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9.

-LA GUERRA CIVIL 1936-1939


I. LA SUBLEVACIÓN MILITAR E INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO
La insurrección militar iniciada en el protectorado de Marruecos el 17
de julio se extendió el 18 y 19 a la península y los archipiélagos ante la
falta de reacción del gobierno frentepopulista de Casares Quiroga.
El golpe dirigido por Mola, Goded, Queipo del Llano, Franco y
Cabanellas triunfó en Galicia, Castilla, Navarra, Sevilla, Cádiz, Baleares,
Canarias, Oviedo, Granada y Zaragoza
El fracaso de la rebelión
El golpe fracasó en Asturias, Cantabria y parte del País Vasco,
donde el PNV colaboró con la República, Cataluña, Levante, la Mancha,
Andalucía oriental y Madrid. Los fracasos más graves tuvieron lugar
en Madrid, donde el nuevo presidente Giral (Izquierda Republicana)
entregó armas a las milicias obreras, y en Barcelona, donde una inusual
colaboración de los obreros de la CNT con la Guardia Civil y la Guardia
de Asalto abortó la insurrección.
En general, menos en zonas rurales del Norte, la sublevación no tuvo apenas respaldo popular y se basó en
las fuerzas militares insurrectas.
La división del país en dos zonas: el inicio de la guerra civil
El fracaso parcial del golpe llevó a la división de España y al inicio de la guerra:
 ZONA SUBLEVADA o NACIONAL: Castilla, Galicia y zonas mineras de León y Huelva. Tenía un ejército
muy preparado: ejército de África, la Legión y los Regulares.
 ZONA REPUBLICANA: Madrid y Barcelona, la Mancha, Levante, la cornisa cantábrica, las reservas de oro
del Banco de España, la Armada y la aviación pero éstas desarticuladas porque la mayor parte de los
oficiales se sublevaron.
Internacionalización de la guerra
Se mezclaron los intereses de las potencias y el conflicto entre las ideologías políticas imperantes en los años
treinta. El crack del 29 había desacreditado a la democracia política y al liberalismo capitalista que tenían que
hacer frente al nazifascismo por un lado y al comunismo de Stalin por otro. Éste era la esperanza para parte de
la izquierda pero en realidad era un marxismo degenerado en pseudofascismo (fascismo rojo):
 Las potencias fascistas y Portugal desde un primer momento ayudaron a los rebeldes porque eran un
aliado ideológico en su lucha contra las democracias y el movimiento obrero.
 La URSS tuvo muy claro desde un principio su compromiso con la República. No sólo se enfrentaba a la
expansión del fascismo, sino que alejaba el interés de Hitler de sus fronteras.
 Las democracias mostraron una gran hipocresía diplomática. Gran Bretaña se mantuvo neutral ante la
deriva revolucionaria de la República y Francia, pese al Frente Popular, la siguió.
Francia y Gran Bretaña propusieron un pacto de no intervención en España: no
facilitar ni hombres ni material de guerra a ninguno de los bandos. Nació así el
Comité de No Intervención que acabó siendo una farsa: las democracias se
abstenían de ayudar a la República mientras Hitler y Mussolini apoyaban de forma
masiva y decisiva a los rebeldes. Sólo la Unión Soviética ayudó al gobierno de
Madrid, lo que repercutió en el auge del PCE en la zona republicana. 
La actitud de las democracias ante la guerra española se enmarca en su
ingenua búsqueda de conciliación con Hitler para evitar otra guerra mundial que
culminó con la firma del Pacto de Munich en septiembre de 1938. Desde ese
momento, las esperanzas de la República desaparecieron.

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La ayuda extranjera
La desigual ayuda exterior recibida por ambos bandos explica en parte
la victoria de los rebeldes:
 El bando sublevado recibió desde el primer momento la ayuda de Hitler
y Mussolini. Italia envió soldados, munición y material de guerra; y Hitler
mandó la  Legión Cóndor que ayudó a la superioridad aérea de Franco.
