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EL COLEGIO DE MICHOACÁN
UNIVERSIDAD DE ALICANTE
INSTITUTO MORA
EL COLEGIO DE SAN LUIS , 4408(.44.44,

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ESTUDIOS SOBRE HISTORIA Y CLIMA
ARGENTINA, COLOMBIA, CHILE, ESPAÑA,
GUATEMALA, MÉXICO Y VENEZUELA

VOLUMEN 1
ESTUDIOS SOBRE HISTORIA Y CLIMA
ARGENTINA, COLOMBIA, CHILE, ESPAÑA,
GUATEMALA, MÉXICO Y VENEZUELA

VOLUMEN I

Luis Alberto Arrioja Díaz Viruell


Armando Alberola Romá
Editores

El Colegio
de Michoacán

Universitat d'Alacant
CONACYT
ji
Ild111 EL COLEGIO
niversidad de Alicante
insdluto
ANIVERSARIO mora DE SAN LUIS
551.609
EST Estudios sobre historia y clima : Argentina, Colombia, Chile, España, Guatemala,
México y Venezuela / Luis Alberto Arrioja Díaz Viruell, Armando Alberola Romá,
editores. — Zamora, Michoacan : El Colegio de Michoacán : Universidad de
Alicante : El Colegio de San Luis : Instituto Mora O 2021
496 páginas ; volúmenes ; 23 cm. (Colección Investigaciones)

ISBN 978-607-544-153-5

1. Climatología — América Latina -- Historia


2. Climatología — España -- Historia
3. América Latina -- Clima — Historia
4. España -- Clima -- Historia

I. Arrioja Díaz Viruell, Luis Alberto, editor


II. Alberola Romá, Armando, editor

Ilustración de portada: "Sleet storm Arlington railroad lines" (ca. 1917-1934), cortesía de la Biblioteca
Pública de Boston, colección Leslie Jones/Courtesy of the Boston Public Library, Leslie Jones
Collection.

O D. R. El Colegio de Michoacán, A. C., 2021 O D. R. El Colegio de San Luis, A. C., 2021


Centro Público de Investigación Conacyt Parque de Macul 155
Martínez de Navarrete 505 Fracc. Colinas del Parque
Las Fuentes 78294 San Luis Potisí, S. L. P.
59699 Zamora, Michoacán ISBN 978-607-8794-67-6
publica@colmich.edu.mx
ISBN 978-607-544-153-5
© D. R. Instituto de Investigaciones
O D. R. Universidad de Alicante, 2021 Dr. José María Luis Mora, 2021
Publicacions de la Universitat d'Alacant Plaza Valentín Gómez Farías 12
03690 San Vicente del Raspeig Col. San Juan Mixcoac, Alcaldía Benito Juárez
Alicante, España 03730 Ciudad de México
publicaciones@ua.es Conozca nuestro catálogo
www.mora.edu.mx
ISBN 978-607-8793-33-4
Impreso y hecho en México
Printed and malle in México
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE HISTORIA Y CLIMA
Luis Alberto Arrioja Díaz Viruell
Armando Alberola Romá

PRIMERA PARTE

La climatología histórica y sus retos en el contexto historiográfico


hispanoamericano. Reflexiones sobre una investigación compleja
y multidisciplinar 33
Mariano Barriendos

La acumulación nival en el Paso de la Cumbre (Andes Centrales


argentino-chilenos y valles intermontanos), como indicador
de oscilaciones climáticas. Una mirada desde la historia del clima,
siglos XVI a xix 73
María del Rosario Prieto

Fenómenos climáticos globales y manifestaciones extremas


locales en Nueva España entre 1760 y 1800. Exploraciones
comparativas con España 91
Virginia García Acosta

Reformismo hidráulico y extremismo hidrometeorológico en


España durante la fase final de la Pequeña Edad del Hielo 129
Armando Alberola Roma

SEGUNDA PARTE

Variabilidad climática en el centro y sur de México a través


de fuentes documentales, 1760-1830 169
Gustavo G. Garza Merodio
Tormentas en el colapso. Lluvias, eventos catastróficos
y el significado de las amenazas en Caracas y La Guaira, 1780-1810 205
Rogelio Altez y Andrea Noria Peña

La escasez de humedad y sus secuelas en el reino


de Guatemala, 1768-1773 235
Luis Alberto Arrioja Díaz Viruell

Variabilidad climática y mortalidad


en el Colima virreinal, 1770-1798 259
Raymundo Padilla Lozoya y Francisco Javier Delgado Aguilar

TERCERA PARTE

Devoción, pestes y tempestades. De la fiesta de los Quince Santos


Auxiliadores a las fiestas votadas de la ciudad de Popayán, 1618-1800 295
Carolina Abadía Quintero

Las ideas sobre el clima en la Historia Crítica de España y


de la cultura española de Juan Francisco Masdeu 329
Cayetano Mas Galvañ e frene Andreu Candela

Una catástrofe en imágenes: el terremoto de Arica de 1868


a través del registro fotográfico 365
Alfredo Palacios Roa

De territorios irrigados y paisajes desecados. Apuntes sobre


el conflicto por el agua del río Atuel (Argentina) 385
Facundo Rojas y Liliana Anahí Barbosa

BIBLIOGRAFÍA GENERAL 431

SOBRE LOS AUTORES 497


DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS
APUNTES SOBRE EL CONFLICTO POR EL AGUA
DEL RÍO ATUEL (ARGENTINA) 1

Facundo Rojas
Instituto Argentino de Nivología,
Glaciología y Ambiente, Conicet
Liliana Anahí Barbosa
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, MAGyP

Desde este punto de vista, lo que llamamos el poder del hombre


sobre la naturaleza resulta ser un poder ejercido
por algunos hombres sobre otros con la naturaleza como instrumento. 2

Algunos territorios son comprendidos desde perspectivas que eluden la orga-


nización del dominio social en su configuración, producción o construcción.
Suelen ser relatados como "panoramas" o "paisajes", en el sentido más banal
y tradicional de su significado. Relativizar o invisibilizar el rol de los acto-
res, en el pasado, suele ser un preludio justificatorio para prácticas futuras
que suelen mostrarse como inevitables. Como un hallazgo arqueológico, sin
referencia al sitio y a la cultura que lo produjo, ciertas geografi'as dejan de ser
explicativas y procesuales para —en el mejor de los casos— ser apenas imágenes
de momentos aislados. Olvidan lo diacrónico, desatienden los contextos. El
punto de partida, consideramos entonces, debe tener muy presente la genea-
logía de las diferencias y desigualdades territoriales, que siempre se parece

1. Este proyecto ha sido financiado por el Conicet, el PICTO UNCuyo 0012-2016 y el Proyecto CRN3056 del
Instituto Interamericano para la Investigación en Cambio Global (IAD (Grant GEO-1128040). A Facundo
Martín, Andrea Marina D'Atri, Leonardo Castillo, Robin Larsimont, Gabriela Merlinsky, Lucrecia Wagner,
María del Rosario Prieto y Cristopher Scott, por sus valiosos aportes, comentarios y sugerencias.
2. "From this point of view, what we call Man's power over Nature turns out to be a power exercised by some
men over other men with Nature as its instrument". Clive Lewis, 7he Abolition of Men, 1943, p. 29

385
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

mucho a una Historia social "territorializada" o a una "Geografía histórica


socioambiental". 3
El río Atuel nace en la cordillera de Los Andes, recorriendo el sector
meridional de la provincia de Mendoza hasta su límite sur con la vecina pro-
vincia de La Pampa. Dicho torrente hídrico adquirió —desde los comien-
zos del siglo xx— gran importancia para el desarrollo agrario, en los actuales
municipios mendocinos de San Rafael y General Alvear. 4 Sobre el Atuel
están instalados, además, un embalse y una serie de obras de infraestructuras
que producen energía eléctrica desde mediados del siglo pasado. Es también
conocido regionalmente, el desarrollo turístico que aprovecha algunos de los
tramos intermedios de este río.'
La cultura mendocina está asociada —en sus representaciones e imagi-
narios dominantes— a un manejo tecnológico y político del agua desplegado
desde finales de siglo xIx, orgulloso de sus anclajes en la modernidad. Como
en otras sociedades hídricas, los territorios, identidades y disputas mendocinas
suelen encontrar en "el agua" un eje estructurador. 6 Es así que los aprove-
chamientos y obras de infraestructuras mendocinas sobre los ríos, significan
—para gran parte de la sociedad mendocina— hitos en su camino al desarrollo
y al progreso.
Sin embargo, las representaciones sobre ese mismo río, algunos kiló-
metros aguas abajo desde donde termina Mendoza y empieza La Pampa (pro-
vincia ubicada al sureste de la anterior) son, en buena parte, antagónicas a las
mencionadas para la cuenca alta y media.
Es así que el Atuel,7 cuando ya transita el territorio de la provincia
pampeana, es sinónimo de despojo, paisajes desecados, pobreza, atraso, apro-
piación del agua por sus vecinos (mendocinos) (imagen 1). Paradójicamente,

3. A pesar de variadas adaptaciones y discusiones posteriores podríamos tomar como pionero (en el oeste argen-
tino) el enfoque de María del Rosario Prieto y Elena Abraham, Historia ambiental del sur de Mendoza, 1998,
que ya buscaban contextualizar perspectivas sincrónicas con abordaje diacrónico de mediana y larga duración.
4. Paul Yves Denis, L'oasis de San Rafael, 1968.
5. Emilie Lavie, La ressource bydro-électrque dans la Province de Mendoza, 2007.
6. Liber Martín y Lucrecia Wagner, Agua o minería, 2013; Lucrecia Wagner, Conflictos socioambientales, 2014.
7. El Atuel, recorre alrededor de wo km en territorio pampeano y, posteriormente, adquiere el nombre de
Chadileuvú, al unirse con el río Salado. El caudal del Chadileuvú transita hasta la antigua laguna de Urre
Launquen (hoy dividida en tres cuerpos de agua someros). Después de dichas lagunas, la cuenca prosigue
mediante el río Curacó, que se ha transformado en un cauce seco casi permanente durante gran parte del
siglo XX.

386
Imagen 1. Cuenca del río Atuel en el contexto regional.
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11°- Cuenca del
río Atuel

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1111 4053 - 4826

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La Pampa

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Áreas irrigadas

Límites provinciales

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Río Negro
704.0-Vid 613 - ÓCTIN 137 .077W

Fuente: Elaborado por Facundo Rojas.

387
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

muchos de los hitos mendocinos de su devenir hacia la situación autodefinida


como progreso provincial (consolidación y ampliación del oasis, instalación
de embalses, crecimiento de las ciudades y mejoras de ciertos indicadores
económicos a partir de la vitivinicultura) han sido identificados por amplios
sectores de la sociedad de La Pampa como hitos que marcan los momentos
de pérdida. Procesos clave, responsables de la "postergación" y del "atraso"
del oeste pampeano.

ANTECEDENTES

La situación explicada en el apartado anterior ha generado, hasta el presente,


un conflicto ambiental que se expresa en diferentes dimensiones y escalas. 8 Un
recorrido por los trabajos académicos realizados hasta el momento expone un
predominio de estudios centrados en la mirada pampeana, ya sea desde los
sucesos históricos, 9 como de los daños socioambientales que implicó la reduc-
ción de agua en el oeste pampeano, 10 así como de los aspectos jurídicos e ins-
titucionales del río interprovincial." Asimismo abundan estudios que fueron
solicitados por las autoridades de ambas provincias en distintos momentos e
instancias judiciales. 12 Del lado mendocino en las últimas décadas, a pesar de
las evidencias, los argumentos se centran en el cuestionamiento de la inter-
provincialidad del río y en la reivindicación del uso preexistente del agua en
Mendoza antes del conflicto. Así, una publicación oficial mendocina sostenía

8. Jean Miel Salomón, Le Rio Atuel 2007; Walter Cazenave y Fundación Chadileuvú, Involución fisica y per-
cepción cultural, 2012; Beatriz Dillon y María Eugenia Comerci, Territorialidades en tensión, 2015; Facundo
Rojas y Lucrecia Wagner, Conflicto por la apropiación del río AtueI 2016; Liliana Barbosa, La intermitencia del
río Atueh 2017; Andrea D'Atri, "Movimientos sociales por los ríos en la Pampa" en María Eugenia Comerci
(comp.), Estrategias en espacios de borde, 2017.
9. Horacio Difrieri, Historia del río Atuel, 1980; Walter Cazenave, Fluviogeónimos en el área de los ríos Atueh 2006.
10. Walter Cazenave y Fundación Chadileuvú, Involuc-iónfisica y percepción cultural, 2012; Pablo Domes, "Análisis
hidrológico del Río Atuel en la Cuenca inferior", N. P. Lastiri (coord.), iv Congreso del Agua, 2014.
11. Natalia Cheli (2008), "Responsabilidad civil por daño ambiental en la región noroeste de la provincia de La
Pampa. Análisis de los aspectos jurídico e histórico"; Liber Martín y Juan Justo, Análisis, prevención y resolu-
ción de conflictos por el agua, 2015; Gabriel Fidel (2015), "Conflictos interprovinciales y oportunidades".
12. Harza-Hisse Ute, Proyecto de Aprovechamiento, 1998; Departamento General de Irrigación, Planes Directores de
Cuenca, 2006; Demanda del río Atuel, Sumario, 2014; CIAI, Estudio para la recomposición del ecosistema, 2018;
UNLPam, Estudio para la determinación del CaudaL 2005; UNLPam, Estudio para la Cuantificación Monetaria del
Daño, 2012.

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DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

en pleno gobierno dictatorial: "En definitiva y a modo de conclusión lógica,


resulta incuestionable el dominio exclusivo que la provincia de Mendoza
ostenta sobre las aguas y fuentes hidroeléctricas del río Atuel en los saltos
de 'El Nihuir.' 3 Algunos de estos argumentos persisten hasta la actualidad
o al menos hasta hace poco años." También encontramos estudios basados
en cuestiones técnico-hidráulicas como el de Tacchini y Espinosa; Santilli
y Espinosa, incluso los informes periódicos del Departamento General de
Irrigación.
Destacamos el aporte de algunos estudios como aquellos que anali-
zaron la pérdida de memoria hídrica del oeste pampeano luego de las inter-
mitencias en la cuenca inferior. Walter Cazenave indica que ya pasaron dos
generaciones enteras viviendo con graves problemas de agua: los pobladores
de principios de siglo xx regaban y vivían gracias al humedal, los hijos de éstos
vivieron las progresivas sequías, añorando los tiempos pasados y los nietos de
los primeros fueron perdiendo progresivamente la pérdida de memoria flu-
vial. Dillon, Comerci y García continuaron trabajando ese concepto y se
refirieron a la pérdida de la memoria hídrica. Las autoras, amplían la explica-
ción del proceso, manifestando que el oeste pampeano se adaptó a vivir muy
limitado en su disponibilidad de agua, redefiniendo las estrategias de vida y
generando una reterritorialización motivada por dicha escasez. En esa línea,
Mostecero estudió los cambios ocurridos en el espacio doméstico campesino
de los pobladores de tales territorios. Es importante mencionar el estudio de
Dillon y Comerci que introduce la discusión acerca de las asimetrías "este y
oeste" pampeano, a partir del análisis de las territorialidades y lógicas socio-
productivas. Por otro lado, destacar los trabajos de Andrea Marina D'Atri
que logran exponer los matices de los reclamos pampeanos enfocados en la
cuestión política, a partir de un análisis de las acciones colectivas concertadas
y del estudio de los imaginarios sociales»
De esta manera, encontramos escasos trabajos que integren la
mirada de ambas provincias y logren sistematizar la complejidad del con-
flicto ambiental. En este sentido, proponemos continuar la línea de trabajo

13. Gobierno de Mendoza, Mendoza y el Río Atuel, 1980, p. 6.


14. Mauricio Pinto, El régimen jurídico de los ríos, 2014; Gustavo Villegas, Lamento del río Atuel, 2015.
15. Andrea D'Atri, "Imaginarios sociales en el conflicto por el agua en La Pampa, Argentina", xxxi Congreso ALAS,
2017; Andrea D'Atri, "Movimientos sociales", 2017.

