecuencias negat ivas que les produce a los dem ás.

AN ÁLI SI S FACTORI ALI STA: RASGOS D E LA PERSON ALI D AD

Pret ende explicar el cont enido de ciert as conduct as en base a rasgos de la


personalidad, que se irán recogiendo en t est y van a perm it ir com parar grupos y subgrupos
de delincuent es.
ARGYLE m ant iene que los delincuent es suelen present ar alguno de los siguient es
rasgos:
1. Consciencia débil
2. Escaso sent im ient o de culpa.
3. Rechazo de la aut oridad.
4. Tendencia al agrupam ient o con ot ros delincuent es.
5. I m pulsividad.
6. Mínim o aut ocont rol.

De t odas las caract eríst icas que se pueden present ar hay una a la que se le ha prest ado
gran im port ancia, la int eligencia.
Al hablar de delincuencia e int eligencia se plant ea la gran int errogant e, ¿son los
delincuent es m enos int eligent es?. No puede afirm arse que los delincuent es sean m enos
int eligent es, se const at a la presencia de delincuent es brillant es. Es obvio que hay delit os
que requieren para su com isión un alt o grado de int eligencia.
TEM A 7 . TEORÍ AS SOCI OLÓGI CAS ( I )

La Sociología crim inal llegó a Europa t ras la I I Guerra Mundial, con gran fuerza y hast a
el punt o de dest ronar las t eorías biológicas y psicológicas, si bien se vio que a la post res no
arraigaron, pues las ant eriores t eorías eran de gran peso.

1 . TEORÍ AS M ULTI FACTORI ALES ( FACTOR APPROACH )

Est as plurifact oriales ut ilizan un m ét odo induct ivo y no van a at ribuir la causa del
com port am ient o crim inal a un solo fact or, sino a una pluralidad de fact ores het erogéneos
que a priori no t ienen nada que ver unos con ot ros: rasgos personales, fam ilia, escuela,
hobbies,...
Su ám bit o de est udio es la delincuencia j uvenil, lo cual plant ea un problem a, la
capacidad de ext raer los result ados que obt iene a la realidad. Las conclusiones no se deben
generalizar al conj unt o del fenóm eno crim inal. Part e de su gran éxit o se debe a dem ost rar
el sim plicism o con que operaban las t eorías m onocausales de la crim inalidad, los
plurifact oriales sost ienen una pluralidad de condiciones en el crim en, no de un solo fact or.
Est as t eorías serán las prim eras que t endrán un enfoque sociológico, el hecho de ser
las prim eras t iene un precio, el no haber podido desgaj arse de las explicaciones biológicas.
Cuando dan una explicación sobre la et iología del delit o m ant ienen que inciden fact ores
individuales.
Est as t eorías present an un m érit o indudable, rechazan la explicación m onocausal, con
ello consiguen que t odas las t eorías que defiendan que el hecho crim inal obedece a una
sola causa, t odas est as t eorías son t eorías sim plicist as.
Si defienden que la crim inalidad es debida a un conj unt o de fact ores es lógico que
crit iquen a los que det erm inan que le fenóm eno crim inal obedece a una sóla causa.
GLUECK ( m at rim onio) : Pese a que se observan en su t rabaj o rem iniscencias
biológicas, realizaron una im port ant e invest igación en 1950, analizaron 500 parej as
j uveniles de delincuent es y de no delincuent es, cuidando en cada caso que la edad, la
crim inalidad, la raza y el coeficient e int elect ual fueran iguales; adem ás de ayudarse de
asist ent es sociales, psicológicos, ant ropólogos y psiquiat ras, det erm inando en 10 años de
t rabaj o los fact ores por los cuales los delincuent es y los no delincuent es se parecían y se
diferenciaban.
Los cam pos procedent es en la invest igación fueron: fam ilia, escuela, m unicipio,
problem as m édicos, int eligencia, personalidad, t em peram ent o.
En un principio se t om aron en consideración 402 fact ores, quedando reducidos a 3 que
se suponían suficient es para est ablecer un pronóst ico social.
- Vigilancia del individuo por su m adre.
- Severidad con que ést a lo eduque.
- La arm onía de la fam ilia.
Una t eoría de cort e sociológico llega a la conclusión de cort e psicoanalít ico, los t res
fact ores est án est recham ent e relacionados con la m adre.

BURTON : “ Los j óvenes delincuent es” ( 1940) . Cont em pló la exist encia de 170
condicionant es que desencadenan en el niño un com port am ient o no deseable.