La colaboración de Portugal, fue menor.
 El bando republicano sólo recibió de las democracias las escasas armas
compradas en los primeros momentos del conflicto. Esta ayuda cesó
inmediatamente tras la firma del Pacto de No Intervención. La ayuda
soviética llegó a tiempo para ayudar en la defensa de Madrid pero
aunque fue importante fue menor que la que recibió Franco.
 Las Brigadas Internacionales. Grupos de voluntarios, no todos comunistas y reclutados por la Internacional
Comunista en todo el mundo. Tuvieron su sede en Albacete y un papel importante en la defensa de Madrid.
Las presiones del Comité de No Intervención y el desinterés de Stalin hicieron que la República aceptase su
salida de España a finales de 1938 a cambio de una salida de las tropas italianas que no se produjo.
II. EL DESARROLLO DE LA GUERRA CIVIL
La descomposición política tras el golpe y la represión
El golpe y la guerra provocaron la destrucción de las instituciones de la II República:
- Bando rebelde el poder quedó en manos de los militares que gobernaron de forma autoritaria.
- Bando republicano el gobierno de la República perdió el control de la situación, y estalló la “revolución social”
donde el poder quedó en manos de comités obreros.
En los primeros momentos de la guerra hubo una enorme represión en ambos bandos:
- ZONA “NACIONAL”: se dirigió contra militantes obreros y campesinos,
aunque algunos intelectuales, como Lorca, fueron también víctimas del
horror. La represión estuvo organizada y controlada por las
autoridades militares lo que no impidió que pistoleros falangistas
descontrolados protagonizaran excesos.
- ZONA REPUBLICANA: las víctimas fueron religiosos y las clases
adineradas (José Antonio Primo de Rivera fue juzgado y ejecutado).
Tras el caos inicial en el que se produjeron graves excesos
(Paracuellos), el gobierno tomó lentamente el control de la situación y
la represión disminuyó aunque siguieron existiendo las famosas
“checas” (centros de interrogación y tortura –muchas veces
clandestinos- controlados por extremistas de izquierda, sobre todo el
PCE y los servicios secretos soviéticos).
Avance nacionalista durante los primeros meses de la guerra (verano-otoño 1936)
En un primer momento se produjo el crucial "puente aéreo" organizado con aviones alemanes e italianos que
permitió el rápido traslado del Ejército de África a la península.
Los legionarios y regulares, fuerzas profesionales que superaban a las desorganizadas milicias obreras y
campesinas, iniciaron un rápido avance hacia Madrid. En el camino, las columnas del ejército rebelde se unieron a
las que bajaban del Norte en Badajoz. La ciudad cayó  y se inició una sangrienta represión con un gran número de
víctimas que escandalizó al mundo por su barbarie.
El ejército rebelde continuó su avance hacia Madrid pero antes Franco desvió las tropas para liberar a la
guarnición asediada en el Alcázar de Toledo. La "liberación del Alcázar" fue un triunfo propagandístico para Franco
pero desde el punto de vista estratégico retrasó el avance sobre Madrid. En el Norte tomaron Guipúzcoa aislando
al País Vasco de la frontera con Francia.

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1º ASALTO a Madrid: La Batalla de Madrid (otoño 1936)
En octubre las fuerzas rebeldes llegaron a las afueras de Madrid y en
noviembre se inició la Batalla de Madrid. La caída de la capital parecía
inminente y el gobierno se trasladó a Valencia.
Ante la superioridad militar de las fuerzas rebeldes, partidos y
sindicatos obreros alentaron la movilización del pueblo madrileño para
defender su ciudad. El grito de "¡No Pasarán!" se hizo célebre en todo el
mundo y Madrid se convirtió según la propaganda en la “primera ciudad
del mundo que paró al fascismo” (manifestaciones de apoyo en varios
países, el apoyo de Hollywood…).