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FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

de Rojas y Wagner, que contribuyó a demostrar los procesos de invisibiliza-


ción del problema ambiental y del conflicto, por parte de las autoridades y la
producción académica mendocina. También los autores llaman la atención
de otras problemáticas (presentes en General Alvear y el oeste pampeano)
silenciadas por las disputas por el Atuel. Un valioso aporte es el trabajo de
Barbosa que evidencia el dominio de la cuestión interprovincial como la cara
visible de la pugna, a partir del análisis de las escalas del conflicto ambiental
(nacional, provincial y local).
La literatura acerca de las representaciones y los imaginarios de los
territorios irrigados en contraposición al desierto, tiene larga data en el terri-
torio cuyano. Domingo F. Sarmiento ya reunía argumentos que justifica-
ban la civilidad del agricultor de la zona bajo riego, en contraposición del
habitante de la zona no irrigada (desierto) quien encarnaría la barbarie.' 6 Sin
embargo, en este caso y a diferencia de otros similares como el desecamiento
de las Lagunas de Guanacache, el progreso estaría situado —todo— en territo-
rio mendocino y el "atraso" asociado al desierto situado en paisajes pampea-
nos. Paisajes que han sido representados como vacíos desde la época colonial
y de modo similar en el periodo republicano eran terrenos por conquistar.
Continuaron durante gran parte del siglo xx representados como factibles de
ocupar. Así lo menciona Difrieri:

El gobierno de la Nación distribuyó tierras en extensas colonias: Butaló, Mitre,


Puelches... El Atuel, el Chadileuvú-Salado, las lagunas de la Pampa centro-meri-
dional formaban un poderoso sistema hidrográfico no sólo superficial sino tam-
bién subterráneo, que justificaba la euforia colonizadoras mediante el apoyo de
la tecnología moderna. No para otra cosa había sido conquistado el "desierto".' 7

16. "Lejos de quedar comprometido, cl desierto fue estetizado y puesto a punto por las prácticas de vacío de una
economía de mercado que vive de realizar sus excedentes y que, con eje en las grandes ciudades, propagó
la escasez y la carencia por una llanura no estatizada hasta 1880, con la 'solución final' de Julio A. Roca".
Fermín Rodríguez, Un desierto para la nación, 2010, pp. 15-16; Facundo Martín et al., "Domar el agua para
gobernar. Concepciones socio-políticas sobre la naturaleza y la sociedad en contextos de consolidación del
Estado provincial mendocino hacia finales del siglo xix y principios del xx", Anuario del Centro de Estudios
Históricos "Prof Carlos S. A. Segreti", vol. 10, núm. 10, 2010, pp. 159-186; Fermín Rodríguez, Un desierto para
la nación, 2010; Diego Escolar et al., "Imaginario ambiental mendocino. Sus efectos en las políticas estatales y
la producción científica" en Alejandra Salomón y Adrián Zarrilli (comp.), Historia, política y gestión ambiental,
2012, pp. 79-100.
17. Horacio Difrieri, Historia del río Atueh 1980, p. 7.

390
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

Esa otredad socioespacial es descrita por Andrea Lluch, quien destaca:

Es que, y siguiendo a Zeberio la invención de la "pampa" remite precisamente a


aquella imagen fuerza que borraba las diferencias, ocultaba las desigualdades y se
vinculó estrechamente con la proyección utópica de aquellos hombres clarividen-
tes —de los que habla Halperín— que buscaron edificar una nueva sociedad. Para
ello, había que resignificar el pasado y olvidar en parte las formas preexistentes,
consideradas como sinónimo de atraso y barbarie. Había también que refundar la
sociedad a partir de dos claves: poblamiento de la frontera e inmigración, ecuación
que permitiría transformar esta tierra de grandes desiertos inhabitados en una
sociedad civilizada, poblada de hombres laboriosos que lograrían vencer defini-
tivamente ese desierto, sinónimo de conservadurismo y barbarie. Así, "la pampa
argentina" fue también una construcción simbólica, funcional a los objetivos de
expansión de las relaciones capitalistas de producción y a la necesidad de homo-
geneizar los discursos y las conciencias durante el proceso de construcción de la
nación.' 8

La zona de estudio es una región de confluencia entre varias corrientes


de colonización agropecuaria. Mientras, hacia finales del siglo mx, la corriente
que provenía desde Mendoza (desde el norte cuyano)' 9 sobrepasó con poca
fuerza los límites de esta provincia (en capitales y población), desde el Este
con el modelo de agricultura pampeana, los esfuerzos de avance de la frontera
agropecuaria, tanto privados como estatales, se diluían al oeste de localidades
como Telén y Victorica, el Durazno o General Acha, casi como signadas con
el confin de los 400 o 350 mm de precipitaciones anuales. El oeste pampeano,
entonces, era lejano y desatendido desde los diferentes puntos cardinales.
Incluso, desde un Sur no tan lejano, la zona regada por el Río Negro logró
mucho más fomento y dispuso de mayores recursos.
Estudiamos paisajes que tardíamente serían parte de la provincia La
Pampa, en el sentido efectivo de apropiación territorial, aunque cuando ya
el río no fluía con la misma intensidad. Nos referimos a estos paisajes, en

18. Andrea Lluch, "Vencer al desierto. Tierras, negocios e inversiones en el cercano oeste. Territorio Nacional de
la Pampa Central (1884-1920)", 2000, p. 176.
19. En sus orígenes la región de Cuyo formaba parte de la antigua Capitanía General de Chile, hasta que en 1776
pasó a integrar el virreinato del Río de La Plata. Ya para 1561 se funda la ciudad de Mendoza, siendo una de
las primeras de la Argentina, Catalina Michieli, Antigua historia de Cuyo, 1994.

391
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

sentido trivial, para reforzar la explicación de las ideas antagónicas que pre-
dominan en las representaciones sobre el Atuel. Cuando a finales de siglo
xIx se logró el control y la posesión de las tierras del "sur" mendocino y
noroeste pampeano, las primeras se unen al resto de una poderosa provincia,
mientras que las segundas se constituyen como Territorio Nacional en 1884,
con dependencia directa de la capital federal en Buenos Aires. Se sabe que el
desgobierno de los recursos comunes, los convierte en fácilmente apropiables.

ENLAZANDO LAS HISTORIAS LOCALES, REGIONALES Y AMBIENTALES

En las próximas páginas nos disponemos a analizar —con perspectiva histó-


rica de mediana duración— los momentos clave en los que se produjeron cam-
bios territoriales y ambientales del río Atuel, especialmente, hasta finales de
la década de 1940 y principios de 1950, cuando se produce la provincialización
de La Pampa y el conflicto va adquiriendo carácter y repercusión nacional. A
estos momentos de cambio los llamaremos "hitos socioambientales". 2° Si bien
los mismos están relacionados con los problemas ambientales2' y con el con-
flicto ambiental, 22 no son sinónimos entre sí. Los hitos están vinculados a las

20. Liliana Barbosa, "La intermitencia del río Atuel: una mirada del conflicto ambiental y las escalas del mismo",
2017. Entendemos por hitos socioambientales aquellos momentos de cambio intenso del río y de sectores
sociales vinculados a él (entendiendo lo natural y social como un híbrido). Los hitos se refieren a transforma-
ciones significativas de su caudal, o cambios intensos de las prácticas y/o representaciones de los "actantes"
sobre el río y las prácticas vinculadas a su uso. La intensidad o lo significativo del cambio es contextual al caso
de estudio, y se justifica con un consenso intersubjetivo de actores sociales y académicos sobre el mismo.
21. "Los problemas ambientales refieren a los efectos que las actividades humanas de extracción, producción,
consumo y disposición final de residuos generan sobre el ambiente". Lucrecia Wagner, Conflictos socioambien-
tales, 2014; "los problemas ambientales han dado lugar a conflictos y movilizaciones cuya explicación excede
las categorías de las teorías clásicas y han obligado a los intelectuales a desarrollar nuevos marcos conceptuales
para abordarlos"; Lucrecia Wagner, Conflictos socioambientales, 2014. El problema ambiental "...no es algo
que esté dado y disponible, sino que emerge como resultado de una interacción compleja entre numerosos
actores". En nuestro caso un hito socioambiental puede suceder sin la emergencia enunciativa de actores, sólo
con influencia de algunos actores en producir dicho cambio, o con el impacto de dicho cambio en algunos
actores, aunque no exista conciencia de tales hechos en el momento en el que se producen.
22. "Hay un conflicto ambiental, cuando un conjunto de actores sociales plantea demandas en el terreno político
en torno a la apropiación social de bienes de la naturaleza, o donde se pone en juego un argumento ambiental,
es importante entender que esos reclamos pueden estar mediados por otras demandas de naturaleza social,
económica y cultural. La nominación ambiental se establece cuando en la dinámica contenciosa los acto-
res utilizan argumentos ambientales, aun si estos no son los prevalecientes". Gabriela Merlinsky (comp.),
Cartograftas del Conflicto Ambiental, 2013, p. 40.

392
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

trayectorias del conflicto o a la evolución del mismo, pues algunos de estos


hitos son retomados en los discursos y prácticas que se generan durante las
disputas entre los actores involucrados. 23 Hay que agregar que en ciertos casos
los hitos sucedieron varias décadas antes de que ciertos actores sociales enun-
ciaran o manifestaran la existencia de un problema o de un conflicto ambien-
tal. Durante el siglo xx, estos coincidieron incluso con un pico del conflicto.
Se analizarán cinco hitos socioambientales: 1) El desvío del río
Diamante en 1809 asociado a una reducción notable del caudal del Atuel.
2) La consolidación del oasis sur mendocino vinculado a las intermitencias
del río Chadileuvú y su desemboque en el río Colorado, en los arios pos-
teriores a 1900 (sin determinación de un final preciso). 3) Las obras clan-
destinas del puesto El Loro-Bello en 1918, relacionadas con la desaparición
del arroyo Atuel viejo. 4) Los tapones de Ugalde en la década de los treinta
vinculados con la desaparición del arroyo Butaló. 5) La construcción de
los Nihuiles entre 1941 y 1947 (inaugurados en 1948) asociados al corte del
arroyo de La Barda.
Con ese objetivo, transitamos algunos de los momentos clave en
torno a las representaciones y disputas políticas sobre los cambios del caudal
del río Atuel, retomando discusiones y debates propios de la historiografía de
los ríos y redes de riego, principalmente latinoamericana. 24 En ese sentido se

23. Francis Chateaureynaud, Public controversias and the pragmatics ofprotest, 2009; Francisco Sabatini, "Conflictos
Ambientales y desarrollo sustentable en las regiones urbanas", vol. 22, núm. 68, pp. 77-91.
24. Gilmar Arruda, Historia de ríos, 2006; Gilmar Arruda, Bacias hidrográficas, 2015; Armando Alberola Romá
(ed.), Cuatro siglos de técnica hidráulica, 1995; Armando Alberola Romá, 'ta percepción de la catástrofe: sequía
e inundaciones en tierras valencianas durante la primera mitad del siglo xviii", Revista de Historia Moderna.
Anales de la Universdiad de Alicante, núm. 15, pp. 257-269, 1996; María del Rosario Prieto, "Proyecto aprove-
chamiento integral del Río Grande. Estudio de Base Cero" en Víctor Pochat et al., Historia Ambiental, 1999;
María del Rosario Prieto, "The Floods of the Paraná River During the Spanish Colonial Period: Impacts and
Responses"en Christof Mauch y Christian Pfister (eds.), Natural Disasters Cultural Responses, 2009, pp. 285-
303; Facundo Martín et aL, "Domar el agua para gobernar. Concepciones socio-políticas sobre la naturaleza
y la sociedad en contextos de consolidación del Estado provincial mendocino hacia finales del siglo XIX y
principios del xx", Anuario del Centro de Estudios Históricos "Prof Carlos S. A. Segreti", vol. 10, núm. 10, 2010,
pp. 159-186; Rosalba Loreto López, Agua, poder urbano y metabolismo, 2009; Guillermo Banzato, Caminos
de agua en la Pampa, 2012; Vera Candiani, "The Desagüe Reconsidered: Environmental Dimensions Of
Class Conflict in Colonial Mexico", Hispanic American Historical Review, vol. 92, núm. 1, 2012, pp. 5-39;
Marina Miraglia, "La Perspectiva Interdisciplinaria Aplicada al Estudio de las Transformaciones Ambientales.
Los casos de estudio de las cuencas hidrográficas en la provincia de Buenos Aires, Argentina, entre 1776 y
2006", Fronteiras: Journal ofSociaL Technological and Environmental Science, vol. 4, núm. 1, 2015, pp. 130-159;
Lourdes Romero Navarrete et aL (coords.), La interdisciplinariedad en el abordaje de la relación Agua, Territorio

