Está en la página 1de 7

LUNES - Caminando en Sabiduría – Semana 

Vivimos en una época en la que el conocimiento está a nuestra disposición. Libros de auto-
ayuda aparecen en incontables líneas de las estanterías, de las bibliotecas y las tiendas de
libros. Muchos programas de televisión se han dedicado a compartir la información y la
experiencia de muchos en relación con el matrimonio, cómo criar los hijos, cómo llevar una
vida saludable y feliz.

El internet está lleno de artículos en una cantidad extensiva de blogs, comentarios de cómo
arreglar nuestros problemas y todo en una lista fácil de instrucciones paso a paso… y todo
esto en nuestra fuerza.

Obtener conocimiento no es nuestro problema.

Obtener sabiduría sí lo es.

Primero debemos buscar la fuente de la sabiduría… y no la encontrarás en las estanterías de


los almacenes o en los programas de TV. La verdadera sabiduría la encuentras en la Palabra
De Dios, quien creó la sabiduría en el principio.

Cuando recién me casé, estaba buscando sabiduría para ser una buena esposa. La verdad es
que quería ser la esposa perfecta. Compré todos los libros que me recomendaron y pensé
que con leer uno o dos tendría todas las respuestas necesarias (ah, ¡era tan joven y tan
ingenua!).

Tenía el conocimiento en mi cabeza, pero la sabiduría ha tomado años de aprender de


éxitos y fracasos. Ha tomado noches enturbiadas con discusiones egoístas y días perdidos
porque el perdón era lento para ser dado. A lo largo de los años, afortunadamente he
crecido en sabiduría en este área y ahora me doy cuenta de que el matrimonio no es 50/50,
sino 100/100 y que no lo sé todo – mucho menos que tengo todas las respuestas – no
importa cuántos libros sobre matrimonios he leído.

En las próximas seis semanas vamos a ganar conocimiento por medio de nuestra lectura
diaria de la Biblia, aprendiendo lo que Dios dice sobre la sabiduría y luego vamos a
empezar a aplicar ese conocimiento…eso quiere decir ponerlo en acción en tu vida.

Porque vivir una vida llena de sabiduría no es solo agregar conocimiento a nuestra vida; es
escoger entre las cosas que aprendemos y ver cómo estas afectan nuestra manera de vivir.
Es permitir que la verdad de la Palabra de Dios cambie la manera en la que vivimos,
amamos, y valoramos lo que Él nos ha dado.
Si quisieras resumir el libro entero de Proverbios en un solo versículo, sería Proverbios
1:7…

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y


la enseñanza.”- Proverbios 1:7

El “temor de Jehová” en el versículo 7 no está hablando sobre estar aterrados de Dios, sino
en llevar nuestras vidas en asombro y en respeto de Él. Es reconocer que Él es santo,
perfecto, y digno de toda nuestra alabanza.

“El temor de Jehová” nos acerca a Dios, no nos aleja.

Como los niños que aman a su padre quieren estar cerca de él y ser como él cuando
crezcan. Le miran con admiración, sabiendo que los ama y se ocupa de ellos…y saben  que
lo necesitan todos los días.

Es increíble cómo sin importar nuestra edad, siempre tenemos esta necesidad…de estar
cerca de Él.

Salmos 103:13: “Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los
que le temen.”  A aquellos cuyos ojos se han abierto, cuyas vidas son a su Palabra, que han
tenido sus ojos abiertos al conocimiento del Santo, que entienden que es verdadero en todos
sus caminos.

El “temor a Jehová” es un hermoso balance de tener el amor de Dios y la santa reverencia


hacia El al mismo tiempo.

Así que comencemos este camino hacia la sabiduría en este año nuevo, y vamos hacia
nuestro Señor en oración y busquemos Su sabiduría para nuestras vidas.