La moral de la población madrileña aumentó con la llegada de
refuerzos exteriores. Brigadas Internacionales, tanques y aviones rusos y
milicianos anarquistas de Durruti llegaron para defender la indefensa
capital de España.
La ciudad fue sometida a bombardeos aéreos por los alemanes y se
produjeron duros combates en las cercanías (Casa de Campo, Ciudad Universitaria).Las tropas republicanas
consiguieron resistir y, finalmente, Franco ordenó el fin del asalto frontal a la ciudad.
2º ASALTO a Madrid: Batallas del Jarama y Guadalajara. Toma de Málaga (febrero 1937)
Tras fracasar en Madrid, Franco intentó cercar la capital lo que dio lugar a las batallas del Jarama y de
Guadalajara, donde las tropas italianas fueron derrotadas.
Mientras, las tropas franquistas tomaron Málaga y de nuevo se produjo una dura represión ( Arias Navarro, el”
carnicero de Málaga” y la matanzas de civiles en la carretera a Almería)
CONSECUENCIAS: El fracaso ante Madrid hizo que Franco optara por una nueva estrategia: ya no buscó acortar
el conflicto, sino que fue atacando las zonas más débiles de los republicanos. Este cambio de estrategia alargó la
guerra para desgastar al bando republicano.
La Campaña del Norte (verano 1937)
En el verano de 1937, las tropas nacionales conquistaron la zona norte que había quedado aislada del resto
del país: Vizcaya, Cantabria y Asturias fueron cayendo en manos de Franco.
Durante esta campaña tuvo lugar el bombardeo de Guernica. La Legión Cóndor, enviada por Hitler, bombardeó
una pequeña ciudad sin interés militar y la arrasó. Este acto provocó un escándalo mundial e inspiró a Pablo
Picasso en su célebre cuadro.
Tratando de distraer el avance rebelde en el Norte, los republicanos organizaron las ofensivas de Belchite
(Aragón) y Brunete en Madrid pero fracasaron y no pudieron evitar la caída del Norte.
CONSECUENCIAS: La conquista del Norte tuvo graves consecuencias para la República. No sólo perdieron las
minas de carbón y hierro de la zona, sino que, en adelante, los franquistas pudieron concentrar todas sus tropas
en la zona sur. Durante la campaña vasca, Mola, el único general que podía competir con Franco en el liderazgo
nacional, murió en accidente de avión.
De Teruel a la batalla del Ebro (1937-1938)
En diciembre del 37, tuvo lugar una ofensiva republicana en Teruel. Tras reconquistar Teruel poco después,
Franco lanzó un ataque general en Aragón con gran éxito y en abril del 38 las tropas nacionales llegaron a
Vinaroz en el Mediterráneo. La zona republicana quedó partida en dos.
La última gran ofensiva republicana fue la Batalla del Ebro en julio de 1938. Con más de 100.000 muertos, esta
fue la más cruenta de las batallas de la guerra civil y agotó definitivamente la moral y las reservas republicanas. El
“Ejército Popular”, más disciplinado que las milicias anteriores, no fue suficiente contra las tropas rebeldes
ayudadas por alemanes e italianos.
CONSECUENCIAS: Éste era el último intento de la República de plantar cara a los rebeldes y la “suerte estaba
echada” desde finales del verano. Las brigadas internacionales salieron de España.

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El final de la guerra (1939)
En enero se produjo la ofensiva de Cataluña y, tras tomar Barcelona, las tropas franquistas llegaron a la
frontera francesa en febrero. Antes se había producido un enorme éxodo de población: más de 500.000 personas
huyeron a Francia, donde fueron hacinadas en campos de concentración.