393
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

analizaron fuentes primarias y secundarias, algunas de las cuales no habían


sido trabajadas sistemáticamente en conjunto. Por otra parte, se realizó un
análisis crítico de intercambios, contribuciones y debates con colegas vin-
culados a la problemática del río Atuel, desde diferentes roles y disciplinas,
discusiones que quedaron plasmadas en diferentes actividades.'
Hay dos nociones principales en las que anclamos nuestra interpre-
tación teórica, los territorios hidrosociales y las formaciones discursivas regio-
nales. Según Rutgerd Boelens y otros los "territorios [hidrosociales], aunque
a menudo considerados naturales, se construyen activamente y se producen
históricamente a través de las interfaces entre la sociedad, la tecnología y la
naturaleza"; 26 continúan diciendo que son producidos por la imaginación
humana, las prácticas sociales y la relación con los sistemas de conocimiento.
Los territorios hidrosociales (imaginados, planificados o materializados)
tienen disputas entre sus aprovechamientos, sus valorizaciones y sus significa-
dos que definen procesos de inclusión/exclusión, desarrollo y distribución de
beneficios —y pasivos ambientales— que afectan a diferentes grupos de perso-
nas, de distintas maneras.
Los abordajes y planteos teóricos sobre los territorios hidrosociales
son continuadores de los trabajos de Larsimont y Grosso; Wagner, Langhoff
y Garnero, aunque en algunos casos no trabajaron el conflicto del Atuel
en otros no profundizaron la cuestión histórica con la densidad que inten-
tamos analizar. En tanto las formaciones discursivas regionales continuaron

y Sociedad, 2016; Inmaculada Simón Ruiz y Andrea Noria Peña, "Vulnerabilidades, amenazas socionaturales
y empresas del agua: una aproximación a los conflictos políticos en torno al monopolio del recurso hídrico en
Valparaíso, 1845-1906", Americanistas, núm. 38, 2017, pp. 83-106; Eugenia Molina, "Justicia de aguas y
vínculos comunitarios (San Martín. Mendoza, Argentina), 1814-1859", Secuencia. Revista de Ciencias Sociales,
núm. 105, 2019, pp. 1- 36; Facundo Roja y María del Rosario Prieto, "La variabilidad hídrica en la cuenca
del río Atuel, desde la climatología histórica. Siglo XVIII a mediados del xx", Cuadernos de Geografla. Revista
Colombiana de Geografia, vol. 29. núm. 2, 2020, pp. 326-35.3.
25. "Programa la Gobernanza del Agua en la provincia de Mendoza", http://ingenieria.uncuyo.edu.ar/pro -
yecto-de-investigacion-gobernanza-del-agua; Seminario Ecología política, conflictos y territorios del agua
en Argentina. 20 y 21 de septiembre. Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, organizado por
Gabriela MerlSalida de campo y reuniones a partir del Proyecto cRN3056 del Instituto Interamericano para la
Investigación en Cambio Global (1A0, dirigido por Christopher Scott, agosto de 2018; Seminario Internacional
"Ecología política, conflictos y territorios hidrosociales en Argentina y América Latina", uNcuyo, durante
abril de 2019.
26. "Territories, although ofien considered natural, are actively constructed and historically produced throught
the interfaces amongst society, technology and natura". Rutgerd Boelens et al. "Hydrosocial territories: a
political ecology perspectiva", Water International, vol. 41, núm. 1, 2016, p. 2.

394
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

reflexiones de Martín, aunque dicho trabajo se limita a analizar la Provincia


de Mendoza.27
De esta manera, tanto los imaginarios como las representaciones
acerca del aprovechamiento histórico del agua están inscritos en una histo-
ria ambiental repleta de amplificaciones y silencios. A dicha historia y a los
actuales ejes estructuradores del debate han contribuido los medios de comu-
nicación, la producción artística, académica y de informes gubernamentales,
entre otros manifestaciones culturales. Todo este corpus ha ido produciendo
determinadas "formaciones discursivas regionales". 28 Tanto las discursive eco-
logical formations o las regional discursive formations serán propiamente tra-
bajadas aquí. Es así que la formación de territorios hidrosociales, se suele
explicar por diversos discursos dominantes que se apoyan en axiomas sobre
la existencia del desarrollo o sobre la ausencia del mismo. Desde esta pers-
pectiva, las regiones (aquí entendidas como provincias) se constituyen como
promotoras de particulares identidades en relación al uso que se ha realizado
del agua o de la imposibilidad de haber accedido a ella.
Se sostiene entonces, que una trama de formaciones discursivas regio-
nales en Mendoza ha favorecido la tardía preocupación por los problemas
por el uso del río Atuel fuera de su jurisdicción (continuando desde otras
perspectivas la invisibilización de Rojas y Wagner, 2016). Mientras, las forma-
ciones discursivas regionales en el caso pampeano, se han dispuesto en fun-
ción del reclamo y reivindicación de la posibilidad de acceder a un desarrollo

27. Lucrecia Wagner et al., Hidro-políticas y disputas socioambientales, 2015; María Langhoffet al., "El concepto de
ciclo Hidro-social aplicado a los conflictos por el acceso al agua", Papeles de Geografla, núm. 63, 2017, pp.I46-
160; Gabriel Garnero, "La historia ambiental y las investigaciones sobre el ciclo hidrosocial: Aportes para el
abordaje de la historia de los ríos", HALAC, vol. 8, núm. 2, 2018, pp. 91-120.
28. "Ciertos modos de pensamiento, lógicas, temas, estilos de expresión y metáforas típicas de la historia discur-
siva de una región, aparecen en una variedad de formas, desaparecen ocasionalmente, sólo para reaparecer con
mayor intensidad bajo nuevas apariencias (...) queremos argumentar que las formaciones discursivas regiona-
les se originan en, y despliegan efectos de, ciertos entornos físicos, políticos, económicos e institucionales, pero
estas formaciones discursivas fundadas en supremacías de poder material, político e ideológico demuestran
una continua tendencia a extenderse sobre el espacio con diferentes características y tradiciones discursivas
(...) queremos destacar la cuestión del discurso sobre la naturaleza como un elemento poderoso, incluso
primordial en la formación discursiva. El discurso occidental, como formación discursiva modernizante, for-
mulado durante momentos de cambios en las relaciones de poder globales, en el control sobre la naturaleza,
en la ciencia y la tecnología, tiene como su elemento dinámico el tema central del "desarrollo". Richard Peet
y Michael Watts, Liberation ecologies, 1996, p. 231. También véase Susan Stonich, "Alter Nature. Steps to an
Antiescencialist Political Ecology", Current Antropology, vol. 40, núm. 1, 1999, p. 24.

395
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

agrícola y económico (muchas veces expresado en los mismos términos del


desarrollo mendocino) negado por las prácticas que se realizaron sobre el río
Atuel, cuenca aguas arriba de su jurisdicción. La formación de la identidad
pampeana (reciente en términos históricos pues se constituyó después de la
fundación de la provincia a mediados de siglo xx) encontró en la "lucha por
el agua del Atuel" una causa que aglutina diferentes sectores e intereses dando
entidad a la particularidad necesaria para justificar la existencia de un terri-
torio diferente al otro. 29
Como se ha mencionado, dicha representación en principio antagó-
nica sobre el rol histórico del agua, no sólo es parte central del argumento
mendocino (basado en una perspectiva meritocrática y pionera de haber des-
plegado las capacidades para alcanzar el progreso precedentemente), sino tam-
bién pampeano, en tanto posibilidad negada de obtener un desarrollo similar.
Por lo tanto, el antagonismo presente en la historización sobre el devenir del
uso del agua, deja de serlo en tanto ideal —de desarrollo— compartido.
Al igual que los proyectos nacionales, los provinciales en estos dos
casos han apelado a estrategias de reforzamiento por oposición al otro —uti-
lizando el manejo del agua como argumento central— y aludiendo una épica
del progreso alcanzado, o el derecho de concretarlo. De la misma manera
también, se invisibilizan o relativizan otros procesos, como las reivindicacio-
nes locales en el centro-sur mendocino por la crisis de pequeños y medianos
productores rurales, los despojos de tierra en el oeste pampeano a puesteros/
crianceros de chivos, los reclamos indígenas, la desatención de los gobiernos
provinciales (mendocino y pampeano) a zonas lejanas de la capital y con
escaso peso electoral.

29. "En el análisis de los relatos que corresponden tanto a textos poéticos o musicales creados en diferentes
momentos históricos o en la lectura de declaraciones, publicaciones, notas periodísticas, etcétera, de los grupos
asamblearios, se puede ver que estos traslucen una visión derrotista o de resignación sobre la posibilidad de
que regrese el agua y el río (...) Esto, nos conduce a interrogarnos acerca de la construcción social producida
en esta disputa con afán de conquista para que vuelva a La Pampa el "río perdido" o el "río robado", Andrea
D'Atri, "Imaginarios sociales en el conflicto por el agua", p. 12.

396
1)E TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

PAISAJES Y TERRITORIOS HIDROSOCIALES DURANTE EL SIGLO XIX EN UNA


REGIÓN DE FRONTERA

El área bajo estudio posee una extensa historia de ocupaciones humanas,


cuyas evidencias arqueológicas las remontan hasta 10 000 años antes del pre-
sente. Se trataba, en general, de poblaciones muy móviles entre las cuales, la
circulación de información cumplía un papel importante en la subsistencia y
la tecnología."
Los contactos eran característicos desde mucho tiempo atrás y la docu-
mentación producida tras el advenimiento europeo hacia el siglo xvt, sugiere
que estos fenómenos, tenían un profundo arraigo temporal y se materializa-
ban por medio de las relaciones comerciales, el mestizaje, la guerra y la asimi-
lación. Los cambios introducidos por la conquista y colonización española y la
manipulación consciente de las alianzas y conflictos intertribales potenciaron
e imprimieron un ritmo acelerado a estos procesos. Si bien las fronteras étnicas
en estos territorios tenían gran permeabilidad y las identificaciones persona-
les resultaban inestables, cada grupo sabía exactamente dónde empezaba y
terminaba su territorio y a partir de qué punto se mueve en espacio ajeno?'
Los términos de éstos grupos acuñados por los etnógrafos: mapuches, arauca-
nos, tehuelches septentrionales, gününa kéna, aónik'enk, remiten a entidades
esencializadas, reconocibles por su lengua, cultura y modo de subsistencia, y
rastreables hasta los primeros tiempos de la conquista. Se produjeron en su
trayecto histórico, complejos procesos de "etnogénesis", de "etnificación" y de
"etnización", mediante los cuales, desde el exterior, la sociedad "blanca" asignó

30. Adoll ~~ Gil y Gustavo Neme, "Registro arqueológico en la cuenca media del Atttel: viejos y nuevos proble-
mas; viejos y nuevos datos" en Gil M. Zárate y (;. Neme (comps.), Condiciones paleoambientales y ocupacio-
sus humanas durante la transición Pleistoceno. Holoceno Holoceno de Mendoza, 2010, pp. 239-276.; Ramiro
Barberena eral, "Pleistocene-Holocene •Fransition in Northern Patagonia: F.vidences from Cueva Huenul
(Netiquén. Argentina)", Current Research in the Pleistocene, vol. r. 2010, pp. 5-8: Carlos Aschero, "Capítulo 1.
El poblamiento del territorio" en Myriam . Farrago (dir.)„Vueva historia Argentina. l.os pueblos originarios y la
cono/vista, t. 1. 2000, pp. 1 --0).
3 1. Florencia Roulet, "Identidades étnicas y territorios indígenas en la obra de don Luis de la Cruz: entre paten-
ches, huilliches, Ilanistas, ranquelinos y. pampas (180(,)", Revista Complutense de Historia de América, vol. 37,
2011, pp. 221-252.

397
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

identidades, rasgos culturales y de carácter, circunscribe territorios e interpreta


los conflictos indígenas en términos étnicos."
Hacia el siglo xIx, se constituyeron grandes cacicazgos, que poco
tenían en común con las bandas de cazadores-recolectores que los primeros
europeos encontraron a su arribo a la región, y fueron el resultado de un
largo y complejo proceso histórico. Como vimos, las transformaciones que
se operaron en el desarrollo de tal proceso se vincularon, por una parte, con
el efecto que tuvo el contacto con los españoles y, por otra, con los cambios
derivados de las relaciones con las poblaciones de la Araucanía trasandina y la
instalación de grupos de ese origen en las pampas, proceso que historiadores
y antropólogos convinieron en llamar "araucanización". 33 Si bien la violencia
es omnipresente en las relaciones intergrupales, no se observa una invasión
masiva y unidireccional, con eliminación de los vencidos y su sustitución por
un pueblo vencedor —tal como lo insinúa esa clásica representación del fenó-
meno designado como "araucanización de las pampas"— sino intercambio,
adopción, mezcla y adaptación recíproca. Estas etnias fueron cambiando su
distribución territorial, en continuo conflicto y negociación con los españoles
primero, y después con los republicanos.
El avance agropecuario mendocino hacia el sur de la ciudad de
Mendoza, tuvo sus primeros impulsos ya desde el siglo XVII, con la insta-
lación de estancias de ganado en los Valles de Uco (y Jaurúa). Desde 1774 a
1850, comienza un fuerte movimiento de avance hacia el sur con la fundación
de los Fuertes de San Carlos, a orillas del río Tunuyán (1774) y de San Rafael
(1805) en los márgenes del río Diamante. Alrededor de los Fuertes se inician
pequeñas explotaciones agrícolas y ganaderas. A finales de ese siglo x vil' los
españoles relocalizaron a algunos grupos pehuenches y puelches sometidos,
entre los ríos Diamante y Atuel (véase imagen 1). Esta relocalización se pro-
dujo luego de 1781, cuando el Comandante Amigorena, además les entregó
ovejas como parte de la negociación. 34
Los proyectos de colonización en tierras indígenas, comenzaron a ser
cada vez más usuales después de 1820, aunque muchos no se concretaron

32. Guillaume Boccara (ed.), Colonización, resistencia y mestizaje, 2002; Lidia Nacuzzi, "Los grupos, los nombres,
los territorios y los blancos: historia de algunos nombres étnicos" en Guillaume Boccara (ed.), Colonización,
resistencia y mestizaje, 2002, pp. 259-290.
33. Raúl Mandrini y Sara Ortelli, Volver al país de los araucanos, 2002.
34. María del Rosario Prieto et al, "Proyecto aprovechamiento" en María del Rosario Prieto y Elena Abraham,
Historia ambiental del sur de Mendoza, 1998.