H EALY: hablará de la pluralidad de det erm inant es que pueden desencadenar el


fenóm eno crim inal. Las variables que pueden det erm inar el com port am ient o desviado son:
- Males heredit arios.
- Anorm alidad m ent al.
- Const it ución física anorm al.
- Conflict os espirit uales.
- Malas condiciones fam iliares y am ist ades.
- I nt ereses insat isfechos.
- Malas condiciones en el desarrollo infant il t em prano.
Est os t res aut ores consideran que en t odos ellos operan t ant o fact ores biológicos com o
fact ores socio – psicológicos.
El m érit o de est os aut ores radica en haber iniciado el desarrollo t eórico que considera
las condiciones sociales com o posibles causas de com port am ient o desviado.
Aun t ienen residuos biológicos pero ya inician el cam ino, de los fact ores sociales en la
explicación del hecho crim inal: el m edio social det erm inará el desarrollo individual.

2 . LA ESCUELA ECOLÓGI CA D E CH I CAGO

Si los t eóricos plurifact oriales son los que han m arcado el inicio de la configuración del
crim en com o hecho que responde a una pluralidad de fact ores. Est o encont rará su
consagración en la escuela de Chicago.
Nace baj o el espírit u o caráct er pragm át ico de la escuela am ericana, nace con la
int ención de resolver los problem as sociales delincuenciales de Chicago. No es una escuela
t eórica, esperan que sus t eorías solucionen problem as reales. Problem as derivados de la
inm igración, en 1860 num erosos em igrant es legan a Nort eam érica, est os em igrant es se
concent ran en las ciudades del m edio oest e, aum ent ando la población desde 1860 a
1910en m ás de dos m illones de habit ant es. Est a em igración m asiva, unida a un proceso de
indust rialización va a provocar un t ipo de hábit at dist int o del t radicional.
La gran ciudad se convert irá en un conj unt o ent rem ezclado de et nias, religiones,
cult uras y al m ism o t iem po en un foco de problem as fundam ent alm ent e sociales: pobreza,
m arginación, suicidio, alcoholism o, prost it ución y crim inalidad.
Est a escuela y ant e est os problem as invest igará con una finalidad práct ica: búsqueda
de soluciones. Pret enden dar un diagnóst ico fiable sobre los urgent es problem as de esa
realidad am ericana.
Su obj et o de est udio será la gran ciudad, con análisis de su crecim ient o, de su
desarrollo individual y la m orfología del crim inal que se produce en ese nuevo m edio.
El m érit o de est a escuela es que supo sum ergirse en el corazón de la gran ciudad,
conocen y com prenden desde dent ro el m undo de los desviados para analizar t odos los
m ecanism os de aprendizaj e y t ransm isión de est a cult ura.

( 1) La prim era t eoría será la “ ecológica” , cuyos m áxim os represent ant es son: PARK,
BURGUÉS y M AC KEN ZI E, con el est udio de la desorganización social y las conduct as que
est a desorganización va a generar dent ro de la ciudad.
Observan que se generan una serie de fenóm enos y que la m acro ciudad provocará una
serie de consecuencias.
Hay cuat ro punt os fundam ent ales:
1. Analizan y observan el debilit am ient o de los vínculos que m ant enían unidos a
los grupos prim arios.
2. Observan que se produce una m odificación de las relaciones int erpersonales y
ot ra que t iende a que las relaciones sean m ás im personales y m ás
superficiales.
3. Observan una pérdida de arraigo en los lugares, donde se vive.
4. Tam bién una relaj ación de los frenos de inhibiciones de los grupos prim arios
baj o la influencia del am bient e urbano.
Est a circunst ancias serán las responsables del aum ent o de la crim inalidad. El
debilit am ient o del cont rol social inform al producía un peligro evident e, la rupt ura de los
lazos prim arios y el relaj am ient o de los vínculos y de las inhibiciones del grupo prim ario,
por influencia del ent orno urbano, son los responsables de aum ent o del vicio / crim inalidad
en las grandes ciudades.
Su gran m érit o es haber sit uado las causas del delit o en el m edio social. Si la sociedad
es la que desencadena el hecho crim inal habrá que incidir sobre el m edio cam biando las
est ruct uras sociales.
( 2) Teoría del “ cont agio social” : Se produce en la gran ciudad un proceso m ediant e el
cual los com port am ient os desviados se t ransm it en ent re individuos de caract eríst icas
sim ilares.
“ La Banda” 1927, libro en el que exam inan hast a 1313 bandas exist ent es en Chicago,
descubriendo una zona por los ferrocarriles donde se ubicaban gran part e de ést as,
t am bién en áreas de edificios de oficinas y en grandes alm acenes.
Ot ros aut ores dem ost raron que la cifra de crim inalidad dism inuía con el alej am ient o del
cent ro urbano, increm ent ándose en est e cent ro y en zonas indust riales.
Mant ienen que la crim inalidad pot encial se concent raba en las áreas delincuenciales:
proxim idades de est ablecim ient os com erciales, indust riales,... porqué ahí exist e un
debilit am ient o del cont rol social y consideran que si ést e no est á debilit ado no se produciría
est o en las zonas residenciales de los núcleos urbanos.