Ante la inminente derrota, las divisiones internas se hicieron aún más profundas en el bando republicano. El
gobierno de Negrín, con el apoyo de los comunistas y parte de los socialistas, proponía la resistencia a ultranza. El
objetivo era que el conflicto español enlazase con la inminente guerra europea y mundial que todo el mundo veía
venir. De esa manera, la República española encontraría aliados que le permitirían cambiar el signo de la guerra.
Contrario a Negrín y defendiendo la negociación de la derrota con Franco, el coronel Casado dio un golpe
contra el gobierno. Pese a las propuestas de negociación de Casado, Franco exigió la rendición incondicional. El
28 de marzo, las tropas franquistas entraron en Madrid y el 1 de Abril de 1939 terminaba la sangrienta guerra.
III. EVOLUCIÓN POLÍTICA DE LAS DOS ZONAS Y CONSECUENCIAS. ANEXO CLM
Zona republicana o “roja”
El fracaso del golpe militar desencadenó en la zona republicana la REVOLUCIÓN SOCIAL:
- Comités de partidos y sindicatos obreros pasaron a controlar los elementos esenciales de la economía:
transportes, suministros militares, centros de producción. Mientras el gobierno se limitaba a ratificar legalmente
lo que los comités hacían.
- Ocupación masiva de fincas en el campo que afectó a las grandes propiedades y a veces a las medianas y
pequeñas. En las zonas de predominio socialista se llevó a cabo la socialización de la tierra y su producción y
en las de hegemonía anarquista tuvo lugar una colectivización total de la propiedad. En algunos casos, se llegó
a abolir el dinero.
En septiembre se formó un GOBIERNO DE UNIDAD, presidido por Largo
Caballero (PSOE) con ministros del Frente Popular (PSOE, PCE, IR, UR) y
nacionalistas católicos vascos (PNV) y catalanes (UDC). En noviembre se
incorporaron cuatro dirigentes anarquistas, entre ellos Federica Montseny, la
primera mujer ministro en Europa occidental, y ministros de la UGT y la CNT
(España primer y único país del mundo con ministros anarquistas).
El gran desafío del nuevo gobierno era recuperar el control (fin de la
anarquía y de la represión a los derechistas) y centralizar el gobierno para
poder dirigir de forma eficiente el esfuerzo de guerra. La tarea era muy difícil
porque el poder estaba en manos de miles de comités obreros y milicias que
a menudo se enfrentaban entre sí, especialmente los anarquistas contra
“socialcomunistas”. 
Los gobiernos autónomos eran otro factor de disgregación no sólo en
Cataluña sino en el País Vasco donde el PNV, no sin dudas, optó por apoyar
la República y en octubre se aprobó el Estatuto vasco.
ENFRENTAMIENTOS EN EL BANDO REPUBLICANO: se enfrentaron básicamente dos modelos:
 "Revolución y guerra al mismo tiempo": FAI-CNT y POUM (trotskistas) emprendieron la inmediata colectivización
de tierras y fábricas en medio de la guerra perjudicando a la República.
 "Primero la guerra y después la revolución": PSOE, PCE, IR, UR: intentaron restaurar el orden respetando la
pequeña y mediana propiedad con el objetivo de sumar apoyos para ganar la guerra.
Los continuos enfrentamientos llegaron a su momento clave en Barcelona en mayo de 1937. El gobierno de la
Generalidad, siguiendo instrucciones del gobierno central, trató de tomar el control de la Telefónica de Barcelona,
en manos de la CNT. El intento desencadenó una insurrección y los combates callejeros se extendieron por
Barcelona. Los enfrentamientos entre estalinistas y trotskistas se extendieron, el POUM fue ilegalizado por la
presión soviética y su dirigente, Andrés Nin, "desapareció" en manos de agentes de Stalin.

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CONSECUENCIAS: dimisión de Largo Caballero y un nuevo gobierno presidido por el socialista Negrín cada vez
más influenciado por el PCE. La ayuda soviética había hecho que los comunistas pasaran de ser un grupo
minoritario a una fuerza muy influyente.
