Está en la página 1de 5

68.

¿Cómo se nota la diversa influencia que ejercieron Los ensayos de Montaigne en el Discurso
del método de Descartes?
En primer lugar, hay una doble influencia afirmativa, primero el uso del idioma francés y la escritura
llana, ligera y por tanto evitar el uso de latín, el evitar un lenguaje académico, frio y sobre todo el
escribir en primera persona y en segundo lugar en ese mismo campo de la influencia afirmativa el
hecho de que se trate de libros que tenga un tono testimonial, confidencial, autobiográfico donde hay
una referencia a acontecimientos y experiencias propias. Y la otra influencia de orden reactivo es que
los ensayos de Montaigne provocaron en Descartes el deseo de réplica, el deseo de contestar, de ofrecer
lo que los ensayos decían que no era posible alcanzar el conocimiento supremo e incuestionable,
completo y definitivo. La certeza absoluta como decía Vicent Decombes.
69. ¿Qué pensamiento resulta más atractivo para un tiempo de crisis: el montaigniano o el
cartesiano? ¿Por qué?
La propuesta montegniana de una ciencia redonda e inatacable, inmune a cualquiera escepticismo
montegniano es una oferta mucho más atractiva en un tiempo de crisis un, tiempo de inestabilidad.
Eso quiere decir que para la época en la que se hizo muchos cambios geográficos, astronómicos,
culturales, sociales, religiosos, en ese momento una propuesta de salida a tanto cambio, a tanta
oscilación era justamente la de Descartes un conocimiento firme, seguro y duradero. Entonces es
entendible que un tiempo desesperado que la gente tienda aquello que le ofrece alguna clase de
seguridad. Montaigne es un hombre que reconoce la finitud humana y por tanto la provisionalidad de
todo lo que consigamos es decir para Montaigne no es extraño que las ideas cambien pues las ideas
son mortales, propias de nuestra condición, pero nunca considerables como absolutas o definitivas. En
ese sentido para Michelle de Montaigne la filosofía es siempre una búsqueda constante en que las ideas
están destinadas a quedar atrás delante de nuevos planteamientos.

70. ¿Por qué la noción etimológica de “filosofía” revive en Montaigne, pero se marchita en
Descartes? ¿Es Descartes un hombre a caballo como lo fue Montaigne?
La palabra filosofía quiere decir “amor a la sabiduría” y eso significa lo que la filosofía es tiene que
ver más con una indagación permanente, con una actitud crítica, examinadora y de duda y de búsqueda
constante, con un convencimiento de la propia finitud y de la conveniencia de la modestia. En ese caso
la filosofía esta más de lado de Montaigne que acepta la pequeñez humana sin ningún pesimismo y
que promete únicamente las bellas carreras, no alcanzar la meta, en cambio se apaga la filosofía en un
sentido etimológico, puro, se apaga por completo en Descartes porque promete una sabiduría plena
que volvería innecesario seguir preguntando, indagando juntos. Descartes no es un hombre a caballo
porque lo que anhela con cierta ansiedad propia de la época en que vive es el poder llegar a la menta,
a los conocimientos, claros, definitivos, en cambio Michelle de Montaigne promete eso, la cabalgada,
el no dejar de descubrir, esa es la gran diferencia. Montaigne gusta de que todo sea una búsqueda
constante en cambio Descartes la expectativa de poder verlo todo es la promesa de matar el anhelo, de
apagar en nosotros la necesidad de descubrir.

71. ¿Qué distintas condiciones de la vida de Descartes confirman su preferencia por la soledad y
el recogimiento?
Hay que empezar por la infancia, esa enfermedad respiratoria y la pérdida de la madre qué lo obliga a
la familia de Descartes a criarlo de manera sobreprotegida, aislada pero rodeado de libros. Luego en
el colegio transcurre gran parte de su mañana encerrado a solas en su habitación, va a Holanda para
estar solo, va a una ciudad muy popular porque justamente esa agitación garantiza que el pase
desapercibido. En ese sentido Descartes es un filósofo contrario a Montaigne, Montaigne disfruta más
el viaje, de la conversación, de la compañía y si se retira del Castillo no es para renunciar del mundo
sino para escribir todo lo vivido en el mundo, su yo está hecho de pluralidad.