398
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

—como el de Gillies— sí implicaron expansión territorial hacia el sur pata-


gónico. Ya sea por campañas militares contra los indígenas o negociaciones
de diferente tipo, la frontera se desplazaba poco a poco hacia el sur. Rojas
y Prieto, explican cómo el caudal del río Atuel" comienza a ser descrito
en crónicas militares, relatos de viajeros y diferentes fuentes documentales
desde 1784. Según sostienen los autores, hubo momentos que el río habría
traído mucho más caudal que el reconocido en las últimas décadas del siglo
xx. Difrieri hace referencia a la existencia de humedad en el tramo inferior
del Atuel: los "Bañados Impenetrables del Atuel", formados por tres brazos
mayores —Atuel Viejo, Butaló y de La Barda— y dos menores —Arroyo de las
Tinajeras y De los Ingenieros—. 36 También, hay relatos que evidencian las
aptitudes navegables que tenía el río Atuel antes del siglo xix, aunque no exis-
ten aforos de precisión, para gran parte de este siglo, Rojas y Prieto afirman
que fue, especialmente en su cuenca baja, un río con innumerables pulsos de
sequías e inundaciones 37 (imagen 2).
La importancia social y las intervenciones en dicho cauce quizá se
pueden rastrear a partir de 1809 donde, ya sea por causas sociales —estrate-
gias militares de defensa—, 38 naturales —periodo de crecidas y desbordes de

35. La cuenca del río Atuel, forma parte de un sistema de cuencas denominadas "Sistema río Colorado" que
desaguan en el océano Atlántico. Las cuencas ubicadas al norte de la del Atuel, en las provincias de Mendoza,
San Juan, San Luis y La Rioja, también aportó aguas en mayor cantidad al río Desaguadero-Salado, pero pro-
gresivamente diferentes aprovechamientos en aquellas cuencas, sumados quizás a otros factores han producido
que —especialmente— durante el siglo xx, sean los aportes cada vez más insignificantes, por lo que es sobre el
Atuel donde se centra la discusión actual.
36. CoPDRiP, Una causa pampeana, 2004.
37. Desde finales de siglo xvlll, ya se advertían contrastados momentos de escasez y abundancia, en los cuales se
observan importantes momentos de sequía durante el siglo XIX que impedieron que la cuenca del río Atuel,
volcara —al menos superficialmente— sus aguas al río Colorado y se transformara en endorreica de forma per-
manente. Proceso que se adjudica —en muchos trabajos— solamente al uso que se realizó en la cuenca media,
especialmente en Mendoza, a partir de los primeros años del siglo xx, cuando empieza a crecer el Oasis Sur
mendocino (San Rafael, Colonia Alvear), con unos treinta años de retraso en relación al aumento de la super-
ficie cultivada en el Oasis Norte.
38. Respecto al argumento del cambio de curso por factores sociales, según Ruiz Huidobro y otros (1984)
mediante un piquete se desvió el río Diamante en dirección este, hacia el río Salado, como una estrategia del
Ejército, en ese tiempo de campañas militares. El cauce viejo puede observarse en la actualidad y en la época
invernal el arroyo las Aguaditas (localidad de Negro Quemado) retorna su recorrido en años lluviosos o de
excedentes hídricos. Pablo Domes, "Análisis hidrológico del Río Atuel en la Cuenca Inferior", N. P. Lastiri
(coord.) iv Congreso del Agua, 2014.

399
Imagen 2. Bañado del Atuel. El único arroyo que actualmente escurre por el noroeste pampeano
es La Barda ("Las Bardas" en la imagen)

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El Atuel y sus derrames.

Fuente: Stieben "El Atuel y sus derrames".

400
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

cauce— o de ambas, el río Diamante cambia su curso y deja de verter sus


aguas al Atuel, reduciendo así de forma significativa su caudal.-"
Marcamos entonces, durante 1809, el primer hito socioambiental para
nuestro trabajo, pues el río Atuel tendría una importante disminución de su
caudal modificando el ambiente y las posibilidades de aprovechamiento del
mismo (imagen 3).4 "
Durante el proceso independentista (desde 1810) y las posteriores
guerras civiles y conflictos para consolidar un gobierno central, se produce
un periodo —de más de veinte años— caracterizado por una notoria ausencia
de información con recorridos in situ. Apenas encontramos datos como
los de Gillies, que si bien muestran la permanente intención de "coloni-
zar" tierras del sur, expresan también las abundantes dificultades prácticas
para llegar a esos territorios y ocuparlos efectivamente. Después de 1830,
comienza una nueva etapa de avance concreto, evidenciado en fuentes de
carácter militar, a partir de expediciones militares y tratados contra los
indígenas comandados por Juan Manuel de Rosas:

Este plan no se concretó, pero logró adquirir tierras al sur de Mendoza. Gillies le
escribió a Hooker el 7 de septiembre del 1826 y le dijo: "Yo no sé si en una carta
anterior te conté de mi compra de una gran extensión de territorio en el límite sur
de la provincia. No puedo decir con precisión cuál es su verdadera extensión ya
que solo se ha revisado una parte del territorio...". Gillies pensaba que no tenía
menos de veinticinco leguas por doce. Por lo menos un tercio podría irrigarse
desde el Río Atuel y lo demás era pastura rica con abundantes árboles y arbustos

39. Dice Luis de la Cruz: "Este río que antes se llamaba Ocupal... nace de la cordillera de Malalquc, corría antes
de mayor cuerpo de aguas por el cajón de Potro! y a causa de un derrumbe siguió este curso...dicen que a
cinco leguas de distancia se junta dicho Potro! con este río por donde este mismo se junta con el siguiente que
según reconozco es el Desaguadero...Puelmanc [su informante]... asegura que el río del Diamante, que sale
del lugar de Cusa, corriendo hacia el Oriente, se le emboca a este río [el Ame]] que nos resta y con el toma
al sur, formando en todos estos bajos inmensas lagunas, hasta juntarse con este Chadilcuhú ... desde donde
todos juntos corren hasta resumirse en un gran lago lUrre lauquenr (Luis de la Cruz, 1806, AG1, Chile, leg.
179, Citado en María del Rosario Prieto y Facundo Rojas, "La variabilidad hídrica en la cuenca del río Atuel,
desde la climatología histórica. Siglo xvill a mediados del xx", Cuadernos de Geografia. Revista Colombiana de
Geografla, vol. 29, núm. 2, 2020.
40. 1 loracio Difrieri, Historia del río Atuel, 1980; María del Rosario Prieto y Elena Abraham, Historia ambiental
del sur de Mendoza, 1998; Marcelo "tárate et. al., "Características geomorfológicas y sedimento pedológicas" en
Marcelo Gaviño Novillo (coord.), Estudio para la determinación del caudal mínimo necesario para el restableci-
miento del sistema ecológico fluvial en el curso inferior del río Atuel, 2005.

401
Imagen 3. Hitos socioambientales (1809-1947) donde se vinculan los sucesos históricos con comportamientos del cauce.

Hitos socioambientales

1° HITO 2' HITO 3' HITO
CONSOLIDACIÓN DEL OASIS SUR (Fin siglo
DESVIO DEL RÍO DIAMANTE (1809) XIX•principios XX) CONSTRUCCIÓN OBRA N1HUILES (1947)

I CAMPAÑAS AL DESIERTO (1870 I

Ley general de Acceso a Colonización Llegada del


berras agrícola ferrocarril
Aguas. DGI ribereñas
(1884)

La Pampa
Territorio Nacional
r>
(1884) Colonia Sta Isabel Colonia Alvear
(1904)/ Butaló 1190111 San Pedro
(1909) LP del Atuel (1912)
MZA
1
'
Periodo de sequía
1948-1950

Desaparece la Colonia
Butaló (1930) Período de
Período de crecidas 1 Período de sequía 1907- crecidas 1982-83
1833- 1858 1909
1 Erupción del volcán Outzapu y el
Descabezado Grande- 1932
IralW
Década del 20: Deuda del . 30 - Década del '40: Década del 70.
Desaparece el Desaparece el Desaparece el Reaparece el Arroyo
1809: Notoria reducción del caudal del Atuel primer brazo Arroyo segundo brazo Arroyo de La Barda de La Barda de
Atuel viejo Arroyo Butaló el último brazo forma intermitente

kzt

Comportamiento del río Atuel


Fuente: Elaboración propia para este trabajo.
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

en los valles andinos. Allí se encontraba el lago salado de donde la provincia entera
se abastecía. También había mucha piedra caliza y numerosos depósitos de betún.
Gillies pensaba que era probable que también hubiera algo de carbón. Tenía inten-
ciones de hacer un viaje para visitarlo en un futuro cercano, unas sesenta leguas
al sur.41

Dice Stieben en referencia al informe de Edmundo W. Day elaborado


a partir de su viaje en 1854:

El informe da la impresión de tratarse de un gran río navegable en toda su lon-


gitud, desde la gran curva del Atuel, sin advertirse aún su régimen estacional y
estepario y su condición de cuenca cerrada. Esta y posteriores informaciones,
inexactas y exageradas difundieron una imagen demasiado optimista de este río,
que en vez de un gran desaguadero de los ríos andinos, resulta ser más tarde todo
lo contrario, es decir, un río de escasísimo declive que en muchos parajes se explaya
sobre enormes superficies arenosas, en las cuales, así como en su lecho cribado se
resumen las aguas, las cuales sólo en volumen mínimo y no siempre, llegan al
Colorado.42

También hay que decir que cuando Stieben conoció los lugares, casi
un siglo después del viaje de Day, ya el río presentaba una disminución de
caudales de varias décadas. Es así, como a partir de 1878, el Ejército argen-
tino encabeza una serie de operaciones militares denominadas oficialmente
como "Campaña del Desierto", que implicó la conquista y una derrota defi-
nitiva de pueblos indígenas que ocuparon el sur de Mendoza y gran sector de
La Pampa hasta el sur patagónico. Las partes oficiales de distintas divisiones

41. "This plan did not materialize but he was successful in obtaining land to the south of Mendoza. Writing to
Hooker on 7 September 1826 Gillies said : 'I do not know whether in a former letter I stated to you my having
made an extensive purchase of territory on the South frontier of this province. I cannot say with precision its
real extent as only a part of it has yet been examined...' He thought it was not less than twenty... five leagues
by twelve. At least a third of it could be irrigated from the Río Atuel while the remainder was rich pasture
land with an abundance of trees and shrubbery in the Andean valleys. Here was situated the salt lake from
which the whole province drew its supplies. Much limestone and numerous springs of bitumen were also to
be found there. He thought it likely that there was also sorne coal. He intended very shortly to make a journey
there-some sixty leagues to the south". F. W. John Gillies, Traveller and botanis4 1951, pp. 129-130.
42. Enrique Stieben, La Pampa, 1946, p. 40.

403
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

del Ejército anuncian que no queda "tribu hostil alguna" entre 1879-1880 en
la zona de la pampa y norpatagonia." Las reorganizaciones de tierras des-
pojadas incluyó el otorgamiento de terrenos a familias vinculadas al Ejército
y al gobierno, y en otros casos, a colonos extranjeros y, en menor medida, a
criollos. La población indígena no estuvo incluida en planes gubernamen-
tales, aunque algunos grupos originarios fueron "reubicados" en la región a
partir de la creación de colonias pastoriles como la Colonia Emilio Mitre y
Los Puelches —en el oeste pampeano— para 1900.44
Más allá de la tragedia que significó para las comunidades indíge-
nas este violento avance sobre sus cuerpos y su cultura (muchos especialis-
tas lo consideran un genocidio), en términos administrativos estos territorios
(dentro del área de estudio) fueron incorporados, por un lado, a la provincia
de Mendoza y, por otro, a unidades administrativas dependientes directa-
mente de la Presidencia de la Nación, como el Territorio Nacional Pampa
Central. Que 70 años más tarde, ese Territorio Nacional adquiere un status
institucional similar al de Mendoza, aunque con mucho menos poder polí-
tico y debilidad institucional.

INSTITUCIONALIDAD "PIONERA" MENDOCINA Y DESGOBIERNO DEL OESTE


PAMPEANO EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX

...porque el río teje su historia


y uno es apenas un hilo que
se entrelaza con otros diez mil.
Haroldo Conti, Sudeste (1962).

El problema por el agua entre las dos juridisdicciones se remonta a principios


de siglo xx, pues el uso que se hacía del río Atuel, con anterioridad a 1900, fue

43. Andrea Lluch, "Un largo proceso de exclusión. La Política oficial y el destino final de los indígenas ranquelinos
en La Pampa: Colonia Emilio Mitre", Revista Quinto Sol, núm. 6, 2002.
44. La Colonia Mitre se fundó en el año 1900, pertenece al departamento de Chalileo, abarca unas 80 000 ha totales
subdivididas en lotes de 625 ha, entregadas a dos familias de los caciques Santos Morales y Ramón Cabral.
Andrea Lluch, "Un largo proceso de exclusión", p. 49.

404
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

poco relevante.45 Durante los primeros tiempos de la colonización del sur de


Mendoza (desde antes de 1879) la agricultura se sostenía gracias al uso de las
aguas del río Diamante." Sin embargo, en pocos años, la población crecería
enormemente en el "sur" mendocino. En el municipio de San Rafael, entre
1904 a 1914, la población total aumentó de 11 472 a 39 076 personas, más del
triple (según una comparación entre el Censo Nacional de 1914 y la obra de
Sabella, 1907).
Cuando se incrementan las áreas irrigadas del sur mendocino con la
incorporación del Atuel, inician las primeras disputas. Es aquí donde mar-
camos el segundo hito socioambiental, motivado por un uso creciente en
el tramo intermedio del río y por cortes (y recanalizaciones) que se harían
cada vez más frecuentes." De ahí que el acceso a tierras cercanas al río
Atuel con derecho a riego, la colonización agrícola y la llegada del ferroca-
rril fueron sucesos que permitieron consolidar el oasis productivo del sur
mendocino. Para finales de siglo xix se logró el control y la posesión de las
tierras del centro y sur mendocino y noroeste pampeano, donde las prime-
ras se unen al resto de la provincia, mientras que las segundas se constitu-
yen como Territorio Nacional en 1884. Paralelamente, para ese mismo año
(1884), Méndoza sanciona la Ley General de Aguas y se crea el Departamento
General de Irrigación (DGI), que junto a las obras de canales de riego, final-
mente contribuyeron a la construcción de una identidad dominante basada
en el leitmotiv: combatir el desierto."

45. La colonización agrícola, estuvo precedida por la venta de tierra pública en gran escala durante las dos primeras
décadas del siglo xx, acompañadas de concesiones de agua a particulares con el fin de ampliar el área cultivada
del sur mendocino. Andrea Cantarelli, "Panorama económico-productivo de San Rafael hacia el centenario",
Revista de Historia Americana y Argentina, núm. 4, 2011, p. 157.
46. Para ampliar aspectos vinculados a los procesos del avance de la frontera agropecuaria en el sur mendocino se
recomienda consultar: Augusto Marcó del Pont, Historia del sud mendocino, 1947; José Luis Masini Calderón,
Mendoza y sus tierras, 1985; José Luis Masini Calderón, "Tierras, irrigación y colonización en Mendoza a
principios del siglo xx (1900-1917) 1 y 2 parte", Revista de Estudios Regionales, núm. 11, 1994; Adolfo Cueto,
Historia del proceso de enajenación, 1999; Carina Martínez Jurczyszyn, Historia de la Colonia Alvear, 2006;
Andrea Cantarelli, "Avance del frente pionero en San Rafael y la conexión ferroviaria con Mendoza en 1903",
xx Jornadas de Historia Económica, 2006.
47. Néstor Lastiri, Gestión de las cuencas hidrográficas, 2012.
48. Carina Martínez Jurczyszyn, "Historia de la Colonia Alvear (1901-1914)", Revista de Historia Americana y
Argentina, núm. 46, 2011, pp. 177-205; Inés Sanjurjo de Driollet, "La tensión política entre centro y periferia
bajo la constitución de Mendoza de 1900", Revista de Historia del Derecho, núm. 35, 2007, pp. 355-388; Orna
Montaña et al., "Los espacios invisibles. Subordinación marginalidad y exclusión de los territorios no irrigados
en las tierras secas de Mendoza, Argentina", Región y Sociedad, vol. 17, núm. 32, 2005.