GOBIERNOS DE NEGRÍN 1937-1939:
Aunque ya era tarde para cambiar el signo
de la guerra, a partir de ese momento se
impuso una mayor centralización en la
dirección de la economía y se terminó de
construir el Ejército Popular, acabando con
la indisciplina de las milicias.
Negrín, a principios de 1938, ofreció a
Franco pactar una paz basada en unos
principios básicos (salida de las tropas
extranjeras, democracia, gobierno de
unidad) que el futuro dictador rechazó.
Este documento es conocido como los
“Trece Puntos de Negrín”.
A partir 1938, fracaso en el Ebro, surgieron de nuevo dos posturas enfrentadas; la postura oficial, Negrín, el
PCE y parte del PSOE, seguía defendiendo la  "resistencia a ultranza", y algunos anarquistas y socialistas,
comienzan a hablar de la necesidad de negociar ante una derrota segura.
Los acontecimientos internacionales: Pacto de Múnich (Hitler se impone en Europa), la retirada de las Brigadas
Internacionales y la disminución de la ayuda soviética, reforzaron la idea de que la guerra estaba perdida. Así, en
marzo de 1939 el golpe del coronel Casado desalojó del poder a Negrín pero la esperanza de negociar se disipó
cuando Franco exigió la rendición incondicional.
Zona sublevada o “nacional”
La muerte del general Sanjurjo los primeros días de la sublevación en accidente aéreo, dejó a la insurrección
sin un líder claro. Días después tuvo lugar una reunión de los generales en el cuartel general de Burgos donde se
acordó crear la Junta de Defensa Nacional, órgano provisional de gobierno de la zona rebelde (Cabanellas
presidente por cuestión de edad).
Las medidas que adoptó fueron drásticas: se estableció el estado de guerra en todo el territorio, se suprimieron
todas las libertades y se disolvieron todos los partidos políticos, excepto la Falange y los requetés carlistas.
La propaganda rebelde se propuso justificar el golpe militar contra un gobierno democráticamente elegido :
- La rebelión militar es un  Alzamiento Nacional  contra una República
"marxista" y "antiespañola".
- La Iglesia Católica justifica la matanza porque la guerra es una
Cruzada para liberar a España del ateísmo.
- Todas las personas de ideologías surgidas desde la ilustración:
liberalismo, democracia, socialismo, anarquismo, etc. son tildadas
de “rojos” y perseguidas.
MEDIDAS ECONÓMICAS: cancelación de todas las reformas
republicanas (devolución a sus propietarios de las tierras repartidas en
la reforma agraria), e intervención del Estado en la economía siguiendo
los principios de la ideología fascista (creación del Servicio Nacional
del Trigo para controlar el abastecimiento de pan de la población).

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MEDIDAS POLÍTICAS: En octubre del 36 Franco fue designado Jefe del Gobierno del Estado español gracias a
sus éxitos militares y al apoyo de Alemania. En adelante, el Caudillo, estableció una dictadura militar basada en:
- Decreto de Unificación. Falangistas y carlistas quedaron unificados en la Falange Española Tradicionalista y de
las JONS. Más conocida como el Movimiento Nacional seguía el modelo de partido único del fascismo.
- Concentración de los tres poderes en Franco como un monarca absoluto.
- Ley de Prensa que estableció una censura radical.
- Estado confesional (Nacional-catolicismo): subvención estatal a la Iglesia, se le entregó el control de parte de la
educación, abolición del divorcio y del matrimonio civil.
- Ley de Responsabilidades Políticas (1939) que designaba "rebeldes" a todos los que se hubieran enfrentado al
Movimiento Nacional.
Consecuencias de la guerra
1. Consecuencias demográficas
El impacto inmediato fue tremendo: muertos en el frente y por la represión en la guerra y en la posguerra, el
hambre, las epidemias y la reducción de la natalidad consiguiente...