72. ¿Qué significados pueden tener los tres sueños famosos de Descartes de acuerdo con el
contexto de su tiempo y con los propósitos de su pensamiento?
En los dos primeros se repite la misma circunstancia, una exterioridad inclemente, sea un viento
huracanado, una tormenta y una búsqueda de refugio, una capilla, la misma cama donde arroparse y
envolverse, pero está por tanto ahí presente la metáfora clásica de un tiempo de dificultad de cambios
muy grandes y profundos y múltiples, la inclinación hacia lo privado cuando lo común se vuelve
tormentoso y el tercer sueño parece aludir a la elección de un camino que tiene que ver con ese tiempo.
Por tanto, para Descartes la sensación es de sentirse llamado a ser un héroe en un tiempo de crisis, a
ser un salvador.

73. ¿En qué doble sentido la búsqueda del saber es en Descartes tan contraria a Montaigne?
Dos cosas. Primero Descartes se propone el saber pleno, rotundo, que nunca más vuelva a caer.
Montaigne se propone aprender, ejercitarse las bellas carreras, nunca llegar a la meta solo cabalgar,
avanzar, aprender, a conversar, a viajar. Entonces los propósitos intelectuales en ambos son
completamente contrapuestos, pero también son contrapuestas las formas, en Montaigne se llega a
saber intercambiando con otros “cuando alguien me contradice no despierta mi cólera sino mi
atención” “Si tuviera que elegir entre perder la vista y el oído preferiría perder la vista”, el oído es el
órgano de la palabra del prójimo. Descartes, en cambio, se convence que el saber es alcanzable por
medio de una búsqueda puramente individual, por medio de la soledad.
74. ¿La actitud de Descartes en sus viajes es la misma que Montaigne defendía y encarnaba?
Claro, Descartes incluso llega a viajar más que Montaigne, mucho más, pero la actitud es
completamente contraria, por ejemplo, su mudanza Ámsterdam tiene el propósito no de aprovechar el
hecho de que Ámsterdam sea un lugar de llegada, de movimiento, de gente de las más distintas
procedencias, no, en realidad viaja a Ámsterdam para aprovechar esa actividad agitada y multitudinaria
como un manto protector de su soledad, como una especie de refugio el refugio que supone vivir en
una ciudad donde nadie te habla, nadie te conoce, nadie puede juzgar lo que haces, nadie te ve, pasas
desapercibido, pasas desaparecido, busca la invisibilidad y siente que todo lo que lo rodean son como
árboles ríos. En cambio, Montaigne defiende y encarna una actitud viajera completamente contraria,
para él se trata de rosar limar nuestro cerebro con el de otro, la mejor escuela para formar la vida es
darle a conocer el espectáculo de la variedad del mundo. Eso quiere decir que para Montaigne los
lugares son siempre interesantes por sí mismos por los puntos de vista nos pueden proporcionar.

75. ¿Cómo se nota la influencia de la lectura post-imprenta en el inicio del Discurso del método
de Descartes?
La imprenta produce en cambio una actitud más crítica, más juiciosa, más cuestionadora. Descartes
sabe eso porque él ha sido un gran lector, su infancia a estado abarcado por la relación con sus libros,
pero también lo sabe porque es consciente de lo que va a proponer en su libro, y lo que va proponer es
muy ambicioso y no parece ser apropiado comenzar contando lo grandioso que se quiere conseguir
que es el conocimiento total a través del método infalible que se quiere proponer. Entonces eso pondría
en guardia a cualquier lector, por tanto, la mejor manera de empezar es contar que el lector y él son
iguales, eso es más atractivo, suena más humilde, agradable, conquista mejor al lector en guardia.

76. ¿La actitud de Descartes ante la diversidad de opiniones es la misma que mostraba
Montaigne? ¿Qué distinta idea de la humanidad asoma en ambos?
La diversidad de opiniones en Montaigne se debe a la finitud humana, todos tenemos experiencias
distintas, nadie agota a la humanidad, el mundo es inmenso cambiante. Por lo tanto, es natural que
todos tengamos una mirada diferente y de eso aprendemos, nos conviene, nos atrae y de eso trata el
gusto por leer, viajar y conversar en cambio Descartes ve la diversidad de opiniones como una señal
del mal empleo de la razón, una razón que a seguido distintos caminos, entonces para él la diversidad
de opiniones es un error. La distinta idea de a la humanidad que asoma en ambos es en Montaigne
una humanidad diversa, cambiante, en Descartes, una humanidad aplanada, homogénea, monótona,
hecha por sus propias coincidencias.