405
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

La colonización agrícola de estas zonas fue diseñada para ser irri-


gada a partir del río Atuel y Diamante. Las colonias ubicadas en el tramo
medio de la cuenca como San Pedro del Atuel (1912) —Carmensa— y Colonia
Alvear (1901), que actualmente son parte del oasis mendocino, presentaron
un rápido crecimiento y en el año 1914 se crea el departamento de General
Alvear limitado por los ríos Diamante, Atuel y Salado (Martínez 2011). En la
provincia de La Pampa, La Porteña (1904) —actualmente Santa Isabel- 49 y la
Colonia Butaló (1909), también fueron pensadas como enclaves productivos
que dependieran directamente del río Atuel; sin embargo, éstas no prospera-
ron como las colonias mendocinas:

San Francisco [a 20 km de Santa Isabel] fue una de las estancias fundada por la
compañía inglesa en el siglo xix, tenían 10.000 hectáreas, con grandes siembras
de alfalfa, las tierras eran trabajadas por bueyes. [...] Con los años el gobierno del
territorio se hizo cargo de las tierras y loteó en chacras de 625 hectáreas cada una.
Hemos sufrido muchos años de sequía y así se perdieron grandes capitales [...]
Pero ahora aparecen nuevos dueños de esa tierra, han alambrado todo por lo que
se hace difícil continuar... 50

El ferrocarril para 1912 llega a la Colonia Alvear, como el gran promo-


tor y conector entre este sector meridional de Cuyo y el mercado emergente
de la región del litoral del país?' Este nuevo medio de transporte, revaloró la
tierra, permitió la entrada de población, promovió el desarrollo productivo,
el intercambio de bienes y las inversiones en infraestructura y, con ello, el
crecimiento de las colonias agrícolas de la zona, tanto mendocinas como pam-
peanas, a través del transporte de ganado ovino al puerto de Buenos Aires. Al

49. La colonia Santa Isabel es la continuación de dos importantes comercios de principio de siglo xx: La Porteña
y Santa Isabel. Pedro Alvarez Bustos, Interprovincialidad del río Atuel 1984. "En sus tierras sentó su señorío el
Cacique Bordón, baluarte primero de afirmación de los derechos territoriales, cuya gente resistió con bravura
la usurpación de tierras" en Margarita Serraino, Santa Isabel- Su historia, su gente, 2004, p. 2. El noroeste de la
provincia de La Pampa, atravesada por los ríos Atuel y Salado, comenzó a poblarse "Toda la zona contaba con
miles de cabezas de ganado que pastaban en campos abiertos y había grandes estancias [Ganaderas] como:
"La primavera", "Los Ingleses", "Ventrecó", "El Chalet", "Trapaleó" en Margarita Serraino, Santa Isabel: Su
historia, su gente, 2004, p. 10.
50. Margarita Serraino, Santa Isabel- Su historia, su gente, 2004, pp. 12, 27.
51. Silvia Saurina et al., Brenda Faro, Beatriz Bragoni, Ana Ma. Mate-u, Pioneros de Villa Atuel 2012.

406
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

mismo tiempo, se extiende la red ferroviaria a Victorica y Telén (La Pampa). 52


Apesardlimotncesald coitempano
protector de suelo" fueron talados irracionalmente de Este a Oeste incenti-
vado por la ampliación ferroviaria de la demanda regional, aunque el proceso
de explotación —para ganar tierras con destino a la ganadería y especialmente
la agricultura— comenzó junto con la Conquista del Desierto y aún antes de la
llegada del ferrocarril: 54

En 1945 íbamos con mi hermano ya fallecido con máquinas esquiladoras a la


zona de Santa Isabel (...] esas ovejas se mantenían en pastizales increíbles que no
los tenía la provincia de Buenos Aires; vivían en bañados y estaban gordas, porque
pesaban entre 70 kilos y los corderos se traían en tropas de 3.000 y 4.000 hasta
Telén, donde se embarcaban directamente para el mercado (testimonio de José
María Echeveste, en Actas de declaración de 1979)."

En este periodo se identifica una transformación muy significativa


del caudal de la cuenca, acompañado de aprovechamientos del río cada vez
más intensos. Rojas y Prieto marcan el periodo entre 1878-1946 con grandes
variaciones del caudal —crecidas entre 1877/1878, y sequías 1907/1909— siendo
lo más relevante de dicho análisis documental la incertidumbre acerca del
desemboque del Chadileuvú/desaguadero al río Colorado "...El Salado o
Chadileuvú termina en la laguna Urrelauquen (La Pampa) de la cual es aún
dudoso si comunica con el río Colorado por medio del arroyo Curacó". 56
OtrafuencidpolstreWichman,qurefédosalí
Colorado afirma que "Solamente en años muy lluviosos el Colorado reci-
biría —según las declaraciones de los indios— masas de agua de la Laguna

52. Carilla Martínez Jurczyszyn, "Historia de la Colonia Alvear (1901-1914)"; Aldo Alonso, "En el 'país de los
caldenes': incorporación productiva y expansión económica en La Pampa", Huellas, núm. 13, 2009, pp. 204-236.
53. Alonso describe: "Hacia 1880 La Pampa estaba cubierta por bosques (de Prosopis caldenia) desde el
Chadileuvú hasta la estepa de las gramíneas que cumplían la función de fijador del arenoso y liviano; y sin
el cual, La Pampa sería un desierto. El bosque actuó como un complejo protector y estructurador del suelo"
Aldo Alonso, "En el país de los caldenes", p. 223.
54. Silvina Garbarino, "Los inicios de la explotación y el comercio forestal en el Territorio Nacional de La Pampa"
en Andrea Lluch y Claudia Salomón Tarquini, Historia de 14 Pampa, 2007, p. 97.
55. Beatriz Dillon et al (coord.), Estudio para la cuantificación monetaria, 2012.
56. Francisco Latzina y Alberto Martínez, Censo General de la Provincia de Mendoza, República Argentina, levan-
tado el 18 de agosto de 1909 durante la administración del Doctor Emilio Civit, t. II, 1914, p. 113.

407
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

Urre Lauquen que las recibe de los ríos salados de la estepa: el río Atuel y río
Salado"?'
El problema ambiental derivado de la disminución del caudal, con la
consiguiente afectación de ecosistemas y poblaciones, no se transforma nece-
sariamente en un conflicto ambiental en tanto no surjan demandas colectivas
y amplificación de dicho problema en ciertas arenas públicas. Liliana Barbosa
identifica el inicio del conflicto durante 1918 con los primeros reclamos y
manifestaciones en la escala local. El reclamo logra trascender la escala local
y se instala en la agenda pública nacional, en la década de los cuarenta con
la carta de un empleado policial, de apellido Garay, al presidente Perón (en
momentos que se interrumpe el arroyo La Barda vinculado a la construcción
de los Nihuiles).
Es así que marcamos el tercer hito socioambiental de este trabajo
en 1918, cuando desaparece uno de los brazos del río Atuel: el arroyo Atuel
Viejo. Hernández, en una entrevista para la organización no gubernamental
Alihuen, explicaba que las mermas en esta época respondieron a obras clan-
destinas al sur de la Colonia Alvear, más precisamente en el —Paso El Loro/
Puesto Bello-58 que afectaron a los pobladores de Santa Isabel," desapare-
ciendo así el caudal del brazo oriental, denominado Atuel viejo. Para 1915, la
inspección de la Dirección General de Tierras y Colonias de la Nación, hace
notar que se produce alfalfa, maíz y avena, se han plantado viñas, álamos y
sauces, pero "debido a los incontrolables desbordes de los arroyos y cañadas
hay lotes que están bajo el agua durante gran parte del año, lo que ha llevado
a sus pobladores a abandonarlos". Hacia 1919 se empiezan a evidenciar los
problemas en la colonia, la cual se consideraba un puntal del poblamiento

57. Heinz Wichmann, "Las Pampas de la Argentina austral", Boletín de & Academia Nacional de Ciencias, vol. 45,
núms. 1-4, 1881, pp. 419-428.
58. De acuerdo con Carina Martínez Jurczyszyn, podríamos hablar de un manejo del agua por agentes y actores
privados y no estatales. A pesar de que existían normativas, la autora explica el débil poder del estado provin-
cial mendocino en Colonia Alvear hacia comienzos de siglo xx, en material de control de canales y cauces.
Carina Martínez Jurczyszyn, Historia de la Colonia Alvear, 2011.
59. Esta localidad todavía es una de las principales del oeste pampeano (cabecera del municipio de Chalileo,
cuenta con 2 526 habitantes registrando un crecimiento del más de 33% en los últimos años, la mayor parte de
los campos se aprovechan para la cría de chivos. Otra localidad de referencia es Algarrobo del Águila se fundó
en 1899, seis años antes que Santa Isabel, a 30 km al sureste (presenta durante el Censo del 2010, 329 habitantes,
es la capital del municipio de Chical Có). Otras localidades importantes en nuestra zona de estudio son: 25 de
Mayo y Puelches y Limay Mahuída.

408
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

agrícola en el oeste pampeano. Las causas se podían resumir en una serie


de dificultades que destacaban en las inspecciones, tales como: grandes dis-
tancias a centros poblados, malos servicios de correos y telégrafos, falta de
infraestructura para riego, altos costos de erradicación del monte nativo, la
falta de lluvias que dificulta el laboreo y la presencia del salitre que no per-
mitía un buen desarrollo de los cultivos, sumados a conflictos entre algunos
propietarios que bloqueaban el libre escurrimiento hídrico, hicieron eclosión
motivando el despoblamiento y abandono de las chacras. A la dura lucha que
llevaba adelante el campesinado contra todos los inconvenientes citados, se
presenta el que, sin lugar a dudas, pone fin al desarrollo de la colonia: la inte-
rrupción de los escurrimientos de agua por el arroyo Butaló y por la cañada
de la Tinajera. Ello se potencia por tapones que se construyen en el tramo
inferior del río en inmediaciones del límite pampeano a partir de 1918 y que
ponen fin a la circulación de agua por los brazos que llegaban a la colonia. 60
Walter Cazenave considera que:

Entre 1917 y 1948 todos los brazos que entraban a La Pampa fueron desapareciendo
por aprovechamientos en la cuenca media del río, transformando la región en un
desierto (precipitación anual: 350 mm). Se ha pasado desde la antigua existencia
de colonias agrícolas a una ganadería extensiva, a menudo de subsistencia, en la
que los ocasionales escurrimientos son considerados una molestia y un estorbo,
perdiéndose muchos de los detalles, toponimia especialmente, que indican las
características físicas, biológicas y humanas del curso. La metodología se basó
en el análisis comparativo de antiguos mapas y entrevistas a pobladores del área,
puesteros, que evidenciaron desconocer las posibilidades que ofrecía el río. Como
resultado de esa situación cuando han ocurrido crecientes se produjeron situacio-
nes problemáticas por haberse perdido lo que se denomina "memoria fluvial" de la
zona, aunque está presente en manifestaciones folklóricas. 6'

El proceso de construcción de la red hídrica (que incluyó una red


de desagües) en Colonia Alvear (hoy General Alvear) entre 1910 y 1925, de
acuerdo con Martínez Jurczyszyn, fue en gran medida concretado por la

60. Raúl Hernández, Colonia Butaló, 2004.


61. Walter Cazenave y Fundación Chadileuvú, "Involución física y percepción cultural".

409
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

intervención directa de empresarios locales y extra-regionales, quienes obte-


nían insuficientes respuestas a sus demandas por el gobierno provincial de la
capital mendocina.62
Durante las dos primeras décadas del siglo xx, existía una especia-
lización vitivinícola en San Rafael y ganadera en General Alvear. Fue en
ese momento donde se produjo una reconversión hacia la agricultura en las
colonias y explotaciones del municipio de Alvear. 63 La explicación para ese
cambio tuvo que ver con la crisis económica (mundial) que comenzó en 1929
sumado, a críticas condiciones climáticas de esos años (como los años de
sequías en 1928; 1935-38), y la erupción volcánica durante del año 1932 (emiti-
das por el Quizapu y el Descabezado Grande), que diezmaron los rebaños de
ovejas que predominaban en la región. 64 También, así lo sostienen las autoras
María Silvia Di Liscia y Andrea Lluch:

A principios de los años '30, el manejo deficiente de los suelos agrícolas, la defores-
tación excesiva, la irregularidad pluviométrica, junto a la aguda crisis de rentabi-
lidad de la agricultura pampeana y del modelo económico del país, se conjugaron
localmente con tres años de sequía extrema y voladuras de suelos. La desfavora-
ble coyuntura económica —general y particular— contribuyó al agravamiento de
una situación que no tenía precedentes en la muy corta historia productiva de La
Pampa. En dicho contexto, la historia del poblamiento en La Pampa inició otro
ciclo, marcado por un intenso proceso de despoblamiento... 65

Marcamos entonces el cuarto hito socioambiental en la década de


1930cuando desaparece el segundo brazo del río Atuel, el arroyo Butaló. La
Colonia Butaló, situada en territorio pampeano, también desaparece. Entre

62. "Con esto, además, se ponen de relieve dinámicas particulares y diversas de apropiación y organización
del territorio a partir de la intervención de grupos de poder ajenos al gobierno central". Carmen Martínez
Jurczyszyn, "Política y obra pública en las orillas. La problemática de la construcción de la red de desagües
rurales en la Colonia Alvear, Mendoza (1910-1925)", Estudios Rurales, vol. 2, núm. 5, 2013, pp. 24-45.
63. Laura Ortega detalla una continuidad entre los gobiernos conservadores y peronistas (1932-1955), en cuanto
al manejo de infraestructura hídrica en Mendoza. Laura Ortega, "El sur en el centro: obras hídricas en la
provincia" en Cecilia Raffa et al., Proyectos y concreciones, 2018.
64. María del Rosario Prieto y Elena Abraham, Historia ambiental del sur de Mendoza, 1998.
65. Silvia Di Liscia y Andrea Lluch, "Capítulo 5. La población pampeana y sus transformaciones" en Andrea Lluch
y Claudia Salomón Tarquini, Historia de La Pampa, sociedad política, economía, 2014, p. 106.