BURGUESS, círculos concént ricos.

I . Zona cent ro
I I . Zona de t ransición
I I I . Zona de los hogares de los t rabaj adores
I V. Zona residencial
V. Zona suburbana

I . Se van a concent rar los com ercios, zonas de recreo y de diversión, cent ros cívicos y
polít icos, es la zona neurálgica de la ciudad donde giran las principales act ividades de los
habit ant es.
I I . Al ser una zona absorbida por el com ercio y por la indust ria ligera, es una zona que
expulsa de su seno a la m ayoría de sus habit ant es, salvo a los m ás pobres.
I I I . Será donde habit en los obreros de la indust ria que han t rasladado de la zona I I , ya
que sufre un det erioro progresivo. Sin poder acceder a la zona I V, lo que les perm it e no
est ar dem asiado lej os de su t rabaj o.
I V. Zona residencial, inm uebles de luj o, grandes residencias.
V. Zona donde se asient an los suburbios con sus arrabales y sus ciudades dorm it orio.

SH AW llega a cinco conclusiones:


 Los delincuent es no difieren del rest o de la gent e en cuest iones de int eligencia,
físicas y de personalidad. Desde aquí rechazan t odas las t eorías biológicas no
diferenciando causas heredit arias, psíquicas, psicológicas,...
 Los barrios ofrecen num erosos incent ivos para cada act ividad crim inal. Se ent ra en
rivalidad con ot ro barrio porque el individuo se sient e ident ificado con el suyo
propio.
 El com port am ient o delict ivo se aprende y se t rasm it e a t ravés de la t radición m oral
y del com port am ient o de los dem ás.
 Considera que las verdaderas carreras crim inales se consolidan y desarrollan cuando
el individuo se ident ifica con su m undo delict ivo e int eriorizan los valores de ese
m undo crim inal, de su grupo.
La localización geográfica de est os barrios es la zona indust rial; con un nivel adquisit ivo
m enor, hay m ayor t asa de crim inalidad, la et nia es t am bién u ot ro fact or decisivo com o
hispanos, negros,...
Com o prim era crít ica a est a escuela, podem os decir que sim plifica en exceso el análisis
sobre las causas del delit o y son incapaces de explicar la crim inalidad que se produce fuera
de esas áreas. Ot ra duda radica en que si son est as áreas las que van creando delincuent es
o si por el cont rario at raen a personas m ás proclives a la com isión del delit o.
TEORÍ AS AM BI EN TALI STAS

Dest acar a N EW M AN “ Espacios defendibles” 1973, donde propugna la prevención del


delit o a t ravés del diseño arquit ect ónico del espacio urbano, crear am bient es residenciales
que inhiban del delit o.
Propuso m edidas m uy precisas para que el individuo defienda su espacio, que cree est e
sent im ient o:
- Subdividir áreas publicas en zonas m ás pequeñas para que los vecinos adopt en
apt it udes de “ propiedad” , donde se sust it uya el anonim at o por un sent im ient o de
vecindad, com unidad y responsabilizándose de t odo lo que ocurra en su ent orno.
- La ubicación de las vent anas será im port ant e para observar est as áreas.
- Em plazar zonas concurridas j unt o a zonas públicas, y que no sean fuent e de peligro:
parques, zonas de recreo...
- Que se const ruyan áreas públicas de t al m odo que los visit ant es se sient an
observados en t odo m om ent o.

GARCÍ A D E PABLOS llega a la conclusión que las edificaciones gigant escas


incom unicadas con el t ráfico rodado, sin port ero o vigilancia, de fácil accesibilidad para
cualquiera, concent rarán m ayores t asas de crim inalidad.
Newm an lleva a cuat ro conclusiones:
1. Los edificios de 7 pisos o m ás alt os son los m ás idóneos para la com isión de delit os,
a m ayor núm ero de pisos m ayor índice de crim inalidad.
2. Num erosos delit os se com et en en ascensores, lo que dism inuiría si se pot enciasen
las posibilidades de observación.
3. Los punt os m ás problem át icos son por los que t ransit an los ocupant es de las
viviendas, siem pre que no exist an m edios de observación.
4. Com o lugares que incit an al crim en dest aca los pasadizos, calles vacías, salidas de
la ciudad, edificios sin port ero...
TEM A 8 . TEORÍ AS SOCI OLÓGI CAS I I