77. ¿Qué idea tiene Descartes sobre nuestra inteligencia que le permite confiar en que el uso de
su método llevará a la entera humanidad a los mismos pensamientos?
Él crea con solo aplicar el mismo método “todos pensaran los mismo, todos llegaran a los mismos
resultados ”, solo puede verse a que primero, cree que la inteligencia es exactamente igual a todos,
segundo, solo puede ser posible porque cree que es inteligencia es algo parecido a un dispositivo
mecánico que permite con la aplicación del método que produzca los mismos resultados como si la
inteligencia fuera una clase de maquina en la cual ingresados ciertos procedimientos esa máquina se
comportara idénticamente en todos los casos, entonces es una idea mecanicista de la inteligencia,
como un artificio, como un dispositivo hecho de automatismos que se comporta de manera lineal,
como una especie de algoritmo.

78. ¿Cuáles son las diferentes maneras con que Descartes y Montaigne creen que es posible
alcanzar la paz en toda la humanidad?
La paz en un tiempo de conflicto es el fondo del discurso del método. Es decir, en un tiempo de
conflictos religiosos, Descartes cree que las diferencias de religión son la causa de esos
enfrentamientos sangrientos y por tanto lo que mejor se puede hacer para evitar esas guerras es ir a las
raíces de las guerras, la causa según la interpretación cartesiana y por tanto eliminar esas diferencias,
y por tanto alcanzar una ciencia unánime que elimine discordias y que evite debates, seguir preguntado
por temas. En cambio, para Montaigne la paz se alcanza muy contrariamente a Descartes no
eliminando esas diferencias, por el contrario, mas bien convirtiéndolas en motivo para la bienvenida
en tanto que haya amor a la verdad. Por eso el escepticismo de Montaigne no es un escepticismo
negativo, desalentado, es todo lo contrario, y por tanto para Montaigne la paz de consigue no de la
tolerancia sino de la aceptación de las diferencias.

79. ¿Cómo sabemos que la modestia de Los ensayos de Montaigne es sincera y que, en cambio,
no lo parece en el Discurso del método de Descartes?
En Montaigne hay permanentemente una aceptación de lo poco que se sabe y eso va de la mano con
su vida porque vemos en Montaigne una predisposición permanente a escuchar a otros, a los demás,
entonces no hay duda de que, en él, es una actitud coherente el aceptar que la propia mirada no es la
única, lo sabemos por la vida de Montaigne porque lo cuenta en los ensayos. En cambio, en Descartes
sabemos que no se trata de la misma actitud porque a él lo que le interesa es evidentemente vender su
método de que el lector se convenza de que es algo seguro, absoluto e infalible, pero sabe que el lector
está prevenido como cualquier lector post-imprenta y por tanto no se le puede hablar de modo tan
franco y directo porque se pondría en guardia, es por eso que Descartes usa la modestia en un sentido
retorico, amable con la finalidad de conquistar al lector, de ganarse su voluntad de una manera
persuasiva, gradual, estratégica. La modestia en Descartes es una modestia retorica.

80. ¿La actitud de Descartes ante la ignorancia es la misma que expresó Montaigne?
La ignorancia es Descartes es evidentemente un signo aterrador, algo terrible, pavoroso. De hecho, en
sus memorias de su época escolar es lo que cuenta con cierta amargura que saco únicamente de ese
tiempo de estudio en que debió llegar a una condición de hombre docto y sabio, entonces, la ignorancia
es algo que hay que suprimir de la tierra para siempre y para eso él es que piensa en su método. Por lo
contrario, Montaigne ve allí una oportunidad para buscar, para el entusiasmo, para la sorpresa, el
descubrimiento. La ignorancia es condición natural de todo ser humano porque somos finitos y no
dioses y eso garantiza que la vida sea permanentemente asombro.

81. ¿Qué clase de temor experimenta Descartes al viajar?