410
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

las causas, se sugiere que si bien no sería el caso del mal uso del arado y de
prácticas agrícolas inadecuadas en cultivos de trigo, como en Telén y Victorica
(Alonso 2009), sí hay coincidencia en el impacto de las cenizas volcánicas, la
deforestación excesiva y las sequías. Es muy posible también que haya agra-
vado la situación crítica que ya existía, el mencionado corte del arroyo Butaló.
La pérdida de este arroyo y de la Colonia Butaló incitó a la población
del oeste pampeano a reclamar a las autoridades nacionales por lo que soste-
nían era el causante de las mermas, los "tapones de Ugalde", denominando
así a las represas caseras que hacía la familia Ugalde para desviar el agua y
regar a 3 km del límite Mendoza-La Pampa (a partir de las aguas del brazo
mencionado del río Atuel). 66 Por medio de una carta dirigida al gobernador
del Territorio Nacional, escrita por los vecinos de Santa Isabel en octubre de
1937 se plasma su reclamo:

hace aproximadamente cuatro año fue contenido el cauce del río Amel en el paraje
denominado "Loncovaca" por el propietario del mismo don Issac Ugalde, sitio
ubicado en la provincia de Mendoza, departamento de General Alvear, limítrofe
con el lote 8 de la jurisdicción de Algarrobo del Águila de este territorio, ocasio-
nando los consiguientes perjuicios para los pobladores de estos departamentos [...]
que constituyen grandes cañadones aptos para la cría de ganado, única fuente de
producción en la zona y por tanto originando con ello los incalculables perjuicios
agravados con las prolongadas sequías.

Agrega al respecto Hernández:

la casa de comercio —Boburu y Arata— que era una de las casas que más comer-
cializaba la lana, puesto que en aquellos lugares estaba la Estancia de Los Ingleses
—el Establecimiento Ventrencó— y otra serie de grandes propiedades que esquila-
ban miles y miles de ovejas y obviamente cuando el río dejó de correr se redujo

66. Jacinto Ugalde poseían unas 8 mil ha heredadas de su familia destinadas principalmente a la cría ovina, pero
también reservaba parte del establecimiento para cultivos hortícolas irrigados a partir de aguas del Atuel.
Como estas hectáreas están insertas en territorio mendocino y las parcelas irrigadas no poseían derecho de
riego, el DGI inició un juicio contra la familia por las captaciones clandestinas. Liliana Barbosa, "La intermi-
tencia del río Atuel: una mirada del conflicto ambiental y las escalas del mismo", 2017, p. 70.
67. Carta inédita mostrada por la familia Ugalde, entrevista realizada por Liliana Barbosa, localidad de Santa
Isabel, provincia de la Pampa, noviembre de 2015.

411
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

drásticamente el número de ganado ovino y eso mermó notablemente la produc-


ción de lana y obviamente les causó perjuicios a los comerciantes. 68

Concretamente sobre la cuenca del río Atuel, destaca Stieben:

habiendo en sus orillas en este trecho, vestigios de frecuentes derrames que datan
de antes de 1920, más o menos, de la época en que Mendoza no se aprovechaban
todavía sus aguas para regar alrededor de 70.000 hectáreas en Colonia Alvear y
San Rafael, amén de otras tomas legales e ilegales. Puede verse en el mapa [imagen
2 p. 398] la gran extensión que regaba el Atuel entre Mendoza y La Pampa, desde
El Loro al sur. Un cálculo prudente arroja una superficie de más de 100.000 hec-
táreas. Véanse los derrames y riachos o canales naturales, que habían convertido
esta región en un verdadero oasis del Far West argentino, poblado de numerosos
-

algarrobos, cubiertos de pastizales y en consecuencia de hacienda. [...] Pero dejó


de serlo en 1917 y es probable que en su accidentada vida haya ocurrido lo mismo
otras veces. Y ha dejado de serlo, porque abandonó toda la región que antes inun-
daba, refugiandosé mezquinamente en el arroyo de Las Bardas, por el cual escurre
sin ofrecer ya nada a las 100.000 hectáreas, a no ser la franja lindante con su orilla
izquierda. Según refiere el ingeniero Carlos A. Dillón la desviación de las aguas
fue provocada por varios pobladores de la zona de El Loro, con el objetivo de perju-
dicar a un enemigo político y favorecer a un correligionario. El hecho que el Atuel,
renunció a su misión de "pequeño Nilo" y se encauzó en el arroyo La Barda, su
ramal más occidental, dejando seco el arroyo Butaló y el verdadero lecho primitivo
del río. Pero su caudal fué reducido tanto en Mendoza, que en enero de 1934, fecha
de la inspección del ingeniero Dillón, sus aguas no llegaban a la laguna El Uncal.
Este fue en realidad su régimen durante los últimos 20 años. Recién en 1941-42 y
43, este río ha vuelto a conducir una gran masa, pero sin desbordar, debido a los
grandes deshielos de la cordillera 6 9

68. Entrevista de Alihuen, Marzo 2008.


69. Enrique Stieben, La Pampa, 1946, pp. 155-157.

412
Imagen 4. Arroyo La Barda, en Algarrobo del Águila, 1935.
Fuente: Irma Fernández, 1935.

Hacia mediados de siglo se había alcanzado gran cantidad de hectá-


reas empadronadas y otro tanto efectivamente regadas en los departamentos
de San Rafael y General Alvear. Hacia 1946, el superintendente del DGI mani-
festaba que de las 133 000 ha empadronadas en jurisdicción del río Atuel, sólo
se regaban 80 000 ha.7°
Es para la década de 1940, que marcamos el quinto hito socioam-
biental, cuando comienzan los cortes e intermitencias del arroyo La Barda, el
tercer y último brazo del Atuel que traía agua para esos momentos. La carta
enviada por un empleado de Paso de Algarrobos —pueblo ubicado a 48 km
de Algarrobo del Águila— en 1947 al presidente de Argentina, Juan Domingo
Perón, describe la situación crítica que afectada a la población del noroeste
pampeano:

Soy empleado de Policía, desempeño mis funciones como operador


Radiotelegrafista, hace un año y ocho meses que estoy en este paraje "Paso de los
Algarrobos", como encargado de Destacamento Policial y de una Radioestación
pertenecientes a la Repartición [...]. Pero Señor Presidente, quiero comunicar

70. Ángel Cremaschi, Los problemas del riego, 1946.

413
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

directamente a Ud. la lamentable situación de los pobladores de la zona. Todos


ellos de situación humilde están perdiendo en su totalidad la producción gana-
dera, que alcanzará a millones de cabezas en su mayoría lanares, pobladores todos,
pequeños criadores [...] desgraciadamente en esta provincia [Mendoza], se obs-
truye el curso de las aguas por el cauce de los ríos referidos, para regadío de campos
en el paraje denominado "Loncovaca", que se benefician solamente dos personas
según datos que he podido recoger, no ignoro que se utilizarán estas aguas para
fomentar la riqueza nacional, pero tampoco escapa Aquí no son dos personas
solamente, Señor Presidente, los que claman por que se dé largada al agua, son
cientos de familias, que ya ni agua para tomar consiguen, son millones de cabezas
de ganado que se pierden. Las familias enteras abandonan este lugar después de
haber perdido todo su poco capital, y sinceramente Señor Presidente la situación,
es de profunda tristeza, no tienen agua para tomar en algunas casas, y donde la hay
sirve porque no hay otra. Todo esto tiene solución dejando correr el agua aunque
sea cuatro meses al año, por el cauce de los ríos...7'

Dichos cortes tendrían que ver, por un lado, con la intensa sequía
de 1948-1950. Por otro lado, la construcción del Complejo los Nihuiles en el
año 1947, infraestructura que permitió la diversificación productiva del sur
de Mendoza, y la regulación de la dotación de agua creciente de las parcelas
con derecho de agua dentro del oasis. El Complejo los Nihuiles consta de
dos embalses El Nihuil, con tres centrales hidroeléctricas (Nihuil 1, II y y
el Compensador Valle Grande, con una cuarta central hidroeléctrica, aguas
abajo del complejo se encuentra el dique derivador Rincón del Indio, del que
nace una red de canales de 540 km de longitud.72
Esta obra aparece en el discurso pampeano como uno de los hitos
del conflicto que provocó la desaparición del escurrimiento del Atuel en el
noroeste pampeano de forma permanente por 25 años, desde 1947 hasta 1973,
generando perturbaciones sociales, ambientales y productivas, importantes e
irreversibles en algunos casos. Así también lo mencionan Dillon y Comerci:
"Si bien los cortes producidos aguas arriba en los ríos Salado y Atuel regis-
tran antecedentes desde inicios del siglo xx, la construcción y puesta en

71. Fragmento de la carta de don Ángel Garay fechada 8 de agosto de 1947.


72. Eduardo Torres et al, Mendoza y el uso del agua, 2003.

414
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

funcionamiento del complejo Los Nihuiles provocó la interrupción defini-


tiva, en La Pampa, del caudal del río Atuel y marcó un impacto demográfico
singular que inició una etapa de crecimiento regresivo en los departamentos"
del oeste pampeano."
Cabe destacar, que hay relatos que manifiestan que las intermitencias
del río fueron una constante:

lo peor que le pasó a Santa Isabel, para mí, fueron las cenizas de 1932, no el corte
del río [Atuel], además el río siempre corrió más o menos. Si creo que el río trajo
problemas ambientales, eso sí. Hay un libro por los 100 años del pueblo [Serraino
2004], ahí menciona que en 1930 hubo una sequía, se formaron grandes médanos
en la ciudad de Santa Isabel por el viento y a esto se sumó las cenizas de la erupción
del volcán Descabezado. En 1947 otra sequía devastadora, creo que migraron unas
2000 personas, y solo quedaron 200. Para 1960 se vuelve a poblar el pueblo, y llega
el proceso de mejoramiento de la raza de los animales, y el alambrado. 74

...se fueron muchos, y se armó un barrio en General Alvear, el barrio Pacífico,


que de pacífico no tenía nada, era la periferia. Ahora le cambiaron el nombre es el
barrio San Carlos. Muchos se fueron pero después volvieron, cuando se quedaron
sin trabajo en Mendoza, porque no fue lo que pensaban [...] la gente tenía miedo
estaba asustada no sabía si quedarse o irse. Los que nos quedamos usábamos los
jagüeles y aljibes para tener agua de lluvia... 75

Los relatos de los antiguos pobladores (inmigrantes sirios, españo-


les y descendientes de originarios) del noroeste pampeano, publicados en la
revista de aniversario del pueblo de Santa Isabel (Serraino 2004) manifiestan
el sacrificio de quienes se "atrevieron" a poblar esta zona —ya a finales del siglo
xix— y sobre todo refleja los desplazamientos que tuvieron que emprender
las familias cuando la situación se "volvió crítica", desde las mermas en el
bañado, hasta la crisis mundial de los años treinta y el impacto de la segunda
guerra mundial.

73. Beatriz Dillon y María Eugenia Comerci, Territorialidades en tensión, 2015, p.43.
74. Entrevista a pobladora de Santa Isabel, Noviembre de 2015, Liliana Barbosa, "La intermitencia del río Amel",
2017.
75. Entrevista a ex puestera de Santa Isabel, Liliana Barbosa, "La intermitencia del río Atuel", 2017.

415
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

La carta de Garay, tuvo eco a escala nacional y, finalmente, se dicta


la Resolución núm. 50/49 en el año 1949, que reconoció la pérdida de los
bañados del Atuel con los aprovechamientos aguas arriba en la cuenca media
del río Atuel, exigiendo a la Provincia de Mendoza, la entrega de 27.5 Hm3
anuales en tres sueltas de aguas al año a la provincia de La Pampa, resolución
que nunca se cumplió. Es así que el Territorio Nacional constituido en 1884,
se convertía en una nueva provincia (nominada como Eva Perón en la fun-
dación provincial y La Pampa después del golpe de Estado de 1955). 76 Dicha
nueva provincia presentaba autoridades locales y una primera constitución,
como ya ostentaba Mendoza desde hacía mucho tiempo.
El oeste pampeano, para esos años exhibía una densidad de pobla-
ción mucho más baja, e incluso más escasa que durante las primeras décadas
del mismo xx, precisamente por el abandono de tierras y las migraciones.
Los autores y especialistas del tema denominaron a este periodo intercensal,
1947 a 1970, como un proceso de diáspora migratoria,77 donde se registran
desplazamientos de población desde zonas rurales dispersas a zonas rurales
agrupadas y urbanas, como la ciudad de Santa Isabel, Santa Rosa (La Pampa)
y General Alvear (Mendoza). Sobre todo, este último, por formar parte del
"oasis" productivo al sur de la provincia de Mendoza, alimentado por el río
en cuestión y el Diamante, en el tramo medio de la cuenca.
En la actualidad La Pampa es una de las provincias con menos habi-
tantes del país, tuvo 316 940 habitantes en el año 2010, con una densidad de 2.21
hab/km2, que es mucho menor en el oeste provincial, nuestra zona de estu-
dio (municipios de Chical-Có, Puelén, Chalileo, Limay Mahuída y Curacó),
donde sólo persistieron actividades de subsistencia (ganadería extensiva espe-
cialmente) con graves limitantes hídricos (Dillon y Comerci 2015). Mientras
tanto Mendoza (situada en la región denominada Cuyo cuando fue fundada
desde Santiago de Chile) exteriorizaba una de las economías más dinámicas
del país hacia mediados de siglo xx. Recordemos que Mendoza es la cuarta

76. Según la ley N. 1532 de Territorios Nacionales (1884), en el art. 4°, establecía que cuando se alcanzara los
60.000 habitantes una gobernación podría ser declarada provincia argentina. El Territorio Nacional de La
Pampa había alcanzado los 88 683 habitantes según el censo de 1912, sin embargo, luego de casi 40 años se logró
la provincialización, en el año 1951. Néstor Lastiri, Gestión de las cuencas hidrográficas, 2012.
77. Beatriz Dillon y María Eugenia Comerci, Territorialidades en tensión, 2015; Juan Carlos Scovenna, El caso del
río Atuel, 2012.

416
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

provincia de Argentina, si la medimos en producción económica, población


y otros indicadores que suelen ser estándares. La Pampa es la novena del ran-
king del PBI. María Eugenia Comerci explica que: "Posicionado en una encru-
cijada regional, el territorio pampeano presenta al noreste, características de
la llanura pampeana, al extremo oeste rasgos del área cuyana y al centro sur
caracteres del ambiente patagónico". En el mismo trabajo, Comerci describe
el área por donde transcurre el río Atuel: "el sector occidental de La Pampa
se caracteriza por la semiaridez y la aridez y la presencia de un monte bajo,
dominado por el jarillal"."
En síntesis, las intermitencias del río Atuel y la alteración del humedal
dejaron a su paso fuertes transformaciones territoriales. Las poblaciones del oeste
pampeano tuvieron que migrar en busca de mejores condiciones o readaptar sus
formas de vida a partir de la construcción de un nuevo espacio, especialmente
debido a que la disponibilidad de agua era insuficiente.'

EL ROL DE LAS FORMACIONES DISCURSIVAS REGIONALES EN LA


CONSTRUCCIÓN DE TERRITORIOS HIDROSOCIALES

Las formaciones discursivas tuvieron un papel preponderante en la construc-


ción de los territorios hidrosociales descritos. Las ideas de "progreso" promo-
vidas desde el Estado Nacional (o desde las provincias que lo constituyeron
primigeniamente), se vieron plasmadas en la apropiación y dominio del agua
(y sus consecuentes transformaciones) de forma dispar en los dos sectores de
las provincias analizadas. Es decir, que mientras en Mendoza los procesos
productivos alimentados por el río Atuel en San Rafael y General Alvear son
una pieza importante de su estructura económica e identitaria provincial,
en el oeste pampeano la realidad fue disímil. Es así que la construcción dis-
cursiva regional para el oeste pampeano se apoya en la carencia y escasez del
agua, y no en el "éxito" de su manejo como en el caso vecino.