1 . CON CEPCI ON ES ESTRUCTURAL– FUN CI ON ALI STA. LA TEORÍ A D E LA AN OM I A

Se enm arca dent ro de la Sociología crim inal, anom ia significa ausencia de norm as.
D URKH EI M ut iliza est e concept o en 1983 al elaborar su t eoría sobre la división social del
t rabaj o, no com o un principio económ ico, sino com o uno de los fundam ent os m ás
im port ant es de la vida social en general. Observa que se produce una diferencia de la
cooperación, es decir, en la Revolución I ndust rial est a crecient e división del t rabaj o
provoca form as de insolidaridad ent re los individuos. Se observa un debilit am ient o de la
conciencia colect iva acent uando las diferencias individuales. Anom ia será para él un est ado
de desint egración ( dent ro de la esfera social) originado por el hecho de que la crecient e
división del t rabaj o est á obst aculizando el cont act o, la relación social es insat isfact oria.
Est a problem át ica la ext rapola al suicidio y dice que t ant o en épocas de prosperidad
com o en las de depresión económ ica aum ent an las t asas de suicidio. Concluye diciendo que
cuando las necesidades de las personas no se pueden sat isfacer con los m edios disponibles
es frecuent e el suicidio. Habla t am bién de que el bienest ar puede convert irse en causa de
suicidio, y considera que en épocas de prosperidad las necesidades de las personas se
vuelven ilim it adas y no pueden ser sat isfechas, m ient ras que en una sit uación est able, las
aspiraciones y necesidades est án reguladas y delim it adas por las norm as. La sit uación
inest able va a producir un derrum be de las norm as apareciendo, por consiguient e, la
anom ia. Considera que est e concept o se produce en un est ado social caract erizado por un
debilit am ient o general de la conciencia colect iva, desint erés, insolidaridad, et c...
La anom ia será el fracaso o la falt a de un sist em a de convicciones m orales arraigadas
colect ivam ent e.
El com port am ient o desviado: la crim inalidad es norm al y es un fenóm eno social que
debe ser explicado socialm ent e y considera que cada sociedad m ant iene una cohesión
int erna, una solidaridad social, y la m ant iene porque exist e una consciencia colect iva que
va a ej ercer presión sobre los individuos. Considera que la colect ividad se va a im poner
sobre el individuo infract or. exist e una prim era conciencia colect iva que será la que dict e lo
que es bueno y correct o y cuando el individuo no se adapt a, hará un frent e com ún a ese
individuo, pero con un sent im ient o de superioridad. A t ravés de ese sent im ient o de
superioridad se va a producir la solidaridad social y se produce porque el fin de la pena no
será un fin ret ribucionist a, ni prevencionist a, sino que será para que el ciudadano honest o
no se desm oralice “ La pena hace ver al ciudadano honest o la ut ilidad de su sacrificio, la
pena m ant iene su confianza en el sist em a e ident ifica com o inferior al grupo crim inal y
refuerza el sent im ient o de superioridad del grupo” .
El delincuent e para Durkheim , es consecuencia de las est ruct uras de la sociedad y será
un hecho, un fenóm eno norm al y absolut am ent e necesario dent ro del engranaj e social,
será la ot ra cara de la m oneda, lo que es norm al es que exist a un increm ent o de las t asas
de crim inalidad “ Una det erm inada cant idad de crím enes form a part e de t oda sociedad
sana” . Una sociedad sin crim en será una sociedad prim it iva, m onolít ica e inm óvil, el crim en
cum ple una función int egradora e innovadora dent ro del funcionam ient o social.
La pena debe int ent ar no desm oralizar a la sociedad, el crim inal es un suj et o no
ant isocial, un fact or de funcionam ient o regular de la vida social.
M ERTON define la anom ia com o la quiebra en las relaciones ent re las m et as sociales y
los cam inos para alcanzar est as m et as. Desarrolla una t eoría general sobre el
com port am ient o desviado, t am bién la conduct a desviada es una reacción norm al a t odas
las cont radicciones de las est ruct uras sociales. Tom a com o ej em plo la sociedad
nort eam ericana. La persecución de la riqueza y la acum ulación de ella es una m et a
obligada y priorit aria para t odos los ciudadanos y ese obj et o, es ensalzado por la est ruct ura
cult ural. Frent e a esa necesidad cult ural, exist e una est ruct ura social que lim it a a ciert os
sect ores de la población el acceso a esas necesidades cult urales. Dice que est as
cont radicciones ent re est ruct ura, cult uras y sociedad producen una t endencia a la anom ia y
afect a con int ensidad a las clases baj as. La persecución del éxit o y del prest igio y del st at us
social son aspiraciones a las que debe llegar t odo am ericano sin im port ar los m edios.
Est a est ruct ura cult ural viene represent ada por la fam ilia, la escuela y por el t rabaj o,
que van a inculcar al individuo, desde pequeño, en ese afán de riqueza y poder. Pero no le
facilit an los m edios suficient es para que t odo individuo pueda llegar a esos fines. Se
plant ea qué consecuencia habrá para aquellos individuos que est án en diversos niveles de
la est ruct ura social en una sociedad que se da suprem acía al éxit o pero no da los
m ecanism os necesarios:
1. La conform idad: al acept ar t ant o las m et as cult urales com o los m edios inst int ivos
para llevar a esos fines. Donde no ocurra esa conform idad la est abilidad se verá
am enazada.
2. La innovación: la reacción desviada, el uso de m edios ilícit os para obt ener los fines
cult urales, se produce una act uación de las m et as cult urales, pero cuando no se
arbit ran los m edios, la gent e t iende a olvidar las rest ricciones.
3. El rit ualism o: es una reducción y / o un abandono de las m et as cult urales, a favor
de la conversión a los m edios inst it ucionalizados. El individuo incapaz de alcanzar
los fines cult urales renuncia a ellos, pero no renuncia a las reglas que rigen el
t rabaj o y el esfuerzo ( m onot onía) .
4. El ret raim ient o: es una renuncia t ant o de los fines cult urales com o de los m edios
inst it ucionalizados. Es la respuest a m enos difundida.
5. La rebelión, ant e la frust ración que surge cuando exist en posibilidades im it adas para
alcanzar esos fines, pueden conducir a un rechazo de los fines y m edios
int roduciendo valores dist int os, nuevas form as de organización e inst it uciones, una
nueva est ruct ura social.