El temor de alejarse de sí mismo, el temor que supone salir de su interioridad individual, para Descartes
la soledad es el escenario permanente de sus búsquedas filosóficas por tanto para él se puede estar en
Ámsterdam o se puede estar donde quiera y sin embargo nunca se ha de dejar estar dentro de uno
mismo, lo que teme Descartes es salir de su interioridad, todo lo contrario de Montaigne, para quien
más bien se trata de abrirse a otras mentalidades, rosar y limar nuestro cerebro con el de otros. Es la
mentalidad típico tiempo de crisis, salir del encierro privado y donde quiera que vaya Descartes llevara
eso, ese deseo de no salir de sus ensoñaciones, no está en Ámsterdam tanto como está dentro de sí
mismo.
82. ¿En qué sentido el proyecto cartesiano es más quijotesco que lo fue el personaje de la
novela de Cervantes?
Para Descartes hay que tener cuidado de no creer que uno puede imitar las hazañas de los personajes
de la novela y por tanto con ello está aludiendo al personaje de Cervantes. Para Descartes es peligroso
proponernos lo que supera nuestras fuerzas, pero lo que se pone Descartes es justamente eso, se
propone la ciencia total que no parece estar al alcance de un solo ser humano, más aún como él cree.
Por eso, Descartes se propone algo que no solo supera las fuerzas de persona sino de la humanidad
entera, lo que él quiere es alcanzar de manera sencilla el conocimiento total y definitivo, pero eso es
iluso porque efectivamente la ciencia requeriría de mucho tiempo de mucha cooperación también.
83. ¿Por qué las matemáticas son preferibles para Descartes como modelo para el método con
el que ha de conseguir la ciencia total y definitiva? ¿Cómo se advierte la influencia del Padre
Clavius en estas convicciones?
Porque las matemáticas ofrecen lo que él busca y lo que el busca es un conocimiento infalible,
duradero, inacabable, indiscutible, eso que las matemáticas parecen tener, pero que las matemáticas
tienen justamente porque tratan de abstracciones y no tratan sobre la realidad, las matemáticas no
estudian lo real estudian abstracciones que tienen leyes internas que dan lugar a ciertas deducciones
infalibles o necesarias. Descartes cree que las matemáticas son el mejor modelo para el método que
está buscando, se nota allí la influencia de clavius, para clavius los teoremas matemáticos son válidos
en cualquier época, no cambian nunca, pero sobre también está la influencia del hecho de que a las
diferencias de otras ciencias, las matemáticas no hay lugar para debates, para opiniones, para la
inseguridad propia, algo muy típico de la mentalidad cartesiana, la inseguridad propia de lo opinable.
84. ¿Qué similitudes y diferencias se pueden reconocer entre el testimonio de Ernesto Sábato y
la fascinación de Descartes por las matemáticas?
En el caso de Sábato y Descartes, tiene mucho paralelos o similitudes. Por una parte, podemos hablar
de como una crisis, una experiencia de caos e inseguridad conduce a una necesidad urgente de orden,
transparencia, claridad. Ese el punto en común, como un tiempo de crisis alumbra una necesidad de lo
firme, lo seguro, lo sólido y lo incuestionable. En el caso de Descartes las matemáticas y para Sábato
las ciencias, la química. En el caso de las diferencias, la crisis, la inestabilidad en Sábato es de orden
personal, en cambio de Descartes una desilusión del contexto o coyuntura de Europa en tiempo de
conflictos religiosos, época con muchos cambios. También, está la similitud que por medio de la
ciencia, Sábato pretende dejar de escuchar lo concurrido por los hombres, Descartes también pero de
otra manera, para Descartes el refugio en su propia mente es una forma de mostrar una insensibilidad
ante la voz o testimonio del prójimo, una huida al contacto de los demás. Otra diferencia es que Sábato
se arrepiente y repudia esta época de su vida, de refugio en los objetos ideales de la ciencia, en ese
odio trasparente que considera vanidoso y él cree que condujo a lo más atroz de la segunda guerra
mundial, las dos guerras, el desarrollo científico perfecciono los elementos de muerte. En cambio,
Descartes no hay tiempo en su vida para una reacción, una mirada crítica de esta opción que él toma,
no hay oportunidad para un juicio distinto al discurso del método lo escribe en plena euforia
matemática.

85. ¿Qué motivos tiene Descartes para desechar los libros, los autores y el mundo mismo como
escenario de su búsqueda de la ciencia única y universal?
El de la diversidad, porque en todas partes se encuentra la disparidad de opiniones, los libros y
maestros, al viajar. Por tanto, para Descartes lo único fiable es aquello que muestre uniformidad,
conciencia, unanimidad, un juicio único, una verdad única en ese sentido. Entonces, para Descartes
solo queda buscar en uno mismo, en la individualidad de haber coherencia y por tanto no puede haber
ahí esa heterogeneidad, multiplicidad, ese caos de la exterioridad, del lugar que siempre está huyendo
Descartes.

