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El tiempo histórico:

En casi todos los aspectos de nuestras vidas necesitamos medir el tiempo: para ir a la escuela, para cocinar o para planificar una
reunión con amigos. Para realizar estas actividades, utilizamos unidades de tiempo cortas: minutos, horas, días, semanas y hasta mees.
Pero cuando pensamos en procesos históricos, como por ejemplo la invención de la escritura o de la agricultura, necesitamos utilizar
unidades de tiempo de mayor duración: los años, lustros, décadas, siglos o milenios.
Las distintas civilizaciones han creado sistemas para poder ordenar el tiempo, y así surgieron los calendarios. Algunos están
basados en la observación de los ciclos de la naturaleza y otros en hechos históricos destacados, vinculados a la religión. Pero todos
buscan definir un punto de origen a partir del cual contar los años, siglos y milenios hacia adelante y hacia atrás.
El calendario gregoriano –comúnmente llamado cristiano- considera el nacimiento de Cristo como el punto inicial. Todos los
acontecimientos ocurridos antes de ese momento se indican con la abreviatura a. C., y con d. C. los que sucedieron después. Es el
calendario más utilizado en el mundo.
El calendario judío considera como punto de partida el momento de creación del mundo según se narran en la Biblia, y asigna este
hecho el año 3760 a.C.
El calendario musulmán o islámico establece su punto de origen en el año 662 d. C. Esta fecha coincide con la emigración del
profeta Mahoma y sus seguidores desde La Meca a la ciudad de Medina.
El calendario maya tiene un día de inicio, que según los científicos corresponde al 12 de agosto de 3113 a. C. Se desconoce qué
sucedió en esa fecha, aunque probablemente se trate de una fecha mítica. Al año de 365 días, denominado Haab, se superponía el año
sagrado de 260 días, llamado Tzolkin. Este último regía las ceremonias religiosas y la organización de las tareas agrícolas y era
interpretado por los sacerdotes mayas.
La línea de tiempo:
Es una herramienta de los historiadores que consiste en una representación gráfica de un período de tiempo determinado.
Al elaborar una línea de tiempo, primero se debe determinar el período que se quiere representar. Luego, se dibuja una línea
horizontal y se la divide en segmentos iguales.
Cada segmento, representa cierta cantidad de años o siglos, según el interés del investigador. Con flechas indicativas –hacia abajo
o hacia arriba de la línea- se señalan años que por alguna razón se consideran importantes, y se indica el acontecimiento o proceso al
que se refiere la fecha. Para que el gráfico sea completo, la línea debe tener en sus extraños los años de inicio y finalización del período
representado.

El tiempo histórico:
En casi todos los aspectos de nuestras vidas necesitamos medir el tiempo: para ir a la escuela, para cocinar o para planificar una
reunión con amigos. Para realizar estas actividades, utilizamos unidades de tiempo cortas: minutos, horas, días, semanas y hasta mees.
Pero cuando pensamos en procesos históricos, como por ejemplo la invención de la escritura o de la agricultura, necesitamos utilizar
unidades de tiempo de mayor duración: los años, lustros, décadas, siglos o milenios.
Las distintas civilizaciones han creado sistemas para poder ordenar el tiempo, y así surgieron los calendarios. Algunos están
basados en la observación de los ciclos de la naturaleza y otros en hechos históricos destacados, vinculados a la religión. Pero todos
buscan definir un punto de origen a partir del cual contar los años, siglos y milenios hacia adelante y hacia atrás.
El calendario gregoriano –comúnmente llamado cristiano- considera el nacimiento de Cristo como el punto inicial. Todos los
acontecimientos ocurridos antes de ese momento se indican con la abreviatura a. C., y con d. C. los que sucedieron después. Es el
calendario más utilizado en el mundo.
El calendario judío considera como punto de partida el momento de creación del mundo según se narran en la Biblia, y asigna este
hecho el año 3760 a.C.
El calendario musulmán o islámico establece su punto de origen en el año 662 d. C. Esta fecha coincide con la emigración del
profeta Mahoma y sus seguidores desde La Meca a la ciudad de Medina.
El calendario maya tiene un día de inicio, que según los científicos corresponde al 12 de agosto de 3113 a. C. Se desconoce qué
sucedió en esa fecha, aunque probablemente se trate de una fecha mítica. Al año de 365 días, denominado Haab, se superponía el año
sagrado de 260 días, llamado Tzolkin. Este último regía las ceremonias religiosas y la organización de las tareas agrícolas y era
interpretado por los sacerdotes mayas.
La línea de tiempo:
Es una herramienta de los historiadores que consiste en una representación gráfica de un período de tiempo determinado.
Al elaborar una línea de tiempo, primero se debe determinar el período que se quiere representar. Luego, se dibuja una línea
horizontal y se la divide en segmentos iguales.
Cada segmento, representa cierta cantidad de años o siglos, según el interés del investigador. Con flechas indicativas –hacia abajo
o hacia arriba de la línea- se señalan años que por alguna razón se consideran importantes, y se indica el acontecimiento o proceso al
que se refiere la fecha. Para que el gráfico sea completo, la línea debe tener en sus extraños los años de inicio y finalización del período
representado.

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