2 . TEORÍ AS SUBCULTURALES

Est a denom inación de subcult ura no es exclusiva de la Crim inología ( ut ilizada t am bién
por los sociólogos) . Tal expresión se generalizó a part ir de la I I Guerra Mundial y t om ó
fuerza a part ir de la obra de COH EN : “ Chicos delincuent es” .
Las t eorías nacen en EE.UU. y surgen com o respuest a a la problem át ica que exist e en
est e país con respect o a las t eorías m arginales ( ét nicas y raciales, cult urales, et c.) .
Consiguen con Cohen, convert irse en t eorías explicat ivas de conduct a desviada y llegan
a ser t eorías im port ant es dent ro de la Sociología crim inal am ericana.
El concept o presupone la exist encia de una sociedad rural. Supone a la vez un exam en
desde dent ro del m undo de las m inorías, desde la propia ópt ica de los desviados y sobre
t odo en el caso de la delincuencia supone una decisión sim bólica de rebeldía, en el caso de
la delincuencia j uvenil, hacia los valores de las clases m edios. Act uación negat ivist a, no
racional, propia de la crim inalidad de los adult os.
Discrepan de los post ulados de la escuela de Chicago, al considerar que no son
det erm inadas áreas de la ciudad las que van a generar la crim inalidad de las capas m ás
baj as de la sociedad, sino que el delincuent e es consecuencia de los códigos de valores
propios de la subcult ura y que al m ism o t iem po, esos son am bivalent es respect o de la
sociedad oficial. Se señala que t ant o la conduct a norm al, conform e a derecho, com o la
irregular se definían en relación a los respect ivos sist em as de norm as y valores oficiales y
suboficiales, quiere decir que est os sist em as de valores van a cont ar con una est ruct ura
m uy sem ej ant e, con valores que int eriorizan refuerzan y t ransm it en a t ravés de los
m ecanism os de aprendizaj e socializant e.
La adapt ación de Cohen es la m ás im port ant e. Cent ró su est udio en la delincuencia
j uvenil de st at us m ás baj os y concluyó que las áreas delincuenciales no eran ám bit os
desorganizados, sino con norm as y valores dist int os de los oficiales. La subcult ura va a
operar com o una evasión a la cult ura general, o com o una reacción negat iva; será com o
una cult ura de recam bio que ciert as m inorías m arginales van a crear dent ro de la cult ura
con el propósit o de dar salida a la ansiedad y a la frust ración. Opera com o válvula de
escape frent e al conflict o de no poder part icipar de las expect at ivas que ofrece la sociedad,
una gran cant idad de aut ores creen que la única dificult ad im port ant e exist ent e ent re
delincuent e y no delincuent e reside en el grado de exposición a una subcult ura.
CARACTERÍ STI CAS D E LAS SUBCULTURAS

No ut ilit arias ( robar por robar) .


Maliciosas.
Negat ivist as de ot ras cult uras.