“Querido Señor,

Ayúdame a andar con mayor sabiduría en mi vida este año. Donde no he caminado en
sabiduría antes, ayúdame a hacerlo este año. Donde no he escuchado Tu consejo en el
pasado, ayúdame a tener oídos para oír y un corazón suave para recibir Tu visión. Donde he
caminado en locura en mi pasado, ayúdame a encender un nuevo sendero… uno que suelta
mi pasado y conduce directamente a Ti. Amén.”

“Lo más importante no es cuánto viviremos sino cómo lo haremos, no la longitud sino la
profundidad de nuestra vida. Los tontos vadean en las profundidades, pero los sabios se
lanzan a las profundidades y dejan que Dios les dé lo mejor de Él.” – Warren W. Wiersbe

 
Desafío Semana 1: Escribe el versículo de hoy o imprime el que les hemos preparado al
final del artículo y colócalo en un lugar de tu casa en el que lo puedas ver o en tu Biblia y
ora cada día con esto en mente. Pídele a Dios que te ayude a caminar en la sabiduría que El
té mostrará en ese día.

MIERCOLES - La caída de confianza

Lo llamábamos el Curso de Fe. Cada verano, subía a un autobús para ir de chaperona con
otro grupo de chicas de nuestro grupo juvenil al campamento de verano. Jugaban voleibol
con grandes pelotas en la cancha de arena y luchaban por una sandía engrasada en el lago.
Aquellas chicas aventureras se llenaron de moretones, pero nunca se dieron por vencidas.
El último evento del fin de semana era el Curso de Fe. Cada equipo debía correr junto para
superar una serie de peligrosos obstáculos, incluyendo escalar una pared gigantesca y
arrastrarse por un túnel oscuro y sucio.

El último obstáculo era La Caída de Confianza.

Las chicas se turnaban subiendo por la escalera del tobogán del parque, y luego cruzaban
las manos sobre el pecho mientras uno de los guías juveniles colocaba una venda en sus
ojos. El resto de las chicas estaban al pie de la escalera con los brazos unidos formando una
red para atrapar a la valiente chica en la parte superior.

El objetivo del desafío era confiar plenamente en sus compañeras de equipo. Tenían que
caer de espaldas en sus brazos seguros. Algunas chicas necesitaban un poco de persuasión
para participar. Así que, allí estaba yo de pie al costado y las animaba con una gran sonrisa
en mi cara. “¡Adelante, puedes hacer esto! Te atraparemos.”

Debo confesar que en todos esos años, nunca subí la escalera.

Siempre estaba de pie a un lado y observaba.

La idea de caer ciegamente de espaldas me aterrorizaba.

Cuando empecé a estudiar estos dos versículos en Proverbios 3, descubrí que en el hebreo
original la palabra “confianza” aquí es una imagen de un sirviente que está sumiso e
indefenso, con la cara hacia abajo esperando la dirección del maestro. “Depender” significa
“descansar sobre”, “aferrarse a”, “estar totalmente apoyado en”. En mi mente,
inmediatamente regresé a esos veranos parada al pie del tobogán mirando a otra persona
experimentar lo que yo anhelaba tan desesperadamente.
Anhelo conocer a Dios. Más que nada, quiero caer en Sus brazos y entregar completamente
cada parte de mí a Su cuidado.

Pero algunos días, es difícil hacerlo. Estoy de pie en lo alto de una escalera imaginaria
temblando de terror. Simplemente no puedo entregarme. Lo que Él me pide que haga
parece imposible. Prefiero estar de pie a un lado y animar a otro mientras estoy segura en
terreno sólido.

La vida victoriosa de la fe requiere una confianza total en nuestro Padre Celestial. Estoy
orando esta semana para que Él me ayude a vivir realmente estos dos versículos, en lugar
de simplemente contemplarlos en el bonito imán que está en mi refrigerador.

Este año, vamos a enfrentar muchos obstáculos en nuestro caminar de fe. Descansemos en
la sabiduría de la Palabra de Dios. Confiemos en que nuestro Guía está trabajando de
maneras que no vemos.