78. María Eugenia Comerci, "Complejidades y diferenciaciones en el territorio pampeano" en Andrea Lluch y
Claudia Salotnón Tarquini (eds.), Historia de La Pampa, 2008, pp. 19-20.
79. Néstor 1.astiri, Gestión de las cuencas hidrográficas, 2012; Pablo Dornes, "Análisis hidrológico"; Juan Carlos
Scovenna, El caso del río Atuel, 2012; Andrea 1.1uch y Claudia Salomón "l'arquini, Historia de la Pampa, 2(8)8;
Beatriz Dillon y María Eugenia Comerci, Territorialidades en tensión, 2015.

417
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

Las interfaces entre la cultura, la tecnología y la naturaleza del mismo


río generó no sólo paisajes diferentes, sino identidades provinciales ancladas
en un reverso del mismo proceso (imágenes 5 y 6).
Cada uno de los hitos socioambientales marcados, a su vez, estu-
vieron interconectados con procesos macroregionales. Podemos identificar
cuatro momentos en relación a los paradigmas dominantes en la gestión de
los recursos hídricos de Argentina: la "Colonización agrícola" (1850-1940); la
"Misión hidráulica" (1940-1970), "La cuenca como unidad" (1970-1990) y "La
gestión integrada" (1990-2002?). El recorrido de nuestro país por las ideas de
la Gestión Integrada del Recurso Hídrico (GIRH) fueron trabajadas en varios
documentos sobre todo durante el siglo xxi. 8 °
En la primera etapa, la colonización agrícola, se consolida el Estado
Nacional con base liberal, y la implantación del modelo agroexportador
basado en la expansión agrícola. La disponibilidad de tierras posibilitó la ins-
talación de colonias agrícolas con gran peso de inmigrantes en diferentes
puntos del país, fomentada por leyes nacionales —Ley de Fronteras de 1878,
la Ley de Remate de 1882 y la Ley de Premios de 1885— que permitieron
avanzar con la privatización del suelo y el trazado de colonias. El surgimiento
de las colonias agrícolas al sur de Mendoza y noroeste de La Pampa ya men-
cionadas, fueron parte de este proceso donde las mismas fueron pensadas
como enclaves productivos ribereños. También, se sanciona la primera Ley
Nacional de Irrigación (n° 6546) en 1909 con el fin de construir obras para
el aprovechamiento de los ríos en todo el país, como diques de derivación y
sistemas de regadío superficial que respondieron principalmente a los diseños
e ideas del ingeniero Cipolletti. 81 Nótese que la Ley de Aguas mendocina es
previa (1884). Ubicamos el segundo hito socioambiental (1900), vinculado a
la instalación de estas colonias agrícolas, pero sobre todo a la consolidación

80. Estas etapas fueron mencionadas por Guevara Gil para el Perú: "a) el de la `misión hidráulica' (1960- 1970);
b) el de la gestión 'racional' (1980-1990) y c) el de la gestión integrada (1990 al presente)", citado por Armando
Guevara Gil, "Consecuencias imprevistas: el impacto desintegrador de la gestión integrada de los recursos
hídricos en las organizaciones campesinas de riego (Huancavelica, Perú)", Agricultura, Sociedad y Desarrollo,
vol. 12, núm. 3, 2015, p. 468; Liliana Barbosa, "La intermitencia del río Atuel"; Alberto Calcagno eral, Informe
sobre la gestión del agua, 2000; Alex Dourojeanni et al, Crisis de gobernabilidad, 2001; Jessica Casaza, Informe
nacional, 2003; Víctor Pochas, Entidades de gestión del agua, 2005; Lucio Duarte, Estrategias para el manejo,
2009; Liber Martín y Juan Justo, Análisis, prevención y resolución, 2015.
81. Jorge Chambouleyron y José Morábito, El riego en Argentina, 2005; Carina Martínez Jurczyszyn, "Política y
obra pública", 2013.

418
as

Imagen 5. Cuenca del río Atuel. De arriba a abajo los tres tramos de la cuenca: el Sosncado, la
cuarta central hidroeléctrica en San Rafael, e inferior el arroyo La Barda en Algarrobo del Águila.
Fuente: Liliana Barbosa, 2018.

419
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

del "oasis" sur mendocino, que pudo alterar el comportamiento del río y
su transformación a una cuenca endorreica. Asimismo, tanto el tercer como
el cuarto hito están inscritos en la creciente utilización del agua para uso
agrícola. Los "taponamientos" o diques derivadores caseros, fueron prácticas
de los propios pobladores ribereños para regar las chacras de la franja árida
central del país.
La segunda etapa, "la misión hidráulica" la ubicamos en la década
del cuarenta, se sanciona el Decreto 6767/1945 —Ratificado por la ley núm.
13.030— Regulación del uso y consumo de las aguas, que establecía:

Art. 1: El Poder Ejecutivo Nacional regulará por intermedio de la Administración


Nacional del Agua, el uso y aprovechamiento de las aguas de ríos y corrientes
subterráneas que atraviesen dos o más provincias o una provincia y un territorio o
cuando nacieren en una provincia o territorio y murieren en otro, a fin de asegurar
su racional y armónica utilización en todo su curso de acuerdo con la población y
necesidades de cada Provincia o Territorio.

Se inician las primeras ideas de ordenamiento de cuencas, y se


expande el riego en la Argentina como parte del proyecto de constitución de
las economías regionales y la creación de fuentes de trabajo, fundado en las
grandes obras públicas vinculadas a la energía eléctrica —represas hidroeléctri-
cas—. También se crea la Secretaría de Estado de Recursos Hídricos en 1969,
que más tarde pasará a llamarse Subsecretaría de Recursos Hídricos (ssRH)
reuniendo a los comités de cuencas. 82
Ubicamos aquí, la construcción de la obra de los Nihuiles, quinto
hito socioambiental, con la sanción de Ley No 12 650 (1940) por parte del
Estado Nacional que autoriza la construcción de la obra." Nueve años más
tarde, reconocería "los perjuicios ambientales y socioeconómicos que sufriera

82. Raúl Fiorentino, La agricultura irrigada,2005; Lucio Duarte, Estrategias para el manejo, 2009; Facundo Martín
y Lucrecia Wagner, "Agua o minería. Determinaciones y movilizaciones en la construcción pública del
conflicto ambiental en Mendoza" en Gabriela Merlinsky (comp.), Cartografias del Conflicto Ambiental en
Argentina, 2013, pp. 287-320.
83. "Que autoriza al Poder Ejecutivo de la Nación para convenir con la Provincia de Mendoza las condiciones
y obligaciones recíprocas para la construcción de un dique de embalse y obras accesorias para almacenar las
aguas del río Atuel, en el lugar denominado Saltos de El Nihuil, en la Provincia de Mendoza". Fragmento Ley
Nacional n. 12.650.

420
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

el oeste de la Provincia de La Pampa a raíz de [...] la construcción del Dique


Embalse el Nihuil y que trajera como consecuencia la interrupción del escu-
rrimiento natural del Río Atuel" (Art. 2. Resolución 50/1949). .
Hacia los años 1970 ya estaríamos ingresando en la penúltima de las
últimas dos etapas de la gestión de los recursos hídricos, que aunque no sean
asunto de este trabajo, es importante mencionarlo para comprender la com-
plejidad y la situación actual del conflicto ambiental del río Atuel. Hay que
destacar que en Mendoza, hacia finales de la década de 1960 y principios de
la posterior, se consolida una destacada escuela de derecho ambiental, espe-
Cializada en agua. A partir de la labor pionera de Joaquín López y Guillermo
Cano (h), dicha escuela ha tenido y tiene hasta la actualidad una gran can-
tidad de referentes como Miguel Mathus Escorihuela, Mauricio Pinto y
Amílcar Moyano. Entre los expertos más relevantes, nombramos a quienes
han participado en la defensa de la posición mendocina del litigio por el
Atuel, en primer lugar al doctor Mathus Escorihuela, 84 quien durante 1979,
tuvo una actuación destacada en el proceso del diferendo del río Colorado y
el río Atuel, a partir de la demanda presentada por La Pampa.
Se considera que a partir de 1979, la invisibilización del conflicto, del
lado mendocino, se revierte parcialmente, sólo en el ámbito jurídico y a partir
de lo accionado por La Pampa. Pues si bien la doctrina jurídica en torno a los
problemas por ríos interjurisdiccionales, tiene años de análisis en la región,
la problemática del Atuel, no tuvo mención durante 1968 en un importante
congreso" organizado por Guillermo Cano, donde en la exposición de Hugo
Reynoso (1968) acerca de cuencas interjuridisccionales no aparece el conflicto
por el río que estudiamos. Una década más tarde ya será cuestión tratada en
la Suprema Corte de Argentina.
La tercera etapa, "la cuenca como unidad", se caracteriza por el
fomento de la descentralización de la gestión y administración del riego
en todo el país, y también la privatización de entidades del sector hídrico,
que anteriormente estaban a cargo del sector público. Esto abarcó los servi-
cios de abastecimiento de agua potable y saneamiento, centrales hidroeléc-
tricas y el mantenimiento de las vías navegables, generando un entramado

84. En cargo de presidente del Comité Ejecutivo Técnico del Aprovechamiento del Río Colorado, Río Grande y
Barrancas (sETAR), que dependía directamente del gobernador de facto Brigadier Fernández.
85. Congreso internacional sobre Derechos de Agua, realizado justamente en Mendoza (y Buenos Aires).

421
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

institucional más complejo, conformado por operadores privados y entes


reguladores. Se crean el Instituto Nacional de Ciencia y Técnica Hídricas
(iNeYTH) en 1973 (actual INA) y algunas organizaciones de cuencas como el
Comité de Salí-Dulce (1971), el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado
(corneo) (1976), la Comisión Regional del río Bermejo (Corebe) (1981), y el
Comité Interprovincial del Atuel Inferior (cim). Esta última organización
fue escenario de las instancias de negociación institucional entre las autori-
dades provinciales en cuestión y el Estado Nacional. Actualmente el debate
se ha trasladado al corneo 86 por la obra Portezuelo del Viento, 87 anunciada
sobre el río Grande, afluente del río Colorado. Este proyecto será central en
lo siguiente.
Por último, la cuarta etapa "La gestión integrada" (1990-2002), donde
se resignifica el concepto de cuenca, más vinculado con discusiones acerca de
conservación y uso sustentable de los recursos naturales, impulsando la crea-
ción de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano (SRNAH),
en 1991. Se crean numerosas ONG ambientalistas, con perfil técnico-cientí-
fico que asumieron algunas funciones relegadas por el Estado Nacional, y se
firma el pacto federal que finalmente dio inicio al Consejo Federal del Medio
Ambiente (CoFeMa) reconocido por las provincias en 1993. En 1994 se crea el
Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (ProsAP) que contribuyó a obras
de infraestructura hídrica en todo el país. También la reforma de la CN '94,
que ratifica el dominio originario de las provincias sobre los recursos natura-
les (Art. 124), y se agrega que corresponde a la nación asegurar los presupues-
tos mínimos de protección (Art. 41). En este marco, encontramos acuerdos
que se firmaron entre las provincias de Mendoza y La Pampa con el fin de
"resolver" el conflicto, como el Convenio Nacional La Pampa-Mendoza de

86. Del Comité, participan cinco provincias: Neuquén, Río Negro, Mendoza, La Pampa y Buenos Aires. El
estatuto del Co1RCo en el artículo 39, expresa la asignación de un cupo de 34 m 3/s a la Provincia de Mendoza
para su trasvase desde el río Grande al río Atuel. Víctor Pochat, Entidades de gestión, 2005.
87. La postura mendocina encontró apoyo en el gobierno nacional entre 2016 y 2019: "Portezuelo del Viento es fun-
damental para la provincia, para la región y para d país porque no sólo generará energía sino que también mejorará
el riego en la región y servirá como una protección contra las inundaciones de la cuenca media y superior del rio
Colorado. Esas son las obras concretas que le cambian la vida a los argentinos", señaló Frigerio al respecto, junio,
2019. www.argentina.gob.ar/noticias/nuevo-acuerdo-para-licitar-la-presa-portezuelo-del-viento-en-mendoza;
www.unidiversidad.com.ar/precisiones-sobre-portezuelo-del-viento-esa-anorada-y-postergada-obra.

422
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

199288 que permitió la construcción del acueducto que actualmente abastece


al noroeste pampeano.
Valga la aclaración que la centralidad que se otorga a los argumentos
ambientales, no implica necesariamente, o pocas veces, una correlación de
prácticas en el sentido mencionado. Si bien durante los años que transcurrie-
ron del siglo xxi, la importancia de los argumentos relativos al uso sosteni-
ble de las cuencas no ha disminuido, sí se han profundizado (o continuado)
problemáticas de periodos anteriores, en un marco de crisis de los marcos
teóricos que sustentaron "la gestión integrada" como también los anteriores
paradigmas. De esa manera conviven varios de los postulados anteriores y
perspectivas nuevas. Si bien se evidencian ciertas continuidades, la caracterís-
tica desde 2002 hacia la fecha, es que no se podría hablar de una hegemonía
de una perspectiva en particular.
En ese ecléctico contexto (de lo que se podría proponer como una
quinta etapa aunque ello requeriría estudios más detallados) se podría men-
cionar algunos sucesos, procesos y tendencias de este último tiempo. Por un
lado, la emergencia de marcos estatales de protección ambiental (a partir del
año 2002, y sobre todo luego de 2008 en nuestro país)." En 2002 se sanciona
la Ley Nacional sobre Gestión Ambiental de Aguas (25 688, del año 2002),
la cual a pesar de no estar reglamentada, constituye una norma de presu-
puestos mínimos ambientales basada en la concepción de manejo integrado
de cuencas hidrográficas y en el postulado de que muchos de los proble-
mas ambientales no reconocen jurisdicciones. Para esta ley la cuenca hídrica
deberá ser entendida como unidad ambiental indivisible (según su artículo
3). Así, tanto el Convenio Marco de 2008 entre el Estado Nacional, La Pampa
y Mendoza, como las últimas demandas judiciales pampeanas —causa de los
años 2010, 2012 y 2014— se caracterizan por priorizar la cuestión ambiental,

88. "La Provincia de Mendoza se compromete a entregar el caudal de agua potable necesario para satisfacer la
demanda de uso humano de las localidades de Santa Isabel y Algarrobo del Águila de la Provincia de La
Pampa hasta un máximo de seis mil (6 000) Habitantes" (Convenio entre la Nación y Mendoza-La Pampa,
1992). Jessica Casaza, Informe nacional, 2003.
89. Agregan que el ambientalismo social y estatal, comenzaron a encontrarse y a dialogar a partir de una serie de
conflictos ambientales que tomaron notoriedad pública, permitiendo que la cuestión ambiental se filtre en la
agenda gubernamental provocando transformaciones organizacionales y normativas en las instituciones esta-
tales. Ricardo Gutiérrez y Fernando Isuani, "La emergencia del ambientalismo estatal y social en Argentina",
Revista de Administración Pública, vol. 48, núm.2, 2014, pp.295-332.