La delincuencia j uvenil y la subcult ura van a aparecer sobre t odo concent radas en los
sect ores m asculino y de baj a condición social.
La razón que Cohen da es que es precisam ent e la clase t rabaj adora la que se va a
encont rar con el grado m ás alt o de frust ración. Los m iem bros pert enecient es a est as
subcult uras, vivan donde vivan, y sean de la condición que sean, est án unidos por los
valores de las clases m edias y est os son el éxit o a perseguir m et as cada vez m ayores ( con
ello obt endrán respet abilidad, relaciones sociales,...) . Ant e las expect ant es m et as que
ofrece la clase obrera se verán desavent aj ados.
Los m odelos de socialización en la fam ilia de clase t rabaj adora: la discrim inación que
llevan a cabo los m aest ros,... va a producir un problem a de aj ust e ent re el niño que ha
sido prim ariam ent e socializado a t ravés de los valores correspondient es a su subcult ura. La
solución es la subcult ura crim inal o sin volunt ad de obt ener m et as de la clase m edia se va
a volcar en com port am ient o agresivo, bandolerism o y a t ravés de sus act os logrará el éxit o
dent ro de la subcult ura, escapando de la int olerable frust ración y ansiedad.
El problem a de la cult ura es que al t ener int eriorizados los valores d la clase m edia, su
act it ud siem pre será de rechazo hacia esos valores debido a la frust ración, est o se verá en
act os de vandalism o... creando post eriorm ent e unos valores propios.
TEM A 9 . TEORÍ AS SOCI OLÓGI CAS ( I I I )

1 . TEORÍ AS D EL PROCESO SOCI AL

Se difunden en los años 60 y 70. Dest acan sobre t odo porque crit ican abiert am ent e las
t eorías est ruct uralist as al desm it ificar el hecho de que la crim inalidad deba concent rarse en
los m iem bros de las capas m ás baj as, ellos opinan que t am bién hay crim inales en las capas
superiores y consideran que t oda persona t iene el pot encial necesario para convert irse en
delincuent e.
Profundizarán en los delit os económ icos, ent rando est os delit os en las legislaciones
penales t ipificando un m ayor núm ero de delit os de cont enido socioeconóm ico.
Hay t res orient aciones:
- Teorías del aprendizaj e social.
- Teorías del cont rol social.
- Teorías del et iquet am ient o o de reacción social.

TEORÍ A EL APREN D I ZAJE SOCI AL

Se subdivide en cuat ro form ulaciones que t ienen en com ún la idea de que la conduct a
crim inal se aprende y por consiguient e no debe buscarse j ust ificación en razones de t ipo
biológico, ni en rasgos inconscient es ni en el desarrollo cognit ivo de pat rones o m odelos de
com port am ient o durant e la infancia del suj et o.
Para est os aut ores el crim en es una respuest a a sit uaciones reales que el suj et o
aprende. El crim en no es anorm al ni es signo de una personalidad inm adura.
SUTH ERLAN D nos ofrece la prim era t eoría, asociación diferencial. I nt erpret ó
orient aciones m ult ifact oriales y com plem ent ó con elem ent os psicológicos. Dest acó por su
análisis de la crim inalidad de cuello blanco y por los niveles de int eligencia.
El origen de est a t eoría debem os buscarlo en los t rabaj os realizados por TARD E
( concept o de im it ación) , los t rabaj os sobre la m em oria hum ana y los de PAULOV y
EBBI N GH AUS.
No se int eresan por el aprendizaj e del saber sino del com port am ient o hum ano con un
cort e psicológico. El aut or dice que “ las personas se hacen, en principio crim ianles porque
est án relat ivam ent e aisladas de la cult ura de grupos respet uosos de la Ley o bien, por
causa de resist encia, ocupación,... o sino, por encont rarse en cont act o con una subcult ura
crim inal, porque han carecido de las experiencias, sent im ient os, opciones y concepciones
en base a las cuales ha de const ruirse un orden de la vida que la opinión pública considera
deseable” . Los cont act os se llevan a cabo en grupos sociales y precisam ent e en form a de
procesos de aprendizaj e, es decir, se van a t rasm it ir los m odelos de conduct a y la
orient ación en los valores y las form as de reacción. Para Sut herland, el crim en no se
hereda, ni se im it a, ni invent a, sólo se aprende.
Resum ió su t eoría en seis proposiciones:
1. La conduct a crim inal es aprendida.
2. Se aprende en un proceso de com unicación en la int eracción con ot ras personas.
3. El aprendizaj e se realiza en el m arco de las relaciones m ás personales e ínt im as.
4. El aprendizaj e de la conduct a crim inal com prende t ant o las t áct icas com o las
t écnicas.
5. Una persona será delincuent e cuando aprende m ás m odelos que favorezcan la
infracción.
6. El proceso de aprendizaj e de la conduct a crim inal y no crim inal es el m ism o.