86. ¿Por qué decimos que en Descartes la universalización de la razón termina justificando la
individualización de la búsqueda?
Porque si todos somos iguales, todos tenemos la misma cabeza, entonces, buscar dentro de lo mismo
será lo mismo que buscar en todos. Esa es la importancia del primer párrafo del discurso del método,
la intención de Descartes de establecer en el punto de partida la identidad esencial de todos los
humanos que le permita una equivalencia, una manera terrible de entender la igualdad, una manera de
decir que todos somos iguales absolutamente, cosa imposible. Y como somos iguales somos
intercambiables, y por tanto si busco en mí mismo es como si buscará en un lector. Dice que como
somos iguales, lo que busca en él, está en el lector. Entonces, se ahorra de escuchar su opinión.
87. ¿Qué se entiende en Descartes por “luz natural” y “voz de la razón”? ¿Por qué las
consecuencias de ambos conceptos son potencialmente peligrosas?
Descartes cree que toda la diversidad de todas las opiniones encontradas entre los lectores de los libros
y el mundo en realidad no hacía más que empañar, impedirle ver la luz natural, que quiere decir el
saber que ya está inscrito en su propia naturaleza, todo aquello era una distracción, una pérdida de
tiempo, un alejamiento, por eso decía sentirse extranjero era justamente eso, alejarse del propio ser.
La voz de la razón garantiza o confirma que Descartes se está refiriendo a un contenido de verdades
que hay dentro de cada uno y que hay que seguir y obedecer por completo, por tanto, no se trata de
verdades que el humano construya libremente, sino que descubra o deduzca, porque evidentemente la
luz natural y la voz de la razón refieran a una misma realidad que es la sabiduría completa colocada
por Dios dentro de cada una de nosotros, eso tiene una consecuencia peligrosa porque entonces todo
lo que salga de nuestra boca o de nuestra cabeza se vuelve como todo lo divino, irrefutable y por tanto,
imponerse sobre cualquier parecer humano, entonces no pasamos por el debate, por la vía de la
democrática; sino se ha de imponer de forma vertical y esto es altamente peligroso porque condiciona
la convivencia al predominio de una única mirada que no consultará con nadie, para la cual cualquier
oposición será contraria a la misma voluntad divina, la divinización de la propia conciencia individual,
lo que es tan altamente peligroso, lo que determinará cualquier posibilidad de tiranía e incluso la
política de totalitarismo, algo preocupante.

88. ¿Qué similitudes y diferencias presenta el caso cartesiano con la doctrina luterana?
La similitud está en la divinización de la conciencia, en sacralizar todo lo que salga de nosotros,
atribuirlo a un origen divino, con todas las consecuencias, pero LA GRAN DIFERENCIA es en que
Lutero decía que el mundo se reduce en cenizas si alguien se opone a la palabra divina ósea en su
palabra. La diferencia está en que para Lutero la voz de la razón provenía de la lectura a solas de la
biblia, en otras palabras era la comunicación en vivo de la misma divinidad del espíritu santo, en
cambió Descartes creía que no hacía falta leer nada, acudir a ninguna parte, a ninguna fuente sino que
bastaba ensimismarse con escuchar dentro, porque esa voz divina no está fuera de mí sino que estaba
dentro de manera que inesperadamente el resultado es que creyendo yo que hay ideas innatas en mí
ya no necesito de Dios o de la fe, usar a Dios para luego romper con él.
89. ¿Qué crítica aguda hace Gassendi a la pretensión cartesiana de conocerlo todo desde la
soledad de la mente individual?
La práctica de Gassendi es extraordinaria porque le permite y nos permite entender que la pretensión
de que lo tenemos todo dentro es algo absurdo porque el pensamiento piensa con palabras y las palabras
son efectivamente un don de la colectividad de la vida en común, la lengua se aprende, no viene con
nosotros, sino que se enseña, y esas palabras son la obra de cambios, migraciones, de mezclas de la
diversidad. Entonces, cada vez que yo hablo resuena en mí el griego de los filósofos de otro tiempo,
el latín del senado romano, resuena el árabe de los árabes que llegaron a España, resuenan los
galicismos que tenemos de la moda francesa que lleno Latinoamericana en el siglo XIX y parte del
siglo XX.

También podría gustarte