423
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

apelando a la reconstrucción de un caudal ecológico. Por otro lado, se anun-


cia en la última década una incorporación de más de 800 000 ha bajo riego,
que permitió alcanzar una superficie cultivada de 2.1 millones de ha con riego
en la actualidad argentina, aunque no en Mendoza, 9° que demuestra una
continuidad respecto a la expansión de zonas irrigadas en el país, así como
constancia en las ideas de cuenca como unidad de gestión plasmado en el
Plan Nacional del Agua (PNA) y el Plan Nacional de Riego, aunque acompa-
ñadas con recortes presupuestarios y reducción del aparato estatal ProSAP, la
Unidad para el Cambio Rural (ucaR); el Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria (INTA); la Sub-Secretaría de Agricultura Familiar de Nación
(ssAF), Consejo Hídrico Federal (CoHiFe), CoFeMa, Servicio Nacional de
Sanidad y Calidad Agropecuaria (SeNaSa), entre otros.
Volviendo al fomento de identidades y discursos antagónicos —desde
las dos capitales provinciales—, disputando el progreso y desarrollo —material
y simbólico— que aportan las cuencas compartidas, merece un estudio aparte
el análisis de los proyectos mendocinos del río Grande. Los avances del pro-
yecto de construcción de un embalse denominado Portezuelo del Viento,
en los últimos años han generado gran oposición y desacuerdo desde el lado
pampeano.9 ' La Pampa se opone no sólo en el marco del CoIRCo, como en
todo ámbito público que le es posible. En el Acta número 70 del Consejo de
Gobierno del coma:, (23 de diciembre de 2016), el gobernador de la provincia
de La Pampa, Carlos Verna, expresó:

Que la Provincia de Mendoza ha incumplido en forma sucesiva todos los acuerdos


a los que se arribara en el pasado. [...] "Que los ciudadanos de la Provincia de La
Pampa se manifestaron, se manifiestan y continuarán revelándose contra el des-
pojo del Río Atuel, Río Salado y la pretensión actual de disminuir hasta secarlo
al Río Colorado a través de la construcción y llenado de la Obra" (Portezuelo del
Viento), entre otros considerandos, también presentes en el Laudo arbitral del pre-
sidente de la Nación Mauricio Macri de enero del 2018, que La Pampa ha pedido

90. ProSAP -FAO, Estudio el potencial de ampliación del riego en la Argentina, 2015. Mariano Laffaye, "Plan Nacional
de Riego 2016-2030" en xav Congreso de AAPRESID, 2016.
91. Environmental Justice Atlas, 2020: https://ejatlas.org/conflict/portezuelo-del-viento

424
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

a la Corte Suprema de la Nación, se anule, por dar lugar al pedido de Mendoza


de construir la presa que se promociona en Mendoza como "la obra del siglo". 92

También otro capítulo aparte 93 merecen los procesos judiciales reali-


zados durante los años posteriores al periodo de análisis propuesto (1979, 2010,
2012 y 2014) 94 por La Pampa a Mendoza. Sólo adelantamos que, si bien el
fallo de 1987 se considera favorable a Mendoza, el último fallo de diciembre
2017 lo es a La Pampa. La Corte suprema de Justicia de la Nación Argentina,
dictaminó el 1 de diciembre de 2017, que las provincias en disputa debían pre-
sentar en los siguientes 120 días un plan de obras y acuerdos. También rechazó
el planteo mendocino de "cosa juzgada" y sostuvo que existe un "problema
ambiental", entre otras resoluciones. El fallo completo se puede consultar
en el Centro de Información Judicial (2017). Otros aspectos del conflicto se
pueden consultar en Mussetta, 2019. El 16 de julio de 2020, la Corte Suprema
de Justicia estableció que el río Atuel deberá poseer un caudal mínimo de 3.2
m3/s, medido en el límite entre las provincias de Mendoza y La Pampa. El
máximo tribunal argentino destacó que ese caudal es el recomendado por
el Instituto Nacional del Agua (INA) para mitigar el daño ambiental que fue
ocasionado por la disminución o ausencia de escurrimiento del río Atuel en
territorio pampeano." Sin embargo, hasta el día de hoy, no se ha aplicado el
resarcimiento previsto por la Corte.
Asimismo, un anuncio reciente del DGI (8 de octubre de 2019) indica
la prolongación del periodo de "crisis hídrica" que ya alcanza una década
—con la excepción de un año "Niño" durante 2014-2015—. Vale destacar que

92. www.prensa.mendoza.gov.ar/wp-content/uploads/sites/5/20 81ot hAuDO-ARBITRAL-CIAI-RIO-COLORADO-


OBRA-PORTEZUELO-DEL-VIENTO-1.pdf
93. Que excede temporalmente nuestro análisis y no es posible desarrollar en este manuscrito.
94. La primera demanda fue en el año 1979 frente a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (csJN), La Pampa
reclamó a Mendoza el cumplimiento de la Resolución 50/49. Esta tuvo su fallo en 1987, declarando la interpro-
vincialidad del río Atuel. La segunda, en 2010, Miguel Palazzani como ciudadano, exigió la recomposición del
ecosistema a partir de un caudal mínimo permanente. La tercera, en el año 2012, presentada por la Fundación
Chadileuvú en contra de la provincia de Mendoza y el Estado Nacional frente al Tribunal Latinoamericano
del Agua. La última demanda, fue la presentada en el año 2014, nuevamente por el gobierno pampeano en
contra de Mendoza, también ante la CSJN por los sucesivos incumplimientos pasados. Su fallo fue en el 2017.
Liliana Barbosa, "La intermitencia del río Atuel", 2017.
95. El fallo completo se puede consultar en www.cij.gov.ar/nota-37764-La-Corte-Supremafij--un-caudal-
m-nimo-permanente-para-el-r-o-Atuel.html

425
Ahora ...attótviert
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4.0.1101 •

PORTEZUELO DEL VIENTO 13:34


Mi arranco la instripoon de puestas de trabajo 20 '6

Imagen 6. Fotografías de posturas provinciales. La superior corresponde al cartel ubicado sobre


la Ruta Nacional 143 límite Mendoza-La Pampa indica la defensa de los ríos pampeanos frente al
avance de la obra del Colorado. La inferior corresponde a una noticia del Canal 7 de televisión,
mendocino, anuncia la inscripción a puestos de trabajo para la obra de Portezuelo del Viento (18
de setiembre de 2019).
Fuente: Facundo Rojas.

426
DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

la emergencia hídrica declarada desde 2010 por el DGI, se suspendió el año


pasado debido a que

durante 2018, el Superintendente explicó que, a pesar de mediciones hídricas igual


de severas, ya no se declarará la emergencia porque el largo proceso iniciado en
2010 ya implicaba una normalidad en esa oferta de agua. Esta decisión implicó que
la escasez fue definida por el poder político y no por las mediciones hidrometeo-
rológicas (que marcaban que seguía habiendo emergencia como los años previos).

Según el pronóstico de caudales de ríos en la provincia 2019-2020


(realizado por el DGI) el caudal promedio del río Atuel aproximadamente la
mitad, respecto de la media anual (53%, desde que existen mediciones ins-
trumentales sistemáticas), situación que agudizará aún más la disputa por el
río.96
Con estos párrafos sobre la actualidad del conflicto, mostramos cómo
se rehabilitan de forma permanente, desde las dos posturas provinciales,
diferentes perspectivas y fundamentos de la "historización del río" (imagen
6). Continúan dichas posturas "provinciales", antagónicas entre sí, las que

dominan el debate. Existen pocas disidencias, matices o discusiones "inter-


nas" acerca de la problemática que analizamos. Un referente del tema en
Mendoza, el ingeniero Néstor Arias, exhortaba durante 2016: "Es importante
la toma de conciencia de toda la opinión pública mendocina con un solo
objetivo, defender sus recursos naturales renovables, en especial el agua, con
única voz provincial". 97

96. Respecto, al río Atuel mencionan el periodo 2018/19 como el peor año en los últimos 48 años (8
de octubre, 2019-Pronósticos 2019 2020 www.irrigacion.gov.ar/dgi/noticias/pronostico-en-detalles .
-

Véase María del Rosario Prieto et al., "La variabilidad hídrica", 2020. Las últimas noticias hablan
de que se alcanzaron 11 años casi continuados de sequía: www.irrigacion.gov.ar/web/2020/10/05/
irrigacion-anuncio-un-ano-hidrologico-pobre-para-casi-todos-los-rios-de-la-provincial
97. Néstor Arias, "Gohernanza del agua en Mendoza. Ríos Atuel y Grande", Conferencia, 15 de septiembre de
2016.

427
FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

REFLEXIONES FINALES

En este trabajo hemos recorrido los principales momentos (hitos socioam-


bientales) que, desde nuestra perspectiva, ayudan a explicar el conflicto por el
agua del río Atuel, desde comienzos del siglo xix hasta mediados de siglo xx.
Respecto a las hipótesis y objetivos propuestos, explicamos la consti-
tución histórica de los hitos socioambientales, dando cuenta de cómo se han
constituido estos territorios hidrosociales, en el sur de Mendoza y oeste de La
Pampa, en función del aprovechamiento del agua o de su falta de acceso,
como explicación provincial. Indagamos para el área de estudio, en algu-
nos de los principales ejes narrativos, a partir de la recopilación crítica de las
investigaciones acerca del dominio del agua, como práctica constitutiva de la
identidad y materialidad regional en el área estudiada.
Los territorios del progreso mendocino contrastan con los paisajes
desecados, símbolo y evidencia del despojo que une la identidad del oeste
pampeano. La misión hidráulica, mendocina, en franca reedición en los últi-
mos años, choca con la búsqueda de reparación histórica pampeana.
Hemos destacado también algunas claves de la explicación histórica
en torno a la institucionalidad mendocina y el desgobierno de la cuenca baja
del Atuel, hasta mediados de siglo xx. Sin embargo, en cuanto lo metodoló-
gico, las fuentes históricas disponibles no son tan abundantes como en otros
lugares de Argentina. Hay que destacar, además, que sería conveniente reali-
zar un análisis más detallado y exhaustivo de ciertas fuentes primarias. Sobre
las fuentes secundarias, queremos resaltar que, ante la escasez de fuentes
documentales primarias, existe una citación reiterada y circular de los mismos
antecedentes —hecho que, hasta el momento, ha sido escasamente problema-
tizado—. Mientras el discurso pampeano sobre el Atuel pone el acento en
estos antecedentes, el discurso mendocino, con una reiteración argumental
similar, pone el foco en cuestiones jurídicas (o de factibilidad macroeconó-
mica), antes que en la historización exhaustiva del problema o conflicto."

98. Micaela Trimble et al., "Reconfiguring Water Governance for Resilient Social-Ecological Systems in South
America" en Julia Baird y Ryan Plummer (eds.) Water Resilience. Management and Governance in Times of
Change, 2020. Dada la importancia del Amel para la economía de Mendoza y a la falta de incentivos para la
cooperación interprovincial el conflicto sigue sin resolverse.

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DE TERRITORIOS IRRIGADOS Y PAISAJES DESECADOS

Por último, nos interesa destacar otros problemas socioambientales,


silenciados u opacados, en el sur de Mendoza y oeste de La Pampa, por la
notoriedad del conflicto del Atue1. 99 Es así que el reclamo indígena por tie-
rras, la concentración de la tierra, la crisis de medianos y pequeños produc-
tores, la desatención de los estados (provinciales y nacionales, especialmente)
en relación a la insuficiencia de infraestructura de transporte, de riego, de
servicios habitacionales, agua potable, servicios básicos, etc., suelen ser tan
usuales como poco atendidos en diferentes localidades y familias de la región.
Sin mayor referencia a lo anterior, se observa con gran fuerza el fomento de la
"unidad provincial" (especialmente desde los gobiernos provinciales, aunque
también desde diferentes técnicos y académicos con cercanía a la gestión) para
luchar contra la postura de la otra provincia.
En la actualidad, otro proceso que toma fuerza es el cambio de uso
de la tierra, ya no solo dentro del oasis de riego sino también en la zona no
irrigada. Impulsado por el acrecentamiento de emprendimientos ganaderos
de cría y recría vacuna, se ha documentado un avance de la propiedad pri-
vada sobre "montes comunales", tanto en General Alvear como en el oeste
de La Pampa.'" Este cambio de uso, se vincula con el abandono de fincas
antes frutícolas por falta de precio y rentabilidad de la fruta, pero también,
con los altos índices de salinidad y la baja eficiencia de riego que se acentúa
en el departamento de General Alvear, donde esta eficiencia es la más baja
de todo el país, alcanzando apenas 28%. Surgen, en su reemplazo, emprendi-
mientos ganaderos (semi) intensivos, con alta inversión de capital y consumo
de insumos (por ejemplo: perforaciones, alimento balanceado y alambrados),
localizados principalmente en terrenos más bajos, donde es factible utilizar
agua subterránea. En el departamento de General Alvear también se habría
hecho sentir un incremento del régimen de lluvias, detectado con más fuerza
en la región pampeana desde 1941. 1 " 1
Al comienzo del trabajo acudimos al marco analítico de las for-
maciones discursivas regionales para explicar cómo se había estructurado

99. Facundo Rojas y Lucrecia Wagner, "Conflicto por la apropiación del río Atuel".
100. María Eugenia Comerci, "Conflictividad y resistencias en los márgenes de La Pampa (1990-2012)", Mundo
Agrario, vol. 15, núm. 30, 2014.
101. Fabio Tacchini, "El Recurso Agua en el Departamento de General Alvear. Insumo Crítico para el Desarrollo
Ganadero Bajo Riego", vi Jornada de Riego y Fertirriego, 2012.

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FACUNDO ROJAS Y LILIANA ANAHÍ BARBOSA

"históricamente" el debate en torno al uso del agua en términos de identidades


provinciales particulares. Ha sido en ese sentido que, emergiendo en ciertos
hitos socioambientales, la historia del río Atuel y del agua ha sido desde hace
más de un siglo la columna vertebral de la vida y sus representaciones (o de
la ausencia de ellas), del desarrollo logrado (o negado) en la región estudiada.
Consideramos que todavía se puede continuar profundizando en las historias
que configuraron estos territorios hidro sociales, así como también, avanzar
en estudios —que detallen con escala local y mayor precisión temporal— cómo
se constituyeron históricamente los paisajes que naturalizamos, en manos de
quiénes está el dominio del agua y la tierra, cuáles voces se escuchan y cuáles
se silencian, y sus "porqué".

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