Sut herland analizó el ganst erism o de EE.UU. de los años 20- 30 porque est a
organización se present a rígida y exist ía en ella un sist em a de valores propios. Según él,
est as organizaciones favorecían j unt o a los indust riales la expansión económ ica. Se aliaban
para luchar cont ra el enem igo com ún, t rabaj adores en huelga, los negros los em igrant es,
los sindicat os... Esa relación alianza perm it e a est e aut or descubrir el porqué se producen
ciert os códigos de valores.
Una variant e de est a t eoría del aprendizaj e sería la t eoría de la ident ificación diferencial
cuyo m áxim o exponent e es GLASER. La crim inalidad ya no t iene que producirse por la
int eracción direct a, sino que se puede indicar la elección de ot ra persona desde cuya
perspect iva observam os nuest ra propia conduct a ( el individuo en el t ranscurso de dist int os
proceso sociales elige det erm inados grupos o personas con los cuales se ident ifica) . “ Una
persona sigue el cam ino del crim en en la m edida en que se ident ifica con personas reales o
fict icias, desde cuya perspect iva su conduct a crim inal parece com o acept able” .
La crít ica que se hace a est a t eoría es que se concibe la conduct a crim inal com o
conduct a aprobada de ant em ano, dirigida int elect ualm ent e por ant icipado y no com o un
suceso que ha surgido m ás o m enos por casualidad. Est o puede se así en algunos crím enes
pero no t odos y nunca en la m ayoría.

TEORÍ A SOBRE EL CON TROL SOCI AL

Se plant ea que t odo individuo podría act uar crim inalm ent e pero se ve neut ralizado por
los vínculos sociales que le van a solicit ar que t enga una act it ud conform e a derecho, y
servirán de dique a cualquiera. Cuando fracasan sus m ecanism o de cont rol, se produce una
quiebra y ello conduce al crim en. Se plant ea si t odo individuo cuent a con el pot encial
necesario para violar las leyes y la sociedad ofrece varias opciones.
¿Por qué se obedecen las leyes? Según la escuela clásica la respuest a es por el m iedo y
por los vínculos exist ent es ent re personas int errelacionadas ínt im am ent e.
Aparece la t eoría del arraigo social ( represent ada por H I RSCH I ) , que pert enece a las
llam adas de vinculación y consideran que ést a es lo que hace que el suj et o se aj ust e a
derecho. La consult a viene det erm inada por el vínculo em ocional que une al individuo con
personas significat ivas. En est e vínculo descansa el com prom iso frent e a los dem ás.
Cuando se rom pe el vínculo aparece la crim inalidad. Piensan que el delincuent e puede
ocasionar m ás consecuencias dañinas en las relaciones con ot ras personas y t am bién con
inst it uciones y es el m iedo el que frena al individuo. El crim en sería el result ado de un
debilit am ient o de las relaciones.
Hay cuat ro fact ores que det erm inan el arraigo en la sociedad:
1. Apego y la consideración hacia personas. La falt a de est os hacia det erm inadas
personas ( caract eríst ica de la personalidad psicót ica) va a conducir hacia una falt a
de respet o hacia los dem ás) .
2. I dent ificación y com prom iso con los valores convencionales.
3. La part icipación en act ividades sociales. El ocio y la desocupación pueden pot enciar
una act it ud delict iva. La vida social supone un alej am ient o del delit o.
4. Las creencias suponen un im port ant e freno al delit o, ya que supone un respet o
hacia los derechos de los dem ás

TEORÍ A D E LA CON TEN CI ÓN SOCI AL


Su m áxim o exponent e es RECKLESS. Se pregunt a com o un individuo pobre resident e
de una zona con elevado índice de crim inalidad puede resist irse al delit o. La respuest a la
buscan en m ecanism os de cont ención int erna y ext erna:
- I nt ernos: la solidez de la personalidad del individuo. Dest acan el concept o de sí
m ism o; viene a ser el com ponent e diferencial que explica el porqué unos individuos caen
en la t ent ación y ot ros no. El concept o ofrece firm eza frent e a los golpes de la vida en la
elaboración int erna de las experiencias.
- Ext ernos: no se puede olvidar la vida fam iliar o la organización social y son
im port ant es en cuant o pueden repercut ir en el individuo posit ivam ent e en cuant o le
prevean de firm eza.
Adem ás hay m ecanism os de presión divididos en: im pulsos int ernos ( descont ent o
individual, host ilidad, rebelión...) ; presiones ext ernas ( condiciones de la vida adversas...) ;
influencias ext ernas ( conduct a desviada de com pañeros, influencia de los m edios de
com unicación) .
Para él, la conduct a crim inal va a responder a est os dos m ecanism os. Mecanism os de
cont ención y m ecanism os de presión crim inógena.
TEM A 1 0 . TEORÍ AS SOCI OLÓGI CAS ( I V)

1 . TEORÍ AS D EL PROCESO SOCI AL ( LABELLI N G APPROACH )