Si confiamos plenamente en Dios, Él ha prometido “hacer nuestro camino recto”. El Pastor


Adrian Rogers explica que esto significa que Él “allanará una ruta delante de ti y despejará
el camino”.

No te quedes de lado. Puedes poner tu plena confianza en tu Dios Fiel. Él te atrapará cada
vez.

Manteniendo la fe,

VIERNES - El temor del hombre sabio

Si estás con nosotras en este estudio entonces puedo asegurar que quieres ser una persona
sabia. Quieres que la sabiduría sea tanta que se desborde en tus pensamientos, tus palabras,
tus acciones.

También puedo asumir que, si eres un ser humano, fallas en esta acción diariamente.

¿Cuántas veces hemos hablado de la ira o de la impaciencia o el haber actuado como


tontas? ¿Cuántas veces hemos ignorado la búsqueda de consejo sabio? ¿Y cuántas veces
hemos totalmente ignorado lo que la Biblia nos dice? Y todo esto es falta de sabiduría.

Estas fallas y tonterías nos pueden llevar a sentirnos mal, pero a cambio de sumergirnos en
la culpabilidad arrepintámonos y alabemos a Jesús por cargar con la ira de Dios en nuestro
nombre. Levantémonos, sacudamos el polvo, y alegrémonos que hoy es un nuevo día en el
que caminaremos en rectitud y aprendernos a ser sabias.

Nuestro enfoque de la semana ha sido la fuente de la sabiduría y terminaremos esta semana


observando el final de Proverbios 15.

De acuerdo con el versículo 32 una de las señales de una persona sabia es que ella acepta la
corrección de buena manera. Ella reconoce que por medio de la corrección es que ella
aprende, cambia y crece.

Da instrucción al hombre sabio,

Y el seguirá siendo sabio;

Enseña al hombre justo,

Y el incrementará su aprendizaje.

Proverbios 9:9

Aquellos que se rehúsan a ser corregidos, por medio de las Escrituras o por el consejo del
sabio, muestran que tienen un corazón orgulloso. Pero irónicamente revelan que se odian a
sí mismos (vs.32). A ellos les importa más lucir bien a los ojos de ellos mismos que a los
ojos de Dios. El no amar la sabiduría, el no aceptar la corrección amorosa (sin olvidar que
algunas veces es dolorosa), es como un abuso para nuestra alma.

Por eso el temor del Señor es el principio de la sabiduría. Es el temor y el respeto por Dios
que cambian la manera en que hablamos y vivimos. Temer a Dios también produce un
afecto profundo por las Escrituras. Qué diferencia hace cuando nos damos cuenta de que
tenemos al alcance de nuestra mano un libro que contiene la sabiduría de Dios escrita para
nosotros.
 

El amor por las Escrituras no sólo quiere decir que nos deleitamos en ella, sino también que
obedecemos sus preceptos. Aquellos que temen a Dios son más temerosos de Dios, que al
hombre, ellos aman Su camino más que sus propios caminos, y están dispuestos a sufrir por
Su amor en lugar de su propio beneficio.

Y al final, ¿no son los que se humillan a la palabra y a los caminos de Dios, los que temen
al Señor, que serán exaltados y levantados (Mateo 23:12)?

La sabiduría comienza por temer al Señor, lo que significa que debemos hacer nuestra
misión el hecho de cultivar esto en nuestros corazones. Esto es algo que se desarrolla por la
fe a medida que ganamos una visión bíblica de Dios y de nosotros mismos. Lee la palabra,
cree al Dios revelado en el interior, recibe sus promesas y obedece sus mandamientos. Y
allí, el temor del Señor crece.

Isaías 11:2-3 resume el resultado de este temor de una manera hermosa.

“Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová;

Espíritu de sabiduría y de inteligencia,

Espíritu de consejo y de poder, Espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.

Y le hará entender diligente en el temor de Jehová.

No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos;”

También podría gustarte