Los cálculos más aceptados estiman en más de medio millón de muertos
el coste demográfico de la guerra a lo  que hay que añadir la cifra de no
nacidos y la pérdida de población joven.
El exilio republicano también tuvo consecuencias demográficas. Aparte de
los "niños de la guerra", el gran éxodo se dio a principios de 1939 con
cuatrocientos cincuenta mil exiliados. Algunos retornaron pero la mayoría no
volvieron a España o esperaron a la muerte del dictador. Este exilio supuso
una importante pérdida demográfica pero también una sangría cultural y
económica pues incluía a gran parte de los sectores más preparados del país:
las élites culturales, científicas, literarias y artísticas de la Edad de Plata
(generaciones del 14, del 27, las vanguardias)
2. Consecuencias económicas y sociales
La guerra fue una verdadera catástrofe económica y la renta nacional y per cápita no recuperará el nivel de
1936 hasta la década de 1950 (también debido a la nefasta política económica franquista). Estos fueron los
principales elementos de esa catástrofe económica:
 Destrucción de la industria y retroceso a una economía básicamente agraria.
 Destrucción de viviendas, comunicaciones, infraestructuras...
 Aumento de la deuda externa y pérdida de las reservas de oro del Banco de España, usadas por el gobierno
de la República para pagar la ayuda soviética.
El resultado de la guerra restauró la hegemonía económica y social de la oligarquía terrateniente, industrial y
financiera. Paralelamente, se dio la pérdida de todos los derechos adquiridos por los trabajadores.
4. Consecuencias morales
La guerra supuso una verdadera fractura moral del país con varias
generaciones marcadas por el sufrimiento de la guerra y la represión de la larga
posguerra. El régimen de Franco nunca buscó la reconciliación de los españoles,
siempre recordó y celebró su origen bélico lo que, unido a la represión, hizo que
las heridas de la guerra civil perdurasen durante decenios.
PERSONALIDADES DEL EXILIO (algunas): Severo Ochoa (biólogo), Blas
Cabrera (físico), Buñuel (cineasta), Picasso (artista), Pau Casals (músico),
Margarita Xirgú y María Casares (actrices), escritores como Luis Cernuda, Max
Aub, Ramón J. Sender, Rafael Alberti, Elena Fortún, historiadores como
Américo Castro y Claudio Sánchez Albornoz, filólogos como Tomás Navarro
Tomás, sindicalistas, anarquistas, comunistas, socialistas, republicanos de
centro e izquierda, monárquicos antifranquistas, nacionalistas…
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ANEXO CLM: La región se mantuvo leal a la República en julio del 36 debido a
su situación entre la capital, Madrid, y Valencia, zonas de mayoría izquierdista
en ese momento.
En los primeros meses del conflicto CLM sufrió la guerra en primera persona.
En el mes de septiembre las tropas sublevadas ocuparon parte de la provincia
de Toledo con el objetivo de llegar lo antes posible a Madrid. Aquí destacaron el
asedio republicano a la guarnición sublevada en el alcázar toledano y la
posterior liberación protagonizada por Franco. Tras la batalla de Madrid, tropas
franquistas e italianas volvieron a intentarlo de nuevo sin éxito en la batalla de
Guadalajara (feb. 37) y desde entonces los frentes se estabilizaron.
En la retaguardia, Albacete se convirtió en la sede de las Brigadas
Internacionales aprovechando sus buenas comunicaciones con Madrid y el gobierno republicano en Valencia.
La represión se dio en las dos zonas: en la sublevada se planeó contra sindicalistas, políticos y maestros y en
la zona republicana se debió al caos revolucionario que fue aprovechado por las masas para vengarse de los
terratenientes y del clero. En esta zona destacó la colectivización de la tierra que llevaron a cabo casi siempre de
forma conjunta los sindicatos UGT-CNT. Aunque algunas funcionaron, la mayoría fracasaron por la guerra, la falta
de medios y las divisiones entre campesinos.

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