Consideran que no se puede com prender el delit o presidiendo de la propia relación


social, del proceso social de selección de ciert as personas y las conduct as et iquet adas com o
crim inales. Por t ant o, el delit o y la reacción social aprecen com o t érm ino
int erdependient es, inseparables, recíprocas.
La m arca de la persona de conduct a desviada no es nueva, y desde los inicios siem pre
se ha t rat ado de buscar en el crim inal una m arca que lo dist inga.
El Derecho Penal clásico lo enlazaba con el hecho punible, y la ant ropología crim inal lo
cent raba en la personalidad del aut or. Las m alform aciones crom osóm icas serían com o
m edio de conocim ient o del delincuent e.
La est igm ación sólo significa diferenciación, dest acar de form a m ás o m enos clara a
det erm inadas personas y adscribir la explicación de su conduct a.
El problem a del cont rol de la conduct a se sim plificaría si se pudiera conocer de form a
clara el círculo de personas peligrosas socialm ent e por caract eríst icas fácilm ent e
ident ificables. La búsqueda de esas m arcas ha producido grandes abusos ( j udíos,
crist ianos,...) .
Cuando t iene lugar una est igm ación aparecen consecuencias dest ruct ivas paa los
afect ados y para sus fam ilias.
Para los aut ores m ás represent at ivos, las conduct as irregulares est án repart idas con
una gran igualdad ent re t odas las clases sociales de la población, pero post eriorm ent e los
m ecanism os sociales conducen a una desigual dist ribución del riesgo de ser det enido,
condenado post eriorm ent e, y esos m ecanism os sociales son los que et iquet an al individuo.
Una pequeña apart e de los aut ores opina que en la clase inferior no exist e una
crim inalidad propia, pero ocurre que est a crim inalidad es creada por los llam ados “ procesos
de at ribución” .
I AN N EN BAUM ( aut or de “ Crim en y com unidad” ) , es el prim er aut or en form ular la
frase: “ los j óvenes delincuent es e hacen porque se les define com o m alos” . Considera que
las reacciones y las definiciones del m edio, con respect o a un det erm inado
com port am ient o, son decisivas para la aparición del com port am ient o desviado.
Para BECKER, las norm as son reglas de com port am ient o elaboradas por los grupos
sociales, si una persona viola est as norm as será considerada com o desviada desde el punt o
de vist a del grupo. No int eresan las causas de desviación, son el proceso de
crim inalización. Una persona s conviert e en desviada cuando ot ras personas m ás
significat ivas la et iquet an com o t al.
Se les crit ica que no se ocupasen de los orígenes de la crim inalidad y sólo cent ran su
est udio part iendo de que es el grupo social dom inant e el que et iquet a al individuo.
El cont rol social es el que crea la crim inalidad. El int erés de la invest igación se desplaza
desde el desviado y su m edio hacia aquellos grupos que lo definen com o desviado. Van a
analizar los m ecanism os de funcionam ient o del cont rol social y las carencias no las buscan
en los individuos cont rolados sino en aquellos que ej ercen el cont rol.
El individuo pasa a convert irse en víct im a de los procesos de at ribución y definición. Un
conduct a no es delict iva por sí m ism a, ni su aut or será un crim inal por m erecim ient os
obj et ivos, son que depende de ciert os procesos de definición y at ribución y selección al
m ism o t iem po.
GARCÍ A D E PABLOS señala que los agent es del cont rol social form al, no det ect an o
declaran el caráct er delict ivo de un com port am ient o, sino que lo generan o producen al
et iquet arlo así.
El cont rol social es alt am ent e discrim inat orio y select ivo, esa et iquet a de crim inal es
repart ida por los m ecanism os de cont rol con el m ism o crit erio de dist ribución que ot ros
bienes ( fam a, riqueza...) y ese crit erio es el st at us y el rol de las personas.
Las posibilidades de que un individuo pueda ser et iquet ado com o delincuent e, no
dependen t ant o del delit o com et ido, son que m ás bien dependen de la posición que ocupa
el individuo en la pirám ide social.
Si en una sociedad alguien posee poder para est ablecer norm as ( que det erm inen la
m oralidad m edia) , t am bién t iene poder para escapar a esas norm as.
Los procesos de aplicación de la Ley penal const it uyen los m ecanism os de dist ribución
de la propiedad negat iva crim inal.

CRÍ TI CAS

1. No ot orga ninguna at ención a las m ot ivaciones iniciales que im pulsan al suj et o a un


act o delict ivo.
Tam poco se preocupa de las m ot ivaciones que le llevan a com et er el prim er delit o,
ignora t ot alm ent e los orígenes de la act it ud delict iva.

2. Est os t eóricos han rescat ado la figura del delincuent e de ese det erm inism o
biológico, psicológico y social en que se hallaba y lo que han hecho es incluirlo en un
det erm inism o de la reacción social.
Est as t eorías del et iquet am ient o se han preocupado m ás por los hecho s com et idos
por los débiles que los realizados por los poderosos, se han cent rado en pet im et res,
bribones y pervert idos, y lo que no han hecho es cent rar sus est udios en la violencia
inst it ucional encubiert a.

3. Est a t eoría no cubre suficient em ent e ciert os aspect os polít icos del problem a de la
desviación.

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